Está en la página 1de 13

CAMBIO SOCIAL Y DERECHO: UNA RELACION DINÁMICA1

Prof. Tibisay Serrada2

CONTENIDOS

NOTA INTRODUCTORIA

PARTE I: CAMBIO SOCIAL


 Definición, origen y clasificación
o Según el origen
o Según el objeto
o Según la intencionalidad
o Según la velocidad
o Según la importancia
o Según la aceptación
 Causas

PARTE II: CAMBIO SOCIAL Y DERECHO


 Análisis antropológico del Derecho
 El Derecho como producto y factor social
o Cambio social y Derecho: el Derecho como producto social:
o Derecho y cambio social: el Derecho como factor social:
 Eficiencia del Derecho. Propuestas
 Durante el proceso de creación de la norma
 Durante el proceso de aplicación de la norma

1
Trabajo elaborado para la Cátedra de Sociología del Derecho que se dicta en la Escuela de Derecho de la
Universidad Metropolitana, Caracas, octubre de 2003.
2
Profesora de la Universidad Central de Venezuela en las Cátedras de Teoría Política y Sociología Jurídica.
Profesora de la Universidad Metropolitana en la Cátedra de Sociología del Derecho.
“La tierra es el punto de partida del desarrollo del ordenamiento,
pero también el punto al que éste debe retornar”
Gustavo Zagrebelsky
“El derecho dúctil: ley, derechos, justicia”

NOTA INTRODUCTORIA

Tal y como afirma Ely Chinoy (1966) la sociología, como disciplina analítica, tiende a utilizar dos enfoques:
el “análisis funcional” y el “análisis histórico”. En palabras del autor, “El enfoque funcional considera a la
sociedad como un todo más o menos integrado, cuya estructura y dinámica requieren análisis. La
explicación consiste en mostrar la función de las normas, creencias, patrones de conducta y relaciones
sociales dentro de toda la estructura o en relación con sus elementos aislados. La cuestión central del
funcionalismo se refiere al mantenimiento del orden social… El enfoque histórico… se preocupa
fundamentalmente por el cambio, los patrones de conducta y las formas de organización” (85). Se trata
de conocer, en este último caso, la transformación de la sociedad y de la cultura debido a la introducción
de nuevas ideas, hábitos y formas de organización.

La relación Derecho-cambio social, en tanto relación dinámica, está determinada por múltiples factores.
Sin embargo, antes de analizar esa relación es necesario precisar a qué se hace referencia cuando se
habla de cambio social.

PARTE I: CAMBIO SOCIAL

Definición, origen y clasificación:

El estudio del cambio social es materia central de la sociología y, al respecto, se ha escrito mucha
bibliografía y se han emitido las más variadas definiciones.

Para Salvador Guiner (1996), por ejemplo, "El cambio social puede definirse como la diferencia observada
entre el estado anterior y el posterior de una zona de la realidad social"…(237). Tal definición coincide con
la emitida por Joseph Fichter (1972), para quien el cambio es inherente a la naturaleza de la sociedad y
consiste en …”una variación de un estado o modo precedente de existencia” (343). Sólo cuando un
elemento cultural nuevo se acepta como nueva disposición y es compartido por muchas personas
podemos decir, señala Fichter, que ha ocurrido un cambio social. Para Yehezkel Dror (1970), por su parte,
“El concepto cambio social…se refiere a los cambios en la sociedad como tal, incluyendo las diversas
instituciones sociales, definiciones de roles y status, ideologías aceptadas, y pautas valorativas. En otras
palabras, el concepto de cambio social se refiere a cambios en la estructura social o en la cultura” (192).

El amplio debate sobre los cambios sociales se traslada también a los esfuerzos de clasificación del
cambio social dando lugar a numerosas propuestas respecto a los tipos de cambios posibles de observar
en las sociedades humanas. Tales propuestas parten de criterios clasificatorios distintos, y, en general,
tienden a superponerse unas a otras constituyéndose así en criterios complementarios más que
excluyentes. En este sentido es posible adelantar las siguientes topologías.

a) Según el origen:

Se tiende a admitir que, dada la configuración sistémica de la vida social, los cambios que se producen en
alguno de los subsistemas producen efectos de cambio en otros subsistemas del sistema total. Por
ejemplo, una mejora en la tecnología electoral incidirá, sin duda, en la legislación electoral y el los
procesos electorales que se realicen con base en dicha legislación. Sin embargo, el debate sobre el origen
de los cambios es también amplio y ha originado variadas opiniones. Veamos algunas.

Para Salvador Guiner (1996) el cambio social es consecuencia de cuatro fenómenos: a) Los cambios
producidos en el terreno ecológico, biológico y demográfico de la sociedad, b) Los cambios explícitamente

2
deseados e impuestos voluntariamente por uno o diversos grupos sociales: una ley, un golpe de Estado,
una construcción, la persecución de una minoría, etc., c) Los cambios que son el efecto inconsciente del
funcionamiento de la sociedad y de su cultura: innovaciones, cambios educativos, etc. y d) Los cambios
que son efectos perversos de los anteriores y resultados no intencionales de los comportamientos
intencionales: crisis económica, congestión del tránsito, etc.

Juan Manuel Mayorca (1976), por su parte, afirma que los cambios sociales se clasifican según las causas
que le dan lugar. En este sentido destaca: a) Los producidos debido a la actitud del hombre, como
principal agente de cambio (cambio intencional), b) Los ocasionados por factores naturales y de azar
como clima, ciclones, lluvias, etc. (cambio fortuito); c) Los originados por factores psicológicos como las
necesidades, carencias, curiosidad, etc. (se inscriben en cambio intencional producto del hombre); d) Los
vinculados a los procesos de comunicación interhumana (también producto del hombre), o sea, a los
medios de masa; e) Los que tienen que ver con la concentración y el crecimiento poblacional; f) Los
asociados al factor económico y, finalmente, g) Los que responden a la dinámica política impulsora de
cambios.

