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URUGUAYO
Historia del Cine en Uruguay #4
POR ÁLVARO LEMA MOSCA 06/03/2019
El año 1950 fue clave para el Uruguay: por un lado, se recordó el centenario de la muerte del
héroe nacional, José G. Artigas y se realizaron varios actos conmemorativos; por el otro, la
selección uruguaya de fútbol obtuvo la victoria en el Mundial de Maracaná. Ambos hechos
posibilitaron un sentimiento patriótico que inauguró la década y se mantuvo presente durante
un buen tiempo, sumado al optimismo reinante promovido por el neobatllismo.
La literatura, la música, el teatro y el arte pictórico que se producían en ese Uruguay eran de
altísimo nivel. El Estado apoyó y sostuvo la bonanza de las bellas artes locales que privilegió la
producción local y dio sustento a un complejo imaginario sobre los modos en que los
uruguayos se veían a sí mismos. La producción cinematográfica, en cambio, continuó siendo
escasa y bastante artesanal pese a las innovaciones tecnológicas y a la ampliación de canales
distribuidores que aumentó notablemente el número de salas. Solo en Montevideo había casi
cien cines y en el resto del país sumaban unos doscientos. Aún no había llegado la televisión y
los momentos de ocio se dividían entre el teatro, la radio, el carnaval, el cine y los paseos por
la ciudad.
Ese mismo año se estrenaron dos documentales sobre la figura del héroe patrio: uno
fue Artigas, Protector de los Pueblos Libres (1950), del italiano Enrico Gras, film experimental
realizado a pedido de las Fuerzas Armadas que obtuvo Mención Especial en el Festival de
Venecia al año siguiente y Premio en el Festival de Karlovy Vary (Checoslovaquia), en 1952;
Gras era ya un destacado realizador en su país y en su paso por Uruguay dejó algunos de los
mejores ejemplos del cine documental/experimental que empezaba a ganar terreno por
aquellos años. El otro film se tituló Centenario de la muerte de Artigas (1950), de Eugenio
Hintz y Félix Marquet Candela, en el que se recogía la serie de homenajes realizados ese año.
Dichas películas constituyeron el primer eslabón de una cadena de films históricos que
buscaban retomar el pasado heroico de la
sociedad uruguaya, a la que se sumó una
diversidad de cortometrajes de publicidad
turística sobre los “encantos” del Uruguay.
Enrico Gras
Aquino fue una de las últimas resonancias de un estilo de vida que había desaparecido con la
modernización uruguaya del Centenario. La intención de rescatar esa vida idealizada de
gauchos, héroes y delincuentes encaja perfectamente en el contexto de los años 50 y sería
retomada varias décadas después, en Martín Aquino, el último matrero (Ricardo Romero
Curbelo, 1996). Su historia ya había sido adaptada al radioteatro por Julio César Armi en Radio
Sur e inspiró la escritura de varios libros.
Bibliografía
Caetano, Gerardo y Rila, José (2006) Historia del Uruguay. De la Colonia al siglo
XXI. Montevideo, Ediciones Trilce.
Martínez Carril, Manuel y Zapiola, Guillermo (2002) Historia no oficial del cine uruguayo 1898-
2002. Montevideo, Banda Oriental.
Raimondo, Mario (2010) Una historia del cine en Uruguay,Montevideo, Planeta.
Ruffinelli, Jorge (2015) Para verte mejor. El Nuevo cine uruguayo y todo lo
anterior. Montevideo, Ediciones Trilce.
Saratsola, Osvaldo (2005) Función completa, por favor. Un siglo de cine en
Montevideo. Montevideo, Ediciones Trilce.