El
capitalista
El libro comienza explicándonos por qué
debemos convertirnos en un pequeño cerdo
capitalista, nos cuenta cómo fue que se ganó
ese nombre o definición, y con esto ya nos va
introduciendo en un concepto fundamental en
las finanzas personales y es el de la
mentalidad. Cómo los falsos prejuicios que
tenemos relacionados con el dinero nos
afectan en nuestro día a día.
Nos da una pequeña introducción y nos
promete que nos va a explicar con palabras
sencillas todas estas cosas relacionadas con
el dinero. Una de las cosas que caracteriza a
su autora es la forma simple y cercana de
explicar temas complicados, con un lenguaje
sencillo y cotidiano.
Lo primero que nos plantea la autora es que
intentar poner orden a nuestras finanzas
cuando no hemos visto ni un solo resultado,
es poco inspirador, por eso no empieza el
libro enfocándose en los aspectos técnicos
como puede ser un registro de gastos o un
control de ingresos y gastos. Por qué es
importante empezar a ahorrar cuanto antes,
incluso si todavía eres un joven que no ha
dejado la casa de tus padres, pero también
nos da esperanzas para los más grandes que
ya se les ha pasado esa etapa. Nunca es
tarde para empezar, siempre podemos
mejorar nuestra calidad de vida.
Luego nos sigue explicando cómo nuestra
mentalidad afecta a nuestras finanzas, con
ejemplos de nuestra vida diaria, a la vez que
nos da unos cuantos tips para poder poner
empezar a ahorrar, entre los que destaca su
famoso “¡Quítamelo que me lo gasto!”, que es
el hábito de apartar el dinero de nuestros
ahorros a principio de mes en vez de intentar
ahorrar lo que queda a fin de mes.
Y siempre al querer gastar o querer adquirir
un producto nos llegamos a decir que nos lo
merecemos o para eso trabajo muy duro,
Alan Villanueva Hernández
cuando en verdad ocupamos algún tipo de
producto, aunque nunca esta demás querer
comprarnos algo, pero siempre y cuando
veamos que esta al alcance de nuestro
presupuesto e ingresos.
Nos ayuda a como organizarnos al estar
independizados y como organizar nuestros gastos
de manera semanal o mensual, calcular las
cantidades y leer las etiquetas de caducidad.
Buscar un hobbie o pasatiempo nunca esta demás
porque hacer algo que no involucre gastos
innecesarios ahorra cierta cantidad de dinero que
podemos utilizar para algo útil, y es mejor buscar
un pasatiempo que te beneficie como persona,
como por ejemplo en vez de pagarte un gimnasio
cada mes, podemos invertir en equipo de
gimnasio o para hacer ejercicio desde casa y así
nos ahorramos mucho dinero y ese mismo dinero
lo podemos invertir o usar en algo más
beneficiario. Para poder ahorrar hay que tener
motivación. Además, es algo difícil de hacer
sin experiencia previa. En ocasiones,
pequeños avances pueden ser el empujón
para tener las ganas de hacer el esfuerzo que
esto implica. Tenemos que ser claros de
entrada: el nivel de ingresos tiene que ver
poco o nada con ahorrar.
Generalmente se usa como excusa, sobre
todo al cobrar tus primeros salarios, que “el
dinero no alcanza”. Hay varias causas: te
emociona “ganar tu propia plata” y sientes que
eres más libre de gastar o piensas que
ahorrarás cuando tengas dinero para hacerlo.
