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PULMONES
Los pulmones de las aves son diferentes a los de los mamíferos porque no tienen
lobulaciones. Son únicos y son más pequeños que en los mamíferos con el mismo
tamaño. Los pulmones se encuentran en la parte anterior de la cavidad celómica o toraco-
abdominal y no son expandibles no están adheridos a la pleura parietal; los macrófagos
pulmonares son muy escasos en las aves y no existen los neumocitos II (Figura 1). En los
pulmones se lleva a cabo el intercambio gaseoso de manera diferente a los mamíferos.
En las aves, el aire fluye a través de los pulmones de manera unidireccional (5) mediante
un sistema bronquial que está conformado por bronquios primarios, bronquios
secundarios y, por último, los bronquios terciarios llamados parabronquios, los cuales son
las unidades funcionales del intercambio gaseoso (1,4,5). El bronquio primario de cada
pulmón viaja a través de toda la superficie medio ventral y emite ramificaciones llamadas
bronquios secundarios; estos dos tipos de conductos cartilaginosos sólo actúan como vías
de transporte aéreo hasta los sacos aéreos torácicos caudales y abdominales
Los sacos aéreos: son órganos únicos de las aves. Son prolongaciones de la membrana
bronquial que se distribuyen por el cuerpo como una especie de prolongación de los
pulmones y penetran algunos huesos y órganos. Los sacos aéreos compensan el tamaño
pequeño del pulmón. Más de la mitad del aparato respiratorio no es pulmón.
Mamíferos:
Anfibios
Son los anfibios el primer grupo animal que presenta pulmones. Presentan distintos tipos
de respiración, por ejemplo, las larvas presentan respiración branquial (3 pares de
branquias), muy similar a la de peces, aunque en este caso se trata de branquias
externas y respiración cutánea. Los individuos que ya superaron la metamorfosis
presentan respiración pulmonar y presentan respiración cutánea y bucofaríngea.
Peces
Las branquias de los peces son estructuras laminares muy delgadas y vascularizadas,
agrupadas en arcos óseos denominados arcos branquiales. De cada arco branquial salen
dos filas de filamentos branquiales y cada filamento lleva una serie de laminillas
branquiales en donde tiene lugar el intercambio de gases (Figura 4).
SISTEMA CIRCULATORIO
Aves
El sistema circulatorio de las aves es bastante eficiente, ya que permite a las aves
satisfacer sus necesidades metabólicas para poder volar, correr, nadar o bucear. Este
sistema no solo distribuye el oxígeno contenido en la sangre a las células del cuerpo,
también remueve el desperdicio producto de los procesos metabólicos y mantiene la
temperatura corporal del ave (Figura 5).
Las aves, como los mamíferos, tienen un corazón de cuatro cavidades (dos ventrículos y
dos aurículas), donde se realiza un proceso completo de separación de la sangre
oxigenada de la sangre que no lleva oxígeno. El ventrículo derecho bombea sangre a los
pulmones, mientras que el ventrículo izquierdo debe generar presión para bombear la
sangre a través del cuerpo.
La sangre localizada al interior del cuerpo de las aves fluye a través de diferentes tipos de
vasos sanguíneos conocidos como arterias, arteriolas, capilares y venas. Cada uno de
estos canales cumple funciones diferentes.
Mamíferos
El sistema cardiovascular está formado por el corazón y los vasos sanguíneos: arterias,
venas y capilares. Se trata de un sistema de transporte en el que una bomba muscular (el
corazón) proporciona la energía necesaria para mover el contenido (la sangre), en un
circuito cerrado de tubos elásticos (los vasos) (Figura 6).
El sistema circulatorio de los reptiles presenta dos modos diferentes de circulación, según
el grupo que se esté estudiando. El orden Cocodrilia presenta un corazón tetracameral
bien desarrollado, mientras que en Squamata y Testudine, el ventrículo se encuentra
parcialmente separado. Sin embargo, en tortugas, podemos apreciar modificaciones
específicas del grupo que no se aprecian entre los escamosos. Para comprender el
sistema circulatorio de los reptiles y sus distintas peculiaridades, vamos a dividir este
artículo en secciones según los distintos componentes del sistema cardiovascular.
