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EDITORIAL

RESEÑA
La Nación Vetada:
manual para entender
Reseña escrita por: Andrea Arboleda Barrios
Politóloga de la Universidad de los Andes y Candidata a Magister en Historia en la misma universidad.
Correo electrónico: andrearboleda@gmail.com

Uribe López, Mauricio. (2013). La nación ve- A partir de la pregunta fundamental por la
tada: Estado, desarrollo y guerra civil en Co- duración y prolongación de la guerra civil
lombia. Bogotá: Universidad Externado de colombiana, el autor explora las respuestas
Colombia. 346 p. desde dos de las principales características
de la estructura social y política del país: el
Una lectura refrescante que propone ele- estilo de desarrollo y el veto a la Nación. Es
mentos novedosos para la esquiva com- desde allí que el texto aborda la existencia

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prensión de la historia del conflicto armado de una guerra civil prolongada en Colombia,
y su consecuente violencia es la que ofrece relacionada ésta con los intereses conserva-
el profesor Mauricio Uribe López en La Na- dores que le han impuesto vetos a la cons-
ción Vetada: Estado, desarrollo y guerra civil trucción de Nación.
en Colombia. Partiendo también de la premisa que
Con el imperativo ético que le impone el ha- apunta a que el estilo de desarrollo nacional
ber nacido en medio de una generación que ha tenido un sesgo anticampesino que no ha
sólo conoce un país en guerra, Uribe López creado ni permitido las condiciones propi-
enmarca su interés académico en la exigencia cias para el fin de la guerra, Uribe López in-
biográfica de entender la guerra. Es así como corpora su preocupación por la distribución
en La Nación Vetada se nos ofrece un trabajo del ingreso y la propiedad en Colombia y en
en el que las dimensiones histórica, teórica, otros países con guerras prolongadas y sig-
político-institucional y socioeconómica se te- nificativa inequidad.
jen alrededor de una cuidadosa metodología A partir de argumentos histórico-políticos,
a través de la cual el autor logra conclusiones como la ausencia de una estación populista
contundentes y esclarecedoras. en Colombia, el autor rescata el antiestatismo 197
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de las élites, cuya búsqueda por perpetuar sis a la interdisciplinariedad que obliga a po-
su estatus ha logrado subordinar los intere- ner a prueba las hipótesis ya conocidas sobre
ses del Estado frente a los de la burguesía guerra y violencia en Colombia bajo la mirada
cafetera, los terratenientes y los industriales. enriquecedora de economistas y politólogos,
Si bien no es el objetivo central del autor, conjunción que representa el profesor Uribe.
no debería ser posible leer La Nación Veta- Si bien su visión es integral, pues recoge
da sin tomar sus contribuciones para intentar los diversos enfoques a partir de los cuales
comprender de manera serena las actuales se ha estudiado la violencia en Colombia,
negociaciones entre el Gobierno nacional una de las bondades del texto de Uribe es el
y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de riguroso estado del arte. Un estado del arte
Colombia – FARC, especialmente sobre las que debería provocar preocupación entre los
tierras y la organización de la producción historiadores ocupados de la reflexión sobre
agrícola en el país. Pese al pacto político- la violencia en Colombia, respecto a si es-
metodológico en La Habana sobre la publici- tamos definitivamente condenados a utilizar
dad de la información (“nada está acordado sólo fuentes secundarias. Textos juiciosos
hasta que todo esté acordado”), la distribu- como La Nación Vetada nos recuerda a las
ción de tierras, la producción agrícola y la y los historiadores la deuda pendiente que
actualización catastral, constituyen algunos tenemos con la tarea de volver al archivo en
de los principales temas del acuerdo parcial búsqueda de fuentes primarias.
ya alcanzado entre Gobierno y FARC. Todos, Las provocadoras tesis del autor acerca
temas que vale la pena interpretar a la luz de del sesgo anticampesino del estilo de desa-
los elementos de La Nación Vetada. rrollo y la desidia del Estado a lo largo del
