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ANTALOGIA

Es una recopilación ordenada y justificada de distintas


obras: como fabulas, poesía, cuentos u otros
subgéneros. Es decir de acuerdo al autor que la lleve
acabo.

Imagen de los cuentos

DEDICATORIA
es una nota o texto breve que aparece en una obra
literaria atreves de la cual el autor dedica la obra que
es de su creación a una o barias personas que pueden
ser amigos, familiares o otro cualquier actor que le
allá ayudado al mismo en su producción y proceso en
donde se le bridan un testimonio de afecto.
Ejemplo:
La presente antología de cuentos se la dedico a mi
hermanito por todos los cuentos que nunca le cuento,
y a mis padres por ser pacientes y leerme el cuentos
todas las tardes.

DEDICATORIA
La presente antología de cuentos se la dedico a mi
papa Booz te agradezco por cuidarme vestirme y
calzarme por acariciarme y abrasarme en las mañanas
y a todas horas. y a mi mama Elizabeth te agradezco
por cuidarme darme de comer y ser buena conmigo y
a mi abuela Alicia por cuidarme cuando me voy de
vacaciones y alimentarme y darme un techo y a mi tía
te agradezco por llevarme de a la feria cuando me voy
de vacaciones y cuidarme y ser muy buena conmigo a
un que me porto mal a veces.

INTRODUCCIÓN
Es una introducción en la que se expone el
contenido de cada uno de los capítulos y el
autor da a conocer como esta conformada la
antología

INTRODUCCIÓN
La presente antología de cuentos trata de cuentos de terror,
policiacos, cuentos clásicos y ciencia ficcion en esta
encontraras las partes de una antología.
INDICE

Es una lista de palabras o frases ordenadas en orden


cronológico permiten la ubicación de los temas
dentro de un libro.
Ejemplo:

INDICE

LA BELLA DURMIENTE……………………. 5

EL SASTRESILLO VALIENTE……………..17

LA CENICIENTA……………………………..27

EL LIBRO DE LA SELVA……………………37
INDICE

Tipos de narradores………………………………………………………………………………8

Definicion de cuentos clásicos………………………………………………………………….9

Los tres perritos………………………………………………………………………………………10

El patito feo…………………………………………………………………………………………….11

Cuentos risitos de oro…………………………………………………………………………….12

Definicion de cuentos de terror……………………………………………………………...14

Tinta roja…………………………………………………………………………………………………15

Mensajero de la muerte………………………………………………………………………….17

La muerte del obispo………………………………………………………………………………18

Definicion de cuentos policiacos…………………………………………………………….19

El misterioso ladron de ladrones……………………………………………………………20


TIPOS DE NARADORES

NARRADOR OMNICIENTE
El narrador de “como se divertían” es un ejemplo de este tipo. Esta
fuera de la historia y conoce todos los detalles sobre ella, incluso lo
que los personajes (margie y tommy) ven, sienten, piensan o
imaginan. En general, utiliza la voz narrativa en tercera persona: “el
dice que ella siente que ellos piensan que ellas hacen etcétera.

NARRADOR PROTAGONISTA
El narrador de “el contrato” en un ejemplo de este tipo. Participa como personaje
central en la historia. Por eso, hay muchas cosas que conoce, porque suceden a
el. Utiliza la voz narrativa en primera persona: yo digo .Que nosotros creemos
que yo pienso que nosotros sentimos que etcétera.
NARRADOR TESTIGO
Este tipo de narrador esta dentro de la historia y participa en ella, pero no como
personaje principal, sino como observador. Hay información que conoce y otra que
ignora. Un ejemplo de este narrador es Watson, el compañero del famoso
detective sherlock Holmes. Al igual que el narrador omnisciente utiliza
predominantemente la voz narrativa en tercera persona, pero su percepción del
entrono es mas limitada, ya que no sabe lo que los otros personajes piensan o
sienten, amenos que estos se lo comuniquen.

