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WERNER THIEDE

BUDA Y JESÚS

En las comparaciones, tanto formales como populares, de las figuras


centrales del cristianismo y del budismo se percibe una tendencia: se
estudia a Siddharta Gauma y a Jesús buscando más sus analogías
que sus diferencias. Al hacerlo, se ignora, voluntaria o involuntaria-
mente, que las características y las enseñanzas de ambas figuras
deben ser asignadas a paradigmas religiosos distintos. Es lo que hace
este artículo tratando las analogías y diferencias en diez puntos con-
cretos.

Buddha und Jesus. Gemeinsamkeiten und Differenzen, Kerygma und


Dogma 51 (2005) 33-51.

INTRODUCCIÓN

El budismo tiene pocos segui- “El auténtico Jesús. Las fuentes


dores en Alemania, unos 100.000. budistas del cristianismo”, de El-
Pero mucho más importante que mer Gruber y Holger Kersten.
esa cifra es la capacidad de fasci-
Un sano escepticismo debería
nación que tiene en medio del plu-
hacer pensar a los verdaderamen-
ralismo religioso de nuestro tiem-
te interesados en el tema en pasar
po. Por eso es conveniente una
al siguiente libro de la lista,
comparación entre Jesús y Buda
“Buda, Jesús y el resto del mun-
en nuestro ámbito de cultura fun-
do”, de Günther Nennig, en el que
damentalmente cristiana.
se puede leer que el asunto de la
Existe muchísima bibliografía formación de Jesús en la India está
sobre el tema. El orientalista Hel- superado ya hace tiempo por las
mut Uhlig ha escrito un libro con ciencias de la religión. Pero en lí-
este título “Jesús y Buda”, en el neas generales este libro es pobre
cual se dice que Jesús nunca ha- en contrastes, porque el autor se
bló de la resurrección de los muer- confiesa al mismo tiempo cristia-
tos o de su propia resurrección, no y budista. Esta tendencia a la
sino sólo del eterno retorno y la ausencia de contrastes se puede
reencarnación. Jesús se habría explicar desde la sociología de la
educado en la India, y cuando ha- religión como sigue: en la era del
bla del Reino de Dios habla del pluralismo religioso y el mercado
“vacío” en sentido budista. Idén- de las religiones, la comparación
ticas opiniones leemos en el libro de dos grandes religiones de sal-
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vación como el cristianismo y el to es el ego eterno del hombre que
budismo producen disonancias se reencarna continuamente en
cognitivas que intentan resolver- cada alma concreta. Esta tiene el
se por la reconducción de ambas deber de elevarse hasta su condi-
a un común denominador. En el ción de Cristo o de Buddi.
trasfondo de esta actitud se dan
Esta continuación de las tesis
programas filosófico-religiosos,
de la gnosis antigua la encontra-
teológicos y espirituales que in-
mos también en la obra de Rudolf
tentan la reunificación de todas las
Steiner, secretario general de la
religiones bajo una sola figura o
Sociedad Teosófica Alemana. De-
factor. Tenemos la tesis ilustrada
fiende la presencia en Jesús de
de la “religión natural” como base
Buda y Zaratustra por medio de
y criterio de todas las religiones
la transmigración de las almas.
históricas. O también la represen-
Zaratustra es el Jesús salomónico;
tación esotérica de una “religión
Buda, el Jesús natánico. Ambos se
única” que está en la base de toda
sintetizan de modo oculto en Je-
religión histórica. Sobre esta base
sús a partir de los doce años. Algo
Helena Petrovna Blavatsky, en
semejante desarrollan en sus es-
cuanto madre espiritual de la So-
critos Violet Tweedale y Alice
ciedad Teosófica, pudo contar a
Bailey en el marco de la New-Age.
Jesús y Buda entre las siete dife-
Todos estos intentos de compara-
rentes encarnaciones o “avataras”
ción entre Jesús y Buda son “ilus-
del único Logos. El Nazareno es
trados”: el estudio Buda y Cristo,
presentado como maestro ilumi-
de Gustav Mensching; el libro
nado mediante autodisciplina. El
Budismo y cristianismo, de Mi-
concepto de “Cristo”, tal como
chael von Brück y Wahlen Lai;
aparece en el NT, es interpretado
Jesús o Buda, de Axel Michael,
por ella esotéricamente como “ego
etc…
espiritual”, partiendo de una tri-
nidad “atma-buda-manas” que A estos autores les interesan
representa la verdadera individua- más las cosas en común que las
lidad, el “hombre divino”. El prin- diferencias. Jesús y Buda son
cipio crístico hace del hombre el “apariciones de lo divino en el
“templo de Dios”, le posibilita re- mundo”, de una realidad eterna.
conocer plenamente la no separa- Se ha de acabar con la mentalidad
ción del ego de su personalidad excluyente (o esto o lo otro) para
respecto del ego universal (anima ir a una mentalidad de inclusión
supra-mundi). La teoría de Bla- (tanto-como), tal como se practi-
vatsky defiende la identidad fun- ca en la India y en Asia Oriental.
damental de todas las almas con Von Brück en su tesis doctoral
el alma del mundo universal, y la habla del “Cristo universal” pre-
reencarnación y transmigración de sente tanto en el Jesús histórico
todas ellas en un ciclo universal como en Buda, y valora positiva-
de acuerdo con su karma. El Cris- mente el libro “Buda y Jesús” de