El sistema circulatorio de los reptiles es doble, esto quiere decir, que presentan dos
circuitos o flujos sanguíneos. Un primer circuito, comprende el flujo sanguíneo del corazón
al cuerpo y del cuerpo al corazón, y se le denomina circulación sistémica; mientras que,
en el segundo, el recorrido del flujo sanguíneo es del corazón a los pulmones y de los
pulmones al corazón, la cual se define como circulación pulmonar. Para comprender
ambos sistemas, es necesario que abordemos cómo se diversifican los arcos aórticos en
reptiles (Figura 7).
Peces
Los eritrocitos son las células encargadas de mover los gases por todo el cuerpo del pez.
Estas células recogen el oxígeno en las branquias y lo transportan a todas las células del
cuerpo y desde las mismas colectan el dióxido de carbono que es desechado al agua
desde las mismas branquias. La molécula que contienen los eritrocitos se conoce como
hemoglobina. En organismos como los mixinos o las lampreas, la hemoglobina es de tipo
monomérica y consiste en una sola gran molécula. En la mayoría de otros peces hay
presencia de hemoglobina tetramérica que está construida a partir de cadenas de
proteínas alfa y beta muy similar a la presente en los humanos.
SISTEMA CIRCULATORIO
Aves
El sistema circulatorio de las aves comienza desde el pico, el cual tiene base ósea y se
encuentra revestido por una vaina córnea de dureza variable, según la especie. La valva
superior se divide en: base, lomo, y borde, mientras que la valva inferior consta de una
parte media impar, llamada gonium, de la cual salen las ramas que comprenden el ángulo
maxilar. En las aves acuáticas todo el pico está recubierto por una membrana cérea
coloreada, denominada ceroma, la cual casi siempre es sensible. En las gallinas esta
membrana se ubica únicamente en la base. Por otra parte, los polluelos en la parte
anterior de la valva superior presentan una formación córnea, dura, llamada “diente del
huevo”, que sirve para facilitar la rotura del cascarón, y luego desaparece tras la eclosión.
La cloaca consta de tres porciones: la primera de ellas está formada por la terminación
ampuliforme del intestino. En la segunda, desembocan los uréteres y los conductos
deferentes en el macho. Por último, la tercera, es la desembocadura de la bolsa de
Fabricio. La cloaca se divide secuencialmente en coprodeo, urodeo y proctodeo, por dos
pliegues anulares.
Mamíferos
Al igual que otros vertebrados el sistema digestivo de los reptiles se compone de boca,
faringe, esófago, estómago, intestino delgado y grueso, cloaca, vesícula biliar, coledoco,
hígado y páncreas. La boca es una herramienta la cual le sirve para sujetar y ésta carece
de labios musculares como en mamíferos; la lengua puede tener muchas funciones como
en lagartos y serpientes, ya que es un órgano que se utiliza para atrapar, oler, o como un
arma de defensa. El canal alimentario es simple y casi todos los reptiles presentan
vesícula biliar, el ritmo de digestión es muy variado y lento, esto puede variar con la
temperatura. En la parte terminal del intestino se encuentra la cloaca en la cual existen
varias cámaras separadas; el coprodeo recibe heces fecales que vienen del recto, el
urodeo, aquí se abren uréteres y duetos de gónadas, el proctodeo, por este pasan
productos de excreción y reproducción para llegar al exterior (Figura 11).
Peces
El sistema digestivo de los peces está compuesto por boca y tubo digestivo, este último
consiste en un tubo elongado con una pared muscular. Está dividido en cavidad oral,
faringe, esófago, estómago e intestino; lo anterior puede variar según la especie y los
hábitos alimenticios. Hacen parte del sistema digestivo órganos extramurales o glándulas
anexas —hígado y páncreas—, las cuales participan en la síntesis de enzimas necesaria
para la digestión del material alimenticio.
Aves
En el sistema nervioso de las aves es de destacar que poseen un cerebro mucho más
desarrollado que el de los reptiles, peces y anfibios, siendo este la estructura primordial
del sistema nervioso de las aves, pero también hay otras estructuras de gran importancia
como lo son el encéfalo, cerebelo, lóbulos ópticos y médula espinal.
Mamíferos
Reptiles
El sistema nervioso de los reptiles, al igual que el de otros vertebrados está compuesto
por cerebro y médula espinal, estos controlan cualquier actividad neuromuscular o
impulsos sensoriales y se cuenta con 12 pares craneales.
