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Universidad Evangélica de El Salvador

Facultad de Ciencias Sociales: Doctor y Profesor Santiago Echegoyén

Licenciatura en Psicología

Psicología de la Salud

Investigación Bibliográfica: “Trastornos del Sueño”

Presentado por:

Flamenco Figueroa, Fátima Jazmín,

López Pacheco, Diana Evangelina

Saravia Escobar, Katherine Stephanie.

Catedrático:

Licdo. Héctor Echeverría

VIII Ciclo

San Salvador, El Salvador

Octubre 2020
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Contenido

Introducción ............................................................................................................................ 3

I. Marco Teórico ..................................................................................................................... 6

Historia y Antecedentes ...................................................................................................... 6

Los trastornos del sueño en la actualidad ........................................................................... 9

Efectos e Implicaciones ...................................................................................................... 9

Modelo de cronificación de los problemas del sueño. ...................................................... 15

Modelo conductual interactivo del sueño. ........................................................................ 17

III. Principales Enfoques o Estrategias de Intervención ....................................................... 18

Antecedentes de intervención psicológica de insomnio ................................................... 18

Técnicas de intervención del insomnio según Harvey (2005) .......................................... 19

Entrevista Clínica .............................................................................................................. 20

Autorregistros del sueño ................................................................................................... 21

Cuestionarios que se pueden aplicar a personas con trastornos del sueño según Ustarroz

(2012). ............................................................................................................................... 21

IV. Valoración Grupal .......................................................................................................... 23

Referencias Bibliográficas .................................................................................................... 26


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Introducción

El origen del sueño y las enfermedades derivadas de este, han sido una de las

interrogantes más grandes desde el inicio de la humanidad para todas las culturas.

Aportando China como el desbalance del Yin (el mal) y el Yang (el bien) provocan las

enfermedades derivadas del sueño (Vizcarra, 2000). Asimismo, el antiguo Egipto propone

que para conservar la salud y evitar la enfermedad es necesario que la persona establezca

una higiene y limpieza, así como tratar los trastornos del sueño por medio del vino, bebidas

alcohólicas ligeras, plantas medicinales (por ejemplo, floripondio y la belladona) (Vizcarra,

2000).

Por su parte, los griegos propusieron un concepto de enfermedad guiado puramente

por aspectos mágico-religioso, posteriormente Alcmaeon menciona que el sueño es

producido por una disminución en la temperatura de la persona (Thomas, 2020), a lo que

Hipócrates se oponen estableciendo que este es debido al fluir de la sangre a partir desde

los miembros hasta las regiones internas del organismo, además de utilizar como

tratamiento los narcóticos derivados del Opio (Vizacarra, 2020).

A partir de los aportes de Alcmaeon y otros autores, en el siglo siguiente, hubo un

gran crecimiento en las escuelas de medicina, uno de los eventos enriquecedores de este fue

que Blumenbach, afirmó que el sueño se generaba por una falta de flujo sanguíneo cerebral,

esto, al observar el cerebro de una persona mientras dormía; igualmente, le sigue la teoría

de los humores que da paso a la neurofisiología en la explicación del sueño (Bove, 2015).

Igualmente, Descartes a través de la experimentación con animales, descubre la

glándula Pineal, que, según su teoría Mecanicista, el sueño dependía del efecto que esta

realizaba sobre los ventrículos cerebrales. Asimismo, Willis, compartió esta teoría,
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desarrolló los principios de la práctica de la neurología, propuso que los trastornos del

sueño no eran una sola enfermedad, además explica el síndrome de piernas inquietas,

causado por trastornos del sueño (Valiensi, 2017).

Por otro lado, Freud postula su teoría acerca de la interpretación de los sueños, con

el propósito de sanar al paciente a través de este tipo de intervención. De igual forma

mencionar que dado a que se desarrolla la teoría de la Hipnotoxina, la teoría de conductual

de Pavlov experimenta su mayor auge (Valiense, 2017).

William Griesinger es uno de los que le da un nuevo rumbo a la historia,

observando la presencia de movimientos oculares cuando la persona duerme y los relaciona

con los sueños, siendo esta afirmación precursora del descubrimiento del sueño REM

(Movimientos oculares rápidos) y NREM (no movimientos oculares) (Bove, 2015). A este

aporte se unen Aserinski, Keitman y Jouvet, quien este último, descubre la atonía muscular

del sueño REM y demuestra su origen protuberancial.

Posteriormente se descubre, que el sueño REM: “es un proceso activo, se identifica

al hipotálamo como marcapasos del ciclo sueño-vigilia, se describen el síndrome de apnea

del sueño, los cambios circadianos en la secreción de cortisol, se impulsan los estudios

hormonales (Valiensi, 2017)”. Acorde a esto y las últimas investigaciones se establece la

estructura del sueño (García, Acha y Boyano, sin fecha), descartando todas las teorías

anteriores de pensamiento mágico-religioso y las que se contraponen a esta, no obstante, en

algunas culturas este pensamiento se mantiene tal cual, dado a su marco de creencias.