Para Ely Chinoy (1966) los cambios sociales son producto de: a) El contacto con otras culturas que da
lugar a fenómenos de “difusión”, que consiste en la propagación de rasgos culturales de una sociedad a
otra, lo cual puede ser aceptado o rechazado; la “amalgamación”, cuando se unen dos culturas y
producen una; la “acomodación”, cuando las culturas encontradas cambian sus respectivas formas
sociales y culturales a fin de compenetrase mejor y la “asimilación” que ocurre cuando una cultura se
convierte gradualmente en parte de la otra; b) De las innovaciones y c) De las tensiones dentro del propio
sistema (movimientos sociales). En fin, señala el autor, “Para resumir nuestro análisis sobre el cambio
social, debemos tomar en cuenta las influencias externas, el contacto con otros grupos, las fuentes
institucionalizadas de cambio, las consecuencias latentes de las instituciones existentes y de las
estructuras sociales, las tensiones generada por la falta de integración y los esfuerzos organizados para
ejecutar el cambio” (102-3).

Finalmente tenemos a Luis Recasens Fiches (1958) quien, al afirmar el dinamismo de la sociedad,
enumera los siguientes factores de cambio social: a) Los cambios ocurridos como consecuencia de la
incidencia de factores externos de la naturaleza como, por ejemplo, los cataclismos naturales; b) Los
cambios en el número y en la composición de la población; c) Los trastornos sociales asociados a las
invasiones y conquistas, guerras, tensiones y luchas de clases, etc.; d) Los que surgen a nivel de la
cultura como la adopción de una fe religiosa, el desarrollo de la filosofía, los descubrimientos científicos y
los inventos técnicos; e) Los asociados a los factores económicos y f) La ocasionados como consecuencia
de la comunicación y los contactos entre varios pueblos y culturas.

Como puede apreciarse, entre los autores citados, existen encuentros y desencuentros cuando se trata de
explicar el origen o la fuente de los cambios sociales. Ciertamente, el tema se presta a un amplio debate.
Sin embargo, independientemente del origen primero de los cambios sociales, lo cierto es que todo
cambio social, originado en cualquier espacio de la vida social, va a producir, siempre que sea un cambio
realmente significativo, impactos en otros espacios del sistema social, incluyendo al sistema jurídico.

b) Según objeto: Joseph Fichter (1972), desde la perspectiva estructural funcional, ofrece otra
clasificación según la cual el cambio puede ser:

1. Cambio Funcional: en lo que hace la gente y cómo lo hace, esto es, en el funcionamiento de la
sociedad.
2. Cambio estructural: en instituciones básicas, esto es, en la burocracia, las clases sociales, las
nuevas asociaciones, etc.

c) Según la intencionalidad: el cambio puede ser, según Joseph Fichter (1972):

1. Cambio deliberado o inducido: el que se efectúa con el control social, esto es, el que promueven
intencionalmente dentro del marco societal fuerzas sociales que predominan o tienen capacidad de
presionar para que dichos cambios se produzcan.

3
2. Cambio no-deliberado: es aquel cambio que es imprevisto y no está bajo control humano pues
depende de la naturaleza y de factores biológicos.

d) Según la velocidad: desde esta perspectiva se analiza al cambio social considerando la velocidad con
la que se produce. Se distinguen entonces dos tipos de cambio.

1. Cambio-evolución o gradual: permite entender al cambio social como un proceso continúo a


través del cual las sociedades evolucionan de manera casi imperceptible. Se trata de los cambios
constantes y permanentes de que es objeto la vida social durante el transcurso del tiempo y que
forman parte de la evolución natural de las sociedades. Este tipo de cambio, que puede calificarse de
“cambio-evolución”, ocurre de manera inevitable pues la vida social, por su naturaleza dinámica, no
puede permanecer estática. Todas las sociedades, incluso las más tradicionales y las que son
definidas como “sociedades en reposo”, cambian en el tiempo. Los cambios progresivos de la forma
de vestir representa un ejemplo sobre este tipo de cambio.

2. Cambios bruscos o repentinos: desde esta perspectiva se puede definir al cambio social como
aquel cambio que ocurre debido a las situaciones excepcionales a las que se ve sometida la vida
social: revoluciones, guerras, conflictos, desarrollos tecnológicos, inventos, etc. Se trata, en general,
de situaciones que dan lugar a lo que podría llamarse “cambios bruscos o repentinos” que alteran de
manera significativa el modo de vida predominante en la sociedad. Tal es el caso, por ejemplo, de los
cambios ocurridos en las sociedades a partir de la “Revolución Francesa” y de las guerras de
independencia americana o los cambios originados a partir de la invención del motor de combustión
interna y de la computadora.

En general, es posible observar que las sociedades tradicionales (pequeñas, cerradas y sencillas)
tienden a estar más cerca de procesos de cambio-evolución que de procesos de cambio brusco. En
cambio, las sociedades modernas (amplias, abiertas y complejas) pueden verse sometidas, con mayor
facilidad, a situaciones de cambio brusco. En ello inciden aspectos tales como el desarrollo
tecnológico, la amplia dinámica de la información y el proceso de globalización y los conflictos sociales
surgidos como consecuencia de la pobreza, desigualdad, exclusión, entre otros aspectos. De
conformidad con esta idea Eduardo Novoa (1975) afirma que los cambios sociales son más rápidos e
intensos en las sociedades modernas en tanto que en éstas se hacen presentes una serie de factores
que incrementan la velocidad de los cambios. Entre dichos factores destaca:

 Nuevas formas de energía y desarrollo del maquinismo, la electrónica y las técnicas, que afectan
el obrar humano en fuerza (motores a vapor, a explosión, eléctricos, a turbina, de cohetería y
atómicos y combustibles más potentes), alcance de los sentidos (por avances en física: adelantos
ópticos, acústicos y electrónicos de la radios, TV, telescopios y microscopios) y capacidad del
cerebro (computadoras y cerebros electrónicos ayudan al cálculo y almacenamiento de
información).
 Avances en el campo biológico y químico que dan lugar a la obtención de drogas capaces de
modificar procesos psíquicos, transplante de órganos, cambio de sexos, elaboración de
anticonceptivos, desarrollo de la inseminación artificial y la fecundación in Vitro, etc.
 Cambios en las estructuras económico-sociales como consecuencia del avance del capitalismo
moderno y poderosas empresas que amenazan a las sociedades pequeñas y medianas. La
necesidad de reorientar recursos a los sectores menos favorecidos da lugar a la intervención del
Estado en la economía. Surge así el "Derecho económico", se desarrolla el "Derecho
administrativo" y se modifica el "Derecho fiscal".
 El dominio de la naturaleza por el hombre genera contradicciones (degradación del medio
ambiente por la erosión, agotamiento de los recursos naturales no renovables, desequilibrio
ecológico, contaminación ambiental, aumento de la radiación, etc.) que ponen en riesgo el futuro
de la vida del hombre. Ello impulsa el surgimiento de nuevas reglamentaciones en la materia.
 Nuevas manifestaciones sociales humanas, surgidas a causa de los fenómenos anteriores, que
dificultan la convivencia humana. La explosión demográfica y sus consecuencias (falta de
alimentos, migración a la ciudad y consecuente concentración humana sin posibilidad de

