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TEMA 3.

TRÁMITES Y DOCUMENTACION
Emprendedores
En este apartado, vamos a analizar cómo surgieron dos importantes empresas españolas de
proyección internacional, así como los pasos y trámites que siguieron para su constitución.

■ Llongueras: de botones a empresario


Desde pequeño, Lluís Llongueras mostró tener dotes artísticas, razón por la cual su padre le
matriculó en la Escuela de Bellas Artes, pero abandonó pronto los estudios por creer que nunca
llegaría a la categoría de los genios que tanto admiraba, como Dalí o Picasso. Dolido, su padre le
obligó a buscar un trabajo y Lluís fue contratado como botones en una peluquería de alto standing.

El ambiente lujoso, la sensualidad y las mujeres elegantes sedujeron a Lluís, que se propuso
aprender las técnicas para embellecer a la mujer. Sin contar con medios económicos ni con el apoyo
de su padre, su única alternativa era convertirse en un autodidacta.

Meses después, con apenas veinte años, esboza un informe de su idea de negocio para solicitar un
préstamo en una entidad bancaria.

Abre su primer salón de peluquería y, desde entonces, el negocio no ha parado de crecer, incluso
fuera de España. Lluís Llongueras tiene fama de ser uno de los tres mejores peluqueros del mundo y
de tener una creatividad incesante. Revolucionó la peluquería con el primer salón unisex; luego, con
un salón autoservicio; más tarde, con el servicio nocturno; y, recientemente, con el Espacio Fashion,
la única peluquería que integra actividades de ocio.

Además, ha realizado exposiciones de escultura, de pintura y de fotografía, demostrandoque su


creatividad trasciende los límites de un salón de peluquería. Ha escrito más de veinte libros sobre su
técnica y ha peinado a multitud de famosos, incluyendo a los reyes de España. Entre sus logros más
comentados, está la creación de la mayor peluca del mundo, que le encargó su gran amigo Dalí, de
quien fue peluquero personal, para colocarla en la Sala Mae West del Teatro-Museo en Figueras.
Peluca que, por cierto, ha sido incluida en el Libro Guinness de los Récords por ser la más grande del
mundo.

Forjando un nombre

En sus comienzos, Llongueras fue un empresario individual. Con este tipo de empresa, el
emprendedor asume de manera personal e individual todos los riesgos de su actividad
emprendedora, a la vez que los trámites de constitución resultan sencillos y rápidos.

Más tarde, creó la academia de peluquería C&C Llongueras, como una sociedad limitada. Con esta
forma jurídica, todos los socios se conocen y solo pueden transmitir su participación en la empresa a
los otros socios o a familiares directos. Los trámites son más complejos, pero, a cambio y como en
cualquier sociedad, las deudas de la empresa solo se pagarán con el patrimonio de la compañía y
nunca con los bienes personales del empresario.

Llongueras constituyó también una sociedad anónima: la empresa Peluquería y Maquillaje: PEYMA,
S.A. En esta figura societaria, el capital de la empresa se divide en acciones. Cada socio posee un
número proporcional al dinero aportado y, en función de ello, se reparten los beneficios y el peso
del voto cuando hay que tomar decisiones. Las acciones se pueden vender libremente a quien se
quiera, por lo que no tiene por qué haber una relación cercana entre los socios, como sucede en la
sociedad limitada. En este caso, interesa más la aportación económica de los socios que la
familiaridad en el trato.

Por último, Llongueras se decidió a constituir una franquicia. Es una forma segura y rentable para los
principiantes de atraer clientela, reducir riesgos y generar beneficios desde el inicio, ya que el
nombre Llongueras, su prestigio de marca y toda su experiencia, su know-how, respaldan el negocio.
A cambio, Llongueras, como cualquier otro franquiciador, fija qué requisitos son necesarios para
poder abrir un local con su nombre y recibe un beneficio económico por ello, al inicio por medio del
canon de entrada y, posteriormente, de forma periódica, a través de los royalties.

■ Kukuxumusu
Otra empresa española que también ha logrado prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras por la
creatividad de sus diseños es Kukuxumusu.

El inicio fue casual. Tres amigos intentaron conseguir algo de dinero para disfrutar los sanfermines
vendiendo camisetas de recuerdo. Sin embargo, los plazos fallaron y no pudieron distribuir su
producto a través de las tiendas, por lo que decidieron vender ellos mismos las camisetas por la
calle. El éxito fue tan sorprendente que surgió la idea de crear su propia empresa: un negocio al por
mayor de prendas textiles.

Kukuxumusu, marca registrada

En concreto, Kukuxumusu registra cada uno de sus dibujos en el Registro de la Propiedad Industrial.
Un paso que encarece su producto final, pero que resulta necesario, pues, aunque no elimina en su
totalidad el plagio, sí les confiere ciertas garantías y la tranquilidad de que pueden defenderse con
instrumentos legales de quienes quieren explotar la rentabilidad de un diseño idea sin haberlo
creado.

El Registro de la Propiedad Industrial garantiza que no se explota de forma ilícita el ingenio de sus
autores. Es preciso proteger el trabajo y el esfuerzo que hay detrás de cada creación. Si no fuera así,
no habría estímulo para hacer cosas diferentes, innovadoras, y el mundo no avanzaría. Sin embargo,
todavía es frecuente vulnerar los derechos de autor bajo el pretexto de que el precio que se paga
por el producto es excesivo.

Tal vez convendría considerar cuál sería el precio a pagar si los autores, de cualquier ámbito
profesional, renunciaran a hacer públicas sus creaciones. Ellos no tendrían una ganancia, mientras
que los demás tendríamos una gran pérdida.

1. Clasificación de las empresas


Las empresas se clasifican en función de varios criterios. Por ejemplo, según su titularidad se dividen
en:

 Empresas públicas. Son aquellas empresas que están bajo el control del Gobierno, ya sea
central, autonómico o local. La Administración será, por tanto, titular de la compañía o de
parte de ella.
 Empresas privadas. Son entidades creadas por individuos particulares para desarrollar una
actividad económica a fin de conseguir beneficios. Según el número de personas que las
constituyan, el capital social mínimo necesario y la responsabilidad de los socios, adquieren
una denominación u otra.
Según su forma jurídica se dividen en:

 Empresario individual. Empresas constituidas por un socio. Es la forma jurídica más sencilla,
ya que solo hay un propietario. No puede tener socios, aunque sí contratar trabajadores.
 Sociedades. Empresas constituidas por uno o varios socios. Aunque sean unipersonales, la
característica que las diferencia de las anteriores es que sí pueden tener socios. Igualmente,
pueden contratar trabajadores.

