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MATERIA
LIBROS
HISTÓRICOS
1. OBJETIVOS GENERALES:
1. Obtener una visión panorámica completa acerca de los aspectos que
intervienen en la formación de la historia de Israel.
2. Observar la trascendencia y complejidad de las diferentes reacciones
que el pueblo judío tuvo con respecto a los heterogéneos gobiernos
humanos.
3. Valorar los diferentes factores controversiales, que se han dado a lo
largo del tiempo.
2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
1. Estudiar la importancia de los personajes que jugaron un
papel importante en la antigüedad en el pueblo judío.
2. Estudiar cada uno de los libros desde su punto de vista
histórico político y profético.
3. Estudiar cómo los factores sociales, políticos, económicos
geográficos e intelectuales, afectaron en forma positiva o negativa al
mundo en la antigüedad y en el presente.
4. Valorar la riqueza espiritual que se encuentra en los
Libros Históricos.
METODOLOGÍA
1
El método utilizado es el expositivo, con la ayuda de material didáctico como: folleto
guía de la materia, DVD, retroproyector, etc…
Lecturas dirigidas.
Investigaciones sobre temas importantes.
Participación del estudiante en la clase.
3. VALORES DE PONDERACIÓN:
1. 4 Exámenes parciales
2. 2 Trabajos escritos
3. También se evaluará: asistencia, puntualidad y respeto (10%)
CONTENIDOS PROGRAMÀTICOS
2
La asignatura está conformada por cinco unidades temáticas, agrupadas de la siguiente
manera:
3
CRONOGRAMA DE CLASES DE LA MATERIA DE LIBROS HISTÓRICOS - ___ Ciclo – Año: ______
1. Ministerio de
1. Ministerio de los Jueces: Llamado,
los Jueces
Libro de los Jueces misión, estrategia y resultados.
Etapa de 2. La Historia de
los Jueces
Libro de Ruth 2. Historia de Ruth (cap.1-4)
Ruth
1° Samuel Cap. 1-7 3. Vida de Samuel (1° Sam.1-7) Nacimiento,
3. Ministerio de
llamado, misión y ministerio.
Samuel
1. Vida y
Ministerio de
1° Samuel Cap. 8-31 Saúl
Nota: Se tocaran eventos, personajes y
Etapa del 2° Samuel 2. Vida y situaciones que aparecen en las
Reino 1° Reyes Cap. 1-11 Ministerio de
referencias bíblicas y que guardan
Unido 1° Crónicas David
relación con estos tres personales.
2° Crónicas cap. 1-9 3. Vida y
Ministerio de
Salomón
Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado: Villa Escuain, Editorial Clie: España, 1985.
Indubiblia.Org
Willmington, Harold L., Auxiliar Bíblico Portavoz, Editorial Portavoz: EE.UU, 1984.
Cómo leer la Biblia libro por libro, por Gordon D. Fee y Douglas Stuart
INTRODUCCIÓN DE LOS LIBROS HISTÓRICOS
¿Alguna vez se ha imaginado usted una Biblia que no incluyera las historias de
Josué, Sansón, David y Elías?
Sería una Biblia inmensamente empobrecida, mucho menos interesante; una Biblia
que carecería de los Libros Históricos.
3. La tierra de Palestina.
¿Por qué Palestina es tan importante?
Los escritos bíblicos nos señalan que el nombre Canaán le fue dado por haberse
instalado ahí el nieto de Noé, llamado Canaán (Génesis 10:6; Génesis 15:19-21).
Cuando la habitó Abraham, se le llamó tierra de los hebreos (gentes del otro lado del
Eufrates). Los pueblos que poblaron estas tierras eran mayoritariamente filisteos
procedentes de la Isla CAFTOR o CRETA; por lo que se le llamó: “tierra de los
filisteos”, “Filistea” o “Filistina”.
Después de la conquista liderada por Josué, al ser habitada por los israelitas, se le
llamó Israel.
El nombre Palestina, derivado de Filistina, fue dado por comerciantes griegos ;
durante el Imperio Romano, el Emperador Adriano, en el año 138 d.C. cambió el
nombre de Judea por Palestina; para castigar a los hebreos por sus constantes
rebeliones.
Palestina es un país muy pequeño. Se extiende solamente por unos 240 kilómetros
desde Dan hasta Beerseba, los puntos extremos norte y sur respectivamente. A lo
ancho, desde Gaza hasta el mar muerto, mide unos 90 kilómetros y se angosta
hasta unos 45 kilómetros a la altura del mar de Galilea. Su área es de unos 26,000
kilómetros cuadrados, la mitad del tamaño de Costa Rica.
Perfil de Josué:
El campamento fue instalado a la orilla del Jordán, y el pueblo recibió una orden de
marcha minuciosamente preparada (Josué 3:1-6). El plan militar que Josué preparó
para la conquista de Canaán demuestra sus capacidades militares. Entre sus
previsiones se hallaban: un campamento central con una ventajosa situación; la toma
de las ciudades en las cercanías del campamento; grandes ofensivas que deberían
seguir de inmediato a estas victorias. Pero Josué cometió el error de hacer un pacto
con los gabaonitas y de no dejar una guarnición en la ciudad de los jebuseos después
de su conquista. Estos dos fallos contribuyeron decisivamente al aislamiento de Judá
de las tribus del norte (Josué 9).
Siguiendo las órdenes de Moisés, Josué condujo al pueblo sobre los montes Gerizim y
Ebal; para que oyeran las bendiciones y las maldiciones (Josué 8:30-35). Las
expediciones militares de Josué quebrantaron el poder de los cananeos, pero no
llegaron a exterminarlos. A pesar de la perspectiva de nuevas campañas, había llegado
el momento de establecerse en el país. Ayudado por el sumo sacerdote y por una
comisión, Josué presidió el reparto de las tierras conquistadas. La distribución comenzó
durante la estancia del campamento en Gilgal (Josué 14:6-17:18).
Josué acabó esta obra, creó ciudades de refugio, dio ciudades a los levitas, y dispuso
que el Arca del Pacto se quedara en Silo (Josué 18-21). Obtuvo para sí mismo la
ciudad de Timnat-sera en el monte de Efraín (Josué 19:50). Cuando ya era muy
anciano, Josué convocó la asamblea en Siquem, el lugar donde Abraham, entrado en
Canaán, había erigido el primer altar a Jehová; allí era donde las tribus iban a invocar
sobre sí mismas las bendiciones y las maldiciones de Jehová. Josué pronunció un
enérgico discurso, exhortando al pueblo a no abandonar a Jehová (Josué 24:1-28).
Murió poco después, a la edad de 110 años. Fue sepultado en el lugar que había
elegido, en Timnat-sera (Josué 24:29, 30)
Datos adicionales relacionados al libro de Josué:
Abarca aproximadamente un período de ochocientos años a mil años: desde la
invasión efectuada por Josué en el siglo XV o posiblemente en el siglo XIII a.C.,
hasta Nehemías, a mediados del siglo V a.C.
El libro fue escrito en época temprana: Rahab vivía aún entre el pueblo (Josué 6:25).
La expresión «hasta el día de hoy» aparece en catorce ocasiones (tres de estos
pasajes sólo se pueden aplicar al tiempo en que Josué estaba todavía vivo: Jos.
22:3; 23:8, 9).
Aprox. en el 1405 a.C. los Israelitas cruzan el Jordán para entrar en Canaán.
ESTRUCTURA DE JOSUÉ
“Conquistando lo Prometido”
Versículo Clave: Josué 1:6
“Esfuérzate y se valiente; porque tu repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la
cual juré a sus padres que la daré a ellos”
Significado espiritual
Según 1ª Corintios 10:6,11, los acontecimientos del Éxodo, del desierto y de la
conquista de Canaán son tipos de nuestras experiencias espirituales. Josué nos relata
la conquista de la Tierra Prometida, lo que no representa todavía el cielo, sino la esfera
en la que nosotros conseguimos con Cristo, nuestro gran Josué, nuestras victorias
espirituales. En principio, todo el país fue entregado a los hijos de Israel, que lo
reconocieron por medio de espías (Jos. 1:3; 2:1). Para entrar en él, cruzaron las aguas
del Jordán, símbolo de sepultura (las doce piedras dejadas en el lecho del río, Jos. 4:9)
y de resurrección espiritual (las otras doce piedras levantadas en Gilgal, vv. 8, 20).
El mismo Jehová les precedió en el combate (Jos. 5:14; cfr. Jn. 10:3-10; He. 12:1-2). El
enemigo era terrible y astuto, pero estaba ya vencido por adelantado (Jos. 6:1-2; 9:1-4;
cfr. 2:9-11). El pueblo tenía que tomar las armas y emprender la batalla, pero no iba a
triunfar más que por la fe (Jos. 6; 8; Ef. 6:12-17). Cuando un pecado contaminó el
campamento, contristando al Señor, Él dejó de manifestar su poder y el pueblo conoció
la derrota (Jos. 7; Ef. 4:30). Gracias al poder y fidelidad de Dios, el pueblo fue de
victoria en victoria, y gozó finalmente de reposo con la posesión del país (Jos. 21:43-45;
Ef. 5:18; 3:16-20). No es sorprendente que el libro de Josué haya recibido el nombre de
«Efesios del AT».
Cada pecador en la nación (tal como Rahab, Jos 2 y 6.22–27) podía ser salvo por fe; y
hubo adecuada advertencia dada de antemano. (Lea Jos 2.8–13.) Dios algunas veces
usa la guerra para castigar e incluso destruir naciones que se olvidan de Él. Dios hizo
destruir a estas naciones perversas para castigarlas por sus pecados y, así como un
médico que desinfecta sus instrumentos para matar a los gérmenes, Él protege a su
pueblo de los caminos impíos.
3. AMORREOS Un término general para los habitantes de la tierra, pero especialmente para los descendientes de Canaán
quienes habitaron a ambos lados del Jordán.
4. EDOMITAS Los descendientes de Esaú que se establecieron al SE de Palestina (cp. Gn. 25:30) en la tierra de Seir
Pueblo del antiguo puerto que más tarde se conoció como Byblos, a unos 32 km al N del Beirut moderno
5. GILBITAS
(Jos. 13:5).
En términos generales, estos son los descendientes de Canaán, hijo de Cam, hijo de Noé (Cp. Gn. 10:15-18),
6. CANANEOS
e incluyó a muchos de los otros grupos aquí mencionados.
7. GESURITAS Los habitantes de Gesur, al E del Jordán y al S de Siria (Jos. 12:5).
8. GABAONITAS Los habitantes de Gabaón y áreas aledañas (Jos. 9:17).
Un tribu que descendió de Canaán, la cual fue incluida entre la población general de la tierra sin identidad
9. GERGESEOS
geográfica específica.
Un grupo poco conocido que vivió en la parte NO del Neguev, antes que fueran destruidos por David (1 S.
10. GEZRITAS
27:8, 9).
Inmigrantes del Imperio Heteo (en la región de Siria) hacia la región central de la tierra (cp. Gn. 23:10; 2 S :
11. HETEOS
11:3).
12. HEVEOS Descendientes de Canaán que vivieron en la región norteña de la tierra.
13. HOREOS Residentes antiguos de Edom de un origen desconocido que fueron destruidos por los descendientes de
Esaú (Dt. 2:22).
14. JEBUSEOS Descendientes de Canaán que moraron alrededor de Jerusalén (cp. Gn. 15:21; Éx. 3:8)
15. CENEOS Una tribu madianita que originalmente moraba en el Golfo de Akaba (1 S. 27:10).
16. MOABITAS Los descendientes de Moab, el nieto de Lot e hijo de su hija mayor (Gn. 19:31), quienes vivieron al E del Mar
Muerto.
17. FEREZEO Pueblo incluido entre la población general de la tierra y cuyo linaje no se remonta a Canaán. Su identidad
exacta es incierta.
