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EDICIÓN BILINGÜE
ÍNDICE
PRÓLOGO .................................................................................. IX
LAO ZI ..........................................................................................1
GLOSARIO ...............................................................................251
ADVERTENCIA
You chao
Sui ren
Fu xi
Shen nong
Sociedad primitiva HUANG DI Personajes
(hasta s. XXI a.n.e.) (Emperador legendarios
Amarillo)
Yao
Shun
Yu
los capítulos. Todos los textos del Lao zi dividen la obra en dos
partes: los primeros 37 capítulos constituyen el Libro del tao
(Dao jing)2, mientras que los 44 posteriores forman el Libro del
té (De jing). De ahí el nombre con que también –sobre todo en
Occidente– es conocido el Lao zi: Tao te ching (Dao de jing).
Ahora bien, en las copias de Ma wang dui el orden es justamente
inverso: el Libro del té aparece encabezando la obra. Esta
inversión, como veremos después, no deja de tener importancia
en orden al estudio de la evolución del pensamiento taoísta, a lo
largo de cuyas sucesivas etapas históricas fue componiéndose el
Lao zi que hoy admiramos.
Por otro lado, en las versiones de Ma wang dui los dos
libros no se presentan divididos en capítulos como es el caso de
las versiones posteriores. En éstas, al final de cada uno de los
capítulos se indica su número de orden, seguido de la cifra exacta
de los ideogramas, que contiene. En el texto B de Ma wang dui al
final de cada uno de los dos libros se ofrece el número total de
ideogramas, detrás del nombre (Dao o De) del libro. El texto A
carece incluso de estas pequeñas aclaraciones 3. Sin embargo, la
distribución de ambos textos en partes o fragmentos coincidentes
con los capítulos de los textos posteriores es evidente, y su orden,
en líneas generales, el mismo. Las variaciones se reducen a tan
sólo cinco capítulos que se sitúan en lugares distintos de los que
ocupan en las versiones posteriores.
Finalmente, el contenido de cada fragmento o capítulo en
los textos de Ma wang dui discrepa, en diferente medida, no sólo
respecto de las dos versiones más ampliamente seguidas hasta la
fecha –la de He shang Gong y la de Wang Bi– sino incluso de las
numerosas variantes conocidas. No obstante, el sentido general
de la obra permanece inalterado.
Algunos ideogramas de los textos de Ma wang dui, debido
al deterioro de los años, resultan irreconocibles o simplemente se
han borrado por completo. Sobre todo en el texto A es
particularmente grave esta circunstancia, e incluso dos capítulos
enteros se han perdido. Por esta razón, al traducir el Lao zi de
PRÓLOGO XIII
I
EL LAO ZI: PERSONALIDAD HISTÓRICA DEL
AUTOR
El problema relativo a la identidad de Lao zi, supuesto
autor de la obra de su mismo nombre, sigue aún sin resolverse.
Son varias las opiniones sostenidas al respecto por los eruditos
chinos, apoyados en distintos argumentos. Fundamentalmente se
pueden reducir a tres las posturas principales:
habla, utilizando más de cinco mil palabras, del sentido del dao
y su virtud; luego se alejó. Nadie sabe dónde terminó su viaje.
Otros dicen: «Lao lai zi era natural del Estado de Chu;
escribió una obra, compuesta de 15 libros, en la que expone la
aplicación de las doctrinas de la escuela del dao; fue
contemporáneo de Confucio.» Es muy posible que Lao zi
viviera más de ciento sesenta años, algunos dicen que incluso
doscientos años; ello se debió a su cultivo del dao, que le
permitió alcanzar la longevidad.
Ciento veintinueve años después de la muerte de
Confucio, un historiador registró la audiencia que tuvo Tai shi
Dan, del Estado de Zhou, con el duque Xian de Qin, en la que
dijo a éste: «Al principio los Estados de Qin y de Zhou
estuvieron unidos y luego se separaron; separados durante
quinientos años, luego se volverán a unir; cuando lleven
setenta años reunidos aparecerá un gran rey» Algunos dicen:
«(Tai shi) Dan era Lao zi.» Otros dicen: «No lo era» Nadie en
el mundo sabe dónde está la verdad sobre este problema. Lao
zi fue un hombre sabio que vivió ignorado.
El hijo de Lao zi, llamado Zong, mandó los ejércitos
del Estado de Wei y obtuvo el feudo de Duan gan. El hijo de
Zong se llamó Zhu; el hijo de Zhu, Gong; el tataranieto de
Gong se llamó Jia. Jia fue funcionario al servicio del
emperador Wen de la dinastía Han (Han Wen di). Su hijo, Jie,
fue preceptor de Ang, rey de Jiao xi, por lo que vivió en el
Estado de Qi.
Los seguidores de Lao zi siempre han despreciado la
doctrina de Confucio, y los confucianos, a su vez, han
despreciado a Lao zi. ¿No será éste acaso el sentido del dicho:
«Quienes siguen diferentes caminos nunca tienen algo útil que
decirse»?
Li Er no actuaba y el pueblo se transformaba por sí
mismo; permanecía en la pureza de la quietud y el pueblo se
ordenaba con toda espontaneidad5.
XVI LAO ZI
II
EL LAO ZI: VERSIONES, COMENTARIOS,
TRADUCCIONES
Antes del descubrimiento de Ma wang dui, eran varias las
versiones del Lao zi que habían llegado hasta nuestros días. En
ellas, el texto fundamental no presenta grandes discrepancias,
aunque no son pocos los casos de variantes en los ideogramas.
Probablemente ello es debido a errores de copia –a los que se
presta con bastante facilidad la lengua china–10, aunque tampoco
puede descartarse la intencionalidad en algunos casos 11. De
cualquier manera, las interpretaciones de numerosos pasajes del
Lao zi a lo largo de la dilatada historia de la filosofía china
resultaron no sólo diferentes sino, incluso, contradictorias entre
los muchos comentaristas.
Entre todas las versiones de la obra, dos habían venido
siendo utilizadas, hasta ahora, como base para restablecer el
texto original y como punto de partida para el estudio del
pensamiento reflejado en el Lao zi. Una es la versión, anotada y
XVIII LAO ZI
III
EL DAO
El término dao en su origen significaba –y sigue
significando en el chino moderno– «camino». Ya en la época
Chun qiu se empleaba la expresión tian dao (camino celeste)
para designar las órbitas de los astros. Otras veces, el ideograma
dao representaba la ley que rige la vida del hombre, su felicidad y
su desgracia, sus éxitos y sus fracasos, su nacimiento y su muerte.
Luego pasó a significar, en una aplicación semántica, «método»
o «procedimiento». También encontramos, desde antiguo, el
término dao en la acepción de «doctrina», «enseñanza»,
derivación de su empleo verbal en el sentido de decir, hablar.
En la antigua China, todas las escuelas de pensamiento
utilizaron el concepto dao, aunque su contenido ideológico difiere
notablemente de unas a otras. El confucianismo, por ejemplo, se
servirá de dao para designar la norma moral, en correspondencia
con los designios (caminos) del Cielo. Para el legista, el dao es el
proceso mismo de transformación de la Naturaleza, la razón
inherente a todos los seres, la síntesis suprema de todos los
contrarios que se resumen en la contradicción-raíz yin-yang.
Es esta segunda visión del ideograma dao la que más se
aproxima a la que del mismo tiene el taoísta. Tratemos ahora de
averiguar, a partir de los textos mismos, qué es el dao para
quienes han hecho de él la piedra angular de su edificio
filosófico. Pues bien, los comienzos no pueden ser más
desesperanzadores:
El dao es inalcanzable.
(Libro XXII, Zhi bei you.)
Conocer es no conocer.