La forma jurídica elegida es libre, según decidan los socios. Esta elección marcará una serie de
aspectos fundamentales, como veremos en la fase de Simulación empresarial.

Siempre es posible cambiar de una forma jurídica a otra; por ejemplo, podrías constituirte como
empresario individual y, más adelante, cambiar a sociedad limitada, pero eso supondría realizar
nuevos trámites y, con ello, abonar las cantidades requeridas.

1.1. Franquicias
Una de las maneras de reducir el riesgo en el momento de iniciar un negocio es a través de una
franquicia.

Una franquicia se basa en un contrato de colaboración entre dos empresas jurídica y


financieramente independientes, representadas por las figuras del franquiciador y el franquiciado.

Una franquicia consiste en la cesión por parte de un empresario «franquiciador» a una tercera
persona, «franquiciado», del derecho de explotación de una propiedad industrial o intelectual
propia y de la asesoría técnica necesaria, a cambio de una compensación económica y de un
porcentaje sobre los beneficios producidos.

Lo que el franquiciador ofrece es la marca y su prestigio, los productos apropiados, asesoramiento


sobre cómo «llevar el negocio» o know-how y acciones de marketing. El franquiciado, por su parte,
deberá seguir las indicaciones del franquiciador y abonarle unas cantidades periódicas, que se
denominan regalías, canon o royalties. El acuerdo suele durar entre cinco y treinta años, con la
posibilidad de cancelación anticipada mediante un preaviso.

La franquicia representa una situación ventajosa para los dos partes. El franquiciador puede
expandir su proyecto empresarial sin tener que realizar inversiones económicas y sin asumir en su
totalidad el riesgo de fracaso. Y el franquiciado se beneficia de iniciar un negocio que ya está siendo
rentable en el mercado, incluso sin ser un especialista en el sector y, si la franquicia es bien
conocida, tiene garantizada una clientela desde el primer momento y una tasa de retorno de su
inversión en poco tiempo.

En España, los empresarios que quieran hacer una franquicia con su marca deben inscribirse en el
registro de franquiciadores, bien sea en el registro autonómico o en el registro central. No obstante,
están exentos de esta obligación aquellos emprendedores que tengan franquicias en otros Estados
de la Unión Europea; en este caso, solo deberán comunicar el inicio de sus actividades en España.

El registro es un trámite administrativo que tiene una función meramente informativa, de manera
que no conlleva la obligación de poner en marcha la franquicia, si el franquiciador cambiara de
opinión. No obstante, saltarse este trámite es desaconsejable, ya que conlleva una sanción.

Con el fin de facilitar el desarrollo de este tipo de fórmulas empresariales, es habitual que se
celebren ferias y salones de franquicias en diferentes puntos de la geografía española. Las más
conocidas son SIF&Co (Salón Internacional de la Franquicia, las Oportunidades de Negocio y el
Comercio Asociado), en Valencia, Expofranquicia, que organiza IFEMA en Madrid, y el Salón
Emprendedor, que tiene lugar en Barcelona.

1.2. Elección de la forma jurídica


En síntesis, la elección de la forma jurídica debe ser analizada de manera detenida, a fin de elegir
aquella que mejor se adapte al negocio que se quiere iniciar.

No obstante, esta elección no es un aspecto fijo que deba permanecer invariable durante toda la
vida de la empresa.

Las nuevas circunstancias pueden aconsejar otro tipo de forma jurídica, para lo cual será necesario,
además del acuerdo de todos los socios, volver a realizar algunos trámites legales (como una nueva
escritura y la inscripción en el Registro Mercantil). Estos trámites suponen un coste en tiempo y
dinero, razón por la cual es preferible sopesar bien al inicio la forma jurídica más adecuada al
proyecto empresarial.

La elección de la forma jurídica es un aspecto fundamental, ya que implica exigencias en cuanto al


número de socios, el capital inicial mínimo o máximo necesario, la protección del patrimonio
personal de los socios en caso de deudas, los impuestos a pagar, los trámites exigibles para su
constitución, la mayor o menor facilidad a la hora de transmitir a terceros el porcentaje de
participación en la empresa y la imagen ante los clientes.Algunas actividades económicas están
obligadas a constituirse en una forma jurídica concreta, pero son excepciones. Las empresas pueden
tener la forma jurídica que convenga más a los socios. Por ello, es importante conocerlas a fondo.

1.3. Funcionamiento de una sociedad


Cada socio aporta una cantidad de dinero para constituir la empresa y con ello adquiere una parte
de la propiedad de la empresa. No todos los socios tienen que aportar el mismo capital; así, el que
aporte más dinero tendrá un porcentaje mayor de participación, lo que determina su mayor
porcentaje en el reparto de beneficios y, al tomar decisiones, su voto tendrá más peso.

Las normas que los socios acuerdan, como cuántas veces reunirse, si pueden vender su parte a
cualquier persona, etc., se recogen en los estatutos. Las decisiones del día a día se toman en las
reuniones conjuntas de todos los socios, que son convocadas de forma periódica.

La Junta General de Socios es la reunión periódica de los socios donde se toman decisiones que se
recogen en un acta (similar a una junta de vecinos); por ejemplo, dónde invertir los beneficios, si es
necesario aportar más capital, quién será el administrador, modificar los estatutos, etc.

El administrador se encarga de ejecutar las decisiones tomadas en la Junta General de Socios (como
el administrador de una comunidad de vecinos). También tiene la representación legal de la
empresa, lo que significa que es responsable ante los tribunales por las actuaciones inadecuadas de
la empresa.

Esto es así en todas las formas jurídicas menos en la cooperativa.


Número de socios
Empresario Es la única forma jurídica que solo puede ser unipersonal. Se pueden
individual contratar trabajadores, pero no se pueden tener socios.

Pueden estar constituidas por varios socios:

 Las sociedades anónimas y limitadas pueden tener uno o más socios.


 La sociedad limitada de nueva empresa debe estar integrada entre
Sociedades uno y cinco socios.
 Las sociedades laborales y las cooperativas necesitan un mínimo de
tres socios, puesto que no está permitido que ningún socio que,
además, sea trabajador en la empresa, posea más de un tercio del
capital de esta.