Buda y Jesús 177


Carrin Dunne, que presenta a Je- hora de comparar a Jesús y Buda,
sús como una reencarnación de sino sólo su predicación, esta pos-
Buda. Esta mentalidad compara- tura no hace justicia al contenido
tista se presenta como más favo- de ambas religiones. La unidad en
recedora del diálogo interreligio- la diversidad es peligrosa si no se
so. Pero, cuando Leonard Swidler respetan las características propias
dice que ni la resurrección ni el de cada religión.
nirvana importan de veras a la

DESARROLLO COMPARATIVO

A continuación trataremos de Más bien hay que relacionarlo con


comparar a Jesús y Buda para en- la idea cristiana, totalmente ajena
contrar los puntos comunes pero al monoteísmo teísta del Islam y
también las diferencias. Se presu- del judaísmo, según la cual Dios,
ponen aquí las investigaciones de en la figura de su Verbo, se encar-
la historia de las religiones y de la na en forma humana, se hace cria-
teología sobre Siddarta Gauthama, tura con todas las consecuencias.
Buda, y Jesús, el Cristo, que lle- De ahí que, en la vida de Jesús,
nan volúmenes enteros. Ahora re- éste manifieste apego a las formas
sumiremos en diez puntos el re- progresivas de la religión, remi-
sultado de toda esta investigación. tiéndose a su Padre celestial, y que
la predicación del Reino de Dios
sea mucho más progresista que la
Familia monoparental idea de la salvación en el budis-
mo.
Según la tradición Jesús y
Buda crecieron bajo uno solo de
Reforma religiosa
los padres carnales. La madre de
Buda murió a la semana de su na-
cimiento, a los 40 años (450 a.C.), Común a Buda y a Jesús es el
siendo criado por la hermana de hecho de que ambos se unieran a
ésta. De ahí le vendría a Buda una un movimiento de reforma religio-
profunda nostalgia de la madre sa. En Asia Oriental había, en
perdida que se manifiesta en ten- tiempos de Buda, un movimiento
dencias regresivas presentes en de liberación respecto de la casta
sus meditaciones. En el caso de de los brahmanes, que tenían el
Jesús, encontramos el problema monopolio de los sacrificios reli-
del “nacimiento virginal”, que es giosos. Miles de monjes célibes
muy distinto de los mitos de los encontraban su resurgir espiritual
dioses copulando con las hembras gracias a los ejercicios místicos y
mortales de la mitología griega. las especulaciones de la teología