(Lao zi, cap. XXXVI.)
es la quietud
(ibid.)
en el sentido de que todos los seres participan del dao («el dao
engendra, la virtud alimenta», Lao zi, c. XIV; «la gran virtud se
manifiesta en la adhesión exclusiva al dao», ibid. c. LXV). De
manera que de (virtud) es la naturaleza particular que constituye
cada ser, pues un ser concreto es lo que es sólo en virtud de su
de. El de no puede, por tanto, existir como algo independiente de
las cosas concretas. El dao, universal, es el conjunto
indiferenciado de todas sus virtudes; cada de, cada virtud, es la
manifestación del dao universal.
IV
EL TAOISMO
La época de Zhan guo representó un periodo histórico
fundamental para el pensamiento filosófico chino. Es una época
de ruptura, a lo largo de la cual se verifica la transformación del
sistema esclavista –que había alcanzado su momento de
esplendor durante la dinastía Zhou del Oeste (Xi Zhou)– y su
sustitución por el sistema feudal. Las guerras entre Estados
devastan la cuenca del Huang he (río Amarillo) y se extienden
hasta el valle del río Huai y, más al sur, hasta el Chang jiang, el
río Azul de los occidentales. Paralelamente, las diferentes
escuelas de pensamiento rivalizan por conquistar el lugar de
honor entre los reyes de los diferentes Estados. Cada una de estas
escuelas refleja los intereses de las clases en contradicción aguda
de aquel entonces: la aristocracia esclavista y los nuevos
terratenientes feudales. La lucha entre ambas clases, iniciada a
finales del periodo Chun qiu en el Estado de Lu 15, se prolongará
durante varios siglos hasta la unificación del Imperio en el año
221 a.n.e. por Qin shi huang; unificación que consagra el triunfo
del feudalismo.
En los tres siglos que preceden a esta unificación –los más
fecundos del pensamiento chino, que se abre en cien flores y
compite en cien escuelas– cuatro corrientes ideológicas van a
desbordar con más fuerza y profundidad.
Los confucianos (ru jia) representan la tradición de los
«reyes sabios» (sheng wang) de antaño. Una legendaria Edad de
Oro sirve a Confucio de pretexto para fundar un sistema ético-
político que encuentra en la inexorable regularidad del Cielo su
razón última, y en el concepto de ren su contenido humanista. El
PRÓLOGO XXIX
corte radical de todas las ataduras que le ligan a las cosas y a los
demás hombres y que perturban el discurrir de una vida inmersa
en la naturaleza. Mencio, según todos los indicios, parece haber
tergiversado el pensamiento de Yang Zhu cuando pretende
presentárnosle como partidario de un individualismo egoísta
extremo, que rehúsa, si ello supone renunciar a un solo pelo del
cuerpo, realizar cualquier acción en beneficio de los demás. En
otro terreno, Mencio censura a Yang Zhu su rechazo de príncipes
y señores, de lo que puede colegirse que el pensamiento de Yang
Zhu debía estar marcado por un anarquismo cardinal que
destruía la autoridad de los señores y todo régimen jerárquico,
rasgo éste bastante común a toda la ideología taoísta. Respecto
de Mo Di, la postura de Yang Zhu tampoco dejaba lugar al
compromiso; según el Huai nan zi, Yang Zhu se oponía no sólo al
jian ai (amor universal) y al shang xian (respecto hacia los
hombres sabios y virtuosos) de Mo Di sino también a la creencia
de éste en dioses y espíritus.
En el taoísmo posterior, más evolucionado, se sitúan las
corrientes taoístas de Ji xia antes mencionadas. Entre ellas
merece especial atención la más antigua, la representada por
Song Jian e Yin Wen. El primero es mencionado en el Han Fei zi
con el nombre de Song Rong y en el Meng zi bajo el de Song
Keng. Las fuentes que permiten conocer su pensamiento se han
ampliado notablemente tras el descubrimiento hecho por Guo
Mo-ruo de que la paternidad de algunos libros del Guan zi
corresponde a estos dos taoístas. Hasta entonces, sólo era
conocido fragmentariamente, a través de las citas y referencias
contenidas en el Tian xia pian del Zhuang zi, y también en el Han
Fei zi, en el Xuan zi y en el Lü shi chun qiu.
Los recientes estudios de Guo Mo-ruo afianzan la
interpretación de esta corriente taoísta como eslabón o actitud
conciliadora entre las ru jia y los mo jia. En este sentido parece
también apuntar el Zhuang zi cuando dice de ellos: «Con su
cordialidad fomentaban la concordia y armonizaban las tierras
rodeadas por el mar.»
PRÓLOGO XXXV
especificidad.
La vida y todos los fenómenos superiores del hombre son
explicados, pues, a partir del jing qi. Cuando el hombre se
apropia del jing qi, el cuerpo se fortalece y «los nueve orificios»
(los sentidos) pueden profundizar en su percepción. Cuando el
jing qi reside en el corazón, el hombre se hace inteligente,
alcanza la sabiduría. Cuando se pierde el jing qi, la vida se agota
y sobreviene la muerte.
Las fórmulas, los métodos propuestos para conservar el
jing qi son:
Es, pues, claro que para el Guan zi, el hombre está formado
por dos elementos, de los que uno (jing) procede del cielo y el
otro (xing), de la tierra. Compárese este punto con el pasaje del
Lao zi que dice:
los diez mil seres contienen en su seno el yin y el yang, los dos
soplos vitales se compensan en un soplo vital armónico.
(cap. V.)
VI
VII
VIII
Y también:
IX
NUESTRA VERSIÓN
El Lao zi es un libro oscuro. Uno de los «tres misteriosos»
en compañía del Yi jing y el Zhuang zi. No es, pues, de extrañar
que a la hora de interpretar, ni los autores chinos se pongan de
acuerdo. Desacuerdo que llega, muchas veces, a la
confrontación. En realidad, el Lao zi es una fuente inagotable.
Cada cual puede beber de él hasta sentirse satisfecho. Fervorosos
creyentes, ateos convencidos, materialistas dialécticos, idealistas
subjetivos y objetivos, todos podrán encontrar en él sugerencias e
inspiración para confirmarse en sus posturas. El Lao zi es
manual para el gobernante y evangelio para el ácrata; norte y
PRÓLOGO LVII
NOTAS AL PRÓLOGO
1
Tumba de la época Han (Vid. Glosario). Los más
importantes nombres chinos, así como los términos filosóficos
fundamentales que aparecen en el libro, han sido recogidos y
explicados en el Glosario.
2
En el idioma chino existen tres términos no sinónimos
que en castellano se traducen como «libro». El término pian
significa los libros en que se divide una obra mayor (de ahí que a
menudo se traduzca como «capítulo»), a la que en chino se
denomina shu. Así, por ejemplo, el Tian xia pian (Libro Tian xia)
es uno de los libros del Zhuang zi. El tercer término es jing, que
significa libro en el sentido muy restringido de «clásico». En
principio, sólo se aplica a la primera de las siete categorías en que
son clasificados los libros en el catálogo bibliográfico del Han
shu; catálogo completado hacia el año 6 a.n.e. En esta categoría
de jing sólo se incluían los libros más venerables y venerados de
aquel tiempo. Estos eran los libros cuasisagrados del
confucianismo, que había por entonces conquistado la supremacía
absoluta sobre las demás escuelas de pensamiento. En este
sentido, debe señalarse e insistir en que, originalmente, el Lao zi
nunca se denominó Dao de jing. Sólo en fecha muy posterior
(probablemente durante la dinastía Tang, 618-907) los adeptos de
la religión taoísta comenzaron a utilizar el término jing para
LX LAO ZI
BIBLIOGRAFÍA SELECTA
EN LENGUA CHINA.
EDICIONES PRINCIPALES.
ESTUDIOS
A) Libros.
B) Artículos.
Cheng Wu, «Han chu Huang Lao si xiang he fa jia lu xian» (El
pensamiento de Huang Lao a comienzos de los Han y la
línea legista), Wen wu (Culturales), Pekín, 1974, núm. 10.
