EUNICE ODIO EN

GUATEMALA
y otros países centroamericanos

Mario A. �squivel Tobar

.
Presen taci ón, n otas y selección de los textos

Letra

MAYA
 Letra

MAYA
© 20 1 9, Mario A. Esquive! Tobar

De esta edición:
© 2019, Letra Maya
www.Jet ran1aya . com
www.facebook.com/AsesoresEditorialesMaya
Calles 24 y 26 , avenida 5, Heredia, Costa R i ca .
Correo electrónico: editoresmaya@gmail . com

Primera edición, 1983

E1mice Od10 en Guatemala:
�1Jnst i t u t o de l Libro, Ministerio de C u l t u ra de Costa Rica. Deseo d ej a r constan c i a de mi

Segunda ed i ción, 201 9

Eunia Odio e11 Guatemala _11 otros países centroamerican os:
©Letra Maya
Di recciún edi t orial: Emi l i a Fal l as Solera
D i seño de cubierta: Stephanie Wil l iams fol l a s
Di agr.1 mación: Soren Va rgas Núñez
agra d e c i m i e n t o a t o d a s a q uel l a s personas
q u e m e su m i n i st raro n va l i osa información,
d a t os, fot o s, que me o ri e n t aron, co l a b o ra ron
y aco n s ej aron e n l a b ú s q u L'Ja d e l m at e rial
pa ra escri b i r Eunice Odio e n G11aft'111aln.

864.44 Esq u ive! Tobar, 1\1,uio A.

E77e E1111icl' Odio <'11 Guatemala . 11 otros países cenfroamt'ricanos /
!\fario A. Esquivl'I Tobar. - segunda edición -
Hered ia, Costa Rica: Letra Maya, 20 1 9.
264 páginas ; 22 x l .J centímetros

ISBN 978-9930-9686-6-6

1 . ÜDIO, EUNICE 1 922- 1 974. 2. ENSAYOS COSTARRICENSES.

3. LITEIV\TURA coqARRICENSL l . Títu l o .

Derechos reservados conforme a l a

Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos.
Queda prohibida la reproducción t ot a l o p arcial d e esta obra
sin el consentimiento escri t o de la editorial .
!'lecho el depósito d e ley.

Impreso en San José, Costa Rica

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 In memoriam de Eunice Odio
San José, octubre d e 1 9 1 9 - C i udad de M éx i co, m ayo de 1 9 74

Aquí estoy, Eun ice, n avegan do en la historia de

la Repú blica de Guatemala, país parte de la patria
cen troamerican a don de viviste un a etapa de tu vida.
Y todo por perseguir tu n ombre. Prin cipalmen te in ­
merso en medio de un a década ( 1 944 -1 95 4 ) -un a
de las más importan tes para esa n ación -, por ha­
ber buscado lu n ombre. Mas n o fue tu n ombre el
que me hizo perdidizo. Al con trario. Tu n ombre,
tornado de in ten to en tre la n omen clatura de los
gran des valores literarios de n uestra amada Costa
Rica que, corno tü, vivieron y desarrollaron in ten ­
sa labor literaria y vida bohemia en Guatemala ( me
refiero, Eun ice, a Aquileo J. Echeverría y Yolan da
Orearnun o), se me apareció, desde el primer con ­
tacto, claro y distin to, de rotun dos perfiles sugeren ­
tes. Por eso cabalmen te me in citó, con gran gozo de
mi parte, a explorar un tramo de tu historia perso­
n al, un segmen to de tu vida, toda un a década trepi­
dan te gen eratriz.
La ten tadora excursión prin cipia a mediados
del año 1 944 con la ·caída del dictador Jorge Ubico
y termin a, también, casi a mediados del año 1 954.
Con ello queda dicho que comien za con la gloriosa
Revolución del 20 de octubre de 1944, pasa por el

9
 '

primero y segund o Gobiernos d e l a Revol ució n - En todo buen poeta

aquellos d el d octor Juan José Aréval o Bermejo y d el hay un críti co; pero lo c o nt rari o

coronel Jacobo Arbenz Guzmán, respectivamen­ ya no es verd ad.

te- y concluye con la invasió n d e junio d e 1 95 4 WILLIAM 5 H E NSTONE

d el también coronel Castil lo Armas y su Ejército d e

Liberació n. Qued a d icho, ad emás, que su cicl o en­
cierra los más contrastad os hechos, las más noto­ Ten emos q u e confesa r q u e G u a te m a l a

rias peripecias d e l a historia pol ítica d e Guatemal a, n o h a pro d u c i d o t o d avía u n a poeti s a d e l

las mejores hazañas d el pueblo guatemalteco en el t o n o de l a costa rri cen se, por l o vi sto, y q ue

laboreo d e su libertad y cultura. prometernos q u e su l i bro t ri u n fa d o r2 n os

Y nad a más, querid a Eunice. Si eres, como creo, d a rá otras sorpresa s, d e esa o d e d i st i n t a

tolerante de los errores que cometemos l os seres · · í n d ole, pu es s u m u s a y su t a len to son

humanos, comprend erás el amor con que he aco­ polifacéti cos den t ro d e u n i n cues t i o n a b l e

metid o este trabajo y perd onarás cual quier error a i re d e n ov e d a d .

mío. Sol o pretend o d ar a conocer algo d e tu v id a E L /t.,1PAl�CIAL, 8 SETI EMBRE D E 1947

en Guatemala, y fund amentalmente, d e tu obra en

prosa. Samuel Johnson d ecía que " lo peor que pue­
d e hacerse con un autor es guard ar sil encio sobre Pa ra orgu l l o de Cen t ro a m érica ,

sus obras". n a c i ó en C o s t a Rica.

Costa Rica y los costarricenses pod emos estar REVISTA Cur.TURA, n .º 39, EL SALVADOR
orgullosos d e haber d ad o a América Latina una es­
critora como tú, Eunice Od io. Esta d emocracia rural
y tierra d e volcanes también prod uce temperamen­
tos v olcánicos. Dice Leó n Aguilera: "Ante ese espí­
ritu que ahora me v e, deposito esta ofrend a conmo­
v id a emanad a d e su ev ocació n pura y bel la".

MARIO A. ESQUIVEL TOBAR

2 Sl• refiere al libro de poemas Lo� t'lcmmto� ft'1Te�tres, Editorial El Libro de

Guatemala, 15 de m.1yo de 1948. ( N . del A. ).

10 11
 Eunice Odio,
por una escritura entre mundos

"Me llamo Eun i ce Odi o y soy un a

en telequi a poéti ca, un con structo i magi n a!
o, si se qui ere goti zar, un fan tasma li terari o.
Por supuest� ten go un a an áloga hi stóri ca,
con Ja que estoy vi talmen te relaci on ada y de
la que soy un a suerte de sombra semi óti ca,
su proyecci ón textual: aquella escri tora de
carne y hueso que n aci ó en Costa Ri ca en
1 9 1 9 y que muri ó en Méxi co DF en 1 974,
tras haber vi vi do tambi én en Guatemala y
Nueva York, y cuyo deceso se di o de man era
lóbrega y algo con fusa."

Con esta i magen múlti ple y multi pli cada de Ja

excepci on al Eun i ce Odi o i n i ci a Ja n ovela Tránsito
de Eunice (201 8 ) de José Ri cardo Chaves, Premi o
Edi tori al Costa Ri ca 201 7. Un hermoso y bri llan ­
te homen aje li terari o a Ja vi da y obra de un a figura
que por mucho ti empo ha perman eci do exi li ada de
la cultura n aci on al costarri cen se, como tambi én lo
ha si do de la guatemalteca y de la mexi can a. Costa
Ri ca, Guatemala y Méxi co, las tres n aci on ali dades
que tuvo, los tres espaci os vi tales que probable­
men te más marcaron su bi ografía y su trayectori a de

13

escritura, han mostrado a lo largo de ya demasiado
tiempo, actitudes muy ambiguas -por no decir de
sil enciamiento y rechazo-, frente a l a " radicalidad
insumisa", como la ha descrito Chaves, de la poten­
te voz de esta mujer, poeta, vanguardista, ensayista,
crítica de arte, traductora y prosista que irrumpe en
el campo literario costarricense, centroamericano e
hispanoamericano en 1 945, año en que se publican
en el Repertorio Americano de Joaquín García Monge
sus primeros poemas y textos breves2•
2 0 1 9 es el año del centenario de Eunice Odio,
y es, también, el año del centenario del Repertorio
Americano, dos obras monumentales y cruciales, de
dimensiones americanas y aspiraciones mundiales,
que se comprendieron a sí mismas como una su­
peración de todo tipo de fronteras nacionales y de
políticas identitarias estrechas, a la vez que en no
pocos momentos se desmarcaron de proyectos polí­
ticos nacionalistas, fuesen de derechas o de izquier­
das. La propia Eunice Odio afirmaba desde México,
en una de sus cartas incl uidas en la A n tología de
Juan Liscano, su pertenencia americanista:
" Cuando digo nuestra tierra,
decir América. Haber nacido en Costa
Rica o en Guatemala es demasiado mucho
o demasiado poco. No nacimos en Costa
Rica o en Guatemala; no somos ciudadanos
2 En "Las poetas centroamericanas en el Repertorio Americano (191 9-1 959).
Patrimonio d ocumental digital" de Elvia Ramírez Ramírez se puC'den consultar
todas l a s referencias a los números de l a revista en que fueron publicados textos,
t>n su mayoría poemas, de Eunice Odio.
14
'
de por ahí. Nacimos en nuestra amada y
hermosa América y somos ciudadanos
americanos."
Así, no es incorrecto pensar en la filiación de
esta postura transnacional de la escritora-viajera
con la conocida afirmación de Jorge Luis Borges,
quien en 1 951 había disertado en una conferencia
pú blica acerca del papel del escritor argentino y la
tradición. Decí a Borges que nuestra tradición lite­
raria ( americana) es una que debe estar situada en
toda la cul tura occidental, e insistía en la impo rtan­
cia de asumir que el patrimonio cultural no es uno
limitado, sino lo co ntrario: es el universo entero.
Po dríamo s inferir que, para Eunice Odio, la palabra
poética es la que habita el universo. Especialmente
en su caso, como bien lo ha explicado Leonel
Delgado Aburto, el énfasis en la autono mía de la
palabra poética frente a po líticas nacionalistas y en
una coherente desidentificación con el discurso li­
terario sustentado en la idea tradicional de nación
( patriarcal), no solamente caracterizaron la singula ­
ridad de su voz y su obra, sino que a la vez dificul­
quiero taron su inserción en los diversos campos cultura­
les nacionales en los que vivió. Obra vanguardista,
altamente compleja y de una radical ruptura esté­
tica con los modelos literarios y estéticos vigentes,
para Odio lo fundamental fue siempre y ante todo
ser leída como literatura. Gesto que, incluso en ple­
no siglo XXI, continú a siendo un enfren tarse a insti­
tuciones y discurso s, sus dinámicas y lógicas.
15
 El amplio panorama que ofrece Miguel Fajardo
acerca de las publicaciones, los estudios y estudio­
sos que, desde hace no pocos años y desde muy di­
vers as procedencias geográficas, han construido
el campo de es pecialización en la obra de Eunice
Odio, muestra una clara may oría de fuentes e ini­
ciativas dedicadas a su poesía y, a la vez, el aú n re­
servado interés por su otra producción literaria: su
obra en prosa. Al lado de s u poesía, Eunice Odio
compuso un conjunto muy heterog éneo de textos
" menores", es decir, de en s ay os, cuentos, críticas
de arte, res efi.as de libros y un s ignificativo episto­
lario con divers as fig uras relevantes del mundo de
las letras y las artes . Un con junto opacado tal vez
por la excepcionalidad y mag nificencia de su poe­
s ía, pero n o por ello un o que deba s eg uir en el olvi­
do. Tratándos e de es critos que os cilan entre lo lite­
rario y lo no literario, este archivo aún inexplorado
y dis perso, es tá a la es pera de ser construido y ar­
ticulado para poder s er incluido en el g ran leg ado
euniciano.
Un primer pas o en la conformación de este ar­
chivo "menor" in cluiría tres obras fundamentales:
la An tología. Rescate de una gran poeta ( 1 975 ) prepa­
rada por Juan Lis cano y publicada por Monte Ávila
en Caracas; el volumen La obra en prosa de Eunice
Odio, editado por Rima de Vallbona y publicado
por la Editorial Costa Rica en 1 980, y, Eunice Odio
en Guatemala ( 1 983 ), selección, presentación y no­
tas al cuidado de Mario Es quive} Tobar, publicado
por el extinto Ins tituto del Libro del Ministerio de
16
Cultura, Juventud y Deportes en San José, Costa
Rica. Es te ültimo es el afortunado que cuenta hoy,
año del centenario de Eunice Odio, con una ree­
dición que ha s ido posible gracias al entusiasmo y
compromiso de Mario Es quive! Tobar y de Emilia
Fallas, editora y fundadora de la editorial indepen­
diente Letra May a.
Eunice Odio en Guatemala, Eunice Odio guate­
malteca. La Revolución de Octubre que iniciara
en 1 944 y durara hasta 1 954, hizo del país centro­
americano un lugar de apertura cultural y de con­
fl uencias de las más diversas voces de a1iistas e in­
telectuales, nacionales e internacionales. Eunice
Odio, Yol anda Oreamuno y Aquilea J. Echeverría
s e trasladaron desde Costa Rica y, como explica
Mario Es quive) en s u prefacio, " vivieron y desarro­
llaron in tens a labor literaria y vida bohemia" du­
ran te la dL'cada democrática bajo los g obiernos de
Juan Jos é Arévalo y Jacobo Arbenz. La minuciosa
reconstrucción de la estancia guatemalteca de Odio
en el apartado "Presentación" va recorriendo s us
afi os en la capital cultural centroamericana en or­
den cronológico y con gran detalle: la concesión
del Premio Centroamericano " 1 5 de s eptiembre" en
1 947 a su libro Los elementos terrestres; las resellas
y comen tarios aparecidos en la prens a y los con­
tactos e in cursiones en la vida püblica participan­
do en recitales y dando charlas, testimonian acerca
de la intens a vida cultural de la que la joven poeta
fue miembro muy activo. Viajes a otros país es del
is tmo, como El Salvador, Honduras y Nicaragua,
17
 '
'--

amistades claves como las que le unieron a Yolanda
Oreamuno, a Claudia Lars y a Mario Monteforte
Toledo, entre otros; simpatía, acercamiento y dis­
tanciamiento de la izquierda, muy particular­
mente a través de la Asociación Guatemalteca de
Escritores y Artistas Revolucionarios AGEAR y al
grupo SAKER-TI, son todos elementos indisocia­
bles del desarrollo de la voz de una escritora en
formación, de una voz que explora otros registros
paralelamente al de su poesía y que se niega a en­
casillar su obra en los marcos ideológicos del mo­
mento, polarizados por la Guerra Fría que vivía
América Latina. Probablemente mucho más tem­
prano que sus contemporáneos, y en esto se ade­
lantó a muchos, fue consciente del desencanto de
arte y crítica literaria, una voz sin concesiones cuya
práctica lectora se volcó sobre los estilos, mecanis­
mos y estrategias presentes en las obras que le inte­
resaba analizar. La riqueza contenida en este colla­
ge que nos ofrece con enorme generosidad la labor
de archivista que emprendió Mario Esquive! desde
su sincera admiración por los escritos menores de
Eunice Odio es la mejor invitación que los lectores
de hoy podemos recibir para comprender la excep­
cionalidad de su obra, a la vez que nos adentramos
en un momento clave de nuestra propia historia li­
teraria y cultural. Una en la que Centroamérica es
plural, compleja y fascinante.
ALEXANDRA 0RTIZ WALLNER

la militancia política y de los marcos restrictivos de Berl ín, abril de 20 1 9

la izquierda y la derecha; antifranquista y antiso­

mocista, terminó también distanciá ndose de la iz­
quierda revolucionaria. Tal vez no sea atrevido afir­
mar, después de la lectura de este libro, al que por
fortuna nuevamente tenemos acceso, que la estan­
cia guatemalteca de Eunice Odio marcó su apuesta
por el poder de la palabra ( poética, literaria) por so­
bre las pasiones políticas.
Nos hallamos entonces frente a un enorme y
admirable trabajo de recopilación y sobre todo de
recuperación por parte de Mario Esquivel de la
obra en prosa de Odio publicada en Guatemala, es­
pecialmente durante los primeros años de su estan­
cia. Así, el libro viene a ampliar la mirada sobre la
poeta que fue, a la vez, una apasionada crítica de

18 19
r
Referenci a s

ACEVEDO LEAL, ANABELLA, " Para "Poner d e m a n ifiesto l o más

ocu lto": la obra en p rosa de Eu n i ce Odi o", e n : La palabra

innumerable: Eunice Odio a nte la critica, J orge Che n y Rima
d e Va l lbona ( ed s . ) . S a n J osé: EUCR, 200 1 , pp. 247-272.
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d e-eu n i cc-od io/ 6XD FLYVV E F H E B M 75A I�Y3H DO K6 U/
story/1 5.04. 2 0 1 9
CHAVES, JosÉ RICARDO. Tránsito de E11n ice. S a n José: ECR, 20 1 8 .

DELGADO ABURTO, LEONEL Excé11f11cos y pe1�féricos: escritura

m1tol1io,r.,rráfica y modern idad en Centroamérica. Pittsburgh:

IILI, 20 1 2 .
EsQU I VEL TOBAR, MARI O. Ewrice Odio en Guatemala. Prese n tación,

selección y n otas d e Mario Esqu ive) Tobar. S a n José:

In stituto del Li bro/Mi n isterio de Cultura, Juventud y
Deportes, 1983.
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d i ari ocxtra.com/Not i c i a/d etal le/386078/u n-reco rri d o-en­
el-ce n te nario-de-cu n i cc-od i o 1 5 .04.20 1 9
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Ma d ri d : Ol lero & Ramos, 20 1 2.

VON MEYER, P EGG Y , "Pról ogo", en: Eu n ice Odio. Obras completas.
Tomo l. Edición de Peggy von Meyer. Sa n J osé: EU CR/
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21
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ed ición de J u a n Liscan o . Caracas: M onte Áv i l a E d itores,
1 975.
PLEITEZ VELA, TANIA, "Ion e u n ici ano: «Extra nj e ro n ací desde
mi tumba»". Pról ogo a E u n ice Od io. El tránsito d e fuego.
Barcelona: Ediciones s i n fin, 2 0 1 9, pp. 1 3-40.
PLEITEZ V E LA , TANIA, "Eun ice O d i o. Vibración d e l u z e n el

abi smo". Web. http://t a n i a p l e itez.com/p u bl icaciones/ Primera pa rte

e u nice-odio-vibracion-de-luz-en-e l -abi smo/ 1 5.04.201 9
RAMÍREZ RAMÍREZ, ELVIA. "Las poetas cent roamericanas ESTANCIA EN GUATEMALA
en el Rep e rtorio americano ( 191 9- 1 959 ) . Pa trimonio
d ocumental d igital". Tes i s. Universicl"ad d e Costa Rica,
20 1O. Web. http://www.repositorio.ci icla.u cr.ac.cr :8080/
ha n d l e/1 23456 789/239 15. 04 . 20 1 9
DE VALLBONA, R1MA. La obra e n prosa de Eunice Odio. S a n José:

ECR, 1 980.

22 23
 Introducción3

. . . en u n a s a l a de l a Guate m a l a de e n tonces
[tie m p o s d e l p res i d e n te Arbenz], la voz
apasi o n a d a de Eu nice Odio terciaba en l a
polém i ca, tremolando con s u verde m i ra d a
la esperanza e n aqu el l a Revo l u c i ó n .

FEDRO GutLLÉN ( m exicano )

"Allá por los a ños 1 9 48-1 953 vino a

Guatemal a una joven mujer de ojos verdes
y expres 1on un tanto adus ta mientras
no s on reía; de docto habl ar en as un tos
l iterarios y cierta dos is de agres ividad.
Buena poetis a. . . y ten ía los ojos verdes . Se
ll amaba Eunice Odio y s e pus o de moda
en l os medios l iterarios de entonces :
F l avio Herrera, Alberto Vel ázquez, David
Vela4, los Chiquilin es del Saker-Ti, Claudia
Lars, Carlos Samayoa Chinchilla, etcétera.
Eun ice era dis cutida. . . ¡para l o que a ell a le
importa ba!"5

As í n os pres enta a Eunice Odio la es critora g ua­

temalteca Arg en tin a Díaz Loz an o en s u col umn a
"Jueves Literario: Los autores y s us obras" - en el
ves pertino Lo Hora, al comen tar s u deces o.

3 Introducción rt'aliz.ida en la primera edición de E1111icl' Odio 1'11 G11af¡•mala

( 1 983). San José: Insti t u t o del Libro.
4 Period ista de renombre en Gu.ilt>m.ila, actual d i rector del pl•ri ódi co ves­
pertino El Imparcial. Autor de va ri os libros y am igo de Eu nice Odio y Yolanda
Orea muno ( N. del A.).
5 Periódico La flora, fundJdo por el Lic. Clemenll' Marroquín Rojas, jueves 19
de enero de 1 978, Guatem a l a .

25
 Realmente Eunice Odio entra en contacto
con los medios literarios guatemaltecos en 1 947,
al obtener el primer premio de poesía con su li­
bro Los elementos terrestres, del Certamen Nacional
Permanente de Ciencias, Letras y Bellas Artes, de­
nominado Premio Centroamericano 1 5 de setiem­
bre; concurso instituido en 1 946 por el Primer
Gobierno de la Revolución, presidido por el Dr.
Juan José Arévalo Bermejo. El primer evento se
realizó en 1 94 7 con motivo de las fiestas de la
Independencia de Centroamérica que se celebra­
ron ese año.
Este concurso de ochocientos quetzales y me­
dall a de oro para libros de versos fue duplicado por
el jurado que decidió otorgar realmente dos pri­
meros premios. Triunfaron dos poetas del istmo:
Eunice Odio y el poeta salvadoreño Hugo Lindo.
Asimismo, los guatemaltecos Roberto Girón Lemus
y Enrique Juárez Toledo merecieron mención ho­
norífica y medalla de oro.
El jurado que calificó los trabajos de poesía es­
tuvo integrado por tres conocidos escritores gua­
temaltecos: Alberto Velázquez, director y redactor
de numerosas publicaciones literarias y políticas,
miembro correspondiente de la Real Academia
Española; Miguel Ángel Asturias Rosales ( que se­
ría Premio Nobel de Literatura en 1 96 7 ) y Flavio
Herrera Hernández, pintor, consagrado escritor
y poeta. Se presentaron a concurso veinticinco li­
bros de poesía, o poemas que integraban un ciclo
de creación poética.
26
El día lunes 1 5 de setiembre de 1 94 7, Eunice re­
cibe su premio de manos del entonces ministro de
Educación, profesor Gerardo Gordillo Barrios y su
l
a:
libro Los elcnzen tos tem.'stres se edita en las ediciones
de El libro de Guatemala, volumen n. º 7, que diri­
�: gía Víctor Villagrán Amaya.
t.·
í Se imprimió el día 1 5 de mayo de 1 94 8 en los
t
talleres de la Editorial B. Costa-Amic, en la Ciudad
de México, con un tiraje de mil quinientos ejem­
plares. Eunice Odio cumpliría veintiocho años en
el mes de octubre.
En visit a de cortesía que Eunice hizo el dí a mar­
tes 1 6 de setiembre de 194 7 a la redacción del perió­
dico La Hora, entonces dirigido por el Lic. Clemente
Marroquín Rojas, manifiesta que "Guatemala siem­
pre ha sido una obsesión para mí" y expresa una
gran compl acencia por hallarse en Guatemala, país
al que considera ba - en el terreno intelectual­
como el de mayores realizaciones de Centroamérica
en aquella época. "Nos habló de su interés por per­
manecer aquí dura nte varios días, a fin de poder
penetrar nuestro ambiente para conocerlo y poder
extraer de é l un conocimiento mejor de estos pue­
blos"; se lee en la edición de ese día del menciona­
do vespertino. De este anhelo de Eunice Odio por
conocer la vida intelectual y social de Guatemala
hace eco la Revista del Maestro ( año II, n. º 6 de Julio,
agosto y setiembre de 1 94 7 ) en un breve comenta­
rio sobre su estancia en tierras chapinas.
Durante esta primera temporada de Eunice Odio
en Guatemala, motivada por su triunfo literario,
27
se dedica a da r recita les y cha rla s. Así, en ga ceti­
lla publica da por el Dia rio de Centro América, en
su edición del ma rtes 23 de setiembre de 1 9 47, se
lee lo siguiente: "Pa trocina dos por el Ministerio de
Educa ción Estética se lleva rán a ca bo en la presen­
te sema na dos recita les a ca rgo de la poetisa cos­
ta rricense Eunice Odio, vencedora de poesía en el
recién pa sa do certa men na ciona l de ciencia s, letra s
y bella s a rtes. Los recita les se lleva rán a ca bo en el
edificio de la CTG, uno, y el otro en los estudios de
La Voz de Gua tema la ".
Quizás el más importa nte de los recita les de
Eunice Odio en esa s fecha s fue el orga niza do por los
estudia ntes de la Fa culta d de Huma nida des. Ta nto
el Dia rio de Centro América como El Imparcial, en
sus ediciones del lunes 22 de setiembre de 1 9 47
da n a conocer el a cto. Dice El Imparcial:
La poetisa costa rricense Eunice Odio,
triunfa dora en el certa men de poesía del
Ministerio de Educa ción de este a ño, y
quien se encuentra desde ha ce día s entre
nosotros, pronuncia rá una cha rla en la
Fa culta d de Huma nida des, a tendiendo
invita ción que le hiciera n los estudia ntes de
esa ca sa .
Tendrá luga r el a cto en el sa lón principa l
de la cita da faculta d, de la s 1 8 : 00 hora s
en a dela nte, el próximo miércoles. La
presenta ción de la poetisa correrá a ca rgo
de Miguel Ángel Asturia s.
28
De este recita l de Eunice Odio en la Fa culta d
de Huma nida des rea liza do el día miércoles 2 4 de
setiembre de 1 9 47, da cuenta el Dia rio de Centro
América en su edición del día jueves 25, de la si­
f. guiente ma nera :
t
1·
1
t
"FUE EXITOSO EL PROGRAMA DE
EUNICE ODI O"
�
¡
Ayer a la s 1 8 hora s y 30 minutos, se llevó
a ca bo en la Fa culta d de Huma nida des, el
primer recita l de la poetisa costa rricense
Eunice Odio: fue presenta da por el poeta
Miguel Ángel Asturia s.
Vengo en cierto modo, dijo el poeta
Asturia s, a prologa r a Eunice Odio,
persona lida d inquieta nte, desconcerta nte.
Un libro de versos, ma nifestó después, es
a lgo trágico, lo mismo que existe en los
ja rdines donde la s flores reciben la sa via
de la s ra ma s y cuyo destino es termina r en
el a gua de los floreros. La poesía es como
esta s flores, está como cor ta da en el libro
de versos, sepa ra da de la sa ngre y de la vida
que la ha ce vivir a uténtica mente.
Ha sta ha ce a lgunos día s, expresó
Miguel Ángel As turia s, Eunice Odio era
poco conocida en Gua tema la. Refiriéndose
a la obra poética de ella dijo: poesía va ga y
concreta, parece que ha a presa do un infa nte
ca ptándolo en lo va go pa ra da rle forma y
29

lanzarlo después y que vuelva a ser algo
vago.
Dijo que influencia nerudiana había
en la obra de Eunice Odio, pero era más
centroamericana; sus versos, afirmó, son
casi nube, casi un cuento de hadas, o como
dice aquella leyenda indígena, de una nube
que encerraba piedras preciosas.
Eunice Odio abordó La Tribuna del salón
de honor de la Facultad de Humanidades
a continuación. Con tranquila voz,
extrañamente dulce, rubricada· ·a ratos con
gracioso gesto de la cabeza, parecía una
niña que dijera cosas ingenuas con voz
cándida, a quién, por ignorar o ella misma,
no se pudiera inculpar de tener entre sus
fases las más inquietantes figuras. Eunice
Odio dio anoche un verdadero regalo
espiritual a los asistentes, desprendiendo
con el alfilerazo de cada verso la tela de
araña de la insensibilidad de la ocupación
cotidiana y dejando desnuda y ruborosa el
alma poética que vive en cada ser humano,
desnuda de inquietud y ruborosa de haber
olvidado su voz desde hace mucho tiempo.
Después de esta corta temporada de Eunice
Odio en Guatemala, decide, en enero de 1 9 48,
abandonar el país de la eterna primavera y marchar­
se por tierras centroamericanas dando a conocer
su obra en recitales, conferencias y desarrollando
30
el me­
toda la actividad intelectual que le dictara
dio. Llega así a El Salvador, tierra natal de Claudia
L ars, excelsa poetisa salvadorei1a contemporánea e
íntima amiga de Eunice Odio. Luego se marcha a
Honduras y Nicaragua.
De esta primera época en Guatemala son sus
artículos "Algo sobre la pintora Margaret Bertheau"
publicado en la Revista del Maestro; " Exposición
sobre política actual de Costa Rica" y su poe­
ma "Navidad" publicados ambos en El Imparcial.
Se reintegra a su l abor d e escritora y periodis­
ta en los medios impresos chapines hasta julio de
1 9 48 con su artículo "Costa Rica y el Arte: biogra­
fía de una generación", publicado en el periódico
El Imparcial; su resei1a " Sombras Era", sobre el li­
bro del escritor guatemalteco Otto Raül González
y sus poesías "Recuerdo-9 ", "Caballero Meditando"
y "Declinaciones del Monólogo", publicados todos
en la Revista Vien to Nuevo.
En 1 948 Eunice Odio se establece definitiva­
mente en Guatemala. Se hace ciudadana guate­
malteca, nacionalidad que posteriormente cambia
por la mexicana en el año 1 9 72 . Este hecho es uno
de los factores que coinciden entre Eunice y otra
gran escritora costarricense: me refiero a nuestra
Yolanda.
Sí, perfectamente se puede establecer un pa­
rangón entre las vidas de Eunice Odio y Yolanda
Oreamuno6• De haber vivido en estos días el escri-
6 Nota de editora: Estos enu nciados del autor Mario Esquivel, diero n pie a u n
artículo posterior: "Yolanda y Eunice: Vidas Para lelas" ( 1 3- 1 9 d e ju l i o d e 2006 ) .
31
tor clásico griego Plutarco hubiera escrito "Vidas
paralelas: Eunice Odio y Yolanda Oreamuno".
Veamos:
1. Ambas escritoras nacen en la ciudad de San
José de Costa Rica.
2. Las dos quedan huérfanas a temprana edad;
Yolanda pierde a su padre cuando tenía un
aí1o y medio de edad; a los catorce años
Eunice pierde a su madre.
3. Tanto Eunice como
la secundaria en el Colegio Superior de
Sef1o ritas.
4. Ambas escrito ras se casan muy jóvenes, a
los diecinueve a11os. Sus respectivos matri­
monio s son un fracaso; duran poco: el de
Yo landa escasamente un año, el de Eunice
do s a11os y medio.
5. A Yo landa se le selecciona su novela Por tie­
rra firme para participar en el Concurso de
Escrito res Hispanoamericanos de la edito­
rial neo yorquina Farrar & Rinehart; Eunice
co n su libro Los elementos terrestres gana un
certamen l iterario: ambas escritoras tenían
veintiocho años cuando escribieron su pri­
mera obra literaria.
6. Las do s viven en la ciudad de Guatemala en
la Pensión Asturias, propiedad de la fami-
1 ia Gereda en aquellos años ( esta pensión
Sem1111ario U11il'ersidad, Supl emento Los Li bros, n. º
32
existe aún y está situada en el Edificio La
Perla, sexta avenida y Novena calle de la
zona 1 ).
7. En el año 1 9 48 las dos escritoras se hacen
ciudadanas guatemaltecas.
8. Las dos escritoras costarricenses ganan res­
pectivamente el Premio Centroamericano
1 5 de Setiembre: una en poesía, otra en
novela.
9. Ambas deambulan por varios países aleján­
Yolanda estudian dose del ambiente pequeño burgués que se
vive en Costa Rica y se adscriben a los gru­
pos artísticos e intelectuales de Guatemala
y México principalmente.
1 O. Y finalmente, Yolanda y Eunice viven y
mueren en la mayor soledad en la ciudad de
México.
Dejemos que ilustres escritores y críticos gua­
temaltecos nos den una semblanza de cada una de
estas escritoras costarricenses:
Don Miguel Marsicovétere y Durán dice de
Yolanda:
Yolanda Oreamuno es una escritora,
como suele decirse, de cuerpo entero.
Y en este caso el término vale por una
definición. Nacida en Costa Rica, y muy
dada al vagabundeo, impulsada por la
propia inquietud de su espíritu ávido
1 674. de libertad y horizontes, un buen día
33
 sentó reales en Guatemala -de manera
provisoria- y sintió el fascino y el
embrujo de Fata Morgana que nuestra
tierra irradia, adoptando la ciudadanía
guatemalteca. . . Un temperamento bien
dotado, una rica sensibilidad artística, esa
intuición que suele ser el norte congénito
de la identificación en los menesteres del
arte; lo que quiere significar que Yolanda
Oreamuno no es, en manera alguna, una
artista improvisada, sino que de ella tira
la fuerza indomeñable de la vocación. Y el
artista no es más que eso: vocación; el artista
por destino, por fatalidad. . . Si revisamos la
nómina, por cierto, reducida, de novelistas
guatemaltecos, especialmente en lo que
respecta a las personalidades femeninas,
no podemos menos de aquilatar en alto
grado lo que para nuestras letras significa
la incorporación de Yolanda Oreamuno a
la nacionalidad guatemalteca (Revista del
Maestro. Año IV, n. º. 1 3 y 1 4, p. 1 98, abril­
setiembre de 1 94 9 ) .
D e Eunice apunta la escritora Argentina Díaz
Lozano: " Le gustaba la bohemia, las noches en vela
tomando vino o whisky y hablando sobre literatu­
ra y arte. Era una alucinada, y alucinante y discutía
con pasión. Poseía bastante erudición y podía con­
versar amenamente de todo un poco. . . Buena escri­
tora, fuerte e inspirada poeta. Nómada, volandera,
34
ávida de conocer mundo y gente. Ansiosa de vivir
a su manera" ( periódico La Hora, j ue­
plen amente
ves 19 de enero de 1 9 78 ) .
En la sección "Novedades Bibliográficas" ) d e l a
Revista Vient o Nuevo ( n. º3, diciembre d e 1 94 8 ) se
comenta: "El premio concedido a esta obra poética7
n o tuvo tan solo la virtud del acierto, sino, sobre
todo, la de incorporar al movimiento poético de
Guatemala a esta mujer excepcional, uno de los
más claros y firmes valores de la poesía hispanoa­
mericana. . . Eunice Odio se revela como poeta que
juntamente posee una exquisita sensibilidad y una
cultura no menos exquisita. El resultado es una
obra de los más altos méritos".
Estos constantes cambios de naci onalidad con­
ducen a equívocos a la hora de presentar a Eunice
Odio: en lugar de tener a Eunice Odio como cos­
tarricense se le solía presentar como guatemalteca
1
o, en otras ocasiones, se la tenía por guatemalteca
cuando ya era, por adopción, ciudadana mexicana.
Ejemplo de lo anteriormente afirmado lo en­
f. contramos en la revista salvadoreña Cultura ( n. º29,
¡ p. 8, julio, agosto y setiembre de 1 963 ) . Se la pre­
f,
senta de la siguiente manera:
Eunice Odio - guatemalteca nacida
en San José de Costa Rica. Ha vivido en
Guatemala, El sa·lvador, Cuba y los Estados
Unidos. Reside desde hace varios años en la
capital de México. En el campo de la poesía
7 Se refiere al libro de poemas Loselemmtos tarestn•s, (N. del A.).
35
 ha conquistado notables triunfos por su
profundo impulso lírico, el conocimiento
que tiene del idioma español, la seriedad
de su pensamiento y la originalidad de su
expresión. Como prosista adquiere nombre
de primera clase, tanto en el ensayo literario
como en la crítica de arte y literatura.
Periodista a la fuerza, defiende sus ideas
con valor extraordinario y ataca lo que cree
que debe atacar con poder que aniquila. Ha
dado conferencias y leído sus poemas en
universidades de nuestro Continente. Obras
publicadas: Los elemen tos terrestres, poesía,
1 948 ; Zona en territorio del alba, poesía, 1 95 2 ;
.
El tránsito de fu cgo, 1 95 8 .
Eunice Odio fue " una mujer convertida e n ciu­
dadana del mundo, paseando su bohemia por el
mapa del continente americano, hasta terminar su
vida en México. . . Eunice Odio fustigó el localismo
de sus paisanos encerrados entre las cuatro pare­
des de los dos mares, Nicaragua y Panamá. Con al­
tanería muy femenina, llamaba a estos intelectua­
les compatriotas suyos; en vez de costarricenses,
costarrisibles" ( Pablo Cejudo Velázquez, La Nación,
Costa Rica, 9 de julio de 1 9 78 ) .
Cabría preguntarse por qué Eunice Odio an­
helaba conocer la vida intelectual y social de
Guatemala y su interés por adscribirse a los diver­
sos grupos artísticos y culturales de la época. En
la Revista Vien to Nuevo, n. 03, se da una respuesta a
36
esta interrogante. Al reseñar la obra triunfadora de
Eunice Odio, Los elementos terrestres, se anota:
Eunice Odio se halla del todo unida
al afán creado que manifiestan los poetas
centroamericanos, los cuales, por una u otra
razón, mantienen muy estrecha relación
con el apasionante afán poético que se
forja hoy en Guatemala. Cosa importante,
porque los poetas, los dioses los dan, pero
ellos se jun�an. De donde se concluye que
la atracción q ue Guatemala ejerce sobre la
vida poética se debe a la existencia de un
clima propicio cuya emoción y universalidad
proviene de la libertad humana que el
individuo disfruta por igual para existir y
usa para crear.
La escritora M. Luisa Rodríguez en su obra
Poesía revolucionaria guatemalteca, caracteriza -
en el campo cultural- al "Primer Gobierno de la
Revolución" de la siguiente manera:
La llegada al poder del Dr. Arévalo en
1 944 significó, ante todo, el fin de sistemas
dictatoriales que evitaban la información
acerca de toda corriente de pensamiento, ya
fuese nacional o· extranjera. La práctica de
quemar libros no se había limitado en este
país a la época de la Inquisición durante
la dependencia colonialista, en que los
37
 buenos propósitos de algunos misioneros
tuvieron como consecuencia un exceso
en su cumplimiento del deber que les
llevó a quemar verdaderos documentos
históricos de los indígenas con la idea de
que ayudaban a mantenerlos en su idolatría
pagana. Después de la independencia se
mantuvieron estos procedimientos al igual
que se mantenían las desiguales estructuras
de propiedad, hasta el punto de que era
práctica común durante la dictadura del
general Ubico ( 1 93 1 -1 944 ) . Al ascender
al poder el doctor Arévalo, se sustituyó
un régimen de tipo liberal burgués
que pretendió sacar a Guatemala de su
enclaustramiento económico, ideológico
y cultural y cuya principal proyección en
el campo de las letras y de las artes fue
la apertura del país a todo tipo de libros
importados, mayores facilidades para
imprimirlos dentro y la creación de centros
culturales y asociaciones que sirvieron para
dar impulso a la capacidad creadora de sus
valores literarios.
A este ambiente prop1c10, de plena libertad
creadora, llega Eunice Odio en el año de 1 947. Por
esa época se fundaría el renombrado grupo Saker­
Ti, consecuencia lógica de las ideas renovadoras
que se expandían por Guatemala, favorecidas por
el nuevo giro que acababa de tomar la política de
38
los dirigentes guatemaltecos, después del 1 5 de
marzo de 1 945 en que entra en funciones como
presidente de Guatemala el profesor Juan José
Arévalo Bermejo, hombre de altos ideales políticos,
que pretendió democratizar su país.
Un grupo de jóvenes estudiantes y trabajado­
res interesados en la literatura decidieron "formar
una asociación que responsabilice a la juventud en
el planteamiento de los problemas que afronta el
hombre en nuestro tiempo frente a la crisis de la
cultura", según decir textual de sus fundadores.
Con el fin de aclarar cuáles eran esos proble­
mas se convocó la Asamblea de Artistas y Escritores
Jóvenes primigenia reunión de este tipo que se ce­
lebraba en Guatemala: la decisión fundamental to­
mada fue la de
forjar un nuevo tipo de cultura, que,
respondiendo a las exigencias del pueblo,
estuviese en función de la joven democracia
guatemalteca. Esta cultura tendría que
ser forzosamente nacional, científica y
democrática, porque recogiendo lo mejor
de nuestra tradición cultural, preconizaría
la dignificación e independencia del país,
se opondría a superstición e ignorancia
y se colocaría al servicio de las grandes
mayorías populares ( Abelardo Rodas,
Revista Presencia, n. 03 , agosto de 1 95 8 ) .
E l Grupo SAKER-TI editó varias publicaciones:
39
las más importantes fueron Revista Saker-Ti y las
obras literarias de sus afiliados. Tenían, asimismo
a su cargo la página literaria del Diario de Centro
América, desde el jueves 3 1 de diciembre de 1 9 49
hasta el jueves 1 9 de junio de 1 95 2 . Bajo su tutela se
formó una nueva generación de literatos y poetas.
Sin embargo, Eunice Odio, que laboraba como
secretaria del Centro Editorial del Gobierno, adscri­
to al Ministerio de Educación Pública de Guatemala,
cuya sede estaba en el Palacio Nacional, y cuyo di­
rector era Miguel Ángel Vázquez, se afilia a la
Asociación Guatemalteca de Escritores y Artistas
Revolucionarios ( AGEAR), que saca a la luz su
propia publ�cación: Revista de la AGEAR, cuyo di­
rector era el consagrado político y esc�itor Mario
Monteforte Toledo, autor, entre otras, de la nove­
la Entre la piedra y la cruz, triunfadora del Premio
Centroamericano 1 5 de Setiembre, de 1 94 7 . Con
Monteforte, Eunice Odio mantendrá una estrecha
y sincera amistad, primero en Guatemala y, poste­
riormente, en México.
Como miembros de la AGEAR se contaban, en­
tre otros, Otto Raúl González, Valentín Abascal,
José E. Torres, Roberto Goyri, Ovidio Rodas Corzo,
Eugenio Fernández Granell, Miguel Alzamora
Méndez, Carlos H. Ruiz, Arturo de León, Francisco
Catalán, doctor Carlos Federico Mora, Enrique de
León Cabrera y el maestro Ricardo Castillo; Eloy
Amado Herrera, Víctor Villagrán Amaya, Mario
Monteforte Toledo, Mario Alvarado Rubio, Mario E.
Sarmiento, Miguel Ángel Vázquez, Enrique Torres,
40
Osear Vargas Romero, Guillermo Lorentzen y R.
Galeotti Torres.
Todos estos artistas e intelectuales afiliados a
la AGEAR fundada a principios del año 1 9 47 junto
con los pertenecientes al Grupo SAKER-TI forman
la denominada "Generación Revolucionaria".
Eunice Odio asidua y fervorosamente asis­
te a las conferencias, recitales y actos cultura­
les que programa la AGEAR y el Grupo SAKERTI.
Asimismo, asiste a aquellas actividades que se rea­
lizaban en La Casa de la Cultura -situada en la 9 º
calle entre 5 ° y 4º avenidas de la zona 1 d e l a ciu­
dad de Guatemala) ; o bien, en el Ateneo García
Lorca Casa de la República Española ( localizado en
la calle oriente, n. º7 de la zona 1 de la ciudad de
Guatemala) .
Resumiendo: Eunice Odio s e radica y trabaja en
Guatemala y se naturaliza ciudadana guatemalteca,
por las siguientes razones, entre otras:
l. El ambiente cultural ya descrito anteriormen­
te. Eunice Odio opina lo siguiente sobre la labor de
promoción cultural y artística desarrollada por la
Administración Arévalo:
Ningún presidente de Centroamérica,
pocos de América, y, seguramente ninguno
de Guatemala,· puede vanagloriarse
de haber hecho por su país, ni por los
intereses centroamericanistas como deben
entenderse hoy día, lo realizado hasta ahora
41
 por la presente administración (El Imparcial,
abril de 1 9 49, en "La gratitud mal entendida
o De Stalin abajo ninguno" ) .
2 . En marzo abril de 1 9 48 se produce en Costa
Rica la revolución de José Figueres Ferrer. No ol­
videmos que Eunice Odio era conocida en el am­
biente político costarricense como una ardiente de­
fensora de las conquistas sociales y laborales de
las administraciones Calderón Guardia y Teodoro
Picado, y que era apreciada por sus ideas avanzadas
de izquierda. Al respecto, su pensamiento se expre­
sa claramente en su artículo " Exposición sobre po­
lítica actual de Costa Rica", incluido en este libro y
escrito a fines de 1 9 47 en la ciudad de Guatemala
con el fin de aclarar a la opinión pública guatemal­
teca la situación política que reinaba en Costa Rica
en 1 9 47 el año anterior a unas elecciones presiden­
ciales y de hechos como la génesis de la Huelga de
Brazos Caídos.
Con el triunfo de Figueres y su Ejército de
Liberación Nacional, muchos intelectuales, entre
otras decenas de ciudadanos costarricenses, tienen
que emigrar.
Este panorama político influye en Eunice Odio,
quién decide quedarse a vivir en Guatemala y optar
por esa nacionalidad.
3 . Como ya vimos, el 1 5 de setiembre de 1 9 47 a
Eunice Odio se le otorga el Premio Centroamericano
1 5 de Setiembre, en la rama de poesía, por su libro
42
Los elementos terrestres. Este acontecimiento le facili­
ta enormemente a Eunice Odio su rápido ingreso al
mundo literario y cultural guatemalteco.
Los tres puntos anteriores son un rotundo men­
tís a aquellas ligeras afirmaciones de que Eunice
Odio no amaba a su patria Costa Rica. El profesor
Stefan Baciu en su obra Costa Rica en seis espejos
dice:
Ya es hora en Costa Rica, su país natal
( que según comprueban las cartas a las
cuales nos referimos, ella tanto amó, en sus
gentes, en sus costumbres y en su manera
de vivir) " y en otro artículo, "¡Admirable
Eunice, Querida Eunice!" dice Baciu: "Le
habían reprochado los espíritus aldeanos su
cosmopolitismo: nacida costarricense ( pero
jamás "tica") , huyó del medio pueblerino de
San José de los años 40 . . .
El periodista Pablo Cejudo Velázquez en su ar­
tículo mencionado expresa que
Eunice Odio odió el mal, la guerra, la
violencia, la inhumanidad. Quizás odió
también, pero en un sentido menos riguroso,
lo que ella pudo considerar provincianismo
o pequeñez de espíritu. Como tal consideró
la actitud de aquellos escritores y poetas
compatriotas suyos a quienes les faltó la
43
 comprens1on de una mujer convertida
en ciudadana del mundo. . . Siempre la
olvidaban en sus antologías y se fijaban
más en sus defectos que en sus virtudes
poéticas.. . Con altanería y femenina llamaba
a estos intelectuales compatriotas suyos; en
vez de costarricenses, costarrisibles.
Alfonso Chase en su artículo "Nuestra Eunice"
confirma lo dicho por Cejudo Velázquez:
De ahí nacía su desprecio, olímpico
y perfecto, por todo lo que se relacionar a
con el mundillo intelectual de Costa Rica y
de todas las otras aldeas del mundo, en esa
·
miopía especial que la hizo ignorar que la
patria no era un nombre, ni dos, ni un grupo
siquiera, sino un conglomerado de seres
que muy en secreto respetaban su poesía y
recordaban su nombre y en los que s iempre
encontró hidalguía, afecto, reconocimiento.
"Y es mentira - sentencia José León Sánchez­
cuando alguien dijo que no amaba a su patria. Su
patria era el mundo donde llegó a encontrar duran­
te muchos años el cariño y la admiración que le ne­
garon en la tierra donde ella nació".
En noviembre de 1 950 se celebran las eleccio­
nes presidenciales en Guatemala. Eunice Odio,
quizás para ese entonces un poco desilusiona­
da del Gobierno del Dr. Arévalo, decide apoyar la
44
candidatura del licenciado Jorge García Granados,
postulado por el Partido del Pueblo. Eunice Odio se
opone firmemente a la " candidatura oficial" del co­
ronel Jacobo Arbenz Guzmán.
Eunice Odio participa activa y beligerantemen­
te en esta campaña electoral. Acompaña en sus
giras y mítines políticos al Lic. García Granados.
Escribe crónicas de estos viajes y reuniones políti­
cas que realiza. García Granados, en el periódico El
Pueblo, vocero del Partido del Pueblo.
Aquí cabe preguntarse por la posición políti­
ca de Eunice Odio. En Costa Rica, en su juventud,
militó en los partidos de izquierda. "En su patria,
Eunice es apreciada como excelente poetisa, pero
lo es aún más por sus ideas avanzadas de izquier­
da, como se dice ahora" se lee en el periódico El
Imparcial, Guatemala, de setiembre de 1 9 47. En el
mismo periódico, León Aguilera apunta en mayo
de 1 9 74. " Viniera a Guatemala atraída por los aires
revolucionarios, con su pendón de izquierdista ha­
cia el horizonte. . . apareció en Guatemala a raíz de
Arévalo y Arbenz: Aquí convivió en nuestro medio
literario y el medio político, que luego denunciara
desenmascarándolo, al camaraderismo de faena de
Fortuny y secuaces".
Es sabido que en sus últimos años Eunice o
rompió con la intelectualidad de izquierda fue cer­
cada por los maniqueístas de esa tendencia.
En el artículo de León Aguilera antes mencio­
nado, dice el periodista chapín:
45
 Entonces, pensábamos: Eunice no pue­
de ser del totalitarismo rojo, es demasiado
individualista, demasiado pensadora por
cuenta propia para someterse a un compro­
miso de grey o de grupo, aun cuando sea de
letras. Y así fue, después, cuando en 1 963 en
México, aun antes Pellecer, denunció al co­
munismo como antihumano.
Juan Liscano en su libro Eunice Odio. Antología.
Rescate de un gran poeta, confía el rompimiento de
Eunice Odio con sus ideas de izquierda: En la " Nota
Informativa" que precede la "Selección Epistolar"
de su libro, Liscano dice: "Eunice tenía una natu­
raleza apasionada, extrema, no desprovista sin
embargo de lucidez, y por eso excluí de esta co­
rrespondencia juicios políticos suyo saturados de
efervescencia tras el desencanto sufrido en la mili­
tancia ideológica".
El profesor rumano Stefan Baciu en su esbozo
sobre Eunice Odio de su libro Costa Rica en seis
espejos ( San José, Costa Rica, 1 9 76, Ministerio de
Cultura) manifiesta que "En la revista mexicana
Respuesta, publicada en catorce números bajo la di­
rección de Rodrigo García Treviño, entre el 20 de
setiembre de 1 962 y el 5 de abril de 1 963, es de­
cir en una de esas épocas de mayor beligerancia
ideológica en Latinoamérica, cuando gran núme­
ro de escritores e intelectuales se declararon abier­
tamente a favor del castrismo ( y cuando colocar­
se en contra de la dictadura; cubana era un acto
46
de coraje bastante insólito), Eunice Odio adoptó
una posición netamente democrática. . . " En esta re­
vista mexicana escribe un artículo en el cual cali­
fica a Fidel Castro de " viejo bailador de la danza
soviética".
"Eunice Odio había conocido a Fidel Castro
Ruz en 1 956, en la ciudad de México, llegando a
decir rae en una de nuestras conversaciones -dice
Baciu en su antes mencionado libro- que tenía
poca confianza en lo que ella solía llamar " la aven­
tura de los cubanos", justificando tal afirmativa por
su previo conocimiento de la "aventura guatemal­
teca". Finalmente, el profesor Baciu, dice en su ar­
tículo 'Admirable Eunice, Querida Eunice": "Su fe
en la poesía tenía par solamente en su fe en la de­
mocracia: basta, para lo primero, leer cualquiera de
sus poemas, y para lo segundo, buscar las coleccio­
nes de las revistas socialdemócratas editadas en la
ciudad de México por el valiente Rodrigo García
Treviño ( Examen Trinchera, Réplica)".
Nuestra opinión es que Eunice Odio sentía polí­
ticamente lo que el vate nicaragüense Rubén Darío
llamaba un santo odio a los dictadores. De aquí que
fuera una apasionada antifranquista y antisomozis­
ta. Sufría por la tragedia de España y de Nicaragua.
De este odio a los dictadores su furia contra el dic­
tador antillano Fidel Castro.
Cuando en 1 9 46 pasaron por Costa Rica los
poetas españoles y franquistas, Eduardo Marquina
y González Marín, no faltaron las vehemencias de
Eunice en la ola de enconos que esas presencias
47
suscitaron en nuestro país. Escribe en Repertorio
Americano dos poemas de corte netamente antifran­
quista; ellos son: "Nube Y cielo mayor" Y "Pepón de
la Campana" ( este ültimo reproducido en este libro) .
Del dictador nicaragüense Anastasia Somoza
García manifiesta Eunice Odio: "En Nicaragua, que
habrá de ser fumigada el día que termine la epide­
mia nacional llamada Somoza, ya sea porque se
muera de muerte natural o violenta, o porque, sin­
ceramente Nicaragua se canse de él; en Nicaragua,
el país comparativamente más atrasado
Centroamérica, se concebiría la indiferencia del go­
bierno hacia los artistas nacionales o extranjeros".
Finalmente, ya vimos cómo en Guatemala,
en las eleccfones presidenciales de noviembre de
_
1 950, se afilia al Partido del Pueblo y lucha deno­
dadamente por la candidatura el licenciado Jorge
García Granados. El programa de gobierno de este
partido político guatemalteco, de estructura y ex­
tracción burguesa, es de lineamientos ideológicos
claramente reformistas. Veamos:
resulta de todo punto indiscutible que
en Guatemala es un imperativo nacional el
proceder a una reforma agraria que, a la vez
de propulsar el desarrollo económico. . . llene
en forma más efectiva la necesidad espiritual
del individuo en la posesión y disfrute de la
tierra. . . La política económica auspiciada
por el Partido propugnada porque las
actividades de las autoridades monetarias,
48
de los institutos bancarios favorezcan la
iniciativa privada guatemalteca; cuando
se hiciere indispensable, sin embargo,
se dará también aliciente a la inversión
de la empresa extranjera. . . Estimular por
todos los medios posibles el ejercicio de
las ideas democráticas y mantener en la
acción gubernativa un repudio absoluto a
cualquier doctrina o práctica totalitaria.
de El licenciado Emilio Zea González, entonces se­
cretario general del Partido del Pueblo, me contó
que Eunice Odio sentía simpatías por el Aprismo de
Haya de la Torre y que en cierta ocasión fue critica­
da por ello por el licenciadoJorge García Granados.
Somos de la opinión que Eunice Odio era una
apasionada de la libertad, ya sea esta política, so­
cial o poética. De aquí que su sinceridad y pure­
za molestaran tanto. Luchó denodadamente por la
verdad y contra todo sistema político totalitario -
fascista o comunista- que negara la más irrestric­
ta libertad de pensamiento y de expresión. Lo mis­
mo ataca a un Franco o un Somoza que a un Fidel
Castro. Con apasionamiento intelectual escribió su
prosa en defensa de sus ideas, en la afirmación de
su conciencia y de una fe intachables.
Es, repetimos, -afirma Baciu- una lástima que
no esté presente la guerrillera del espíritu, quien
defendió la democracia y el humanismo, de igual
manera como lo hicieron José Martí, Salomón de
la Selva y Mariano Picón-Salas, puesto que, como
49
ellos, Eunice O dio fue, en el más compl eto senti­
do, una cruzada de l a dignidad y de la verdad. -Y
continúa Baciu-: Antes de cualquier cosa, Eunice
O dio fue un gran poeta, uno de los más importan­
tes y personales de Latinoamérica, per o su discre­
ción y muy especialmente su posición ideológica
netament e anti totalitaria, hicieron que sus libros
de poesía se editaran en tiradas más que li mitadas
y circulasen muy poco.
Eunice O dio en 1 95 1 viaja sin dejar del todo
Guatemala a La Habana, Cuba. Eunice residí a casi
contiguo al mar -en el Hotel San Luis- donde re­
calcaban todos los exiliados y revolucionarios de
Centroamérica y de Zas islas del Caribe, y también
de Venezuela, nos cuenta el poeta chileno Alberto
Baeza F lores.
En el añ o 1 952 E unice O dio viaja a El Salvador,
donde visita a F rancisco Gavidia. De esta visita a
la casa de Gavidia publica un artículo en El Dia rio
de Hoy de la capital salvadoreña en agosto de 1 952
( "Viaje al Pasado con Francisco Gavidia [ Del tiem­
po solo queda la memoria de lo vivido] " ) .
Durante su estancia en Guatemala de 1 9 48 a
1 953 escribe su segundo libro Zona en territorio del
alba, que se publica en una ciudad del interior de la
Argentina, en Mendoza, en 1 953.
A mediados de junio de 1954 se produce la in­
vasión desde territorio hondureño del coronel
Carlos Castillo Armas y su Ejército de Liberación
y cae el régimen constituido . Se acaba la década re­
volucionaria, aquella de los Gobiernos de Arévalo y
50
Arbenz. La aventura guatemalteca termina, asimis­
mo, para Eunice O dio, quien emigra hacia México,
donde sentó reales en la calle Río Neva n. º 1 6, D. 40,
z. 5 M éxico D. F., apartamento en el cual un día de
mayo de 1 9 74 fue encontrada muerta: "se cal cula
que después de 1 0 días de su fallecimiento, cuyas
causas se ignoran" informa el poeta costarricense
radicado en México, Alfredo Cardona Peña.
La agencia UPI, con fecha 23 de mayo de 1 97 4,
transmite al mundo la siguiente noticia:
La escritora y poetisa costarricense
Eunice O dio, fue h allada muerta en el baño
de su departamento, anunció la policía.
El deceso se produjo hace varios dí as
y aparentemente fue accidental, al caer la
poetisa en la bañera, dicen las autoridades.
La policía alertada ante la ausencia de Eunice
Odio, forzó la puerta del apartamento y
encontró el cadáver.
Alberto Baeza F lores, en su obra Evolución
de la poesía costarricense ( San José, Costa Rica, 1 978 ,
Editorial Costa Rica) opina lo sig uiente:
Eunice O dio, que fue poco señalada en
su importancia lí rica cuando vivía, se ha
ido convirtiendo en un mito después de
su muerte, cuando ha podido hacerse el
balance de l o mucho que nos deja. Su casa
puede ser casi único en el panorama de la
51
 lírica costarricense pues se entrega total al
quehacer lírico y, al mismo tiempo, de una
gran aventura humana en el vivir. Todo esto
viene a culminar con una muerte en extrema
soledad. Si a esto se agrega la gracia humana
de la lírica, su encanto personal, su belleza
física, y su drama de soledad que ella llevó
como un huracán, se tienen algunas ideas
claves para esta lírica mujer- mito, pero aun
así no se explican siempre del todo.
En este libro intento dar a conocer fundamen­
talmente la obra en prosa de Eunice Odio publica­
da en la Repú blica de Guatemala. Creo que en el l o
reside el vafo r de presente libro, ya que de Eunice
Odio se conoce principalmente su producción líri­
ca. De ella ú nicamente se han editado en prosa dos
pequeños libros segú n nuestro conocimiento: El
rastro de la mariposa ( México, Alejandro Finisterre
[ editor], s. f. ) y E n defensa del castellano ( México:
Gráficas de Menhir, S. A., 1 9 72 ) .
Por otro lado, l a prosa incluida e n e l presente li­
bro es principalmente aquella de los primeros años
de escritora ( de 1 94 7 a 1 950 ) .
Asimismo, incluimos en e l presente libro los
textos de su poesía publicada en periódicos y revis­
tas guatemaltecos. Finalmente, se incluyen aquellos
testimonios que sobre Eunice Odio y su obra se es­
cribieron en esa hermana nación centroamericana.
Creemos que esta experiencia de Eunice Odio
en Guatemala fue fundamental para su producción
52
lírica y periodística posterior. Sus mejores obras se
producen en la década de 1 94 7 a 1 957, de sus vein­
tiocho a treinta y ocho años de edad: en 1 947 escri­
be Los elementos terrestres; en 1 953 se publicó Zona
en ten-itorio del alba y en 1 95 7 se edita su obra maes­
tra, Tránsito de fuego. "Se encontraba en el cenit
y l a primavera, llena de vehementes jardines" nos
afi rma Cardona Peña que la conoció en esa época8.
Su prosa requiere un largo y minucioso estu­
dio, porque representa una gran riqueza literaria.
En su prosa Eunice Odio permite al lector apreciar
_
su personalidad, · su temperamento rebelde y apa­
sionadamente veraz e claudicante. Su prosa refleja
l a dinámica y vast a cultura de que era dueña. Sus
escritos evocan el amor, los viajes, ensofi ación, la
pasión y la soledad que la acompañaron durante
su vida, su difícil existencia. En sus escritos Eunice
Odio estructura un lenguaje propio, original , au­
téntico, dentro del idioma comün. Sorprende en
su prosa la honestidad con que asimilaba y defen­
dí a sus creencias de todo orden. I mpresiona en sus
e scritos su permanente ansia de más verdad y de
m ás belleza, su extremada sensibilidad y deseos de
comu nicación.
Lo que digo aquí de esta prosa de Eunice Odio
son notas un tanto breves, su prosa merece un estu­
dio más amplio que esclarezca y valore el quehacer
literario de Eunice Odio.
8 En la l\evi.-:ta dt• la AGEAR, n . º 1 de diciembre de 1 948, en la sección UCalenda s
dt• Arte y Letra s", s e l e e lo siguiente: " E l poeta costarricense, Alfredo Cardona . . .
a su paso p o r G u atemala disertó en la Facu ltad d e Humanidades sobre poesía"
( '\l . del A . ) .
53
 Por tanto, es nec esario que - antes que en olvi­
do y el polvo entierren las c olecciones de diarios Y
revistas en las c uales Eunic e Odio c olaboró, a veces
de difíc il acc eso- se hagan intensas investigacio­
nes c on el fin de dar a c onoc er sus textos inéditos
y aquella obra todavía no reunida en libro dispersa
en publicac ion es del c ontin ente.
Finalmente, insto a que se analic e detallada­ Segunda Parte
mente y en su totalidad la posa esc rita por Eunic e
Odio para así c omprender mejor su obra literaria y ENSAYOS, CRÍTICA Y COMEN TA RIOS9
aquilatar su gran talento. Es c onvenien te, por tanto,
emprender una evaluac ión objetiv a de la obra en
prosa de Eunic e Odio.
El presente libro ha si do elaborado c on c ari­
ño. Las n otas de la Presen tación de Eunic e Odio en
Guatemala han sido esc ritas tratando de apegarn os A l l á, d e t a rd e en ta rd e, en n u e st ra
a la veracidad de los hechos. N o se esc amotearon patria, a l gu i en solía c i t a r a E u n i ce O d i o
esfuerzos para investigar la autentic idad de c ada con m u rm u raci ón, como si su nombre
uno de ellos. necesari a m ente t u v i e ra q u e p ronunc i a rse en
Creemos que podrá mejorarse el libro -¿c ómo voz baj a .
n o? - c on la aportación de nuevos datos. Esto no Y n o obstante era Eunice l a gran m uj e r
lo dudo; antes bien, lo espero y lo deseo ferviente. en l a p oesía d e Costa Rica.
N o he podido reuni r todos los textos o esc ritos en
prosa, doc umentos y fotos de Eunic e Odio durante JosÉ LEÓN SÁN C H EZ ( co s t a rricense )
su estancia de c asi ocho af10 s en Guatemala, ni eso
era posible. Mi quehac er diario c omo diplomátic o
no me lo permitía. Por eso - repito- c uento c on las
futuras aportac iones de otros.

