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Esta obra fue contratada por el Fondo de Adaptación con la empresa española Sacyr y

tenía un costo inicial de $ 80.040 millones e incluía otros dos puentes en esta misma vía.
Se esperaba que para junio del 2018 se pudiera poner en funcionamiento la mega
estructura de 580 metros de longitud y 147 metros de altura.

en noviembre del 2018, la obra ya tenía un valor de $107.663 millones. Pero la adición y
el retraso no fueron lo único escandaloso. Habitantes de la región alertaron de unas
ondulaciones que se notaban en el puente atirantado.
sin embargo, el contratista indicó que el puente se encontraba en perfectas condiciones y
se procedió a efectuar la prueba de carga.

En diciembre de ese 2018, la estructura pasó las pruebas de carga, una estática y la otra
dinámica, soportando 7 volquetas cargadas con 32 toneladas y otras 7 con 28.
Este resultado le dio la razón al contratista sobre la estabilidad del puente.

En 2016 se comenzó a hablar de un proyecto que calmaría un eterno problema para los
habitantes de la provincia de García Rovira, en Santander. Una falla geológica entre los
municipios de Curos y Málaga, que dejó incomunicados a miles de habitantes durante
meses por sus impresionantes derrumbes.
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Para julio del 2017, esta obra que solucionaría este problema de movilidad ya tenía el 30
por ciento de avance y se esperaba que para junio del 2018 se pudiera poner en
funcionamiento la mega estructura de 580 metros de longitud y 147 metros de altura.

Llegó junio del 2018 y la obra que fue contratada por el Fondo de Adaptación con la
empresa española Sacyr, con un costo inicial de $80.040 millones, ya presentaba retrasos
y no fue entregada.

(Le puede interesar: Tras solo 7 meses de uso, puente Hisgaura está lleno de huecos)

Cinco meses después, en noviembre del 2018, la obra ya tenía un valor de $107.663
millones. Pero la adición y el retraso no fueron lo único escandaloso. Habitantes de la
región alertaron de unas ondulaciones que se notaban en el puente atirantado.

En las fotografías que aficionados y expertos le tomaron al puente se evidenciaban las


ondulaciones que algunos le atribuían a posibles fallas estructurales, sin embargo, el
contratista indicó que el puente se encontraba en perfectas condiciones y se procedió a
efectuar la prueba de carga.
Imágenes del puente Hisgaura con faldones de metal que taparon las ondulaciones.

Foto: 
Cámara de Comercio de Bucaramanga

Estas ondulaciones fueron motivo de decenas de burlas en redes sociales e incluso lo


denominaron coloquialmente como el ‘puente acordeón’.

En diciembre de ese 2018, la estructura pasó las pruebas de carga, una estática y la otra
dinámica, soportando 7 volquetas cargadas con 32 toneladas y otras 7 con 28.
Este resultado le dio la razón al contratista sobre la estabilidad del puente.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Vías (Invías) le manifestó al Fondo de Adaptación


su preocupación por la vida útil del puente y los costos de mantenimiento que podrían
traerles, “debido a las sinuosidades presentadas en las vigas laterales, las cargas a las
que se encuentran sometidos los tirantes, los pavimentos utilizados en la nivelación de la
placa y las juntas constructivas de los recrecidos”
Tres meses después, en marzo del 2019, el contratista instaló faldones de metal en los
laterales del puente para que no se vean estas ondulaciones, el presidente de la Sociedad
Colombiana de Ingenieros de la época, Argelino Durán, calificó este trabajo de corrección
como un “maquillaje”

En ese mismo mes de marzo, la misma Sociedad de Ingenieros, con unas fotografías,
alertó sobre unas grietas en la parte inferior del puente y pidieron unas pruebas de
patología del concreto para verificar qué profundidad tenían esas fisuras.

Finalmente, en diciembre del 2019 las pruebas de patología fueron positivas y


determinaron que sí había estabilidad en el puente y que las fisuras no representaban
peligro.

