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INFORME CONTRALORIA.

Visto, estudiado y analizado el Informe-----, se hace necesario antes de proceder a

dar respuesta a las diferentes observaciones hecha por el órgano a su digno cargo, hacer una

breve sinopsis histórica de la realidad socio-económica y sanitaria que ha servido de

contexto a esta administración para desarrollar la gestión municipal correspondiente a los

ejercicios fiscales 2.019 y 2.020.

De tal gravedad es la realidad que aqueja al país nacional, regional y municipal que

el Ejecutivo Nacional se ha visto en la imperiosa necesidad de dictar sucesivos Decretos,

mediante los cuales, se declara el Estado de Excepción y Emergencia Económica en todo el

territorio nacional dadas las circunstancias extraordinarias en el ámbito social, económico y

político, que afectan el orden constitucional, la paz social, la seguridad de la Nación, las

instituciones públicas y a las ciudadanas y ciudadanos habitantes de la República

Bolivariana de  Venezuela, a fin de que el Ejecutivo Nacional, Regional y Municipal

adopten las medidas urgentes, efectivas, excepcionales y necesarias, para asegurar a la

población el disfrute pleno de sus derechos, preservar el orden interno, el acceso oportuno a

bienes, servicios, alimentos, medicinas y otros productos esenciales para la vida.

Del mismo modo, en el año 2.019, aparece un flagelo de la humanidad conocido

como COVID-19; un nuevo virus en los seres humanos que causa enfermedad respiratoria

y que se propagar de persona a persona. Lo que ha generado preocupaciones importantes en

torno a las tasas de letalidad. En algunos casos, las personas que contraen COVID-19
pueden enfermarse gravemente y tener dificultad para respirar. Estas complicaciones graves

pueden llevar a la muerte. 

Por todo lo antes expuesto, desde marzo del 2.020, el Gobierno Nacional ha dictado

varios Decretos mediante el cual se declara el Estado de Alarma para atender la Emergencia

Sanitaria del Coronavirus (COVID-19), dadas las circunstancias de orden social que ponen

gravemente en riesgo la salud pública y la seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas

habitantes de la República Bolivariana, a fin de que las autoridades competentes adopten

las medidas urgentes, efectivas y necesarias, de protección y preservación de la salud de la

población venezolana, con el propósito de mitigar y erradicar los riesgos de epidemia

relacionados con el coronavirus (COVID-19) y sus posibles cepas, garantizando la atención

oportuna, eficaz y eficiente de los casos que se originen.

Dentro del contexto en el cual se ejecuta la presente actuación fiscal, es necesario

recordar que se puede definir el Derecho como la recta ordenación de las relaciones

sociales mediante un sistema racional de normas de conductas declaradas obligatorias por

las autoridades competentes por considerarlas soluciones justas a los problemas planteados

en un lugar determinado y en una época dada.

Es por ello, que al momento de realizarse las auditorias correspondientes las

autoridades deben tener presente que una de las características del derecho es que este es

dinámico, ello con la finalidad de poder dar respuesta justas y oportuna a las diferentes

situaciones problémicas que se presentan en una sociedad cada vez más cambiante.

Dentro de su amplio poder y capacidad de análisis deben tener presentes que el

derecho es una ciencia social sistémica e integral, en la que evidentemente de acuerdo a la


especialidad que rija la materia se aplican determinadas leyes, pero siempre conectadas con

el resto del cuerpo normativo que integran el ordenamiento jurídico nacional.

Precisamente por ello, los sucesivos Decretos, mediante los cuales se declara el

Estado de Excepción y Emergencia Económica, es una prueba fehaciente del desfase del

Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Contrataciones Públicas del año 2.004, la

cual puede acarrear la ineficiencia y “mala administración” como consecuencia de su

aplicación, a raja tabla, sin tomar en consideración lo dispuesto en el artículo 4 del Código

Civil Vigente, que es del tenor siguiente: “A la ley debe atribuírsele el sentido que aparece

evidente del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí y LA

INTENSIÓN DEL LEGISLADOR”. A tales efectos cabe destacar, que el legislador en la

mencionada Ley de Contrataciones Públicas tanto en su exposición de motivos como en su

articulado menciona en varias ocasiones la búsqueda de la eficiencia, más concretamente

en sus dispositivos técnicos legales 2 y 37. Evidentemente, es una verdad incontrovertible,

que en la actualidad el logro de este principio constitucional y legal no se adecua a lo que

el texto de la norma consagra, puesto que, ejecutar algunos de sus artículos con apego

estricto deriva en tardanza, inejecución y otros signos de ineficiencia de la Administración