Di Qing, «Lao zi shi yi bu bing shu» (El Lao zi es un libro del arte
militar), Xue xi yu pi pan (Estudio y crítica), Shanghai,
1974, núm. 10.
Di Qing, «Lun xi han chu qi de zheng zhih yo Huang Lao zhi
xue» (Sobre la política de los primeros tiempos de la
dinastía Han del Oeste y la doctrina de Huang Lao), Xue xi
yu pipan, 1974, núm. 11.
Gao Heng y Dong Zhi-an, «Shi da jing chu lun» (Aproximación
al Shi da jing), Li shi yan jiu (Estudios de Historia), Pekín,
1975, núm. 1.
Gu Jie-gang, «Lü shi chun qiu tui ce Lao zi zhi cheng shu nian
dai» (Hipótesis a partir del Lü shi chun qiu sobre la época
en que fue redactado el Lao zi), Gu shi bian (Debates de
Historia Antigua), volumen IV, Hong Kong, 1963.
Guo Mo-ruo, «Ji xia Huang Lao xue pai de pi pan» (Crítica de la
escuela de Huang Lao de Ji xia), Shi pi pan shu (Diez libros
de crítica), Shanghai, 1950.
Hong Lou, «Chang sha ma wang dui san hao han mu chu tu bo
shu jian jie» (Presentación de los libros en seda
desenterrados en la tumba Han número 3 de Ma wang dui
en Chang sha), Li shi yan jiu, 1974, núm. 1.
Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de China,
«Ma wang dui er san hao han mu fa jue de zhu yao shou
huo» (Importantes resultados obtenidos en la excavación de
LXX LAO ZI
PRINCIPALES TRADUCCIONES
Ch’u Ta-kao, tr. Tao te Ching, Londres, George Allen & Unwin
for Buddhist Society, 1937. (Existe la traducción al
castellano de la Lcda. Caridad Díaz-Faes, Madrid,
Ediciones Morata, 1961, reed. 1975).
Duyvendak, J.J.L. (tr.), Le livre de la Voie et de la Vertue, París,
Libraire d’Amérique et d’Orient, 1953.
Elorduy, Carmelo, Lao tse, La gnosis taoísta del Tao Te ching,
Oña, Facultad de Teología, 1961.
Lau, D.C., Lao Tzu, Tao Te Ching, Middlesex, Penguin Books,
1963 (reed. 1976).
Legge, James (tr.), The Sacred Books of China: The Texts of
Taoism, Oxford, Clarendon Press, 1891 (reed. Nueva York,
Dover Publications, 1962).
Liou Kia-hway (tr.), Tao tö king, París, Gallimard, 1967.
Wieger, Leon, Les Pères du système taoïste, Hienhien, 1913.
Wilhelm, Richard (tr.), Lao tse vom Sinn und Leben, Jena, Eugen
Diederichs, 1941.
ESTUDIOS
I (XXXVIII)1
II (XXXIX)
III (XLI)3
IV (XL)
V (XLII)
VI (XLIII)
VII (XLIV)7
VIII (XLV)
IX (XLVI)
X (XLVII)
XI (XLVIII)10
XII (XLIX)
XIII (L)
XIV (LI)
XV (LII)
XVI (LIII)
XVII (LIV)
XVIII (LV)
XIX (LVI)
XX (LVII)
XXI (LVIII)
XXII (LIX)
XXIII (LX)
XXIV (LXI)
XXV (LXII)
XXVI (LXIII)
XXVII (LXIV)
XXVIII (LXV)
XXIX (LXVI)
¿Por qué pueden ríos y mares ser reyes de los cien valles?
Porque pueden situarse debajo de ellos, por eso reinan sobre los
cien valles.
De ahí que el sabio si desea elevarse sobre el pueblo, deberá
rebajarse ante él en sus palabras; si desea adelantarse al
pueblo, deberá situarse detrás de él.
Estará encima sin que el pueblo sienta su peso, estará delante sin
estorbar al pueblo.
Todo el mundo lo sostiene de buen grado, sin sentirse hastiado de
él, ¿no es acaso porque él no lucha contra nadie?
Por eso nadie en el mundo es capaz de contender con él.
62 LAO ZI
LAO ZI 63
XXX (LXXX)
XXXI (LXXXI)
XXXII (LXVII)
XXXIII (LXVIII)
XXXIV (LXIX)
XXXV (LXX)
XXXVI (LXXI)
XXXVII (LXXII)
XXXVIII (LXXIII)
XXXIX (LXXIV)
XL (LXXV)
XLI (LXXVI)
XLII (LXXVII)
El dao del cielo32, semeja al que tiende un arco, hace bajar lo que
está arriba, eleva lo que está abajo, reduce lo excesivo,
aumenta lo insuficiente.
El dao del cielo, reduce el exceso y colma la escasez; el dao de
los hombres, despoja al necesitado y concede más al que ya
tiene de sobra.
¿Quién es capaz de tener en exceso y ofrecérselo al cielo, sino
sólo quien posee el dao?
Por eso el sabio actúa pero de nada se apropia, realiza su obra sin
considerar su mérito.
De esta manera, no siente deseos de manifestar su talento.
88 LAO ZI
LAO ZI 89
XLIII (LXXVIII)
Nada hay en el mundo más blando y suave que el agua, pero nada
puede superarla en le combate contra lo duro y resistente, en
esto nada puede sustituirla.
El agua vence a lo más duro, lo débil vence a lo fuerte, no hay en
el mundo quien desconozca esta razón, pero tampoco quien sea
capaz de ponerla en práctica,
De ahí que el sabio diga:
«Sólo quien asume los oprobios del Estado, merece ser llamado
señor del país33.
Sólo quien soporta las desgracias del Estado, merece ser llamado
rey del mundo.»
Las palabras verdaderas parecen paradójicas.
90 LAO ZI
LAO ZI 91
XLIV (LXXIX)
XLV (I)
XLVI (II)
XLVII (III)
XLVIII (IV)
XLIX (V)
L (VI)
LI (VII)
LII (VIII)
LIII (IX)
LIV (X)
LV (XI)
LVI (XII)
LVII (XIII)
LVIII (XIV)
LIX (XV)
LX (XVI)
LXI (XVII)
LXII (XVIII)
LXIII (XIX)
LXIV (XX)
LXV (XXI)
LXVI (XXIV)
LXVII (XXII)
LXVIII (XXIII)
LXIX (XXV)
LXX (XXVI)
LXXI (XXVII)
LXXII (XXVIII)
LXXIII (XXIX)
LXXIV (XXX)
LXXV (XXXI)
LXXVI (XXXII)
LXXVII (XXXIII)
LXXVIII (XXXIV)
LXXIX (XXXV)
LXXX (XXXVI)
LXXXI (XXXVII)
II
III
IV
filosofía de la naturaleza.
De acuerdo con uno de los principios fundamentales de la
dialéctica, el desarrollo de una cosa bajo determinado aspecto,
llegado a cierto punto, implica la transformación en su contrario.
Es a esta transformación a la que el Lao zi denomina fan. Fan es,
pues, la característica fundamental de las transformaciones del
dao. Conforme con esta ley, el Lao zi enseña a los hombres la
fórmula para alcanzar el éxito: si piensa llegar a algo, comienza
por su contrario. Muchas de las contradicciones aparentes de esta
obra dejarán de parecerlo si tomamos esto en cuenta.
Sin embargo, debe advertirse que en el Lao zi el fan es, en
último término, un volver al punto de partida, un movimiento
circular que no comporta en modo alguno la idea de progreso.
Como se ha señalado, trátase de una manifestación de la ideología
campesina (el retorno constante de los ciclos anuales).
