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Tomo I
De los orígenes a la construcción
de los Estados Prehispánicos
10000 a. C. - 1540 d. C.
Bolivia, su historia
TOMO I
De los orígenes a la construcción
de los Estados Prehispánicos
10000 a.C. - 1540 d. C.
Ximena Medinacelli
Coordinadora
Autoras:
Silvia Arze
Pilar Lima
Ximena Medinacelli
Autores invitados:
Isabelle Combès
Carla Jaimes Betancourt
Heiko Prümers
Mariela Rodríguez
Edición: Alejandra Canedo
Diagramación: Elena Carvajal
Elaboración de mapas: Renzo Aruquipa Merino
Portada: Alejandro Salazar
Asistencia editorial: Plural editores
© Coordinadora de Historia
© De la presente edición: La Razón
Impreso en Bolivia
Índice general de la colección
Tomo I: De los orígenes a los Estados prehispánicos, siglos XV a.C. – XVI d.C.
Presentación general.............................................................................................................................................. 15
Autores......................................................................................................................................................................... 277
Índice de figuras
Índice de cuadros
Índice de recuadros
¿Qué fue lo que llevó a un grupo de más de la investigación historiográfica y que estuviera
veinte investigadores a emprender la aventura dedicada a un público más amplio.
de escribir una obra de cerca de dos mil páginas En los siguientes años se trabajó y publicó
para la lectura de un público no especializado una colección de fascículos sobre el siglo XX
en el tema de la historia? ¿Cuál fue la energía (1999), otra abordó la historia de mujeres boli-
que impulsó a este grupo a trabajar más de tres vianas bajo el título “Protagonistas de la Historia”
años, articulando la investigación individual con (1997) iniciándose también la publicación de la
el debate colectivo y sacrificando horas y días en revista Historias de… (1998-2003). También or-
reuniones a veces interminables? ganizamos varios congresos internacionales sobre
Las mismas preguntas han estado presentes temas como la historia del siglo XIX (1994) y del
en los participantes en este proyecto. ¿Por qué siglo XX (1998), la historia de la minería (2007)
pudimos pasar tardes íntegras dedicadas a leer, y el congreso de Etnohistoria (2011).
escribir y debatir sobre temas tan diferentes A pesar de que las actividades individuales
como las formas de organización social en de cada uno de los investigadores nos llevaron
Tiwanaku; la violencia del ingreso de Almagro por caminos diversos, siempre mantuvimos el
al Collasuyo, las luchas de los pueblos indígenas sueño de realizar esta obra colectiva. A lo largo
en el Oriente, los andares de José Santos Vargas de los últimos años, y pese a haber reducido
en Ayopaya, los proyectos liberales o la manera parcialmente las actividades del grupo, el aná-
en que se luchó contra las dictaduras? Quizás lisis conjunto de los temas que nos interesan no
podamos encontrar las respuestas en la lectura cesó. En reuniones periódicas y en proyectos
misma de estos libros, resultado de esa aventura más específicos se siguió debatiendo acerca de
humana e intelectual. la historiografía boliviana y del propio quehacer
Para comprender nuestro compromiso histórico. Así, a lo largo de nuestro recorrido
con este proyecto es importante retroceder en como historiadores individuales y como Coordi-
el tiempo con el fin de conocer la historia de nadora, la reflexión teórica se fue enriqueciendo
esta historia, ya que estos libros se remontan a partir de la formación adquirida en postgrado
a un objetivo de larga data. A inicios de la úl- y de las experiencias que algunos acumulamos
tima década del siglo XX, se reunieron algunos durante años como docentes de la Carrera de
grupos de investigación para debatir diversos Historia de la Universidad Mayor de San Andrés
temas en torno a la situación de la historia en (La Paz). El debate con una nueva generación
Bolivia. En aquel tiempo, ninguno de nosotros de investigadores y la vivencia sobre la historia
podía imaginarse que de esta experiencia saldría reciente de Bolivia también han sido muy fruc-
un proyecto que lleva ya más de veinte años de tíferos e inspiradores. La toma de conciencia
existencia. Fue ahí que se decidió la creación de conjunta en torno a este enriquecimiento mutuo
una Coordinadora de Historia cuyo objetivo fue la que nos llevó, finalmente, a tomar la de-
central era, precisamente, elaborar una historia cisión de asumir este reto –una obra fruto de la
de Bolivia que incluyera los últimos avances de experiencia– en un momento como el actual en
16 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
el cual urge contar con una historia de Bolivia Estos libros también están pensados como
actualizada y accesible. instrumentos de reflexión sobre el pasado,
Desde la conformación del equipo de inves- presente y futuro de una sociedad. Las visiones
tigación, esta obra ha sido un reto pues si bien que consideraban a la historia de manera ins-
predominan los historiadores, otros profesionales trumental, como herramienta para la creación
como arqueólogos y cientistas sociales también de una unidad nacional o bien como posibilidad
participaron en la misma, abriendo la investi- científica para descubrir leyes y regularidades,
gación a la interdisciplinariedad, confluyendo o para prevér el futuro, han quedado –indu-
en ella diversas generaciones de investigadores, dablemente– atrás. Para nosotros, la historia
mujeres y hombres. permite desarrollar una mirada analítica, crítica
El análisis realizado de forma individual y y reflexiva. Esto significa que, como académicos
grupal sobre las percepciones pasadas y actuales y profesionales, proporcionamos elementos para
acerca de la historia de Bolivia nos llevó a pre- pensar y no para repetir, para comparar visiones
guntarnos sobre las imágenes que se han cons- y proposiciones, para generar reflexión antes
truido y se construyen sobre nuestro pasado. En que entregar una interpretación histórica que
muchos casos, nos encontramos con una historia pretenda ser la única y la verdadera. La historia
militante respaldada en una visión de fe subor- contribuye así a la creación de una ciudadanía
dinada a las coyunturas políticas que generan y activa, a la construcción de una esfera pública
regeneran mitos y se basan sólo en una historia informada y democrática.
de culpables e inocentes, vencedores y vencidos o Nuestra propuesta se centra en tres ejes
de explotadores y víctimas, de malos y de buenos, estructuradores. En primer lugar, repensar y
encubriendo tramas complejas de dominación y utilizar las nuevas propuestas teóricas planteadas
explotación pero también dinámicas de exclusión en los ámbitos científicos y que fueron plasmadas
e inclusión en las que participan diferentes gru- en varios estudios por historiadores nacionales y
pos sociales, de distintas maneras y en diversos extranjeros que no habían sido aún difundidas;
momentos históricos. en segundo lugar, transmitir en un lenguaje más
Esta obra no trata de ofrecer una historia simple –pero no por ello menos profundo– la
“color de rosa” carente de conflictos sino, pre- información recogida por los estudios histo-
cisamente, una historia mucho más articulada riográficos de los últimos treinta años y que se
de lo que suponemos y, por tanto, mucho más mantuvo hasta hoy en un ámbito exclusivamente
compleja, densa y con contradicciones. Los académico; y, en tercer y último lugar, generar a
actores y sujetos, trátese de individuos, clases partir de nuestra propia reflexión una agenda de
sociales, grupos étnicos, pueblos o naciones, no opinión y debate ciudadano en torno a nuestra
son ni han sido entidades esenciales con fronteras historia y nuestra visión del pasado y del presente.
absolutamente discernibles y que han coexistido El proyecto editorial que presentamos consta
de manera separada: todos ellos han estado ab- de seis tomos, elaborados por el mismo número
solutamente interconectados e interrelacionados. de equipos de investigación.
