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También ella ha sido infiel a su marido en algunas ocasiones, con amigos y compañeros
de estudios, con la esperanza de quedar embarazada… Además, desearían también
adoptar y bautizar a todos los otros embriones que han quedado (aproximadamente 12-
15), que todavía están en el Centro de Reproducción artificial, porque son sus hijos.
¿Cómo podrían adoptarlos y hacerlos bautizar? ¿Qué se puede recomendar?
MANDAMIENTOS TRANSGREDIDOS.
Quinto: No matarás
Sexto y Noveno: Adulterio
I. REPRODUCCIÓN ASISTIDA:
EL PROBLEMA DE LA ESTERILIDAD
Según la definición médica, por esterilidad se entiende la incapacidad de una pareja de tener
un embarazo después de un año de relaciones sexuales, sin uso de métodos
anticonceptivos. Existen parejas totalmente estériles, mientras que existe un número
considerable de parejas cuya fecundidad es baja por razones transitorias y de todas maneras
curables.
Las principales causas de este fenómeno en las mujeres, se debe a la tendencia de intentar
retrasar el primer embarazo (prácticas anticonceptivas); las infecciones sexuales a causa de
una alta y/o descontrolada actividad sexual (promiscuidad) que alteran por etapas
prolongadas las condiciones del útero de ser apto para la procreación (inflamación pélvica;
exceso de anticuerpos); y el stress físico y psíquico a la cual están sometidas la mayoría de
mujeres modernas, a causa de trabajo excesivo o problemas sociales.
En el hombre hay tres posibles causas: (1) esterilidad secretora: baja o nula cantidad de
esperma; (2) esterilidad excretora: poca cantidad de espermatozoides en el líquido seminal o
incluso presencia de espermatozoides deformes y/o con escasa movilidad; (3)
malformaciones del pene y/o patologías funcionales que inciden en la capacidad de erección.
FECUNDACIÓN ARTIFICIAL
Las técnicas de fecundación artificial han sido puestas, en primera instancia, precisamente
con el fin de remediar la esterilidad de la pareja, aunque después se han perseguido otros
fines. Existen aproximadamente una veintena de técnicas diferentes para realizar la
fecundación artificial, entre las cuales se distinguen tres grupos: inseminación artificial;
trasferencia de gametos en las trompas (GIFTS) Fecundo Invitro (FIV). Estas técnicas
pueden aplicarse de modo homólogo, que consiste en usar los gametos (espermatozoides y
óvulos) de la pareja, como también de modo heterólogo, usando gametos de donantes
externos a la pareja.
2. PARTE BÍBLICA
"¿No los hizo él, igual que a mí, en el vientre? ¿no nos formó en el seno
Jb 31,15
uno mismo?"
"Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi
madre; yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios
son tus obras. Mi alma conocías cabalmente, y mis huesos no se te
Sal. 139,13-16
ocultaban, cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las honduras
de la tierra. Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscritos todos
los días que han sido señalados, sin que aún exista uno solo de ellos."
"Así dice el Señor Dios que te creó, te plasmó ya en el seno y te da
ayuda: «No temas, siervo mío, Jacob, Yesurún a quien yo elegí.
Derramaré agua sobre el sediento suelo, raudales sobre la tierra seca.
Is 44,2-3
Derramaré mi espíritu sobre tu linaje, mi bendición sobre cuánto de ti
nazca."
"Escuchadme, casa de Jacob, y todos los supervivientes de la casa de
Is 46,3 Israel, los que habéis sido transportados desde el seno, llevados desde
el vientre materno."
"Ahora, pues, dice el Señor Dios, el que me plasmó desde el seno
materno para siervo suyo, para hacer que Jacob vuelva a él, y que
Is 49,5
Israel se le una. Mas yo era glorificado a los ojos del Señor Dios, mi
Dios era mi fuerza."
"Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes
Jr 1,5 que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te
constituí."
"Más, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me
Ga 1,15
llamó por su gracia, tuvo a bien"
"A Efraím, como un pájaro, se le vuela su gloria, desde el nacimiento,
Os 9,11
desde el seno, desde la concepción."
Lc 1,15 "porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno
de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre,"
"Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo
Lc 1,41
el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;"
"Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el
Lc 1,44
niño en mi seno."