El wu, el no-ser, se refiere evidentemente al dao. El dao es
wu xing (no tiene forma), es wu ming (no tiene nombre). Mas en
ningún caso es permisible identificar al dao con el no-ser
parmenídeo. Pese a ello, filósofos taoístas posteriores como Guo
Xiang (m. 321) sí que interpretaron el wu como la nada, el vacío
absoluto. Wang Bi, contemporáneo de Guo Xiang, explica, en
cambio, el wu como el ser invisible en oposición al mundo
sensible (you).
Según Ren Ji-yu, la sentencia laoziana «el ser nace del no-
ser» descubre su visión profunda acerca de la formación del
universo. Vemos, a través de ella, cómo el Lao zi considera que
los seres que poseen una forma y una naturaleza determinada no
pueden formarse, organizarse a partir de otros seres de forma y
naturaleza diferentes; sólo a partir de lo que no tiene forma (wu
xing) y no tiene figura manifestativa (wu xiang) es posible su
formación. De modo que el dao no es un no-ser absoluto y vacío
(xu wu) sino, por el contrario, lo que existe más realmente, raíz de
la que todo brota; es decir, el dao posee una doble naturaleza, ya
que es wu y al mismo tiempo you. Cabe el mérito, dice Ren Ji-yu,
al Lao zi de ser el primero de la filosofía china que emplea estas
LAO ZI 173
VI
VII
VIII
IX
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
«Lo que está bien arraigado» se refiere al de: «lo que está
bien abrazado» se refiere al dao. Arraigado en el corazón y la
mente, abrazado en el interior del hombre, ambos no podrán
alejarse de quien los conserva y cultiva en sí. Quien cultiva su
propia persona conforme a esta razón, se mantendrá en la plenitud
de su potenical interior y no necesitará volverse hacia el mundo
exterior en una búsqueda vana. Por eso dice que entonces «su
virtud será verdadera».
El hombre de virtud acabada, sigue diciendo el capíutlo,
puede con su gobierno pasivo difundirla a los círculos sucesivos
de la familia, la aldea, el Estado y a todo el Imperio (mundo);
más, con todo, el sabio taoísta en los diversos niveles de gobierno
lo que hace es tomarlos como pretexto para cultivar su propia
persona.
La virtud una vez cultivada, si contemplo desde mi propia
persona la persona de los demás, una y otra aparecerán carentes
de diferencias entre sí. Y lo mismo ocurrirá entre mi familia, mi
aldea y mi Estado y las demás familias, aldeas y Estados; entre el
mundo de hoy y los mundos de ayer y mañana.
XVIII
XIX
uno. Para ello deberá cerrar aberturas y puertas (cf. capítulo XV),
y vivir oscuramente e identificarse en la suciedad (los humildes y
despreciados) con todos los hombres. Brillo y suciedad repartidos
por igual, todos los hombres son considerados por el Lao zi como
iguales, sin acepción de jerarquías. Una vez más resalta el
carácter anticonfuciano de la obra.
Se presta también el capítulo a ser interpretado como una
descripción de la comuna primitiva. Esta sería la realización de la
identidad del dao, sin diferencias sociales y donde la elocuencia
no sirve de escalera hacia el poder. En ella no hay clases («filos»
y «enmarañado»), no hay superiores e inferiores («brillo» y
«suciedad»), no hay familia («próximos y extraños»), no hay
relaciones de producción individuales («beneficio ni perjuicio»),
no hay organización estatal («honor ni desprecio»).
XX
XXI
XXII
XXIII
sean los hombres que cambian de oficio mayores serán las pérdidas. Si
las leyes se modifican, también variará lo que es objeto del esfuerzo del
pueblo, y esto es lo que llamamos cambiar de oficio. Por eso, desde el
punto de vista de la razón, si se utiliza el cambio frencuente de los
trabajos emprendidos, se obtendrán escasos resultados; si al freír un
pequeño pescado se le da demasiadas vueltas, el arte del cocinero no
podrá dar su juego; cuando se gobierna un gran Estado, si
continuamente se modifican las leyes, el pueblo sufrirá. Por eso el
soberano que posee el dao considerará muy importante la paz de su
Estado y no modificará las leyes a la ligera. Por eso dice el Lao zi:
«Regir un gran Estado es como freír un pequeño pez.»
Cuando un hombre enferma siente un gran respeto por el médico;
cuando le asalta a uno la desgracia se teme y reverencia a los espíritus.
Cuando un sabio gobierna, el pueblo restringe sus deseos; cuando han
disminuido los deseos, el cuerpo y el soplo vital se armonizan y los
movimientos del hombre se conforman a la razón, las desgracias
disminuyen. Cuando el cuerpo no padece ningún tipo de enfermedad, ni
de fuera se padece castigo o amenaza de ejecución, los espíritus son
considerados con total despreocupación. Por eso dice el Lao zi: «cuando
el mundo es gobernado conforme al dao, los espíritus no poseen ningún
poder maléfico». En tiempos de paz, los espíritus no causan desgracias a
los hombres. Por eso el Lao zi dice: «no sólo los espíritus no poseen
ningún poder maléfico, sino que los espíritus son incapaces de dañar a
los hombres».
Cuando los espíritus actúan y hacen al hombre enfermar, decimos
que los espíritus dañan a los hombres; cuando el hombre expulsa a los
espíritus, decimos que el hombre daña a los espíritus. Cuando el pueblo
quebranta la ley, decimos que el pueblo daña al superior; cuando el
soberano castiga a alguien en aplicación de la ley, decimos que el
superior daña al pueblo. Si el pueblo no quebranta la ley, el soberano no
utilizará la ley para castigarle; de esto decimos que el superior no daña
al pueblo. Por eso dice el Lao zi: «tampoco el sabio causará daño
alguno». Como el de arriba no daña al de abajo, el de abajo no daña al
de arriba, los hombres no dañan a los espíritus, los espíritus no dañan a
los hombres, a todo esto llamamos «unos y otros no se dañan
mutuamente».
XXIV
XXV
XXVI
El dao no actúa pero nada hay que no sea hecho por él. Es
esta idea focal del taoísmo la que el Lao zi desarrolla en este
capítulo.
Practicar el no-actuar, dedicarse a no ocuparse en nada,
saborear lo que no tiene sabor, todo ello se reduce en último
término a una sola idea: conservar el dao. Sólo quien conserva el
dao puede elevarse a la visión unificadora de la realidad
contradictoria (lo grande y lo pequeño, lo mucho y lo poco, lo
difícil y lo fácil).
LAO ZI 191
XXVII
XXIX
XXX
XXXI
XXXIII
XXXIV
XXXV
Las palabras del Lao zi, las enseñanzas del Lao zi, son
fáciles de entender y practicar. Su doctrina es la razón de la
debilidad y de la humilde inferioridad. Sin embargo, los hombres,
llenos de prejuicios, luchan por hacerse fuertes y poderosos, no
quieren estar debajo ni retroceder. Rechazan la razón de la
debilidad, porque no alcanzan a ver que el principio «lo débil
vence a lo fuerte» es una verdad objetiva. Como no captan esta
verdad su conducta no puede adaptarse a ella. No la comprenden
porque no llegan a conocer «el origen de mis palabras y señor de
mis actos», que no es otro que el wu wei, la no-actuación, la
esencia misma del dao.
La expresión «raros son los que comprenden, con lo que
resalta mi valor» no debe interpretarse, dicen algunos
comentaristas, en el sentido literal de una orgullosa autoalabanza
del autor del Lao zi. Sería más bien un procedimiento retórico
para resaltar cuán lejos habían llegado en su abandono del dao los
hombres de su tiempo. Según estos mismos comentaristas, tras
esas palabras se esconde una profunda aflicción.