Si bien somos un país geográficamente diverso El primer tomo aborda la historia de los
y plurinacional, esto no supone que tengamos pueblos originarios en la etapa anterior a la lle-
historias aisladas, cerradas en sí mismas y auto- gada de los europeos, tradicionalmente llamada
rreferentes. Más bien, nos hemos interesado en prehispánica. En este tomo, se enfatiza en la
enfatizar un pasado articulado, con tensiones, relación hombre-naturaleza en la multiculturali-
luchas cambiantes y paradojas. Asimismo, hemos dad tan evidente tanto en el espacio de las tierras
buscado articular procesos y estructuras, aspectos altas como de las bajas, así como en el papel del
macro y micro, determinaciones estructurales y Estado en las primeras sociedades. Se parte de
agencia de los actores que nos permitan entender los primeros poblamientos en América así como
los cambios y las continuidades en un proceso sus interrelaciones e influencias hasta llegar a
de larga duración. Finalmente, pretendemos inicios del siglo XVI.
superar la estructura y cronología presidencial y El segundo tomo se centra en los siglos
las visiones Estado-centristas, andino-centristas, XVI y XVII, caracterizados por la implantación
andro-centristas y elitistas. en Charcas del sistema colonial bajo el reinado
PRESENTACIÓN 17
El tomo I De los orígenes a la construcción de los de la relación entre distintos grupos sino que en
Estados Preshispánicos es un esfuerzo por dar una gran medida están condicionados por las relacio-
mirada de conjunto al pasado más remoto de lo nes de poder, el segundo eje tiene que ver con la
que hoy es Bolivia. Dividimos este extenso perío- tensión entre esta multiculturalidad y la presen-
do siguiendo la manera cronológica tradicional. cia o ausencia del Estado. El tercer eje que guía
Incluimos una línea del tiempo que sirve como nuestras preocupaciones es la relación sociedad-
orientación didáctica de la sucesión de culturas, medioambiente pues el período prehispánico es
su elaboración implicó una serie de decisiones de aprendizaje del control y aprovechamiento
respecto de lo que consideramos lo más relevante de la naturaleza que se expresa en las distintas
en cada etapa. Sin embargo, es preciso aclarar que soluciones culturales de los pueblos.
si bien la sucesión de culturas en el tiempo ordena Fuera de los ejes planteados, quisiéramos
la información y le da un sentido, la historia no resaltar algunos de los problemas generales que
es un proceso lineal hacia una suerte de destino encontramos al realizar el trabajo. Uno de ellos
superior preestablecido, es más bien un proceso se refiere al espacio que debería cubrir el perío-
complejo, expresión de la variedad de opciones do prehispánico. Sabemos que por entonces los
asumidas por los seres humanos. límites geográficos no eran los actuales, pero
Nos planteamos tres ejes temáticos y de a veces en los estudios sobre esta etapa no se
análisis que, de acuerdo a sus peculiaridades, asume de esta manera. Los límites o las fron-
son desarrollados y problematizados de distintas teras políticas pueden interferir en las miradas
formas en cada capítulo. El primero de los ejes hacia este pasado, enfatizando o minimizando
se refiere a la multiculturalidad, presente en to- la información según los intereses nacionales,
das las etapas aunque no siempre con la misma pues la construcción de la memoria nacional
visibilidad. Su estudio permite conocer cómo se en cada uno de estos países tiene una de sus
dieron las relaciones entre culturas y sus cambios bases en los logros de este periodo. En Bolivia,
en el tiempo. Podemos afirmar que la presencia por ejemplo, la búsqueda por dar sustento al
de múltiples expresiones culturales es una de las nacionalismo de los años 50, hizo que se mag-
realidades que se evidencia con mayor claridad. nificara Tiwanaku y se minimizara a los incas.
En el altiplano y valles encontramos una diversi- En cambio en el Perú, los incas representan
dad de pueblos en forma cohesionada, mientras el punto culminante de su pasado. El énfasis
que en las Tierras Bajas existe una atomización que se hace en cada uno de los países podría
más marcada. A partir del supuesto de que los distorsionar la cultura de los hechos del pasado.
procesos identitarios no son sólo consecuencia Este tomo, aunque se concentra en el territo-
rio de la actual Bolivia, intentará superar las mira-
das nacionalistas.Tiwanaku, por dar un ejemplo,
1 Agradecemos a Claudia Rivera por la lectura y suge- tiene elementos de la cultura chavín, ubicada en el
rencias a este tomo que nos han servido para comple- actual Perú, y, si bien su centro estaba al Sur del
mentar de mejor manera las disciplinas de arqueología
e historia. Titicaca, en Bolivia, tuvo núcleos importantes en
20 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Moquegua o Atacama en las actuales repúblicas ciones arqueológicas de los países vecinos que
del Perú y Chile. Lo propio en el período de los cuentan con mayor cantidad de investigación que
Señoríos: un bloque importante de pueblos de en Bolivia, y, por otra, entre los conocimientos
lengua preponderantemente aymara se ubicaba sobre el oriente y el occidente de Bolivia. De
alrededor del Titicaca, lago que, como se sabe, este modo los estudios, excavaciones, dataciones
comparten Perú y Bolivia. También en el sur, y otros aportes que se hacen e hicieron en Perú,
los carangas abarcaban Arica y el valle de Azapa, Chile, Argentina y Brasil sirven para completar
actualmente Chile. Por otra parte, los desarrollos el panorama propio.
de las Tierras Bajas tuvieron migraciones desde En cuanto a Bolivia misma, es más lo que se
el Atlántico que atravesaron el Brasil, Argentina sabe sobre las tierras altas, altiplano y valles, que
y Paraguay para instalarse en tierras bolivianas. sobre la Amazonia, Chiquitanía y Chaco. Aunque
La familia lingüística arawak tiene representantes la región de los Llanos de Mojos ha recibido
por lo menos desde Venezuela. una atención privilegiada desde principios del
El estudio del pasado prehispánico también siglo pasado (Denevan, 1966; Erickson, 2006,
encuentra algunas dificultades en la relación 2010; Jaimes Betancourt, 2012; Lombardo et
entre disciplinas. Tradicionalmente se considera al., 2012, 2013; Nordenskiöld, 1913; Prümers,
que su estudio corresponde a la arqueología, sin 2012, 2013; Walker, 2004 ) y hay recopilación de
embargo, a partir de documentos de la colonia información etnohistórica sobre la Chiquitania
temprana, tradición oral, documentos visuales, y Chaco (Combes, 2002-2008), todavía existe
como textiles, cuadros y, por supuesto, crónicas, es un desequilibrio de información que podría dar
posible obtener información desde la etnohistoria, una impresión equivocada del pasado de ambas
entendida ésta como una especialidad de la historia regiones. Las organizaciones políticas más cen-
que ha desarrollado métodos de acercamiento a tralizadas y la impronta estatal determinan una
las fuentes para la interpretación de los períodos centralidad más contundente en las tierras altas
prehispánicos más tardíos. Usamos la etnohistoria y sobre todo en la región circuntiticaca. En ese
para subrayar los esfuerzos que se hicieron para entendido, hemos hecho también el esfuerzo
superar la falta de registros escritos e incorpora- por incorporar de manera coherente los últi-
mos métodos de interpretación que no están rela- mos aportes sobre las Tierras Bajas intentando,
cionados con la lectura de restos arqueológicos. Si además, tomar en cuenta su propia lógica. Sin
bien ambas disciplinas son complementarias, sus embargo, es indispensable tener presente que
enfoques y sus conclusiones no siempre coinciden, “lo andino” es en realidad una articulación de
lo que genera líneas de discusión que en muchos diversas ecologías ubicadas en diferentes altitudes
casos enriquecen las perspectivas tanto de la et- y que ríos que nacen en la cordillera de los Andes
nohistoria como de la arqueología. y desembocan en afluentes del río Amazonas,
Es común que los aportes de la arqueología, funcionan como corredores de comunicación
con estudios de caso y con la urgencia de encon- entre los Andes y la Amazonía, conectando las
trar evidencias materiales, sean más puntuales. La historias de los bosques amazónicos subandinos
etnohistoria, en cambio, suele tener el problema con aquellas desarrolladas en los bosques de
de dar saltos en el tiempo, del siglo XVI al XX, por llanuras aluviales y tropicales.
