Proyecto de Inversión: Todo proyecto de inversión genera efectos o impactos de
naturaleza diversa, directos, indirectos, externos e intangibles. Estos últimos
rebasan con mucho las posibilidades de su medición monetaria y sin embargo no considerarlos resulta pernicioso por lo que representan en los estados de ánimo y definitiva satisfacción de la población beneficiaria o perjudicada. En la valoración económica pueden existir elementos perceptibles por una comunidad como perjuicio o beneficio, pero que, al momento de su ponderación en unidades monetarias, sea imposible o altamente difícil materializarlo. A pesar de que existen diferentes tipologías de elaboración de proyectos como ser: Proyectos de Inversión Privada, Proyectos de Inversión Social, Proyectos de Investigación y Proyectos Tecnológicos, existe el siguiente concepto general de proyecto que es utilizado con mayor frecuencia: "Un proyecto es una herramienta o instrumento que busca recopilar, crear, analizar en forma sistemática un conjunto de datos y antecedentes, para la obtención de resultados esperados. Es de gran importancia porque permite organizar el entorno de trabajo". Un proyecto surge como respuesta a la concepción de una "idea" que busca la solución de un problema o la forma de aprovechar una oportunidad de negocio. Un proyecto es una ruta para el logro de conocimiento específico en una determinada área o situación en particular, a través de la recolección y el análisis de datos. VAN: Muchas empresas lo emplean cuando desean homogeneizar los flujos de caja netos en la actualidad. El VAN es capaz de reducir hasta una sola unidad los montos de dinero generados o que se aportan con el paso del tiempo. Asimismo, introduce signos positivos y negativos en los cálculos de los flujos relacionados con ingresos y egresos de efectivo sin que el resultado sea cambiado. Para utilizarlo, se aplica la fórmula VAN = BNA - Inversión. El BNA es el beneficio neto actualizado o el flujo de caja de la compañía y para conocerlo es necesario tomar en cuenta la tasa de descuento (TD). Si esta última resulta mayor que el BNA, se obtiene un VAN negativo. De lo contrario, significa que se ha conseguido una ganancia. Si el BNA y la TD son iguales, el VAN es igual a cero. TIR: Las organizaciones la emplean cuando manejan dos datos: el flujo de caja neto proyectado y el tamaño de la inversión del proyecto. La fórmula para calcularla es la misma, pero reemplazando el nivel de VAN por 0, para que genere la tasa de descuento, y el BNA por su valor proyectado. Si el resultado indica que la TD es muy alta, entonces el proyecto no es rentable; de lo contrario, sí hay rentabilidad. La TIR es confiable cuando se busca averiguar si un proyecto en específico es rentable o no, pero no cuando se compara la rentabilidad de dos tipos diferentes. Esto se debe a que no considera la posible variación entre las dimensiones de ambos. De esta manera, los dos indicadores informan si un proyecto es factible de realizar. Los inversionistas son los principales interesados en los resultados de ambas pruebas, pues de ello depende el presupuesto que se necesite y las expectativas financieras que obtengan. Es un aspecto que todo profesional en este rubro debe considerar.