DEFINICION DE CUENTOS DE
CLASICOS
Como aquel tipo de narración breve, escrita en verso o prosa, Estructurada a
partir de la idea de unidad de manera lineal, en donde los personajes, apenas
caracterizados, atraviesan un conflicto y sufren una trasformación con
respeto de su estado inicial
LOS TRES PERRITOS
Había una vez tres perritos el más chico se llamaba Tobi era blanco chiquito
hablaba mucho el mediano se llamaba chimi era medio alto amigable y era
silencioso el mas grande se llamaba oso era muy bravo y muy jugueton chumi dijo
les propongo un reto?

Tobi dijo de que trata el reto? trata de construir una casa cada quien entonces van
a entrar al reto dijo tobi yo si y dijo oso yo sii, tobi dijo yo voy hacer la casa de
palma y será la mejor no la mejor será la mía dijo chumi yo la voy a ser de
madera, oso dijo mi casa será la mejor de block entonces los perritos empezaron a
construir, después de unos meses los perritos acabaron sus casas,

y de repente apareció un lobo y dijo los matare perritos y los perritos se metieron
los perritos a sus casas y el lobo dijo soplare y soplare y tu casa derrumbare y
derrúmbala casa de palma y tobi corrió a la casa de chumi , y dijo el lobo soplare y
soplare y tu casa derrumbare y derrumbo la casa de chumi, y chumi y tobi fueron a
la casa de su otro hermano y el lobo dijo soplare y soplare y tu casa derrumbare y
no pudo derrumbar la casa de oso el lobo intento entrar por la chimenea pero los
perros habían puesto agua hirviendo y el lobo cayo en el agua hirviendo y murió el
lobo y los perritos estaban felices.

EL PATITO FEO

En la granja había un gran


alboroto: los polluelos de Mamá
Pata estaban rompiendo el
cascarón.
Uno a uno, comenzaron a salir.
Mamá Pata estaba tan
emocionada con sus adorables patitos que no notó que uno de sus huevos, el más
grande de todos, permanecía intacto.
A las pocas horas, el último huevo comenzó a romperse. Mamá Pata, todos los
polluelos y los animales de la granja, se encontraban a la expectativa de conocer
al pequeño que tardaba en nacer. De repente, del cascarón salió un patito muy
alegre. Cuando todos lo vieron se quedaron sorprendidos, este patito no era
pequeño ni amarillo y tampoco estaba cubierto de suaves plumas. Este patito era
grande, gris y en vez del esperado graznido, cada vez que hablaba sonaba como
una corneta vieja.
Aunque nadie dijo nada, todos pensaron lo mismo: “Este patito es demasiado feo”.
Pasaron los días y todos los animales de la granja se burlaban de él. El patito feo
se sintió muy triste y una noche escapó de la granja para buscar un nuevo hogar.
El patito feo recorrió la profundidad del bosque y cuando estaba a punto de darse
por vencido, encontró el hogar de una humilde anciana que vivía con una gata y
una gallina. El patito se quedó con ellos durante un tiempo, pero como no estaba
contento, pronto se fue.
Al llegar el invierno, el pobre patito feo casi se congela. Afortunadamente, un
campesino lo llevó a su casa a vivir con su esposa e hijos. Pero el patito estaba
aterrado de los niños, quienes gritaban y brincaban todo el tiempo y nuevamente
escapó, pasando el invierno en un estanque pantanoso.
Finalmente, llegó la primavera. El patito feo vio a una familia de cisnes nadando en
el estanque y quiso acercárseles. Pero recordó cómo todos se burlaban de él y
agachó la cabeza avergonzada. Cuando miró su reflejo en el agua se quedó
asombrado. Él no era un patito feo, sino un apuesto y joven cisne. Ahora sabía por
qué se veía tan diferente a sus hermanos y hermanas. ¡Ellos eran patitos, pero él
era un cisne! Feliz, nadó hacia su familia.