MARIO A. EsQU IVEL T.

Guatemala, j u lio 1 980, San José, m a rzo 1 98 1 .
9 Recopilación y selección de textos rea l izados por Mario Esq uivel.

54 55
 Exposición sobre p olítica actual de
Costa Rica
D i ciembre, 1 94 7 10

Los últimos acontecimientos políticos acaeci­

dos en Costa Ri ca, p arecen haber colmado d e estu­
por los á n imos de los guatema l tecos y en general,
de todos los latinoamerican os.
A J os costarricenses que vivi mos fuera d e Costa
Rica desde hace muy poco tiempo, nada de esto
puede sorprendernos. Sabemos que, desde el mes
de noviem bre de 1 946, el parti d o d e la reacci ó n en
Costa Rica está usando med ios d e violencia co n la
i nten ción de p rep ara r el terren o p a ra asaltar el po­
der en u n m o mento dado. Las bombas de tiempo
han estado a la orden del día en Costa Rica, casi
como artícu l o s de primera necesid a d .
Ahora bien, pregun tarán much o s : ¿ C u á l e s l a
verdadera situ ación política d e Co sta Rica? ¿Por
qué en ese país, cuya paz es proverbi al, parece ex is­
tir en este momento una división a mu erte?
Los costarricenses tenemos una respuesta
para todas esas pregu ntas. Larga es, pero va l e la
pena darl a . Pa ra e l l o será necesario dar u n vi stazo

10 Eunice Od io en E l Imparcial, Gu atemala, ed iciones d el 4 al 12 de diciem bre

Je 1 947.

57
a l o s ú l timos cuarenta años, dura nte l a casi totali­
dad de los cuales nos gobernaron d o s hombres :
don C l eto González Víqu ez y don Ricard o Jiménez
Oreamuno, ambos d e p u ra extracción l ibera l .
Tambi én, durante ese l apso, h i cieron u so de
l a presidencia los licenciados Alfredo González
Flores y Julio Acosta G a rcía .
Pod ría d ecirse que fue una casua l i d a d política
l a que l levó al señor Alfredo González F lores a l a
primera m agi stratu ra . M uy importante es este go­
b ernante dentro de l a h i stori a política d e m i p atri a ;
y a veremos p o r q u é . Pero antes diga mos, dentro
de qué si stem a pol ítico se desarrolló l a vida cos­
tarricense durante ese periodo de cu arenta años .
Exp l i qu emos cómo se movían l a s cu estio nes polí­
ticas, y de qué man era se operaban los cambios de
presi dentes costarri cen ses.
El sistema pol ítico-social en que vivía l a gra n
m ayoría del pueblo costarri cense puede l l am arse :
régimen semifeudal-li bera l .
L a s cuesti ones pol íticas se movían d e arri ba
p ara abajo. En otras pal abras, cuando se acercaba
el t i empo de elecci ones, u n grupo de capitalistas y
d e políticos de oficio se reu nía a deliberar en cual­
quier banco o en el Club Unión. De esa especie de
"con sej o" n acía el futuro presidente, fi nanciado y
e legi do por ellos. El candidato natura l mente, había
d e garantizar: a unos su m a ntenimi ento a expensas
del presupuesto nacio n a l ; a otros la seguridad del
doscientos por ciento en sus negoci os. En conse­
cuencia, el presidente d e Costa Rica n o lo era tanto
d e C osta Rica, como de un grupo p ara el cual go­
b er nab a . ¿ El poder l egi s lativo? íd em : legislaba para
la clas e adi nera d a .
Así era la u sanza tica cuando ascen dió a l a pre­
si de ncia don Cleto G onzález Víq u ez en el año 1 906.
En 1 9 1 0 lo su ced e el l i cenci ado Ri card o J iménez
O rea muno .
Luego, por un azar como antes dij e, l lega a ser pre­
si dente de la república don Alfredo González Flores.
El ilu stre costarricen se acaba d e llegar de
Europa donde se h a educado. Trae nu evas i d eas
con respecto a l a m anera de gobernar.
Fue el primer presidente costarricense q u e in­
tentó acerca rse, a u n q u e fu era d e soslayo a l a s nece­
sidades de su pueblo. Fu ndó a l poco tiempo de su
ascensión al poder e l Banco I n ternacional de Costa
Ri ca ( h oy B anco N a cional de Co sta Rica ) y lo d otó
de leyes que, si bien no puede d ecirse que fu era n
de índole tal q u e beneficiaran a l p u eblo d i recta­
mente, sé tend ían, a nte todo, a orga nizar y moder­
nizar nuestra econ omía y a bene fi ci arlo, a l a larga,
en forma i n d i recta pero sól i d a .
Por otra parte, el presid ente G onzález Flore s
aspiró a reformar · nu estro siste ma tributario que
solo tenía efecto en el papel. Con tal i ntención pre­
sentó al co ngre so un proyecto que se aprobó, en­
caminado a consegui r que nu estros ri cos tributa­
ran, como todos los ricos del m u n d o, aunque en
menor escala.
Natural mente que estas i d eas del l icenciado
Go nzález Fl ores que ahora, y dada l a época e n que
59
vivimos, casi nos h acen s o n re ír, no podían d ej ar in­
d iferentes a n u estro s capitali sta s .
C o m o resulta d o d e esas sus gestiones ad mi­
n i strativas, e l presid ente h u b o de enfrentarse in­
medi atame nte a una p o d erosa fa cción co nstitu i da
en primer l ugar, por grup o s que peleaban en de­
fen s a d e sus intereses sacratísimos. Po r otro l a d o, el
pueblo, sin concienci a d e s u d e sti no, no era, ni mu­
cho menos una b ase en que G onzález Flores p o d ía
apoyarse con seguri dad . Rea l mente, aquel l o s eran
tiempos de gran bel leza para l a s a l tas clases.
E l pueblo se conform ab a con s u derecho a gri­
tar sin comer. La pal abra revolución aún no se ha­
b l a inventa do. El espectácu l o d e l a propia m i seria
le parecía al pueblo algo completame nte l ógico y
norm a l ísimo. Dios l o m a n d a , d ecía . . . y pues q u e así
son l a s cosas, será porque a s í d eben ser. Este era el
fo ndo d e su fil o sofía negativa : m uy có moda para el
pueblo puesto que constitu ía una l ínea d e menor
resistenci a, pero más cóm o d a aún para los ri cos por
que facilitaba sus propósitos.
Así se exp l ica que e l cl i m a para los dem agogos
fu era parad i s iaco. En él se reproducían, crecían y
medraban con tanta i m p u d i ci a como inmu n i d a d y
eficacia. Así se exp l ica también que e l cap ital en­
contrara en la masa, una ta n útil como incon sci en­
te aliada.
Para abreviar, d i ré q u e l a s i d eas de j u sti cia del
presidente González Flores dieron al traste con
su G obiern o . Fue derroca d o por los reaccionarios
de aquel tiempo. Para e l l o se va l i eron de Fed eri co
60
Tinoco, que era el m i n i stro d e Guerra y que apro­
vechándose d e la confi a nza que don Alfredo habla
puesto en él, se prestó para dar el golpe d e Estado.
No obstante que l a traición era manifiesta, y fue
l a m an iobra estaba a l a vista, e l día d e l a caída del
Gobierno Gonzá lez Flores, l o s Tinaco, Federi co y
su he rma no Joaquín, eran acl amados por u n a in­
m ensa mayoría de costarricenses que m uy pronto
se arrepentirían de sus pri meros entusiasmos.
Porqu e el triunfo de l a rea cci ón n o vino ·solo.
Traj o consigo, C ? rno secu ela inmediata, la entro­
nización en Costa Rica de una de l a s m á s nefastas
tiranías que haya sufri d o, y que terminó a los die­
ciocho meses con l a muerte d e Joaquín Ti n oco a
manos de u n p atriota .
Don Julio Acosta, e l presidente que su cedió a
los Tino co, no tiene para el fi n que nos ocupa, más
que una i mportancia cronológica. G obernó corno si
en Costa Rica no hubi era pasado nada ú l ti m amen­
te. Qui ero decir que el capita l i smo había a l canza do
sus propósitos plena mente. N o se volvió a hablar
de impuestos tributari o s ni de tod o a q u e l l o que h a­
bía originado el derrocamiento d e un gobi erno ho­
nesto por un gru po desh onesto.
Pero si es importa n te señ a l ar que durante e l ter­
cer año d e l a presid enci a de Acosta se o rga nizó un
partid o revol u cionario l l a mado Pa rtido Reformi sta
cuyo ca ndidato lo era el genera l don Jorge Vol io.
Fu e e l primer p a rtido político d e i d eas revolu­
cionaria s que surgió en mi patria. Sus o radores, los
primero s que en La Tribuna p o l ítica se atrevieron a
61
hablar d e reform as soci a l es tan posibles como n e­
cesari as, y de l a i nj u sticia socia l que regía c o mo
base de n uestras i n stituciones republicanas si n
complicaciones.
A pesar d e su creciente populari dad, l a exis­
tencia del partido refo rm i sta fu e m uy efím era ( se is
años: los d os ültimos del peri o d o Acosta García y
los cu atro del segu ndo peri o d o presidencial d e don
Ricard o J i ménez ) .
Tenía en contra a l G obi erno, a l capital y a l clero.
No obstante, la tremenda hostil i d a d de l o s tres
pod eres menci o n a d o s, tem ib les e n todo tiempo y
más en aquella época; n o obstante, también su fu­
gacidad, el Pa rtido Refo rm i sta obtuvo, medi an te fu­
ribu ndas bata l l a s parl ame ntari as, tres conquistas
indiscutibl e s :
1. Creaci ón d e l B a nco Naci o n a l d e Segu ro s;
2. Ley de acci d entes de trabaj o facilitada por la
creación del B a nco Nacio n a l de Seguros; y
3. Li mitación de la j o rn a d a de och o h o­
ras de trabaj o, en favor d e l o s obreros y
cam pesinos.
11
Desde el año 1 9 1 O, con las excepciones ya
a notad as a todo l o l argo del capítul o a nterio r,
los l icenci ados Ri cardo J iménez Oreamuno y
Cl eto González Víq u ez, ambos h om bres d e pura
62
ral, pero sin com p l i ca ciones, em-
extra cc1 0n l i be
e q u itativamen te, l a
i e za n a rep a rt irse, d igamos,
� re si de nci a d e l a Rep ú b l i ca : l a p residencia d e " l a
ahora l e d i cen, q u izás por
su fri da Co sta Ri ca" como
u n exce so de buen h u m o r, l o s q u e p o n en bombas
e n provec h o pro p i o.
Aho ra bien, ¿cambió en a lgo a q u e l l a república
baj o l a égi da d e estos dos gobern a n tes?
Sí. Evid enteme nte. Se col mó d e escuel as, d e le­
yes libe ral ísi m as, d e puentes, d e m a e stro s ; d e ofi­
ci nas y sus deriva d os constitu i d o s p o r gentes cuya
vi da no se j u sti fi caría ni se exp l i ca ría sin u n a ofici­
na de al go .
Enorme fu e el progreso materi a l, pero n a d a
más que m ateri a l . Estos dos presi d e ntes encon tra­
ron a Costa Rica con menos pue ntes y la dej aron
con más.
En resumidas cuentas, y a p a rte del respeto que
me inspiran estos dos mandatarios y, muy especial­
mente don Ri cardo por quien tengo d e bilid ad, y d e
quien pienso en m i s ra tos de ocio úti l que equ ivocó
su desti n o : que Co sta Rica ganó un estadi sta me­
d i ocre y perdió uno d e sus escri to res más ge n i a l es;
aparte de m i respeto por ellos, d i go, creo que no
cum pl ieron como debía n .
Creyeron que podíamos segu i r viviendo y t ra­
bajando h a sta la eternidad, como lo veníamos h a­
cien do desde h acía setenta y ci nco o cien años.
¿Desconocimiento? ¿Erro r d e perspectiva?
¿Permanencia en el l i mbo? ¿Temor a confl i ctos?
No l o sé ni tengo obl igación d e saberl o . De todos
63
m o d o s, p o r m uy favo rable a e l l os q u e fue ra m i m o­
d esto criterio, para l a h i stori a es l o mismo.
Para h acer q u e e l Esta d o sea a ctivo y n o casi u n
obj eto d e b azar o u n fós i l refrigera d o, adem ás de
co n st ru i r puente s, ca m i n o s, escu e l a s y o ficina s de
n a d a , se n ecesi ta l a bo rar en otras direcci o n es.
C l a ro está q u e en m i p atri a existe l o que e n nin ­
gún p aís d e Centroaméri ca : la escuela d e m ocráti ca :
l a cu a l se l e d eb e, pri ncipal mente a estos d o s hom­
bres. Pero esto n o basta .
También es ci e rto qu e en C osta Rica se l e can­
tan cuatro frescas a cu alqui era, venga o no a cuen­
to, pero esto no basta.
Y ca da vez con más co nci encia d e esto; de
que había ·· algo que eq u i l ib rar, a l go q u e aj u s­
tar, a l go que d eb ía vari ar fu n d amenta l m e nte por­
que, aun cua n d o la mayoría l o había soportado
casi sin percatarse y ante t o d o sin q u ej a rse, esto
n o q u ería decir q u e fu era l o mej or a que p o d ía as­
pirarse, fu ero n fo rm á n d o se, primero pequeños y
l uego gra ndes gru pos, cuyas preocu paciones se di­
rigían a con segu ir ca mbios dentro de l a rea l i d a d
social-económica .
De estos gru p o s, u n o l o co n sti t u ía el p a rti d o co­
munista que se fu ndó en el a fi o de 1 93 0 .
Otro lo integraban gen tes que, sin s e r comu n i s­
tas, creían en l a convenie nci a d e vivir den t ro d e u n
régim e n m á s j u sto.
Como se ve, e l p a rti d o reform ista había d ej a d o
b u e n a semi l l a . Su fu nción n o h a bía cesado. N a d a
d e l o que hici eron e s o s pionero s h ab ía sid o estéri l .
l
64
Con el tiempo, otros h ombres l lega ron con buena
voluntad y fueron más allá que el l os; pero su méri­
to de primeros b atall ad o res n o puede ser olvidado.
Esto demu estra también que s í, sus primeras l a­
bores eran h ij as d e necesi dades apremiantes, tam­
bién las luchas posteriores de otros h ombres n o se
lib ra ban inven tan d o m otivos.
En efecto, ¿la forma como vivía n l a s clases obre­
ra y campesina, era la forma i d e a l como debían vi­
vir hasta el fin a l del tiempo?
Evidentem ente no. Y paso a explicar por q u é : se
me dará la razón si me asiste.
III
Pos i b i l i dades d e exi stenci a y tra b aj o q u e ten ía n
l o s obrero s y cam p esinos e n e l a ñ o d e 1 9 3 6
Al llegar a l a ñ o de 1 936 en que asume la presi­
dencia el l i cenci a d o León Cortés Castro, u n cam­
pesino jorn a l ero ganaba, por su j ornad a d e trabaj o
di ario, l a suma d e u n co l ón, veintici nco céntimos
más o menos ( sexta parte de u n qu etza l ) .
Supongamos q u e ese h ombre es casado; y su­
pongamos también que tiene u n hij o ( au nque por
l o genera l pasan d e seis vástago s ) . Son entonces
tres personas l a s que viven con u n sal ario exiguo a
más !1º pod er.
¿ Cómo es posible vivi r así en a lgu na parte del
mundo? La respu esta es fáci l : comiendo arroz,
65
frij oles, tortilla y agu a d e d ulce por todo a limento y
a t o d a h ora . M e parece que, ante esto, los comenta­
rios que p o d rían h acerse h ablando de desnutrició n
h uelgan. N o l o s hago. Pero como estam o s en escal a
d e suposiciones, imagi némonos que el t a l campesi­
n o se enfermara, o su muj er, o su h ij o.
Si esto o cu rría, e l buen hombre q u e apenas ga­
n ab a para comer a medi as, no podía, de n i nguna
m anera, pe d i r los servi ci o s d e un médico compe­
tente o compra r l a s recetas prescritas. En estas cir­
cunstanci a s si e l presunto h ombre vivía l ej o s d e l a
civil ización, s e moría e n s u casa tranquilamente
como ta ntos, de un mal no d i agnostica d o . Si esta­
ba cerca de la ciudad i b a a d a r con sus h uesos en
el hospital gen e ra l . Una vez a l l í, b i en podía ser que
necesitara una transfusión o un suero, o cua l q u ier
m e dicina de esas que se i nventan los m i l lonari os.
Si l e l lega b a a pasar esto, genera lmente se moría,
p uesto que nuestro hospital San Juan de Dios, ex­
celente com o es, no cuenta con rentas que le per­
mitan dar a s i stenci a a 3000 pacientes y su ministrar,
a l mismo tiem po, medicinas tan caras.
Una vez m u e rto el mari d o, la m uj er engrosaba
las hu estes d el servici o d o méstico, o las d e l a s casas
d e prostitu ció n : l o s hijos, probabl emente el censo
d e morta li d ad infantil, que en ese tiempo daba ín­
d i ces a larm antes.
Esa era l a vida del campesino; esa su muerte
usual. Su p o rvenir se ignoraba completamente. Los
gobern antes se habían suce d i d o sin que, a parente­
mente, les p reocupara mucho ni poco este esta d o
66
d e cosa s. Po r enton ces, com o d ij e, tra nscurría el pe­
río d o p resi d en ci a l d e don León C o rtés Castro .
Se p ued e d ecir d e é l q u e es el ú lt i m o esta d i sta
de ca de nte que tuvi mos; h ered e ro d irecto d e n ues­
tro dec a dente régi men semife u d a l - l i b era l y de s u s
últi m os m a n d atario s .
H ombre d e i nteligencia corriente, b i e n i nten­
cionado, pero de escasa visión; con un sentid o p ro­
vinciano de las cosas y, a nte tod o, del m o d o com o
debía gob ernarse, m a n d ó s u s cuatro años s i n más
acci dentes que los q u e surgían de u n a oposición
tan grand e, q u e d u rante esos cu atro años se vio
obligado a salir a l a prensa con h a rta frecu encia, o
para defend er sus actos d e gobernante, o para d e­
fen der a su h ij o, o a su cu ñ a d o, o a sí m i smo.
Cl aro está que en esa a d m i n i stración q u e tan­
to añoran los acom o d ad o s, los emplea d os p ü blicos
eran paga d o s con puntu a l i d a d . Pe ro eso no basta .
Tam b ién e s cierto q u e se a m o rtizó cierta canti­
dad de l a d e u d a extern a . Pero esto tampoco basta .
Solo demuestra que e l l icenci a d o Cortés Castro era
un m aravi l l oso ten e d o r d e l i bros, porque, por en­
tonces, l a si tuación d e l h o mbre d e l o s campos era
angusti osa. El aban d o n o en q u e se l e h a b ía ten i d o
dura nte a ñ o s y años e mpezaba a d ar s u fruto .
Costa Ri ca, país emin entemen te agrícol a , im­
porta b a tod o s los artícu l o s de p rim era neces i d a d
que consumía . Esto · d a b a l ugar q u e s e creyera, en
los países que nos aba stecían, q u e los ticos éramos
gente vagab u n d a . Sin embargo, e l motivo de que se
i mportara en grandes canti d a d es, obed ecía a otras
67
cau s a s m u c h o m á s d i fíci l e s d e exp l i ca r q u e l a m era
vaga n c i a . A p ro b l e m a s m u c h o m á s d ifícil e s de so­
l u ci on a r en u n a ñ o ni en d os.
¿ Qu é hizo e l l i ce n ci ad o C o rtés p a ra q u e este es­
t a d o d e cosa s cesara ? N a d a . ¿Le p reocu p ab a n es­
t o s prob l e m a s ? E s d e pensar q u e n o, porq u e sus he­
chos d e goberna n te, o, m ej or d i cho : l o que n o h i zo,
l o d em ue stra n c o n sobra d a evi d enci a .
Continu á b a m o s vivi e n d o e n u n a " d e mocra c i a",
q u e l as ú n i c a s ventaj a s que repo rtaba a l vivi r d en ­
t r o d e e l l a, s e re d u cían a gritarle a l presi dente más
d e l a cuenta la m ayoría d e l a s veces.
¿ Esto e s una d em o cra c i a ?
N i yo n i n a d i e que tenga l a s m á s e l e m e n ta l es
n o c i ones d e j u s ti ci a y u n a d a r m e d e j u i ci o p u e d e
e n t e n d e r a s í l a d e m o cra c i a .
U n a " d e m ocra c i a" d o n d e u n ca m p e s i n o gan a u n
p e s o d iario p a ra el m a nten i m i ento propi o y el d e s u
fam i l i a, es, a m i entender, u n a d em ocra c i a q u e h ay
q u e revi sar cui d ad osa mente.
Te ner d e re c h o a h a b l a r, nada s i g n i fica s i no se
t i e ne e l dere c h o d e comer.
Tener d e re c h o a pensar, n a d a sign i fi ca s i e stán
los hospit a l e s, m uy h erm osos, p o r c i e rto, atestad o s
d e enfe rmo s cuyas enferm e d a d e s t i e n e n origen,
ante todo, en l a rgos procesos de d e snutri c i ó n .
Poseer s a natori o s y centros d e l u c h a a n t i t u b e r­
cu l o s a, q u e son u n m o d e l o e n L a t i n o a méri ca, tam­
poco sign i fi ca n a d a a l a par d e l creci ente d e sarro l l o
d e l a enferme d a d en e l m ed i o a m b i e n te p o r falta d e
viviendas h i gi é n icas y a l i mentos sanos.
68
He h a b l a d o d e l e m pobreci m i e nto p a u l ati­
inas; del
n o de l a s clases tra b aj a do ras y campes
agrícol a y
d e s ce ns o a l a rm a nte d e l a pro d u cc i ó n
de s us n at ura l e s efecto s, q u e en el p eríod o pre s i ­
d en c i a l d e d o n León C o rtés, y a se d ej ab a n s e n t i r
p es a dam ente .
Trat aré d e exp l i ca r l o s o rígenes d e tal situación,
qu e nos l leva b a a l a ru i n a poco a poco, i ns e n s i b l e­
m e nte , pero con seguri d a d .
IV
Los h o m b re s d e l ca m p o e m i gran a l a c i u d ad
Para empezar, exa m i n e m o s l a s p o s ib i l i d ad e s d e
exi stencia que, e n a qu e l l o s d o ra d o s ti e m p o s tenía
el pequeño agri cu l to r. C ó m o se movía y trab aj a b a .
Y digam os:
El dueil.o d e u n a tierra cuya exte n s i ó n podía va­
riar entre las tres y las d i ez hectá reas, l l egab a al d ía
en que tenía q u e sembra r l a .
C o m o n o podía p e n s a r en u n b a n co d e l Estad o
que le ayu d a ra a solven t a r s u s prim eros ga stos, y
menos a u n l o s q u e e ra n e ce sa ri o h acer p ara vivir
m ientras venía l a reco lecci ón, a cu d ía o b l i ga d a men­
te a l gra n terraten i ente.
El gra n te rrate niente l e p restaba d i n ero a u n
i nterés u su rario. Pe ro n o sol o esto, s i n o q u e cuan­
do l l egaba l a h ora d e l a s cosech a s, el terraten i e n­
te, que era a l a vez acre e d o r, fij aba l o s precios a s u
69
antojo. Y h abía que v end erl e, aunque no se ganara
casi nad a; d e l o contrario, aquel l a puerta se cerraba
y no se pod ía sembrar d e nuevo.
Si l a cosech a de cañ a, pongamos por caso, era
muy abund ante, h ubo d ueñ o d e ingenio que ll egó
a pagar tres pesos por carreta ( cincuenta centavos
d e quetzal ) .
Luego el gran azucarero d ecidía, segú n se le
presentaran l as cosas, s i h abía d e quemar algunas
toneladas de cañ a d e mod o que nunca fu era mayor
l a oferta que la d emand a. Si l a cosech a no era muy
abundante, ya se l as arregl aba de modo que a los
ojos de l os pequeños agricul tores l o pareciera, para
poder fijar l os precios más bajos posibl es.
Se creerá, tal vez, que h abl o a h umo de pajas;
pero al que así piense, o al que pueda interes arle,
debo decirl e que estoy ampl iamente documentada
para habl ar en este l enguaj e por d emás cl aro.
Siendo esto así corno l o sostengo, resultó que,
a la vuelta de cuatro o cinco d écadas, se habían
enriquecido doce o quince famil ias y había em­
pobrecido el ochenta por ciento d e l a pobl ació n
costarricense.
Como es natural, d e esto fue resul tando que en
las grand es haciendas escasearan l os braceros cada
v ez más. Las pequeñ as propied ades d isminuían.
La tierra iba pasando poco a poco a poder de unos
cuan tos poderosos.
Los h ombres de l os campos emigraban a l as ciuda­
des a engros ar el núme ro d e l os pequeñ os buró cratas .
Las pequeñ as posiciones obtenidas en los
70
cu artel es, en l a pol icía, etcétera, tenían, por l o me­
n os, l a v entaj a de proporcionar sueld os, aunque
mínimos, seguros al final de cada mes, sin d esv e­
la rs e demasiad o.
A tod o esto, el Banco N acional de Costa Rica
no ll enaba l os fines para que h abía sido cread o. N o
l ab oraba en el sentido que tenía que h acerl o para
jus tificar pl enamente su existencia dentro de l a or­
ganizació n del Estado. Se limitaba a real izar opera­
c iones más o menos comercial es. A tener s us l eyes
la mayor parte de l as cuales ignoraban l os costa­
rricens es. A nadie se l e ocurría que el banco podía
servir para otras cos as . N o s e daban las leyes que
vinieran a sacarl o del estado fó sil en que había per­
m anecido desde que don Al fredo González Flores
lo fu ndara, con l as mejores intenciones mal ogra­
das, · ya sabemos por qué.
As í estaban l as cosas, cuando un día del año
1 942, el presidente de la Repú bl ica de Costa Rica,
doctor Rafael Á ngel Cal deró n Guardia, promul gó
l as g arantí as sociales.
V
El p resi d e nte C a l d erón G u a rd i a y l a s ga ra n tí a s
s oc i a l e s
El d ía och o d e mayo d e 1 940 toma poses 1on
de l a presid encia d e l a repú blica el doctor Rafael
Ángel Cal d eró n Guard ia, el ecto para ese cargo
71
m e d iante l a votac i ó n m á s alta q u e regi stra l a h isto­
r i a de C o sta Rica.
S u p eríod o p re s i d en cial fu e d e una i n tensa la­
b o r e n todos l o s asp ectos d e l a vi d a n acional; no
o bstante, la d ep resión eco n ó m i ca d eb i d a a la
guerra m u n d i a l , l a obra m ateri a l del p reside n te
C a l derón G u a rd i a se caracterizó p o r l a c o nstruc­
c i ó n d e 8 1 e d i ficios p úb l icos, 3 1 0 kil ó metro s d e ca­
rretera s y 1 1 4 e d i fi ci o s p a ra e scue l a s .
Además, la creación de las Secretarías de
Agricultura y Trab ajo, con sus consigui e ntes depen­
d encias y activid ades favorables al p a ís en sus as­
pectos económico y social, l a restauración d e la
U niversidad Nacional.. protección a nu evas i ndus­
trias, se intensifica la educación; la construcción de
casas b aratas para familias pobres. Término del cente­
n a rio problema l i mítrofe entre Costa Rica y Panamá.
Sin embargo, p a ra el pre s i d e n te C al derón
G u ardia esto no basta b a . Un buen día del año 1 942
promu lgó las garantías soci a l e s .
Médico e m i ne n te y h on ra d o e n el ej ercicio d e
su p rofesión, n o s e d e d i có, h a b i e n d o p o d i d o h a cer­
l o fácil mente, a atender u n a c l ín ica d e luj o, s i n o que
convivió con su pueblo. Fu e a sí como s u p o d e tan­
ta m iseria co m o lo a q u ej a b a . Y leal a s u s princi p i o s,
cuando l l egó a l p o d e r, n o olvi d ó n a d a d e l o q u e ha­
b ía vi sto a travé s d e qui nce a ñ o s d e frecu entar l o s
b a rrios donde s e h acinaban m i l e s d e n ecesitad o s .
Al emitirse l a s l eyes soci a l es h u b o gentes q u e
n o sabía n d e q u é se tratab a ; n atura l m ente, e n n i n ­
gún d iccion ari o aparecía el térm i no q u e a much o s
72
b a monstru o so, pero el hecho e s que
s e l es an toj a
l o s tra b aj adore s s e e ntera­
u n b u en día , d e p ronto,
ron de q u e, en el futuro, tendrían tantos d eb eres
co rn o si em pre, pero tambi én, y por p rimera vez e n
la hi sto ri a del p aís, muchos derechos i n a l i e n a b l e s .
Ta m bié n los capital i sta s reaccionari o s s e d ieron
cu en ta de que, e n adel a nte, l a condición d e sus tra­
b aj adores debía pasar d e l a situación d e siervos en
que habían vivi d o, a l a d e seres h u m an o s con dere­
cho a una vida mej or.
Muy pronto, los tra b aj a do res viero n al d octor
Calderón Gu a rd i a enfrentarse al capital reacci o n a ­
rio, a l i n corpora r a l a Con stitución d e la Re pública
el capítu lo d e l a s gara n tías soci ales, base d e l a s le­
yes adj etivas que, entre otras co sas disp o n en :
Protecci ó n del Estado a l a familia; protecci ón por
la Ley al Trabaj o ; salari o míni mo, j ornada de ocho
horas en el d ía ; seis hora s m áximo de trabaj o ex­
tra ordinario con derecho al cincuenta por ciento d e
remuneración sobre los sueldos o sala rios estipu­
lados; q u i nce días d e vacaciones pagadas después
de cincuenta semanas de servicios conti nuos a tra­
bajadores manuales o i ntelectuales; li bre sindica­
lización para fi n es exclusivos de su activi dad eco­
nóm i co-social a trabajadores y pa tronos; d erecho
de los patro n o s al paro y de los obreros a la huel­
ga; creación y fomento d e cooperativas ( el primer
ensayo que se ha he"cho : la Cooperativa Azucarera
Victoria, antes I ngenio Victoria, expropiado a los
alemanes, h a p roducido, d u rante este año que trans­
curre, q u ince mil quintales más que en sus mej o res
73
época s . Actualmente se estu d i a l a posibilidad de
una gran cooperativa de taba cal eros, que vendría
a salvar una gran extensi ó n de tierras dedicadas a
este cultivo ) . Construcción d e casas baratas p ara fa­
milias p obres; creació n de l o s segu ros sociales; se­
guros de enfermedad, m aterni d ad, i nvalidez, vej ez
y mue rte; Tribunales de Trab aj o dependientes de la
Corte Suprema d e Justicia i ntegrados por: un repre­
sentante d e los trabaj a dores; u n o d e los p atrones
y uno d e los obreros. Y, para la feliz realización de
l as l eyes emitidas se creó l a C aj a Costarricense de
Segu ro Social; construcci ó n y e q u ipo de la policlí­
n i ca donde h a n sido tratados más d e 9000 p acien­
tes. Reorganización compl eta d e l a lucha a ntituber­
culosa, e n cerca d e 30 000 p a c i e ntes a l año. A l a par
de todo esto, se legisló d irectam ente en favor d e los
agricultores reforzando la caj a d el B anco Nacion al
con . u n fo ndo d e vari os m i l l o nes para l a i n tensifi ca­
ción efectiva d e l a agri cultu ra .
C o n b ase e n e s e fon d o se crearon i n m e d i ata­
m ente c i n cu enta j untas ru ra l e s de crédito agrícola,
cuya m i s i ó n consiste en a ux i l i ar a l o s agricultores
con d inero a un baj ís i m o i n te rés a nual y h erra­
m ie ntas de l ab ranza.
Al mismo tiempo se promulgó l a ley d e precios
mínimos p ara p roductos a grícolas que garantiza al
pequeño agricultor un precio j usto p ara sus cosechas.
El b a n co fij a los precios m í n i m o s y compra . El
agricultor es muy d u e ñ o de venderle al b an co o
a otro m ej o r compra dor, s i l o e n cu entra ; p ero d e
74
n i n gun a m anera está expu esto a ser explota d o p o r
u n o s c u a ntos "se ñores".
C om prend erá e l l e ctor q u e a h o ra e s e l b a nco
el gra n compra d o r y e l gran d i stri b u i d o r; q u e, n o
persigu i e n d o fin e s d e l ucro, sus propó sitos ti e n ­
den a l l evar l a confi anza efectiva a t o d o s y a ser­
vir a l m ayor n úm e ro . Y compre n d erá, tam b i én ,
que, a q u e l l o s q u e a ntes h acía n su agosto com­
prando y ven di e n d o gra n o s y otra s especies a pre­
cios ridículos y v e n d i e n d o a p recio s tan a ltos como
querían pu e sto q u e ten ía n e l control d e l "nego­
cio", ahora se s i entan m uy ofe n d i d o s por s e nt i r
que un n egocio t a n b u e n o se l e s h a esca p a d o d e
las ma n o s .
¡ Esto es com u n i s m o !, a nate m atizan l o s ri cos ta­
caños. Porq u e a e l l o s les p a rece que to d o estó ma­
go que tiene h a m b re, es u n estó m a go c o m u n i sta .
Porq ue a e l l o s l e s p a re ce q u e todo a q u e l q u e tien e
buena fe, y cree q u e el m ayo r n ü m e ro d e b e a l i m en­
tarse, es u n i nd i vi d u o q u e come n i ñ o s crud os, por­
que ellos creen q u e l o s trabaj a d ores y l o s ca mpesi­
nos que a h o ra n o pueden ser expri m i d o s, son u nos
suj etos m uy p e s a d o s con los q u e h ay q u e acabar
( gentuza d e ünico apell ido, com o d ij e ra e n u n o d e
su s discursos rec i e n tes, Otilio U late, ca n d i d ato d e
la reacción, a q u i e n h a b ría q u e pedirle m ostrar s u
árb ol geneal ógico ) .
Ah ora b i e n . ¿ N o · es l ógico q u e h aya m o s ten i do
montones d e a ñ o s d e paz? ¿ Qu é n ec e s i d a d h a b ía
de poner b o m b a s, d e m ata r, d e orga n i z a r revolu­
ciones, d e h ablar d e "pureza", etcétera, e n u n país
75
compu e sto ú ni ca m e nt e d e gente exp l ot a d a b á rb a­
ra m ente y de expl ot a d o re s conci e n zu d o s?
N i n gu n a n e ce s id a d h abía, c la ro q u e n o .
¿ Pa ra q u é l a d in a m it a s i e l azucare ro y e l cafetale­
ro recibían oro p o r s u azúcar y su café, y p agaban sa­
l arios d e u n peso d iario a l o s trabaj ad ores q u e, a l de­
cir d e l o s grandes p ropiet a ri o s esta b a n e n ca ntados?
Pe ro, de s ú b ito, el p re s id e n te C a l d erón G u a rdia
res u e l ve que todo eso no debe segu i r. H ay que po­
n e r l a s b a ses p a ra u n a v i d a m ej o r a q u í en l a tierra,
s i n esp erar a q u e l l a otra q u e m agn á n i m a m e nte, re­
ceta b a n l o s " s e ñ o res" después de u n a s i esta muy
h ermo s a y d e u n n o m e n o s atractivo a l mu e rzo.
¿Resultado i nm e d i ato y h a sta muy l ógico? El
d octor C a l de ró n G u a rd i a perd i ó la graci a d e un
sector capita l i sta muy cre ci d o, y se a p oyó e n e l pue­
b l o para gobern a r.
I n m e d i atamente se compactaron gru p o s cuyas
e n e rgía s se d i rigían a sabotear esas recientes con­
q u i stas d e l puebl o .
La reacción gastó d i n ero y energías en desacre­
ditar l a s l eyes sociales y al gobierno q u e l a s h abía
estatu ido.
M i e ntra s t a n to, un h o m b re, León C o rtés, a spi­
rante a p re s i d e n te d e C o sta Rica por segu n d a vez,
agluti n ó a s u . a l re d e d o r a tod a s l a s fu e rz a s rea ccio­
n aria s . que lo postu l aron como c a n d i d ato a la p re­
sidencia en e l p erío d o 1 944 - 1 948.
E l otro can d i d a to, no acuerp a d o por los ricos y,
p o r consiguiente, sin compromisos con e l l os, l o e ra
e l actu a l p resi d e n te P i c a d o .
76
Asc endi ó a l poder e n m e d i o d e l a torm enta p o ­
l íti ca m ás reci a d e l o s ú ltimos t i e m p o s .
Las l eyes q u e se h abían d a d o, e n ca m i n a d a s a
e sti m u la r l a pro d u cció n a grícola, apenas e mpeza­
ba n a dar sus fruto s .
En med i o d e ese c l i m a q u e e l capita l i s m o ca­
vernícol a trata b a por tod o s los medios d e a gu d izar,
se enfrentó (y q u e se me excu se e l térm i n o e n ra­
zón de no poder encontrar otro más adecu a d o ) don
Teodoro Picado a la a d m i n i stra c i ó n de esa d e m o cra­
cia, que, pe � e a tod o s l o s esfu e rzos en co ntra, em­
pezab a a defa r de ser u n a d e mocra cia a n q u i l o s a d a .
VI
M a n i o b ra s d e l a reacci ó n
No voy a contar todos los i n ci d e n tes que h an
determinado l a trayectori a d e l a reacción d u ra nte
los ú ltimos tres a f1 o s .
Hablaré, s i n embargo, de a l g u n a s d e sus a ctu a­
ciones h a rto i n d i cadora s de lo que m e propo n go
demostra r:
A saber, que a l a reacci ó n costarri cense n o le
interesa l a " p u reza e l e ctoral " n i otra s p u rezas, s i n o
únicamente l a d efensa en érgi ca d e sus i ntereses
creados, por tod o s los m e d i o s q u e tenga a l a l ca nce
de su mano, sean l o s q u e sea n .
Demostraré también q u e a l p residente Picado y
a los otros p a rtidos q u e l u ch a n cont ra l a rea cción, sí
77
l e s i n tere s a que estas e lecci o n e s q u e s e efectua rá n
e n febrero e ntrante y e n l a s d e m á s d e l futuro, h aya
pureza electora l .
C o m o y a traté d e exp l i carlo a l p ri ncipio d e m i
exp o sici ó n e n C o sta Rica, prácti camente n u n ca ha
h ab i d o elecci o n e s l ib res.
1. Porque e l pre s i d e nte d e Rep ú bl i ca s iempre
l l egaba a ocu p ar tan alto p u e sto apadrinado
por e l capita l i sm o .
2. Porque, e n d efi nitiva, e l p roceso electoral
estaba casi exclu sivamente e n m a n o s del
p od er ej ecutivo qu e ten ía, e ntre otra s atri­
buciones, el d erecho legal de i nterp retación
d e l a Ley Electora l .
A todo s e stos privi legios ren u n ció e l pre­
s i de nte Picado en su afá n de h a cer efectivo su d e­
seo d e elecciones p u ra s e n e l futuro, presenta n d o a
J a co n s ideración del congre so, e n d o n d e l a m ayo­
ría e stá a su favor, un proyecto de C ód i go E l e ctoral
que fue promulgado por d ecreto legis l ativo de 1 8
d e e nero d e 1 946, s i e n d o l a s d i sposiciones fu nd a­
m e ntal e s d e este có d i go, l a n o i ntervención, p or
n i ngún motivo, del p oder ej e cutivo e n funciones
e le ctorales esta n d o e sta s exclu sivamente en m a nos
de u n Trib un a l Naci o n a l E lectora l , q u e ha sido i nte­
gra d o por ex m agistra d o s de la C o rte Supre m a de
J u sticia, d e reconocid a capaci d a d y h o n ora b i l id ad,
los cua l e s gozan d e l aprecio y d e la confi an z a d e to­
dos los p arti dos s i n excepci ó n .
78
E sto d e m uestra p a l p a b l e me n te q u e , m i entras
l a re a cci ón h a ce l iteratu ra a base d e pureza e le cto­
ra l, el pr esid ente P i c a d o y l o s p a rt i d o s q u e lo a p o ­
yan ti enen u n i nterés evi d e n te e n q u e l a s e l e ccio­
nes sean h o n estas y lo d e m u e stra n .
Nada le co sta b a a d o n Teo doro Picado d ej ar l a s
co sas co m o esta b a n ; e s d ec i r, a l garete e n c u anto a
ese p unt o .
Yo pre gu nto : ¿ Po r q u é si l o s d e l a reacci ó n te­
ní an ta n t o interés e n la "pu re z a" e l e ctora l no se m o ­
le star on sus l íderes parl a m entari o s e n e l a b o ra r u n
p roy ecto d e cód i go e l e ctora l ? ¿ Po r q u é n o p a rt i ó d e
la rea cci ó n l a iniciativa ? Pero h ay tod avía a l go m u ­
ch o m á s grave q u e tod o e sto. L u ego d e p ro m u l g a d o
el có digo electora l vigente, h ub o, c o m o es n at u ra l ,
que h a c e r l a s re fo rm a s q u e sufre ca da ley c u an d o,
los que trabaj a n por s u esta b l eci m i e nto, a sp i ra n a
qu e se acerq u e l o m á s p o si b l e a l a p e rfecci ó n .
S i n e m b a rgo, d u ra n te tod o el p erío d o e n q u e
l a ley sufrió esas reformas l o s d i p utados d e l a rea c­
ción no a s i stían a l congreso. S u propagan d a l a h a ­
cían en l a cal l e .
Exp l i ca ré p o r q u é .
Pas a d a s l a s el ecci o n e s p a ra dip u tados efectua­
das en feb re ro de 1 946, n o h ab i e n d o obte n i d o en
las u rn a s e l ectora l e s tantos voto s como nece sita b a,
la rea cci ó n q u e e stá con stitu i d a e n s u m ayo ría por
gentes muy solem n e s, o rgan izó un l la m a d o "tri b u ­
n a l d e h o n o r" ( d el h u mor d i go yo ), el cua l p ro hi b i ó
a su s d i p u t a dos a si sti r a l congreso.
De m o d o q u e d e s d e e l comienzo d e esa
79
l egisl atura l o s d ip u ta d o s d e l a reacci ó n n o a s i s tí an
a sesi o n a r a u n cua n d o s e d eb atía un a s u nto q u e
e l l o s d ecían q u e l e s i ntere s ab a .
E l q u e l e e p u e d e i m agi n ar q u e l o s d i ch o s d ipu ­
t a d o s no volviero n n u n ca m á s a l con greso, p u e st o
q u e d ecían q u e s u s s e nti m i e n to s el e ctora l e s e sta­
b a n m uy ofe nd i d o s . E n e s e tiempo e n C o st a Ri ca
t o d o e l m u n d o creía l o m i sm o . Tod o s n o s h acíam os
el sigu i e nte razon a m i e nto : si l o s " l íd e re s" no con­
curren a l c o n gres o a p e l ear p a ra q u e l a s e l eccio nes
sean i nm a cu l a d a s o p a ra c o n tribu ir a q u e lo sean,
n o t i e n e n ya cuándo volver a l Congres o N acional.
¡Ah ! Pero tod o s nos e q u ivocáb a m o s c o m o i no­
centes m a ri p o s a s, como n i ñ os tontos, c o m o pobres
creti n o s .
Porq u e l o s señore s d i pu t a d o s q u e n o s ocu­
pan, sí volvi e ro n u n d ía a o cu p a r s u s c u ru l es, no
con tanto l u c i m i e nto c o m o e l h ij o pró d i go, n i tam­
poco en e l m i smo c l i m a d e b i enve n i d a . . . Po rque
e l l o s volvie ro n en e l m o m e n to m i smo e n q u e se
d a ría el d i ctamen al p royecto d e i mp u e sto so­
b re l a renta, q u e permitía u n a u m ento d e l s e sen­
ta por c i e nto sobre los s u e l d o s a los m a e stro s de
C o sta Ri ca. Verán los l e ctores. C u a n d o en o ctu­
b re del año 1 946 p i d i e ro n que sus d otaci o n e s fu e­
ran a u m e ntad a s e n u n ci e n por ci e n to s o b re sus
s u e l d o s a ctu a l es, e l p re s i d ente Picado y sus m i n i s­
tros enco ntraro n q u e h a b í a tan gra n d o s i s d e j us­
ticia en s u s p rete n s i o n e s, q u e el a s u n to m e re cía
ser estu d i a d o .
L a Tribu na empezó u n a c a m p a ñ a a rd o ro s a e n
80
favo r del m agi sterio. S i n embargo, y a pesar de l a
b ue na v olu ntad d e l o s p od eres l egi s l a tivos y ej e­
cu ti vo , se tropezaba con una e n o rm e d i ficultad de
orden económico. No se podían sacar m i l l ones de
cualquier parte, así como así. El p robl e m a parecía
no tener soluci ó n . C o sta Rica entera e staba revu el­
ta con el a su n to d e los m aestros. Estos, cansados
de las dotaci o n e s exi gu a s qu e d even ga ban ( ha b ía
maestro que g a n a b a 20 q u etz a l e s ) , a rgüían, con ra­
zón que n a d i e l e s negaba, q u e el co sto de la vi d a
para ellos h a b ía s u b i d o d esmesura d a m en te p o r­
que, en tanto q u e casi tod os l o s costarri censes h a­
b ían vi sto a u mentadas s u s entra d a s d u rante l o s ú l­
timos ti empos, e l l o s seguía n ga n a n d o lo m i smo
que ocho años atrá s .
A t o d o e sto, l a reacción vocifera b a . Veía u n a
oportun i d a d a so m b rosa y c a s i ú n i ca q u e s e l e p re­
sentaba para hacer d emagogi a .
E l Diario de Costa Rica, pro p i e d a d d e O ti l i o
Ulate, el can d i d ato d e l a reacción, c l a m a b a todos
los días contra l a s i nj u sticias q u e se cometían con
los maestros.
Tod o el m u n d o s e extra l im i ta b a d e e sta actitud
de l a reacción con re specto a una m e d i d a tan j us­
ta, como era a u mentar e l n ivel de vi d a de los m aes­
tros. A todo e sto, e l d i n e ro para el fel i z a u mento no
se encontra b a por n in gu n a p a rte . El p resupu e sto
no a lcanzaba a e st i ra r tanto.
Los ora d ores de l a reacción y sus e scritore s
s e desga ñita b a n p i d i en d o el 1 00 p o r ciento d e
81

