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El clima de las Tierras Altas de Soria es duro para vivir, pero era muchísimo más duro antes.

Es
mi opinión y supongo que la de mucha gente que vive y ha pasado más años que yo ahí.

De todas formas, el clima de Fuentes de Magaña ofrece muchas temporadas de bonanza que
todos aprovechamos, sobre todo en verano, cuando escapamos del horripilante calor de las
ciudades y venimos aquí a dormir con manta, literalmente, en pleno mes de julio o agosto ¿en
cuántos otros lugares de España se pueden permitir ese lujo? Hay bastantes si, pero no todo el
mundo tiene un pueblo a 1.145 metros de altitud, ¿a qué no?

Una de mis teorías que ronda por mi cabeza, la cual casi siempre se enfoca en la perspectiva
climatológica o meteorológica, es que entre todas las razones por las que se produjo la
despoblación y el vaciado de la comarca de las Tierras Altas una de ellas puede estar referida al
clima y por ende a su complicada orografía.

Me explico, no quiero decir que la climatología fuese el detonante único y principal de la


despoblación, por supuesto que no, ni que tampoco hubiera un desastre meteorológico
concreto que provocará el abandono de los pueblos.

Como bien sabemos esta comarca ha partido de siempre con una población baja, dispersa y
con unas oportunidades de crecimiento económico muy bajas. Lo que veo es que ya desde
hace siglos, los regímenes meteorológicos han marcado la migración y han dificultado el
desarrollo económico de esta zona frente a otras zonas muy próximas.

Desde siempre, estas tierras han sido lugares de paso, de pastoreo, de trashumancia y
migración. Según nos cuentan los yacimientos arqueológicos que tenemos desde la época
celtibera, sus poblaciones eran pequeñas agrupaciones (como ahora) y muchas de ellas
temporales, por lo que suponemos que las usaban en verano para pastorear.

En el siglo pasado, casi todos tenemos familiares de Fuentes de Magaña, se bajaba a los
trujales de La Rioja, a las azucareras de Aragón y Navarra e incluso he oído que se bajaba hasta
Andalucía. En otros pueblos de las Tierras Altas, la trashumancia era algo que se venía
haciendo desde tiempos inmemoriales y las merinas de aquí recorrían media España para ir a
provincias como Ciudad Real, Jaén, Cáceres o Badajoz para buscar mejores pastos durante los
duros inviernos de las Tierras Altas. Aquí en invierno poco se podía hacer.

¿Qué pasaba con la agricultura? Pues que el tiempo era muy traidor, los cereales están
expuestos año tras año a la variabilidad meteorológica, dependiendo del régimen de lluvias se
tenían años buenos, otros malos y otros nefastos, con lo cual afectaba a la planificación
económica o a la hora de emprender negocios, la incertidumbre espanta a las inversiones.

Con respecto al régimen de lluvias, en la comarca de Tierras Altas es una zona de transición
entre el clima mediterráneo y el clima atlántico, en el caso de Fuentes de Magaña estamos
más influenciados por el régimen mediterráneo debido a nuestra orientación hacia el sur-
sureste que por ejemplo Santa Cruz de Yanguas que tiene más influencia Atlántica, eso
significa que estamos más expuestos a sequias más severas.

En todos los casos, las precipitaciones no son muy abundantes en general, en Fuentes de
Magaña entre 400mm-650mm, esto provoca que no tengamos ríos grandes, afortunadamente
de fuentes vamos bien servidos, pero cursos de agua que se pudieran aprovechar mejor para
la agricultura, muy poca cosa.
Además, los que tenemos están embarrancados y ya sabemos la dificultad que había en llevar
un huerto en condiciones con todo el trabajo que había que hacer para regar y mantenerlo,
mientras en las mejanas de Tudela regaban a tajadera limpia en una hora una extensión 10
veces que cualquier huerto del Molino. Lo que vengo a decir, que para sacar excedente de
comida y comercializarlo, aquí era imposible, a parte de los cereales que se producen en toda
España y con menos esfuerzo. No hay lluvias, no hay ríos por lo que se puede regar.

¿Y qué pasa con el turismo? ¿Por qué no ha despegado el turismo en Tierras Altas? A parte de
la escasa población que hay para emprender negocios, la inacción y desprecio de las
administraciones públicas a estas tierras, a pesar de que fueron apoyados políticamente e
incluso votándolos, y los escasos recursos económicos, Tierras Altas tiene pocos alicientes
turísticos que estén de moda actualmente hacia las masas, como por ejemplo son: lugares de
agua, ya sean ríos, pantanos, lagos, etc., paisajes verdes en verano y lugares de nieve que se
puedan aprovechar. Tenemos muy buenas temperaturas en verano pero no tenemos zonas de
baño porque no hay agua, tenemos nieve pero no la suficiente.