En enero del 2020, año y medio después de la fecha que estaba prevista para que se
pusiera en funcionamiento el puente, pasó el primer vehículo por este lugar.
Cinco meses después de que entrara en funcionamiento, se evidenciaron los primeros
huecos en el pavimento.

A finales de 2020 el contratista accedido a realizar el cambio de la capa asfáltica, además,


realizar una nueva impermeabilización que nos permita utilizar el puente sin ningún tipo
de inconveniente. La compañía española, afirmó que estos daños obedecen a la falta de
uso que no permitió que la capa asfáltica se sellara. 

Sin embargo, el veedor del puente Hisgaura, Danil Velandia, tiene otra versión sobre
los daños en el puente, al indicar que “La impermeabilización que se utilizó sobre el
puente no fue la adecuada, el tema de humedad es muy alto y eso hizo que el pavimento
fracasara.

La contraloría general de la nación calificó la obra del puente hisgaura como una inversión
ineficiente e ineficaz.

“Las deficiencias en el proceso constructivo del puente Hisgaura no permitieron la entrega


de la obra ante la incertidumbre que existe de momento sobre la durabilidad y resistencia
del tablero del puente”

“Considera la Contraloría que, dadas las deficiencias constructivas detectadas en el


puente, el Estado Colombiano aún no ha comenzado a percibir los beneficios de la
ejecución de este proyecto que, conforme al plazo inicial del contrato, estaba previsto
terminar en noviembre de 2016”,

En este sentido, la conclusión de la actuación especial es que existe un mayor costo del
proyecto en un valor de $5.670 millones, que corresponden a la suma de los costos por
ajustes pagados y el costo de la interventoría desde diciembre de 2016 hasta septiembre
de 2018, como consecuencia de una gestión ineficiente, antieconómica e ineficaz.

Tras realizar la Actuación Especial de Fiscalización, la Contraloría determinó que el


proyecto, a cargo de la constructora española Sacyr, hoy enfrenta cinco grandes líos en
su desarrollo: fisuras por deficiencias constructivas, mayores costos por ampliación del
plazo contractual, diseños no utilizados, riesgos sobre la instrumentación instalada en el
puente y detrimento patrimonial.

El organismo de control añadió que también existe un detrimento patrimonial por la


inversión de $1.885 millones en los puentes La Judía y Sitio Crítico 43, que no fueron
construidos.

Finalmente, el Fondo de Adaptación, en representación del Gobierno Nacional, y la


constructora tuvieron que asistir a un Tribunal de Arbitramiento para definir de quién había
sido la culpa de tal retraso y del mantenimiento prematuro que se aplicó al puente, caso
que se falló a favor de Sacyr.

El Tribunal determinó que los diseños que había entregado el Fondo de Adaptación a la
compañía española no eran los diseños definitivos o fase III, con lo que la entidad había
incumplido en lo Términos y Condiciones Contractuales.

Teniendo en cuenta esto, y otros elementos de estudio, se dio el fallo arbitral a favor de la
empresa española, con lo que el Fondo de Adaptación tendrá que pagar más de $10.000
millones a la constructora entre indemnizaciones y sanciones por lo ocurrido con la obra.

IMPACTOS

Lo más importante es que esa vía, Curos – Málaga, conecta la vía Bucaramanga – Santa
Marta con la vía Bogotá – Cúcuta y por eso es tan importante ese corredor. 
Esta obra significa para Santander tener habilitadas una de las transversales más
importantes en sentido oriente – occidente.
Uno de los problemas a los que principalmente le da solución este puente y la
intervención en toda la vía en general, es el hecho de que se van a acortar las distancias
entre los municipios del departamento. Esto va a traer mucho beneficio social y
económico en una región que es agrícola y pecuaria ya que va a generar una conexión
con los ocho municipios que vienen desde Santa Marta hasta Málaga. Antes de empezar
a adelantar las obras, se recorría Bucaramanga – Málaga entre ocho a 12 horas y ahora
eso se hace en solo seis.
Además, con la construcción de la obra se generan 300 empleos directos e indirectos,
para habitantes de la zona

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