4
mejoramiento material y moral, desintegración familiar) muestran que en las grandes urbes el
hombre se siente más desarraigado y solo.
 La rebeldía por parte de los desposeídos e inconformidad por parte de los jóvenes, aumentan los
conflictos y complejos psíquicos a causa de la vida difícil, tendencia al escapismo a través del
consumo de drogas y bebidas intoxicantes, abandono de formas tradicionales de convivencia y
renuncia a asumir responsabilidades en el trabajo y en el hogar.
 El desarrollo cultural da lugar al reconocimiento de Derechos Humanos.
 Surgen formas humanas de organización supranacional con el fin de superar guerras y la opresión
de unos pueblos contra otros (ONU). Aparecen también organizaciones regionales par beneficio
de algunos países.

Añade Novoa que, a futuro, pueden ocurrir las siguientes novedades: 1) Adelantos en
neuropsiquiatría que permitiría al hombre utilizar parte de su sistema nervioso inutilizados hasta hoy.
Ello ocasionaría una potencialidad intelectual y psíquica extraordinaria; 2) Dominio de la genética para
mejorar al hombre en sus aspectos físicos, psíquicos y morales; 3) Establecimiento de un superpoder
universal que imponga deberes a cada Estado y vele por sus Derechos y 4) Posible control de
fenómenos y poderes parapsicológicos y contacto con seres de otros mundos.

e) Según la importancia: desde este punto de vista es posible encontrar la siguiente propuesta.

1. Cambio menor: hace referencia a cambios que no afectan las bases fundamentales de la
convivencia social. Están asociados a aspectos que, como los cambios en algunos usos y en la moda,
que no afectan las pautas fundamentales que rigen el comportamiento colectivo.
2. Cambios mayores: que son aquellos que impactan significativamente la vida colectiva. Se refieren a
cambios que afectan las costumbres y normas de la convivencia social. Tal es el caso de los cambios
originados a partir de procesos políticos revolucionarios e invenciones de gran impacto como el
automóvil y la computadora.

f) Según la aceptación: los efectos de los cambios sociales pueden analizarse considerando:

1. La asimilación del cambio: que ocurre cuando los cambios son asimilados de manera satisfactoria
por la sociedad. En este caso, el cambio se acepta por sus beneficios o por su inevitabilidad y las
personas aprenden a desenvolverse en medio de las nuevas situaciones. En general, tienden a
asimilarse con mayor facilidad aquellos cambios que, aunque significativos, se evalúan como positivos
para la vida del ser humano: inventos de vacunas, tecnologías, etc.
2. La resistencia a los cambios: se presenta como una actitud natural de los individuos y de los
grupos sociales frente a situaciones que amenazan con alterar condiciones sociales tenidas como
históricas, tradicionales, inmutables y estables. Es el resultado de un proceso de autodefensa frente a
fenómenos que se percibe como amenazas a lo establecido. Es el caso del rechazo a algunos
desarrollos recientes como los experimentos genéticos (clonaciones) y perfeccionamiento de la
tecnología de guerra.

Como puede apreciarse la definición y caracterización del cambio social parte de consideraciones diversas.
En este sentido, y a los fines de analizar la relación entre Derecho y cambio social, interesan aquellos
cambios de cualquier origen, progresivos o repentinos, que afectan las pautas de convivencia colectiva, es
decir, cambios que, por su significación, influyen o modifican la cultura (valores, costumbres y normas)
sobre las cuales se soporta el funcionamiento de una determinada sociedad.

PARTE II: CAMBIO SOCIAL Y DERECHO

Desde el enfoque socio-jurídico es posible realizar una aproximación al estudio de la relación cambio
social y Derecho considerando, por un lado, el análisis antropológico del Derecho y, por el otro, las
categorías de Derecho como producto y factor social.

Análisis antropológico del Derecho:

5
La relación entre Derecho y cambio social se analiza desde la perspectiva antropológica y, según esta, los
cambios en el Derecho están asociados a cambios en las sociedades. Se señala entonces que el Derecho
cambia de una sociedad a otra no sólo en tiempo sino en el espacio.

Para algunos analistas del tema, el Derecho sólo existe en las sociedades modernas mientras que, para
otros, en toda sociedad, incluso las más antiguas, ha existido un sistema para dirimir conflictos que, aun
cuando no cuenta con las instituciones, procedimientos y reglas propios del Derecho moderno, constituye
una forma de Derecho. En este sentido, Adamson Hoebel (1954) afirma que admitir la existencia o
inexistencia del Derecho en sociedades primitivas va a depender de la concepción más o menos
restringida que se tenga del Derecho. Si se piensa que la forma que asume el Derecho moderno (con sus
tribunales, leyes, procedimientos, abogados, demandante, demandado, sentencia, etc.) es la única forma
de Derecho entonces no ha existido Derecho en dichas sociedades. Por el contrario, si se asume que el
Derecho está presente siempre que en una sociedad se resuelven los conflictos mediante procedimientos,
autoridades y decisiones socialmente aceptados es posible afirmar que en toda sociedad ha existido el
Derecho. Para Hoebel la existencia del Derecho implica entonces: a) Una opinión pública que reconoce y
acepta el procedimiento del demandante como correcto, b) Una opinión pública que reconoce y acepta el
arreglo o castigo aplicados como buenos, c) Una fuerza privilegiada, d) Una autoridad oficial y e) Una
regularidad. Son tales elementos los que, según el autor, se deben identificar para determinar si en una
sociedad hay o no Derecho.

