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Orona Valencia Sergio Eduardo
Sánchez González Noemi
Velázquez Colunga Aislinn
FECHA DE ENTREGA
23- JUNIO-2020
Índice
● Ficha de identificación
● Motivo de consulta
● Historia familiar
-Trastornos disociativos
Trastorno de identidad disociativo 300. 14 (F44.81)
● Reflexión crítica
● Bibliografía
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● Análisis semiológico del caso Sybil
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Respecto a una semiología psicomotora, se pudo observar en la paciente algunos
episodios de crisis que tenían efectos evidentes en su psicomotricidad, a través de
diferentes acciones. La paciente constantemente presentaba crisis nerviosas, agitación,
ataques de ira y carácter destructivo (rompiendo cosas, gritando), ansiedad (llanto, gritos,
susurros), y con acciones impulsivas en numerosas ocasiones pues escapaban del
control de la paciente.
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C. Semiología de los trastornos de la personalidad
Esta semiología se relaciona mucho con la anterior, en el caso de la paciente como tal,
cobró mayor importancia en medida que se iba descubriendo su condición psicológica,
respecto a las múltiples personalidades que presentaba
Es muy importante para poder analizar la semiología de los conflictos intrapsíquicos (Yo
neurótico) retomar elementos de la historia familiar de la paciente, ya que dentro del
ambiente familiar la relación con sus padres, era por un lado ausente y por otra
demasiado traumática, esto aunado a los propios conflictos intrapsíquicos de los padres
que de alguna forma como antecedentes familiares, desembocaron y tendrían efecto en la
propia personalidad de la paciente. Este tipo de conflictos irían mermando la capacidad de
afrontar experiencias en la paciente, lo cual tendría por efecto el surgimiento de otras
personalidades como mecanismo de defensa, que en sí sería un conflicto concerniente a
la neurosis. Después en cada personalidad se evidenciaron conflictos intrapsíquicos
diversos, cada una con los propios y que aludían a un Yo Neurótico, desde reacciones:
nerviosas, depresivas, histéricas, iracundas, inseguridades, de debilidad física, de fobias,
ideaciones suicidas.
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Las condiciones familiares en las que se desarrolló la paciente, la orillaron a ir formando
estas otras personalidades, personalidades que tendrían su propio carácter y sus propios
conflictos intrapsíquicos. Sin embargo durante un largo tiempo la paciente desconocía
esta condición y los efectos de esta forma de vida fue teniendo efectos en el carácter de
la personalidad central de la paciente, lo cual permite diferenciarlo de otro tipo de
trastornos de la personalidad, o al menos hasta conocer cada una de las personalidades,
ya que, el que la paciente como tal, presente esta diversidad de comportamientos,
actividades y caracteres no es que “la haga encajar” en una diversidad de trastornos
desde un sinnúmero de síntomas para un sinnúmero de diagnósticos, pues sería a priori,
determinarlos exentos de las experiencias y vivencias de la paciente como una
personalidad en principio, integral. Sin embargo, tiene cabida rescatar la diversidad de
características comportamentales, psíquicas, de personalidad y sintomatológicas en una
evaluación diagnóstica y en un diagnóstico diferencial.
Es indudable la inteligencia que presenta la paciente, con relación a eso, para hablar del
sistema intelectual de la persona desde lo patológico (el Yo demencial) el cual se puede
entender como ese sistema basal concerniente a los procesos lógicos, de razonamiento,
operaciones intelectuales y del pensamiento, o “fondo mental”. En el caso de la paciente,
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no presenta como tal una disminución de la eficiencia de sus procesos intelectuales, sin
embargo, si presentaba algunas deficiencias respecto a sus conductas sociales, en
algunos casos también se veían reflejados en sus comportamientos, algunos rasgos de
regresión, sin embargo, como ya hemos mencionado anteriormente, es muy importante
evitar la confusión entre manifestaciones comportamentales, propias de la condición de la
paciente (en cada una de sus personalidades) y manifestaciones de algún trastorno en
este caso del sistema intelectual.
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● Ficha de identificación
Ocupación Artista
Religión Católica
Peso 32 kg
Estatura 1.62 m
Descripción del Hija única, joven inteligente con coeficiente intelectual de 170, con
sujeto habilidades artísticas como la pintura y la música (piano). Ligero apego
afectivo hacia la abuela paterna, después de la muerte de su abuela sufre
depresión, aislamiento social y comienza a experimentar episodios de
fuga.