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védica. Algunos crearon sus pro- para la salvación, porque el fana-
pias escuelas. Una de esas escue- tismo que implican se opone a la
las fue el lugar donde se formó actitud de renuncia. Un buen día
Buda. Jesús, por su parte, se unió recibió su famosa iluminación
al movimiento de Juan el Bautis- bajo una higuera, que le hizo ser
ta, que era algo más que un refor- un “iluminado”, un Buda.
mador religioso. Más bien era un
Por su parte, Jesús practicaba
profeta apocalíptico que bautiza-
con sus discípulos una cierta as-
ba apelando al juicio final de Dios
cesis. Pero su discipulado no cons-
inminente. La diferencia más ma-
tituía ninguna orden monástica y
nifiesta entre Buda y Jesús en este
no excluía la presencia de muje-
aspecto es que en el budismo se
res como la orden de Gautama
busca la salvación a base de la
Buda. Jesús se apartó de la estric-
espiritualidad metódica de renun-
ta ascesis de Juan el Bautista. Has-
cia al mundo, mientras que Jesús
ta era llamado “bebedor y comi-
anuncia el Reino de Dios miseri-
lón” por sus enemigos (Mt 11, 19).
cordioso que se ofrece al hombre
La razón de todo ello reside en su
para provocar su conversión y un
predicación del Reino de los Cie-
nuevo comienzo por la gracia.
los, presente ya para todo el mun-
do en su persona. Si la ascesis de
Buda fue delimitada por razones
Ascetismo
metódicas, en Jesús estaba moti-
vada por su predicación de la sal-
Buda y Jesús son en cierto vación. En su dependencia del
modo ascetas. Se fueron de casa Padre celestial, Jesús se manifes-
más o menos a la misma edad y tó libre respecto de leyes religio-
se dedicaron a una fuerte ascesis. sas y de otra naturaleza, mientras
Buda había nacido hijo de un alto que Buda experimentó la salva-
dignatario y fue criado entre al- ción precisamente en el respeto de
godones, pero a los 29 años aban- las leyes que rigen la realidad.
donó a su mujer y a su hijo, según
la leyenda porque comprendió, a
la vista del sufrimiento humano,
Carismáticos
que sólo como asceta sin lazo
afectivo alguno podía alcanzar la
salvación. Durante 50 años fue Tanto Gautama como Jesús
peregrino en calidad de monje eran hombres carismáticos que
mendigo. Ya muy pronto descu- trascendieron con mucho los lími-
brió los conceptos de karma y tes de la experiencia normal de la
transmigración de las almas. Prac- realidad. Representan tipos dife-
ticó el ayuno y la meditación has- rentes de genio religioso. Buda
ta casi perder la vista y el oído. representa el tipo “gnóstico”: per-
Finalmente, llegó a la conclusión sigue y alcanza aquella visión di-
de que tales castigos no son vía recta de las estructuras de la rea-
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lidad que mantienen atados a los traidor, dentro del círculo íntimo
humanos. Mediante esta ilumina- de sus discípulos, que pretendía su
ción alcanza la salvación. Según muerte. A los 80 años, Buda esca-
Gustav Mensching el conocimien- pó de la muerte gracias sobre todo
to budista de sí mismo anula las a su carácter sublime. Y no se pue-
causas del sufrimiento y eso mis- de excluir que su muerte fuese
mo proporciona la salvación. A debida a un envenenamiento y no
esa gnosis le acompaña el no-sa- una muerte natural. En todo caso,
ber, en el cual se ha de buscar la nunca se atribuyó a su muerte un
causa primordial de toda salva- poder salvador. Su última palabra
ción. fue la renuncia al duelo y al sufri-
miento psíquico: “Las piezas de
Jesús, por su parte, recuerda
la personalidad están sometidas a
más bien a la figura tipo del
la ley de la caducidad. Esforzaos
“mago”: posee la fuerza de trans-
por superarla”.
formar y salvar las estructuras de
la realidad –empezando por sus Jesús, en cambio, cincuenta
palabras y obras y acabando por años más joven que Buda, no huyó
su singular resurrección de entre de su cruz. Fue hacia ella hasta el
los muertos. Pero, si se observa final en plena solidaridad con la
mejor, en Jesús no se trata de ma- alienación de los hombres respec-
gia, sino de una relación especial to de Dios. En este sentido, su
con el Dios Creador, de una fuer- muerte en la cruz fue interpretada
za de su espíritu para hacer que la por sus discípulos, tras la resurrec-
realidad llegue a su cumplimien- ción, como el acontecimiento cen-
to. El Buda histórico no hizo mi- tral de salvación de dimensión
lagros de curación, rechazó toda humana universal y cósmica. Es-
magia y nunca reclamó para sí una tas diferencias tan marcadas entre
exclusividad personal. Jesús, en Jesús y Buda se corresponden con
cambio, trató con los hombres de diferencias también muy notables
forma activa y curativa, y además en el significado de sus vidas y la
pretendió para sí la dignidad me- interpretación de sus hechos y di-
siánica exclusiva, al menos indi- chos - sobre todo si se tiene en
rectamente. G. Theissen comen- cuenta el significado de la resu-
ta: “Como carismático taumatur- rrección en la Pascua cristiana.
go apocalíptico Jesús está solo en
la historia de las religiones”.
Doctrina

