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Trabajen los artículos y los videos que hablan sobre la sobrevivenia de la vida en nuestra casa, la
tierra. Usen las herramientas que espero hayan adquirido durante el curso.
Recuerden, ante todo, ser escépticos con lo que leemos, vemos y escuchamos. Tener presentes el
AYER-HOY-MAÑANA. ¿Qué sigue? ¿Que nos corresponde hacer?

Avaricia es el nombre del juego


Hermann Bellinghausen
https://www.jornada.com.mx/2021/11/15/opinion/a09a1cul

La situación parece desesperada, y al mismo tiempo nadie sabe qué hacer. Suena el tic-tac del tiempo a
contrarreloj del mundo (o al menos de eso están convencidas bastantes personas bien informadas) y
nada de lo que debería cambiar realmente cambia. Como si la humanidad, o gran parte de ella, no
pudiera detenerse. El circo de poderes, negocios e intereses reúne en conjunto a los dueños del mundo,
y siguen haciendo con éste lo que les conviene. Siempre ganan, en sus guerras y en nuestros desastres.
Lo dramático del asunto es que esa maquinaria de producción y consumo, que garantiza el bienestar del
dichoso uno por ciento, embarca a la mayor parte de la población mundial, se apropia de sus
necesidades y la vuelve clientela cautiva. Los que no entren, parias y naciones condenadas, serán
desechables. Los accionistas y consejos de administración de las empresas mineras y armamentistas
son dignos herederos del rey Leopoldo de Bélgica, el asesino del Congo. Ahora, a escala suicida.
Resulta impensable para población y gobiernos, aun si pasan por legítimos y responsables, eso de
detener las máquinas, las cadenas de producción desbocada, la fiebre de dinero y construcción
destructiva que se llama desarrollo, negocio, misión divina, mera vanidad, y que genera tanta muerte de
seres vivos y tanta indestructible basura.
Hace décadas los científicos están atentos, sacan conclusiones, calculan proyecciones. Gente en todo el
planeta siente cada día más los efectos de este cambio global en el clima y los cuatro elementos, el
aleteo de una mariposa en el Desierto de los Leones que causa un terremoto en China.
Resistencia organizada y consciente no falta, pero sigue siendo reducida en comparación con los
obstáculos que enfrenta para influir en los cambios indispensables. La hay moderada o ingenua
(adolescente o literalmente infantil), radical, ruralista, performativa, anarquista, de difusión, de análisis,
de investigación alternativa. Rara vez masiva, fácilmente perseguida y pocas veces junta. Su fragilidad
es extrema. Los defensores ambientales, por ejemplo, son asesinados constantemente en América
Latina y otros sures.
Contamos con conglomerados de colectivos, poblados y regiones enteras que por tradición o conciencia
(o ambas) buscan en la producción agrícola y la existencia sobria, no sólo su sustento, también la
sanación del mundo. En ellos se juntan la sabiduría ancestral (en tiempos donde la memoria tiene fecha
de caducidad) y recientes conocimientos científicos: por una vez han llegado a las mismas conclusiones
y se potencian.
Por la combustión permanente, la Tierra peligra. Las temperaturas se revuelven, frío donde hacía calor
y viceversa, epidemias, sequía aquí, inundaciones allá, ríos, aires y suelos envenenados por los residuos
de la extracción y la producción industrial. Y, ¿cómo eludir la trama urbana y su adicción a la energía?
Muchos ya se convencieron de frenar la extracción y combustión del petróleo y la diseminación
exponencial de sus productos y desechos. Pero, ¿quién se baja del carro, apaga la calefacción,
prescinde de la electricidad, de dispositivos devoradores de litio, coltán y demás nuevos minerales que
nutren la tecnología? ¿Dejaremos de vaciar de peces los océanos? ¿De producir millones de toneladas
de estiércol para las vacas en cadena de producción estratosférica? ¿De fomentar los cambios agrícolas
del capitalismo más voraz?
Mientras, los polos y glaciares se derriten y escurren al mar, se anegan las costas, se incendian los más
hermosos bosques y selvas. Para colmo, en beneficio de quien busca extraer y extraer y extraer materia
para consumirla.
Se conoce que la minería, sobre todo la moderna, es letal para los suelos, los pueblos y la vida. Aun así,
nada la detiene. Ningún discurso, ninguna ley hipócrita, atajan a las mineras, sean nacionales o
canadienses, rusas, chinas, lo mismo da. Ahí tenemos la mina de oro que arrasará, a nuestros ojos, con
lo más bello y vital que tiene el sur poniente del estado de Morelos, a causa de la entrega legal de su
suelo a Esperanza Silver (subsidiaria de Alamos Gold Inc).
Según el Movimiento Morelense Contra las Concesiones Mineras por Metales, en un radio de 10
kilómetros desde donde se proyecta realizar el emprendimiento minero, abarcando superficies de los
municipios de Temixco, Xochitepec, Miacatlán, Emiliano Zapata y Coatetelco, 200 mil personas se
verán afectadas de manera irremediable en su salud, en su entorno ambiental, en la posibilidad de
desarrollar actividades económicas sustentables y en su patrimonio, por el polvo, la contaminación de
la tierra y el agua superficial y subterránea como efecto de la extracción y procesamiento minero.
Los daños serán irremediables en Temixco, zona de populares ríos y balnearios; en las bellas laguna de
Rodeo y Coatetelco; en Xochicalco, tesoro arqueológico del periodo clásico mesomaricano. Suelo,
historia y gentes desechables: avaricia es el nombre de la muerte.

