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En opinión de Benejam (1993: 342), “Ciencias Sociales son todas las que estudian
las actividades del ser humano en sociedad tanto en el pasado como en el presente, y
las relaciones e interacciones con el medio y el territorio donde se han desarrollado o
desarrollan en la actualidad”. Desde esta consideración, las Ciencias Sociales se
presentan como un conjunto de disciplinas que comparten, a nivel genérico, un mismo
objeto de estudio y una metodología de análisis semejante, pero que se diferencian, a
nivel específico, por el marco teórico y conceptual característico de cada una, de
donde cabe concluir que el área de Ciencias Sociales adolece de una fundamentación
epistemológica global (Asklepios Cronos, 1991). Desde este punto de vista, las
Ciencias Sociales representan un conjunto de tradiciones intelectuales que se fueron
configurando y especializando académicamente, en relación con formas de
pensamiento general o filosófico, en contacto con otros campos de conocimiento
específicos y con el propio devenir de las sociedades.
La sociología trata de
conocer lo social tal cual es,
mientras que la filosofía
como debería ser.
Con un ejemplo actual veremos las dos miradas. Hoy en la sociedad una
preocupación es la seguridad por la cantidad de delitos: desde la filosofía el problema se ve desde
los valores por ejemplo el valor justicia, el valor de la vida
humana, que se ven menospreciados con la realización de los delitos. Por su
parte desde la sociología el mismo fenómeno tiene una mirada distinta ya que
se trata de describir, explicar y predecir sus consecuencias. Entonces la filosofía
mira desde el deber ser y la sociología desde el ser o sea lo que se presenta en
la realidad objetiva.
Sociología e historia
Sociología y psicología
Han existido posiciones extremas que han dicho que sólo existía la
psicología, por ejemplo Mills (1959) decía “que los seres humanos que viven en
sociedad no tienen otras propiedades que las derivadas de la naturaleza del
hombre individual, y pueden reducirse a esas leyes”, o que sólo existía la
sociología, por ejemplo Durkheim (1895) quien sostuvo que “los hechos sociales
estudiados por la sociología son externos a la mente del hombre individual y
ejercen una acción coactiva sobre esta, por lo que la explicación de los mismos
solo puede encontrarse en otros hechos sociales, pero no en datos psicológicos”.
Hoy no existen posiciones tan rígidas pues una separación tajante
entre psicología y sociología sólo puede fundarse en una separación entre
individuo y sociedad de modo desordenado, lo que no es posible.
La psicología y la sociología se acercaron cuando Max Weber
construyó su sociología comprensiva sobre la base de la acción social,
entendiendo por esta la que, teniendo sentido para el actor, se dirige a la acción
del otro.
También el concepto de otro al que se refiere Georges Mead aportó el
acercamiento, al fundar la personalidad social en datos tomados del medio
cultural.
Para que este acercamiento fuera posible también la psicología debió
considerar a los fenómenos psicológicos derivados de características sociales.
Se aceptó luego que la conciencia colectiva existía al lado de la conciencia
individual.
La evolución permitió crear una disciplina intermedia, la psicología
social, que puede definirse como “la parte de la psicología general interesada en
estudiar la relación del organismo individual con el grupo social al que pertenece,
o aquella que trata los aspectos psicológicos de la vida social” (Mead, 1953). El
psicólogo social es aquel que trata de explicar la conducta y las motivaciones de
los seres humanos en distintos tipos de sociedades. Se trata de relacionar la
conducta externa y la vida interior de un individuo con la de otros, de describir
tipos de personas que generalmente se encuentran en diferentes tipos de
sociedades y explicarlas buscando las interrelaciones con el medio social.
En firmeza toda psicología puede considerarse social, porque los
fenómenos psíquicos se producen en un contexto social que los afecta.
Ahora bien, son distintos los datos que toma el psicólogo en sus
observaciones, si un niño va al psicólogo por problemas de aprendizaje, se va a
preguntar por su entorno social, pero para solucionar el problema individual,
distinta es la mirada del sociólogo que analiza directamente no problemas
individuales sino grupales, por ejemplo porque baja el rendimiento estudiantil,
porque aumenta la delincuencia, porque hay más pobres, todo desde la mirada del conjunto, no
puntualmente de un individuo.