Capital inicial
Empresario No requiere capital inicial, puesto que no tiene que inscribirse en el Registro
individual Mercantil ni constituirse ante notario.
Se exige la aportación de un capital mínimo para empezar la actividad. En
Sociedades función de la personalidad jurídica de la empresa, la cantidad a desembolsar
es distinta.
Responsabilidad legal de los socios
La responsabilidad es ilimitada, afectando al patrimonio personal del
Empresario
empresario cuando los bienes de la empresa no cubren el importe de las
individual
deudas.
La responsabilidad por las deudas contraídas está limitada exclusivamente al
Sociedades
patrimonio social de los socios.
Cuestiones fiscales
Empresario Tiene la obligación de tributar el IRPF. El tipo impositivo varía en función de
individual los beneficios obtenidos.
Tiene la obligación de tributar el IRPF o el impuesto sobre sociedades en
función de la forma jurídica de la empresa. En el caso del IRPF, el tipo
impositivo varía en función de los beneficios obtenidos hasta un máximo del
Sociedades
52 %. En el caso del impuesto sobre sociedades, el tipo impositivo es siempre
el mismo porcentaje (30 % o 25 % para las empresas de reducida dimensión,
que son aquellas cuya facturación es inferior a los diez millones de euros).
Trámites a realizar
Empresario
Requiere menos requisitos para iniciar la actividad económica.
individual
Sociedades Deben cumplir varios requisitos para iniciar la actividad económica.
Transmisión de porcentaje en la empresa
Empresario
Al ser el único socio, no tiene limitaciones al respecto.
individual
Sociedades
Están sujetas a unas normas:

 Sociedad limitada. Los socios pueden transmitir sus participaciones


solo a otros socios de la empresa o a familiares directos (padres, hijos
y/o cónyuge). La razón es evitar cambios sustanciales en la compañía.
No obstante, los estatutos de la sociedad pueden recoger otros
acuerdos diferentes adaptados por los socios, flexibilizando así esta
limitación.
 Sociedad anónima. Los socios pueden vender libremente sus
acciones. En este caso, más que garantizar la identidad del nuevo
socio, lo que interesa es afianzar la aportación de capital.

Imagen ante los clientes


Empresario Tiene más dificultad para acceder a clientes y proveedores por la sensación
individual de impermanencia que transmite el hecho de trabajar solo.
Sociedades Dan mayor sensación de permanencia y, consiguientemente, de fiabilidad.
Tabla 3.1. Características de los distintos tipos de formas jurídicas de las empresas.

A. Aclaraciones
La responsabilidad de los socios. Se refiere, en este contexto, a la manera de afrontar el pago de
deudas cuando estas superan los bienes que posee la empresa.

 Responsabilidad limitada: las deudas se cubren solo con los bienes de la empresa
(patrimonio mercantil). Si no fuera suficiente, la empresa no podría pagar a sus acreedores.
 Responsabilidad ilimitada: las deudas se pagan con el patrimonio mercantil, es decir, los
bienes corporativos. Si no fuera suficiente, se cubrirían las deudas restantes con el
patrimonio personal del o los empresario/s. El riesgo que se asume es mayor.

1.4. Carga fiscal


Todas las empresas pagan impuestos por los beneficios que obtienen, pero se diferencian en qué
impuesto pagan y en el tipo impositivo.

 Impuesto de sociedades. El tipo es fijo, de manera que no cambia cuando la empresa tiene
buenos resultados, ni cuando obtiene pocos beneficios. Se liquida (paga) en julio, aunque
hay que presentar una declaración trimestral y pagos fraccionados en los meses de abril,
octubre y diciembre.
 IRPF. El tipo impositivo se incrementa cuando el empresario tiene grandes beneficios, pero
se reduce cuando no está generando ingresos. Sin embargo, el tipo mayor es superior al del
impuesto de sociedades. Se liquida al hacer la declaración de la renta en el mes de mayo,
pero hay que presentar una declaración trimestral donde se abona el 20 % de los beneficios
obtenidos hasta el momento. Para empresas de reciente creación, este porcentaje trimestral
es del 9 %.

Para calcular los beneficios de su actividad empresarial, los empresarios individuales pueden optar
por dos regímenes: estimación directa y estimación objetiva (o por módulos).

 En la estimación directa, se suman ingresos y se descuentan deducciones para obtener los


beneficios conseguidos, de manera que el emprendedor debe llevar un registro minucioso
de cada pago e ingreso realizado. Dentro de esta opción, se puede elegir la estimación
simplificada, pero aun así es un proceso que requiere anotar cuidadosamente los datos
según se producen.
 En la estimación por módulos, se tienen en cuenta las características de la empresa, como el
número de trabajadores, el tamaño del local, etc., de manera que se facilita el cálculo. Sin
embargo, en momentos de crisis, cuando se mantiene el local y no se quieren realizar
despidos, el cálculo seguiría siendo el mismo, con el consiguiente perjuicio.

El resto de los impuestos que tienen que pagar las empresas no dependen de la forma jurídica, sino
del elemento objeto de tributación. Ampliaremos esto más adelante en otra unidad didáctica.
Los tipos impositivos que se aplican son los siguientes:

1. En el impuesto de sociedades, se aplica con carácter general un 25 %. No obstante, las


empresas de nueva creación, tributarán al 15 % durante los dos primeros años que obtengan
beneficios y las cooperativas fiscalmente protegidas tendrán un tipo del 20 % .

2. En el IRPF los tipos que se aplican dependen de los beneficios conseguidos, agrupados en
tramos. Actualmente hay cinco tramos, cuyos tipos impositivos son: 19 %, 24 %, 30 %, 37 % y
45 %.

A. Formas jurídicas más habituales


Las cifras anuales de creación de empresas reflejan que unas formas jurídicas son preferidas frente a
otras: empresario individual, sociedad limitada, sociedad anónima, sociedad laboral y sociedad
cooperativa.

 Empresa constituida por un único socio.


 La responsabilidad es ilimitada:
responde con todo su patrimonio.
 No paga impuesto de sociedades, sino
IRPF (impuesto sobre la renta de las
personas físicas), de manera que, al
hacer la declaración de la renta, declara
tanto sus bienes personales como los
Empresario individual
de la empresa.
 No hay órganos de gestión, ya que es el
único propietario, aunque puede
nombrar un apoderado que actúe en su
nombre.
 Tiene más difícil el acceso a préstamos,
pues todo el negocio depende de una
única persona y el riesgo para el
prestamista es mayoR.

Variante del empresario individual en la que la


responsabilidad ilimitada excluye la vivienda
Empresario de responsabilidad limitada habitual, siempre que no supere los 300 000 €
de valor. Es obligatorio que se inscriba en el
Registro Mercantil.

La mayoría de las empresas que se crean en nuestro país son sociedades limitadas, según los datos
publicados cada año por el INE (Instituto Nacional de Estadística). Hay tres modalidades distintas.

