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CULTURA, FRONTERA Y DIVERSIDAD

AUTOR

Lorena Quintana Páez


Universidad de Pamplona

RESUMEN

El principal objetivo del presente artículo es visibilizar la cultura de la frontera colombo –


venezolana, por medio de dos partes, la primera, contextualiza al lector sobre la ubicación
geográfica entre el Estado Zulia y la República de Colombia; y el segundo, acerca a los
significados de cultura, hibridación cultural, frontera, cultura popular, organizaciones
culturales que tienen incidencia en Norte de Santander y su función transformadora a través
de diferentes expresiones artísticas, permitiendo auscultar de manera más profunda y
conduciendo a tener un panorama global de lo que ha sido el enriquecimiento cultural por
medio de la interacción social a la cual se ha obligado a través del tiempo por términos de
relación política, comercial o humanitaria.

APUNTES GEOGRÁFICOS PARA ENTENDER EL CONTEXTO

La frontera colombo-venezolana tiene una extensión de 2.260 Km. y se distribuye por todo
el occidente de Venezuela, desde Castilletes hasta la Piedra de Cocuy, en el estado Apure.
Dentro de la extensión fronteriza la región zuliana ocupa 680 Km. El límite del Estado Zulia
con Colombia comprende siete (7) municipios. Sobre este espacio zuliano se pueden
identificar tres sectores: por el Norte se ubica la planicie de La Guajira, en el centro está la
Serranía y en el Sur se ubica el Fluvial-Lacustre.

En la República de Colombia, el límite internacional con el Estado Zulia comprende


veinticinco (25) municipios, ubicados en los Departamentos de La Guajira, Cesar y Norte
de Santander.

Desde el punto de vista de la ubicación estratégica, se destacan ámbitos en la frontera


internacional que son específicos para delimitar la zona de integración binacional. Esta
ubicación, no solamente es estratégica en cuanto al acceso al mar sino, que está
determinada por la existencia de la interconexión vial Barranquilla-Maracaibo, que ha
servido de enlace histórico para ambos países con el resto de los miembros de la
Comunidad Andina, Latinoamérica y el Caribe. (Yicón & Ansa, 2013)
HABLANDO DE CULTURA Y FRONTERA

Cultura

La UNESCO define la cultura como: conjunto distintivo de una sociedad o grupo social en
el plano espiritual, material, intelectual y emocional comprendiendo el arte y literatura, los
estilos de vida, los modos de vida común, los sistemas de valores, las tradiciones y
creencias.

Partiendo de este concepto se considera que no existe una definición específica para el
término de cultura puesto que engloba varias cosas, creencias, valores, normas, sistema
de signos y símbolos, idiosincrasia, cultura inmaterial o espiritual y cultura material; es decir,
los propios modelos de comportamiento existentes en la sociedad.

Teniendo claro el significado de cultura, podemos acercarnos un poco más al tema central
de este artículo, las fronteras culturales, con las cuales podemos analizar la identidad y
la comunicación; y desde las que se puede hacer una fuerte crítica al imperialismo cultural
predominante en los años setenta, época en la que se sostenía como argumento el declive
de los valores y tradiciones con el control que ejercían los productos importados por los
medios. Sin embargo, con la llegada de la globalización se ha ido desplazando esta noción,
reconociendo la interconexión e interdependencia que esta sugiere como primordial;
traemos a colación la comisión McBride, que ha examinado dicha brecha de comunicación
y ha logrado en cierta medida el mejoramiento de los flujos.

No obstante, es importante la creación de políticas nacionales de comunicación que por


medio de la producción cultural local, regional o nacional tenga un efecto integrador en las
sociedades consumidoras; lo cual aportaría en el mejoramiento de los flujos de
comunicación y crearía una identidad propia en la comunidad.

