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“Biotecnología”
Indicadores cuantitativos.
Indicadores cualitativos.
En este sentido no se toma en cuenta la cantidad relacionada con este proceso, pero sí la
eficiencia y el nivel de productividad que hace acto de presencia.
Los indicadores cualitativos medirán cuántas unidades se pueden crear en un determinado
espacio de tiempo. Y estas se analizarán para descubrir qué porcentaje de ellas son
adecuadas para su comercialización.
Tanto el VAN como la TIR son dos herramientas financieras muy utilizadas por los
profesionales. Brindan la opción de analizar la rentabilidad de un proyecto de inversión. El
valor actual neto (VAN) es la diferencia entre el dinero que ingresa a una empresa y el
monto que se invierte en un mismo proyecto; su objetivo es conocer si este proyecto da
realmente beneficios. Por otro lado, la tasa interna de retorno (TIR) es la tasa de descuento
de un proyecto que se analiza para considerarlo como apto.
Son los indicadores más utilizados para evaluar inversiones. Para calcular ambos, se
considera el flujo de fondos estimados para el proyecto en terminado tiempo (meses o
años). El cálculo dependerá de la tasa de descuento; es decir, un valor financiero aplicado
para determinar el valor actual de un pago en el futuro.
Muchas empresas lo emplean cuando desean homogeneizar los flujos de caja netos en la
actualidad. El VAN es capaz de reducir hasta una sola unidad los montos de dinero
generados o que se aportan con el paso del tiempo. Asimismo, introduce signos positivos
y negativos en los cálculos de los flujos relacionados con ingresos y egresos de efectivo sin
que el resultado sea cambiado.
Para utilizarlo, se aplica la fórmula VAN = BNA - Inversión. El BNA es el beneficio neto
actualizado o el flujo de caja de la compañía y para conocerlo es necesario tomar en cuenta
la tasa de descuento (TD). Si esta última resulta mayor que el BNA, se obtiene un VAN
negativo. De lo contrario, significa que se ha conseguido una ganancia. Si el BNA y la TD
son iguales, el VAN es igual a cero.
Las organizaciones la emplean cuando manejan dos datos: el flujo de caja neto proyectado
y el tamaño de la inversión del proyecto. La fórmula para calcularla es la misma, pero
reemplazando el nivel de VAN por 0, para que genere la tasa de descuento, y el BNA por
su valor proyectado. Si el resultado indica que la TD es muy alta, entonces el proyecto no
es rentable; de lo contrario, sí hay rentabilidad.
La TIR es confiable cuando se busca averiguar si un proyecto en específico es rentable o
no, pero no cuando se compara la rentabilidad de dos tipos diferentes. Esto se debe a que
no considera la posible variación entre las dimensiones de ambos.
De esta manera, los dos indicadores informan si un proyecto es factible de realizar. Los
inversionistas son los principales interesados en los resultados de ambas pruebas, pues de
ello depende el presupuesto que se necesite y las expectativas financieras que obtengan.
Es un aspecto que todo profesional en este rubro debe considerar.