ejemplo. Estas perspectivas un tanto diferentes se En los últimos años el desarrollo de la
hacen evidentes en ciertos momentos, por ejem- ciencia en temas como la identificación del ge-
plo en las hipótesis acerca de la desintegración noma humano y la investigación genética sobre
de Tiwanaku. A pesar de ello, creemos que estas los cromosomas ha abierto nuevos caminos al
aparentes discrepancias en realidad enriquecen estudio multidisciplinario de la historia más
nuestras preguntas y posibles interpretaciones, antigua de los seres humanos, las dinámicas de
por ello el presente volumen es precisamente poblamiento en distintos lugares del planeta, las
el intento de conjugar los aportes de ambas –y rutas de desplazamiento y el desarrollo posterior
otras– disciplinas para avanzar en nuestra com- de poblaciones locales. Aunque en Bolivia no
prensión de este pasado. se han efectuado estudios específicos de este
Dentro del panorama académico existe un tipo, centros de investigación en el exterior
desequilibrio; por una parte entre las investiga- han realizado recientemente análisis de algunos
REFLEXIONES Y DEBATES 21
a continente, como planteó el francés Paul Sur Lípez. En 1954 el investigador argentino
Rivet en 1943. Descubrimientos arqueológicos Ibarra Grasso descubrió el sitio de Viscachani,
permitieron establecer las pruebas para las teo- considerado actualmente un campamento al
rías, pero también éstas apelaron a la lingüística aire libre. La existencia de una enorme canti-
y a la biología. dad de instrumentos y herramientas líticas en
Otro de los temas más estudiados y discuti- este sitio hizo que durante décadas Viscachani
dos fue el de la datación de las primeras eviden- fuera considerado el lugar más importante del
cias de grupos humanos en América, es decir, período Arcaico, y que una de sus fases tuviera
la antigüedad de los sitios donde aparecieron la reputación de ser la más antigua evidencia
las primeras evidencias de presencia humana. de presencia humana en Bolivia; sin embargo,
Descubrimientos arqueológicos al extremo Sur descubrimientos más recientes cambian este
del continente en las últimas décadas del siglo panorama.
XX pusieron sobre la mesa de las discusiones El inglés William Barfield realizó excavacio-
académicas y científicas nuevos datos que todavía nes en Laguna Hedionda, Lípez, al Suroeste del
están en discusión. A principios del siglo XXI, el país, en 1958. En 1978 E. Berberian y J. Arellano
proyecto de investigación científica del genoma encontraron y estudiaron otros sitios en Lípez
humano abrió las posibilidades de estudios ge- con restos de herramientas líticas, y en 1982
néticos aplicados al análisis de los restos de seres Ibarra Grasso y Querejazu Lewis hallaron restos
humanos que vivieron hace miles de años y que arqueológicos de esta etapa en San Pablo de Lípez.
probablemente estuvieron entre los primeros A partir de 1980 continuaron las excavaciones
pobladores del continente. Sin duda, los descu- en el altiplano y en la zona de Lípez y también
brimientos futuros y el estudio de las evidencias excavaciones en las Tierras Bajas del Chaco, al
encontradas permitirán aclarar más el panorama sureste de Bolivia, donde en el sitio de Ñuapua se
de la historia temprana de la población del con- encontraron restos humanos que fueron datados
tinente americano. con una antigüedad de 6000 años y considerados
como los más antiguos encontrados hasta enton-
ces. También por esa misma década se realizaron
Poblaciones más tempranas excavaciones e investigaciones en Cochabamba.
Las investigaciones más recientes sobre
La época conocida como Arcaico se desarrolló el Arcaico fueron realizadas en 2012 por José
aproximadamente entre 11000 y 4000 años Capriles y Juan Albarracín en el sitio de Cueva
antes del presente (9000 y 2000 a.C.). Las in- Bautista de San Cristóbal (Lípez, Potosí); los
vestigaciones sobre estas etapas son las menos resultados permiten confirmar allí presencia
numerosas dentro del campo arqueológico y de humana de 10.900 años de antigüedad (c. 8900
otras disciplinas en Sudamérica y son más esca- a.C.), lo que hace que éste sea el sitio con pre-
sas aún en Bolivia. Las instituciones estatales no sencia humana más antigua en territorio de la
promovieron trabajos arqueológicos que se enfo- actual Bolivia.
caran en este período y los esfuerzos y hallazgos Las investigaciones arqueológicas en Bolivia
realizados hasta ahora proceden de iniciativas de tomaron nuevos rumbos en el siglo XXI. La ar-
investigadores como Dick Edgard Ibarra Grasso queología, centrada anteriormente en Tiwanaku,
(1986), Jorge Arellano (1981), Eduardo Berberian cedió paso a nuevas excavaciones que se dirigen
(1981) y otros. La Universidad Mayor de San más bien a buscar información sobre las historias
Simón tuvo un papel importante con el trabajo de otras regiones. En el caso de las Tierras Bajas
de Ricardo Céspedes y David Pereira (2005). se debe mencionar que un equipo multidiscipli-
La colección de objetos de esta etapa histórica nario (Lombardo, et al. 2013) confirmó reciente-
excavados por Ibarra Grasso, Céspedes y Pereira mente, que algunas de las islas de bosque en los
forma hoy parte de los fondos del Museo Arqueo- Llanos de Mojos, son en realidad acumulaciones
lógico de la Universidad Mayor de San Simón de desechos alimenticios, principalmente de ca-
de Cochabamba. racoles, restos de fauna y material orgánico por
En 1903 el estudioso francés Georges grupos de cazadores y recolectores que vivieron
Courty localizó un yacimiento paleolítico en hace por lo menos 10000 años.
REFLEXIONES Y DEBATES 23
Posteriormente investigadores como D. Pereira, Gamboa, Acosta, Anello Oliva, Cobo y otros).
R. Céspedes, Ramón Sanzetenea, Javier Gonzá- Ellos recogieron mitos que identificaban a Tiwa-
les y María de los Angeles Muñoz desarrollaron naku como el lugar de origen de la humanidad
estudios más sistemáticos. A este equipo se unie- y consideraron que allí se encontraban las raíces
ron investigadores como Donald Brockington, de la civilización sudamericana más conocida en
Marianne Vetters, Olga Gabelmann, Christoph la época, los incas. Fue entonces que Tiwanaku
Dollerer, Timothy McAndrews y Claudia Rivera, quedó consolidado en el pensamiento de la épo-
quienes lograron también importantes aportes. ca como uno de los sitios más importantes del
Estos aportes fueron extendidos a los valles mundo prehispánico.
del Sur con los trabajos de Rivera en Cinti y los Durante el siglo XIX varios diplomáticos, via-
importantes fechados que Pereira y su equipo jeros y científicos europeos visitaron Tiwanaku,
publicaron sobre el Formativo en Santa Cruz, hicieron descripciones sobre el sitio arqueológico
que muestran ocupaciones muy tempranas que y ensayaron algunas interpretaciones tanto de
hacen ver que la historia cultural del Oriente su antigüedad como de su identidad. En 1864
boliviano todavía es desconocida. George Squier, diplomático Norteamericano,
El Formativo en las Tierras Bajas no ha sido hizo planos de Tiwanaku y fotografió el sitio;
muy investigado, lo que no quiere decir que años después el austriaco-francés Charles Wiener
no exista. Un buen ejemplo constituye el sitio fotografió Tiwanaku e hizo algunas interpreta-
arqueológico Grigotá ubicado entre el segundo ciones sobre los restos arqueológicos. En 1877
y tercer anillo de la ciudad de Santa Cruz. Este el francés Theodore Ber postuló que Tiwanaku
sitio fue excavado en 1976 por Bustos Santelices debió haber tenido dos épocas diferentes y que
(1976, 1977) y posteriormente por Heiko Pru- ambas eran anteriores a los incas. Encontró que
mers (2000) del Instituto Alemán de Arqueología. los muros de las edificaciones estaban orientados
Aquí se documentaron poblaciones sedentarias de acuerdo a los puntos cardinales (Albarracín,
que practicaron la agricultura y se establecieron, 1999). El sitio arqueológico de Tiwanaku atrajo
según fechados radiocarbónicos, entre el 400 a. también a investigadores europeos, como el
C. y 100 d. C. Conde de Castelnau, el Marqués de Nadaillac,
Si bien en la frontera entre Brasil y Bolivia el científico Alcides D’Orbigny y el arqueólo-
se tienen evidencias de las primeras ocupaciones go y etnógrafo suizo-estadounidense Adolphe
sedentarias (ca. 2500 a. C.), son muy escasos los Bandelier.
sitios formativos que han sido encontrados en Los arqueólogos alemanes Alphons Stübel y
la región amazónica. Esto no solamente se debe Wilhelm Reiss llegaron a Tiwanaku atraídos por
a la falta de investigación, sino posiblemente a las narraciones de D’Orbigny. Años más tarde,
que los sitios correspondientes a este periodo, Stübel trabajó con Max Uhle, arqueólogo alemán
se encuentren cubiertos por sedimentos aluvia- considerado el padre de la arqueología peruana,
les debido a un proceso de cambio climático, el y en 1891-1892 publicaron el libro Las ruinas
cual todavía está siendo estudiado y que estaría de Tiahuanaco en las tierras altas del Antiguo Perú,
asociado a un aumento de las temperaturas y de con fotografías de B.von Grumbkow. Más tarde
la pluviosidad en toda la Amazonía (Neves, 2007). Uhle propuso una secuencia para las culturas de
los Andes. En este libro Stübel y Uhle asociaron
Tiwanaku con los aymaras y señalaron que la
distribución de la lengua aymara coincide con
Tiwanaku las áreas de expansión de Tiwanaku (Albarracín,
1999).