Sociología y economía
El desarrollo de la economía posee mayor antigüedad que el de la
sociología. En un comienzo las variables económicas y no económicas se
hallaban estrechamente vinculadas como en la obra de Adams Smith.
Posteriormente la economía se desarrolló a expensas de rechazar de su
análisis los factores no económicos.
En el tratamiento tradicional de la ciencia, la economía trata de
estudiar el modo de como las personas deciden, con o sin uso de dinero, el
empleo de recursos escasos para producir diversos bienes y servicios y
distribuirlos para su consumo. La economía ha utilizado una serie de
presupuestos que permitieron dar al estudio las respuestas exclusivamente
económicas, como el de suponer que los gustos de los consumidores se
mantienen estables para determinar el nivel de producción relacionándolo con
otras variables económicas.
Limitado así su campo el economista puede por simplificaciones,
crear soluciones teóricas a los problemas económicos, pero a costa de
rechazar el mundo no económico. El desarrollo de la sociología influyó en este
cuadro, aunque es evidente la abundancia de estudios y trabajos económicos
que desechan de los factores sociales, por ejemplo, los que determinan la
necesidad de aumentar la presión tributaria para lograr el equilibrio financiero
estatal, sin prestar alteración de la estructura social que generan, a la
funcionalidad de la economía informal, o al arraigo cultural de la evasión
impositiva, que condiciona la aplicación de las leyes fiscales.
No obstante, ello, la sociología económica ha resultado un anclaje
realista de muchas especulaciones de la doctrina económica. La
dependencia entre variables económicas y no económicas es clara, ya que
la economía es parte de la vida social, y las normas que la rigen forman parte de
la cultura.
Pueden, evidentemente, analizarse sólo las variables económicas
aisladamente (economistas puros) o estudiar la interacción entre los aspectos
económicos y no económicos (formación sociológica). Entre los aportes
históricos de la sociología a la economía podemos señalar la “ley del consumo
ostentoso” presentada por Veblen en 1966, según la cual los objetos caros no
se consumen por ser mejores sino por ser costosos, también están las relaciones
entre protestantismo analizadas por Max Weber (1969), que busca la influencia
entre la ética protestante y el desarrollo del capitalismo.
Por último, hay otras relaciones como por ejemplo entre Sociología y
Ciencia política y Sociología y Ciencia del Derecho, que pueden buscarse en la bibliografía
recomendada. Estas relaciones no se incluyen en este apartado,
dado que las relaciones a las que nos vamos a referir van a ser las tratadas
puntualmente.
Sociologías especiales
del desarrollo
que es parte de la sociología económica.
El cuadro de especialización es móvil, por lo tanto, podrían agregarse
a la lista de especializaciones otras como por ejemplo la sociología del poder,
que va tomando autonomía a partir del cuerpo de conocimientos existentes.
Si la meta de las ciencias sociales es la explicación de los fenómenos
sociales, actualmente cada una de ellas explica una parte o la totalidad desde
una perspectiva propia y diversas a las de las otras.
Mientras tanto queda vigente la propuesta de Mannheim (1961) que
dice “todas las perspectivas científicas confluyen para el estudio del mismo
objeto: si cada una acepta a la otra, o si el investigador logra reunirlas a todas,
se habrá logrado no solo el mejor conocimiento de ese objetivo, sino la
superación de un problema crucial: la valoratividad implícita en cada una de las
perspectivas parciales”.
