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ENCUADERNADORES

PIERRE-ÉMILE LEGRAIN 

Pierre-Émile Legrain (Levallois-Perret, 2 de Octubre de 1889-17 de julio de


1929) fue un escultor, ilustrador, ebanista, decorador de interiores y
encuadernador francés, exponente del estilo art déco.

Es considerado como el precursor del “Art Deco”. Su gran inspiración como


diseñador es el arte y la artesanía africanos cuyas piezas trataba de adaptar a los
usos y costumbres europeos así como editarlas en materiales lujosos como el
ébano, marfil, cuerno, etc.

MARIUS-MICHEL

Henri-François-Victor
Michel, dit Marius-Michel o Marius Michel, o Marius-Michel fils, comienza
en el taller de su padre, Jean Michel, quien fue un reconocido creador de oro. Se
basa en la técnica de cuero grabado e inciso, abandonada desde el siglo XVI.

Henri Francois, usaba sellos curvos en lugar de pequeños troqueles y filetes


para trabajar formas exóticas de flores y hojas, y también intentaba relacionar la
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decoración de la portada del libro con su contenido. Fue el primer
encuadernador en sugerir que el ambiente del libro debería continuar en el
diseño y el color de la encuadernación. Puede, de hecho, ser llamado el
fundador de la escuela francesa de encuadernación del siglo XX. Los diseños de
se basaban en formas naturales y el adorno a menudo se expresa en color,
delineado en ciego y muy a menudo sin el uso de oro. 

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LA FAMILIA GALVÁN

José Galván Rodríguez, fundador del taller, es uno de los más importantes
encuadernadores de arte contemporáneo.

En su labor profesional se advierte una predilección por los estilos clásicos


depurados y sobre todo por las decoraciones modernas bien inspiradas y
realizadas con exigente técnica.

Antonio y José Galván Cuellar,


destacados encuadernadores
artísticos del S. XX. Ellos continúan la
labor iniciada y desarrollada por su
padre, fundador del taller en 1945.

Para los Galván el diseñador de decoraciones artísticas debe ser muy


exigente con las nuevas tendencias decorativas y aunque debe estar abierto a
manifestaciones artísticas del momento, no debe caer en la concepción y
realización de trabajos absurdos y grotescos con el pretexto de la modernidad,
pues el arte debe estar al servicio de la inspiración y de la belleza y no solo al de
la originalidad.

Aunque los Galván no se oponen a las nuevas tendencias para la realización


de nuevas decoraciones (algunos la consideran más bricolaje o manualidades
artísticas), valoran mucho más las realizadas con los elementos y técnicas
clásicas de la encuadernación, dorado, gofrado y mosaico de piel, cuyo dominio
requiere aparte del gusto innato, tiempo y destreza, una demostración de un
conjunto de dificultades técnicas vencidas.
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En su taller de Cádiz los Galván proyectan decoraciones clásicas y
modernas que ellos mismos realizan a mano junto al dorado de los cortes o el
pintado de papeles y a las muchas operaciones necesarias para llevar a cabo con
éxito una encuadernación de arte u otra más modesta, siempre realizada con
materiales de primera calidad y exigencia técnica.

PAUL BONET

Paul Bonet comienza su trayectoria profesional modelando maniquíes de


madera para los escaparates de las tiendas de moda y es su afición por los
libros, su afán por coleccionar las mejores ediciones lo que le acerca al mundo
de la encuadernación y no contento con los diseños que le realizan para sus
encuadernaciones, diseña sus propias maquetas, que le trasladarán al libro los
mejores artesanos de Paris.

Bonet comienza a
trabajar con las

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encuadernaciones irradiantes, en las que emplea el motivo decorativo más
tradicional en la encuadernación: el hilo de oro. Consigue provocar sensación
de relieve y movimiento en los planos. Este tema inicial va a permitir la
aparición de variaciones, como son las encuadernaciones de volutas y más tarde
las encuadernaciones a la dentelle (similares a las irradiantes pero con
entrelazos de hierros, estrellas, puntos y letras), y también las encuadernaciones
radiantes. Estas últimas, surgen de la investigación de las composiciones ovales
que se proyectan en la superficie rectangular de los planos del libro. Mediante
hilos dorados, unas veces rectos y otras formando una fina red de rombos
alargados, consigue interesantes vibraciones luminosas.

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PHILIP SMITH

Philip Smith fue un diseñador de encuadernadores y artista de libros de


renombre internacional. Diseñó y creó enlaces intrincados y fascinantes durante
más de 50 años y recibió medallas de oro y plata en varias competiciones
internacionales.

Philip fue un gran innovador, habiendo inventado y promovido varias


técnicas innovadoras e influyentes y desarrollos estructurales. Su obra está
representada en muchas colecciones privadas y se puede ver en varias
colecciones públicas en el extranjero y en el Reino Unido, incluida la Biblioteca
Nacional de Arte V&A y la Biblioteca Británica.

El primer invento importante


fue “el maril”, varias piezas finas
de piel que se van pegando unas
sobre otras y que, cuando están
formando un bloque, se cortan en
vertical, y a veces en ángulo.
Pueden usarse para producir
configuraciones y texturas para
construir imágenes.

También inventó la estructura


de “vuelta atrás” o “lap back” que
aúna parte estética y parte
estructural. Es un tipo de tapas de
libro que, careciendo de lomo
exterior, ambas se unen al abrir el
libro. Sirve para que las dos
formen una decoración completa,
como si fuera un cuadro, cuando el libro está abierto. Esto permite crear una
imagen prácticamente sin interrupciones.

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El lomo de juego sencillo o encuadernación-bisagra fue otra de sus
innovaciones. En este caso el lomo está formado con una bisagra en el centro. Es
la estructura precursora del “Lap back”.

