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Desde que la COBIT 19 llegó a nuestras vidas más de 10 millones de alumnos en España, en 1500 a
todo el mundo han visto interrumpir a sus clases. Una enorme prueba piloto de la formación online ha
convertido en aulas, hogares de medio mundo. Pero un aula no es una escuela. Qué lecciones podemos
sacar del que posiblemente sea el curso más importante de nuestras vidas? Hoy, en cuanto como
piensas, reflexionamos sobre el futuro de la educación con la experta Ainara Zubillaga. Hola nena, qué
tal estás?

(00:34)
Hola, qué tal?

(00:35)
Y gracias, gracias por recibirnos para hablar de este gran experimento que el mundo esta entero está
viviendo debido a la pandemia de millones de estudiantes conectados desde sus casas y tratando de
seguir aprendiendo desde ella que quiere. Es que podemos aprender de este gran laboratorio?

(00:52)
Bueno, pues si, la verdad que esto es un gran experimento a nivel mundial no es común. Efectivamente
un enorme laboratorio de tecnología educativa en un momento en el que la tecnología es absolutamente
clave, también se ha puesto de manifiesto que la escuela es insustituible. Quizá no es la fuente
aprendizaje fundamental, pero sí es un espacio común para todos y de igualdad de oportunidades, que
no es sustituible por un modelo de educación a distancia y actual en esa parte positiva de valorar cosas
que a lo mejor antes no veíamos, digitando un poco a indica el aula versus la escuela. Crees que esto ha
puesto de manifiesto que la tecnología a lo mejor puede ser un aula, pero nunca será una escuela?

(01:33)
Bueno, yo creo que ha permitido recolocar o va a permitir más bien recolocar o analizar qué es lo que
educativamente puede hacerse virtualmente a través de los procesos de educación online y que es lo
que puede hacerse cuando estamos todos juntos en la escuela, no en el aula, en la escuela. Qué nuevo
valor añadido le vamos a dar a estar todos juntos en la escuela, a crear escuela, esa identidad de grupo,
de colectivo que físicamente estamos en un mismo espacio común. Porque lo que ya no va a tener
ningún sentido es estar en la escuela, el tiempo que estemos para estar, por ejemplo, haciendo un
ejercicio, la típica actividad que se pone en clase cuando sabes perfectamente que se va a poder hacer
en en el. En la dimensión de la educación a distancia.

(02:24)
Parece que la educación a distancia funciona mejor en los adultos, pero no está tan claro. Es su impacto
en internet en primaria, o sea, es claro la educación a distancia. Efectivamente funciona mucho mejor los
adultos porque requiere de una motivación, de una auto organización y de una autonomía que
efectivamente lo tienen los adultos o aquellos alumnos de niveles superiores del sistema educativo,
secundaria o bachillerato, pero que no lo tienen los más, los más pequeños. Evidentemente, la
educación en las primeras etapas infantil y los primeros años de primaria tiene un componente
experiencial de socialización, de contacto con el otro que no se puede reproducir por una pantalla. Es
imposible. Y luego es que hay partes del proceso educativo que no se pueden sustituir, que consisten en
estar con el otro, en jugar con el otro, en hablar con el otro, comportarse con el otro, en tocar, en sentir,
en oler. O sea, eso no se puede reproducir virtualmente.

(03:27)
Cómo crees que va a cambiar el rol del profesor y cómo se deben adaptar a esta nueva realidad?

(03:32)
Hay un rol que está cubriendo que me parece muy importante, que es que está conectando a los
desconectados. Es decir, ellos son los que son capaces de identificar aquellos alumnos que están
perdidos, que están absolutamente desconectados, no solamente desde un punto de vista literal de la
tecnología, que no tienen dispositivos o no tienen conexión, sino que no están, digamos, siguiendo el
proceso de aprendizaje, no los pueden identificar y los conectan a través de otras estrategias, estrategias
que habitualmente no van a ser tecnológica.

(04:08)
Convertir las casas en en clases, en aulas también ha hecho una cosa muy interesante que es abrir las
aulas a las familias, no a los padres y a la cotidianeidad. Qué rol crees que han jugado las familias en
estos momentos y cómo va a cambiar su relación con la educación?

(04:24)
Bueno, yo creo que las familias y aquí también hablo ya por propia experiencia, están un poco
desbordadas si les corresponde evidentemente la educación de sus hijos, pero no la educación de sus
hijos a este nivel. Y entonces es una situación en la que tengo la sensación que se han visto
desbordados, porque además, claro, tampoco es que estén siendo profesores de sus hijos sin tener que
hacer otra cosa, sino que es que además están trabajando.

(04:47)
Crees que habrá una generación de COBIT y cómo será esa generación?

(04:50)
Espero que no haya una generación COBIT en términos de brechas, en términos de generación perdida.
O sea, no me gustaría que la formulación de la generación COBIT fuera en términos de de gente que se
ha quedado en la cuneta del del sistema, efectivamente. Bueno, puede ser una generación que que que
saque también unos aprendizajes derivado de de esta época de confinamiento. Una generación que a lo
mejor es capaz de establecer un mejor equilibrio entre la tecnología y la relación humana. Entonces
quizás esta generación. No, que es la generación, además, que está llamada a convivir en este futuro de
automatización, no a tener las herramientas y las competencias necesarias para que esa convivencia no
sea, sea la correcta y las máquinas hagan lo que es de las máquinas y los humanos hagamos lo que es
de los humanos.

(05:50)
Oye, gracias por darnos oportunidad de hablar contigo sobre lo que está pasando en el mundo de la
educación en medio de esta pandemia.

(05:57)
Gracias a vosotros.

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