Diferentes interpretaciones sobre lo que fue Las excavaciones e investigaciones científi-
Tiwanaku surgieron a través de los años. Las cas y sistemáticas comenzaron en el siglo XX. El
explicaciones más tempranas se perdieron en gobierno de Pando otorgó permiso a la misión
el tiempo y solamente fue posible conocerlas a francesa de Crèqui de Montfort para excavar
través de los mitos e historias que registraron en Tiwanaku con la condición de que las piezas
los primeros cronistas españoles en el siglo encontradas pasaran a formar parte del Museo
XVI (Cieza de León, Betanzos, Sarmiento de Arqueológico, cuyo director era Manuel Vicente
REFLEXIONES Y DEBATES 25
Ballivián (Laguna Meave, 1986). Uno de los y 1960. La reconstrucción del Kalasasaya en la
arqueólogos del equipo, Georges Courty, encon- década de 1970 posiblemente tuvo el propósito
tró algunos monolitos, una escalinata y cerámica de mostrar la monumentalidad de Tiwanaku. La
(Albarracín, 1999). investigación arqueológica estuvo liderizada por
En 1903 llegó a Bolivia el ingeniero aus- Ponce Sanginés y tuvo la intención de resaltar los
triaco Arthur Posnansky, quien trabajaría sobre logros de este Estado, llegó incluso a adjudicarle
este tema durante décadas. Con los resultados calidad imperial, expansión en un amplio espa-
de sus estudios publicó los cuatro volúmenes cio geográfico, monumentalidad de su ciudad
bilingües español/inglés de Tiahuanacu, la Cuna principal y un enorme número de habitantes.
del Hombre Americano. Posnansky hizo un tra- Desde mediados de la década de 1950 hasta los
bajo muy importante de registro en Tiwanaku, años 70, el trabajo arqueológico en Bolivia estuvo
aunque muchas de sus hipótesis carecen de bases centrado en el trabajo de arqueólogos bolivianos,
científicas y son consideradas por algunos sec- en especial de Ponce Sanginés, que fue la figura
tores académicos como “arqueología fantástica principal de la arqueología de esta época y del
y mítica” (Browman, 2007). Creó la Sociedad enfoque político del Estado.
Arqueológica de Bolivia, un grupo de estudio A fines de los años 80 equipos de investi-
con matices esotéricos, que se propuso la tarea de gación de universidades extranjeras realizaron
lograr la protección estatal al sitio arqueológico trabajos de excavación en el sitio de Tiwanaku.
de Tiwanaku. Este grupo estuvo conformado El proyecto Wila Jawira dio un nuevo impulso
por importantes hombres públicos bolivianos, a excavaciones, análisis, estudios e hipótesis. El
especialmente de la ciudad de La Paz, en un Norteamericano Alan Kolata mostró a Tiwanaku
contexto de políticas liberales y, posiblemente, como centro urbano y ceremonial y también
con influencia masónica (Barnadas, 2002). expuso el complejo sistema agrícola en la zona.
El arqueólogo Norteamericano Wendell Gray Graffam estudió los sukakollos y Marc Ber-
Bennett (1930) propuso una cronología de la mann trabajó uno de los sitios incorporados a
cultura tiwanaku y también hizo una síntesis de Tiwanaku, Lukurmata. Charles Ortloff y Alan
la arqueología de Bolivia que sirvió de guía para Kolata estudiaron la tecnología e ingeniería
trabajos posteriores (Rivera y Stecker, 2005). hidráulica desarrollada en Pajchiri y Lukurmata.
Bennett afirmó que el estilo de la arquitectura En la década de 1990, nuevas investiga-
de Tiwanaku tuvo una distribución extensa y que ciones completaron el panorama de Tiwanaku
la fase clásica tuvo variantes en las Tierras Bajas como centro urbano y como Estado. Para ello
(Albarracín, 1999). El arqueólogo sueco Stig aportaron las excavaciones realizadas por Linda
Ryden hizo excavaciones en la zona del Titicaca Manzanilla y Maria René Baudoin, que dieron
y también aportó con estudios sobre cerámica mayor información sobre Akapana, los trabajos
del valle de Mizque (Cochabamba). de Juan Albarracín y Claudia Rivera, que mostra-
El gobierno del MNR, instaurado en 1952, ron un panorama más completo sobre Tiwanaku.
buscó elementos para la construcción del nacio- En este contexto, las nuevas lecturas, a partir de
nalismo estatal e íconos que lo emblematizaran. la década de 1980, buscaron también allí temas
Tiwanaku fue clave para este propósito. En esta como la identidad y la etnicidad, y encontraron
época se dio un nuevo impulso a la investigación que este Estado estuvo formado por diferentes
arqueológica desde el Estado; en 1958 se creó grupos étnicos y sociales. Este interés no estu-
el Centro de Investigaciones Arqueológicas vo centrado solamente en el centro urbano de
de Tiwanaku ( CIAT ) y más tarde, en 1975, el Tiwanaku, sino también en otras regiones. En
Instituto Nacional de Arqueología ( INAR ). La algunos casos, los estudios buscaron la vincula-
arqueología nacionalista intentó unir la ideología ción de culturas locales con Tiwanaku (Anderson
política propugnada desde el gobierno con un y Céspedes, 1998).
pasado remoto y glorioso; se hizo un intenso A principios del siglo XXI un nuevo descu-
trabajo de excavaciones, pero se difundieron y brimiento arqueológico en la isla de Pariti hecho
publicaron pocos trabajos con los resultados. por el equipo del proyecto finlandés (Sagárnaga y
Portugal Zamora y Gregorio Cordero realizaron Korpisaari, 2005) el año 2004, abrió la posibilidad
extensas excavaciones entre las décadas de 1950 de estudiar una cerámica exquisita y plenamente
26 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
realista hasta entonces desconocida, permitiendo uso en cuanto a la secuencia en tiempo y espacio.
ampliar la perspectiva de lo que fue Tiwanaku. En cuanto al período del llamado “Intermedio
Los trabajos recientes de Vranish, Isbell, Stanish, Tardío”, Uhle estableció que luego de la caída
Vinning, Couture y otros escritos durante los de Tiwanaku tuvo lugar una atomización en
últimos años son un aporte que seguramente Desarrollos Regionales, aclarando con ello el
generará nuevas investigaciones a futuro. panorama histórico-cultural de la región y ubi-
Además de la arqueología y la etnohistoria, cando a los Señoríos en una etapa intermedia
los estudios sobre Tiwanaku se han enriquecido entre dos formaciones estatales: Tiwanaku e
con el aporte de otras disciplinas. En la década de Inca. Sin embargo, no se puede aplicar el corte
1970, varios estudiosos (Torero, Cerrón Palomi- temporal de manera mecánica a todo el altiplano
no y otros) generaron desde la lingüística nuevas y mucho menos a las Tierras Bajas, debido a que
hipótesis sobre Tiwanaku y la identidad de los el sello que dejó Tiwanaku al Sur y al Este no
grupos que lo conformaron. En los últimos años es el mismo que en la región del Titicaca y, por
se han incorporado estudios médicos y biológi- tanto, su desintegración no afectó con la misma
cos a partir del análisis del ADN de restos óseos intensidad a todas las regiones.