¿Cambio climático o cambio de sistema?


https://www.telesurtv.net/opinion/Cambio-climatico-o-cambio-de-sistema-20211111-0030.html

Por: Carlos Prigollini


El neoliberalismo depredador y causante de los saqueos de los países de Nuestra América no se detiene
solo en el aspecto económico y social, sino que va más allá todavía. 
"¿Y si los representantes del orden capitalista global existente de alguna manera se están dando
cuenta de lo que los analistas marxistas críticos llevan señalando desde hace muchos años: que el
sistema tal como lo conocemos, se halla sumido en una profunda crisis, ¿que ya no puede continuar en
su forma liberal permisiva existente? ¿Y si esos representantes están explotando de manera
despiadada la epidemia a fin de imponer una nueva forma de gobernanza?"
Slovan Zizek. (Pandemia. La covid-19 estremece al mundo. Cuadernos Anagrama).
Es cierto que las grandes mayorías han perdido poder adquisitivo con la reciente pandemia. Muchos
debieron cerrar o perder sus negocios, más de 375 millones de habitantes quedaron desocupados en los
últimos dos años, y los pobres se empobrecieron más.
La mayoría de los Estados fusionaron a sus Gobiernos con los grandes corporativos financieros,
tecnológicos y sobre todo con la industria farmacéutica, por lo tanto, la última crisis sanitaria resultó
más ser una crisis política en dirección al fascismo.
Se suprimieron en nombre de la pandemia los derechos civiles, humanos y ambulatorios, bajo
advertencia en algunos casos de represión o encarcelamiento directo. 
Sin duda que la dictadura globalizada nos llevó a una guerra sin cuartel contra los seres humanos que
habitan el planeta Tierra. 
Sin embargo, no todos perdieron, ya que las mencionadas megacorporaciones agrandaron
considerablemente sus fortunas al igual que los grandes jerarcas tecnológicos (Facebook, Twitter,
Google) y por ende la industria farmacéutica, más preocupada por sus enormes utilidades que por la
salud de los ciudadanos.
Para pruebas de lo mencionado, solo Pfizer espera ganar 29 mil millones de dólares en 2022, gracias a
su vacuna anti Covid-19.
Es decir que los poderosos y multimillonarios acrecentaron considerablemente sus fortunas, mientras
que los pobres, marginales y una gran composición de clasemedieros aspiracionales vieron reducirse
sus esperanzas de sobrevivir en un mundo cada vez más totalitario, llegando a inocular el miedo que
producen los temores clásicos de la vida cotidiana.
Tal vez no sea casualidad que en estos dos años las expresiones neo fascistas hayan cobrado singular
importancia tanto en Europa como en Latinoamérica.
Consecuencia de la restricción de libertades, el miedo prefabricado y las amenazas proferidas por
grupos extremistas de derecha como los casos de Vox en España, Salvini en Italia, Si por México en
este país, el represor Duque en Colombia, el neo fascista depredador de Bolsonaro en Brasil, o la
reacción pinochetista del presidente Piñera en Chile, son las expresiones más acabadas de la
conformación de una creencia en las que aquellos que no piensen igual no son consideradas personas y
por lo tanto deban ser sancionados o castigados severamente, tal como lo expresa la carta en señal de
advertencia del empresario Claudio X González a los simpatizantes y adherentes del presidente Andrés
Manuel López Obrador.
El neoliberalismo depredador y causante de los saqueos de los países de Nuestra América no se detiene
solo en el aspecto económico y social, sino que va más allá todavía. 
Sabemos desde hace décadas que la contaminación ambiental y la imparable deforestación practicada