a u me n to p a ra l o s m aestro s ; o p i n a b a n c o n fren esí
a s u favor.
E l m agisterio exigía. La Tribuna, p e ri ó d i co a m i­
go d e l G o b ierno, lo a p oya b a deci d i d a m e n te .
La situación era m uy d ifícil p a ra e l preside nt e,
q u e e st u d i a b a l a m a nera d e s o l u ci o n a r e l proble m a
a sati sfa cción d e todo s .
Y e l probl e m a se s o lu c i o n ó . Los m ae stros de
Costa Ri ca ten d rían e l a u m e nto deseado. S e im­
p l a n ta rí a en Costa Rica l o q u e ya exi ste e n todos
l o s p a ís e s civi lizados. El i m pu esto s o b re l a renta.
Qui e re decir q u e, por p r i mera vez l o s ri cos i b a n a
contri b u i r a l o s gastos d e l Estado. Con l o q u e pro­
d uj eran l o s i m p uestos d i re ctos se l e s p agaría, no el
c i e n por ciento como q u e rían l o s m a e stros, pero sí
el s e senta por cien to de a u me nto sobre l o s s u e ldos.
Entonce s la reacc i ó n q u e en e l p ri n c i p i o s e sin­
tió ta n b i e n d i sp u esta en favor d e l a u m ento para
" e s o s p o bres servidores d e l E stad o", como e l l o s les
d ecían, cambió d e fre nte.
E n tonce s, los maestros ya n o les p arecían a tan
i l u stres d em agogos tan "pobrecito s". Entonce s fue
e l l l anto y el cru j i r de d ientes. Ento n c e s, l o s "po­
b recitos" era n l o s q u e tenían q u e pagar e l i m p ues­
to. Enton ces, e l Diario de Costa Rica y La Nación que
e n e l primer momento habían h echo d e magogi a a
m á s n o poder, q u e se h a b ía n p roc l a m a d o a sí m is­
m o s "ab an de ra d o s de l o s e d u ca d o res" e n m u d ecie­
ron c o m o a q u e l q u e s e h a tragado u n h ue s o o u n
rol lo d e a l ambre .
A u n cuando n o s e atrevían d escara d a m ente a
82
los m a e stro s, s e la d e cl a ra b an
de cl a rar la guerra a
a l im pu est o.
La Trib una fu e el ú ni c o p e ri ód i co que s i gm o
h a st a e l fin a l . Los c o m e n -
a p oy a n do a l o s m ae stros
ta ri os so b ran .
An tes de seg ui r, será necesario rel a c i o n a r a l l ec-
c e n s e s p re i m ­
tor co n l a s form a s tri b u t a ri a s costarri
p u esto sob re l a ren t a .
C om o y a l o h e m o s visto a l princ1p10 d e esta
exp osic i ón, e l p re s i d e n te d o n Alfred o G onzál ez
Flo res i m p l a ntó e l i mp u e sto territoria l , l o cu a l l e
cos tó ser d e rro ca d o .
D e este m o d o el i m p u e sto, prácticam ente n o a l -
canzó vigenci a . D e s p u é s d e l a ca íd a d e d o n Alfre d o
no s e l e vo lvió a p re star m á s a te n c i ó n q u e l a q u e
exigían l a s fo rm a s .
El Estad o tenía s u s peritos q u e v a l u ab a n l a s
propi edad es, pero a l o q u e p arece, e sto s n o t ra b a ­
j aban, d i ga m os, p a ra ser s u aves . . . En e s a s condi­
ciones, el tal i m p u e sto e ra fá cil m ente b u rl ado, con
sol o declara r l a p ro p i e d a d d e a c uerdo a l o q u e p o r
ella s e q uería pagar. Po r d e m ás e stá d e c i r q u e c a d a
u n o procu rab a p agar l o m e n o s p o s i b l e .
De t o d o e sto s e d e du ce q u e l o s ú n icos i m p u e s­
tos q u e el Esta d o p e rcib ía e ra n l o s i m p u estos i n d i­
rectos. Es d ecir, l o q u e tod o costarrice n se p aga a l
adq u i ri r a rtícul o s d e impo rtación.
Costa Rica h a b ía ven i d o p agando, é l s o l o, el
oche nta y s e i s p o r ciento d e l o s gastos d e l Esta d o .
En efecto, cu a n d o l a com i s i ó n q u e s e fo rmó i n­
tegra da por d ip u t a d os, técn icos y p ersonero s d e l o s
83
m ae stros a s o c i a d o s h i z o u n d eteni d o e s t u d i o d e la
cuesti ó n . Se estableció p u e s e l i m p u e sto sob re la
�,;� org an iz
g a n a n c i a l íq ui d a y s e refo r m ó, fu n d a mental m e nte,
e l i m p u e sto te rritorial p a ra s e r a p l i ca d o e n for ma
científica y m á s j u sta.
Por p r i mera vez i b a n los ri cos a contribu ir a lo s
gastos d e l Esta d o . E n a d e l a n te, n o sería s o l o e l pu e­
b l o el q u e p agarí a .
C o m o d ij e, l a reacción rea cci o n ó . Pa ra d a r u na
i d ea d e l a b a ta l l a q u e entonces se l i b ró y tod avía se
e stá l ibra nd o, e ntre e l c a p i ta l i s m o tacaño y l o s de­
m á s costarric e n ses, b a stará q u e cu e n te l a sigui ente
s i m pática a né c d ota.
La noche d el d ía e n que s e l e dio segu n d o de­
b ate a l p royecto d e i mp u esto s o b re l a renta, en el
a l m a cé n d e d e pósito d e u n conocido � i l l o n ario
cuyo n om bre m e reservo por h ig i e n e, h u b o u na re­
u ni ó n d e capita l i stas a ra íz d e l a c u a l se j u n taron
d os m il l o n e s d e pesos ( $ 2 0 0 0 0 0 0 . 0 0 ) - c ontri bu­
ción - e sp o n tá n e a - q u e sirvi e ra p ara co m p ra r l as
arma s q u e n o h a ce m u ch o fu e ro n d eco m is a d a s por
el G ob i e rn o de M éxico y que esta b a n d e st i n a d a s a
p ro m over u n a r evo l u c i ó n l a c u a l , d e tener éxito, i ba
.
a cul mi n ar con l a d e rogac i ó n d e l a s l eyes s o c i a l e s y,
d e s d e l u ego, d e l a Ley d e i mp u esto sobre l a Re nta.
Pero n o s o l o se recogiero n dos m i l lo n e s d e pe­
sos p ara compra r a rm a s; tam b i é n se o rgan i zó u n a
j u nta p ara o rganizar l o q u e e l l o s l l a m a ron " H u elga
de b o l s a s cerra d as", q u e fue el a n tecedente de l a
H uelga d e B razos Caíd o s .
C o m o el l e ctor se h abrá d a d o c lara cu e n ta, l a
84
Rica p a rece ser u n a o rg an i z a ci ó n
re a cci ón en Costa
a d a para organ i z a r tri b u n a l e s y h uelgas q u e
na d ie s abe p ara q u é otra s co sas sirven, como no
s ea pa ra daña r a l prój i m o.
y a sí y por los mot ivo s a p u ntad o s y p ara d efen ­
de r a l os "pobrecitos" ri cos volvieron l o s fla ma ntes
di p uta dos reaccion a ri o s al congreso .
Qu eda d emostra d o q u e n o l e s i ntere s a n p a ra
na da las eleccion e s h o n estas; sí l a d e fe n s a d e los
i nt ere ses creados q u e están d etrás d e e l l o s .
Así, y � ra íz d e l a p ro m u l gación d e l i m p u esto
sobre l a re n ta, empezó l a ca m p a ñ a d e terror or­
ganizad a y d i rigi d a p o r gru po s u l a ti stas y, s u p o n ­
g o q u e a utoriza da p o r s u j efe, e l se11. o r U l a te . Para
suponer esto últi m o , me a p oyo en un raz o n a m i en­
to cuya l ógica es i n atacable, que d e m u e stra d o s co­
sas : o U late autoriza la c a m p a íi a de crím e n e s q u e
s e han cometido este a fí n en Costa Rica, y con s u
venia se l l evan a c a b o , y en t a l caso e s p ro m otor
de esos crím enes; o Ul ate no e s j efe d e su p a rtido
sino u n a mam para d e p i l l os, u n mu tl.eco p i ntado en
la pared y, en to d o ca s o, u n cómplice, bien sabe­
dor y conocedor d e l o s p o rm enores d e l a c a m p a ñ a
terrorista .
Porqu e, d e otra m a n e ra, ¿Cómo se exp l i ca q u e
s e cometan crímenes t o d o s los d ías, rea l i z a d o s p o r
conocid o s el ementos u l at i sta s en perj ui c i o d e re­
conocid os elementos c a l d ero n i stas, s i n q u e U l ate
diga una sola p a l abra en contra ?
Dos caminos le q u e d a n a U l ate : m e te r e n cintu ­
r a a sus p arti darios, o re n u n ci a r el primer p u e sto d e
85
u n p a rt i d o d o n d e h asta el q u e b a rre tiene m á s d e­ panadería y p u lpería d e d o n Rom u al d o
recho a m a n d a r q u e s u propio j efe . Fon seca, en S a n Ped ro Turrubares, m ayo 2 1 ,
Tod o h o mb re d e honor elegiría e n tre e stos dos 1 947.
caminos e l que más le con vi n ie ra . ¿ O es que el se­ • I ncen d i o del c o m i sa ri ato del d i pu ta d o
ñ o r U l ate n o e s un h o mbre d e h o nor? S a n a h uj a, e n G ri fo Alto, m ayo 2 4 , 1 94 7 .
C u a n d o s e h a b l a d e críme n e s d ebe d ej arse todo • H a l l azgo d e d o s b o m b a s s i n e s ta l l a r fren ­
cl a ro. M e parece q u e p ara a c larar b asta e n u m e ra r. te al Pal acio M u n i c i p a l d e S a n J o s é, m ayo 9 ,
Pa so a e n u m erarl os u n o p o r u no . Se m e p e rd o­ 1 94 7 .
n a rá e l a b u s o q u e h a go d e l espacio, e n raz ó n d e lo • Destru cc i ó n total d e l a casa d el e s c u l to r n a ­
n ecesaria que consid ero tal e n u m era ci ó n : c i o n a l N é stor Zel ed ó n e n G u a d a lu pe, m ayo
3 0, 1 94 7 .
• D e stru cci ón parcial d e l a casa del d i p u tado • Lanzami ento d e u n a b o m b a e n e l i n teri or d e
d o n M a n u el M ora Valverde con una p oten­ l a casa d e l i ng e n i ero L u i s Pa u l i n a J i m énez,
te b o m b a d e dinamita. Novi em bre 9, 1 94 7 . la c u a l quedó p a rc i a l m e n te d estru i da, j u n i o
• Vo l a d u ra d e l tubo m a d re d e l a c a ñ e ría de 24, 1 94 7 .
S a n José ( tres d ía s sin a gu a ), en ero 2, 1 94 7 . •
B o m b a q u e esta l ló e n l a ca l l e 9 Ave . 3, San
• Vol ad u ra del apa rtadero Fou rn i e r, e n ero 29, José, j u n i o 2 6 , 1 94 7 .
1 94 7 . •
Vol a d u ra e n u n trecho d e l a v í a férrea a l
• B o m b a e n e l garaj e d e d o n J avier C orté s, en Pacífico. Ki l ó m etro 1 , S a b a n a , j u ni o 3 0,
A l aj u e l a , marzo 23 , 1 94 7 . 1 94 7 .
• B o m b a frente a l a E scu ela B lanca d e l a ciu­ •
D estru c c i ó n p a rc i a l de la ca s a d e d o n
dad d e A l aj u e l a, abril 3, 1 94 7 . M an u e l I sa a c U g a rte, e n Desam p a ra d o s, j u ­
• Vo l a d u ra d e la j efat u ra p o l ítica en S a n Juan l i o 1 7, 1 94 7 .
d e Ti bás, a bril 1 7, 1 94 7 . •
Decomi so, e n m a n o s d e O rl an d o S oto, d e
• D e stru cción del a u to m óvil del d o ctor u n a b o m b a d esti n a d a a vo l a r l a p l a nt a e l éc­
Patiño, e n Cartago, abril 2 1 , 1 94 7 . trica d e l a ci u d a d d e Here d ia, j u l i o 26, 1 94 7 .
• •
Explosión en e l c u a rte l i l l o d e S anto Vol a du ra d e los postes que con d u cen l a
D o mi n go de Heredia, abril 24, 1 94 7 . e nergía el é ctric a a S a n Jo sé, e n l a s p l a ntas
• I n ce n d i o d el Partid o Rep u b li ca n o N a c i o n a l d el B rasil, agosto 1, 1 94 7.
•
e n e l can tó n d e C u rri d a b a t, m ayo 7, 1 94 7 . A s e s i natos d e d on J u a n S c h m i d t y d e d on
• Incen dio d e l a o fi cin a telegráfica y d e l a J a cobo S m i t h, e n l a e sq u i n a d e l resg u a rd o

86 87
 de San José, e n m o m e nto s en q u e s e cele­
b ra b a u n a reun i ó n d e l p a rt i d o c a l de ronista,
agosto 1 1 , 1 94 7 .
• E s ta l l i d o d e u n a b o m b a e n e l c l u b c a l d ero­
n ista d el b a rri o d e C ub a, agosto 1 9, 1 94 7 .
• D e st ru cción total d e l automóvil d e l l i cen­
c i a d o M an u e l M ora Valverde, s e t i e m b re 2 4,
1 94 7 .
• H a l la zgo d e d o s b o m b a s e n e l automóvil
d e l d o ctor Pat i ñ o, setiembre 24, 1 94 7 .
• Esta l l i d o d e u n a b o m b a fren te a l a i g l e s i a de
G u a d a l u p e, seti e m b re 24, 1 94 7 .
• Asalto y d e strucción d e l c l u b d e l Partido
Rep u b l i ca n o N a ci on a l , e n C a rtago.
• Asalto y d estru cc i ó n d e l c l u b del Partido
Va ngu ard i a Popu l a r, en C a rtago.
• Asalto y d estru cción del local de la
C o nfe d e ra ci ó n d e Tra b aj ad o re s de C a rtago.
• B o m b a e n l a c a s a d e d o n M an o l o Ro dó.
D e st ru cción p a rci a l d e la c a s a de la m a es­
tra d o ñ a E l i d a J i m é n ez, e n M at a de P l átano.
• Esta l l i d o d e d o s b o m b a s e n l a c a s a d e l a fa­
m i l i a Zú ñ iga, e n S a n I s i d ro d e C oron ad o .
• D estru cción d e l a casa d e d o n Aníbal
N a ra nj o, j efe de a cc i ó n del Partido
C a ld e ro n i sta en San A n to n i o de
D e s a m p a ra d o s .
• Rob o y d e strucción d e u n j ee p d e l Partido
caldero n i sta.
• Complot frustrado contra l a vid a del doctor
Rafael Ángel Calderón Guard i a, el cual fue
88
denunciado, en declaración pública, por el se­
ñor E d uardo Caballero a quién se le propu­
so, siendo jefe de las brigadas de choque del
Partid o Ulatista, el asesin ato del doctor. E l se­
ñor Caball ero se negó a real izar el asesinato.
• D estru cc i ó n con d i na m i t a d e l a casa d e l i n­
gen iero Lui s M eza, e n C a rtago.
• D e st ru cción d e los tal l ere s y ofi c i n a s d e La
Tribuna, con el a se s i n ato d e Ricard o Azofe i fa
y l es i o n e s a doce perso n a s .
• B o m b a en l a v í a férrea d e l ferrocarri l a l
Pa cífi co .
• Ata q u e a u n tren en el q u e regresaba e l
d octor C a l deró n G u a rd i a de una ca m ­
p a ñ a política e n L i m ó n , con el s a l d o d e
u n h eri do.
Sobre j orn a d a tan a m a rga Oti l i o Ul ate p rete n d e
llega r a l poder. A s í entien d e el can d i d ato d e l a rea c­
ción q u e h ay q u e d il u c i d a r e sta conti e n d a .
A s í e stá d e m o stra n d o s a b e r q u e en u n a s e l ec­
cion es l i b re s como lo será n las entra ntes, su part i d o
llevará tod a s l a s d e perd e r.
Para n o i r a e l ecci o n e s, Ul ate y su part i d o h a n
ensayad o tod o s los ca m i n o s .
El ú l t i m o intento en verd a d seri o, para conse­
gu irlo, l a l l am a d a Huelga d e Brazos Caídos, segui­
do fu e, e n resu m i d a s cuenta s, l o que se l l a m a un
black-ou t, p e ro tuvo l a e norme v i rtud d e i n d i ca r l e a
cada b a n d o p o l íti co, l a m e d i d a exacta d e l a s fue r­
zas con q u e p odía contar.
89
 Pero empecemos p o r el princ1p10 como reco­
m e n d a b a el sabio. Un día d e l m e s de j ul i o pasa­
do, U late - d u e ñ o d e l Diario de Costa Rica- "decre­
tó", tal vez en u n m omento de e ufo ri a opti mista, la
H uelga de B razos C a ídos.
¿ E l p retexto i nvocado para l anzarse a l a huel­
ga? G ara ntías el ectorales. La reacción p edía garan ­
tías e lectorales. Ya exp l i q u é a n tes, q u e cuando se
d iscutían en el congre so l a s refo rma s al Códig o
Electora l, su s p erson eros parlamentarios no asis­
tían a sesion e s . Exp l i q u é cóm o y con m o t ivo de qué
regresaro n a ocupar su s curu l e s .
A hora d i ré q u e l a rea cci ó n , a pesar d e s u n o
asistencia a sesion e s, obtuvo tod o a q u e l l o que pi­
d i ó con po steri o ri d a d .
El p residente P i cado h i z o t o d a c l a s e de conce­
siones. Vea m o s en q u é consistían :
1 . Destituci ó n d e l j efe d e l regi stro e lectora l y
n o m b ramiento, e n su l ugar, d e otra p e rsona que la
reacción escogi ó a su entero gu sto.
Este import ante funcionario ocupa aún su pues­
to. El p a rtido cald ero n i sta se siente, a ctu a l mente
q u ej oso con tra é l . Lo h a acusado form a l m ente de
favorecer, h a sta c i e rto punto, m a n i ob ra s u l at i stas
d e n tro d e la i nstitu ción que d i rige.
2 . Destitución del gobern a d o r d e l a p rov i n ci a
de S a n José, q u i e n fue sustitu i d o p o r otra p erson a
q u e sati sfacía e n tera me n te l o s gustos d e todos l o s
p a rtidos.
3 . Nombrami ento del tri b u n a l nacional e lectoral
90
hecho por todos l o s p artid o s p o l ít i c o s, d e m o d o
que l a s p erso nas q u e l o i ntegra ra n s a ti sfic i e ra n p l e ­
n am e nt e a to dos.
4. D estit ución d e c i n co co m a n d an t e s d e pla­
za de la ciu
d a d d e C artago. Esta s eran las ventaj a s
o bte nid as fácilme nte p o r l a rea cción, c o n s o l o p e ­
di rla s, h a sta el m o m e n to d e l a H u elga d e B razos
Caí dos.
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VI I
Desd e el momen to e n q u e el u l a ti sm o d ecretó
La Hu elga d e B razos C a íd os, a n u n c i a d a co n l a s si­
renas d e sus peri ó d i cos, sus b riga d a s de ch o q u e se
echaron a la cal l e e n acti tud de a t a q u e . I nva d í a n e s­
tablecimientos co merc i a l e s obliga n d o a sus d u e ñ o s
a cerrarlos revólver en m a n o . Así fu e el c o m i e n zo.
Luego se desperdigaro n hacia las b a rrica d a s ¡ ape­
dreaba n ciertas casas q u e tenían vivas a C a l d erón
Guard i a, y espera b a n q u e saliera su p ro p i etario
para molerlo a palos. Esa con centra ci ó n d e i n d ivi­
d uos d e l a s b riga das en n ü m e ro d e vari o s cente n a­
res, bien a rmados d e revólveres y a u n d e a l gu n as
armas l a rgas, i ntentó a sa l tar el cuartel d e a rt i l l e rí a .
Hici eron vari os disparo s, y a l re spon d er las fu erzas
de poli cía q u e se h a l l a b a n reconcentra d a s d e n tro
del cu a rtel, se p roduj eron l a s prim era s vícti m a s .
Hoj as sueltas cargadas de insultos y amenazas co­
menzaron a circular por la ciudad. A los comerciantes
que abrían sus negocios se los amenazaba d e muerte,
91
o se les d ecía que iban a ser arru in ados : que los b an­
cos, empeñados en el cierre, tomarí a n rep res al ias
contra l o s comerciantes n o huelgu i stas, cortan d o cré­
ditos, exigi endo pagos perentorios, etcétera.
Pes e a todo, el cierre d e l comercio n o l l egó n i a m ás de un chiste : se comentab a agu d a m ente a l a s
l a tercera p a rte d e l o s e st ab l e c i m i e ntos d e S an José .
S i n e m bargo, h ab í a t e mores i n m e n s o s ; i nquie­
tud e n t o d o h ogar; ciertos p atro n o s cerraron sus fá­
b ri ca s ; l o s trabaj ad ores d e e s a s fábricas, a u nque lo
d esearan, n o p o dían i r a su tarea; com o t a m p o co se
l e s p a ga b a, esto origi n a b a a n gu stias económ i cas en
l a s casas pobre s .
L o s r i c o s estaban a s a l v o p o rq u e s a b i e n d o bien
lo q u e p reparaban, y creyen d o en el éxi to de la
huelga a más o menos cort o p l azo, se h a ían abas­ � y que eran los principales m antenedores de la huel­
teci d o con l a precau c i ó n q u e d e m u estran e n todo,
o ten í a n sus d espensas b i e n l l e n a s .
Pron to p u d o apreciarse claramente q u e t o d o el
país permanecía tra n q u i l o y q u e ú ni c a m ente e n San
José y C a rtago tenía a l gu n o s alcances la h u elga. Se
i ntentó exten d erl a a H ered i a , Al aj u ela, Puntarenas
y a l gu n a s otras regi o n e s, pero el fracaso fue rotun­
do. Y el movimi ento e m p ezó a l a ngu id ecer a n te el
can s a n c i o y a bu rri m iento de l a s gentes .
L o s huelgui stas, e n vi sta de q u e s u fracaso se
h acía p al p a b l e, d irigi e ro n sus baterías contra los
servi c i o s p ú b li c o s . Vari a s veces nos q u e d a m o s sin
luz y sin fuerza motri z .
Por ú lt i m o, y a l d arse cuenta d e q u e e l m ovi ­
m i e nto h u elgu ístico-revo l u cion a ri o estaba venci­
d o, el u l atismo dio un go l p e de efecto.
92
Puso a firma r a un gru p o d e señora s un p l i ego
que publicaron e l Diario de Costa Rica y La Nación,
en el que se l e s p e d ía a l o s Cald erón G u ardia aban­
d on ar el territorio n acion al . . . El a sunto p rovocó
señ o ras en v i s t a d e sus a m b i c i o n e s territori a l es sui
gen eris. Pero eso fue todo.
En vi sta d e q u e l a p u eri l i d a d fem e n i n a n o d i o
res ult ado, e l u l atismo usó e l desespe rado recurso
de h acer desfila r a l a s m i sm a s señora s que tenían l a
co nsi gn a d� e stablecerse frente a casa p residenci a l .
Ese día, p e n ú ltimo de l a huelga, l a situaci ón del
partido de Ulate era como sigu e : d ieciocho comer­
ciantes que ten ía n sus negocios en l a avenida central
ga, habían firm a d o u n pliego en que se comprome­
tían entre sí a abri r el día siguien te, q u e era lu nes.
Po r l o q u e hace a l o s b a n cos, ya n o podían so­
portar más tiempo l a si tuación crea d a .
Los servi cios p ú b l icos : d e trenes, el ectri cid ad,
agua, teléfo n o s, autobuses, etcétera, tampoco se
hablan i n te rru m p i d o n i un momento .
Los p e q u e ñ o s com ercios d e todas l a s barri a d a s
permanecían a b i e rtos al p ú b l i co, y, por consigu i en ­
te, e n San José, l a m ayoría no ca recía p rácti camen­
te de nada.
La huelga se e stab a ahogando. Te n ía qui n ce
días de edad y n o ocu rría n a d a . . . La i n m e nsa m ayo­
ría no tenía i nterés e n ella.
Esto forzó a l u l atismo a a cepta r d esesperada­
mente una fórmu l a q u e, s i b i en n o era exactam e nte
93
l a q u e ese p artido h u b ie ra d esead o, n o h ab ía m á s
remedio que a cogerl a , d ad a s las circunstanci as "e s­
peciales". La tal fórmu l a conti e n e, s i n d uda, disp o­
siciones b u e n a s p ara to dos l o s p a rtidos, p e ro esta s
b ie n hubiera n p o d i d o obtenerl a s como las ante­
riormente enumerad a s p o r m í, sin u s a r violen c ias
i nn ecesari a s .
E l trib u n a l n aci o n a l electoral esta b a facultado
p ara p ropo n e r cual q u i e r reform a q u e considerara
conven i en te, cualq u i e r p royecto d e l ey, c u al q ui er
i ni c i at iva, tuviera los orígenes q u e tuviera .
Por eso, pasada l a h u elga, l a: ciu d a d a n í a se hac ia
l a siguie nte pregunta : p a ra l l ega r a ese a rreglo ¿era
n ecesari a tanta a ngu stia, ta nta sangre d erramada,
tantos desafíos mora l e s y m ateriales sufri d o s ?
Y los conscientes ten ía n q u e d ec i r a p oyándose
en la razón : no tal. La b u e n a vol un t a d y el deseo de
a rmonía, m a nifesta d o s por el presi d e n te P i cado, y
sus hechos d e cada m o m ento, son p ru e b a fehacien­
te para d ar u n a respu e sta n egativa .
El p rincipio fu nd a m ental de l a h u elga, era emi­
n entemente subversivo. D ichosamente, p a ra Costa
Rica, su pueblo d e h oy no es el m i s m o pueblo in­
consciente que derrocó al presi d e n te G on zález
Flores.
El costarricense de a h o ra n o q u ie re d i scursos
ni demagogia ; "sabe ya m u ch a s cosas"; tien e expe­
riencia. Ulate cometió e l e rror d e ignorarlo.
C reyó, además, q u e una H u elga d e B razos
C aídos podía tener éxito de a rri b a p a ra ab aj o . B ien
sabido es que un m ov i m i e n to de esa clase solo
94
gra n d e s a l cances cu a n d o u n a m ayoría
p ue d e t en er
a bru m ad o ra rep u d i a e l régi m e n en q u e vive .
Gu ate m a l a s a b e d e esto. A s í b otó a Jorge Ubico.
¿Po r qu é en Guatemala e l movi m i ento d e h u elga
tu vo éxito y n o en C o st a Rica?
Po rq u e e n G u a te m a l a ten í a u n a ra íz popular y
se o rigi n a ba, a n te tod o, e n u n a n e c e s i d a d popu­
lar de repu d i o a un régi m e n t i rá n i co . Porq u e en
Guate m a l a tod o s a n h el a b a n su l i b e ra ci ó n, pero en
Costa Ri ca, ¿ q u i é n e s eran l o s que q ue rían bota r a
un presidente l eg a l m en te co n st i t u i d o, y ¿ p a ra q u é ?
La res p u esta l a s a b e n l o s q u e m e h ayan segu ido
hasta ahora . H a b rá n compre n d i d o que n o e ra l a l i ­
berta d burl a d a, n i e l d es co n t e n t o p o p u l a r u n á n i m e
los q u e p ro d uj ero n l o s su cesos d e j u lio ú lti m o, s i n o
la irresp o n s a b i l i d a d y a m b i ci o n e s d e u n p e q u e ú o
grupo. Po r c o n s i gu i e n te, n a d a t e n í a q u e ve r la o p i ­
n i ó n popu l a r en e s t o y , natu ra l m e n te, n o se s u m ó
en asu n to s q u e n o l e a ta ñ í a n .
Tod o esto n o l o p e n s ó U l ate ( a s p i ra nte a esta­
dista ) : contó so l o con los b a n q u eros, los gra n d e s
comerci a n tes y l o s e m p l e a d i to s d e b a n co .
C o n t ó co n q u e l o s " n i ú o s b i e n d e casa m al ",
como les d ecía n u e s tro señor U n a m u n o, o "fifís",
como l e s d i ce el p u eblo d e G u a temala, p o d ía n bo­
tar, ellos solito s a un presi d e n te q u e, como Teodoro
Picado, se h a h echo p o p u l a r p o r sus gesti o n es ad­
mini strativas e n b e n·efi c i o d e tod a s l a s clases.
El desenga ñ o d e l ca n d i d a to Ulate ( d u eúo del
Dia rio de Costa Rica, se supone d e b e h a b e r sido pa­
voroso. S e vi o obl i g a d o a fi rm a r u n a rreglo q u e n o
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se firm ó u n d í a a ntes p o rq u e l a " re d a cci ón" d el m is­
mo no le p a recía b i e n : q u e ría é l s a l ir un poco m á s
a i roso d e s u fracasada e m p resa, y se l e con ced ió t al
gracia, q u e a n a d i e h acía d a ñ o .
L o c i e rt o e s q u e l a s c o s a s q u e p e d ía l a reacci ón,
y q u e a e l l a l e p a recían tan fu n d a m entales q u e p ara
con segui rl a s se h a b ía j ugado l a ú lt i m a carta, n o l e
fu e ro n con ce d i d a s .
E ntre otras, p e d ía l a destituc i ó n d e l m i n i st ro de
G obernaci ó n , l a d e stitución e n m a s a d e l o s altos
m i l itares.
Se com p re n d e rá que entra ñ a b a, d i ga m os, a l gún
p e ligro, e ntregar l a s l l aves d e los cu a rtel e s a gen te
q u e, s i n t e n e rl o s, no h ab ía ten i d o empacho, ni lo
t i e n e a h o ra, p a ra m a n ej a r el terro r, herir y m atar.
Qu e, e n t a l e s c i rcun stancias, d o n Te odor o n o p odía
atend e r u n p e d i me nto al p a recer t a n i n ocente, p ero
q u e p o d ía s i gn i fi ca r su derro ca m i en to p o r l a reac­
ción en e l m o m e nto más i n espera d o .
El p re s i d e n te n o aceptó n i n gu n a c o n d i c i ó n q u e
vulnera ra s u s d e rechos q u e l e otorga l a c o n s t i tu­
c i ó n p a ra n o mb ra r o rem over l ib re m e nte a s u s em­
pleados. Y la reacci ón, como m ateri a l m ente no po­
d ía h acer o tra cosa, tuvo q u e c o n fo rm a rs e .
Por l o m e n o s d i o m u e st ras d e ci e rta i nteligencia
al h acerse cargo de q u e, l a p o ca fu e rza d e que d i s­
ponía, ya n o e ra u n secreto p ara n a d i e .
96
A lg o s obre la p i ntora M a r g a rita
B e rtheau
D i c ie m b re, 1 94 7 1 1
Margarita B e rtheau e stá ahora e n La Haba n a .
-Voy a La H a b a n a - m e d i c e e n recien te carta.
Expondré m i s cuadros a l l á .
Costa Ri ca y s u e norme s u m a d e col o r, a i re y es­
pacio, l a han hecho p i ntar cosas i nd ecibles; ahora
va a mostrarlas. Va e n bu sca d e espectad o res q u e
no pregu ntan p a ra al armar a s u s p robables i nterl o­
cutores; por lo menos en menor n ú m ero que el q u e
a mí me ha tocado ten e r enfre nte cad a v e z q u e h e
visitado u n a exposición a q u í o en Co sta Rica .
En d ías pasad os, a l concurri r a la exposición d e
Carlos M éri d a, apenas e nt ra n d o u n b u e n am i go m e
preguntó :
-Y esto, ¿ q u é s ign i fi ca ?
Le dij e : - No signi fi ca, sino q u e es.
Pregu n ta d e n u evo : -¿Qu é es?
-Todo, m e n o s eso q u e usted se i magi n a .
Y l u ego i nsiste e n q u e le dé l a expl i cación d e l
cielo. Pienso para mis a d e ntros : "Es com o demos­
trarle el a ire". Para d e m ostrar el a ire h a b rá que p e n ­
sar en a i re . Yo m e c·o m p rometo a p e n sa r en a i re .
1 1 Eunice Odio e n Revista cfrl Maestro, publicada por e l M i n isterio de Educación
de Guatemala. Enca rgado específico: G i lberto Zea Avelar, p ri m ero y, luego,
Marcos Díaz Laparra. Año 11, n. º Vi l, octubre, noviembre y d i ciembre de 1 947,
pp. 1 56- 1 59.
97
Para e sto es n ecesano q u e é l enti e n d a en a ire.
Lu ego, si fu e ra capaz d e e n te n d e r en a i re, no p re­
gunta ría . Entre tanto el h o m bre espera . Yo l e digo
que, e n m ateria d e aire y c i e l o, y sobre todo e n este
m o m en to p reci so, q u i e n t i e n e l a p a l abra ú l tima es
M éri d a . Yo, cu a l q u i e ra otra q ue todavía n o h e c az a­
d o n i por p ienso. M e d i ce, c o n c i e rta ti m i d ez q u e yo
encuentro a u d az :
- De todos l o s c u a d ros, e l ú n i co q u e entien­
d o es este ( señala cu a l q u i er cuadro c o n buena
i nten ci ó n ) .
C a b ría p regu n ta rl e :
-Así ¿que lo enten d i ó q u é ?
Así es s i e mp re. Va u n o a l a s exposiciones con
c i e rto m i edo de que le p regunten, como cuando
allá e n l a infancia habíamos d ej a d o d e cumplir ta­
reas acabábamos de q u e m a r el p e i n e de m a m á .
N o es q u e p i ense q u e e n La H a b a n a n o me e n­
contra ría con esa clase d e ri esgos.
Jorge Mañ ach, al abrir una exposi ci ó n d e M ax
Jiménez en e sta capital, se refi ri ó muy especial­
mente a la a ctitud en que están ciertos espectado­
res ante la casi totalidad del a rte contemporáneo.
"Se sienten i rritados, soliviantados", nos dice con
gran verd a d .
E n C u b a , pu es, también s e encontra rá M a rgarita
con b u e n n ü m e ro de i rre s p o n s ab l es; p e ro también
con gran canti dad de gen te s q u e a m a n l a empresa
a rtíst i ca por s í y en v i rtud d e s í m i s m a .
Esto l a compensa rá . Y n o q u i e ro d e c i r p o r com­
pensación tener un públ ico con sciente ; se l l ega a
98
n s a c i ó n en el p ro p i o t ra b aj o ;
enco nt ra r la c o m p e
ero ni ngú n a rtist a p u e d e n i d e b e gua rd arse p ara
�í, l o qu e es y debe ser m e ns aj e .
" Tra g arse u n a l o c o m otora y extra e r u n a p i p a"
-dice Cocteau - , p e ro ese tra b aj o d e d i lu ci ó n, d e
alambi q u e y retorta, a l a vez q u e e s s u m a d e trá nsi­
tos dol orosos en el a rt i sta, tiene fo rzos a m ente d es­
tino de expe ri e n c i a , val i dez y a s o m b ro p ara otro s .
La obra d e arte sin espectadore s es com o u n p a i s aj e
sin hombres. Pa ra serlo n e cesita q u e l o m iren ; q u e
lo uti l i cen en su fu n c i ó n d e p a i s aj e . Por e so, D i o s
hizo al hombre . Necesitaba é l q u e otros se d i e ra n
cue nta .
M ucho t i e m p o h ab rá d e pasar p a ra q u e e n estos
países los h om b res se sensibi l i cen y vayan a l a rte
de h oy y de s i e m p re, sin n ecesid a d de p a sap ortes
en forma d e p regu nta. Es c uesti ón de l a b o r a rd u a,
paci ente y le ntísi m a .
Mucho será lo q u e h ay q u e trab aj a r e n tod o
este istmo para q u e , al l l egar a u n a expo s i ción, n o
nos encontrem o s c o n q u e l a m ayoría d e l o s espec­
tad ores sufren d e sco n c i e rto crón i co, p re m e d itado y
alevoso, p o d ría m o s decir, a u n q u e c o n m i edo.
Hace tre s añ os, y p o r i n i ciativa d e la p i n to ra
Bertheau, empezó a tra b aj ar l a Soci e d a d C u l tu ral
Pro-Arte.
Digo que emp ezó a t ra b aj ar p o rq u e, gracias
al dinamismo y gra r\ tempera mento a rtístico d e l a
Berthea u y a la ayu d a i n aprecia b l e d e su gran co­
laboradora la señora Vera Tin a co de Iglesias, la
Soci edad C u l tu ra l , no más fun d a d a , formu l ó un
99
p rogra m a d e t ra b aj o q u e se va cum p l i en d o pu nto
p o r p u n to .
Pri m e r a su nto a rea l i z a r fu e estab l ece r la
Escuela d e B a l l e t Pro-Arte.
H a sta esa fec h a se h a b í a n hecho otros i n te nt o s
m uy p o n d e ra b l e s, pero i m p recisos, e n m a teria de
d a n z a . L a m ayoría d e l a s veces se escogían tem as
fo l klóricos caprichosos, y se m o n ta b a n cap ric ho­
sa m e n te con b u e n a s d o s i s d e sofi st i ca ci ó n . M ej o r
d i cho, se i nv e n ta b a n l o s tem a s fol kl ó ri cos, puesto
q u e los ticos, a fue rza d e estereot i p a rn o s con l o im­
p o rtado m a l a s i m i la d o, hemos i d o p e rd i e n d o u ol­
vi d an d o lo que e s tra d i c i ó n .
Después d e u n a d e esas rep resentacion es, los
críti cos hablaban con p ro fu sión de térm i n o s como
"espiri tu a l i d a d , e s p o nt a n e i d ad, b e l l ísi mo� estupen­
d ísimo" y otros en " - d a d " e " - í s i m o", q u e a nadie
comprometen, y q u e se e m p l e a n ; o cu a n d o el que
h ab l a no sabe de l o que está h a b l a n d o, o cu ando,
a u n que sepa d e l o que trata, n o t i e n e n a d a que de­
cir sobre el asunto.
N atura l m e nte que el h echo d e q u e l a d an­
za a n d uvi era p o r tan m a l c a m i n o, ten ía su ori gen.
E sta b a n en m a n o s d e señora s que t i e n e n m u ch o di­
nero y muy b u e n a vol u n ta d . "Am a n el a rte" se las
oye decir a cad a p aso y a p ropósito de todo, pero l o
fatal e s que el a rte n o l a s a m a a e l l a s . Pero M arga rita
no es una señora que ti e n e mucho d i n ero; ni una
d a m a que seudoatiende una escu e l a de b a l let, con
el mismo del eite con que m i m a a un fal d e ri l l o traí­
do de Pekín.
1 00
Es otro el sentido que tiene de esas cosas. Sabe
que están bien las señoras a quienes les hace falta el
arte; que cuando tienen dinero y buena voluntad son
inapreciables, porque lo impulsan con sus medios ex­
teriores al arte : el dinero. Pero también sabe que al
arte no le hacen falta las señoras. B ien pueden desa­
p are cer y él sigue p rodu ciéndose. Qu e no es distrac­
ció n sino presenci a . Que no es hobby sino necesidad.
Teniendo este criterio y a d e m á s una excelen te
es cuela a d q u i rida con p rofesores d e ren omb re, em­
pezó a trabé!� a r.
Por el m o m e n to, el a ñ o p a s a d o, l a Escu e l a p re­
sentó el b a l l e t " P i gm a l ión". La coreogra fía, esceno­
grafía, diser1os d e vest u a ri o s y su rea l ización, tod o
se debió a la Bert h ea u . Rep ito, c o n l a ayu d a d e Vera
Tinaco, de la q u e no p u e d e p resc i n d i rse.
La técnica d e e s e b a l l e t q u e se p resentó al pú­
blico de C osta Ri ca -m uy escaso, p o r cierto - era
moderna. Buscaba la l ín ea escu l tórica.
Decía n ell a s : " N o s o t ra s, e n tan a p a s i o n a d a b ú s­
queda, qu izá hemos logra d o a l go, q u izá u n p a so
adela nte".
En efecto, fu e un paso a d e l a nte. Lo i m p o rtante,
a veces, n o es quién ni cómo da e l paso. Lo verda­
deramente necesa rio es d a r l o .
Po r l o pron to, fue este e l pri m e r i n te nto que se
hizo en mi p aí s p a ra i ntrodu cirlo, a l o que la d a nza
p ersigu e hoy p o r hoy. Es decir, darle u n nuevo sen­
tido al movi m i ento. Reva l o rizarl o . Usarlo n o p o r sí
mismo, s i n o p o r l o q u e puede expre s a r m á s allá de
un torso o un b razo fl ex i o n a d o s .
1 01
 S i n embargo, n o se p aró ahí todo. Acaba de
i naugu rarse e n S a n José de Costa Ri ca, l a G a l ería
M ax J i ménez. Es h ij a d e l a Soci edad C u l tural P ro­
A rte, p e ro lo es m ás todavía de M argarita B e rt he a u .
E l l a, que es como e l esqu el e to d e todo esto, ve ­
n í a ru m i a ndo e l p royecto desde h ace tiempo. Y y a
e s tá hecho. Lo q u e M argarita se p ropone j amás se
q u e d a e n p l a n, segú n p arece.
H a ce l o que h aya que h a cer para n o q u ed arse
e n l a estacada. Si las l ámp aras q u e h abía de nece­
sitar l a gal e ría costa ban demasiado caras, no p o r
eso se quedaban sin e l l a s; M a rgarit a l a s h acía . Si
los p i ntores d e b rocha gorda p e d í a n d em asiado por
revocar las p aredes del salón, M a rgarita l a s p i ntaba
ella misma.
Así es corno u n día t u v e la n ot i c i a d e que s e
h abía i n augurado con una ex posición d e M ax
Ji mén ez, l a galería q u e ll eva su nom bre.
La gal ería M ax J i rn énez n o será s o l a m e n te u n
lugar d o n d e l o s p i n tores n ac i o n a l e s y extra nj e ro s
p o d rá n exh i b i r sus cuadro s . La S o c i e d a d C ul tural
ProArte aspi ra a reali zar, por m e d i o de ella, u n a ex­
t e n s a labor cultural e n todos sentidos.
Conferencias sobre p i n t u ra, sobre m ú si ca, l ite­
ra tura; recita l e s poéti cos, co nciertos, etcétera ; tal, el
p rogra m a p a ra este año.
Con esto, tal vez se con s iga algo; tal vez h a­
.
cer con ciencia; y ya es basta n te ; sobre tod o tom a n­
d o en cu e n ta q u e l a i nm e n sa m ayoría d e l pueblo
costarricense tiene el tremendo l a st re q u e l e es co­
mún a casi tod os los pueblos d e A mérica Latin a :
1 02
edu caci ón m a l ori en ta d a d e s d e l a e s cu e l a primari a ,
donde al n i ño se l e conve n c e d e q u e d e b e a p re n ­
derse p o e m a s m uy a b u rri d o s y m uy m a l o s, cuyo ar­
gumento casi s i e m p re es e l m i s m o : u n n i ño m uy
m a l o q u e n o se fue a l cielo o n o g a n ó u n p re m i o . O
un ni ñ o q u e sí se fu e a l c i e l o y s í ganó u n p re mi o .
En fin, p ro b l e m a s mora l e s q u e a l n i ño n o l e i n te­
resan. Por o tro l a d o, se l e m u e stra n cro m o s a lema­
n es y alm a n a q u es, diciéndole que s o n " m uy l i n d o s".
De este m o d o, c u a n d o l l ega a l a a do lescencia, l o s
padres y s u s p rofesore s h a n a c a b a d o c o n su i m a­
ginaci ón y estere o t i p a d o su s e n s i b i l i d a d . El suj eto
así educado, está ya apto p ara a ce p tar a l o s J u l i o s
Flores y Pez a s, c o rn o l a m áx i m a expresión d e l a
poesía, y a l o s Va rga y c o m p añ í a c o m o l o ú n i co d ig­
no de verse en este m u n d o .
L a l a b o r, p u e s, d e se n s i b i l i z a r e s ard u a . Es l a b o r
d e reed u ca ción . E s t á e n ca m i na d a a h acer olvi d a r a
gentes q u e ya t i e nen experi e nc i a, u n a serie e n ca d e­
nada de fal so s co n ceptos. A esto a s pira l a Socie d ad
Cultural Pro -Arte, por m e d i o d e l a Gal ería M ax
Jiménez, como organ i s m o c e ntra lizador d e tod a s
e stas activi d a d e s . A e s t o h a c o n tribuido M a rgarita
Bertheau en u n a m e d i d a q u e l a h a ce no solo l a p i n ­
tora m á s i m port a n te con q u e cuenta C osta Ri ca,
sino, tam bi é n la más sign i fi ca tiva i mpu lsadora d e
s u cu l t u ra en este m o m e nto.
Ahora se va a La Habana. E l recad o q u e l l eva h a­
brá de sorprender a los cub a n o s. S obre todo, a l o s
q u e la v i e ro n i rse d e C u b a, d o n d e pasó su i nfa n c i a
y adolescen cia, con solo su s t rastos de acu arel i sta,
1 03
s u rost ro j uvenil y e l p e l o casi b l a n c o a l o s vein­
ci ento por ciento; el otro do scientos p o r ciento h ay
te a ñ o s . Y e s que fue en C osta Rica, d e s p u é s d e te­
q ue g anár selo a b a se d e esfu erzo y conciencia.
n e r u n gra n d o m i n i o d e l d i buj o y de l a técn i c a d e D e este m o d o, M a rgarita p i n ta h a sta las dos de
l a acuare l a ; d o n d e M a rgarita e m p ezó s u s esp ecu­
l a m aña n a ; o d i b uj a d i ez hora s segu id a s .
laciones c o n e l a ce i te, y d o n d e p o r fi n l o c o n q u i stó Así, ha consegu i d o e n tres a ñ o s d e trabaj o cons­
p l e n a m e n te, l ogra n d o e n p o co tiempo gran fi n u ra y
tan te, lo q u e otros, en d i ez de tra b aj o i ntermitente,
cal i d a d e s d e m a estro . n o p ueden obtener.
Tod avía hace d o s a ñ o s l a o b s e rvam o s e n u n a Marga rita q u i ere p intar, a pesar d e enormes
exposición c o lectiva, c o n u n o s cuadros, q u e n o sa cri fi cios d e todo o rden; pasando p o r encima
eran p ro m e sa, n i m u c h o m en o s, d e l a s cosas sor­ de ellos para que n o se convi e rtan e n obstáculos.
p re n d en tes q u e está d a n d o . Pintar por encima d e todo; porq u e m ucho h ay que
H ay u n a época d e to d o a rtista e n q u e e ste d a de decir, además de vivir.
sí todo a q u e l l o q u e es de esperar. Pero M a rga rita
e stá d a n d o m á s, m u ch ís i m o m á s de l o q u e e s perá­ D I CI E M B RE, 3 1 D E 1 94 7 .
b a m o s de e l l a .- H a d a d o u n salto de sa eta, y se ha
colocado, de p ron to, d o n d e ya no p o d e m o s asirla;
sí, s o l a m e n te co n te m p l ar sus c u ad ro s , a s o m b rar­
n o s d e s u m i lagro, q u e es t a m b i é n n u estro propio
m i lagro, e n c u anto l a o bra d e a rte, desde q u e l o es,
e m p i eza a fu ngi r en patri m o n i o del m ayor n ú m ero
de a p a s i o n a d o s .
S i n e m b argo, para l o s q u e l a con ocemos íntima­
m e n te, nada de e s to es s o rp resa; n o puede serl o . La
h e m os vi sto p i ntar i n c a n sa b l e m en te y estudiar en
to dos los m o m en tos d i sp on i b l e s q u e e n c u e nt ra, a
pesar d e to d a s las otra s cosas q u e h ace; su s a migos
p e nsamos q u e a lo m ej o r e n c o n tró e l secreto p a ra
t ra n sm u tar el tiempo. E l l a s a b e q u e e l secreto en
a rte es trabajar. Qu e n a d a se c o n si gu e sin ello. Qu e
se nace p i n tor o poeta ; e s d e c i r, se t i e n e gan a d o el

