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Dr.

Michel Odent

El Nacimiento
Renacido
Para mi madre� en su octogésimo octavo cumpleaños

Quiero agradecer a Sara Bershtel de Pantheon Books y a Jane Pincus,


quienes me convencieron de que escribiera este libro
y me dieron tan preciados consejos.

.1
INDICE

Biografía: 7

Prólogo: 9

Introducción a la edición latinoamericana: 11

Introducción: 15

Pithiviers: 25

Antes: 4 1

No perturbar a las mujeres durante el trabajo de parto: 57

La primera hora y después: 79

Antiobstetricia: 1 1 1

Nacimiento renacido: 133

Notas: 137
BIOGRAFIA
Para empezar, Michel Odent era un ciruja­ mordía!" y la salud más adelante, en la vida.
no sobrecargado de trabajo, que hacía princi­ Michel Odent ha sido tema de muchos pro­
palmente cirugía de emergencia, incluyendo gramas televisivos, en todo el mundo.
cesáreas. El más conocido documental es la película
Comenzó a preguntarse cómo podrían evi­ para televisión de la BBC "Nacimiento Rena­
tarse las cesáreas y desarrolló la unidad de cido", que puso de relieve la unidad maternal
maternidad en Pithiviers. de Michel Odent.
No obstante ser éste un lugar insignifican­ Ha escrito numerosos artículos de literatura
te, se convirtió en centro de la nueva con­ médica y científica.
ciencia acerca del nacimiento: Es autor de un informe publicado por la
Un cuarto de alumbramiento como en ca­ Organización Mundial de la Salud acerca del
sa, piscinas de agua tibia, alumbramiento ba­ nacimiento hogareño en los países industriali­
jo el agua, la libertad para ser ruidosa, la li­ zados (1991).
bertad de estar en cualquier posición, la im­ Así como en el alumbramiento, los libros
portancia de la partera, grupos de canto ... de Michel Odent revelan su interés por el fu­
"Pithiviers es más que la suma de sus par­ turo de la humanidad en general. En los últi­
tes". mos quince años, Michel Odent ha escrito los
Habiendo logrado eso, Michel Odent quiso siguientes libros:
conocer más acerca de lo que el nacimiento - "Uegando al mundo" - Nueva Biblioteca
"como en casa" podía ofrecer y trabajó como Americana.
si fuera una partera. - "Genese de O'homme) Ecologique" - Epi -
Ahora está en Londres, creando el "Institu­ París.
to de Salud Primordial", cuyo objetivo es estu­ - "El Nacimiento Renacido" - Pantheón
diar las correlaciones entre el "período pri- Books - Nueva York.

7
- "Salud Primordial" - El Siglo - Londres. mamíferos" - Albín Michel - París.
- "El factor zinc: En qué medida el zinc es - "Los ácidos grasos esenciales" - ligier -
vital para su salud" (coautor) - Thorsons - Rei­ París.
no Unido. - "Agua y sexualidad" - PingOin-Arkana -
- "Vuestro bebé es el más hermoso de los Londres - Nueva York (1990).

EL NACIMIENTO RENACIDO - 8

l
PROLOGO

Cómo el nacimiento puede ser lo que las mujeres quieren


que sea y cómo tanto las madres como los bebés
se benefician

Si mis tres hijos ya grandes se prepararan ser el libro que impulse en una nueva direc­
para los nacimientos de sus propios hijos y ción el cuidado obstétrico. En un mundo don­
yo tuviera que regalarles sólo un libro, les de en la mayoría de los hospitales el alumbra­
ofrecería El Naci miento Renacido. El Dr. miento se ha welto una pesadilla de produc­
Michel Odent, un científico extraordinaria­ tos químicos e intervenciones quirúrgicas téc­
mente sensitivo y sabio, tiene un modo muy nicas en nombre de la seguridad -pero sin
elocuente de describir el alumbramiento en su ninguna base científica evidente para demos­
clínica, mientras que al mismo tiempo explica trar que esas intervenciones sean necesarias­
las intrincadas verificaciones biológicas y los el Dr. Odent contribuye con un significado
equilibrios que la naturaleza ha previsto como distinto acerca de la calidad de vida. En la ac­
recurso para garantizar que el nacimiento sea tualidad, muchos médicos -conscientes de
seguro y gratificante. Su libro ayudará a las que la mayoría de las drogas y los procedi­
futuras madres a confiar en sí mismas para mientos que se han welto rutinarios desde
dar a luz sin drogas ni procedimientos obsté­ los años 50, son potencialmente dañinos­
tricos que, cada vez más, están siendo reco­ quisieran cambiar su "estilo" y adoptar una
nocidos como peligrosos, tanto para la ma­ actitud menos orientada a intervenir. Los mé­
dre como para el bebé. dicos que lean E/ Nacimiento Renacido re­
El Nacimiento Renacido puede muy bi� conocerán muy pronto los beneficios que trae

9
el ayudar a una mujer a dar a luz a su hijo, en reformar y humanizar la experiencia del naci­
una atmósfera adecuadamente respetuosa miento. El Nacimiento Renacido es uno de
para el principio de una nueva vida. ellos. Si usted está embarazada o está pensan­
Las mujeres se dirigen a Pithiviers, en Fran­ do en embarazarse, déle este libro a su doctor o
cia, desde todas partes del mundo, para dar a a su partera. Si él o ella no concuerdan con los
luz con el Dr. Odent y sus excelentes parteras, conceptos expuestos en la obra, esfuércese por
muy bien preparadas, entrenadas especial­ encontrar a alguien que los lleve a cabo. Cada
mente en la cautelosa "no intervención". Las vida tiene no más que un comienzo. Leyendo
tasas de mortalidad y enfermedad del Hospital El Nacimiento Renacido, no sólo hará ese co­
General de Pithiviers,tanto de madres como mienzo más seguro, sino también más feliz.
de bebés, se encuentran entre las mejores en
el mundo. Estos impresionantes resultados Doris Haire
son aún más admirables porque el hospital es­
tá situado en una pequeña ciudad, a poca dis­ Presidenta de la Fundación Americana
tancia de Paris, sin ningún centro especializa­ de Salud Maternal y del Niño.
do cercano para trasladar casos de problemas Presidenta del Comité de Salud Maternal
de embarazos y nacimientos. y del Ni ño, de la Red Nacional de la
Pocos han sido los movimientos destinados a Salud Femenina.

EL NACIMIENTO RENACIDO 1 O
-
INTRODUCCION A LA EDICION
LATINOAMERICANA

Este libro acerca del alumbramiento, desti­ madre y el be bé y en el comienzo de la lac­


nado originalmente al público estadouniden­ tancia.
se, fue escrito a comienzos de la década de El propósito principal de este libro es que
los 80. Por esa época, varios aspectos del los países latinoamericanos deben ser adverti­
modo de vida americano se esparcieron irre­ dos, sin dilación, acerca de los errores come­
sistiblemente por todo el mundo. tidos en Francia, en Estados Unidos y en
Después de dar conferencias en muchos otros países occidentales.
estados americanos y reunirme con varios Aún es posible corregir algunos de estos
grupos de "pacientes" y profesionales me errores.
convencí de que la obstetricia americana es­ Y ¿por qué un libro latinoamericano ...
taba equivocada de modo peligroso. ·ahora?
Esa es la razón por la cual mi prioridad ha Durante estas últimas dos décadas, la ma­
sido desafiar con urgencia el modelo ameri­ yoría de los bebés occidentales nacieron en
cano. un entorno electrónico.
Lo hice, simplemente, resumiendo cuanto A fines de los años 60, los obstetras creye­
aprendí en un hospital estataL ron que si podían escuchar continuamente
Traté de demostrar cómo usted tiene que los latidos del corazón del bebé durante el
cambiar radicalmente la apariencia de un parto gracias a una máquina electrónica,
hospital, cuando es consciente de la impor­ crearían la mejor situación posible para inter­
tancia ·del entorno en el proceso del alum­ venir tan pronto como un bebé estuviera en
bramiento, en el primer contacto entre la peligro.

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Pensaron que sería un modo de aumentar Esto significa que ha llegado el momento
la seguridad. de prepararse para la era postelectrónica.
Fue sólo una teoría, no confirmada por un Significa también que ha llegado el mo­
enfoque científico. mento de dar cabida a simples y nuevas pre­
Recientemente, ocurrieron muchos aconte­ guntas en cuanto al efecto del entorno en el
cimientos que sugieren que podríamos estar proceso del nacimiento y en el primer con­
al final de la era electrónica. tacto entre madre y bebé.
Nos hallamos en un punto decisivo en la Esa es la razón por la cual el contenido de
historia del alumbramiento. Un punto decisi­ este libro se vuelve repentinamente temático.
vo significa que hubo un hecho preciso que Desde que escribí la edición original he am­
puede fecharse. Sugiero fecharlo el 12 de di­ pliado dramáticamente mi comprensión so­
ciembre de 1987. bre la influencia de los factores ambientales,
Ese día salió un artículo importante en gracias a la existencia de nacimientos hogare­
·

Lancet, una de las más prestigiosas y autori­ ños. Ahora estoy más consciente de la im­
zadas revistas médicas qel mundo. portancia de algunos detalles, como el tama­
El artículo incluía ocho importantes y ela­ ño del cuarto.
borados estudios, en diferentes partes del Un cuarto de alumbramiento debería ser
mundo. pequeño. Usted tiene más fácilmente un sen­
En todos estos estudios, donde se trataban timiento de privacidad en un cuarto pequeño.
decenas de miles de nacimientos, el objetivo Soy aún más consciente de la importancia
fue comparar grupos de mujeres dando a lli.z de la oscuridad. Ahora me atrevo a decir que
con la ayuda de una máquina electrónica y el padre del bebé puede obstaculizar el proceso
grupos de mujeres dando a luz sin la máquina normal del nacimiento cuando se comporta
electrónica. Los latidos del corazón fueron es­ como observador, pues necesita hablar, tiende
cuchados ocasionalmente por una partera. a establecer contacto ocular con la madre en el
La mayoría de dichos estudios ya se había momento equivocado o intenta justamente
publicado en otras revistas médicas autoriza­ ayudar, mientras el punto consiste en no per­
das; lo nuevo fue concentrar todos estos do­ turbar.
cumentos. Tengo claro en mi mente que los humanos
La conclusión global es que el único efecto son mamíferos. Los mamíferos se ocultan, se
significativo del uso de la máquina durante el aíslan para dar a luz. Necesitan privacidad.
trabajo de parto consiste en aumentar el nú­ Aprendí a dar gran importancia al trabajo
mero de cesáreas y del uso de fórceps. de algunos científicos como, por ejemplo, Ni­
No cambia nada en cuanto a la cantidad de les Newton, quien estudió el nacimiento de
bebés vivos y sanos, al nacer. mamíferos no humanos. Todas las conclusio­
La interpretación lógica es que el uso del nes de estos científicos son perfectamente vá­
monitoreo electrónico durante el trabajo es lidas en lo que concierne a los seres huma­
algo peligroso. Hace al parto más difícil. Más nos. Por ese motivo, en el amanecer de la
bebés tienen que ser rescatados por medio de era postelectrónica, la pregunta clave es: ¿có­
operaciones. mo mantener una atmósfera de privacidad

EL NACIMIENTO RENACIDO - 12

'

J
aun en un hospital? Este es exactamente el de prepararse para la era postelectrónica, la
tema de este libro. Necesitaremos, en el futu­ obstetricia deberá volverse más científica. Ne­
ro, maternidades parecidas al hogar. cesitarnos mejorar nuestro conocimiento sobre
No tendrán nada en común con el área de los procesos fisiológicos normales en el perio­
obstetricia de la era electrónica. do cercano al nacimiento. Necesitarnos inter­
Los hospitales de maternidad del futuro ju­ pretar con objetividad algunas estadísticas.
garán un papel importante en el entrena­ ¿Por qué el 6% de cesáreas en Holanda y
miento de auténticas parteras. el 25% en otros países? ¿Por qué una tasa de
En la era postelectrónica, habrá también mortalidad perinatal por debajo del 10% en
algunas buenas razones para adaptar el naci­ Holanda y una tasa de mortalidad maternal
miento hogareño a nuestra moderna vida ur­ inferior a 1 por 10.000? ¿Por qué tales cifras
bana. en el único país industrializado donde un be­
·pero éste no es el tema del libro. Con el fin bé de cada tres nace en casa?

MIC!-IEL ODENr 13
-
INTRODUCCION
Yacen como ballenas perdidas, enormes Una de las mujeres pregunta si puede tomar
ondulaciones de carne, inmovilizadas y atra­ algo; sus labios están muy secos. "Lo siento;
padas en mesas angostas, bajo luces brillan­ nada por boca". La enfermera verifica, con
tes. Sólo una cortina separa a cada una de las actitud critica, algo que sale en la máquina y
cuatro mujeres, de la siguiente. Desde sus gira hacia la máquina siguiente.
piernas se proyecta un cable. Está unido a Esta escena pertenece a un hospital de
una máquina donde un ojo verde guifia con Alemania Occidental, pero podría ser de
rapidez y desde donde una cinta es vomitada cualquier sala de maternidad, repleta con to­
constantemente, cayendo en pliegues cada da la alta tecnología que los obstetras usan.
vez más tupidos, a medida que pasa el tiem­ De repente siento que las mujeres no son co­
po. Grabando la presión uterina, otro cable, mo ballenas sino como vacas en una ordefia­
también conectado a la máquina, produce su dora electrónica de la era espacial, ocupando
propia erupción de líneas dibujaditas. "Qué­ el menor lugar, haciendo el menor ruido, con
dense quietas" se les dice a las mujeres. el nacimiento de cada uno monitoreado, pro­
"Cualquier movimiento puede interferir con cesado, medido y registrado minuciosamente.
la impresión del monitor". "Es tranquilizador", dice una mujer; "me hace
Pero les es imposible moverse. Absoluta­ sentir segura". Es el único sentimiento que
mente ninguna sensación, desde arriba de su manifiesta, una vez que su bebé ha nacido.
estómago hasta sus pies. Ajustado a un hom­ Haberse sentido segura y luego "aliviada",
bro, está el catéter epidural a través del cual durante el nacimiento.
puede ser inyectada inás anestesia cuando Hay otra mujer en trabajo de parto, esta
vuelva cualquier sensación. Una enfermera vez, en Francia. Se encuentra dentro de una
pasa silenciosamente entre las mujeres, com­ pequefia habitación, con luz tenue, acompa­
probando el funcionamento de las máquinas. fiada muy de cerca por su marido y una par-

15
tera. Está en una tarima baja, cubierta con al­ luego todo su cuerpo cae en un lienzo que ha
mohadones, que ocupa una esquina del cuar­ sido extendido para recibirlo. La madre mira
to, pero prefirió acuclillarse, con su marido abajo, inmediatamente, recoge a su bebé, lo
sosteniéndola por detrás. Todo es muy, muy alza y lo pone en.su pecho. "¡No lo puedo
tranquilo. No hay ruido de máquinas, ni cam­ creer! ¡Es increíble! ¡No llores, mi pequeñito!
panillas que suenen; se habla en voz baja. El ¡Mi bebé! ¡Mi bebé! ¡Es fantástico! ¡Increí­
movimiento usual de un hospital se ha borra­ ble!", exclama una y otra vez, con los ojos lle­
do; los teléfonos han sido acallados; no hay nos de lágrimas, riendo y llorando al mismo
pasos presurosos. Esta es el ala de materni­ tiempo. Ella está en los brazos de su marido y
dad donde trabaja Michel Odent. él la está besando. Nadie interfiere. Él besa el
Hasta hace I..\I1 momento, la mujer estaba pie del bebé y a su mujer otra vez. También
caminando por ahí, queriendo estar derecha está llorando por la alegria y la maravilla de
y .deteniéndose solamente para apoyarse con­ todo eso. Así es el alumbramiento para algu­
tra su marido, cuando venia una contracción. nas mujeres. Así puede serlo.
Pero ahora está empezando la segunda etapa Conocí a Michel Odent en 1977, después
del trabajo y desea doblar sus rodillas y per­ de haber entregado un trabajo en una confe­
mitir que baje el peso que siente contra ella, rencia internacional de obstetricia. Yo había
para que vaya abriendo todos los pliegues dicho: "El ambiente apropiado para dar a luz
que, como un abanico, están expandiéndose es exactamente el mismo ambiente en el que
en su vagina, para que ésta se dilate más y uno hace el amor". Me envió una nota di­
más, dejando así que la cabeza del bebé pue­ ciéndome: "Yo estoy de acuerdo. Venga a ver
da pasar por ahí. lo que estoy haciendo en Pithiviers". Ese año,
Está totalmente enfrascada en su experien­ estaba ocupada, escribiendo en una vieja ca­
cia. Nada más importa. Nada más interfiere. sa, situada en los jardines de Fontainebleu. El
Es como si ella estuviera en su propio círculo pueblo de Pithiviers quedaba más o menos a
de soledad. Sabe exactamente qué tiene que media hora de distancia.
hacer y no necesita instrucciones, porque se Esta casualidad fue lo que me permitió co­
halla totalmente sintonizada con su propio nocerlo y convencerme de que las mujeres de
cuerpo y con la energía que lo está atrave­ Estados Unidos e Inglaterra tendrían que oír
sando, con grandes olas de deseo por empu­ lo que él estaba haciendo. He aquí a un hom­
jar al bebé hacia abajo. La partera espera, bre que no era un mero coreógrafo obstetra,
con las manos en reposo, susurrando ocasio­ sino alguien que compartía con las mujeres lo
nalmente, "Bien ... bien ..." De repente, la que ellas mismas experimentaban y que esta­
mujer deja escapar una larga queja y alli se ve ba de su parte.
la parte alta de la cabeza del bebé. La partera Es muy tentador para un obstetra volverse
espera todavía un momento; con la próxima director del drama del nacimiento. La "direc­
contracción, la mujer da un grito que parece ción activa" del trabajo de parto ahora está
ser de asombro y júbilo, dolor y triunfo -qui­ muy de moda y, a los ojos de sus colegas, un
zás también de éxtasis- todo reunido en un obstetra exitoso es aquél que tiene la posibUi­
único sonido. La cabeza del bebé se desliza y dad de controlar el trabajo de parto y hacer

EL NACIMIENTO RENACIDO- 16
que se asemeje a un modelo. La mujer es pa­ Leboyer. Está totalmente centrado en el re­
siva. Es una paciente físicamente inmoviliza­ cién nacido. Lá relación entre la madre y el
da. Su impotencia es mayor, por la posición bebé es secundaria, algo que tiene que venir
que le han hecho adoptar, pues yace horizon­ subsecuentemente.
talmente sobre su espalda con sus piernas a­ En cambio, una mujer bajo el cuidado de Mi­
tadas arriba, en los estribos (postura clara­ che! Odent, tiene un rol completamente activo.
mente adoptada para la conveniencia y la co­ Es ella la que da a luz. En general, la madre es
modidad del obstetra y no para la mujer que la primera en tocar a su hijo; es ella quien, jun­
está teniendo el bebé). Muchas mujeres en­ to con el papá, sostienen al bebé durante el ba·
cuentran que es muy doloroso y aterrador es­ ño, puesto entre las piernas de la mamá. En
tar empujando al bebé para arriba, hacia el Pithiviers, todas las personas presentes en un
aire, mientras yacen en una angosta camilla. nacimiento se encuentran allí para servir y ani­
Para el alumbramiento, Michel Odent pro­ mar a la mujer que está dando a luz.
vee un entorno en el cual una mujer es libre Lo cierto es que Michel Odent está prepa­
de hacer las cosas a su manera. Cualquier co­ rado para aprender de las mismas mujeres,
sa es permitida. Si quiere gritar, grita. Si pre­ cosa muy rara en un obstetra. No es otro
fiere trabajar en la oscuridad o tener a sus hombre diciéndoles a las mujeres lo que de­
otros hijos con ella -para que estén por berían hacer, otro obstetra dándoles instruc­
ahí- o quiere flotar en una pileta con agua, ciones sobre su rol durante el alumbramiento.
se la alienta a hacer todo esto. Muchas muje­ Michel Odent habla con voz diferente. Él bus­
res, espontáneamente, prefieren estar para­ ca servir a las mujeres que lo deseen, en un
das para dar a luz, con los pies firmemente trabajo que es personal, íntimo y una expe­
plantados en el piso, físicamente ayudadas riencia profundamente creativa. No ofrece
por el doctor, la partera o su compañero de ninguna solución mágica ni rápida, pero tra­
trabajo. El bebé se desliza al piso y la madre baja para descubrir un ambiente para el naci­
lo ve de inmediato, sin necesidad de que al­ miento, en el cual una mujer es, por encima
guien se lo alcance. de todo, no una paciente o un útero que se
Michel Odent enfatiza la iniciativa de la contrae y un canal de nacimiento o una pieza
madre, también después del nacimiento. En de la complicada maquinaria reproductiva, si­
esto, difiere de lo que dice Federico Leboyer, . no ella misma.
cuyas enseñanzas lo inspiraron, y alguno de Generalmente, esto sólo sucede cuando
cuyos métodos -como el de bañar al recién una mujer da a luz en un territorio que con­
nacido- usa en Pithiviers. En un filme he­ trola: en su propia casa, donde el doctor -si
cho por Leboyer, la madre está boca arriba, hay uno- y la partera son invitados. Por su­
el doctor levanta al bebé y lo masajea mien­ puesto, no sucede a menudo en los hospita­
tras yace sobre el abdomen de la madre o tie­ les. Nuestra manera occidental de tener hijos
ne al bebé aislado de ella, durante el ritual del ha producido muchos obstáculos para "hacer
baño. Ella puede incluso extender sus manos lo que viene naturalmente" y ha eliminado to­
-obviamente, tratando de tocar al bebé­ da la sexualidad que tiene el alumbramiento.
pero esto no forma parte de los planes de La intervención obstétrica va desde procedí-

MICHEL ODENf - 17
mientas de rutina dados por las enfermeras Esto, por supuesto, incluso podría ser di­
-como afeitar el veDo del pubis o adminis­ cho de Pithiviers. Fmalmente, la autoridad de
trar enemas o supositorios- hasta desgarro Pithiviers también está en manos del personal
artificial de las membranas, goteos intraveno­ del hospital. Pero lo extraordinario allí, es
sos de oxitocina, monitoreo electrónico y que Michel Odent ha delegado el poder a las
drogas para tranquilizar, atontar, desorientar, mujeres. Hay un gesto que asocio con Mi­
causar alucinaciones, producir amnesia, cam­ che!, que me da la clave de todo esto: él son­
biar la química del cuerpo de una mujer y ríe, con sus ojos brillantes, levantándose de
también privar al feto de oxígeno, convirtien­ hombros, aparta sus manos con las palmas
do al recién nacido en un informe mantonci­ hacia arriba y pregunta: "¿Y por qué no?"
to con dolor de cabeza, en vez de un ser ojia­ Cuando las mujeres le preguntan si pueden
bierto, que busca, queriendo aprender. hacer algo, para pedir su aprobación, invaria­
Ahora, los padres están siendo alentados blemente ésa es su respuesta. Como lo es
para que compartan el alumbramiento, pero también para todo lo que a la mayoría de
nuestra sociedad se ha burlado de la amoro­ otros doctores podría haber parecido ultrajan­
sa, apasionada participación que un padre te o loco: "¿Por qué no?"
puede sentir cuando está totalmente involu­ Lo único que él no va a dar es la clase de
crado en el drama del alumbramiento y no es ayuda que la mayoría de las mujeres embara­
solamente un "observador" durante este tran­ zadas espera en estos días: drogas para el do­
ce. La persona que la mujer ha elegido para lor. Cuando una mujer se inscribe en su uni­
que esté con ella será cálidamente bienvenida dad, hay un contrato implícito con él para
sólo mientras él o ella permaneZca fuera del que no se le administren drogas cuando hay
camino, no cuestione procedimientos de ruti­ un trabajo normal, pero que recibirá todo
na y se vaya cuando se le pida. Ahora, en cuanto puede dar para ayudarla en su labor
muchos nacimientos, la función principal del con su cuerpo, en vez de pelear o tratar de
compañero de labor parece ser supervisar el escapar de él. Aquí es donde algunas de no­
monitor para decirle a la mujer que está en sotras podríamos cuestionar su compromiso
trabajo, cuándo empieza la próxima contrac­ total con el nacimiento natural y el poder que
ción. El simulado entorno doméstico de mu­ un obstetra tiene sobre una mujer, durante su
chas salas de parto, en ciertos hospitales labor de parto. Si una mujer ha de tener po­
ofrece confort y bienestar; un gran adelanto der de elección entre alternativas, ¿no se ten­
con respecto a la sala de partos común. Pero dría que extender también a ésta? ¿Acaso no
es una caricatura del hogar. Mis cinco hijas es una necesidad básica humana poder obte­
nacieron en casa y aún no puedo dejar de ner drogas para aliviar el dolor? Así lo creen
sentirme un poco sorprendida cuando las las mujeres en Suecia, donde una ley promul­
mujeres, encantadas con sus experiencias en gada por el Parlamento garantiza alivio com­
las salas de parto del hospital dicen: "y me pleto del dolor para todas las mujeres, duran­
permitieron..." "el doctor me alentó para ha­ te el parto. El resultado es que una mujer
cer tal cosa" o "lo dejaron que mi marido..." puede empezar tomando Demerol (al co­
etc., etcétera. mienzo de las contracciones, para atontarla

EL NACIMIENTO RENACIDO - 18
un poco), seguir con una epidural (que saca tencia en que el nacimiento es instintivo y al­
toda sensación desde la cintura para abajo) y go para lo que una mujer no necesita prepa­
puesto que la epidural no alcanza para la se­ ración, sino que, al contrario, tiene que "desa­
gunda etapa del trabajo, probar otro tipo de prender" lo que su mente consciente ha ad­
anestesia para la etapa final. quirido. ¿Sería ésta otra manera de pedirles a
Las implicaciones de conceder esta alterna­ las mujeres que se adapten a un modelo bio­
tiva a las mujeres podría alterar totalmente la lógico de lo que es ser una hembra? ¿Una
atmósfera de la unidad de Michel Odent. Las manera de disparar la razón y decirles a las
parteras que ahora pueden prestar su aten­ mujeres que lo único que necesitan es instinto
ción sin reservas, a la mujer, tendrían que di­ para poder cubrir el rol maternal?
vidirla entre la mujer y las máquinas. Si las Es precisamente apartándose del conscien­
epidurales -la forma más efectiva de alivio temente adoptado nacimiento obstétrico -en
del dolor farmacológico- fueran Introduci­ el que la mujer es un objeto pasivo en la mesa
das, habría una importante causa para incluir de trabajo- y también de los propósitos del
monitoreo electrónico. Una vez que el cuerpo "parto sin dolor'' de Lamaze, que estarnos re­
es int�rferido de alguna manera, hay que in­ chazando los puntos de vista masculinos del
tervenir de otras maneras. Y una vez que los nacimiento, a fin de redescubrir la experiencia
sentidos han sido tapados, los fórceps po­ esencial, por nosotras mismas. Ser "racional",
drían ser necesarios. Las posibilidades de te­ organizar nuestra más íntima experiencia de
ner que utilizar fórceps pueden acrecentarse acuerdo con el modelo obstétrico "lógico" del
cinco veces si se ha administrado una epidu­ alumbramiento o convertirse en una mujer
ral a la mujer. Michel nunca tiene alumbra­ más de cuantas llevan a cabo una proeza
mientos con fórceps. Si a las mujeres se les física, según el "método de Lamaze", es en sí
diera la opción de recibir anestesia epidural, mismo, básicamente, aceptar la dominación
se verla forzado a tenerlos. Entonces, las mu­ masculina acerca del nacimiento.
jeres que ahora dan a luz activamente, se Es más, cuando Michel dice que debemos
convertirían en pacientes que necesitan ayu­ deshacemos de las excrecencias culturales del
da para darse vuelta y a quienes examinaría nacimiento para poder redescubrir nuestros
la enfermera antes y después del nacimiento. yos instintivos, no está abogando por cual­
Ya no podrían desarrollar funciones en sana quier simple retomo a alguna idea de lo "pri­
actividad. Por otra parte, esto podría querer mitivo". De hecho, no ha descartado la cultu­
decir que aquellas mujeres a quienes no se les ra. Ha tomado los elementos instituidos por
han aplicado epidurales, inevitablemente reci­ nuestra cultura y los ha adaptado para satisfa­
birían menos atención, mientras que las par­ cer las necesidades instintivas de la mujer du­
teras y los obstetras estarían muy ocupados rante el alumbramiento. Por ejemplo, trabaja
con el operativo del alumbramiento y de "ca­ en un ambiente de hospital, no en la casa y
sos interesantes". previene que profesionales de especial pericia
Hay otro elemento en la manera de pensar tomarán parte en el alumbramiento. Las lu­
de Michel Odent que algunas de nosotras ces bajas, el grabador con su música -si la
consideramos difícilmente aceptable. Su insis- mujer lo quiere durante el trabajo- la pileta

MICHEL ODENT - 19
usada para relajación, todos éstos son pro­ cálida alegría. Aquéllos de nosotros que
ductos de la organización industrial y de la ci­ hemos sido confrontados con una enfermera
vilización moderna. Pero Michel los usa a to­ autocrática o un doctor que nos ha tratado
dos para cambiar tanto el ambiente hospitala­ como niños irresponsables, sabemos que una
rio, que las mujeres pueden expresar sin nin­ mala relación con quienes nos están cuidando
guna clase de inhibición cuanto sienten du­ puede arruinar incluso el más feliz de los na­
rante el trabajo, dejando libre el camino para cimientos y convertirlo en una dura prueba.
un alumbramiento fisiológico, en vez de "me­ La clave del logro de Michel es la excelente
dicalizado". relación de trabajo que tiene con sus parte­
Sin embargo, el impacto de su trabajo en ras, el modo como todos comparten un pro­
las mujeres de Europa Occidental fue muy pósito común. Las mujeres que dan a luz en
poderoso, por una razón insidiosa. He aquí a Pithiviers no sufren las consecuencias negati­
un doctor trabajando en un hospital, que for­ vas de las malas relaciones entre enfermeras
ma parte de un establecimiento médico y que y doctores o del ambivalente descontento de
está demostrando que el alumbramiento pue­ enfermeras que se sienten atrapadas en un
de ser mucho más como las mujeres lo quie­ sistema obstétrico autoritario, que no pueden
ren. Es como si a las mujeres se les permitie­ controlar o cambiar.
ra hacer las cosas a su manera por primera El nacimiento, como la muerte, es una ex­
vez, desde que Dick-Read habló sobre el efec­ periencia universal. Puede ser la experiencia
to de la mente y el cuerpo durante el naci­ creativa más poderosa en la vida de muchas
miento, en el siglo XIX. Pero significativa­ mujeres. Puede ser una interrupción en el co­
mente, este permiso tiene que ser dado por rrer de la existencia humana, un fragmento
un médico. Algo que las mujeres saben por que tiene muy poco o nada que ver con el
ellas mismas, no puede ser reconocido. Las sentimiento apasionado que creó al bebé o
experiencias de las mujeres no pueden ser puede ser vivido con belleza y dignidad. El
convalidadas hasta que un hombre, preferen­ trabajo mismo puede ser una celebración de
temente un doctor con delantal blanco, diga alegría.
que estas experiencias son aceptables. El nacimiento es algo que, como mujer,
Michel Odent se da cuenta muy bien de es­ comparto de manera intensa e intima con la
ta paradoja. Ha pedido el renacimiento de la campesina china, con la esquimal, con la mu­
partera, tradicional ayudante de la mujer en jer que vive en una villa miseria en América
trabajos de parto. Y ciertamente fue mucho del Sur, en una tienda nómade o en un cam­
más lejos: en Pithiviers, ha recreado el arte pamento africano. Esa es la causa por la cual
de la partera; las parteras son el eje del cual nuestra manera de dar a luz es una cuestión
depende todo lo demás. Son su profesionalis­ política. Tiene que ver con el derecho que
mo y dedicación, su capacidad para amar, los tiene toda mujer de dar a luz libremente y en
que crean la especial atmósfera familiar para un entorno amoroso. Mucho de lo que expe­
cada mujer que ha tenido un bebé atendido rimentamos como autocrático, impersonal y
por parteras. No sólo brindan a cada naci­ degradante en el cuidado de la salud de las
miento, técnica y mucha atención, sino una mujeres en general y en el control social de