por los países imperialistas, llamados desarrollados, constituye la principal causa del lamentable
calentamiento global.
Hoy se encuentran reunidos en Glasgow, Escocia, en la COP 26 (Cumbre del Cambio Climático) las
principales potencias que lejos de resolver el problema de fondo, persisten en acuerdos de cúpulas que
muy lejos están de resolver el problema de los principales afectados como los pueblos originarios, y los
desplazados por las minerías y otras actividades extractivas.
Tal como lo denunciara la indígena mixteca Ita Mendoza "esta COP es un gran negocio, es la
continuación del colonialismo donde la gente no nos escucha, salvo para hacer negocios con nuestras
tierras y nuestros recursos naturales". 
Un mensaje similar al que diera el presidente de Bolivia, Luis Arce, cuando alertó de que "la
comunidad internacional busca imponer el colonialismo del carbono".
Mientras los países imperiales buscan alianzas y gestionan el asedio a través de sus grandes
corporaciones, el principal líder mundial, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se queda
dormido en las conferencias, demostrando el desdén de su país a las medidas tomadas.
El mismo desdén que se mostró años pasados por la promesa de reducción de contaminantes en los
protocolos de Kioto y posteriormente en los Acuerdos de París, sin que ninguna de las metas de
reducción haya sido cumplida. Agreguemos a todo ello la salida intempestiva del inefable expresidente
Donald Trump en una de las últimas cumbres realizadas.
De manera hipócrita y vil, los reunidos en Glasgow intentan a través de una máscara verde tapar las
grandes ofensivas mega mineras impuestas en América Latina, sobre todo, causando serios males
respiratorios a sus habitantes por el uso del cianuro, así como también un derrame de agua que hace
peligrar en el futuro la capacidad hídrica de sus regiones.
Por lo tanto, no somos "todos responsables" como suele decirse entre bambalinas cuándo pretenden
omitir el nombre de los principales causantes de estos efectos catastróficos. 
Debemos ante tantos estados de emergencia gestar la unidad de los países de Nuestra América para
combatir los ceses intempestivos del planeta, como vimos gran beneficiario de los multimillonarios y
empobrecedor de nuestros pueblos. Simultáneamente, desafiar estas cumbres preconcebidas por los
poderes reales para seguir colonizando nuestros pueblos.
Nada de estos cambios será factible mientras no seamos los propios ciudadanos, de abajo hacia arriba,
con debates abiertos, en busca de la nacionalización de la industria energética y que la ecología de
nuestros países - bosques, mares, ríos, fauna y flora -sean controladas por los mismos Gobiernos,
exigiendo a nuestros representantes que tantas veces no nos representan en absoluto, la inmediata
exclusión de empresas extranjeras o extractivistas que se llevan las ganancias a sus países de origen,
dejando tierras abandonadas en nuestras regiones.
Solo con información adecuada, coraje civil, autodeterminación y soberanía, somos nosotros mismos
los encargados de marcar el rumbo a futuro.
Las palabras que años antes fueran expresadas por Fidel Castro y Hugo Chávez en diversos foros
internacionales como antesala de lo ocurrido, hoy suenan más que nunca. "Debemos cambiar el sistema
para poder concretar el cambio climático". 

Video 1: Carlos Taibo: ¿Tomar el poder o construir la sociedad desde abajo? I:00 hr
https://www.youtube.com/watch?v=mYSRIyZr5VA&t=1322s
Video 2 El decrecimiento como alternativa 50 min
https://www.youtube.com/watch?v=xopPWI6Mom8

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