Pero principalmente visualizas el ahorro como
un sacrificio, en lugar de una inversión. Si
realmente queremos ahorrar, hay una
manera, y empezar con no dejar el tema del
ahorro al último, será parte fundamental para
que esto no sea un fracaso y menos decir que
ahorraremos lo que nos sobra porque, jamás
pasa eso, si no lo gastas completo en el pago
de una cosa, Lo haremos al ir a la tienda o por
alguna emergencia y ya no funciono eso; otro
punto clave para ahorrar es hacer de esto un
habito sea la cantidad que sea empezar a
hacerlo como habito será muy buena
iniciativa, pero depositándolo en un lugar en
donde no podamos sacarlo con el pretexto de
pagar algo y que según, después lo
repondremos, para ver resultados más rápido,
siempre ahorra un poco más de lo que
ahorraste la vez pasada, si no puedes hacerlo
por ti mismo, porque el gastar es mayor a tus
ganas de ahorrar, pide a alguien, al banco, a
tu jefe, a un amigo etc., que vaya
descontando cierta cantidad de tu sueldo,
tener un cómplice, que te heche porras te
será de demasiada ayuda, porque puedes
dejar de ahorrar cierto tiempo, y si tu cómplice
te presiona o pregunta, nos sentiremos
comprometidos por hacerlo.
En el siguiente capitulo, nos habla de las
metas, por qué es tan importante tenerlas, y
cómo hacer para determinarlas y llevarlas a
cabo. Nos dice que, aunque estas metas no
están tan definidas del todo o no sepas como
ponerlas en pie, probablemente tus planes
cambien por el camino ya que se pueden
presentar diferentes situaciones que no
permitan llevar a cabo tus metas, lo ideal es
que cambies tus planes porque encuentres
algo que te guste más y no porque no te
alcanza el dinero para conseguir tus planes
originales, es sobre todo buscar una
alternativa que pueda ayudarnos a resolver la
situación con el posible inconveniente
presentado.
Aquí ya vamos a los números, en este
capítulo la autora nos enseña a hacer un
registro de ingresos y gastos y nos explica
paso a paso cómo hacer un presupuesto
tomando en cuenta nuestras necesidades
como personas y ciudadanos, y que cosas
requerimos en nuestro día a día. Nos da unos
cuantos consejos que podemos poner en
Alan Villanueva Hernández
práctica para reducir gastos innecesarios para
poder gastar solo el dinero necesario sin
necesidad de aumentar o reducir nuestro
presupuesto acordado y nos ayuda a
descubrir por dónde se nos está escapando o
por donde estamos haciendo un mal uso de
nuestro dinero. Este capítulo es uno de los
más prácticos donde tenemos que hacer más
tarea. El libro incluye tablas que podemos
usar en el mismo libro o tomarlas como
ejemplo o inspiración para que te hagas las
tuyas propias para así no convertirnos en un
cerdo capitalista y saber usar nuestro dinero
de una manera segura y adecuada.
Remarca la importancia de dar muchos
pequeños pasos en vez de querer dar un gran
salto y de ir poco a poco mejorando ese
presupuesto inicial.
En el siguiente capitulo habla sobre el fondo
de emergencia y su uso, ya que siempre que
tenemos planeado algo y que estamos
llevando a cabo de manera en la que se había
pensado, suelen presentarse inconvenientes
que pueden arruinar el plan
El fondo de emergencia no es una alcancía
donde guardas para sacar cada vez que se
atraviesa la oportunidad para poder adquirir
algo o ir al concierto de tu artista favorito, nos
explica que podemos hacer fondos para poder
cubrir gastos que no se tienen contemplados
en nuestros gastos o ingresos.
El fondo de ingresos es dinero exclusivo para
imprevistos, no se gasta o se toca para otros
fines.
Nos explica que los imprevistos o
emergencias deberían ser tomados en cuenta
como un gasto y contemplarlos en nuestro
presupuesto.
En el siguiente capitulo que es el quinto nos
explica por qué nuestras deudas no son culpa
del banco, cómo podemos utilizar el crédito de
una manera responsable, evitando caer en los
gastos compulsivos y al mal uso de una
tarjeta de crédito. Nos da cifras y estadísticas
de cómo utilizan el crédito los mexicanos,
para que podamos ver que tan bien o tan mal
lo estás haciendo en comparación a la media,
nos explica cómo se analiza un crédito y
hasta nos dice los derechos que tenemos
como personas y ciudadanos, que muchas
veces ni nos fijamos en esas cosas. El
capítulo está completamente dedicado a las
deudas, tarjetas de crédito, meses sin
intereses, hipotecas, qué podría llegar a pasar
si no pagamos nuestras deudas, cómo
funcionan los ficheros de morosos. Y también
sobre cómo salir de deudas y algunos tips que
menciona la lectura son los siguientes:
• Empieza por escribir lo que sabes
que te ha desequilibrado
económicamente.