EL NACIMIENTO RENACIDO 20 -
nuestros cuerpos, está cristalizado en el siste­ Este es el desafío que Michel Odent nos
ma del tratamiento de la maternidad. A los ayuda a realizar: el de cambiar nuestra cultura
ojos de muchas de nosotras, en todo el mun­ del alumbramiento. Pero no es ningún "liber­
do, las clínicas se parecen a un mercado de tador". No ofrece salvación a las mujeres que
ganado y a una fábrica obstétrica. creen en él, aunque en oportunidades la cosa
El nacimiento se ha convertido ahora en se haya presentado así. A veces, algunas mu­
importante tema para las mujeres que están jeres buscan a un obstetra con esa idea en la
luchando por un cambio social en las actitu­ cabeza, transfiriendo a una figura con pode­
des de los hombres hacia nuestros cuerpos y rosa autoridad, las responsabilidades de sus
también para el tratamiento de nuestros propios cuerpos y experiencias, que ellos no
cuerpos. Por primera vez, las mujeres que tienen ganas de aceptar. Michel sería el pri­
están en el movimiento del alumbramiento mero en decir que aquéllas que quieran tener
(antes fueron apolíticas, justamente por la una total garantía de no sentir dolor, las que
real naturaleza de su preocupación por el quieran pasar a alguien semejante responsa­
hogar y la familia) han unido sus manos con bilidad, que no acudan a él. En Pithiviers, el
otras, para asumir acción política. En el centro del drama no es ni el obstetra, ni el
pasado, muchas feministas rechazaron la procedimiento del hospital, ni el trabajo del
experiencia del nacimiento o la vieron como equipo guiando al paciente a través de la la­
en la periferia de sus preocupaciones más bor y el nacimiento, sino la misma mujer y su
importantes, como algo que trababa a las intensa experiencia. Michel ama el drama del
mujeres en su herencia biológica. Es eviden­ nacimiento, la excitación de descubrir cómo
te ahora que ésta es un área en la cual se puede ser y lo que las mujeres realmente
presenta una oportunidad para tomar acción quieren. Le encantan los alumbramientos,
decisiva. pero no como alguien que los dirige. Y lo
Los cambios que permitan a las mujeres más importante de todo, Michel Odent escu­
redescubrir los ritmos sexuales espontáneos cha a las mujeres; está ahí, no para dominar
del trabajo en las prácticas de alumbramien­ sino para servir; no para dictar sino para
to, en general no provienen de los obstetras. aprender. Él es el testigo de que cada alum­
Se están manifestando por la presión que las bramiento es un viaje de exploración para to­
mujeres hacen para tener la oportunidad de dos aquellos que comparten el trabajo, el do­
dar a luz a su manera, a su tiempo, en un en­ lor creativo, el misterio y la exaltación.
torno emocionalmente apropiado y con pa­
sión alegre y desinhibida. Sheila Kitzinger

MICHEL ODENT - 21
EL NACIMIENTO RENACIDO
Pithiviers
PITHIVIERS
Vine por primera vez a Pithiviers en 1962 que también se esperaba que yo supervisase
para hacerme cargo del área de cirugía gene­ una pequeña clínica de maternidad, en el hos­
ral en el hospital. Fue el resultado de un pital. La clínica era frecuentada principalmen­
nombramiento lo que me trajo a esta ciudad te por mujeres de Pithiviers y de los pueblos
de diez mil habitantes, que muy rápido apren­ vecinos. Provenían de una gran diversidad de
dí a querer. A corta distancia de París, la re­ clases sociales. Algunas trabajaban en las fá­
gión de los alrededores de Pithiviers aún ofre­ bricas, otras eran granjeras, comerciantes o
ce todas las ventajas de la vida de campo. La empleadas públicas. Algunas eran inmigrantes
tierra es fértil, plantada con trigo y remola­ de Portugal, Africa del Norte o inclusive de
chas. Los granjeros locales todavía practican Oriente. La clínica aceptaba a cualquiera que
la apicultura, cazan alondras y todos los veci� viniera; no había ninguna "discriminación", ni
nos se dan cita los sábados en el mercado del por la parte social ni por la médica.
pueblo. A pesar de ser principalmente agríco­ En aquel entonces, sólo había una partera
la, la zona está salpicada de pequeños nego­ en la clínica, totalmente responsable de la ope­
cios y fábricas, incluyendo una fábrica de ga­ ración diaria del establecimiento. Ella me lla­
lletitas y una refinería de azúcar. En resumen, maba únicamente cuando el doctor era nece­
Pithiviers es la clase de lugar que raramente sario para practicar una cesárea o aplicar los
se muestra a los turistas. Es sólo otro peque­ fórceps. Como cirujano, yo había sido entre­
ño pueblo anónimo. En realidad, la mayoría nado para hacer cosas como extraer vesículas
de los franceses asocian a Pithiviers con un y reparar piernas fracturadas; estos procedi­
bizcocho popular hecho y nombrado por el mientos parecían tan sólo una extensión na­
pueblo. No tienen la menor idea de dónde se tural de mis habilidades técnicas. Como obs­
encuentra Pithiviers. tetra, lo único que tenía eran las nociones
Cuando empecé mi trabajo aquí, me enteré más elementales de esta práctica.

25
de las montañas a último momento para dar
a luz y se me pedía hacer una cesárea o inter­
venir con los fórceps o cuidar de los desga­
rros uterinos. Poco después, cuando se me
trasladó a Guinea, pude ser testigo del cons­
tante esfuerzo, entre las mujeres africanas,
que querian pararse o acuClillarse durante el
trabajo de parto, en tanto los doctores euro­
peos y las parteras insistían en que ellas te­
nían que dar a luz acostadas. Por aquel en­
tonces, por supuesto, yo estaba de acuerdo
con los doctores y nunca reflexioné mucho
sobre estos episodios aislados.
Cuando vine a Pithiviers, naturalmente, me
Entrando en el Hospital de Pithiviers basé en gran parte en la guía de la partera.
Gisele, que había estado en la clínica por bas­
tante tiempo, tenía mucha experiencia. Ga­
brielle, que se unió a nosotros después de mi
Mi experiencia previa en obstetricia era mí­ llegada, era joven, llena de energía, recién sa­
nima y diluida a través de todos los años que lida de la escuela y muy entusiasta, sobre to­
habían pasado. Durante los años 50, había do con la psicoprofilaxis, "el método Lama­
hecho seis meses como interno en una gran ze"•. No era tanto lo que decían o hacían lo
sala de maternidad de Paris. En aquellos días que me hizo realmente poner más atención a
era común tener 5 ó 6 mujeres haciendo tra­ la obstetricia por primera vez, sino más bien
bajo de parto y ocupando una misma habita­ el hecho de que el intervalo de los quince o
ción grande. El nacimiento tenía lugar en una veinte años entre los tiempos en que cada
atmósfera tipo fábrica, donde el miedo era una había estudiado la profesión de partera,
contagioso. Los doctores a menudo usaban había ocasionado semejante diferencia en sus
fórceps y raramente hacían cesáreas. Me prácticas respectivas. Por ejemplo, Gisele,
acuerdo del jefe de obstetricia sólo por un fa­ que era mayor, esperarla pacientemente para
moso estilo de fórceps Oos fórceps Suzor) que que el bebé naciera. Al final del alumbramien­
recibieron esta denominación por él. Durante
to, ella diria simplemente: "No lo retenga; re­
esta etapa de internado me interioricé muy lájese, déjese ir..." Gabrielle, en cambio, esta­
poco del tema y jamás se me cruzó por la ca­ ba deseando preparar a la mujer desde el
beza que algún día practicarla obstetricia.
Más tarde, durante mi servicio militar co­ •
La psicoprofilaxls es un método d e preparación para el
mo cirujano de guerra en la región berebere alumbramiento, desarrollado en lo años 50 por Fernando
La
de Argelia, fui ocasionalmente llamado cuan­ Lamaze, médico francés. base de este enfoque es que
una mujer tiene que aprender a dar a luz de la misma mane­
do era necesaria la atención obstétrica. De ra que tenemos que aprender a escribir o leer o a nadar. . .
a
tanto en tanto, mujeres embarazadas bajaban En un sentido, esto es lo contrario de nuestra actitud.

EL NACIMIENfO RENACIDO - 26
principio del embarazo, para ayudarla con la "¿Por qué cortan el cordón umbilical tan rápi­
respiración durante el trabajo y alentarla pa­ do después del nacimiento?" A menudo res­
ra que se controlase durante el alumbramien­ pondían: "Porque así nos enseñaron en la es­
to. En las etapas finales del trabajo, Gabrielle cuela".
daba órdenes precisas, por ejemplo: "Inspi­ Pero a medida que íbamos explorando las
re. . . espire. . . controle su respiración . . . em­ razones por las cuales hacíamos ciertas co­
puje. . . " sas, poco a poco aparecía un cambio apenas
Para mí, sus diferencias proyectaron nueva perceptible. Nos volvimos menos dogmáticos
luz en la práctica obstétrica; me di cuenta de y empezamos a experimentar. Un día, una
que ésta era algo más que t�cnicas y mecáni­ partera le dio a un bebé un baño para cal­
cas. Paulatinamente comprobaba en qué me­ marlo, a pesar de que sólo tenia dos días. De
dida la experiencia del trabajo de parto de ahí en adelante, nunca más aceptamos la "re­
una mujer dependía de la personalidad y acti­ gla" que prohíbe bañar regularmente a los
tud de quien la atendía. Las mujeres eran bebés hasta que el cordón umbilical se haya
atraídas por el joven entusiasmo de Gabrielle caldo. Otro día, el bebé encontró el pecho de
y expresaban mayor interés por ella, pero se­ su madre enseguida de nacer y, para asom­
guramente tendrían un nacimiento mucho bro de todos, empezó a mamar en la sala de
más tranquilo con Giséle. partos. Pregunté por qué semejante evento
Aunque oficialmente seguí siendo cirujano, tan gratificante ocurría tan raramente. La res­
a medida que el tiempo fue pasando, me de­ puesta, por supuesto, era simple: en un hos­
diqué más y más a la unidad de maternidad. pital es muy común separar a la madre del ni­
Advertí que los principios en los cuales había ño en el momento del nacimiento, para pe­
basado mi trabajo quirúrgico -simplificación sarlo, medirlo y hacerle la revisación general.
y eliminación de procedimientos inútiles­ Incluso estando juntos, ellos se sienten obser­
también podían aplicarse en obstetricia. Las vados. No tienen privacidad. Una y otra vez,
experiencias pasadas como practicante ya me esas nuevas experiencias nos hicieron cues­
habían hecho creer que el tiempo y la pacien­ tionar la obstetricia convencional. No sabía­
cia son los aliados más útiles; la intervención mos a dónde íbamos, pero íbamos a alguna
activa debería ser usada con mucha parsimo­ parte, por nuestro camino.
nia y en casos especiales. En obstetricia ---<:o­ Gradualmente, mientras nuestra práctica
mo en cirugía general- yo estaba convenci­ cambiaba, también fue cambiando nuestra
do de que interferir lo mínimo crea muchos actitud. Antes de venir a Pithiviers, yo sabía
menos riesgos inmediatos y, al mismo tiem­ muy poco del mundo, aparte de los doctores
po, produce mejores resultados a largo plazo. y los pacientes. Habla estado mirando a la
Paradójicamente, mi real falta de entrena­ gente desde una perspectiva médica muy es­
miento en obstetricia hizo que fuera más a­ trecha; habla compartido el punto de vista
bierto para aprenderla a través de la expe­ convencional del nacimiento como un "pro­
riencia. Me encontré cuestionando los proce­ blema médico" que requería "soluciones" téc­
dimientos más aceptados: "¿Por qué rompen nicas. Habla crecido oyendo a los doctores
las aguas?" les preguntaba a las parteras. hablar de las mujeres embarazadas como

MICHEL ODENf - 27
"pacientes". Cierta vez di una conferencia en era una experiencia intensa, íntima y envol­
una universidad alemana; un obstetra estaba vente. Como doctor, yo estaba lejos de ser la
traduciendo simultáneamente. Cuando yo figura central del drama; a veces, hasta me
usaba la frase "mujer embarazada" o "mujer sentía como un intruso. El criterio preponde­
en trabajo de parto" él las traducía como "pa­ rante que convierte al alumbramiento en un
ciente" y no podía entender por qué los estu­ evento médico, transformó en todo el mundo
diantes objetaban tan vehementemente. Por las unidades de maternidad en laboratorios de
supuesto, esta actitud no está confinada sólo alta técnica y a los seres humanos en objetos
a la obstetricia. A menudo hay artículos que pasivos. En Pithiviers, por el contrario, nues­
se refieren a "métodos" y a "material". Mate­ tro reconocimiento del alumbramiento como
rial quiere decir gente. En todo campo médi­ una experiencia emocional y sexual, nos hizo
co, esta mentalidad contribuye a un incremen­ sentir como simples facilitadores, una especie
to en las drogas, en el monitoreo electrónico de equipo de apoyo, cuya tarea era intervenir
y en intervenciones quirúrgicas. En Pithiviers, lo menos posible.
a medida que empecé a conocer a mis "pa­ Puesto que mucho de lo que estábamos ha­
cientes" como individuos· y no simplemente ciendo era nuevo para nosotros, buscamos
como casos médicos, tuve que revisar mi fundamentarlo en un contexto intelectual.
perspectiva. Dos nuevas parteras, Dominique y Marie-Jo­
A pesar de que yo era cirujano, las mujeres sé llegaron a la clínica en 1969 y se acopla­
a menudo se acercaban a mí para hablarme ron fácilmente al espíritu de exploración. Re­
de variados temas, desde el matrimonio hasta cibidas hacía poco tiempo, conocían la obste­
el control de la natalidad. En los grupos de tricia únicamente como era practicada en los
planificación familiar a los que me uní para hospitales donde la enseñaban, pero eran
informarme, los debates fueron llevados fuera aventureras y estaban listas para reconsiderar
del plano médico de referencia, más allá de cuanto habían aprendido. Todos leímos "Me­
los temas de prevención y alumbramiento, a dica( Nemesis " de !van lllich y ampliamos su
los de sexualidad, sentimientos personales y observación respecto de que los doctores son
expectativas sociales. La gente empezó a de­ a menudo esclavos y no dueños de la tecno­
cir por qué ellos querían o no tener chicos; logía que aplican en la práctica de la obstetri­
comentaban sus experiencias privadas de tra­ cia, en las sociedades industrializadas. Leyen­
bajo de parto, de parición y amamantamien­ do "Nacimiento sin Violencia" de Federico
to; también hablaban de las conexiones suti­ Leboyer, sentimos inmediata simpatía por su
les entre fertilidad y las propias imágenes de preocupación acerca de la experiencia del na­
mujeres y hombres. Me fui convenciendo de cimiento del niño.
que el alumbramiento, lejos de ser un "pro­ Leboyer creó un lenguaje nuevo para la
blema médico", era en general una parte in­ mayor parte de los doctores: un lenguaje que
tegrante de la vida sexual y emocional. hablaba a nuestra sensibilidad y emociones
Por supuesto, en nuestra clínica yo vivía es­ tanto como a nuestro intelecto. Nos mostró
ta verdad diariamente. Tanto para las mujeres al recién nacido, no como un objeto al que
como para los hombres, el alumbramiento no le es posible ver, oír o sentir, sino como

EL NACIMIENTO RENACIDO - 28
Típica sala de partos

MICHEL ODENI" - 29
una criatura humana con mucha necesidad
de calidez y alimento. Resumiendo, Leboyer
fue el primer doctor que expresó lo que mu­
chas mujeres saben intuitivamente sobre sus
bebés, a pesar de que los consejos de los es­
tablecimientos médicos digan lo contrario. En
Pithiviers, Leboyer nos dio un encuadre para
comprender nuestras acciones y ponerlas en
práctica. Bajo su influencia, nuestra sala de
partos se convirtió en un lugar mucho más
quieto y pacífico, más benevolente para el
bebé. Alentamos el contacto prolongado en­
tre madre e hijo. Por ejemplo, las madres po­
dían alimentar a sus bebés inmediatamente
después del nacimiento. La actitud alerta que
observamos, tanto en cuanto a la madre co­
mo al niño, confirmó nuestra decisión de no
utilizar drogas o intervenir si no era nece­ Michel Odent y la partera Marie.José Matheault
sario.
Respecto de mí, la vida parecía estar tiro­
neándome hacia dos direcciones diferentes.
Por una parte, estaba pasando cada vez más En estos tiempos, la atmósfera en Pithi­
tiempo en la unidad de maternidad. Por otra, viers era de gran excitación. Experimentamos
estaba mi práctica de cirugía, que todavía me aún con más frecuencia, probando nuevas
intrigaba, enfrentándome con problemas di­ prácticas, y desechando otras. Un día, por
vergentes, aunque tenían su relación. Mi mé­ ejemplo, durante un alumbramiento, dejamos
todo de tratar fracturas difirió de los procedi­ que la cabeza del bebé saliera totalmente por
mientos convencionales, más o menos de la sí misma, sin tocarla o ayudar al perineo de
misma manera en que los alumbramientos en la madre para que la cabeza pasara. Otro día
Pithiviers difieren de la obstetricia convencio­ decidimos que los guantes de goma ya no
nal. Pero cuestionar seriamente los funda­ eran necesarios. Cada nuevo paso que dába­
mentos de la traumatología moderna y de la mos afectaba a cada uno de nosotros, en for­
obstetricia al mismo tiempo, estaba más allá ma diferente. Para Dominique, fue muy difícil
de mis posibilidades. Tuve que tomar una de­ dejar de usar los guantes, mientras que Ma­
cisión. En 1972, un colega se encargó de la rie-José tuvo mucha más dificultad en aban­
dirección de traumatología y ortopedia, dis­ donar la práctica común de acelerar la labor
minuyendo mis continuas responsabilidades rompiendo las bolsas de agua que rodean al
como cabeza de la unidad de cirugía. Final­ bebé aún no nacido.
mente, estaba libre para dedicarme por com­ Una psicóloga que acababa de dar a luz en
pleto a la obstetricia. la clínica empezó con grupos, los viernes por

EL NACIMIENTO RENACIDO 30-


Mujer en trabajo de parto, con la partera Dominique Pourré en la "salle sauvage"

la noche, en los cuales los futuros padres po­ convencional con una mesa de obstetricia, lu­
dían venir a oír todo sobre el trabajo que es­ ces fuertes y una multitud de parafernalia qui­
tábamos haciendo. Estas reuniones muy rúrgica. El ambiente era opresivamente médi­
pronto incluyeron no sólo a mujeres y pare­ co e impersonal, sin duda incompatible con
jas de los aledaños, sino que interesaron a nuestra óptica transformada acerca del alum­
personas de lugares lejanos que tenían razo­ bramiento como una experiencia íntima e in­
nes específicas para buscarnos. Una cantidad cluso sexual. Además, podíamos ver que la
de personas inspiradas por Leboyer, por mesa de partos (el mueble más prominente
ejemplo, vino a Pithiviers para poder traer al . en el cuarto) limitaba seriamente la libertad
mundo a sus hijos de la manera como ellas de acción de la futura madre. Con su sola
querían, suavemente. Otros vinieron sólo pa­ presencia, sugería una posición reclinada y
ra hablar, para compartir sus sentimientos de daba a la mujer muy poca elección, aparte de
esperanza, de miedo, de desilusión, de entu­ acostarse sobre su espalda y empezar el tra­
siasmo. bajo. Esta tradicional posición dorsal es, de
Naturalmente, semejante atmósfera, dio lu­ hecho, la peor alternativa posible fisiológica­
gar a una mayor expresión de libertad duran­ mente hablando, tanto para la madre como
te el trabajo de parto y durante el nacimien­ para el niño: cuando una mujer yace sobre su
to. Sin embargo, todavía había límites. Nues­ espalda, el útero agrandado comprime los va­
tro ambiente de alumbramiento seguía siendo sos sanguíneos más importantes, lo cual dis­
lo que siempre había sido: una sala de partos minuye la cantidad de sangre oxigenada que

MICHEL ODENf 31 -
Bélgica, siglo diecisiete . Un nuevo personaje entra en la escena tradicional del nacimiento:
el científico masculino, con su caja que contiene los fórceps de metal.

entra en la placenta y sale de ella. Además, creencia de que un lugar para dar a luz tiene
semejante posición hace imposible que la que parecerse más a un sitio donde se hace
mujer aproveche la gravedad para facílitar el el amor que a un cuarto de hospital. Este
alumbramiento. cuarto de alumbramiento, sin embargo, re­
Con el objeto de alentar a las mujeres para presentaba más que un decorado atractivo o
que se sintieran libres, reemplazamos nuestra una estrategia para alentar una variedad de
antigua sala de partos por una nueva, dise­ posiciones de trabajo: era un lugar donde la
ñada por mujeres que habían dado a luz en mujer podía hacer exactamente lo que querí­
Pithiviers. Nuestra "salle sauvage" (o ·cuarto a; sentirse libre para hacer ruido, actuar y
primitivo, como lo llamamos), ha sido conce- · moverse como deseara. Fue nuestro primer
bida para la intimidad, el confort y la libertad paso concreto para devolver el alumbramien­
d e acción . Es pequeño. Se tiene más to a las mujeres. Hacer eso, devolver el
fácilmente un sentimiento de privacidad en alumbramiento a las mujeres, no es ambición
un cuarto pequeño, pintado en cálidos y ale­ pequeña. Después de todo, la historia de la
gres colores y amoblado con una plataforma obstetricia es principalmente la historia de la
firme y decorada con almohadones de colo­ exclusión gradual de las madres, de su rol
res brillantes (pero sin cama o mesa que pu­ central en el proceso del alumbramiento. La
diera imponer una posición de trabajo parti­ obstetricia moderna se originó en el siglo
cular). Es íntimo -como en casa- acogedor XVII en Francia, cuando los doctores entra­
y está mucho más de acuerdo con nuestra ron por primera vez en el cuarto del alum-

EL NACIMIENTO RENACIDO 32 -
bramiento y asumieron el rol tradicional de
las parteras. Por primera vez se les pidió a
las mujeres dar a luz tendidas sobre sus es­
paldas, para que así los doctores pudieran
usar los fórceps con más facilidad. La tradi­
ción dice que esta práctica comenzó cuando
las amantes de Luis XN tuvieron que sopor­
tar el trabajo de parto en esta posición, para
que él pudiera tener una mejor vista del naci­
miento de sus hijos, desde un escondite ubi­
cado detrás de una cortina. Desde entonces,
el obstetra -con los instrumentos en la ma­
no, controlando- siempre ha estado parado
ante una mujer pasiva. (Por otra parte, la pa­
labra misma "Obstetricia" deriva del latín ob
+ stare, que quiere decir "estar parado an­
te"). La posición dorsal y la forzada pasividad
que ésta impone en la madre, hoy se han El momento del nacimiento . . .
vuelto casi universales en nuestras socieda­
negarse a sí misma, adoptando u n sistema
des industriales. Como también lo ha sido el
que "controla" su respuesta al dolor, su respi­
reemplazo de las parteras por doctores, lo
ración, su posición e incluso los sonidos que
que indica una profunda equivocación sobre
ella produce, los aspectos más fundamentales
la clase de privacidad que una mujer necesita
del comportamiento de una mujer en trabajo
cuando está dando a luz.
de parto. Y a pesar de que las observaciones
Enorme cantidad de prácticas comunes de
de Leboyer sobre la experiencia del niño du­
obstetricia reflejan una degradación similar
rante el alumbramiento dieron origen a una
del rol de la mujer durante el parto. Por
nueva concientización en nuestra clínica y en
ejemplo, la presteza con la cual los doctores
el mundo en general, los profesionales del
prescriben hoy el guardar cama, la costura alumbramiento lamentablemente lograron in­
del cérvix y la parálisis del útero con drogas, terpretar su idea de "parto sin violencia" co­
para prevenir nacimientos prematuros; la se­ mo el "método Leboyer", en el cual la aten­
paración de la madre, del recién nacido; el ción está focalizada en el niño, con exclusión
consejo automático para que las mujeres se de la madre. Por desdicha, el mismo fenóme­
queden en la cama después de dar a luz y la no existe en el Este como en el Oeste. En
disposición con la cual los doctores aconsejan una reciente visita que hice a China, me de­
a las madres discontinuar el amamantamien­ cepcionó mucho ver que, a pesar de que la
to, rebajan el rol central de la madre. mayor parte de los obstetras son mujeres, ha­
La psicoprofUaxis convencional hace lo cen lo posible por copiar las prácticas occi­
mismo, pero de un modo más sutil. Con este dentales y cometen exactamente los mismos
método, en realidad, la mujer colabora para errores.

MICHEL ODENT 33
-
cambios similares en sus niveles de concien­
cia. Sus ojos miran a lo lejos, se olvidan de
las convenciones sociales, se olvidan de sí
mismas y de su autocontrol. Muchas de ellas
dejan escapar un grito característico, en el
momento del parto. Sin embargo, hemos no­
tado que las mujeres en dicho estado están le­
jos de estar imposibilitadas, perdidas o "sin
experiencia". Por el contrario, actúan delibe­
rada y espontáneamente, buscando y encon­
trando con facilidad las posiciones que más
les convienen, y que son justamente las más
eficaces, fisiológicamente hablando. Sin que
nadie les diga nada, saben cómo sostener y
alimentar a sus bebitos inmediatamente des­
pués del parto, de la misma manera que el
recién nacido sabe cómo buscar el pecho de
su madre. En nuestra clínica, esto parece
aplicarse a todas las mujeres, sin tener en
Nuestra "salle sauuage" es parte de nues­ cuenta su procedencia social o cultural. Des­
tro esfuerzo para contrarrestar la marea que pués de haber visto cuánto se parecían los
ha desplazado a las mujeres y las ha dejado nacimientos tribales filmados en Nueva Gui­
sólo con un rol marginal durante el alum­ nea y en Africa del Sur, a los de nuestra "sa­
bramiento; queremos restituirles el que real­ lle sauvage", estaba cada vez mas convencido
mente les corresponde, que es el rol cen­ de que había algún componente universal en
tral. Nuestra experiencia confirmó repetida­ el comportamiento de una madre y su recién
mente lo acertado d e nuestra actitud; nacido y que -dándole el entorno adecuado,
pudieron demostrarse l a destreza y sabidu­ en donde se pudiera sentir libre y desinhibi­
ría de la mujer que está trayendo un ser al da- una mujer podía llegar naturalmente a
mundo. un nivel de respuesta mucho más profundo
A menudo pudimos observar -sin enten­ dentro de ella misma, que por la individuali­
der la causa- que las mujeres parecían olvi­ dad, la educación que había recibido o la so­
darse de sí mismas y de lo que sucedía a su ciedad de donde provenía.
alrededor, durante el curso de un trabajo no He encontrado muy difícil describir este
medicado. Cierto día, por ejemplo, filmamos cambio en un nivel de conciencia más pro­
un nacimiento con una gran cámara de tele­ fundo durante el trabajo de parto. Pensé lla­
visión. Minutos después que el bebé nació, la marlo "regresión", pero sé que la palabra
joven madre dijo: "¡Lástima que no había na­ suena peyorat iva, pues evoca una vuelta a
die para fotografiar al bebé!" Muchas muje­ algún estado animal. "Instinto" es un térmi­
res, durante el trabajo de parto, pasan por no que va mejor, a pesar de que también tie-

EL NACIMIENTO RENACIDO 34-


en estas ocasiones. Cuando las mujeres, du­
rante el trabajo de parto, se mueven y actú­
an de acuerdo con sus instintos, en realidad
se están comportando de una manera extre­
madamente racional; por lo común, tienen
alumbramientos más rápidos y fáciles que
las mujeres que no pueden hacerlo así. Por
eso, en Pithiviers, hacemos todo lo posible
para crear un clima en el cual las mujeres
puedan, en ese sentido, "olvidarse" de sí
mismas.
Ahora, parece evidente que el estado ins­
tintivo que permite a una mujer hacer un
trabajo de parto espontáneo, está relaciona­
do con un equilibrio hormonal especial, cu­
ya naturaleza exacta aún se desconoce. Sa­
bemos que la glándula pituitaria posterior
tiene que secretar la hormona oxitocina a
fin de que las contracciones uterinas �o­
miencen y continúen.• Por otra parte, sabe­
mos que la secreción de sustancias como la
ne algunas resonancias moralizadoras. Fre­ adrenalina puede inhibir las contracciones
cuentemente se les dice a las mujeres que del trabajo de parto o intensificar sus dolo­
deberían hacer o sentir "instintivamente" res, de la misma manera que puede inhibir
ciertas cosas y que si no lo hacen, algo les el amamantamiento o también intensos mo­
falta. Además, la palabra "instinto" a menu­ mentos de sexualidad. Puesto que estas sus­
do es desfavorablemente contrastada -y tancias, como la adrenalina, son secretadas
con razón- ya que se dice que las mujeres típicamente cuando uno tiene frío o miedo,
son "instintivas" y los hombres son "racio­ un entorno calmo, que dé confianza, en el
nales", como si uno no pudiera ser instintivo cual la mujer se sienta relajada, siempre es
y racional al mismo tiempo. Pero no es na­ beneficioso. También se ha vuelto más y
da vergonzoso o sexista reconocer que el más obvio que las endorfinas juegan un rol
instinto juega un rol en nuestros comporta­ importante en el complejo equilibrio hormo­
mientos, especialmente aquéllos que existen nal que posibilita un alumbramiento espon­
en la intersección de la· naturaleza y la cultu­ táneo. Las neurohormonas con funciones
ra, como el hacer el amor, el trabajo de par­ parecidas a la morfina -esos "opiantes en­
to o la búsqueda, por el recién nacido, del dógenos"- actúan como calmantes natura-
pezón de la madre. La gente puede benefi­ '
Algunos estudios recientes sugieren que la oxltocina puede
ciarse enormemente redescubriendo y ex­ hacer que la gente pierda un poco la memoria. Puede enton­

plotando al máximo su potencial instintivo ces jugar un rol, impidiendo un poco el dolor.