En síntesis: lo referido a las relaciones entre la sociología y las restantes
disciplinas que se ocupan del hombre como ser cultural, debería bastar para
demostrar que, si bien la sociología no se concibe ya como una ciencia universal,
su contribución para muchas de las restantes ciencias es significativa. Hay una
tendencia general hacia la interdependencia y se abrió paso a la acumulación de
conocimientos y a la reciprocidad, y ello contribuyó y contribuye al mejor nivel
que presenta el trabajo sociológico desde hace décadas y que permitió su
aceptación creciente por las ciencias ya reconocidas
Mi tesis no habría sorprendido a John Stuart Mill o Karl Marx, Emile Durkheim o
Max Weber. John Maynard Key nes o Fernand Braudel, Paul Lazarsfeld o James
Coleman, y menos aún a Ernest Gellner. También es poco probable que
sorprenda a Raymond Boudon, Robert K. Merton, Albert O. Hirschman, Arthur
Stinchcombe, Charles Tilly. Marvin Ha tris, Nathan Keyfitz, Irving Louis Horowitz,
Amartya Sen o Bruce Trigger. Sin embargo, la tesis tiene que ser refinada y
ejemplificada repetidas veces, porque es ajena tanto a la co rriente principal de la
sociología como a las filosofías domi nantes. En efecto, a los estudiantes de
sociología no se les enseña filosofía y los filósofos rara vez estudian ciencias so
ciales. Estoy afilando el hacha porque el deterioro de su filo es solo comparable a
su importancia. Y también me siento con fuerzas para hacerlo pues he realizado
algo de sociolo gía.
PREBACIO
Los realistas sostienen que los hechos sociales son obje tivos -incluso cuando
consistan en invenciones sociales pero también reconocen que los hechos pueden
percibirse de modos diferentes por individuos diferentes. Sostienen tam bién que
todas las ideas se construyen en lugar de encontrar las ya elaboradas: son
constructivistas psicológicos y episte mológicos, aunque no son constructivistas
ontológicos. En resumen, no tiene por qué haber ninguna contradicción entre el
teorema de Thomas y el realismo de Durkheim. Pero el primero si contradice la
tesis holista de Durkheim según la cual los hechos sociales acontecen por encima
de los actores.
Conceptos generales
Que es la ciencia
*Más aún, los científicos usualmente no acep tan nuevos hechos a menos que
puedan certificar de alguna manera su autenticidad; y esto se hace, no tanto
contrastándolos con otros hechos, cuanto mostrando que son compatibles con lo
que se sabe. Los científicos descartan las imposturas y los tru cos mágicos porque
no encuadran en hipótesis muy generales y fidedignas, que han sido puestas a
prueba en incontables ocasiones. Vale decir, los científicos no consideran su
propia experiencia in dividual como un tribunal inapelable; se fundan, en cambio,
en la experiencia colectiva y en la teo ría.
La investigación científica es legal, pero sus leyes las reglas del método científico-
no son pocas, ni simples, ni infalibles, ni bien conocidas; son, por el contrario,
numerosas, complejas, más o menos eficaces, y en parte desconocidas. El arte de
formular preguntas y de probar respuestas -esto es, el método científico- es
cualquier cosa menos un conjunto de recetas; y menos técnica todavía es la teoría
del método científico. La moraleja es inmediata: desconfiese de toda descripción
de la vía de la ciencia -y en primer lugar de la presente, pero no se descuide
ninguna. La investigación es una empresa multilateral que re quiere el más intenso
ejercicio de cada una de las facultades psíquicas, y que exige un concurso de
circunstancias sociales favorables; por este motivo, todo testimonio personal,
perteneciente a cualquier período, y por parcial que sea, puede echar alguna luz
sobre algún aspecto de la investigación.
A menudo se sostiene que la medicina y otras ciencias aplicadas son artes antes
que ciencias, en el sentido de que no pueden ser reducidas a la simple aplicación
de un conjunto de reglas que pueden formularse todas explícitamente y que
pueden elegirse sin que medie el juicio personal. Sin embargo, en este sentido la
física y la matemática también son artes: ¿quién conoce recetas hechas y seguras
para encontrar leyes de la naturaleza o para adivinar teoremas? Si "arte" significa
una feliz conjunción de experiencia, destreza, imaginación, visión y habilidad para
realizar inferencias de tipo no analítico, entonces no sólo son artes la medicina, la
pesquisa criminal, la estrategia militar, la política y la publicidad, sino también toda
otra disciplina. Por consiguiente, no se trata de si un campo dado de la actividad
humana es un arte, sino de si, además, es científico.