• Revisa los estados de cuenta.
• Mira a tu alrededor
• Haz una lista de qué es lo más
sencillo de modificar.
En el sexto capitulo se nos explica cómo
hacer inversiones de una manera muy clara y
sencilla. Nos explica por qué es importante
invertir y no solo ahorrar. Nos enseña qué
cosas debemos tener en cuenta a la hora de
invertir, cómo encontrar un buen asesor para
poder hacer las cosas de manera correcta sin
ningún inconveniente, la importancia que tiene
empezar cuanto antes, y hasta nos hablan de
estafas, cómo funcionan las más populares,
cómo evitarlas y cómo diferenciarlas de una
inversión.
Este capitulo se basa en que mucha gente
nada más ahorra, pero no le sabe sacar un
buen provecho a su dinero, literalmente
ahorran para volver a gastarlo en un lujo o
algo que siempre han querido o deseado,
pero lo ideal es que el recurso obtenido, en
este caso el dinero, se multiplique y así sacar
un mejor provecho de lo ahorrado
anteriormente. En este dicho capitulo de igual
manera nos presenta una serie de ejemplos
en donde podemos invertir nuestro dinero
para obtener más bienes que se acumulan
con el paso del tiempo:
Alan Villanueva Hernández
• Bienes raíces para vender o para
rentar.
• Franquicias.
• Negocio propio.
• Máquinas expendedoras.
• Empresas que empiezan, los famosos
“start-ups”
• Metales.
• Seguros dotales
• Cualquier bien que tenga un mercado
de reventa y su valor aumente con el
tiempo.
El camino más fácil no es el que te dice el
asesor de fondos, el más fácil es el que tú
eliges que es más a tu modo, tomando en
cuenta para que quieres el dinero, cada
cuanto necesitaras sacar cierta cantidad y que
tanto se arriesga tu dinero, las variables de
los instrumentos, es la liquidez de cada
cuanto necesitaras tú dinero, cuanto es el
periodo que tu dinero deber de estar
invertido, cual es la posibilidad de que algo
salga mal
En el séptimo capitulo explica cómo funciona
el sistema de pensiones y nos dice por qué
debemos ocuparnos de nuestra jubilación y
no solo dejarla en manos del estado. Lo más
divertido de este capítulo es que va
respondiendo a todos los “peros” que suelen
surgir cuando uno se plantea siquiera pensar
en la jubilación, sobre todo cuando se es
joven.
Pero va “desperando” cada argumento y
finaliza mostrándonos las distintas opciones
que tenemos y explicando cómo funcionan los
fondos de pensiones, a la vez que resuelve
dudas como cuánto invertir para nuestra
jubilación o cuándo deberíamos empezar.
Para saber si tenemos o no el derecho a una
pensión será el monto que tengas que
ahorrar. En México la gran mayoría de las
pensiones para el retiro están ligadas al
trabajo y a que se hayan hecho aportaciones
a algún instituto de seguridad social como el
IMSS o el ISSSTE. Esto quiere decir que si
somos trabajadores por honorarios-
independiente-empresario, etc. que no se
haya inscrito voluntariamente al IMSS,
desafortunadamente tendremos que
arreglárnoslas por nuestra propia cuenta, así
hayamos trabajado todos los años de nuestra
larga vida. Si durante el tiempo que estuvimos
trabajando, fuimos asalariado e hicimos
aportaciones al IMSS, fuimos trabajadores del
Estado (y por tanto estás afiliado al ISSSTE) o
si pertenecíamos a alguna paraestatal como
PEMEX o en algunos casos a algunas
universidades públicas, podemos tener
derecho a una pensión. “Podemos” porque no
es automático ni a fuerza, es importante tomar
en cuenta que, cada sistema tiene sus
requisitos y si no se cumplen, no hay pensión.