Los trastornos del sueño tienen efectos negativos en diversas áreas del

funcionamiento del individuo y en algunos casos estos trastornos aparecen a la par de otras
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dolencias físicas, patologías neurológicas, trastornos del estado de ánimo o a causa del su

entorno (Morales Soto, 2009). Asimismo, en esta investigación se toman en consideración

los siguientes modelos explicativos del trastorno del sueño: Modelo de cronificación,

Modelo integrador del insomnio y Modelo conductual interactivo del sueño, con el

propósito de dar a conocer el porqué de estos malestares significativos.

Los inicios de las intervenciones no farmacológicas o psicológicas de los trastornos

del sueño, se engloban en la medicina conductual. Se puede mencionar que los objetivos

de intervención son otorgar técnicas y herramientas desde la psicología, para poder

sobrellevar las variables psicológicas que están presentes antes, durante y después de

dormir. Igualmente, es importante resaltar como una correcta higiene del sueño propicia en

el sujeto un proceso de salud, y como los daños en la estructura generan trastornos del

mismo, impidiendo que la persona goce de calidad de vida.

Finalmente, toda la información proporcionada a través de esta investigación

bibliográfica tiene el propósito de dar a conocer cómo se empieza a generar en las diversas

culturas las construcciones del concepto de salud y enfermedad en relación al sueño; así

como también curas o intervenciones médicas, que con el tiempo van evolucionando,

siendo cada vez más asertivas, lógicas y de carácter científico. Los efectos e implicaciones

en la vida de las personas que presentan trastornos del sueño, y los aportes y retos que tiene

la psicología de la salud para garantizar bienestar, dado a la práctica con radicalidad de la

medicina biomédica en la actualidad.


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I. Marco Teórico

Historia y Antecedentes

Desde el inicio de la humanidad el hombre ha intentado otorgarle una explicación al

origen del sueño, las enfermedades derivadas del mismo, su propósito y significado, siendo

estas interrogantes un factor común entre diversas culturas en el mundo. Explicando la

antigua China a través del desbalance del Yin (el mal) y el Yang (el bien), las enfermedades

derivadas del sueño (Vizcarra, 2000).

Por su parte los griegos, incluyen su percepción del sueño en sus obras y poemas

épicos, siendo uno de los autores Homero, en su libro la Ilíada, en el que describe la

relación del sueño como medio para alcanzar la sanidad, por medio del contacto divino del

dios del sueño Hypos y el dios de la curación Asclepios, además del uso de pócimas

(Vizcarra, 2000). Considerándose así el concepto de enfermedad por aspectos mágico-

religioso.

Asimismo, en el antiguo Egipto, los papiros del Chester Beatty enseñaban a

interpretar los sueños, siendo Artemidoro de Daldis quien trato con mayor extensión la

interpretación de los sueños en su obra Oneirocritica; además de la importancia de la

higiene y la limpieza, con la finalidad de conservar la salud, concibiendo la causa de la

enfermedad por fluidos contaminantes en el cuerpo (sistema de canales), utilizando como

tratamientos para la misma y el insomnio: el vino, bebidas alcohólicas ligeras, plantas

medicinales (por ejemplo floripondio y la belladona) (Vizcarra, 2000).

De acuerdo a Thomas (2020), Alcmaeon era un médico griego, quien consideraba al

igual que Circa, al sueño como un encanto de la inconsciencia, dado a que pensaban que la

disminución en la temperatura de la persona ocasionaba el mismo. Al igual que Hipócrates


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de Cos, en el siglo V-IV AC, no dejo de participar en dar su explicación al sueño, siendo

este concepto todo lo contrario que Alcmaeon, estableciendo que es debido al fluir de la

sangre a partir desde los miembros hasta las regiones internas del organismo, además de

utilizar como tratamiento los narcóticos derivados del Opio (Vizacarra, 2020).

En el siglo XVII, Descartes a través de la experimentación con animales, descubre

la glándula Pineal, que, según su teoría Mecanicista, el sueño dependía del efecto que esta

realizaba sobre los ventrículos cerebrales, que, al estar perdido el espíritu animal, los

ventrículos se llenaban generando un colapso, que finalmente inducia al sueño. Asimismo,

Willis, compartió esta teoría, desarrolló los principios de la práctica de la neurología,

propuso que los trastornos del sueño no eran una sola enfermedad, sino un síntoma de un

conjunto de enfermedades, dándolas a conocer en su obra “The Practics of Physic”, además

explica el síndrome de piernas inquietas, causado por trastornos del sueño (Valiensi, 2017).

A partir de los aportes de Alcmaeon y otros autores, en el siglo siguiente,

hubo un gran crecimiento en las escuelas de medicina, uno de los eventos enriquecedores

de este fue que Blumenbach, afirmó que el sueño se generaba por una falta de flujo

sanguíneo cerebral, esto, al observar el cerebro de una persona mientras dormía;

igualmente, le sigue la teoría de los humores que da paso a la neurofisiología en la

explicación del sueño (Bove, 2015). En el siglo XX, Freud postula su teoría acerca de la

interpretación de los sueños, con el propósito de sanar al paciente a través de este tipo de

intervención. Por otro lado, gracias a que se desarrolla la teoría de la Hipnotoxina, la teoría

de conductual de Pavlov experimenta su mayor auge (Valiense, 2017).

