Está en la página 1de 2

Para el ser humano, es importante tener principios y valores que lo forman como

un ser integral y con consciencia. Los principios del hombre radican en bases
morales y éticas que se estructuran desde el refugio de los ímpetus y deseos
propios que motivan a realizar acciones ante una causa y que tienen un valor o una
respuesta a nivel personal y social implicando de manera subyacente un hecho
trascendental a nivel colectivo. Pero no solo hablamos de valores y principios que
motivan un hecho, también hablamos de los sentimientos que rodean a la persona
y que fundamentan aún más el hecho de la acción.
Los diferentes momentos de la historia a nivel mundial, han estado marcados por
grandes acontecimientos de revoluciones y luchas que generan un cambio a nivel
político, económico, social y cultural partiendo de un sentimiento racional motivado
por los principios ético-morales y además adoptado en consenso en la comunidad,
es así como lo pinta desde un inicio el autor de “indignaos”, el refiere que
desde un inicio organizacional a nivel socio-político se dan algunos parámetros
democráticos y morales que dan la base al quehacer cotidiano en relación al
conjunto de leyes, normas, y estatutos estandarizados anteriormente. Cuando en
se sienten vulnerados algunos de los derechos o algunas de las normas
establecidas es cuando se dan los desacuerdo y nace la indignación personal
pero que poco a poco se vuelve colectiva y esta indignación motiva una
contraposición revolucionaria al hecho del cual se está infringiendo. La idea de una
contraposición según Hesel, nace a partir de la indignación con hechos sobre todo
económicos y describe una situación exacta del país que es el descontrol y
desigualdad económica en Francia en los años de 1945, cuando los intereses
giraban en torno a las actuaciones económicas de la sociedad y que de cierta
manera generaban una falencia o brecha política. Pero ¿de dónde sale la idea de
la indignación y más allá de esto, que es la indignación?, la indignación nace a partir
del hecho de que algo no está bien y que no es igual dentro de lo que consideramos
como principios, es un sentimiento de malestar y de disconfort generado en lo más
adentro del ser y que nos dice que algo necesita ser transformado para mejorar
dicho malestar. La indignación no solo basta con sentirla, sino que también es
necesaria transmitirla para que las ideas de verdad y justicia tomen fuerza y se
generen cambios. Hesel nos ilustra con la situación concreta que está viviendo en
su país y que además él está haciendo resistencia para cambiar esta situación ,
pero además de esto, propaga la indignación no solo en su tiempo sino que
también invita a las otra generaciones a indignarse por este mismo hecho con la
misma furia y bravura para que no se pierda el hilo conductor y que se reestablezca
la armonía y el patrimonio socio-político de la época y sobre todo para dejar un
legado idóneo en la siguiente generación. Luego de presentarnos un panorama
sociopolítico de obscuridad, Hesel nos da una luz de esperanza al reconocer a la
resistencia como la herramienta exacta para el combatir el conflicto interno y lograr
así un acuerdo que permita llegar al disfrute pleno de la democracia, la
transparencia y el equilibrio social. Por otro lado, Hesel nos dice que puede existir
la indignación desde que exista el sentido de pertenencia y que la responsabilidad
recae en los jóvenes que lleguen a eliminar las brechas tan grandes que hay en la
sociedad entre los más ricos y los más pobres. Esto sigue siendo aplicativo en
diferentes culturas y en naciones que tienen el mismo problema de pobreza extrema
o simplemente problemas de desigualdad e inequidad social. Entonces las nuevas
generaciones tienen la responsabilidad de llegar a cambiar y transformar ideas y
claramente la sociedad en general estableciendo y respetando los derechos
humanos de cada persona, garantizando la estabilidad en general y el
aseguramiento de la calidad de vida propia y claramente dejando huella en las
familias futuras y la construcción social.
Por otro lado, Hesel nos muestra que otra parte de la indignación nace de la guerra
y los conflictos internos de cada país, pero hay que entender la guerra y sus posibles
causas, el por qué se está promoviendo esta guerra y además que repercusiones
trae a nivel organizacional. El ejemplo que nos plantea Hesel es el de Gaza y sus
múltiples guerras interminables que llegan a afectar de manera trascendental al país
y sus habitantes, las guerras se entienden como la disputa por un interés que para
un grupo de militantes o personas es el ideal y la concepción de lo positivo que se
debería hacer, en gaza el problema básicamente se transforma en algo bélico ya
que se utiliza las armas y el terrorismo básicamente para generar respeto y poderío
entre toda la nación. El problema de Gaza se traduce a cuestiones políticas e
intereses representativos de alto valor y esto genera la pobreza en todo el territorio,
aquí la indignación es muy importe ya que, dice Hesel, observar el miedo de las
personas en sus rostros , esconderse por no ser alcanzados por una bala o
sencillamente para no quedar heridos por las explosiones en todo el territorio, esto
lo explica Hesel de que es indignante desde el punto de vista de los derechos
humanos y la moral que tienen los mandatarios de este país al permitir que estas
tragedias pasen y que se vea la indolencia de muchos y sobre todo de otras
naciones que pueden ayudar a solucionar este conflicto. Si lo analizamos a nivel
ético y de principios nos damos cuenta que realmente

También podría gustarte