El cruce del Jordán
Durante tres días la gente acampó ante el aparentemente infranqueable río Jordán. Era
la última barrera para la tierra prometida; el río se extendía amplio y profundo, en la
crecida primaveral, separándolos de su meta. Entonces Josué envió un mensaje por el
campamento, instando a todos a estar listos para ver actuar a Dios. Los sacerdotes
iniciarían la marcha, transportando el arca de la alianza, y el pueblo los seguiría, a una
respetuosa distancia.
Cuando los sacerdotes con su preciosa carga empezaron a entrar al agua, la corriente
se detuvo y las aguas se amontonaron río arriba. El pueblo pasó el Jordán en terreno
seco, así como sus padres habían atravesado el Mar Rojo al comienzo mismo de la
peregrinación. Josué hizo ver claramente a su pueblo la lección que entrañaba este
milagro. El Dios que podía actuar con tal poder ciertamente los ayudaría a vencer a los
habitantes de esa tierra. El milagro obrado al cruzar el Jordán sería una garantía de la
ayuda venidera:
«En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de
delante de vosotros al cananeo…». (Josué 3:10)
Josué ordenó recoger doce piedras del río y hacer un montículo para recordar a las
futuras generaciones el gran acto de Dios en su favor.
La caída de Jericó
Importante ciudad del valle del Jordán (Dt. 34:1, 3), en la ribera occidental del río, a
unos 8 Km. de la costa septentrional del mar Muerto, y aproximadamente a 27 Km. de
Jerusalén. Jericó se halla en la parte inferior de la cuesta que conduce a la montañosa
meseta de Judá
La ciudad era conocida como la ciudad de las palmeras (Dt. 34:3; Jue. 3:13); la
primera mención en las Escrituras se da en relación al campamento de los israelitas en
Sitim (Nm. 22:1; 26:3).
La situación de Jericó, ciudad muy fortificada, le daba el dominio del bajo Jordán y de
los pasos que llevaban a los montes occidentales; la única manera de que los israelitas
pudieran avanzar al interior de Canaán era tomando la ciudad. Josué envió a dos
espías para que reconocieran la ciudad (Jos. 2:1-24), el pueblo atravesó
milagrosamente el Jordán en seco, y plantaron las tiendas delante de la ciudad. Por
orden de Dios, los hombres de guerra fueron dando vueltas a la ciudad, una vez por
día, durante seis días consecutivos.
En medio de los soldados, los sacerdotes portaban el arca del pacto, precedida por
siete sacerdotes tocando las bocinas. El séptimo día dieron siete veces la vuelta a la
ciudad; al final de la séptima vuelta, mientras resonaba el toque prolongado de las
bocinas, el ejército rompió en un fuerte clamor, las murallas se derrumbaron, y los
israelitas penetraron en la ciudad. En cuanto a la fecha, sería alrededor del 1,403 a.C.
La ciudad había sido proclamada anatema. A excepción de Rahab, que había dado
refugio a los espías, y su familia, todos los demás habitantes fueron muertos. El oro, la
plata, los objetos preciosos, entraron al tesoro de Jehová. Josué lanzó una maldición
contra quien reconstruyera la ciudad (Jos. 5:13-6:26).
Fue asignada a Benjamín; se hallaba en los límites de Benjamín y Efraín (Jos. 16:1,
7; 18:12, 21).
Eglón, rey de Moab, hizo de ella su residencia en la época en que oprimió a los
israelitas (Jue. 3:13).
Jericó se hallaba a casi 240 m. por debajo del nivel del mar Mediterráneo, en un
clima tropical, donde crecían las balsameras, la alheña, los sicómoros (Cnt. 1:14; Lc.
19:2, 4; Guerras 4:8, 3)
Jericó no sería conquistada por asedio o ataque. En cambio, se llevaría a cabo una
extraña ceremonia. Durante seis días sucesivos, le dijo Dios a Josué, los soldados
marcharían alrededor de la ciudad fortificada. La guardia de avance iría primero,
mientras siete sacerdotes hacían sonar sus trompetas. Luego vendría el arca de la
alianza, portada por sacerdotes, y después la retaguardia. Los soldados no debían
hablar ni gritar. En el séptimo día, la procesión marcharía siete veces alrededor de la
ciudad. Cuando los sacerdotes hicieran resonar largamente una nota en sus trompetas
de cuerno de carnero, los soldados lanzarían un grito de guerra con todas sus fuerzas.
Josué puso en ejecución esta extraordinaria orden. En el séptimo día, tras el séptimo
circuito de la ciudad, los soldados gritaron con fuerza y las murallas de la ciudad se
derrumbaron. Los soldados pudieron entrar directamente y capturar la ciudad y su
gente. Josué y su pueblo comprendieron, como nunca antes, que sus victorias en
Canaán eran cosa de Dios y no dependían solo de la fuerza o habilidad humanas.
El pueblo de Canaán
Los autores del Antiguo Testamento vieron estas batallas como el juicio de Dios sobre
la maldad de los habitantes. Dios había dicho a Abraham que sus descendientes
tendrían que esperar 400 años en Egipto antes de entrar en Canaán, hasta que los
amonitas se volvieran tan malvados que debieran ser castigados. Las campañas de
Josué se consideraron como actos de purificación y justicia, no como agresión y rapiña
de tierras.
El pueblo conocido como cananeo colonizaba la tierra en el extremo oriente del mar
Mediterráneo hacia 2000 a.C. En tiempos de Josué (aprox. 1300 a.C.), el país estaba
dividido en ciudades estado, cada una con su rey. Las ciudades estaban fuertemente
amuralladas y fortificadas.
Los cananeos eran grandes comerciantes; recorrían sin cesar el mar Mediterráneo en
sus barcos mercantes, desde Egipto hasta Creta y Grecia. Tiro, Sidón, Berito (Beirut) y
Biblos eran sus puertos principales. Biblos —a causa del comercio en papiro (la versión
antigua del papel) dio su nombre al libro: biblia (de donde viene también la palabra
Biblia). Los cananeos fueron también los primeros en desarrollar un alfabeto.
La fama de sus artesanos era ampliamente conocida. Mucho después que los israelitas
conquistaron Canaán, cuando querían los más finos artesanos para trabajar en el
templo, recurrieron a albañiles y carpinteros cananeos.
La religión del país era ciertamente decadente. Las tribus cananeas tenían diferentes
dioses, cada uno de los cuales supuestamente controlaba su propio territorio. El
nombre genérico de estos dioses era baal, que se traduce como señor, amo o marido.
A veces el baal se representaba con una imagen de toro o de serpiente. La tierra era la
esposa del baal; y la gente de la tierra, sus esclavos.
Cada aldea tenía su santuario, en la cima de un cerro o debajo de un gran árbol,
marcado por una piedra vertical o poste de madera. Los festivales se vinculaban con la
siembra y la cosecha, y la luna nueva. Se ofrecían frutos a los dioses y se sacrificaban
animales. Los baales eran dioses de la fertilidad y en consecuencia el culto incluía ritos
sexuales. La embriaguez era común, especialmente durante las fiestas de la cosecha.
A veces se practicaban sacrificios de niños.
Distribución de la tierra
Josué se lanzó a una campaña de conquista y obtuvo la victoria sobre varias ciudades-
estado. Una vez que el pueblo de Israel tomaba control de un área, le correspondía a
Josué dividir el territorio entre las tribus. Luego se instaba a cada tribu a exterminar o
desalojar a los habitantes de su sector, para establecerse allí. Las opiniones difieren en
cuanto a cómo se llevó esto a cabo, pero no hay duda de que los israelitas no
aniquilaron a todos los cananeos de una vez. Pareciera que al principio se interesaron
por las zonas centrales altas más que por las fértiles planicies. Pero la verdadera lucha
vino después de los tiempos de Josué, cuando aparecieron otros contendientes a
disputar la tierra: filisteos, amonitas y moabitas, así como los propios cananeos.
Josué asignó ciudades especiales a los levitas a través del país, pues ellos no recibían
territorio propio. Su labor consistía en ayudar en el servicio a los sacerdotes, y se les
pagaba con los diezmos que los israelitas tenían por ley que contribuir.
También se establecieron ciudades de refugio; en donde podían resguardarse aquellos
que habían cometido un homicidio por accidente; tal como lo señala Números 35:6, 14;
Josué 20:1
(B) Historia de los Jueces, libertadores de Israel bajo la opresión de los paganos de
la tierra prometida, después de la muerte de Josué hasta la de Sansón (Jue. 2:6-16:31).
Esta sección posee su propia introducción que, relacionando el libro de los Jueces con
el de Josué, reanuda el relato de los acontecimientos de este período, y destaca la
enseñanza religiosa que comportan (Jue. 2:6-3:6). A continuación vienen los episodios
más o menos detallados acerca de seis jueces, y breves alusiones a otros seis. La
usurpación de la realeza por parte de Abimelec, hijo de Gedeón, es presentada como
parte integrante del relato. No obstante, lejos de ser un libertador, Abimelec no fue más
que un sanguinario y fratricida tirano que, lejos de beneficiar a Israel, provocó graves
daños.
(C) Esta sección relata dos episodios que figuran como apéndices de este período:
(I) La historia del culto idolátrico practicado por Micaía y su instauración
entre los danitas que emigraron al norte (Jue. 17-18);
(II) El crimen de Gabaa y la guerra que siguió contra la tribu de Benjamín (Jue.
19-21).
I- Las Condiciones Prevalecientes en Israel
A. Después morir Josué hubo decadencia religiosa, política y social (Jue.2:8-11)
Esto era resultado de la mala educación de sus padres. Moisés había aconsejado a
esta generación que instruyeran a sus hijos (Deut.6:7) pero cuando ellos murieron, sus
hijos se perdieron y adoraron los dioses falsos.
Por lo tanto, debido a esta corrupción espiritual, predominó el caos social, las guerras,
las apostasías, los matrimonios mixtos, etc.
B. No había capital política, rey, líder nacional, autoridad central visible, etc. Por esto
cada cual hacía lo que bien le parecía (Jue.17:6; 21:25).
C. Israel tuvo dificultades constantes con las naciones vecinas que atacaban a la
primera señal de debilidad.
D. En Conclusión: La naturaleza del libro viene dada por las condiciones prevalecientes.
Por lo tanto debemos evaluar el libro de los jueces a la luz de su contexto histórico que
se enfoca desde el punto de vista del fracaso, deficiencia y pecaminosidad de Israel.
Nombre
El nombre del libro viene de sus personajes principales, los jueces o libertadores que
Dios levantó después de Josué y antes de Saúl para liberar a Israel, cuando se
arrepentía de sus pecados.
Los jueces
1. La palabra “jueces” que aparece en Jue.2:16 se utiliza muy pocas veces como
sustantivo en el idioma original, siendo utilizada normalmente como verbo, que significa,
acaudillar o libertar. En ese sentido, estos jueces no eran “jueces legales”, sino que
más bien su rango era el de “cadillos”, y su misión era ser “libertadores” del área
específica donde se levantaban.
2. En ese sentido, no eran jueces nacionales sino locales sobre una o más tribus. Su
propia tribu era la esfera principal donde se desenvolvían. A veces algunas partes de
Israel estaban en guerra mientras otras no.
La fecha de redacción del libro de los Jueces es de difícil determinación. En todo caso,
es necesario tener en cuenta los siguientes hechos: hay un acuerdo general en
conceder una gran antigüedad al cántico de Débora, compuesto en la misma época que
los acontecimientos que se celebran. La segunda sección del libro, la más importante,
no pudo ser redactada sino hasta después de la muerte de Sansón (Jue. 16:30, 31). En
los apéndices, la frase «en aquellos días no había rey en Israel» aparece cuatro veces
(Jue. 17:6; 18:1; 21:25) indicando que estos capítulos debieron haber sido escritos
probablemente poco después del establecimiento de la monarquía; cuando estos
capítulos fueron redactados, es probable que el arca no estuviera en Silo (Jue. 18:31).