El conocimiento científico es fáctico: parte de los hechos, los respeta hasta cierto
punto y siempre vuelve a ellos. La ciencia intenta describir los hechos tales como
son, independientemente de su valor emocional o comercial: la ciencia no poetiza
los hechos ni los vende, si bien sus haza ñas son una fuente de poesía y de
negocios. En todos los campos, la ciencia comienza establecien do los hechos:
esto requiere curiosidad imperso nal, desconfianza por la opinión prevaleciente y
sensibilidad a la novedad.
Los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan las ciencias de la
naturaleza y de la sociedad son la racionalidad y la objetividad. Por conocimiento
racional se entiende:
b) que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas
lógicas, con el fin de producir nuevas ideas (inferencia deduc tiva). Éstas no son
enteramente nuevas desde un punto de vista estrictamente lógico, puesto que es
tán implicadas por las premisas de la deducción; pero son gnoseológicamente
nuevas en la medida en que expresan conocimientos de los que no se tenía
conciencia antes de efectuarse la deducción;
a) que concuerda aproximadamente con su objeto; vale decir, que busca alcanzar
la verdad fáctica;
Los problemas de la ciencia son parciales y así son también, por consiguiente, sus
soluciones; pero, más aún: al comienzo los problemas son estrechos o es preciso
estrecharlos. Pero, a medida que la investigación avanza, su alcance se amplía.
Los resultados de la ciencia son generales, tanto en el sentido de que se refieren a
clases de objetos. (p. ej.: lluvia), como en el de que están o tienden a ser
incorporados en síntesis conceptuales llama das teorías. El análisis, tanto de los
problemas como de las cosas, no es tanto un objetivo como una herramienta para
construir síntesis teóricas. La ciencia auténtica no es atomista ni totalista, sino
sistémica.
e) la ciencia procura siempre medir y regis trar los fenómenos. Los números y las
formas geométricas son de gran importancia en el regis tro, la descripción y la
inteligencia de los sucesos y procesos. En lo posible, tales datos debieran dis
ponerse en tablas o resumirse en fórmulas mate máticas. Sin embargo, la
formulación matemática, deseable como es, no es una condición indispensa ble
para que el conocimiento sea científico; lo que caracteriza el conocimiento
científico es la exactitud en un sentido general antes que la exactitud numérica o
métrica, la que es inútil si media la vaguedad conceptual o la inadecuación a la
reali dad. Más aún, la investigación científica emplea, en medida creciente,
capítulos no numéricos y no. métricos de la matemática, tales como la topolo gía,
la teoría de los grupos o el álgebra de las clases, que no son ciencias del número
y de la figura, sino de la relación.
El método científico no provee recetas infali bles para encontrar la verdad: sólo
contiene un conjunto de prescripciones falibles (y perfectibles) para el
planeamiento de observaciones y experimentos, para la interpretación de sus
resultados, y para el planteo mismo de los problemas. Es, en suma, la manera en
que la ciencia explora lo des conocido. Subordinadas a las reglas generales del
método científico, y al mismo tiempo en apoyo de ellas, encontramos las diversas
técnicas que se emplean en las ciencias especiales: las técnicas para pesar, para
observar por el microscopio, para analizar compuestos químicos, para dibujar gráfi
cos que resumen datos empíricos, para reunir in formaciones acerca de
costumbres, etc. La ciencia es, pues, esclava de sus propios métodos y técni cas
mientras éstos tienen éxito; pero es libre de multiplicar y de modificar en todo
momento sus reglas, en aras de una mayor racionalidad y obje tividad.
Hay leyes de hechos y leyes mediante las cua les se pueden explicar otras leyes.