A la seis semanas de edad tuvo una enfermedad en los oídos.
Se percibe con una personalidad tímida, dócil, con limitaciones en
establecer relaciones interpersonales, desconfiada, temerosa, tranquila,
amable y con manifestación de diversos lapsus. Creencias religiosas muy
marcadas
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Muestra signos de perturbación emocional, fatiga y temor, ocasionalmente
por la noche.
Problemas visuales.
Represión al mostrar emociones frente a sus progenitores. Diversos
episodios traumáticos infantiles.
Observó el comercio sexual entre sus padres así como el abuso sexual de
su madre hacia un menor de 18 meses.
La identificación se daba con el padre.
● Motivo de consulta
1. Demanda de la universidad en donde estudia por el comportamiento que había
tenido ultimamente, se le dio la sugerencia de tomarse un tiempo, visitar a algún
doctor, hasta sentirse mejor.
2. Síntomas nerviosos que había sufrido desde su niñez
3. Por sucesos en su vida que le resultaban incomprensibles
4. Pérdida de la noción del tiempo, eventos y lugares.
● Historia familiar
Madre
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- El 70% de los pacientes con este trastorno se ha intentado suicidar: son múltiples
los intentos y las conductas autolesivas.
Consecuencias funcionales del trastorno de identidad disociativo
- Comúnmente minimizan el impacto de sus síntomas disociativos y traumáticos.
Justificación y problematización
Diagnóstico diferencial
Es importante contemplar dentro de la evaluación diagnóstica aquellos trastornos que
tengan relevancia con relación a algunas características sintomatológicas respecto al
caso, sin embargo, no hay que olvidar que el proceso del análisis clínico, así como el
análisis semiológico del mismo, debe ser cuidadoso, minucioso y ético, en las cuestiones
diagnósticas, ya que no podemos precipitarnos al tratar de interpretar y designar
síntomas. En el caso presente, se pudieron observar diversas manifestaciones de
comportamiento, las cuales podrían sugerir ciertos rasgos sintomatológicos, pero,
debemos recordar y reconocer a través del proceso analítico a la persona de forma
integral. Aunado a esto, como comentamos, resulta pertinente incluir algunos trastornos
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dentro del Diferencial, que incluyen algunas (no en su totalidad) características
sintomatológicas que pudieron observarse a lo largo del caso, precisamente para señalar
la perspectiva de una correcta evaluación diagnóstica
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Presencia de uno o más síntomas de intrusión siguientes asociados traumáticos, que
comienza después del suceso (s) traumático (s):
1. Recuerdos angustiosos recurrentes
2. Sueños angustiosos recurrentes relacionados con el suceso traumático
3. Reacciones disociativas
4. Malestar psicológico intenso o prolongado a exponerse a factores internos o
externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático
5. Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o
se parecen a un aspecto del suceso traumático
- Evitación persistente de estímulos asociados a suceso traumático, que comienza
tras el suceso traumático, como se pone de manifiesto por una o las dos
características siguientes:
1) Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos
angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso traumático .
2) Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos que despiertan
recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o
estrechamente asociados al suceso traumático
- Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas a suceso
traumatico que comienzan o empeoran después de suceso traumático, como se
pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:
1. Incapacidad de recordar
2. Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno
mismo, los demás o el mundo
3. Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del
suceso traumático
4. Estado emocional negativo persistente
5. Disminución importante del interés o la participación en actividades
significativas
6. Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás
7. Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas.
- Alteración importante de la alerta y de actividad asociada al suceso traumático,
que comienzo o empeora después del suceso traumático, como se pone de
manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:
1) Comportamiento irritable y arrebatos de furia.
2) Comportamiento imprudente o autodestructivo
3) Hipervigilancia
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4) Respuesta de sobresalto exagerada
5) Problemas de concentración
6) Alteración del sueño
- La duración de la alteración es superior a un mes
- La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,
laboral u otras áreas importantes del funcionamiento
- La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia u otra
afección médica
Características diagnósticas
- Se basa en la reexperimentación del miedo, y pueden predominar los síntomas
emocionales y de comportamiento.
Características asociadas que apoyan el diagnóstico
Puede producir:
- Regresión en el desarrollo
- Pseudoalucinaciones auditivas
- Experiencias sensoriales auditivas de los propios pensamientos en forma de una o
más voces.