1 04 1 05
 C o st a R i c a y e l a rte :
bio g rafía d e u n a g eneración
J u l i o, 1 9 48 1 2

Era h acia fines del s i gl o XIX. L a teoría d e q u e

e l hom b re ti e n e d erech o y d e b e r d e exi st i r, h a b í a
prend ido p o r estos p aíses d e A mérica h ac ía l a rgo
tiempo. H a b í a esta l l a d o y l og ra d o frut o s a l t ís i m o s .
Franc i a h a b ía l l e n a d o e l m u n d o d e h o m b res d ere­
chos y consc i e n tes; l o s p a ís e s de A m érica la sigu i e­
ron com o fu e rtes, p ro m i sorios acólitos.
Al fi n, h a ci a 1 909, C u b a, e l ú l ti m o p a ís del n u e­
vo m u n d o consigu i ó i n d e p e n d i za rse d e Esp a ñ a .
Entretan to, C osta Ri c a t e n í a ya h i stori a d e na­
ción de vida l i b re y rep u b l i ca n a . Po l íti cam e n te e ra
uno de los p a íses d e ava n z a d a l i b e ra l d e m o crática.
Aquel m ed i o aldeano b l a so n a b a con razón d e ser
clima p ropi ci o p a ra e l que q u i s i era d ecir su v e rd a d .
Aquel lo d e " l o s d erecho s d e l h o m bre", i nterpreta­
do por los d e m ás, d e u n a m a n e ra m uy co starricen­
se, era conj u nto d e p re ceptos que Costa Ri ca había
aprendido p a ra s í y tenía m e t i d o h asta los huesos.
Esto e ra e n lo p o l ítico. E n c u a n to a l o a rtísti co,

1 2 Eun ice O d i o en El Imparcial, Guatemala, ediciones d e l lunes 1 9, m a rtes 20,

miércoles 2 1 , j ueves 22, viernes 23, l u n e s 26, m a rtes 27, m iércoles 28 de ju l i o y,
finalmente, lu nes 2 de agosto de 1 948.

1 07
propi a me n te d i ch o, n o tenía n exo n i ngu n o co n
Fra n c i a . E n C osta Ri ca se i gn o ra b a a lgo d e cap i ta l
i mp o rtancia; a s a b e r : q u e d u ra nte tod o el s i gl o XI X
y p a rte d el XVI I I el a rt e se h a bía hecho en Fra n ci a.
Los a rt istas ignora b a n la i n m ensa canti d a d d e e s­
cue l a s q u e d u ra nte tod o e s e l a p so se h a b í a n su ce­
d i d o e n Fra n c i a con tanta p ro fu si ó n c o rn o e fi cacia .
Ente ndámonos . M u chas ge ntes vi aj a b a n a París .
Los p e q u eños m i l l o n arios ticos hacían el viaj e de
m o d a a l a capital fra n cesa. Nos i m a gi n a mos sus vi­
sitas a l o s cabarets y s u s ca m i n atas a lo largo d e los
boulevards.
C o n e l espíritu tu rísti co q u e l o s ca ra cteriz a exa­
m i n a b a n l a s ca sas d e Pa rís, e l a i re d e París, l a s mo­
das de París; aun nos at reve m o s a creer que visita­
b a n l o s m u seos de Pa rís . En tod o caso vi sita b a n los
m u seos p o r lo vist o, p o rq u e co n s i d era b a n que el re­
lato d e s u s a n d a nzas p a ri s i e n s e s n o esta ría comple­
to d e l t o d o, si a l volver al m a n so te rru fi o n o p o d ían
h a b l a r de "las maravi l l a s del Lou vre", por ej e mplo.
Lu ego, tenía no sé q u é e n ca n to con si d erable
p o d e r d esl izar en c u a l q u i e r co nversación, vi n i era o
no a c u e n to, l a mági ca frase : "Pu e s, cu a n d o estuve a
vi s i ta r e l Lo uvre . . . ". Con esto se a p a rentaba u n poco
d e buen gu sto y se con segu ía tener, con p o q u ísi­
mo esfuerz o, u n a relu c i en te pose d e person a m uy
i m p o rta nte.
H e d i c h o q u e i b a n a E u ro p a l o s m i l l o n a ri o s d e
C osta Ri ca. L o s p oetas, l o s p i n to re s, los m ú s i cos, vi­
vían c i e n a ñ o s a trá s m e d ra n d o a l a sombra d e l a al­
d e a . D e m a n e ra, p u es, q u e si l o s i m agi nativos y los
i n q uie tos se q u e d a b a n y e n s u l ugar iban l o s q u e
n o te n ía n p o r q ué, p e ro s í con q u é h acerlo, a s í s e
exp lic a que ca recie ra n casi e n tera m e nte, d e i nfo r­
ma ció n a rtística s u fi ci en te p a ra orientarse.
C orn o Costa Ri ca n o h a ten i d o, ni tiene, n i t a m ­
presi d e n ­
poc o es creíble q u e a lgún d ía l e l l egu e u n
u ch o
te q ue s e i nterese p o r l a s l etra s y l a s a rtes, y m
me nos p or l o s a rti stas; estos perm anecían y vegeta­
b a n sin ayu d a ni estím u l o d e n in gu n a clase; por lo
ta nt o, se q u ed a b a n s i n alas e n su p e d azo d e tierra
ce n troa mer i ca na .
N uestros a rt i stas n o p o d í a n d arse cuenta, por
ob ra de b i rl i b i rl o q u e ; d e q u e l a revo l u c i ón p o l íti­
ca fra ncesa no h a b í a ven i d o sol a : d e que a l a p a r
d e e l l a s e h a b ía fa c i l i t a d o u n a completa revo l u ci ó n
artí sti ca .
A n tes d e segu i r a d e l a nte, será necesari o d a r u n
pequeñ o vi stazo, s up e rfi ci a l y todo, sobre algu n o s
aspectos d e l a rte d e entre l a segu n d a m itad del s i ­
glo XVII I y XIX.
II
Hacia l a segu n d a mitad d el siglo XVI I I , I ta l i a en­
tra en plena d ecad e n ci a . El Ren acim i e n to se m u e­
re poco a poco. A q u e l l a h ora d e i n m e n s a p a s i ó n
del m u n d o está l l ega n d o a l fi n a l d e su d escen so.
Tod avía co n s e rva I ta l i a a lgo d e su a ntiguo presti­
gio, y aún q u e d a n a s p i ra ntes a p i n tor p a ra q u i enes
un vi aj e a Ita l i a tiene ca rácter consagratori o. Pe ro
1 09
p ropi am ente d i cho, n o tenía n exo n i ngun o con
Francia. En Costa Rica se ignoraba algo d e cap it al
i mp o rtancia ; a saber: q u e durante to d o e l sigl o XIX
y p a rte del XVI I I el a rte se h ab ía hecho e n Fra n ci a.
Los artistas ignorab a n l a i n m e n s a cantidad de e s­
cuelas que d urante todo ese l apso se h a b í an su ce­
d i d o en Francia co n tanta profu s i ó n c o m o eficacia.
Entendámonos. M u chas gentes viaj ab a n a París.
Los pequeños mill o narios ticos h acían el viaj e de
m o d a a l a capital francesa. Nos i magi n a m o s sus vi­
sitas a los cabarets y sus cam i natas a lo largo de los
boulevards.
Con el espíritu turísti co q u e l o s cara cteriza exa­
m inaban l a s casas d e Pa rís, el aire d e París, l a s m o­
d a s d e París; aun n o s atreve mos a creer q u e visita­
b a n l o s museos d e Pa rís . En tod o caso visitaban los
m useos por l o vi sto, p o rq u e consid era b a n que el re­
l ato de sus and a nzas p a risienses no esta ría comple­
to del todo, s i a l volver al m a n so terru ñ o n o p odían
h ablar de "las m a ravi l l as del Lou vre", por ej emplo.
L uego, tenía n o sé qué encanto con s i derable
poder d eslizar en cualquier conversación, v i n iera o
n o a cuento, l a m ágica fra s e : "Pu es, cu a n d o estuve a
vi sitar el Louvre . . .". C o n esto se aparentaba u n poco
de buen gu sto y se c o nsegu ía tener, con poquísi­
mo esfuerzo, u n a rel u cie nte pose d e p e rs o n a muy
i mp o rtan te .
H e dicho q u e i b a n a Europa l o s m i l l o n a ri o s d e
C osta Rica. L o s p oetas, l o s p i n tores, l o s m ú s i co s, vi­
vían cien años atrás m e d ra n d o a la sombra de la al­
dea. De manera, p u e s, q u e si los i m agi nativos y los
i n qui etos se q u e d a b a n y e n s u l u ga r i b a n los q u e
n o te nían p o r q u é, pero s í c o n q u é h acerlo, a s í s e
exp l i ca q u e care c i e ra n c a s i e n te ra m en t e, d e i n fo r­
m a ció n a rtística sufi ci e n te p a ra orientars e .
C o mo C o sta Ri ca n o h a t e n i d o, n i tie n e, n i tam­
p oco es creíb l e que algún día l e l l egu e un p re s i d e n ­
te que se i nterese p o r l a s l etras y l a s a rtes, y m u ch o
m en os por l o s a rt ista s ; estos p er m a n ecían y vegeta­
ba n sin ayu d a ni estím ul o de n i ngun a c l a s e ; p o r l o
ta nto , se q u e d a b a n s i n a l a s e n s u p edazo d e t ierra
centroam erican a .
Nuestro s a rt i stas n o p o d í a n d a rse c u e n ta, p o r
obra de birl i birl o q u e ; d e q u e l a revo l u ci ó n p o l íti­
ca francesa n o h ab ía venido s o l a : d e que a la p a r
de ella se h a bía fa c i l it a d o u n a completa revol u ci ó n
artística .
Antes d e segu i r a d e l a nte, será necesari o d a r u n
peque ñ o vi stazo, superfi c i a l y t o d o, sobre a lgunos
aspectos del a rte d e en tre la segu n d a m ita d d el si­
glo XVII I y XIX.
11
Hacia la segu n d a m i tad del siglo XVII I , I t a li a en­
tra en plena decad e n c i a . E l Ren acimiento se m u e­
re poco a p oco. A q u e l l a h o ra d e i nm e n sa p a s i ó n
d e l m u n d o e s t á l l egando a l fin a l d e su d escenso.
Todavía conserva Italia algo d e su a nt i gu o p resti­
gio, y a ú n q u e d a n aspirantes a p i n tor p a ra q u ie n es
un viaj e a Itali a t i e n e cará cter consagratori o . Pero
1 09
ya e n e s a é p o c a s o n l o s p i n to re s fra n ceses l os qu e
i m p o n e n s u s gustos d e c a d e n t i stas e n l a s co rte s eu ­
rop e a s . Leves, l evís i m a s b ri sas ren acenti sta s c arg a­
d a s d e m i a s m a s d ulzon e s p a s a n rozando ese p e ­
ríod o d e l a p in tu ra . E l a rte se a m a n e ra refl ej an do
fi d elísi m a m e nte la despre o c u p a c i ó n i ntelectu al de
ese siglo XVII I sobre cuyas fue rz a s en d escom p o si­
c i ó n d ebía forzosame n te e d i fi ca rse a l go más sól ido
y p u ro .
Los a rt i stas h abían s i d o d es p oj a d o s d e su cate­
goría angél i ca y p a s a d o a ser s i m ples ma ntenedo­
res d e l l uj o d e l a s l i b e rt in a s y l o s marq u eses feme­
n i n a m ente m a q u i l l a d o s .
La D u B arry, e n ca rgaba l a d e co raci ón d e su al­
coba a u n o de los p i ntores s o m e t i d os, al cual se l e
i m po n ía el tem a q u e d eb ía d esarrol l a r al hacer la
tal d ecora c i ó n . Este tem a g i ra b a , casi s i e m p re, alre­
d e d or d e e sc e n a s gal a n te s entre s e m i d i o ses y pseu­
d o d i oses m ás o menos i m p ú d i co s .
S e esta b a y a m uy l ej o s d e l a s e d a d es en q u e los
p re l ad o s y los p ríncipes a cata b a n al gra n a rtista por­
q u e veían e n su obra algo d e l a suprema di v i n idad.
E l a rt i sta e ra acapara d o p o r u n p e q u eño n ü cl e o que
l o tira n i z a b a y l e pagaba s u o b ra p a ra a l m a cenar­
l a e n sus p a l a ci o s : El pintor o el poeta q u e ll ega­
b a n a man i festarse reb e l d e s tenían q u e resignarse
a d eambu l a r por l o s café s d e París m e n d i ga n d o u n
p e d azo d e p a n . No h a b í a a ltern ativa . S o l o e ra d ab le
escoge r entre dos cam i nos, o som eterse al gu st o de
las corte s a n a s súbita m ente e n c u m b ra d a s y ser el
ad o rn o de sus tocad ores, y en e st e caso co m e r b ien ,
110
ve sti rs e b ie n, beber b i en, e n otras p a l a b ras, l o q u e
a
aún si gu e l lamándose vivir b i e n, o rebe l rse para
h a ce r el verdade ro a rte y mori rse d e h a mbre .
De modo, p u es, q u e e l a rtista; p o r fu erza, se
veí a ob ligad o a frecu entar a q u e l amb iente carco m i ­
d o, co sa que, por otra p a rte, era l o acostu m b ra do, l o
n atu ral y hasta l o lógi co .
A s í pud o fl orecer ese arte o seudoarte i n tras­
ce n d e nte y venal d e l o s B oucher y Wa tteau que a ú n
hoy ad orn a la antesa l a d e cie rtas c a s a s cuyos d u e­
ños tie nen interés en l l en a r con algo sus p ared es.
Así tran scu rren esos d ece n i os l l enos d e errores
y d e fu erzas en d escomposici ó n .
A l l á e n su Espa ñ a, suya, como u n gran capi­
tán en l l amas; segu i d o por la hues te d e sus propios
sueñ os, poblando él solo el mundo de la p i ntura,
pero sin q u e pudiera influir d ecisiva m e n te sobre
sus co ntemporáneos q u izá en razón d e l a i s l a m i en­
to a que España veíase ob liga d a por m otivos pol í­
ticos, esta ba el ú n ico p i n to r gen i a l q u e d i o a luz e l
siglo XVI I I : Franci sco d e G oya Luci entes .
Sin embargo, a l pro m e d i a r el siglo XVIII en
que empi eza a fe rm e nt a r l a revol u c i ó n p o l ítica en
Francia, también se e m p i eza a reacci o n a r e n con­
tra d e la actitud in t ra scend e n te y banal q u e h abía
ido asum i e n d o el a rte . H a b ía i nmi n e n te peligro en
segu i r esa pend i en t e . Si n o se qu ería p e recer e ra
necesari o volver a l a sobri e d a d, a la sen c i l l ez, a la
nobilidad d e las cosas p u ras. Estaban d es e n cadena­
dos unos m i l lares d e potros que era n ecesario suj e­
tar y ama estra r a todo tra n ce .
111
 Así fu e como, cu a n d o sobrevi no l a revo l u ci ó n
p ol ítica e n Francia, el cam p o estaba a b o n a d o y ap a­
rej a d o el camino p a ra rea l izar tam b i é n l a rev o lu­
ci ón a rtísti ca.
111
D avid, e l j efe de l a escuela neoclásica, había
vi sto l a p ri m era luz e n Fra n ci a casi a l mismo tiem­
po que fu eron d escu b i e rtas las ru inas de Pompeya
en e l año 1 748, si m a l n o recu erdo, cu a l d e scubri­
m i e nto h a b ía de i nspira r, años después, la temáti­
ca d e los neoclásicos a cuya cabeza esta b a David
como i n spirador y d i rector máx i m o.
La fi gura de D avid d entro del arte, o m ej o r, sus
ten d e n ci a s, representab a n un a fán puri sta, u n a re­
acción contra la postura frívola y despre ocupada
del rococó. Para los neoclásicos era comp letamen-
te necesario no p intar m á s monos que en u n a flo-
resta cursi se h acían e l a m or. Era j u sto que el arte
no se ocupara más t i e m p o d e narrar escenas l i­
cenciosas y absurdas e n q u e unos c u a n to s dio-
ses más o menos atrab i l i ari os to maban p a rte sin
n o b l eza a l gu n a .
La escuela n eocl á s i ca se rebeló vi o l e ntamente
contra los procedimi entos de su predecesora roco­
có, y fue así como se inauguró, con d erroteros de
ascetismo, lo que se h a l l a m a d o la gramática y la re­
tóri ca del n uevo arte revol u cionario.
El Neoclasicismo como el Ren a centismo se
1 12
i nsp i ra ron e n l a antigüedad gre c o l a ti n a y tuvo, e n
u n se nti do l i tera l , fun ci ó n d e ren a c i m ie n to . S i n e m ­
b argo , ent re a q u e l Ren a cimiento capita n ea d o p o r
Á
Da V i n ci, Donate l l o, M iguel n g e l y otro s ángeles,
y este gob ern a d o por D avid a q u i é n tal vez e l m a ­
yo r rep roche q u e p o d ría hacérs e l e e s q u e n o tenía
na da de "ángel " ; entre a q u el Ren a c i m i e nto d e l siglo
XV y este del XIX h ay difere n ci a s fu n d a m entale s .
La m ás i m p orta nte y visible d e t o d a s e s, q u e a l p a so
q ue los a ntiguos re n a centi stas evocaron l a a ntigü e­
da d para hacer a cu d i r la vida y l a val i d ez d el movi­
m iento den tro d e l o esotéri co d e la Edad M ed i a , l o s
neocl ásicos, p o r el con trario, l a evocaba n p a ra tra­
ta r, a toda co sta, d e des d inamizar la p in t u ra . S e ten­
día a secu estra r e l movimi ento y a encerra rl o d e n ­
tro d e l a fri a l d a d de l a forma estat u a ri a . S e deseaba
por enci ma de todo ap rehender e l color y, l o q u e,
es m á s, a ex p resa r conceptos m e d i a nte l a p i ntura ;
l a p i n tura te n ía t e m a ; se traían al tapete d e l a exh i ­
.·
bición l a s graves h azañas de l o s varo n e s rom a n o s y
gri ego s; se exa l ta b a n sus vi rtu d e s p a ra a n te p o ne r­
las al lib ert i naj e en q u e se había v iv i d o . M á s tard e
y a n o fu e ron los va ro n e s rom a n o s n i t a m p o c o e l e s­
to icis mo gri ego ofi c i a l los temas n eoclásicos. D avi d
se habla convertido en el gran p i n tor d e l a corte
napoleó n i ca, y en esas circu n st an ci a s, Napoleón
Bonaparte en el apogeo d e su gloria, l e insinuó se­
riamente l a conven i encia d e enaltecer y n a rrar sus
grandes victori a s . Austeridad, fri a l d ad, mesura a
todo tran ce, m a n ía d e lo puro, p u e d e n d eci rse q u e
era e l fon d o d e la temática neoclásica. H a b l a q u e
1 13
encerra r e l col o r y l a fo rma d e nt ro d e m o l d e s au ste ­
ros y retóricos, com o b aj o u n a c a p a d e s u d o r d esor­
b i t a d o . S e evitaba l a gra c i a d e l c o l o r y l a a legr ía de
l a fo rm a b aj o u n m a nto d e c o ncep t o s m ora l i stas . Se
h acía con la p i n tu ra lo que c i e rtos p a d res, que, te­
n i en d o h ij a s h erm osas y l l e n a s de gra c i a, l a s vis te n
con tel a s b a stas y a n ch a s p a ra o cu l t a r, l o que, p es e
a tod os esos recu rsos s i gu e n t en i e n d o l a s h ij a s.
La pasión, e l l i ri s m o, e l m ovi m i ento, todo lo
q u e es sum a de v i ta l i d ad y e s p l e n d o r, fu e repri m i ­
d o por l o s n eocl á s i cos, d e l o s cu a l e s, el {mi co qu e
p e rm a n ece ca s i i n ta cto es I n gres - d i scíp u l o rebel­
de de D avi d -, en el que a veces p u e d en encon tra r­
se r i q u ezas de con torn o y d e m i ste r i o q u e lo a l ejan
en p ri n c i p i o d e a q u e l l a esc u e l a a l a que n o re nun­
ció rotu n d a m e n te tal vez por fa l t a de va l o r o de
tiempo.
IV
Ten ía q u e produci rse forz o s a m e n te, l a rea cción
contra ese ya i n s a n o asceti s m o . La reacci ón p rodu­
j o a l h o m b re n e cesari o. Fue Euge n i o Delacroix : él
enca b ezó, como es s a b i d o, el movi m i ento que se
l l a m ó Rom a n t i c i s m o . Empezó de nu evo a ser l a
p i n t u ra, n a d o n cel l a vest i d a con to d o s l o s asal tos
d e l a gra ci a ; t e n ía otra vez p a d res a pa s i o n a d o s que
la e nj oya b a n estupendam e n te, p e ro n o en su d etri­
m ento como a n tes l o h ici e ra el rococó que l a ha­
bía vest i do d e h o rtera acau d a l a d a , sino al con tra rio,
1 14
p a ra e n a l tecerl a y a p rove c h a rl a e n benefi ci o d e l a
san ta p a s i ó n d e vivi r. C a ri ño i nm en so p o r el con­
torn o, l a m ateri a y l a exi stenci a, d e a h í el lema d e l a
escu ela rom á n t i ca . Despu é s d e l b a ñ o d e purita n i s­
mo obliga d o q u e e l a rte s e d i o con los neoclásicos,
volvió a surg i r con afi r m a c i o n e s vita l e s y ú t i l e s des­
bordami entos d e p a si ó n : empezaba e l i n d iv i d u o a
vivir en razón d e sí m i s m o y, por l o m i s m o, a cho­
car viol e nta m e nte con e l resto d e sus conci u d ad a­
nos; ahora ya n o se p i n ta b a ra zon an d o s i n o a m a n ­
d o . L a fri a l d a d d e la ra z ó n fu e reemplazada por l a
.
alegría d e vivir.
Es casi i nú t i l d e c i r q u e Del acroix y sus segui d o­
res origi n a ro n t remend o s escá n d a l o s e n los m e d i o s
académ i cos d e París. Los n eoclásicos cuyo tem a es­
taba práct i c a m e n t �· a gota d o , se e m p e ñ a b a n d en o­
dadamente e n co n t i n u a rl o .
Del a croi x fu e persegu i d o p o r l o s aca d é m i cos
fósil es, como l o h a n sido posteriorm ente tod o s l o s
q u e en a rte se a trev i e ro n a s e r ellos m i sm o s s i n e t i ­
q u e t a pres t a d a , pero com o Euge n i o Delacroix e ra
más fu ert e q u e los prej u i ci os h u ecos, p o rq u e b u s­
caba y rep resenta ba u n a verd ad - l a verd ad d e su
época - a l fi n s u tesis t ri u n fó y se i mpuso.
Neocl á s i cos sol o q u e d a ro n u n os cuantos p rofe­
sores d e a ca d e m i a s i n respon sab i l i da d y s i n senti­
do del t i e m po q u e l e s toca ba vivir.
Desp u é s d e l Ro rn a n t i cismo h ay u n a l a rga esca­
la de " - i s m o s", desde e l rea l i s m o h a sta el cu b i sm o,
surrea l i sm o, etcétera ; n o nos va mos a detener e n
cada u n o d e e l l os. Sería l a rgo e i n útil p ara n u e stro
1 15
p ropósito. Lo q u e sí consi d e ro i m p o rtante a n otar,
es q u e l a i n m e n s a m ayoría d e estas escu e l a s se ha­
b ía d i scuti d o en Europa y e s ta b a n p e rfecta mente
pasadas d e m o d a, cu a n d o a l l á p o r esos a ñ o s de fi­
nes del siglo p asad o, y p ri n c i p i o s d e este, u n p i n tor
costarri cense, o aspira nte a p i n to r, q u e a ú n creía en
I ta li a siendo q u e, como ya l o d ij im o s, ese p a ís e ra el
menos i nteresante p a ra u n p i nt o r, a l i stó sus b á rtu­
los y se m a rchó p a ra u n a aca d e m i a i ta l i a n a .
Regresó a C osta Rica d e s p u é s d e m u c h o s años.
Es, s i no me equ ivoco, e n e l m o mento e n q u e el
cub i smo estaba en · d iscu s i ó n c u a n d o volvió el re­
feri d o p i n to r d e su acad e m i a d o n d e, a lo q u e pa­
rece, los p rofesores seguían p e n s a n d o y actu ando
d e acuerdo con l a escu e l a n e o c l á sica : es d e ci r, con
ci en a ñ o s de retra so.
V pon sables. Resulta q u e u n costa rri cense con ganas
C reo q u e fue debido a l a s gesti ones d e este
buen señor q u e se fun d ó e n C o st a Ri ca l a E scuela
d e B e l l a s A rte s, l a que n at u ra l m e nte fu n c i o n a b a
b aj o su d i recci ón.
Muchas n i ñ as que veían e n el a rte u n a m a ne­
ra de pasar sus ocios, fu eron a l a aca d e m i a p a ra
d i straerse d i buj a n do cabezas d e Ven u s y Apolos
a l crayón . Algunos muchachos s i m p l e s q u e ten ían
cie1ia faci l i d a d para traza r l ín e a s de los cu a l e s al­
gunas veces l a s m adres d i ce n q u e "tie nen d i sposi­
ción", ta m b i é n ingresaro n a la escuela p ara p i n tar
116
p e rros y can a stos d e fl o res, con e l m i s m o s e n t i d o
co n qu e l a s a m a s d e casa h a ce n com p o ta d e fresas
y a lm o h a d as .
Ta l e s e ra n l o s fru tos q u e d a b a e s e o rgan i sm o
crea d o c o n fi n e s d i stintos .
C o m o e l j efe n o ten í a s e n t i d o d e l a rt e n i orien­
ta ci ón, su s a l u m n o s t a m b i é n e st ab an , l ógicamente,
h u é rfa n os d e esas cosas i n q u i etantes.
La aca d e m i a d ebe ser p a ra sus a l u m n o s l o que
un p a d re q u e t i e n e u n h ij o, l o m a n t i e n e , l o e d u ca,
lo disci p l i n a y lu ego l e d i ce : ya u sted e s un h o m b re
ha apren d id o l a gra m ática y l a re tóri ca d e l a vi d a ;
h e sem b ra d o senti m i en to s e i d eas en u s te d . Lo de­
m ás d e b e apre n d erl o u sted solo . . . Lo d e m á s es su
propia experi enci a . ¿ Pe ro q u é h a cí a l a a c a d e m i a
con sus a l u m no s ? E ra u n p a d re i rrespo n s a b l e e ig­
norante ; su mal ej e m p l o d a b a los fru tos q u e e ra n de
espe ra rs e : h ij os mal e d u c a d os, ignora n te s e i rres­
de ser p i n tor h ab ía ido a E u ropa con e l á n i m o d e
serlo, pero n i Euro p a n i n a d i e puede h a ce r a rtistas
donde n o h ay m a te r i a prima p a ra ello. Lo que n atu­
ra no da S a l a m a n ca n o lo p resta, d ice el a d agio. D e
l a m i s m a m a ne ra n i n gu n a a c a d e m i a p u e d e h acer
de u n h o m b re simple u n p i ntor: por muy buena vo­
luntad que tenga este h o m b re simple.
D e m a n e ra q u e él fu e a Europa que e ra, en
aqu el tiempo y s i gu e s i e n d o, sem i l l ero d e corri en­
tes a rt ísti ca s a cuál m á s i n q u ietante, y é l n o se in­
q u i etó; regresó como se h a bía ido; s i n nada y en
paz con to d o s . E n p az con tod o s porq u e no traía
117
n i ngun a i d e a . S a b i d o e s q u e el h o m b re que t i e ne
un a i d e a n o está e n p a z con e l resto d e l m u n do . Ya
l o d ij o J e sú s : "Yo n o h e ven i d o a tra e r l a p az s in o l a
guerra".
Pero l o q u e e s p e o r, e l p i ntor estaba e n p az con­
s i go m i sm o ; se contenta b a con lo q u e t e n ía a m ano.
P in t a b a a l o n eocl á si co . Estab a fel i z p i n t a n d o esta­
t u a s y s i e n d o e s t a t u a él m i s m o ; l o s t o n o s oscu ros
y gri ses y l a s poses conven c i o n a l m en t e estatu arias
e ra n l as ca ra cterísticas d e lo que l l a m ab a i nocen­
t e m e n te "su p i n tu ra". Pa ra él no h a b ía p a sado el
Rom a n t i ci smo, n i el rea l i s m o, n i t a m p o co el i mpre­
s i o n i sm o . I gn ora b a tota l m e nte cosas cap itales que
t o d o p i n t o r de este s i gl o d e b e s a b e r :
1. q u e e l i m p re s i o n i sm o h a d escu b i e rto, en be­
nefi ci o de l a p i n t u ra e l u niverso d e l a luz; y
2. q u e e s e m u n d o d e p u ra l u z h a b ía s i d o sal­
va d o y soste n i d o por C éz a n ne q u i e n h abía
lo d o ta d o de una a rq u i tectu ra sól i d a .
De t a l m o d o n u e stro p i ntor q u e p od ía h a berle
d a d o u n i m pulso a l a rte en mi p atri a , como fu e a
Euro p a provi sto d e u n a s o rej era s d e l ta m a ñ o d e su
a l m a, no vio n a d a y regresó con l as o rej e ra s más
cre c i d a s ( a u n c u a n d o su a l m a segu ra ten i e n d o el
m i s m o t a m a ñ o de s i e mp re ), l ej o s de c o n t ri b u i r a
q u e en Costa Rica se h i ci e ra a rte verd a d e ro, cerró
e h izo estéri l, por el m o m e n to, el ú n i co ca m i n o que
h a b í a s i d o a bi e rto h a sta el m o m en t o .
1 18
VI
Así p a s a b a el ti e mpo e n J auj a ; l a l ímb i ca perso­
nalidad d e d o n To m á s Poved a n o que así se l l a m a b a
el p i n tor en cuest i ón, era l a " d u e ñ a" abso luta d e l a
acad e m i a d e b e l l a s a rtes; a h í n o s e consen tían re­
beldes; cu a l q u i e r a l u m n o que se s i n ti era con aga­
llas sufi ci entes p a ra tener su propi a perso n a l i d ad,
dentro o fue ra d e l a escu e l a, e m p ezaba a ser p e r­
sona no grata y e l e m e nto d e d i scord i a i n tol era b l e . . .
Ese estado d e cosas parecía q u e s e pro l o ngaría i n­
defi n i d a m e n t e . C o sta Ri ca, p u e b l o p l á s t i co por ex­
celencia, no t e n ía p i n tores q u e pud i era n l l a m a rse
así co n j u st i c i a . A como iban las cosas, era de espe­
rarse que no J o s tend ría n u nca. A s í e ra d e su p o n e r­
se al m e n o s ; pero h e a q u í q u e d e p ron to se empe­
zó a notar u n ca m b i o ext raord i n a ri o ; unos j óve n e s
extra ños se d a b a n a conocer c o m o p i n tores. C o n
ellos s e m a n i festó, p o r pri m era v e z e n l a h i stori a d e
Costa Ri ca, el fenómeno pura m e nte a rtís t i co .
Unos p i n tores chocan tes e ran e s t o s . Lo chocan­
te consistía en que n ada te n ían d e común con la
academ i a y menos aün con don To más. Ellos p i n­
taban en forma d el i ra nt e ; con p a s i ó n por l a forma;
sobre t o d o por l a l u z y l a s a t m ó s fera s b ri l l a ntes.
Estos p i n to res, por lo vi sto, estaban d ispu estos ad­
mirablemente p a ra romper odas l o s moldes y cá­
nones p l á st i cos ( ? ) ·i mpu estos por d on Tom á s na­
die sabe todavía con q u é dere cho. D o n Tom á s y
otros señ o res del m i smo corte m en ta l sentían a los
j óve n es altamente p e l i grosos y mereced ores d e l a
1 19
etern a con denación. H a b ía q u e h acer l a gu e rra a
l o s muchachos iconoclastas ( d e nt ro d e l o costarri­
cense de 1 92 9 ), que a m e n az a b a n con term i n a r, en
u n d o s por tres, con tod a l a t ra d i c i ó n t o m a s i n a y
su s sueiios d e yeso p u ro y co ncreto.
Así empezó l a batal l a . B atall a d e u n os pocos
h o m b res que tenían i d ea s, contra el m ayo r n ú m e­
ro d e hombres que no tenían n i n gu n a . Lo que, es
m ás, contra el i nmenso conglo m e ra do q u e no qu e­
ría ser contrari a d o con respecto a s u s gustos ad­
q u i ri dos con mucho trabajo a l o l argo d e varia s
generaciones.
¿ C ómo? ¿Se atrevían estos sell.ores i m berbes a
prete nder vari ar, d e u n extre mo a otro, y d e u n solo
go l p e, los conceptos esta bleci d o s q u e ya tenían los
h o n ra d o s ci u d a d anos, l o s fl a m a n tes co merc i a n­
tes, l o s íncl i tos j u eces, l o s peri tos agrícol as con re8-
p ecto a l a rte? ¿No i m p l icaba esto a l go que a ü n era
m ás terri ble, a saber, q u e s i se vari a b a n con cep­
tos con respecto al a rte d ebían vari arse n ecesari a­
m ente con respecto a l a vida? Eso n o podía ser. ¡ Por
n i ngún motivo d ebía permitirse q u e se l ograra tal
co s a ! Pa ra i m ped i rlo ahí esta b a d o n To más y un
l ote de ancianos p a recid o s a él, y la soci e d a d ente­
ra "ofe n d i d a".
A rtícu l o s e n l a pre n s a ( si es q u e se p u e d e l l a­
m a r p rensa a la de mi p a ís ), i b a n y ven ía n .
El p a s a d o s e peleaba a m ue rte c o n e l futuro . El
"m useo" choca b a con l a d i n á m i ca de la luz y del
a ire . Una to n e l a d a d e yeso i n tenta b a l evan ta rse de
su s i t i o, que las l eyes d e la grave d a d l e a si gn a b a n
1 20
a ras d e t i e rra, p ara corre r tra s el a i re y d e stro n a r­
lo. Como s e compre n d erá l a e mp re s a e ra m a teria l ­
m e nte i m p o s i b l e . L a ton e l a d a d e y e s o p u ro y con­
cre to; el q ui nt a l d e argam a sa q u í m i ca m e n te p u ra,
j unto con tod o l o q u e rep resentaba, se q u e d ó en
tierra quizá p o rq u e su m ateri a ya pesaba d em as i a ­
do s i n j us t i fi ca c i ó n p o s i b l e .
La l u c h a fu e gra n d e y enco n a d a . Con tra l o s a r­
tistas esta b a todo el m e d i o a m bi ente : i n me n s o n ú ­
mero que se conform a b a con l o q u e creía d es d e h a ­
cía m u c h o t i e mp o .
Este i n menso n ú mero se d ivi d ía en d os· gru p o s :
e l d e los fó s i l e s c o n cara d e d ó m i n e e n refrigera d o ra,
que afirm a b a n saberlo todo; y e l d e los fó si l e s que
admitía n n o saber nada d e a rte, pero que, segú n de­
claraban categóri cam ente tampoco les hacía fal t a .
E l pri m e ro acu erp aba i n co n d i c i o n a l m en te a
don To m á s e n sus d e m a n d a s contra l o s j óven e s i m­
petu osos q u e, con fu ego i n contro l a b l e se d a b a n a
J a t a rea d e m e n ospreci ar l a rea l i d a d conven ci o n al,
para sa l i r a la gra n aven tu ra con l a i m agi naci ó n .
Don Tom á s y l o s gru pos p o r é l capita n e a d o s, s e
hab ían c o n fo rm a d o, d u ra n te mucho t i e m p o, con
los a l m a n a q u e s que rega l ab a n l a s casas come rc i a­
les anu a l m ente. Su p ro p i o a l m a n a q u e, l o eco n o mi­
zaban d i sfrutan d o con d e l e i te l o s q u e podían a d m i ­
rar en cas a d e su s am igo s .
De e s t e m o d o, rio se sentían b i e n d i sp u estos
para to lerar que a lgu ien vi n i era a d ecirl e s con cua­
dros o c o n poem as, que l a " b e l l eza d e los a l m a na­
q u es y l o s cro mos a l emanes n o era l a b e l leza s i n o
1 21
su m a l suce d á n e o ; e l m á s i n m e d i ato q u e p o d ía h a­
l la rse a m a n o s; el m á s vu l g a r y a b su rdo".
E l otro gran gru po, el d e l o s q ue a d mitían no
saber n a d a de "esas cosas d e a rte", y q u e d e cl ara ­
b a n e n fáticamen te q u e n o q u e rían saber n a d a de
ese a rte n uevo, e sta ba i n tegra d o p o r l a s tres cl a ses
costa rricenses, p o r tod a la soci e d a d costarricen se ,
e n u n a p a l ab ra .
L a socie d a d costarri cense s e vengaba d e s u s ar­
ti stas, l l a m á n d o l es locos y extravagantes. ( C o mo
vem o s, l a soci e d a d costa rri c e n s e n o se d i fe re ncia
en n a d a de l a de otros p a ís es ) . La s soci e d a d e s de
to d a s p a rtes d e l m u n d o h a n l l a m a do a s í a todos
a q u e l l o s que s e han atrevi d o a com eter el d e l i to de
tener i d e a s p ro p i a s .
VI I
Las clases costarri ce nses raz o n a b a n motiva n do
su o d i o :
1. Un p e q u e fl o gru po, sel ecto o n o, p retende
vari a r n u e stros pu ntos d e vista ya consagra­
dos p o r la costu m b re .
2. N osotro s estábamos m u y b i e n con n u estros
pu ntos de vi sta .
3. A u n en el caso d e q u e n u estro s . p u n to s de
vista sea n equivoca d os, i mp l ica gran tra b aj o
razon a r p a ra va ri arlos.
4. Toda agrupación, d e a rt i stas o no, que
1 22
dentro d e una sociedad esta b leci d a aspi­
ra a vari a r l a s normas d e vi d a es u n grupo
q u e se está en la o b ligaci ó n d e consi derar
peli groso.
5. Po r con sigu i en te, d ecl a ra m o s "pel igrosos" a
los a rt i stas.
6. Por ta nto, h ay que com batirl o s .
H e m o s supuesto l o s razona m i entos q u e se h i z o
l a soci edad costarrice n s e . Ahora d i g a m o s l o s que
no se h i z o :
1. Qu e siempre, cu a l q u i era q u e h aya s i d o l a
época, h a s i d o u n grupo selecto, una él i te,
la q u e ha i m pu e s to sus gu stos a la m ayoría .
2. Qu e uno o vari os hom bres con u n a ver­
d a d en la mano, a la co rta o a la l a rga l ogra n
i mponerl a .
3. Qu e el a rte no p u e d e s e r h ec h o o si q u i e ra
d iscutido, por u n a m ayoría a n a lfa b eta d el
alma.
4. Qu e el a rte es m á s poderoso q u e l a i m beci­
l i dad col ectiva .
M i entra s tanto, en m e d i o d e l a general h osti l i ­
dad, l o s a rt i stas i b a n l ogra n d o s u p ro p ó s i to d e crear
algo nuevo; se sustituía lo estáti co p o r l o d i n á m i co ;
las pal etas d e l o s p i n to res tom a b a n u n a bri l l a ntez
in sól ita; la monoto nía e ra reemp l a z a d a victoriosa­
mente por los meca n i sm o s d e l a luz y el bello a i re .
S e em pezó por reiv i n d i ca r el p a i saj e . L a v i d a se
1 23
escla recía. Costa Rica e m p e z a b a a cono cerse a s í
m i sm a, a reconocer su b e l l ez a i n tegral a trav és d e
sus a rt i st a s .
Osear Wi lde, en su e nsayo sobre La decaden­
cia de la mentira, contesta a Cyri l qu i e n le ha p re­
gun ta d o : "¿Qu iere decir q u e l a n atura l e z a cop i a al
p a i s aj i sta, y toma d e él su s efe ctos?, n o e s así". y
Wil d e responde : " � atu ra l m e nte. A q u i é n, sin o a
los i mp re s i o n i stas d eb e m o s e s a s maravi l lo s a s nie­
b l a s p arduzcas que rastrea n p o r nuestras c a l l e s d e
Lon dres, esfumando l a luz y convirt ie n d o las casas
e n s o mb ra s monstru osas. ¿ A q u i é n s i n o a e l l os y
a s u s m aestros somos deud ores d e esas d e l i ci osas
bru m a s p l ateadas que se ciernen sobre el río, tro­
can d o e n gráciles fo rm a s esp ectra l e s l a cu rva del
p u e nte y la barcaza que pasa?" Y m á s a d e l a nte : "En
l a actu a l i d ad, l a gen te ve n i e b l a s, no porq u e h aya
ta l e s n i eb l a s sino porq u e l o s poetas y l o s p i nto res
le h a n e nseñado la m i steri osa b e lleza de s u s efec­
to s . E s muy posible que desde h a ce sigl o s h aya ha­
b i d o n i e b l a s en Londre s . S í, segura m e nte l a s ha ha­
bido. Pero n adie las veía".
Lo mismo exactame nte, ocurrió e n C osta Rica,
aunque con muchos años de retraso. Los p i ntores
y l o s poetas h acían notar, por pri mera vez, el tono
vi oleta y verde oro de la m o n ta ñ a ; los c i e l o s color
de m a ngo d e ciertas tard es; el a i re limpio y brillan­
te q ue, a veces, suele comparecer a l p a i saj e costarri­
cense como un i nvitado de luj o. Como Londres, San
José empezó a tener n i eblas de vez e n cuando no
plateada s, pero sí mora d a s, y rosáceas. Los p in tores
1 24
00 ven dían sus c u a d ro s, p e ro, poco a p oco, i b a n po­
b la n d o a q u e l p a ís d e si e rto d e b e lleza. Por obra y
gra ci a del a rte, l a l u z comenzaba a m a n i festarse e n
aqu el peque ñ o pueblo. Los p e q u eños b u rócratas co­
m enzaba n a p a rticip a r, a pesar suyo, de un m u n d o
do n de todo es p o s i b l e ; d o n d e l o extra o rd i nario es l o
natu ral y lo q u e es d el i cioso es l o j u sto.
En tretan to, los señ o res q u e segu í a n s i e n d o
"muy seri o s", l o s s e ñ o res q u e t o d o l o s abían, grita­
ban seria m ente y e n fu recían sin d i gn i d a d e i nú t i l­
mente. D e n u evo v i e n e a cuento Osear W i l d e c o n
m u c h a o p o rtu n i d a d . E n el m i sm o e n s ayo y a cita­
do dice : "En cam bi o a h o ra, preci s o es confesarl o, se
empi eza a a b u s a r d e m a s i a d o de tales n i e b l a s . S u
exagera d o rea l i s m o o ca s i o n a tre m e n d a s b ro n q u iti s
a los tontos. D o n d e el h o m b re cu l to ve u n efecto, e l
i ncu lto p i l l a u n e n fri am i ento".
Esto ocu rría s i n n i n gu n a d i ferencia en mi patri a :
Los sefi.ores "seri o s" se acatarra b a n . No son necesa­
rias to d a s e stas cosas q u e a h o ra ten e m o s - razona­
ban-. Lo s a rt i stas p o r s l a d o, h acían d e d u cciones y
sacaban concl u s i o n e s más o m e n o s p e regri n as.
Se p regu n ta b a n : ¿A la l e ch e, l e es n ecesari o el
arte, o a l a m e sa, o a l a s i l l a ? No. Evi d entemente n o .
L a mesa, l a s i l l a, l a leche y e l b a n co h ipotecario n o
tienen n ecesi d a d d e l a rte. S í a estas gentes tampoco
les hace n i ngun a fa l ta, ¿qué d i fe rencia puede h a b e r
entre l a mesa, l a s i l l a, el b anco h ipotecario y estas
gentes ? N i n gu n a . E ntonces n o e s j u sto q u e h aga­
mos caso d e tod a e s a l i sta d e "obj etos" s i qu e remos
pro d u c i r a rte.
1 25
 VI I I
q ue son poco más o m e n o s los sigu i ente s :
Los a rtistas p i n t a b a n con d e l i ri o . Pa sab an de
u n a escu e l a a otra con cel e ri d a d p a sm o s a ; era n
con scientes d e q u e n ecesita b a n a s i m i l a r en un e s­
p a c i o d e t i e m p o rel ativa m e n te redu c i d o, lo que a
Fra nci a l e h a b ía costado d e s a rro l l a r e n u n siglo y
resto; p ero l o s p i n to res rea l i z a b a n e st a hazaña en
ve i n te a ñ o s t o d o l o m á s .
M uy p ro n to h i ci eron suya l a t e s i s d e Moreau, e l
a l e ntador d e l o s fau v i stas, q u i e n d e cía : "Yo n o creo
en lo que veo. Yo solo creo en lo q u e no veo y en lo
que sie nto".
M ax J i m é n ez, e l p i ntor costa rri cense tan d i scu­
t i d o como gra n d e, excl a m a b a a gra n d e s voces para
q u e to d o el m u n d o oye ra : "Es d o n d e pri nc i p i a la
m e n t i ra en a rte, d o n d e pri nci p i a su e ncanta m i ento".
Con esto se t i e n e i d ea d e l a tón i ca que ya en
ese tiempo i b a a s u m i e n d o el a rte . L o s p i ntores qu e
se habían a p oya d o e n el rea l i sm o rel at ivo del i m­
p re s i o n i smo, l o d ej ab a n oste n s i b l e m en te; se com­
p lacían en ignorar l as real i d a d e s íntimas q u e ju­
gaban m a rav i l l o s a m e n te a extra m u ro s d e l a l ógica
cot i d i a n a .
En sus cu a d ros ocu rrían m u c h a s cosa s q u e en
la vida no suce d e n . Por obra d e l gra n m i sterio del
a rte, los sucesos d e l h o m b re y la n at u ra l eza, tenían
u n a so luci ó n d i st inta y d i stante de a q u e l l a que l i mi­
ta d a y conve n c i o n a l i n di ca b a l a v i d a d i a ri a .
Para resolve rse a s í se a p oya b a n e n pri n c i p i os
1 26
y d es cub ri m i e nto s q u e n orm a n e l a rte m o d e rno y
1. Qu e el sol o cu a l q u i e ra otro o bj eto n o s e
p u e d e reproduci r, pero s í re presentar; o l o
q u e es lo m i s m o : sugerir. Esto perm i te a l e s­
pectador d e l a obra d e a rte col a bo ra r con el
creador: crear a su vez.
2. Qu e la base d e a n a l ogías y, a menu do, pres­
c i n d i endo d e el l a s, con traspos i c i o n es, ri t­
mos d e color, h i p é rb o les, etcétera, se pue­
d en producir e n el espectador d e l a obra d e
a rte emoci on es "equ iva l entes", n o i gu a les, a
l a s q u e suscita u n p a i s aj e o u n a fl o r, o un
sueño . . .
3. Qu e e s completame nte i n út i l pro d u ci r e n el
espectad or emociones "igual es" a l a s q u e en
él p roduce u n p a raj e cu a l q u i era , porque n i
e l p in tor más fi el a s u obj etivo e s m á s fi el y
exacto que u n a cám a ra d e fotografía.
4. Qu e l a obra d e a rte h a d e ser, a nte todo, lu­
gar d onde a l i ente el d escubri m i ento; o sea,
que es l a esencia, l a i n tel i genci a, el tempe­
ra me nto d e l a s cosas, l o que a l a rti sta l e toca
exp lora r para m o s tra r esa suma de expe­
r i e n c i a del espíritu, no de los oj o s q u e están
en el rostro.
5. Por ú ltimo, qü e no se necesi t a ser poeta, n i
p i ntor, n i m ú s i co, p a ra ver y con t a r l a rea l i ­
d a d obj etiva . Qu e esta rea li d a d , s i n o es c i e­
go, se posee u n p a r d e oj os re l ativa m e nte
1 27
 obj etiva . Que esta rea l i d ad, si no es ciego, si
p o se e u n p a r d e oj o s relativa m e nte s a nos, la
puede ver suj eto o n o a l a rt i sta .
Esta gen e ración de p i n tores de q u e ven ­
go h a b l a nd o, p recursores d e l a rte mod ern o e n
Costa Rica, e s l l a m a d a " G en e ra c i ó n d e 1 93 0".
Desgraci a d a me nte perm anecen muy pocos d e l os
q u e l a i n tegraro n . Otro s se h a n m a l ogrado. No
mencion a ré sus nombres; q u izá p or d olor o por
respeto a su fracaso. Tod o fra caso es digno de res­
peto porq u e i m p l i ca u n a tentativa p a ra a lcanzar lo
m á s . En el caso del a rt i sta su fra caso es el más d i g­
no d e res peto, p orque tra d u ce u n a te ntativa fru stra­
da p a ra l ogra r lo infi n i to . Es el d ram a del h o m b re a
q u i e n l e faltó e statura y fu erza p a ra ganar l a b a talla
dentro d e p l an o s a ltísi mos. D i ré, s i n e mbargo, en
pocas p a l a b ra s, l a s ca usas q u e, e n m i mod esta op i­
n ió n origi n aron ese fracaso .
Algu n o s d e los p intore s d escu bri e ron, u nos
m ás pro n to, otro s más tard e, u n a receta extra p i ctó­
rica, digam os, q u e produ cía d i n ero .
Esta fórmul a consi stía e n p i ntar u n a casa " típ i­
ca", con una ca rreta y una m o n ta ñ a, a l l á, a l fo n do,
todo muy t íp i co, muy "boni to".
Esta m e rcadería l a pagaba muy b i e n e l turis­
mo i nternaci o n a l y también la otra clase d e t u ri s­
mo que e s m á s i nepta a ú n p a ra a p reciar l a o b ra de
a rte y ser j u sto con ell a : el tu rismo criol l o . La receta
era fácil y, por a ñ adidura, muy explotabl e . No s e te­
n ía más q u e h a cer que valerse del p oco ofi ci o q u e
1 28
se h abía a p re n d i d o y d e l a b o b e rí a aj e n a . E n u n a
p a la bra, s e h a cía p i n t u ra p a ra sorpre n d er a l a a l d e a
y, po r e n de, p a ra a gra d ar a l turis m o . . . U n o d e e l l o s
ha cía retratos con ce d i e n d o a l a s m o d e l o s u n a b e ­
ll eza q u e a m e n u d o n o t e n ía n . C o n e st o s e l a s com­
p lac ía . . . y e l l as paga b a n . . .
E l p retexto i nvoca d o p ara asaltar e l a rt e d e esta
manera e ra e l consa b i d o e strib i l l o de que " e l a rtista
tiene que vivi r".
Comentando e l tem a con M a n u e l d e l a C ru z
González ( que, d i ch o s e a d e p aso, n o t i e n e p reo­
cupa c i o n es d e eco n o m í a d o méstica cu a n d o s e tra­
ta de pi n ta r, s i n o s o l a m en te a rtíst i ca s ), é l m e d ecía
trata n d o de d i scu l p a r a sus colegas ( co n u n a i n d u l ­
gencia q u e afort u n a d a me nte n o t i e n e p ara sí m i s­
m o ) : "Es q u e ellos t i e n e n q u e vivi r". Le d ij e : "La p i n ­
tura no t i e n e l a cu lpa d e q u e e l l o s ten g a n q u e vivi r.
Parece u n a cosa p o s i b l e m e n te i n exp l i cab l e, p e ro
ci erta, q u e la belleza se reti ra d e m an o s d e l a rt i s­
ta en la m i s m a m e d i d a e n q u e e ste se acerca a su
estó m a go.
Estos h o mbres fra c a s a ro n . Asaltaro n el a rte va­
lién d o se del arte m i s m o cu a n d o l e h a bían a rran ca ·­
do u n o s pocos secretos. S e q u e da ro n a b a n d o n a d o s
y en u n a t aj o .
Asaltar el a rte va l i é n d ose d e l a rt e m i s m o . Ta l
vez el d i ch o parezca i ns ó l i to . Pero es q u e el caso
del a rt i sta que a s a l ta el a rte val i é n d ose del a rte, es
el m i s m o d e aquel h o m b re que fue a cogido e n u n a
gran ca sa, y a q u i e n s e l e d i o a mi stad y se l e en­
señ aron l o s secretos d e l a casa y e l sitio donde el
1 29
p a d re gu a rd a b a e l d i n e ro . . . y u n a n o ch e, v a l i é ndose
d e l a m or y l a confianza q u e e n él h a b í a n d ep osita­
d o, a sa l tó l a gran casa, l a rob ó y h uyó, y l o s d u eños
p ara s i e mp re i gn o raron a l a mi go i nfiel, s e vengaron
a b a n d on á n d o l o .
A s í h i z o c o n e l l o s l a p i ntura . N o fu eron m ás
a l l á . S e q u e da ro n p intan d o p a i saj es i nt ra scen den­
tes p a ra ven d érse l o s al p ri m e r turista q u e l legara,
extra nj ero o cri o l l o .
IX
Y ú l t i m o . M a s h ay q ui en e s a p a re n tem e n te so­
bre p a saro n ese . pel i gro . Pa ra caer e n otro m ayor.
S o n l o s q u e se confo rm a ron d e m a s i a d o pronto con
u n o s cu a ntos l a u rel e s, q u e, e n la vi d a del a rti sta,
o m á s b i e n p ara su obra , no p u e d e n ni d eben te­
n e r i mp o rtancia, permanecen, como a n tes d ij e de
otros , en paz con sigo m i s m o s . Qu i e ro d ec i r q u e su
i n q u i etud h a d ecaído visi b l e m e nte y q u e a h o ra es­
tán e m p ozados, estan c a d o s, ocupados en el enor­
m e t ra baj o que, p ara u n a rt i sta rep resenta l i m i ta rse
a sí m i sm o su h orizonte e stéti co.
" Ren ovarse o m orir" h a d i c h o u n mal p o eta i ta­
l i a n o q u e a veces, q uizá p a ra d i s i m u l a r su terri ble
s u p e rfici a l i d a d, d ecía cosas s i m p l e s y verd ad e ras.
A q u e l l o s d e que hablo n o se renu eva n ; e l resultado
i nm e di ato q u e se está vi e n d o e n su p i n tu ra es una
suerte d e estancamiento m uy cómodo, por l o de­
m á s ; l o d ifíci l es supera r c a d a d ía l a o b ra ; cumplir
1 30
los compro m i so s a d q u i ri d os, a u n q u e solo s e a con
su genera ci ó n . Pero esto n o se consigu e sentánd o s e
e n u n s i l l ó n m u l l i do. L o s fru tos, e n el a rte n o e stán
a l alcance d e l a m a n o ; si fuera así, cua lq u i e r a dve­
nedizo p o d ría ser un arti sta cu a n d o se le ocurri era;
afortu n a d a m en te solo l e es dado a l canzarlos al q u e
va p o r e l l o s . Pero, rep ito : no es l a actitu d i ntern a
del hombre sentado en u n sofá, l o q u e más ayud a a
re cog er l o s frutos.
Verd a d es, que posibl emente el a m b i e nte c o n s­
treñ i do y p obrísi m o en q u e d i sfrutan y se m u e­
.
ven los a rt i stas, sea l a causa d e q u e nu estro a rte
se haya red u c i d o tan considera b l e m e n te, h as­
ta el p u n to de q u e, como d ij e, q u e d e n m uy pocos
de todos l o s q u e se i n i ci a ron a l l á por esos a ños
de 1 929-3 0 .
Pero, ta m b i é n es cierto, q u e el a rti sta - se r d es­
de lu ego casi i d é n t ico a la gran m ayoría de l o s h o m ­
bres- se d i fe rencia d e estos en q u e t i e n e m á s o b l i ­
gaciones. Po r ej emplo, a l p a so q u e se con c i b e a u n
veci no a p l a s t a d o p o r ci rcu n stancias exteriores a é l ,
n o es d a b l e perm itirle al a rtist a semej a n te p ostura ;
d ebe sobrepon e rse a tod o . Si lo h a c e es n at u ra l . S i
n o logra h a cerl o es i mperd o n a b l e . J a m á s n o s a s o m ­
bramos porq u e sobrepasa en m u ch o a su época y
se adela nta a s í m i smo, a m e n u d o va ri o s s i gl o s o
años.
"Pon e r la otra m ej i l l a es cómodo", d ecía M ax
Jiménez, q u izá p orq u e veía e l ej e m p l o d e l o s q u e,
pertenecie n d o a su pro p i a categoría ( al m e n os, a s í
lo creía él ) p o n ía n constantem ente l a otra m ej il l a
131
d e n tro d e su p rop i a i nt i m i d a d ; y d en tro d e su pr o­
p i a i ntimid ad se ren d ía n s i n con di c i o n e s .
La c i u d a d p eq u e ñ a . ¿Es esto? ¿ S o n l a s c a l l e s a n­
gostas y la m e n ta l i d a d ídem del n oven ta y n u ev e
p o r ciento d e l o s q u e tra nscurren por l a s ca l l e s y
cuya p asividad a nte l a obra d e a rte "perm ite" vivir
a los artistas?
En todo caso, estas circunstancias dan la sen sa­
ción de que una ciudad pequeña es exactame n te
como una gran ciu d a d : sirven ambas con i déntica efi­
cacia, aunque d e distinta manera, p ara probar los va­
lores. En la gran ciudad solo subsisten los que tienen
d erechos por sí mismos adquiridos . . . en la pequeña
ciudad con frecuencia no subsisten ni aun los que los
tienen . . . pero h ay evidencia constante d e que, tanto
en la grande como en la pequeña ciudad, los débiles
perecen sin tener siquiera un pretexto ni tampoco es­
pectadores. Viaj an incomuni cados por debaj o de su
alma, contestando las preguntas que no se h icieron
en su tiempo: respondiendo en vano. Se hallan mil
respuestas para j u stificarse. Es bien fácil buscar mo­
tivos de evasión; estos se confeccionan para rendir­
se. Pero una vez efectuada l a rendición, es completa­
mente inútil buscar pretexto p ara salvarse.
Así se empieza; se h ac e n mín i m a s concesiones;
se term ina por conceder aun lo que n o h a b ía sido
p e d i d o ; por ú l ti mo, se concede e l profu n d o d ere­
cho que tiene el a rtista a su sagrad a i nti m i d a d . . .
H oy se p inta u n p a is aj e o u n retrato ( fo tografía
al óleo, com o decía un exmi n i stro de E d u ca ci ó n de
C osta Rica ); ma ñ a n a u n señor de esos q u e s o n m uy
1 32
s e ri os , " e ncarga" d o s o m á s t e l a s, pero s e ñ a l a ate n ­
ta m en te l a gran u rge n c i a q u e tien e d e q u e e n e l l a s
s e o st ent e u n a e n o rm e vari e d a d d e fru tas ( a l a s q u e
s o lo l es fa lta s e r co m i d a s ) p o rq u e l a s q u ie re p a ra e l
co m ed or. N a t u ra l m e nte se accede a l o q u e e l cl i en ­
te de sea porq u e es e l q u e p a g a . . . Pa s a d o m a ñ a n a
se a ce pta s i n ru bor n o o tra suge stión, s i n o y a u n a
exig en ci a .
No se p ro cl a m a a q u í q u e el artista d e b a morir­
se d e h a m b re ; a m e n o s q u e sea n e cesario p a ra s u
obra. Pero es l o cierto q u e se p uede ven d e r, y h a s­
ta se d e b e, un n ü m e ro de h o ras de la vi d a d i a ria,
si e m pre que e sto n o tra iga a p a rej a d o h i p otecar el
alm a .
N o s d a m o s cuenta d e q u e ya n o exi ste c o m o e n
otra s e d a d es, no d i go m á s fel i ces, u n a clase l o su­
ficienteme nte d o t a d a p a ra a p reci a r la obra d e a rte
y con s i d e rarla c o m o e l e m e n to coti d i a n o y n ecesa­
rio co m o e l p a n, s i n o q u e, por el contrario, l a a c­
tual burgu esía, e n genera l , goza d e l a m á s perfe cta
ignora n c i a y h a ce ga l a d e l a m ayor i n d ife re n c i a en
cuanto se la sitúa fre nte a la obra d e arte.
En cam b i o, y como com p ensación fren te a estas
circunsta n c i a s, el a rtista ha i d o conqu i stan d o, p a ra
sí, y con cada u n o d e l o s p as o s dados d ura nte el
pasad o siglo y e n l o q u e l l evam o s d e este, su d e­
recho i na l i e n a b l e d e crear, d e vivi r y d e ser. D e b e,
pues, n o solo h a cer u so d e esos derechos q u e, p a ra
el creador n o son s i n o u n o sol o, s i n o defe n d e rl o s a
tod a co sta . D efe nderlos e s defenderse a sí m i s m o
de lo fác i l , m u l l i d o y b l a n d o .
1 33
 D ifícil e s s u perar e s a con d ic i ó n h u m an a q u e Est os tres crea d ores se confonn aron con ser
atra e h a c i a l o fá c i l ; l o fá c i l d i go, n o solo e n l a vi da so la m ente crea dore s . Dirá n e l los como Tou l ouse
coti d i a n a, s i n o e n l a pro p i a creac ió n . Fá cil es co n­ La uth rec : "¿Para q u é q u i ero ser conde s i puedo ser
q u i star la a p ro b a c i ó n de l o s "a d m i rad ores" fá c i l e s. p i n tor ?". N o h a n h ec h o conces i o n e s n i a los a d m i ra­
Pero d e e l l o s e s m ej o r h ui r. dores incond i c i o n a l e s n i a la burgu esía i n cu lta . S e
H acer a rte para d esl u m b ra r a u n o s cu a ntos han m ante n i d o en s u s t rece y e l re sulta d o h a s i d o e l
a d eptos i n c o n d i ci o n a l es, en cuya o p i n i ó n se cre e q u e d e b e esperar, con j u st i cia, u n a rt i sta.
ci egam e n te por amor p ro pi o, y p o rq u e s u s p a la bras
s u e n a n a m ú s i ca cel esti a l , n o d ej a d e ser m uy h u ­
m an o ; p e ro e n c a m b i o d ej a d e ser a rte . H a cer pin­
tura, o p o e s ía, o m ú s i ca p a ra sorprender a l a aldea,
a lo m ej or ti e n e su atractivo; p e ro p a rece c i e rto q u e
estos p l acere s se pagan caro s .
Por ú l t i m o, q u e d a n tres p i n tores. Despu é s d e
tod o l o escrito m e pa re ce i nj u sto d ej a r d e n om­
b ra rl os; p o d rían ser fá c i l m e n te c o nfu n d i d o s . No
h ab l a ré con cret a m e n te de e l l os, p orqu e i m p l i ca­
ría l a rga ta rea y actu a l m e n te i mp o s i b l e p a ra m í.
C arezco d e cop i a s y d e tod o m a terial e n q u é a po­
yarm e . A d e m ás, estoy l ej o s de todos. U n o de e llos,
M ax J i m én ez, m urió físi ca m ente en m ayo d e 1 947.
M an u e l d e l a C ru z G o n z ález, res i d e a ctu a l m en­
te e n La H a b a n a, a d o n d e lo l levaron sucesos po­
l íticos. Por ü lt i m o, Margarita B e rtheau; e s a d emás
d e gra n p i n to ra, l a d i rectora d el ü n i co grup o d e ba­
l let o rgan iz a d o y con scientemente d irig i d o con que
cuenta C o sta Ri ca. S e l e d ebe, por otra p a rte, que
mi p a ís cuente, e n este m o m e n to, con u n a gal e ría
d o n d e p u e d e n exh i bi rse con d ecencia y p u n tu a­
l i d a d , exp o s i ci o n e s d e p i n t u ra d e todas p a rtes del
mundo.