La mención «hasta el día del cautiverio de la tierra» (Jue. 18:30) ha sido interpretada
por algunos como una mención a las destrucciones que Tiglat-pileser hizo en el norte (2
R. 15:29) o a la deportación de las 10 tribus después de la caída de Samaria. Pero ello
no concuerda con la declaración de Jue. 18:31, «todo el tiempo que la casa de Dios
estuvo en Silo».
Autor
Según la tradición judía, el autor del libro es Samuel, y no se ha podido demostrar lo
contrario (por mucho que los críticos pretendan ver un conglomerado de diversas
fuentes que no hubiera hallado su redacción final hasta alrededor del año 200 a.C.) Las
tres secciones bosquejadas se corresponden netamente con las divisiones del tema y
muestran que el redactor se sirvió de documentos antiguos, orales o escritos, para
relatar un período que se extiende a través de varios siglos.
Este libro nos informa de que los diferentes pueblos que vivían en Canaán no fueron
exterminados, sino que siguieron ocupando el país, a pesar de la presencia de los
israelitas. Las influencias paganas amenazaban el culto del Señor, pero quedaron
suficientes israelitas fieles a su Dios para que la verdadera religión quedara
salvaguardada (Jue. 10:10-16; en cuanto a los pueblos vecinos, cfr. Jue. 1:19-36; 3:13,
31; 6:3-33). El cántico de Débora, el levantamiento del pueblo para castigar a los
criminales de Gabaa y sus cómplices, todo ello revela que los elementos íntegros de la
nación preservaban la consciencia de que debían defender una causa santa.
1. OTONIEL
Jueces 1:12, 13; 13:8 – 11
Nación opresora: Mesopotamia
Duración de la opresión: Ocho años
Años de paz: Cuarenta años
Hechos sobresalientes: Fue nieto y yerno de Caleb
Conquistó una ciudad cananea fortificada
2. AOD
Jueces 3:12 – 20
Nación opresora: Moab
Duración de la opresión: Dieciocho años
Años de paz: Ochenta años
Hechos sobresalientes: Mató a aun rey moabita llamado Eglón
Organizó un ejército israelita que mató a 10,000
soldados enemigos
3. SAMGAR
Jueces 3:31
Nación opresora: Filistea
Duración de la opresión: No aparece
Años de paz: No aparece
Hechos sobresalientes: Mató a 600 filisteo con la aguijada de un buey
4. BARAC
Jueces 4 – 5
Nación opresora: Cananeos
Duración de la opresión: Veinte años
Años de paz: Cuarenta años
Hechos sobresalientes: Levantó un ejército de 10,000 soldados con la
ayuda de Débora.
Derrotó a Sísara, el general enemigo, al pie del
Monte Tabor; quien murió a manos de Jael mientras
dormía en su tienda.
Barac y Débora cantan a dúo un canto de alabanza
por la victoria.
5. GEDEÓN
Jueces 6 – 8
Nación opresora: Madián
Duración de la opresión: Siete años
Años de paz: Cuarenta años
Hechos sobresalientes: Fue considerado por Dios para derrotar a los
madianitas.
Se preparó destruyendo los ídolos familiares.
Solicitó a Dios dos veces una señal.
Levantó un ejército de 10,000 soldados.
Vio cómo Dios redujo su ejército a 300 soldados.
Derrotó a 135,000 soldados enemigos con 300
hombres.
Causó que Israel pecara con el efod de oro que se
hizo.
6. TOLA
Jueces 10:1
Nación opresora: No aparece
Duración de la opresión: No aparece
Años de paz: Veintitrés años
Hechos sobresalientes: No se dice nada acerca de sus logros.
7. JAIR
Jueces 10:3 – 5
Nación opresora: No aparece
Duración de la opresión: No aparece
Años de paz: Veintidós años
Hechos sobresalientes: Él y sus 30 hijos liberaron treinta ciudades hebreas.
8. JEFTÉ
Jueces 10:6 – 12:17
Nación opresora: Amón
Duración de la opresión: Dieciocho años
Años de paz: Seis años
Hechos sobresalientes: Fue el hijo de una prostituta, llegando a ser un gran
soldado; en la víspera de la batalla, hizo a su Dios un
voto imprudente; que si volvía victorioso, le ofrecería a
Dios en sacrificio al primero que saliera a recibirle. Su
única hija, fue la que salió, y con dolor cumplió su
voto; después fue provocado a pelear por los celos de
la tribu de Efraín.
9. IBZÁN
Jueces 12:8 – 10
Nación opresora: No aparece
Duración de la opresión: No aparece
Años de paz: Siete años
Hechos sobresalientes: No se registran sus hechos.
10. ELÓN
Jueces 12: 11, 12
Nación opresora: No aparece
Duración de la opresión: No aparece
Años de paz: 10 años
Hechos sobresalientes: No se registran sus hechos.
11. ABDÓN
Jueces 12:13 – 16
Nación opresora: No aparece
Duración de la opresión: No aparece
Años de paz: Ocho años
Hechos sobresalientes: No se registran sus hechos.
12. SANSÓN
Jueces 13 – 16
Nación opresora: Filistea
Duración de la opresión: Cuarenta años
Años de paz: Veinte años
Hechos sobresalientes: Fue criado como nazareo.
Mató a un león cuando iba de camino a su boda.
Mató a treinta filisteos para pagar una deuda de
ropas.
En venganza de que le quitan a su esposa, quema
los campos de los filisteos.
Mata a 1,000 filisteos con la quijada de un asno.
Se llevó a cuestas las puertas de la ciudad de Gaza.
Fue traicionado por Dalila y cayó en poder de los
filisteos.
Fue dotado de manera sobrenatural para destruir el
templo de los filisteos y a muchos de ellos dentro.
Él también murió en ese mismo evento.
MAPA DE LAS NACIONES INVASORAS
JUECES
El pasaje de Jue. 2:1-23 presenta, de una manera integral, el objetivo del libro:
enseñarnos que dejar al Señor tiene como resultado la servidumbre y el juicio, en tanto
que el arrepentimiento conduce a la liberación y a la restauración. Se ha señalado que
el texto posee un orden simétrico, relatando siete períodos de apostasía, siete
opresiones, siete arrepentimientos, siete liberaciones. APOCARRELIB
LIBRO DE RUT
El rollo del libro de Rut, es uno de los cinco rollos conocidos como “Megillot”, incluido en
los Escritos hebreos que se leían en público con ocasión de ciertas celebraciones.
Como describe la siega, se leía en la fiesta de Pentecostés. En la LXX y en la
enumeración que hace Josefo de los libros canónicos, Rut figura inmediatamente
después de Jueces, lo mismo que en nuestras versiones de la Biblia. El relato se sitúa
en la época de los Jueces (Rt. 1:1) sesenta años o menos antes del nacimiento de
David (Rt. 4:21-22). El libro relata el casamiento de un israelita piadoso con una
moabita que adora a Jehová y que viene a ser bisabuela del rey David. Después del
exilio, un matrimonio así hubiera sido considerado como deshonroso y no hubiera sido
inventado.
Una pareja de judíos de Belén efrata, Elimelec y Noemí con sus dos hijos
varones, Mahlón y Quelión migraron desde Belén de Judá hasta Moab, a causa
de una hambruna.
Elimelec, el esposo de Noemí, murió dejando a su esposa viuda con sus dos
hijos varones, los cuales tomaron para sí esposas de la tierra de Moab, a Orfa y
a Rut.
Luego de que Noemí enviuda y que sus hijos están casados, acontece que
también mueren sus dos hijos varones, Mahlón y Quelión, dejando solas a
Noemí, con sus dos nueras, Rut (mujer de Mahlón, 4:10) y Orfa, mujer de
Quelión.
Así que la historia inicia en medio de la tragedia de esta familia judía que moraba
en Moab, donde Noemí decide regresar a su ciudad de Belén acompañada de
una determinada nuera, Rut la moabita, que elige el pueblo y el Dios a quien
Noemí adoraba para acompañarla hasta allí.
La tradición judía ubica el libro de Rut entre los Escritos en una sección de 5
libros cortos llamada “Migellot” entre los que estaban Cantares, Rut,
Lamentaciones, Eclesiastés y Ester. Pero la Septuaginta, seguida por la Vulgata
y la mayoría de las versiones españolas, lo ubican inmediatamente después de
Jueces, ya que las narraciones se sitúan en el mismo período.
Síntesis del libro de Rut
Nombre:
El libro toma su nombre del personaje principal, Rut la moabita, quien
había entrado en la familia de Elimelec, un judío de Belén, por medio su
matrimonio con uno de los hijos de Elimelec y su mujer Noemí.
Rut es uno de los dos libros del A.T. que lleva el nombre de una mujer.
Rut – una gentil casada con un judío.
Ester – una judía casada con un gentil.
Se presume entonces que quien quiera que hay sido el autor, debió haber escrito
después de David, y muy seguramente antes del exilio judío (entre el año 1000 al
año 700 a.C.).
Redimir – 9 veces.
Rut – 12 veces.
Siendo que de este matrimonio nace Obed, el padre de Isaí, padre de David,
podríamos especular en que el tiempo en que transcurre la historia de Rut es de
unos 50 a 100 años antes del nacimiento de David. Si David nace para el 1040 a.C.
estaríamos hablando de aproximadamente el 1100 a.C.
La escena se desenvuelve en el período de los jueces; (Rut 1:1) pero fue escrito en
fecha posterior, según parece indicar la explicación del autor sobre las costumbres
antiguas (Rut 4:1–12). Se ha propuesto una amplia gama de fechas para su
composición, que van desde mucho antes del exilio hasta una fecha bastante posterior
al mismo.
El estilo y el lenguaje clásicos inducen a pensar en una fecha muy temprana, al igual
que la actitud hacia los casamientos con extranjeras, porque bajo la ley de
Deuteronomio, un moabita no podía entrar en la congregación (Dt. 23.3). Las fechas
tardías se basan en el interés que demuestra el libro en los asuntos antiguos, y su
supuesta relación con las reformas de Esdras y Nehemías. Una escuela de
pensamiento cree ver indicios de elementos tanto de temprana como de tardía data en
el libro, en la suposición de que la genealogía de David (Rt. 4.18–22) y la explicación de
las costumbres primitivas pertenecen a una fecha muy posterior a la obra misma.
Cronología del libro de Rut
Aprox. en 1446-1406 a.C. Los Israelitas vagan por el desierto.
ESTRUCTURA DE RUT
“Una mujer virtuosa”
Versículo Clave: Rut 4:14
“Y las mujeres decían a Noemi: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy
pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel”
Prólogo
Note la manera en que el relato establece toda la historia con este prólogo.
Por causa de la hambruna, Elimelec, Noemí y sus hijos dejan la tierra de
1:1-5
Jehová y van a Moab. Noemí termina en el exilio en una tierra extraña,
destruida, sin esposo y sin hijos.
LIBROS DE SAMUEL
Samuel, los dos libros de Samuel formaban uno solo originalmente. La división en dos
libros se originaría en la LXX. El título “Samuel” es el mismo que aparece en hebreo; la
LXX unió los cuatro libros de Samuel y Reyes en uno solo y los llamó 1–4 “Reinados” (o
“Reinos”), mientras que en la Vulgata. Figuran como 1–4 “Reyes”. En la Biblia Hebrea
Samuel es el tercero de los “Profetas anteriores”, la historia en cuatro tomos: Josué,
Jueces, Samuel y Reyes.
Samuel marca la transición entre la era de los jueces y el período de la monarquía, y las
divisiones entre los libros, es aparentemente arbitraria en algunos puntos.
Entonces, ¿quién escribió el final de 1ero de Samuel, y el resto de estos libros de los
Reinos?