El principio de Arquímedes pertenece a la primera clase; pero a su vez puede
deducirse de los principios generalesde la mecánica; por consiguiente, ha dejado
de ser un principio independiente, y ahora es un teorema deducible de hipótesis
de nivel más elevado. Las leyes de la física proveen la base de las leyes de las
combinaciones químicas; las leyes de la fisiolo gía explican ciertos fenómenos
psíquicos; y las le yes de la psicología y de la sociología pertenecen a los
fundamentos de la economía. Es decir, los enunciados de las leyes se organizan
en una es tructura de niveles.
Ciertamente, los enunciados de las leyes son transitorios; pero ¿son inmutables
las leyes mis mas? Si se consideran las leyes como las pautas mismas del ser y
del devenir, entonces debieran cambiar junto con las cosas mismas; por lo menos,
debe admitirse que, al emerger nuevos niveles, sus cualidades peculiares se
relacionan entre sí mediante nuevas leyes. Por ejemplo, las leyes de la economía
han emergido en el curso de la histo ria sobre la base de otras leyes (biológicas y
psico lógicas) y, más aún, algunas de ellas cambian con el tipo de organización
social.
Por supuesto, no todos los hechos singulares conocidos han sido ya convertidos
en casos particulares de leyes generales; en particular, los suce sos y procesos de
los niveles superiores han sido legalizados sólo en pequeña medida. Pero esto se
debe en parte al antiguo prejuicio de que lo huma no no es legal, así como a la
antigua creencia pitagórica de que solamente las relaciones numéricas merecen
llamarse "leyes científicas". Debiera em plearse el stock íntegro de las
herramientas conceptuales en la búsqueda de las leyes de la mente y de la
cultura; más aún, acaso el stock de que se dispone es insuficiente y sea preciso
inventar herramientas radicalmente nuevas para tratar los fenómenos mentales y
culturales, tal como el naci miento de la mecánica moderna hubiera sido im posible
sin la invención expresa del cálculo infini tesimal.
Puesto que la predicción científica se funda en leyes científicas, hay tantas clases
de predicciones como clases de enunciados nomológicos. Algunas leyes nos
permiten predecir resultados individuales, aunque no sin error si la predicción se
refiere al valor de una cantidad. Otras leyes, inca paces de decirnos nada acerca
del comportamiento de los individuos (átomos, personas, etc.) son en cambio la
base para la predicción de algunas tendencias globales y propiedades colectivas
de colecciones numerosas de elementos similares: son las leyes estadísticas. Las
leyes sociales son de este tipo; por esto es casi imposible la predicción de los
sucesos individuales en el campo de la historia, pudiendo preverse solamente el
curso general de los acontecimientos.
Dicho brevemente: las opiniones científicas son racionales y objetivas como las
del sano sentido común: pero mucho más que ellas. ¿Y qué es entonces -si algo
hay-lo que da a la ciencia su superioridad sobre el conocimiento común? No,
ciertamente, la sustancia o tema, puesto que un mismo objeto puede ser
considerado de modo no científico, o hasta anticientifico, y según el espíritu de la
ciencia. La hipnosis, por ejemplo, puede estudiarse de un modo acientífico, como
ocurre cuando se describen casos sin la ayuda de la teoria ni del experimento.
También puede considerarse como un hecho super-normal o hasta sobrenatural,
que no implica ni a los órganos de los sentidos ni al sistema nervioso, o sea, como
resultado de una acción directa de mente a mente. Por último, puc de plantearse
el estudio de la hipnosis cientificamente, esto es, construyendo conjeturas acerca
del mecanismo fisiológico subyacente al comportamiento hipnótico y controlan do
o contrastando dichas hipótesis en el laboratorio. En principio, pues, el objeto o
tema no es lo que distingue a la ciencia de la no-ciencia, aunque algunos
problemas determina dos-por ejemplo, el de la estructura de la materia-dificilmente
puedan formularse fuera de un contexto científico.
que consistir en el modo como opera para alcanzar algún objetivo determinado, o
sea, en
cierto tipo). El enfoque cientifico, pues, está constituido por el método científico y
por el
La diferencia primera y más notable entre las varias ciencias es la que se presenta
entre ciencias formales y ciencias fácticas, o sea, entre las que estudian ideas y
las que estu dian hechos. La lógica y la matemática son ciencias formales: no se
refieren a nada que se encuentre en la realidad, y, por tanto, no pueden utilizar
nuestros contactos con la realidad para convalidar sus fórmulas. La fisica y la
psicología se encuentran en cambio entre las ciencias fácticas: se refieren a
hechos que se supone ocurren en el mundo, y, consiguientemente, tienen que
apelar a la experiencia para contrastar sus fórmulas.