Sociedad de resonsabilidad limitada o


sociedad limitada (S. L.)
 Empresa constituida por uno o varios
socios.
 La responsabilidad es limitada.
 Requiere un capital social mínimo de 3
000 €, que se divide en participaciones.
 Si un socio quiere dejar la empresa,
puede traspasar (vender o regalar)
todas sus participaciones a otro socio o
a un familiar de primer grado (hijos,
padres o cónyuge). A nadie más, salvo
que los otros socios se lo permitan. Es
una manera de proteger la entrada de
socios desconocidos a esta empresa.
 Se incluyen las siglas S. L. tras el
nombre de la empresa.

Es un tipo de S. L. que se puede constituir por


medios telemáticos en poco tiempo. Tiene unas
peculiaridades específicas que la diferencian de
una S. L.:

 Un máximo de cinco socios. Y ninguno


de ellos puede ser socio de otra
sociedad.
 El nombre de la empresa será el
Sociedad limitada nueva empresa (S. L. N. E.)
nombre y los dos apellidos de un socio,
seguido de las siglas S. L. N. E., como
Juan Rodríguez Martín, S. L. N. E.
 Requiere un capital social de 3 000 €
como mínimo y 120 000 € como
máximo.
 Los órganos de gobierno son: la Junta
General de Socios y uno o dos
administradores.

Variante de la S. L., que no requiere la


aportación inicial de un capital social. Pasará a
ser S. L. una vez haya aportado, de forma
Sociedad limitada de formación sucesiva voluntaria y paulatina, los 3 000 € que
legalmente se establecen para esta sociedad.
Mientras tanto, está obligada a reinvertir los
beneficios para garantizar su autofinanciación.
La mayoría de las grandes empresas son anónimas, como Telefónica o Iberdrola, porque así pueden
cotizar en la Bolsa de valores. En España, tenemos cuatro Bolsas, en Madrid, Barcelona, Valencia y
Bilbao.

Sociedad anónima (S. A.)

 Empresa formada por uno o varios


socios.
 La responsabilidad de los socios es
limitada.
 Las siglas S. A. deben incorporarse al
final del nombre de la empresa.
 El capital mínimo para esta empresa es
de 60 000 € y está dividido en acciones.
Los socios fundadores deciden cuál será
el precio de cada acción al constituir la
empresa, pero luego se venderán al
precio que acuerde el accionista con los
compradores interesados.
Generalmente, las acciones tienen un
precio bajo, ya que se pretende que se
puedan vender con facilidad.
 Si cotizan en bolsa, los socios (llamados
accionistas) pueden vender a diario sus
acciones. El precio de cada acción en un
momento dado se llama cotización.
Cada día, la cotización de las acciones
cambia, según el último precio al que
se hayan comprado y vendido. La
persona que compra acciones se
convierte en socio de esa empresa.

 Las acciones se pueden traspasar


libremente, todas ellas o una parte, a
quien se desee y cuando se quiera.

 Los socios que tienen pocas acciones,


como el particular que invierte 10 000 €
de sus ahorros en comprar acciones de
una gran empresa en bolsa, son
conocidos como socios minoritarios.

 Los órganos de gobierno de una S. A.


son la Junta General de Socios, más
conocida como Junta General de
Accionistas, el administrador y el
auditor.
 Si se trata de una empresa grande,
puede ser necesario contar con varios
administradores que, además, tengan
encomendadas otras funciones,
relativas a la dirección de la compañía.
Es lo que se denomina Consejo de
Administración. Un Consejo de
Administración son tres o más personas
que apoyan al equipo directivo en la
gestión y representación de la empresa,
como realizar trámites, asesorar a la
Junta Directiva a tomar decisiones...
 Es decir, en una S. A. no es la Junta
General la que establece las directrices
y los objetivos de la empresa, sino el
Consejo de Administración y la Junta
Directiva.
 El auditor es una persona ajena a la
empresa encargada de revisar la
contabilidad, para comprobar que las
cuentas son correctas. Esto da
credibilidad y fiabilidad a los posibles
inversores y a los socios minoritarios,
que no pueden hacer un seguimiento
directo de los datos económicos.

Aunque no es muy habitual, tanto la sociedad limitada como la sociedad anónima pueden estar
constituidas con un único socio. Se trata de la sociedad limitada unipersonal (S. L. U.) y de la
sociedad anónima unipersonal (S. A. U.), cuya condición debe hacerse constar en toda la
documentación, correspondencia, facturas y en los anuncios legales. En ocasiones, esta situación
sucede cuando todas las participaciones o acciones pasan a ser de un único socio, lo que debe
hacerse constar en escritura y en el Registro Mercantil. El emprendedor y socio único pueden
considerar innecesario, en tales circunstancias, inscribir la empresa en el Registro Mercantil, pero la
decisión acarrea consecuencias importantes, ya que una vez que hayan transcurrido seis meses
desde su creación, sin haberse inscrito en el Registro Mercantil, el socio único responderá personal,
ilimitada y solidariamente de las deudas sociales contraídas durante el periodo de sociedad
unipersonal.

Tanto la sociedad laboral como la cooperativa son un tipo de empresa donde la mayoría de los
socios trabajan en ella, a diferencia de una S. A. o una S. L., donde puede haber socios o accionistas
que no trabajen, tal como sucede con los accionistas minoritarios de las grandes corporaciones.

En una S. L. o en una S. A., los socios no están obligados a trabajar en la empresa, sino a aportar el
capital. En una sociedad laboral y en una cooperativa, la mayoría de los socios están obligados a
trabajar en la empresa con un contrato indefinido (a tiempo completo o parcial). Incluso aunque
arroje muchos beneficios, deben permanecer como empleados fijos, ya que el objetivo de estas
sociedades es crear y mantener puestos de trabajo.

Sociedad laboral anónima o limitada (S. A. L. o


S. L. L.) Una sociedad laboral puede ser de dos tipos:
sociedad anónima laboral (S. A. L.) o sociedad
limitada laboral (S. L. L.).

El capital social mínimo, la responsabilidad y los


órganos de gobierno necesarios serán los
mismos que en una S. A. o en una S. L.

Lo que las diferencia es que deben estar


constituidas por, al menos, tres socios, de los
cuales la mayoría deben ser socios trabajadores
con contrato indefinido.
Pueden contar con socios que aporten solo
dinero (socios capitalistas) si se respeta la
condición anterior, y también pueden contratar
trabajadores.

Debe estar constituida por, al menos, tres


socios, de los cuales la mayoría deben ser
socios trabajadores con contrato indefinido.
También puede haber socios que aporten solo
capital (socios colaboradores). Asimismo, se
pueden contratar trabajadores.