MICHEL ODENT 35 -
les, no sólo protegiendo del dolor sino tam­
bién suprimiendo la ansiedad e induciendo
un estado general de bienestar. Por ejemplo,
altos grados de endorfinas pueden inducir a
las llamadas ondas cerebrales Alfa, que es­
tán asociadas con estados de serenidad o
beatitud. Es casi como si la gente siempre
hubiera sentido la presencia de esta capaci­
dad natural de bienestar y hubiera buscado
maneras de ponerla en funcionamiento. Co­
rrer, por ejemplo, aumenta nuestros niveles
endorfinos; rezar, meditar, hacer yoga y la
acupuntura también pueden hacerlo.
El descubrimiento de los opiantes endóge­
nos del cuerpo explicaron algo que me había
intrigado desde hacía mucho. Durante la gue­
rra, mientras estaba operando, me sorpren­
dió en varias ocasiones encontrar soldados,
con serias heridas, no medicados, y actuando
como si hubieran tomado calmantes o como
si sus cuerpos hubieran secretado alguna sus­
tancia especial para protegerlos del sufri­ En efecto: se ha descubierto que cuanto más
miento. De la misma manera, las mujeres, difícil y largo es el trabajo de parto de una
durante el trabajo de parto, a menudo actúan mujer, más alto es el nivel de endorfina.
como si estuvieran "naturalmente" drogadas Este sistema endorfino no siempre juega
y notan lo bien que se sienten entre las dolo­ un rol crucial en el trabajo de parto, sino que
rosas contracciones. Incluso he visto a muje­ también funciona como una especie de "sis­
res en trabajo, en estados virtualmente estáti­ tema de premio" intrínseco que refuerza to­
cos o de éxtasis. Pero para que los poderes dos los aspectos del comportamiento sexual y
naturales del cuerpo puedan actuar, hay que de reproducción. Los científicos están descu­
dejarlos tranquilos. Darles a las mujeres dro­ briendo conexiones entre las endorfinas y la
gas calmantes y hormonas sintéticas (oxitoci­ oxitocina -la hormona que, entre otras fun­
na artificial) durante el parto -como es la ciones, estimula las contracciones uterinas
práctica común en la mayoría de los hospita­ durante el orgasmo, el trabajo de parto y el
les modernos- destruirá el equilibrio hormo­ alumbramiento- y entre endorfinas y prolac­
nal del cual depende espontáneamente el tra­ tina, la hormona que estimula la secreción de
bajo de parto. Desde luego que el mismo do­ la leche. Por su parte, el amamantamiento
lor puede retrasar la labor, pero cuando no se parece aumentar el nivel de la endorfina. Y
usan drogas, el cuerpo se puede defender ya se sabe que los oplantes crean estados de
contra el dolor de manera natural y efectiva. dependencia y también contribuyen a desper-

EL NACIMIENTO RENACIDO 36-


tar el deseo de afectividad, de mimos. Su pre­ parto, el nacimiento y el amamantamiento
sencia en grandes cantidades, tanto en la ma­ sean partes integrantes de la vida sexual de
dre como en el bebé, inmediatamente des­ una mujer. Como disciplina médica, se sigue
pués del alumbramiento espontáneo, sugiere sin tener en cuenta el potencial impacto ne­
que puede perfectamente existir una base gativo de los doctores masculinos y de los ex­
hormonal en el proceso del apego que ocurre traños, durante el desarrollo del trabajo de
en las primeras horas y en los primeros días parto, e igualmente se ignora la importancia
después del alumbramiento.l En general, la de parteras y de ayudantes femeninas. Du­
existencia de estas complejas neurohormonas rante muchos años, nuestra práctica en Pithi­
confirma nuestra creencia en la intercone­ viers ha cuestionado la obstetricia moderna, a
xión de todos los aspectos de la vida sexual y tal punto que, hasta la misma palabra "obste­
-ya que la secreción balanceada de hormo­ tricia", parece extranjera y totalmente inade­
nas es un asunto delicado, con alta respuesta cuada para nosotros.
a condiciones externas- se presenta otro ar­ Nuestra clínica ha crecido. Ahora hay siete
gumento poderoso para mostrarse renuente parteras. El número de nacimientos aquí se
a interferir en la fisiología del proceso del ha quintuplicado durante los últimos veinte
parto. años. Como todos los obstetras, aquí en
Permitiéndoles a las mujeres dar a luz a sus Pithiviers siempre estamos acosados por el
niños, dejándolas. libres para trabajar como omnipresente espectro del riesgo. Pero nues­
quisieran, Pithiviers asumió definitivamente tras experiencias han mostrado claramente
su carácter muy particular. Por donde mirára­ que una actitud que "desmedicaliza" el alum­
mos, el trabajo de parto y el parto se habían bramiento, devuelve dignidad y humanidad al
tornado "medicalizados", más tecnológicos, proceso del nacimiento y reintegra el control
mientras que en nuestra clínica, estas situa­ a la mujer, es también la actitud más segura.
ciones eran simplemente asuntos de madre e Nuestra política da resultados desde cualquier
hijo. En todas partes veíamos a los doctores punto de vista, porque hemos advertído una
incrementar el uso de drogas y su interven­ marcada disminución en el riesgo, tanto para
ción artificial, mientras que en Pithiviers man­ la madre como para el niño; en efecto, nues­
teníamos nuestras intervenciones al mínimo tros resultados se pueden comparar favora­
absoluto y considerábamos a las drogas, in­ blemente con los mejores del mundo. En un
necesarias y dañinas. La obstetricia actual to­ momento en que la mayoría de los países in­
davía está centrada en el rol del doctor y en dustrializados no logra mantener las tasas de
su preocupación sobre cómo controlar y do­ mortalidad perinatal* por debajo del diez por
minar mejor el momento del parto. Esta acti­ mil, sin incrementar simultáneamente la tasa
tud ha dado como resultado la concentración de intervenciones y de cesáreas (que a menu­
sistemática de los nacimientos normales en do es tan alta como el veinte por ciento), en
entornos equipados con tecnología de avan­ Pithiviers, sin ningún ocultamiento, hemos
zada y vigilancia electrónica de rutina. La
obstetricia moderna no sabe nada y le impor­ ' Perinatal se refiere a los bebés de más de seis meses de
ta aún menos el hecho de que el trabajo de gestación y antes de la edad de siete días.

MICHEL ODENT - 37
obtenido las mismas bajas tasas de mortali­ cosas que nosotros, para las mujeres que de­
dad, con índice de cesáreas de sólo seis a sie­ sean reivindicar el alumbramiento, para los
te por ciento. Ésta es la más auténtica eviden­ padres y madres que quieren experimentar el
cia de que nuestra actitud, que transforma la nacimiento como un hecho íntimo, para los
experiencia del alumbramiento, es una alter­ clínicos que reciben con beneplácito un re­
nativa inteligente y segura. planteo radical de su práctica, he aquí cómo
Para aquéllos que se preguntan las mismas sucede el alumbramiento en Pithiviers.

EL NACIMIENTO RENACIDO 38-

J
Una madre de Inglaterra prendido mis deseos para el alumbramien­
to. A pesar de esto, había arreglado mi tra­
Después de dos nacim ientos normales bajo de parto para su propia conveniencia y
durante los cuales, a pesar de todo, sufrí mi sistema nervioso quedó muy alterado,
todas fas intervenciones comunes de la obs­ durante muchos meses. Tuve una depresión
tetricia convencional, había decidido que postparto y yo sabía que el origen no era
mi tercer alumbramiento tenía que ser di­ simplemente hormonal. Me sentí enorme­
feren te. Si todo iba bien, estaba preparada mente defraudada. Ahora, una vez más,
para encontrar una partera e insistir en te­ mis esperanzas para tener una experiencia
ner el bebé en casa. Pero durante una revi­ mejor parecían completamente perdidas.
sación, me fue confirmado a /as treinta y Para mí, éste iba a ser otro bebé de fábrica.
cuatro semanas, que el bebé venía con pre­ Había oído hablar de Pithiviers; yo sabía
sentación pelviana y no había miras de que que había m ujeres que viajaban allí desde
se pudiera dar vuelta. En el hospital local, otros países. Sin embargo, difícilmente po­
el doctor sugirió que se decidiera una fecha día tenerse en cuenta como una posibili­
para que se me indujera el parto y dijo que dad real para mí; estaba embarazada de
se podía usar una peridural y los fórceps. treinta y siete semanas. Sin embargo, lla­
Si eso no funcionaba, comprendí que /as mé al Doctor Odent algunos días después,
cesáreas eran bastante normales para los cuando había decidido que me iba a arre­
nacimien tos de ese tipo, ante la presunción pentir para siempre si no tomaba fuerzas y
de dificultades. hacía un esfuerzo por i r a Pithi viers. Le
La vieja depresión volvió. Yo había desea­ pregunté si podía ir. El me dijo: "¿Por qué
do desesperadamente que el nacimiento de no?" Cuando le dije que el bebé venía de
este bebé fuera natural y todos /os hospita­ nalgas, él respondió: "No importa". Inme­
les posibles eran parecidos a los de mi últi­ diatamente me sentí confiada y con m ucha
ma experiencia, en la que había sentido energía, ante la perspectiva del viaje.
que el bebé me había sido quitado. En esa Tanto mi esposo como yo sabíamos muy
ocasión, mien tras me estaban su turando, bien que el tiempo sería muy corto, en ca­
yo le pregunté al doctor: "¿Por qué durante so de emergencia. Además, existía la inevi­
el alumbramiento somos menos eficien tes table reaparición de m i depresión; antes de
que los animales? Ya sentía que me habían que me decidiera a ir a Pithiviers, ya había
arruinado el alumbramiento y estaba preo­ empezado otra vez. Yo sabía que no podría
cupada por la can tidad de "in tervención de volver a vivir la depresión que había expe­
rutina" en lo que yo había considerado que rimentado después de m i última i n terna­
era un hecho fisiológico normal. Su res­ ción y, al mismo tiempo, pretender funcio­
puesta fue: "Es completamente diferente nar bien como esposa y madre para tres ni­
para los animales". Implicaba que las mu­ ños pequeños.
jeres no eran eficientes durante el alumbra­ Durante m i última visita prenatal a In­
miento. Yo había visto a este doctor duran­ glaterra, yo estaba casi desesperada cuan­
te visitas prenatales y parecía haber com- do la enfermera me explicaba con la ayuda

MICHEL ODE.NT 39
-
de una muñeca, cómo nacían los bebés que fuera mi última oportunidad para tomar lo
venían en la posición en la que estaba el que la vida tenía para ofrecerme. Por una
m ío. Me oía a mí misma protestando como vez tenía que asumir mis propias responsa­
nunca antes en mis tres embarazos. Le dije bilidades, y en Pithiviers me ofrecían una
a mi doctor: si usted me manda a ese hos­ alternativa que me atraía. Incluso la distan­
pital otra vez, eso ua a term inar conmigo. cia me atraía. Sentía una especie de nostal­
La enfermera me hizo sentir avergonzada gia animal por escapar de todo, tener pri­
exclam a ndo: "¡SI ese bebé la oyera ha­ vacidad y encontrar u n lugar especial don­
blar!" Inmediatamente me di cuenta de de dar a luz. Tenía que llegar a Pithiviers
que ya había rechazado "el sistema" por antes de que los trabajos de parto comen­
primera vez en mi vida. Ya no me importa­ zaran. Este bebé iba a ser mío y mío sin
ba lo que pensaran si yo hacía alguna his­ riesgos. Le dije a mi doctor: "Las cosas es­
toria. Previamente había sido muy educada tán cambiando, ¿no es cierto?" "Sí", res­
y colaboradora con todo el personal médi­ pondió, "pero esto sucede en un país ex­
co, pero esto nó me había llevado a ningu­ tranjero ". Mi esposo le informó más tarde
na parte; de hecho, mis hijos habían nacido que ahí era exactamente donde nosotros
gracias a mi esfuerzo y probablemente ésta íbamos a ir.

EL NACIMIENTO RENACIDO - 40
ANTES

Cada mujer embarazada llega a nosotros mujeres que hacen ejercicio con regularidad,
con una historia personal única, una familia y están mejor preparadas para el trabajo que
una cultura que influyen mucho en su trabajo aquéllas que llevan vidas sedentarias. Una
de parto. En algunas sociedades, éste parece mamá embarazada que no tiene ninguna se­
ser más fácil que en otras. En algunas fami­ ñal de estrés, desde luego que también va a
lias, también hay virtualmente una tradición· acercarse al trabajo de parto en mejores con­
de nacimiento fácil. Durante el alumbramien­ diciones.
to, una mujer trae consigo la experiencia de Por supuesto, no se pueden borrar milagro­
toda su vida, remontándose hasta su propia samente las preconcepciones y las experien­
infancia y nacimiento. Nos interesa saber qué cias pasadas de una mujer, pero puede crearse
es lo que cada mujer sabe sobre su propio una atmósfera que va a alentar a las mujeres y
nacimiento, porque a menudo hay una cone­ sus compañeros a vivir el alumbramiento de
xión entre cómo fue su nacimiento y cómo forma diferente. Es especialmente importante
ella misma va a traer a su hijo al mundo. Si que ellas se sientan como en casa, en nuestra
por ejemplo, una mujer nos dice que su ma­ unidad. Las mujeres dan a luz mucho más
dre estaba anestesiada y que ella nació con confortablemente si están rodeadas por caras
fórceps en un gran hospital parisino, tene­ familiares, en un ambiente familiar, como bien
mos razones para pensar que su propio tra­ lo saben aquéllas que eligen tener sus bebés
bajo va a ser difícil. Si, por el contrario, cuen­ en casa. En casa, por supuesto, no sólo las
ta que nació simplemente, en casa, probable­ paredes y el mobiliario son familiares, sino
mente va a tener un trabajo más fáci
l . Ade­ también los ruidos, los olores y los colores. Sin
más, los hábitos cotidianos de una mujer tie­ embargo, ya que lo más común en estos días
nen tanta influencia como sus actitudes men­ son los alumbramientos en hospital, nuestro
tales o su experiencia, para dar a luz. Las propósito es hacer que el lugar del nacimiento

41
mujer embarazada, especialmente, necesita
contacto con otras personas; la presencia de
una comunidad que la apoya, la hace sentir
más feliz y más segura. En Pithiviers, hemos
designado una gran sala como "lugar de reu­
nión", justamente para este propósito. Aquí
todo el mundo se encuentra para charlar, pa­
ra asistir a clases o discutir temas. Dejamos
este cuarto en un confortable desorden, a
propósito. La atmósfera informal tranquiliza
a la gente.
Los jueves por la noche, ofrecemos una
presentación de Pithiviers. Esta reunión suele
ser el primer contacto que la mujer o la pare­
ja tiene con nuestra clínica. De vez en cuan­
do, gente que no ha planeado dar a luz aquí,
también viene en busca de información para
que se le ayude a tratar un nacimiento no
convencional, en alguna otra parte. Empeza­
se parezca Jo más posible a una casa. Para mos con un recorrido del Jugar. Después de
que las futuras madres se sientan cómodas, les visitar una sala de partos convencional, con
mostramos la unidad y les presentamos a las sus paredes blancas, luces brillantes, misterio­
parteras y asistentes que estarán presentes du­ sas máquinas electrónicas y una mesa de par­
rante el alumbramiento. Además, las invita­ tos con barras y estribos*, vamos directamen­
mos a regresar cada vez que quieran, y hemos te a nuestra "salle sauvage", en donde nacen
proyectado una serie completa de reuniones casi todos los bebés en Pithiviers. 8 contraste
semanales, para que se interesen en venir. entre las dos salas es muy grande. En la "sala
Algunas mujeres tienen necesidad de volver primitiva", las paredes están pintadas con co­
a menudo, casi cada día. Otras acuden por lores cálidos, las cortinas son color crema y el
primera vez el mismo día del nacimiento. Es­ suelo es color anaranjado. Las luces pueden
tas mujeres, que parecen estar muy calmas ser bajadas fácilmente. Tenemos mucho cui­
con respecto al trabajo de parto, tienden a es­ dado en crear una atmósfera especial en este
tar sólidamente enraizadas en sus propias co­
munidades y, en consecuencia, sienten menos La única razón por la cual nosotros aún tenemos salas de par­

tos convencionales, es que formamos parte de un hospital es­


necesidad de participar en las reuniones del
tatal y estamos obligados a contar con un equipo estándar. A
hospital, antes del alumbramiento, que mu­ pesar de que a veces usamos la mesa para suturar algunos
chas de las otras futuras madres más aisladas. desgarramientos, nunca es utilizada para el alumbramiento. Si
la sala de partos alternativa está ocupada, siempre es posible,
En estos días en que la gente ya no se habla
incluso en una sala de partos convencional, cerrar las cortinas,
en el mercado o en la calle, el aislamiento se poner una sábana en el suelo, introducir más calor y rápida­
ha vuelto una fuente general de ansiedad. La mente crear la atmósfera requerida.

EL NACIMIENTO RENACIDO 42 -
En la sala de encuentros

MICHEL ODENT 43
-
cuarto, ya que el proceso del alumbramiento, En un cuarto vecino, la atmósfera es com­
como las experiencias sexuales, son suma­ pletamente diferente, aunque también simple.
mente influidas por el entorno: por la luz, los Los azules predominan. Las paredes pintadas
colores, los muebles. Además, hemos sacado de color aguamarina evocan las olas en el
todo mueble que sugiera tomar una posición océano. Cortinas azul marino y grandes plan­
particular. Cuando el alumbramiento sucede tas verdes se suman al sentimiento de sereni­
en casa, lo que suele haber es un cuarto con dad. En el medio del cuarto hay una pileta cir­
una cama, que sugiere fuertemente una posi­ cular, color azul cielo, hecha a medida para
ción reclinada para la labor; en el hospital, la nuestras necesidades. Hemos descubierto que
mesa horizontal no le da a la madre otra al­ reposar en aguas tibias, ayuda a las mujeres,
ternativa más que la de acostarse sobre ella. durante el trabajo, para relajarse y sentir me­
En nuestra sala de alumbramiento, tenemos nos dolor. Las mujeres pueden sumergirse en
una plataforma grande, baja, cuadrada y con ella, sin temor.
almohadones, donde la gente puede moverse Después de esta rápida recorrida, hay un
libremente. Sin desentonar con la vista gene­ período general de preguntas y respuestas,
ral del cuarto, hay una silla de madera, para donde se discuten cuestiones prácticas, médi­
partos, realizada por un carpintero cuyo bebé cas y administrativas. Siempre aclaro con
nació en Pithiviers. También hay un aparato exactitud lo que hacemos en Pithiviers para
de estéreo, una colección de discos y, cerca, ayudar a las mujeres en trabajo de parto y a
un refrigerador con agua, jugos de fruta y va­ sus nuevos bebés. La gente que viene a estas
sos. reuniones comprende con rapidez que no te-

EL NACIMIENTO RENACIDO 44 -
nemos casi nada que enseñarles en el sentido respira en forma diferente mientras camina,
convencional de la "preparación para el par­ mientras está parada, mientras está acuclillada,
to" , y que rechazamos por completo sus as­ mientras está de rodillas, mientras está sentada
pectos prescriptivos. Sobre todo, no enseña­ o acostada o apoyada en algo o flotando en el
mos una posición de parto "correcta". En agua. Nuestra actitud está directamente en
oposición a la imagen tan profundamente conflicto con cualquier psicoprofilaxis conven­
grabada en nuestras mentes, de que todas las cional, como el método Lamaze, que entrena
mujeres deben acostarse durante el trabajo de a las mujeres a controlar su respiración, sus
parto (en francés, el verbo para "trabajo de pensamientos y la expresión de sus emocio­
parto" y para "dar a luz", accoucher, en reali­ nes. En Pithiviers, explico, hacemos exacta­
dad, quiere decir "estar acostada"), subraya­ mente lo contrario. En el día del nacimiento,
mos la libertad de la futura madre de moverse alentamos a. las mujeres que están en trabajo
como quiera. Lo que sí hacemos es explicar de parto para que se rindan a la experiencia,
algunos de los inconvenientes fisiológicos de para que pierdan el control, olviden todo lo
estar acostadas para dar a luz y aseguramos a que han aprendido, todas las imágenes cultura­
las mujeres que las mejores posiciones para les, todos los modelos de comportamiento.
ellas son las que encuentran ellas mismas. Cuanto menos recuerde una mujer lo que ha
Tampoco les enseñamos técnicas de respira­ aprendido sobre el "buen" método de tener un
ción. Es imposible prescribir un método de bebé, más fácil será para ella.
respiración para el trabajo de parto sin indicar También describo un fenómeno típico de
una posición particular para dar a luz; la gente los últimos momentos antes del alumbramien-

MICHEL ODENT 45-


to: la mujer que entra en la parte final de las jueves a otro. Algunas veces, las preguntas se
contracciones, a menudo siente la necesidad centralizan en el amamantamiento o en el
de pararse, para flexionar sus rodillas, mien­ uso y la eficacia de los exámenes de ultraso­
tras se cuelga del cuello de su compañero. En nido o en la importancia de una dieta adecua­
preparación para este momento, sí que tene­ da. La nutrición se está volviendo un tema
mos algo para enseñar, pero no a la madre. más frecuente en nuestras reuniones de los
Podemos enseñar a su compañero, cómo sos­ jueves, con mucha razón; la naturaleza crucial
tener a su mujer durante sus últimas contrac­ de los hábitos dietéticos ha sido subestimada
ciones, por las axilas, sin contraer un dolor de en el pasado. Curiosamente, las discusiones
espaldas. El padre del bebé, generalmente, es­ pocas veces se enfocan en el dolor. Claro, se
tá muy interesado con la perspectiva de seme­ habla sobre el dolor del alumbramiento, pero
jante participación activa, como también lo siempre enfatizamos que el dolor varía de
están otros posibles ayudantes. mujer a mujer y que la calidad misma del do­
Las conversaciones difieren mucho de un lor cambia considerablemente cua ndo una

El grupo de canto

EL NACIMIENTO RENACIDO - 46

.J
mujer no tiene que estar acostada sobre su ne un cambio de frecuencia mucho mayor
espalda sino que puede caminar o relajarse que el de la voz que habla.
en una pileta con agua tibia. Más aún, la acti­ Sin embargo, con el transcurrir del tiem­
tud de una mujer con respecto al dolor cam­ po, nos dimos cuenta de que el grupo de
bia, a medida que se vuelve más confiada en canto tenía otros beneficios más inmediatos.
su propia habilidad para conducirse ella mis­ Por un lado, el canto provee un modo simple
ma, a través del trabajo de parto. para que las mujeres ejerciten los músculos
Insisto mucho en que la gente venga a las del diafragma y aprendan a concentrarse en
. reuniones de los jueves, solamente una vez. espirar, lo cual también les enseña a relajarse
Primero, ésta es la única manera de que los durante el trabajo de parto. El canto también
grupos sean chicos; segundo, evita que las ayuda a las mujeres a sentirse cómodas, de­
reuniones empiecen a parecerse a clases. sinhibidas y expansivas para experimentar y
Aparte de estas restricciones, las mujeres y dejar escapar toda una gama de emociones.
las parejas son invitadas para volver a la uni­ El grupo de canto da a las futuras madres y a
dad de maternidad cuando quieran. las parejas, más oportunidades para encon­
Los viernes están dedicados a conversación trar a madres recientes, muchas de las cuales
informal. No hay moderador y no hay un siguen viniendo a cantar con los bebés en sus
programa establecido. Se ponen jugos de fru­ brazos. Otros miembros de la familia pueden
tas y pastelitos en una mesa, en el medio del ver así el lugar del nacimiento: los niños son
cuarto. Es como una pequeña fiesta. La gen­ invitados a cantar con nosotros y a veces
te camina y habla libremente. Madres con sus también vienen los abuelos. La calidez de es­
bebitos en brazos encuentran a futuras ma­ tos encuentros es muy difícil de describir. To­
dres, encuentros siempre fructíferos. Una vez do el mundo canta: las parteras cantan y
más, haciendo esto, estamos muy lejos de también yo lo hago. Cuando todos cantamos
ejercer un modo de enseñanza, pero sin em­ juntos, la separación usual entre "paciente" y
bargo muchísima información es intercambia­ profesional se disuelve y una nueva relación
da en estas reuniones y hay muchas cosas emerge.
que son aprendidas mientras la gente habla y Una mujer extraordinaria, llamada Marie­
cuenta las experiencias físicas y emocionales Louise Aucher anima el grupo de canto con
de sus alumbramientos. su cálida y original personalidad. Marie-Loui­
Los martes nos reunimos alrededor del pia­ se, cantante profesional, ha dedicado mucho
no y cantamos juntos. Los cantos comenza­ de su vida para ayudar a la gente, enseñándo­
ron cuando nos empezamos a interesar en la le a cantar. Mientras .que la terapia musical
cuestión de lo que el bebé puede percibir in convencional considera a los individuos sola­
utero. Sospechamos que el feto desarrolla un mente como escuchas, Marie-Louise los con­
sentido vibratorio difuso, mucho antes de que cibe como hacedores de música. (Ha trabaja­
aparezca el mecanismo especializado del oí­ do con niños y adultos, con pacientes menta­
do. Quizás mucho antes, el feto podría perci­ les y con quienes padecen el síndrome de
bir sonidos vibratorios, particularmente aqué­ Down). En la actualidad, se dedica apasiona­
llos de la voz de la madre que canta, pues tie- damente a cantar con mujeres embarazadas.

MICHEL ODE:I'IT - 47
La primera vez que oí hablar de Marie-Louise para el sentido kinestético del feto, que es
fue a través de amigos comunes, en 1976. una fuente del buen equilibrio para después.
Como nosotros, ella estaba n
i teresada en ex­ Pero, por sobre todo, es un placer cantar y
plorar los efectos del sonido, particularmente bailar. Y el placer jamás debe ser subestima­
de la voz de la madre, en el feto. Un día vino do; no puede sino exaltar el embarazo.
a visitar Pithiviers y le pregunté si no querría Los miércoles, un joven pediatra viene re­
concurrir regularmente. Compramos un pia­ gularmente a Pithiviers para discutir el cuida­
no e invitamos a las mujeres embarazadas a do postnatal del bebé. Este encuentro abierto
venir y cantar con ella. Desde entonces, el provee otra oportunidad para que toda la fa­
grupo de canto ha sido una de las alegrías de milía pueda conocer la clínica y para que
Pithiviers. Marie-Louise nos recuerda cons­ otras mujeres embarazadas puedan estar cer­
tantemente que no sólo percibimos vibracio­ ca de madres experimentadas.
nes con nuestros oídos, sino con todo nues­ Nuestro grupo de "Yoga y Maternidad", los
tro cuerpo. Ella sabe cómo lograr los diferen­ jueves por la tarde, es guiado por una joven
tes estados de ánimo en todos nosotros. Al­ mujer llamada Ghanda, experimentada maes­
gunos días se arregla para crear una especie tra de yoga, que tuvo su bebé aquí, en 1975.
de calma quieta; otros, una explosión de ale­ Ghanda sintió que sus conocimientos de yoga
gre excitación. Mayor que los otros miem­ la habían ayudado durante su trabajo de parto
bros de nuestro equipo, algunas veces toma y que podía ser útil para otras mujeres que
el rol de abuela. Cuando ella está con noso­ iban a dar a luz. Se ofreció a dar clases de yo­
tros, realmente nos sentimos parte de una ga en la clínica y yo la alenté para que así lo
comunidad. hiciera. El grupo de yoga es un éxito y conti­
A menudo, el grupo de canto termina bai­ núa hasta ahora. Este grupo está totalmente
lando, ya sea danzas folklóricas tradicionales de acuerdo con nuestra filosofía de ayudar a
o bailes como el vals. El movimiento involu­ las mujeres a descubrir aquellos recursos que
crado en la danza puede ser muy benéfico serán muy útiles para ellas durante el trabajo
de parto y durante el alumbramiento y que
harán la intervención médica muy innecesa­
ria. 8 yoga puede ayudar a las mujeres a sen­
tirse menos inhibidas y a usar sus cuerpos de
muchas maneras nuevas. Por ejemplo, a tra­
vés del yoga, muchas mujeres vuelven a des­
cubrir la posición de cuclillas que cada niño
conoce tan bien y que es especialmente bené­
fica para las mujeres, durante el trabajo de
parto. Por otra parte, el aumento de secrecio­
nes hormonales durante el embarazo, le da a
la mujer una flexibilidad física muy superior y
permite que estos ejercicios sean más fáciles
de hacer.

EL NACIMIENTO RENACIDO 48 -
Durante este tiempo, la temperatura del agua
generalmente se eleva hasta 30° e y, a ve­
ces, i.ma partera y una nadadora experimen­
tada guían a las mujeres para que realicen va­
rios ejercicios de relajación. Denis Brousse,
instructora de natación de Montpellier, tiene
algunas ideas interesantes para ofrecer a las
mujeres embarazadas. Piensa que la gente
que nunca aprendió a nadar a menudo es la
que se encuentra más a gusto debajo del
agua, pürque aún no ha experimentado el te­
ner que luchar contra la sensación de estar
sumergida. Denis alienta a las mujeres para
que lleven a cabo estos aprendizajes: dejarse
ir, caer pasivamente en el agua, sumergirse
Además, nosotros alentamos a las mujeres completamente, hacer sonidos al mismo
que tienen intención de dar a luz en nuestra tiempo que exhalan y tocar el fondo de la pi­
clínica, a que participen en varias actividades leta. Estas mujeres pueden vencer el pánico
al aire libre. La natación es altamente reco­ que las lleva ·a emerger a la superficie rápida­
mendada. En muchas ciudades de Francia, mente y experimentan un sentimiento de
las piscinas públicas tienen horarios especia­ fuerza y bienestar. Es un excelente ejercicio
les reservados para mujeres embarazadas. para combatir la ansiedad.

MICHEL ODENT 49
-
Queridísimo papá: de sus sueños y no serán olvidados. Habla­
mos del amor y el pájaro azul de la felici­
Hay u na reu n ión semanal que no me dad canta por un momento en nuestras vi­
querría perder por nada del m undo. Anoto das. Abruptamen te, Marie-Louise acelera
las fechas muy cuidadosamente y aun sin el ritmo. Las melodías van más y más rápi­
consultar mi calendario, nunca he faltado do. Nosotros nos apuramos tratando de se­
a ninguna. ¿Y adónde voy? A cantar a la guir el paso acelerado, pero ¿adónde va­
Clínica de Maternidad. Nuestra querida mos?, nadie lo sabe. ¡Ufff! ¡Se necesita una
abuela, Marie-Louise, siempre está ahí, fiel profunda respiración después de semejan te
a su trabajo o más bien, a su piano. Cuan­ canción! Marie-Louise se levanta. Sus ojos
do nos habla, una de las voces más agrada­ juguetones brillan detrás de sus an teojos.
bles que haya oído jamás llena el cuarto. Estamos todos rodeados de calidez, por su
Todos escuchamos muy atentamente, sabo­ sonrisa y su espíritu brillante, la poesía de
reando cada palabra como si fuera una ex­ la niñez, la felicidad de vivir con sus pala­
quisitez. Estamos encantados, cautivados. bras y su música. Imprevistamente, nos es­
Cuando se sienta al piano, las notas caen tá pidiendo que bailemos, que corramos las
como perlas y su voz resuena cantando pa­ sillas, que flotemos libremente con las me­
ra todos los bebés que aún no han nacido y lodías de su guitarra y, de repente, nos en­
para las madres que los llevan dentro. Con contramos todos bailando.
la simplicidad de una verdadera artista, ¡lo­ Un día, Marie-Louise estaba de mejor hu­
gra llevarnos a todos a la Opera! mor que de costumbre. Yo, curiosa, le pre­
Cuando can tamos "La flute et la belle e­ gunté por qué. Su respuesta fué simple:
a u ", n i siquiera nos damos cuenta de cuán "Acabo de venir de los tribunales. Mi veci­
alto llegamos, hasta que nos encontramos no me ha tapado todas las cañerías y la si­
en las n ubes, cantando un si bemol. ¿Có­ tuación es tan ridícula ¡que me ha puesto
mo pudimos ir tan arriba y luego bajar; sin de un humor maravilloso!" Bueno, yo veía
herirnos? De repente, Marie-Louise se pone lo que ella quería deci r. Cuando uno can ta,
a hablar con uno de los pequeños. Siempre la vida canta y nada puede detener la co­
tiene una palabra amorosa, un pensamien­ rriente de burbujas de alegría dentro de
to dulce para los niños, para todas las vo­ uno.
ces frescas que están listas para cantar. A­ Marie-Louise es tan joven que es imposi­
justa sus anteojos sobre la nariz y ya esta­ ble creer lo vieja que realmente es. Ha vis­
mos otra vez en marcha hacia las esferas to florecer setenta y dos primaueras, pero
celestiales de las canciones de cuna. Co­ su corazón es eternamente joven. ¡Cómo te
menzamos a cantar A-rro-rró m i niño, Ase­ gustaría Marie-Louise, papá, tú que eres
rrín, aserrán y se reú nen todos para el violinista y conquistador!
gran baile con La Pájara Pinta. Sonriendo
aún, pasa a temas más serios: amor verda­ Tu hija que te quiere.
dero, amor triste, el mundo de los adultos.
Marineros abordan barcos para los países

EL NACIMIENTO RENACIDO - 50
A pesar de que las actividades diarias de una revisación puede ser muy breve; un doctor
mujer juegan un rol importante en su prepara­ avezado necesita muy poco tiempo para cap­
ción para el nacimiento, el cuidado médico tar las cosas esenciales. El primer paso es
prenatal tiene una importante influencia en el buscar las anomalías que requerirían acción
progreso del trabajo de parto y del alumbra­ inmediata. Sin embargo, en muy pocos casos
miento. Actualmente, en Francia, los exáme­ es útil o ni siquiera posible actuar luego de un
nes prenatales son obligatorios durante el ter­ diagnóstico problemático. Las infecciones uri­
cero, el sexto, el octavo y el noveno mes. Al­ narias pueden ser tratadas y se aconseja la in­
gunos doctores y algunas mujeres encuentran ternación cuando las proteínas se depositan
necesario o útil concertar revisaciones adicio­ en la orina, cuando hay una fuerte subida de
nales. De cualquier manera, es el estilo y no el presión inesperada, cuando un edema indica
número de exámenes prenatales lo que deter­ un diagnóstico positivo de una preeclampsia
mina la naturaleza de su influencia. (un estado de toxemia y causa importante de
Demasiado a menudo esas consultas tratan fatalidad en mujeres embarazadas). También
el embarazo como si fuera una enfermedad. El sugerimos que una mujer que está trabajando
curso rutinario de estas sesiones frecuente­ en un lugar muy cansador y a disgusto, se to­
mente provoca más problemas que los que re­ me vacaciones si puede lograr recibir los be­
suelve. Para empezar, la visita prenatal trae neficios durante su ausencia. •

generalmente a la luz algún elemento de preo­ Sólo solicitamos los análisis de orina y san­
cupación potencial sobre el cual, sin duda, el gre más rudimentarios y raramente usamos
doctor enfocará su atención: el cérvix es de­ exámenes de ultrasonido. Esto sorprende tan­
masiado corto, demasiado suave o está medio to a los doctores como a las futuras madres,
abierto; el bebé es demasiado grande o dema­ porque el uso del ultrasonido ya se ha welto
siado pequeño para su edad de gestación; la rutina en la mayoría de las clínicas y de los
madre ha ganado mucho peso o no lo bastan­ hospitales. La gente parece adjudicarle cuali­
te; su presión arterial es demasiado alta o de­ dades casi mágicas a estos exámenes, creyen­
masiado baja; la forma o el tamaño de su pel­ do que van a resolver toda clase de posibles
vis no es favorable, etc., etc. En general, se si­ problemas. Por supuesto que un examen de
gue con un examen de ultrasonido, dando al ultrasonido puede proveer una gran cantidad
doctor más probabilidades de descubrir algún de información para satisfacer la curiosidad
detalle preocupante sobre la posición de la de los padres y de los doctores. Pero al final,
placenta o el tamaño y forma del feto. Fmal­ sin embargo, pocas veces nos da más n i for­
mente, hay tantos análisis de sangre y orina mación que el diagnóstico de un doctor bien
que el resultado de por lo menos uno de ellos avezado. Aun si estos exámenes a veces nos
es probable que caiga fuera del nivel "nor­ dicen algo que no se hubiera podido descu­
mal". Una consulta de este tipo, por lo común brir por otros métodos, hemos descubierto
termina con que el doctor prescribe alguna
medicación, y a veces, incluso guardar cama.
Hay un segundo tipo de consulta que pue­

En Francia, una mujer puede dejar su trabajo y seguir reci­
biendo pago desde la sexta u octava semana antes del naci­
de ser llamada neutra y que a menudo desha­ miento hasta diez semanas después de éste. Además, un
ce los efectos del primer tipo. En Pithiviers, doctor puede prescribir descanso en cualquier momento y el
preferimos las consultas del segundo tipo. La seguro nacional francés cubrirá la ausencia.