Así, la fórmula "x es azul", o, para abreviar, "4(x), es verdadera de ciertas cosas, o
sea se convierte en una determinada proposición verdadera si se da como valor a
la variable x el nombre de algo que efectivamente sea azul, como el Mar Egeo; y
es falsa de muchas otras cosas, o sea, se convierte en una proposición falsa para
la mayoría de otros valores asignables a la variable de objeto x. Por otro lado, "x
es azul y x no es azul", o "A(x) & -A(x)", para abreviar, es falsa para todo valor de
x, es decir, en toda circunstancia. Por tanto, su negación, "No ocurre que x es azul
y x no es azul", es verdadera, y su verdad es independiente de los hechos; en
particular, no depende de la experiencia (la región fáctica de la que participa el
hombre). Dicho brevemente: "4(x)" es el esqueleto o forma de una idea făctica (si
mantenemos la interpretación del predicado "4" como pre dicado que designa la
propiedad de ser azul). Por otro lado, "[4(x) & -4(x)]" (léase: "No ocurre que x es dy
x no es 4") es la estructura de una idea formal, una verdad lógica en este caso: su
valor veritativo no depende de los valores particulares que pueda tomar x; aún
más: es independiente de la interpretación que podamos dar al signo 'A'.
La lógica se interesa, entre otras cosas, por la estructura de las ideas factuales y
formales; pero mientras que en el primer caso la lógica es insuficiente para hallar
valores veritativos, en el último caso la lógica y/o la matemática se bastan para
convalidar o in validar cualquier idea de este tipo puro. En resolución: la ciencia
formal es autosuficiente por lo que hace al contenido y al método de prueba,
mientras que la ciencia făctica depende del hecho por lo que hace al contenido o
significación, y del hecho experiencial para la convalidación. Esto explica por qué
puede conseguirse verdad formal completa, mientras que la verdad fáctica resulta
tan huidiza.
Puede decirse que el tema propio de la ciencia formal es la forma de las ideas.
Otra caracterización equivalente de la ciencia formal consiste en decir que se
refiere a las fórmulas analíticas, esto es, a fórmulas que pueden convalidarse por
medio del mero análisis racional. Considérese, por ejemplo, el enunciado según el
cual, si A y B son conjuntos, entonces, si / está incluido propiamente en B. B no
está incluido en 4. La verdad de este enunciado no depende del tipo de conjunto
considerado, ni se establece mediante el estudio de conjuntos de objetos reales: la
fórmula pertenece a la teoría de conjuntos abstractos (no descritos): es puramente
formal y, consiguientemente, universal, esto es, aplicable siempre que se trate de
conjuntos, tipos, especies, ya sean de números o de plantas. Hay diversos
géneros de fórmulas analiticas. Para nuestro actual interés las más importantes
son las que resultan verdaderas (o falsas) en virtud de su forma lógica, y las que
son verdaderas (o falsas) a causa de las significaciones de los simbolos presentes
en ellas. El primer conjunto-el de la analiticidad sintáctica- puede ejemplificarse
por: "Six, y, z son números, entonces, six-y, x+z=y+z". El segundo-analiticidad
semántica-puede ejemplificarse por la frase "Fórmulas sintéticas son todas y sólo
las fórmulas que no son analiticas". La ciencia formal no contiene más que
fórmulas analíticas, mientras que la ciencia factual contiene, además de esas,
formulas sintéticas, o sea, fórmulas que no pueden ser convalidadas sólo por la
nuda razón.