Otra de sus creaciones fueron “los yugos”: otra innovación estructural. En


este caso estamos ante unas bandas
de piel que sirven como bisagra en
el lomo. Los yugos están hechos con
láminas de vitela / cuero (el vitela
es el forro interior), recortados en un
borde emplumado en ambos
extremos y pegados a cada lado del
libro, dejando un 'cuarto de unión'.

Pero, sobre todo, será recordado por las impactantes portadas de sus libros,
con mosaicos en piel llenos de relieves y texturas, con formas y tonos
impactantes.

ANTOLÍN
PALOMINO

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Antolín Palomino Olalla fue una de las figuras fundamentales de la
historia de la encuadernación española. Conoció la encuadernación en los
talleres de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, aprendiendo allí los
primeros rudimentos de este oficio.

Sus trabajos llegaron a ser uno de los regalos imprescindibles con los que se
agasajaba a los mandatarios extranjeros que llegaban a España. Su labor se
distinguió siempre por su absoluta perfección técnica.

Antolín Palomino, puntilloso en extremo en cuanto a la importancia de su


obra, destacó por sus suntuosas encuadernaciones. Fue la figura más relevante
de España en este arte, sobre todo en la realización de "mosaicos" de pieles y en
dorar algunos hierros, así como en sus insuperables papeles pintados para
guardas.

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EMILIO BRUGALLA TURMO

Emilio Brugalla Turmo, artista encuadernador y teórico de la


encuadernación.

En su obra se pueden encontrar todas las tendencias decorativas del


momento. Fue muy hábil en la interpretación de todos los estilos de época,
desde las ornamentaciones basadas en el estilo inglés hasta los modelos
franceses de los siglos XVII y XVIII, pasando por los tradicionales medievales
españoles, todos ellos ejecutados con una perfección que alcanzaba su máximo
grado en el trabajo con los hierros. Pero también, destacando por encima de
todos, realizó algunas decoraciones de creación original, participando del
momento revulsivo que, fundamentalmente en Francia, estaba viviendo la
encuadernación. Ayudado en numerosas ocasiones por los diseños de Alsina
Munné, Brugalla formuló un nuevo código decorativo en la encuadernación
española y se convirtió en el profesional más valorado de la historia de la
encuadernación española.

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JUAN ANTONIO FERNÁNDEZ ARGENTA

Juan Antonio Fernández Argenta, maestro encuadernador, es hoy uno de


los grandes artífices de la encuadernación artística contemporánea, premiado
con varios galardones en esta disciplina.

JEAN DE GONET

Jean de Gonet encuadernador francés, es seguramente el más innovador en


Europa en los últimos treinta años. Es un encuadernador revolucionario y
ególatra que ejemplifica como ningún otro el mito rimbaudiano de “ser

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absolutamente moderno”. Siempre atento a la estructura, el volumen y la forma
de los libros, es un creador absolutamente original que marca pautas en las
últimas décadas del siglo XX: ha transformado materias de siempre como el
chagrén, el marroquín y el box, ha alterado, retocado o transformado
fotografías, ha teñido, agujereado o perforado el galuchat, la madera de ébano,
de encina, el acero, el box, la baquelita, el hierro oxidado, la piel de trucha o,
como Pierre Legrain y Tchékéroul, la del lagarto. Ante todo ha introducido en
encuadernación materiales nuevos como el caucho “Topy” y el REVORIM
(abreviatura de Reaction Injection Mould), un poliuretano de doble
composición inicialmente utilizado para la industria del automóvil. De Gonet
también ha inventado tapas concebidas con independencia del cuerpo de obra e
hilos de costura integrados en la decoración y ha mejorado el transfert... Ha
alterado el ancestral gofrado poniéndolo al servicio de sofisticados decorados
que dan la palabra a las ideas del minimalismo y del arte conceptual. Rechaza
los colores vivos y el dorado, prefiere teñir y colorear él mismo las pieles,
chiflarlas y sitúa sus intervenciones sobre los elementos más estructurantes de
la encuadernación rechazando la idea tradicional de decorado.

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ANA RUIZ LARREA

Ana Ruiz Larrea, es, quizá, la figura más carismática de la encuadernación


española del siglo XXI.

Ruiz-Larrea personifica la ruptura con el anquilosado mundo de la


encuadernación española del siglo XX. Su aportación técnica más destacada de
Ana Ruiz-Larrea está en el lienzo de las ornamentaciones: pieles preparadas
para cambiar su apariencia natural, pieles impresas, chifladas, agujereadas,
pieles raspadas, boxcalf con pequeños puntos de anclaje, incrustaciones de piel
de cocodrilo en relieve, vachette, aplicaciones bombeadas, decorados lisos
embutidos “borde a borde”, carnazas obtenidas de la división o el chiflado,
pieles impresas...

En sus encuadernaciones la forma del libro queda intacta, desaparecen los


pequeños hierros en beneficio del mosaico, se apuesta por el geometrismo déco
y por el elegante decorativismo contenido. Sus diseños son abstractos,
racionalistas, de formas depuradas, siempre animados por un grafismo
espontáneo y vivaz y por unos colores agradables a la vista.

CARLOS SÁNCHEZ-
ÁLAMO

Carlos Sánchez-Álamo, trabaja con nuevas técnicas decorativas, técnicas no


antes aplicadas a la encuadernación de arte como la transferencia, el ordenador,

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el láser, etc. Para él la decoración no se justifica sin una técnica irreprochable y
encuadernar es realizar una encuadernación con una técnica impecable
decorada a partir de una reflexión personal del contenido del libro.

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