CUENTO DE RICITOS DE ORO

Érase una vez una familia de osos que vivían en una linda casita en el bosque.
Papá Oso era muy grande, Mamá Osa era de tamaño mediano y Osito era
pequeño.
Una mañana, Mamá Osa sirvió la más deliciosa avena para el desayuno, pero
como estaba demasiado
caliente para comer, los tres
osos decidieron ir de paseo
por el bosque mientras se
enfriaba. Al cabo de unos
minutos, una niña llamada
Ricitos de Oro llegó a la casa
de los osos y tocó la puerta. Al no encontrar respuesta, abrió la puerta y entró en
la casa sin permiso.
En la cocina había una mesa con tres tazas de avena: una grande, una mediana y
una pequeña. Ricitos de Oro tenía un gran apetito y la avena se veía deliciosa.
Primero, probó la avena de la taza grande, pero la avena estaba muy fría y no le
gustó. Luego, probó la avena de la taza mediana, pero la avena estaba muy
caliente y tampoco le gustó. Por último, probó la avena de la taza pequeña y esta
vez la avena no estaba ni fría ni caliente, ¡estaba perfecta! La avena estaba tan
deliciosa que se la comió toda sin dejar ni un poquito.
Después de comer el desayuno de los osos, Ricitos de Oro fue a la sala. En la
sala había tres sillas: una grande, una mediana y una pequeña. Primero, se sentó
en la silla grande, pero la silla era muy alta y no le gustó. Luego, se sentó en la
silla mediana, pero la silla era muy ancha y tampoco le gustó. Fue entonces que
encontró la silla pequeña y se sentó en ella, pero la silla era frágil y se rompió bajo
su peso.
Buscando un lugar para descansar, Ricitos de Oro subió las escaleras, al final del
pasillo había un cuarto con tres camas: una grande, una mediana y una pequeña.
Primero, se subió a la cama grande, pero estaba demasiado dura y no le gustó.
Después, se subió a la cama mediana, pero estaba demasiado blanda y tampoco
le gustó. Entonces, se acostó en la cama pequeña, la cama no estaba ni
demasiado dura ni demasiado blanda. De hecho, ¡se sentía perfecta! Ricitos de
Oro se quedó profundamente dormida.
Al poco tiempo, los tres osos regresaron del paseo por el bosque. Papá Oso notó
inmediatamente que la puerta se encontraba abierta:
—Alguien ha entrado a nuestra casa sin permiso, se sentó en mi silla y probó mi
avena —dijo Papá Oso con una gran voz de enfado.
—Alguien se ha sentado en mi silla y probó mi avena —dijo Mamá Osa con una
voz medio enojada.
Entonces, dijo Osito con su pequeña voz:
—Alguien se comió toda mi avena y rompió mi silla.
Los tres osos subieron la escalera. Al entrar en la habitación, Papá Oso dijo:
—¡Alguien se ha acostado en mi cama!
Y Mamá Osa exclamó:
—¡Alguien se ha acostado en mi cama también!
Y Osito dijo:
—¡Alguien está durmiendo en mi cama! —y se puso a llorar desconsoladamente.
El llanto de Osito despertó a Ricitos de Oro, que muy asustada saltó de la cama y
corrió escaleras abajo hasta llegar al bosque para jamás regresar a la casa de los
osos.

DEFINICIÓN DE CUENTOS DE TERROR

Imagen
LA TINTA ROJA
«La Tinta Roja» es un cuento de Elizabeth Rojas Samperio escrito para niños de
primaria. El relato nos cuenta la historia de Mariano y Roberto, dos niños que
deciden entrar a su escuela de noche para recuperar sus cuadernos olvidados. Lo
que no sospechan es que algo aterrador está a punto de ocurrirles…

Mariano y Roberto se habían dejado sus cuadernos en el colegio. Tenían que


entregar una tarea que contaba para la calificación del mes. Esa tarde, cuando se
encontraron para estudiar, se dieron cuenta de que les faltaban sus

Ya estaba anocheciendo y no podían recordar de que se trataba la condenada


tarea. Mariano le había pedido permiso a su mamá para quedarse a dormir en la
casa de Roberto y que hicieran los deberes juntos. Pero no era posible. Sin los
apuntes de clase nada valía: ni el permiso de la mamá, ni las cartulinas que
habían comprado, ni su propósito de sacar la mejor calificación.