Nº.4: La segunda línea de argumentación mantiene que la dignidad del niño como persona
es violada por la fecundación artificial, aunque sea homóloga y no heteróloga. La dignidad
del niño es violada porque el niño es tratado como si fuera un producto y no como una
persona igual en dignidad a sus padres. Como señala la Donum Vitae, "la persona concebida
debe ser el fruto del amor de sus padres. Él no puede ser deseado o concebido como el
producto de una intervención de técnicas biológicas o médicas; eso sería equivalente a
reducirle a un objeto de la tecnología científica. Nadie puede someter la venida al mundo de
un niño a unas condiciones de eficiencia técnica, que deben ser evaluadas de acuerdo con
estándares de control y de dominación".
Nº.4: "El acto conyugal por el cual la pareja expresa mutuamente darse el uno al otro, al
mismo tiempo expresa su apertura al don de la vida. Es un acto inseparablemente corporal y
espiritual. Es en sus cuerpos y a través de sus cuerpos que los esposos consuman su
matrimonio y son capaces de convertirse en padre y madre. Para respetar el lenguaje de sus
cuerpos y su natural generosidad, la unión conyugal debe tener lugar con respeto de su
apertura a la procreación; y la procreación de la persona debe de ser fruto y el resultado de
un amor matrimonial. El origen del ser humano, por tanto, sigue a una procreación que está
"ligada a la unión, no sólo biológica sino también espiritual, de los padres, hecha una por el
pacto del matrimonio".
12. Con referencia al tratamiento de la infertilidad, las nuevas técnicas médicas tienen que
respetar tres bienes fundamentales:
Las técnicas que se presentan como una ayuda para la procreación “no deben rechazarse
por el hecho de ser artificiales; como tales testimonian las posibilidades de la medicina, pero
deben ser valoradas moralmente por su relación con la dignidad de la persona humana,
llamada a corresponder a la vocación divina al don del amor y al don de la vida”.
A la luz de este criterio hay que excluir todas las técnicas de fecundación artificial
heteróloga y las técnicas de fecundación artificial homóloga que sustituyen el acto
conyugal. Son en cambio admisibles las técnicas que se configuran como una ayuda al
acto conyugal y a su fecundidad. A propósito de la inseminación artificial homóloga, dice:
“La inseminación artificial homóloga dentro del matrimonio no se puede admitir, salvo en el
caso en que el medio técnico no sustituya al acto conyugal, sino que sea una facilitación y
una ayuda para que aquél alcance su finalidad natural”.
13. Son ciertamente lícitas las intervenciones que tienen por finalidad remover los obstáculos
que impiden la fertilidad natural, como por ejemplo el tratamiento hormonal de la
infertilidad de origen gonádico, el tratamiento quirúrgico de una endometriosis, la
desobstrucción de las trompas o bien la restauración microquirúrgica de su
perviedad. Todas estas técnicas pueden ser consideradas como auténticas terapias, en la
medida en que, una vez superada la causa de la infertilidad, los esposos pueden realizar
actos conyugales con un resultado procreador, sin que el médico tenga que interferir
directamente en el acto conyugal. Ninguna de estas técnicas reemplaza el acto conyugal,
que es el único digno de una procreación realmente responsable.
EL CONGELAMIENTO DE EMBRIONES
18. Uno de los métodos utilizados para mejorar el grado de éxito de las técnicas de
procreación in vitro es el aumento de los tratamientos sucesivos. Para no repetir la extracción
de óvulos de la mujer, se procede a una única extracción múltiple, seguida por la
crioconservación de una parte importante de los embriones producidos in vitro. Esto se hace
previendo la posibilidad de un segundo ciclo de tratamiento, en el caso de que fracase el
primero, o bien porque los padres podrían querer otro embarazo. En ocasiones se procede
además al congelamiento de los embriones destinados a la primera transferencia, porque la
estimulación hormonal del ciclo femenino produce efectos que aconsejan esperar la
normalización de las condiciones fisiológicas, antes de proceder al traslado de los embriones
al seno materno. La crioconservación es incompatible con el respeto debido a los
embriones humanos: presupone su producción in vitro; los expone a graves riesgos de
muerte o de daño a su integridad física, en cuanto un alto porcentaje no sobrevive al
procedimiento de congelación y descongelación; los priva al menos temporalmente de la
acogida y gestación materna; los pone en una situación susceptible de ulteriores ofensas y
manipulaciones. La mayor parte de los embriones no utilizados quedan “huérfanos”. Sus
padres no los solicitan, y a veces se pierden sus huellas. Eso explica la existencia de
depósitos de millares de embriones congelados en casi todos los países dónde se practica la
fecundación in vitro.