Por si esto no fuera suficientemente
complicado, en el sistema de pensiones para
los trabajadores privados hay un “antes y un
después” que define cómo es que se van a
jubilar. La primera es un porcentaje de su
salario que se les entrega mensualmente en
la jubilación, que se fija de acuerdo a la edad
de retiro y los años que cotizaron. Es mejor
conocida como la “Ley del 73”. Que es una
segunda opción, y normalmente ese es el
orden de elección, es que nos quedemos con
el ahorro que logremos reunir en la afore de
nuestra cuenta individual el tiempo que
trabajemos.
La ley 73 es la versión de la Ley del Instituto
Mexicano del Seguro Social, donde estaban
las reglas para el régimen de pensiones que
existía antes del año de 1997, que fue cuando
se cambió a afores.
Se pueden jubilar por este régimen todas las
personas que hayan empezado a trabajar y
cotizar al IMSS antes de la fecha del 1 de julio
de 1997 y lo hayan seguido haciendo después
de esta fecha. Los requisitos para esta
pensión son:
• Reunir al menos 500 semanas de
cotización, que es alrededor de
menos de diez años
Alan Villanueva Hernández
• Tener por lo menos 60 años
cumplidos, aunque si se requiere toda
la pensión se debe tener 65.
• No tener más de cinco años inactivo
al momento de reclamar la pensión.
• El IMSS es quién mes con mes paga
esta pensión.
¿Qué es una afore?
Para aclarar sobre que es una afore son
aquellas instituciones financieras que
resguardan e invierten tu ahorro para el retiro
en cuentas individualizadas, para entregártelo
cuando cumplas 65 años
El capítulo ocho está dedicado a los seguros,
nos explica cómo funcionan y nos va dando
detalles de cada tipo de seguro, de vida, de
hogar, vehículos, salud, etc. y nos va
planteando diferentes supuestos. Hasta nos
brinda e incluye una guía para que podamos
determinar qué tipo de seguros deberíamos
tener contratados según nuestra situación.
El seguro de vida protege financieramente a
nuestra familia y a otras
personas que dependen de nuestros ingresos.
Si nosotros tenemos un seguro de vida, éste
hará pagos después de que nosotros
fallezcamos a la persona que nosotros
designemos en nuestra póliza. Esta persona
es llamada nuestro beneficiario. Nosotros
podemos nombrar a más de un beneficiario.
Nos habla de los tipos de seguro de vida que
son: temporales, ordinarios de vida y dotales.
También se habla sobre otros seguros que
son más baratos y por lo mismo su cobertura
es más limitada, son los seguros
estandarizados o micro seguros, son hechos
principalmente para las familias de escasos
recursos, estos seguros cubren; automóviles,
vida, gastos médicos mayores, accidentes
personales, salud y dentales.
En el ultimo capitulo nos dice que el mundo
cambia gracias a los disconformes, por eso
nos informa dónde debemos recurrir en caso
de tener alguna queja, organismos de
consumidores, juntas arbitrales de consumo,
asociaciones de consumidores, etc. Y nos
dice que, aunque puede que no hagan caso a
nuestra queja, peor es no hacer nada o
quejarse a quien no corresponde.