Cada tarde, Roberto se quedaba solo en casa, ya que su madre tenía que trabajar
todos los días y llegaba demasiado tarde, prácticamente de noche. Aquella tarde
no era para menos. Mariano y Roberto se encontraban a solas en el estrecho
apartamento. Sabiendo que su mamá iba a tardarse en llegar, a Roberto se le
ocurrió que podían ir a la escuela y tomar sus cuadernos del salón para hacer la
tarea.

Pero apenas le contó el plan a su amigo, este se negó, alegando que era de
noche, que ya habían cerrado la escuela y que no se acordaba de en que lugar del
salón habían dejado sus cuadernos.

—A lo mejor y hasta se los llevó otro chico —dijo—, además, ¿por dónde se
supone que vamos a entrar? Ya sabes que Don Chuy vive muy lejos y…
también… si… luego…

La calle estaba en completa oscuridad, había llovido demasiado y enormes


charcos se formaban en la acera.

El muro del colegio no estaba tan alto. Lo habían saltado en ocasiones anteriores,
cada vez que la pelota de fútbol con la que estaban jugando era pateada a la calle.
Saltarla desde afuera hacia adentro no sería tan complicado, si ya se habían
brincado tantas veces de adentro a afuera. Claro que no sería lo mismo, ya que no
contaban con la ayuda de sus seis amigos. En ese momento eran solo dos.
Encima, Mariano era muy flacucho y casi no tenía fuerza. Pero ya estaban allí.

El instituto frente a ambos, desde las sombras, parecía extraño. Podían escuchar
los sonidos del viento y el clima de invierno que los hacía temblar. Anduvieron por
la parte trasera, donde se encontraban los contenedores de basura.

De pronto escucharon un ruido, un ruido muy agudo…

—¿Quién anda ahí? —musitó Roberto con voz débil. Oyó un chillido pero nadie le
respondió, así que creyó que se trataba de una rata—. A veces las ratas hurgan
entre la basura —dijo para tranquilizarse, pues ya los nervios se lo estaban
comiendo vivo.

Intentó darse valor y puso de cabeza un bote para trepar a la barda.

—Vamos Mariano, que no voy a hacerlo todo yo. A fin de cuentas, la tarea es de
ambos —Mariano estaba lívido. Los chillidos seguían y a él le daba igual que
fueran de las ratas, de todos modos tenía miedo. Cerró sus ojos y alzó su mano
hacia Roberto.

—Jálame, a ver si logró subirme…

—Aflójate un poco, que si no me vas a jalar tú… ¡Me voy a caer! ¡Tonto!

El silencio era más profundo que la oscuridad y a pesar de todo, se escuchaban


voces…
—No pueden ser de ninguna persona. De noche nadie está en la escuela…

—Son voces de niños… ¡pero todos los niños están en sus casas terminando la
tarea! ¡Ya vámonos, Roberto! ¡Me da miedo!

—¡No seas cobarde, ya estamos aquí! Dame la mano, allá está el salón.

EL MENSAJERO DE LA MUERTE
‘El mensajero de la muerte’, un cuento popular para reflexionar

Paseaba un gigante por un camino cuando un hombre más bien pequeño se


plantó frente a él y dijo:

– ¡Detente!

El gigante le miró de arriba a abajo sin comprender muy bien qué podía querer
alguien tan insignificante:

– ¿Por qué te pones en mi camino? ¿Qué quieres?- preguntó el gigante.

– Soy la muerte. Vengo a


buscarte.

– ¿Tú vas a poder conmigo?-


dijo entre risas el gigante.