Ideación paranoide
- Problemas para regular las emociones o para mantener unas relaciones
interpersonales estables
- Síntomas disociativos.
Factores de riesgo y pronóstico.
- Factores pre traumáticos
Temperamentales. Son los problemas emocionales de infancia entorno a la edad
de 6 años y los trastornos mentales previos
Ambientales. Son un bajo nivel socioeconómico, una educación escasa, la
exposición a un trauma previo la adversidad en la niñez, las características
culturales, una deficiencia de inteligencia, una condición racial- étnica minoritaria y
un historia psiquiátrica familiar.
- Factores pre traumáticos
Ambientales. Son la gravedad del trauma, el peligro vital percibido, las lesiones
personales, la violencia interpersonal.
- Factores postraumáticos
Temperamentales. Son las evaluaciones negativas, las estrategias de
afrontamiento inadecuadas y el desarrollo de estrés agudo.
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Ambientales. Son la posterior exposición a recuerdos molestos repetitivos, a
acontecimientos adversos posteriores y a pérdidas relacionadas con traumas
financieros o de otra índole. El apoyo social es un factor protector que modera el
resultado después de un trauma.
Consecuencias funcionales del trastorno de estrés postraumático
- Niveles alto de de discapacidad social, ocupacional.
- Deterioro del funcionamiento se exhibe a través de los dominios sociales,
interpersonales, del desarrollo, educacionales, de la salud física y ocupacional.
Justificación
El trastorno relacionado con trauma y factores de estrés
La paciente expresa haciendo un recuento muy forzoso pues deseaba evitar estos
recuerdos, llegó a comentar, que en la infancia pasaron situaciones las cuales la dejaron
marcada y al recordarles le causan un excesivo miedo y ansiedad, e inclusive mucha ira,
comentando que despertaba viejos recuerdos y no solucionados terrores, dando lugar a
las personalidades múltiples, las cuales representaban una reacción a múltiples traumas
infantiles que devienen de fuertes shocks a los cuales estuvo expuesta repetidas veces,
sin embargo no mostró emoción alguna y expresó que tuvo disminución en el interés y
participación en algunas actividades, así como el aislamiento pues parecía no conocer a
los demás, durante sus estados de fuga sus allegados como lo era la psiquiatra
comentaba que su comportamiento presentaba alteraciones, causándole malestar en lo
social y laboral
Diagnóstico diferencial.
Al igual que en el trastorno anterior, se presentan los diferenciales para tener una visión
de cómo se fue desarrollando la enfermedad de la paciente
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- Trastornos disociativos. La amnesia disociativa, el trastorno de identidad
disociativo y trastorno de la despersonalización - desrealización pueden estar o no
precedidos por la exposición a eventos traumáticos o pueden o no producir
conjuntamente los síntomas TEPT
● Reflexión crítica
M. Foucault 1974
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permita distinguir entre los que están locos y los que no lo están, el loco no es portador de
un signo, se confunde con los otros y está presente en todos, por lo tanto la presencia de
la locura es confusa, pero para llevar a cabo esta distinción era necesario reconocer lo
que era un loco, el cual era reconocido por su percepción marginal, la discordancia entre
su discurso y su conducta , ¿pero quien elegía si una persona era loco o no?, “El loco no
puede ser loco, sino solamente ante los ojos de un tercero” (Portes, R, 2004:290), la
locura es irreconocible dentro de la razón a menos que la norma social se vea
quebrantada, que ante los ojos de un tercero la conducta carezca de un razonamiento,
nos dejan pensando si el médico o la sociedad es quien segrega a esta población
denominada enfermos mentales o si solo se juega un papel de policía de la moral.
En el manual que revisamos podemos ver que se han reunido más de 200 trastornos con
grupos de síntomas para diagnosticar enfermedades y realizar un diagnóstico absoluto,
bajo este régimen funciona la psiquiatría, que más bien sirve para encasillar. Braunstein
(2013) aborda el asunto de las clasificaciones, sobre todo desde la formación que él tiene
y el acercamiento que tuvo a la psiquiatría, como una persona que clama ayuda y como
resultado obtiene una etiqueta que en el mejor de los casos calma la ansiedad de saber lo
que tiene, porque no es lo mismo andar entre la sociedad sin saber lo que tengo, que
poder justificar mis acciones con un diagnóstico; por otro lado, a donde quiera que vaya
será “señor N” con depresión y tratamiento para la misma, tratamiento que es
contraproducente pues crea dependencia y altera permanentemente al cerebro pero no
cura ¿no es pues este un objetivo de la psiquiatría? ¡Ay! Ha fallado, entonces ¿Cómo
cura? No es mejor nombrarlo como mantener a las personas bajo control, narcotizadas
como dice Thomas Szasz (1979) “el psiquiatra ahora dispondrá de la herramienta para
normalizar a los sujetos sin tener siquiera idea de la causa.” (pp:108) es verdad, a ellos no
les interesa el origen del malestar, no interrogan, no entrevistan.
