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La globalización financiera ha afectado múltiples aspectos de la economía mundial a través del libre movimiento de capitales entre países. Esto ha llevado a una mayor especulación financiera y concentración de capital en manos de intermediarios privados. Como resultado, el sector financiero ha ganado importancia sobre la industria, y los flujos de capital especulativo ahora superan con creces el comercio global. La globalización financiera tiene tanto efectos positivos como negativos en los países en desarrollo.
La globalización financiera ha afectado múltiples aspectos de la economía mundial a través del libre movimiento de capitales entre países. Esto ha llevado a una mayor especulación financiera y concentración de capital en manos de intermediarios privados. Como resultado, el sector financiero ha ganado importancia sobre la industria, y los flujos de capital especulativo ahora superan con creces el comercio global. La globalización financiera tiene tanto efectos positivos como negativos en los países en desarrollo.
La globalización financiera ha afectado múltiples aspectos de la economía mundial a través del libre movimiento de capitales entre países. Esto ha llevado a una mayor especulación financiera y concentración de capital en manos de intermediarios privados. Como resultado, el sector financiero ha ganado importancia sobre la industria, y los flujos de capital especulativo ahora superan con creces el comercio global. La globalización financiera tiene tanto efectos positivos como negativos en los países en desarrollo.
El conjunto de fenómenos conocidos como globalización financiera afecta decisivamente
múltiples aspectos de la economía mundial contemporánea. En gran parte del mundo se han ido derribando en las últimas décadas las barreras que interferían con los masivos movimientos de capitales a través de las fronteras. La globalización financiera es pues una característica fundamental de la transformación de las relaciones económicas internacionales, de la dinámica de la economía mundial contemporánea, de su conformación actual y de sus perspectivas. Como tal, constituye un marco de referencia externo estratégico e ineludible para la formulación de políticas económicas y no sólo económicas- de todos los países, y no sólo de los periféricos. Aquí abordaremos el tema tomando especialmente en cuenta sus efectos sobre los países en desarrollo de la América Latina, en particular de la Argentina. ¿Qué entendemos por globalización financiera? En sentido general, el libre movimiento de capitales a través de las fronteras nacionales del mundo. La teoría económica ortodoxa enseña que este fenómeno debería reflejar una gran libertad de movilización de ahorros generados en cualquier parte del mundo hacia oportunidades de inversión en cualquier otra parte. Las inversiones, a su vez, pueden ser consideradas como activos reales (producción de bienes y servicios, inmuebles) o como activos financieros (títulos y obligaciones, acciones, derivados, etc.) Causas: Las crisis económicas estructurales o de largo plazo, como la iniciada en 1967, se acompañan de un fuerte proceso de especulación financiera tendiente a compensar el descenso de la tasa de ganancia con el aumento de los valores financieros. Este proceso encuentra su límite en sus propios efectos inflacionarios, que tornan inviable un crecimiento económico sustentado. La especulación con los activos financieros aumenta con la elevación de las tasas de interés, la especulación con acciones y otros papeles y con los activos materiales como los inmuebles y la tierra, que tienden a sufrir ascensos artificiales; tales movimientos especulativos terminan quitando recursos del sector productivo. En consecuencia, las propias empresas se inclinan por buscar ventajas en la inversión financiera a cambio de la inversión productiva y se asiste a una creciente liquidez en el conjunto de la economía. Como todo proceso de este tipo, la especulación termina generando su contrario: la generalizada desvalorización de los activos financieros. Esta se ve precedida por la baja en la utilización de los activos productivos existentes o la subutilización de la capacidad instalada, que lleva a la simple y pura quiebra de las empresas tecnológicamente obsoletas o poco competitivas en general. En la fase actual del capitalismo monopolista de Estado, esta tarea de destrucción de sectores industriales enteros se realiza a través de políticas estatales, programadas alrededor de amplios movimientos de reconversión industrial, reestructuración de empleos, retiros anticipados, etc. La caída de las inversiones productivas se apoya también en el aumento de las tasas de interés, creando diversos excedentes orientados hacia la especulación, a la espera de nuevas oportunidades de inversión. Es evidente que el surgimiento de excedentes financieros autónomos, sin pasar por el ciclo del capital productivo, termina provocando el efecto contrario: la caída de los valores de esos excedentes y de la tasa de interés y una reasignación de inversiones productivas hacia nuevas bases tecnológicas, dejando atrás los sectores en retroceso o incluso destruidos, para abrir camino a nuevas inversiones con gastos en capital constante más bajos y de mayor productividad, que se complementa con la búsqueda de mayor productividad del trabajo y mejor calidad de los productos. Se diseñan, así, dos curvas opuestas entre inversiones productivas y especulación financiera. Efectos: La desregulación normativa del sector financiero favoreció la expansión del sistema financiero y el proceso de financiarización. Esta concomitancia se tradujo en dos hechos relevantes: La elevada concentración de las fuentes de liquidez internacional en manos de intermediarios privados y el surgimiento de multitud de nuevos productos financieros derivados que absorbían el esfuerzo inversor. La desregulación se tradujo también en un mayor grado de internacionalización de las corporaciones financieras. La expansión financiera benefició a los agentes financieros, ya que surgieron nuevos huecos de mercado altamente rentables para los intermediarios financieros, encargados de canalizar y distribuir el crédito. La liberalización financiera permitió la libertad del movimiento de los capitales a nivel global, aunque el 75% de todo el flujo de capital productivo en 1995 se acumulaba en el centro del sistema. Además de la expansión financiera se produjo también un proceso de financiarización del sistema económico. Este proceso consistió en una tendencia en la que el sector financiero comenzó a ser preponderante en el sistema económico. Debido a que el sistema económico experimentó este proceso de financiarización, se produjeron transformaciones en el funcionamiento del propio sistema económico. Al desplazarse el peso de la actividad hacia las finanzas, este sector, el de los seguros y el de la propiedad inmobiliaria sobrepasaron en beneficios totales a los obtenidos por el sector industrial durante la década de los noventa. En 1997, el volumen del comercio global era de unos 3 billones de dólares, mientras que el flujo de capitales transnacionales era de 100 billones de dólares.
Bibliografía Garrido, A. P. (2018). DESARROLLO Y CONSECUENCIAS DE LA GLOBALIZACION. colima: Universidad de Colima, México .
Vanoli, B. H. (2002). LA GLOBALIZACIÓN FINANCIERA. GÉNESIS, AUGE, CRISIS Y REFORMAS. Fondo