La perspectiva antropológica del Derecho permite constatar que la forma en que se define y como
funciona el Derecho depende de cada sociedad, esto es, cambia de una sociedad a otra. El Derecho ha
cambiado a la par de los cambios sociales en el tiempo, desde las sociedades primitivas hasta las
sociedades modernas y, en el espacio, cambia de una sociedad a otra. Incluso, dentro de una misma
sociedad, es posible encontrar modalidades coexistentes de Derecho, lo que ha permitido que se acuñe,
más recientemente, la categoría de “pluralismo jurídico”.

El Derecho como producto y factor social:

Como puede apreciarse los cambios sociales y el Derecho mantienen entre sí una relación dialéctica. Ello
significa que entre Derecho y cambio social hay una relación de mutua determinación a la que es posible
aproximarse a partir de dos enfoques. El primero de ellos, señala Ricardo Alterio (1980), tiene que ver
con el estudio del Derecho como “producto social” y, el segundo, con el análisis del Derecho como “factor
social” o, en otras palabras, los efectos del cambio social sobre el Derecho y las consecuencias del
Derecho sobre la vida social. En palabras del autor ...”el Derecho es, a la vez, un factor y un producto
social; como factor social, modifica y transforma muchos aspectos de la realidad colectiva y asegura entre
los asociados la pacífica convivencia y como producto social es, a su vez, influido por los hechos sociales a
los que ha de aplicarse oportunamente” (19).

Decir entonces que el Derecho es “producto social” es decir que el Derecho surge y se modifica a partir
de los procesos propios de la dinámica o el cambio social. Decir que el derecho es “factor social” es
afirmar que el Derecho cumple una función clave en los cambios que ocurren en las sociedades. Como
producto social el Derecho cumple un rol pasivo pues su surgimiento y cambio depende de que antes se
hayan producidos cambios en la sociedad. El Derecho es consecuencia de los cambios sociales. Como
factor social el Derecho cumple un rol activo pues, una vez creado o modificado, debe producir cambios
en la vida social. En este último caso se señala que el Derecho es la causa de otros fenómenos sociales.
Veamos cada uno de estos enfoques.

a) Cambio Social y Derecho: el Derecho como producto social:

El estudio del Derecho como producto social no ha estado al margen de polémicas. Los trabajos de
Manfred Rehbinder (1981) y Ricardo Alterio (1980) dedican páginas a la exposición de este debate. En su
trabajo Ricardo Alterio (1980) comienza señalando que quienes estudian el origen del Derecho se dividen
en tres tendencias: a) Los que afirman que el Derecho no es un producto social sino producto del

6
contrato social o de la labor legislativa del Estado 3; b) Los que afirman que el Derecho es sólo un
producto social en tanto la fuente del Derecho es siempre la vida social 4 y c) los que declaran que el
Derecho es sólo en parte un producto social pues en su origen inciden leyes naturales (como la idea de
justicia) que repercuten luego en el desenvolvimiento de la vida social 5.

A la larga, la polémica tiende a dar preeminencia al rol de la sociedad y sus cambios en los procesos de
surgimiento y cambio del Derecho. Ello se debe a que, al margen de cualquier debate epistémico, no es
posible obviar que el Derecho no existe al margen del resto de los componentes de la vida social ni de los
cambios que en ella se producen. Por ello, en lo sucesivo, se desarrollará una nueva polémica inscrita en
el debate respecto al tipo de relación que existe entre el Derecho y la sociedad desde el punto de vista de
los cambios sociales y su incidencia en la formación del Derecho. Se habla entonces de retraso del
Derecho respecto al cambio social. Veamos algunos aspectos de este debate:

Una primera versión, que pudiera calificarse de “retraso superable”, es la argumentada por Yehezkel Dror
(1970). Según el autor, desde la perspectiva del Derecho como producto social, el Derecho va siempre
después del cambio social pues la dinámica social es permanente y continua. Sin embargo, se debe
distinguir entre retraso y tensión pues no es posible afirmar que siempre hay retraso del Derecho
respecto a la sociedad pues es normal que exista cierta tensión debido a la desigual relación entre la
dinámica social y la rigidez del Derecho. El retraso sólo se produce cuando el Derecho no satisface las
demandas y necesidades sociales. En esos casos existen tres formas para lograr el ajuste entre Derecho y
cambio social: la labor legislativa, las reglamentaciones del Ejecutivo y la jurisprudencia de los tribunales.
Con ello, el Derecho logra ajustarse periódicamente a los cambios sociales.

Otro enfoque, posible de llamar “retraso no superable”, es el desarrollado por Eduardo Novoa (1975).
Para este autor el Derecho tiende a ser permanente e inmutable pues se elabora aceptando como ciertas
premisas tales como la bondad de la norma, la convicción de que la misma recoge principios eternos e
inmutables en virtud de la naturaleza también inmutable del hombre, la necesidad de dotar a la sociedad
de seguridad jurídica y la convicción de que el Derecho creado está en capacidad de resolver todos los
problemas presentes y futuros. Esa rigidez de la ley, que cambia a saltos, contrasta con una sociedad,
constantemente cambiante, que deja al Derecho, siempre e inevitablemente, en situación de retraso. Las
dificultades que tiene el Derecho para marchar a la par de los cambios sociales se profundizan pues el
único ente que produce Derecho es el cuerpo legislativo.

Lawrence Friedman y Stewert Macaulay (1977), desde una perspectiva que pudiera calificarse como
“relatividad del retraso”, distinguen entre “retraso cultural” y “desajuste cultural” a partir de la
definiciones del sociólogo William Fielding Ogburn (1922) quien señala que ...”Cuando una parte de la
cultura cambia primero...como consecuencia de un descubrimiento o invento, y a su vez ocasiona cambios
3
Se inscriben aquí la Jurisprudencia Analítica, representada por Rodolfo Ihering, que sostiene que las normas
positivas las crea el Estado; el Positivismo Sociológico, de Luis Gumplowicz, según la cual la sociedad es de lucha
y el Derecho es la imposición de fuerza del Estado; la Escuela Racional del Derecho Natural de Juan Jacobo
Rousseau, que declara que el Derecho surge del contrato social; y el Normativismo, de Hans Kelsen, que define al
Derecho como conjunto de normas estatales.

