Está en la página 1de 2

La concepción del realismo de Auerbach

Auerbach, un autor marxista con perspectiva historicista, define a la “mímesis” como la


interpretación de lo real por la representación literaria o mimesis. Presenta 3 perfiles en su teoría:
1) El histórico: describiendo la evolución del realismo.
2) El teórico: su propio concepto del realismo
3) El crítico o ensayista: análisis donde lee un fragmento (cada capítulo)
Auerbach sostiene que la realidad que debe representarse en la literatura es una realidad
histórica, y más precisamente la historia de las clases en conflicto. Para el autor la historia va hacia la
ascensión de las clases bajas que son los agentes del cambio.
Se pueden destacar tres ideas fundamentales en la concepción de realismo de Auerbach:
1) Teoría antigua del nivel: Esta acordaba que lo real cotidiano solo encontraría su lugar en un
género entretenido y elegante. El realismo moderno va a desprenderse de esta teoría y va a convertir
a las personas cotidianas en objetos de representación seria, problemática y trágica.
2) Primera brecha en la teoría: La ruptura de esa teoría (antigua del nivel) por los realistas franceses
no fue la primera ya que la realidad cotidiana era una importancia a tratar en la edad media y en el
renacimiento. Esta primera brecha se forma con la historia de cristo contada por los evangelios donde
se ve la mezcla de la realidad cotidiana y la tragedia elevada. Las rupturas se resumen en: el Nuevo
Testamento (son personajes nobles que tienen episodios con gente de lo bajo) y la novela realista
francesa siglo XIX (la vida de cualquier burgués con dignidad literaria). Como a Auerbach le
interesa darle dignidad estética a lo cotidiano, lee las partes de la literatura donde se da la mezcla de
niveles.
3) Diferencia entre las dos rupturas: las visiones de la realidad cristiana y del realismo actual son
distintas; ya que el concepto de realidad cristiana es figural, es decir, una relación figural entre dos
personas o dos acontecimientos. Auerbach analiza el realismo moderno a partir de escenas tomadas
de las obras de Stendhal, Balzac y Flaubert. El autor resalta la importancia del momento histórico-
social en que la obra realista se inscribe para la comprensión de la misma, especialmente en la obra
de Stendhal (periodo post napoleónico donde se instaura el régimen restaurador de la monarquía). En
la obra de Balzac destaca la capacidad de este autor, de crear el ambiente en el que se mueven los
personajes, ambiente que representa los valores de esos personajes. En la obra de Flaubert destaca el
hecho de que este autor representa escenas de la vida cotidiana y destaca también una diferencia
esencial con los otros autores, y es la presencia del autor en el texto. En Flaubert el que habla es el
autor y no los personajes, en cambio, en Balzac y Stendhal se oye cómo piensa el autor sobre el
personaje y se oye también el pensar de los personajes y lo que sienten, ambas cosas faltan en
Flaubert.
La figura y la interpretación figural
La interpretación figural es un método de lectura que se vale de dos términos centrales, la
figura como tal y la consumación o cumplimiento, y que surgió cuando los cristianos necesitaban
conciliar el Antiguo Testamento con el nuevo, cuando necesitaban explicarse a Cristo. Para aquellos
lectores, el primer término configura y da cumplimiento al segundo. Para Auerbach, la figura es un
acontecimiento verdadero e histórico que representa y anuncia otro acontecimiento igualmente
verdadero e histórico. En Mímesis, la define citando su propio trabajo “Figura” del siguiente modo:
“La interpretación ‘figural’ establece una relación entre dos acontecimientos o personas, por la cual
uno de ellos no solo tiene su significación propia, sino que apunta también al otro, y éste, por su
parte, asume en sí a aquel o lo consume. Los dos polos de la figura están separados en el tiempo,
pero, en tanto que episodios o formas reales, están dentro del tiempo”. Este será entonces el método
que le permitirá recorrer no el devenir de la representación, sino el de la realidad representada a lo
largo de su historia. La diferenciación de estilos tan acentuada en la Poética de Aristóteles, tuvo altos
y bajos, e incluso por momentos llegó a desaparecer, gracias a la hegemonía que logró alcanzar el
método figural, que volvía irrelevante tal diferenciación, como muestra de manera magistral, para
Auerbach, la Divina Comedia.
Su acento no estaba puesto tanto sobre la “realidad” como sobre la “representación Mímesis
representación no se corresponde con un objeto —como se desprende del subtítulo: “La
representación de la realidad en la literatura occidental”—, sino con una actividad, la actividad
misma de presentar una realidad
Por otro lado, para Auerbach, el devenir de la literatura no es lineal, sino horizontal y
anacrónico, como lo puede demostrar de manera muy clara el restablecimiento de la separación de
estilos aristotélica realizada por el clasicismo francés, separación que tuvo lugar de una manera
incluso más radical que la que le dio vida.
La concepción de realismo de Auerbach es la de un realismo transhistórico. Según su teoría
ha habido mímesis en la literatura desde la Antigüedad, solo que de diferente manera.

También podría gustarte