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La Dialéctica de La Persona
La Dialéctica de La Persona
Persona y Humanismo
Filiberto J. Castillo Calzada
La dialéctica de la persona
El hombre de la fuerza. Según Lacroix, la fuerza es la capacidad del hombre para situarse en la
naturaleza y enfrentarse a ella. Es el primer y necesario momento existencial en el que se
encuentra la persona en su vida. La fuerza es la vida biológicamente entendida. El núcleo
orientador de la fuerza humana se encuentra en la dignidad de la persona que se manifiesta en
una afirmación: “el hombre es un ser capaz de exponerse voluntariamente a la muerte”. La
fuerza es sinónimo de fortaleza que llega incluso a servir para afrontar voluntariamente a la
realidad de la muerte. Este concepto esta vinculado con el concepto de Nietzsche de fuerza de
voluntad. El cuerpo humano es un fenómeno múltiple compuesto por diversas en las que se
distinguen activas y reactivas; aquellas dominantes, estas dominadas. Actuar y reaccionar son
acciones de la fuerza. Las fuerzas activas y reactivas luchan, por lo tanto, cabe deducir que la
vida misma es lucha. Esta lucha, según Lacroix, es la estructura misma del ser. Por último, la
fuerza puede convertirse en virtud cuando expresa el coraje de una persona, esto es, lo más
noble que brota del ser humano.
Ricardo Matute Hicks 17 de abril de 2020
Persona y Humanismo
Filiberto J. Castillo Calzada
El hombre del amor. Es el hombre espiritual, entendido como espíritu encarnado y como tal es
el hombre que asume el riesgo del compromiso derivado de la confianza ilimitada en el otro. El
equilibrio de las fuerzas que realiza el derecho resulta insuficiente para la creación de una
sociedad humana. El hombre del amor asume la solidaridad y la generosidad entendidas como
los pilares fundamentales de la sociabilidad y por ende del resto de las instituciones.
Como conclusión y relacionando las tres instituciones del hombre que presenta Lacroix, ni la
fuerza, ni el derecho, ni el amor son suficientes para crear una sociedad y solo mediante la
relación de las tres se podrá formar una verdadera comunidad humana y fundar la paz.
Finalmente, Lacroix explica que el momento en el que los hombres son puestos en el mundo es
la fuerza; estas fuerzas se relacionan, cooperan, equilibran es el derecho; finalmente se quieren
y ratifican su ser relativo y se ponen como distintas en comunión es el amor.