Un evento que le dio un nuevo rumbo a la medicina, fue el descubierto por William

Griesinger, quien observa la presencia de movimientos oculares cuando la persona duerme


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y los relaciona con los sueños, siendo esta afirmación precursora del descubrimiento del

sueño REM (Movimientos oculares rápidos) y NREM (no movimientos oculares), por

George Miller en 1839 (Bove, 2015). A la moción que se unen Aserinski, Keitman y

Jouvet, quien este último, descubre la atonía muscular del sueño REM y demuestra su

origen protuberancial, asimismo posteriormente se descubre, según Valiensi (2017), que el

sueño REM: “es un proceso activo, se identifica al hipotálamo como marcapasos del ciclo

sueño-vigilia, se describen el síndrome de apnea del sueño, los cambios circadianos en la

secreción de cortisol, se impulsan los estudios hormonales”.

Derivado a esto se descubren diversos factores inductores del sueño, la narcolepsia,

la distonía paroxística nocturna, el insomnio fatal familiar, el trastorno del comportamiento

del sueño REM, el síndrome de resistencia de la vía aérea superior, las hipocretinas, se

establece relación entre el síndrome de apnea del sueño y los accidentes de tráfico, además

del electroencefalograma, en el que se observó como las ondas eléctricas del cerebro eran

diferentes durante el sueño y vela (Thomas. 2000).

Finalmente, es expuesta la estructura del sueño en base a la fases REM y NREM,

que se intercalan entre sí, mientras el sujeto duerme, en forma de cinco-seis ciclos, que

hacen un total de un 25% de sueño REM y 75% de NREM; constituyéndose así la fase

REM cada 90 minutos aproximadamente, caracterizándose en que mientras el cuerpo está

en reposo, el cerebro funciona a un ritmo máximo, asimismo las fases NREM, conocida

como sueño profundo, facilitando el descanso corporal, componiéndose así por 4 fases: 1.

sueño superficial (estado general de descanso profundo, pero puede despertarse con

facilidad), 2. Sueño superficial (el tono muscular se relaja, disminuye levemente la

temperatura corporal, frecuencia respiratoria, cardiaca, desaparece el movimiento de los


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ojos), 3. Sueño profundo (en este momento si se intenta despertar al sujeto, es difícil y se

despierta lo hace desorientado y confuso), 4. Sueño profundo (junto con la fase 3, en este

periodo se da recuperación física) (García, Acha y Boyano, sin fecha).

Los trastornos del sueño en la actualidad

La Asociación Americana de los Trastornos del sueño (ASDC), clasifica las

anormalidades del sueño en (Garcia, Acha y Boyano, sin fecha):

 Trastornos intrínsecos del sueño: Insomnio primario, idiopático o

psicofisiológico, apnea del sueño, síndrome de las piernas inquietas,

hipersomnias, narcolepsia.

 Trastornos extrínsecos del sueño.

 Trastornos del ritmo circadiano del sueño.

En base a los últimos descubrimientos se descartaron todas las teorías anteriores de

pensamiento mágico-religioso y las que se contraponen a esta, no obstante, en algunas

culturas este pensamiento se mantiene tal cual, dado a su marco de creencias. Asimismo, es

importante resaltar como una correcta higiene del sueño propicia en el sujeto un proceso de

salud, y como los daños en la estructura generan trastornos del mismo, impendiendo que la

persona goce de calidad de vida.

Efectos e Implicaciones

Los trastornos del sueño no se consideran patologías graves por sí solas (Campo

Ezquibela, s.f.), pero tienen diversos efectos e implicaciones serias para las personas que

los padecen y abarcan diversas áreas del funcionamiento del individuo y en algunos casos
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estos trastornos aparecen a la par de otras dolencias físicas, patologías neurológicas,

trastornos del estado de ánimo o a causa del su entorno (Morales Soto, 2009).

El sueño influye en nuestro bienestar y calidad de vida, por lo que un buen sueño

tendrá repercusiones positivas en el funcionamiento diario de la persona, y por el contrario

un mal sueño afectará el estado de ánimo, los procesos psicológicos, las relaciones

interpersonales y la productividad del individuo (Morales Soto, 2009).

Hay que tomar en cuenta que con el desarrollo de la sociedad y la tecnología a nivel

mundial surgen nuevos estilos de vida (Morales Soto, 2009), en los cuales muchas veces no

se valora el buen sueño o descanso ya que priman las responsabilidades, por ejemplo,

debido a la facilidad de comunicación digital el trabajo se extiende a la casa e influye en el

desarrollo de actividades recreativas, tiempo en familia, y el descanso del individuo.