De esta manera, sin pretender “desmem- tiempo frente al desarrollo agrario, deben in-
brar” una obra compacta y bien concebida, vitar a las y los investigadores a revisitar el ar-
las diversas dimensiones de la obra aportan chivo en busca de evidencias que refresquen
fuentes y mecanismos valiosos, algunos de el estudio de la violencia en Colombia, de
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los cuales, bajo el criterio de quien escribe, manera que desde la historia como disciplina
vale la pena retomar aquí, entre los tantos aportemos al debate vigente que sigue sien-
que ofrece el documento. do abanderado por sociólogos, economistas
De particular importancia para alguien en y politólogos con sus propias herramientas
el camino de la formación histórica constitu- teóricas y metodológicas.
ye la elección de Uribe López por el enfoque Entre los diversos aportes de la dimensión
del institucionalismo histórico, cuyos recursos teórica de La Nación Vetada están al menos
heurísticos “usan la historia no tanto como dos que son pertinentes aquí. Por un lado,
ilustración, sino como explicación” (p.38). la fundamentada opción del autor por la de-
Acostumbrados como estamos los lectores nominación del conflicto colombiano como
interesados a encontrar los “recursos histó- una guerra civil, sin timidez. Uribe López
ricos” como telón de fondo que, a partir de pone de presente cómo desde 1958 y has-
la elección determinada de fechas y datos, ta 20031 se han enunciado y concebido, a
ayuda a legitimar tesis preconcebidas y pre-
juiciadas, La Nación Vetada desafía a las y los 1 El autor hace un recorrido por las fuentes que han aborda-
do el tema de interés desde el libro de Guzmán, Fals Borda &
198 historiadores a integrar el objeto de sus análi- Umaña (1964), a partir del valioso material de archivo recopilado
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través de distintas publicaciones y grupos de Esto implica que el enfoque de economía
intelectuales en Colombia nuestra Violencia, política que usa el autor se refiere a la con-
nuestra guerra, nuestro conflicto armado. Es sideración de las dimensiones políticas del
así como el autor opta por la categoría de paisaje económico en una escala macro, an-
guerra civil para el caso colombiano a partir tes que el de la explicación económica de los
de los límites establecidos por el Centro de fenómenos políticos.
Estudios para las Guerras Civiles del Instituto En materia político-institucional, la insis-
Internacional de Investigación sobre Paz de tencia en que el estilo de desarrollo es resul-
Oslo –PRIO- y el Uppsala Conflict Data Pro- tado de la morfología que adquirió el Estado
gram –UCPD- del Departamento de Paz e gracias al inmovilismo y a las transacciones
Investigación de Conflictos de la Universidad dentro del bloque en el poder, parte del con-
de Uppsala. Tales umbrales proporcionan senso rastreado sobre la debilidad del Estado
“un criterio razonable, al definir un estándar colombiano y delimita con precisión una de
mínimo que permite incluir dentro de la cate- sus grandes características políticas: el veto a
goría de ‘guerras civiles’ todos los casos de la Nación. Veto que se ha visto históricamente
violencia a gran escala” (p.64). expresado en la preferencia de las élites por
Por otro lado, la rigurosidad teórica del el antiestatismo, que se traduce en la incapa-
texto oxigena, a partir de la economía política cidad del bloque en el poder para construir
del desarrollo y su concepción de estilos de consensos y orientar la construcción estatal.
desarrollos, la siempre vigente relación entre La preocupación del autor por fenómenos
las condiciones de concentración y desigual- como la pobreza y el desempleo determina
dad, particularmente entre la población cam- las unidades de investigación en la dimensión
pesina, y los factores que han determinado la socioeconómica de La Nación Vetada, y se
larga duración de la guerra civil en Colombia. constituye en el instrumento de Uribe López
Uribe López incorpora la noción de estilo de para contradecir la simplificación del nexo
desarrollo de Aníbal Pinto (2008) como parte causal de la guerra con la desigualdad, y más