Y como la muerte
insistía, ambos comenzaron a
luchar. La muerte a pesar de
ser pequeña, era ágil, pero el
gigante le consiguió dar una buena paliza y la lanzó contra unas piedras antes de
continuar su camino.

La muerte se quedó allí postrada mientras se retorcía de dolor, hasta que un joven
sano y alegre, que iba silbando, pasó a su lado y se apiadó de ella. Le ayudó a
levantarse y le dio agua para que se recuperara.

– Muchas gracias, eres bondadoso, joven… ¿sabes quién soy?

– No- respondió el joven.

– Soy la muerte. Nadie escapa a mi designio… y como has sido tan amable
conmigo, te prometo que antes de llevarte, te mandaré mensajeros para que estés
prevenido.

– Me parece bien… así podré preparame antes de partir- dijo asintiendo el joven,
que se alejó de allí muy contento.

“LA MUERTE DEL OBISPO”


La muerte del obispo En la comisaría principal de la pequeña ciudad de
Torreroca, a la detective Piñango le llegó la noticia de una muerte que había
conmocionado a gran parte de la ciudad. El obispo de la Basílica Mayor de la
ciudad había muerto en extrañas circunstancias. El padre Henry era muy querido
por la comunidad. Los miembros de ésta destacaban sus constantes labores
altruistas en pro de la población, además de su capacidad para integrar las
distintas creencias del pueblo.

La detective Piñango recibió el informe de la autopsia, que indicó que el padre


Henry había muerto súbitamente, pero que no había indicios de asesinato. Este
informe lo firmó la forense Montejo, reconocida profesional de gran prestigio en
Torreroca Sin embargo, Piñango desconfiaba.

― ¿Qué crees tú, González? ―preguntaba la detective a su compañero de


labores. ―En efecto detective, hay algo que suena raro. Piñango y González
acordaron entonces trasladarse hasta la casa parroquial, donde residía el
sacerdote. Aunque no tenían una orden judicial para entrar, los policías se
entrometieron en el hogar. ― ¿Qué son todas estas figuras, Piñango? ―preguntó
González, incrédulo de lo que veía. ―Sin lugar a dudas, son imágenes budistas.
Buda está en todas partes ― contestó. ― ¿Pero el padre Henry no era católico?
―cuestionó González. ―Eso tenía entendido.

A la detective Piñango le pareció sumamente sospechosa la presencia de un


pequeño frasco al lado de la cama del párroco. En el envoltorio decía que eran
unas gotas de sándalo. Piñango se llevó el frasco para analizarlo en la comisaría.
Los resultados fueron inconfundibles: lo que contenía el frasco era arsénico, ¿pero
quién podría haber asesinado al padre Henry? Todas las dudas recayeron en la
comunidad budista de Torreroca. Piñango y González se acercaron a la tienda de
productos budistas que se encuentra diagonal a la plaza Mayor. Cuando entraron,
la dependienta se metió en la parte trasera a buscar algo, pero no regresó.
Piñango se dio cuenta y salió a la calle, donde comenzó una persecución ―
¡Detente! ¡No tienes escapatoria! ―gritó. En cuestión de minutos logró capturar a
la encargada. La mujer que atendía la tienda budista respondía al nombre de
Clara Luisa Hernández. Rápidamente, después de su detención, confesó su
crimen. Resulta que Clara Luisa, mujer casada, mantenía una relación sentimental
con el padre Henry. Éste le comunicó que ya no quería seguir con la misma y ella
decidió asesinarlo.

Definición de cuento policiaco


EL MISTERIOSO LADRÓN DE
LADRONES

Caco Malako era ladrón de profesión. Robaba casi cualquier cosa pero era tan
hábil, que nunca lo habían atrapado.
Por lo mismo  hacía una vida completamente normal, y pasaba por ser un
respetable comerciante del barrio. Robara poco o robara mucho, Caco Malako
nunca se había preocupado demasiado por sus víctimas; pero todo eso cambió la
noche que robaron su casa.