4
Destacan aquí el Historicismo, encabezado por Carlos Savigny, que afirma que la fuente del derecho es la
costumbre y el espíritu popular; el Sociologismo Jurídico, planteado por Durkheim, según el cual el derecho es
consecuencia de la organización de la vida social; y el Materialismo Dialéctico de Carlos Marx, para quien el
Derecho es expresión de la vida económica.

5
Es el caso del Jusnatralismo Clásico, expuesto por Sto. Tomás de Aquino, que declara que el Derecho es
resultado de la aplicación de la ley natural a las diversas circunstancias de la vida social. Ambas influyen
en la creación del Derecho; el Neo-kantismo, de Rodolfo Stamler, que define al Derecho como la
conjugación de una idea de justicia invariable con la historia variable y la Concepción Institucional que
señala que “La Institución es el fundamento de la vida jurídica. La necesidad a que aquella corresponde es
el elemento cambiante y la idea de justicia a que sirve es el elemento inmutable” (55).

7
en otro sector de la cultura, dependientes de ella, ocurre frecuentemente un retraso...La duración de ese
retraso puede variar, pero puede extenderse por años, durante los cuales es posible hablar de un
desajuste” (cp: 155). A partir de dichos conceptos los autores argumentan que no existe retraso alguno
entre Derecho y cambio social pues si una ley no se ha emitido o no se ha modificado es porque la
dinámica social no ha cambiado lo suficiente como para producir el cambio o surgimiento de la ley o
porque las fuerzas sociales que impulsan la creación del Derecho no han completado el proceso que les
permite ejercer la presión al respecto. En otras palabras, la velocidad de los cambios en el Derecho
depende de quienes lo promueven y quienes se oponen al mismo.

Friedman y Macaulay (1977) afirman además que los procesos sociales y el sistema jurídico no pueden
ser analizados adecuadamente a partir de la idea de retraso pues si un ordenamiento no cambia, a pesar
de los cambios sociales, es porque hay explicaciones. El sistema jurídico es parte de la vida social y no
opera solo...”La velocidad de respuesta del derecho al llamado de cambio es mayor o menor dependiendo
de quien hace el llamado y de quien se resiste al mismo... Decir que las instituciones están retrasadas, es
decir simplemente que ellas han sido lentas en hacer cambios de un determinado tipo. Pero ¿por qué han
sido lentas? Con frecuencia la respuesta reposa sobre el hecho de que estas instituciones están
controladas por o responden a grupos o individuos que se oponen a esos cambios específicos. Esto puede
calificarse de retraso sólo en el caso de que podamos afirmar con seguridad que estos grupos o individuos
están equivocados en lo que concierne a sus propios intereses así como los de la sociedad ...La
resistencia al cambio es “retraso” sólo cuando existe una sola definición “verdadera” de un problema –y
sólo una solución verdadera del mismo” (156-7). O sea, no hay retraso cuando hay división en la
población y fuerzas que se oponen al cambio legal. El retraso es más bien el período en el cual se definen
colectivamente las cuestiones, se plantean soluciones alternativas y los grupos de presión negocian para
lograr formulaciones favorables a la legislación. Es un período de “falsos comienzos” durante el cual se
dan las negociaciones para lograr consensos. Puede haber retraso cuando los acuerdos no resultan los
adecuados.

De conformidad con los planteamientos de Lawrence Friedman y Stewert Macaulay (1977), Luis Recasens
Siches (1958) ya había afirmado que el sistema de Derecho vigente, en un determinado momento y en
una determinada sociedad, se apoya en el poder social entendido como ... ”una realidad social, que, en la
resultante de sus fuerza, hizo nacer efectivamente ese sistema de Derecho: el hecho constituyente, el
poder constituyente” (557). Una norma jurídica es vigente cuando se apoya en el poder social que impera
sobre los demás, o sea, el poder político efectivo. Dicho poder le da origen y contribuye a su pervivencia
en el tiempo. Además del poder social hay otras fuerzas sociales que actúan sobre la legislación tales
como: a) La opinión pública que asume diversas posturas pues a veces es conservadora y en ocasiones es
objeto de “sobresalto en la opinión pública” debido a que la injusticia de una ley reclama su reforma. Esa
opinión se manifiesta de diversas maneras (desfiles, periódicos, cartas, etc.) y, en general, su formación
no es espontánea, sino que obedece a la dirección de algunos líderes; b) La oposición entre varios
intereses; c) La acción de los grupos organizados sobre la legislación: d) La acción de los partidos
políticos sobre la legislación, e) Las medidas de hostilidad para influir en la legislación (huelgas, revueltas,
coacción, etc.) y f) La acción de los juristas sobre la legislación.

Recogiendo los diferentes argumentos Jean Carbonnier (1972), desde el punto de vista del cambio
gradual, señala que la sociedad se renueva día a día y el sistema jurídico lo hace también pues la gente,
al crecer y madurar, cambia sus aspiraciones y reaccionan de manera diferente frente al Derecho y lo
crean diferencialmente. Para otros, dice el autor, el Derecho cambia a saltos pues es labor legislativa.
“Una reforma de costumbres es un proceso insensible; una reforma legislativa una mutación brusca. Se
puede admitir, es verdad, que cuando la legislación se pone en marcha la ruptura había sido ya preparada
en las costumbres por una lenta y latente acumulación de fuerzas reformadoras. Pero a veces para que lo
que es virtual se transforme en acto hace falta todavía un choque, un disparo, una causa ocasional...La
occasio legis es el acontecimiento llamativo que es indispensable para sacudir a la opinión...Es como se
hicieran falta escándalos para alumbrar al derecho”.... (209).