1 34 1 35
 Polé m i c a s ent re a rt i st a s :
dos a c t it u d e s frente a u n a t i ra n ía
A b r i l , 1 94 9 1 3

Antes d e e n trar en m ateri a e s pre ci s o h acer u n a

breve a c l a raci ó n : a cl aro : con e l p re s e n te a rtícu­
lo no d e seo, d e n in g u n a m an e ra, dar sati sfa cci ó n
a u n grup o o a person a algu n a determ i n a d a . S o l o
pretendo aclara r a lg u n a s turb i a s c o n s i d e racion es;
quitar l a duda d e donde ten d e n c i o s a y vel a d a m e n ­
te q u i s o ser p u esta; d e staca r p o s i c i o n e s resp a l d a ­
d a s por h e c h o s i n n egab l e s e i rreb ati b l es, c o n trapo­
n iénd o l a s a p a l a b ras; p a l a b ra s dichas o escritas sin
responsab i l i d a d a l gu na ; sí con prop ósitos oscuros
e i ncon fe s a b les.
Hace vari o s d ía s G u ate m a l a es testigo d e u n a
curiosa p o l é m i c a . C u ri o sa, d ecim os, porq u e esta
polémica está s i e n d o su ste ntada por un h o m b re
solo co n tra u n nutrido grupo.
Comenzó, como e s del dominio d e todos, cu a n ­
d o e l s e ñ o r Euge n i o F. G ra n e l l 1 4, s a b i é nd ose e n u n a
13 El Imparcial, G uatemala, m a rtes 1 2 d e a bril d e 1 949, p p . 3-5.
1 4 Eugen i o Fern ándl'Z Gra nell, p intor su rrealista republicano espa i'l ol del exi­
l io, cult ivó una si ncera ami stad con Eunice Odio. C o n t ra la campaña d i rigida en
Guatemala contra Granell, a quién se preten d i ú acusar de "agente de Fra nco",
escribió Eu n ice dos a rt ícu l os; eJlos son: "Dos acti t udes frente ,1 u n a t i ra nía" y
"La gratitud mal entend i d a o De Stalin abajo n i nguno'. A fines de 1 94 8, el gru po
SAKER-TI de a rtistas y escritores j óvenes, plan teó a otras e n t i d ades cult u rales
-entre ellas la Asociación G u atemalteca d e Escritores y A rtistas Revolucio n a ri os
(AGEAR), a la cual perteneciero n Eunice Odio y G ra nell - y a d i ferentes i n telec­
tuales, la posibilidad de realizar el Primer Con greso de I n telectu ales y Artistas
Guatemaltecos; para est u d i a r los problemas m.í s import a n tes de la cultura y el

137
 :�
repú blica d e m oc rática, d o n d e i m pe ra l a m á s i rr e s­
tricta l i b e rta d d e p en s a m i e n to y d e expresi ó n, l e
d i rigiera u n a c a rta, como m i e mb ro d e l a AG EAR,
a l s ecretari o g en e ra l d e d i c h a a so c i a c i ó n . D o s día s
d e sp ués, e n e l Diario de Cen tro A m érica a p a reció u n a
especie d e carta d e Raú l Lei va p ara e l señor G ra ne n
e n cabezada p o r e l grito d e l fas c i s m o i nternacio na l :
¡ Mu era l a i ntel i gencia ! , c o no c i d o m u n d i a l men­
te p o r h ab erl o i n ventado el fra nq u i s m o, a m o d o de
a rte en G u a temala, evento que Granell consid eraba promovido por el co mu­
n ismo i n ternacional. En cartil d i rigi d a al p i n tor Mari o Alvarado Rubio, en aquel
entonces secretario general dt• la AGEAR, le rn.i n i fiesta entre otras cosas lo si­
guiente: "Estimado com pa ñero : Creo que los i n te n tos solapados del comun ismo
por i n fl u i r en la vida a rt ís tic.i y cult ural, son mucho más peligrosos que lo que
generalmente se suporw ... Creo que la AGEA R ha dado u n mal paso al creer
conveniente part i cipar, s i q u i era sea .1 t ítulo de observadora, en los preparat ivos
del congreso q u e t•I v i a j e ro pol.ico o el arzobispo de t u rn o recib ieron la orden de
preparar en G u a temala . . . Una orga ni zación de i ntelect u ales y de artistas está hoy
en la obligación i n eludible dt.• declarar pli blicamente su fe democrá t i ca y repu­
d i a r, al m ismo t i empo, toda t ,• n d e ncia tota l itaria, sea esta fascista o com u n istn".
La publicación de esta ca rta origi nal a polém i ca entre G ranell y un n u trido grupo
d e a rt istas o e n t i d a d e s cu lt ura l es. Finalme nte, G ra nell fue absuelto por l a AGEAR
d e los cargos que le habían sido formulados, e ntre ellos de calu m n i a r el siste­
ma democrá t ico th• G u a km ala y de en treguismo. M a rio Alvarado Rubio d ice de
G ra n ell lo sigu iente: " D u rante su permanencia en la ext inta AGEA R, siempre fue
de los primeros en aport a r su d ecid ido apoyo a todas las gest iones y actividades
a rt ísticas que se efr•ct u a b a n . Su espíri tu amplio y su carácter i n q u ebra n table nun­
ca fallaron ante las med i d a s que se tomaban, oponiénd ose francamente a las que
consideraba inoport u n a s y viciadas ... En Gra nell n o solo enco n tramos al hombre
culto, a rt i sta, crítico y escritor, sino también a l amigo s i n cero, d e trato cordi a l que
s i e mpre de su casa . . ." ( '/\d iós .1 Fern á ndez Gra n e n," El Imparcial, 4 d e enero de
1 950. p. 3). Gra nell, huye n d o de la d i ctadur a fran q uista, l legó a Santo Domingo;
de aquí a Guatemala donde vive u nos tres años ( 1 947-1 950 ), y, fi n almente, se
t raslada a San Juan d e Pu erto Rico, en cuya u n iversidad enseñó materias d e su
competencia . Mario M o n teforte Toledo coment ó a s u p a rt id a : "El d iscutido a rtista
realizó en G u a temala u n a labor de pri merísimo orden, guiando con su experien­
cia a los p i n tores nuevos y a briendo los horizontes de la plásti ca contemporánea
a los est u d iantes d e a rtes. Pa rt icip<Í e n fila preferente en la fundación y mejora­
miento d e grupos de escri tores y a rtistas, y de publicaciones de cultura" ( Revista
del Maestro, Sección HA rte y letras de Gua temala en 1 950º, año V. n. º. 1 7 y 1 8,
abril d iciembre 1 950). "El Li bro de G u a tema la", "Colección Contemporáneos" le
publicó su libro t i tulado Arle y arlistas de G u a temala ( Crónicas y semblanzas de los
artistas notables que han estado en Gu atema l a ) (N. del A . ) .
1 38
_\ .
a m enaza, con tra l o s q u e, e n l a ca l l e, en el h o gar,
en l a pre n s a o en l a cát e d ra , se atreve n a p e n s a r y a
de c ir l o q u e piensan s i n c ortap i s a s . C o m e n ta re m o s
e l a rtí c u l o d e Leiva p o r párrafos, c o n s i d e ra n d o
q ue en e l l o s se p rete n d e p o n e r e n entred i cho, e n
form a vel a d a y con evi d e n te falta d e p ro b i d a d , l a
p erso n a l i d a d d e u n h o m b re val i o s o y h o n esto. E n
ese su e scri to, así com o e n l o s q u e l e s i g u ieron,
Leiva no s e atreve a acus a r a b i e rtamente a l s e ñ o r
Gra n e l l d e ser fra n qu i st a . Po r e l contrario, u s a l a
técnica del q u e p regu nta, n o d e l q u e a fi rm a n d o
·
s e com p ro m ete.
Pregu n ta Leiva : "¿Son c o m u n i stas, p a ra u sted,
estos j óve n e s y h o n e stos guate m a l tecos, s e 11 o r
Granel l ? ¿ Pu e d e p ro b a rl o ?"
Esta p regu nta, hecha a q u e m a rro pa, p o d ría ca­
l i ficarse c o m o sobra d o, i n ge n u a o d es m e s u ra d a ­
m e nte m a l i c i o s a . Es m á s fá c i l p ro b a r q u e G ra n e l l
n o es fra n q u i sta, c o m o l o h a ré, q u e p ro b a rl e a u n
gru po d e suj etos, o a u n s uj eto cu a l q u i e ra, q u e e s
comun i sta o q u e n o l o e s . Desde l a d i so l u c i ó n del
Com i ntern ya n o se volvi ó a saber, a c i e n c i a c i e rta,
quién es c o m u n i sta y q ui é n no lo es. La d i s o l u ci ó n
d e l C o m i n tern co i n ci d i ó c o n el reb autizo - c o n
nombres m á s o m e n o s i noce ntes-, d e casi tod o s
l o s pa rt i d o s com u n i st a s d e l m u n d o . S e d i o l a con­
signa d e o cu l ta rse p a ra s a l i r d e n u evo e n m ej ore s
tiempos. D e a h í q u e l a p a la b ra "co m u n i sta" tenga
ahora casi una signi fi ca c i ó n a bstracta.
M á s a d e l a nte añade Leiva : "¿ Usted d i rigió,
1 39
e n S anto D o m in go, u n a revista l iteraria, ve rda d
I de sm e sura d o n u e stro d e seo. L ei va s a b e, p o r ú l t i ­
G ran e l l ? ¡ C la ro, l a cultura, l a l i bertad, e l a rte! ".
C o n respecto a l o a n te r i o r h ay mucho q ue res­
ponder n o a Leiva que está b i e n e n tera d o d e l as u n­
to; p ero sí a la o p i n i ó n p ú b l i ca q u e se h a b rá h e­
cho algu n as pregunta s . C o n te stó : e l señor G ra n ell
sí h acía una rev i sta l i te ra ri a que es, q ui zá, la ú n i­
ca p ub l icación i ndepen d ie nte q u e se h aya p u b l i c a­
do en S anto D o mi ngo. D i c h o en otras p a l a b ra s : la
rev i sta e n cuest i ón n o se p u b l i ca b a, como suc ed e
con l a s demás q u e se han p u b l i c a d o o q u e se publi­
can, con d in ero s del · Gobierno d o m i n i ca n o que, en
esta fo rma, t i e n e agarra d o s p o r el cu e l l o a sus in­
tel e ctu ales. La rev i sta al u d i d a e ra manten i d a, en lo
eco n ó m i co, p o r u n gru p o d e i n tel ectu a l es d omini­
ca nos y extra nj eros, que u n b u e n d ía se reu n i eron
para reaiizar u n a empresa d e c u l t u ra ( n a d i e t iene
la culpa de q u e, en este m u n d o, l a s gentes se reú­
n a n p a ra cosas t a n advers a s . H ay q u i e n e s se reú­
n e n p a ra reza rl e a los santos; h ay q u i e n e s se agru­
p an, desvelán d ose para i nventar i nj u r i a s de la peor
clase; exi sten l o s que se reú n e n p a ra cal u m n iar y
causar otros d años; tam b i é n están l o s q u e se reú­
n e n para constru i r b e l leza; todo es cu esti ó n de l a
cal i d a d h u m a n a d e c a d a q u i én ) . P o r l o d e m á s, e n
La Poesía Sorprendida, q u e a s í s e l l a maba l a revi sta
en cuestión, col a boraban i ntelect ua l e s de l a talla
d e Ped ro S a l i n as, Lui s Cern ud a, M ario M o nteforte
Tol ed o, Alberto B aeza Fl ores, J o rge Roj as y otros
m u ch os, a q u i e n e s no p u e d e a cu sarse de s e r fran­
q u i stas por mucha que sea n u estra a u d a c i a o
m o, y p a ra termi n a r c o n La Poesía Sorprendida, q u e
ta n t o l o sorpre n d e y tan exa s p era d o l o trae, q u e
las ediciones, term i n a ro n cu a n d o p a rte d el gru p o
dom i n icano cl a u d i có y , con m otivo d e u n o d e tan­
tos a niversari o s truj i l l i stas, l e d e d i có una ve rgo n ­
.�, z o sa pág i n a a Truj i l l o . S egú n m e c o n st a ( y p u e d e
l
- •t!.
:��· .
comprobarlo el q u e l o d esee, con ej e m p l a res a l a
vista, q u e yo p o se o ), n i e n e l s igu i e n te n ü m e ro n i
e n d o s o tres m á s q u e sal ieron, h u bo c o l a b o ra ci ó n
_\�l
��
d e Eugen i o F. G ra n e l l . En vi s ta d e l a act i tu d servil y
clau d i ca nte d e s u s co m p a i1 eros, d i si d i ó d e l gru p o y
la revi sta tuvo m uy p o co t i e m p o m á s d e v i d a . Leiva
cont i n ú a p regu nta n d o : " ¿ Qu é fu e lo q u e q u i s o d e­
cir el esbi rro y genera l fra n q u i sta M i l l á n Astray,
cuan d o i n te rru m p i ó u n a co n ferencia d e l m a estro
Unamu n o h ace a l gu n o s a í1 o s, co n el cav e rn a ri o gri­
to de: "Mu era l a i n te l i gencia" ? A esto se p o d ría con­
testar, en b u e n a l ó gi ca, que e l obj etivo i n me d i ato
persegu i d o por M il l á n Astray e ra q u e U n a m u n o
se cal l a ra p orq u e, fo rzosame nte, p o r m o t ivos q u e
no se e scap an, a M il l á n Astray t e n ía q u e m o l estar­
le cu a l q u i e r cosa q u e d ij era U n a m u no, d e l a m i s­
ma m a n e ra q u e a Leiva t i e n e q u e m o l estarl e cual­
quier cosa q u e d iga G ra n e l l , t a m b i é n p o r motivos
que n o se esca p a n . Sigue a esta ú l ti m a, una serie d e
p reguntas i nterm i n a b l e s : Qu e s i el s e ñ o r G ra n e l l
sabe l o q u e q u i s o d-emostra r el fra n q u i s m o con el
ase s i n ato d e G a rcía L o rca; y s i sabe lo que l e suce­
dió a M i guel H ern á n d e z y a Macha d o, y a m u chos
p oetas, o b re ros e i nvestiga d o re s . Pu es c l a ro q u e lo
141
s a b e . Porq u e e n e l m om e nto e n q u e a s e s i n ab a n a
Fed e ri co y a H e r n á nd ez, a tantos otros, y e n ta n to
q u e L eiva s o p o rtab a , p a s ivam ente u n a t i ra n ía s a n­
grie n ta ( a L e i va , p o r l o v i sto, j a m á s l e h u b i e ra grita­
do n in gú n M i l l á n A st ray de n i n gu n a ten d encia to­
t a li ta r i a : ¡ Mu e ra l a i ntel i ge n ci a ! ) e l s e ñ o r Gra n ell
e ra com i sari o d e l Ej é rcito Repu b l i ca n o Espa ño l si n
h a ce r preguntas i n út i l e s s i n o h a c i e n d o a fi r ma cio­
n e s de h o m b re cab a l .
Prosigue Leiva d ic i e n d o l a ú ni ca verda d a l a que
él no hace h o n or c u a n d o excl a m a : " N u estro país
vive hoy u n régi m e n dem ocráti co d e a b soluta l i b er­
tad". Rel aci on a n d o l a s a n teriore s p a l ab ra s con l a po­
l é m i ca de q u e n o s ven i m os ocu p a n d o, l l egamos a la
triste concl u s i ón d e q u e, d e ser Leiva el conductor
d e l régimen, l a absol uta l i b e rtad democrát ica termi­
n a ría e n menos d e lo que canta un gal l o . Todos los
que n o p i e n sa n com o él · se verí a n obligados a colo­
carse, en l a boca, u n a espléndida cre m a l le ra d e oro,
o d e cobre, o d e p lata, segú n l a s p o si bi l i dades eco­
nómica s de los a m o rd azados. De l o contrario, no se
verían amenazados y cal u m n i ados com o el p resen­
te el señor G ranell p o r el i nmenso d e l i to de no pen­
sar a tono con Leiva, s i n o deportad o s, e n ca rcelados
o refugi ados. Por d i cha, la l ey de p rob a b i l i d ades no
los favorece a l respecto a él y a su grupo.
M á s a l l á, p o r segu n d a y p o r ú l ti m a vez, Lei va
vu elve a ser veraz cu a n d o d i ce : " q u e G ra n e l l es
u n verd a d e ro a rti sta", a u n q ue antes h abía a fi rma­
do q u e la l abor de G ra n en d e ntro de la a s o ci ación
d e e scritore s y a rt i stas e ra n eta y excl u s i va m e nte
1 42
políti ca. N o m in t i ó cu a nd o d ij o d e G ra n e l l " u n ver­
dad ero a rtista"; pero d ej ó d e ser veraz de ahí e n
adelante . H ace m uy cerca d e tres a ñ o s que el seúor
Gran e l l " s e cobij ó" e n t i e rra gu a te m a l teca, y p a ra
G ua tem a l a y p a ra l o s a rti stas verd a d ero s, e s e l ciu­
dadano esp a ñ o l que m á s h a contri bu i d o y contri ­
buye a benefi c i o d e l a cul tura gu ate m a l teca. Dentro
de l a AG EAR y l a APEBA, j a m á s se h a l l evad o a
cabo ningu n a a ctivi dad d e o rd e n a rtísti co e n q u e e l
trabaj o y e l s a b e r d e G ra n e l l n o h aya n i n terve n i d o
con ten aci d a d . D entro d e l a m b i ente a rt ístico su l a ­
bor ha sido tan fecu n d a, q u e entre los p i n to re s y e s­
cultores j óve n e s d e l a última p ro m oción s e l e reco­
noce co mo a l m a estro q u e con su p od e r crea tivo y
su palabra vi n o a i n q u i etar a q u i e n e s e s t a b a n a p to s
para t e n e r i n q ui e tu d e s .
Le iva p ro s i gu e : "Aq u í, c o m o b u e n e s p a í1 o l l e
in tere sa e l d i n e ro y l a p o l ít i c a . "A L e iva l e con sta,
por h a b e r vi s i ta d o l a casa d e l sef10r G ra n e l l d o n d e
s e l e bri n d ó cord i a l h o s p i ta l i d a d d u rante u n l a pso
d e ca si tres a ñ o s q u e yo conci bo d e m a s i a d o l a rgo,
que en e l la no solam ente no h ay nada superfl u o,
sino que, d ecorosam ente y con e sp l en d i d ez, h a sta
se carece d e l o n ecesario. ¿ O s e rá q u e, cu a l n u evo
Qu ij ote, Leiva toma l a s s i l l a s de m a n ufactu ra b a ra­
ta por tro n o s s a l o m ó n icos? ¡ Lo que se e n oj a ría d o n
Qu ij ote si supi e ra q u e a l gu i e n trata d e i m i ta rl e t a n
vi l m e nte !
Franco n o l e i nteresa - a segura Leiva- . ¡ Pa ra
qué, s i él, G ra ne l l es e sp a ñ o l ! I ngresa a la AG EAR.
Esta es una a s o cia ción d e escritores y a rtistas, p e ro
1 43
a él, a G ranell, le i nteresen m á s l a polít ica : vive
h aciéndola .
S i em p re a nt i soviética . Nu n ca a n tifra n q u i sta.
C urio s i d ad es, s i m p l e s cu ri o s i d a d e s .
Leiva conti n ú a haci e n d o como q u e i gn ora lo
q u e sabe p e rfectamen te . Pret e n d e, a nte e l p úbli­
co, n o estar a l tanto d e q u e, d u ra n te un año y me­
d io, e ntre el 47 y p a rte d e l 4 8, el señor G ra n e l l fue
agregado d e p rensa de l a lega c i ó n d e l a Repúbli ca
Españo l a e n Guate m a l a ; q u e d u rante todo ese
t i e mpo, fueron constantes sus ata q u e s a Franco y s u
régimen y, por ú lti m o, q u e e n ofi c i o d i ri g i d o a l en­
cargado de negocios a . í . , de Espa ñ a en Gu atemala,
q ue tengo a l a v ista, el p re s i d e n te del consej o de
m i n i stros de l a Repú b l i ca E sp a ñ o l a, se expresa de
l a m an e ra que tra n scri b o textu a l m e nte :
Ru éga l e h aga p rese nte a d o n Euge n i o
Fernández G ra n e l l el reco n o c i m i ento d e l
G o b ierno de l a Rep li b l i ca p o r l a meritoria
y provechosa l ab o r que vi e n e rea l izando, y
el i nterés, l a aten c i ó n y e l agra d o con q u e l a
sigu e e ste M i n i steri o . - Pa rís, 2 8 d e agosto
de 1 94 7 - E l p re s i d ente d e l C o nsej o y
m i n i stro d e Estado. ( Fi rmad o ) ALVARO D E
ALB O RNOZ.
Pero retornando a l arte y l a s ganancias de
G ra nen dice textualmente Leiva : " Tan es a sí, que se
l e h a perm i ti d o que, 'com o verd a de ro a rti sta que es',
1 44
(e s te ú l ti m o e ntreco m i l l a d o tamb i é n es m ío ) a ca­
p are a u n m i smo tiempo vario s p ue stos p ú b l icos",
etc ét era .
Qu i e n q u i e ra q u e s o l o oye a Leiva d e b e i m ag i ­
n ar se q u e e l s e ñ o r G ra ne l l t i e n e el m o n o p o l i o d e
l a ri q u eza y e l b i e n e sta r fis i o lógi co p rop i o d e l q u e
ti en e u n a ren ta m e n s u a l d e, p o r l o m e n o s d o s m i l
dó l are s . Vea m o s, y a q u e val e l a p e n a, cuá l e s s o n
esos n u m e ro sos pue stos d e G ra n e l l y l o q u e l e re­
porta n . E s p ro fesor e n la a ca d e m i a d e b e l l a s a rtes,
do nde , p o r l a suma d e 1 9 . 0 0 q u etz a l e s s i rv e l a cá­
te dra de h i stori a del a rte; e s cen sor de e s[Jectácu­
los: 1 00 q u etzales sin l os i mp u esto s d e d u c i d o s ; t i e­
ne u n a s c h a rl a s por ra d i o : 40 q u etz a l e s . H a v e n i d o
col a bo ra n d o en tres e d i c i o n e s d e l a revi s ta Vien to
Nuevo, d o n d e se le paga b a n 65 q u etza l e s p o r cola­
boraci ó n . C o m o ocurre q u e Vien to Nuevo, p o r i n ca­
paci d a d de l a s i mp re n t a s n o sale todos los m e se s
(entre e l 2º n ú m ero y l a aparición d e l 3°, m e d i ó u n
lapso d e m á s d e seis m e s e s ) , de a h í fác i l m e n te se
despre n d e q u e las ga n a n c i a s del señor G ra n e l l -Q
65 .00 e n s e i s meses-, n o p o d rían convertirlo e n u n
potenta d o . L a Revista del Maestro e s trim e stra l . Lo
más que s e l e ha l l egad o a pagar a l señor G ra n el l,
por co l a b o raci ón, h a n s i d o 5 0 q uetzal e s ; m u c h a s
veces 2 5 . E n cua nto a l a Revista de Guatemala, e s d e l
dom i n i o d e t o d o s que, entre u n n ú m e ro y otro, co­
rre en o ca s i on e s, mas d e un a ño, por lo que fá cil ­
mente s e d e d u ce q u e l a s gan a n c i a s d e cu a l q u i er
colabora d o r, por a s i d u o q u e sea, n o son exorb i ­
tantes s i n o exigu as. Y a p ro p ó s i to d e l a Revista de
1 45
Guatemala e s cu rioso n ot a r q u e, e n el últi m o n ú m e­ Después de tod o lo dicho y d e m o stra­
ro a p a recido e n d i c i em b re p as a d o, el ú n i co a rtícu­ do, d a n i ntensos d e s e o s de decir d e Leiva 1 5
l o d o n d e a p a rece un ata q u e a los n az i s en gene ral y l o q u e M o l iere d e c i e rto h ombre : " q u e t e n í a l a p ro­
a Fra nco e n p a rt i cu l a r, l o e s cri b i ó el señor G ra nell. bidad j u st a par a n o ser a h o rcado".
Los d em á s colabora dores, Leiva tam b i é n, se l i m itan
a h a b l a r d e otra s cosas. El a rtícu l o a l que m e refie­
ro es u n o en q u e, a p ropó s i to d e l l i b ro de Francisco
Esteve B otey : Francisco de Gaya y Lucientes, intérpre­
te gen ial de su época, G ra n e l l a p rovecha la o p o rtu ni­
dad p ara poner s u s b a n d e ri l l a s : 'Aq u í puede verse
cómo la besti a l i d a d nazi n o es i nvento de n u e stro s
d ía s, s i n o lógica con secu e n c i a d e l fu ror n a cionalis­
ta . ¡ Qu e m a r resto s y aventa r c e n i z a s de todo e l que
n o si e nta h e rv i r e n su san g re el b á rbaro fa n a tismo
d e l o n a ci o n a l ! "··y m á s a l l á d i c e : "El l i b ro s e p u b l i có
.
e n l a E s p a ñ a d e Fra nco cu a n d o u n a com i s i ó n médi­
ca trat a b a d e reivin d icar e l h o n or de l a d u q u esa de
Alba ( d e La Maja Desn uda), v i s t i e ndo su o s a menta
con e l rop aj e tardío de c i e rta s concl u s i o n e s medi­
co m o ra l es". Y un p oco d e s p u é s a ñ a d e : "Desde l u e­
go, lo q u e Goya en con tró en la du quesa de Alba
fu e a lgo muy d i sti nto de lo h a l l a d o en la espina
do rsa l d e su esq u el eto por la c o m i s i ó n d e m é d i cos
com p l aci entes con Franco ( l a e s p o rti l l a d e l a e stu­
p i d e z n a cional i sta conti n ú a a b ri éndose d e vez en
cu a n d o . S i e m p re p a ra l o m i s m o : p a ra espectáculos
m a ca b ro s )".
¿Será q u e Leiva n o l e e l a revi sta q u e d i rige?
De lo contra ri o, no se exp li ca, de n i ngu n a m a n e­
1 5 Raúl Leiva es u n o dL' l o s m <Í s a ltos poetas de la Gl' n era ción del C u a renta,
ra, q u e l o s p á rrafo s tran scri tos l e h aya n p a s a d o tan, cuyos miembros constata n el ro mpimiento con los m oldes modern i st a s, t ratan
una tem <Ítica compro metida y e m igra en 1 954 a M éxico, don d e muere e n 1 974
pero tan i n a d vert i d o s . (N. del A . ) .

1 46 1 47
 P u nto s d e Vi sta
· ii A lej a n d ro Sux corre tras u n t u ri st a
M ayo, 1 9 4 9 1 6

El señor Alej a n d ro Sux corri ó u n a gran ave n ­

tura ; u n a aventu ra d e q u i n ce d ías, corri d o s u n o a
uno s i n p e sta ú e a r, s i n i nco m o d a rs e . Qui nce días e n
bicicleta, segü n c o n fe s i ó n p ro p i a, b usca n d o al a l e­
gre seflor C a nta t a , d i zque auto r d e El insípido, l i b ro
íde m .
Y tod a esta b ú sq u e d a a p ro p ó s i to d e q u e
Canta l a ven ía l l ega n d o d e E s p a ñ a a N ueva York.
Por fi n , d es p u é s de ta nto a fá n, S ux logra su o bj e­
to d e en trevi starl o. Ya en plan d e charla, res u l ta
que S ux co m p ru e ba asun tos i n e fables como s o n
que Canta l a h a d escu b i e rto e ntre otra s c o s a s : q u e
e n Esp a ñ a se j u ega football, q u e se c o m e m uy m o ­
dernamente ( si n l o s al ard e s q u e se h a cían a ntes e n
materia cu l i n a ria, su p ri m i d o s a h ora q u e Fra nco re­
educa las m a n e ra s pantagru é l i cas d e los e s p a ñ o ­
les ) ; ta m b i é n h a d escu b i e rto l a s girls españolas y el
M e d i te rráneo c o n tapón d e co rch o .
Pa ra i r en o rd e n , s i n n e c e s i d a d porq u e l o q u e
a cont i n u ac i ó n d ecl ara s e p u e d e d ecir e n d esor­
den, p ro p o n e u n cu'estionario, p rimero : la E s p a ñ a
romántica. Vea m o s l o que es la E s p a ñ a rom á n t i ca
para C an t a la .
16 Del El Imparcial, G u a terna l .1, j u eves 1 2 d e mayo d e 1 949, pp. 1 0- 1 5.