XXXVI
Dice el no-actuar: «El dao que yo conozco puede ser noble y puede ser
vil, puede concentrarse y puede dispersarse; esta es la pluralidad del dao
que conozco.» Con estas doctrinas, la gran pureza le preguntó a lo que
no tiene principio (wu shi): «¿Quién posee la verdad y quién está en el
error, lo infinito que no conoce o el no-actuar que conoce?» Lo que no
tiene principio le dijo: «El no conocer es profundo, el conocer es
superficial; el no conocer penetra en el interior, el conocer permanece
en el exterior.» Entonces, la gran pureza suspiró tras haber
comprendido: «¿El no conocer es entonces conocer? ¿El conocer es
entonces no conocer? ¡Quién pudiera conocer el conocimiento del no
conocer!»
(Libro XXII, Zhi bei you.)
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
XLII
XLIII
XLIV
de clases.
«Conservar la mitad izquierda del contrato» simboliza la
sociedad sin propiedad privada, donde no existe da yuan, ni
necesidad de conciliación. Es una sociedad basada en la unidad
sin oposiciones, conforme a la justicia (he yi). Todos en ella
trabajan y todos poseen los medios de producción. Esta es la
sociedad «que posee la virtud» (you de), en la que el modo de
producción es en sí mismo un contrato que no necesita ser
concluido. Por el contrario, en la sociedad «que no posee la
virtud» (wu de), basada en la gran injusticia, es preciso unir,
conciliar («se entrega a reclamaciones»). Esta sociedad wu de no
se corresopnde con el dao, pues la sociedad donde reine el dao
realizará la identidad profunda en la que, como decía el capítulo
XIX, «no puede existir la diferencia entre próximos y extraños».
El pasaje referente a la mitad izquierda del contrato ha sido
explicado por Duyvendak como sigue: «Aunque quien practica la
virtud guarda la mitad izquierda del contrato, es decir la prueba de
las obligaciones de la otra parte, no exige por la fuerza que estas
obligaciones sean cumplidas.» (J.J.L. Duyvendak, «Tao Te Ching,
The Book of the Way and Its Virtue.»)
XLV
Este capítulo inicial del Dao jing (Libro del dao) contiene
una aproximación ontológica de la naturaleza del dao. Mas las
conclusiones a que llegan los comentarios chinos son
contradictorias debido a la profundidad del lenguaje empleado por
el Lao zi. Así, mientras Yang Rong-guo considera que de este
capítulo se dedude la identidad del dao con el wu (el no-ser, no
tener, no haber), otro filósofo contemporáneo, Ren Ji-yu, sostiene
que en el capítulo puede descubrirse una doble naturaleza del
dao: el dao es wu y también es you (el ser, tener, haber). Según el
profesor Ren, el dao no se identifica con el «no-ser vacío» (yu
wu), sino que es la raíz existencial de la que todo procede, como
vimos ya en el comentario al capítulo IV. El Lao zi, dice el
208 COMENTARIOS POR CAPÍTULOS
XLVI
XLVII
XLVIII
XLIX
LI
LII
LIII
LIV
LV
LVI
LVII
LVIII
LIX
LX
LXI
LXII
LXIII
LXIV
LXV
LXVI
LXVII
LXVIII
LXIX
LXX
LXXI
LXXII
LXXIII
LXXIV
LXXV
ritos funerarios.
Admite el Lao zi el recurso a las armas «en caso de
necesidad». Por lo tanto, la negación de las armas no es
absolutizada; esto parece mostrar que el wu wei, la no-acción o no
intervención en el discurrir de los acontecimientos, tiene un
límite. El carácter absoluto del wu wei se hace aquí relativo, o
conserva en su relatividad el carácter absoluto que le es propio.
Sin duda que para el Lao zi las distinciones «absoluto», «relativo»
pertencen al dominio del «saber» y ante ellas sólo cabe volver la
espalda. Esto es lo que hace Zhuang Zhou de forma explícita en
su obra, el Zhuang zi, y particularmente en el libro II, Qi wu lun.
LXXVI
LXXVII
LXXVIII
LXXIX
LXXX
LXXXI
I (XXXVIII)
1
La división en capítulos y su numeración es nuestra. En los textos de
Ma wang dui, a diferencia de los textos poteriores, no existe tal separación.
Para comodidad del lector, añadimos entre paréntesis el número de orden de
cada capítulo en las ediciones hasta ahora utilizadas.
II (XXXIX)
2
El significado de estos tres términos, que se repiten en el capítulo V,
es: gu, huérfano; gua, falto de virtud; bu gu, indigno.
III (XLI)
3
Este capítulo se ha perdido completamente en el texto A de Ma
wang dui.
4
Es decir el hombre de talento, según ciertos comentaristas.
V (XLII)
5
gu, gua, bu gu. Vid. capítulo II.
VI (XLIII)
6
Se ha seguido para la traducción de esta línea el texto A de Ma wang
dui, debido a que en el texto B los ideogramas correspondientes no han podido
ser reconstruidos.
VII (XLIV)
7
La traducción de este capítulo se basa en el texto A, pues en el texto
B sólo se conservan reconocibles los dos ideogramas que inician el capítulo.
VIII (XLV)
8
zhi, derecho. No debe confundirse con yi, recto, justo.
244 NOTAS DEL TRADUCTOR
X (XLVII)
9
Otra posible traducción sería: «aunque no se muestra a los demás, es
de todos elogiado».
XI (XLVIII)
10
Este capítulo se ha perdido completo en el texto A.
XII (XLIX)
11
Otra posible traducción de esta línea: «y así se obtiene la buena
disposición (de estos últimos)».
12
Otra posible traducción de esta línea: «y así se obtiene la lealtad (de
estos últimos)».
XIII (L)
13
Shi you san («los trece») son las cuatro extremidades y los nueve
orificios del cuerpo humano. Otra posible traducción de toda la primera parte
de este capítulo sería:
«El hombre vive entre la vida y la muerte;
de diez, tres probabilidades hay de sobrevivir,
de diez, tres probabilidades hay de perecer,
y también tres son las probabilidades de que perezca
el que se esfuerza por sobrevivir.»
XV (LII)
14
«Aberturas» y «puertas» refiérense a los sentidos (cf. capítulo XIII)
y a la inteligencia.
15
chang («permanente») puede significar el dao permanente,
inmutable.
XVI (LIII)
16
dao significa originalmente «camino» (cf. Prólogo, página XXIII).
XVII (LIV)
17
tian xia («mundo») también significa «Imperio», el mundo chino de
aquel tiempo.
XVIII (LV)
18
El ideograma jing también se traduce por «esencia», «esperma». Es
el mismo ideograma de jing qi, soplo vital superior cf. Prólogo, p. XL y ss.).
XXI (LVIII)
19
Esta línea aparece en el texto A de Ma wang dui, pero no en el texto
B.
LAO ZI 245
XXII (LIX)
20
Otros autores chinos, como Fan Wen-lan, traducen se no por
«moderación», sino por «labrador». Ser como el labrador que, atento al
crecimiento de su cultivo, arranca las hierbas extrañas en cuanto aparecen, y
así«está preparado para afrotnar los acontecimientos» (Vid. Fan Wen-lan,
Zhong guo tong shi jian bian [Compendio de Historia General de China],
Pekín, 1965).
21
La «madre» se refiere al dao, según la mayor parte de los
comentaristas.
XXV (LXII)
22
El bi es un disco de jade horadado en el centro. Esta línea y las dos
que anteceden y dos que siguen también podrían traducirse:
«Por eso cuando el emperador es entronizado
o nombrado el gran ministro,
el ceremonial de la entrega del jade con la carroza
de cuatro caballos
menos vale que, sentado, ofrecerles el dao.»
XXVII (LXIV)
23
Antigua medida china de longitud equivalente a 8 chi (3 chi = 1
metro).
XXX (LXXX)
24
qi («herramienta») es vertido por algunos traductores como «armas».
25
En la China de tiempos remotos las gentes, al carecer de escritura, se
servían de cuerdas anudadas para registrar los grandes acontecimientos.