Por otro lado, M. Foucault (1974) menciona que “... la demanda del psiquiatra es mucho
más gravosa, es mucho más sobrecargada y es esta: con lo que eres, con tu vida, con
aquello que motiva quejas a tu respecto, con lo que haces y dices, proporcióname
síntomas, no para que yo sepa que enfermo eres, sino para que pueda ser un médico
frente a ti” a los psiquiatras no les interesa el malestar del sujeto, .no conversan y mucho
menos escuchan solo diagnostican, y es así como al enfermo se le determina como un
dominado y al psiquiatra como un dominador sobre el mismo, de igual manera, prescriben
y dejan huella, pues el que entra es muy probable o casi seguro que saldrá con un
calificativo “el psiquiatra armado con la clasificación internacionalmente consagrado y con
el arsenal de armas químicas que la industria pone en sus manos”(Szasz, 1979, pp 122).
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Con el DSM, el psiquiatra basa sus diagnósticos en este manual, de acuerdo al texto
“clase del 30 de enero de 1974” de Michel Foucault , esto hace referencia al uso del DSM,
ya que en el campo de la psiquiatría lo que funciona es el poder del médico, que da
existencia de su autoridad de intervención, como en el campo disciplinario, de la misma
manera, el poder que se le da a un manual, que se aprovecha para dar una
representación a los motivos de lo que demandan los pacientes, como síntomas de
cualquier enfermedad o trastorno en el ámbito de la psiquiatría. Al médico se le da un
monstruoso poder , ya que en primer momento este pregunta aspectos individuales y
familiares al paciente, para que este cuando hable respecto a su vida y demás, el médico
se proporcionará de infinitos síntomas, gracias al DSM para diagnosticar y etiquetarlo con
algún trastorno, y de cuenta que el paciente está enfermo y el mismo médico se muestre
como un auténtico psiquiatra del saber frente al paciente. por otro lado, también plantea
los traumas y esto es un elemento que el DSM utiliza para diagnosticar algunos casos
como por ejemplo: los trastornos por estrés traumáticos y con ello las decisiones que se
toman que en gran mayoría es medicar y confinar en los hospitales mismos que hasta por
tipos los apartan, como si fuera un departamento más de los depresivos, los
esquizofrénicos pero a lo mejor ese depresivo es más alcohólico, así se les facilita el
trabajo pero no saben siquiera si es de ellos .
Esto nos hace pensar en el motivo y el objetivo de clasificar, en la salud pública y mental,
y las enfermedades mentales, si realmente se trata más de un negocio o solo en darle
mayor validez a una profesión que pareciera preocuparse más por la presunción ante la
comunidad, que la preocupación por ésta. Sin embargo, el psiquiatra prueba conocer y
darse cuenta de las manifestaciones que conlleva al sujeto a la locura, solo con ayuda de
un manual que deja mucho de lado el sufrimiento psíquico y el dolor humano de cada
sujeto, los psiquiatras rara vez conviven con los pacientes pero se dejan guiar por lo que
el manual les indica que es lo correcto en el comportamiento, ahora hasta un estándar de
normalidad tienen, nos dicen como ser, que sentir, cuánto tiempo, si es normal por ser
mujer o por ser hombre cuestión que ellos lo manejan como género ¿es el género quien
define que es hombre, mujer o es el sexo? Braunstein hace un trabajo interesante al
recabar las diferentes raíces de algunos conceptos que se tratan en la psiquiatría, hace
mención de que en todo sujeto existe un sufrimiento, que cada uno tiene distintas formas
y singulares de sufrir, y comenta “el sufrimiento es una sustancia que no se puede ni se
deja clasificar. ¿Es la noción de enfermedad mejor que la de pecado o la de embrujo para
explicar el sufrimiento de alguien? Habrá que aceptar que el sufrimiento depende de la
“vida social” de un sujeto inmerso en estructuras sociales, libidinales, antropológicas,
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culturales, económicas, políticas, respecto de las cuales el psiquiatra es tan ciego como la
mayoría…” (Braunstein, 2013, p:86)
Pues como ya lo hemos abordado un escrito extenso nos marcan la forma hasta en la