Ningún socio puede poseer más de un tercio


del capital.

El reparto de beneficios se denomina retorno


cooperativo y es la misma cantidad para todos
los cooperativistas, sin tener en cuenta la
cantidad de capital aportado. En el resto de
sociedades, el reparto de beneficios (los
dividendos) se realiza en proporción al capital
aportado.

Si un socio quiere abandonar la sociedad, se le


Sociedad cooperativa (S. Coop.)
entregará la misma cantidad que aportó en el
plazo de cinco años. Es decir, no se traspasa su
propiedad, porque el capital social no está
dividido en participaciones ni acciones.

Los órganos de gobierno son parecidos a los del


resto de sociedades, pero conllevan diferencias,
razón por la cual no se denominan igual:
 La Asamblea General es la reunión de
todos los socios. A diferencia del resto
de las sociedades, en este caso cada
cooperativista tiene un voto,
independientemente del capital
aportado.
 El Consejo Rector se encarga de la
gestión y representación de la
sociedad.
 Los interventores realizan la revisión de
las cuentas anuales.

Las cooperativas y sociedades laborales se encuadran dentro de lo que se ha dado en llamar


economía social, entendida como las actividades empresariales de iniciativa privada que persiguen
el interés colectivo de sus integrantes, el interés general de la sociedad o ambos.
La principal diferencia entre una empresa social y una ONG es que la primera logra obtener sus
propios ingresos a través de la venta de sus servicios o productos mientras que la ONG depende de
donaciones filantrópicas.

La diferencia entre las políticas de Responsabilidad Social Corporativa de las empresas y una
empresa social radican en que el primero es un mecanismo compensador que busca contrarrestar el
impacto negativo que la empresa ejerció (las externalidades), mientras que la empresa social se
propone generar un impacto positivo en la sociedad.

B. Formas jurídicas menos habituales


Además de las formas jurídicas que hemos visto, los socios pueden optar por estas otras opciones:

 Sociedad civil. Es un contrato de colaboración por el cual dos o más personas se obligan a
poner en común bienes o dinero (llamados socios capitalistas), trabajo o industria (llamados
socios industriales) con ánimo de repartir entre sí las ganancias.
 Comunidad de bienes. Es una agrupación de varias personas que comparten la propiedad de
una cosa o derecho pro indiviso, esto es, el objeto pertenece indistintamente a más de una
persona.
 Sociedad comanditaria. Sociedad que integra socios colectivos (aportan capital, trabajan y
responden personal, subsidiaria y solidariamente de las deudas sociales) y socios
comanditarios (aportan capital y tienen responsabilidad limitada a su aportación). Puede ser
comanditaria simple, si no está obligada a auditar sus cuentas anuales ni a depositarlas en el
Registro Comercial, o comanditaria por acciones, en caso contrario.
 Sociedad colectiva. Sociedad mercantil de carácter personalista en la que, al menos, dos
socios actúan en nombre colectivo. No requiere un capital social mínimo. La responsabilidad
es ilimitada, respondiendo subsidaria, personal y solidariamente de las deudas sociales.

Además, la normativa ha creado otro tipo de formas jurídicas, como la sociedad agraria de
transformación, la sociedad de garantía recíproca, las entidades de capital riesgo y la agrupación de
interés económico, cuyo estudio trasciende los objetivos de este libro.

El principal hándicap de estas formas jurídicas es que su responsabilidad es ilimitada. Además,


aunque son fáciles de constituir, porque requieren menos trámites y no exigen el desembolso de un
capital inicial, tampoco gozan de personalidad jurídica (salvo la sociedad comanditaria).

Tipo de empresa N.º socios Capital Responsabilidad


El socio se
No existe mínimo
Sociedad civil Mínimo dos. responsabiliza con
legal.
todos sus bienes.
El socio se
No existe mínimo
Comunidad de bienes Mínimo dos. responsabiliza con
legal.
todos sus bienes.
El socio se
No existe mínimo
Sociedad colectiva Mínimo dos. responsabiliza con
legal.
todos sus bienes.
El socio se
Sociedad No existe mínimo
Mínimo dos. responsabiliza con
comanditaria simple legal.
todos sus bienes.
Sociedad El socio se
comanditaria por Mínimo dos. Mínimo 60 000 €. responsabiliza con
acciones todos sus bienes.
2. Trámites para la creación de la empresa
La elección de una u otra forma jurídica tiene relevancia en el momento de realizar los trámites de
constitución de la empresa. En el caso del empresario individual, los trámites son sencillos y rápidos;
en cambio, las sociedades tienen más formalidades que cumplir.

En ocasiones, se pueden realizar telemáticamente los trámites de constitución.

La Ventanilla Única Empresarial (VUE) ofrece servicios integrados de tramitación y asesoramiento


empresarial. Asimismo, puede realizar funciones propias de un PAIT.

La Ventanilla Única Empresarial dispone de una red de centros presenciales de tramitación (uno o
dos por Comunidad Autónoma), así como de un servicio gratuito de asesoramiento on-line.

Del mismo modo, para facilitar la tramitación con otras Administraciones Públicas, hay dos recursos:

 Sistema RED. Cualquier empresa puede realizar aquí sus gestiones ante la Seguridad Social.

 Sistema contrat@. Trámites ante el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal).

Recientemente, se ha creado la Ventanilla Única del Emprendedor, un nuevo recurso que no debe
confundirse con la Ventanilla Única Empresarial, enfocada a la información y asesoramiento. Así,
informa sobre ayudas y subvenciones, cuestiones legales y jurídicas y permite tutelar el plan de
negocio.

En esta unidad, se analizarán todos los trámites necesarios para el inicio de un negocio,
distinguiendo entre trámites de constitución y trámites de puesta en marcha. Como ves en la , se
distingue entre trámites obligatorios para el empresario individual y los que deben realizar las
sociedades. Una sociedad es una empresa que puede estar integrada por varios socios, de ahí que
sus trámites sean más complejos. Veremos las distinciones en la sección Simulación empresarial de
esta unidad didáctica.

Empresa Trámites de constitución Trámites de puesta en marcha


Empresario individual

 No requiere ningún  Alta en el IAE.


trámite específico.  Alta en el IVA.
 Declaración previa de
inicio de actividad.
 Elección régimen IRPF.
 Alta en el RETA.
 Inscripción de la
empresa en la
Seguridad Social (si
contrata
trabajadores).
 Afiliación y alta de los
trabajadores.
 Legalización de libros
oficiales.