El nombre de estos libros (1º y 2º Samuel), como dijimos antes, obedece al papel
central que desempeña el profeta Samuel en los primeros veinticinco capítulos. Es
probable que Samuel haya sido responsable de una parte del material de 1º Samuel, en
especial de la primera parte de la historia de David, tal como se sugiere en 1º Crónicas
29:29
“Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las
crónicas de Samuel vidente, en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas de Gad
vidente, con todo lo relativo a su reinado, y su poder, y los tiempos que pasaron sobre
él, y sobre Israel y sobre todos los reinos de aquellas tierras”. (1º Crónicas 29:29-30).
De hecho, este texto arroja mucha luz respecto a las diversas fuentes que disponían los
editores de los libros históricos de la antigüedad. En el anexo 1 mostramos una tabla
con algunas fuentes que son referidas en las Escrituras.
ESTRUCTURA DE 1º Y 2º SAMUEL
“Estableciendo el reinado eterno”
Versículo Clave: 2º Samuel 5:12
“Y entendió David que Jehová la había confirmado por Rey sobre Israel, y que había
engrandecidosu reino por amor de su pueblo Israel”
1º SAMUEL
PRIMEROS PASOS A
9:1 Saúl elegido Rey DEL PRIMER REY
M
V
19:1 Saúl procura matar a David
E
20:1 David y Jonatán I
L
DAVID
26:1 David perdona Saúl en Zif VRS.
DAVID
DAVID
5:1 David Rey de Israel EL
REY
BOSQUEJO DE 1º y 2º DE SAMUEL
El libro es nombrado así según el profeta Samuel, cuyo nacimiento es su tema inicial.
Samuel fue un profeta del Señor (7:15–17; Hch 3:24; 13:20) y fue honrado por su gran
fe (He 11:32–34).
Al comienzo del libro Elí aparece como juez y sacerdote. Puesto que él murió en el
tiempo de la batalla de Afec (4:1; alrededor del año 1075 a.C.), y ya que él juzgó a
Israel por cuarenta años (4:18), su período como juez fue del 1115–1075 a.C. Samuel
nació cerca del 1100 a.C. y comenzó su judicatura en 1075 a.C., sirviendo hasta su
muerte (25:1) que ocurrió después de 1020 a.C. En el período histórico que cubre 1
Samuel, ocurrió un importante cambio político. Israel rechazó el sistema del gobierno
según los jueces y la teocracia e insistió en una monarquía (8:1–22). Desear un rey no
era malo en sí (Dt 17:15), pero Israel lo deseó por razones equivocadas (8:5, 20).
Samuel, el profeta de Dios, fue el mensajero de Dios durante esta transición de liderato.
El fue el último de los jueces (7:15–17) y ungió a Saúl (10:1; el año 1050 a.C.) y a David
(16:13; cerca del 1025 a.C), aunque David fue coronado rey después de la muerte de
Samuel. Los eventos de 1 Samuel ocurrieron durante un espacio de tiempo de unos 80
años, de 1100 a.C. hasta alrededor del 1020 a.C.
La soberanía de Dios es notoria en este libro al haber hecho El que se llevaran a cabo
acontecimientos aparentemente imposibles (1:11, 20; 24:20). La obra del Espíritu Santo
es evidente en la capacitación de personas para algún servicio (11:6; 16:13). 1 Samuel
también demuestra los efectos del pecado tanto en las personas (3:10–14) como en la
nación (31:1–7), aparte de la gracia perdonadora de Dios en los de corazón contrito y
arrepentido (Sal 51:17).
PERFIL DE SAMUEL
«Pedido a Dios»
Profeta de Israel (1 Cr. 6:33), fue el primer gran profeta posterior a Moisés, y el último de
los Jueces. Su padre, Elcana, era un levita de la familia de Coat, de la casa de Izhar, que
descendía de Zuf (1 S. 1:1; 1 Cr. 6:26, 35). Esta familia había recibido su heredad en el
monte de Efraín (Jos. 21:5; 1 Cr. 6:26, 35). Elcana vivía en Ramá (1 S. 1:1, 19; 2:11).
Elcana tenía dos esposas: Penina y Ana. Esta última, que era estéril, suplicó al Señor que
le concediera un hijo, e hizo el voto de consagrárselo toda la vida, aparentemente como
nazareo, ya que ella dijo: «Y no pasará navaja sobre su cabeza» (1 S. 1:11; cfr. Nm. 6:1-5).
Dios otorgó esta petición.
Ana llamó al recién nacido Samuel. Cuando lo hubo destetado, lo llevó al Tabernáculo, en
Silo, confiándolo a Elí, el sumo sacerdote, a fin de que lo formara para el servicio del Señor
(1 S. 1; 2:1-17). El niño Samuel llevaba a cabo su tarea en presencia del Señor; vestía un
simple efod de lino, vestidura de los sacerdotes cuando oficiaban, y también de los levitas
(1 S. 2:18). El niño dormía en una estancia contigua al Tabernáculo, y por la mañana abría
las puertas de la casa de Jehová, y ayudaba a Elí (1 S. 3:1, 3, 15). Samuel era sólo un
joven cuando el Señor le reveló el juicio que caería sobre la casa de Elí, a causa de la
insensata indulgencia del padre hacia sus indignos hijos (1 S. 3:1-18).
Josefo dice que Samuel tenía entonces doce años (Ant. 5:10, 14), estimación
probablemente correcta, pero de la que se desconoce la fuente. Cuando Samuel llegó a ser
un hombre joven, todo Israel, de Dan a Beerseba, reconocía que era un profeta, porque el
Señor se le reveló en Silo (1 S. 3:20, 21). Poco después caía el juicio predicho sobre la
casa de Elí y sobre Israel: los dos hijos de Elí murieron sobre el campo de batalla, los
filisteos se apoderaron del arca, y Elí murió al saber esto (1 S. 4:1-22). Los filisteos tuvieron
que devolver el arca a los israelitas, sin embargo, ante las plagas de Dios, y quedó
depositada en Quiriat-jearim, en casa de Abinadab. El nivel espiritual del pueblo era
entonces sumamente bajo.
El Señor otorgó la ayuda pedida mandando sobre los filisteos una terrible tormenta,
bajo la que sufrieron una tremenda derrota. Mientras Samuel estuvo al frente de los
israelitas, los filisteos renunciaron a atacar (1 S. 7:3-14).
Samuel fue a la vez juez y profeta. En el ejercicio de estas funciones, iba cada año a
Bet-el, Gilgal y Mizpa. Su residencia era Ramá, donde se hallaba una comunidad de
profetas que lo ayudaban en su obra de reforma (1 S. 7:15-17; 19:18-20). En Ramá
erigió un altar, por cuanto Dios había abandonado Silo. El arca no estaba a disposición
del culto público, el pacto con Dios había quedado suspendido por la idolatría y los
sacrilegios de los israelitas. Samuel era considerado como el representante de Jehová.
Bajo su enérgica dirección, el país fue preservado de la dominación extranjera. A su
vejez, Samuel estableció en Beerseba a sus dos hijos como jueces sobre Israel. Sin
embargo, éstos se mostraron indignos de tan alto cargo, dejándose sobornar y
pisoteando la justicia. A causa de la malvada gestión de ellos y de la amenazadora
actitud de las naciones paganas a su alrededor, los ancianos y el pueblo pidieron la
instauración de la monarquía.
Dios ordenó al profeta que ungiera a Saúl como rey, y después a David, tras de que
Saúl hubiera sido rechazado. Samuel murió mientras David, huido de Saúl, se hallaba
en el desierto de En-gadi. Fue sepultado en Ramá; todo Israel lo lloró (1 S. 25:1). La
noche antes de la batalla de Gilboa, Saúl pidió a una adivina que evocara a Samuel del
Seol (1º Samuel 28:3-25). Hemán, uno de los cantores de David, era nieto de Samuel (1
Cr. 6:33; cfr. v. 28). Samuel figura entre los héroes de la fe del AT (He. 11:32).
SAÚL
La elección humana
Dios mandó a Samuel a ungir a Saúl como rey (1º Samuel 9: 16, 10:1). Dios
primeramente les dio el hombre carnal para enseñarles su falta. En contraste, después
Dios escogió a David, hombre espiritual “según el corazón de Dios”.
En 1º Samuel 9: 20 leemos: “¿Para quién es todo lo que hay codiciable en Israel, sino
para ti?” Es evidente que todo Israel codiciaba al rey cuyas cualidades apelaban la
carne y a la vanagloria. Era “joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro
más hermoso que él; de hombros arriba sobrepujaba a cualquiera del pueblo”. Son
cualidades físicas y terrenales no son espirituales. Por cuanto Samuel le dijo a Saúl en
9:19: “Te descubriré todo lo que está en ti corazón”, es claro que Saúl buscaba en su
corazón la gloria del puesto más alto en la nación. Su humildad de 10:21-22 era fingida
o efímera (15:17)
El fracaso de la carnalidad
Saúl fue levantado para salvar a Israel de mano de los filisteos, pero fracasó (1º Samuel
9: 16).
A pesar de los esfuerzos de Saúl, los filisteos, que eran de la costa sur-occidental,
mantenían guarniciones en toda la serranía central de Israel (1 Samuel 13:19-23,
14:52). Por fin ellos vencieron a Saúl. Alcanzaron su mayor triunfo conquistando toda la
tierra de Israel hasta Galilea en el norte, cuando colgaron los cuerpos de Saúl y de sus
hijos en los muros de Betsán.
¿Por qué aconteció esta tragedia?
Fue a causa de la desobediencia.
Primero, Saúl hizo mal en actuar como sacerdote, no siendo levita (1 Samuel 13: 9).
Dios tenía el derecho de ordenar su propia casa y el servicio santo era para los varones
levitas. En la iglesia, el servicio de responsabilidad pública es para creyentes varones.
La adoración es obra de sacerdotes. Por lo tanto todo hermano puede participar en
orar, alabar y adorar. Pero la predicación es para aquellos que manifiestan donde
evangelistas y la enseñanza es obra de los que desarrollan el don de pastor y el don de
maestro. El error de Saúl nos enseña la necesidad de guardar el orden divino.
La desaprobación de Dios
Dios declaró que desechó a Saúl, pero él porfió en mantener su puesto sin ceder a
David. Por más de diez largos años, él siguió como usurpador. La carnalidad le condujo
a matar a los sacerdotes de Dios, a perseguir a los fieles y por fin a meterse en la
brujería. La desobediencia siempre conduce a mayor dureza de corazón, a una
conciencia cauterizada, y a la venganza. Si hemos faltado, debemos humillarnos y
admitir el defecto.
Fecha de escritura
Como no sabemos a ciencia cierta el autor, al menos por el contenido del libro podemos
decir que fue escrito en algún momento del siglo X a.C., compuesto probablemente de
diversos autores y fuentes. (ver anexo1 de la sección anterior, la lección 5).
Período que cubre
El tiempo que abarca el 2do Samuel es un poco menos de cuarenta años, esto es, los
años que David reinó sobre Israel (2Sam.5:4) antes de su muerte. El libro contiene la
historia desde la muerte de Saúl hasta un breve tiempo antes de la muerte de David.
Desde el 1010 a.C. (muerte de Saúl) hasta el ¿975 a.C.? (unos años antes de la muerte
de David y el asenso al trono de Salomón (que fue en el 970)
Los eventos relatados en el libro comienzan con el ascenso de David al trono sobre
Judá en Hebrón, y continúan hasta poco antes de su muerte; así que las fechas de los
eventos cubiertos serían del año 1010 a.C. hasta el 970 a.C. Durante este período se
escribieron los Salmos davídicos y el libro de Salmos comenzó a recopilarse.
Este libro histórico resalta la voluntad de Dios en la vida de David y en los eventos
descritos en él. Se enfatiza la seriedad del pecado y también el hecho que aun cuando
el pecado se perdone, quedan las consecuencias (12:13–14). Al mismo tiempo, el
pecado del hombre no impide los propósitos de Dios. Desde el tiempo del canto de
acción de gracias de Ana (1 S 2:10) hasta el Salmo de alabanza de David (2 S 22:51),
el plan de Dios era bendecir a Israel con el ungimiento de un rey de su predilección. La
promesa al rey David de que un descendiente suyo se sentaría en su trono (7:12–15),
va más allá de Salomón y se enfoca en Jesucristo, el Hijo de Dios (He 1:5). La promesa
de Dios de un reino eterno será cumplida el día en que venga Aquel quien es el Rey de
reyes y el Señor de señores (Ap 11:15; 19:16).