XXXI (LXXXI)
26
Esta línea y la que sigue, de enorme carga ideológica y trasfondo
social, no aparecía en ninguna de las versiones hasta ahora conocidas. Sin
embargo, también es posible otra interpretación:
«El hombre bueno no se enorgullece,
los que se enorgullecen no son hombres buenos.»
XXXII (LXVII)
27
«Señor de todos los asuntos» (también podría traducirse «señor de
todos los seres» es nuestra traducción del shi zhang del texto A. En el texto B
está escrito, en su lugar, qi zhang, que concuerda con los textos posteriores,
pero que encierra mayores dificultades de interpretación; ésta, en muchos
casos, resulta forzada.
246 NOTAS DEL TRADUCTOR
XXXIV (LXIX)
28
Un chi (un tercio de metro) equivale a 10 cun.
XXXVII (LXXII)
29
Otra posible traducción: «estarán a punto de producirse terribles
acontecimientos».
XXXVIII (LXXIII)
30
Otra versión: «El que es valiente pero carece de plan, fracasará: el
que es valiente y sabe elaborar planes, vencerá» (Vid. Lan Si, «Dao jia yu xi
han ru fa dou zhen» [El taoísmo y la lucha entre confucianos y legistas durante
la dinastía Han del Oeste], Li shi yan jiu [Estudios de Historia], Pekín, 1975,
núm. 3).
XLI (LXXVI)
31 31 bis
y El texto A de Ma wang dui dice: «lo blando, lo débil, lo
menudo y pequeño».
XLII (LXXVII)
32
El texto A de Ma wang dui habla del «dao del mundo».
XLIII (LXXVIII)
33
she ji («país») significa originalmente «dioses del suelo y los
cereales». Con esta expresión se designaba a los Estados en la antigua China.
Cada Estado tiene su lugar sagrado dedicado a los dioses del suelo y los
cereales en los que el rey ofrece regularmente sacrificios. La pérdida de este
lugar sagrado supone la desaparición del Estado como tal.
XLIV (LXXIX)
34
yuan («resentimiento») también puede traducirse por «injusticia».
35
La parte izquierda del contrato es la correspondiente al acreedor.
XLVII (III)
36
Hemos traducido por «hombres de mérito» el término xian (virtuoso,
inteligente). Además, en las versiones posteriores, el ideograma «elevar» de
esta línea ha sido sustituido por otro –de similar pronunciación– que significa
«estimar», «honrar»: tal vez, ello haya sido debido a una influencia del Zhuang
zi (Vid. Comentario a este capítulo, p. 214).
XLIX (V)
37
Más pobre se hace en nosotros el dao.
38
zhong («vacío interior»), aunque es el mismo término empleado por
los ru jia para designar el «medio dorado», aquí significa el «vacío interior»
LAO ZI 247
L (VI)
39
Otra probable traducción de esta línea inicial sería: «La acción
maravillosa del vacío (el dao) existe eternamente.»
LII (VIII)
40
Traducimos por «bondad» el término shan, diferente del ren
(benevolencia, bondad) confuciano. La expresión «hombre de bondad
superior» designa al hombre que se conforma al dao, al sabio taoísta.
41
En el texto B de Ma wang dui aparece el término zheng (lucha) en
lugar del jing («quietud», reposo) del texto A. Hemos preferido este último,
pues el anterior no resulta coherente: probablemente se trata de un error de
copia o se debe al empleo alternativo de un ideograma homófono.
42
Otra traducción: «ayuda a los demás, sin egoísmo».
43
En el texto A de Ma wang dui esa línea y la anterior se reducen a
una sola: «su don, leal».
44
Las dos últimas líneas también podrían traducirse:
«Siempre que no se luche
se opdrá evitar el error.»
LIII (IX)
45
Se refiere a un vaso ritual que dicen existía en el templo de Zhou (o
Lu). Se mantenía de pie cuando estaba lleno y boca abajo si vacío.
LV (XI)
46
yong en el Lao zi significa «utilidad» en el sentido de eficacia,
función. Recuérdese que la virtud (de) es la función (utilidad) del dao.
LVI (XII)
47
Para guardarlos de los ladrones.
LVII (XIII)
48
Las dos primeras líneas del capítulo también se podrían traducir:
«Favor y oprobio es como sufrir un sobresalto;
respetar una gran desgracia es como estimar el propio cuerpo.»
49
Cf. capítulo XVII, nota 17.
LVIII (XIV)
50
Sobre el «dao de hoy», vid. nota 28 al Prólogo.
LIX (XV)
51
Otra traducción posible: «Por eso puede conservarse en su estado y
248 NOTAS DEL TRADUCTOR
no buscar lo nuevo.»
LX (XVI)
52
chang, la ley de la naturaleza.
LXII (XVIII)
53
Los seis parentescos son: padre-hijo, hermano mayor-hermano
menor, marido-mujer.
LXIII (XIX)
54
Se refiere a las virtudes confucianas de la bondad y la rectitud (ren
yi).
LXIV (XX)
55
da lao se llamaba el más abundante de los banquetes sacrificiales,
que incluía la ofrenda de tres suertes de animales: vaca, oveja y cerdo.
56
chun tai («terrazas de la primavera») se refiere a agradables lugares
de diversión.
LXVI (XXIV)
57
Algunos proponen como traducción: «quien se enaltece no podrá ser
jefe».
58
Podrá también interpretarse como «el que desea alcanzar el dao».
LXVII (XXII)
59
wang («doblarse») tiene también el sentido de sufrir una injusticia,
mientras que zheng («mantenerse recto») incluye la idea de la posesión
personal de la justicia.
LXVIII (XXIII)
60
El abandono del dao.
LXX (XXVI)
61
zi zong («furgón») designaba, antiguamente, a los carros que
transportaban impedimenta y armas y que acompañaban al señor que partía en
viaje. Otros comentaristas chinos traducen zi zhong simplemente por carro
entoldado. Aquí simboliza lo pesado.
LXXI (XXVII)
62
El chou ce era un antiguo instrumento de cálculo fabricado a base de
tablillas de bambú.
LAO ZI 249
LXXII (XXVIII)
63
En los textos de Ma wang dui aquí aparece en lugar del ideograma
«barranco» el ideograma «gallo». Posiblemente es un error de copia debido a la
semejanza entre ambos ideogramas, o al uso alternativo de los mismos. Nos
hemos, pues, atenido a las restantes versiones, que coinciden con el texto del
Zhuang zi en que se recoge esta cita de Lao Dan. (Vid. Comentario a este
capítulo, p. 241.)
64
«Tornar a ser como un leño» es tornar a la simplicidad original del
propio ser, simbolizada por el trozo de madera o leño, que no ha visto
modificada por el hombre su forma natural (cf. capítulo XII).
LXXIII (XXIX)
65
Estas cuatro líneas siguen el texto A.
LXXIV (XXX)
66
Podría referirse al buen guerrero.
LXXV (XXXI)
67
La tradición china considera la derecha el lugar de honor. Sólo los
habitantes del Estado de Chu eran excepción: dícese en el Zuo zhuan (Octavo
año del príncipe Huan): «Las gentes de Chu honran la izquierda».De suerte
que el capíutlo LXXV parece ser una prueba irrefutable a favor de quienes
sostienen que el taoísmo nació en el Estado de Chu (cf. Tian Chang-wu, «Zai
tan Huang Lao si xiang he fa jia lu xian» [De nuevo acerca del pensamiento de
Huang Lao y la línea legista], Wen wu, Pekín, 1976, núm. 4).
LXXVI (XXXII)
68
El yang del cielo y el yin de la tierra.
LXXVIII (XXXIV)
69
Esta línea también podría traducirse:
«realiza su obra pero sin considerar el propio mérito».
LXXXI (XXXVII)
70
Otra posible tradución de esta línea:
«todos los seres se les someterían espontáneamente».