1 49
 L o m á s i m po rtante e n e ste p u nto s e refi e re a los
h o rm o n e s rej uv e n ece d o re s q u e, s e g ú n él, e stá re­
c i b i e n d o e l i d i o m a d e C e rva n te s . ¡ La m a ravi l l a de
l a s m a ravi l l a s ! E l C h e a rgen t i n o, e l c h i co cuba no, el
m a nito m ex i cano y otras bellezas i d i o m á t i ca s, vita­
m in i z a n - p a ra d e ci rl o a l a m an e ra cantal o ra, cien­
t í fi ca d e C a n ta l a - , e l i d i om a d e C e rvantes. O sea
q u e ya l o s e s p a ñ o l e s e st á n h a b l a n d o m exicano y
a rge n ti n o . S o l o fa lta a h o ra, p a ra colm o, q u e l o s ar­
g e nt i n os a p re n d a n a h a b l ar e s p a ñ o l y q u e C a n tala
a p re n d a e l i n g l é s d e s p u é s d e tre i n ta años d e per­
m a n en c i a e n E sta d o s Un i do s .
Un p o c o d e s p u és, s i e m p re p o r o rden, en tra en
e scena la España soc i a l . S egú n n o s i n fo rm a , "se está
o p e ra n d o " u n a e specie d e revo l u c i ó n desde a rriba .
L a s l eye s soci a l e s q u e s e h a n v o t a d o ( ¿ n o será bo­
ta d o ? ) y que "to d o s los d ías" s e m ej o ran, a u m e n ­
t a n y exti e n d e n , son d e tal n atura l eza q u e n o creo
exi s t a n " mej o re s en p a ís a lgu n o ". ¡ C a ram ba, cara m­
b a ! Deci d i da m e n te, e l m u n d o e stá d ivi d i d o e n dos
gru p o s : el d e los q u e n a d a ven y n a d a s a b e n sobre
E s p a ñ a, a u n q u e se p a se n l a etern i d a d p l antados en
S evi l l a, y el d e l o s que todo l o s a b e n , l o ven y lo
capta n en un i n stante . C an ta l a e s de los ú lt i m os;
no necesita s i n o un cort ísi m o t i e m p o para d a rse
cuenta de lo trascend ental, i ns ó l i to y p ro fu n d o ; su­
ceden cosas en España y n a d i e, s o l o él, s e entera.
Nada menos que "una especi e de revo l u c i ó n d es­
de a rriba". ¿Arri b a de d ó n d e ? H echa p o r e l conde
Tutti- Frutt i , por los s a n to s y n u nca b i e n p o n d e ra­
d o s j e suitas, por l o s p ríncipes a sp i ra n tes a h o m b re,
1 50
e sti l o Fra nco; por l o s a fi c i o n a d o s a i n te l i ge nte, e s­
t i l o Pe m á n ; o por l o s ahorcad o s, l i nd a mente colga­
do s d e la parte de a rri ba d e los árbol e s . L u ego d e s­
c u b re a l o s l egi slad ores q u e n o comen, n i d u erm e n ,
m ej oran d o y exte n d i e n d o, "todos los días", corno s i
fueran s á b a n a s y ma nte l es, las d ichas l eyes entre
l as c u a l e s n o s i m agi n a rn o s que figura n a l gu n as d e
orden geo métri co, a d o b a d as por e s o s p a d re s de l a
p atri a y q u e d i rán poco m á s o m e n o s e n s u s cap ítu­
lo s más i m porta n tes : Ten e r d erecho d e a m o nton ar
u na seri e d e ca dávere s cuyo vo lumen e s d e d i ez
m etro s c ú b i cos, en u n a fo sa soci a l cuyo vol u men es
de S . Ten e r fa cu l ta d e s específi cas para poder h a ci­
nar, a d o s c i e n tos h o m bres en una cel d a m uy soci a l ,
cuyo oxígeno que rec i b e ( s i no l o recibe n o imp or­
ta), a p e n a s basta para cua tro h o m bre s, etcétera .
A continuación, el a l egre Ca nta l a s e d i scu l p a :
Tú preguntarás si se apl ican . . . ¡Tan to n o p u e d o d e­
cirte ! C l a ro que e l a l egre s e fi o r no se pre o cupó d e
sem ej a n te nad ería, veri fi car tales co sas h u b i era p o ­
d i do a ca rrearle a l gu n o s l ío s . A d e m á s , a é l l e b a s ta
con q u e se den l eyes "to d o s l o s d ías"; a b s o l u tamen­
te tod os l o s d ías; n o i m p o rta que l uego h aya n ece­
sidad de a l m acenarl a s, exportarl a s, com e r l a s, ven­
derl a s, e s t afa rl a s .
Estuve de turi sta, agrega a gu isa d e exp l i caci ó n ;
exp l i caci ó n i n ú t i l p o rq u e y a nos h ab í a m o s d a d o
cuenta d e que él siempre s e rá turi sta . Turi sta p o r
vocaci ón, por m e n ta l i d a d, por como d i d ad . Sobre
todo, p o r comod i d a d . A nad i e se escapa q u e, si a l
seño r C a ntata s e l e o cu rre i r de otra c o s a q u e, d e
151
turi sta, a esta s horas ya n o d isfrutaría d e su c óm o­
do pisi to l ím b i co situa d o e n a lgún lugar d e Nu eva
York; n i p o d ría contarno s cuentos legales a ce rc a
d e l eyes q u e se extie n d e n como sáb a n a s o epide­
mi as; a estas h ora s estarí a forma n d o p a rte d e los
q u e h a cen la revolución d e s d e a rriba, colgados de
la p a rte s u perior de los árb o l e s . Pero no, él es pre­
cavi do, por p recavid o m a rchó a Españ a con su al m a
d e turi sta, cosa que a n a d ie l e trae i n conve n i e nte s.
En esa pose d escubrió u n a n ueva especie d e sin­
d i ca tos ve rticales ( "co s a s vere des, Sancho amigo",
como d e c ía d o n Quij ote ) . Pero, cla ro, tal es sindica­
tos sin d u d a u na n ece s i d a d estética; se n e cesitaban
s i n d i catos q u e hicieran j uego, e n á ngu l o recto, con
los si n d i catos horizontales ( si nd i catos de m u ertos)
que cu e ntan, a u n qu e C antal a n o l o crea, con mu­
chos m i l e s de hombres, y q u e Fra n co regenta y se
e n ca rga de q u e engru esen c o n tin u a m ente.
Segu i d a m en te, habla d e football. Dice q u e en
Esp a ñ a es p o p u larísimo. ¡ Pero l o que se l l a m a po­
pularí s i m o ! Y lo d i ce con tal a rrobami e nto, q u e no
parece, s i n o que empuj a u n a p e l ot a con l a voz, y
que él m i s m o se convert i rá d efi nitiva m e nte e n pe­
lota algún d í a .
Qu i n to : y es aqu í dond e ap a rece l o fo rmi dable.
Asegu ra sin miedo, que e n Esp a ñ a se come; n o tan­
to como a ntes, no tanto; a ntes l o s españoles comían
mucho - ¡ los muy bru to s ! - ; ahora comen rac i o nal­
mente ( d esde el punto d e vista moderno sobre nutri­
ción ), lo cu a l q u iere decir, si lo perm ite Cantala, que
e l ven e ra b l e régimen ha vuelto a España educ ada,
1 52
muy m o d erna, muy a pega d a a los m o dern o s sis­
te m as d e n u trición p a trocinados y a m a dos p o r los
t u ris tas españo les que se divi e rten y por Fra nco.
fran co, como decíam o s, quiere ree d u ca r a los espa­
ño les di scípulos d e Pantagruel. ¿Cómo es eso d e co­
m er sin parar? ¡ Qu e no coman más! Qu e coman l o s
cu ras, q u e sigan com i e n d o l o s príncipes. ¡ Esos y a n o
s e com p o n e n ! Pero l o s d emás, esos n o . ¡ Qu e se edu­
quen ! "En este sentido -cuenta el e ntrevi stado-,
debo deci rte q u e h e recibido homenaj es c u l i n arios
d e ta l m a gn i tud, que l o s evitaba siempre que podía
p orque ca da uno d e e l l o s significaba i n d i gesti ó n se­
gu ra". Y ya ten e m o s l a aclaración del m i steri o de l a
abun d a ncia espa ñ o l a . Descubrimos q u e Cantala co­
mió y, claro, como perso n a generosa e i n ocente que
es, presupuso que el verbo comer p o d ía conj u garse
en Esp a ú a : Yo como, tü comes, él come, etcétera .
U n poco m á s a l l á, C a n ta l a o p i n a sobre el a rte e n
l a España d e Franco. Acerca de esto d i ce q u e "con­
tinúa e n sus norm a s clásicas". ¿Cómo es eso de que
"continú a" ? Lo que querrá decir es que h a vu elto, por
incapaci d a d d e los a rti stas que la habitan p ara ha­
cer otra cosa, a las normas clási cas o clasicoi des, h a
ti emp o extingu i d a s o desterradas d e l pensami ento
artístico contemporáneo. Posiblemente Cantala olvi­
da o ignora el períod o e n que en Esp a ñ a podían vi­
vir y convivi r sus poetas y a rtistas de tal fo rma, que
su creación repercu tía e n el mundo e ntero y norma­
ba l a m ayo r parte d e l a m ejor poética h i sp a noame­
ricana. I gnora, i gu a l m en te, que d uran te los ú l ti mos
veinte a ños los po etas hispa noamericanos d ej aron
1 53
d e i m po rtar d e Fra ncia porque España era suficien­
te p ara n utrirl os y acon sej arlos. N o, señor C antala,
" n o conti n ú a", s i n o que ha vu e l to a l a s n o rmas clási­
cas. La m ayoría d e su s gentes de l etras y a rtistas que
se q u e da ron, casi tod os m e d iocres, están recorrien­
do caminos ya tra nsitad os y gastados, por i n capaci­
d a d de d escu brir cam i n o s n u evos; por e star física y
m o ra l m ente i n ertes y por l o tanto i n eptos p ara ·abrir
n u evas brech a s y d a r n u evos b rotes. Espa ñ a h abía
d ej a d o de lado l as norm a s clásicas ( en te n di endo
l o clási co en el m a l sen tido que se le d a a hora en
Espa11 a ), pero l o s Pemanes y compa ñía, represen­
tantes i m pe1iérri tos de la d ecadencia, m oral y políti­
ca, s o n tamb i én arq u etipos d e la deca d e n ci a a rtística
espa 11 o l a y l os respo nsab l es d e ella. Sí l o s d iarios fu­
s i l a m i en tos y l a mi seria d e l pueblo español - que a
C antala no l o d esco nci e rtan como b u e n turista q u e
es-, fu eran su fi c i entes, el d ato m a l dado que nos
proporciona, ba staría para dan l os idea de l o que ha
l l ega d o a ser Esp aña en m a nos d e los b árbaros.
D i ce Cantal a q u e "a l g u n o s escul tores se han de­
j a d o i n fl u i r por las corri e n tes a rtíst i c a s d e Francia
y los Esta d o s U n i d os". . . ¿Y cuáles son esas co rrien­
tes d e Estados U n i d o s? ¿ S e referirá, aca so, a l a s co­
rri en tes d e l H u d so n ? Porqu e por a h o ra, y que se
s e p a, Esta d o s U n i d o s n o t i e n e corrie ntes a rtísti­
cas p ropias; absolu tamente n i n gu n a . S u s a rtistas
se l i m itan, por muy gra n d e s q u e s e a n, y al igual
que en tod a s p a rtes, a segu i r las corri entes a rtísti­
cas sugerid a s por E u ro p a ; m á s c o n cretam ente por
Fra n c i a . Y Fra n c i a s i gue a Picasso, otro esp añol
1 54
n a d a cl á s i c o q u e ta m b i é n se l e olvi d a . ¡ En teatro,
e n l ite ratu ra y en peri o d i smo, - p rosigu e- n a d a
qu e valga l a p e n a ! L o s esce n a ri o s s o n tod avía tro­
nos d e B e n ave nte y Arn i ch e s . N i ngún autor mod e r­
no les l l ega a l tob i l l o . . . Y vuelta a lo d e antes; n o
h ay má s re m ed i o q u e corregi rl e l a p l a n a . E n pri m e r
l ug ar, l o s escen ari os h a b í a n d ej a d o d e s e r tro n o s
para B e n avente y Arn i ch e s . G a rcía Larca y Rafa e l
Di este, p a ra n o deci r m á s nom bres, h a b ía n h e cho
s e ntir la necesi d a d d e otro tea tro d i fe rente a l ya a r­
� hiviejo d e d o n Jacinto. En l ugar d e l os d ra m o nes
·
a l gu sto de l a s costu rera s ( salva n d o, n atu ra l m e nte
Los in tereses creados ), se a s i stía a Yerm a y Doiia Rosita
la soltera . De in o d o q u e ta l es tro n o s estaban s i e n d o
bien d i sputa d o s . Pero a h o ra l o viej o, l o d eca d e n t i s­
ta y ya reco ntra usa d o h a vu elto a ocupar u n l u ga r
q u e no l e correspo n d e . L o s M a rq u i n a s y Pe m a nes
se encargan de e l l o .
A Espa i1 a s o l o l e q u e d a e l consu elo d e h a c e r h i s­
tori a antigu a ; a el l o se refi ere también Canta l a . L e
declara a S u x, en u n arre bato d e gozo : "Los esp a f10-
les tra baj a n fu e rte e n i nvestiga c i o n e s h i stó ri ca s : e n
ese sen tid o p ro d u cen o b ras muy i nteresantes. ¡ t a l
vez las m ej ores d e l a s q u e a p a recen a ctu a l m e n te e n
e l mun d o ! ". E s t o ú l timo es u n grave síntoma. I n d i ca
que los e s p a ñ o l es se d e d i ca n a h a b l a r d e l p a sa d o
porque no p u e d e n h a b l a r d e l presente. C u a n d o e n
u n país s e h a c e m u cha h i sto ria a n ti gua, m a l a nd a .
Yo, e n el lugar d e l a l egre s e i1 o r C a n tal a, me a l a rm a­
ría de tanta h i stori a .
1 55
 Arte p l á s t i c a me nte p u ro y a rte
m e r am e nte p l á stico
Ab e l a y e l c ol o r como s e r
Febrero, 1 95 0 1 7

A l o s q u e gu stan d e u n a rt e m e ra m ente p l á sti­

co, basad o e n e l t ri á ngulo de rel ación - formado
por e l cuad ro, el e s p e ct a d o r y e l a rtista - l a p i ntu­
ra de A b e l a n o puede d ecirles n a d a . Pero es q u e
Abela n o p i n ta p a ra e l l o s ; n i s i q u iera p a ra l o s q u e
no bu scan o n o exige n q u e exi sta e s a rel ac i ó n, p or­
que están en el secreto d e q u e , h oy más q u e n u n ca,
el art ista tiene el d erecho de l egi slar s o b re su p ro­
pia intim i d a d . Abela, p u e s, si n o pi nta p a ra n in gu­
no de l o s dos gru p o s, ¿ p a ra q u i é n pinta? Pues m uy
sencil l o : p i n ta p a ra s í m i sm o, p a ra su p ro p i o gozo
y mante n i m i e n to . P i nta p o rq u e ti ene un vehícu l o
de expres i ó n q u e é l m i s m o h a elegido, o q u e l o h a
elegi d o a é l : e l col or. Y e n c o l o re s se exp re s a, ú n i ca­
mente e n col ores, p re sci n d i e n d o de to d o l o d em á s .
Lo d e más, e n e s t e caso, vi e n e a s e r l a s categorías
estab l e c i d a s y nutri d a s p or el h o m bre; e l m u n d o de
los obj e tos, cada u n o con su fo rm a específi ca y p a r­
ticular; y e l m u n d o d e l o s s e n t i m ientos - a menu­
do confu n d i d o con e l mundo d e las emociones-.
Senta d a esta p remisa fu n d a m en tal, en l a q u e ra d i ca
parte d e l m i sterio d e l a p i n t u ra d e Abe l a y su gran

1 7 Revista Istma11ia ( de G u a t e m a l a p a ra todo Ct• n t roa mérica ). Director A n d rés

Townsend Ezcurra, Año 1, n . 0 5, 2 4 de febrero de 1 950, pp. 1 7-43.

1 57
nove d a d, p a se m o s a h a b l a r d e l p intor Abe l a y su s
cu a d ros .
D i á l o go y rel a ci ó n
C u a n d o h a c e poco h a b l a b a d e tri ángulo de re­
l a c i ó n , m e refería, n atura l m en te, a cua l q u i e ra for­
m a d e re l a c i ó n . Si d i go rel a ci ó n q u i e ro s i gn i ficar
d i á l ogo y, por lo ta n to, com u n i ca ci ó n, p u e nte entre
e l espect a d o r y e l cuadro, e n pri m er l ugar; y, en se­
gu n d o térmi n o, e ntre el e sp e cta dor y el a rti sta.
El d i á l ogo a q u e me refi ero se h a esta b l eci do,
s i e m p re, a te n i é n d o s e l o s tres personaj e s d e l tri án­
gu l o a l a s categorías o val o res p re c i ta d o s : m u n d o de
l o s obj etos o fo rm a s y m u n d o d e l o s sentim ie n tos.
A h o ra b i e n , d i a l oga n dos h o m b res o d o s obj e­
tos, - s i me p erm i te esto ú l ti m o- sobre cosas que
a m b o s con ocen .
C u a n d o se trata d e a rte p l á sti co, a rte d e rela­
ción o d i á logo e ntre especta d o r, cuadro y a rt ista,
ven d ría a ser, por s u p u e sto, o b i e n la representa­
ci ó n cl a rísi m a ( p ate n ci a a ri stotéli c a ) de o bj etos, su­
j etos, s i tu a ci o n es o senti m ie n to s, que e m p i ez a en
la p i n tu ra rup estre y, con tod a s las vari antes y m ati­
ces d e escuela, l l ega triu n fa l m e nte h a st a p r i ncipios
d e e ste s i glo, o b i en, e l a rte m á s sutil de las cua­
tro d i m en s i o n es, - obj etiva s y subj etivas - al cubis­
mo, a rte d e comu n i ca c i ó n i n d i recta, pero c o m u n i ­
cación a l fi n , e n q u e el a rt i sta e m p i eza a m i rar h a c i a
d e ntro d e s í y a expresar e ste l i bé rrim o e sta d o de
1 58
c on cie nci a, va l i é n d ose, p ara h a cerlo, d e señales
qu e rec u erd a n exp l íc i ta o i m p l ícitamente, todo el
mu n do circu l ante .
En este a rte d e comunicación i n d i recta e n q u e
e l a rtista se refi ere a l m u n d o u s a n d o e l l engu aj e
de l a profu n d i d a d, e l p i n tor p i nta sugi ri endo co­
sas conoci d a s o i nt u i d a s por e l que m i ra l o p inta­
do: form a s : recu e rd o de un va so; el resu men de u n
ná u frago, d e s n u d o s, n i i1 o s, a stros, serpi e n tes, b i o ­
grafías d e u n s u e ñ o, e n fin, tod o a q u e l l o q u e , en
un a dimensión i nterior o exteri or, por fo rm ar par­
te i n tegra l del m u n d o circu n d a n te, tra e a la memo­
ri a d e l observa d o r, -le gu ste o n o el cu a d ro-, u n a
suma d e exp eri e n c i a s i d eo-vi s u a l es, fa m i l i a re s, co­
tid i a nas, pero s i e m p re evoca d ora s y l ógi cas, n o i m ­
porta l a do si s d e m agia emp l e a d a p a ra a p e n a s su­
geri rlas e n la te l a .
En l o s cu a d ro s d e Abela, en va n o bu scaríamos
ni ngu n o d e esos e l em entos d e l mundo ci rcu nda n te
que conven c i o n a l n1 ente esperamos e n con t rar fre n ­
t e a u n a tel a - n o i m p o rta l a escu e l a a q u e esté a fi ­
liado el a rti sta- y q u e, a m a n era d e p u e n te, n o s po­
nen a p a l a b ra s con el cu adro pi ntado por el a rtista.
El a rte d e Abela, p u es, no es un a rte d e com u n i ca ­
ci ón, puesto q u e n o l e h a b l a a l hombre de l a s co­
sas qué este "co n oce", n i l e p ropone o t ros proble­
m a s q u e l o s q u e, etern a m e n te, p l a n tea la obra d e
arte en c u a n to ta l .
1 59
 M o n d ri a n : u n a d e finició n
Si no es un a rte d e rel a ci ó n o d i á logo, ¿ q u é es
el a rte de Ab e l a ? Qu izás u n a b u e n a defi ni ci ó n sea
l a sigu i ente d a d a por P i et M on d ri a n a p ropósito de
su pro p i a p i n tu ra : "Un a rte p l ásti camente p u ro, que
ostensiblem en te se a p a rta de un a rte m e ramente
p l ástico".
R a s tros
En 1 92 7, Abe l a a b a n d o n ó l o s aplausos y una
m agn ifica p o si ci ó n eco n ó m i ca march á n d o se a París.
Su form ación estrictame nte acad é m i ca sufri ó u n te­
rri b l e impa cto en a q u e l París d o n d e la revo lu ción
p icass i a n a h a b ía l l ega d o a su apoge o . Ante aque­
l l a ap oteo sis d e arborescentes resu ltados y p ropor­
ciones m u n d i a l es, e l a rti sta cubano se aturd i ó . Sin
emb argo, él sentía que e ra u n a rti sta que n e ce sa ri a­
mente ten í a a lgo que d e c i r. Varios meses d e am b u ló
tortura d o por ga l e rías y m u seos h a sta q u e, u n día,
encontró l o q ue, desp u é s d e tra n scu rridos vein­
te a ñ o s, h a ven i d o a c u l m i n ar e n este a rte q u e hoy
está h aciendo en Guate m a l a . Por a q u e l e ntonces
d íj os e : lo m ejor que h ay en mí ten d rá q u e ser, fo r­
zosamente, l o que m e d i ga a m í m i smo y n o l o que
q u i era decirl e a l o s d e m á s . Abe l a tomó u n a tel a y
se p u so a j ugar con los col ores; a b u sca r c a l i d a d e s y
co m b in a ciones que res u mían algo muy suyo; p ero
ta m b i é n a q u el l o s lienzos de París fueron p ue stos a
1 60
contribución d e a l go q u e era, s i e m p re, u n m e d i o d e
relación c o n e l e s p e ctador d e s u s cu a d ro s : referen­
cias, i n s i n u a c i o n e s a n ecdót i c a s ; for ma s, figuras q u e
l e p e rmi t í a n i n te rve n i r e n l a p l át i ca h u m a n a ; tod a ­
ví a no visl u m b ra b a e sto q u e h oy, e n G u atem a l a, é l
co n sid era su h a l l a zgo, su e n c u en t ro d efi n i tivo : e l
de q u e e l c o l o r, por s í m i smo, e s u n a e n t i d a d p l á s­
tica, con u n i d ad, val o r y vid a p ro p i a, i n d ep e n di e n ­
te d e l o q u e p u e d e ser e l colo r c o m o e l e m ento con­
tri buy ente y c o m p l e m e n tario d el todo del cu a d ro .
E n l a pintura d e Ab e l a, e l c o l o r n o e s u n vehícu­
lo para d ec i r : flor roj a, cánta ro negro, ro stro · m ate,
ci elo azu l , s i n o esto otro : el co l o r es, e n su e s e nc i a,
un e l emen to p l á st i co vital c o n d i n á mi ca, e m o c i ó n
y orden pro p i o s ; d e n in gu n a m a n e ra u n e l em e n to
úti l, exp lota b l e p a ra expresar c o s a s , n i otra s e m o­
ciones q u e n o sean l a s q u e es ca p az d e despertar el
color por s í m i sm o . El col or, p u e s, d e este m o d o t ra ­
tado y conte m p l a d o, a d q u i e re categoría d e símbo­
lo y predicado d e i l u stre . Trozos, m a n c h a s d e color,
separados por u n mecani smo d e l í n e a y u n a p e rfec­
ta val o ración, h acen que e l e q u i l i b ri o, la ten s i ó n, se
mantengan ; por otra p a rte, ese m i smo mecanismo
de l ínea a p a s i o n a d a m en te m a n ej ad o por una m a n o
di estra, h ac e n d e los cuadros a l a vi sta, l u ga re s d e
movi m iento i nusitado, c o n u n a extra ñ a, m i steri o s a
vid a i n teri o r, celul ar; tal com o i m ag in a mos e l p ro­
ceso físico necesari o · pa ra q u e u na rosa sea ros a y
páj a ros l o s p áj a ros.
H u b o otro h ombre, ya m u e rto, q u e tuvo tam ­
b i é n el m i s m o p u n to d e p arti d a d e Abe l a ; m e
1 61
refi e ro a P i e t M o n d ri a n . Digo q u e s o la m e n te e l m i s­
m o p unto d e p a rt i d a, porque a m b o s s a l e n d el m i s ­
m o lugar p a ra t om ar distintas ru tas. M o n dri a n creí a
e n e l color c o m o categoría q u e, a p a rta d a d e l a fo r­
m a, p o d í a ten e r t a n ta vige n c i a c o m o l a fo rma m i s ­
m a p a ra efecto s p l á st i cos p u ro s . S i mu ltáneamente,
a p rovecha b a e s a e q u iva l e n c i a d e l c o l o r, com o fuer­
z a m otora p a ra d eterm i n a r, e n c o nj unción con l a
geom etría, u n a serie d e s e n s a ci o n e s agra d a b les a
l a vi sta, m at e m á t i ca mente p l an e a d a s d entro de "un
ord e n geométrico recti l ín e o M o n d ri a n, pu es, pla­
neaba; el azar no i n tervenía p a ra nada en su obra ;
su tra baj o e ra el p rodu cto d e u n p roceso cereb ral
o, si se p refi e re, d e una e m o c i ó n cere b ra l . Su a rte
d ep e n d ía estricta m en te d e u n s i ste m a , el resulta do
de su o b ra tuvo y t i e n e consecu e n c i a s p rá ctica s : l a s
d e l a rte a p l i ca d o . A s í s u l en gu aj e s e h a d i semi nado
por el m u n d o en fo rma d e a lfo m b ra s, tel a s, m o sai­
cos, vivi e n d a s, etc. En el a rte d e A b el a , p o r el con­
t ra ri o, n a d a h ay de p l a n o s i st e m a y e l azar es el
vehículo con d u ctor por exce l e n c i a . Un azar gu iado
tácitame nte por el a rt i sta ; en a rte, e l azar no pue­
d e estar d i s o ci a d o d e l a m a n o crea d o ra ; cu a l q u ie­
ra q u e sea e l ru m b o fantástico q u e tom e, d e todas
man era s, i rá b i e n a fi anzado y d i rigido d e m a nera
i mp o n dera b l e , e n l a gra n ave n t u ra del espíri tu. El
a rte d e Abela p u e d e e n u n ci a rse como e l p ro d ucto
de un l a rgo p roceso n o cere b ra l ; como l a res u l tante
d e u n a emoció n estéti ca, p u ra y n o d e u n a conclu­
sión i n telect u a l .
1 62
C a r t a de Eu n i c e O d i o a nte l a
r e c t ificación d e Pel l e c e r
M a rzo, 1 963 1 8
C o m o u n a reso n a n ci a d e l a a ctitud d e l exl íd er
co mun i st a C arlos Pel l ecer, q u i e n re n u n ci ó del par­
tid o en G u ate m a l a y a bj u ró d e l a s i d e a s q u e h a b ía
sustenta d o, recibimos d e l a poetisa costa rri cense
Eimice O d i o, e l ped i d o de rep ro d u cir l a ca rta que
en su oportun i d ad d i ri g i ó a Pell ecer, y q u e fu e pu­
blicada en l a revi sta Respuesta, de M éx i co, D . F. H e
a q u í el texto :
Nacimos en A m érica
Sr. C a rlos M a n u e l Pe l l e c e r :
En nuestro m u n d o i n inteli gi b l e, tri ste y oscu­
recido, pocas cosas suceden que n o sean a m a rgas,
casi n i ngu n a que haga j u b il o so el e s p íri tu .
Pero a veces, d e p ro nto, el m u n d o s e i l u m i ­
na ; l o i n i nteligible d e l c a o s desaparece. Tod a c o s a
muestra p a l p a b l e m e n te su form a verd a d e ra y nos
al egra mos.
Sus tres cartas, que l o ponen a años luz d e l a
más m on stru osa d e l a s m e n ti ra s j a más fab ri ca d a s,
me h a n regocij a d o m á s a ll á d e to d o cálculo.
18 E l Imparcial, G u a t emal,1 , ju eves 2 1 d e marzo de 1 963, p . 1 2 .
1 63
 Algu n a vez, al ver cu ánta e ra m i vol unta d d e
pelear contra e l consu m i s m o y cu á nto represen ta,
d ij o u ste d : " ¡ Qu e enem iga t a n e n ca rn izad a !".
En ese t i e mp o ambos está b a m o s en G u atemala.
Era e l año d e 1 949. E n ese t i e m p o, a través del pre­
siden te Aréval o, m a n d a b a n l o s com u n i stas en
Guatem a l a .
D ij e entonces a l saber su opi n i ó n : Pel l ecer y to­
dos sus com p a ñ ero s lo q u e h a n de ha cer es i rse a
Rusia y q u e darse a h í u nos a ñ o s . S i alguno d e ellos
es u n h o mb re honra d o y n o se p u d re e n e l estu­
p efacien te l a berinto roj o, enton ces, a d mi t i ré cua l­
quier opi n i ó n . Eso sí, no tol e ra ré ca l i ficativos apli­
cados a m í por "turi stas con guía".
H a n pasado 1 3 años d e s d e entonces. B u e n a p ar­
te de e l l o s se l o s h a pasado u sted tra s la "cort i n a de
h i e rro". Aho ra compre n d e p o r q u é quisi era ser no
u n a enemi ga, sino tres, d o b l e m e n te encarn iz a d a s .
Su ca so, Pe l l ecer, me sum e m á s pro fu n d amen­
te que n u n ca, en u n a cavi l a c i ó n por mí muy favo­
recid a . Es e sta : ¿ Por qué exi st i e n d o los muy fu ertes
elementos de j ui c i o que exi sten, p a ra saber q u é es,
en rea l i d a d , lo q u e ocurre tras " e l telón de a cero"
si n n ecesi d a d d e "vivirlo", a c i e rtos comun istas les
es preciso comprobar l o con s u s propios sentidos?
H e l l egado a estar segu ra d e q u e, en l a m ayoría
de l o s casos, lo q u e l l eva a ciertos comuni stas a "vi­
vir en p ropi a carne" la "exp eri e n c i a sociali sta" es u n
impulso s u i c i d a .
U n c a s o arqu e típi co d e e s e i m p u l so s u i c i d a, lo
constituye el d e Enri q u e C a stro Delgado.
1 64
C u a n d o a l term i n a r l a G u e rra C ivi l E s p a ñ o l a ,
l le ga a l a URSS, C a stro D elgado n o t i e n e u n a d u d a .
E n rea l i d a d, e s u n océano d e d u d a s q u e l o s a cu d e n
y ato rm e n ta n .
H a bía vi sto, pero n o p o d ía cre e rl o, cómo, e n
ara s d e l o s i ntereses d e l a Rus i a i mp eria l i sta, se
sacrifi caba a su p at ri a . H abía c o n te m p l a d o, co n
frío e n el a l m a , con u n d o l o r l acera nte cómo, en­
tre e l p acto H i tl e rStal i n, yacía e l cu e rp o l l agado de
Espa ñ a . Vio m ucho más y n o p u d o cre e rl o .
Llegó a Ru s i a d esea n d o, más q u e n a d a en e l
mu n d o, y a p e s a r d e tod o, hab erse e q u ivoca d o .
Ll egó a la URSS, creyen d o h a l l a r, e n esa vas­
ta regi ón del p l a n eta, el l u ga r d o n d e e l Estado, en
cuanto m a q u i n a ria de opre s i ó n a l serv i c i o de u nos
pocos co n t ra l a mayo ría, esta b a e n vea s d e d i so l u ­
ci ó n ; d o n d e el h o m b re era u n tesoro i n apreci abl e ,
para c o n s e rva r y au me ntar el cua l , se tra b aj aba s i n
desca n so . . . d o n d e, d e acu erd o c o n M a rx "el pro ce­
so del tra baj o ( exi stía ) p a ra el obrero" y n o al re­
vés . E n q u e la l i b ertad, la fraterni d a d y l a i gual d a d
fu n d a d a s e n l a gran Revo l u c i ó n Fra n cesa, h u b ieran
sido h u m a n a m e nte perfecc i o n a d a s .
E n v e z d e to d o esto ¿ q u é h a l l ó C a s tro D e lgad o ?
U n a m a q u in aria d el Estado u l tra fortalecida y
perfecci o n a d a e n cu a n to m a q u in a ri a pu e sta a l ser­
vi ci o d e u n os pocos p ara m ej or opri m i r - e n u n gra­
do i n c o n c e b i b l e en las d e m ocra c i a s occid entales­
ª m i l lo n e s d e i n d ividuos; una porc ió n d e l a tierra
d o n d e el h om bre era u n a b a su ra m á s q u e d espre­
cia b l e ; d o n d e el obrero existía "para e l p roceso del
1 65
t ra b aj o y n o e l p ro c e s o d e l tra baj o p a ra e l o b re­
ro" ; u n lugar, e n fi n , q u e record a b a c o n st a n t em en ­
te, e l evad a s a l c ub o, l a s formas d e exp l otaci ón d el
p ro letari ad o, p o r a q u e l c a p i ta l i s m o retrógra do de
I ngl aterra q u e h o rrorizó a M a rx e n e l s i g l o pas a d o.
E n vez d e l a l i b e rtad, l a fratern i d a d y la ig ua l­
d a d q u e espera b a, h a l l ó u n mu n d o en q u e la de la­
c i ó n , e l m i e d o, la t ra i ci ó n , h a b í a n su stit u i d o a la fra­
te rn i d a d ; d o n d e c o m o rel ata E u d oci o Ravi n es, un
o b re ro se conve rt ía e n c o n fi d e nte d e l a N KV D por
u n a " ración d e toci n o ". . . U n sitio i n fe rn a l donde na­
d i e c o n fi a b a e n n a d i e, n i e n el h ij o, n i e n e l herma­
n o, ni en el a m i go, ni en el esposo porq u e n u nca se
s a b ía s i el a m i go, l a esposa, el h i j o, el h e r m a n o eran
m i e m b ros d e l a· o m n i p resen te y ate rra d o ra NKVD
q u e todo l o sabía . . . q u e todo l o q u e rí a s a b e r y con­
tra la que no h a b ía la más m ín i m a p o s i b i l i dad de
d efen s a . E n ri q u e C astro vio un i n fi ern o a u téntico,
d o n d e sus com p a tri otas q u e l l ega ro n j u n to con él
p e reci e ron d e h a m b re, d e frío y d e m i ed o ; do nde
m u ch o s de s u s c o m p atriota s, p a ra no p erecer de
h a m b re . de frío y de terror i n gres aro n a la n au sea­
b u nd a legión de l o s c o n fi d en tes de la N KVD.
E n ri q u e · cas tro, fu e e n ferm a n d o d e h o rror, de
asco, de i ra p e rm a n e nte, h o stiga n te, i n co n tro l a bl e.
II
E n ri q u e C a s tro ( ¡ q u é cosa más h orri bl e ! ) s e per­
cató de q u e Ru s i a se a p restaba a i m po n e r, en escala
1 66
mun di al, su si stema l l e n o d e p i oj o s, d e p u s, de do­
l or, de sangre, d e h a m b re, de b rutalidad, d e i n fi n i t a
a ngusti a .
Entonce s, Enrique Ca stro, que h ab ía l u chado
po r l a cau sa b o l chevi q u e d u ra nte u n cu a rto d e si­
glo, se i m p u so la obligación d e sal i r d e l a URSS a
contar cu a n to h a b ía visto . Supo que su vi d a sería
in útil, si n o co ntribuyera, e n la máxima m e d i d a d e
su s fu erzas, a i m p e d i r q u e e l m u n d o entero descen­
diera a l a b arb ari e absoluta .
N o l e fu e fá ci l salir. Al con trario. Po r p oco d ej a
l a piel y l o s h u esos e n Ru si a . Pe ro s a l i ó . Y a h o ra pe­
lea co ntra l a h u e s tes nazi-roj a s, con l a m i sma pa­
sión e i n q u ebra n ta b l e fe d e un cru z a d o .
Tengo l a i m p resi ón, Sr. Pe l l ecer d e q u e u sted
como C a stro, p e rte nece a l a especie de los m e s i á n i ­
cos. Su gesto d e h oy, cuyo val o r sé apre c i a r porque
enti en d o (de lo con t ra r i o sería i n d i gna d e l a poe­
sía ) cuánto ha d e b i d o sufrir p a ra l l egar a este pre­
sente ( di ci e m b re de 1 962, México ) ; a esta eta p a de
su vid a e n q u e ha tom a d o co n c i e n c i a de sí; e n q u e
p o r q u e tal h i z o , supo todo l o otro y n o a l revés ;
s u gesto d e hoy, rep i to, m e h a ce pensar que u sted
tambi é n se p repara a dar l a b atall a . S i así n o fue ra
¿habrí a d e s e rtado pú b l icamente? No. Lo ha bría h e­
cho cómod a m ente, e n s i l e n ci o .
E n e l texto d e sus cartas e s t á i m p l ícita u n a p reo­
cupaci ó n q u e e s, h oy por h oy, la mía fu n d a m e ntal y
l a de todos cu anto n a c i m o s e n América. Es u n a pre­
ocupación que p rovi e n e d e saber, a ciencia ci e rta,
que un p o d e r b á rb a ro, i n icuo, i ntenta a podera rse
1 67
d e n u e stra tierra, · despu é s d e p on e r s u garra e n
Cuba.
Cuando d igo n u estra t i e rra q u i ero de ­
cir Améri ca . H ab e r n acido e n C o sta Ri ca o en
G u a te m a l a es demasiado m ucho o d e m a si a d o
poco. No nacimos en C osta Rica o e n G u atemala ;
n o somos ciudad a nos d e por ahí. N a c i mo s e n n ues­
tra a m ada y hermosa América y s o m o s c i u d a d anos
a m e ricanos.
Le habló usted a l t ra i d o r F i d e l C a st ro, co mo si
e n vez de h aber l o dado a l u z, a u sted, una madre
gu a tem alteca, l o hubiera p a ri d o u n a cub a n a .
Y es q u e Améri ca, t a n b el l a, t a n pod erosa, tan
l o ca, i m predecible e i n epta a l p a recer, tan " d i feren­
te" tan mú l tip l e, es u n a . Y l a a m a m o s, así como es:
p o d e rosa, bella, l oca, i mpredecib l e . I n epta, "dife­
re nte", múltiple y u n a . D iferente y m úl t i p l e en su
acontecer; u n a en su ser. Y n u e stra en el m omento
d e su fa stuosa u n i d a d .
A s í como e s : defectuosa, b e l l ís i m a, a veces do­
l orosa y siem p re e ntra ñ a b l e m e n te a m a d a hoy, -
eso u sted b i e n q u e l o sabe- n e ce sita ser defe n d i­
d a palmo a p a l mo, día a día, m i nuto a m i n uto, p ara
q u e n o nos l a sum a n e n l a a n gu s t i a y e n l a m i se ria
mora l y espiri tu a l .
Yo s é q u e d e h oy e n a d e l a nte u sted n o p odrá
conform arse con e l s i lencio; q u e n o es u ste d un
m i embro d e l a b aj a casta d e los cob ardes; q u e será
u n hombre m á s e n esta l u ch a gen eral a m u e rte por
la l i be rtad de n u e s tra tierra, de n u e s tra d esesp e ra ­
d a y dolor osa América .
1 68
B at al l e m os, señor Pel l e cer, p o r n u e stra m i ste­
riosa y o rgu l l o s a patri a . Seam o s los secu a c e s d e
B ol ívar ya q u e somos sus d e s c e n d i entes l egítim o s .
Demos l a b atal l a a l o s t ra i d ores. No p erm i t a m o s
q u e el extra nj e ro viole y ava s a l le l a l i b e rta d q u e
con su s a n gre n o s di eron l o s a bu e los.
No dudo q u e u sted a braz a rá a ctiva m en te la
cau sa d e la l i b e rtad. N o lo dudo ni por u n i nstante.
Después d e su suicida ave n tu ra por e l h o rren ­
d o l a b e ri nto, m uchos com u n i stas d ej an d e s e r l o,
p ero se c al l a n . O tros enti e n d e n q u e d e b e n h a b l a r y
consa gra r su fu e rza a desha cer el terri b l e m a l q u e
causa ro n .
S é - l o sé con i n m e n s a a l egría -, q u e u sted, q u e
había s i d o e n aj e n a d o a s u ver d a d era p atri a , h a re­
gresad o a e l l a defi nitiva m e n te . Sé que usted ha sido
restitu i d o, p a ra si empre a su origen puro y l i mp i o .
Sé q u e trabaj a rá - s i n reh u i r su deber n i p o r u n
instante- p o r u n a gran patria a mericana d o n d e l a
injusti c i a social no exi s ta y d o n d e l a razó n d e ser,
d el ser h u m a no, sea l a sagra d a l i b e rtad .
1 69
 Tercera Pa rte

PO ESÍA

El p o e t a p ro m e t e i co t i e n e q u e m o r i r
s i e m p re e s c a rn e ci d o y a p e d re a d o .

¡ C a l u m n i a d o . . . c r u c i fi c a d o y maldito!

DE "GANARÁS LA LUZ",
LEÓN FELIPE ( español )

1 71
 Pe p ón d e l a C a mp a
S e t i e m b re, 1 94 7 1 9

A Pep ó n d e l a C a mp a ,
por su metro n ov e n t a d e e s t atu ra
y s u s d o s m i l m etros d e E s p añ a .

Pepón d e l a C a m p a C a m p a
dinamitero i n s u m i so,
Pepón te l l a m a n a gri to s,
t urb i on e s d e G u a d a rram a
y alertas d e l o s o l ivos.
Pepón d e l a Campa C a m p a ,
D i n a m i te ro i n s u m i so .
Pepón p o r o c h o costa d o s,
Pepón por q u i nce b a n d eras,
y cu atro c i en t a s h eri d a s .
Te l l eva n ve i n te m i l h o m bres
en sus sol a p a s ga stad a s,
y en s u s sud ores m á s í n t i m o s .

Te lleva n l a s n i ú a s fért i l e s
en s u s c i n t u ra s s o ñ a d as,
y en sus v i e n tre s esp a ñ o l e s .
Pepón s i n c i e l o s a b ido,
Pepón sin t i e rra d e a l m o h a d a .

Canta, c a n ta l a h o n da e n tra ña,

Pepó n d e la C am p a C am p a ,
e n tu m o ch i l a d e e s p a ñ a s
19 E l Imparcial, G u a te m a l a, 8 de setiem bre d e 1 947.

1 73
u n l u to d e s a n gre viva
p o r l o s altos o livare s .
D i n a mitero i n s u m i so,
D i n a mitero a b ru pto
d e los pro p i o s a n d a m i o s d e tu fren te,
D i n a m itero i nfl o rescente
d e l a vid a
y d e l a m u e rte
en e l h u ra ñ o cielo d e tu d aga;
P i e d ra agud a en el a i re,
en tu espin azo m al h eri d o
m ira s al b i e n sa ngra n d o .
D i n a mitero d e l a vi d a
M i ra q u e t e están grita n d o
turb i o n e s d e G u a d a rra m a
y a l e rtas d e l o s o l ivos
Pep ó n d e la Campa C a m p a,
D i n a m i tero i n su m i so .
N ota : Pep ó n d e l a Ca mpa
de l o s q u e no se c o n forma ron
t a ñ a s p a ra p ro s egu i r l a l u c h a que a u n h oy, no ha ces a d o . Va lga n estos
Pepo n e s y estos h o m b re s p .1 ra l a Es p a ñ a que agu a rd a m o s . Nota d t•
tora ( Eu n ice Od i o ) .
1 74
L o s elemento s terre stre s
Set i em b re, 1 94 72 º
\11 • •
POEMA VI I
G ERM I NACI Ó N
I n trod u cci ó n
- 1 -
O h don,
O h don d e sí, tu pelo
albo d i s c u rso,
design i o azu l ,
futuro d e j acinto .
Yo pod ría cantar u na canción
COSTA RICA, 1 946. para q u e me sospech e n d e h u mo, en a i re,
y de a n i m a l tal l ado en tre l a espuma,
en l a rga, l eve, carcaj a d a d e arpa . . .
Yo p o d ría traer a l corazón recuerdos
como uñas cayén dose del a l m a .
Pero e stoy c a s i al bord e d e t u cuerpo.
Pero e stá a l pie d e l surco tu d esnudo
e s a s t u r i a n o . G u e rri l l ero a s t u ri a n o. Es deci r,
a lo ú l t i m o, y d e s e m b ocaron en l a s mon­ en traj e d e profu n d i d a d .
l a au­
20 La Hora, G u atemala, jueves 2 5 d e setiembre Je 1 947.
1 75
P i e n s a e n t u edad el m a r y p a l i d ecen
d e lfines c iegos cielo arri b a , e n ram a ,
p e sa n d o m á s el c i e l o e n m e n o s a i re
m a r, c o n s o l o l as o l a s y s i n agu a .
y t ú a l a ori l l a d e l p a i saj e t i e m b l a s
a h ! i n tram ari no pescador d e espumas
cuya cadera crece entre cora l e s .
C repúsculo m a n ch a d o d e v i o l i nes,
c o m p a ñ e ro fugaz de mi costa d o .
- II - ten ía y a ati sbo, l l ave, fo rma mía,
A l gu i e n pasa rozándome l a s v e n a s
y s e abre e l surco entre l a fl or y e l l abio.
E s q u e l l ega l a noche
en col u m n a d e amor y rui s e ñ o res;
s u casco azu l, l acustre, e nj uga e l a l b a,
b aj a l a n i eb l a por su p i e l y huyen
ro ces d e p l u m a herida y m adriga d a .
Y a n t e s d e ser,
p a ra futuro a rri bo d e p l a neta t i n iebla i n au gu ra l,
cri sta l e s q u ivo,
qu i et u d d e sul n ergi d o s resp l a ndores,
l a n oche e s d e aire y tallo oscureci d o .
PRELUDIOS
-1-
óyeme esta ca n c i ó n q u e e n m í te n o m b ra
carne p a ra l a fruta n ecesari a .
Cuando l a s o l e d a d
baj o t u n o m b re o í d a y a p retada,
cu ando yo e ra como n i ño enterra d o
a quien l la m a n p o r s u n o mb re p a s a d o,
y respon d e, y n o se oye e n s í m i s m o ;
y mi m a n o e n el fo n d o,
con fu n d i d a ,
y te sentía más a rri b a del pecho y e l a b razo
como coro n a a l egre y consu m a d a .
Tú m e l l a m a b a s a t u n o m bre,
y vi ne,
con clara i d enti d a d d e n a ci m i e n tos,
con l a veraz a costu m b ra d a gra c i a
con q u e s u e ñ a n su h o n o r l a s catedra l e s .
Tú eres y a d e d í a j un t o a l a noch e .
Ya soy contigo el d ía,
y en virtud d e l a ausencia e n que me evoco
miro cómo m i forma m e comparte,
cómo res p i ro en p e l o y a m ansalv a
p o r dentro d e m i voz y n o a lo l a rgo.

1 76 1 77
 -11-
Tu m a n o e n q u e d esdob l a n rui s e ñ o res
su p á l i do d e sn u d o,
su a n ch o p e c h o d e m u sgo coro n a d o,
e s m a n o q u e a b re a l v i ento rec l i n a d o
cl a ro j azmín entre l a s i e n oscura .
Sí, d e s h oj ad a e l agu a entre l a fre nte
l ab ra p e q u e ñ a p l a c i d ez d e l irio
y e ntre l o s d e d o s gaj os d e v i o l i ne s .
1 78
T RÍPT I CO DE LAS ESTACI O N ES
Ti ende e 1 oído y óyem e e st a canción
que es c o m o semilla d e estaci o n e s .
�.· Que es como l a casa d e verano
¡- · :
':."I ·; donde m e crece d e l a m a n o u n n i ñ o,
y e l a l m a d a e mp u j o n e s a l a ori l la,
y es co m o p i e l e l a l m a - n o se s i ente- .
En trare m o s d e pronto e h e l vera n o como á rb o l e s
yegeta l m e n te a b i e rtos d e o ídos y d e polvo,
pÓrq u e todo refl uye hacia e l a rri b ó ;
asci e n d e e l v i e n tre a capita l d e fru to
y el aire h a c i a ecuación de go l o n d ri n a .
¡ B ro tes s a c ra m e n ta l e s d e l a hi erba,
Oh dád i va s su b i en d o d e l a en trail.a,
su ma d e tra nsitados a l i m e ntos !
Y a l a a l t u ra d e l pecho y l a l ab ra nza
sem illa d e s i l e n cio y luz d e s i e rta.
Todo regresa h a sta su fo rm a exacta .
La vid reto m a s u a mb i ci ó n p e q u e ñ a
de s e r d e l todo, vegetal profu n d o ,
recónd i to e d i ficio y luz a b i e rta.
1 79
 ACO RDE FINAL
A s í el n á ca r e s p a rce su q u i etu d y d e l e i te
Al b orde de a le gres segadores t i e m b l a el ag ua y su c o l o r s i l vestre rea n u d a y a p a ci enta.
y ofrece p ara e l orden del l a b i o c o m p l acido ¡Oh d á d iva s ! ,
dulce rum b o crecido d e pre ñ a d a s m a ñ a n as, ¡Oh dones te rrestre s ! ,
y agraria transp a rencia, d u l ce m e nte encendi d a . ¡Oh suaves a li m e n t o s ! ,
Sol o agotar l a s i e m b ra con e l p ec h o .
E l trigo coron a d o d e apreta d a espesura
retiene e l desbordado co lor con q u e l e orden an So lo d e s e m b o car el g o z o y d eteners e .
-vecino d e l a carn e - co l m a rse e n prim avera . ¡ Oh p i e l !,
¡Oh ceniza co l m ad a y b a l bu ci ente!
µ. ·
E l gan ado d ecrece tiernamente e n l o oscuro
donde d i l ata el suelo su som bro s a corri en te,
y la ab ej a term i na su tránsito d e n i eve,
y su m aj a d a oculta so bre tím i d o s j a spes.

