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La PNL ofrece técnicas de trabajo que ayudan al docente, haciendo fácil el proceso de enseñanza-aprendizaje
del alumno, entre las que destacan:
Es muy sencillo iniciar a los alumnos en la realización de los mapas mentales, sólo necesita dar las
indicaciones precisas para su elaboración como: colocar la idea principal o palabra clave en el centro de una
hoja de papel o en algún programa especializado. A continuación añadir todas las ideas que se relacionen a
esa palabra o idea por medio de ramificaciones y líneas, esto a su vez le permitirá estructurar toda esa lluvia
de ideas. Se debe utilizar la mayor cantidad de imágenes y colores, para ayudar a mejorar la retención de la
información.
Esto involucrara al cerebro en todo el proceso de aprendizaje logrando un alto rendimiento a través de:
Vínculos de los conceptos clave, anclajes en la memoria, la diversión en el momento de crear los diseños
únicos de los mapas en temas fáciles y agradables o temas difíciles y abstractos.
El hemisferio izquierdo: Ordena toda la información que se necesita, investiga y prepara el material
como es: hojas, colores, lápices, reglas, libros, etc., y todo lo necesario para la elaboración.
El hemisferio derecho: Visualiza la idea central, crea las imágenes clave, combina los colores,
estructura el mapa, crea las conexiones, etc.
El Cerebro límbico, el alumno se siente motivado y estimulado para el trabajo al sentir la diversión y el
placer para llevar a cabo la elaboración del mapa mental.
El alumno al estar diseñando el mapa trabaja con El Cerebro Reptil al estar realizando la acción. Y el cerebro
está diseñando para que el alumno adquiera práctica en la realización de su trabajo.
Imaginación, el alumno puede desarrollarla ya que estimula su creatividad a través del hemisferio derecho.
Ya que todo lo que creamos en nuestra vida comienza con una imagen en nuestra mente. La imaginación
cumple principalmente el papel de representación de experiencias. En la imaginación es donde se
representan, visual, auditiva, y en ocasiones, táctil y olfativamente, los hechos vividos, los hechos que se
están viviendo y, con un grandísimo potencial, los posibles hechos futuros que sucederán.
Allí aparecen representados escenarios, personajes, objetos, e incluso emociones. En la imaginación es
donde aparecen los distintos elementos que entran en juego a la hora de emitir una conclusión.
Todas las personas tenemos la capacidad de imaginar y en el proceso de enseñanza –aprendizaje es
imprescindible utilizar la imaginación debido a que nuevas tecnologías requieren de un aprendizaje donde la
memoria debe ser utilizada sin límites produciendo nuevas ideas y nuevas maneras de recordar la
información.
INTRODUCCIÓN
El arranque del ahora célebre “Metamodelo del Lenguaje”, inició sus primeros pasos, en una publicación de
Richard Bandler cuyo título es LA ESTRUCTURA DE LA MAGIA. Su finalidad era aportar herramientas a otros
terapeutas para que perfeccionasen sus herramientas de comunicación con miras a examinar, analizar o
explorar, en sus clientes y luego efectuar cambios, basándose en la premisa que sus restricciones estaban
posiblemente radicadas en una interpretación distorsionada de la realidad y que les dificultaba su interacción
con ella. De alguna forma, puede considerarse este contenido, la base conceptual originaria de lo que
después se convirtió en la disciplina de Programación Neurolingüística (PNL) que hoy conocemos.
La distancia virtual entre las dos estructuras (profunda y superficial), mediada por los Universales del
Lenguaje, establece lo que usualmente se designa con el nombre “Mapa”, que podrá ser en
correspondencia, muy reducido o muy amplio, lo que consecuentemente establecerá la existencia de pocas o
muchas opciones de reflexión y acción lo cual hace emerger una de las frases más emblemáticas de la
Programación Neurolingüística (PNL), “El Mapa no es el Territorio”.