MJCHEL ODENT - 51
que raramente nos llevan a un cambio de cos, lo cual vuelve mucho más problemático
procedimiento. el hecho de abortar o no. En todo caso, debe­
Por ejemplo, supongamos que un examen rla destacarse que muchos bebés con esa cla­
de ultrasonido hecho con mucho anticipo se de defectos están destinados a morir por
muestre que la placenta está pegada al útero, causas naturales In utero o después de algu­
demasiado abajo. Este descubrimiento puede nos dias de nacidos. Otra razón frecuente pa­
causar gran ansiedad en la mujer, y sin embar­ ra el uso del ultrasonido es confirmar la fecha
go, el doctor está inhibido para hacer algo has­ precisa de la concepción, y por ende, la fecha
ta el momento del nacimiento. Es más, no tie­ de nacimiento. Incluso, cuando la futura ma­
ne ningún sentido preocuparse por ello, ya que dre ha tenido periodos irregulares, un obstetra
el lugar de la placenta se vuelve importante só­ experimentado puede casi siempre fijar la fe­
lo al acercarse el fin del embarazo, cuando la cha con la misma precisión, haciendo las pre­
mayoría de esas placentas tienden a separarse guntas pertinentes y examinando a la mujer al
del cérvix, de todas maneras. Durante el traba­ principio del embarazo. En general, los exá­
jo de parto, es fácil para un doctor experimen­ menes de ultrasonido, aunque sean muy inte­
tado chequear manualmente que la placenta no resantes, no son útiles desde el punto de vista
se encuentre en el camino. Si en verdad cubre práctico. En Pithiviers, por lo común, esos
por completo la apertura cervical, entonces se exámenes suplementarios se llevan a cabo
puede aconsejar una cesárea. Si la cubre sólo cuando van a tener un efecto definitivo en las
de manera parcial, el trabajo de parto puede decisiones del doctor o de la mujer embaraza­
continuar, teniendo siempre en cuenta la posi­ da. Esta regla general hace que queden muy
bilidad de una intervención, cuando la madre pocas ocasiones para utilizarlos.
pierde demasiada sangre o el feto corre cual­ Además de este principio de intervenir lo
quier peligro, de cualquier modo. menos posible, hay otras razones para limitar
Otra cosa que suele suceder comúnmente el uso del ultrasonido. Es importante recordar
es que el ultrasonido revela un embarazo de que aún no hay modo de saber hasta qué pun­
mellizos con bastante anticipación. Sin em­ to la exposición al ultrasonido -incluso duran­
bargo, a veces sólo un feto continuará el de­ te muy corto tiempo- puede afectar a la ma­
sarrollo. En vez de depender del resultado de dre o al feto. A pesar de que muchos médicos
este examen, lo único que uno necesita hacer y técnicos de ultrasonido creen que este proce­
es esperar pacientemente hasta el séptimo u dimiento no es dañino, se están llevando a ca­
octavo mes de embarazo, cuando el doctor bo investigaciones en gran escala sobre los
puede detectar mellizos, con facilidad, durante efectos genéticos del desarrollo fetal y condi­
un examen externo profundo. A veces el ul­ ciones hematológicas y vasculares del sistema
trasonido puede detectar algunas anomalías, inmune y muchos más. 2 Ya que estas investi­
como anencefalía o espina bífida. Para que gaciones acaban de empezar, es demasiado
este descubrimiento tenga valor práctico, sin pronto para llegar a conclusiones definitivas.
embargo, debe ser hecho con bastante antici­ Lo único que puede hacerse es esperar a ver
pación como para poder interrumpir el emba­ qué sucederá dentro de cuarenta años, cuando
razo. El aparato de ultrasonido nunca puede una o dos generaciones hayan sido literalmen­
estar 100% seguro de semejantes diagnósti- te arrulladas in utero por ondas sonoras.

EL NACIMIENTO RENACIDO 52 -
Otro examen prenatal controvertido es la considerar que semejantes mujeres tienen
amniocentesis. Consiste en usar el ultrasonido 99% de posibilidades de tener un bebé gené­
para determinar la posición del feto y luego in­ ticamente sano? Nuestra meta es informar,
sertar una aguja a través de la pared abdominal nunca alarmar. Como resultado, muchas mu­
de la madre para obtener una muestra del líqui­ jeres, en Pithiviers, renuncian a hacerse el
do amniótico. De ahí se extraen células fetales test de la amniocentesis. 3
que se ponen a crecer en un cultivo, hasta que Desde la publicación americana de este
sea posible determinar su composición cromo­ libro se ha presentado un nuevo test para re­
sómica. Usualmente, la amniocentesis se hace conocer anormalidades genéticas antes de las
a las dieciséis semanas de gestación, más o doce semanas. Es la biopsia coriónica. EJ ries­
menos, y los resultados están listos después de go de aborto relacionado con este nuevo test
alrededor de tres semanas. Se ha vuelto nor­ no ha sido todavia evaluado adecuadamente.
mal para las mujeres de más de treinta y cinco Y, por último, nuestro modo de tratar el
años hacerse la amniocentesis, ya que cuanto riesgo del nacimiento prematuro no está para
mayor es la mujer, mayores son los riesgos de nada conforme con las doctrinas populares
tener un bebé con el síndrome de Down. de varios años atrás. Una verdadera obsesión
En Pithiviers, estamos abiertos a la amnio­ por los bebés prematuros ha hecho que mu­
centesis. En algunos casos excepcionales, chos doctores adoptaran una actitud preventi­
cuando hay enfermedad genética en la fami­ va agresiva. En muchos paises, el reposo en
lia, la amniocentesis puede llegar a aliviar los cama es comúnmente prescripto para evitar
temores de una mujer y ayudarla a sentirse el trabajo de parto prematuro, y sin embargo,
más tranquila, pero en la mayoría de los ca­ ningún estudio ha podido demostrar que el
sos, sin tener en cuenta la edad de la mujer, confinamiento en cama haya tenido semejan­
nunca la urgimos a hacerse ese test. Lo que te efecto. Por eso, nosotros somos muy es­
si hacemos, es darle toda la información po­ cépticos con respecto a lo efectivo de seme­
sible, para que pueda calcular los riesgos in­ jante prescripción. Esta política en contra de
volucrados y decidir por si misma. Debe com­ guardar cama también está motivada por
prender que la amniocentesis es útil única­ nuestra preocupación de que, una inmoviliza­
mente si,. luego de obtener resultados anor­ ción prolongada, puede llevar a una privación
males, ella considerara abortar. EJ procedi­ fetal sensorial, limitando el ingreso al ór-gano
miento mismo implica un riesgo de aborto de vestibular -la parte interior del oído- que
un 0,5 a un 2%. Ciertos estudios también su­ procesa información sobre la posición del
gieren mayor incidencia de dificultades respi­ cuerpo y eventualmente asegura el equilibrio
ratorias para el recién nacido y una correla­ apropiado. Además, el órgano vestibular,
ción con mayor tasa de malformaciones orto­ probablemente afecta la orientación del feto
pédicas, si la madre ha tenido una amniocen­ in u tero; las deficiencias en su función pue­
tesis en el segundo trimestre. También la den dar como resultado presentaciones pélvi­
alentamos a interpretar las estadísticas dentro cas o de hombro. Desde nuestro punto de
de un cuadro positivo. Por ejemplo, en vez vista, la frecuente prescripción de guardar ca­
de decir que una mujer en 109, de más de ma puede ser vista como otro ejemplo de in­
cuarenta años, corre el riesgo de tener un be­ trusión de la obstetricia en el proceso del na­
bé con el síndrome de Down, ¿por qué no cimiento. A las mujeres se les dice no sólo

MICHEL ODENf 53-


que se acuesten durante el alumbramiento si­ sionalmente. Como les digo a las mujeres
no también durante todo el embaraw. embarazadas: no es el cervix el que determi­
En la misma línea, también cuestionamos la na cuándo comienza realmente el trabajo de
práctica de prescribir drogas que inhiben las parto, sino el mismo bebé.
contracciones uterinas, para prevenir el alum­ La mayoría de los países europeos tienen
bramiento prematuro. Primeramente, estas ahora una tasa de bebés prematuros del 6 al
drogas -q_ue las mujeres llegan a tomar du­ 7%, lo que constituye una leve disminución
rante días, semanas o incluso meses- tienen con respecto a los años precedentes. Esta ten­
intensos efectos contrarios: palpitaciones, ma­ dencia de disminución de nacimientos prema­
reos y un malestar general. Si una mujer viene turos, desde el año 1970, ha sido directamen­
a nosotros preocupada porque siente contrac­ te atribuida a la actitud médica agresiva, que
ciones uterinas, primero establecemos si es incluye exámenes prenatales más frecuentes,
que no está empezando el trabajo de parto. tecnología de avanzada y la prescripción de
Después aclaramos que el útero es un músculo nuevas drogas. Pero puede haber otras razo­
y no un recipiente inerte; las contracciones nes para esa merma. En nuestra clínica, don­
ejercitan y fortifican los músculos uterinos y de las actitudes opuestas prevalecen, de los
pueden proveer estímulos que el bebé necesi­ mil nacimientos antes del 3 1 de diciembre de
ta. Si la mujer se queja de que estas contrac­ 1973, el 4,9% fue de prematuros; de los mil
ciones son dolorosas, un baño caliente puede nacimientos antes del 3 1 de diciembre de
aliviar ese malestar. Segundo, tememos que 1980, el 2,5% fue de prematuros.*
estas drogas puedan inhibir el despertar del de­ La reciente y continuada disminución en
sarrollo adecuado de las funciones sensoriales nuestra ya baja tasa, puede explicarse por el
fetales. Nos preocupa particularmente la afir­ hecho de que, durante la pasada década, las
mación de algunos médicos, que pueden de­ mujeres que vinieron a Pithiviers tenían ma­
terminar si un niño ha sido o no gestado bajo yor solvencia económica, lo que quiere decir
la influencia de esas drogas, por la sensibilidad que tendían a estar en más saludables condi­
de su piel, después del nacimiento. ciones físicas con menos probabilidades de
Finalmente, es poco usual para nosotros empezar el parto prematuramente. Sin em­
hacer un cerclaje. El cerclaje consiste en ce­ bargo, la diferencia estadística entre nuestros
rrar el cérvix con puntos, lo que suele hacer­ números y el mundo en general es demasiado
se hacia el tercer mes de embarazo. Más co­ grande como para ser atribuida únicamente a
mún eri Francia que en los Estados Unidos o este factor. Quizás una correlación alternativa
Inglaterra, el cerclaje es indicado para reme­ podría establecerse entre nuestra baja tasa de
diar un cérvix que se abre prematuramente. nacimientos prematuros y nuestro estilo ge­
El diagnóstico de "incompetencia cervical" neral de cuidado prenatal.
es, sin embargo, muy subjetivo. Además, el A veces no podemos evit�r pensar si las
trabajo prematuro está raramente relaciona­ mujeres embarazadas no ganarían más vi­
do con la condición del cérvix. En hospitales niendo a cantar con nosotros, que yendo a
donde el cerclaje es común, la tasa de bebés otro examen prenatal.
prematuros no es significativamente más baja •
Para simplificar, llamamos "prematuros" a todos los bebés
que en otros lugares donde esto se hace oca- que nacen con un peso menor a 2,400 kilos.

EL NACIMIENTO RENACIDO 54 -
MICHEL ODENf 55
-
EL NACIMIENTO RENACIDO 56
-
NO PERTURBAR A LAS MUJERES
DURANTE EL TRABAJO DE PARTO

El proceso del nacimiento es un proceso in­ avanzado. Si la mujer se queda en la clínica


voluntario. Uno no puede ayudar a un proce­ durante toda la primera etapa del trabajo -la
so involuntario. El asunto está en no pertur­ etapa en que el cérvix se está dilatando gra­
barlo. La parturienta puede inhibirse por la dualmente- la asistimos, pero no de un mo­
presencia de gente o por la actitud que ésta do preconcebido; hemos aprendido por ex­
tenga. periencia a no ser ni mecánicos ni dogmáti­
Una mujer en trabajo de parto llega a la clí­ cos. Cada mujer es diferente y, por supuesto,
nica. Su primer contacto con la partera es cada trabajo será diferente. Nosotros acepta­
importante; la mirada amable, la sonrisa, las mos eso. No planeamos estrategias especia­
palabras y los gestos de la partera tienen un les, ni adoptamos reglas rígidas.
efecto benéfico en el trabajo de parto. Las Esto no interfiere con una labor de equipo.
decisiones tomadas en este momento tam­ Habiendo trabajado juntos desde hace bas­
bién pueden ser muy significativas. Por ejem­ tante tiempo, a menudo podemos comunicar­
plo, una partera experimentada podrá deter­ nos con una simple mirada o un gesto. Tam­
minar la etapa precisa de trabajo en que se poco quiere decir que no tenemos procedi­
encuentra la mujer. Si acaba de empezar, la mientos generales; al contrario, algunos han
partera puede aconsejarle que espere antes evolucionado naturalmente a lo largo de los
de venir a la clínica, quizás que haga una ca­ años, en armonía con nuestro interés por la
minata o incluso que vaya a su casa por un flexibilidad, la innovación y la importancia
rato, si vive cerca. Si la mujer vuelve a un en­ central de la madre. Estas pautas generales se
t o r no familiar, es probable q u e cuando aplican por igual a todas las mujeres sin tener
regrese a la clínica, el trabajo ya esté bien en cuenta su pasado, tanto a una mujer que

•57
ha visitado la clínica regularmente como a fortable. La mayoría se quita sus anteojos o
una que haya llegado a nosotros durante la sus lentes de contacto, para concentrarse
etapa de trabajo activo. Estas pautas genera­ totalmente en su interior.
les se aplican a las mujeres que nosotros co­ A la mujer que está en trabajo de parto se
nocemos bien y a las mujeres que apenas he­ la urge a confiar en lo que ella siente, a mo­
mos conocido; a las trabajadoras y a las inte­ verse como le parezca, a tomar, de manera
lectuales; a las que viven en la ciudad o en el espontánea, cualquier posición. Puede cami­
campo; a las francesas o a las extranjeras. nar, sentarse, arrodillarse, apoyarse en al­
Para empezar, en Pithiviers, queremos des­ guien o en algo o también acostarse, si eso le
truir la imagen tan incrustada en la cultura es cómodo. Cuando se les da esta libertad,
occidental, de una mujer embarazada, como las mujeres raramente eligen la posición dor­
paciente. No alentamos a las mujeres que en­ sal o la de semisentada, por largos períodos
tran en el hospital a ponerse rápidamente su de tiempo, porque simplemente no están có­
camisón e irse a la cama. La primera etapa modas. Por la misma razón, evitan yacer so­
del trabajo puede tener lugar en el cuarto, en bre sus espaldas hacia el fin de su embarazo y
la gran sala de reuniones o en la sala de prefieren, en cambio, enroscarse de costado.
alumbramiento. Durante este tiempo, algunas Si una mujer en trabajo de parto está sobre
mujeres prefieren caminar por los corredores sus espaldas y duda en moverse o cambiar de
o pasear por el jardín. En Pithiviers insistimos posiciones, a veces sucumbimos a la tenta­
en que todo es posible. ción de explicarle que para ella, esta posición
Mientras la primera etapa del trabajo prosi­ restringe el oxígeno transferido al bebé, por­
gue y las contracciones se vuelven más inten­ que interfiere con el flujo de sangre al útero,
sas, la madre siente necesidad de pasar a un comprimiendo la aorta y la vena cava.
lugar más calmo, con luces más suaves. La Por lo general, esta explicación es innecesa­
mujer, escuchando a su propio cuerpo, nece­ ria, ya que la mayoría de las mujeres, en las
sita concentrarse; puede encontrar las distrac­ primeras etapas del trabajo, instintivamente
ciohes externas como intrusas. Un ambiente prefieren pararse, inclinándose hacia adelante,
sereno puede colaborar en gran medida con apoyándose en un mueble o simplemente
la transición de una mujer a su propio mundo afirmarse sobre manos y rodillas. • No es ca­
interno. Muchos mamíferos, después de todo, sual que tantas mujeres encuentren esta posi­
dan a luz en la oscuridad, quietos, en rincones ción espontáneamente y la conserven por lar­
alejados. No es sorprendente, entonces, que go tiempo; en efecto, reduce el dolor, especial­
los seres humanos también busquen semejan­ mente los dolores de espalda. Además, es una
tes lugares para trabajar y alumbrar. Nuestra especie de envoltura física hacia el interior,
"salle sauvage" está diseñada para llenar este
requisito. Idealmente, todo estímulo sensorial •
Cuando la mujer está en cuatro "patas", generalmente hay
tendría que ser reducido. En algunos casos, una pierna que está más alta o un lado que está más adelante
que el otro. Puesto que la cabeza del bebé tiene que hacer una
una música suave realza el sentimiento de cal­
espiral en la pelvis, el nacimiento es, por naturaleza, un fenó­
ma y quietud. El cuarto es lo suficientemente meno asimétrico. Ésta es otra de las razones por las cuales la
cálido como para que la mujer se sienta con- posición de yacer en una posición simétrica es inaproplada.

EL NACIMIENTO RENACIDO 58 -
Mujer en trabajo, paseando con amigos

que le facilita ignorar distracciones externas. Las parteras se encargan de las cosas fun­
(Esta postura se parece a la que se adopta pa­ damentales; se aseguran de que el cuarto esté
ra orar; en sí misma, es una transición a un di­ cálido, oscuro y tranquilo y que cada mujer se
ferente estado de conciencia). Arrodillarse sienta libre de cambiar las posiciones como
también parece jugar un rol importante desde quiera. Ofrecen agua, jugos de fruta, miel y
el punto de vista mecánico. En caso de pre­ azúcar, que proveen a las mujeres con los lí­
sentaciones pelvianas, que a menudo causan quidos y calorías que necesitan para poder
los trabajos más largos y difíciles, facilita la ro­ hacer el arduo trabajo del alumbramiento. Es
tación de la cabeza del bebé en la pelvis. Co­ bastante fácil enseñar a otros cómo seguir es­
mo la parte más pesada del cuerpo del niño es tos pasos de nuestra rutina. Pero ayudar a
su espalda, el bebé tratará de rotar hacia el una mujer en trabajo involucra mucho más
frente del útero, cuando la mujer está en cua­ que estas simples tareas. Incluye empatía, in­
tro "patas". Resumiendo, el caminar, arrodi­ tuición e inspiración; es un arte.
llarse, sentarse, pararse, apoyarse en alguien o Es el sentido de la intuición lo que hace que
en algo son las posiciones de trabajo básico una partera pueda "sentir" si las personas pre­
más comunes, pero cada una tiene innumera­ sentes durante el trabajo de parto juegan un
bles variantes individuales. rol positivo o negativo. A menudo, durante el

MICHEL ODENT 59-


Durante el trabajo, la mujer es libre de ponerse en cualquier posición
que encuentre espontáneamente . . .

EL NACIMIENTO RENACIDO 60 -
parto, las mujeres quieren tener cerca a al­
guien que ellas conocen y parecerla que nece­
sitan establecer tma relación especial con, por
lo menos, una persona. En nuestra sociedad,
a menudo esta persona es el papá del bebé.
Sin embargo, no siempre es lo mejor para tma
mujer, tener a su compañero allí. La presencia
de algtmos hombres es benéfica, mientras que
otros, lo único que hacen es retardar la labor.
A veces, tm hombre muy ansioso va a preocu­
parse y va a tratar de ocultar esa preocupa­
ción hablando demasiado; esta charla puede
distraer a la mujer que está tratando de con­
centrarse en su trabajo. Me acuerdo de una
mujer que no podía sobrepasar tma dilatación
de ocho centímetros; cuando su esposo dejó el
cuarto para tomarse tm corto descanso, su be­
bé nació. A pesar de que esta mujer nos había La ternura es más importante que la técnica
dicho que ella quería que su marido estuviera
presente, su cuerpo estaba diciendo lo contra­ o la hermana ha tenido un parto espontáneo
rio. Un hombre particularmente sobreprotec­ y natural, le dará tm conocimiento positivo de
tor y posesivo, también puede tener efecto la experiencia del acontecimiento; si nunca ha
muy negativo en un trabajo de parto. Con­ tenido niños o si ha tenido solamente naci­
tinuamente masajea, acaricia y abraza a su mientos por cesárea, le puede traer miedo y
mujer, que le pertenece. Anticipa sus requeri­ ansiedad. Otras mujeres prefieren que haya
mientos, más que responder a ellos.- La mujer varias personas con ellas, en la clínica. He­
en trabajo de parto requiere calma, pero lo ú­ mos notado que muchas de estas mujeres tie­
nico que puede proveer él es estímulo. A ve­ nen trabajos largos y difíciles. Una noche,
ces los hombres tienen dificultad para obser­ mientras las parteras y yo estábamos mirando
var, aceptar y comprender el comportamiento televisión, vimos llegar un auto. Una mujer
instintivo de una mujer durante el alumbra­ embarazada, aparentemente en trabajo de
miento. Por lo contrario, a menudo tratan de parto, salió del auto, seguida por un hombre,
evitar que ella se salga de tm estado racional, una mujer, una chica joven y otro hombre con
autocontrolado. No es tma mera coincidencia tma cámara. La primera reacción de las parte­
que en todas las sociedades tradicionales, las ras fue: "Bueno, parece que nos espera tma
mujeres en trabajo de parto son asistidas no larga noche". Tenían razón: la labor fue larga
por hombres, sino por otras mujeres que ya y trabajosa. Quizás algunas mujeres quieren
han tenido niños. estar rodeadas de gente en este momento,
Algunas futuras madres prefieren traer a por algún oculto temor o inseguridad con res­
tma hermana o amiga a la clínica. Si la amiga pecto a la labor. Sin embargo, estos sentí-

MICHEL ODENT - 61
mientos de ansiedad pueden volverse aún más admitir hombres. El trabajo de parto, el alum­
fuertes si la mujer en trabajo de parto siente bramiento y el amamantamiento son parte de
que la están mirando o que debe jugar algún situaciones sexuales y el sexo de los presen­
rol específico en relación con quienes están tes tiene que ser tenido en consideración. El
presentes. Por otra parte, las mujeres que son contacto entre el asistente al nacimiento y la
muy apegadas a sus familias o comunidades, mujer en trabajo puede ser extremadamente
a menudo se sienten reconfortadas durante el íntimo e intenso. La mujer en trabajo de par­
trabajo por la presencia de la gente a la que to se halla en un estado físico y emocional es­
están acostumbradas a ver todos los días. pecialmente vulnerable, lista para volverse de­
Ocasionalmente, una mujer puede llegar a pendiente de su asistente al nacimiento, por
la clínica con su propia madre. Esto puede lo menos por un momento. Los matices se­
ser muy útil si la madre ha tenido varios niños xuales que podrían acompañar semejante
sin intervención médica, pero no madres que contacto con un asistente masculino podrian
han dado a luz entre las décadas del 50 y el perturbar a la mujer durante el trabajo y no
60. Mucho de lo que las madres han experi­ dejarla actuar con la apertura y la espontanei­
mentado en alumbramientos en esa época ya dad que ella querría, o inclusive después, po­
no tiene vigencia. Además, las prácticas mé­ dria hacerla sentir avergonzada de lo que ha
dicas alrededor del nacimiento siguen cam­ revelado sobre ella misma. Claro que no es
biando muy rápidamente, así que puede ser tan simple. Aparte de la importancia de que
bastante difícil para las madres darles infor­ el ayudante o la ayudante sea masculino o fe­
maciones válidas a sus hijas, como se hace en menina, la cualidad esencial que el asistente
las sociedades tradicionales. La diferencia en al nacimiento -ya sea hombre o mujer- de­
experiencia y conocimiento explica algunas be tener es habilidad para ayudar a la mujer a
de las tensiones que hemos observado entre sentirse segura y tranquila.
madres e hijas. En muchos casos, esta dife­ Resumiendo: privacidad, intimidad, oscuridad,
rencia puede ser salvada con gran efectividad calma, libertad para hacer ruido y trabajar en
por el acompañamiento de una experimenta­ cualquier posición y la proximidad de las par­
da y comprensiva partera. teras que no se comporten como observadoras
Nunca alabaremos suficientemente la im­ son cruciales para una primera etapa de trabajo
portancia de las parteras. Cualquiera sea la espontáneo. Iluminación fuerte, ruidos fuertes,
práctica particular de la obstetricia, más mu­ máquinas frías e intrusos enmascarados, típicos
jeres tienen trabajos y nacimientos normales del entorno de los hospitales modernos, suma­
cuando las parteras presentes juegan un im­ dos a la ausencia de las parteras, la negación o
portante rol durante el alumbramiento, ya sea la ignorancia de su importancia y el confina­
en Irlanda, en Holanda o aquí, en Pithiviers. miento de las mujeres en trabajo, a posiciones
Es muy importante que las parteras sean mu­ restringidas, todo esto inhibe el trabajo en sí.
jeres, una verdad que aparentemente no es Sin embargo, aun cuando una mujer está
tan obvia como parece, ya que las escuelas en la atmósfera más favorable, la dilatación a
de parteras en países como Italia, Francia, veces se detiene y las contracciones se hacen
Suecia y el Reino Unido han comenzado a más dolorosas y menos eficaces. En este caso,

EL NACIMIENTO RENACIDO 62 -
Una mujer con la partera, en la "salle sauvage"

un baño caliente puede proveer algún alivio. creando un estado de relajación mental. La
Ahora hay dos pequeñas piletas en la clínica, relajación, a su vez, trae una dilatación rápida.
que usamos para estos casos. La mujer se su­ fn ocasiones, cuando el trabajo no está pro­
merge en el agua caliente, casi siempre hasta gresando, el abrir una canilla, el ver y oír co­
el cuello. A veces, una mano atenta, suave­ rrer al agua, hace que el nacimiento suceda
mente sostiene su cabeza, mientras sus oídos ¡antes de que la pileta se llene!
también se sumergen. fn la pileta, el trabajo Tendemos a reservar nuestras piletas para
de parto se hace más fácil, más cómodo, me­ las mujeres que tienen dolorosas e ineficaces
nos doloroso y más eficaz. Por un lado, el contracciones (alrededor de los cinco centí­
agua hace que la mujer no tenga peso; puede metros de dilatación). Pero el agua puede ser
flotar y ya no debe luchar contra el peso de su relajante para las otras, también. Puede ser
propio cuerpo durante las contracciones. tan reconfortante como un amante, una ma­
Además, el calor del agua reduce la secreción dre o una partera. La afinidad de las mujeres
de adrenalina y relaja los músculos. El agua embarazadas con el agua aún es un misterio
también puede inducir ondas cerebrales Alfa, para nosotros. Muchas futuras madres dicen

MICHEL ODENr 63 -
que está respondiendo a lo que es Instintivo
dentro de ella y que ha llegado a un buen equi­
librio hormonal. Lejos de considerar su estado
como irracional y desamparado, estarnos muy
seguros de que ella sabe mejor qué hacer para
ayudar a su bebé a venir al mundo.
Nuestro modo de terminar la secuencia de
la segunda etapa de la labor -cuando la dila­
tación del cérvix está completa- es muy dife­
rente de la práctica médica común. La mayo­
ría de los profesionales hacen una revisación
vaginal, para decidir si una mujer tendria que
empezar a empujar o no. Nosotros podemos
generalmente distinguir las etapas del trabajo,
sin exámenes internos que, en todo caso, de­
berian ser mantenidos al mínimo. Sabemos
que la segunda etapa del trabajo ha comenza­
do cuando la mujer que ha estado parada o
caminando, de repente quiere doblar sus ro­
que son atraídas por el agua; sienten una dillas durante las contracciones y tiene una
gran necesidad de zambullirse en las olas o urgente necesidad de agarrarse de algo o de
de soñar que están flotando en la superficie,
por largos periodos de tiempo. Algunas mu­
jeres fuertemente atraídas por el agua duran­
te el embarazo, lo están aún más durante el
trabajo de parto. No obstante, hay otras que
nos dicen que no les gusta el agua o que no
saben nadar. Sin embargo, cuando comienza
el trabajo de parto, estas mismas mujeres de
repente van hacia la pileta, entran con frui­
ción ¡y no quieren salir!
Mientras la primera etapa del trabajo de
parto llega a su fin, por lo común, la mujer sa­
le de la pileta. Siente la necesidad de volverse
más activa, para ayudar a que el bebé emerja.
A menudo, en este momento, la mujer puede
tener una mirada distante en sus ojos e incluso
parece que estuviera en un mundo diferente; si
habla, repetirá palabras aisladas u oraciones
simples. Para nosotros, éstos son signos de

EL NACIMIENTO RENACIDO - 64
alguien. Si ella y su compañero están parados tente puede sentir que viene una contrac­
cara a cara, abrazándose, ella se va a colgar ción, poniendo su mano derecha sobre la
de su cuello, durante las contracciones. Si su parte de arriba del útero de la mujer. Cuando
compañero está de pie detrás de ella, quizás la contracción comienza, en general el asis­
se acuclille mientras él la sostiene por debajo tente deslizará sus manos por debajo de las
de los brazos. La mujer se deja ir. Mientras axilas de la mujer, para tenerla de las manos
grita, con su vulva totalmente abierta y sus o sostenerla de los pulgares. Él o ella se que­
piernas completamente separadas, parecerla dan derechos, parados, detrás, sin reclinarse
que todo su cuerpo se abriera de repente. hacia adelante, convirtiéndose en una espe­
Puede suceder que relaje el músculo de los cie de respaldo humano. Si una mujer trabaja
esfínteres y descargue su recto. El relajamien­ de cuclillas, dos personas pueden sostenerla
to de estos músculos y su fuerte y típico grito, al mismo tiempo: una experimentada y la
van totalmente en contra del comportamiento otra que esté cercana a la mujer, pero que es
. social tan profundamente establecido. Nos di­ nueva ante la situación y quizás vacilante. La
ce que la mujer que está en trabajo ha entrado mujer también puede preferir estar frente a
en un óptimo estado instintivo de conciencia; su compañero y colgarse de su cuello, con
en otras palabras, ha logrado el perfecto equi­ sus piernas muy abiertas. Esta posición, en la
librio hormonal. cual los pies de la mujer por momentos se le­
Muchas mujeres, en Pithiviers, dan a luz en vantan del piso, también es extraordinaria­
posición acuclillada, con alguien que las sos­ mente útil. Relaja los músculos abdominales
tiene por detrás; posición eficaz desde el y del perineo, asistiendo al descenso del be­
punto de vista mecánico, pues maximiza la bé. La -persona que está abrazando a la mu­
dirección del peso, minimiza el esfuerzo mus­ jer no puede evitar presionar suavemente su
cular y el consumo de oxígeno y facilita la re­ abdomen y eso facilita que pueda abrir sus
lajación de los músculos del perineo. El asis- piernas.