19. En relación al gran número de embriones congelados ya existentes, se plantea la
siguiente pregunta: ¿qué hacer con ellos? Algunos se interrogan al respecto ignorando el
carácter ético de la cuestión, movidos únicamente por la necesidad de observar el precepto
legal de vaciar cada cierto tiempo los depósitos de los centros de crioconservación, que
después se volverán a llenar. Otros, en cambio, son conscientes de que se ha cometido una
grave injusticia, y se interrogan sobre el modo de cumplir el deber de repararla.
Son claramente inaceptables las propuestas de utilizar tales embriones para la
investigación o para usos terapéuticos, porque implica tratarlos como simple “material
biológico” y comportan su destrucción. Tampoco es admisible la propuesta de descongelar
estos embriones y, sin reactivarlos, utilizarlos para la investigación como si fueran simples
cadáveres.
2. PARTE BÍBLICA:
La Biblia condena este acto con claridad: “No cometerás adulterio.” (Éxodo 20, 14;
Deuteronomio 5, 18; Mateo 5, 27) Esto atenta contra la promesa del matrimonio de ser fiel al
cónyuge. También encontramos textos donde se profundiza o se extiende este
mandamiento:
Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero
como la adúltera. (Levítico 20, 10)
El Señor me dijo: “Ve otra vez, ama a una mujer que ama a otro y comete adulterio, como
ama Yahveh a los hijos de Israel, mientras ellos se vuelven a otros dioses y gustan de las
tortas de uva” (Oseas 3, 1)
porque obraron con fatuidad en Jerusalén, cometieron adulterio con las mujeres de sus
prójimos y fingieron pronunciar en mi Nombre palabras que yo no les mandé. Yo soy
sabedor y testigo - oráculo del Señor -. (Jeremías 29, 23)
Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella
en su corazón. (Mateo 5, 28)
Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer - no por fornicación - y se case con otra,
comete adulterio. (Mateo 19, 9)
“¿Cuáles?” - le dice él. Y Jesús dijo: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no
levantarás falso testimonio”, (Mateo 19, 18)
Prohíbes el adulterio, y ¡adulteras! Aborreces los ídolos, y ¡saqueas sus templos!
(Romanos 2, 22)
Tienen los ojos llenos de adulterio, que no se sacian de pecado, seducen a las almas
débiles, tienen el corazón ejercitado en la codicia, ¡hijos de maldición! (II Pe 2,14)
“Honroso sea en todos los matrimonios, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a
los adúlteros los juzgará Dios.” (Hebreos 13, 4)
Es bueno recordar que Dios “Todo lo hizo hermoso en su tiempo” como está escrito en
Eclesiastés 3, 11, y el tiempo que Él ha determinado para la intimidad sexual entre un
hombre y una mujer es dentro del matrimonio con su cónyuge, esto para los fines del
matrimonio como los veremos más adelante.
1. En primer lugar, es una persona que sufre, por un lado, el maltrato físico y psicológico
de su esposo, el adulterio de su conyugue y el propio, y además carga con la tristeza
de no poder procrear. Es necesario antes de dar cualquier concejo, brindarle una
acogida cristiana, para que sienta la compasión de Cristo ante su realidad concreta.
2. Hacerle caer en cuenta que un hijo es una bendición, fruto del amor de la pareja, por
ello si la relación está tan fragmentada, es necesario, primero arreglar las cosas con
su esposo, ayudarlo a superar su crisis de alcoholismo recurriendo a instituciones que
le permitan superar esta dificultad y acompañarlo siempre en su proceso, recordando
sus votos matrimoniales, de estar siempre unidos en las alegrías y las tristezas, en la
prosperidad y en la adversidad. Y recomendarle un acompañamiento psicológico
familiar que le ayude a ambos a superar sus propias crisis y apoyarse mutuamente.