El Reino de David
David, Cabeza de unaDinastíaEterna de Reyes
Capítulos 1 al 6
David Lamentaba la Muerte de Saúl. Es hecho rey sobre Judá. Siete años de guerra
contra Isboset hijo de Saúl. David es hecho rey sobre todo Israel. Hace de Jerusalén la
capital de la nación. Trae el arca a Jerusalén
Cap. 7 Dios promete a David un trono eterno
El Antiguo Testamento es el relato del modo de obrar de Dios para con la nación
hebrea con el fin de bendecir algún día a todas las naciones.
Progresando aún más la historia, se releva que la familia de David traería bendición al
mundo por medio de un gran Rey que algún día nacería en esa familia, que viviría para
siempre, y que establecería un reino que duraría para siempre.
"Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo
su corazón y de toda su alma, jamás faltará a ti varón en el trono de Israel" (1
Reyes 2:4. Dios, a David. Esta promesa, al principio condicional, después se hizo
absoluta, ya que la condición fue enteramente cumplida en el Rey Eterno.)
"Le pondré por primogénito, el más excelente de los reyes de la tierra ...”
“Pondré su descendencia para siempre, y su trono como los días de los cielos...”
"No olvidare mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios. Una vez he
jurado por mi santidad que no mentiré a David ... Su trono será firme para siempre"
(Sal 89:3, 4, 27-29, 34-37).
"En verdad juró Jehová a David; no se retractará de ello: Del fruto de tu vientre
pondré sobre tu trono" (Sal 132:11).
"En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David ... para que aquellos
sobre los cuales es invocado mi nombre posean .. todas las naciones, dice Jehová"
(Amos 9:11, 12).
"Saldrá una vara del trono de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces... la cual
estará puesta por pendón a los pueblos, y será buscada por las gentes" (Isaías
11:1, 10).
"Mas tú, Belén (Ciudad de David)... de ti saldrá el que será Señor en Israel; y
sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad... será
engrandecido hasta los fines de la tierra" (Miq 5:2, 4).
"¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová... He aquí vienen los días, dice
Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey ... y este será
su nombre con el cual le llamarán: Jehová, Justicia Nuestra" (Jer 22:29; 23:5, 6).
"Si pudieras invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de tal manera
que no haya día ni noche a su tiempo, podrá también invalidarse mi pacto con mi
siervo David" (Jer 33:20, 21).
"En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David... para la
purificación del pecado y la inmundicia" (Zac 12:8; 13:1).
"Este será grande, y será llamado hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el
trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre; y su
reino no tendrá fin" (Lucas 1:30-33)
Poco después de hacerse rey sobre todo Israel, David hizo de Jerusalén su capital.
Desde los días de Josué, solamente Jerusalén había desafiado el poder de Israel.
Ubicada en un sitio inexpugnable, y respaldada por la tradición de Melquisedec el
sacerdote de Dios Altísimo, David la creyó el mejor lugar para la capital del la nación.
La tomó, llevó allí el Arca de Dios, y planeó el Templo (caps 5, 6, 7).
David tuvo gran éxito en sus guerras. Subyugó completamente a los filisteos, moabitas,
sirios, idumeos, amonitas, amalecitas y a toda nación enemiga entre Egipto y el
Eufrates. "Jehová dio la victoria a David por dondequiera que iba" (8:6).
David tomó a una nación insignificante, y en pocos años hizo de ella un reino poderoso.
En el suroeste el imperio mundial egipcio había caído. Allá al este, los imperios
mundiales asirio y babilonio aún no habían surgido. Y aquí sobre la ruta entre ambos,
bajo la mano de David. el reino de Israel casi en una noche había llegado a ser, no un
imperio mundial, pero probablemente el reino más poderoso del mundo en aquel
momento.
Sin embargo, este era el hombre "conforme al corazón de Dios" (1 Sam 13:14; Hech
13:22). La reacción de David ante su propio pecado mostró que él era justamente eso.
Alguno de los Salmos, tales como el 32 y el 51, nacieron de esta amarga experiencia.
Capítulos 13 al 21. Los Males de David
La violación de Tamar. El asesinato de Amnón. La huida de Absalón, y su regreso.
El complot de Absalón, capítulos 15-19. Absalón probablemente sabía que Salomón era
destinado a ser sucesor de David como rey, y de aquí este intento de arrebatar el trono
a David su padre. A juzgar por lo extenso del relato, debe de haber sido una de las
pruebas más grandes de David. Involucró la traición de algunos de los consejeros de su
mayor confianza, y quebrantó completamente su corazón. Pero por fin Absalón fue
muerto, y David fue reafirmado sobre el trono.
Luego vino la rebelión de Seba (cap. 20) Probablemente había debilitado bastante el
dominio de David sobre el pueblo, el intento de Absalón, al que Seba quiso imitar, pero
pronto fue derrotado. Luego los filisteos levantaron cabeza nuevamente; y nuevamente
David fue victorioso.
El censo reveló una población de carca de millón y medio de guerreros, sin contar a
Leví ni a Benjamín (1 Cr 21:6), o sea una población total de quizás cinco millones.
David
En general, David fue de un carácter magnífico; intensamente humano, impulsivo, de
lama íntegra, y generoso aun hasta el extremo. Cometió algunos actos malos, pero
para un rey oriental era un hombre sumamente notable. Estaba entregado a Dios y a
Sus caminos en corazón y alma. En un mundo idólatra, y en una nación que de
continuo caía en la idolatría, David permanecía firme como una roca de parte de Dios.
En toda circunstancia de su vida recurría directamente a Dios, en oración, en alabanza
o en acción de gracias. Sus dos hazañas mayores fueron: la creación del reino israelita,
y los Salmos
Árbol genealógico de David
Libro de 1º Reyes
El período que 1 Reyes cubre incluye la “edad de oro de la literatura de sabiduría
hebrea” porque fue durante estos años que Salomón escribió el Cantar de los Cantares,
Proverbios y Eclesiastés. Internacionalmente, Israel tuvo la oportunidad de sobresalir
porque éste fue un período de debilidad en Egipto y Mesopotamia. El libro describe el
reinado de Salomón sobre la monarquía unida (Israel y Judá, 2:12–11:43); luego el libro
narra las circunstancias del reino dividido. El escritor introduce cada uno de los reyes de
Judá y de Israel, dando la edad del rey al ascender al trono, la duración del reinado, el
nombre de la madre y hechos adicionales acerca del rey. Se hace una evaluación del
reinado del rey y se recapitulan varios acontecimientos; al final de cada narrativa el
escritor cita sus fuentes, dice donde fue sepultado el rey y quien reinó después de él.
Al morir Salomón, su hijo Roboam fue visitado por Jeroboam y los representantes de
las tribus del norte de Israel con la petición de que el gobierno fuera menos severo.
Jeroboam era hijo de uno de los sirvientes de Salomón, y un profeta le había dicho que
Dios lo había escogido para reinar sobre las tribus del norte. Roboam siguió un mal
consejo y rehusó la petición; por eso el reino se dividió: Israel en el norte, con diez
tribus con Roboam como rey y Judá en el sur, con dos tribus con Roboam como rey.
Jeroboam comenzó su reinado rompiendo sus lazos religiosos con Jerusalén.
Estableció nuevos lugares de adoración en Betel, en la parte sur de su dominio y en el
norte en el territorio de Dan. También instaló un nuevo sacerdocio e instituyó otro
calendario. Sin embargo, mucha gente del reino del norte permaneció fiel a la adoración
del SEÑOR. El profeta Elías luchó por la causa del Señor en contra de esta falsa religión
de ritos paganos sexuales y violencia, y sus encuentros con Acab y Jezabel llenan
muchas páginas del libro. Elías desafió a toda la nación a volver al Señor.
Por más de 50 años de la historia de la monarquía dividida, hubo conflicto entre Judá e
Israel. Después de este tiempo de guerra, Acab y Josafat comenzaron un período de
paz entre los reinos, que duró cerca de 40 años.
Cada rey es evaluado según él se conformaba a la ley de Dios. 1 Reyes demuestra que
el pecado trae juicio y que la justicia concede la recompensa genuina.
Bosquejo de 1º Reyes
Sucesores del trono de Salomón (1:1-2:12)
Consolación del trono de Salomón (2:13-46)
Sabiduría de Salomón (cap.3)
Características del reino de Salomón (cap.4)
Preparación para
construir el templo
(cap.5)
La construcción del
templo (cap.6)
El proyecto de las Construcción de
construcciones de Salomón (5:1- palacio (7:1-12)
La era de Salomón (1:1-12-24)
9:9) Los muebles del
templo (7:13-51)
La dedicación del
templo (cap.8)
La respuesta de Dios
y su advertencia (9:1-
9)
Características del reino de Salomón (9:10-10:29)
Desatino de Salomón (11:1-13)
La amenaza del trono de Salomón (11:14-43)
La sucesión de Jeroboán en el trono (12:1-24)
Jeroboán I de Israel (12:25-14:20)
Roboán de Judá (14:21-31)
Abías de Judá (15:1-8)
Asá de Judá (15:9-24)
Israel y Judá desde Jeroboán I, Roboán Nadad de Israel (15:25-32)
hasta Acab, Asá (12:25-16:34) Basá de Israel (15:33-16:7)
Elá de Israel (16:8-14)
Zimri e Israel (16:15-20)
Omrí de Israel (16:21-28)
Acab de Israel (16:29-34)
Elías en la sequía (cap.17)
Elías en el monte Carmelo (cap.18)
La huida de Elías a Horeb (cap.19)
Los ministerios de Elías y Eliseo y otros Un profeta condena a Acab por limitar a Ben Adad
profetas desde Acab. Asá a Jorán (17:1- (cap.20)
2R8:15) Elías condena a Acab por apoderarse de la viña de
Nabot (cap.21)
Se cumple la profecía de Micaías sobre la muerte de
Acab (22:1-40)
Josafat de Judá (22:41-50)
LIBRO PRIMERO DE REYES.
En el Antiguo Testamento hebreo, los dos libros de Reyes eran uno solo. Fue dividido
por los traductores de la Septuaginta. El relato abarca en general:
El reino de Salomón
El Autor
No se sabe quién fue. Según una tradición judaica fue Jeremías. Sea quien fuere, cita a
menudo anales de Estado y otros registros históricos existentes en su día, tales como
"el Libro de los Hechos de Salomón," "El libro de las historias de los reyes de Israel,"
"Las crónicas de los reyes de Judá" (1 Reyes 11:41; 14:19, 29; 15:7, 23, 31; 15:5, 14,
27, etc.) Parece pues, que había abundancia de documentos escritos a los cuales el
autor tuvo acceso, y de que hizo uso, guiado desde luego por el Espíritu Santo de Dios.
El texto de 1º Crónicas 29:29 el cual sugiere que estos libros históricos fueron escritos
de diversas fuentes de los profetas.
Salomón, descrito en la Biblia como el tercer y último rey del Israel unificado (incluyendo el
reino de Judá). La Biblia' 'lo considera el hombre más sabio que existió en la Tierra.
Logró reinar cuarenta años y su reinado quedaría situado entre los años 970 a.C. y el
930 a.C. aproximadamente.
Construyó el Templo de Jerusalén, y se le atribuye la autoría del Libro de Eclesiastés, libro de los
Proverbios y Cantar de los Cantares , todos estos libros recogidos en la Biblia. Es el protagonista
de muchas leyendas posteriores, como que fue uno de los maestros de la Cábala.