Era lo último que habría esperado, pero cuando no encontró muchas de sus
cosas, y vio todo revuelto, se puso verdaderamente furioso, y corrió demasiado
molesto a contárselo a la policía.
¡Ay! ¡Vaya enojo que  daba sentirse robado siendo él mismo el verdadero ladrón
del barrio. El único e inigualable ladrón!.
Caco comenzó a sospechar de todo y de todos. ¿Sería Don Tomás, el panadero?
¿Cómo podría haberse enterado de que Caco le quitaba dos pasteles todos los
domingos? ¿Y si fuera Doña Emilia, que había descubierto que llevaba años
robándole las flores de su ventana y ahora había decidido vengarse de Caco? Y
así con todo el mundo, hasta tal punto que Caco veía un ladrón detrás de cada
sonrisa y cada saludo.

Tras unos cuantos días en que apenas pudo dormir de tanto enojo, Caco comenzó
a tranquilizarse y olvidar lo que había pasado, pero su calma no duró nada; la
noche siguiente, volvieron a robarle mientras dormía.
Rojo de ira, volvió a hablar con la policía, y viendo su insistencia en atrapar al
culpable, le propusieron instalar una cámara en su casa para atrapar al ladrón con
las manos en la masa. Era una cámara de las más modernas que aún estaba a
prueba, capaz de activarse con los ruidos del ladrón, y seguirlo hasta su
escondite.
Pasaron unas cuantas noches antes de que el ladrón volviera a actuar. Pero una
mañana muy temprano el inspector llamó a Caco entusiasmado:
- ¡Venga corriendo a ver la cinta, señor Caco! ¡Hemos atrapado al ladrón, al
culpable!

Caco saltó de la cama y salió volando hacia la comisaría. Nada más entrar, diez
policías se le echaron encima y le pusieron las esposas, mientras el resto no
paraba de reír alrededor de un pequeño televisor. En la imagen podía verse
claramente a Caco Malako sonámbulo, robándose a sí mismo, y ocultando todas
sus cosas en el mismo escondite en que él había guardado cuanto había robado a
sus demás vecinos durante años... casi tantos, como los que le tocaría pasar en la
cárcel por querer aprovecharse de los demás sin pensar en que siempre existe
una consecuencia por nuestros malos actos.

Todo lo que hagas en la vida tendrá una consecuencia buena o mala y es así
como Caco recibió su merecido y pagar por sus actos.
Lo que podemos aprender de esta historia es... dímelo tú.
DEFINICIÓN DE CUENTO DE CIENCIA FICCIÓN
EL JOVEN ENVEJECE
Este joven pasó unos cuantos años muy feliz. Era fuerte, estaba sano y la vida le
sonreía. Pero al cabo del tiempo llegó la enfermedad y con ella, el dolor. Los
huesos empezaron a dolerle mucho y él hasta maldijo a la muerte por no llevarle:

– No debo morir aún- pensó- La muerte me dijo que mandaría mensajeros para
avisarme y aún no mandó ninguno… Pero este dolor es insoportable.

Y cierto, durante aquella enfermedad, no murió. Así que el hombre continuó


despreocupado.

Pero a esa terrible artritis le siguieron más problemas: se le empezaron a caer los
dientes y hasta se quedó ciego al cabo de unos años. Y un buen día, alguien tocó
en su hombro.

– ¿Quién es?- dijo el hombre.

– Soy la muerte. Vengo a por ti.

– ¿Ahora? ¡Me mentiste!- dijo enfadado- ¡Dijiste que enviarías mensajeros para
que pudiera estar preparado y no mandaste ninguno.

– ¿Eso crees? ¡Llevo muchos años mandándote mensajes! Te envié un terrible


dolor de huesos… ¿Y por qué crees que se te cayeron los dientes? ¿No
comenzaron a zumbarte los oídos y a impedir que escucharas con nitidez? ¿No se
te tiñeron los cabellos de blanco? Sin contar con la ceguera. También fue otro
mensaje…

El hombre, entonces se dio cuenta y aceptando su destino, se fue con la muerte.