MICHEL ODENT 65
-
Nacimiento en posición acucliUada, ayudada

EL NACIMIENTO RENACIDO 66 -

J
MICHEL ODENf - 67
Aunque en nuestra clínica, las posiciones sultado de nuestro uso de las piletas. Algunas
comunes para la segunda etapa del trabajo veces, las mujeres están tan relajadas en la pi­
son las de estar acuclillada o colgada del cue­ leta que no quieren salir del agua, a pesar de
llo, de ningún modo se convierten en una re­ que sienten que el trabajo está desarrollándose
gla de conducta. Una mujer es totalmente libre rápidamente. Aquí también, las mujeres pare­
de encontrar una posición que la conduzca a cen saber que no es nada peligroso dar a luz
la comodidad y a la relajación. Puede adoptar en el agua; no hay riesgo para el recién naci­
toda una variedad de posiciones asimétricas, do, porque -después de todo- el único en­
sentada con una pierna estirada o recostada torno que él conoce es el acuático. El bebé va
hacia un lado; puede querer recostarse, tirarse a empezar a respirar aire a través de sus pul­
sobre un lado, sentarse en una silla o ponerse mones sólo una vez que haya salido a la su­
en cuatro "patas". (Adviértase que esta última perficie y note de repente la diferencia en at­
postura se parece mucho a la posición de cu­ mósfera y temperatura, por primera vez. Nun­
clillas. Si se deja a una mujer a la que se está ca hemos hecho hincapié en que tengan a los
ayudando, a acuclillarse, ella se va a poner en bebés debajo del agua, pero este inesperado
cuatro "patas"). Incluso puede dar a luz en el alumbramiento sucede varias veces al mes
agua, nuevo e interesante progreso, que es re- (veinte o treinta veces por año).

Nacimiento en el agua

EL NACIMIENTO RENACIDO 68 -
MICHEL ODENf 69
-
EL NACIMIENTO RENACIDO 70
-
Cualquiera sea la posición que la mujer mayoria de las veces, la mujer, durante el
encuentra, hemos advertido que al ayudarla, parto, sabe exactamente lo que está sintien­
la ternura es tan importante como la técni­ do y ciertas instrucciones pueden ser conflic­
ca. Asistentes experimentados pueden perci­ tivas con su propia experiencia. Yo trato de
bir los sentimientos de calma, de tensión o no decir nada. Si hablo, expresaré algo asi
de temor de una mujer, por la textura y la como: "Bien . . . bien . . . Deje venir al bebé . . "
.

humedad de su piel. Cuerpo contra cuerpo, Si la mujer parece atrapada por el temor al
piel contra piel, una partera va a confiar mu­ fracaso, uno puede sugerir: "no empuje, no
cho más en tocar y abrazar a la mujer, más empuje" . . . o "no se retenga; grite, llore si
que en hablarle. Cuando le habla, usará pa­ quiere ... .
"

labras simples, palabras que hasta un niño Esta es nuestra manera de no interferir du­
podria comprender. S i n embargo, l a s rante el parto. Las estrategias identificadas
palabras son generalmente innecesarias en con nosotros juegan un rol importante, pero
momentos como éste y algunas indicaciones nuestra meta es mucho más amplia. Quere­
�amo "empuje" o "¡más fuerte!"- pue­ mos ayudar a las mujeres a dar a luz con con­
den tener efectos realmente negativos. La fianza.

MICHEL ODENT - 71
Una madre de América Latina

Dicen que durante las h oras anteriores


al acto de dar a luz, uno pierde contacto
con el mundo exterior. Eso fue lo que me
pasó a mí. Me encontré en otro universo,
en un planeta distante, navegando en un
mar de sensaciones. Era una noche muy
extraña. La gente estaba durmiendo. Y ahí
estábamos nosotros, Philipe y yo y la otra
pareja, despiertos durante toda la noche,
entre el dormitorio y fa sala de alumbra­
mientos. La otra pareja tuvo su bebé a eso
de las cinco de la mañana. Estábamos
asombrados ante fa vívida imagen de ellos
volviendo, en fa oscuridad, con su bebé en
los brazos. Era reconfortante saber que
una mujer podía dar a luz y después cami­
nar por sus propios medios. Era muy re­
confortante. tan bien dejando que mi cuerpo se sumer­
En cierto momento, las contracciones se giera en ese mar de sensaciones, cerrando
volvieron más agudas, más violentas. Me mis ojos, dejar que las olas me balancearan
agarré de Philipe, después, de u n piano, suavemente. .. Un día, en un pequeño pue­
después de Philipe otra vez. El cuarto se blo en la India, me crucé con un anciano
convirtió en una secuencia de idas y veni­ vestido de blanco. Se sentó en el u mbral de
das. El dolor se h izo difícil de controlar. una puerta, con sus manos puestas en posi­
Era parte de mí y no tenía fin, ni principio. ción de plegaria. Al pasar yo, levantó su ca­
Cuando el Dr. Odent llegó, me dirigí hacia beza mirándome . ¿Para saludarme? ¿Para
donde estaba la partera; parecía ser muy bendecirme con su paz? Yo caminé suave­
lejos. No podía comprender el porqué del · mente y le contesté con el mismo gesto. Es­
dolor sin fin. te incidente y el mar están entretejidos con
Y allí fue donde me volví una con el mar. las infinitas hebras del espacio y el tiempo
El dolor se movió a un nuevo lugar; era más que marcaron el nacimiento de Nuria.
sordo. Nuria, nuestro bebé, estaba allí. La A veces le pido a Philipe que se siente y
podía sentir, centímetro por centímetro, re­ me cuente lo que en realidad pasó, qué vio,
corriendo lentamente su camino. Me sentía ya que mi memoria es de otro mundo.

EL NACIMIENTO RENACIDO 72
-
Una madre de París mi cuarto, había· tratado de "controlar" el
dolor con ejercicios de respiración profun­
L a posición más cómoda para mí era da. La presencia reconfortante de la enfer­
arrodi llada en el piso, con mi torso recos­ mera trajo u n cambio notable: ya no traté
tado sobre u n sillón. Cuando el Dr. Odent más de controlarme. Gritaba en cada con­
entró, me dolía tanto que me puse a llorar. tracción. Mis gritos no se detuvieron hasta
Lo vi irse sin decir una palabra. Pronto una hora y quince minutos después, cuan­
volvió con una mujer de más o menos vein­ do el bebé nació.
te años, con gu ardapolvo blanco. Era una Estos gritos me sorprendieron mucho.
estudiante de enfermera, que se quedó cer­ Con mi primer hijo, no había sentido nin­
ca de mí, desde ese momento. Cuando sen­ gún deseo ni de gritar ni de llorar. Ahora
tí la siguiente contracción, me tiré en sus tenía la impresión de que estaba levantan­
brazos y un fuerte lazo comenzó a crecer do a todo el hospital con mis gritos. En mi
entre nosotras. Sentí su calidez, su gentile­ vida h abía chillado tanto como esa vez. Era
za. Fui mos juntas a la sala de alumbra­ como si los gritos no me pertenecieran.
miento. Con cada contracción, la agarraba Cuando llegó mi marido, justo antes del
fuertemente, h asta que e l dolor pasaba. nacimiento, lo tranquilicé: "No te preocu­
Siempre le estaré agradecida, por todo lo pes, no lo puedo evitar; me siento bien gri­
que me dio. Antes, cuando estaba sola en tando. Siéntate". En u n momento dado,
me oí a mí misma gritando de una manera
diferente: gemidos largos, temblorosos, co­
mo los gritos de u n bebé. Ahora me doy
cuenta de que estos gritos me protegían,
no del dolor sino de una inscripción trau­
mática de ese dolor en mi psique. Era una
especie de catarsis; por el grito, hacía que
el dolor dejara mi cuerpo.
Hacia el fin de mi trabajo, empecé a d�
cir malas palabras. No me acuerdo lo que
dije: había perdido todo control sobre mis
sentidos. Esta experiencia h a quedado por
encima del real momento del nacimiento.
¡Pensar que me pude comportar así ante
otras personas! Y sin embargo fue como si,
después de h aber perdido mi propia voz
durante tantos años, la hubiera recupera­
do.

MICHEL ODENT 73
-
Una madre de Leeds Dr. Odent está tarareando suavemente. En
el cuarto de alu mbramiento, me desvisto.
Lunes, 7 de diciembre. Eddie tuvo que El cuarto está a media luz: azulejos marro­
apurarse para tomar el desayuno. Treinta nes en las paredes, el piso de u n color cáli­
millas por un camino derecho, plano, bor­ do y u n a gran plataforma con varios al­
deado de árboles, a través de la campiña mohadones y una gran silla de parto. Es­
francesa, corriendo hacia Pithiviers. La po­ toy muy agradecida por e l silencio; los sen­
esía se me escapaba; las con tracciones ve­ tidos sólo pueden recibir cierta cantidad de
nían cada quince árboles... estímulos al mismo tiempo.
La partera me examina: probablemente En sólo diez minu tos, siento una tremen­
sea hoy, esta tarde. Parece dentro de mu­ da necesidad de e mpujar. La partera está
cho; son sólo las diez. Estamos muy excita­ allí, instantáneamen te, azorada por la rapi­
dos. El dolor se vuelve más insistente. Des­ dez con que progresa e l trabajo. Estoy res­
pués de un rato, las contracciones empie­ pirando a través de la parte superior de mi
zan, rápidas y furiosas. Mis piern as pare­ garganta. El Dr. Oden t entra. Se rompen
cen n o sostenerme. Me recuesto en uno de las aguas. La partera, suavemente, sugiere
los sillones de la sala de reun iones. Por un que yo adopte u n a posición semiacuclilla­
instante tengo u n a duda; ¿por qué no me da, ayudada por Eddie. Al principio no es­
dan la epidural? Así n o estaría sufriendo toy muy segura, pero ayuda. Cada contrac­
este dolor. Me parece que n o lo puedo ción me supera y aún grito muy fuerte, pe­
aguantar. Es demasiado al mismo tiempo; ro sólo mientras dura la contracción. El
n o soy una heroína. Empiezo a gritar y eso resto de la gente está calma, quieta, alenta­
me ayuda. El dolor todavía está ahí, cada dora. El Dr. Oden t me da terrones de azú­
vez más fuerte, pero el gritar lo h ace so­ car, para la energía, y agu a (bebí como tres
portable. De repente en tierro mi cabeza en cuartos litros en total). De repen te, puedo
el saco de Eddie que está tirado en el sofá. sentir que la cabeza está b ajando. Me ale­
Su olor está allí. También él está, pero co­ gra porque estoy deseando dormir, bebé o
mo el dolor es tan fuerte, n o quiero que n o bebé. Mientras me paro durante las
me toque. contracciones, me balanceo sobre mis pies
Extrañ amente, él está calmo. Son las 11 muy suavemente. L a cabeza está visible.
y 1 O. Le digo a Eddie que vaya a buscar a Eddie me está ayudando. Un empujón y
alguien; el dolor es demasiado grande. sien to que el bebé va saliendo. La partera
La partera y el doctor Odent llegan, se­ lo agarra; me parece que lo ayudó u n ¡x:r
ren os y reconfortan tes. L a dilatación es quito a girar. Mi memoria de ese segundo
completa, para su sorpresa y mi alivio. El está mezclada con excitación.
Dr. Oden t h abla de aguas azules y de pla­ Eddie me deposita en el suelo y en ton­
yas; empiezan a llenar la pileta. ces, me ponen al bebé en mis brazos. Estoy
Con Eddie y el doctor Odent a mi lado, asombrada: no se dice n i u n a palabra. El
me voy al cuarto de alumbramiento. El sol bebé llora un poquito y después se pone a
está en trando a través de las ventanas. El buscar el pecho. Todo es tan tranquilo y

EL NACIMIENTO RENACIDO - 74
MICHEL ODENT 75
-
tan Intenso... La partera y el Dr. Odent recipiente con agua de la pileta (donde no
permanecen en un rincón, disponibles pe­ tuve tiempo de meterme). Camille, nues­
ro totalmente discretos. E l momento nos tra hija, aún unida a mí, se desmadeja en
pertenece a nosotros tres. Alguien trae un el agua.

EL NACIMIENTO RENACIDO 76
-
MICHEL ODENf 77
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EL NACIMIENTO RENACIDO - 78
LA PRIMERA HORA Y DESPUES

Hay muchos que sienten que la primera bé aterrice en el suelo. Después del nacimien­
hora después del nacimiento es un tiempo to, la madre -que estaba acuclillada hasta
muy importante tanto para los bebés como entonces- se sienta en el suelo. Muchas mu­
para las mamás. Puede determinar, en parte, jeres, espontáneamente, se sientan con sus
de qué modo los niños se relacionan con sus espaldas derechas, cuando llega ese momen­
madres, lo que a su vez puede afectar cómo to. Una vez que la mamá está sentada, le po-·
se van a acercar a otra gente y al mundo que nemos al bebé entre sus rodillas, en la "posi­
los rodea. Este período crítico después del ción de seguridad", es decir, sobre el estóma­
nacimiento puede muy bien influir en la capa­ go y con la cabecita hacia un lado. De este
cidad de amar de una persona y en la capaci­ modo, aunque el bebé todavía tenga un poco
dad de apego en general. Por eso nos ocupa­ de líquido en su boca y carezca aún de refle­
mos especialmente de proveer un clima cáli­ jos eficaces para proteger sus vías respirato­
do y seguro que lleva a la intimidad entre ma­ rias, la fuerza de gravedad evita que esos flui­
dre e hijo, en esos momentos. dos vuelvan a los pulmones. El bebé reposa
Como hemos descripto, muchas mujeres, en esta posición sólo durante algunos segun­
en Pithiviers, dan a luz en la posición acucli­ dos, los suficientes para dejar salir un vigoro­
llada, ayudadas. En nuestra clínica, las parte­ so grito, respirar profundamente algunas ve­
ras no tocan el perineo ni sostienen la cabeza ces, toser o estornudar, ponerse rosadito y
del bebé, cuando sale. Una vez que la cabeza mostrar un lindo tono de piel. El cuarto está
del bebé aparece y rota p·or sí misma, a veces bien caldeado, pero si es necesario, se puede
la asistente debe ayudar suavemente para que cubrir al bebé con una mantita. Entonces, la
salgan los hombros. En general, todo el cuer­ madre toma al bebé en sus brazos. El bebé
po del bebé se desliza por sí solo y la tarea de todavía está unido por el cordón umbilical; la
la asistente es, simplemente, evitar que el be- posición vertical de la madre hace esta rela-

79
nacimiento, a no ser que los padres estén in­
teresados en astrología y nos pidan que
anotemos el preciso momento en que su hijo
respiró por primera vez.
Los profesionales ocupados, impacientes
por ir a otra cosa, a menudo tratan de apurar
este período del postalumbramiento. Para
nosotros, sin embargo, éstos son momentos
preciosos. No hay nada que perder ¡y tanto
que ganar! dejando que la madre y su hijo
empiecen a conocerse a su ritmo, con cal­
ma...
Por una parte, sabemos que el prolongado
contacto piel con piel y particularmente, que
el bebé mame, sumados a las intensas emo­
ciones sentidas en este momento, estimulan
las secreciones hormonales de una mujer. A
su vez, estas secreciones causan más con­
tracciones, necesarias para expulsar la pla­
centa espontáneamente. La placenta puede
La "posición de seguridad" salir en el primer momento de contacto en­
tre la mamá y el bebé o puede también salir
después de treinta minutos o más. No hay
por qué apurarse. Es más importante que la
ción tan rica y completa como es posible. placenta se despegue fácilmente que el he­
Cada parte del cuerpo del bebé está en con­ cho de que salga con rapidez; cuanto menos
tacto con su madre. Ambos se miran casi in­ apuro haya, menor es el riesgo de hemorra­
mediat. amente; la intensidad de este momen­ gia. Cuando una mujer siente las contraccio­
to es sentida por todos los que están presen­ nes señalando el desprendimiento de la pla­
tes. A menudo, la madre responde a los gri­ centa, naturalmente, va a estar menos con­
tos del bebé con sonidos afectuosos y simples centrada en el bebé por algunos momentos.
palabras: su diálogo comienza. Si el padre se Va a querer recostarse, teniendo al bebé en
encuentra presente, en general está muy sus brazos; y si es así, es mejor que se re­
emocionado y, con frecuencia, llorando. La cueste sobre su lado izquierdo, a fin de no
cámara fotográfica de la familia suele quedar comprimir la vena cava. También quizás
olvidada en un rincón, a menos que la parte­ quiera volver otra vez a la posición de cucli­
ra piense en tomar algunas fotos. llas, ayudada (en general, durante una con­
No hay reloj en el cuarto de alumbramien­ tracción). Ocasionalmente es útil presionar
to. Nos tomamos nuestro tiempo. Nadie justo arriba del hueso púbico para verificar si
piensa en registrar el momento exacto del la placenta se ha desprendido (si el cordón

EL NACIMIENTO RENACIDO 80
-
MICHEL ODENf - 81
umbilical no se mueve hacia arriba, la pla­ para hacerlo, siempre y cuando el cordón sea
centa está lista para ser expulsada). Pero es­ lo necesariamente largo como para que el
to causa dolor e incomodidad a la madre, y contacto de la madre y el bebé resulte cómo­
raramente es necesario. La mayoría de las do. Cuando lo cortamos antes de haber ex­
veces, la expulsión de la placenta sucede sin pulsado la placenta, no siempre es imprescin­
ninguna clase de interferencia de nuestra dible usar pinzas. Podemos hacer un nudo en
parte. el cordón, del lado del bebé. De todas for­
Somos muy flexibles con respecto a cuán­ mas, nunca pinzamos el lado más cercano a
do cortamos el cordón. Mientras la madre y la madre, puesto que eso parece inhibir el
el bebé estén felices juntos, no hay razones desprendimiento de la placel}ta.

EL NACIMIENTO RENACIDO 82-


Una madre de Inglaterra dad de abrazarlo; el segundo fue curiosi­
dad por saber el s exo; era una nenita y
Fui levantada desde atrás una vez más, puedo recordar claramente que este descu­
para fa contracción final; el bebé nació en brimiento lo sentí como un privilegio más
dos pujos, creo. Pareció deslizarse por su que un derecho, porque los d octores n o
propio peso. En el cuarto de alumbramien­ m e l o habían permitido, en mis dos alum­
to ni siquiera una vez consideré una respi­ bramientos previos. Repetía la palabra:
ración especial, jadeo o pujos. Hice lo que "Hola. . . " -encantada de poder finalmente
sentí que estaba bien para que mi bebé na­ saludarla. Los demás miraban, simplemen­
ciera. Me bajaron a una posición sentada, te. Nadie interrumpía. Nadie trataba d e
mientras que el bebé aparecía. El Dr. 0- quitármela.
dent recogió al bebé y me lo dio inmedia­
tamente d iciendo: "Aquí está su bebé".
Nunca olvidaré esas cuatro palabras, mien­ Una madre de los Estados Unidos
tras viva. Me dejaron tranquila para que
abrazara a mi bebé y lo empezara a cono­ Mientras caminaba hacia el cuarto de
cer. El primer sentimiento fue una necesi- alumbramiento, sentí que empezaba otra

MICHEL ODENT - 83
contracción. Me puse de cuclillas y me apo­ tar; Allssa dijo: "Mamá, mejor que le des
yé contra la cama. Las aguas se rompieron el pecho". Media hora después del naci­
mientras empujaba con esa contracción; miento, George tenía a Genevieve en sus
mi hijita de tres años, Alissa, asustada, lan­ brazos y las enfermeras me ayudaban,
zó un gritito; n o se esperaba eso. El Dr. (). mientras, en cuclillas, yo expulsaba la pla­
dent le habló suavemente en inglés, expli­ centa.
cándole que el bebé pron t o estaría aquí.
Empujé y la cabeza del bebé coronó. Des­
cansé; después, con la contracción siguien­ Una madre de Dijon
te, empujé otra vez. Finalmente, una terce­
ra vez. Me sentía como montada sobre las Dos pujos fuertes y Amélie entró en el
olas de verano en la playa, en Nueva Jer­ mundo. Salió como una bala de cañón y,
sey, durante mis días de secundario; las haciendo un gracioso arco, cayó en las ti­
olas eran muy altas y las más altas siempre bias sábanas sostenidas por la partera. Sa­
parecían venir de a tres. Todo e l tiempo, el lió tan rápido que, por u n a fracción de se­
Dr. Ode n t continuaba hablándole su ave­ gundo, pensé que iba a aterrizar en el sue­
mente a Alissa, tranquilizándola: "Sí, sí, re­ lo. Era la una y quince de la mañana. La
almente es la cabeza del bebé"; "Mira e l partera la puso sobre mi estómago. Me
pelo"; "Ya llega". senté exhausta, sobre mi propia sangre cá­
Con esa contracci ón , Genevieve n ació. lida. La proeza física que acababa de reali­
La pusieron en el piso y después me ayu­ zar me había dejado extenuada.
daron a sen t arme. La levanté y empezó in­ Repetía sin cesar las mismas palabras:
mediatamente a oler en mi pecho. Luego "¿Esto es mío? ¿Es realmente mío? ¡Amé­
de algunos minutos, trajeron u n a pequeñ a líe , ya pasó.. . lo hicimos!" Empecé a explo­
bañera y la bañé allí, entre mis piernas, to­ rar a mi bebé, este minúsculo ser que pate­
davía unida a ella por el cordón. Ali ssa y aba sin soltar un sonido. Primero n oté que
George también me ayudaron. Entonces, era una nena. Estaba en cantada; había de­
pinzaron el cordón y George lo cortó. La seado que fuera una nena todo el tiempo.
partera la sacó del agua y la pesó, la vistie­ Después le miré su cara. Sus rasgos, claros
ron y se la dieron a Ali ssa. Alissa estaba y finos, tenían la suave huella de u n a son­
extasiada; ella había querido una hermani­ risa. Era tan pequeña y tan bella. . . No po­
ta. Cuando Genevieve empezó a protes- díamos dejar de mirarla.

EL NACIMIENTO RENACIDO - 84

..J
A veces, ya sea antes o después que se ex­ feliz de descubrir el mundo, no haría esa pre­
pulsa la placenta, ponemos un pequeño reci­ gunta. Por supuesto que el baño también tie­
piente lleno de agua calentita cerca de la ma­ ne un benéfico efecto fisiológico: es un modo
dre, para que ella pueda bañar a su bebé. Sin excelente y agradable de estimular la piel del
embargo, esto no es rutina; los recién naci­ bebé.
dos necesitan primero los brazos de su ma­ La técnica de darle el baño no es lo más
dre. importante. Las manos prácticas de un profe­
La gente a veces pregunta por qué baña­ sional pueden saber mejor cómo sostener el
mos a los bebés tan rápido después del naci­ cuello del bebé y no su cabeza, con cuánta
miento. Bueno, realmente no podemos con­ confianza sumergir su cuello y sus orejas, pe­
testar esta pregunta. Es como si nos estuvie­ ro ciertamente, son preferibles las manos de
ran preguntando: "¿Para qué darles ese pla­ los padres. Además, nuestro énfasis en que la
cer?" Cualquiera que haya visto a un recién madre bañe a su recién nacido cuestiona lo
nacido durante el baño, con sus ojos abiertos, que postula comúnmente la obstetricia tradi-

MICHEL ODENT - 85
EL NACIMIENTO RENACIDO 86
-

J
las películas hubieran sido mostradas en el or­
den cronológico correcto Oa de Leboyer pri­
mero) la audiencia habría podido apreciar,
que nosotros simplemente llevamos sus acer­
tadas ideas, un paso más adelanté.
De hecho, el trabajo de Leboyer, en gene­
ral, nos hizo mucho más sensibles con res­
pecto a cómo tratar a los recién nacidos.
Después de bañar al bebé y cortar el cordón,
por ejemplo, pesamos al bebé pero nunca lo
medimos en ese momento; como Leboyer
subraya, medirlo involucra un penoso e inne­
cesario estiramiento de la espina dorsal del
bebé, y en todo caso, el único resultado es un
número aproximado. Después de haberlo pe­
sado, lo vestimos.
Ahora, la madre lo vuelve a tomar en sus
brazos y, eventualmente, el recién nacido
vuelve a mamar o lo hace por primera vez. El
cional: que la mujer que acaba de dar a luz es tiempo de la primera mamada varia con cada
pasiva. Lo detectamos incluso en la práctica madre y con cada bebé. Puede suceder inme-
de Leboyer, donde la madre da a luz yacien­
do sobre su espalda y es el doctor, la partera
o el padre, quien baña al bebé. Así, el baño
se vuelve parte de la separación de la madre
y el niño. Se intenta compensar al bebé del
shock de esta separación, dándole la posibili­
dad de volver a la suavidad y calor acuáticos
de los meses pasados en el vientre materno.
Para nosotros, el baño tiene un sentido dife­
rente: es algo que la madre hace ella misma,
como parte del continuo contacto con su
propio hijo. Me di cuenta de esta diferencia
en una conferencia durante la cual fue pro­
yectado el filme Nacimiento, de Leboyer,
después de haber mostrado el filme de una
madre bañando a su propio bebé, en Pithi­
viers. La audiencia reaccionó negativamente
a la escena del baño de Leboyer, percibiendo
en ésta la eliminación de la madre. Quizás si

MICHEL ODENr 87
-
diatamente o a la hora o a la media hora des­
pués del nacimiento. En general, "el reflejo
de raíz" aparece dentro de la hora y nosotros
observamos, mientras el bebé mueve la cabe­
za de un lado a otro, para encontrar el pezón
de su madre.
Para que el amamantamiento precoz tenga
lugar en el cuarto de alumbramiento, se de­
ben crear las condiciones que estimulen los
sentidos del bebé, a fin de que funcionen al
máximo. Es más fácil para el bebé mamar
cuando la madre está sentada derecha que
cuando está reclinada hacia atrás, porque así
el pezón es más accesible para la boca del
bebé. Y es mejor aún si las manos del bebé .
están libres para moverse. Hace un tiempo
empezamos a envolver a los recién nacidos
en mantas, ya que vestirlos después del baño
representaba tenerlos separados de sus ma­ prendimos que tal actitud estaba relacionada
dres por un tiempo más largo. Sin embargo, con el hecho de que sus manos no se halla­

pronto notamos que estos bebés generalmen­ ban libres para tocar la piel de sus madres.
te comenzaron a mamar más tarde y com- Todos los sentidos juegan un rol en e l
"apego precoz". Probablemente, los bebés
establecen parcialmente los primeros lazos
con sus madres, por el olfato; por eso los
olores antisépticos de los hospitales pueden
tener un efecto de interferencia para estable­
cer los lazos precoces. También puede inter­
ferir la presencia de mucha gente durante el
alumbramiento. La calma y el silencio son
muy importantes. Cuanto menos cantidad de
gente haya, menor cantidad de ruido y más
fácil comunicación entre la madre y el bebé.
Ya que los bebés abren sus ojos mientras ma­
man, el cuarto debe ser iluminado suavemen­
te, para que no les moleste. Vale la pena ad­
vertir que las necesidades básicas para una
mujer en trabajo de parto -las luces bajas, el
silencio y el calor- son las mismas que las de
los recién nacidos.