En el Tanaj (libro hebreo, para los cristianos el Antiguo Testamento) también se le llama Jedidías.
Poseyó un gran harén, el cual incluía a «la hija del faraón». (1 Reyes 3:1; 1 Reyes
11:1,3; 1 Reyes 9:16)
El principal reto de interpretación en Reyes tiene que ver con la cronología de los reyes
de Israel y Judá. Aunque se presenta información cronológica abundante en el libro de
Reyes, esta información es difícil de interpretar por dos razones.
Parece haber inconsistencia interna en la información dada. Por ejemplo, 1 R. 16:23
afirma que Omri, rey de Israel, comenzó a reinar en el año 31 de Asa, rey de Judá, y
que él reino doce años. Pero de acuerdo a 1 R. 16:29, Omri fue seguido por su hijo
Acab en el año 38 de Asa, dándosele a Omri un reinado de solo siete años, no de doce.
Pero cuando los años totales de reinados reales en Reyes son sumados, el número
para Israel es doscientos cuarenta y un años (no los doscientos diez años del 931 al
722 a.C.) y Judá trescientos noventa y tres (no los trescientos cuarenta y seis años del
931 al 586 a.C.). Es reconocido que en ambos reinos hubieron algunos correinados,
esto es, un período de gobierno durante el cual dos reyes, normalmente padre e hijo,
gobernaron al mismo tiempo, y así los años que empalmaron fueron contados dos
veces en el total para ambos reyes. Además, diferentes métodos para contar los años
del gobierno de un rey y aún diferentes calendarios fueron usados en diferentes
ocasiones en los dos reinos, resultando en las aparentes inconsistencias internas. La
precisión general de la cronología en Reyes puede ser demostrada y confirmada.
Israel Judá
10 tribus 2 tribus (Judá y Benjamín)
Reino del Norte (Efraín) Reino del Sur (Judá)
19 reyes de 9 dinastías 20 reyes de la dinastía de David.
Todos los reyes fueron malos La mitad fueron buenos
Duración: 209 años (931 – 722) Duración: 345 años (931 – 586)
Capital – Samaria Capital - Jerusalén
En general, 1 Reyes sigue la historia después de la división del reino hablando tanto de
los reyes de Israel (Norte) como de los reyes de Judá (Sur) hasta el rey Acab al Norte y
Josafat al Sur.
Reyes de Israel y Judá
Reyes de Israel (Norte) Reyes de Judá (Sur)
Reyes Años Tiempo Carácter Reyes Años Tiempo Carácter
Jeroboam 931 – 909 22 años Malo Roboam 931 – 914 17 años Malo
Nadab 910 – 908 2 años Malo Abiam 914 – 911 3 años Malo
Baasa 909 – 885 24 años Malo Asa 911 – 870 41 años Bueno
Ela 885 – 883 2 años Malo
Zimri 885 7 días Malo
Omri 885 – 873 12 años Malísimo
Acab 874 – 852 22 años Lo peor Josafat 873 – 848 25 años Bueno
Ocozías 853 – 851 2 años Malo Joram 853 – 845 8 años Malo
Joram 852 – 840 12 años Malo Ocozías 841 1 años Malo
Jehú 841 – 813 28 años Malo Atalía 841 – 835 6 años Diabólica
Joacaz 814 – 797 17 años Malo Joás 835 – 795 40 años Bueno
Joás 798 – 782 16 años Malo Amasías 796 – 767 29 años Bueno
Jeroboam II 793 – 752 41 años Malo Uzías 792 – 740 52 años Bueno
Zacarías 753 6 meses Malo Jotam 750 – 736 16 años Bueno
Salum 752 1 mes Malo
Manahem 752 – 742 10 años Malo
Pekaía 742 – 740 20 años Malo Acaz 735 – 719 16 años Malvado
Peka 740 – 732 20 años Malo
Oseas 732 – 723 9 años Malo Ezequías 716 – 687 29 años Lo Mejor
Manasés 697 – 642 55 años Lo peor
Amón 643 – 641 2 años Lo peor
Josías 641 – 610 31 años Lo mejor
Joacaz 609 3 meses Malo
TOTAL 19
Joacim 609 – 598 11 años Malvado
Joaquín 598 3 meses Malo
Sedecías 595 – 586 11 años Malo
TOTAL 20
Libro 2º Reyes
El libro continúa relatando la monarquía dividida hasta el año 722 a.C. En los primeros
capítulos el profeta Eliseo es el personaje principal, guiando espiritualmente al reino de
Israel (1:1–13:25). De mucha importancia es la descripción que se hace de la dinastía
de David en el reino de Judá con sus fracasos y victorias. La trágica decadencia y caída
de la nación hebrea, con su corrupción moral, se describe con gran detalle. El juicio de
Dios contra el reino del norte, Israel, se lleva a cabo por medio de la invasión de las
fuerzas asirias, quienes destruyeron el reino (17:1–41).
Luego la narración continúa con la historia del remanente del reino del sur, Judá, y
termina con el relato de la caída de ese reino en el 586 a.C. El juicio de Dios viene
sobre los de Judá por medio de la humillante derrota por los babilonios y el
subsecuente exilio a Mesopotamia (23:1–25:30).
2º Reyes cubre un espacio de unos 290 años. Esta fue una época de mucha
importancia en la vida del pueblo escogido. Trece de los dieciséis profetas que
escribieron (Isaías a Sofonías) redactaron sus libros durante este tiempo. La gente fue
instada a rendirse a la disciplina de Dios (25:24); Jeremías los amonestó de una
manera semejante (Jer 29:1–32). Cuando Dios disciplina, es mucho mejor ceder a su
benéfica corrección. Las cosas empeoran si se resiste.
AUTOR:
Se le atribuye a Jeremías, pero no hay una absoluta certeza.
TEMAS:
El Templo, el reino y el pacto, el surgimiento de los profetas.
COBERTURA HISTÓRICA:
Desde la muerte de David (970 a.C.) hasta el exilio de Judá en el siglo VI (586 a.C.)
Bosquejo de 2 de Reyes
Cautividad de Israel.
"Tomó el rey de Asiria a Samaria, y transportó a Israel... y trajo gente de Babilonia... y
los puso en las ciudades de Samaria" (17:6, 24).
Dice una inscripción de Sargón. "En mi primer año tomé Samaria. Tomé 27.890
cautivos. Puse en Samaria a gentes de otras tierras que no pagaban tributo.
ASIRIA
El reino de Israel fue destruido por el imperio de Asiria, En años recientes han sido
hallados los anales de los reyes asirios, en que ellos mismo han narrado sus hazañas.
En estos anales aparecen los nombres de diez reyes hebreos: Omri, Acab, Jehú,
Menahem, Peka, Oseas, Uzías, Acaz, Ezequías, y Manasés. Muchos pasajes
confirman, complementan o ilustran las narraciones bíblicas.
Fue política asiria desterrar a los pueblos vencidos, a otros países, para así destruir su
solidaridad nacional y hacerles más fáciles de sojuzgar. Los asirios eran grandes
guerreros. Siempre andaban en incursiones y asaltos. En aquel entonces casi todas la
naciones vivían del saqueo, y los asirios parecen haber sido de los peores. Levantaron
su imperio con el botín de otros pueblos. Eran crueles; desollaban vivos a sus
prisioneros, les cortaban las manos, pies, orejas o narices; o les arrancaban los ojos o
la lengua, y levantaban montones de cráneos humanos, todo para impartir terror.
Asiria fue fundada en alguna época anterior al 2.000 a.C. por colonizadores babilónicos,
y durante muchos siglos estuvo sujeta a Babilonia o en conflicto con ella. Cerca del
1300 A.C. Salmanasar Iy su hijo Tukulti-Mas arrojaron de sí el yugo babilonio y reinaron
sobre todo el valle del Eufrates. Después Asiria decayó. En 1120-1100 A.C. Tiglat-
pileser I (contemporáneo más o menos de Samuel) hizo nuevamente de Asiria un gran
reino. Sobrevino otros período de decadencia, durante el cual se levanto el reino de
David y de Salomón. Luego vino la época brillante de 300 años durante los cuales
Asiria era un imperio mundial, bajo los reyes siguientes:
Assur-nasipal II, 885-860 a.C. Guerrero y cruel. Hizo de Asiria la mejor
organización bélica del mundo antiguo.
Salmanasar II, 860-825 A.C. Primer rey asirio que sostuvo luchas con Israel.
Acab peleó contra él. Jehú le pagó tributo.
Tiglat-pileser III, 747-727 A.C. Su nombre personal era Pul. Llevó cautivo al
norte de Israel, 743 A.C. Véase Isaías 7.
606 A.C. Nabucodonosor derrotó a Joacim, y llevó tesoros del templo y príncipes del
linaje real, inclusive a Daniel, a Babilonia (2 Cr 36:6-7; Dan 1:1-3).
597 A.C. Nabucodonosor volvió, y tomó el resto de los tesoros, al rey Joacim, y 10.000
príncipes y hombres principales, y los llevó cautivos a Babilonia (2 Reyes 24:14-16).
586 A.C. Volvieron los babilonios, incendiaron Jerusalén, derribaron los muros, sacaron
los ojos al rey Sedecías, y lo llevaron cautivo a Babilonia, junto con otros 832, dejando
solamente un resto de la clase pobre en la tierra (2 Reyes 25:8-12; Jer 52:28-30). El
resumen de Jeremías es más breve que en 2 Reyes, y probablemente incluye
solamente lo más importante. Tardaron los babilonios un año y medio en someter a la
ciudad. La sitiaron en el día 10 del mes décimo del año noveno de Sedecías, y cayó el
día 9 del cuarto mes de su año undécimo. Un mes después, el día 7 del quinto mes, la
ciudad fue incendiada.
Así pues, Nabucodonosor tardó 20 años en destruir Jerusalén. Pudo haberlo hechos
desde el comienzo, si hubiera querido; pero solamente quería tributo. Luego también,
Daniel, a quien llevó a Babilonia en su primera incursión, pronto se hizo su amigo y
consejero, cuya influencia quizás le haya refrenado en parte, hasta que la persistencia
de Judá en aliarse con Egipto obligó a Nabucodonosor borrar a Jerusalén del mapa.
Cinco años después del incendió de Jerusalén, en 581 A.C. los babilonios volvieron y
tomaron cautivos a otros 745, aun después de haber huido a Egipto un grupo
considerable, inclusive Jeremías (Jer 43). La caída de Jerusalén provocó el ministerio
de los tres grandes profetas Jeremías, Ezequiel y Daniel.
La cautividad de Judá a manos de Babilonia había sido predicha 100 años antes por
Isaías y Miqueas (Isa 39:6; Mip 4:10). Ahora que se había consumado, Jeremías predijo
que duraría 70 años (Jer 25:11, 12).
Tal fue el fin del reino terrenal de David. Había durado 400 años. Revivió en un sentido
espiritual, con la venida de Cristo, para ser consumado en gloria a Su regreso.
BABILONIA
Asiria llevó cautiva a Israel, 734-721 A.C.
Babilonia llevó cautiva a Judá, 606-586 A.C:
Asiria era la parte norte del valle Eufrates-Tigris.
Babilonia era la parte sur del valle Eufrates-Tigris
Nínive era la capital del imperio asirio.
Babilonia era la capital del imperio babilónico.
De Nínive a Babilonia había unos 480 km.
El Antiguo Imperio Babilónico
Babilonia fue la cuna de la raza humana.
Cerca del 2000 A.C era la potencia dominante mundial.
Luego hubo 1000 años de lucha interminable entre Babilonia y Asiria.
Luego casi 300 años de supremacía asiria, 885-607 A.C.
Nabucodonosor, 606-561 A.C., el más grande de los reyes babilonios y uno de los
monarcas más poderosos de todo los tiempos. Reinó 45 años. El imperio babilónico fue
en gran parte obra suya. Extendió el dominio babilónico sobre la mayor parte del mundo
entonces conocido, y embelleció la ciudad de Babilonia casi más allá de nuestras
imaginación. Fue él quien llevó cautivos a los judíos, incluyendo a Daniel y a Ezequiel.