de enterramientos rituales, con el propósito de Los Señoríos formaron organizaciones co-
encontrar el origen biológico de sus habitantes. lectivas con autoridades y territorios que consi-
Estos estudios abren un campo enorme para la deramos no constituyen plenamente un Estado,
determinación de importantes características de aunque tengan algunos elementos “estatales”,
la composición de la población de Tiwanaku, como autoridades de gobierno, territorio y algún
tanto en el sitio como en los diferentes lugares tipo de instituciones sociales y rituales distribui-
bajo su hegemonía. das de manera relativamente homogénea entre
En cuanto al trabajo arqueológico, se ha aña- la población. En el aspecto político, se producen
dido recientemente a las tradicionales excavacio- también federaciones y confederaciones más
nes, las posibilidades que brindan la exploración visibles en la región del Altiplano Sur que en la
con magnetómetro y con radar que permiten del lago Titicaca.
localizar lugares donde probablemente existen En cuanto a la cultura material que queda
estructuras y contextos arqueológicos, técnicas como evidencia arqueológica, se estableció que
que ya han sido aplicadas en Tiwanaku desde chullpas (torres funerarias) y pucaras (sitios defen-
2007 (Williams, Couture and Blom, 2007). No sivos de altura) son los elementos característicos
obstante apenas se ha excavado menos del 20% de este período, tanto así que la memoria indí-
la ciudad de Tiwanaku y mucho menos aún en gena hace referencia a un aucaruna o “tiempo
otros sitios. A pesar los avances y del enorme de guerra”. Precisamente la inestabilidad polí-
potencial cultural de Tiwanaku hoy son lamen- tica y la competencia por el acceso a recursos,
tables las condiciones en que se conservan las características de esta etapa, se reflejan e en el
ruinas más notables del pasado prehispánico de abandono de varios asentamientos de las llanuras
Bolivia, incluso el ícono de esta cultura como es y la presencia de pucaras (fortalezas) distribuidas
el monolito Bennett está perdiendo ante nuestros por todo el altiplano, aunque su intensidad no
ojos los símbolos esculpidos en su cuerpo. es igual en todas las regiones. Albarracín Jordán
(1996) sugiere la existencia de esporádicos con-
flictos en el valle de Tiwanaku, lo mismo que
Señoríos y Desarrollos Regionales sostiene Martti Pärssinen para Caquiaviri (región
pacaje), mientras que Stanish (1997) encuentra
A mediados del siglo XX los hallazgos y las profusión de ellos en la región lupaca, en el
teorías sobre la cronología de las culturas pre- lado occidental del lago Titicaca, lo mismo que
colombinas del arqueólogo alemán Uhle (1856- ocurrió en la región colla al Norte y Noreste del
1944) sirvieron a J. Rowe (1962) para precisar y lago (Arkush, 2009). Es precisamente esta región
definir una cronología sobre las secuencias de ubicada en el actual Perú la que fue objeto de
las culturas en los Andes que aún está vigente. sostenidos estudios arqueológicos (Tschopik,
La propuesta de “horizontes culturales”, a pesar 1946, Hyslop, y Mújica, 1976). Probablemente
del debate respecto a la terminología, sigue en la causa principal de estos enfrentamientos fue
REFLEXIONES Y DEBATES 27
el deterioro climático y las intensas sequías, cuya como el de Therese Bouysse-Cassagne (1986),
mayor intensidad tuvo lugar entre los años 1250 quien, usando como fuente crónicas coloniales,
y 1310 d. C. En cuanto a la antigüedad de estos estableció que había una organización del espacio
restos, Pärssinen (2009) considera que en la re- basada en una concepción dual: Urco/Uma a lo
gión pacaje las pucaras precedieron a las chullpas, largo del eje acuático del altiplano. Por su parte,
en cambio Elizabeth Arkush (2009) encuentra Charles Stanish (1997) tiene una visión regional
que en la región colla la profusión de pucaras que incluye el circuntiticaca (alrededor del lago
llega incluso hasta la conquista inca, es decir que Titicaca). También en este campo se debe men-
algunas de ellas son más tardías. cionar la propuesta realizada por Teresa Gisbert,
La correspondencia entre el espacio de que plantea que la caída de Tiwanaku se pudo
distribución de las chullpas con el de la lengua deber a migraciones aymaras desde el Sur (1987),
aymara marca de manera singular a este período. hipótesis que, aunque muy debatida, promovió
La región de mayor presencia de estas torres es el nuevas lecturas y reflexiones.
altiplano boliviano y en menor medida el altipla- Los estudios, sobre todo de historia, no se
no peruano. Nunca se encontraron restos tiwa- concentran en el Intermedio Tardío más bien
nakotas en las chullpas, lo que dejó muchas dudas abarcan períodos más amplios introduciéndose
acerca de la posible continuidad con Tiwanaku. en el período Inca y aún colonial. Algunos au-
Sin embargo, algunas chullpas de piedra de dis- tores como Ibarra Grasso (1953), en la década
tintas formas y dimensiones en la región lupaca de 1950, se interesaron en estos Desarrollos
se presentan posiblemente reemplazando a sitios Regionales cuando el interés dominante era
rituales Tiwanaku. Las investigaciones arqueo- Tiwanaku. A partir de los años 70 creció el
lógicas en el sector boliviano son aún dispersas interés por estudiar este período. Desde enton-
y están pendientes interpretaciones de conjunto ces contamos con los aportes importantes que
(Rydén, 1947; Arellano y Kuljis, 1986; Portugal, resumimos los más significativos siguiendo un
1988; Pärssinen, 1990 y Huidobro, 1992). Aún orden geográfico de Norte a sur. Sobre los co-
así, algunas cuestiones van siendo respondidas: llas trabajaron Bouysse-Cassagne (1975, 1987),
por ejemplo, si el sistema de enterramiento en Caterin Julien (1983) y Arkush (2009); sobre los
chullpas irrumpe en el altiplano rompiendo con kallawaya Juan Carlos Chávez (2010, 2011); John
una tradición tiwanakota. Esto deja abierta la Murra (1969, 1975), Stanish (1997) y Hyslop
posibilidad de que el sistema funerario en chull- (1976) escribieron sobre los lupaca; Xavier Albó
pares se hubiera difundido de Sur a Norte como (2003), Roberto Choque (1987, 1993) y luego
un fenómeno repentino a mediados del siglo Pärssinen (2009) sobre los pacajes; acerca de los
XIII, que enfatizaba el culto a los antepasados soras trabajó Mercedes del Río (2005); sobre los
(Pärssinen, 2009). carangas Gilberto Pauwels, Gilles Riviere (1982),
A diferencia de lo que ocurríría en la región Ximena Medinacelli (2007) y Marcos Michel
lupaca, donde se habría establecido un corte (2000); Tomás Abercrombie (1986) y Pilar Lima
abrupto, Albarracín Jordán y Mathews (1990) (2008) estudiaron a los quillacas; sobre los char-
enfatizan para la región pacaje una continuidad cas contamos con publicaciones de Silvia Arze y
con Tiwanaku. No sabemos si el patrón de asen- X. Medinacelli (1991) y el trabajo colectivo de
tamiento disperso que se constata tanto desde la Tristan Platt, Therese Bouysse, Olivia Harris y
etnohistpria como de la arqueología es parte de Thierry Saignes que además se ocupan de los
esta continuidad o es más bien la muestra de un cara cara, así como Pablo Cruz (2007), M. del Río
nuevo poblamiento. Como fuera queda por esta- (1989) y Patrice Lecoq (2003); de los yamparaes
blecerse si lo que conocemos como Intermedio se ocuparon Rossana Barragán (1994) y P. Lima;
Tardío, Señoríos o Desarrollos Regionales no de los chuis Raimund Schramm (1990); de los
fueron más bien provincias incas o wamani, pues cintis C. Rivera (2006, 2014); de los chichas se
la información de la etnohistoria proviene de ocuparon Carlos Zanolli (2005), María Beierlein
fuentes coloniales más cercanas al mundo inca. (2008), Mariela Rodríguez (2011) y Florencia
Los trabajos de etnohistoria tienen la dificultad Ávila (2013); sobre los lípes trabajaron J. Are-
de que la mayoría de ellos se concentra en una na- llano López y E. Berberian (1981), Axel Nielsen
ción o Señorío, excepto en algunos casos notables (1998, 2002) así como José Luis Martínez (2011).