EL NACIMIENTO RENACIDO - 88
MlCHEL ODENT 89
-
EL NACIMIENTO RENACIDO 90
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J
A pesar de haber observado esta escena El orden de los acontecimientos varia un
miles de veces, la seguimos mirando con un poco cuando los bebés nacen en el agua Es­
encantamiento infinito. No sólo los bebés sa­ to es algo especial, en Pithiviers. Es muy
ben adónde buscar y encuentran los pechos emocionante ver a un bebé flotar hacia la su­
de sus madres casi inmediatamente, sino que perficie del agua. Me acuerdo que una bebita
las madres también saben qué hacer; actúan subió sola a la superficie, sin ninguna asisten­
instintivamente para ayudar a mamar a sus cia. El cordón era muy largo y, de repente, vi­
bebitos. La madre se sienta, acerca su bebé a mos ¡que el bebé nadaba en la superficie! En
su pecho, lo mira a los ojos y mueve el pecho caso de nacimientos en el agua, el cuarto no
hasta que el pezón entra en la boca del bebé. debería ser sobrecalentado, porque el conta&­
A veces, incluso, una madre que no tenga la to con el aire fresco es especialmente efedir
menor intención de amamantar a su bebé, vo para estimular las primeras respiraciones
empezará a hacerlo inmediatamente después del bebé cuando se lo saca de la pileta. Hasta
del nacimiento; unas horas más tarde recor­ este día, nunca hemos tenido necesidad de
dará que tenía planeado darle la mamadera. limpiar las vías respiratorias después de estos

MICHEL ODENf- 91
nacimientos, ni tampoco tuvimos infecciones to. A pesar de que hay mujeres que desean
menores o complicaciones, asociadas con na­ quedarse en la pileta después de haber dado
. cimientos debajo del agua. a luz, preferimos que salgan del agua justo
Por lo general, después de un nacimiento antes de expulsar la placenta, para eliminar
debajo del agua, la madre se arrodillará y re­ cualquier posibilidad de que el agua penetre
cibirá a su bebé exactamente como si estuvie­ en el torrente sanguineo a través de los vasos
ra fuera de la pileta. Si el bebé siente frío, na­ sanguineos que están abiertos en el útero y
da más fácil que un baño caliente allí mismo. cause una embolia.
Pero nunca hemos intentado prolongar la in­ Sólo recientemente se ha welto objeto de
mersión del bebé después del nacimiento, un estudio científico la primera hora después
como algunos lo hacen. El recién nacido ne­ del nacimiento. Hasta los años 1930 y 1940,
cesita calor humano, necesita estar en los los psicoanalistas eran realmente los únicos
brazos de su madre y sentir su suave contac- en reconocer la importancia de los primeros

EL NACIMIENTO RENACIDO 92 -
momentos. Su interés en la infancia, sin em­ este 1azo.4 En 1968, Terkel y Rosenblatt tra­
bargo, permaneció en el campo de lo acadé­ taron de determinar si ciertas sustancias regu­
mico y abstracto. Pasaban muy poco o nin­ laban el comportamiento maternal cuando
gún tiempo con madres y recién nacidos. Se eran transportadas en el plasma de la sangre.
concentraban en el simbolismo maternal de Inyectaron a un grupo de ratas vírgenes con
leche y pechos y enfatizaban al máximo la plasma tomado de una madre rata, dentro de
importancia del hambre-satisfacción, en la las veinticuatro horas después del parto y a
formación del lazo de la madre con el hijo. otro grupo de ratas vírgenes con plasma de
Su exclusivo interés en este vínculo oscureció ratas que no habían parido. Un tercer grupo
el hecho de que un bebé tiene otras necesida­ fue inyectado con una solución salina. las ra­
des, por ejemplo, la necesidad de contacto. tas vírgenes inyectadas con plasma de ratas
Esto tuvo alguna importancia en el trabajo de madres mostraron un significativo comporta­
Konrad Lorenz y Nikolaas Tinbergen, publi­ miento maternal, mucho antes que las ratas
cado en los años 1950, que por primera vez de los otros grupos. La cuestión del compor­
expuso a los ojos del público la etología (el tamiento maternal parecía entonces conecta­
estudio científico del comportamiento ani­ da con la actividad de las hormonas sexuales
mal). Todo el mundo oyó hablar de los gan­ (los altos niveles de estrógeno y prolactina y
sos de Lorenz que, después del nacimiento, bajos niveles de progesterona en la sangre de
se apegaban al primer cuerpo grande con el las ratas, inmediatamente después del parto).
cual entraban en contacto, incluso creyendo Inyecciones de esas hormonas confirmaron
que un hombre barbudo o una gansa de car­ este descubrimiento. Sin embargo, una gran
tón era su madre. Con la etología, llegaron cantidad de datos quedaron sin explicación.
los conceptos de "apego", "lazo" y períodos Por ejemplo, ratas no inyectadas con el plas­
"críticos" o "sensitivos"; fases relativamente ma posterior a la parición de las otras ratas,
breves durante las cuales se piensa que ocu­ exhibieron el mismo comportamiento mater­
rren los principales cambios de comporta­ nal, después de un contacto continuo con be­
miento. Los científicos empezaron a estudiar bés ratas, durante varios días. ¡Esto sucedía
las tempranas relaciones entre madre e hijo incluso con machos! Terkel y Rosenblatt deci­
en aves, ratas, cabras y simios. Pero hasta el dieron proponer un "período de transición",
día de hoy casi ningún estudio etológico ha durante el cual la regulación del comporta­
investigado lazos tempranos entre las madres miento maternal pasó de una base hormonal
humanas y sus bebés. Los pocos que lo han a una base no hormonal.
hecho son difíciles de interpretar, a causa de Inesperadamente, en la última década, el
la incontrolable interferencia del personal descubrimiento de las neurohormonas contri­
médico y de la tecnología --común en todos buyó con otro importante dato, al fundamen­
los hospitales occidentales- durante el pro­ to fisiológico del "lazo maternal". 5 Aún no
ceso del nacimiento. sabemos precisamente cómo funciona el sis­
Investigaciones realizadas durante la déca­ tema neurohormonal, pero lo que sí sabe­
da del 60 pusieron en evidencia las bases es­ mos es que las endorfinas -las neurohormo­
pecíficamente hormonales y fisiológicas de nas que alivian el dolor- también estimulan

MICHEL ODENf- 93

_j
EL NACIMIENTO RENACIDO 94
-
los sentimientos de placer y bienestar; co­ dría servir como.un maravilloso modelo de
mienzan a actuar en la amistad, el amor, el cómo pueden ser la afección y el apego. Con
sexo y en las relaciones afectivas de cualquier esto no quiero decir que las mamás y los be­
índole; inducen a dar cuidados, a mimar y bés que no gozan de la oportunidad de seme­
producen hábitos de dependencia mutua. Las jante primer contacto ideal estén peor, a la
neurohormonas, entonces, juegan un rol en larga, que quienes pueden tenerlo o que estos
toda forma de apego y afectos en la vida dia­ bebés, necesariamente van a tener menos ra­
ria, independientemente de la actividad o de ices cuando sean adultos o van a ser menos
las hormonas sexuales. Eventualmente, pue­ aptos para amar o sentir placer. La cultura, el
den llegar a explicar la activación del com­ entorno y el condicionamiento social ejerce­
portamiento maternal, aun en ausencia de rán, en cualquier individuo, mayor efecto que
parto. cuanto suceda durante algunos períodos "crí­
Las neurohormonas también figuran de ticos" tempranos y, seguramente, pueden
manera importante durante el nacimiento, compensar cualquier carencia del principio.
tanto durante el trabajo (cuando, según he­ Después de todo, los seres humanos no son
mos visto, ayudan a aliviar el dolor) como gansitos. Pero, ¿por qué no hacer el comien­
después del parto. Al advertir, con posteriori­ zo lo más positivo posible? ¿Por qué no au­
dad al parto, que los niveles endorfinos son mentar todas las posibilidades? ¿Acaso noso­
elevados en la sangre materna y en la del be­ tros, éomo obstetras y parteras, como profe­
bé, nos damos cuenta hasta qué punto el sis­ sionales, no somos responsables por algo que
tema endorfino contribuye a crear lazos de está más allá de la asistencia estrictamente
interdependencia entre la madre y el hijo, el
proceso de "lazo maternal". El hecho de que
el nivel de endorfinas en la sangre es más al- '
to después de un nacimiento vaginal que des­
pués de una cesárea es otro argumento a fa­
vor de la no perturbación del nacimiento.
Una crítica similar puede hacerse con refe­
rencia al uso de las drogas contra el dolor y
de las hormonas sintéticas, las que compi­
tiendo con las hormonas naturales, alteran el
complejo balance hormonal natural, afectan
el estado de ánimo de las madres después del
nacimiento y, de esa manera, influyen en las
dinámicas del lazo maternal.
Todos estos descubrimientos nos alientan
para que estemos muy atentos y pongamos
mucho cuidado en facilitar este importantísi­
mo primer contacto entre madre e hijo. El la­
zo inicial del bebé con otro ser humano po-

MICHEL ODEI'IT - 95
médica? Mejorar los contactos iniciales que la
gente tiene con los demás, al comienzo de
sus vidas, es una manera concreta de huma­
nizar nuestro mundo.
En Pithiviers, una vez expulsada la placen­
ta, la madre, el bebé, el padre, la partera y
ocasionalmente el doctor van a un cuarto cer­
cano. Por lo general, el bebito ya ha empeza­
do a mamar. Muy a menudo, la mamá cami­
na hasta su cuarto llevando a su bebé en los
brazos. Cada uno de estos cuartos tiene al la­
do de la cama, una cuna de madera, fabrica­
da por el padre de un bebé nacido en Pithi­
viers. Además, hay una sillita muy baja, en
realidad un verdadero "prie-dieu" (reclinato­
rio), que parece haber sido especialmente di­
señado para la comodidad de una madre que
amamanta. las mujeres pueden tener todos
En la habitación
los invitados que quieran. Una cama extra es­
tá siempre lista para la persona que acompa­
ñe a la madre. Por supuesto, no hay ninguna nursery
central en Pithiviers. Los bebés siempre se
quedan con sus mamás·. Las mismas parteras
que ayudaron a la mamá durante el trabajo
están disponibles durante el tiempo de post­
parto en que la madre se queda en el hospi­
tal. las asiste cierto número de mujeres, la
mayoría de las cuales también son madres.
Estas asistentes (varias de las cuales han tra­
bajado aquí durante veinte años), limpian los
cuartos y sirven las comidas. También les
muestran a las madres cómo cambiar paña­
les, ofrecen útil consejo para el amamanta­
miento e informan acerca de cualquier cir­
cunstancia inusual -como ictericia o cam­
bios en el comportamiento del bebé- a al­
guna de las parteras o al doctor. El trabajo de
las parteras y de las asistentes libera a la ma­
dre de toda preocupación material durante su
permanencia en la clínica, para que pueda

EL NACIMIENTO RENACIDO 96
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La partera y una madre durmiendo con su bebé

MICHEL ODENf 97-


EL NACIMIENTO RENACIDO 98
-

.J
poner toda su atención en su bebé y en ella lar, que regula el equilibrio y otras coordina­
misma. Ninguna regla o rutina del hospital in­ ciones motoras y requiere estimulo -en este
terfiere con la creciente relación entre madre caso, provisto por el balanceo- para su de­
e hijo. En semejante entorno, se hace muy sarrollo. Naturalmente, los bebés también ne­
fácil satisfacer las necesidades básicas de un cesitan mamar y, sobre todo, cuando se les
recién nacido. Los bel;>és necesitan la presen­ antoje. Estas necesidades fundamentales se
cia tranquilizante de la mamá: su calidez, su pueden satisfacer casi inmediatamente, cuan­
contacto, su voz, su olor, la sensación de su do una madre está lo más cerca posible de su
piel. Los bebés necesitan moverse, ser arru­ recién nacido, tanto de día como de noche.
llados en los brazos de sus madres. El arrullar Los bebés parecen estar mucho más calmos
y hamacar a un bebé ha sido subestimado y mucho más felices cuando se hallan en la
desde el principio de siglo; los pediatras, pre­ cama de sus mamás que cuando están en sus
ocupados con los gérmenes y las calorías, le cunas, aun cuando la madre no se encuentre
dieron poca importancia a la función vestibu- cerca; quizás porque allí todavía pueden per-

MICHEL ODENf 99-


cibir su olor y esto los tranquiliza. A las ma­ veinticuatro horas al día, rápidamente va a
dres se las alienta para que cambien ellas aprender cuáles son sus necesidades y de­
mismas a sus bebés y los bañen diariamente. seos. Va a desarrollar la sensibilidad para las
Esto último es un aspecto original de la vida expresiones de su bebé y no interpretará ca­
en Pithiviers. En cierta época, en los hospita­ da llanto o grito como un pedido de leche, lo
les, hubo una disposición que prohibía bañar cual, a menudo, acarrea problemas de ama­
al niño hasta que el cordón umbilical se hu­ mantamiento.
biera caído, lo que generalmente significaba Alentamos la paciencia, para establecer el
una espera de alrededor de dos semanas. Sin amamantamiento. A fin de disminuir cual­
embargo, desde 1963, las madres, en nues­ quier presión que pueda sentir una nueva ma­
tra unidad, han bañado a sus bebés desde el dre, le recordamos que los bebés realmente
nacimiento en adelante, sin ningún problema no necesitan ni leche ni otras muchas calo­
y para gran placer de ambos. Con respecto a rías, hasta los dos o tres días. De hecho, an­
la nutrición, una madre que está con su bebé tes de este tiempo, los pechos no contienen

EL NACIMIENTO RENACIDO - 100


leche sino calostro, un líquido de alta calidad, y vulnerables. Otro factor puede ser que las
rico en anticuerpos. Es sólo al tercer día que madres, en nuestra clínica, toman parte tan
la leche real baja. A veces, hay problemas de activa en el cuidado de sus bebés, que se crea
tiempos: la leche baja antes de que el bebé un sentimiento de plenitud y se familiariza a
tenga hambre o el bebé tiene hambre antes las madres primerizas con sus nuevas respon­
de que la leche baje. Las asistentes, realmen­ sabilidades. Así, cuando una mujer nos deja
te pueden ayudar en estos casos, para tran­ para irse a su casa, no tiene que encarar de
quilizar a la madre y para que no se sienta repente, una total y nueva situación frustran­
impaciente o frustradá. La posibilidad de se­ te, sino que ya está habituada y tranquila con
mejantes problemas convierte al tercer día el cuidado de su bebé.
después del nacimiento en el peor para dejar Aparte de clínicas como la nuestra, hay
la clínica. No se requiere que las mujeres se muy pocos lugares dedicados a cumplir con
queden por un determinado período de tiem­ las necesidades de los recién nacidos. Por
po; son libres de irse cuando quieran. Sin ejemplo, la necesidad del bebé de poder iden­
embargo, la mayoría encuentra que lo mejor tificar a su madre y tenerla cerca, a menudo
es irse dentro de los primeros dos días o si es imposible de satisfacer en la mayoría de
no, cuatro o cinco días después. los hospitales modernos. Miembros del per­
Salvo algunas frustraciones momentáneas, sonal del hospital, frecuentemente toman el
la depresión de postparto es rara en nuestra lugar de la madre y causan innecesaria confu­
clínica. Mucha gente que ha trabajado o dado sión al bebé. Las nurseries en China y en Eu­
a luz en grandes hospitales se da cuenta muy ropa del Este son casi caricaturas de esta si-
pronto que, relativamente, muy pocas muje­
res en Pithiviers están deprimidas después del
alumbramiento. Es posible que el modo en
que las mujeres dan a luz en Pithiviers, las ha­
ga menos vulnerables a la depresión. Sabe­
mos que esos estados de ánimo, hasta cierto
punto, son el resultado de un desequilibrio
hormonal. Cada nacimiento es seguido de re­
pentinas alteraciones en los niveles de estró­
geno, progesterona, prolactina, oxitocina y
endorfinas. Sin embargo, respetando el equi­
librio hormonal de una mujer durante el tra­
bajo de parto y el nacimiento y evitando el
uso de drogas, probablemente eliminamos
muchas tensiones hormonales anormales , y
por ende, decrece la posibilidad de la depre­
sión de postparto. Además, el entorno alen­
tador de la clínica también puede tener efecto
consolador y nutriente en las madres noveles

MICHEL ODENf -101


tuación: docenas de bebés yacen envueltos to a darle gran importancia y valor a la tem­
estrechamente, uno al lado del otro, para ser prana edad y la primera infancia, gracias a
llevados como paquetes a sus madres, cuan­ que mi madre trabajó en una escuela forma­
do llega el momento de alimentarlos. Una mi­ dora de maestras para jardines maternales.
rada a semejantes escenas hace que uno se Ella fue influida profundamente por figuras
dé cuenta de la gran necesidad de cambio. como María Montessori, una pionera en la
Irónicamente, en Pithiviers, la resistencia más educación de los niños pequeños, quien estu­
fuerte para el cambio, a menudo proviene de dió los posibles efectos a largo plazo de las
las madres de las mujeres que vienen a dar a experiencias de los bebés durante las prime­
luz. Sobre todo si ellas dieron a luz en los ras horas de sus vidas, en su desarrollo poste­
años '50 y '60, en una época en la· que el rior. El trabajo de Montessori tuvo nuevo sig­
amamantamiento no era valorizado y a las nificado para mí en una época de mi vida,
mujeres se les decía una y otra vez, que la ex­ cuando en Pithiviers, mi previa experiencia
cesiva atención " estropearía" al niño; que médica convirgió con nuestra reconsideración
dándole de mamar cuando pidiera, llevaría al de la práctica de la obstetricia. Como ciruja­
desarrollo de "malos hábitos". Estas mujeres no, a menudo traté adultos con enfermeda­
se sienten mal cuando ven a sus hijas o nue­ des como úlcera péptica, colitis ulcerante e
ras responder a las necesidades de sus bebés, hipertiroidismo. Cada vez que intenté descu­
de ser alimentados, tenidos en los brazos y brir el origen y la naturaleza de las llamadas
mimados cuando lo reclaman. enfermedades "psicosomáticas", era llevado
Obviamente, si una madre no "escucha" a inevitablemente a alguna consideración de la
su bebé por miedo de alentar "malos hábi­ primera infancia del paciente. El hecho de
tos", la criatura no va a tener más salida que tratar semejantes enfermedades y trabajar al
la de terminar por someterse a semejante tra­ mismo tiempo en la unidad de maternidad,
tamiento. Pero tarde o temprano va a pagar­ hizo que mi continuo n i terés se enfocara en
se un precio. Aunque no enteramente conclu­ la primera infancia y los principios de la rela­
yentes, los resultados de un número de estu­ ción madre e hijo. Me volví curioso con res­
dios importantes muestran correlación entre pecto a la perspectiva psicoanalítica e in,triga­
ciertos sucesos durante la vida fetal, el alum­ do por el trabajo de los etólogos que· habían
bramiento y la primera infancia y una varie­ estudiado los primeros contactos entre ma­
dad de enfermedades posteriores. Por ejem­ dres animales y sus proles e investigado los
plo, Nikolaas Tinbergen, el etólogo inglés y períodos críticos del proceso de esta interre­
ganador del Premio Nobel, ha identificado lación.
factores específicos como -alumbramientos El concepto fascinante de "inhibición de
con fuertes fórceps y prolongada separación acción" formulado por Henri laborit -el fi­
(
de la madre después del nacimimtcr- como siólogo francés que, en 1952, introdujo la clo­
"patógenos" (productores de enfermedad); en ropromazina, la primera droga neuroléptica
este caso particular como causas posibles de (modificadora del comportamiento)- provee
autismo. una importante llave para nuestra compren­
Personalmente, siempre estuve predispues- sión del vínculo que hay entre traumas tem-

EL NACIMIENTO RENACIDO - 102


pranos y desarrollo posterior. Laborit usó el hormonales continuadas (reacciones a las si­
término "inhibición de acción" para describir tuaciones patógenas) son factores Ounto con
el modelo de comportamiento de sumisión causas genéticas y otras causas) -en la etio­
básico, un estado patógeno, que resulta cuan­ logía- de las que solíamos 11amar "enferme­
do un organismo no está en posición de res­ dades psicosomáticas" . Estas incluyen la de­
ponder al estrés, ya sea peleando o huyendo. presión, alta presión arterial, úlceras, aler­
Experimentando con ratas, Laborit pudo ras­ gias, disfunciones sexuales, partos difíciles,
trear el origen de alta presión arterial en las colitis, irregularidades del sistema inmunológi­
situaciones de continua frustración. Las ratas, co, cáncer, en resumen, todas las enfermeda­
en una jaula, recibían repetidos choques eléc­ des que asociamos con la civilización moder­
tricos. Algunas tenían acceso a una puerta na.
abierta; otras no podían huir. Algunas esta­ A pesar de que Laborit no relaciona explí­
ban en una jaula con otras ratas y podían pe­ citamente sus descubrimientos con las expe­
lear; otras estaban aisladas. Sólo aquellas ra­ riencias comunes de los recién nacidos, lo
tas que no podían ni pelear ni huir, sufrieron podría haber hecho. Es precisamente en las
una indudable alza en la presión arterial. El primeras etapas de la vida (cuando el "hor­
punto es que la naturaleza exacta o la causa monostato" que, desde el cerebro, regula el
del estrés es un factor menos significativo que nivel hormonal del cuerpo, es puesto en mar­
cómo puede actuar uno para aliviarlo, si es cha), que estas situaciones de comportamien­
que puede. Esto es ciertamente verdadero en to son más propensas a generar la patolo­
los humanos. Basta pensar en cuán desagra­ gía. 6 Muchos bebés pasan días, semanas e in­
dables son, en nuestras propias vidas, esas si­ cluso meses en prolongados o casi crónicos
tuaciones de frustración, sin ninguna posibili­ estados de "inhibición de acción". Separados
dad de alivio o de resolución. de sus madres durante horas, sujetos a duros
Estudios hormonales confirman la teoría de exámenes médicos, sus pedidos de comida
Laborit. La "inhibición de acción" genera una ignorados, probablemente aprendan bien
secreción de noradrenalina y cortisol; el corti­ temprano que sus llantos tendrán muy poco
sol mismo desencadena la inhibición de ac­ o ningún efecto en lo que sucede a su alrede­
ción y el resultado es un círculo vicioso que dor. A nuestras madres y abuelas se les ense­
explica la generación de la angustia. Sólo una ñó que los bebés no debían ser "malcriados",
acción que viola el modelo dando un premio, en otras palabras, que ellos debían ser mante­
puede romper el ciclo. Además, como sabe­ nidos en estado de "inhibición de acción". En
mos que la noradrenalina contrae los vasos Pithiviers, nuestra meta es prevenir estas si­
sanguineos, acelera los latidos del corazón y tuaciones patógenas, satisfaciendo los deseos
eleva la presión arterial y que el cortisol tiene fundamentales del bebé. El mejor modo es a­
varios efectos a largo plazo, como el de dis­ segurarnos de que, en los primeros días, la
minuir el sistema inmunológico y destruir el madre y el niño estén juntos y sean accesibles
timo, podemos predecir terribles consecuen­ uno al otro, en todo momento.
cias, en caso de repetida inhibición de ac­ Si bien los hospitales convencionales rara­
ción. Es obvio que semejantes reacciones mente satisfacen las necesidades fundamenta-

MICHEL ODENf - 103


les de los bebés nacidos en término, la situa­ fueron expuestos a experiencias sensoriales
ción es aún más aguda en el caso de los be­ excepcionalmente ricas desde muy temprana
bés prematuros. Actualmente, la prematurez edad, una muy probable hipótesis, ya que en
está vista como una desventaja y es temida, los días anteriores a la existencia de la neona­
porque a menudo se la asocia con una mayor tología, los bebés prematuros, probablemente
susceptibilidad a la enfermedad, a los proble­ debían su supervívencia a la constante sensiti­
mas emocionales y al retardo mental. Sin em­ vidad y vigilancia de sus atentas y comunicati­
bargo, sin negar los potenciales problemas vas madres.
que pueda haber, recordemos que Galileo, Ahora, la prematurez se caracteriza, desa­
Pascal, Darwin y Einstein fueron prematuros fortunadamente, por la separación de la ma­
y, en un sentido, todos los seres humanos, dre y el niño y por una profunda privación
comparados con la mayoría de los mamífe­ sensorial en un momento crucial del desarro­
ros, nacen en estado de inmadurez. (Sus sis­ llo de la vída del bebé. Un bebé prematuro en
temas no están totalmente formados todavía). una nursery de cuidados intensivos, a menu­
Su madurez se realiza dentro de un contexto do recibe menos estímulo sinestésico y vibra­
social, donde ellos experimentan temprana­ torio que un feto de la misma edad in utero
mente un intenso estímulo sensorial. Las cla­ cuando, en realidad, necesita más. EJ entorno
ses específicas de estímulo varían de una cul­ en esa jaula húmeda de vidrio o de plástico,
tura a otra y de un indivíduo a otro, pero el llamada incubadora, es obviamente aislante;
estímulo sensorial de cierta clase es universal. el constante ruido del motor sirve para en­
¿Qué puede decirnos esto con respecto a los mascarar todos los sonidos que pueden tener
niños nacidos "antes de término"? A pesar sentido para el bebé. EJ bebé no puede ni to­
de que la madurez del sistema nervíoso cen­ car a su madre, ni oír su voz. Eso es terrible­
tral está determinada por ciertos imperativos mente descorazonador, dada la especial im­
cronológicos ligados al código genético, el portancia que tienen para el niño, los estímu­
despertar de las funciones sensoriales, clara­ los sensoriales y el contacto humano. Alimen­
mente, es un estímulo esencial para su desa­ to y calor no serán suficientes para llevar
rrollo. Por ejemplo, simples exámenes han energía al cerebro o ejercitar tempranas fun­
demostrado que los bebés prematuros, a los ciones motoras.
cuarenta y cinco días después de la concep­ Para empezar, ¿por qué no se pone la in­
ción, generalmente tienen una función vesti­ cubadora en el cuarto de la madre? Cualquier
bular más avanzada que los bebés de la mis­ madre puede entender que una incubadora es
ma edad, nacidos en término. Entonces, la simplemente una caja de plástico o de vidrio
prematurez no lleva necesariamente a una in­ con un termostato adentro, una pieza de tec­
capacidad física y emocional; al contrario, los nología bastante manejable. Además, agre­
bebés prematuros que están rápidamente ex­ gando una estufa en el cuarto, es posible sa­
puestos a ricos y variados estímulos pueden car al bebé de la incubadora, sin riesgos. Cu­
muy bien convertirse en algunos de los más bierto con cálidas frazadas, aun el bebé pre­
avanzados en su desarrollo. Quizás algunos maturo puede pasar la mayor parte de su
de nuestros genios nacidos prematuramente tiempo en los brazos de su madre y puede ser

EL NACIMIENTO RENACIDO - 104


La mamá conserva al bebé prematuro en su cama, con la incubadora al iado

hamacado, tocado, acariciado, recibir cosqui­ go extraño sucede, ella siempre será la pri­
llas, mientras se le habla o amamanta. El be­ mera en notarlo. Los bebés más pequeños
bé prematuro, también, puede empezar a co­ que conservamos en la clínica y no manda­
nocer a su madre, acostumbrarse a su voz, a mos a la unidad de cuidado intensivo neona­
su aroma y a su tacto. De hecho, la composi­ tal, fue un par de mellizos, cada uno con un
ción de la leche de su madre está perfecta­ peso de 3.5 libras. Durante su estadía en Pi­
mente adaptada para las necesidades espe­ thiviers, los mellizos fueron separados de su
ciales de su bebé prematuro. 7 No es sorpren­ madre solamente una vez durante una hora,
dente que la mayoría de las madres, en Pithi­ cuando salió a comprar algunas cosas al pue­
viers, eligen usar las incubadoras lo menos blo. Nunca tuvimos que mandar a bebés naci­
posible, prefiriendo tener a los bebés en la dos con un peso inferior a 5.5 libras a la uni­
cama, con ellas. Cuando un bebé prematuro dad pediátrica después de haber decidido cui­
y su mamá están juntos todo el tiempo, es dar de ellos en la clínica, y lo que es más, es­
asombroso lo rápido que se vuelven una uni­ tábamos siempre impresionados por el pro­
dad autónoma, independiente del personal greso rápido que esos chicos hacían estando
del hospital. Gracias a este íntimo contacto, al cuidado de sus madres; a menudo estuvi­
la madre va a conocer mejor a su bebé: si al- mos de acuerdo en que se los llevaran a casa

MICHEL ODENf - 105


cuando aún tenían un peso inferior al nor­ colombiano que manda los bebés prematuros
mal. (Por el contrario, semejantes bebés, si a su casa, después de sólo uno o dos días, re­
estuvieran en las unidades de cuidado neo­ comendándoles a las madres que se queden
natal, serían mantenidos en incubadoras, con ellos día y noche, en estrecho contacto
durante una o dos semanas más). Realmen­ corporal, como los bebés canguros en la bol­
te, hemos empezado a sospechar que, mu­ sa de su madre.
chas de las alteraciones metabólicas obser­ Los resultados de nuestro acercamiento al
vadas con frecuencia en bebés prematuros, prematuro no pueden interpretarse estadísti­
están ligadas no al hecho de que son pre­ camente, pues no hemos tenido suficientes
maturos sino a la ausencia o reducción de casos, hasta ahora. Aún así, entre 1 9 7 8 y
estimulo sensorial y de afecto humano -es­ 1984, a cien bebés con un peso menos de
pecíficamente a la separación de la madre y 5 . 5 libras, se los mantuvo constantemente
el bebé- común en la mayoría de los hos­ con sus madres.
pitales modernos. Antes que la madre deje la unidad de mater­
Desafortunadamente, obstáculos prácticos nidad, dialogamos con ella sobre varios temas,
a menudo hacen imposible este acercamiento desde contraconcepción hasta cochecitos. Nos
ideal entre madre e hijo, incluso en nuestra asegurarnos de hablarle sobre la Uga de la Le­
unidad. Una madre que ya tiene varios niños che, organización internacional fundada hace
en casa, a veces no puede quedarse en el treinta años por mujeres que quisieron hacer
hospital durante varias semanas, con su bebé. que el amamantamiento fuera más fácil y más
Además, al seguro nacional francés no se lo satisfactorio tanto para las mamás como para
convence fácilmente para que cubra los cos­ los bebés. Es importante que las mujeres estén
tos de su hospitalización por más de doce informadas sobre qué esperar del amaman­
días, a pesar de que, por lo general es menos tamiento, pues muchos doctores saben tan po­
costoso que la permanencia del recién nacido co sobre esto que no pueden aconsejar a las
en una unidad de cuidado intensivo. Estas di­ madres acerca de qué hacer cuando surgen
ficultades prácticas en cierto modo, se hallan problemas, y entonces, demasiado rápidamen­
ligadas también con nuestra quizás excesiva te, les aconsejan darles mamaderas.
prudencia. Desde este momento, es la madre "la que
A pesar de la "falta de calidez" de la incu­ toma las riendas". Quedamos a su disposi­
badora, las hemos utilizado en casos en los ción para ayudarla, si hubiera algún proble­
cuales habría sido posible, simplemente, pres­ ma. Pero si hemos hecho nuestro trabajo de
cindir de ellas. No nos sentimos preparados manera adecuada, ahora ella estará lista y de­
para seguir totalmente el ejemplo del pediatra seando manejarse por sí misma.

EL NACIMIENTO RENACIDO 106


-
Una madre de París del nacimiento? Muy pronto la oigo tocan­
do el piano en el cuarto de canto; sus ma­
Era primavera. Cada martes íbamos para nitas tocan las teclas como si fueran alas
cantar con Marie-Louise a la unidad de ma­ de mariposas cepillándose en un verde pra­
ternidad. Yo estaba embarazada de dos me­ do. La cabeza del bebé coronó. "Me he
ses, cuando hicimos nuestra primera visita. quedado sin fuerzas, yo. . . " Martine larga
A la salida del colegio podía oír a mi hija un grito de queja.
de cinco años mandándose la parte con sus El bebé de Martine ha nacido y llora sua­
amigas: "Me voy a bailar y a cantar al hos­ vemente en sus brazos. "¡Mi hijo!", dice a­
pital donde nacen los bebés". sombrada: "¡Ahora tienes tu propia vida!"
Fantasía: Marie-Louise canta a propósito El sudor de mi cara está mezclado con lá­
de la vida y mí bebé canta a la vida adentro grimas de alegría. "¿Podemos ir al picnic
de mí. El verano llega a Pithiviers, inun­ ahora?" grita mi hija, al entrar en el cuarto.
dando al pueblo con la luz del sol. En Be­ Varios días después, me pregunta pensa­
auce, los campos dorados cubren la tierra. tiva: "Mamá, ¿eso es la vida?" "Sí", le con­
Pasamos las vacaciones en la hostería de la testo. Y su respuesta es: "¡Oh! ¡Es maravi­
campiña, dirigida por Madame de la Forge. lloso!"
Ella trabaja en el hospital y también canta Un mes más tarde, hacemos el viaje fa­
allí. Su hospitalidad no tiene límites. miliar desde París a Pithiviers. Los puebfe­
Un día durante la cita con un pediatra, rinos están cefebrando fa fiesta local. Flo­
mi hija es atraída por Martine, una joven res. Bandas. "Mayorettes". Mis contraccio­
futura madre. Juegan juntas y hacen paja­ nes, que empezaron esa mañana, se ouel­
ritas de papel. Una amistad nace. "Bueno, ven regulares mientras seguimos el ritmo
lo prometo: mañana vamos a hacer jun­ de la música. A eso de las ocho de la noche
tas un picnic en el césped". Pero al día si­ deshago mi vafija en el cuarto 1 26. Mi hija
guiente Martine y Didier, nuestros nuevos está encantada escuchando mágicas histo­
amigos, no están allí. En el hospital, una rias que le cuenta su padre. Pronto se que­
asistente nos informa que su bebé está por da dormida.
nacer en el cuarto 126 . Le vamos a hacer A medianoche, nace Baptiste.
una corta visita. Didier me pide que me Su padre me ayudó con todas sus fuer­
quede con Martine durante unos cinco mi­ zas, mientras que una asistente se asegura­
nutos, mientras él fuma un cigarrillo. Esta­ ba de que su precioso agarre fuera firme.
ban acampando, cuando los primeros "sig­ Nuestra partera esperó pacientemente. Y
nos" comenzaron durante la noche. Marti­ ahí estaba yo, sentada en ef piso, con mi
ne está por dar a luz. Quiere compartirlo bebé en mis brazos. Se le preparó un pe­
conmigo, para volver a traer los viejos la­ queño recipiente para bañarlo. Una enfer­
zos entre mujeres. Martine se sienta en la mera estudiante, a quien conocí en los �
pileta para aliviar las contracciones fuertes. siones de canto, se sentó a mi espalda, ha­
Mi hija entra y sale en puntas de pie. ¿Ten­ ciendo de confortable respaldo. Obseroé
dría que tratar de alejarla de la realidad mientras el papá de Baptíste cortaba el

MICHEL ODENT - 107


cordón umbilical, que aún estaba u nido a Cuando lo encontró de nuevo, ¡sonrió otra
mí. vez!
Volvi mos a nuestro cuarto; Baptiste iba En Pithiviers, yo estaba viva durante el
en los brazos de su padre. E n la cama, nacimiento; era capaz de disfrutar cada
Baptiste yace dormido a mi lado. Se des­ momento. Compartí mi experiencia con las
pi erta, trata de mamar; se vuelve a dormir mujeres asistentes, infinitamente atentas
otra uez. Recuerdo otra noche de nacimien­ hacia mí y mi bebé. Y para u n hombre de­
to, una noche sin dormir, gris de tristeza, be ser una experiencia inolvidable ayudar a
rodeada de vacío: en cuanto mi hija nació, dar a luz a la mujer que ama.
¡fue sacada de mi lado para que yo descan­ Seco al tembloroso Baptiste después de
sara! Aquí, en Pithiviers, a uno no le sacan su baño y le canto las ti ernas palabras de
sus hijos. Se dan tiempo y espacio para Marie-Louise:
que nu evos lazos se creen y crezcan.
Al otro día, una enfermera sugiere que Tu n'au ras jamais froid,
cambiemos al pequeño Baptiste, pero está Je semerai la laine,
dormido. Así que esperamos. Y yo toda­ Tu n'au ras jamais froid,
vía estoy al/í cuando s e despierta. El/os Je planterai la soie. . .
s i mplemente me dan consejos generales;
yo sé qué hacer. You '/1 never be cold,
Han pasado cuatro meses. El nudo tan 1'11 sow seeds o/ wool.
sólidamente hecho en Pithivi ers se ha vu el­ You '/1 neuer be cold,
to cada vez más fuerte con cada día q u e I'/1 plant silks unto/d .. .
pasa. ¡Miren a Baptiste, dejando mi pecho
para sonreírme, para mirar a su padre, cu­ Jamás tendrás frío,
ya voz escucha! La primera vez que hizo e­ Sembraré semillas de lana.
so, no s e dio cuenta de que al sonreírse po­ Jamás tendrás frío,
día perder mi pezón y empezó a gritar. Plantaré Incalculable seda.