 Obtención del NIF.


 Legalización de los
libros.
 Alta en el IAE.
 Alta en el IVA.
 Declaración previa de
 Certificación negativa
inicio de actividad.
de la denominación
 Alta en el RETA de los
social.
socios.
 Apertura de cuenta
 Inscripción de la
bancaria.
empresa en la
 Redacción de los
Seguridad Social (si
Sociedades estatutos.
contrata
 Firma de la escritura.
trabajadores).
 Liquidación del
 Afiliación y alta de los
ITP/AJD.
trabajadores en el
 Solicitud del NIF.
Régimen General.
 Comunicación de
 Inscripción en el
apertura.
Registro Mercantil.
 Sellado del libro de
visitas.
 Solicitud de licencias
municipales.
 Inscripción en el
Registro de la
Propiedad o Industrial.

3. Trámites de constitución
Una persona tiene capacidad de comprar y vender por su cuenta. Una empresa, en cambio, si está
constituida por varios socios, plantea una serie de problemas: ¿a nombre de quién se pone el local
comprado? ¿Quién paga los gastos? ¿En qué cuenta bancaria se domicilian los pagos? ¿Quién pide
un préstamo? ¿Quién abona la deuda si la empresa no obtiene beneficios?

La legislación mercantil ha resuelto este problema creando la figura de persona jurídica, para
aquellas empresas que, sin tener existencia individual física, puedan actuar «como personas», es
decir, están sujetas a derechos y obligaciones y responden con su patrimonio (patrimonio mercantil)
de las deudas contraídas.

Los trámites de constitución son los que hacen que la empresa tenga personalidad jurídica.

 El empresario individual no realizará ningún trámite de constitución, dado que ya es una


persona física.
 Las sociedades deben cumplir varios requisitos que se detallan a continuación.
3.1. Certificación negativa de la denominación social
La obtención de este certificado es necesaria para asegurarnos de que no existe ningún otro negocio
que lleve el nombre que queremos poner a nuestra razón social. La emite el Registro Mercantil
Central (RMC), aunque no es necesario desplazarse hasta allí, porque la solicitud se puede enviar por
correo ordinario o de forma telemática.

Una vez confirmado que el nombre está libre, el RMC lo reserva durante un tiempo mientras se
cumplen el resto de los trámites. A este nombre se le añadirán obligatoriamente las siglas que
indican la forma jurídica de la sociedad.

El Registro Mercantil (RM) es una oficina pública donde todas las empresas tienen obligación de
inscribirse y de hacer constar cualquier cambio sustancial que se produzca. La documentación
recogida por el Registro Mercantil de cada provincia se traslada al Registro Mercantil Central (RMC),
que centraliza toda la información de acceso público y la ofrece a las personas interesadas previo
pago.

3.2. Apertura de cuenta bancaria


Los pagos y cobros que se realicen en nombre de la sociedad deben efectuarse a través de una
cuenta bancaria a nombre de dicha empresa. Cualquier entidad financiera es válida, así que los
socios elegirán aquella que les ofrezca unas mejores condiciones. La cantidad mínima para abrir la
cuenta será la determinada según el requisito legal de cada tipo de sociedad. No obstante, deberían
aportarse cantidades superiores, las que garanticen la actividad empresarial durante los primeros
meses, mientras no haya ingresos.

3.3. Elaboración de los estatutos y firma de la escritura de constitución


Los estatutos sociales son las normas que van a regir la sociedad. Incluyen los datos de la empresa,
de los socios y los acuerdos adoptados entre ellos, es decir, nombre, objeto social, capital social,
domicilio social, régimen de participación de cada socio, etc. Es recomendable ponerse en manos de
un abogado para que los redacte, o bien contactar con la notaría.

La escritura de constitución es el documento legal sobre los propietarios de la empresa y su


porcentaje de participación, el órgano de administración, los estatutos, etc. Se firma ante notario,
con el fin de darle autenticidad y validez legal.

3.4. Solicitud del NIF provisional


El NIF o número de identificación fiscal (antes CIF) sirve para identificar la sociedad ante la Agencia
Tributaria. El NIF provisional será sustituido por el NIF definitivo una vez registrada la empresa.

3.5. Liquidación del impuesto ITP/AJD


Cuando se abre la cuenta bancaria, se ingresa el capital social inicial. Es una transmisión
patrimonial, por lo que se debe abonar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos
jurídicos documentados (ITP/AJD), que será siempre el 1% del dinero aportado. Una vez liquidado, la
empresa ya puede ser inscrita en el registro correspondiente.

En caso de disolución de la sociedad, los bienes se liquidan y, después de pagar las deudas, se
reparten entre los socios. En este caso, también se paga este impuesto, ya que los socios han
recibido una transmisión patrimonial.

3.6. Inscripción de la sociedad en el Registro Mercantil


Cada acto vital de las personas se inscribe en el Registro Civil: el nacimiento, el matrimonio, la
defunción... De la misma manera, las empresas inscriben en el Registro Mercantil de la provincia
correspondiente sus momentos vitales: la constitución, la ampliación, la fusión, la escisión, la
disolución...

También se sellan los libros y se registran las cuentas anuales de las empresas.

Los empresarios individuales no tienen obligación de inscribirse en el Registro Mercantil, aunque


pueden hacerlo de forma voluntaria. La creación de la figura del empresario de responsabilidad
limitada (Ley de Emprendedores de 2013) obliga a que este comparezca ante el notario y declare
formalmente su voluntad de adquirir la condición de empresario de responsabilidad limitada (ERL).
El notario se encargará luego de los trámites oportunos para que figure inscrito como ERL en el
Registro Mercantil. Y para que su vivienda quede protegida, se inscribirá en el Registro de la
Propiedad.

Una vez inscritas, las sociedades están obligadas a hacer constar en toda la documentación que
generan (cartas, correspondencia, notas de pedido y facturas) los datos identificadores en el
Registro Mercantil. El incumplimiento de esta norma puede originar una multa de hasta 3 000 €.

3.7. Inscripción de la sociedad en otros registros


Algunas empresas requieren de manera adicional estar inscritas en un registro especial. Por ejemplo,
las empresas de venta a distancia, franquiciadoras, empresas editoriales, empresas
cinematográficas, industrias y establecimientos alimentarios, centros de animales de compañía,
embotelladores y envasadores de vinos y bebidas alcohólicas, e industrias electrónicas, de
telecomunicación, informáticas o automovilísticas.