El ser humano necesita dormir entre 7 a 9 horas diarias, idealmente sin

interrupciones y profundamente para poder decir que ha tenido dormido bien (Redacción

BBC Mundo, 2016). El sueño permite el desarrollo de importantes procesos biológicos

necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, tales como el metabolismo, el

mantenimiento del sistema inmunológico, entre otros (Carrillo-Mora, Barajas-Martínez,

Sánchez-Vásquez, & Rangel-Caballero, 2018).

Por lo tanto, las alteraciones del sueño tienen efectos dañinos para dichos procesos,

así como para la funcionalidad del individuo, ya que afecta el correcto funcionamiento de

los procesos psicológicos tales como la atención, la memoria, la concentración, entre otros,

debido a que por la noche se regenera el tejido cerebral, es una forma de “mantenimiento”
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del cerebro, el cual sirve para que el mismo pueda recuperar energía para agilizar su trabajo

al siguiente día (Navarro Escrivá, 2019).

Los trastornos del sueño pueden provocar alteraciones en el estado de ánimo y

aumentan el estrés del individuo (Navarro Escrivá, 2019). Una persona con insomnio puede

presentar depresión y ansiedad (Redacción BBC Mundo, 2016), así como “fatiga,

irritabilidad, inestabilidad emocional, dificultad en la atención o la concentración,

problemas de memoria, y sensación de disminución de su rendimiento cotidiano” (Morales

Soto, 2009), esto puede ser provocado porque el dormir poco, o dormir mal eleva los

niveles de cortisol (Revista Alto Nivel, 2011).

Por otra parte debido a que el rendimiento de las capacidades cognitivas se puede

ver afectado, la persona puede ser más vulnerable a accidentes de todo tipo, tanto

domésticos como automovilísticos (Redacción BBC Mundo, 2016).

A la larga todo esto puede desencadenar otros problemas de salud, ya que: “La

ausencia de sueño (privación), induce distintas alteraciones conductuales, psicológicas y

fisiológicas; además de generar una “deuda” acumulativa de sueño que eventualmente

deberá recuperarse (rebote de sueño)” (Carrillo-Mora et al., 2018).

Dormir mal o no dormir como en el caso del insomnio tiene repercusiones incluso

en la dieta, ya que altera la glucosa lo que aumenta el hambre, y en muchas ocasiones las

personas consumen alimentos poco saludables o altos en carbohidratos, a esto le sumamos

el sedentarismo que abunda hoy en día por lo que el nivel calórico consumido suele ser

mayor que el que se ocupa para realizar las diversas actividades diarias (Revista Alto Nivel,

2011). A largo plazo una mala alimentación puede desencadenar problemas de sobrepeso y
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obesidad, diabetes, triglicéridos altos, presión arterial alta, entre otras enfermedades

metabólicas (Redacción BBC Mundo, 2016).

Pacientes con trastornos del sueño relacionados con la respiración, como la apnea

del sueño, tienen mayores probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, y alguna

de sus consecuencias a coro plazo van desde roncar por las noches, hablar mientras se está

dormido, hasta disnea, somnolencia, dificultades para concentrarse y cansancio durante el

día (Navarro Escrivá, 2019).

También pueden presentar problemas de memoria, alteraciones neurocognitivas

relacionadas con la hipoxemia, es decir, la falta de oxígeno en la sangre, dolor de cabeza

por la mañana, ardor en el estómago, reflujo, congestión nasal, boca seca; de igual forma

síntomas psicológicos y emocionales como irritabilidad, tendencia a la depresión y apatía; y

síntomas más conductuales como insomnio debido a que tiene un sueño fragmentado,

trastornos del ciclo circadiano y confusión (EQD Psicólogos, 2020).

En el caso de la hipoventilación en el sueño, esta puede estar relacionada con

trastornos pulmonares como EPOC, trastornos neuromusculares, sobrepeso y obesidad y

alguno de sus síntomas van desde somnolencia diurna, insomnio, respiración superficial,

hipertensión pulmonar, insuficiencia cardíaca, eritrocitosis y disfunción neurocognitiva

(EQD Psicólogos, 2020).

En la narcolepsia, el individuo experimenta gran dificultad para estar despierto y

activo durante mucho tiempo (Mayo Clinic Healthy Living, 2019) y a veces este trastorno

se ve acompañado por la catalepsia, en donde la persona presenta debilidad y disminución

en el tono muscular, somnolencia durante el día, ataques de sueño, usualmente la persona


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que presenta este trastorno tiene también otras alteraciones del sueño (Navarro Escrivá,

2019), y puede ser causada por una hipersomnia crónica a edad temprana (Campo

Ezquibela, s.f.).

La narcolepsia puede interferir en la vida diaria de la persona pues si no se conoce

la enfermedad, una persona puede ser vista como irresponsable u holgazán, las relaciones

interpersonales también pueden verse afectadas, así como el desempeño del trabajo; aunque

hay algunas personas que tienen episodios breves de comportamiento automático en

muchas ocasiones cuando la persona despierta se da cuenta que no ha realizado las cosas

bien, esto es aún más riesgoso cuando la persona realiza actividades como manejar su

automóvil o maquinaria en su trabajo, pues puede generar accidentes graves (Mayo Clinic

Healthy Living, 2019).