Hibridación y Frontera Cultural

Las filosofías binarias y polares de la historia se revelan particularmente inconsistentes en


las fronteras interculturales donde hay intensa hibridación. Pero en rigor, en este tiempo de
globalización, todos vivimos en fronteras donde se cruzan múltiples estrategias
diversificadas. (Canclini, 1997)
Como lo menciona Canclini en las fronteras interculturales hay intensa hibridación; para el
caso de la frontera más dinámica de América Latina, la colombo - venezolana no es
diferente, pues es evidente la diversidad y la multiculturalidad, donde se generan
intercambios económicos, políticos, culturales, entre otros; donde se ha evidenciado con el
transcurrir de los años el constante flujo de migrantes de un país al otro, en busca de
mejores oportunidades, inicialmente desde Colombia hacia Venezuela y actualmente con
la crisis que enfrenta el vecino país vemos cómo ha cambiado dicha situación, observando
la migración masiva de venezolanos hacia Colombia. Lo que ha ocasionado la hibridación
cultural, se han adoptado costumbres, gastronomía, lenguaje, música, entre muchas otras
características, de uno y otro lado de la frontera.

… la diversidad se exterioriza en términos étnicos, lingüísticos, socioculturales y hasta


políticos o religiosos, en su acepción más amplia. (Castro, 2018)

A pesar de la riqueza cultural que representa vivir en zona de frontera, al confluir tantos
factores como lo menciona anteriormente Rogelio Castro y exteriorizarlos, se puede
observar que por años ha sido “común” el contrabando, como relata Germán Castro
Caycedo en una crónica de su libro Colombia Amarga:
“La represión había comenzado en La Guajira y Cúcuta, y un día después los titulares
de la prensa daban cuenta de la captura de “los primeros lotes de ganado”.
Sin embargo, aquí palpamos cómo la frontera con Venezuela no son solamente
Cúcuta y Maicao y cómo en una vasta región, de unos dos mil kilómetros hacia el sur,
a partir del punto donde termina la Cordillera Oriental, puede haber unas dos mil
trochas más, saliendo de pueblos que nadie ha oído nombrar nunca y que tampoco
figuran en los mapas”. (Caycedo, 1977, págs. 148 - 149)

Siendo reconocida la frontera por la cultura de la ilegalidad, el contrabando, caótica y hasta


nesciente, como la han dibujado los medios de comunicación y lo han aceptado los
ciudadanos, haciendo uso del voz a voz para transmitir la opinión negativa de la frontera, y
dejando de lado esa construcción cultural única que se ha venido fraguando con el
transcurrir de los años con la migración de ambos países, se indagó al habitante de frontera
a través de la red social Instagram y Facebook para conocer su sentir sobre la cultura de
frontera, precisan que es: “poco cultural”, “la del dinero sin esfuerzo mínimo”,
“problemática”, “sin sentido de pertenencia” … otros la definen como “diversa”,
“multicultural”, “Intercambio entre tradiciones, palabras y costumbres de dos países”, y
“común”. Con lo que se puede concluir que además de existir varias percepciones, la
mayoría conducen a inferir que no hay sensación positiva del intercambio cultural ni de la
interacción social en la frontera, asumiendo a partir de lo que logran observar que la
ilegalidad prima en el lugar en mención y que suceden estas acciones de manera frecuente,
convirtiendo a la zona fronteriza en una ‘’problemática’’ como señalan algunos habitantes;
sin embargo, y como última conclusión, hay una situación real que también se vislumbra a
partir de la encuesta, y es catalogar la frontera como diversa, reconociendo de manera
inherente que confluyen dos o más sociedades con costumbres variadas que enriquecen a
la frontera que nos ocupa.

Para entender esta situación acudimos a Lefebvre quien define habitar como producir
hábitats, apropiarse del territorio y reinventarlo con una carga simbólica particularizada y
por otro lado a Bourdieu quien afirma que es significar y apropiarnos del espacio; dos
definiciones muy cercanas y apropiadas para comprender el intercambio cultural que tiene
lugar en la frontera.

Cultura Popular

El tipo de cultura predominante en zona de frontera es la popular, pues es por medio de


esta que diferentes organizaciones, colectivos y artistas independientes buscan dar voz a
los intereses populares, al pueblo, minimizando el poder de las industrias internacionales
de medios. Por esto se hace importante traer en mención un apartado del libro de Canclini
Culturas Híbridas: Estrategias para entrar y salir de la modernidad

Lo popular es en esta historia lo excluido: los que no tienen patrimonio o no logran


que sea reconocido y conservado; los artesanos que no llegan a ser artistas, a
individualizarse, ni participar en el mercado de bienes simbólicos "legítimos"; los
espectadores de los medios masivos que quedan fuera de las universidades y los
museos, "incapaces" de leer y mirar la alta cultura porque desconocen la historia de
los saberes y los estilos. (Canclini, 1990)

Sí, lo popular ha sido por años lo excluido, pero ha ido posicionándose en las agendas
culturales locales, regionales, nacionales y hasta internacionales, posibilitando el
reconocimiento y la visibilización de las tradiciones y la cultura en general de un
determinado territorio1. Es así como se hace común ver expresiones artísticas del hip hop2
como grafiti, break dance y rap. Incluso desde la academia han sido tema de investigación
y aplicación como estrategias de comunicación, educación y construcción de cultura. Con
las cuales se busca establecer una cultura de paz.