Tuvo gran cariño hacia Daniel, y le hizo unos de los principales consejeros. La
influencia de Daniel sin duda habrá aliviado la suerte de los cautivos judíos.
Nabonido. 556-556. Su hijo Belsasar fue co-regente durante los últimos años de su
reinado. Babilonia cayó, y la supremacía pasó a manos de Persia.
El imperio babilónico duró 70 años del cautiverio judaico fueron los mismos 70 en que
Babilonia dominó el mundo. En el mismo año en que Ciro rey de Persia conquistó
Babilonia, 536 a.C., autorizó el regreso de los judíos a su propia tierra.
LIBROS DE CRÓNICAS
En el año 722 a.C. Judá había presenciado como Israel había caído en manos de
Asiría. En el 586 a.C., cuando por tercera y última vez los babilonios sitiaron a
Jerusalén, Judá perdió su Templo, la ciudad de David, y el reino de los hijos de David
llego a su fin. Todo parecía perdido: Judá sufrió el cautiverio durante setenta años.
Entonces Ciro, un rey persa, expidió un decreto que permitía a los exiliados volver y
reedificar la ciudad de Jerusalén y su templo. Pero aun cuando los exiliados hicieron
todo eso, ¿podrían estar seguros de que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob estaría con
ellos? ¿Había Dios abandonado a su pueblo y olvidado su promesa a Abraham por los
pecados que habían cometido? ¿Volverían a unirse una vez más los reinos del norte y
del sur? ¿Enviaría aun Dios a su Mesías? ¿Tendría David un descendiente suyo que
ocuparía su trono para siempre? ¿Y qué decir del Templo? Desde los días de Salmón
hasta el cautiverio babilónico, los reyes que lo habían desatendido, profanaban con
ídolos de las naciones vecinas. ¿Serviría de algo restaurarlo ahora, en caso de que lo
hicieran?
¿Y que de los profetas? ¿Cuál era la Palabra de Dios, el mensaje de los profetas en
cuanto a Israel, Judá, y su futuro? ¿Cambiara la Palabra de Dios? ¿Tendrían validez los
mensajes de los profetas aun después aun después que Israel y Judá habían pecado
tan gravemente? Una vez que el pueblo de Dios hubo regresado del cautiverio, había
que hacerle recordar “los acontecimientos o anales de los días y de los, y por eso se
escribió Crónicas. No se puede afirmar con certeza quien lo escribió, aunque tal vez lo
haya escrito Esdras. Lo que sí puede afirmarse, sin embargo, es que estos libros son
parte del plan de Dios, pues los ha incluido en el canon de las Escrituras.
Autor
El autor es incierto. Probablemente Esdras.
El autor vivió después de volver de Babilonia (1Cr.6:15; 3:1,19; 9:1,2).
El libro de Esdras es una extensión del libro de Crónicas.
2Cr.36:22-23 y Esd.1:1-3. Continúa exactamente el mismo tema de Ciro.
1º 2º Reyes 1º 2º Crónicas
Escrito antes de la cautividad Escrito después de la cautividad
Historia del reino desde el punto de Historia del reino desde el punto de
vista profético. vista del sacerdocio.
Escrito por un profeta (algunos creen Escrito por un sacerdote (según se
que fue Jeremías, pero no es seguro) cree pudo ser Esdras)
Entreteje las historias de los dos reinos Solamente trata el reino del Sur (Judá)
Dedica mucho espacio a los profetas No menciona a Elías nunca, y
Elías y Eliseo. menciona a Eliseo una sola vez.
1 Crónicas no menciona a su autor, pero pudo haber sido Esdras porque el escritor está
familiarizado con la moneda persa conocida como dárico (29:7; Esd 8:27). El cronista
usa varias fuentes para la composición de sus libros. El tuvo acceso a los libros de
Samuel y Reyes. Pero 1 Crónicas cita otras obras también, inclusive material profético.
Registros archivados, tal como las genealogías, le fueron de utilidad (1:1–9:44). Las
Crónicas del rey David (27:24), del vidente Samuel, del profeta Natán y del vidente Gad
(29:29), tal vez hayan sido fuentes útiles de información usadas bajo la inspiración del
Espíritu Santo (2 Ti 3:16).
La reafirmación del pacto de Dios con David (17:1–15) es uno de los pasajes más
conmovedores en 1 Crónicas, a la vez que es un recordatorio para todo el que pone su
fe en Cristo, que las promesas eternas de Dios no son nulificadas por los defectos del
hombre (Ro 4:21; 2 Co 1:20). El Hijo mayor que David, Jesús el Mesías (Mt 1:1), es en
quien en definitiva se cumple este pacto. A causa de la fidelidad de Dios en sus
promesas a David, todos los creyentes son beneficiarios de su salvación.
Estos dos libros fueron escritos a los exilios judíos repatriados como una crónica de la
intención de Dios de bendecir en el futuro, a pesar del fracaso moral y espiritual pasado
de la nación por el cual el pueblo pagó caro la ira de Dios. Primero y Segundo Crónicas
podrían ser brevemente resumidos como sigue:
Una historia genealógica selecta de Israel (1 Cr 1-9)
El reino unido de Israel bajo Saúl (1 Cr 10), David (1 Cr 11-29) y Salomón 2 Cr 1-9)
La monarquía de Judá en el reino dividido (2 Cr 10-36:21)
La liberación de Judá de su cautividad de 70 años (2 Cr 36:22, 23)
La línea sacerdotal del hijo de Eleazar, Fineés y la línea levítica aún estaban intactas de
tal manera que la adoración en el templo podía continuar con la esperanza de que la
presencia de Dios regresaría en un día (Nm 25:10-13; Mal 3:1). La promesa davídica de
un rey aún era válida, aunque futura en su cumplimiento (2 S 7:8-17; 1 Cr 17:7-15). Su
esperanza individual de vida eterna y restauración de las bendiciones de Dios descansó
para siempre en el nuevo pacto (Jer 31:31-34).
Tres elementos de fracaso básicos encontramos en los reyes de Judá trajeron la ira de
Dios: 1) pecado personal; 2) adoración falsa - idolatría; 3) confianza en el hombre en
lugar de en Dios.
El Libro de 2 Crónicas demuestra lo que la historia tiene que ver con la fe. Aún más,
dice lo que la fe tiene que ver con la vida; está dirigido a las necesidades prácticas de la
comunidad. Al seleccionar y presentar datos históricos, 2 Crónicas demuestra una
perspectiva sacerdotal que enfatiza el templo y la adoración. Esto es diferente a 1 y 2
Reyes, que son escritos desde una perspectiva profética representada por los
ministerios de Elías y Eliseo.
ESTRUCTURA DE 1º Y 2º CRÓNICAS
“Edificando el templo para volver a Dios”
Versículo clave: 1º Crónicas 22:19
“Poned, pues ahora vuestro corazón y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro
Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de
Jehová; y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová”
1 y 2 Reyes 1 y 2 Crónicas
Estilo Realismo Idealismo
Punto de vista Civil y político Espiritual y moral
Reinos del norte y del sur; todos los Reino del sur Judá; Rey David, Rey
Enfoque
reyes, fuesen bueno o malos Salomón y los reyes piadosos de Judá
El regreso de Judá del cautiverio ocurrió en tres fases. El libro de Esdras presenta la
primera fase (538 a.C.) bajo Zorobabel (1:1–6:22) y la segunda (458 a.C.) que fue
dirigida por Esdras mismo (7:1–10:44). La tercera fase (444 a.C.) fue dirigida y narrada
por Nehemías, colega de Esdras. En la elaboración de la primera parte de su obra,
Esdras posiblemente consultó material escrito con anterioridad; el resto, contiene sus
memorias personales. Esdras tiene una perspectiva semejante a la de 1 y 2 Crónicas, y
continúa la historia comenzada en esos libros.
Entre los regresos del pueblo bajo Zorobabel y Esdras (6:22; 7:1), hubo un período de
unos ochenta años. Los eventos del libro de Ester ocurrieron durante este período del
libro. El emperador persa, Artajerjes I, publicó un decreto instando a los judíos que
habían permanecido en la tierra de su cautividad a que volvieran a su patria (7:11–20).
Cuando Esdras volvió, notó que el pueblo no estaba viviendo vidas santas, por eso los
desafió al arrepentimiento y la consagración (9:5–10:8). Entonces el pueblo renovó su
pacto de santidad para con Dios (10:9–44).
El libro de Esdras proporciona una sólida base para confiar que Dios concederá nuevos
comienzos. A pesar de qué obstáculos u oposición tengan que confrontarse, el Señor
es fiel a su palabra y protegerá y dirigirá a los que pongan la fe en El (8:21–23) y
confíen en el poder del Espíritu Santo (Zac 4:6).
Bosquejo de Esdras
LIBRO DE NEHEMÍAS
Desde el tercer milenio a.C., se construían las ciudades del Oriente Medio con muros
de piedra a su alrededor. Sus puertas, siempre vigiladas, eran mudos centinelas que
daban o negaban paso a todos los que pretendían entrar en la ciudad. Desde lo alto de
los muros, los centinelas podían otear el horizonte y ver a todo el que se acercara a la
ciudad, ya fuera en son de paz o en plan de guerra. Las puertas de la ciudad eran
también testigos mudos de transacciones comerciales y de juicios emitidos en
cuestiones de fuero civil, en los que actuaban como jueces los ancianos de la ciudad.
Los muros de la ciudad eran, por su condición física, motivo de orgullo o de vergüenza.
Durante la invasión de los babilonios los muros de Jerusalén habían sido derribados.
Todo estaba en ruinas, lo mismo los muros que las múltiples entradas a la ciudad. Eso
era motivo de ignominia para los exiliados que apenas habían vuelto, y motivo de gran
dolor para Nehemías, coopero del rey Artajerjes. Pero aunque Nehemías se hallaba a
unos mil kilómetros de distancia, no se había olvidado de su amada ciudad ni de su
pueblo.
En tanto que Esdras nos relata la reedificación del templo bajo dirección de Zorobabel,
su contemporáneo Nehemías nos narra la reedificación de los muros de Jerusalén. Su
relato se inicia en Susa, capital del imperio persa, en el año 445 a.C.
Vista Panorámica de Nehemías
El libro de Nehemías muestra cuánto puede lograr Dios a través de la fidelidad y
generosidad de los suyos. También demuestra cómo afrontar los grandes desafíos a
pesar de las dificultades y peligros aparentemente infranqueables.
Históricamente, una nación desposeída de su tierra raras veces tiene una segunda
oportunidad de lograr su soberanía. Pero Judá es una espléndida excepción a esto
porque después de haber sido completamente vencida por los babilonios y desterrados
a la fuerza, tuvo la oportunidad de volver a su patria cuando el rey persa, Ciro,
conquistó a Babilonia. En el año 444 a.C. Nehemías dirigió esta tercera fase del
regreso.
Nehemías fue asistido por Esdras, quien dirigió al pueblo en la lectura de la ley (7:73b–
8:18). Esdras y ciertos levitas tuvieron la oportunidad de explicar la ley a los ciudadanos
de Jerusalén. Esta nueva entrega a la Palabra de Dios produjo un avivamiento en
Jerusalén y en todo Judá (9:1–10:39). En el año 432 a.C., Nehemías fue llamado a
volver a Persia para que reasumiera sus responsabilidades en el palacio. Poco después
de su partida el pueblo de Judá volvió a sus caminos antiguos. Nehemías regresó una
vez más a Judá en el 420 a.C. e hizo otras reformas (13:4–31). El escribió su libro
después de estos eventos. El ministerio de Nehemías se extendió hasta el 409 a.C.