La Asociación Española de Narcolepsia e Hipersomnia Centrales, dice que las

personas que sufren de hipersomnia "No tienen dificultad para conciliar el sueño; éste es

continuo, pero no es reparador. Sin embargo, suelen tener problemas al levantarse y sentirse

confusos e irritables" (Redacción BBC Mundo, 2015).

Así mismo este trastorno es uno de los más comunes por los que las personas

consultan con el neurólogo, y puede estar relacionado con factores genéticos, por

medicamentos o drogas (Redacción BBC Mundo, 2015), así como también con otras

patologías como demencia, Alzheimer, trastornos neuromusculares, encefalopatías tóxicas

y metabólicas, el daño en la formación reticular del tronco, encefalitis o traumatismos (Erro

& Zandio, 2007).


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Del mismo modo que la narcolepsia, la hipersomnia influye en las relaciones

interpersonales, el nivel de atención y concentración, la memoria, el desempeño laboral y

social del individuo, ya que el comportamiento de la persona puede ser mal interpretado

(Redacción BBC Mundo, 2015).

Las parasomnias por su parte pueden no ser consideradas muy graves, pero afectan

la calidad y la cantidad del descanso, están relacionadas al estrés, una alimentación alta en

azúcares, la alta exposición a medios electrónicos y una mala higiene del sueño (Roballo,

2019).

En el caso del sonambulismo, es más común en la infancia que en la edad adulta

(Carrillo-mora et al., 2018), sin embargo, si no se le presta atención con el paso del tiempo

puede convertirse en una conducta desadaptativa (Roballo, 2019). Una persona que padece

este trastorno puede verse expuesta a heridas físicas debido al riesgo de golpearse o herirse

con algún objeto, y puede causar en el individuo problemas en el funcionamiento

psicosocial (BBC Salud, 2015).

Por su parte en los trastornos del ritmo circadiano sueño-vigilia el individuo ve

afectado su ritmo de vida, su desempeño laboral y social, puede presentar somnolencia

excesiva durante el día, desorientación, disminución en la atención, el estado de alerta, la

memoria, tener un sueño poco reparador e insomnio, a lo largo del tiempo todo esto puede

desencadenar enfermedades en el hígado, corazón u otros órganos (ASENARCO, s.f.).

Se debe tomar en cuenta que los trastornos del sueño pueden ser también inducidos

por el consumo de sustancias que alteran el sueño del individuo, y pueden provocar
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“Insomnio, somnolencia diurna excesiva, fatiga, despertares nocturnos frecuentes o

comportamientos anómalos durante el sueño, entre otros” (EDQ Psicólogos, s.f.).

.II. Modelos Explicativos

Modelo de cronificación de los problemas del sueño.

El sueño representa una función de nuestro cuerpo vulnerable y en algún momento

puede verse afectada, y en consecuencia sufrir enfermedades físicas o problemas

psicológicos. Si las personas presentan diferentes situaciones negativas, pueden

experimentar problemas de sueño, expresar quejas por no tener un sueño suficiente o

despertar sobresaltada por tener pesadillas (Ascher & Turner, 1979).

Una vez esta situación finalice los patrones del sueño puede volver a la normalidad,

sin embargo, hay personas que pueden seguir con diversos problemas mientras duermen y

esto puede llevarlos a desarrollar un trastorno del sueño. (Ascher & Turner, 1979).

Este modelo es desarrollo por Spielman y Glovinski, quienes presentan un proceso

de cronificación de los problemas de sueño, en los cuales los factores de aprendizaje tienen

una gran influencia. Estos autores representan una historia natural del insomnio llamado

modelo diátesis-estrés, el cual puede integrar factores que las personas pueden llegar a

padecer referente a problemas del sueño, esto podría generar episodios agudos y de

conductas desadaptadas, los cuales podría generar trastornos de insomnio crónico (Ascher

& Turner, 1979).

Se pueden enumerar diferentes factores de riesgo o predisposición a tener

problemas de sueño, un ejemplo claro podría verse en las mujeres, ya que, mientras

avanzan en edad pueden ser más vulnerables, debido a los cambios que se generan en su
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cuerpo con el pasar de los años. Por otra parte, tener un familiar que tenga o que haya

tenido problemas de sueño, puede considerarse un serio factor de riesgo para las personas

que pueden desarrollar este problema (American Academy Sleep Medicine, 2014).

 Los factores predisponentes, pueden contribuir a desarrollar un problema

de insomnio. El estrés es el más común en estos casos y esto puede causar

un episodio agudo de insomnio.

 Los factores perpetuantes, esto se puede ver en personas que con

frecuencia presentan episodios de insomnio, y con el pasar del tiempo, estos

episodios se transforman en hábitos incorrectos que pueden seguir

manteniendo el problema del sueño (American Academy Sleep Medicine,

2014).