EL NACIMIENTO RENACIDO - 108


MICHEL ODENT - 109
ANTIOB STETRICIA

Es fácil imaginar las objeciones que un obs­ han sido consideradas como casos· especiales
tetra convencional puede tener con respecto o difíciles en otras partes y quieren saber qué
a nuestra manera de encarar el nacimiento es lo que nosotros podemos hacer de diferen­
en Pithiviers. Esos doctores pueden argUir te. Por ejemplo, es típico encontrar en nues­
que nuestra práctica es adecuada sólo para tra clínica, a mujeres de más de treinta y siete
mujeres sanas, con embarazos de "bajo ries­ años o de treinta y siete a cuarenta y tres o
go" (de las que se espera un parto sin compli­ cuarenta y cuatro años, que ya han tenido
caciones) y que para todas las demás muje­ una cesárea y ahora quieren la oportunidad
res, es potencialmente peligroso. Es cierto de hacer un trabajo natural y tener la posibili­
que la mayoría de los nacimientos en Pithi­ dad de dar a luz por vía vaginal. Además, una
viers no tienen problemas. Sin embargo, esto clínica de maternidad a unos treinta kilóme­
no se debe al bajo riesgo de la población de tros, que aún no tiene medios quirúrgicos,
la clínica. No seleccionamos a las posibles nos envía mujeres con problemas durante el
madres ni enviamos a aquéllas con posibles trabajo de parto. Evidentemente, estas muje­
problemas a otro hospital, ni tampoco hace­ res no se pueden calificar como embarazos
mos propaganda para atraer sólo un cierto de "bajo riesgo".
segmento de la población. De hecho, muchas Así que, contamos, por lo menos, con
mujeres que vienen a Pithiviers lo hacen pre­ nuestra cuota de casos difíciles. Sin embargo,
cisamente porque tuvieron problemas en pre­ para nueve de cada diez mujeres que dan a
vios trabajos y partos. Algunas, habiendo vis­ luz en Pithiviers, la calidez, la oscuridad, la
to muchos doctores y muchas unidades de privacidad, la calma, la tranquilidad, la liber­
maternidad, están extremadamente preocu­ tad de movimiento y la presencia de sensibles
padas, y a causa de esto, no podemos espe­ ayudantes durante el nacimiento, son sufi­
rar una labor y un nacimiento fáciles. Otras cientes para asegurar un tranquilo progreso

111
en el trabajo. En realidad, cuanto más difícil trabajo normal e ignoran por completo los
parece que va a presentarse el trabajo, más factores perfectamente comunes que pueden
atención prestamos a la calidad de la atmós­ modificar el proceso, sin que eso sea causa
fera. para alarmarse o intervenir. El resultado final
Los problemas son la excepción, aun con es que, cada nacimiento, es visto como un
aquellas mujeres cuyas experiencias pasadas problema potencial.
nos llevaron a creer lo contrario. En Pithiviers, por supuesto que no duda­
El establecimiento médico cita con frecuen­ mos en intervenir médicamente cuando es
cia el "factor riesgo" -la legítima preocupa­ necesario. No estamos contra la tecnología
ción por la seguridad de la madre y el niño­ médica y no negamos la importancia de las
para justificar la "medicalización" del proceso contribuciones tecnológicas en el campo de
del nacimiento y desacreditar toda otra alter­ la obstetricia. Lo que hacemos es evitar cual­
nativa: ya sean nacimientos caseros o centros quier riesgo innecesario para la madre y el
de nacimientos fuera del hospital o unidades bebé. Sin embargo, nuestra dedicación para
de maternidad en hospitales, como es el caso ayudar a las mujeres a dar a luz por sí solas,
de Pithiviers. Pero no está realmente bien determina cuándo y cómo intervenimos, si se
claro si esta actitud (que involucra el difundido generara algún problema; puesto que la si­
uso de sedantes, hormonas artificiales para tuación de cada mujer es diferente, no puede
estimular el trabajo, epidurales y otras aneste­ haber un modelo de rutina general para in­
sias, fórceps y las cesáreas diarias) ha dismi­ tervenir. Y ya que consideramos al nacimien­
nuido el "factor riesgo", puesto que gran par­ to como un acontecimiento personal e ínti­
te de esta intervención médica introduce nue­ mo, hacemos todos los esfuerzos posibles
vos riesgos. Además, este énfasis en casos de para minimizar la naturaleza invasora de la
alto riesgo sirve muy pobremente a los intere­ asistencia médica. Como resultado, muchos
ses de la gran mayoría de las mujeres, que aspectos de nuestra práctica eliminan los pe­
tienen embarazos y alumbramientos "norma­ ligros que la obstetricia convencional ha crea­
les". Desafortunadamente, la mayoría de los do: cuando las mujeres tienen la libertad de
doctores están mucho más interesados en la moverse durante el trabajo de parto y asumir
enfermedad que en la salud. Creen que la las posiciones de alumbramiento verticales,
buena salud es simplemente la ausencia de algunas complicaciones nunca aparecen y
enfermedad. Como resultado, doctores y es­ muchas intervenciones comunes se vuelven
tudiantes de medicina se refieren con fre­ innecesarias.
cuencia a la obstetricia ; sólo cuando implica Tomemos, por ejemplo, el desgarro artifi­
patología. Se pasan la mayor parte del tiem­ cial de las membranas; un procedimiento que
po preparándose para todas las cosas terri­ • se ha vuelto cada vez más frecuente, aunque
bles que podrían ir mal durante el embarazo y su justificación médica sea discutible. En los
el alumbramiento. Los estudiantes saben todo hospitales modernos, es normal romper las
acerca de la placenta previa y de la toximia membranas que contienen las aguas en las
aguda, pero para cuando se reciben, han que flota el feto, al comienzo del trabajo.
aprendido muy poco sobre la fisiología de un Cuando la presión de una contracción hace

EL NACIMIENTO RENACIDO 1 1 2 -
que las membranas se hinchen, se pueden les el romper las membranas parece acelerar
romper fácilmente con cualquier instrumento el trabajo, probablemente se esté ante mem­
sin filo. Una de las razones que dan los doc­ branas que se hubieran roto muy rápidamen­
tores para este procedimiento (amniotomía) te por sí solas.
es que acelera el trabajo, lo cual se supone En Pithiviers, raramente· rompemos las
que es bueno. Otra razón por la cual los membranas, a fin de dejar que el trabajo de
practicantes rompen las membranas, es para parto siga su curso fisiológico natural. En
determinar el color del líquido amniótico. Es­ cambio, si pensamos que es necesario hacer
te color puede proporcionar datos que ayu­ una revisación especial para ver la condición
dan a saber en qué condiciones está el bebé y en que se encuentra el bebé, inspeccionamos
a veces puede indicar peligro fetal. Si en al­ las membranas con un amnioscopio: un tubo
gún momento el feto es privado de oxígeno, de metal equipado con una luz al final. Con el
protegerá sus órganos vitales -como el cora­ amnioscopio podemos ver el color del líquido
zón y el cerebro- y comprometerá el flujo amniótico a través de las membranas transpa­
de oxígeno que va a otros órganos menos rentes, sin tener que romperlas. Tampoco ve­
cruciales. Cuando esto sucede, los intestinos mos la necesidad de usar monitoreo interno
se retraen y se vacían en el líquido amniótico, electrónico para chequear y verificar los lati­
dándole un tinte amarillento, verdoso o ma­ dos fetales continuamente. Por una parte, es­
rrón, lo cual sugiere que el bebé ha sufrido o ta intrusión agresiva en el mundo del bebé no
está sufriendo por la privación de oxígeno. está exenta de riesgo. Por otra parte, el bebé
Una tercera razón para romper las bolsas es probablemente está sufriendo porque la mu­
posibilitar a los doctores el uso de un monitor jer está inmovilizada sobre sus espaldas, con
eléctrico interno fetal que requiere ajustar un su útero presionando contra la vena cava y
electrodo en el cráneo del bebé para verificar sus contracciones aumentadas por hormonas
el peligro fetal. sintéticas; entonces sí, el monitoreo electróni­
Desde nuestro punto de vista, ninguna de co constante se vuelve necesario. En nuestra
éstas son razones suficientemente buenas pa­ clínica, donde las mujeres se mueven libre­
ra una intervención de rutina. Primero, no es­ mente y no se usan drogas, las dos principa­
tá del todo claro por qué una aceleración ruti­ les causas de peligro fetal son eliminadas. Es
naria del trabajo es deseable. Para empezar, por lo tanto innecesario para nosotros hacer
la rotura de las membranas da más posibilida­ otra cosa que escuchar intermitentemente el
des a la infección tanto para la madre como latido fetal con un estetoscopio obstétrico
para el niño. Sobre todo si la mujer tiene que convencional. Si la mujer está parada o si es­
trabajar yaciendo sobre su espalda, ya que en tá en la pileta, es más práctico recurrir al
esta posición, el líquido no puede salir por Doptone, pequeño instrumento que se pare­
abajo y para afuera. Romper las membranas ce a una afeitadora eléctrica y se usa con on­
también destruye su función potencial como das de ultrasonido de muy baja frecuencia,
protección adicional para el cordón y para el para detectar los movimientos cardíacos del
cráneo del bebé, durante las etapas finales del bebé. El Doptone es considerado seguro por
trabajo. Por último, en esos casos en los cua- muchos médicos, porque su onda es baja en

MICHEL ODENT - 113


presión y en intensidad. Sin embargo, puesto para estimular o reforzar las contracciones
que sus efectos a largo plazo todavía no son uterinas. El Pitocin es prescripto cuando una
conocidos, no lo usamos en las primeras eta­ mujer no logra tener el equilibrio hormonal
pas del embarazo; si lo tenemos que utilizar necesario durante el trabajo, para secretar
durante el parto, lo hacemos por breves in­ bastante oxitocina capaz de generar las con­
tervalos. tracciones o bien las contracciones suficiente­
Hay sólo dos situaciones en las cuales juz­ mente fuertes. Sabiendo lo que ya sabemos
gamos necesario romper las membranas: la sobre el efecto del entorno para la mujer que
primera, cuando el trabajo cesa totalmente, está trabajando, no debería sorprendernos
una vez que la dilatación cervical se ha com­ que el ambiente de un hospital convencional
pletado. Este es un problema que encontra­ no sea muy apropiado para trabajos espontá­
mos raramente, ya que si somos suficiente­ neos y eficaces. Los alrededores desconoci­
mente pacientes, por lo general el trabajo dos, las luces brillantes, las máquinas que inti­
vuelve a empezar de manera espontánea. El midan, los sonidos extraños, el constante ir y
segundo es cuando la placenta está baja pero venir de gente extraña hacen bastante impro­
no cubre absolutamente la apertura cervical bable que una mujer pueda lograr el equilibrio
(placenta prevía marginal). En este último ca­ hormonal requerido. Por eso el Pitocin se
so, una vez que las membranas se han roto, vuelve necesario en tantos nacimientos de
algunas mujeres pueden dar a luz vaginal­ hospital. Sin embargo, no es una alternativa
mente, sin peligro de hemorragia. Sin embar­ ideal. Las hormonas sintéticas, aun en dosis
go, salvo estos ejemplos especiales e inusua­ prudentes, nunca pueden reemplazar el ba­
les, no es excepcional en Pithiviers que los lance hormonal fisiológico perfecto. Además,
bebés nazcan con las membranas intactas cu­ la experiencia nos ha enseñado que las con­
briéndoles la cabeza; éste es un signo de bue­ tracciones reforzadas artificialmente con Pito­
na suerte en muchas culturas del mundo. Por cin, a causa de su a veces excesiva fuerza y
supuesto que, algunas veces, las membranas mayor frecuencia, tienen más probabilidad de
se rompen ellas solas antes de que las con­ privar de oxígeno al feto, que las contraccio-
tracciones empiecen. Si esto sucede, espera­ . nes naturales. Finalmente, estudios recientes
mos que el trabajo comience y nos asegura­ han demostrado una relación entre el uso del
mos de que el agua esté limpia, lo cual es un Pitocin y de la glucosa (el azúcar que se en­
indicador del estado de salud del bebé. No cuentra en la solución del drip intravenoso, a
hay que anticipar ningún riesgo por esta rup­ través del cual el Pitocin es administrado) y la
tura espontánea y normal, pero evitamos ha­ ictericia neonatal.
cer exámenes vaginales durante estos mo­ Por eso, en Pithiviers, hacemos todo lo po­
mentos, para minimizar la posibilidad de in­ sible para crear un entorno en el cual la mu­
fección. Otra práctica que cuestionamos es el jer va a secretar su propia oxitocina, hacien­
uso rutinario de Pitocin. El Pitocin (una forma do innecesario el Pitocin. Empleamos Pitocin
sintética de la hormona oxitocina) es la droga en menos de un nacimiento cada cien, sólo si
que se usa más frecuentemente en todo el la dilatación no progresa y el descenso del
mundo durante todas las etapas del trabajo, bebé se hace difícil. (Nunca administramos Pi-

EL NACIMIENTO RENACIDO - 114


tocin cuando hay presentación pelviana, por ne que decir cuándo lo debe hacer. Si sus es­
razones que serán tratadas más adelante, en fuerzos no son exitosos, el bebé tiene que ser
este mismo capítulo). Muy suavemente empe­ sacado con fórceps.
zamos el goteo de Pitocin. Si los latidos del La obstetricia convencional justifica el uso
bebé se hacen más lentos (aunque sea en gra­ de epidurales y otros procesos anestésicos di­
do mínimo), cesamos el drip inmediatamente; ciendo que evitan a las madres un gran dolor.
si todo sigue bien, continuamos hasta que el Las epidurales sacan el dolor, pero también
bebé haya descendido y la dilatación sea eliminan la participación activa durante el
completa. A veces, una dosis minúscula es parto. Además, los mismos doctores que abo­
suficiente para que la dilatación y el descenso gan por su uso se niegan a reconocer que,
sean completos. En cuanto se puede -es de­ gran parte del dolor del alumbramiento es
cir, cuando el bebé ha coronado y está listo creado por su insistencia en que las mujeres
para nacer- suspendemos todo el Pitocin. deben dar a luz en una posición determinada,
Abrir el armario de las medicinas para bus­ así como por el uso rutinario del Pitocin, que
car drogas de cualquier tipo no es en absolu­ trae contracciones artificialmente fuertes y en
to una rutina en nuestra clínica. Excepto en su prescripción de otras drogas para alterar el
las ocasiones mencionadas más arriba en que equilibrio hormonal y probablemente inhibir
usamos Pitocin, casi nunca administramos la producción natural de opiantes. En cierto
drogas durante el trabajo de parto. Narcóti­ sentido, la obstetricia convencional no deja a
cos, tranquilizantes y calmantes, todos ellos la mayoría de las mujeres otra opción sino la
atraviesan la placenta y tienen efectos depre­ de solicitar epidurales y algún otro alivio arti­
sivos en el bebé. (Los efectos a largo plazo de ficial.
estas drogas en el recién nacido, desde el Pi­ En vez de recurrir a las drogas cuando un
tocin a los calmantes, aún no se conocen; nacimiento es particularmente difícil, brinda­
hay estudios en desarrollo). Tampoco usamos mos a la futura madre la posibilidad de rela­
anestesia local, como epidurales, tan popula­ jarse en una pileta de agua tibia y, eventual­
res en muchos hospitales. La epidural se mente, de permanecer un rato a oscuras, so­
efectúa insertando una aguja entre dos vérte­ la, libre para ser tan ruidosa como ella lo de­
bras lumbares, introduciendo un catéter y lue­ see. En ocasiones sugerimos una o dos gotas
go inyectando una anestesia que desensibiliza de alcohol en forma de punch o champagne,
o paraliza la región inferior de la mitad del para ayudar a la mujer a que se relaje. Tam­
cuerpo de una mujer. Las epidurales hacen bién hemos experimentado con algunas otras
bajar la presión arterial -lo cual tiene que alternativas, aparte de los calmantes quími­
ser remediado por drips intravenosos- e in­ cos. Por un tiempo tratamos de reducir el tra­
hiben contracciones uterinas; entonces las bajo de parto con acupuntura. Paradójica­
dosis de Pitocin se hacen necesarias. Cuando mente, mi viaje a China nos desalentó en la
la dilatación es completa y el descenso del be­ intención de proseguir en esta línea. De he­
bé ha terminado, la mujer, por supuesto, no cho, me enteré de que la acupuntura tradicio­
puede sentir cuándo tiene que empujar para nal china raramente es usada durante naci­
ayudar al bebé a emerger y entonces se le tie- mientos. Esto no es el resultado de ignoran-

MICHEL ODENT - 115


cia o indiferencia por parte de Jos acupuntu­
ristas masculinos. Por el contrario, la acupun­
tura es utilizada en obstetricia. El punto Zhi­
yin del meñique del pie, se cree que hace dar
welta a los bebés en presentación pelviana
durante el embarazo y el Renzhong, en el la­
bio superior, puede ser usado para revivir a
los recién nacidos. Pero la poca frecuencia
del uso de acupuntura durante el trabajo, pro­
bablemente refleja una actitud tradicional que
sabiamente reconoce que, tratar de influir en
el trabajo de parto, implica perturbar un pro­
ceso en extremo complejo, al cual es mejor
dejar intacto. A pesar de haber tenido algún
éxito con la acupuntura, era imposible de dolor de espalda y también permite que la di­
aplicar mientras la mujer estaba caminado latación progrese.
por ahí, cambiando posiciones o flotando en Por último, cuando hay un trabajo de parto
el agua, por lo tanto, eventualmente, la aban­ especialmente difícil, una mujer debe usar to­
donamos. Tenemos muy poca experiencia da la fuerza que tenga, para traer a su hijo al
con la homeopatía durante embarazo y par­ mundo. Confiamos en las capacidades pro­
to, pero nos ha sorprendido la aparente efi­ pias de la mujer y en su potencial durante el
cacia del "caulofillum 4CH" usado alternati­ trabajo; esa confianza ha sido constantemen­
vamente con "actea racemosa 4CH" (pildori­ te reforzada por nuestras experiencias en la
tas puestas debajo de la lengua de la mujer clínica.
que está en trabajo). Algunas parteras pien­ Lo mismo sucede para el momento del
san que estos remedios homeopáticos hacen alumbramiento . Los obstetras reaccionan
que el trabajo sea más fácil, más rápido y me­ bastante enérgicamente cuando les decimos
nos doloroso. De tanto en tanto, usamos "te­ que los fórceps no han sido usados en Pithi­
rapia lumbar de reflejo" para aliviar, cuando viers desde 1963 y, en lo que nos concierne,
las contracciones se sienten dolorosamente pertenecen a los museos. Semejantes reac­
en la parte baja de la espalda y la dilatación ciones apasionadas no deberian sorprender,
se ha detenido en unos cinco centímetros. ya que los fórceps son tan básicos en la prác­
Esto involucra inyectar pequeñas dosis de tica de la obstetricia moderna como lo es la
agua intradérmicamente, en el área lumbar. posición supina; eliminando ambas cosas, de
Se ha demostrado, mediante estudios, que hecho hemos sacudido los fundamentos de la
Jos impulsos de dolor originados en la piel práctica de la obstetricia moderna. No debe­
pueden inhibir impulsos de dolores profun­ ríamos olvidar que las mujeres, en un princi­
dos. Después de un intenso dolor local mo­ pio, tuvieron que yacer sobre sus espaldas,
mentáneo, dicho tipo de terapia generalmen­ en angostas y altas mesas de parto, para que
te trae alivio Inmediato para este específico los doctores pudieran usar los fórceps con

EL NACIMIENTO RENACIDO - 1 16
más facilidad. El uso de fórceps para sacar al de 0.4 Kg. por cm., un número muy bajo pe­
bebé del cuerpo de la madre desplaza com­ ro suficiente para nuestras necesidades.
pletamente el proceso natural del alumbra­ Cuando la presión llega a este punto, mante­
miento. A veces, los nacimientos con fórceps nemos una ligera tracción en el tubo de go­
deben ser acompañados de anestesia, hacien­ ma, tirándolo suavemente en la dirección de
do el proceso tanto más intruso y peligroso. la cabeza del bebé. Durante las contraccio­
Claro que, en la mayoría de los casos, el en­ nes, la taza ayuda a evitar que la cabeza del
trenamiento y la destreza de quien lo practica bebé se vuelva a subir por la vagina de la ma­
son más importantes que el tipo de instru­ dre. Mientras tanto, por su parte, la madre
mento usado. Pero es desafortunamente ver­ sigue colaborando con el bebé afuera, usando
dad, que los fórceps no pueden ser conside­ el extractor al vacío como una ayuda para sus
rados como seguros en cualquier mano y propios esfuerzos. La cabeza del bebé que
muy pocos son los que pueden usarlos con la empuja contra el perineo estimula una más
suficiente delicadeza y seguridad. alta secreción de oxitocina, lo que desencade­
En Pithiviers, el abandono de la posición na contracciones eficaces (el reflejo Fergu­
dorsal ha convertido los fórceps en piezas ob­ son). Por esta razón, si se ha estado usando
soletas. En los raros casos en que las contrac­ el goteo de Pitocin, lo discontinuamos en
ciones de la madre son insuficientes para em­ cuanto el bebé ha bajado lo suficiente como
pujar a su bebé sin ninguna ayuda, aun cuan­ para usar el extractor al vacío. Una vez que
do el descenso está completado y el cérvix las contracciones son buenas y fuertes, guia­
absolutamente dilatado, utilizamos en su lugar mos la cabeza del bebé suave pero firmemen­
un aparato llamado "extractor al vacío". Este te hacia afuera. El bebé desciende con facili­
instrumento (que se emplea aproximadamen­ dad y la cabeza, generalmente, corona des­
te en un 6% de todos los nacimientos en pués de varias contracciones. Uegados a este
Pithiviers), consiste en una pequeña taza suje­ punto, a veces sacamos la taza y procedemos
tada por un tubo de goma a un frasco. Con como de costumbre, mientras la madre adop­
un simple inflador como para bicicleta, se ta la posición que mejor le convenga. En re­
crea el vacío en el frasco, para que la taza se sumen, el extractor al vacío es un instrumen­
adhiera a la superficie. A pesar de que puede to práctico y seguro; nunca falla, es extrema­
ser usado en cualquier posición, el extractor damente fácil de usar y no requiere anestesia.
al vacío es utilizado cuando la madre está en Lo utilizamos en el cuarto de alumbramiento,
una posición semisentada, ayudada por su pero también podría ser apliéado durante na­
compañero o asistente. La taza es insertada cimientos en los hogares.
en su vagina y puesta en la cabeza del bebé, Después del uso del extractor al vacío, al fi­
lo más cerca posible del hueso púbico de la nalizar la primera etapa del trabajo, las muje­
madre. Cuando se bombea para crear el vacío, res en general están aptas para valerse de sus
la taza se adhiere a la cabeza del bebé. Un propios recursos y dar a luz. Muchas madres
dispositivo indica la cantidad exacta de pre­ no tienen la sensación de que sus bebés les
sión que está siendo aplicada. En cuestión de fueron extraídos; algunas de ellas hasta se ol­
cinco minutos, la presión alcanza alrededor vidan de que fueron asistidas por el extractor

MICHEL ODENf 1 1 7
-
al vacío. En cambio las mujeres cuyos bebés hemos encontrado necesarias en sólo un 7 %
han sido sacados con fórceps, nunca lo olvi­ de todos los nacimientos en Pithiviers. Hace­
dan. En lo que concierne a los bebés, des­ mos una episiotomía sólo cuando hay causa
pués de la extracción al vacío, se suele for­ de preocupación por el estado físico del be­
mar un pequeño chichón en sus cabezas, que bé, por ejemplo, en caso de presentación
desaparece por completo luego de algunas pelviana. En ese caso, la episiotomía va a evi­
horas. tarle al bebé ya estresado, esas últimas con­
Significativamente, los extractores al vacío tracciones, que van a ayudarlo a nacer más
son muy conocidos y usados sólo en los rápidamente.
países donde las mujeres tienen control sobre La verdad es que las episiotomías son rara­
el entorno del nacimiento. Originalmente fue­ mente necesarias cuando las mujeres dan a
ron desarrollados en Suecia, un país con lar­ luz en la posición de cuclillas, con asistencia,
ga tradición en parteras. En China, donde la como tan a menudo es el caso en Pithiviers.
mayoría de las obstetras son mujeres, las asis­ Esta posición asegura la máxima presión pél­
tentes a menudo usan una versión muy rudi­ vica, óptima relajación muscular, elasticidad
mentaria del método del extractor. Los fór­ perineal extensa y el mínimo esfuerzo muscu­
ceps, que literalmente arrancan el nacimiento lar. También provee la mejor salvaguardia
a la madre y lo ponen en las manos del doc­ contra serias rasgaduras de perineo. Cuando
tor, son usados exclusivamente en países una mujer yace sobre sus espaldas con sus
donde los hombres dominan el campo de la pies en los estribos y trata de empujar contra
obstetricia. En los Estados Unidos, por ejem­ la gravedad, es muy posible que se origine un
plo, donde a las parteras no se les ha dado su desgarro en los tejidos profundos, por debajo
Jugar, el uso de fórceps es muy alto. de la superficie de la piel. Sin embargo, en la
Otro proceso que se practica comúnmente posición acuclillada, ayudada, cualquier des­
en el momento del alumbramiento y que no­ garramiento será superficial y sanará rápida­
sotros efectuamos sólo en circunstancias muy mente. Otras maneras de prevenir serias ras­
particulares, es la episiotomía. La episiotomía gaduras de perineo es evitar dar órdenes
consiste en cortar la apertura vaginal con tije­ (" ¡empuje!" " ¡ no empuje!"), que muy rara­
ras a fin de agrandarla, para facilitar el pasaje mente están afinadas con lo que la mujer
del bebé. Siempre se hace en la "fourchette", siente y también evitar tirar de la cabeza del
es decir, en la parte de atrás de la apertura bebé para que salgan los hombros.
vaginal. A veces el corte es derecho hacia Otras de las razones por las cuales las epi­
atrás (línea media); otras, hacia un lado (me­ siotomías son tan ocasionales en nuestra clí­
dio-lateral). Esto suele efectuarse justo antes nica es simplemente porque a nuestras parte­
de las contracciones finales, cuando el peri­ ras no les gusta hacerlas, lo que trae a cola­
neo es distendido por la presión de la cabeza ción la cuestión de que, por ahí, esta cortadu­
del bebé y se ha vuelto relativamente insensi­ ra de la vagina refleja alguna insensibilidad
ble; la mujer no siente dolor. Mientras que las específicamente masculina. Por supuesto, los
episiotomías son rutinarias en la mayoría de obstetras convencionales siempre han tratado
los hospitales modernos (95 %), nosotros las de justificar su práctica. Argumentan que las

EL NACIMIENTO RENACIDO - 1 1 8
episiotomlas reducen la posibilidad de un fu­ de cesáreas es mucho más alta en hospitales
turo prolapso* uterino, aunque no hay ningu­ privados que en hospitales públicos. (Un hos­
na evidencia científica que apoye esta hipóte­ pital privado registra ¡una tasa del 80%!).
sis. En mi propia experiencia quirúrgica, he Además, el peligro de ser procesado juega un
observado que el prolapso tiene muchas más papel importante. Hoy en día, un obstetra ra­
probabilidades de ocurrir cuando los médicos ramente es condenado por hacer una cesárea
aceleran la labor artificialmente, poniendo innecesaria, pero si un bebé muere durante el
más presión en los músculos o por nacimien­ trabajo de parto, es fácil decir a posteriori
tos con fórceps, que realmente dañan los que la operación podría haberlo salvado. La
músculos. El hecho de que las episiotomías manera más simple de evitar problemas lega­
sean una rutina, generalmente hechas sin ra­ les es ser absolutamente convencional. A este
zón, hace que se vuelva aún más insoporta­ respecto, nosotros, en Pithiviers, somos muy
ble el saber que pueden causar a las mujeres vulnerables. Otro factor que contribuye al au­
dolor y problemas sexuales durante muchas mento de la tasa de cesáreas es que, en estos
semanas después. Semejantes complicacio­ días, los estudiantes de medicina no están
nes no surgen tras un desgarre natural, que siendo entrenados para lidiar con trabajos
cicatriza mucho más rápido que una episio­ complicados, como presentaciones de pelvis
tomla. o, incluso, con largos trabajos de parto nor­
Las consecuencias de nuestra actitud qui­ males, sin recurrir a la cirugía. Una vez más,
zás estén demostradas en forma más dramá­ la medicina convencional parece tratar el mis­
tica, con nuestra tasa de cesáreas del 6 al mo alumbramiento como una complicación,
7%, que contrasta muy provocativamente un caso patológico que necesita intervención.
con las cada vez más altas tasas de todo el Una de las razones fundamentales para el au­
mundo (19% en los EE.UU., en 1982; 13% mento de las cesáreas puede ser la necesidad
en Inglaterra y 15% en Francia). El más fa­ bien establecida por los obstetras masculinos,
moso profesor de obstetricia en Francia, re­ de controlar el proceso de nacimiento. Cier­
cientemente declaró que él pensaba que un tamente, el dramático aumento en la tasa de
20% de tasa de cesáreas era sumamente ra­ cesáreas (en los EE.UU., de 4,5% de alum­
zonable. A este aumento se le dan muchas bramientos en 1 9 6 5 a 2 5 % a finales de
explicaciones. Los médicos, de buena fe, lo 1980) sugiere que las cesáreas ya no se usan
atribuyen a la creciente preocupación por la más sólo como un método de nacimiento de
seguridad del bebé, pero también están invo­ emergencia para salvar la vida de la madre y
lucrados otros factores. A pesar de que las ra­ el niño. Por supuesto, hay razones indiscuti­
zones financieras sean raramente predomi­ bles para hacer cesáreas, pero este aumento
nantes, en algunos países, la operación pro­ de la frecuencia parece cada vez más cuestio­
porciona mucho dinero a los hospitales priva­ nable. Desafortunadamente, el trauma físico
dos. En Rio de Janeiro, por ejemplo, la tasa y emocional asociado con los nacimientos
por cesárea, que alguna vez llevaron a que las
Una condición en la cual los músculos vaginales, heridos o

desgastados durante el alumbramiento, ya no pueden soste­ mujeres protestaran, ha sido olvidado por la
ner al útero. costumbre. Las mujeres se acostumbraron a