GLOSARIO
253
CHU (Estado de). Uno de los grandes Estados en tiempos de la dinastía Zhou,
situado en el territorio de las actuales provincias de Hu nan y Hu bei.
Llegó a extenderse hasta las actuales provincias de An hui y He nan. Su
capital estuvo situada sucesivamente en Ying (hoy, Jiang ling, en la
provincia de Hu bei), Chen (hoy, Huai yin en He nan) y Shou chun
(hoy, Shou xian en An hui). Chu desapareció, conquistado por Qin, en
el año 223 a.n.e.
254 GLOSARIO
CHUN QIU (Primavera y Otoño). Chun qiu fue en principio el título de una
obra de carácter histórico del Estado de Lu. En ella se registran los
acontecimientos que tuvieron lugar entre el año 722 y el año 481 a.n.e.
Posteriormente se denominó, en la cronología oficial china, época de
Chun qiu a la que se extiende del año 770 (fundación de la dinastía
Dong Zhou, Zhou del Este) hasta el 476 a.n.e.
FA ZHI (gobierno mediante las leyes). Tesis política defendida por los legistas.
Se basaba en la supresión de los ritos, propios del sistema jerarquizado
de la nobleza esclavista, y su sustitución por leyes (fa) cuyo ámbito de
aplicación se extendiera a todos los súbditos sin excepciones. Con ellas
se trataba de restringir y atacar los privilegios hereditarios de los
grandes propietarios de esclavos y su régimen de infeudación
jerarquizada. Su objetivo último era fundar un Estado feudal unificado y
centralizado.
GUAN ZI. Obra atribuida a Guan Zhong, pero escrita realmente por filósofos
posteriores, de las épocas Zhan guo y Xi Han. En ella se recogen
sentencias de Guan Zhong; no obstante, también incluye libros de otras
escuelas, particularmente la taoísta, la del yin yang, del arte de la guerra,
e incluso algunos materiales confucianos. Comprendía 86 libros, de los
que 10 se han perdido.
HAN (Estado de). Uno de los siete grandes Estados de la época Zhan guo.
Situado en la parte central de la actual provincia de He nan y en la
región sudoriental de la provincia de Shan xi. Su capital fue primero
Yang di (hoy, Yu xian en He nan) y, después, Xin zheng (hoy, del
256 GLOSARIO
HAN FEI (280-233 a.n.e.). Originario del Estado de Han. Discípulo de Xuan
Kuang. Fue el más grande teórico del legismo. Su pensamiento sirvió de
base ideológica a Qin shi huang para la fundación de un Estado feudal
centralizado. Sus escritos están reunidos en el Han Fei zi.
HAN FEI ZI. Recopilación de los escritos de Han Fei. Consta de 55 libros,
entre los que sobresalen en su refutación del confucianismo los que
llevan por título Wu du (libro XLIX), Gu fen (XI) y Xian xue (L).
Comentarios al Lao zi son los libros XX (Jie Lao pian) y XXI (Yu Lao
pian).
HAN SHU (Libro de los Han). Escrito por Ban Gu, de la dinastía Dong Han.
Es una de las «Veinticuatro Historias». Consta de 120 volúmenes.
HONG FAN. Uno de los libros del Zhou shu, que se incluye en el Clásico de la
Historia (Shu jing). Trata fragmentariamente de la doctrina de los cinco
elementos (wu xing). Contiene importantes nociones materialistas junto
con otros componentes místico-idealistas en su análisis de los
fenómenos de la naturaleza y la sociedad.
HUAI NAN ZI. También llamado Huai nan hong lie. Obra redactada bajo al
dirección de Liu An, señor de Huai nan (m. en 122 a.n.e.). El núcleo
ideológico es una mezcla de taoísmo y doctrina del yin yang: poco
sistematizada, esta obra inlcuye tanto elementos materialistas como
idealistas. Sólo se conservan los 21 libros de su primera parte (Nei shu),
habiéndose perdido las otras dos (Zhong shu y Wai shu).
LAO DAN. Supuesto autor del Lao zi. Véase Prólogo, páginas XV y ss.
LI ZHI (gobierno mediante los ritos). Forma de gobierno propugnada por los
ru jia durante las épocas Chun qiu y Zhan guo. Se basaba en la exacta
observancia de los ritos de Zhou (Zhou li). Con este nombre era
designado el sistema de jerarquías, infeudación y privilegios
hereditarios de la hobleza esclavista, establecido por Zhou Gong durante
la dinastía Xi Zhou (Zhou del Oeste), y las ceremonias con él
relacionadas.
LIE ZI. El Lie zi que hoy conocemos no es el Lie zi del que habla el Han shu.
Se ha podido comprobar que fue redactado en fecha muy posterior,
durante la época Wei Jin. Aunque los autores se inspiraron en el
pensamiento conservado del filósofo taoísta Lie zi (que vivió
probablemente en la época Zhan guo), la obra en sí no es fiable como
medio para reproducir sus ideas. Entre sus libros destaca el Yang Zhu
pian, consagrado a la exposición de las teorías de Yang Zhu.
LIU BANG (256-195 a.n.e.). Natural de Pei (hoy, en la provincia de Jiang su).
Fundador de la dinastía Han del Oeste, después de haber acaudillado
victoriosamente una insurrección campesina a finales de la dinastía Qin,
y tras cinco años de guerra contra Xiang Yu, su oponente de Chu.
Aplicó la línea legista de la dinastía precedente, con el poder
centralizado, sujetado a los remanentes de la nobleza esclavista:
favoreció la agricultura mientras controlaba de cerca a los comerciantes.
Su viuda, la gran emperatriz regente Lü Zhi, resistió, a su muerte, los
intentos de modificar la línea política y consolidó las conquistas del
nuevo régimen, progresista en aquel entonces.
LÜ SHI CHUN QIU. También se conoce con el nombre de Lü lan. Es una obra
compuesta por Lü bu-wei a finales de Zhan guo, de carácter ecléctico,
aunque su núcleo ideológico es confuciano. Junto al elogio del ren yi
(las virtudes confucianas de bondad y rectitud) aparece en ella la
recomendación del «gobierno mediante el wu wei» (wu wei er zhi)
taoísta.
MENCIO (Nombre latinizado de Meng Ke, 390-305 a.n.e.). Natural del Estado
de Zou (actual provincia de Shan dong). Fue el máximo representante
de la escuela confuciana después de su fundador. Desarrolló las
doctrinas de éste, hasta el punto que la doctrina de Confucio es
designada hoy en China con el nombre de Kong Meng zhi dao (Doctrina
de Confucio y Mencio). Su obra se recoge en el Meng zi.
origen artesano, estudió primero con los ru jia del Estado de Lu. Luego
se apartó de las tesis confucianas, de las que él y su escuela fueron
enemigos irreconciliables. Estudió, y puso en práctica en el Estado de
Song, el arte militar. Sus discípulos, a diferencia de los de Confucio,
procedían de las capas humildes de la sociedad, y llevaban una vida
dura, dedicada en algunos casos al trabajo manual. Las enseñanzas de
Mo Di fueron recogidas por sus discípulos en el Mo zi.
MO ZI. Obra escrita por los discípulos de Mo Di, en la que se registran las
doctrinas de éste. Consta de 53 libros, algunos de los cuales, como el
Mo jing, fueron redactados en época muy tardía.
NEI YE. Uno de los libros del Guan zi, que Guo Mo-ruo atriubye a Song Jian e
Yin Wen.
QI. Pneuma, soplo vital; es uno de los conceptos fundamentales del taoísmo
primitivo. Véase Prólogo, páigna XL y siguientes.
QIN (dinastía). Fundada por Qin shi huang. Se prolonga desde el 221 al 206
a.n.e. Su capital fue Xian yang (provincia de Shan xi). Primera dinastía
feudal de un imperio chino unificado y centralizado.