28 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Todavía hay una serie de grupos más dispersos –donde se registran los restos más monumentales–
hacia los márgenes de lo que fue el Imperio hacia las zonas marginales o periféricas del Imperio
Inca como moyomoyos, urus y casabindos. Los (Rowe, 1944). En ese mismo sentido, también se
urus han merecido una serie de investigaciones ha discutido mucho la pertinencia de cierta termi-
desde los años 30 con Alfred Metraux (1931) y nología para denominar a los incas, desde la visión
Jehan Vellard (1949-1951) que culminan con la de una sociedad Estado centralizada en Cusco,
obra de Nathan Wachtel (2000). Normalmente hasta el desarrollo de un Imperio, perspectiva que
el estudio de los otros grupos ha estado inserto es más aceptada por sus particulares características
en medio de otros estudios. (D’Altroy, 1984, 1992; Schreiber, 1992). A pesar
La dispersión de las investigaciones da cuen- de ello, todo lleva a plantear que el paso de esta
ta de la atomización de identidades que se hacen sociedad por este territorio trajo los cambios más
visibles en este período. Sin embargo, existen relevantes a todo nivel para las sociedades prece-
temas comunes de estudio, como la organización dentes (Alconini, 1998; Angelo, 1999; Hyslop, 1992;
territorial y fronteras (Alconini, 2002), el sistema Julien, 2002; Lima, 2000; Stanish, 2003).
de autoridades, la movilidad en el espacio (Conti Los incas justificaron su dominio apoyán-
y Albeck ,2012) y la metalurgia (Lechtman, 1984; dose en los mitos de origen que difunden su
Lechtman y Macfarlane, 2005; Cruz y Vacher origen divino. En consecuencia establecieron
comp., 2008). Una línea importante planteada una jerarquización social muy estricta, diferen-
en la obra Qara Qara – Charka (Platt et al., 2006) ciando a las élites del resto de la población (Cobo,
es la publicación de fuentes junto con estudios 1950 [1653]; Ramos Gavilán, 1988 [1621]). Esto
sobre una región específica, lo que permite co- implicó también la consolidación de un aparato
nocimientos comparativos interesantes y abre religioso complejo, que se centraba en un culto
posibilidades de estudios a futuro. solar, pero que reconocía divinidades locales e
incluso ocultas de la élite. Desde esta perspectiva,
la construcción de diferentes niveles de santua-
Incas rios y la práctica de numerosos tipos de rituales
cobraron mucha relevancia en la vida pública y
El período Inca es el más corto en la cronología , social de las diferentes poblaciones.
pero a la vez es el que mayores cambios trajo a las A nivel político, la expansión territorial hacia
sociedades andinas. Por un lado, su estudio está diferentes partes de los Andes a partir de Cusco,
basado tanto en investigaciones arqueológicas implicó el sometimiento y/o la alianza de diferen-
como etnohistóricas, donde se observan ciertos tes tipos de poblaciones (D’Altroy, 1992; Pärsin-
problemas, incoherencias y contradicciones que nen, 1990). Estos hechos convierten el territorio
todavía son debatidos. Uno de esos problemas es en un espacio multiétnico y multinacional bajo
el tipo de interpretaciones que se dan en los do- la égida de un solo gobierno (Schreiber, 1992).
cumentos y crónicas coloniales para entender el Esto, sumado a una política basada en la estrategia
llamado Incario, y que ha llevado a cierto escepti- militar y socio-política, implementada en períodos
cismo en las interpretaciones arqueológicas. Por cortos de tiempo, le da a los incas la característica
otro lado, la arqueología inca se ha desarrollado a de sociedad imperial. Este afán expansivo parece
partir de la identificación de su cultura material, haber estado basado en el acceso a diferentes re-
como el estilo cerámico, arquitectónico o el tra- cursos de los Andes, los cuales eran convertidos en
bajo en textiles y metales, para interpretar el área bienes de consumo y bienes de prestigio por las
y la intensidad de su incursión en distintas partes élites, que dieron el soporte socio-económico al
de los Andes (Bauer, 1992, 2006). Esto debido a Imperio (Earle y D’Altroy, 1995). Luego de la con-
que se hace difícil la datación de contextos Inca quista de los alrededores de Cusco (Bauer, 1996),
de los últimos 70 años del período prehispánico, los incas se expandieron al Norte hacia tierras de
pues el sigma del C-14 muchas veces rebasa ese los cañaris (Meyers, 2002). Luego esta expansión
tiempo (Vranich et al., 2002). se dirigió hacia los Andes centro-Sur (Pärsinnen,
Es así que con la ayuda de las fuentes históricas 1990), intentando llegar hasta la Amazonía, como
se ha construido una secuencia de la presencia inca relatan los documentos coloniales (Saignes, 1986;
en los Andes, desde el centro ubicado en Cusco Tyuleneva, 2010).
REFLEXIONES Y DEBATES 29
Los cambios a nivel tecnológico son los El estudio de Capac Ñan fue otro de los ejes
más visibles, pues se observa todavía la impronta en cuanto a la investigación de los incas. Entre
inca como prueba de su influjo en el pasado. La los estudios más notables se encuentran los de
arquitectura, como una herencia de Tiwanku, Hyslop (1992), R. Espinoza (2005), Michel y
dejó los restos monumentales a nivel de palacios, Lima (2005) y Ballivián (2011). Asociados a este
santuarios y centros administrativos. Son muchos camino y en regiones adyacentes se encuentran
los sitios que conservan este rasgo en Bolivia y centros administrativos, algunos de los cuales, por
Perú, al igual que en otros lugares de los Andes su importancia, fueron estudiados por Pärsinnen
(Bauer, 1996; Stanish, 2003). La alfarería desarro- (2005) y Michel (2011) en Caquiaviri, Muñoz
llada permitió la generación de un nuevo estilo (2010) en Incallajta, Pereira (1985) en Incarracay,
caracterizado por la policromía y la estilización Lima (2006) en Sevaruyo, D. Angelo (1999) en
de las formas, símbolo de la presencia imperial Tupiza, y Rivera (1998) en Cinti, entre otros.
donde se las registra. La textilería, desarrollada Paralelamente, los estudios de Barragán (1994),
a partir de los tejidos de la costa central, adqui- Del Río (1989) y Presta (2005), ofrecen impor-
rió mucha relevancia en el uso de algodón y de tante información sobre los incas en regiones de
fibras de camélidos, caracterizada también por la los valles interandinos.
policromía, la estilización y geometrización de Otra vertiente de trabajos de estudio del
los diseños. El uso de los metales fue, sin duda, el tema inca, relacionada a sus rituales, tradiciones
rasgo que más diferencia a los incas de las culturas funerarias y cosmología se desarrolló en algunas
precedentes; existía un exacerbado interés por el regiones de Oruro. Entre estos trabajos se pueden
uso del oro como bien de prestigio, herencia de citar los desarrollados con las torres funerarias
la tecnología de los expertos chimú. de color del río Lauca (Lima, 2003; Lima et al.,
Otro cambio ejercido por los incas fue el 2005), las torres de color de Condor Amaya (Sa-
movimiento de poblaciones y su implantación gárnaga, 2007), el centro ritual de Pumiri (Diaz,
en nuevos territorios, que originaron el surgi- 2005), las necrópolis de Totora (Ganem, 2012),
miento de los mitmas (Wachtel, 1982). El pago el centro de Antín Curahuara (Ticona, 2012),
hacia el Imperio se daba a través de la mano de las torres de piedra de Yaraque (Hesley, 1986) y
obra, lo que implicó la consolidación de grupos los santuarios de altura de Sajama (Torrez, 2010,
especializados en determinadas actividades, como comunicación personal).
el de los alfareros, mineros, agricultores. Todos Por último, tenemos los estudios relaciona-
estos aspectos cambiaron diametralmente el pa- dos al área de frontera de los incas hacia la ver-
norama social, político y cultural de los pueblos tiente oriental. En este ámbito es muy importante
y se convirtieron en la antesala a la llegada de los el aporte de investigadores de la etnohistoria
españoles. Vale aclarar que los cambios ocurridos como Thierry Saignes (1986) y Vera Tyuleneva
durante la Colonia temprana continuaron con las (2010), y los estudios arqueológicos de Pärsinnen
políticas de los incas y adaptaron sus estrategias (2003) y Sonia Alconini (2002).
para lograr el control de las poblaciones y de los
recursos.