Y tú, A m a do,
que pones ru m b o fij o al arado,
q u e circuye l a t a rd e y apresura l a ro s a .
¿ D ó n d e tiene e l p e c h o fro ndoso d é ra íces,
dónde la sien d e snuda sin regazo ni térm i no?
Sobre l o s pa stos suaves cán d i d o s m ayorales
h a b i l i tan l a uva en que se a l oj e e l v i no,
y congregan el c l i m a en q u e crezca su aro m a
y rep arta e n l a l en gu a m a n oj os d e a l egrí a .
Así el vera n o ati ende su rec i ente h e rm o su ra
y sobre e l viento solo d i stri b uye su s p áj a ro s .

1 80 1 81
 Nav i d ad
D i c i e m bre, 1 9472 1

Esta n oc h e e s n ochebu ena,

n o l a d e b e m o s dorm i r. ..

V I LLA N C I CO-AN Ó N I M O S I G LO XV I

La noche d u e rm e e n el campo
coronada d e l u ceros,
San José la está m i ran d o
llen arse d e j azmi n e ro s .

¡Venid p astores, v e n i d !
Qu e el n i ñ o es d e o ro en capu l l o
y e n el a i re p o n e a ro m a
de men ta, l u n a y j azmín !
La virgen bord a e n l a bri s a
blancas manza n a s d e h i l o,
y en l a fre nte le fl o recen
ramas d e plata y j ac i n to.

¡Venid pastores, v e n i d !
Qu e M a ría está coro n a d a
de som bra, m i e l y a l h e l í!
El agu a rompe e n l a s p i e d ra s
s u cabell era d e vi d ri o,
y en l a punta d e u n a estre l l a
la canción d e los pastores
tiembl a d e sueño y d e frío.
E n l a ga rganta d el n i ñ o
21 E l Imparcial, Guatemala, 2 4 de diciembre de 1 947.

1 83
cantan l o s ríos del alba, E st a m a ñ a n a . . .
S a n José l o está m i ra n d o Es p eci a l p a ra e s t a secci ó n d e Dia rio de Centro A m érica, 1 9482 2
j u nto a su vara de n ard o .

¡Ve n i d p a stores veni d !

E l día b aj ará despacio
por a l a m e d a s sin sueño,
¡Ve n i d p astore s, veni d ! Es ta m a ñ a n a h e a m a necido a l egre .
e sta noche e s nocheb u e n a,
n o l a debemos dorm i r ! M e acu d i ó l a a l egría
L a noche d u erm e e n e l campo como si fu era yo p aj a rera recón d ita
coro n a d a d e l u ceros. en no sé qué l u ga r d e este m o m e n to ;
Y en el p o rtal d e Belén e n no sé q u é p e q u eil.o océa n o i n é d ito
a rcángeles fatigados por d o n d e i b a a p a s a r y no s a b í a .
vienen y van con el vi e nto.
Ah ora
TEG U C I GALPA, H O N O U RAf , vi si to,
d i ci e m b re, 1 947 . casu a l m e n te,
un m u seo para páj aros men ores
don de u n á n gel atento
con d e d o m e ñ i q u e abre l a s ra m a s
y legisla e n el fru to azu careros,
m ed i os de to n o s de sol,
y blan ca v e n a
para l a falsa l u z
y e l fal so peso d e oro
debaj o del vera n o y l a a rbol e d a .
Ah,
qué a l egría p u rísi m a
para secarl a sobre el campanario
22 Diaáo de Ce11tn> A 111 éiic11, Gu.:itemala, sáb a d o 1 0 J e enero Je 1 948.

1 84 1 85
c u sto d i a d a d e a cu arios y vi o l i n es ! Re c u e rdo 923
Qué a l egría p a ra m í q u e n o m e s i e n to A N a t a l i a , l a hija del pintor G ra n e n24
l l o ra n d o íntim a me nte e n m i m emoria
J u l i o, 1 94825
p u esto a secar m i corazón a l viento
( m i cora z ó n c o n m e d a l l i t a s b l an c a s
p a ra p o n erle a l p a rqu e e s p ej o s ),
m i coraz ón d e n u evo c ab a l l i sta
y al otro l a d o que perfil u n p áj a ro A h ora e stoy en esta ciu d a d
co n fo n d o d e crayón y e q u i l i b ri st a s . p el igrosam ente arm a d a d e riesgo
y llenos d e accidentes la voz,
A h , q u é a l egría d e d ía e� traj e c l a ro, el pu l so de amor.
d e m a n o e n m an o !
d esemboca n d o p o r m i s cu atro esq u i n a s Uno de estos d ías e n q u e a n d aba ca l l a nd o
y recorri e n d o p a ra s i e m p re m i espa l d a,
de pronto resb alé sin fi n ,

mi caíd a atraves a d a por u n a stro .

Po r to d o eso,
pel igro,

23 Este poema fue i n c l u i d o por Eu n i n• O d i o en s u li bro 'frrrifPrio d e l 11//1a y otros

.J . poemas, a n t o l og ía person<1 l q ti e la poi>fi.,¡¡ Sl'l t•ccionó para EDUCA meses a n tes
t' de morir en l'vl éxico, con 1_• ) t í t u l o d e " N a t a l i ,1, l a n i iia del p i n t or G ra n el!". Su pu­
blicación en Gu a tema l a t e n ía ft•cha d i_• febrero, 3-48 e ilus t ra d o con un d i bujo del
pintor Granell hecho en el a r-10 1 948. Sobre este poema opi na e l escritor chile­
no Alberto Baeza Fl ores ( Evol11ci1"11 di· 111 !'O<'lisa coslanicensc, Edi torial Costa Ri ca,
1 978, San José, Costa Rica , p. 205 ) lo sigu iente: "Y uno se pregu nta : ¿ l'vt i s terio
poético? ¿ R t> alis rn o mágico? ¿ l 'm•s ía sorprend ida en sus m a n a n t i a l es? Y sería en
vano i n ten t a r "Jesmon t.n" es k m i st e ri o, y recurrir al examen estilístico, porque
el clima m i st e rioso se ma n ten d r ía m,ís all.í d e las orillas de cualq u i er t i p o de
análisis. Así suele ser cierta pcwsía : i n e fable. Y esta es u na categoría especial"
(N. del A . ) .
24 Sobre e l p i n to r su rre.:il ista ri•pu b l ic.1 n o t>spañol del exi l i o Euge n i o FernánJez
Granel!, con q u i en Eu n ice Odio b i c i e ra gran a m i st<1d en G u atemala, ver los artí­
culos ·rolémica en tre artistas: Dos a d i t u d e s frente a u n a t i ra n ía" y "La gra t i tu d
mal enten d i d a o De Sta l i n abil j o n i ng u n o". ( N . del A . ) .
25 Revista Vient o Nuevo publica d a p o r e l Centro Editorial d el Gobi erno, a d s­
crito al M i n i sterio de Ed ucaci ón Pú bli ca de Guatemala, con sede en el Pala cio
Nacional. Director: M iguel Á ngl'I V.íz q u ez y secretaria: E u n i ce Odio. Ario 1, n .º2,
julio de 1 948, p . 1 O.

1 86 1 87
gra c i a, ¡ qu é d i rí a n l o s v i ej os c o c o d ri l o s
•
riesgo, 1
si l o v iera n .
me es grato recordar su casa i n stal a d a en el m u n d o ( ¡ q ue n a d i e l o s e p a . . !)
.

para q u e su muj er se acl a re l a s trenzas La n i ñ a t i e n e u n retrato d e l m a r,

que la suben como árb o les, ( ¡ qu e n a d i e l o vea . . ! )
.

para que su muj er agrup e la m ie l

y l a apreta d a h a ri n a en a l t o s sign o s cotid i a no s . F EB R E RO, 3-48.
Su c a s a i nstal a d a en e l m u n d o,
d o n d e v i o l e ntamente arm á n d ose d e l á m p aras,
corazón al c into,
p i n celes a l alma,
secreta la m e m o ri a, s é ·re o rgan i za su sa l i d a a l sueño.

Aparte d e todo eso,

recuerd o a la mu chacha de l o s p e ces i ntern aci on ale s,
a qu i e n, con otra voz,
co n otra cifra,
Después q u i eren que yo no e s cu c h e,
que no sale la n i ña,
( l a n i ñ a da u n salto de l á m pa ra que se a b re,
de n o rte a sur recorre u n a azu cena ),
¡ qu e n a d i e l a vea!
La n i fi. a se me acerca allá en m i pecho,
l a o i go perder su paladar s i n vena,
( ce rca d e l a ventana,
con poco p i e d e barco d i straído,
h a caído u n deseo
d e i rse vol a n d o a nácar e l m a r,
tod o verd e ),
pero d i ce l a n i f1 a allá e n m i o íd o :
E l m ar h a salido d e paseo p o r l a s p l ayas :

1 89
e n S a n to D o m i n go, u na revi st a l i tera ria, ve rd a d C ab a l l e ro n1e d itando
I
G ra n e l l ? ¡ C l a ro, l a c u l t u ra, l a l i b e rtad, e l a rt e !".
J u l i o, 1 948 2 "
C o n respecto a l o a n terio r h ay m u ch o q u e re s­
p o n d e r no a Le iva q u e e stá b i e n e ntera d o d el as un ­
to; p ero sí a l a o p i n i ó n p ú b l i ca q u e se habrá he­
cho a l gu n a s p regu n ta s . C o n testó : e l señor Granell
s í h acía u n a revi sta litera ri a q u e es, q u i z á , l a ú n i­ Dor mido en col u m p i o para n i i1 o s
c a p u b l i cación i n d ep e n d i e nt e q u e se h aya publ ica­ y perdi d o, d e spreciado por el a l b a . . .
d o e n S a n to D o m i ngo. D i c h o e n otra s p a labras: la Per dido a ra íz d e to do,
revi sta en cuesti ó n no se p u b l i ca b a, como su cede a ra íz del p ropio l a bio . . .
con l a s d e m á s q u e se h a n p u b l i c a d o o q u e se publi­ Lo b u scaban
can, con d i n e ro s d el G ob i erno d o m i n i c a n o que , en ya corazón a b aj o
esta fo rma, t i e n e agarra d o s por el c u e l l o a sus in­ Llora n d o h a ci a l a esq u i n a d e u n p a ñ u e l o
tel ectu a les. La revista a l u d i d a era m a nten i d a , en lo y co nte n i d o pu lso adentro .
e c o n ó m i co, por u n gru p o de i ntel ectu a l e s domi ni­ So lo .
canos y extranj e ro s, q u e un b u e n día se reu ni eron Lo b u sca b a n
para realizar u n a e m p resa de cu l tu ra ( n ad i e ti ene p o r e l gesto b o real d e algú n a m igo,
la c u l p a de q u e, e n este mu n d o, l a s ge ntes se reú­ ju nto al recodo azu l de su pei n a do,
n a n p a ra cosas tan advers a s . H ay q u ie n e s se reú­ y él ( q u é gra ci a de pecho n i ve l a do,
nen p a ra reza rl e a los s a n to s ; h ay q u i e n e s se a gru­ qué perfu m e s i n fl ores so sten i d o ),
p a n , desvel á n d ose p a ra i nve n t a r i nj u ri as d e l a peor dorm i d o e n u n col u m p i o para n i i1os,
cla se ; exi sten l o s q u e se reú n e n p a ra c a l u m n i ar y perd i d o, d e sterrad o ·por el a l ba,
causar otros d a ñ o s; t a m b i é n están l o s q u e se reú­ juga n d o n u nca . Si pensa n d o e n aire,
nen p a ra con stru ir b e l l e z a ; tod o e s cuest i ó n de la en respu estas d e m á rm ol,
c a l i d a d h u m a n a d e ca d a q u i é n ) . Po r lo d e m á s, en en p ecad o s . . .
La Poesía So rp ren dida, que así se l l a m a b a la revista y n a d i e l o e ncontra b a
e n cu esti ón, col a b o ra b a n i n te l ectu a l e s d e l a talla falto d e sí,
d e Pe dro Sal i n a s, Lu i s Cern u d a, M a rio M o n teforte de s u e ñ o sin escam as,
To l e d o, Alb e rto B a eza F l o res, J o rge Roj a s y otros
26 Revista Viento Nuevc>, p u b l ica d a por el C e n t ro Ed itori..i l del Gobil·rno, ,1ds­
muchos, a q u i e n e s n o p u ed e a cu s a rse de ser fran ­ cri to al M i n i s terio d e E d u cación Pú b l i ca de G u atemala, con sede en el Pa lacio
q u i stas por m u c h a q u e sea n u es tra a u d a cia o Naciona l . D i rector: M ig u e l Á ngel Váz q u t•z y secreta ri¡1 : E u n i ce Odio. A !l o l . n .º2,
j u l i o de 1 948, p. 1 1 .

1 91
redondo e l corazón e n v i aj e a l h u m o D e c l i n ac i o n e s d e l m onólo g o27
perd i d o, J u l i o, 1 9482 8
a ba n d o n a d o p o r e l a l b a .
�.'

Est oy s o l a,
Mu y s o l a,
ent re m i c i nt u ra y m i vest i d o .
Sol a en tre m i voz e ntera
Con u n a gran carga d e á n g e l e s m e n u d o s
como e s a s caric i a s
q u e se d e s p l o m a n s o l a s en l o s d e d o s .

Entre m i p e l o, a l a d eriva,
un ren1 ero azul,
con fun d i d o,
busca u n n i fl o d e are n a .
Soste n i e n d o sus tri b u s d e o l o re s
c o n u n h i l o p á l i do,
contra u n p erfil d e rosa,
en el ri n có n m á s q u i eto d e m i s párp a d o s
trece p e regrin o s se a gol p a n .

27 Este poern ..i con e l mismo t ít u l o fue i ncluido por Eunice Odio e n s u l i bro
Tenitorio del a l ba y otros poemas, a nt o l ogía person a l que l a poetisa seleccionó para
EDUCA ( d i ci e m b re, 1 974 ), pero tiene algu nos versos d i ferentes al q u e se p u b l i ca
aquí.
28 Revista Viento Nuevo, publicada por e l Centro Edi torial d e l Gobi erno, ads­
crito a l M i nisterio d e Educación Públ ica de Guatemal a ; con sede e n el Palacio
Nacional. D i rector: M iguel Á ngel Vázquez y secretari a : Eunice Odio. Año 1 , n.º
2, j u l i o de 1 948, p. 1 2.

1 92 1 93
 11 Y b aj o,
¿ Qu i é n me e n co ntrará?
Arq u e á n d o m e Me calzo mis a rteri a s
l i ge ra m ente, ( qu é gran pri sa tengo ) .
sobre m i corazón d e p i e d ra e n fl o r
p a ra verlo, M e calzo m i s a rteri a s
p a ra calzarm e s u s a rteri a s y m1 voz,
y m i voz me po ngo mi corazó n de p i edra en fl o r,
en u n m o m ento d a d o para q u e e n u n m o m e n to d a d o
e n q u e a l gu i e n venga, algu i e n venga,
y me llame . . . y �n e ll ame,
p e ro a h o ra y n o esté yo
que no me llame nadie, l i gera m e n t e a rq u e a d a
q u e n o q u e p o e n l a voz d e n a d i e, sobre m i corazón
que n o m e l l a m e n para verl o,
porq u e e s t oy b aj a n d o a l fo n d o d e m i p e q u eñ ez, Y no tenga yo q u e i rm e
a la ra íz co mpl a c i d a de mi s o m b ra . y dej a r m i gra n voz,
Po rqu e a h ora estoy b aj a n d o d e s n u d a y mi a l to corazón
h a st a el a rd o r prim ero d e u n p áj aro. d e p i e d ra e n fl o r.

H a sta e l sol s i n hueso d e u n m i n e ro

con su m e d i a fl o r a l hombro
y u n a gra n l et ra d e t e q u i ero
al cinto.

Y b aj o m á s,
y más.
H a st a e l i n cesto verde d e l o s n i ñ o s
que pende como u n piano del cielo.
mucho má s,
desciendo

1 94 1 95
 Tríp t i c o d e l a d o n c e l l a
.-.
J u l i o, 1 949 29
'«

Tenemos u n a p e q u eüa h e rm a n a
qu e no t i e n e p e c h o s .
¿Qu é h a re m o s a n u estra h e rm a n a
cuando d e e l l a se h a bl are ?
Si e l l a es m u ro,
ed i fi ca re m o s sobre él un p a l a c i o de p l a t a ;
y si fu ere p u e rta
la gu arn e cere m o s con ta b l a s de ce d ro.

( C a nta r d e l o s c a n t a re s ) .

C í rc u l o u n o :
H a b l a n p ara sí l o s e s p o so s

¿Qu é h a re m o s
de la niña
if. � que n o t i e n e pechos?
tf Le pond re m o s
d o s c i e l o s m e n o re s
dond e co rra e l a i re
con los rui s e ñ o res.

29 Rt:vista L a Pajarita d e Papt'l, órga n o d e Pen Club d e H o n d u ra s, n . º 3 , mayo-j u­

lio d e 1 949, pp. 6 1 -63.

1 97
Y e n l o s d ed o s, Qu i é n l o encon trará e n t u hu erto,
l argo s g aj o s d e t in i e b l a . q u i é n l o l l eva rá a t u casa.

¿ Qu é h ará l a d o n c e l l a, Coro
q u e n o t i e n e e s p o s o,
n i flo re s a b i e rtas, N a d i e m i ra b a s u cuerpo
n i n i eve p e q u e ñ a ? de tallo reci én cortad o .
¿ Y m i e ntra s l e n acen
los p e c h o s . Pastor
Qu é h arem o s
cu a n d o h a b l a re n d e e l l a ? Cerca - d e l ro cío l a n i fi a
tiene l o s pech os cerra d os
y l a s ca d e ra s fl ori d as.
C í rcu l o d o s :
L a n i ñ a , e l p a stor, e l coro, l o s e s p o s o s Coro

Espo sos N a d i e m i raba su cu erpo

d e tallo recién corta d o .
Sobre su fal d a y e l v i en tre Solo, s i n su eño, s i n n a d i e,
l a noche se a b re d e spaci o . i n so m n i o d e l a azuce n a
para t u h u e rto cerra d o .
Pa stor

L a n i ú a n o t i e n e pechos C í rc u l o tre s :
y su color por el a i re Los e s p o s o s h a c e n l a d e fe n s a d e s u h e r m a n a y l a
p o n e l u cero s y p áj aro s . ofrecen

La N i ñ a Esposo

Ay, m i cu erp o d e o ro n u evo, Su piel tiene la edad d e la b l a n cura

mi cuerp o d e oro e n p a ñ a l e s, y p e q u e ú o el color, al igerado,

1 98
1 99
fin o el vientre, y pulido,
e ntre coral tranquilo y d e le itoso,
suave el m u s l o nevado y o l oroso,
e n s o l e d a d d e l u z apri s i o n ad a .
Esp o s a
Ah, su p echo, p e queño y reten i d o,
y mej o r q u e i n o cente nácar, fugi tivo
de a i re s ilvestre por l o s d u l ce s p rados
Esposo
D e a ro m a e n ra m a y p asto d ete n i d o
m an s a l a s i e n, oculta y del i c a d a,
como esp u m a nocturna e ntre p a l o m as
tal entre l a s p astora s n u estra herm a n a .
Esposa
Cerra d o cauce aún, fu ente s e l l a d a,
a b i erta a l sol si en sombra d e s d e ñ a d a ;
m as l e harem os cristal d o n d e se p e i n e
y n i eve · q u e nevara e n su garganta.
Esposo
S i es m u ro ahí, donde la luz re sbala
y m atin a l d e sciende, y se q u e bra nta,
su ave a l b e rgu e será, casa d e p lata,
y si p u e rta, guarn i d a y cu sto d i a d a .
200
La c l a s e de m at e m át i c a s
M a rzo, 1 9563º
El maestro recosta d o en u n coseno
ti ra en tre u n l i ri o un ra d i ca l p e q u e ñ o,
y el l i rio eleva a q u i n ta s d i m e n si o n e s
su n ú m e ro i m p reci so, e n l a m a d e ra .
M i l n ú m e ro s ti ra d o s e n e l aire
fo rm a n l etre ros, s u m a s, a lfa betos,
l etreros d e c l avel d esi n tegra d o
a l fa b e to s d e q u ím i ca e n b a n d e ra .
U n sei s y o t ro s e i s, e q u ivoca d o s,
j u nta n su a t roz fi g u ra e n un cu a d e rno,
lápices,
lapi ceros
y com p a ses
su fre n e n t re las p u ntas d e l o s dedos
u n luto d e ecuaciones y vergel e s,
y por l a s i e n re s b a l a como u n eco
un ca t a cl i sm o roto d e papeles.
G e stos d e sí, d e no,
anota c i o n e s hechas e n l a n i e b l a,
acl aración m ayor e n l a s p izarras,
30 Rci'ista C1·11 tnia111aic1111a, Revista c11 / t 11ral del Istmo, d i rectora-editora Carmen
Seq u e i ril, Vo l u men 11, n." 7, enero, febrero y marzo d e 1 956, p. 90.
201
d u d a tenaz entre l a cej a i z q u i e rd a
y l a e sp eranza e n p unta s d e svi sti é n d o s e .
C a m b i a d e siti o e l n ueve contra e l cu erpo,
e l cero s ul fu roso se apre s u ra,
a g u ij onean a l u n o los escépticos,
s e a l egran d e s u fo rma las esfera s
y se d e scuelga e l rom b o a l a p i rá m i d e .
cam b i a e l cielo d e ru m b o,
de corazón l a s equ iva l e n ci as,
de d u e ñ o el d ía,
d e longitu d los áto m o s .
¡ Qu é fracaso tan alto con tra el s u e ñ o !
¡ Qué su e ñ o tan metó d i co e l d e l ca o s !

E l p e naángel t i e m b l a d etrás d e l o s q u e bra dos

y un dos d e n i ev e p i e rd e sus cá n d i d a s p otencias
a la o ri l l a p erfecta d e su d o b l e .
C o rre l a d i m e n s i ó n h a sta su b o rd e .
G e stos d e s í, d e no,
l a m e n l a lengua d e las espira l es,
retractan l o s azules su s d o s p i ernas,
l o s poro s d u e l e n , queman l a s pesta 11 a s,
o n ces d e a l a m b re acu d e n por e l a i re .

S i etes desconocidos s e a d el a n tan,

con d u l ce p i e d e áto m o d e si ete,
i gu a l a gota d e u n o i gu a l a cero n i ñ o s,
a tres n ubes m ultiplicadas por el oro .

L o s n oventa escapan viento a d e nt ro

h acia l a s m a riposas y l a s tard e s,
el corazón de u n d ígito
s e para e n e l cu a d erno
y un d i ez red o n d o clama contra e l m u ro
acl aración m ayor e n l a s pizarra s ;
m u eren d e atroz b l a n cu ra l a s pare d es,
a l i sa n su furor l a s p rogre s i o n e s,

202 2 03
 C u a rta Parte

TEST I MON I OS SOB RE EUN ICE Ü D I O Y

SU O B RA

D u ran t e su v i d a. . .

E u n i ce Od i o fu e u n a m u j e r d i fíci l,
t u vo una v i d a muy d i fíci l
y escri b i ó u n a p o e s ía m á s d i fí c i l a ú n .

A U G U STO MoNTERROSO B . ( gu atem a l te co )

2 05
 Eu n ice, de C o st a Rica
Poe t i s a d e varo n i l es e x a l t a c i o n e s

Set i e m b re, 1 9473 1

En e l concurso d e ochocie ntos q u etzales p ara l i ­

b ros d e versos, q u e el j u rado d u p l i có a l otorgar d os
primeros pre m i o s, t ri u n faron d o s poetas centro a ­
merica n o s : Eu n i ce O d i o y H u go L i n d o ; este poeta
sa lva d o reño e s conoci d o y e s t i m a d o en G u a tem a l a ,
en d o n d e estuvo por a l g ü n tie mpo, y colab oró co n
asid u i d a d e n E/ hnpa rcia / ; l a poetisa costarri ce n s e
es menos conocida, pero m e rece serl o ; s i n d u d a
su l ib ro d e p o e m a s es d e gra n enverga d u ra l íri ca,
p ara haber ido ga l a rd o n a d o por q u i en e s lo h i c i e­
ron . Su tri u n fo a q u í, com placerá sin d u d a ta m b i é n ,
en C osta Ri ca.
En su patri a, Eu n ice es a p reci a d a co mo excel e n ­
te poetisa, pero l o es a ú n m á s por sus i d eas avanza­
d a s, d e izq u i e rd a , como se dice a h o ra . Ti ene p o e­
mas d el ica d o s q u e recuerd a n c i e rtas fragi l i d ades d e
Albe rti, Lurca, J u an Ra m ó n y otros poetas españ o­
les; pero t i e n e también poem a s d e gra n fu erz a be­
lige rante, nacidos p a rticu l arm e n te d e su pasión por
lo d e Espa ña, p o r la trage d i a d e Esp a ñ a . Y enton­
ces se crece y se d e rram a en viri l i d ad e s i n sospecha­
d a s, s al ta en e l l a el poeta soci a l, el d esga rrado p o e­
ta d e estos tiempos. Y no solo en sus versos s i n o
31 E / l111parcial, G u alPrnala, 8 d l' set iem bre d e 1 947. A rt ículo s i n firma.

207
e n su actu ación, Eun i ce Odio se d esbord a en ap a­ Ten e m o s q u e con fe s a r q u e G ua te m a l a, no h a
s i o n a m i e nto. Así cu a n d o pasaro n por su ti e rra l o s pr odu c i d o tod avía u n a poeti s a d e l t o n o d e l a cos­
poetas españoles d e fi l i a ción fra n q u i sta, E d u ardo tar ri cen se, por lo vi sto, y que p ro m eterno s que su
M a rq u i n a y González M a rín, n o fal taron l a s vehe­ lib ro tri u nfa d o r n o s d a rá otra s s orpre s a s, de e s a o
mencias de Eun i ce en l a o l a de enconos que esas d i sti nta í n d o l e, p u e s su m u sa y su tal ento s o n p o l i ­
p resencias suscitaron a l l í . facéti cos d e n tro d e u n i n c ue s ti o n a bl e a i re d e n ove­
E n Repertorio A mericano, e l l i b era l periódico dad. S u p o e s ía es p o e s ía d e p o eta, así e n sus l iris­
d e García M o nge, se p u b l icaro n dos p oemas de mos p u ro s como e n su s tru cu l e n c i a s .
Eun i ce O d i o, "Nu b e y cielo m ayor" ( a l o s milicia­
nos de d e ntro y fuera ), y "Pep ó n de la C a mp a", de
l o s cu a l es repro d u c i m o s este32• Otra v i b ra n te escri­
tora, Em i l ia Prieto, d ij o de esos poemas q ue "son
escritos con tal ento y espíri tu, pero, sobre todo, con
el excelso val o r l írico de l a respo n s ab i l i d a d i ntelec­
tua l . En N u be y ci elo m ayor, t i e n e en su saludo a l
m i l i ci a n o a rra n q u e s sorp rendentes a u n cuando o
este mos acostumb ra d o s a l a s estri d e n c i a s d e estu
clase de poesía por c u a nto h oy la cultivan ta ntos
poeta s d e "extrema vangu a rd i a". D i ce, por ej emplo:
"Porqu e cuando o e n Esp a ñ a - l o s a rzob i spos des­
fon d ab a n a Cri sto- y l e p atea b a n e l muslo y l o s de­
dos l a rgo s, -tú esta b a s con e l rostro divi d i d o-- y
con e l sexo l l eno de s e m a n a s -etern a m e nte oscu­
ras - . Porq u e cu a nd o l o s m i l i tares de med i o ro stro
muti l a b a n - l a era e m b a razada y se m a st u rb aban la
m e n te con un p a ragu a s ; t ú esta b a s cerra d o a todas
l a s sangres, -parado sobre todos l o s a sa l tos-, y tu
cuerp o de suave coro l a d estitui d a - tenía u n a voz
para tu mismo cuerp o . - Sa l ud-Hu é sped fun eral y
h erm oso".
32 Este poema lo publi camos en la Tercera P<1rte de este libro ( N . del A. ) .

208
209
 Sínte s i s
Eunice
S e t i e mb re, 1 94733

a ) I m agi n a c i ó n

1. D i recta
2. H u m an i z a nte
3. Reb e l d e
4. Tem p o ra l

b ) A ce n to

l. M ü s i ca m o d e r n a
2. H i p é rb o l e hacia l o gra n d e , h a c i a l o p e q u e ñ o
3. D i scord e s
4. N i ti d ez

e ) Fuerz a

l. I nconsci e n te
2. I nterm i te n te
3. P l u ra l
4. C e n trípe ta .

CARLOS Luis SÁENZ

C osta Ri ca, octu bre de 1 945.

33 F./ Imparcial, G u atemala, 8 d e st•ptiembre de 1 94 7.

21 1
 Eu n ic e O d i o
O c t u b re, 1 94 73"

C l a ro está. Qu i e n e s no h e m o s "te n i d o t i e m p o
de s e r h o m b res", y q u e a fu e r d e cam pe s i n o s s o m o s
p rofa n o s en a c h a q u e s d e a rte, n o t e n e m o s n i n gú n
derecho p ara h a b l a r d e E u n i ce O d i o e n fu n c i ó n d e
poetisa; m as, acaso o s a d a m e n te, n o s a u toconcede­
mos el d e recho d e ad m i rarla como m uj e r y d e a q u i ­
l atar sus gesto s y a d e m a n es tra s d e l os cu a l e s cree­
mos a d i vi n a r un gran esp íritu q u e a cad a i n stante
se d i l uye en excel s a b e l l ez a . S i e m p re h emos creí­
do q u e l a s a l m a s se vi e rten al m u n d o e xterno e n
to d o gesto o m ovi m i e n to del cuerpo q u e l a s gu a r­
da, y a sí, en m u c h o s h o m b res ve m o s u n a l m a q u e
s e a rra stra a byecta p o r l a ú n i ca ra zón d e q u e n a c i ó
p a ra a rra strarse, 1n a s ¡ e n E u n i ce . . ! .

E u n i c e n a c i ó p a ra vol a r. Fre nte a e l l a h emos

cru z a d o l o s brazos p ri s i o n e ro s de una emoci ó n . E n
cua nto l a v i m o s acci o n a r n o s tra n s m i t i ó u n a erran­
te sensación d e a l a s ; a l a a l t u ra d e l a axi l a l e na­
cían b e l l a s alas: l o s b razos. A l a s q u e se alzaban
l igera s a p restá n d o s e a l vu e l o, y q u e l u ego se p l e­
gab a n húmedas d e todo; a l a s q u e se a b a tían rau ­
d a s como sacu d i e n d o u n a a l egría, o se cerra b a n
medrosas opri m i e n d o u n d o l or; a l i tas su aves d e
3-1 E l Imparcial, Guatemala, 7 d e oct u bre d e 1 947.

213
m ar ip o s a cu a n d o " s oy u n m u se o d e p áj a ros me­
n o re s " ; sus d e d o s m i sm o s a l agitarl o s en el vacío
d a b a n l a sens a c i ó n d e l a s p l u m i t a s e n q u e termi ­
n a n l a s a l as d e l as gol o n d ri n a s . S u s b ra z os : a l as,
s o l a m e n te a l a s .
¡ Esos gesto s d e E u nice! C u a n d o e c h a n d o hacia
adel a nt e el m e nt ó n apuntaba un p un to vago en el
esp acio, nos d a b a la sensación d e que l l evab a a nclas
h a c i a l ej anos p a íses d e ensu e ñ o, d ej án d o n o s aban­
don a d o s en u n a i s l a de cri sta l . Echa n d o su adora­
ble cabeza ya h a ci a u n l ado, ya hacia otro, creíamos
esta r viendo u n a torcaz q u e i n c l i n a ra l a suya en tor­
n a n d o l o s oj os p o rq u e i b a a ca n tar; y su p i e se ele­
vaba levemen te, d o b l a n d o apenas l a p i e rn a a l a altu­
ra del m u slo, cu a l otra torcaz q u e recogi e ra su patita
morena b aj o el a l a e n l a d i ch a d e en tregarse a enso­
ñ a r. En la voz de Eu n i ce galop a m o s tras l a emoción
que sentíamos correr, más cuando la iba recogien­
do, como un m a n tón sagrado, nos íba m o s tra s ella
rastreándola, tacteá n d o l a en las frases, s i nt ié ndonos
oídos h a sta en la ye m a de los dedos, h a sta que la
intuíamos quebra rse en una p a la bra l eve como un
suspi ro : era cua n d o entorn a n d o los oj o s h u rgaba el
su bsuelo de su a l m a p a ra traernos ricas, su tiles pe­
d re rías : "cam p a n a d as d e crep ú sculo", "ol o r a buey':
"y tü, Amado, q u e pones rum b o fij o a l a rado que cir­
cuye l a tarde y apresura l a rosa", "crepü sculo m a n cha
do d e vi olines . . . "
E l "moño" a p reta d o r d e su p e l o l o s e n tía mos
p e s a d o como un d o l o r, como un golpe, co m o una
pena d e su a l m a q u e se le iba e n u n a catara ta de
214
s ombra p o r l a esp a l d a, como u n duelo p o r algo que
h a perd i d o o q u e n o p o s e e tod avía . El d u e l o d e su
p e l o n o s h u n d ía puñales d e d u d a en e l espíritu .
¡ Eu n i ce !
S u p i e l more n a y su ave . Fund ido b a rro d e
Espa 11 a y Améri c a . M uj er nueva e n l a s a n gre y e n el
canto. En l a sa ngre porq u e en e l l a apu n ta el verd a­
dero tipo ra c i a l d e H i sp a n o a mérica ; el que d a rá sa­
zon ados frutos d e auténtica cu ltura . Po r e l l o cua n ­
d o a b o m b a b a el tórax ech á n d o l o h aci a a d e l a nte,
sentía mos los pezo nes d e sus senos como se11 a l a n­
do el porve n i r y ofreciénd ose para a m a m a n ta r a .
l a s n u evas gen eraci o n e s . ¡ Eu n i ce ! E n el cant o por­
q u e . . . ¡ S i p u d i éra m o s ca n tar!
Cuando Eu n i ce b aj ab a del tab l Zl d o I Zl contem­
p l a m o s como a una paloma fa m i l i a r que se va por
to da l a casa co n un arru l l o e n el pico y las a l Zl s p l e­
ga das d e co n fi a nza . No fu i m o s a su e n cu e n t ro por­
que s a b í a m o s q u e ten í a q u e ve n i r, l á n gu i d a y sau­
dosa como esta b ri s a m añ a n era d e set i e m b re,
porq u e ya l e h ab íamos b u scado e l a l m a a través de
sus oj os; y l l egó y tuvi m o s su m ano apreta d a e ntre
la nuestra como en u n rito, como e n u n a l eyen d a
bíb l i ca , m o rdi éndonos l o s l ab i o s e n e l m i e d o d e u n
sacri l egio, c o n el esp íri tu hech o u n ovi l l o y a cu n a­
do bajo e l a l a l i gera d e su brazo, a través del cu al
com o por u n h i l o m a gn ét i co, l e com u n i ca m o s l a ca­
l l ada em oción de "no h a b e r tenido tiempo de ser
hombres". ¡ E u n i c e !
H ÉCTO R B E N I G N O C O R D Ó N
215
 Un o s m o me nto s c o n Eu n i c e O d io
Po r e l d u q u e F l o r i s35

E n e ro, 1 94836

H ay e n E u n i c e O d i o, a l a p a r d e l a poetisa ex­
q u i s i ta, u n a atra cci ó n a n ím i ca q u e e stá en lo n er­
vioso de su gesto, en l o pers o n a l de su fra s e y e n l o
agra d a b l e d e s u voz d e m uj er. E s a voz q u e n o s l l eva
a sa l to s de conve n i e n c i a y de i nconve n i e n éia por
un i n tri n ca d o l a b e ri n to d e l que n o es fác i l la sa l i d a ,
nos m o v i ó a ped i rl e u n a e n t revi sta . . .
- E l s á b a d o a l a s d o s d e l a tard e . . .
Fu i m o s p u n t u a l e s . La e n c o n tram o s l eye n d o e n
s u h ot e l , d e n tro d e e s a clari d a d a te n u a d a p o r l a s
cort i n a s d e l a l eved a d . Su gesto, n atura l m e n te e ra
e l d e l s e r a q u i e n a ca ece u n cortoci rcu it o q u e l a
d ej a s i n ca m i n o . N o n o s esp e ra b a y su pavor eso­
térico c u b ri ó tod a s las p o s i b i l i d ad e s, eso s í, s i n gaz­
m o ñ e ría s ni fal s o p u d or e n la carne m o re n a . C l a ro
q u e e l p a i saj e d e u na m uj e r i ntelectu a l s i empre
t i e n e sexo, p ero se d e svanece e n el h o ri z o n te con
espíri tu .
I ni c i a m o s l a charl a .
- Sa b e m o s q u e E u n i ce se va p ro n to de
G u atem a l a y q u i s i é ra m o s s a b e r d e s u i t i n e rario . . .

35 Seu d ó n i m o d e Ricardo Barrios G a l i ndo, red actor del Diario de Cen t ro A m érica
( N . del A . ).
36 Diario de Ct'n f n> A máica, Guatemala, sábado 1 O de enero di_• 1 94 8 .

217
 -Voy p r i mero a E l S alvad or. P i e n so dar recita­
l e s, confere n c i a s y t o d a la activi d a d i ntelectual que
m e d i ce e l m e d i o .
- ¿ E l S a lvador es l a meta?
- N o . Pas aré l uego a H o nd u ras . M e i n teresan
por el m o m ento los p aíses ce ntro am eri ca n o s, como
un corre d o r fam i l i a r p o r d o n d e me d i straeré le­
yendo. I ré l u ego a N i ca ragu a . N i ca ragua m e l l a m a
m u c h o . H ay a l l á u n fue rte m ovi m i e n to i ntel ect u a l .
Au n q u e es u n pueblo d o n d e se carece d e p i n tu ra y
d e escul tura en m a n i fe s ta c i o n e s o rd e n a d as, s i ento
m u c h a s i m p atía por sus p o etas y escri tores . . .
- ¿ C ree Eun i ce en la p e rm a n e n c i a d e l a s form as
a ct u a l e s de la expre s i ó n d el verso?
- C re o que to da e s cu e l a a d q u i e re l a fo rma y la
m e d i d a p a ra conte n i d o d e su t i e m p o ; d e su e rte que
ten e m o s a C arl os Lui s Sáe nz, fu e rt e p erso na l i d a d
que si solo t i e n e u n l i b ro es d e b i d o a su p o ca d i l i­
genci a, tod a vez q u e pu d o y te nía có m o h a c er p e r­
d ura r m á s su obra . . .
S e ensombrece e l d ía . Eu n i ce m i ra s u rel oj y por
si su i n q u i eto esp íritu tiene otro s d e rroteros, n o s l e ­
vantamos . . .
Como con tera de n u estra breve ch a r­
l a pedimos a l a poetisa l a d á d iva de u n p o e m a37
y d e u n retra to p a ra D ia rio de Centro A nz érica , cosas
a � a s que a cced e gu stosa, las cu a l es o frecemos a
nuestros lectores ya com o u n a este l a del paso d e la
poetisa costarri cense por G u a te m a l a, donde ta n to
se l e q u i e re . . .

.1
las form a s evolu c i o n an e n ra z ó n d e las n ecesi d a des
d e l a época. La forma a ctu a l del verso ya ha d i cho
y s i gu e d i ciendo l a s cosas m á s b e l l a s, a q u e l l a s que

1
n o encontrab a n cab i d a d e n tro del vaso a rca ico . . .
- ¿ C ó m o v e u sted e l movi m i e n to i n tel ectu a l de
C o sta Ri ca?
-Mi espera nza está e n l a j uventud d e los 20
a l o s 23 años. Veo esa espera n za en J u l i o E n ri q ue
M ora S a l a s y A l a n Pérez C h averri ; en Fern ando
Luj á n y Fab i á n D o b l e s . En l a ge nera c i ó n a n terior
está J o a q u ín Gutiérrez M an ge l , poeta y n oveli s­
ta q u e acaba d e ganar u n p re m i o l i tera ri o e n C h i l e
con su n ovela Cocorí. Es l a h i stori a d e un n egrito
h a b i tante d e l a línea d e l Pac ífico d e Costa Ri ca . . .
D e las ge neraciones p a sad a s, si a s í p u e d e d eci rse,
37 E l poema e n m e n c i ó n ap.Hl'Ct.' e n l a Tercer<i P<1 rte d e este L i b ro ( N . d el 1\ . ).

218
219
 Not a s b ibli o g r á fi c a s
La s o b ra s ú l t i m a s d e E l Libro de G u a tem a la

S e t i e m b re , 1 94838

Fi n a d á d iva nos ha p ro p o rci o n a d o Víctor

Vi l la grán A maya con un l ote de l i b ros ú l t i m o s, l o s
cu a l e s resp o n d e n a s u d i li g e nc i a c o m o d i rector d e
l a e d itori a l E l L i b ro d e G uate m a la , soste n i d a b aj o
los a u s p i c i o s d e l M i n isterio d e E d u ca c i ó n P ú b l i ca .
E s b u e n a c o p i o e l d e e ste h a z d e e s pigas, d o n d e

1
adem á s d e l a h o n du ra d e l texto, se a dvierte a veces
l a exq u i s i tez d e la p rese ntaci ó n e n lo que se refi e re
a l a p a rte p u ra m e nte tip ográfica.
i L os elemen tos terrestres, títul o q u e está tam b i é n a

1
m i l l egu a s d e su texto, es u n ram o d e frescos p oe­
m a s d e m uj er. E u n i ce O d i o, cuya fem i n i d a d s e e n­
n o b l ece e n e l verso, con s u h ab i t u a l n egligé n os
descu bre l o s e l e m en tos terre stres d e esas i n cl i n a ­
] ci o n es s i n h u e l l a d e u n a m o r q u e e s u n poem a . E l
l ecto r advertirá q u e, como s i cam i n a ra p o r u n a l ­
god o nero m a d u ro, se l e p ren d e n a s u pa so, p e d a­
zos d e ci e l o o d e a l b a en el a l q u icel de l a l e ctu ra .
Eu n i ce a l d espers o n a l i z arse o desvestirse, q u e d a
íntegra c o m o m uj e r y c o m o a rtista e n sus p o e m a s .
L e e d e s a s concreciones t a n b e l l a s c o m o l a d i ri gi d a
a l a m ado :

38 Diario de Crntro América, Gu atem a l a, 25 de set iembre de 1 948, pp. 3-6.

221
Tu s exo m at in a l Eu n ice Odio:
e n q u e d e sca n s a e l borde d e l m u n d o Los elementos terrestres
y s e dilata. . .
Pocn1 as
Oh, n i ñ o s d e m a rfil y n ácar f fug i tivo
Prem i o C e n t ro a m e r i c a n o 15 d e Setie m b re, 1 947.
por c uyo salto d e j azmín re s b a l a n las m a ñ a n as Ed itori <i l El l i b ro d e G u a te m a l a .
escol are s G u a te m a l a , 1 948
D i c i e m b re , 1 94839

R.B.G.
El pre m i o conced i d o a e sta o b ra p o ét ica, n o tuvo
tan s o l o la virtud del a c i e rto, si no, s o b re t o d o, la d e
i n co rpo ra r a l movi m i e n to p o é ti co d e G u at e m a l a a
esta m u j e r excep c i o n a l , u n o d e l o s m á s c l a ros y fi r­
m e s va l ores d e la poesía h i sp a n o a m erica n a .
D e s d e l a fec h a q u e el p re m i o i n d i ca, Eu n i ce
O d i o se h a l l a d e l tod o u n i d a a l a fá n creador q u e
m a n i fi esta n l o s po e t a s centro a m erica n os, l o s c u a ­
l es, p o r u n a u otra razó n , m a n ti e n e n m uy estrecha
rel a c i ó n c o n el a p a s i o n a n te a fá n poético q u e se fo r­
j a h oy en G w l tem a l a . Cosa i mporta n te, porq u e los
poetas, l o s d i oses l o s dan, pero e l l o s s e j u n ta n . D e
d o n d e se co n c l uye q u e l a a tra cci ó n q u e G u ate m a l a
ej e rce sobre l a vida poética se d e b e a l a exi s te n c i a
d e u n cl i m a prop i c i o cuya e m o c i ó n y u nivers a l i d a d
p rovi e n e d e l a l i b erta d h um a n a q u e e l i n d ivi d u o
d i sfru ta p o r i g u a l para existir y u s a p a ra crear.
E u n i ce O d i o s e revel a co mo poeta q u e j unta­
m ente posee una exq u i s i ta s e n s i b i l i d a d y u n a cul­
tura no menos exq ü i s ita . El re su l ta d o es u n a obra

39 Sección Noveda d es B i b l i ogrMi cas de la revista Vií'nlt> N11ei10, publ icada por
el Centro E d i tori a l del Gobierno, a dscrito a l M i n i sterio d e Educación Pt'i b l i ca de
Guatemala, con sedl' l'n t? I Pa l a c i o N a c i o n a l . D i reclor: M ig u e l A ngel V,í zquez y
secreta ri a : Eu n ice Odio. A i1 o 1 1 n . "J, d i c i e m bre de 1 948, p. 69.

222 223
d e l o s más a ltos mérito s . O b ra q u e re sp o nde ente­ como a ro m a d e fl ores y d e a m o r, d e l a t i e rra d e s u s
ra m en te a l a s exigenci a s q u e l a poesía hispanoa­ ele mento s :
mericana t i e n e consigo m i s m a . Pero es la poesía d e
E u nice O d i o u n a poesía cuya i nmensa n oved ad, le­
j o s d e apartarla d e l a s m á s p u ra s tra d i ci o n es, l a une
1 Y t ú , A m a d o,
que p o n e s ru m b o fij o al a ra d o

1
a e l l a s, y de ahí su l oza n í a encantadora . Po r ej em­ q u e ci rcuye l a tard e y a p re s u ra l a ros a
p l o, c u a n d o t a l como Gómez C ha ri n o hacía en el si­
glo X I I I , amb i enta l a n o s ta lgi a d el a m a d o en el aro­ para ha cer expl o s i ó n en i n co n te n i b l e l et a n í a
m a de l a s flore s : geórgi ca :

As frores do meu amado Oh, d á d iva s,

briosas va m no barco; Oh, d o n e s terrestres,
e vam -ss'a s frores Oh, su aves a l i m e n to s . . .
d'a quí bem com meus amores

fl o r i d a emoción de amor q u e en E u n ice O d i o se

m a n i fi esta a s í :

Oh,
Amado m ío, d u l císimo
como a l u s i ó n de nardo
en tre a ro m a s morenos y d i stantes.

Sin ro mper nunca la e s e n c i a tra d i c i o n a l d e toda

a u téntica poesía, E u n i ce O d i o no i ncurre en i n ú ti­
les repeticiones y así se exp re s a siempre con la no­
v e d a d de u n ser q u e, d ota d o d e l a p rofética sabi­
d u ría a n t i gu a, h u b i ese de p ronto desce n d i d o sobre
n u e stro p l a n e ta . Es su p o d e r d e m aravil l arse entre
l a tierra y e l cie lo, lo q u e d a a l a poesía d e E u n ice
Odio u n encanto pecu l iar; el que s e d e sp rende,

224
225
 Eu n i c e O d i o en l a Revis ta B rech a40
Setiembre, 1 960·1 1

La ud atori as referencias a l a escritora costa rri­

cense, Eu n i ce O d io, apareci d a s e n u n artícu lo l i te­
rari o del New York Ti m e s . En el núm ero d e la revi s­
ta d e l i b ro s del New York Tim es, correspondi ente
a l 1 8 d e setiembre ú lt i mo, aparece u n a i n teresante
cró n i ca l i teraria que envía d e M éxico el d i sti ngu i do
críti co, d o n José Vázq uez Am a ra l . Trad uci mos del
a rtícu lo l o s sigui entes pá rrafo s :
L a nota l i tera ri a más i mp o rta nte d e M éxico y
Centroaméri ca es l a q u e se refi e re a l progre so que
vienen rea l i z a n d o l a s muj eres. Esas escri toras han
publicado re ci enteme nte algu na s obras de m ayor
a l i ento q u e a l a de l o s escritores reco nocidos, q u e
s u e l e n l levarse l a p a l m a e n l o s torn eos l i terarios. L a
ca l i d a d del aporte d e esas muj eres en l a novela, el
cuento, e l d ra m a y l a poesía j u stifi can el aserto d e
que en n i ngu n a época d e l a h i stori a l i terari a l ati­
n o ameri can a como en la actua l han aparecido d e
pronto tanta s b u e n a s escri to ra s q u e han con q u i sta­
do mere c i d o s tri u n fos. H a ce dos a ños esas escrito­
ra s eran casi de todo p u n to d esconocidas.
Los p a íses l a t i n o s d e l a Améri ca d e l Sur

4 0 L a revista Brechi1 s e p u b l i có e n Costa Rica, d e fi n a l es d e 1 956 a principios de

1 962, siendo SL'cretario del Consejo d e Red acc i ó n el escritor Arturo Echeverría
Loria ( N . del A . ).
4 1 Brecha, A ñ o 5, n . º L setiembre de 1 960, p. 26, Secci ón Brú j u l a Qu ieta.

