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Tema:
Integrantes:
Betancourt Cristian
Damacela Alisson
Ortiz Jimmy
Quishpe Lenin
Simbaña Silvia
Vallejos Jossue
Curso:
3 “B”
07/02/2022
Quito – Ecuador
Resiliencia y turismo de base local
Este artículo de los autores Ruiz Ballesteros y del Campo analiza el proyecto de TBL (Turismo
de Base Local) en Floreana, la más pequeña de las islas habitadas de las Galápagos, con 173
a la capacidad para «seguir siendo a pesar del cambio»; con ella se puede superar perspectivas
transforma las actividades económicas, los paisajes, incluso las relaciones cotidianas y el estilo
El TBL, pretende instaurar un modelo de actividad turística que impida o limite algunos de esos
sentido su implantación mejora la capacidad de esas localidades para «seguir siendo a pesar del
cambio», una forma mucho más dinámica de considerar su sostenibilidad. El turismo ejerce una
fuerte presión en el archipiélago de las Galápagos. A pesar de las limitaciones del gobierno
superior al de sus habitantes (30.000). La mayoría de visitantes vienen atraídos por las especies
embargo, algunas de las islas del archipiélago han estado al margen de los flujos turísticos,
escasamente visitada, hasta el siglo xxi. En las últimas décadas esta isla ha sido expuesta a un
población local ha sido observadora pasiva. El objetivo de estudio específico está centrado en el
análisis en dos factores precisos, que nos ayuden a comprender el efecto del CBT sobre la
resiliencia. 1. La participación de la población local en la gestión del negocio turístico, lo que
complementariedad de la actividad turística con otras actividades económicas, de tal manera que
alternativas de subsistencia más allá del turismo. El modelo de TBL incentiva la diversificación
económica, alejándose del monocultivo turístico, que muchas veces deja a la población local en
viaje a Perú llegando al archipiélago 1535. Dadas las condiciones agrestes de la isla, la
consideró inhabitable. Es en la toma de posesión de Galápagos para Ecuador por el general. José
Villamil en 1832, surgen iniciativas de colonización, en paralelo al interés que las Galápagos
despierta entre naturalistas y geógrafos, como Darwin. Los intentos fracasan: ni una primera
colonia formada por soldados, ni la obstinación del comerciante español José Valdizán para
explotar en 1869 la orchilla, obtienen los resultados esperados. Tampoco lo logra un grupo de
noruegos, que sucumbe en 1926 en su idea de crear una factoría de pescado, cuyos destartalados
restos aún son visibles en la isla. Estos primeros habitantes transforman Floreana, introduciendo,
voluntaria o involuntariamente, nuevas especies (ratas, pero también burros, vacas o cabras), la
pequeña isla es descrita por los aventureros y científicos que la visitan como un lugar prístino y
alejado (fin del mundo). Así llega el alemán Heinz Wittmer en 1932, instalándose exitosamente
en la isla, siendo aún hoy una familia de peso en Floreana y en el conjunto del archipiélago. El
dificultades de un contexto aislado, con escasa agua y fenómenos atmosféricos extremos, como
familiar, aquí primaba más la competencia entre familias que la cooperación. La escasa
población y la heterogeneidad de los primeros colonos hizo difícil el surgimiento de lo que en
Ecuador llaman una «comunidad», es decir, un conglomerado habitacional local, con alto grado
Esto empezó a cambiar con la llegada varias familias lojanas en los 70 de, estos colonos trajeron
solidaridad mutua. Su llegada coincide con el progresivo abandono de la «parte alta» de la isla,
más húmeda y donde se ubica la fuente principal de agua potable. Las posibilidades de pesca y
de intercambios comerciales en la costa fueron determinantes para que algunas familias fueran
instalándose en la parte baja, «la playa», como la denominan los floreanos, en torno al núcleo
urbano, Puerto Velasco Ibarra. Ello no hubiera sido posible sin la que es recordada como la
primera gesta colectiva en la isla. Uniendo esfuerzos y superando las diferencias, un puñado de
familias logró entubar el agua desde la fuente principal en la parte alta para llevar el líquido
imprescindible a la población costera, situada 7 kilómetros más abajo. Dada la escasez de agua,
concepción de que solo solidariamente podían tener éxito en la antropización de esa difícil
Sin embargo las desigualdades prevalecen, existe una notable brecha entre las dos familias más
aprendizaje consolidado en las dos últimas décadas, a medida que la isla ha perdido su carácter
autárquico y hay nuevas oportunidades, pero también nuevos peligros. El espíritu aventurero,
individualista y utopista de los primeros colonos no es suficiente para afrontar el diálogo con el
estado y el mercado. Hace falta la fuerza del grupo, pues no son pocas las dificultades para
llegar a consensos en un contexto marcado por una población tan reciente como heterogénea.
Diversificación económica
Conclusiones