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La autora del libro habla de como no podemos ahorrar o no nos alcanza el dinero aun así

cuando nos aumentan el sueldo, pone de ejemplo como antes con la mesada que nos daban
nuestros papás nos alcanzaba perfecto pero ahora que ganamos más por un aumento de
sueldo o te dan más tus papas aun asi no te alcanza, entonces explica que el nivel de ingresos
tiene poco o nada que ver con ahorrar; siempre culpamos a nuestro sueldo, pero, ¿de verdad
un aumento te permitirá hacerlo, o sólo es una excusa para posponerlo?

Aunque no lo creas, para revertir tu gastitis aguditis hay muchas soluciones: amarrarte las
manitas y encontrar un instrumento de inversión automático que te descuente AL PRINCIPIO
de la quincena; buscar una fuente de ingresos adicional y destinarla sólo al ahorro; dejar de ir a
“pasear” a los centros comerciales los nes de semana; o dejar en tu cuenta tu aumento de
sueldo ÍNTEGRO desde el primer segundo que lo recibas.

Barajearé más lento las opciones en las siguientes páginas del capítulo, pero el principio es
muy sencillo: si quieres ahorrar, ¿por qué no te “olvidas” de que te aumentaron el sueldo?

Tambien pone de ejemplo una amiga en la que cuenta lo siguiente “Una de mis muy mejores
amigas se quiere ir a vivir sola desde hace meses. Ahora que realmente le urge porque su
mamá y ella se dan hasta con la cazuela, no sabe si podrá. Parte del problema es el dinero,
pero no porque le falte, sino porque no tiene idea en qué se le va y no sabe cómo ahorrar. Al
principio, el impedimento era que trabajaba en una agencia de publicidad, ganaba poco y no le
alcanzaba. Ahora, está en otra empresa, es directora de arte, le duplicaron el sueldo y aún así
apenas le alcanza la quincena. Ella es la prueba perfecta de que no es un problema de sueldo
sino de organización”. En pocas palabras si te pasa lo mismo que a su amiga que es querer
independizarte, gastar muchísimo no es una opción.

Después habla de que sin importar tu edad, aprender a manejar el dinero y enderezar las
nanzas personales, mejorará SIEMPRE tu calidad de vida.

En cualquier momento puedes aprender a planear, a ahorrar y a alcanzar metas que quizá no
has logrado por descuidar esta área de tu vida. Y más que poder, lo necesitas.

En ocasiones estamos muy cómodos con el modo en que hacemos las cosas y nos
escudamos en que si hemos sido de determinada manera toda la vida —desorganizados,
viviendo endeudados y posponiendo el ahorro— es imposible cambiar, pero es falso.

Para iniciar controlando mejor tus nanzas tenemos que iniciar poniéndole n a la
posponedera:

1. No lo dejes a lo último:es esperar a guardar el dinero hasta hacer todos nuestros gastos,
“Ahorrar lo que sobre”.

2. Haz el hábito: se trata de crear un hábito el ahorrar cierta cantidad de dinero a la semana o
al mes, así sean 50 pesos.Poco a poco puedes ir aumentando la cantidad y hasta hacer un
calendario, verás que de poquito en poquito se hace un montoncito.

3. Aplica el quítamelo que me lo gasto: existen diferentes tipos de maneras para qué
personas cercanas a ti o con ayuda del banco te retengan cierta cantidad de dinero para
que a n de mes o a n de año tenga cierta cantidad ahorrada.

4. Cuéntale a quien más con anza le tengas (Alguien que te pueda jalar las orejas):Darle el
permiso a alguien cercano para que nos regañe cuando no estamos cumpliendo nuestro
objetivo puede funcionar muy bien, incluso darnos remordimiento cuando nos pregunten
cuanto llevamos ahorrado y no estamos ahorrando.

Habla también de que podemos empezar invirtiendo nuestro dinero en cosas qué nos van a
dar dinero hasta cierto punto. Es decir hacer que nuestras inversiones produzcan dinero sin
necesidad de trabajar. Si quieres gastar hazlo sin maquilarlo como un ahorro porque al nal es
un autoengaño como las ofertas de 99.99 qué consumes, que si no habías pensado
comprarlos antes de verlo a latir el no estás ahorrando, si acaso estás gastando con
descuento, y luego nos explicamos en dónde fue a parar el dinero.