Modelo integrador del insomnio.

Tomando como primer factor la multidimensionalidad del insomnio e

investigaciones y modelos previos, el científico Morín representa un modelo que se basa en

esquemas estimulo-organismo-respuesta-consecuencia, desde el análisis funcional de la

conducta, por el cual, analiza de una forma minuciosa las interacciones de diferentes

variables que se deben tener en cuenta en la cronificación de los problemas de insomnio

(American Academy Sleep Medicine, 2014).

Morín empieza a considerar el papel de la activación como antecedente de

problemas de insomnio, lo que significa que se debería tener un equilibrio entre la

regulación entre sueño y vigilia, y una activación en exceso puede interrumpir la secuencia

natural de relajación y somnolencia que guía al sueño. (Bootzin 1972).


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Los problemas del sueño conllevan una serie de cogniciones disfuncionales y

hábitos desadaptativos, que se van produciendo de forma circular e interfieren al

mantenimiento de la activación y por ende mantiene los problemas del sueño. Esto produce

pensamientos de preocupación sobre los problemas de sueño en las personas (Bootzin

1972).

Se detallan a continuación las cogniciones disfuncionales: (Bootzin 1972).

 Mantener o aumentar el estado de activación que no es compatible con el

sueño.

 Se pueden considerar esas expectativas y pensamientos anticipatorios del

insomnio, donde las personas activan conductas compensatorias que en el

inicio ayudan a sobrellevar el problema del sueño a medio y largo plazo, y

esto puede interferir en el sueño-vigilia y perturbar el proceso del sueño.

 Se debe tener en cuenta los procesos de condicionamiento que se producen

en actividades que las personas con problemas de sueño realizan en su cama

para despejar su mente de los problemas de sueño y al no ser compatibles

con el proceso del sueño se producen problemas con el no-dormir.

Modelo conductual interactivo del sueño.

Este modelo tiene una visión conductual, se propone un modelo de utilidad para la

evaluación y tratamiento, por lo que, la estructura del sueño está determinadas por cuatro

factores: tiempo, organismo, conducta y ambiente (American Academy Sleep Medicine.,

2014)
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El tiempo juega un papel importante en este proceso ya que, recoge los aspectos

temporales del sueño, lo que significa es que trata de dar respuesta a la pregunta ¿Cuándo y

cuánto duerme una persona? Para esto, se considera el ciclo sueño-vigilia, el tiempo que el

individuo permanece dormido y puede despertar en cualquier comento de las 24 horas del

día. También se debe tener en cuenta los factores intrínsecos del organismo, como podrían

ser la edad de las personas, las preferencias y necesidades del sueño, incluyendo el área

fisiológica (Harvey 2005).

La conducta que realizan las personas en el día puede afectar el sueño, por medio de

la respuesta a la pregunta ¿Qué hace para dormir? Por lo que se pueden desarrollar

fácilmente conductas durante el sueño que ayudan a inhibirlo. La última de estas

dimensiones es el ambiente físico en donde la persona duerme que pueden contribuir a

facilitar o dificultar tener un sueño placentero, como, por ejemplo; la habitación, la

temperatura, los ruidos el etc. (Harvey 2005).

III. Principales Enfoques o Estrategias de Intervención

Antecedentes de intervención psicológica de insomnio

Los inicios de las intervenciones no farmacológicas o psicológicas de los trastornos del

sueño, se engloban en la teoría conductual. Se pueden mencionar que los objetivos de la

intervención son brindar las técnicas y herramientas desde la psicología, para poder

sobrellevar las variables psicológicas que están presentes antes, durante y después de

dormir.

Las primeras propuestas para intervenir fueron enfocadas en reducir la hiperactivación de

las personas que presentan insomnio. La relajación muscular fue la primera propuesta que
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se desarrolló desde dicho enfoque de este padecimiento. Los diferentes profesionales se

enfocaron en disminuir los esquemas fisiológicos de las personas que padecen insomnio,

estudiando la eficacia de la relajación por medio de auto reportes de las personas incluidos

en la investigación (Valiensi, 2017).

Se realizaron muchas investigaciones sobre la relajación en los componentes de

hiperactivación en el insomnio, diferentes clínicas psicológicas concluyeron que la

relajación no eliminaba los problemas del sueño (Valiensi, 2017).

Bootzin (1972), desarrolló una propuesta sobre el tratamiento del insomnio que inicia por

tener una orientación conductual, debido a que, el modelo de inicio y mantenimiento del

problema es explicado por medio condicionamiento clásico y se mantiene por medio del

condicionamiento operante.

Debido a este modelo de intervención, se realizaron diferentes investigaciones sobre la

aplicación de técnicas combinadas de la terapia de conducta, y se empezó a demostrar que

el área conductual presentaba una eficacia mayor que la relajación por sí sola, y al

combinarlas presentaban mejores resultados (Bootzin, 1972).

Técnicas de intervención del insomnio según Harvey (2005).