En fin, si bien no es posible afirmar la unidad de criterios en esta materia, tampoco es posible negar el
origen social del Derecho. Las normas de Derecho surgen de las cambiantes demandas y necesidades
sociales y no es posible restringir el debate al tema del retraso pues ello significaría negar al Derecho su

8
rol dentro de la sociedad. La relación Derecho y cambio social, desde la concepción del Derecho como
producto social, debe ser analizada de manera amplia y sin las limitaciones que pueden imponer algunas
categorías teóricas. Se trata de comprender la relación dialéctica entre la sociedad, compleja y dinámica,
y el Derecho que de ella surge, aun con todas sus limitaciones.

b) Derecho y Cambio Social: el Derecho como factor social:

El estudio del Derecho como factor social aparece como una tarea de mayor complejidad debido a las
dificultades que se ofrecen al Derecho para producir los cambios que se propone. Cuando se analiza la
incidencia del Derecho en los cambios sociales se emiten varios argumentos vinculados, en gran medida,
a la eficiencia de la norma. El debate se centra inicialmente en las posibilidades reales de que el Derecho
produzca cambios sociales. En general, se tiende admitir que el Derecho enfrenta importantes dificultades
para producir los cambios esperados por el legislador aun cuando, como resulta obvio, no es posible
negar los efectos que el Derecho tiene sobre la vida social.

Una primera perspectiva es la que nos presentan L. Friedman y J. Landinski (1970), cuando afirman que
el Derecho genera cambio social cuando produce cambios en el comportamiento de aquellos a quines se
dirige la norma. El Derecho, señalan, tiene capacidad para producir cambios sociales y, para ello, puede
utilizar la fuerza o la persuasión, esto es, el cambio social puede producirse por el temor a la sanción o
por la aceptación de la norma. Añaden que, además de los cambios directos que promueve la norma, el
Derecho produce otros tipos de cambios sociales pues posibilita la percepción de los problemas sociales a
tiempo que es un instrumento de educación y un bien simbólico. Tales argumentos aparecen
ampliamente desarrollados en los trabajos de Manfred Rehbinder (1981) cuando señala que la obediencia
al Derecho, que no es el resultado directo o indirecto de la sanción, es sutil pero importante. El Derecho
cumple así varias funciones sociales: a) Aspecto debate-agudización: agudiza la percepción de los
fenómenos sociales; b) Aspecto educación: es un instrumento de educación: c) Aspecto valor: es un
instrumento de persuasión moral, un bien simbólico y d) Pone de relieve debates que clarifican u
oscurecen los problemas comunicando al público un sentido de problema y de propósito. Una decisión
judicial publicada en los diarios que genera debates no es ineficaz. El Derecho puede promover un clima
para el cambio social aún cuando los actores que cambien no estén pensando en sanción o subsidio.

Para Yehezkel Dror (1970), el Derecho, una vez creado, produce efectos directos e indirectos en la vida
social. Los efectos directos tienen que ver con el cumplimiento, incumplimiento y evasión de la norma.
Los efectos indirectos tienen que ver con las dificultades para su aplicación, las tensiones que genera, los
costos y beneficios de la misma y las explicaciones que se emiten respecto a los efectos de la norma. El
autor incorpora la categoría de “cambio social dirigido” cuando señala que “Una relación algo diferente
entre derecho y cambio social se refiere al uso indirecto del derecho en el cambio social dirigido”...(200);
esto es, el uso de medios legales como ayuda indirecta para casi todos los intentos conscientes para
producir cambio social dirigido. El Derecho sirve indirectamente al cambio social al establecer órganos que
directamente tratan de promover diversos desarrollos sociales. Es el caso de leyes para crear y definir un
cuerpo público y sus funciones. Otra modalidad puede darse a través del establecimiento de deberes
legales. Así, si bien la educación es instrumento de cambio social dirigido, para que la red educacional
opere es necesario crear el deber de estudiar en ella. También sirve indirectamente el Derecho al
asegurar el libre mercado, como mecanismo clave de cambio social.“Cada colección de leyes y legislación
delegada está llena de ilustraciones del uso directo del derecho como mecanismo de cambio social
dirigido”... (201), y mas adelante añade, ”Uno de los instrumentos más importantes para iniciar y
controlar el cambio social dirigido es el derecho, instrumento cuyo uso se cree a simple vista que es (en la
mayoría de los casos quizás erróneamente) más barato y más rápido que la educación, el desarrollo
económico y otros instrumentos y vías de cambio dirigido” (204).

Sin embargo, decir que el Derecho tiene capacidad de incidencia social y capacidad para producir cambios
sociales no significa que ello pueda lograrlo sin limitación alguna. Al contrario, la mayoría de los analistas
tienden a coincidir en la idea de que el Derecho observa límites para cumplir su labor en cuanto al cambio
social y que, en consecuencia, ello sólo es posible, o al menos probable, si se cumplen algunas
condiciones.

9
Yehezkel Dror (1970) sostiene que el Derecho, como factor social, encuentra límites para producir
cambios sociales cuando trata de afectar aspectos emocionales de la vida colectiva o las tradiciones más
arraigadas de la población. En otras palabras, la influencia del Derecho en la vida social es más probable
en aspectos materiales que en las actividades afectivas, creencias e instituciones básicas como la familia,
el matrimonio, etc. En palabras del autor ...”los cambios en el derecho tienen más impacto en áreas de
actividad emocionalmente neutrales e instrumentales que en áreas afectivas y que implican valores.
Instituciones básicas enraizadas en la tradición y en valores, como la familia, parecen ser resistentes en
extremo a los cambios impuestos por el derecho” (203). Por ello, para lograr la efectividad de las normas
cabría examinar los procesos psicológicos y socio-psicológicos a través de los cuales opera el Derecho y
las condiciones bajo las cuales los individuos y grupos ajustan su conducta a nuevas leyes y, también, las
condiciones bajo las cuales las nuevas leyes no influyen significativamente en la conducta y ello,
obviamente, no es una tarea sencilla.

Al referirse al cumplimiento de las normas jurídicas, Manfred Rehbinder (1981) afirma que “Si las
expectativas de comportamiento decretadas en la legislación son contestadas por los partícipes de la
comunidad jurídica con el boicot o con la evasión, debido a que los datos fácticos o las ideas de valor de
los destinatarios se encuentran en contraposición a aquéllas (sic), entonces el derecho no habrá cumplido
con su tarea de dirección de la sociedad”… (44-5). En otras palabras, la posibilidad de que el Derecho
actúe como factor que promueve el cambio social depende de que se adapte a la realidad y a los valores
de los miembros de la sociedad a la que pretende regular.