4. Trámites de puesta en marcha


Los trámites de puesta en marcha son aquellos que la empresa debe realizar, una vez adquirida la
personalidad jurídica, para comenzar su actividad económica. Según el tipo de empresa elegido,
existen diferencias en los trámites a realizar; en el caso de un empresario individual los trámites son
menores.

Estos trámites se agrupan en tres grandes categorías que seguidamente se analizarán: obligaciones
fiscales con Hacienda, obligaciones con la Seguridad Social y otros trámites.

4.1. Obligaciones fiscales con Hacienda


Los trámites que implican a Hacienda se refieren todos ellos al pago de impuestos. Para ello, es
necesario que la empresa esté previamente identificada mediante un número, el NIF.

 Obtención del NIF definitivo. Recuerda que el NIF provisional debe reemplazarse por el NIF
definitivo.
 Alta en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores. La Administración Tributaria
dispone de un Censo de Obligados Tributarios, es decir, de personas físicas o jurídicas
obligadas al pago de impuestos, para que la Agencia Tributaria conozca a las personas y
empresas obligadas a tributar. Es una manera de evitar el fraude que perjudica a ciudadanos
y contribuyentes. Dentro de este, se encuentra el Censo de Empresarios, Profesionales y
Retenedores, en el que deben darse de alta las personas o entidades que vayan a desarrollar
actividades empresariales o profesionales. Además, las personas jurídicas deben incluirse en
el Censo de Tributarios Obligados.
 Alta en el censo de IVA (impuesto sobre el valor añadido). Es necesario para retener el IVA
en las facturas que se emitan y deducirlo en las que se abonen.
 Alta en el IAE (impuesto sobre actividades económicas). Es un tributo que grava el ejercicio
de actividades empresariales, profesionales o artísticas. Están exentos del pago los
empresarios individuales y las sociedades que tengan una cifra de negocios inferior a un
millón de euros. Pese a ello, todos deben darse de alta.

4.2. Obligaciones con la Seguridad Social


Todos los trabajadores, sean por cuenta ajena o sean los socios que trabajan por cuenta propia en la
empresa, están obligados a darse de alta en la Seguridad Social. Con ello, nace su obligación de
cotizar mensualmente que, como ya estudiaste en FOL, es distinta para uno y otro. Los trabajadores
asalariados abonan alrededor de un 7 % de su base de cotización, mientras que la empresa está
obligada al pago del 28 % restante, aproximadamente. Por el contrario, los socios emprendedores
abonan alrededor de un 30 % de la base de cotización, pudiendo elegir entre una base mínima y una
máxima para que se le aplique este porcentaje.

Recuerda que, en base a las cantidades ingresadas en este organismo, se decidirán después las
prestaciones económicas a las que tiene derecho el trabajador o el socio que se encuentre en una
situación de enfermedad, jubilación, maternidad/paternidad, etc.

Es preciso que la empresa esté inscrita en este organismo e identificada con un número propio,
teniendo en cuenta que debe informarse de todos los centros de trabajo de que dispone la
compañía.

Los empleados, al ser trabajadores por cuenta ajena, se dan de alta en el Régimen General de la
Seguridad Social. Los socios, al ser trabajadores por cuenta propia, se dan de alta en un Régimen
Especial, el de los autónomos, más conocido como RETA (Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos).

 Inscripción de la empresa. La inscripción de la empresa es el procedimiento por el que la


Tesorería General de la Seguridad Social asigna a la empresa un número para su
identificación y para el control de sus obligaciones con la Seguridad Social.
 Solicitud del libro de visitas. El libro de visitas es obligatorio para todas las empresas y
autónomos, aunque no tengan trabajadores a su cargo, y debe presentarse al inspector
siempre que este se personifique en la empresa para una inspección de trabajo. Debe
tenerse un libro por cada centro de trabajo, antes del inicio de la actividad
 Alta de los socios en el RETA. Darse de alta en el RETA es obligatorio para los empresarios
individuales y para los socios, aunque algunos tipos de sociedades admiten la posibilidad de
que los socios estén encuadrados en el Régimen General.

 La cuota a pagar oscila entre un mínimo y un máximo. Es el autónomo el que elige la


cantidad a abonar, seleccionando entre la base mínima y la base máxima que marca la
Seguridad Social cada año. A estas bases se les aplica un porcentaje, que varía según se
quiera estar más o menos cubierto en situaciones de enfermedad o accidente.

 Para ayudar a emprendedores que inicien su actividad por primera vez, se ha constituido la
tarifa plana para autónomos. Durante 30 meses, las cuotas a la Seguridad Social son
inferiores, comenzando por los seis primeros meses, donde se abonan alrededor de 50
€/mes.

 Alta de los trabajadores en el Régimen General de la Seguridad Social. El alta del trabajador
en el Régimen General genera el derecho a estar cubierto por este organismo y la obligación
de cotizar mensualmente. Estas cuotas son abonadas en un 6,7 % por el trabajador y entre el
25-35 % por la empresa.

 Si fuera la primera vez que trabaja, previamente hay que solicitar la afiliación del trabajador.
 Una vez concertado el contrato o bien la prórroga de este, debe ser comunicado al Servicio
Público de Empleo en un plazo de diez días.

5. Otros trámites
Además de los trámites en la Seguridad Social y en Hacienda, el emprendedor debe realizar unas
gestiones en el Servicio de Empleo, el Ayuntamiento y, a veces, en la Oficina de Patentes.

 Comunicación de las contrataciones al Servicio de Empleo. Debe ser entregada al Servicio


Público de Empleo una copia del contrato, firmado por el empresario y el trabajador, en un
plazo de diez días desde su firma.
 Solicitud de licencias municipales. El inicio de una nueva actividad en un local conlleva la
obligación de solicitar algunas licencias ante el Ayuntamiento correspondiente: licencia de
apertura, licencia de obras o licencia por cambio de titularidad o de actividad.

o Licencia de actividades e instalaciones. Obligatoria antes de abrir un local al público


por primera vez. Esta licencia de apertura acredita que las instalaciones cumplen las
normas urbanísticas y la reglamentación técnica vigente.
o La llamada «autolicencia exprés» reduce las cargas administrativas para abrir un
comercio al por menor de reducidas dimensiones.
o Licencia de obras. Debe solicitarse en el supuesto de realizarse obras, aunque a
determinados municipios les basta la comunicación previa para obras de
acondicionamiento pequeñas.
o Licencia por cambio de titularidad o de actividad. Cada Ayuntamiento tiene su
normativa, pero lo habitual es que no requiera más que un comunicado si se trata
de cambio de titular en un negocio que estaba funcionando, o si se trata de cambio
de actividad siempre que esta sea inocua.