Por otro lado, se ve como el lenguaje es otro de los aspectos adoptados en la frontera,
donde cada vez se van apropiando más palabras del vecino país. Para destacar algunas
utilizadas comúnmente por colombianos y venezolanos se puede observar la siguiente
tabla:

Venezuela Colombia Chalequear Bromear


Pana Parce Malo Paila
Chimbo Malo Carajito Niño
Fino Chimba Catire Mono
Burda Mucho (muy) Chamo/chama Parce/parcera
Refresco Gaseosa Ratón Guayabo
Arrecho Bravo Coñazo Golpe
Tizana Salpicón Ladilla Fastidioso
Cambur Banano Bululú Recocha
Lechosa Papaya Tuki Ñero
Curda – birra Pola Ludo Parqués

Tabla 1. Palabras de Frontera. Leonardo Pérez3

Además, de incluirse estas palabras en las conversaciones cotidianas de los habitantes, se


van convirtiendo en nuevas expresiones, logrando así letras de canciones de rap dispuestas
para interpretarse en el transporte público, el semáforo, el restaurante y cualquier sitio
concurrido que desde sus ciudadanos pueda aportar económicamente al artista y ser

1
Toda relación social tiene ocurrencia en el territorio y se expresa como territorialidad. El
territorio es el escenario de las relaciones sociales y no solamente el marco espacial que
delimita el dominio soberano de un Estado. Montañez y Delgado (1998:123)
2
Cuando nos referimos al hip hop estamos hablando de todo este movimiento cultural. Hip hop es música,
baile, expresiones artísticas callejeras como los grafitis. También es moda, ropas característicamente anchas,
complementos y joyas exageradas. (Fernandez, 2019)
3
Leonardo Pérez, Estudiante de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad de Pamplona, ciudadano colombo-
venezolano. Residente de San Antonio del Táchira (Venezuela).
reconocido por su arte y como la voz de todo un pueblo que exige mejores condiciones de
vida. Para reconocer esto, se puede apreciar la letra de la canción Herramienta del rapero
nortesantandereano, Camilo Andrés Díaz “Candres”

… Es el arte como herramienta, herramienta


transformadora de todos los caminos
yo soy arte y el arte me representa
lo rescato como rescató a muchos amigos …

El rap, aunque no es reconocido como principal producto cultural internacionalmente, como


se puede observar en el artículo Medios y Cultura en la Integración Colombo-Venezolana
en la revista Espacio Abierto de la Universidad del Zulia; el principal producto cultural
venezolano es la telenovela (21%), seguida del joropo (17%) y el béisbol (15%), mientras
que para los venezolanos la principal manifestación cultural de Colombia es el vallenato
(24%), seguido del fútbol (23%) y la telenovela (18%). En (Bisbal, 2005) se puede inferir
que a nivel local y regional en los últimos años viene incluyéndose como un movimiento
bastante fuerte desde las instituciones de educación superior y de la secundaria,
organizando batallas musicales, en las que además de crear un ambiente ameno, exigen
sus derechos y critican los procesos políticos y educativos que les afectan.

Organizaciones culturales

En la frontera Norte de Santander (Colombia) – Táchira (Venezuela) confluyen diferentes


organizaciones culturales que tienen como objetivo propender el desarrollo cultural de la
región, dentro de las que se encuentra la Corporación Cultural los Almendros, Funpronor
(Fundación para el Desarrollo y el Progreso de Norte de Santander), Corporación Cultural
Cúcuta, Fundación Centro Cultural Pilar de Brahim y la Fundación Cultural y Social 5ta con
5ta Crew.