Via crucis
Por lo que respecta a su doc-
trina, ni Jesús ni Buda se conside-
Siddharta Guatama y Jesús de raron sabios o poseedores de todo
Nazaret recorrieron su via crucis. el saber. Pero pretendieron para sí
Ambos tuvieron que ver con un un saber decisivo acerca de la sal-

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vación, y sobre él basaron una re- para Jesús la necesidad de salva-
lación entre maestro y discípulo. ción de los hombres estaba fuera
Buda creía que sólo su doctrina de duda. Sus representaciones de
llevaba a la salvación. La consi- la misma configuraron las dos re-
deraba desde el punto de vista ligiones de salvación más impor-
cognoscitivo como muy elevada tantes del mundo. Su anuncio de
y sólo apta para personas forma- la salvación significa la irrupción
das. Su propia personalidad tenía de una dimensión transhistórica en
que quedar escondida detrás de la la historia. Pero esta constatación
doctrina, y también la de sus dis- abstracta no debe llevar a enga-
cípulos. ño: las dos concepciones de la sal-
vación son radicalmente distintas.
En cambio, Jesús identificó su
Buda rechazó la existencia de un
salvación, en primer lugar, con su
Dios creador y salvador -no en úl-
persona, y sólo en un segundo pla-
timo lugar a causa de su teodicea.
no con su doctrina. A ello apun-
Cierto que conocía dioses, inclu-
tan Mt 11, 27 y Jn 14, 6. Por eso
so una especie de dios creador
el cristianismo tuvo desde el prin-
(Prajapati); pero en ellos veía se-
cipio una pretensión de absoluto,
res celestiales que están someti-
no para la religión en sí, sino para
dos como todo lo existente a la ley
el Hijo único de Dios cuya adora-
del cambio y el devenir. Este ci-
ción predicaba. Jesús, en oposi-
clo universal, del que forma parte
ción a Buda, no fue maestro de
también la doctrina de la reencar-
contenidos. Lo que hizo fue pre-
nación de las almas, representa
dicar el Reino de los Cielos a los
una ley de la naturaleza caracteri-
pobres de espíritu. Tanto Jesús
zada por el símbolo de la rueda.
como Buda se autoconsideraban
La verdadera salvación consiste
“sembradores” que se sacrifican.
en huir de ella. Buda excluyó ex-
Pero sembraron mensajes comple-
plícitamente la idea de salvación
tamente distintos en el contexto de
por alguien diferente del propio
diferentes paradigmas de reali-
individuo. El camino a la salva-
dad. El saber soteriológico de
ción ha de ser llevado a cabo por
Buda era posible para cualquier
las propias fuerzas (“autosalva-
hombre en principio. En cambio,
ción”). Aun así la iluminación
Jesús comprendió su propio saber
salvadora no está del todo al al-
decisivo y su autoconciencia
cance del yo del individuo. Las
como revelación en el horizonte
diferentes escuelas budistas lu-
de una perspectiva soteriológica y
chan hasta hoy por la difícil cues-
apocalíptica.
tión del yo en principio capaz de
autosalvación, que paradójica-
mente es una conciencia débil
Necesidad de salvación
pero que tiene una capacidad para
autoanularse y a la vez permane-
Tanto para Gautama como cer referida a sí.