El verano del coete
Un minuto antes era invierno en Ohio; las
puertas y las ventanas estaban cerradas, la
escarcha empañaba los vidrios, el hielo
adornaba los bordes de los techos, los niños
esquiaban en las laderas; las mujeres,
envueltas en abrigos de piel, caminaban
torpemente por las calles heladas como
grandes osos negros.

Y de pronto, una larga ola de calor atravesó


el pueblo; una marea de aire tórrido, como si
alguien hubiera abierto de par en par la
puerta de un horno. El calor latió entre las
casas, los arbustos, los niños. El hielo se
desprendió de los techos, se quebró, y
empezó a fundirse. Las puertas se abrieron; las ventanas se levantaron; los niños
se quitaron las ropas de lana; las mujeres se despojaron de sus disfraces de osos;
la nieve se derritió, descubriendo los viejos y verdes prados del último verano.

El verano del cohete. Las palabras corrieron de boca en boca por las casas
abiertas y ventiladas. El verano del cohete. El caluroso aire desértico alteró los
dibujos de la escarcha en los vidrios, borrando la obra de arte. Esquíes y trineos
fueron de pronto inútiles. La nieve, que venía de los cielos helados, llegaba al
suelo como una lluvia cálida. El verano del cohete. La gente se asomaba a los
porches húmedos y observaba el cielo, cada vez más rojo. El cohete, instalado en
su plataforma, lanzaba rosadas nubes de fuego y calor. El cohete, de pie en la fría
mañana de invierno, engendraba el estío con el aliento de sus poderosos escapes.

El cohete creaba el buen tiempo, y durante unos instantes fue verano en la tierra.

LA LANGOSTA
La historia de este animal marino puede extrapolarse al mundo del liderazgo y de
los negocios sobre un ejemplo sobre la dificultad de crecer.

El reino animal está lleno de lecciones que las personas podamos tomar y utilizar.
Existe
comportamiento de
diversas especies
que pueden
extrapolarse a
situaciones cotidianas
y de las cuales se
pueden aprender.
Muchas de ellas
están relacionadas
con la resiliencia, el
liderazgo e incluso el
emprendedurismo.

Por caso, el sitio británico Self Space detalló una valiosa enseñanza que puede
tomarse de la experiencia de un ser vivo que quizá no es de los más mencionados
usualmente: la langosta. En particular destaca lo que las langostas pueden
enseñarle a las personas sobre los tiempos difíciles y la necesidad de crecer.
"Usualmente todas las emociones desafiantes o fuertes son señales de
crecimiento y solo necesitamos mirar bien a las langostas para observar como ese
crecimiento llega a través de la adversidad", puntualiza.

A diferencia de lo que sucede con otros animales, el exoesqueleto (o caparazón)


de las langostas no crece al mismo ritmo que su cuerpo. Es por esto que, cuando
les queda chico para su tamaño, estas se sienten incómodas y limitadas, además
de que empiezan a sentirlo demasiado rígido. Lo mismo puede sucederle a una
persona en un trabajo o ante determinado rol.

Cuando esto sucede, la langosta se retira a un lugar seguro, se separa de su


caparazón y produce un exoesqueleto nuevo. Sin embargo, esto lleva un proceso
de endurecimiento hasta que el animal se siente cómodo con su nueva ‘casa'.
Además, esta no será la primera ni única vez que realice esta mudanza, sino que
lo repetirá el proceso a medida que va creciendo.

"Para la langosta, el incentivo para continuar creciendo es ese sentimiento de


incomodidad", indica la publicación. Y concluye: "Crecer puede ser incómodo a
veces y quizá sea necesario una retirada mientras estamos en ese estadio medio
de vulnerabilidad, pero luego se resurge más fuerte".

La firma Self Space está basada en Londres y trabaja tanto con particulares como
con clientes corporativos. Con estos últimos se encarga de transformar la cultura
corporativa en una más saludable.

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