ESTRUCTURA DE NEHEMÍAS
“Edificando para restaurar personas”
VersículoClave:Nehemías 2:17
“Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y
sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no
estemos más en oprobio”
1:1 Oración de Nehemías por
Jerusalén Sale
2:1 Artajerjes envía Nehemías a Nehemías
Jerusalén Principios
3:1 Reparto del trabajo
4:1 Precauciones contra enemigos Comienzosdel Trabajo
5:1 Usura y enemigos
7:5 Los que volvieron con
Zorobabel
7:73b Esdras lee la ley al pueblo La Ley
9:1 Esdras confiesa pecados de Obediencia
Israel Restauración
9:38 Pacto del pueblo obediencia
11:1 Los habitantes de Jerusalén Personas
12:27 Dedicación del muro
Cambios
13:1 Reformas de Nehemías
Un Recorrido por el Libro de Nehemías
Oraciones de Nehemías
Capítulo 1:5 al 12
Capítulo 2: 4
Capítulo 4:4,5
Capítulo 4:9
Capítulo 5:19
Capítulo 6:9b
Capítulo 6:14
Capítulo 9:6 al 38
Capítulo 13:9
Capítulo 13: 22b
Capítulo 13:29
Capítulo 13:31b
Cronología de Nehemías
REFS FECHAS ACONTECIMIENTOS
446 a.C.
1:1, 4 noviembre-diciembre Nehemías oye los problemas y ora
(Quisleu)
7:73B septiembre-octubre 445 a.C. (Tishri) Se celebra el Día de las Trompetas (Implícito)
8:13-15 septiembre-octubre 445 a.C.(Tishri) Fiesta de los tabernáculos celebrada
LIBRO DE ESTER
Ester aparece unos 40 años después de la reconstrucción del Templo, y unos 30 antes
de la reconstrucción del muro. Aun cuando este libro esté colocado después del de
Nehemías, cronológicamente relata sucesos 30 años antes. Quizás Ester haya hecho
posible la obra de Nehemías. Su matrimonio con el rey debe de haber dado a los judíos
gran prestigio. Es imposible calcular cuál hubiera sido la suerte de la nación hebrea sin
Ester. Si no fuera por ella, quizás Jerusalén nunca su hubiera reconstruido, y hubiera
sido muy distinta la historia para todas las edades futuras.
El libro de Ester no es una mera historia para enseñar una moraleja. Trata de un evento
histórico bien importante; el rescate de la nación hebrea de ser aniquilada en los días
que siguieron al cautiverio babilónico. Si la nación hubiese sido borrada de la faz de la
tierra unos 500 años entes de la venida de Cristo al mundo, esto podría haber
efectuado grandemente los planes de Dios y el destino de la humanidad. Sin la nación
hebrea, no podía haber Mesías; sin el Mesías, el mundo estaba perdido. Aunque ella
misma no lo haya sabido, esta hermosa joven desempeño su parte en preparar el
camino para la venida del Salvador del mundo.
Ester es una joya literaria que se lee con interés y deleite tanto por jóvenes como por
adultos. Nos ofrece un buen ejemplo de la providencia de Dios, quien predice lo que va
a ocurrir y cuida a sus hijos.
Aun cuando un remanente de Judá volvió a la tierra que Dios les había prometido a
Abraham, Isaac y Jacob, hubo otros Judíos que permanecieron en las ciudades de su
cautiverio. A algunos de ellos se les acogía y se les apreciaba como miembros
importantes, pero a otros se les aborrecía y se les miraba con desprecio. Había incluso
algunos judíos a los que se quería exterminar. Ester nos cuenta la historia. Este libro
recoge en sus paginas un periodo de diez años dentro del interludio de 58 a 60 años
que ocurre en el libro de Esdras, y nos narra los orígenes de una fiesta (Purim) que se
celebra desde hace mas de dos mil años, gracias a una mujer que, por amor a su
pueblo, declaro con firmeza: “Si perezco, que pereza.”
El tiempo de Ester llegó 550 años después de la muerte de Agag, pero a pesar de tal
paso de tiempo ni Amán el agageo ni Mardoqueo el benjamita se habían olvidado de la
enemistad tribal que aún hervía en el alma de cada uno de ellos. Esto explica la razón
por la que Mardoqueo rehusó postrarse ante Amán (3:2, 3) y la razón por la que Amán
trató de una manera tan intensa de exterminar a la raza judía (3:5, 6, 13). Como era de
esperarse, la profecía de Dios de extinguir a los amalecitas (Ex.17:14; Dt 25:17-19) y la
promesa de Dios de preservar a los judíos (Gn 17:1-8) prevaleció.
Autor
El autor es desconocido porque el libro no lo expresa.
Personas con posibilidad de haberlo escrito son el mismo Mardoqueo (Est.9:20) de
quien se habla que escribió cartas a los judíos para que celebrasen este evento de
preservación de los judíos; o pudo haber sido Esdras el escriba por su cercanía con la
época de estos eventos y su conocida capacidad como cronista.
Fecha Evento Referencia
538 – 515 a.C. Jerusalén restaurada Esdras 1 – 6
Fecha
Especulamos que por la época histórico en que se relata su contenido. Si fue
Mardoqueo, pudo haber sido escrito en algún momento después del 474 a.C. cuando
los eventos finales ocurren (Est.9:20); y si el autor fue Esdras, pudo haber sido escrito
alrededor del 450 a.C.
Jesús validó este libro al reconocerlo como parte integrante de las escrituras hebreas
(Lc 24:44). Ester comienza con una fiesta por Jerjes en el año 483 a.C. y concluye con
la fiesta de Purim en el 474 a.C. Cronológicamente, los eventos relatados en el libro de
Ester sucedieron entre los capítulos seis y siete de Esdras. En Ester, Asuero es otro
nombre para Jerjes, el egoísta emperador persa (1:10–22) que gobernó del 486–465
a.C. El libro fue escrito entre 464 y 435 a.C., después de su reinado (10:2–3).
Cuando Ester llegó a ser reina, su primo Mardoqueo (2:7, 15) le habló acerca de un
complot para asesinar al rey. Como resultado, el asesinato se frustró y la vida del rey
fue librada (2:21–23), pero la acción de Mardoqueo no fue reconocida. Con el tiempo,
Amán, uno de los consejeros de Jerjes, insistió en que todos se inclinaran ante él (3:1–
2). Cuando Mardoqueo rehusó hacerlo, Amán se enfureció y obtuvo un decreto de
Jerjes en el cual decía que todos los judíos en su imperio fueran masacrados (3:7–15).
Al saber esto, Mardoqueo se entristeció y procuró una oportunidad de pedirle a Ester
que intercediera ante el rey (4:1–17).
Debido a las leyes persas, el rey estaba imposibilitado de anular lo que había decretado
(8:8), pero publicó un segundo edicto donde permitía a los judíos que se defendieran y
atacaran a quienes vinieran contra ellos (8:9–17). Cuando llegó el día del decreto, los
judíos mataron más de 75,000 de sus enemigos (9:16). El pueblo judío se regocijó, y
desde entonces ellos celebran esa victoria en la fiesta de Purim (9:20–22). El libro de
Ester se lee durante esta fiesta anual. Ester es una historia de preservación.
Muchos judíos, entre ellos Ester y Mardoqueo, permanecieron en Persia después que
un decreto de Ciro les instó a regresar a Jerusalén (Esd 1:1–4); sin embargo, el hecho
de no haber respondido al liderato de Zorobabel y regresar a su patria ancestral (Esd
1:1–6:22) de ninguna manera los excluye de la esfera del cuidado providencial de Dios
(Sal 121:4). El propósito de Dios para su pueblo es incambiable. Dentro de la esfera del
fracaso humano, el Señor permanece fiel y no se niega a sí mismo (2 Ti 2:13). Así
como Ester halló favor (gracia) ante un rey terrenal (2:15; 5:2, 8; 7:3; 8:5), también los
creyentes lo hallan ante el soberano Señor, el Rey de reyes (Jud 1:24–25). La gracia de
Dios, concediéndonos lo que no merecemos, es algo extraordinario.
Bosquejo de Ester
Vasti destituida (cap.1)
Los banquetes de Jerjes (1:1-2:18) Ester llega a ser reina ((2:1-18)
Mardoqueo descubre una trama (2:19-
23)
La trama de Amán )cap.3)
Mardoqueo persuade a Ester para que
ayude (cap.4)
Los banquetes de Ester ( (2:19-7:10) La petición de Ester ante el rey: el
primer banquete (5:1-8)
Una noche de insomnio (5:9-6:14)
Amán es llevado a la muerte: el
segundo banquete (cap.7)
El edicto del rey a favor de los judíos
(cap.8)
Las festividades de Purim (caps. 8-10)
La institución del Purim (cap.9)
La promoción de Mardoqueo (cap.10)
Un Recorrido por el Libro de Ester
El escenario: Asuero, Vasti, Mardoqueo y Ester
La historia inicia en el complejo del palacio en Susa, donde Asuero da un gran
banquete de estado como un despliegue de su riqueza y esplendor, mientras que su
reina, Vasti, da un banquete para las mujeres. La negativa de ella de ser puesta en
exhibición la lleva a ser depuesta como reina, lo cual prepara el escenario para Ester.
1:1- 2:18 De esta manera entran en escena el héroe y la heroína (2:5-7). Las acciones de
Mardoqueo y de Ester en este asunto no dejan de tener sus fallas éticas, pero tanto la
belleza de Ester como el mantener sus orígenes en secreto son cruciales a la historia
que sigue. Note cómo termina este primera sección, con un banquete más, esta vez
en honor a Ester, pero especialmente como una manera para que el rey se jacte de su
nueva reina.
La trama se complica: Mardoqueo y Amán
Esta sección empieza repitiendo la disposición de Ester para seguir las instrucciones
de su primo, La trama empieza con Mardoqueo que usa la posición de Ester como
medio para advertir al rey acerca de una conspiración de asesinato en contra de él.
2:19 - 3:15 Entra el villano (3:1) que es elevado a su alta posición y que por lo tanto demanda
homenaje de todos los demás, pero Mardoqueo no se inclina ni le rinde homenaje.
Con su orgullo herido, Amán inicia una conspiración para eliminar a Mardoqueo y a su
pueblo del imperio. Este capítulo concluye con el rey y Amán sentados bebiendo; en
contraste los judíos proclaman ayuno.
La conspiración se revela: Mardoqueo y Ester, Amán y Asuero
Nuevamente Mardoqueo se vuelve e Ester en busca de ayuda, esta vez convencida
de que "!para un tiempo como éste has llegado al reino!" (4:14). Note especialmente la
habilidad literaria del autor en los capítulos 5-7, donde encierra la ironía de Mardoqueo
4:1 - 7:10
y el revés de Amán, incluyendo la noche de insomnio de Asuero y el recuerdo del
asunto de 2:21, 23, dentro de la estructura de los dos banquetes de Ester. Al fin del
segundo banquete, se narra la máxima ironía: ¡Amán es colgado en la horca que él
había preparado para Mardoqueo!
8:1 - 17 Edicto de Asuero en favor de los judíos
Dado que Asuero no puede revocar su edicto anterior, hace lo mejor que puede y
Mardoqueo le ayuda a armar un nuevo decreto, en el que a los judíos se les permite
defenderse contra todos los ataques en el día del pur (el día del "sorteo" para el
exterminio de los judíos; ver 3:7). Observe cómo el decreto es enviado a todas las
provincias en sus propios idiomas y el resultado final es en la conversión de muchos
gentiles (8:17b; cumpliendo así el pacto abrahámico, Gén 12:3).
El triunfo de los judíos
Aquí el lector verá las tres maneras en que se cierra la historia:
Los judíos entran a la guerra santa y matan a muchos de sus enemigos.
9:1 - 10:3 Se narra la fiesta final, la fiesta del Purim que será celebrada anualmente en los días
catorce y quince del mes de Adar.
Mardoqueo es ascendido a una posición desde donde puede beneficiar directamente a
los judíos (no mediante los medios menos seguros de la reina Ester).