Una vez que se haya dominado el uso adecuado, el Metamodelo de Lenguaje es una herramienta poderosa y
muy útil. Sin embargo, su utilización requiere de mucha práctica para poder asumir con propiedad el proceso
interrogatorio e interpretativo que supone su correcta aplicación. El mismo, debe ir acompañado con un alto
grado de rapport, y como premisa ética, se debe usar con moderación de lo contrario podríamos generar
situaciones incómodas, o también propiciar procesos de mayor incomunicación.
La funcionalidad del Metamodelo de Lenguaje se puede evaluar tomando en consideración las opciones que
aporta, y a la calidad de vida intelectual, conductual, emocional y relacional que se puede experimentar a
través de él; porque permite orientar hacia conceptos que hacen emerger capacidades con mayor confianza
en aquellas áreas en que visualizamos o sentimos que hay problemas. Se trata de una suerte re “re-
significación” de situaciones para las cuales se pensaba no tener capacidad, o se desconocía la existencia de
cualidades para operar eficientemente.
CONCLUSIÓN
Existen cantidad de ambigüedades y distorsiones que impiden una verdadera correspondencia entre la
Estructura Profunda y la Estructura Superficial; para comunicar nuestra experiencia utilizamos la Estructura
Superficial, que es una representación lingüística verbal o escrita. Esta comunicación suele ser incompleta, ya
que es muy difícil hacerla en su totalidad- La Estructura Profunda sería la representación lingüista completa.
Esa es la razón e importancia del empleo del Metamodelo de Lenguaje propuesto por la Programación
Neurolingüística para intentar resolver problemas o quiebres que nos exponen otros como, a mi juicio, es
también muy importante utilizarlo en nuestro diálogo interno para detectar fallos de razonamiento e
incoherencias al describirnos nuestras propias experiencias. Si prestamos atención a nuestro diálogo interno,
quedaremos atónitos al darnos cuenta de la extraordinaria cantidad de conclusiones engañosas a las que
llegamos cada día, y de la cantidad de heridas emocionales que arrastramos y podemos ahorrarnos al
describir e interpretar en uno mismo las cosas como realmente han sucedido.
El uso del lenguaje comprende varios aspectos de la comunicación humana mediante lenguas naturales.
Estos aspectos engloban desde la interpretación semántica o significado social de las oraciones en ciertos
contextos lingüísticos, tratado por la pragmática; hasta los aspectos sociolingüísticos, pasando por los
aspectos de política lingüística como la estandarización y de los usos normativos de una lengua.
Norma lingüística
Por ello en toda cultura suele establecerse un consenso mínimo para establecer cuál es el modelo más
prestigioso o el patrón más digno de imitar por todos cuando se usa una lengua. A este consenso mínimo se
le llama norma lingüística y se expresa por medio de una ortología o preceptos para expresarse con
corrección en la lengua hablada, y una ortografía o preceptos para expresarse con corrección en la lengua
escrita.
La norma estadística o democrática establece que lo correcto es la frecuencia más alta de uso de una forma
o costumbre expresiva; la norma geográfica, por el contrario, afirma que lo correcto es la forma de expresión
de una ciudad o de una región, por lo general donde se encuentra la Corte o el gobierno de un país; la norma
social indica que el lenguaje correcto deriva del modo de expresarse de determinada capa social,
considerada digna de imitar, mientras que la norma académica estima que lo correcto es lo establecido por
una academia de sabios expertos en el tema, como las Reales Academias de la Lengua de Francia o España; la
norma cultural, por otra parte, estatuye que el modelo de lengua viene dado por un texto considerado
clásico o sagrado por una cultura, como el Ramaiana y el Majabhárata para el sánscrito, los poemas de
Homero para los griegos, el Corán para los árabes, el hebreo bíblico para los judíos o el latín de Cicerón para
los humanistas.