 Registro de la Propiedad Industrial. Se puede registrar una patente de invención, un modelo


de utilidad, un diseño industrial, una marca o un nombre comercial en la Oficina Española de
Patentes y Marcas. Esto protege a la empresa frente a copias no autorizadas (plagios), por lo
que estarán dispuestas a invertir en I+D+i, lo que favorece el desarrollo social del país, la
innovación y una reducción en los precios al consumidor.

Simulación empresarial
El objetivo en esta unidad es que elijas la forma jurídica más conveniente para constituir tu empresa
y sepas realizar los trámites necesarios para su puesta en marcha.

Fase 1. Elegir la forma jurídica


La elección de la forma jurídica más adecuada es esencial. Ya sea como persona física, sociedad
mercantil, cooperativa, etc., esta decisión va a posicionar la empresa dentro del mercado y va a
lanzar un mensaje a los proveedores y los posibles inversores. Además, esta elección afectará a la
fiscalidad, la incorporación de nuevos socios o, incluso, de trabajadores.

La forma jurídica puede beneficiarnos y actuar a nuestro favor o, por el contrario, convertirse en un
hándicap al impedirnos, por ejemplo, en una cooperativa contratar trabajadores si no se cuenta con
un número concreto de socios cooperativistas; o en una sociedad limitada nueva empresa,
incorporar un nuevo socio si la empresa ya está integrada por cinco.
Por ello, no solo deben tenerse en cuenta los aspectos fiscales o el desembolso inicial de capital
preciso, sino todos los criterios que son determinantes, como número de socios, el capital inicial
mínimo o máximo necesario, la protección del patrimonio personal de los socios en caso de deudas,
los impuestos a pagar, los trámites exigibles para su constitución, la mayor o menor facilidad a la
hora de transmitir a terceros el porcentaje de participación en la empresa y la imagen ante los
clientes.

Fase 2. Trámites de constitución y de puesta en marcha


Llega el momento de realizar todos los trámites y requisitos necesarios para iniciar vuestra empresa.
Dado que se trata de una simulación, no podrás cumplimentar los formularios que se exigen, pero sí
podréis redactar los estatutos.

Fase 3. Registro de la Propiedad Industrial


Se puede registrar una patente de invención, un modelo de utilidad, un diseño industrial, una marca
o un nombre comercial.

Una patente de invención es un título que reconoce a su titular el derecho de explotación en


exclusiva, impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin su consentimiento, tanto en su
país como en el extranjero. La vulneración de este derecho puede suponer la paralización de la
actividad, el pago por daños y perjuicios, el embargo de objetos producidos o importados con
violación de patente y la publicación de la sentencia condenatoria, esto es, el infractor tiene que
publicar en un medio de comunicación de gran tirada la sentencia que le condena y asumir el gasto
de dicha publicidad. La patente siempre implica una actividad inventiva novedosa a nivel mundial. Su
registro da derecho a una protección durante veinte años improrrogables y obliga al pago de unas
tasas anuales y a su explotación antes de que transcurran tres años desde su concesión.

Las invenciones realizadas por el trabajador a raíz de una actividad de investigación contenida en su
contrato pertenecen al empresario.

Un modelo de utilidad protege invenciones menores, es decir, novedades que modifiquen la


configuración, la estructura o la constitución de un producto y que le confieran alguna ventaja de
uso o fabricación. El grado de protección es similar al de la patente. La duración de la protección de
los modelos de utilidad es de diez años improrrogables.

Un diseño industrial supone una modificación en la apariencia del producto, es decir, en su estética,
y no en su funcionalidad o utilidad, como sucede en el modelo de utilidad. Se protege la innovación
en la totalidad o en parte del producto relativa a su línea, contorno, color, forma, textura u
ornamentación. Los diseños pueden ser bidimensionales o tridimensionales. La protección se otorga
por cinco años, aunque admite renovaciones de otros cinco años hasta alcanzar el máximo de
veinticinco años.

El registro de marcas y nombres comerciales no es obligatorio para comenzar una actividad


empresarial. Sin embargo, el derecho de propiedad sobre una marca o un nombre comercial solo se
adquiere por medio de su inscripción en el Registro de Marcas de la Oficina Española de Patentes y
Marcas. En otro caso, la marca no tendrá ninguna protección.

 La marca alude a cualquier signo o denominación que identifica el producto o servicio de


una empresa. También pueden estar registradas marcas idénticas o similares de titulares
diferentes, siempre que pertenezcan a ámbitos mercantiles distintos para impedir cualquier
confusión.
 El nombre comercial se refiere al signo o denominación que identifica a una empresa y que
sirve para distinguirla de la competencia. Se admite la coexistencia de nombres comerciales
idénticos o similares pertenecientes a titulares diferentes si están destinados a ámbitos
mercantiles distintos, excluyendo así cualquier error o confusión. El nombre comercial
puede coincidir o no con la denominación social de la empresa.
 La denominación social es el nombre con el que se inscribe la compañía en el Registro
Mercantil. Este nombre no puede ser utilizado por ninguna otra empresa, incluso aunque se
dediquen a actividades distintas.
 La Marca de la Unión Europea tiene carácter unitario, es decir, solo puede ser solicitada en
un país pero su protección abarca a la totalidad del territorio de la Unión Europea. Para
efectuar este trámite, hay que dirigirse a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión
Europea (EUIPO), con sede en Alicante, o presentar la solicitud ante la Oficina Española de
Patentes y Marcas de Madrid, lo que conllevará la aplicación de una tasa de recepción y
transmisión.

El registro de una marca se otorga, renovable indefinidamente, por periodos de diez años. El registro
da derecho a su titular o titulares a usar esa marca y a impedir que la utilicen otros sin su
consentimiento o que usen signos similares que puedan inducir a error.

El registro de una marca exige el trámite previo de comprobar que no está siendo ya utilizada,
certificado que emitirá la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). El precio del trámite oscila
y tiene un coste mínimo de 18 €. Sin embargo, es posible realizar una búsqueda gratuita desde su
web, aunque las garantías no son las mismas.

Plan de empresa

En nuestro país, la creación de sociedades mercantiles ha ido en aumento estos últimos años.

Por sectores, baja el peso de empresas dedicadas a industria o agricultura, mientras que suben las
sociedades enfocadas a construcción, comercialización inmobiliaria, hostelería y comercio.

Un dato relevante es que también se han incrementado las empresas constituidas que declaran
como actividad principal las relacionadas con investigación e innovación.

En cuanto a las formas societarias, las sociedades limitadas mantienen su predominio absoluto,
representando el 98,9% del total.

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