Esta última es una de las más reconocidas en la capital nortesantandereana y el Catatumbo,


la cual busca la inclusión del hip hop como estrategia de prevención del reclutamiento y
transformación de violencias en programas gubernamentales como la Agencia Colombiana
para la Reintegración y la Secretaría de Gobierno de Norte de Santander, impulsando
procesos formativos y de circulación artística en 10 municipios del departamento, además
visibilizando el hip hop como herramienta para construir cultura de paz e incidiendo a través
del rap en los prejuicios que discriminan a los portadores de VIH-SIDA y haciendo un
llamado a la inclusión social y educativa. (Peace Insight , s.f.)
La mencionada fundación ha ocupado gran parte de su agenda en generar proyectos que
vinculen a la comunidad joven, proactiva y dispuesta, para realizar actividades culturales
que conduzcan al reconocimiento del entorno en que vivimos y la inclusión, aceptación y
apoyo a los migrantes del país vecino, haciendo campañas de sensibilización como murales
o grafitis en sitios icónicos y realizando jornadas a las que adhiere la música urbana, por
medio de la cual los mismos jóvenes colombianos y venezolanos expresan las situaciones
que se viven en la cotidianidad, la realidad que afrontan y demuestran el apoyo brindado
desde Colombia a la situación que viven. También ha servido como una forma de expresión
de las historias funestas que viven al ser migrantes, lo cual permite que haya un
enriquecimiento cultural al lograr confluir ambas manifestaciones artísticas.

Evidencia de ello es lo que se puede observar en las actividades ordenas y pensadas desde
la fundación, pero también en el devenir diario como el transporte público, calles de la
ciudad y semáforos, entre otros lugares de aforo, lo cual se ve traducido en el ejercicio de
comprensión que hace el ciudadano común que habita la región como los aspectos
culturales a asumir para reconocernos como habitantes de frontera.

Lo más interesante en todo esto es que no se queda en acciones culturales aisladas que
no generan un cambio, sino que, por medio de ejercicios temático-artísticos4, réplicas5,
iniciativas de liderazgo juvenil y encuentros de agenda se crea desde la visión joven la
agenda cultural de Norte de Santander.

4
Los componentes temáticos son aquéllos que se ha dado en llamar contenido de las obras, y los artísticos
son los que se refieren a los estilos, así como a los aspectos técnicos del sistema artístico de producción.
(Galindo, 2005)
5
Copia de una obra artística que reproduce el original con exactitud. (Gran Diccionario de la Lengua
Española, 2016)
CONCLUSIONES

La frontera entre Colombia y Venezuela delimita con el Estado Zulia, principalmente y en


Colombia con varios departamentos. Esta frontera goza de una ubicación estratégica por
el acceso al mar y la interconexión vial entre Barranquilla – Maracaibo. Con la anterior
descripción geográfica, se denotan los tantos caminos por los cuales puede haber flujo de
personas con intereses distintos, que han conducido a que la cultura para ambos países
en esta zona se diversifique y dialécticamente se creen patrones que culminan
imponiendo una cultura en zona de frontera.
La hibridación en la zona de frontera es evidente al confluir en temas económicos,
políticos, culturales, entre otros; debido al constante flujo de comunidades por situaciones
políticas/económicas/sociales que se han vivido en ambos países en diferentes épocas, lo
cual ha conducido a que, en el devenir de ambas poblaciones en estado de necesidad, la
frontera haya sido un epicentro de ilegalidad, tal como lo percibe la población residente en
la zona.
La población migrante ha acentuado una cultura de tipo popular, tendida a la crítica social
de ambos países por medio del hip hop en términos de protesta social, y aunque este no
se considere el principal producto cultural de ninguno de los dos países, ha sido el
predominante en el tiempo reciente, debido a que incluso a partir de él se han creado
organizaciones/fundaciones culturales que le apuestan a la juventud con el propósito de
hacer un llamado social a la recuperación de causas que los unifican y los mueven como
sociedad.
BIBLIOGRAFÍA

Bisbal, M. (2005). Medios y cultura en la integración colombo-venezolana. Espacio


Abierto, 429-437.
Canclini, N. G. (1990). CULTURAS HÍBRIDAS estrategias para entrar y salir de la
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Castro, R. C. (10 de Noviembre de 2018). La noción de frontera cultural: un desafío.
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Caycedo, G. C. (1977). Colombia Amarga. Bogotá: Carlos Valencia Editores.
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