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Otro mal hábito que tenemos es gastar dinero cuando pensamos que nos lo merecemos por
haber hecho algún tipo de esfuerzo o trabajo pesado, o cuando estamos con el corazón roto
por que el novio nos dejo, en estos casos no crees que es mejor salir a caminar para
despejarte, platicar con una amiga, etc, en vez de gastar dinero en cosas innecesarias.

Si algo te pesa tanto que te estás desquitando con la cartera, ¡busca cómo librarte de él!:
cambia de trabajo, habla con tu jefe, corta al novio nefasto, o acude a una terapia real, será
más barato. Hay que buscar formas más perdurables y menos costosas de ser feliz que una
tarde en el centro comercial.

Empieza por buscar esos pesos y centavos que pueden ser tus ahorros diarios, analiza todo lo
qué haces en el día desde que te levantas hasta que te acuestas, encuentra ese dinero extra
para poder ahorrarlo.

Hazte útil, hay que seleccionar qué tareas puedes hacer por ti mismo y cuáles de plano no, por
ejemplo en vez de ir a comprar un sandwich hacerlo tu mismo y ahorrarnos ese dinero.

Ojo en casa, tratar de no desperdiciar la comida porque se nos hace fácil tirarlo a la basura,
tratar de ahorrar luz, etc.

Busca un hobby, En vez de gastar dinero los nes de semana en un centro comercial porque
no sabes qué hacer ya estás aburrido, invierte tu tiempo en un hobby.

Haz un inventario, para no dobletear cosas que compras para tu casa, por lo menos checa dos
veces antes de comprar.

Aprende a comprar, un buen comprador sabe cómo ahorrar su dinero investigando en donde
le sale más barato lo que va a comprar, dedicarle tiempo a investigar antes de hacer cualquier
compra importante —es decir costosa o para algo de largo plazo— es básico para sacarle
provecho y para no darnos de topes después.¿Por qué pagar más por lo

mismo, si tomarnos un día o dos para comparar o pedir referencias nos puede ahorrar una
buena lana?.

¿Lo necesitas o lo quieres?, cuando ellos creo necesitas, implica que tienes que comprarlo,
pero sientes de verlo podrías vivir sin él, entonces es lo que quieres, no lo que necesitas.
¿Cuántas veces nos hacemos lavado de cerebro y acabamos comprando algo por noti car la
diferencia?

Formas de ahorro que casi nunca peleamos, para hablar sólo hay de dos sopas: o le bajamos
a los gastos o generamos ingresos extra.

Hay casos Hay casos en los que ya no hay de donde recortaron por más que sigas tu dinero
no alcanza para lo que necesitas o quieres. Ni modo: es hora de generar más, en muchos
casos lo más sencillo es Freelance, es decir trabajar por nuestra parte cómo por ejemplo si
eres contador puedes hacer declaraciones anuales para personas físicas, si eres diseñador
trabajas en publicidad puedes conseguir clientes por tu cuenta, si eres maestro dar clases
particulares, etc. El chiste sólo encontrar ese talento que puede servirle a otros.

Finalmente un nal inesperado, podría ser ahorrar declarando tus impuestos, la mayoría de
nosotros pagamos más de los impuestos que deberíamos de pagar porque no tenemos ni idea
de las deducciones que podemos hacer y le tenemos pánico escénico a las declaraciones,
podrías ahorrar casi dos terceras partes de lo que pagas de intereses, por ejemplo algunas
deducciones personales al momento de declarar nuestros impuestos nos pueden ayudar a
ahorrar dinero al momento de declarar nuestros impuestos, están en el artículo 176 de la ley
de los impuestos sobre la renta y algunas de estas son: pagos honorarios médicos y dentales,
algunos donativos no onerosos, transporte escolar obligatorio, los primos de los seguros de
gastos médicos etc.

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