Nos explica que cada que adquirimos algo
con el dinero que nos ha costado juntar o
ahorrar, y el producto adquirido sale
defectuoso, tenemos que quejarnos con la
persona adecuada que nos pueda ayudar a
resolver el inconforme. Debemos tomar en
cuenta algunos hábitos que debemos tener
por si algo saliera mal con nuestras compras
o nuestras contrataciones. Siempre debemos
tener un respaldo para que se nos haga la
vida más fácil si tenemos que presentar una
reclamación. Lo ideal es que siempre
busquemos primero a quien nos vendió el
producto y servicio, e intentemos obtener una
solución. Si esto no funciona, dónde presentar
la queja depende del tipo de sector donde
ocurrió el inconveniente o problema. Lo que
pueden hacer por nosotros es asesorarnos
por medio de vía telefónica, por correo o en
sus delegaciones si tenemos algún problema
con un proveedor e informarte tus derechos
como consumidor. Si ya nos quejamos con el
proveedor y no obtuvimos una respuesta
satisfactoria también podemos recurrir a ellos
para una conciliación y poder llegar a un
acuerdo o arreglo a la situación presentada.
Inicialmente la Profeco llama o visita a la
empresa y si tampoco obtienen una solución
los citan a ambos en su delegación para llegar
a un acuerdo de forma amistosa. Si tampoco
conseguimos nada y ambas partes están de
acuerdo, lo que seguiría sería un arbitraje.
Recibir denuncias sobre prácticas abusivas o
publicidad engañosa. Establecer acciones
colectivas contra un proveedor. Con estas, un
grupo de consumidores con un problema en
común pueden llevar nuestro caso de manera
Alan Villanueva Hernández
conjunta ante las instancias judiciales, por
medio de Profeco. Así “les echan montón” a
los proveedores y es más fácil defender
nuestros intereses. Nuestras necesidades,
sueños y metas pueden ir cambiando en el
tiempo o incluso por un periodo en particular.
Vale la pena darle “alineación y balanceo” a
nuestras finanzas personales.
Conclusión
Mi conclusión sería que este libro nos dice como
podemos organizarnos para poder aprovechar al
máximo nuestras ganancias o ingresos que
generamos constantemente. Nos llena de varios
tips, nos ayuda a poder ahorrar mejor y como usar
nuestros ahorros para incrementar estos mismos.
Nos refleja problemas que se tienen a nivel
mundial con el mal uso del dinero. Es un libro muy
ameno, escrito en lenguaje simple y entendible,
sin tecnicismos innecesarios. Es un libro que nos
puede servir y ser útil para cualquier momento de
nuestra vida es un libro que te recomiendo
particularmente si eres una persona joven o que
está comenzando a gestionar sus finanzas
personales. Es muy útil para las personas que
empiezan a gestionar sus finanzas Además de la
cercanía de las palabras de la autora y los
ejemplos cotidianos, es un libro que
constantemente nos da pequeños consejos,
sugerencias o “truquitos” que podemos empezar a
poner en práctica. Es un libro que se lee fácil y
que motiva a comenzar. Nos muestra demasiadas
cosas relacionadas con la educación financiera.
Este libro nos enseña como desde jóvenes
debemos de aprender que no siempre debemos
de gastar a lo loco y mucho menos aventarnos
compromisos económicos que sabemos que no
podremos cumplir, por eso creo que este libro nos
habla con detalle sobre nuestras finanzas
personales y como llevarlas por el buen camino,
después de leer cada uno de los capítulos me he
dado cuenta que el mayor problema que existe no
es el de ahorrar o aprender a hacer, sino es que
no sabemos o simplemente no sabemos
diferenciar los gastos necesarios de los
innecesarios, las pequeñas fugas que tenemos
son probablemente las más importantes al hacerlo
en forma hormiga, lo gastas más rápido y como
piensas que son 2 pesos o 5 pesos dices no es
nada, y al sumar cada fuga de ese tipo llegas a
una suma demasiado extensa, creo que el hecho
de no saber la función década institución
financiera, llámese bancos, bolsa, seguros, hace
que no tengamos la confianza de poder intervenir
con ellos, y preferimos no seguir adelante, este
libro nos enseña, además de la función de cada
una, nos ayuda a distinguir y elegir qué es lo más
conveniente para nuestra situación económica y
para la meta la que queremos llegar.

Alan Villanueva Hernández