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Silencio

Un encuentro con nosotros mismos

Silencio: una mirada siempre hacia los adentros, un escuchar atento a la figura inmóvil que el
propio silencio construye. ¿Como vivir desde esto que todos anhelamos? Hoy en día es común
toparnos con vías fáciles que nos prometen volvernos seres de luz y hasta alcanzar estados
superiores de conciencia, todo a merced de una ilusoria imagen de nosotros mismos. Queremos
ser mejores, queremos vivir mejor y así se nos va nuestro propósito que pasa a convertirse en un
despropósito, vivimos, sí, pero desviviéndonos en una hacer sin imagen, donde los otros son
borrados del horizonte porque solo topamos con nuestro yo, nuestra realidad y en suma con
nuestros deseos. La primera vez que escuche a Pablo D’Ors , me encontraba revisando videos
sobre contemplación y vida espiritual. Fue una revelación. No tanto porque lo que me dijera fuese
nuevo, no, sino que lo que decía era capaz de trasmitirlo con la fuerza viva del hombre que, para
utilizar sus palabras, atravesó el desierto y salió purificado. Pablo D’Ors se encontró con el mismo,
y en el silencio meditativo encontró la vía para poder vivir mas hondamente y desde ahí poder
compartir sus experiencias. Si Pablo D’Ors me inspira algo, eso es nobleza, sencillez y amor hacia
los seres humanos. Y, ojo, amar no es fácil. Es el mandamiento que lo resume todo, en virtud de
ese todo podemos ver el mundo y su significado real, ser uno con los otros. Cuando comencé a
meditar en mi vida tenia un gran desorden, no tanto en lo exterior, pero si era victima de mis
propias maquinaciones mentales. La meditación no es juego para pisar sobre nubes, es un
ejercicio que viene a poner de cabeza el mundo donde vives, es decir el mundo interior y todos los
pensamientos y deseos en los que uno tanto se afana quedan a los pies de la realidad áspera y
dura. Meditar supone un contacto radical y cada vez más real con lo que uno es. Meditando pude
conocer mi odio, la falta de amor y tantos defectos dentro de mí. Eso a todas luces no es hermoso
a la vista de nadie, y si al meditar has encontrado tus defectos, no tengo más que felicitarte
porque vas realmente en vías de la iluminación. La iluminación al final de cuentas es la capacidad
de abrirse a la realidad y de vivir la vida vivamente, capacidad de agradecer y asombrarse. No sé si
Pablo D’Ors en su camino muchas veces pensó renunciar, tal vez, yo por mi parte he podido
sostenerme y aun lo hago en mis desiertos que vivo en las experiencias de otros, en su amor hacia
el mundo y en la capacidad de ir volviéndose más humano. Quizás cada uno en su propio silencio y
soledad vive los procesos comunes de quienes practican de forma diferente, algunos tendrán
menos tiempo, otros mas circunstancias que los desconcentren, pero cada una de esas dificultades
esta diseñada para ser incorporada a la realidad y desde ahí crear las formas para sobrellevarlas, el
desarrollo interior va de la mano con la creatividad, si el hombre no desborda su vida con un
propósito que le llame se vuelve estéril y la vida fuente interior que mana dentro de Él se seca.

Lo que escribo aquí es mas que nada una pequeña reflexión sobre el sentido de la práctica
meditativa, algo de lo que se puede hablar mucho, pero que se debe practicar mucho más. Estoy
agradecido de escuchar a Pablo, de leer sus libros y conocerlo en su faceta de amigo en el camino
de la contemplación y de esta forma lograr encontrarme conmigo mismo, quizás él se encuentre
con todos en lo que hace y siente.

Patricio Avila , Linares , Chil,e 12 de febrero del 2022

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