3. En cuanto a su adulterio, justificado por su gran dolor de no poder tener hijos y la
propia infidelidad de su marido, también es necesario un acompañamiento espiritual,
por un lado, enfatizando las responsabilidades de la fidelidad en el matrimonio
propiciando un proceso de perdón y reconciliación al menos en ella y recomendarle
una vida de oración y cercanía con Dios por medio de los sacramentos para que
reciba la fuerza y sabiduría necesarias en todo este proceso.
4. Luego y muy necesario expresarle que el sacerdote que les aconsejó eso estaba
equivocado, porque la Iglesia apoya las técnicas pro-creativas siempre y cuando no se
atente contra la dimensión unitiva de la procreación, es decir aquellas que no
sustituyen el acto conyugal y que no atentan la integridad de los hijos desde el
momento de su concepción. Y esta práctica de la fecundación in vitro, viola estas dos
características del acto pro-creativo, es inmoral. Debe darse toda una catequesis al
respecto.
5. Después de hacerle comprender todo esto, recordarle que sigan intentando la
procreación por las vías naturales, apoyados por las auténticas terapias de fertilidad
que favorecen las dimensiones unitiva y procreativa del acto conyugal y la integridad
de la prole, descritas en el numeral 13 del documento de la congregación para la
doctrina de la fe, Dignitas Personæ.
6. Por último, aclararle que bautizar los embriones no es una solución realista al
problema, en el que entran muchos valores en juego y tiene que tenerse en cuenta la
jerarquía de valores éticos (1Vida, 2 justicia, 3 Libertad), y los principios bioéticos
(justicia, beneficencia, no maledicencia, autonomía) y los elementos éticos del acto a
realizar (objeto, intención, circunstancias) para poder tomar una decisión.
7. Cabe decir que en este caso no hay solución moral.
Otros puntos para comprender:
1. Toda forma de congelación de embriones humanos debe ser proscrita, pues al hacerlo
se viola su dignidad, además de que a largo término encierra un riesgo aún
desconocido. Congelar un embrión humano sería lo mismo que congelar un niño
recién nacido, cosa que nadie haría ...
2. "El embrión engendrado en el laboratorio, no puede ser manipulado ni explotado, y
esa capacidad desarrollada por los científicos, lleva automáticamente a la noción de
"control de calidad", en la fecundación en probeta y, por tanto, conduce a su
desperdicio, cuando él es ya un ser humano".
3. "Es una clara violación de la dignidad humana al reñir como el valor objetivo e
intrínseco, utilizar el embrión exclusivamente como un objeto de experimentación
científica".
4. "Tampoco es lícito arrebatar un feto o un embrión del cuerpo de la madre para
implantarlo en otra mujer a no ser que esto sea necesario para salvaguardar la vida
del mismo, pero pues en tal caso hay evidentemente una manipulación indebida".
5. "Todo atentado, con deliberación, contra la vida de un embrión, tiene el carácter de un
homicidio porque arrebata la vida a un ser humano, y cuando no se realiza los
esfuerzos razonables para su implantación, puede hablarse de omisión".
6. Viola los derechos del embrión a tener su propia identidad y padres naturales.
7. La Santa Sede reitera en sus documentos que el cuerpo humano no puede ser
considerado corno un simple complejo de tejidos, órganos y funciones. "Ningún
biólogo o médico puede pretender razonablemente decidir el origen y el destino de los
hombres en nombre de su competencia científica".
El papa Juan Pablo II, proponía que ya existe un gran mal: estas vidas congeladas que se
van acumulando como mercancía en muchos bancos criogénicos en el mundo entero,
esperando continuar su desarrollo natural. En esta encrucijada siempre debe optarse ante
todo por la vida que es el primero de los valores, y optar siempre por el mal menor, tienen la
opción de intentar con los embriones que son suyos hasta quedar embarazada y no volver a
recurrir a estas práctica (que atentaría contra la cuestión de la dimensión unitiva de la
procreación pero salvaría una vida) o dar esos embriones en adopción, para que al menos
alguno se salve y en otro procedimiento no se tengan que concebir nuevas vidas por medio
de esta práctica intrínsecamente mala (aunque se atentaría contra el principio de la
heteronomía). Todo depende de su decisión.