Peces
En los peces, al igual que en el resto de los vertebrados, el SNC está formado por el
encéfalo y la médula espinal. Ambos surgen de la diferenciación del tubo neural durante el
desarrollo embrionario. El tubo neural, a su vez, se origina por la invaginación de una
parte del ectodermo. La regionalización antero-posterior del encéfalo y la médula espinal
dará lugar a las siguientes divisiones en el encéfalo temprano (de rostral a caudal):
telencéfalo, diencéfalo, mesencéfalo, metencéfalo, mielencéfalo y médula espinal.
Figura 15. Esquema representando la regionalización antero-posterior del SNC.
A pesar de ser pequeña, la hipófisis, ubicada en la base del cerebro, justo debajo del
hipotálamo, es considerada la parte más importante del sistema endócrino. Se la suele
llamar “glándula maestra” porque produce hormonas que controlan varias de las demás
glándulas endocrinas. Determinados factores, como las emociones y los cambios
estacionales, pueden influir en la producción y en la secreción de las hormonas
hipofisarias. Para ello, el hipotálamo le transmite información detectada por el cerebro
(como la temperatura ambiental, los patrones de exposición a la luz y los sentimientos) a
la hipófisis
- Hipófisis
La diminuta hipófisis está dividida en dos partes: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior. El
lóbulo anterior regula la actividad de la glándula tiroidea, las glándulas suprarrenales y las
glándulas reproductoras. Entre las hormonas que produce se encuentran las siguientes:
La hipófisis también secreta endorfinas, que son sustancias químicas que actúan sobre el
sistema nervioso para reducir la sensibilidad al dolor. Además, la hipófisis secreta
hormonas que les indican a los ovarios y a los testículos que produzcan hormonas
sexuales. La hipófisis también controla la ovulación y el ciclo menstrual en las mujeres.
El lóbulo posterior de la hipófisis libera hormona antidiurética, que ayuda a controlar el
equilibrio de agua del cuerpo mediante su efecto en los riñones y la salida de orina, y
oxitocina, que provoca las contracciones del útero durante el parto.
La glándula tiroidea, ubicada en la parte frontal de la parte inferior del cuello, tiene la
forma de un moño o mariposa, y produce las hormonas tiroideas tiroxina y triyodotironina.
Estas hormonas controlan la velocidad con la que las células queman combustibles
provenientes de los alimentos para producir energía. A medida que aumenta el nivel de
hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo, también aumenta la velocidad con la que se
producen las reacciones químicas en el cuerpo.
Junto a la glándula tiroidea hay cuatro diminutas glándulas que funcionan en conjunto y
que se denominan glándulas paratiroideas. Liberan hormona paratiroidea, que regula el
nivel de calcio en la sangre con ayuda de la calcitonina, que se produce en la glándula
tiroidea.
- Glándulas suprarrenales
El cuerpo tiene dos glándulas suprarrenales triangulares, una encima de cada riñón. Las
glándulas suprarrenales constan de dos partes, cada una de las cuales produce una serie
de hormonas y tiene una función diferente. La parte exterior, la corteza suprarrenal,
produce hormonas llamadas corticoesteroides que influyen y regulan el equilibrio entre la
sal y el agua del cuerpo, la respuesta del cuerpo al estrés, el metabolismo, el sistema
inmunitario y el desarrollo y la función sexuales.
REFERENCIAS
Calvo-Fresco, J. 2016. Estudio del sistema catecolaminérgico en el encéfalo anterior del pez cebra adulto
(Danio rerio). Trabajo fin de máster máster biología molecular, celular y genética. Universidad de Coruña.
https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/16178/CalvoFresco_Jose_TFM_2016.pdf?
sequence=2&isAllowed=y
Mendoza R., Miguel Ángel, Comas Corredor, Jair, & Romero Hurtado, Clara Stefany. (2013). Estudio
histológico del sistema digestivo en diferentes estadios de desarrollo de la cachama blanca (Piaractus
brachypomus). Revista de Medicina Veterinaria, (25), 21-38. Retrieved October 14, 2021, from
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0122-93542013000100003&lng=en&tlng=es.
Sanmiguel Plazas RA, Peñuela-Sierra LM. Una revisión a las particularidades del sistema respiratorio aviar.
Spei Domus. 2012; 8(17):59-65.