Buda y Jesús 181


Jesús, por su parte, entendió la para el historiador de las religio-
salvación como un regalo a la cria- nes Axel Michael, el amor que
tura que es afirmada a pesar de predica el budismo es resultado de
toda alienación y en la cual se rea- un proceso meditativo de autosal-
liza la realeza de Dios mediante vación. Por otra parte, la compa-
la relación espiritual de salvación. sión no se adecua con la actitud
Salvación significa aquí encuen- de conciencia del que está libera-
tro con el amor de Dios que resti- do de toda dependencia. Tan ele-
tuye la integridad a la criatura, que vado es el Buda, que no puede ni
posibilita la certeza de la fe, pues- siquiera dejarse llamar amigo por
to que puede ser experimentada sus discípulos.
como la liberación de la condena
En Jesús encontramos una pa-
en el Juicio Final. No se trata en
radoja ética. Por un lado, encon-
ningún momento de autosalva-
tramos en sus palabras y obras una
ción. No se enseña un camino de
bondad que se deriva de su certe-
salvación complicado, sino que se
za del amor de Dios. Este amor le
apunta a la actitud de profundo
hace seguir el camino del servi-
agradecimiento por parte del hom-
cio a sus discípulos a los que lla-
bre creyente. No se insiste en la
ma amigos (Jn 15,14). Por otra
ley del karma y la reencarnación,
parte, puede enfrentarse a sus ene-
sino en la llamada de Jesús: “Ve-
migos con fuerza y duros discur-
nid a mí todos los que estáis fati-
sos de juicio. Esa paradoja se re-
gados y agobiados, y yo os alivia-
suelve en la interpretación cristia-
ré” (Mt 11, 28).
na primitiva de su muerte: según
ésta, Jesús como Juez último se
somete él mismo al Juicio de la
Superación del egocentris-
Muerte y en dicha identificación
mo
o sustitución se manifiesta como
el Salvador de todos los hombres
A Buda y a Jesús les importa- enviado por Dios.
ba sobre todo la superación del
egocentrismo. No sólo enseñaban
reglas morales universales, sino
El sufrimiento humano
que predicaban la bondad o la
compasión para con el mundo, el
amor al enemigo. En Buda este Gautama y Jesús se enfrenta-
bien aparece en forma de sonrisa ron intensamente con el sufri-
perenne que habla de la interna miento de los hombres. Las “cua-
superioridad sobre el sufrimiento, tro verdades nobles” de Buda
de la felicidad de una ecuanimi- diagnostican el sometimiento de
dad imperturbable. Afirma el toda criatura al sufrimiento y su
amor al prójimo y al enemigo, de engendramiento en el sufrimien-
una parte, en la conciencia de uni- to, para enseñar la supresión de
dad de todos los seres. Por eso, todo sufrimiento mediante la eli-
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minación de todo anhelo por la vieron un factor de continuidad y
“vía de los ocho senderos”. El pensaron en una salvación indivi-
monje que medita ha encontrado dual en conexión con la realidad
el camino de salida del sufrimien- universal de la consumación. Pero
to – no sin negar el mundo, en la ambos lo hicieron de modo distin-
medida en que vida y sufrimiento to. Buda enseñó la renuncia a sí
se identifican. Del mismo modo mismo y rechazó la inmortalidad
enseña que el nirvana está en me- del alma individual. El alma para
dio de esta existencia, se puede en- él es una magnitud perecedera. Su
contrar en el mundo. No implica negativa en este aspecto no es es-
la desaparición total, sino prima- tricta. En su experiencia de ilu-
riamente la desaparición del sufri- minación pudo mirar hacia atrás a
miento y, por lo demás, también todas sus reencarnaciones. Así que
de toda reflexión. reconoció una especie de continui-
Jesús, en cambio, no analiza el dad entre todas ellas, un potencial
sufrimiento, sino que sigue su via de energía transmigrante. Pero se-
crucis en solidaridad con todos los ría un sinsentido aspirar a la sal-
que sufren. Mientras que Buda por vación del nirvana más allá del ser
causa del sufrimiento llega a ne- y del no-ser sin admitir una conti-
gar toda vida y todo amor que nuidad más allá de la muerte. ¿Aca-
vaya unido al deseo, Jesús se in- so no queda aquí un apofatismo de
clinó con amor cuidadoso sobre fondo poco convincente?
los que sufrían corporal o social-
También para Jesús la muerte
mente, lejos de identificar dicho
no era un corte brusco y definiti-
sufrimiento con una supuesta ig- vo, sino que contempló la muerte
norancia espiritual del individuo.
en relación a la resurrección. La
Además, esperaba una liberación
confianza en el Creador y Consu-
universal del sufrimiento al final mador le posibilitó una perspecti-
de los tiempos en el Reino de
va positiva, es decir, la certeza de
Dios, en vez de identificar la libe-
que para Dios todos los muertos
ración del sufrimiento con la ani- están vivos (Lc 20, 38). La resu-
quilación del mundo.
rrección de los muertos es una
metáfora que ofrece la futura par-
ticipación de todas las criaturas en
Mortalidad del hombre
la creación universalmente redimi-
da y penetrada por completo de
Buda y Jesús tomaron en serio Dios. Jesús está a favor de la afir-
la mortalidad del hombre. Sin mación de la vida y del mundo,
embargo, no defendieron la tesis de la esperanza optimista en la ple-
de la muerte total, sino que entre- na realización de todos los seres.