Publica. Demás esta señalar que ante la actual situación país, la normativa que regula la

materia de contrataciones públicas no propicia la satisfacción de los intereses y necesidades

de los ciudadanos y ciudadanas por parte de la administración pública o sencillamente

complica el funcionamiento eficiente y derivan en una “mala administración”. Es

importante mencionar, al respecto que la prestación de servicios públicos municipales es

una actividad que se debe cumplir en ejecución de una obligación constitucional y legal que
establece diversas categorías de servicios públicos tendientes a satisfacer necesidades

generales o colectivas.

Por todo lo antes expuestos, a la hora de interpretarse correctamente el Decreto con

Rango, Valor y Fuerza de Ley de Contrataciones Públicas y proceder a la aplicación de la

Ley de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal, se

debe desentrañar el verdadero espíritu, propósito y razón de ser de estas leyes, descubrir

cuál fue la intensión del legislador al promulgar dichas leyes, es decir, la tarea de

interpretación no se reduce al análisis exclusivo de la letra de la ley, sino a la búsqueda y a

la aclaración del espíritu que la vivifica, consiste en determinar cuál fue el pensamiento

del legislador y obliga al interprete a investigar el espíritu de la misma, o bien, valerse de

los fundamentos jurídicos de la legislación vigente o acudir a los principios generales del

derecho. En el Presente caso, deben los funcionarios de la Contraloría Municipal,

interpretar la ley y entender su insuficiencia cuando los intereses de la sociedad exijan la

intervención inmediata del derecho; la exégesis legal no puede limitarse al simple juego y

encadenamiento formal de las disposiciones jurídicas, siendo preciso considerar la

organicidad de la ley, la racionalización de su acción y la evolución de los acontecimientos,

y como no es imaginable que el legislador haya querido una injusticia es necesario

acomodarla a los actuales momentos permitiendo a los funcionarios del órgano contralor

una revalorización interpretativa de las leyes antes mencionadas.

Cabe destacar al efecto, que la el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de

Contrataciones Públicas en cuanto sea aplicable, la Ley Constitucional Contra la Guerra

Económica Para la Racionalidad y Uniformidad en la Adquisición de Bienes y Servicios y

Obras Públicas, El Decreto de Estado de Excepción y de Emergencia Económica y el


Decreto mediante el cual se declara el Estado de Alarma para atender la Emergencia

Sanitaria del Coronavirus (COVID-19), constituyen instrumentos jurídicos que facultan a

los sujetos previstos en el artículo 3 de la Ley de Contrataciones Públicas, para adoptar las

medidas urgentes y necesarias para asegurar a la población el disfrute pleno de sus

derechos, el acceso a los bienes y servicios básicos y de primera necesidad. Por ello, es

imperativo adoptar y asumir medidas urgentes y de carácter extraordinarios a los fines de

optimizar la atención de la situación excepcional, para proteger de manera efectiva en

especial a las ciudadanas y ciudadanos del Municipio Libertador del Estado Mérida de la

hiperinflación desestabilizadora de la economía y sus efectos perniciosos en materia de

gestión municipal y así evitar afectaciones graves a las actividades de la Alcaldía del

Municipio Libertador de esta entidad federal y poder cumplir con los objetivos y metas

previstos en el Plan Operativo Anual. Del mismo modo, el artículo 141 constitucional, en

concordancia con el dispositivo técnico legal número 10 de la Ley Orgánica de la

Administración Pública, artículos 2 y 37 de la Ley de Contrataciones Públicas y la Carta

Iberoamericana de los Derechos y Deberes de los Ciudadanos con Relación a la

Administración Pública, establecen un planteamiento eficientista que obliga a todas las

autoridades y funcionarios públicos a optimizar los resultados alcanzados en relación a los

recursos disponibles. Dispositivos técnicos legales que plantean que dentro de la BUENA

ADMINISTRACIÓN, la eficiencia implica prestar a los administrados los servicios

requeridos con calidad, diligencia, oportunidad y al menor coste posible. Son por éstas

razones, que la presente gestión municipal se rige o está sustentada en los principios y

valores de justicia social, equidad, solidaridad, transparencia, pulcritud y honestidad en el

manejo de los recursos públicos.

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