Haciendo referencia también al cumplimiento de las normas de Derecho Elías Díaz (1984) afirma: “Es
cierto que lo deseable es que el Derecho se cumpla no simplemente por miedo a la sanción sino por
motivaciones más elevadas de adhesión interior y aceptación sincera de las normas. Ello se facilitaría
si...se legisla de acuerdo con las necesidades y aspiraciones de todos los hombres, si predomina el interés
y el bienestar general, el bien común, como orientación de la legislación (conexión entre aceptación y
validez del Derecho); y se facilitaría también, haciendo que sean los mismos ciudadanos quienes se den a
sí mismos las leyes que han de regir su vida colectiva (conexión entre participación y aceptación). Sólo así
se legitima la coacción institucionalizada, contraponiéndose radicalmente al terror o a la violencia
institucionalizada” (30).

Otros autores incorporan reflexiones dirigidas más a precisar las condiciones para que el Derecho
produzca cambios sociales (obediencia al Derecho) que los obstáculos a dicha tarea. Así, por ejemplo,
Friedman y J. Landinski (1970), afirman que para que una norma logre producir un efectivo cambio en el
comportamiento es necesario que la misma sea conocida y aceptada por aquellos a quienes se dirige y
Manfred Rehbinder (1981) sostiene que es necesario que se cumplan ciertos requisitos: a) Conocimiento
Jurídico o …”realización mental del contenido de determinadas normas jurídicas”… (176); b) Conciencia
Jurídica o saber lo que el Derecho es y su finalidad 6 y c) Ethos Jurídico o respeto al orden jurídico.

Robert E. Dowse y John A. Hughes (1986), por su parte, sostienen que la obediencia al Derecho se
vincula con tres planteamientos fundamentales: a) Desde el punto de vista de la teoría del orden la
obediencia a las normas depende de la coerción, …”el orden existe en la sociedad en gran medida como
resultado del empleo o de la amenaza de emplear el poder que algunos hombres poseen y pueden utilizar
para asegurar la conformidad y obediencia de los otros. El hombre hace lo que se espera de él, porque si
no se somete puede verse amenazado por un castigo físico, una privación o una sanción. El hombre
obedece, porque de no hacerlo podría ser castigado; según este punto de vista, la base del orden social
es la fuerza” (38); b) Desde el punto de vista de las teorías del interés la gente se actúa según sus
intereses y obedece de conformidad con ellos; y c) Desde el punto de vista de las teorías del consenso de
valores el compromiso con las normas y objetivos del Estado y de la sociedad se basa en la aceptación
general de los valores comunes por los individuos. De ello se deduce que, desde la perspectiva de los
autores, la posibilidad que tiene el Derecho de ser obedecido y producir cambio social depende de la
coerción, los intereses de los individuos y los valores socialmente compartidos.

6
El autor advierte que no debe confundirse con el “sentimiento jurídico” que coloca por encima de los criterios
cognitivos a los factores emocionales.

10
Analizar entonces al Derecho como factor social implica evaluar hasta qué punto las normas tienen
efectos, previstos, o no, sobre la vida social. Partiendo de las consideraciones de Yehezkel Dror (1970) se
debe considerar, como ya se señaló, los efectos directos, que tienen que ver con el cumplimiento,
incumplimiento y evasión de las normas, y los efectos indirectos o efectos no deseados, costos y
beneficios, dificultades para el cumplimiento de las normas y las tensiones generadas por la ley.
Finalmente, es posible obtener un balance a partir de cual analice si, a partir de la creación de la norma,
se está resolviendo el problema previsto y las explicaciones a la situación generada, esto es, analizar si
produjo el cambio social que se quería y emitir las sugerencias, jurídicas y no jurídicas, para corregir las
limitaciones y lograr ese cambio.

Siguiendo tales señalamientos el trabajo de Humberto Njaim, "Costos y beneficios políticos de la Ley
Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público" (1983), constituye un ejemplo de análisis de una ley
desde el punto de vista del Derecho como factor social 7. En su interpretación el autor afirma que no
existen medidas políticas o legislativas perfectas, sino que todas implican aspectos positivos y negativos y
cuando se adoptan es porque los primeros superan a los segundos. El enfoque de costos y beneficios
supone una cuantificación que es difícil en especial en el campo político, donde es quizás mejor hablar de
ventajas y desventajas. Conviene realizarla en la etapa de elaboración de la ley o cuando se ha aplicado
por amplio margen de tiempo. Njaim parte de que la LOSPP va a tener aplicación real en el tratamiento
de la corrupción. Ello porque la ley responde a una situación percibida por la élite política como una grave
amenaza al sistema y sería un lujo no aplicarla. Entre los beneficios de la ley destaca la servir de
instrumento a la legitimación del sistema político venezolano, romper con el dilema del prisionero 8, la
eliminación de la tendencia a la selección adversa 9 y la posibilidad del empleo de los recursos desviados
en obras de utilidad pública, entre otros.

Eficiencia del Derecho. Propuestas

A partir de otros enfoques la posibilidad que tiene el Derecho de producir cambios sociales y/o de ser
eficaz está vinculada con el perfeccionamiento de ciertas técnicas y procedimientos legislativos y de los
procedimientos de aplicación del Derecho.

a) Durante el proceso de creación de la norma

Las propuestas de la sociología aplicada a la legislación de Jean Cabonnier (1972) plantean que la
sociología ayuda desde fuera del legislador en dos etapas: la sociología ante-legislativa y la sociología
post-legislativa. Ello no tiene que ver con los contenidos de la ley sino con las opiniones antes, durante y
luego de la emisión de la ley que facilitan o dificultan su aceptación y cumplimiento. Intervienen aquí
estrategias de persuasión, propaganda y publicación de la ley y consultas sobre el conocimiento o
ignorancia de la ley. Las encuestas periódicas permiten conocer la eficacia de las normas para someterlas
a revisión en caso necesario de ser necesario. La sociología contribuye con la detección de los efectos que
tendrá la ley. A través del “sondeo de opinión legislativa” se conoce lo que la gente piensa de un proyecto
legislativo.