Lo que quiero decir, que por ejemplo el turismo de la provincia de Soria se ha desviado
totalmente a lo que llaman la Soria Verde porque es lo que está de moda, la gente que viene
de grandes ciudades viene en estos momentos buscando lagos, pantanos, zonas verdes que
estos se generan porque tienen un régimen de lluvias muy generoso.

Tierras Altas es un paisaje en general seco excepto ciertas zonas, con ríos pequeños y
complicados de acceder, además de que no hay lagos o pantanos (lugares que atraen a mucha
gente en verano). Con esto no quiero decir que no tengamos nada de atractivo turísticamente:
pueblos abandonados, orográfica única, las rutas de las icnitas, iglesias románicas, castillos,
tradiciones milenarias únicas en el mundo, pueblos donde graban series y películas, rutas
senderistas increíbles, rutas BTT. Pero no es algo que atraiga turismo masivo que va buscando
agua, sol, verde y montaña.

Con todo esto y por recapitular, la climatología y la meteorología, ha afectado negativamente a


nuestro querido pueblo de la siguiente manera:

- Los fuertes inviernos hacia que la gente de aquí tuviera que migrar temporalmente o
bien para trabajar durante los meses de invierno y ganar alguna “perrilla” por aquí no
se podía hacer nada o bien para hacer la trashumancia y mantener así al rebaño. Esto
suponía ya una costumbre a migrar para comer.

- La agricultura: los regímenes de lluvia son bastante variables y afectaban al


rendimiento de las cosechas, lo cual siempre condicionada la planificación futura ante
la expectativa de que a última hora hubiese una tormenta. Siempre había que estar
guardando por si acaso y quedaba muy poco para vender. A nivel de huertos, los
rendimientos eran para autoconsumo y poco más.

- A nivel turístico, debido a que no tenemos tantas precipitaciones como en otras zonas
de montaña cercanas (Sierra Cebollera, Urbión, Prepirineo, Pirineo) no somos tan
verdes como otras zonas aledañas y tampoco tenemos ríos suficientemente grandes
que sean focos de atracción turística más masiva en verano. A nivel turístico y en
general, es posible que en el futuro veamos migraciones climáticas y nuestra zona se
pueda ver favorecida, esto podría deberse al cambio climático. Podría darse que esta
zona tenga un mayor confort climático y se convierta en un paraíso para los urbanitas
que escaparán de un Madrid a 45ºC en julio.

Pero ¿qué dio el clima a las gentes de las Tierras Altas? No todo iba a ser negativo. En mi
opinión, las personas que suelen vivir en zonas con una climatología parecida suelen
desarrollar caracteres parecidos ya que tienen formas de vida parecidas y solían tener que
hacer lo mismo para vivir.

Para mí, el clima de las Tierras Altas ha forjado un carácter en nuestros antepasados y que nos
han transmitido, ellos sufrieron los rigores del clima con muchísimos menos medios que
nosotros y dependían en gran parte de lo que pasaba con el tiempo año tras año. Esto creo
que se refleja en el carácter en:

- Ser mejores ahorradores. Una tormenta o una mala cosecha por una sequía te la podía
jugar cualquier año, así que había que tener siempre una reserva de lo que fuera para
ir tirando. Luego la expectativa.

- Ser grandes trabajadores. No quedaba otra, la tierra y el tiempo era dura, había que
trabajar de sol a sol para sacar el rendimiento. Cuando llegaba el invierno había que
estar preparado para pasarlo lo mejor posible y había que trabaja antes.

- Ser planificadores. Toda la economía y sustento provenía de la agricultura y de la


ganadería, si vives en una zona climáticamente “tranquila” tal vez no necesite
planificar demasiado porque todo va a ir bien, pero aquí era necesario planificar en
cada momento del año que se iba a hacer, que se iba a plantar y que se tenía que
aprovechar.

- Ser reservados. Puede que los largos inviernos que había que pasar en casa con la
familia y con menos contacto podrían afectar a esas relacione, también había poco
tiempo para socializar porque había que trabajar.

- Resistencia climática. Una persona que viva en Tierras Altas puede adaptarse a
cualquier otro clima, ya sea cálido o frío.

Como conclusión, he querido hacer una relación de la climatología con la despoblación y


espero que ayude a reflexionar sobre este tema además de los típicos que se dan. Hay que
decir, que en estos momentos la climatología no la veo tan influyente en la despoblación ya
que todo el mundo puede tener calefacción en casa, buenos abrigos y un buen coche para
moverte, haga el tiempo que haga estás siempre a cubierto y no influye en la economía
demasiado, así que esta teoría tendría sentido relacionarla con lo que paso en el siglo XX.

Gerardo Abío Morales


Experto en meteorología y climatología
http://estaciondemeteorologia.com/

https://eltiempoenzaragoza.es/

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