Buda y Jesús 183


REFLEXION FINAL

La conclusión final salta a la visión más armónica de las cosas.


vista: Siddharta Gautama y Jesús Desde un punto de vista cristoló-
de Nazaret sólo se parecen en as- gico, la iluminación de Buda pue-
pectos muy secundarios. Si se de ser respetada como resultado
mira con detenimiento, ambas fi- de un intento humano de descu-
guras pertenecen a paradigmas re- brir por la propia fuerza lo que el
ligiosos divergentes. Budismo y mundo contiene en su interior. En
cristianismo son incompatibles, lo que Buda se equivocó, el cris-
según H.W. Schuhmann. Y según tianismo no puede aceptar sus re-
Teilhard de Chardin “Jesucristo es sultados como definitivos. Podría
inconmensurable con ningún considerarse que se trata de una
Buda”. De forma exagerada, se “máscara de Dios”, que no se deja
podría decir que son como fuego percibir en las cartas con las que
y agua. Ambos hombres muestran juega. Este espíritu budista más
una profunda espiritualidad sin la bien mantiene al mundo a una
cual no se habrían desarrollado cierta distancia, hasta su libera-
ninguna de las dos religiones de ción total –como consecuencia de
salvación. Pero su simbolismo una actitud de autoenajenación–.
apunta en direcciones diferentes: En esta forma kenótica, de todos
Reino de Dios y Nirvana, la Cruz modos, no es reconocible más que
y la Rueda no significan lo mis- a través de la revelación, que tie-
mo. Precisamente en nuestra épo- ne lugar en el encuentro con Jesu-
ca de pluralismo religioso, la to- cristo. Jesús y Buda responden de
lerancia ha de servir para percibir manera distinta a la pregunta de
y mantener las diferencias, en lu- si detrás del vacío cósmico está la
gar de escamotearlas, con lo que, plenitud de la vida. El diálogo
en último término, se minimiza de entre ambos puede basarse en que
forma no científica la pregunta por los budistas ven la última dimen-
la verdad. sión de la realidad como Miste-
Este minimizar la cuestión de rio, mientras los cristianos preten-
la verdad ultima y definitiva pue- den estar inspirados por el Espíri-
de ir en beneficio del budismo, en tu que es capaz de penetrar en las
la medida en que éste presenta una profundidades de Dios.

Tradujo y condensó: MARÍA JOSÉ DE TORRES

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