7
Otros trabajos sobre el Derecho como producto y factor social son: San Juan, Miriam (1985) La Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público y sus efectos sobre el fenómeno de la corrupción, en: Sociología Jurídica.
Materiales para el estudio de la carrera de Derecho, Caracas: UCV, FCJP, 503-511 y Van Groningen, Karin (1985)
Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público como instrumento de legitimación del sistema democrático,
en: Sociología Jurídica. Materiales para el estudio de la carrera de Derecho, Caracas: UCV, FCJP, 617-630.
8
Hay conciencia de que los beneficios de la corrupción ponen en entredicho la existencia del sistema democrático,
pero nadie está dispuesto a renunciar a esos beneficios mientras no esté seguro de que otros lo harán. Ninguno quiere
iniciar por su cuenta la lucha contra la corrupción dentro de sus filas. Teme que el adversario lo vea debilitarse sin
hacer nada de su parte. Se trata del dilema del prisionero, según el cual sólo una acción conjunta puede dar resultado.
La LOSPP es un intento de romper el dilema, al imponer condiciones iguales para todos
9
Detener el proceso de degradación de la administración pública que podría agruparse bajo el concepto de selección
adversa. Las conductas honestas tienden a desaparecer del ambiente adverso de las instituciones. Sólo quedan los
corruptos y sus apoyos silenciosos

11
Otra herramienta es la experimentación legislativa, expuesta también por Jean Carbonnier (1972).
Consiste en que “Cuando el legislador tiene dudas sobre la línea de principio o sobre las modalidades de
una reforma que se le pide, dicta una ley y la pone en vigor para ver cómo se aplica, reservándose la
posibilidad de derogarla o de modificarla según los resultados. La experimentación legislativa es lo
contrario de la noción clásica de ley, entendida como regla general y permanente. Aquí la ley está
afectada de antemano por la posibilidad de variación o incluso, con alguna frecuencia se le ensaya en sólo
parte del territorio, lo que permite comparar sus efectos con los del derecho no reformado”.... (196).
Desde el punto de vista jurídico esta técnica presenta inconvenientes pues si se sabe que va a cambiar los
descontentos preferirán esperara a obedecer y si no se aplica en todas partes habrá descontento por a
igualdad. Por no aplicarse en condiciones normales pierde fuerza probatoria.

b) Durante el proceso de aplicación de la Norma

Para Manfred Rehbinder (1981), la jurisprudencia sociológica tiene como fin indagar: a) La idea del
legislador sobre la situación social de intereses de cada precepto legal, su finalidad y el juicio de valor
existente, b) La situación real de los intereses que quizás no coincidan con la existente al momento de
promulgar la ley, c) La situación social actual de los intereses que quizás no coincidan con los de
entonces, d) Los efectos sociales del precepto legal y e) Los hechos como causa de una realidad jurídica
hoy existente que completa o se desvía de aquel precepto legal. “Sólo el conocimiento de en qué medida
los mandatos del legislador, flexibles o apremiantes, han sido sobrepasados realmente por la vida y por
qué motivos ha sucedido esto, capacita al juez para precaverse contra un tratamiento de la ley
inconciliable con al vida” (cp: 40). Si la ley es clara no hay lugar para la jurisprudencia sociológica. El juez
no tiene carta blanca en caso de remisiones a cláusulas generales o a conceptos jurídicos indeterminados,
pues está vinculado a decisiones de valor del resto del sistema jurídico y especialmente la constitución. La
valoración personal del juez sólo es posible cuando los medios conocidos de interpretación jurídica no
proporcionan un cuadro claro.

De lo que se trata es que la norma de Derecho, tanto en el proceso de elaboración (como producto
social) como en la fase de su aplicación (como factor social), se analice en su contacto con la vida social.
Ello contribuiría a disminuir la distancia que inevitablemente se produce entre las normas escritas y la
dinámica de la vida social y, en consecuencia, daría lugar a la mas autentica vinculación entre el Derecho
y el cambio social.

12
BIBLIOGRAFIA

 Alterio, Ricardo (2da. Reimp.: 1980) Manual de Sociología Jurídica, Valencia: Rectorado de la
Universidad de Carabobo.
 Carbonnier, Jean (1972) Sociología Jurídica, Madrid: Tecnos.
 Chinoy, Ely (1966) La Sociedad. Una introducción a la Sociología, Colombia: FCE.
 Díaz, Elías (1984) Sociología y filosofía del Derecho, Madrid: Taurus.
 Dowse, Robert y Hughes, John (1986) Sociología Política, Madrid: Alianza.
 Dror, Yehezkel (1970) Derecho y cambio social, tomado de: Zolezzi Ibarcena, Lorenzo,
Introducción a la Sociología del Derecho. Materiales de enseñanza. Lima: Universidad Católica del
Perú, 331-351.
 Fichter, Joseph (1972) Sociología, Barcelona: Herder.
 Friedman, L. y J. Ladinski (1970) Derecho y cambio social, tomado de: Zolezzi Ibarcena, Lorenzo,
Introducción a la Sociología del Derecho. Materiales de enseñanza. Lima: Universidad Católica del
Perú, 402-406.
 Friedman, Lawrence y Macaulay, Sterwert (2da. Reimp.: 1977) La regulación de accidentes
industriales y la teoría social: tres aspectos del cambio social” , tomado de: Law and the
behavioral sciences, New York: Bobbs-Merril Company, 641-645. (traducción: C. L. Roche).
 Giner, Salvador (Reimp.: 1996) Sociología, Madrid: Península. (1969).
 Hoebel, Adamson (1954) ¿Qué es Derecho?, tomado de: The law of primitive man , Cambridge:
Mass., Harvard University Press, 18-28.
 Mayorca, Juan Manuel (1976) Introducción a la Sociología Jurídica, Caracas: El Cojo.
 Njaim, Humberto (1983) Costos y beneficios del la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio
Público, en: Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público , Caracas: Editorial Jurídica
Venezolana, 145-176.
 Novoa, Eduardo (1975) El Derecho como obstáculo al cambio social, México: Siglo XXI.
 Rehbinder, Manfred (1981) Sociología del Derecho, Madrid: Pirámide
 Rescasens Fiches, Luis (1958) Tratado General de Sociología, México: Porrua.

13

También podría gustarte