Técnica Descripción
Restricción del Se debe disminuir el tiempo que la persona debe pasar en la cama
tiempo en cama. despierta, se indica que solo debe acostarse cuando desee dormir, lo
que se pretende aquí es que el individuo tome el impulso del sueño y
los conserve.
Control de Instruir al paciente para que pueda asociar el dormitorio y la cama con
estímulos. el sueño, esto puede disminuir los estímulos que desarrollan la vigilia.
Técnica de Entrenamiento que se debe realizar con el paciente, el cual alterna la
relajación tensión muscular con la distensión de los músculos, esto disminuye la
muscular. hiperactivación.
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Biofeedback. Se presenta al paciente de forma inmediata procesos fisiológicos


durante la vigilia por medio de equipos especiales, con esto se
promueve la relajación del paciente.
Mindfulness. Es una meditación consiente, que se debe atender al paciente sin
juzgar los estados internos que se desarrollan al inicio del sueño, el
objetivo es buscar que el paciente se relaje.
Reestructuración Se realiza por medio de cuestionarios socráticos, busca que el
Cognitiva. paciente cambie sus pensamientos disfuncionales hacia no poder
dormir, la preocupación o pensamientos más realistas y adaptativos.
Higiene de Técnicas que se le brindan a la persona para que pueda tener
sueño. condiciones ambientales adecuadas para tener un sueño placentero.

Entrevista Clínica

La entrevista clínica con el paciente que presenta problemas de sueño debe ser la

primera estrategia que se debe utilizar para evaluar los problemas de sueño. El objetivo de

la entrevista es conocer las historias de sueño de la persona. La entrevista puede

estructurarse de forma abierta o siguiendo un guion previamente elaborado por el

profesional (Harvey, 2005).

Un ejemplo de entrevista semiestructurada, es la que presenta Morín para intervenir

los datos de los pacientes de insomnio, el Insomnia Interview Schedule, es completado por

el terapeuta a lo largo de una sesión entre una hora u hora y media, esta consta de diez

apartados, los cuales recogen información de la naturaleza del problema y su severidad, así

como informa de una amplia gama de aspectos que deben servir para analizar los problemas

de insomnio que tiene la persona (Contreras, 2013).

Es importante mencionar que se puede realizar una entrevista con algún familiar

cercana, especialmente si tiene pareja, ya que es con quien comparte el dormitorio y podría

proporcionar información de aspectos relevantes del paciente (Contreras, 2013).


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Autorregistros del sueño

Los autorregistros del sueño, suelen ser los más utilizados en la evaluación a

personas con trastornos del sueño. Estos registros sirven para adquirir información de

diferentes datos sobresalientes del paciente y sobre el problema de sueño que presenta

(Ustarroz, 2012).

Se pide al paciente que escriba al finalizar el día los datos de sus siestas diurnas (si

se presentan), y escribir exactamente la hora en la que se acuesta, y despierta, estos datos

pueden anotarse el día siguiente. Lo importante de esto es que los datos se anoten y

complementen a la mañana siguiente, para no interferir de forma negativa con la

conciliación del sueño en ese momento (Ustarroz, 2012).

Cuestionarios que se pueden aplicar a personas con trastornos del sueño según

Ustarroz (2012).

 Escala de Somnolencia de Epworth-ESE: Esta escala es elaborada por Johns,

para evaluar la percepción de la somnolencia durante el día. En esta escala

Johns pide que la persona valore en una escala de 4 puntos la probabilidad

que se pueda quedar dormido o dormitando en las siguientes situaciones:

1. Sentado y leyendo.

2. Viendo la televisión.

3. Sentado e inactivo en un lugar público.

4. Como pasajero en un coche durante una hora y sin paradas.

5. Descansando al mediodía, cuando las circunstancias lo permiten.

6. Sentado y hablando con alguien.

7. Sentado tranquilamente tras una comida sin alcohol.


22

8. En un coche, mientras se está parado durante unos minutos por el tráfico.

 Índice de calidad del sueño Pittsburg: está elaborada por 19 ítems de los

cuales se obtiene una única puntuación, la cual indica la calidad del sueño

durante el mes previo a la evaluación. esta evaluación evalúa 7

componentes: calidad subjetiva del sueño, latencia, duración, eficiencia,

factores que puedan afectar al sueño, uso de medicación para dormir y

disfunción diurna.