227
n o h an carecido n u nca de tal e ntos femeni nos en
el tra nscurso de los años. B a sta mencionar e l solo
nombre de G abriela Mi stral, a q u i e n se concedió
e l Premio Nobel de l i teratu ra, p a ra corroborar l o
q u e decimos. Pero Méxi co y C en troamérica h an
marchado notablemen te a la zaga a este respecto,
desde la muerte de Sor J u a n a I n é s de l a Cruz, hace
casi trescientos años. (Aun, así y todo, muchos crí­
ticos se i ncl i n a n a considerar q u e Sor Juana p erte­
nece en rea l i dad, en lo que atañ e a la tradición, a
l a edad de oro de l a l iteratura e sp a ñ ol a, más bien
que a la mexica n a ) . Es e n esta imponente perspec­
tiva de grandeza colon i a l española, comp arada con
la i nexpl i cable esterilidad p o steri or, que se reve­
lan en to da su sign i ficación l a s a ctuales escritoras:
Amp aro Dávi l a, G u adalupe D u e ñ a s, Elena G a rro,
Lu isa Jo sefi na H ernández, M a rgarita Michelena,
Eun i ce O d i o y Josefi na Vi cen s .
Dej a n do de l a do l a exc e l e n c ia, h ay u n com ú n
denom i nador que pa rece igu al ar a e s a s escrito-·
ras : perte necen todas a la alta c l a se med i a y en
su mayor p a rte han asisti d o a las m ej ores escue­
l as de M éxico. A un resp aldo como ese, con su tra­
dición de refi n a m ie nto en todos sus asp ectos, in­
cluso el del i d i o m a, se deben, a n o dud arlo, esas
obras de confo rtante frescu ra, care ntes d e todo aso­
mo de i nsinceri dad y que n o t i e n d e n a su stentar te­
sis sociales ni políticas. Me atrevo a p redecir que
esas escritoras n o segu i rán e l tri ste ej emplo d e al­
gu nos autores que no han vac i l a d o e n escri b i r no­
vel a s m e d iocres, malos cuentos o poemas; a fin de
228
poder incluir tod os los i ngred i entes que d e m a n d a n
l o s más exi ge ntes secta rismos. El h echo d e que el
t a l e n to d e esas muj eres no esté a l a ven ta, aunado
a l d e q u e escri b e n e n u n a m b iente d e gra n escasez
de críti ca competente puede m uy b i en exp l i car el
motivo d e que la m ayo ría de e l l as n o h a reci bido
s i n o l i ge ras menciones en los peri ódi cos y revi stas
d e M éx i co y Centro a m é rica.
De l a s si ete escritoras enum e ra d a s, Eu n i ce
O d i o, nacida en San José de Costa Ri ca, es l a ú ni ­
ca q u e h a h e c h o de l a l i teratura u n a p rofe s i ó n . E s
a la vez la que menos probabi l i d a d e s t i e n e d e ob­
t e n e r el Pre m i o S ta l i n por su poesía. S i a lguna vez
h a h a b i d o una poesía ce l esti a l m ente m e t a física en
b A m érica Española es l a d e la a u t o ra de Tránsito
de fuego . El carácter n a d a pro l etari sta d e su obra h a
h e c h o q u e l a cortej e n l o s agentes l i tera ri o s comu­
n i stas, sin que haya n l ogrado, n a t u ra l m en te, ga­
n é.f rs e l a . Su n egativa, lo m i smo que la i n com peten­
cia d e l a crítica a que me refi ero, exp l i ca e l por qué
Tránsito de fuego h a s i d o co ndenado a l l i m b o l itera­
rio d e Méj i co y Centro Améri ca . A E u n i ce se l e co­
n oce mej o r por un pequeño fragm e n to p u b l i cado
e n el n ú mero1 4 de "New : World Wri tin g", en u na
t rad ucci ón que h izo D u d l ey Fitts al i ngl és. E l poe­
m a co m p l eto, que l le n a 440 p ági nas y conti ene al­
re dedor de 10 000 versos, es i n d i scu tiblem ente la
postura más fue rte y meritoria que h aya podido h a­
cer para la obtención d e l a corona en l a poesía es­
paúol a, desde los días l egendari os de Sor Juana.
E l agu d o crítico chileno, Franci sco Agu i l era, d i ce
229
d e E u ni ce Odio : "La obse rvación de q u e sus escri­
tos viaj a n en la d i stingu i d a compañía del español
Pe d ro S a l i n a s y del peru a n o César Val l ej o, puede
ofrecer u n i ndicio de su singu l ar tal e n to y de su
tem p e ramento, solo q u e e l l o no exp l i ca por en te­
ro la m agnificencia de su esp íritu creador y de su
técni ca".

Después de su m u e rte . . .
( Traducción y envío de C R I STIÁN RO D RÍG U EZ )

E u n i CL' Od i o ( 1 9 1 9- 1 974 ) . S u poesía e s poco conoc i d a .

Pa rece pro d u cto d e l a i ron ía,
pero fue con motivo de su m u e rte
que 1 <1 crít i ca n zi ci on zi l comenzó a i nteresars e por su obra.

Virginia Sa ndoval de Fonseca

( costarricens e )

230
 Eu n i c e O d i o
M ayo, 1 9 7442

Con el ca bello ten d i d o a l viento, l o s oj os cafés

hacia a d e la nte e ntre l a rgas pestañas, c u e rp o b i e n
fo rm ado, b aj i ta, móvi l y rau d a, a s í pasaba l a poeti­
sa Eu n i ce O d i o por l a sexta aven i d a en esas tard es.
Se · m ezclaba con l a m u ched u mbre, solita ri a , pen ­
sando en su mundo. Vi n i e ra a G u atem a l a a tra íd a
por los a i res revo l u ci o n a ri os, co n su pendón d e i z­
q u i erd i sta hacia el h orizonte .
Una poeti sa, sin prej u i ci o s, u n sí es n o es bas­
tante boh e m i a . En su serenidad d e m uj e r, c u a n d o
se alej a ba de l o s correos de l o s l i teratos, q u e en ella
busca ran el d i sfru tarla entre los vapores n ep e n teos,
Eu nice se elevaba a l a s cu mbres d octa s desde don­
de se d o m i n a la vida co mo una elevaci ó n . Es en
tal cl i m a, d onde l a conociera, cuando me defi n i e ra
tantas co sas sutiles: como l a d i fe rencia entre l a a l e­
gría, place r, gozo. Y como nos d escribi era este gozo
más sutil, m á s delici a del a l m a q u e corpóreo.
En tonces, pensáb amos: E u n i ce no puede ser
del tota l i ta rismo roj o, es demasiado i ndivi du a l i sta,
demasiado pensad ora por cu enta propi a para so­
meterse a un compromiso de grey o d e grupo, a u n
cuando s e a de letras. Y a s í fu e, despu és, cuando e n
42 E l Imparcial, Guatemala, 2 8 d e mayo d e 1 974, p . 3.

233
 .· . .
· ��
�
·)
1 963 e n M éx i co, a u n antes q u e Pellecer, den u n c ió
a l comun ismo como anti h u m a n o .
E u n i c e O d i o h a m uerto. Nos d u e l e saberlo .
H ab ía algo e n e l l a proclive a l a bacante, c u a n d o se
saciaba con l a s uvas báqu i cas y se coronaba d e los
pámpanos d e la n in fa l í a . C u an d o, quienes en vez
de exaltar su persona l i d ad la ayu daban a sumergir ­
l a en su caos m ateria l .
E u n i c e n ac i ó en S a n J o s é d e Costa Ri ca en 1 922.
Se d e d i có d e p referencia al p e ri o d i smo y l a s l e tra s.
Figu ra en e l parn aso e � su p a ís natal con poemas
pro m i sorios. Lu ego apareció en G u ate m al a a ra íz
de Aréva l o y Arbenz. Aqu í convivió en nuestro m e ­
d i o l iterario y e l med i o p o l íti co, que l u ego d en u n ­
ciara d e senm ascarán d o l o, al camarad eri smo de
fae n a d e Fort u ny y secuaces.
E n esa alma l írica h ab ía tambi én un alma hu­
m a n izada, confratern i tari a . Ella vio l o s ú l ti m os
momento s d e aque l l a gran escri tora coterránea
Yol a n d a Oream u no, bella t a l e ntosa m uj er, cuyo
destino h u b i era re sp l a n d e c i d o m ejor, de h a ber en­
contrado m á s compren sivas mentes mascul i n a s .
Pero h ay tantos hombres -ay, y l i terato s- q u e, e n
la m u s a o m u j e r i ntelectu al, a p l au d e n este aspecto,
para b u scar encub i ertamente la exp lotación sexu a l .
Yol a n d a dej ó u n ú n i co l i bro q u e conozcamos : La
rn ta de su evasión, n ove l a fu e rte, capaz de competir
con l o mej or en el campo d e a n ál i s i s soci a l d e la ci­
vil ización contemporánea .
Yo la nda, tras su d ivorcio y ser al ucin a d a por
q u ienes d eslucen como poetas o i ntelectu a l es, no
234
.· ·
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j
J
l
l
fu e sino carne d e p l a cer para estos, p ara term i nar
en l a mayor i n d i gencia en la capital d e México. Ella,
a q u ien co noci mos, d e d i stingu i d a fam i l i a j osefi­
na, cu lta y exq u i si ta d a m a . Muri ó se puede decir en
los b razos d e Euni ce, qu ien l a había socorrid o tan­
to en la m i seri a . H u b o de acud i r al poeta Sal omón
d e l a Selva, para obtener un cré d i to d e l a funera­
ri a G ayo so, y d a rle u na sepu ltura d ecente a la es­
critora tica . Esto nos contó Salomón, en presencia
de Alberto Vel ázquez con frases de d esagrado con­
tra q u i en es así abandon aron a Yol an d a, y d e gra­
t i tud para Eun i ce . U n os poetas i ntel ectu al es, con
E u n i ce a la cabeza, en un día l luvioso fueron a d e­
cirle ad iós a l a a m iga, ya cen te en pl ena j u ventud
m ad u ra, a l ce menterio d e la cap ita l mexicana.
Ah ora, Eu n i ce O d i o ha mu erto. Vivía sol a .
¿ C ó m o ? S u vi d a s i e m pre nos fu e u n m i steri o . L a ha­
l l a ron ya exán i m e en e l baño d e su apartam ento.
A q u í e n Gu ate m a l a convivió, aq uí ganó u n pri mer
p re m i o d e poesía, en el concurso centroameri cano
del 1 5 d e seti embre . El Parnaso de Costa Rica l e d e­
d i ca u n os pocos d a to s y poemas. Impri m ió un l i ­
b ro e n d ísticos d e l a rgo metraj e . Pero su mej or poe­
sía está en turno d e q u i e n con m anos d evotas l a
co m p i l e .
Amiga del re l ámp ago fue, c o n l a fl or d e su espí­
ri tu en plásticas l u m i nosas en l a red a cción del d i a­
rio. ¡Cu ánta excelen cia ! Le fa ltó, como a Yo l anda, l a
m a n o q u e ayu d a a d a r el salto a l a l u z y no l a que
i nvita a d u l o nam ente a la degradació n . Se h ab ía na­
tu ralizado gu atemalteca . Vivió su v i d a, sombra y
235
d este l l o del esp íritu. Ante ese espíritu q u e ahora
m e ve, d ep osito esta ofren d a conmovi d a em anada
de su evocación pura y b e l l a .

LEÓN AGUILERA
( gu a temal teco )

Qu i n ta p a rte

EUNICE Ü DIO EN O T ROS PAÍSES

CEN T ROAMERICANOS

236 237
 Eu n ice Odio e n Centroamérica
M i ra r amar g o y fruto dulce d e u n a
muj er i n olvidable4 3

Perfectamen te se pueden d eterm inar dos etapas

o i ti n era ri os en l a vi da de Eun ice Odio: uno, su es­
ta ncia en tierras centroam erica nas; otro, su p aso o
ex i ste ncia en Cu ba, M éxico, N ew York y, su presen­
cia l i teraria en Venezuela, en la Revi s ta Zona Franca .
M e referi ré de manera -cronol ógi ca - a su pri­
mer i t i n era ri o -Centro Améri ca-, q ue a b a rca más
o menos d e abril d e 1 946 al 9 d e fe brero d e 1 955,
fec h a e n que l l egó a M éxi co, país en el cual sen­
tó rea les en la cal l e Río Neva No. 1 6, D . 40, Z. 5,
M éxico D . F. , en un apart a m e n to en el cu a l un día
d e m ayo d e 1 9 74 fu e encontrada muerta .
E u n i ce Odio muere a l a edad d e 55 años. H ab ía
n a c i d o e n San José el 1 8 d e octu bre d e 1 9 1 9 .

Res p i ra b a p o e s í a

El primer país d e l área cen t roam erica n a que vi­

s i ta Eu n i ce Odio es Ni caragu a . De a bri l a octubre
d e 1 946, reside en l a" Editori a l Nu evos H o rizontes,
pro p i e d a d d e l a fam i l ia Ste iner Sánchez. Por m e d i o

43 A rt ícu l o de Mario Esquive] Tobar, p u b l i ca d o e n For¡a, d e l Semanario

U11iwrsidad ( 7 de j u l i o de 1 989), N . º878

23 9
d e l escritor n icaragü ense J u an Abu rto Díaz, se
dice que Eunice "de i n m ed i ato fue acogida y se
i ncorporó al medio i ntel ectu a l de M anagua y
Gran ada, significado entonces p ri n c i p a l me nte por
los poetas José Coronel Urtech o, M a n o l o Cuadra,
Emil i o Qui ntana, Joaquín Pa sos, S antos Carmeño,
Luis Alb erto Cabra l es, M a ri ano F ia l l os, Enri qu e
Fernández y Fernando Si lva, q u e fueron, co n migo,
sus entraflabl e s amigos.
A pesar d e su j uventud ( Eu n i ce Odio contaba
en ese en tonces con 23 aflos d e edad ) i mpresiona
a la intel ectual i dad n i caragü ense n o solo por su be­
l leza sino por l a posesión d e una va sta y va riada
cul tura, una sensi b i l idad extremada para el arte, un
pondera d o ju i ci o crít i co y una si ngu l ar expresión
para com u n i carlos.
El escritor A b u rto D íaz nos narró qu e : "A poco
de su l l egada E u n i ce fu e h u ésped d e l Círcu l o de
Letra " N u evos H orizontes", que era centro y espe­
cie de club d e l a act ivi dad a rtísti ca del país, adon­
d e co ncu rrían permanentem ente l o s más grandes
a rti stas, como q u e ese sitio era i gu a l mente, sala de
conferencias, de conci e rtos y exposiciones y edi to­
ri a l de obras l i terarias n a cion a l es".
Tan to Aburto Día como M a rtínez Rivas a d m i ­
rab an l a pasión t a n gra n de q u e sentía Odio por l a
poesía : "Nunca h e conocido - m an i festó e l p rime­
ro - a u n ser tan arrebatado por la poesía, como era
Eunice. Existía e l l a ü ni camente para l a poesía, es­
crib ía constantemente y pen saba poesía. Re spi ra b a
poesía, tod a e l l a misma rezu m a b a poe sía, e n
240
n ingú n momento l l egó a traicionar ese credo suyo
de ard i e nte esteta".
En M a nagu a, G ra n a d a y M a s aya d i o recital e s y
ch arl as, i nvitada p o r l a U n iversid ad, p o r i n st i tutos,
por l a m u n i ci p a l i d a d o por entid ades cu l t u ra l e s .
Po r l a l i b e rtad p ol íti ca y p oética
La segunda oca s i ó n en que E u n i ce O d i o es­
tuvo en Nicaragu a fu e en 1 94 7, d e paso. I b a para
Guate m a l a a reci b i r el pre m i o d e poesía por
su l i b ro Los ele m e n tos terrest res, otorgad o por el
C e rtamen Nacional Perm a nente de C i e n cias,
Letras y B e l l a s Artes, com ú n m ente d e n o mi n ad o
Premi o Centroa merica n o 1 5 d e Seti e m b re, concur­
so i n sti t u ido en 1 94 6 por el "Pri m e r G o biern o d e
l a Revol u ción G u a te m a l teca", p resi d i d o p o r e l Dr.
Juan José Aréva l o Bermej o . Esta vez d i o a l gu nos
recitales privad os, s o l o en tre arti sta s, convi n i e n d o
ú n i came nte los poetas n i cas q u e se encontraban
a nte una extraord i n a ri a e i n creíb l e escri tora y que
s u n o m b re h ab ría d e engrosar a l gún día l as fila s d e
l a s gra n d es poetisas d e América.
Estas d os esta n c i a s en N i caragu a ( 1 946 y 1 94 7 )
fuero n a l tamente determ in a ntes en su formación
a rtísti ca, en su evo l u ci ó n posterior como escri tora
y en la determinaci ó n políti ca al con ocer de cerca a
l o m ej o r d e l a i n te l ectu a l i d ad ni caragü ense, su p oe­
sía, sus a ngu stias y paisaj es y e l ambie nte de en­
tonces ( d i ctad ura d e Somoza G a rcía ) . A b u rto Díaz
241
 ,
J
con cuerd a con nos otros cu ando me m an ifestó que
el c o n tacto directo "con la gran poesía n i caragü en­
se y l a comunicaci ó n p e rsonal con l o s h acedores de
esta, i nfluyeron deci d i d am ente e n e l futuro d e l es­
píritu y la obra, así com o e l l a nos revel a l as esp l en­
d en t e s facetas de su p erso n a l i d a d cread ora . Y por
supu e sto, d e i n med i ato se p u so de p a rte de q u i e ne s
viví a m o s y sufríamos l a d icta dura somociana".
Pol íticamente l a escritora sentía l o q u e Ru bén
D a rí a l la m aba "un santo odio h a c i a l o s d ictad o res".
D e a q u í que fuera u n a apasionada a ntisomocista.
_
Ya en abri l de 1 949, e r1 G u ate m a l a , escri b e e n el
v e s p e rtino El imparcial l o sigu i en te : "En N i caragua,
q u e h abría d e ser fum i gada el d ía q u e term i n a la
e p i d e m i a nacion a l l l a m a d a Som oza, ya sea p o rque
s e m u e ra d e muerte natura l o violenta, o p o rque,
s i n c e ra m e nte Nicaragu a se canse de é l ".
F i n a lmen te, en marzo de 1 963 fu e l a tercera oca­
s i ó n en q u e Odio estuvo en N i caragu a . Regre saba
d e San José, adonde h a bía sido d estacada por l a re­
vi sta m exicana Respuesta para cubrir l as con fe ren­
ci a s d e l presi d e nte de los Esta d o s U n i d o s -J o h n F.
Ken nedy- con l os manda tarios centroam erica nos.
En M a nagu a da declaraciones a l p e ri o d i sta José
Fra nc i sco Borge q u e p u b li ca e l d i ari o La Prensa .
Alu c i n a d a y a l u c i n a n te
E n cuanto a la experiencia e n G u atem ala, l a es­
cri tora hondureña -ra d i ca d a hace m u chos a ños
24 2
en G u atem a l a - Argen ti na D íaz Lozano, e n su co­
l u m n a p e ri od ística "Ju eves Litera ri o" -"Los a u to­
res y sus obras"-, nos la pre senta d e la s igu ien­
te m a ne ra : "Al l á por l os aiios 1 948 - 1 953 v i n o a
G u atem a l a u n a j oven muj er d e oj os verdes y exp re­
sión un ta nto a d u sta m i entra s no sonre ía, de docto
h a b l a r en a s u ntos l i tera ri os y c i e rta dosi s de agre­
sivi d a d . B u e n a poetisa . . . y tenía los oj os verdes. Se
l l a m a b a E u n i c e Odio y se puso de moda en l o s m e­
d i os l i tera ri o s d e entonce s : Fl avio He rrera, Alberto
Vel ázqu ez, Davi d Vela, los C h i q u i l i n es del S a ker-Ti,
C l a u d i a Lars, C a rlos Samayoa C h i n ch il la, etc .".
Era d i s cu t i d a . . . ¡ p a ra l o q u e a e l l a le i m porta­
ba! . . . Le gu sta b a la bohemi a , las noches en vela to­
mando vino o whisky y h a b l a n d o sobre l i teratura y
a rtes. Era u n a a l u c i n a d a y a l ucinante y d i scu tía con
p a s i ó n . Po seía ba stante eru d i c i ó n y podía conver­
sar a m e n a mente de tod o un poco . . . Buena escri­
tora, fu e rte e i n s p i rada poeta . Nómada, vol a n d e ra,
ávü.fa d e conocer mundo y gente. Ansi osa d e vivir
plena mente a su m a n era .
Rea l m ente O d i o en tra en con ta cto con los me­
d i o s l i te rarios guatemaltecos en 1 947 al obtener e l
p ri m er p re m i o d e poesía co n su l i bro Los elementos
terrestres d e l concu rso Prem io Centroameri ca n o 1 5
d e Seti e m b re, certa men d e ochoci entos quetz a l e s y
m ed a l l a d e oro para l i bros d e versos.
El j u rado que calificó los tra b aj o s d e poesía es­
tuvo i ntegra d o por tres conoci d os escritores gua­
temalte cos : Alberto Vel ázq uez, d i rector y red a ctor
de n u m e rosas p u b l icaci ones l i terarias y política s,
243
 ....
- 1''..
. ..
m i em bro correspondiente d e l a Rea l Acad e mi a
Esp a ñ o l a ; M i g u e l Á ngel Asturias -Pre m i o Nobel
d e Literatura en 1 967- y F l avio H e rrera, consa­
gra d o escri tor y poeta. Se presentaron a concursos
vei nticin co li bros d e poesía, o poemas q u e i ntegra­
b a n un ciclo de creación poética .
D uran te este p ri mer v i aJ e de Eunice
a
G u atem a l a, motivad a por su triunfo l it e rario, se
d e d i ca a dar reci t a l e s y charl as. D u ra n te u n a visi­
ta de cortesía al p e ri ó d i co La Hora m a ni fi esta que
"Guatem a l a siem p re h a sido una obsesión para
m í" y expresa su gra n complacencia p o r h a l l arse
en G u atemala, país al que consid eraba - e n el te­
rren o i n telectu a l - el de mayores rea l izaciones de
Centro a mérica en a q u el l a época. "Nos h a b l ó de su
i nterés por perm a n ecer a q u í d u ra n te vari o s días, a
fi n d e poder p e n et rar n u estro a m b i e n te p a ra cono­
cerl o y poder extraer de él u n conoci m i e n to mej o r
de estos pueb l o s" ; se lee e n l a e d i c i ó n d e La Ho ra
del 1 6 de set i e m b re de 1 947.
En 1 948, O d i o se establece d e fi n i tiva m e nte en
G uatem a l a . Se h ace ciu d a d a n a guate m a l teca, n a·­
cional i d a d que posteri orm ente ca m bi a p o r l a mexi­
can a e n el ar1o 1 9 72. Estos consta ntes cambios de
nacion a l i d a d co n d u cen a e q u ívocos a la h o ra de
prese ntarl a : en l u ga r de ten er a Euni ce c o m o cos­
tarricen se se l e s o l ía presentar como guatemalteca
o, en otra s oca s i on e s, se la tenía por guatemalteca
cuando ya era, por adopción, ciu d ad an a m exica n a .
Pabl o C ej u d o Vel ázquez escri b i ó e n La Na ció n d e
1 9 78, que fu e "un a muj er con vertida en c i u d a d a n a
244
.
d e l m u n d o, p asea n d o su b o h e m i a p o r e l m apa d e l
co nti n ente americano, h asta term i n a r su vi d a e n
México".
Aventu ra gu atem a l teca
C a b ría pregu n tarse : ¿ Po r qué E u n i ce O d i o ra d i ­
c a y t rabaj a e n G u ate m a l a y se n atura l iza c i u d a d a ­
n a guatem alteca? Esti mo q u e por l a s sigu i en tes ci n ­
c o ra zones:
l . Po r el ambiente cultu ra l , d e plena l i b er­
tad creadora que se res p i raba en la G u a te m a l a
de e n tonces. I d eas ren ova d o ra s se exp a n d ía n p o r
G u ate mala, favoreci d a s p o r el n u evo gi ro q u e a ca ­
baba d e tomar l a pol ítica d e l o s d i rige n tes gu ate­
mal tecos, después del 15 de maro d e 1 9 45 e n que
e n t ra e n fu n c i o n e s como p resi d en te d e G u atem a l a
el profesor J u a n José Aréval o Berm ej o, hombre d e
altos i d ea l es polí t i cos, que p rete n d i ó d e m ocra tizar
su p a ís.
2 . E n m a rzo- abril d e 1 94 8 se produce e n C osta
Ri ca la revoluci ó n de José Figueres Fe rrer. No ol­
vi demos que Eun ice O d i o era con ocida e n e l a m­
bi ente pol ítico costarri cen s e como u n a ard i ente d e­
fe n sora d e l a s conqui stas sociales y l a b o ra l es d e
l a s a d m i n i st raciones· C a l d e ró n Gu a rd i a y Picado
M i chal ski y que era aprec i a d a por su s i d eas ava nza­
das d e izq u i erd a .
C o n el tri u nfo d e Figueres y s u s Ej ército d e
245
Lib eraci ó n Nacional, m u chos i ntel ectu ales, e ntre
otras dece n a s d e ciudadanos costarri cen ses, tienen
que emi grar.
Este p a no rama p o l ítico l a i nfl uye y decide
quedarse a vivir en Gua te m a l a y optar por esa
nacion a l i d a d .
3 . E l 1 5 d e setiembre d e 1 94 7 se l e oto rga a
Eu nice O d i o el Premio Centroameri cano " 1 5 de
Setiemb re", en la ra ma d e poesía, por su l i b ro Los
elementos terrestres. Este aconteci m i e nto l e fac i l ita
enorm e m e n te su ráp i d o i ngreso al mundo l itera rio
y c u l tu ra l gu atemal teco.
4. H ab ía faci l i d ad para cu a l q ui e r centro a m eri­
cano con el si stema j u ríd i co y consti t u c i o n a l de en­
to nces p ara h acerse c i u d a d a n o d e ese país.
5 . F i n a l m e n te, Odio, al igual que Yo l a n d a
O ream u n o, deambu l a n p o r va ri os pa íses latinoa­
merica n os, alej á n dose del ambi e nte pequeño-bur­
gués q u e se vive en l a Co sta R i c a d e e ntonces y se
adscriben a l o s gru pos a rtísticos e inte l ectu a l e s de
Guate mala y M éxico, princi p a l mente.
En n oviembre de 1 950 se celebran l a s e l eccio­
n es presi d encia les en Gu atema l a . Od io, qu i zás
para ese e ntonces un poco desil u si onada d e l go­
b i erno del Dr. Arévalo, decide apoya r la can d i d atu­
ra del l icenciado Jorge García Gra n a d o s, post u l ado
por e l Partido del Pueblo. Se opone firmem ente a
l a "ca n didatura oficial" del coronel Jacobo A rb enz
Guzm á n .
D u rante su estanci a e n Gu atem ala d e 1 94 8 a
246
1 953 escri be su segu ndo libro "Zona en territorio del
alba", que se p u bl i ca e n una ci udad del i nterior d e
Argenti n a , S a n Rafael, Mendoza, en 1 953 p o r l a
Edit o r i a l Briga d a s Líri cas.
A med i a d o s d e j u nio de 1 954 se p roduce la i n ­
va sión - d e sd e territorio hond u reño- d el coronel
C a rl os C a sti l l o Arm a s y su "ej ército de liberación",
cayendo e l rég i m e n con stituido. Se acaba l a "dé­
cad a revo l u c i o n a ri a", aquella de los gobi ernos de
Arévalo y Arb e n z .
" La aventu ra gu atemalteca" term i n a , asi � i smo,
p a ra Od io, q u i e n l l ega a C i u d a d de M éxico u r1 9 de
fe b rero d e 1 95 5 .
Esta l a rga esta n ci a en Guate m a l a fue fu n d a­
m e n t a l p a ra su prod ucción l íri ca y period ísti ca pos­
teri or. Sus m ej o res obras se producen en l a década
que va d e 1 94 7 a 1 95 7, de sus 25 a 35 años d e edad :
e n 1 9 74 escri b e Los elemen tos terres tres; en 1 953 se
p u b l i có Zo n a e n territo rio del alba y en 1 957 se edita
su obra maest ra El trá ns i to de f uego .
A l a b a n s u p ro s a
Por otro l a d o , sobre la presencia d e E u ni ce Od i o
en H o n d u ra s h ay escasa informaci ó n . H ay d o s re­
fe renci a s : u na , cu a n d o en diciembre de 1 94 7 visita
Tegu cigal p a , ci u d ad ·que l e i n spira un poema navi­
d e f \O que titu l a "Navi d ad", dado a luz en el vesperti­
n o El I m p a rc i a l d e l a C i u d a d de G u atem a l a el 24 d e
d i cie m b re d e 1 94 7 ; l a otra es l a p u b l icación en 1 949
247
e n l a revi sta La Paja rita de Papel, ó rgan o del Pen
Club de Hon duras, de su poema t i tu l ado "Tríptico
de la doncell a".
Honduras es el país centroame ri can o e n el cual
h ay que h acer intensas i nvestigaciones, con e l fin
de determi nar los viaj e s de Eu n i ce O d i o a l l í y dar a
conocer - s i es que exi ste n - texto s i n é d i tos.
Diferente fue e n E l Salvador. La pri mera vez
que l a poeta estuvo e n El Salvad o r fue e n enero
de 1 948, de paso. Venía de G uate m a l a de recibir
el Premio Ce ntroam erica no " 1 5 d e Setiembre" de
poesía por su l ibro Los ele m en tos terres tres . Ll ega así
a El Salvador, tierra natal de C l a u d i a Lars, excelsa
poeta salvad oreúa co ntemporá n e a e ín tima ami ga.
Aquí pretendió dar a co nocer su obra, dar recitales
y conferenci as, desarrol l a n d o to d a la actividad in­
telectual que l e dictara e l med i o .
E n e l a ú o d e 1 952, O d i o vu elve a E l Sa lvador,
donde vi sita a Franci sco Gavi d i a . Por e l l o, p u bl ica
un a rtículo en "El d i ari o de H oy" de la cap i t a l salva­
doreúa en agosto de 1 952, titu l a d o "Vi aj e al Pa sado
con Francisco Gavi dia ( D e l t i empo solo queda lo
vivido )". Posteriormente este a rtícu lo es i n cluido
en la Revis ta Cultu ra l, pu b l icada e n E l Salvador, No.
35-38 ( d i ci embre 1 965 ), número extraordi n a rio en
homenaj e a G avid i a, pp. 1 9 1 - 1 94 . Precisamente en
esta Revis ta Cultu ra, Eun i ce c o l abora asiduam ente
desde 1 955 hasta 1 965, donde le p u b li ca n su poe­
ma "Miguel Arcángel" ( C ultu ra . N o . 39, enero -fe­
brero-marzo de 1 966 ) .
E n esta revi sta l e p u b l i ca n su en sayo "Cu atro
248
Poetas Sa lvad oreños" ( n .º 3 3 , j u l i o - agosto -se­
ti embre ), e n q u e a n a l iza l a o b ra d e "La genera c i ó n
de poetas sa lvad oreñ os q u e n a c i ó entre los fi n a l es
del sigl o pasado y m ás o m e n o s el primer c u a rto
del presente" a la que perte n ecen los poetas Dora
Gu erra, C l a u d i a Lars, Hugo L i n d o y Ped ro G eoffroy
Rivas. Sobre e l l o s est i m a O d i o " e s, tal vez, l a gene­
ra ción m á s b ri l l an te, como conj u n to, d e l a h istoria
l i teraria de El S alvador", a fi r m a n d o p osteri o rm e n ­
t e l o sigu i ente : 'Además d e l ful gor q u e l a define,
esta generación tiene una cara cterística especial y
eséncial, q u izá apenas percept i b l e para qui enes co­
nocen no solo la l i teratura d e E l Salvador s i n o el
suelo donde fl orece : su q u e h acer l i terari o está en
fl agra n te contrad i cc i ó n co n el m ed i o e n e l q u e se
desarro l l a .
Otro l u gar e n el cu a l O d i o ej erce s u l a b o r pe­
ri odíst ica es e n E/ D ia rio de Hoy en Sa n Sa lvad or,
donde col a b ora, princi p almente en l a dé ca d a de los
a r1 os ci ncuenta.
Como a nteriormente se i n d i có, en 1 95 7 se pu­
b l ica en S a n Sa lvador l a obra cu m b re El tni ns i­
to de Fu ego ( n o. 5 . Co lecc i ó n Poesía . Tal l eres del
Departa mento Editorial del M i n i sterio de Cultura,
San Sa lvador, El Salvador, C.A. d i ciem b re 20 de
1 95 7 ) .
E l poeta guatemalteco Alfo nso Ora ntes ( ex i l i a­
do en San S alvador d esde 1 954, l u ga r donde m u e­
re en j un i o de 1 98 5 ), escri b i ó, e n j u l i o d e 1 95 8,
u n a reseña de El Tránsito de Fu ego para el G u i o n
Li terari o, publ i cación del D e p a rtamento Edito ri al
249
 ·y
d e l M i n i sterio d e C u lt u ra d e El S al vad or, que ti­
t u l ó El Tránsito de Fuego, poema sin preceden tes en
Hispanoamérica, en el cu a l se lee l o sigu i e nte : "Es i n­
d u d a b l e q u e este p o e m a no tiene p recedentes d en­
tro de l a exp re s i ó n lírica de l a muj er en América
H i spana y su factura reba sa una posi b i l idad d e
creación en l a m uj e r p o e t a . Solo l a fecu n d a e i n ag o­
table fantasía d e u n cre a d or l egít i m o puede ofrecer
fru tos como este en to d a su turbadora gracia prim i ­
gen i a y c o n l a d i a fa n i d a d d e l o p erfecto . . . Eu nice
O d i o se col oca c o n esta crea ción suya en l a prime­
.
ra l ínea de l a l íri c a fe n-l en i n a contem poránea en
Am érica H i sp a n a y estoy seguro de que todos l o s
poetas verd a d ero s d e l Contin ente s al u d arán, con
e l ap arec i m i e nto del p o e m a a la más l ú d i ca d e l a s
menta l i d ades, a l a m á s fi n a y co m p l eta d e l a s a rt ífi ­
c e s centro americ a n as d e nuestro s d ías".
Lu ego, en v i s i ta q u e e l l a hace a San S a l va d o r
en " Otoño d e 1 9 5 3", e scri b e s u he rm oso poema
"Trí pt i co de O to ñ o" d e d icado a E d u a rd o Ca taño,
i n tegra do por l as tre s s igu i e ntes p a rtes, titu l a d a s
respec tiva m ente : 1 ) Viento , cuerpo d e octubr e; I I )
Pre monic ión d e d i ci e m b re ; y, I I I ) La encarn ación
d e di ciemb re .
¿ Y Co sta Ri ca ?
H asta el m o mento hemos dado i n form a ­
ción de l a s dife re n tes estanci a s d e l a escritora p o r
l os p a íses d el á rea centroa meri cana, pero cabría
250
p reguntarse ¿ q u é d i fus i ón tenía su obra en Costa
Rica? ¿En q u é med i os se publi có su poesía en su
p a ís de naci m i ento ?
Eunice O d i o se com enzó a dar a conocer gra­
cias a J o a q u ín G a rcía M onge que le publica sus pri­
meros poemas en los aúos de 1 945- 47 en su revis­
ta Repertorio A merican o . En esta revi sta se l e publ ica
"Pági na Lírica de Eu n i ce Od io"; el poema "Nube
y C i e l o M ayo r", "Pepón de l a Campa" y "Versos
N u evos d e Eunice O d i o ", que en total su man unas
d i ecioch o poesía s .
Po r s u p a rte d o ñ a Vi rgi n i a Sandoval de Fon seca
d i ce en su obra Resumen de literatura costa nicense
( S a n J osé, Costa Ri ca, 1 978, Editori a l Costa Ri ca,
pág. 1 6 7 ) : "Eunice O d i o ( 1 922- 1 9 74 ) : Su poesía es
po co conoci d a . Pa rece p roducto de l a i ronía, pero
fu e con motivo d e su m u e rte que la crítica nacional
comenzó a in tere s a rse por su obra". Del m i smo sen­
t i r es el poeta ch i l e n o, a rra igado en nuestra ti erra,
Alb erto Baeza F l o res, qu ien en su obra Evolución de
la poes ía costa n-icense ( Sa n José, Costa Ri ca, 1 978,
Edito r i a l Costa Ri ca ) opina lo siguiente : "Eunice
O d i o, q u e fu e poco s e fi a l a d a en su i m portancia l íri­
ca cu a n d o vivía, se ha i d o convirti endo en un mito
d e s p u é s d e su m u e rte, cuando ha pod i d o h a cerse
b a l ance d e lo mucho que nos d ej a . Su caso puede
ser casi ú n i co en e l p a n orama de la l írica costarri­
cense pues se en trega total a l quehace r l írico y, al
m i smo tiem po, de una gran aven tura h u m a n a en el
vivir. To d o esto v i e n e a cu l m i n a r con una mu erte
en extrema soledad".
251
 E n m i l i b ro Eunice Odio en Guatemala m a nifes­ B ibl i o g rafía de Eu n i c e O d i o
té que : " C osta Rica y los costarricenses p o d emos
esta r o rgullosos d e haber dado a Améri ca Latina Libros
una escritora como ella. Esta d e mocracia ru ral y tie­
rra d e volcanes tamb ién pro duce tempera mentos
vol cán i c o s"
Ya l o d ij o D o n Moisés Vi ncenzi en su e nsayo
Poder de la crítica : 'Argol l a s l i te raria s q u e l o s gra n­ Libro s
d es h ombres n o l ogran goza r, sino por excep ción,
de u na crítica j u sta contem p o ránea. Y cua n do las Los elemen tos terrestres. G u a te m a l a : El l ibro d e G u atemal a, 1 948.
excepci one s se presentan, ocu rre que e l d e scub ri ­ Z o n a en territo rio del alba. S a n Rafa e l , M e nd oza, A rge nt i n a :
m i e n t o v i e n e de otros p aíses, d e otros h o mbres d i s­ Briga d a s Lírica s, 1 953
ta n te s : casi nunca d e l propi o s u e l o". El tránsito de fuego . San S a l v a d o r, El S a l va d o r : M i n i steri o d e
E n v i d a los l i bros d e Eun i ce O d i o fu ero n edi­ C u ltura, 1 957.
tados en Argentina, Guate m a l a , El Salva d o r y E l rastro de l a m a riposa. México : A l ej an d ro Fi n i sterre Edi tor,
México, y sus primeros a ntól ogos fu eron u n sal­ 1 970.
va d o r e ñ o, Í tal o López Va l leci l l o s y u n venezo l a n o, E11 defensa del castellan o . México: G ráficas d e M e n h i r, 1 972.
Jua n L i scano. Territorio del a l b a y otros poemas. San José, Costa R i ca : Ed i t o ri a l
H a s t a aquí este itinerario d e l a vida d e E u n i ce U n i versitaria Centro a m e ri ca n a ( ED U CA ) , 1 974 .
O d i o, u n a muj e r convert i d a e n c i u d a d a n a d e l m u n ­ E w z ice Odio: A n tología . Rescate de un gra n poeta . S e l ecc i ó n y
do, q u i e n paseó su boh e m i a p o r el m a p a d e l con ti­ o rd e n de l o s textos por J u a n Lisca n o . C a racas: Áv i l a
n ente a merican o, h asta term i n a r su vid a en M éxico, E d i tores, 1 975.
en un d ía d e m e d iados d e m ayo d e 197 4, a la edad La obra en prosa de Eunice Odio, sel ecci ó n y n otas d e Ri m a d e
d e c i n cu enta y cinco años. Val l b o n a . S a n José: Ed i to ri a l C o sta Ri ca, 1 980.

252
253
O tra s p u b l ica c i o n e s e n revi stas y periód icos de
G u atema l a
Odio, Eunice
" S o m b ras E ra". ( Reseña d el l ib ro d el m i s m o títu l o d e l poeL:i
g u a t e m a l teco O tto-Ra ú l G o nz á l ez 1 92 1 ). Revista Viento
N u evo, p u b l icad a p o r el Cen t ro E d i t o ri a l d e l G o b i e rno,
ad scrito a l M i n i st e r i o d e E d ucación P ú b l i ca de G u a temal<1,
con sede en e l Pal a c i o N aciona l . D i rector M igu el Á nge l
V,í z q u ez y secretaria Eu n ice O d i o . Año 1 , n . º 2, j u l i o de
1 948, pági n a s Nos. 43 y 4 4 .
"A rtl' y a r t i s t a s : P resen t a c i ó n d e l Bal l et Tico". ( C ró n i ca de la
v i s i ta que h i c i e ra e n o c t u b re d e 1 948 a G u a t e m a l a el ballet
t i co "M a rgari ta E sq u i ve l ", d i ri g i d o por Oiga Esp i n a ch ) . E l
Impa rcia l, G u a t e m a l a , s á b a d o 30 d e octubre d e 1 948.
" L i b re y C a u t i va". ( Re se11 a del l i bro d e l m i smo t ít u l o d e J ,1
poetisa p a n a m e 11 a Stel l a S i erra ) . Revista del Maestro,
p u b l i ca d a por el M i n i st e r i o de Educación d e Gu a t e m a l ;:i .
E n ca rga d os específi cos : Pri m ero, G i l b e rto Zea Ava l a r y
lu ego, M arcos Díaz Lapa rra. A11o IV, n . º . 1 1 y 1 2, o c t u b re
d e 1 948 a m ayo d e 1 949, páginas Nos. 333 a 339.
" La G ra ti tu d Mal E n te n d i d a o d e Sta l i n a b a j o n i n gu n o".
( Artícu lo en d efensa d e l p i n tor su rrea l i s ta espai1 o l E u gen io
Ferné.Í nd ez G ra n e l l d u ra n t e l a pol é m i ca co n t ra e l poeta
guatem a l teco Raú l L e i va y e l Grupo Saker-Ti ) . El I mparcia l,
G u a t e m a l a , m a rtes 1 2 de abril de 1 949, pági nas 3 y 5.
" D esa rrol l o y t r i u n fo d el B a l l et Guatemala". ( Artícu l o acerca d el
o ri ge n y expe riencias d e este gru po a rt ís ti c o ) . El Impa rcia l,
G u atemala, n . º9323, sábado 2 1 de m ayo d e 1 949, pági n a s
N os . 9 y 1 1 .
254
" C u l t ur a : Tea tro U n ivers i tario C u b a no". (Se refie re a la visita
q u e este grupo d ra má ti c o - d i ri g i d o por el D r. L u i s A .
B a ra l t - rea l i zara a G u at e m a l a e n setiembre d e 1 95 0 ) .
Revista ls t111 a 11 ia ( d e G u atema l a p a ra t o d o Cent ro A m é r i ca ),
D i rector A n d rés Townsend Escu rra ( pe ru a n o ), Año 1,
n ú m ero 35, 22 d e s e t i e mbre de 1 950, pági n a s n ú m eros 8
y 9.
"Vibra n te M i t i n en Queza l te n a ngo: Tri u nfa García G ra n a dos".
( Ta n t o esta cró n i ca como l a s d o s siguientes se refi eren a l o s
v i a j e s y reu n i o n e s p o l í t i cas q u e rea l izó el Lic. J o rge G a rcía
G ra n a d o s - n . 1 900- p a ra l a s e l e cciones pres i d � n c i al es
de G u a t e m a l a rea l i z a d a s l o s d ía s 1 0, 1 1 y 1 2 d e noviem bre
d e 1 950). " E l Puebl o", vocero d e l Pa rt i d o d e l Pueblo,
G u a t e m a l a , m i é rcoles 2 7 d e s e t i e m bre de 1 950, pági n a s
Nos. 1 , 4, 5 y 8 , Época L n . 0 1 7.
" C ró n i ca d e l G ra n l\1 i t i n en C h i m a l tena ngo". " E l Pueblo",
vocero d L• I Pa rt i d o del Pu e b l o, G u a te m a l a,
Época 1 , Nº 22, m a rtes 3 de octu bre d e 1 950, pági n a s Nos. 4 y 5.
"Cró n i ca sobre el M i t i n d e Pu e rto B a rri os". "El Puebl o", vocero
del Pa rt i d o d e l Pu eblo, G u a t e m a l a ,
Época 1 , n . º34, m a rtes 1 7 d e octu bre d e 1 950, pági n a s N o s . 1 y 5 .
" Decl a ra c i o rws de Eu n i ce Odio" ( O p i n i ones sobre los
regím enes pol í t i cos d e l D r. J u a n José Aréva l o Bermej o
y d e l Coronel J acobo Arbenz Guzmán ) . E l I mparcia l ,
G u a te m a l a, 6 d e abril d e 1 963, página Nº 1 3 .
" Desacu e rd os y crít i ca s : E l Pre m i o Róm u l o G a l l egos" ( Á spera
crít i c a a la co nces i ó n del P re m i o Róm u l o G a l l egos
al escri tor p e ru a no M a ri o Va rga s Llosa ) . El lnzparcial,
Gu a te m a l a, m i érco l es 2 1 de febrero de 1 968, p ági na n .º 1 3.
Baciu, Stefa n . "Ad m i ra b l e, Querida E u n i ce" ( Senti da sem b l a nza
255
 l
·!

sobre l a poetisa d e l escritor rum a n o Baci u ) . El Imparcial,

Guatemala, 1 0 de j u l i o de 1 9 74.
Díaz Lozano, Arge n t i n a "Ju eves L i terario : Los Autores y
sus obras" (S em b l anza d e Eunice O d i o y d e l a m b i ente
guatemal teco durante su estadía e n t i erras del que tza l ). La
Ho ra, G u atema l a, j u eves 1 9 de e n e ro d e 1 978.

ANEXOS

256
257
 N
CJ1
00

Foto grafía l . Reunión en el estudio del pi ntor Roberto Ossaye, a finales de 1 947. De pie: M igue l Ángel Asturias, Piqui
Rodríguez Cerna de Guillén, Argentina Díaz Lozano, Otto Raú l Gonzá l ez, Eunice Odio, Rodolfo Galeotti Torres, Roberto
González Goyri, Roberto Ossaye, Rodolfo Marsicovetere. Sentados : Francisco Luna Ruíz, Mariano Alvarado Rubio.

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260
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Índice

I n m e m o ria m d e Eu nice O d io 1 9
Eunice O d io, por una escritu ra entre m undos 1 1 3

Prim era Pa rte . ESTA N C I A E N G UATE MA LA 1 23

-..��r.�'.\�� � : ��

Intro d u cción 1 25

Segunda p a rte. E N SAYOS, CRÍT I CA y CO M E NTA R I O S 1 55

Ex p o s i c i ón sobre p o l í t i ca a ct u a l de Costa Rica 1 57

,, '";�·"")�� ·>1- A l g o s o b re l a pintora Ma rga rita Bert h e a u 1 9 7
, > 'i/: ·��;( '
if C os t a Rica y e l a r l e : biog ra fía d e u n a genera c i ón 1 1 07
1¡,i;; : ·�
�.,:-: : '!f '
.
Po l émica s entre a rtistas: d os a ctitudes frente a una t i ranía 1 1 3 7
P u ntos d e Vista . A l ej a n d ro S u x co rre tras u n tu rista 1 1 49
Arte p l á s t i ca m e n te p u ro y a rte mera mente p h1 st i c o . Abel a y el
co l o r como ser 1 1 57
C a rt a de E u n i ce Odio ante l a rectifica ción de Pcl l e cer 1 1 63

Te rcera Pa rte . P o Es ÍA 1 1 7 1

Pe p ó n d e l a C a m p a 1 1 73
Los e l e m entos terrestres 1 1 75
Tríptico d e l as e s t a c i o n e s 1 1 79
Acord e fin a l 1 1 80
Navi d a d 1 1 83
Foto grafía C a ricat u ra de Eunice O d io, el abora d a por Róger
5.
Ló p ez, publ ica d a p rim era m ente en e l tomo 42 del Rep e1torio E s t a m a ri a n a . . . 1 1 85
A merica no, en 1 945 y, poste riorm ente, en El I m p a rci a l , el l u nes 8 Recu e rd o 9 1 1 8 7
d e setie mbre d e 1 947. C a b a l l e ro m e d it a n d o 1 1 9 1
>
Decl i na c i ones d e l mon i' l og o 1 1 93
Trípt i co d e la d once l l <1 1 1 97
La c l a se de m a te m át i ca s 1 2 0 1

262 263
Cuarta parte. TESTI MONIOS SOBRE EuNICE Orno Y su OBRA 1 205

Eu n i ce, d e Costa Ri ca 1 207

Síntesis. Eu n i ce 1 2 1 1
Eunice Odio 1 21 3
U n o s m o m e n tos con E u n i c e O d i o 1 2 1 7
Notas b i b l i ográ fi c a s 1 2 2 1
E u n i ce Od i o : L o s e l e m e n to s terre stres 1 223
E u n i c e O d i o e n la Revista Brecha 1 2 2 7
E u n ice Od i o 1 233

Qui nta Parte. EUNICE Orno EN OTROS PAÍSES CENTROAM ERICANOS 1 237

Eu n i ce O d i o e n C e n t ro a méri ca. M i ra r a m a rgo y fru to d u l ce d e

u n a m u j e r i n o l v i d a b l e 1 239
B i b l i ogra fía d e E u n i c e O d i o 1 253
Otra s p u b l i ca c i o nes en rev i s t a s y peri ó d i cos de G u a t e m a l a 1 254

A N EXOS 1 257