QIN (Estado de). Uno de los grandes Estados de tiempos de la dinastía Zhou,
situado en el territorio de las actuales provincias de Gan su y Shan xi.
Su capital estuvo primero en Yong (hoy, Feng xiang en Sha xi) y luego
en Xian yang. Bajo el duque Mu, en el periodo Chun qiu, Qin consiguió
la hegemonía sobre los demás Estados. En la época Zhan guo, el duque
Xiao encomendó a Shang Yang una serie de reformas de carácter legista
que fueron los cimientos del poderío posterior de Qin; poderío que
desembocó en la unificación de China por Qin shi huang.
QIN SHI HUANG (259-210 a.n.e.). Su nombre, Ying Zheng. Fue el más
eminente representante político de la nueva clase de los terratenientes.
Unificó el Imperio después de someter uno a uno a los otros seis
Estados (Qi, Chu, Yan, Han, Zhao y Wei). Unificó la escritura, la
moneda y las medidas y pesos. Aplicó con energía la línea legista y
reprimió los intentos restauracionistas de los nobles esclavistas
apoyados en el confucianismo. Entre estas últimas acciones ha pasado a
la historia la quema de los libros confucianos y el enterramietno en vida
de un ciertro número de letrados confucianos que habían conspirado
contra el nuevo régimen (fen shu kang ru).
RU JIA. Nombre con que se conoce a la escuela confuciana. Esta escuela tiene
como representantes máximos a Confucio y a Mencio. En un principio
el término ru designaba, durante la época Chun qiu, a los músicos que
actuaban en las ceremonias y ritos de la nobleza esclavista. Debido a
que Confucio se dedicó durante algún tiempo a este oficio, sus
discípulos y todos los que posteriormente siguieron sus enseñanzas
recibieron el nombre de ru. El concepto clave de la doctrina confuciana
es el ren. Su programa político, retornar a los ritos de Zhou, es decir,
LAO ZI 261
SHANG SHU. También llamado Shu jing (Libro de la Historia), registra los
acontecimientos más importantes de las tres primeras dinastías chinas:
Xia (aproximadamente, del siglo XXI al siglo XVI a.n.e.), Shang (del
siglo XVI al año 1066 a.n.e.) y Zhou. A partir de la dinastía Han, el
Shang shu fue incluido entre los libros clásicos confucianos, que desde
entonces se denominaron wu ying (cinco clásicos). Son, además del
Shang shu, el Shi jing (Libro de las Odas), el Li jing (Libro de los ritos),
el Yi ying (Libro de las mutaciones) y Chun qiu (Anales de Primavera y
Otoño).
SHEN DAO. Natural del Estado de Zhao. Enseñó en Qi, en tiempos del rey
Xuan. El contenido legista de su pensamiento, inspirado en Shang Yang
y Wu Qi, será luego heredado y desarrollado por Shen Bu-hai y Han
Fei. De los 42 libros de su obra, el Shen zi (que no debe confundirse con
el Shen zi de Shen Bu-hai), sólo se conservan, incompletos, 7 libros.
SHENG REN. El sabio, del que cada escuela posee una peculiar visión. El
sabio del Lao zi es, en este sentido, la antítesis de los sabios de las otras
escuelas.
SONG JIAN- YIN WEN. Dos filósofos taoístas de Ji xia autores, según Guo
Mo-ruo, de varios libros del Guan zi. El primero, conocido también
como Song Keng y Song Rong, es anterior a Mencio. Sus teorías son
también referidas por el Zhuang zi en el Tian xia pian.
SUN WU. Famoso estratega de finales del periodo Chun qiu. Originario del
Estado de Qi, sirvió como general en jefe al rey He Lu del Estado de
Wu. Aplicando unas concepciones más o menos legistas a la
organización del ejército, consiguió derrotar al Estado de Chu y
convertir a Wu en un grande y poderoso reino. Escribió el Sun zi, en el
que sintetiza sus experienicas en el arte de la guerra.
SUN ZI. Obra escrita por Sun Wu. Consta de 13 libros. Cao Cao, pensador y
legista y renombrado político y militar de finales de la dinastía Han,
escribió el más célebre comentario a esta obra. El Sun zi encierra
importantes elementos dialécticos de gran valor filosófico.
TIAN. Cielo. Significó diferentes conceptos en las distintas escuelas desde una
especie de principio divino antropomórfico hasta la naturaleza misma
material, pasando por la impersonalidad de una voluntad celeste
confuciana.
TIAN DAO. El dao del cielo. Esta expresión en el Lao zi suele referirse a las
leyes de la naturaleza.
WANG BI (226-249). Principal representante d ela escuela del xuan xue. Son
célebres sus comentarios del Lao zi y del Zhou yi (del que el Yi jing es la
primera parte). Su comentario idealista de Lao zi ha ejercido una muy
LAO ZI 263
WEI JIN. Periodo histórico de la cronología oficial china que se extiende desde
el año 220, en que termina la dinastía Dong Han (Han del Este), hasta el
año 420. El nombre proviene de dos dinastías sucesivas: Wei (uno de
los Tres Reinos) y Jin (dividida a su vez en Jin de Oeste y Jin del Este
por el año 316).
XU. El vacío.
XUN KUANG (313-238 a.n.e.). También conocido por los nombres de Xun
Qing y Sun Qing. Originario del Estado de Zhao. Representante del
pensamiento legista y filósofo materialista, tuvo como discípulos
destacados a Han Fei y a Li Si. Polemizó directa y agudamente contra
las tesis de Mencio. No obstante, sus orígenes confucianos afloran en
algunos puntos de su doctrina. Esta se ha conservado en el Xun zi,
compilación de sus obras realizada con posterioridad a su muerte.
264 GLOSARIO
XUN ZI. Colección de escritos de Xun Kuang. Consta de 32 libros, entre los
que se debe destacar: Fei xiang, en el que expone el punto de vista
histórico sobre el constante progreso de la sociedad; Ru xiao, en que
critica el apriorismo confuciano; Tian lun, donde defiende la capacidad
del hombre para transformar la naturaleza, frente al fatalismo
confuciano; Qiang guo, elogio de los logros políticos y económicos del
Estado de Qin.
YIN YANG. (Escuela del). Escuela filosófica del periodo Zhan guo que
explicaba el universo a partir del principio dialéctico del yin yang y de
los cinco elementos (wu xing). Su principal representante fue Zou Yan.
ZHAO (Estado de). Nace en el año 376 a.n.e. junto con los Estados de Han y
de Wei, como consecuencia de la desmembración del Estado de Jin.
Ocupó el sur de la actual provincia de He bei y el este de la de Shan xi.
Fue sometido por Qin en la segunda mitad del siglo III a.n.e.
ZHUANG ZHOU (369-286 a.n.e.). Natural del Estado de Song. Una de las
grandes figuras del taoísmo. La obra que se le atribuye, conservada
hasta hoy, el Zhuang zi, fue escrita por él sólo en parte, aunque toda ella
recoge su pensamiento y su punto de vista sobre diversos problemas. En
líneas generales, su filosofía puede calificarse de idealismo subjetivo,
por el hincapié que hace en el mundo del pensamiento y su prevención e
incluso rechazo del mundo material. Propugnaba la destrucción del
orden social vigente desde posiciones anarquizantes, así como la vuelta
a la remota época de la sociedad comunal primitiva, es decir, a la pureza
original del hombre, libre de la deformación impuesta a su naturaleza
266 GLOSARIO
ZOU YAN. Destacado representante de la escuela del yin yang. Fue uno de los
maestros de Ji xia. Posterior a Mencio, sus escritos, que comprendían
dos obras (Zou zi y Zou zi Zhong shi wu de) con un total de 105 libros,
no ha llegado hasta nuestros días. Sólo se conservan fragmentos en el
Shi ji.