MICHEL ODENT - 119

J
la idea de las cesáreas, precisamente porque to con drogas, practicada comúnmente en Jos
ahora, semejante procedimiento es tan co­ hospitales occidentales, produce una labor
mún -y hemos llegado a la segunda o a la más difícil, más dolorosa y prolongada y con
tercera generación de madres a quienes los frecuencia puede ser el preludio de una cesá­
nacimientos "medicalizados" han sido im­ rea. También lo es la ruptura artificial de las
puestos- y porque también está fuertemente membranas, posible origen de un prolapso
apoyado por la institución médica. del cordón umbilical. (Por el contrario, los
En las raras instancias en que el alumbra­ prolapsos en los cordones raramente suceden
miento por v1a vaginal es realmente no acon­ cuando las membranas no son rotas artificial­
sejable o imposible, nosotros, como cualquier mente). Al salir el líquido en el cual el cordón
otra persona, efectuamos cesáreas. Por ejem­ umbilical flota fuera de la bolsa, el cordón
plo, nunca dudamos en hacer una cesárea puede pasar por debajo de la cabeza del bebé
cuando el bebé se presenta en forma frontal y ser apretado por completo; de esa manera,
(con la frente en vez de la parte de atrás o el la llegada de oxígeno es bloqueada. El resulta­
tope de la cabeza sobre el cérvix) o en posi­ do es el peligro fetal, y entonces, la cesárea
ción transversal (cuando el bebé está atrave­ se vuelve necesaria. Las drogas que aceleran
sado en el útero). También la hacemos cuan­ el trabajo también pueden interferir con la lle­
do hay un prolapso repentino del cordón gada de oxígeno al bebé, pues éste es priva­
por más de cinco o diez minutos antes del do de oxígeno durante las contracciones; las
momento probable del nacimiento . (Esta inducidas con Pitocin artificial son más fuer­
compresión del cordón es muy peligrosa, tes y más frecuentes que las espontáneas.
porque va a reducir y luego suprimir el inter­ Una vez más, el resultado puede ser el peli­
cambio de sangre entre el bebé y la placenta, gro fetal y, en consecuencia, una cesárea.
cortando así la fuente de oxígeno para el be­ Las drogas para calmar el dolor, a menudo
bé). Una cesárea también es inevitable si hay administradas a la madre para aliviarle el su­
algún obstáculo en el camino del bebé, como frimiento de las contracciones inducidas por
es una placenta previa que cubra completa­ el Pitocin, pueden perturbar el proceso del
mente el cérvix. Y por último, cualquier peli­ trabajo y también llevar a una operación ce­
gro fetal inesperado puede llevar a una cesá­ sárea. Hablando más generalmente, los pro­
rea. cedimientos profesionales de los hospitales:
Obviamente, cada grupo de asistentes al la inserción de monitores electrónicos (que a
nacimiento tendrá su propio criterio para cal­ menudo registran falsos peligros fetales), los
cular los riesgos y las indicaciones. Es signifi­ exámenes vaginales, los goteos intravenosos,
cativo, sin embargo, que en Pithiviers, las ce­ todo eso puede inhibir el trabajo de la mujer.
sáreas aparecen con menor frecuencia que El miedo detiene el trabajo y, entonces, se
en cualquier otra parte. El hecho es que los juzga la necesidad de practicar una cesárea.
procedimientos de los hospitales (notable­ Es alarmante pero verídico. Cuanto más in­
mente ausentes en nuestra clínica), a menudo terviene la medicina en el alumbramiento,
crean por sí mismos la necesidad de efectuar más difícil y complejo se vuelve todo. Nuestro
las cesáreas. La inducción del trabajo de par- bajo porcentaje de cesáreas en Pithiviers, su-

EL NACIMIENTO RENACIDO - 120


giere que una práctica cuyo primer objetivo tra experiencia con bebés de presentación
es ayudar a la mujer a dar a luz sin perturbar pelviana, nos hemos dado cuenta de que ob­
el proceso fisiológico en ningún momento, es servando el progreso natural de la primera
la mejor manera de disminuir el número de etapa del trabajo, tenemos las mejores indica­
operaciones cesáreas. En Pithiviers, casi nun­ ciones para saber a qué atenernos hasta el úl­
ca planeamos cesáreas. Aunque sospeche­ timo momento. Esto quiere decir que no ha­
mos que una cesárea puede llegar a ser nece­ remos nada que pueda interferir con la pri­
saria, preferimos esperar que el trabajo de mera etapa del trabajo: ni Pitocin, ni baño en
parto empiece espontáneamente. Después, la pileta, ni ninguna mención de las palabras
dependemos de nuestra experiencia para "de nalgas". Si todo sale bien, no hay ningu­
ayudamos a tomar decisiones rápidas. Prime­ na razón para pensar que la segunda etapa
ramente -ya que tenemos razones para cre­ del trabajo pueda crear algún problema.
er que el sistema endocrino fetal juega un rol Nuestra única intervención será insistir en la
en la puesta en marcha del principio del tra­ posición acuclillada, ayudada, para el naci­
bajo- cuando el trabajo empieza espontáne­ miento, ya que mecánicamente es la más efi­
amente, quiere decir que el bebé ha desarro­ caz. Reduce la posibilidad de que tengamos
llado adecuadamente las glándulas pituitaria y que sacar al bebé hacia afuera y es la mejor
adrenal y está lo bastante maduro como para manera para minimizar el tiempo entre la ex­
lidiar con los rigores del trabajo y del naci­ pulsión del ombligo del bebé y su cabeza, que
miento. Segundo, parece ser que las contrac­ podría resultar en la compresión del cordón
ciones uterinas durante el trabajo jt,�egan un umbilicar y privarlo de oxígeno . Jamás nos
rol estimulando el sistema neuroendocrinoló­ atreveríamos a arriesgarnos a hacer un parto
gico del bebé; no queremos privar al bebé de con presentación pelviana si la madre estu­
ninguna parte de este estímulo. viera en una posición dorsal o semisentada.
Por último, dentro del campo del trabajo y Por otra parte, si las contracciones en la
el alumbramiento, uno aprende rápidamente primera etapa del trabajo son dolorosas e
a esperar lo inesperado. A veces, una mujer ineficaces y la dilatación no progresa, rápida­
tendrá una rápida y fácil labor aunque los mente debemos dejar de lado la idea de un
profesionales creían que sólo era posible una alumbramiento por via vaginal. Si no, vamos
cesárea. Por ejemplo, a mujeres que en otras a tener que encarar el peligro del "punto de
oportunidades habían tenido cesáreas, a ve­ no retorno", a último momento, cuando lue­
ces se les dice que siempre tendrán que dar a go de la aparición de las nalgas del bebé, ya
luz de esa manera. Sin embargo, en nuestra sea demasiado tarde para cambiar estrategias
clínica, una de cada dos mujeres que previa­ y decidir hacer una cesárea. Sin embargo, a
mente ha tenido cesáreas, logran dar a luz pesar de que siempre hacemos cesáreas
por vía vaginal. Tampoco los nacimientos cuando la primera etapa del trabajo es difícil
que vienen con presentación pelviana justifi­ y la situación no mejora, la mayoría de los
can siempre esta operación, aunque esto, a nacimientos que vienen con presentación de
pesar de todo, se haya vuelto una regla en pelvis, en nuestra clínica, terminan siendo na­
muchos hospitales convencionales. Por nues- cimientos por via vaginal.

M!CHEL ODENT - 121


Una presentación pelviana en la posición acuclillada, ayudada

En dos situaciones, a veces, planeamos las modo de que su estado no desemboque en


cesáreas por adelantado: la primera es cuan­ una eclamsia (convulsiones seguidas por un
do una madre desarrolla una preeclamsia. Si estado comatoso, que puede causar la muerte
una mujer tiene un incremento abrupto en la a ella o al bebé). La mayoría de los casos de
presión arterial hacia el final del embarazo y preeclamsia ocurren en las últimas semanas
hay proteínas en su orina, la hospitalizamos y del embarazo; a veces, aparecen incluso du­
la tenemos bajo cuidada observación. Si se rante el trabajo de parto.
tiende sobre su costado izquierdo, para aliviar En ocasiones, hacemos una cesárea sin
la presión en la vena cava, su presión arterial esperar que comience el trabajo de parto
a veces baja y puede dar a luz normalmente. espontáneamente, cuando un embarazo du­
Una mujer en este estado no tendría que to­ ra más de lo requerido. Sin embargo, es re­
mar ningún medicamento. Si le vienen re­ almente raro que u n bebé llegue con retar­
pentinos dolores de cabeza y siente como do; hay una tendencia a subestimar la fre­
una barra en el estómago o si el amnioscopio cuencia con que esto sucede, generalmente
muestra que las aguas no están claras, se ha­ porque la madre o el obstetra han calcula­
rá una cesárea, inmediatamente. Es el único do mal o se han equivocado sobre la fecha

EL NACIMIENTO RENACIDO - 122


MICHEL ODENT - 123
de concepción. Cuando estamos seguros de cesáreas en relación con la "postmadu­
de que una mujer está con verdadero retra­ rez", se mantiene muy bajo.
so, se le hace una amnioscopía cada treinta En general, las cesáreas en nuestra clínica
y seis horas; mientras el líquido amniótico se reducen a medidas de emergencia. Nues­
se presente claro, esperamos pacientemen­ tra actitud disminuye de manera significativa
te. No vemos ninguna buena razón para in­ la tasa de intervenciones, porque nosotros no
ducir el trabajo de parto en forma rutinaria hacernos cesáreas automáticamente, sino
con goteos intravenosos de Pitocin o rom­ cuando éstas son absolutamente necesarias.
per la bolsa, en semejantes casos. A veces, Y dado que por lo general terminarnos deci­
una vez por año, esa amnioscopía revela el diendo hacer una cesárea de una manera to­
líquido amniótico coloreado o en disminu­ talmente inesperada, inmediatamente antes
ción; esos signos de peligro fetal requieren del nacimiento, no podemos usar anestesia
intervención inmediata. Si la futura madre que requiera larga preparación, corno sucede
ya ha tenido bebés, quizás rompamos las con la epidural. Usarnos una típica anestesia
membranas y veamos qué pasa, antes de general liviana que dura lo suficiente para la
decidir hacer una cesárea . En caso de que operación y operarnos con la mayor rapidez
la mujer sea primeriza, generalmente espe­ posible. A menudo, el padre está presente
ramos un trabajo más largo y más difícil; durante la cesárea para recibir a su bebé y es
entonces, en general preferimos hacer una frecuente que el bebé esté mamando, dentro
cesárea inmediatamente, para no añadir di­ de las dos horas.
ficultades. Con esta estrategia, el número Tanto en el alumbramiento vaginal corno

Usando el estetoscopio, para limpiar las vías respiratorias

EL NACIMtENTO RENACIDO - 124


en la operación cesárea, las horas que siguen excepcionales, pondremos un tubo dentro de
inmediatamente al nacimiento también son las vías respiratorias del bebé y soplaremos
tenidas como períodos posibles de peligro aire rítmicamente, directamente dentro de
para las madres y sus bebitos recién nacidos. sus pulmones. Si el recién nacido continúa te­
También aquí nuestra filosofía y experiencia niendo dificultades respiratorias o si hubiera
nos han llevado a minimizar la intervención habido un exceso del líquido amniótico du­
y, cuando es indicado, optar por los medios rante el alumbramiento (que a menudo coin­
que sean menos intrusivos. cide con los problemas respiratorios), usamos
El bebé puede tener problemas justo des­ una sonda para verificar si el esófago está
pués del nacimiento. En la mayoría de los obstruido. Por último, debe considerarse la
hospitales, es una práctica común introducir posibilidad de que el problema respiratorio
un tubo en la nariz y en la boca de cada bebé esté relacionado con una malformación que
para abrir los conductos inmediatamente des­ puede ser corregida quirúrgicamente, como
pués del nacimiento. Con frecuencia, éste es un esófago bloqueado o una hernia de dia­
el motivo que se da para la inmediata separa­ fragma.
ción de la madre y el niño. En Pithiviers, el La salud de la madre también puede correr
recién nacido es inmediatamente puesto en la riesgos, inmediatamente después del alum­
"posición de seguridad": sobre su estómago y bramiento. En caso de nacimiento por cesá­
con su cabecita sobre un lado. En esta posi­ rea, los riesgos para la madre son estadística­
ción, las vías respiratorias del bebé están pro­ mente más serios que aquéllos causados por
tegidas, aun si sus reflejos todavía no son lo alumbramiento por vía vaginal. En caso de un
suficientemente fuertes como para que tosa o parto vaginal, si hay alguna dificultad en el
llore. No hay ningún peligro y se puede espe­ desprendimiento de la placenta o si comienza
rar pacientemente algunos instantes, para una hemorragia, puede ser requerida la aten­
que el tono muscular y los reflejos mejoren. ción inmediata. Primero compensamos la
Luego, sin embargo, si el bebé todavía no pérdida de sangre; después sacamos la pla­
respira, hay que limpiar las vías respiratorias. centa manualmente y usamos drogas oxitóci­
Para este propósito, usamos la parte del este­ cas para ayudar a que se contraiga el útero.
toscopio obstétrico monoaural que tiene for­ Estos problemas ocurren pocas veces en Pithi­
ma de embudo -el extremo se pone sobre la viers; en realidad casi nunca suceden, cuando
boca y la nariz del bebé- y suavemente se el proceso de trabajo ha sido respetado todo
aspira la mucosa a través del embudo. Algu­ el tiempo.
nos bebés requieren una asistencia corta de Además, hemos descubierto que una mujer
ventilación con una máscara de oxígeno. puede evitar una hemorragia, simplemente
Después de algunos segundos, el recién naci­ sentándose derecha para recibir a su bebé,
do generalmente puede respirar por sí mismo después de haber dado a luz. Cuando está en
y empieza a llorar. Pero ¿qué pasa si, des­ posición vertical, inclinándose suavemente
pués de transcurridos unos minutos, el bebé hacia adelante para abrazar a su bebé, su úte­
todavía no puede respirar sin ayuda de la ro -todavía pesado- reposa sobre la vena
máscara de oxígeno? En semejantes casos cava y la sangre puede circular fácilmente

MICHEL ODENr - 125

J
por sus venas. El temprano amamantamien­ se evite perturbar esta interrelación de la ma­
to y el contacto piel con piel de la madre con dre con su recién nacido, ya que las hemorra­
el niño también pueden ayudar a prevenir he­ gias son potencialmente más peligrosas fuera
morragia materna; aparentemente, ambos del hospital.
procesos estimulan la secreción de oxitocina Nuestra estrategia es fácil de sintetizar: casi
y a su vez hacen contraer el útero, ayudando siempre esperamos que el trabajo de parto
tanto al despegue como a la explusión de la empiece por sí solo. Si el alumbramiento por
placenta. Nuestro 1% de intervención para vía vaginal parece dificultoso, tenemos tres
extraer la placenta manualmente habla con técnicas médicas a nuestra disposición: el Pito­
fuerza en favor de respetar la fisiología inte­ cin (raramente); extracción al vacío y episioto­
rrelacionada de la madre y del niño, después mía (a veces); si el alumbramiento por vía vagi­
del alumbramiento. Cuando el nacimiento su­ nal parece imposible o peligroso de cualquier
cede en el hogar, es aún más importante que manera, no dudamos en hacer una cesárea.

EL NACIMIENTO RENACIDO - 126


MICHEL ODEI'IT - 127
Dominique Pourré, partera más, que las mujeres, dentro de este cam­
po del alumbramiento, carecen de creativi­
Llegué a Pithiviers como partera, h ace dad e incentivo y que ellas esperan nues­
diez años, más por instinto que por elec­ tras soluciones? Actuamos por ellas, les en­
ción. Pero elegí quedarme. Todo lo que he señamos, organizamos sus vidas en teras
aprendido acá acerca de las mujeres, de los -incluso sus emociones- durante estos
hombres, de los doctores, de las parteras momen tos cruciales. Fue respecto de este
-y de mí misma- ha hecho que me fuera en trenamiento, de estas actitudes, del con­
i mposible volver a cualquier trabajo que tinuo refuerzo de esta autoridad y jerarquí­
descuida esta sabiduría, que se concentra a, que mi década en Pithiviers transcurrió
solamente en el en trenamiento, internacio­ como un prolongado y triunfante desafío.
nes y exá menes. Los últimos diez años me L a idea básica sobre las madres, de Mi­
han enseñado u n a cosa muy importante: che/ Odent, era la siguien te: "No siga el
las mujeres deben tener cuidado de no po­ consejo de nadie más. Nadie sabe mejor
nerse tan totalmente en manos de doctores que usted lo que es bueno para su bebé".
y parteras, cuando van a dar a luz a sus ni­ La futura madre era ahora responsable por
ñ os. Como profesion ales, hemos sido en­ lo que iba a convertirse en una ocasión de
trenados para ser fríos, distantes, técnicos, alegría. En vez de dejar que otro trajera su
a sus ojos; con esto n o h acemos ningún bebé al mundo, que lo confortara o que le
mal. Entonces, ¿cómo podemos n o conti­ diera el primer baño, era ella quien iba a
nuar creyendo y haciendo creer a los de- hacerlo; ella iba a participar.
Yo misma acababa de tener un hijo y
quizás esto me hizo más sensible a estas
verdades. Pronto decidí que, a pesar de las
tradicionales prerrogativas de mi rol como
partera, ya no podía ser la primera en to­
car al bebé. Ya no llevaría al recién nacido
a otro cuarto, por alguna misteriosa razón
que ya he olvidado hace mucho. He dejado
de usar guantes de goma, para que el pri­
mer contacto del bebé sea con la piel hu­
mana. No fué fácil, pero trataba. Y dejaría
que el bebé fuera acariciado por su madre.
Y yo digo dejaría, porque n osotros, los pro­
fesi onales, aún conservábamos el poder.
Todavía dábamos la luz verde para la libe­
ración y expresión de las emociones o más
frecuen temen te (como las convenciones y
la rutina n os habían enseñado), la luz roja.
Las madres tenían que empezar a tomar

EL NACIMIENTO RENACIDO - 128


sus propias in iciativas. Ya no podían sentir "quitadora " oficial, ¡estaba tan aliviada, a la
temor por la fragilidad y el contacto resba­ vista del bebé! Solía pensar: "¡Ahí está, un
loso de sus bebés. Les teníamos que decir: varoncito, aquí está, vivo! Lo puedo tener,
"Usted puede tener a su bebé usted m isma. tengo el derecho. " ¡Oh! , estaba tan asustada
Busque hacia afuera y tome esos pequeños de que pudiera no existir. . . Sí, como tú, la
bracitos que la están buscando a· usted. No madre. Yo tenía los mismos sentimientos, la
tenga m iedo, usted puede hacerlo. Es su misma ansiedad. "Y ahora te voy a hacer un
bebé". No es nuestro, no es del' doctor, no regalo: tu bebé. Pero primero tengo que exa­
es un producto extraño de la sabiduría mé­ minarlo, bañarlo, pesarlo, vestirlo". Parecía
dica, de la técnica o del poder. Pero no era i n te r m i n a ble la c a n t idad de cosas o de
tan simple como sonaba. personas a las cuales el bebé tenía que perte­
Uno no renuncia al sancionado rol profe­ necer aparte de su madre. Y estos "quitado­
sional de "quitadora de bebés", sin una gran res de bebés", vestidos de blanco, estas m is­
dosis de a u tonegación. Cuando yo era la teriosas figuras que hablaban fuerte y toma-

MICHEL ODENf - 129

J
EL NACIMIENTO RENACIDO - 130
ban las decisiones ¿qué era lo que estaban o­ quiere que se termine; que quiere gritar;
cultando debajo de las máscaras de gasa? que lo ua a hacer. La oigo mien tras grita y
¿El temor a la muerte, el temor de las muje­ ya no trato de aquietarla más. Ella se vuel­
res? ¿No podríamos encontrar otra manera? ve mi maestra. La escucho, estudio sus lec­
¿Realmente damos tanta sensación de segu­ ciones. Yo también estoy embarazada, em­
ridad? ¿Cómo pueden realmente /as mujeres barazada con sus palabras, sus dolores, sus
creer que nosotros sabemos más sobre estas extraños gritos que ni ella misma reconoce
cosas que ellas? como propios.
Así que ahora, ¡a sacarse las máscaras! Estoy asombrada. No hay nada que ense­
¡Los roles se han revertido! ñarle. Ella está empujando por la uida, so­
Estoy acá, oyéndola: ¿qué está sintien­ la. No la tengo que tocar. Me grita: "¡No se
do? La puedo ayudar si usted me dice qué acerque! ¡Estoy dando a luz! ¡Déjeme so­
es lo que qu iere. Hábleme, enséñeme. Yo la!" Se pone cómoda y yo me tengo que
no quiero pararme enfrente de usted, acti­ acomodar a su posición. Ella se mueve. Es
ua y poderosa. creativa, tiene inventiva, está llena de vida.
Hoy, en Pithiuiers, me puedo sentar dis­ Busca lo que quiere. Está exhausta ¡y sin
cretamente, escuchar, participar de un ac­ embargo tan vital! Cuando se tira sobre mí,
to íntimo. La mujer está parada. Ella me estoy cubierta con su sudor. Estoy obligada
dice lo que está pasando: que siente cam­ a hacer lo que ella quiere. Pero ella es ma­
bios en su cuerpo; que quiere empujar; que ravillosa, ella es la vida que está por traer
quiere abrirse un poco más; que las mem­ al mundo. Ya no me pregunta ni el tiempo,
branas llenas de agua se están hinchando ni el sexo, n i el peso. En cambio, simple­
entre sus dedos. Me dice lo que quiere: ca­ mente grita con placer. Yo me voy del cuar­
lidez; agua calien te; las caricias de su mari­ to, exhausta, llena de sus emociones y de
do o estgr sola o quizás mis propias cari­ su alegría.
cias. Expresa lo que siente: cuánto duele; Durante diez años en Pithiviers, me han
si quiere que las enfermeras estudiantes, enseñado: que donde las mujeres estén en
con sus grandes ojos abiertos se vayan del libertad, aprenderemos cómo dar a luz de
cuarto, porque están deteniendo algo den­ la mejor manera. Ellas nos lo van a mos­
tro de ella; que no soy siempre tan suave y trar. Ellas uan a confiar en nosotros. Miren,
gen ti l como ella querría que fuera; que mírenlas, escuchen con atención . . .

MICHEL ODENT - 1 3 1
Mural de la sala de encuentros, pintado por el padre de un bebé nacido en Pithiviers

EL NACIMIENTO RENACIDO 132 -


NACIMIENTO RENACIDO

U n día, durante un juego de preguntas y bre de rechazar cualquier forma de prepara­


respuestas en una radio francesa, le pregun­ ción que pretenda "enseñarle" cómo dar a
taron a los participantes: "¿Qué hay de espe­ luz. Es libre de moverse como desee, durante
cial sobre los nacimientos en Pithiviers?" No el trabajo. Las parejas son libres de actuar co­
era una pregunta fácil. Incluso yo hubiera te­ mo crean conveniente, en la privacidad del
nido dificultad para elegir la respuesta ade­ cuarto de alumbramiento.
cuada, de una sola línea. La respuesta "co­ Introducir libertad en una institución no es
rrecta" fue: "Las mujeres dan a luz en cucli­ ni fácil ni trivial. De hecho, los conceptos de
llas". Cierto, pero también había una canti­ "libertad" e "institución" parecen incompati­
dad de otras respuestas posibles: el rol promi­ bles, por definición. Sin embargo, como
nente de las parteras; contacto prolongado nuestra experiencia lo ha demostrado, se
entre madre e hijo; baños para los recién na­ puede hacer más de lo que generalmente se
cidos; grupos de canto; luces suaves; música; trata de hacer. Idealmente, las instituciones
piletas con agua caliente para relajación. de verdad pueden ofrecer una sensación
Pero Pithiviers es más que la suma de to­ comunitaria.
das estas partes. Representa una actitud, una En nuestros esfuerzos por crear libertad en
fe en el potencial instintivo de los seres hu­ el entorno del alumbramiento, estamos conti­
manos y en la sabiduría innata de las mujeres nuamente cuestionando nuestros roles como
para traer a sus hijos al mundo. Pithiviers profesionales. Los profesionales en general y
afirma el alumbramiento como una experien­ los representantes de la comunidad médica
cia sexual y alienta la espontaneidad y, ante en particular, a menudo inhiben el comporta­
todo, la libertad. Una mujer embarazada es li­ miento de los futuros padres, mucho más que
bre de visitar nuestra maternidad tan a menu­ cualquier persona lega, común. En Pithiviers,
do o tan espaciadamente como quiera. Es li- tratamos de ser lo más discretos posible, po-

133
niéndonos fuera del camino, quedándonos en les de placenta (0,9 %); 10 muertes perinata­
la parte de atrás y, asegurándonos simple­ les (7, 1 por mil) y 22 bebés separados de sus
mente, de que no ocurre nada anormal. A madres ( 1 , 5 %) para ser trasladados a las uni­
pesar de que nuestros métodos y nuestra filo­ dades de cuidado intensivo pediátrico.
sofía desafían lo que se asume y las prácticas Durante la última década, Pithiviers ha cre­
obstétricas que prevalecen, nos parece que, cido. Ha pasado a ser de una unidad tradicio­
medido aún por los estándares obstétricos nal de maternidad de pro'!incia, a algo como
tradicionales como son la morbidez perinatal un centro internacional de alumbramiento,
y materna y las tasas de mortalidad, Pithiviers un punto focal para la nueva concientizaci6n,
es un éxito. Por ejemplo, desde el 15 de ene­ sobre la importancia de cambiar las condicio­
ro de 1982 hasta el 30 de junio de 1983, de nes del alumbramiento. La idea de humanizar
1 4 0 2 nacimientos, 93 fueron cesáreas el parto había estado ganando fuerza no sólo
(6,6%); 73, extracciones al vacío (5 , 2 %); 84, en Pithiviers, sino también en muchos lugares
episiotomías (6 %); tres extracciones manua- del mundo. A menudo, estos aislados centros

EL NACIMIENTO RENACIDO - 134


de innovación se concentraban en los aspec­ nica para filmar y hacernos entrevistas a no­
tos personales, más que en los médicos o téc­ sotros y a las mujeres que daban a luz aquí.
nicos, del alumbramiento. Involucraban a Parece ser una de las tareas básicas de Pithi­
gente fuera de la corriente principal de la me­ viers, el actuar como catalizador de una exci­
dicina occidental, que sentía la necesidad de tante nueva percepción; el constante flujo de
una actitud más holística y espiritual respecto amigos y visitantes nos ayuda a difundir la pa­
del bienestar y a aquéllos interesados en las labra.
posibilidades terapéuticas del tacto, del soni­ Sin embargo, esta nueva conciencia no vie­
do, de la música, de la luz, del color y del ne sin sus propios dilemas internos. Por
agua. Antropólogos, psicoterapeutas, sociólo­ ejemplo, ¿cómo podemos conciliar la parado­
gos, ecólogos y educadores del alumbramien­ ja inherente de basarnos en los profesionales
to también se unieron. Al mismo tiempo, las de la ciencia, en los profesionales médicos,
parteras y los pediatras de todo el mundo es­ para ayudarnos a redescubrir y apoyar las ca­
taban pidiendo más alto reconocimiento de pacidades naturales de las mujeres o los pro­
las verdaderas necesidades de las mujeres y cesos naturales de los lazos que se forman
de los recién nacidos y llamando la atención entre los bebés y sus mamás? ¿Cuál es el rol
sobre cómo estas necesidades habían sido ig­ apropiado de un hombre en un movimiento
noradas u olvidadas por los médicos. Fuera que trata de devolver la experiencia del alum­
de los círculos profesionales, mujeres y hom­ bramiento a las mujeres? Estas son las pre­
bres preocupados, estaban cuestionando las guntas que me perturban. En la actualidad,
prácticas y actitudes de los nacimientos médi­ estoy considerando seriamente abandonar la
cos convencionales, luchando para cambiar­ obstetricia; éste es el momento que los obste­
las. tras masculinos podrían elegir para retirarse
Ahora, estos grupos diferentes se están co­ progresivamente y restituir el alumbramiento
municando cada vez más entre ellos. A pesar a las mujeres.
de las distancias geográficas que existen, han La crisis crónica de obstetricia que se ha
creado una poderosa red mundial que pone ido formando durante varios cientos de años
en contacto a los pioneros de la nueva obste­ ha llegado ahora a un punto agudo. La revo­
tricia en Europa, EE.UU., América Latina, lución que muchos de nosotros está buscando
Nueva Zelandia, Australia y Japón. Pithiviers no va a ser puesta en marcha por los profe­
ha jugado un rol muy importante en el desa­ sionales de la obstetricia; ni siquiera por la
rrollo de esta red internacional y ha sido un profesión médica en general. No es que la
foco clave. Durante los últimos quince años, ciencia no tenga que hacer contribuciones,
padres y madres, parteras, profesionales de en el futuro. El progreso en las disciplinas
la salud y propulsores de la medicina alterna­ científicas, como por ejemplo en la neurofi­
tiva de todas partes del mundo, se han reuni­ siología, a pesar de su aparente distancia de
do en Pithiviers para hablar de su trabajo y la obstetricia, puede contribuir a esta revolu­
compartir ideas. Equipos de televisión y pe­ ción. Creo que la naturaleza del trabajo y del
riodistas de Francia, Alemania, Gran Breta­ parto va a ser más y más comprendida como
ña, Australia y Japón, todos vinieron a la clí- un proceso cerebral involuntario que puede

MICHEL ODENf - 135


ser estudiado con mucho acierto por todos mujer. Nuestro ambicioso proyecto, que tra­
aquéllos que se preocupan por los cambios fi­ baja por humanizar y feminizar el nacimien­
siológicos de la conciencia, como el sueño y to, usa maneras muy simples para el logro
el orgasmo. Pero el movimiento más podero­ de este fin. De hecho, las mujeres de la
so de esta revolución está en las mismas mu­ zona que han dado a luz en nuestra clínica,
jeres. se refieren a nuestra manera de hacer las
En cómo las mujeres dan a luz, en cómo cosas, como simple sentido común. Estas
nacen los bebés; todo eso está profunda­ mujeres encuentran nuestra actitud tan ob­
mente ligado a nuestra forma de ver la na­ via que no pueden imaginar por qué hay
turaleza, la ciencia, la salud, la medicina, la tantos visitantes y tantos equipos de filma­
libertad y las relaciones humanas, especial­ ción aquí. Vale la pena reflexionar sobre es­
mente, las relaciones entre el hombre y la te asombro.

EL NACIMIENTO RENACIDO - 136


NOTAS

l. El campo de la investigación neurohormonal Kimball, C. D. (1979): "Do Endorphin Residues of


está en ebullición; cada día hay nuevas hipótesis, Beta-Uptropin Hormone Reinforce Reproducti­
nuevos descubrimientos. Nos ha parecido útil reu­ ve Functions?", American Journal of Obstetrics
nir las diferentes referencias bibliográficas que su­ and Gynecology, 134 (2):127-135.
gieren la importancia de las endorfinas durante el Uen, E. L.; Fenichel, R. L.; Garsky, V.; Sarantakis,
alumbramiento, el lazo entre madre e hijo y la se­ D.; and Grant, N. H. (1 976): "Enkephalin-Sti­
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EL NACIMIENTO RENACIDO - 138


El doctor Michel Odent (que además de ser el director de la Unidad de
Maternidad de Pithiviers durante los últimos veinte años, es cirujano) es un pionero
del nacimiento, de fama internacional. Sus conferencias, artículos y libros
han tenido gran influencia en doctores, parteras y madres de todo el mundo.

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