El estudio de tan complejo desarrollo Las Tierras Bajas
político fue, en principio, objeto de estudios
etnohistóricos en Bolivia, como los desarrolla- Samaipata
dos por Murra (1975), Saignes (1986), Bouysse-
Cassagne (1987) y Pärsinnen (1990), entre otros. En el llamado “codo de los Andes”, a 1.920 me-
Sin embargo, a través de la arqueología también tros sobre el nivel del mar en la provincia Florida
se estudió el tema inca por regiones; una de las del departamento de Santa Cruz, está ubicada
más importantes es la del Titicaca, centrada en la mayor obra ceremonial de arte rupestre de
Copacabana y las islas del Sol y de la Luna (Bauer, América latina y el mundo: una imponente y
1996; Escalante, 1993; Rivera, 2003; Stanish, gigantesca roca completamente labrada en su
2003). Esta región de los Andes centro-Sur es la dorso, conocida como “el Fuerte de Samaipata”.
que presenta la mayor centralización y el resto Este sitio cuenta con registros desde finales del
se considera como área periférica del Imperio. siglo XVIII (Tadeo Haenke) y desde entonces fue
30 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Poco es lo que se sabe del pasado prehispánico del Desarrollos Regionales en la Amazonía Boliviana
Chaco. Los estudios arqueológicos en la región
provienen mayormente del Chaco argentino, y El pasado de la región amazónica fue y es
sólo durante los últimos diez años se han venido todavía menospreciado. Posiblemente esto se
realizando prospecciones en los valles contiguos deba a un marcado andino centrismo de los
de Chuquisaca y Tarija, lo que ha permitido estudios arqueológicos; y también a que los
inferir que hubo contactos muy tempranos con restos culturales se preservan menos en climas
las tierras altas (Pärssinen y Siiriäinen, 2003; Al- húmedos. Asimismo juega un papel importante
conini, 2002; Michel, 2000; Beirelein, 2008). Los la imagen de zona marginal que dejaron los incas
estudios etnohistóricos recientes confirmaron y enfatizaron los españoles. Sin embargo, las
además estos contactos (Combès, 2009). investigaciones arqueológicas llevadas a cabo
Unos primeros datos históricos aparecen a en la región amazónica, especialmente en los
mediados del siglo XVI sobre el Chaco, cuando Llanos de Mojos de Bolivia, dan indicios de que
las expediciones asunceñas cruzan la región. esta región estuvo densamente poblada entre
Sin embargo en los siglos posteriores, el Chaco el 400 y 1400 d. C. es decir, mucho antes de la
se mantiene como un espacio históricamente llegada de los españoles.
marginal de los centros de poder colonial y Así lo atestiguan los cientos de sitios arqueo-
nacional. Esta marginalidad se explica en buena lógicos esparcidos en diferentes latitudes de los
medida por la tenaz resistencia que ofrecie- Llanos de Mojos. Al Oeste, se encontraron gran-
ron los chiriguanos al avance español sobre su des sistemas de plataformas de cultivo o camello-
territorio –puerta natural de entrada al Cha- nes, asociados a extensos sitios habitacionales. Al
co– que impidió el contacto con los grupos sureste, centenares de montículos habitacionales,
del interior, todos nómadas y poco numerosos. muestran construcciones monumentales de
Este aislamiento geográfico e histórico, sumado hasta 20 m de altura y al Noreste de la región,
a la infranqueabilidad de la barrera chiriguana, se registraron decenas de complejos sistemas de
puede apreciarse en las fuentes más tempranas zanjas, intercomunicadas por largos terraplenes
del siglo XVI, todas elaboradas en un momento que atraviesan las sabanas.
de hostilidades en que los agentes coloniales de Las primeras publicaciones sobre montículos
Charcas ya habían vislumbrado la importancia artificiales en los Llanos de Mojos, fueron realiza-
de expandir los límites de su jurisdicción hacia das por Erland Nordenskiöld (1913) a inicios del
el este ante la creciente necesidad de vincular la siglo pasado. Casi setenta años después, Bernardo
Audiencia a la metrópoli a través del Atlántico Dougherty y Horacio Calandra del Museo de la
(Matienzo, [1567] 1967). Por lo menos hasta el Plata - Argentina (1981-82, 1984, 1984-85, 1985),
siglo XVIII, cuando los padres jesuitas empeza- llevaron a cabo prospecciones y excavaciones de
ron a incursionar entre los pueblos chaqueños, sondeo en diversos sitios habitacionales del sures-
por ejemplo con la reducción de San Ignacio de te y Noreste de los Llanos de Mojos. A partir de
Zamucos desde Chiquitos, las informaciones se los años 80’s Clark Erickson (2006, 2008, 2010)
limitaban a los grupos asentados en la periferia de la Universidad de Pensilvania, emprende el
REFLEXIONES Y DEBATES 31
proyecto Agro-Arqueológico del Beni y realiza Hasta ahora, no se han encontrado indicios
prospecciones regionales y excavaciones en sis- directos de interacción o influencia con el área
temas agrícolas. Marcos Michel (1993) y John andina. Las culturas de los Llanos de Mojos, ade-
Walker (2004), investigaron también sistemas más de poder ser consideradas como desarrollos
agrícolas, en las áreas de San Ignacio de Mojos autónomos, forman parte de la historia cultural
y del río Iruyañez respectivamente. Erickson de la Amazonía, en la cual similares hallazgos
(2009) continuó con investigaciones en el área están siendo también investigados.
de Baures y Walker (2012) en río Yacuma.
A partir de 1999, Heiko Prümers (2008, Pasado prehispánico de la Chiquitania
2012, 2013) y Carla Jaimes Betancourt (2004,
2012, 2013), del Instituto Alemán de Arqueolo- Datos arqueológicos y registros en la Chiqui-
gía, inician el Proyecto Arqueológico Lomas de tania (Prümers, 2002; Riester, 1981), denotan
Casarabe, investigando sitios habitacionales en que la población de estas regiones se remonta
montículos al sureste de los Llanos de Mojos. por lo menos al 500 d. C. Al parecer, dichas po-
Actualmente, dirigen el proyecto arqueológico blaciones constituían sociedades con niveles de
boliviano - alemán en Mojos e investigan siste- complejidad poco entendidos y discutidos por
mas de zanjas al Noreste en Bella Vista y Baures los investigadores.
(Prümers, 2006, 2014; Jaimes Betancourt, 2012b, La arqueología del Departamento de Santa
2013). También se intensificaron los aportes de las Cruz, como parte del conjunto de las Tierras
ciencias geográficas y geológicas con las investiga- Bajas, no fue muy explorada. Sin embargo, existen
ciones de Umberto Lombardo (2010, 2012, 2013). algunos documentos que presentan datos muy
Todas estas investigaciones mencionadas interesantes sobre la producción cultural pre-
han permitido cambiar sustancialmente las con- hispánica de sus antiguos habitantes como datos
cepciones del pasado cultural de la Amazonía sobre El Puente, Piedra Marcada, San Ignacio de
boliviana. En primer lugar, hay que mencionar los Velasco y Pailón (Prümers, 2002). Es importante
avances en diferenciar tanto cronológicamente mencionar que en la obra de Riester (1981) existe
como espacialmente los diferentes asentamientos un buen compendio de sitios de arte rupestre en
y grupos culturales que habitaron las diversas todo el departamento.