que podemos sufrir, nos intentan hacer tan lineales que dejan de lado que somos seres
individuales con orígenes en culturas diversas, creencias, religiones tantos elementos que
hace como coincidimos divergimos a lo largo de nuestra vida, sabemos que aprendemos
de una manera singular y única, no llegaremos hacer igual que nadie y eso es lo hermoso
de la vida que a pesar de que haya un compendio que señala que dos o tres rasgos con
un tiempo de tanto ya eres miembro de una enfermedad . Para realizar revisiones cada
cierto tiempo debería ser más minuciosos con estos aspectos, por lo tanto, el DSM es un
ejemplo claro de diagnóstico absoluto, el cual, simplemente como es el glosario de
enfermedades y síntomas que puede presentar un paciente, en él sí se encuentra un
lugar para el loco, nos describe su conducta, y de acuerdo con los criterios que cumpla se
le encasilla en un constructo, se le etiqueta, sin preguntar o dudar más allá de este.
Es muy importante rescatar el análisis que hace Braunstein del término "Trastorno" desde
diferentes lenguajes, y también las preguntas que se hace respecto a otros "grandes
términos" abordados en la psiquiatría, medicina y psicología, ya que el universo del
lenguaje tiene matices significativos y simbólicos muy amplios en cada una de estas
disciplinas y en cada contexto de lenguaje.
Como consecuencia otro de los poderes que da la psiquiatría es el del asilo la manera en
la que denomina la realidad en sí, se habla de un sitio que podría ser dado por la realidad
un lugar donde el loco podría ser vivido a partir de lo que en ella se crea, determinado
como un poder absoluto, se habla de una comparación donde la vida “cotidiana” se puede
asemejar a la vida en el asilo, las relaciones que se establecen en el son igual a las que
se establecen en la sociedad “ normal “, creemos que al final la locura como constructo
social vienen de ella y es por esto que se rige de la misma manera solo que con etiquetas
enormes que hacen que el individuo denominado loco se viva de esta manera.
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eso está un poder que controla no solo nuestro entorno si no a los 195 países,
aglomerado en un libro de 947 páginas que ha servido a la psiquiatría.
Esto nos ha permitido cuestionar la posición que adquieren los profesionales de la salud,
respecto a aquello que clasifica y diagnostica su trabajo e instrumentos, y las
consecuencias que trae para los sujetos que llegan a enmarcarse con una etiqueta de
estas clasificaciones y diagnósticos, parece ser que es una posición de poder.
Poder que se han adjudicado estas 2 grandes “empresas” clasificatorias (CIE y DSM) a
partir de un trabajo que, si somos estrictos, ha facilitado la marginación, la separación
entre la sociedad, gracias a tan minucioso y exhaustivo trabajo de clasificar lo
disfuncional, lo anormal, lo patológico… lo diferente. Como si dentro de la “normalidad”
del ser humano eso no formará parte de su misma cualidad de Ser Humano. Pareciera
que dichos manuales debieran tomarse como un trabajo bíblico en el argot de la Salud
Mental, y que los profesionales debieran llevar esa palabra cual profetas en la sociedad,
como si ellos, por su posición, no pudieran entrar dentro de esa sociedad capaz de
trastornarse. Y aunque pudiera resultar de gran utilidad contar con un manual con tan
minucioso trabajo de clasificación y categorización, sobre todo desde nuestra formación y
como ejercicio interdisciplinario, no debemos pasar por alto que esa misma minuciosidad,
acalla y minimiza la subjetividad y singularidad de las personas, pues desde nuestra
formación se le da un lugar importante a la subjetividad, tanto en la posición de nosotros
como profesionales y como de la posición de las personas con las que lleguemos a
intervenir como psicólogos, esto aunado a las relaciones que cada uno tiene: el psicólogo
con otros profesionales (médicos, psiquiatras, otros psicólogos) y las otras personas con
otros sujetos que también “sufren de subjetividades”.
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● Bibliografía
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