Principio de economía
Todos los mensajes, orales y escritos, son importantes para el emisor y son emitidos con un propósito
particular, tienen la intención comunicativa de dar a conocer un suceso, una emoción, convencer, obtener un
favor o realizar una actividad. Todos hablamos con una finalidad. Dentro de la comunicación lingüística se
emplean 6 funciones:
2. Función apelativa o conativa: Influye, aconseja o llama la atención del receptor para que actúe de una
determinada manera.
¡Cállate!
Observe las imágenes y responda a las siguientes preguntas.
3. Función expresiva o emotiva: Transmite o expresa los sentimientos o estado de ánimo del emisor.
!Te odio!
¡Te quiero mucho!
4. Función fática o de contacto: entrar en contacto con el medio ambiente y las personas en este, sean
conocidas o no. Se divide en tres etapas:
Tercera etapa: el mensaje es el mismo, pero surge una barrera que imposibilita darlo
6. Función poética o estética: Expresa mensajes de forma figurativa, y su interpretación no debe ser
literal.
Las nubes, cuales copos de algodón esponjosos, flotan en el aire.
Función sintomática: Expresa los síntomas del receptor al recibir el mensaje o los del emisor al
emitirlo. Esto da información sobre ellos.
Función lúdica: Esta se encuentra cuando, a través de un juego, se dan las funciones.
Dentro del proceso de la comunicación es importante conocer qué diario utilizamos las funciones lingüísticas,
de manera que nos sean útiles para exponer nuestras ideas de forma lógica y coherente, dichas funciones
pueden enriquecer la lengua. Debe tenerse presente que a veces el emisor tiene una intención falaz y puede
emitir juicios que considera falsos aparentando una función representativa o mostrando una emoción que no
siente. En estos casos, tal vez podríamos clasificar su emisión como dentro de la función conativa, ya que
trata de influir en el receptor para que tenga un estado de conocimiento erróneo.
Ese enfoque funciónal seguía apareciendo incompleto y se echaban de menos funciones derivadas de otros
elementos de la teoría de la comunicación, como son el contexto y la situación, necesarios para explicar el
significado de frases cuyo uso es meramente incidental y sólo puede entenderse en la situación práctica del
habla.
La teoría de los actos de habla intentó aproximarse a estas funciones poco estudiadas y descubrió la
importancia de la presuposición y del contexto o conocimiento enciclopédico del mundo por parte del
hablante en la intelección correcta de los mensajes ambiguos. De ese modo, las funciones de Bühler fueron
reformuladas para indicar que la información objetiva o función representativa era un acto locutivo o lo que
simplemente se dice; que la función expresiva era un acto elocutivo o lo que se hace cuando se dice, y que la
función conativa o apelativa era un acto perlocutivo o lo que se consigue por medio es decir.
Función referencial o práctica: La leyenda es una narración que pertenece a la tradicon y cultura de un
pueblo
Función apelativa o conativa: ¡callate. Observen las imágenes y responda las siguientes preguntas.
Función emotiva o expresiva: ¡Te odio¡ ¡Qué alegría me da verte!.
Función fatica o de contacto: ¿me oyes?. ¿me escuchas?.
Función metalingüística: La palabra texto derivada del latín "textum" que significa tejido.
Función poética o estética: Las nubes, cual copos de algodón esponjosos.
Registros lingüísticos
Registro formal
Una necesidad en el uso del lenguaje, especialmente en situaciones formales, derivada de su carácter de
utilidad, es que sus significados han de ser precisos y no prestarse a confusión: la jurisprudencia, la ciencia, la
política e incluso la ética y la religión necesitan definiciones exactas y acatables por todos que no den lugar a
conflictos o discusiones y problemas interminables en sus respectivos campos, posibilitando el uso práctico
del lenguaje como herramienta para la cooperación social y el conocimiento científico.
Registro informal
Suele darse en la comunicación familiar o entre amigos. El registro coloquial o familiar se caracteriza por la
falta de planificación y la preferencia por las estructuras simples y la expresividad del hablante.