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esencial del contexto explicativo de la recu- aún la desigualdad bajo la óptica única de in-
rrencia de la guerra civil, y su consecuente dicadores como el ingreso o el índice de Gini.
violencia sociopolítica. Finalmente, con el propósito de obtener
La adopción del concepto de estilos de elementos de juicio para leer la coyuntura
desarrollo da cuenta que significan las conversaciones entre el
Gobierno nacional y las FARC, es especial-
no sólo del crecimiento económico sino tam- mente recomendable el cuarto y último capí-
bién de las dinámicas acumulativas que refuer- tulo de La Nación Vetada, “Senda rawlsiana
zan las tendencias hacia una mayor o menor y sesgo anticampesino”, en el que el autor
desigualdad. Aquellas forman parte el conjunto vincula la solidez teórica desprendida del es-
de procesos que contribuyen a la explicación tilo de desarrollo “mediocre y concentrador”
de la persistencia de la guerra civil (pp.53-54). con los eventos históricos o coyunturas críti-
cas (en 1964 el surgimiento de las FARC, y
por la Comisión Nacional Investigadora de las Causas y Situa-
en 1972 el Acuerdo de Chicoral) que pueden
ciones Presentes de la Violencia en el Territorio Nacional, crea- ayudar a interpretar los acuerdos parciales
da en 1958; hasta el Informe Nacional de Desarrollo Humano
(PNUD, 2003). logrados en La Habana. 199
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Si bien existen restricciones a su publicación, pertinencia del análisis de La Nación Vetada


la Mesa de la Habana ha anticipado que el pri- que finalmente lo que busca es responder la
mer punto de la agenda de negociación arro- pregunta de por qué ha durado tanto la gue-
jó propuestas concertadas para aumentar la rra en Colombia. De ahí la importancia para
producción agrícola y permitir un acceso más las y los historiadores de retomar un estudio
equitativo a la propiedad rural. Entre estas interdisciplinario que como este arroja meca-
medidas está un proceso agresivo de distri- nismos y dispositivos metodológicos útiles
bución de tierras a favor de la población cam- para su oficio. Por ejemplo, la utilización de
pesina, con base en los baldíos de la Nación Uribe López de “coyunturas críticas”, como
y las tierras recuperadas mediante restitución la que inauguró en 1964 “una trayectoria en
o extinción de dominio a quienes las obtuvie- la que al desarrollo concentrador y de sesgo
ron por métodos violentos, fraudulentos o con anticampesino se sumó el inicio de una gue-
dineros provenientes del narcotráfico2. rra civil”, y la que en 1972, con el Acuerdo de
Esta nueva iniciativa de paz en La Haba- Chicoral, “sepultó las posibilidades de una
na sólo constituye un pretexto para ratificar la reforma agraria” (p.42), nos hereda el reto de
incorporar elementos novedosos para lograr
el equilibrio entre los análisis sincrónicos y
2 Ver el resumen del acuerdo parcial en El Tiempo, 2013, 2
de junio y una de sus interpretaciones bajo Guillermo Perry en El diacrónicos, centrales para el ejercicio de las
Tiempo, 2013, 24 de junio. ciencias sociales.
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Referencias Bibliográficas
— Guzmán, G; Fals Borda, O & Umaña, E. (1964). La violencia en Colombia. Bogotá: Taurus.
— Pinto, A. (2008). Notas sobre los estilos de desarrollo en América Latina. Revista de la Cepal. 96, diciembre, pp.73-93.
— PNUD. (2003). Informe Nacional de Desarrollo Humano para Colombia 2003: El conflicto, callejón con salida. Bogotá: Panamericana

Archivos de prensa:
— Detalles del primer acuerdo de La Habana. (2013, 2 de junio).
200 — Tierras sí; constituyente no. (2013, 24 de junio). El Tiempo.

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