 Escala de creencias y actitudes sobre el sueño: Esta escala está elaborada por

30 frases, las cuales reflejan actitudes y creencias que la persona tiene sobre

el sueño y esta se valora por medio de una escala analógico-visual, lo que

significa poner una marca en el lugar en donde ponga su valoración personal

sobre una línea en un extremo señalado totalmente de acuerdo y otro

totalmente desacuerdo. Esta escala está desarrollada por cinco factores

teóricos: conceptos erróneos sobre el insomnio, atribuciones erróneas o

amplificación de sus consecuencias; expectativas no realistas; control y

previsibilidad del sueño y creencias erróneas sobre las estrategias que induce

el sueño.
23

IV. Valoración Grupal

Es de gran importancia saber de dónde viene el concepto salud y enfermedad en

relación al sueño y como nuestra manera humana de pensar viene cambiando

constantemente con el tiempo, como, las investigaciones generan más interrogantes, con el

deseo insaciable de ser respondidas, promoviendo así la ciencia. Asimismo, resulta

impactante como en la era en la que no había redes sociales y una tecnología tan

desarrollada, en comparación con la del siglo XXI, se hicieran los aportes tan significativos,

que contagiaron a los profesionales de aquella época para una continua búsqueda del saber,

entonces ¿Qué sucede con el siglo XXI, al no promover la psicología de la salud y

mantenerse generalmente en una postura más radical y mecanicista con la medicina

biomédica? ¿El hombre, que antiguamente fue visto como una máquina, se estará

convirtiendo realmente en una, al ser absorbido por las redes sociales, los logros, el trabajo

y viendo de menos la calidad de vida? Ocupando gran parte de su tiempo y atención,

impidiendo así que las investigaciones incrementen, las preguntas y búsqueda de ellas

continúen y no decrezcan. Que la psicología de la salud no sea opacada por un modelo

reduccionista, con la finalidad de producir un bienestar general, en específico, promover

una correcta higiene del sueño que propicie en la persona un proceso de salud, reduciendo

así los daños en la estructura del sueño, los cuales al ser alterados generan trastornos,

impendiendo que la persona goce de calidad de vida.

Lastimosamente poco a poco se van incrementando las consultas neurológicas por

trastornos del sueño que afectan la vida diaria y el desempeño en diversas áreas de la vida

de las personas; es curiosos como las personas no le prestan tanta importancia a las

dificultades que presentan para dormir y no sólo para dormir, sino que para que el sueño
24

sea profundo y de calidad. Lo que tal vez en la juventud no afecte tanto, en la edad adulta o

en la ancianidad tenga serias repercusiones y disminuya su bienestar y calidad de vida.

La mayoría de trastornos del sueño producen cansancio, somnolencia y pueden

llegar a tener serias repercusiones en el desarrollo de las relaciones interpersonales, el

desempeño laboral, y algunos que podrían verse como inofensivos podrían llegar a

provocar lesiones o accidentes graves para el individuo y terceros.

Las personas que experimentan trastornos del sueño necesitan el apoyo social de su

círculo o red de apoyo que bien pueden ser su familia y amigos, ya que se producen muchas

alteraciones que van desde irritabilidad, somnolencia, catalepsia, hasta quedarse dormidos

en cualquier lugar, en el coche, tener accidentes automovilísticos o domésticos; y a largo

plazo pueden presentar también dificultades o pérdida cognitiva, su atención y memoria

van decayendo, si son incomprendidos pueden incluso a ser despedidos o mal interpretados.

Estas otras enfermedades neurológicas asociadas a los trastornos del sueño pueden

complicarse, puesto que, durante el sueño nuestro cerebro se regenera y se prepara para

enfrentar todo lo que va a enfrentar cuando vuelva a la vigilia, y es por ello que los

prolongados períodos de tiempo en donde el cerebro no puede regenerarse ni descansar

correctamente pueden incrementar las posibilidades, y la complejidad de otras

enfermedades neurodegenerativas.

Es por ello que la consulta médica y psicológica son esenciales no solo para el

paciente, sino también para su familia o su red de apoyo. Debido a esto, como psicólogos

tenemos la responsabilidad de psicoeducar a las personas en higiene del sueño y en


25

cuidados integrales para mantener un buen sueño que cumpla con todas sus funciones para

el desempeño de la vida diaria.

La terapia cognitivo conductual, podría ser un tratamiento válido para que las

personas puedan manejar los trastornos del sueño, por ello, se debe promover la investigación

de tratamientos psicológicos que mejoren los protocolos y brinden un mejor manejo por parte

de los profesionales encargados en esta área. Por ejemplo, en la actualidad el tratamiento

que se da para tratar el insomnio se han comenzado a utilizar en trastornos como el síndrome

de apnea e hipopnea obstructiba del sueño por que se han comprobado sus buenos resultados.

Por ello el tratamiento del síndrome de apnea e hipopnea obstructiba del sueño se enfoca en

disminuir los síntomas del insomnio y aumenta la adherencia del terapeuta en las personas.

Como podemos observar en el área de los trastornos de sueño, se ha tenido un amplio

desarrollo en las disciplinas médicas, lo que propició que se desarrollara una subdisciplina

que se llama medicina del sueño, este campo se ha mantenido abierto a las intervenciones

psicológicas con la finalidad de reducir los costos del tratamiento, mejorar y poder observar

mayores resultados en cada paciente.

Es de vital importancia mencionar que la intervención psicológica juega un rol

importante en esta área, ya que, debe ser realizada por profesionales con estudios en áreas

del sueño y de la terapia cognitivo conductual, esto garantizará un adecuado manejo del

paciente obteniendo así una mejor calidad de vida para cada persona que padece un trastorno

del sueño.
26

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