áreas de esta región. En la región chiquitana se realizaron varios
Además de saber dónde se encuentran, qué trabajos de registro de sitios de arte rupestre
tipo de obras y en qué periodo de tiempo éstas existentes, sobre todo en las serranías de Santia-
fueron construidas, se ha podido comprobar que go y San José de Chiquitos (Kaifler, 1993, 1997,
las poblaciones fueron fundadas en territorios 1999, 2002, Pia 1987, 1997). Uno de los primeros
altos, sin riesgo a las inundaciones, que anual- registros corresponde a Jorge Arellano, Danilo
mente amenazan a los Llanos de Mojos. Esto Kuljis y William Kornfield (1976) y luego fue
les permitió vivir con una relativa estabilidad documentado más detalladamente por Sergio
durante largos periodos de tiempo, gozando Calla (2005).
de buenas condiciones para la agricultura. En Los primeros trabajos a nivel regional en
este escenario florecieron grandes y extensas estas serranías fueron realizados por Marcos
poblaciones, que pudieron construir obras Michel y Sergio Calla (2001). Dicho estudio fue
monumentales. denominado “Arqueología del Valle Tucavaca,
En otras áreas de los Llanos de Mojos, donde Serranías de Santiago y Chochis” y consistió
las inundaciones eran inevitables, los antiguos en un diagnóstico encargado por la Fundación
pueblos supieron mitigar los efectos, mediante para la Conservación del Bosque Chiquitano.
la construcción de canales, diques y campos La prospección arqueológica regional llevada
elevados. Esto nos demuestra, que las culturas a cabo por Lima (2006) en 38 sitios, permitió
de la Amazonía boliviana, lejos de dejarse limitar identificar claros componentes culturales aso-
por el medio ambiente, inventaron estrategias ciados tanto al área amazónica como al Chaco,
de adaptación, transformando culturalmente a denotando la importancia de la Chiquitania
su entorno con la construcción de centenares de como zona de contacto y alta movilización en
obras de tierra. el pasado. Excavaciones en los últimos años
32 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Los primeros seres humanos con las carac- evidencias encontradas en Clovis y en otros sitios
terísticas actuales, homo sapiens, aparecieron en se conoce como “Consenso Clovis”, aceptado por
África Oriental hace unos 200.000 años. Los científicos durante largo tiempo.
restos más antiguos de nuestra especie humana Más tarde se encontraron en la misma región
son de una mujer que la ciencia denominó “Eva del continente otros sitios con características si-
mitocondrial”. Desde África, los homínidos pasa- milares en artefactos, instrumentos, armas primi-
ron a Eurasia hace unos 60.000 años y a Australia tivas y huesos que fueron datados entre 11.250 y
hace unos 50.000 años; y desde Asia llegaron a 10.600 a.C., es decir, con una antigüedad de unos
América, probablemente hace 30.000 a 20.000 13.000 años antes del presente. La datación fue
años. Sin embargo, en 2005 se encontró en Dma- realizada a mediados de los años 50 del siglo XX,
nisi, Georgia, un cráneo de 1.8 millones de años y a partir de entonces se han desarrollado nuevas
de antigüedad que posiblemente corresponde a y más precisas técnicas de datación que hacen que
la primera corriente de homínidos que migra- actualmente se esté revisando (y reprocesando)
ron de África a Europa, y que probablemente esta información.
perteneció a una de las ramas que se extinguió
sin continuar su camino evolutivo. Esta datación
podría cambiar la idea sobre la época que los
prehumanos se expandieron desde África hacia
otros continentes.
Principalesteoríassobreelorigendelapoblación
de América
Estrecho
de
Behring
ticos por Behring
A si á
As iat os
ic
EUROPA ASIA
AMERICA
DEL
NORTE
Asiaticos de Kuro - Shiwo
Melanesios
AFRICA
Polinesios
AMERICA
DEL
SUR
Ü
AUSTRALIA Isla de Pascua
Isla Tasmania
Isla Aucklan
Isla Macquarie
Australianos
Los habitantes de Monte Verde fueron cazado- procedencia de las migraciones más antiguas y,
res y recolectores que vivieron muy lejos de las por tanto, en relación al origen (o los orígenes)
primeras poblaciones humanas en el Norte de de la población de América. El debate sobre la
América. antigüedad del poblamiento de América, com-
parando la datación aceptada previamente como
la más antigua en América del Norte con las
posibles fechas de las evidencias de poblamiento
temprano de América del Sur, fue fuertemente
sesgado por tensiones académicas y políticas en-
tre instituciones Norteamericanas que llevaron
las discusiones más allá del ámbito estrictamente
académico a través del apoyo o rechazo de las
nuevas hipótesis.
El surgimiento de esta información puso
nuevamente en actualidad el tema del origen
de la población americana. Los avances en el
campo de la medicina y las nuevas tecnologías
de prospección arqueológica hicieron que el
Figura4.HuelladepiedeniñoencontradaenMonteVerde. tema fuera abordado desde diferentes campos
Fuente: T. Dillehay en, de la ciencia.
http://www.archaeologyfieldwork.com/afw/message/topic/2830/discussion/
monte-verde.
Los hallazgos de Monte Verde, Chile, han
cambiado la posición de la ciencia con respecto
Los grupos humanos que vivieron allí parecen a la datación de la llegada de los seres humanos
haber tenido una economía basada tanto en la a América. En 1997 una comisión investigadora
recolección de plantas como en la caza de grandes formada por arqueólogos y científicos de distinta
animales, y construyeron refugios en forma de procedencia avalaron la datación del sitio, con
carpas o tiendas. Todavía se pueden ver postes lo que surgieron nuevas interrogantes acerca de
de madera y estacas con cuerdas hechas de fibras las corrientes migratorias más antiguas, respal-
dando las teorías del poblamiento temprano. Si
naturales y los nudos con que estos antiguos pobla-
los primeros habitantes de Monte Verde o sus
dores aseguraban estos elementos. La estructura
antepasados llegaron cruzando el puente terrestre
principal que se encontró, de más de 15 metros de
de Beringia, no sería posible que sus fechas fueran
largo, hecha de madera y techo de piel de animales,
anteriores a los asentamientos en Norteamérica,
tenía al interior dos espacios separados, cada uno
situados miles de kilómetros más al Norte y más
con su propio fogón. Una estructura exterior en
cercanos al estrecho de Behring, lo que hace
forma de horquilla contenía plantas medicinales
surgir muchas interrogantes nuevas sobre las
y, un poco más lejos, restos de mastodontes. Se dataciones y los sitios de ingreso a América.
encontraron también papas silvestres y semillas Otros hallazgos de evidencias antiguas de
comestibles, además de cuerdas, herramientas poblaciones en el Sur de América proceden de
de piedra (choppers) y tablas de madera (Dillehay, Piedra Furada (Brasil) y del Sur de Argentina.
1982). Resulta importante señalar que no se en- Al encontrarse en el extremo opuesto del con-
contraron puntas estilo Clovis, lo que podría ser tinente, no se descartó la idea de una migración
un indicador de que las sociedades del extremo a través de la Antártica, a pesar de que el Polo
Sur de América no habrían derivado de las que se Sur y el continente americano no estuvieron
establecieron en Norteamérica. conectados por lo menos en los últimos 80 mi-
A partir de este descubrimiento, científi- llones de años. Los descubrimientos en Monte
cos de diferentes instituciones establecieron Verde hicieron resurgir el interés por las teorías
una polémica acerca de la antigüedad de los del origen de la población desde diferentes
sitios en el Norte y el Sur de América, y se puntos, como Australia o Polinesia, desde don-
produjeron discusiones sobre el significado de de habrían llegado los primeros pobladores en
estos hallazgos en función de la definición de la embarcaciones.
40 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
a b c
Figura5.(a,b,c,d)ObjetosencontradosenMonteVerde,Chile,conunaantigüedaddemásde14000añosantesdelpresente.
Fuente: R. Gore, 1997 en, http://www.archaeologyfieldwork.com/afw/message/topic/2830/discussion/monte-verde.
Los científicos que investigan el origen de Aún no hay consenso sobre este tema, pero en
la población de América aún no han llegado a un general se plantea la hipótesis de que los primeros
consenso sobre este tema y posiblemente se re- americanos habrían llegado desde Siberia por la ruta
quiere de nuevos modelos que permitan explicar de Behring, como se había aceptado durante todo el
el origen de la presencia humana en América. siglo XX, pero que llegaron mucho tiempo antes de
que grupos humanos que se asentaran en Clovis, y se
Elorigendelapoblacióndesdelaperspectivabiológica dirigieron hacia el Sur del continente posiblemente
por mar, navegando cerca de la costa del Pacífico
El proyecto de investigación científica del geno- y estableciéndose en tierra sitios cerca de la costa.
ma humano cuyos resultados fueron hechos pú- Es probable que se hubieran producido
blicos a principios del siglo XXI abrió las posibi- también otras olas migratorias procedentes de
lidades de estudios genéticos aplicados al análisis otros continentes, especialmente desde Poline-
de grupos humanos. Muchos de estos estudios se sia, Melanesia y Australia. Evidencias genéticas
aplicaron a poblaciones tempranas de América. señalan que los polinesios tendrían un origen
Gracias a estos estudios se tienen evidencias de dual, asiático y melanesio, por lo que se podrían
los marcadores genéticos nucleares del ADN encontrar semejanzas y diferencias en la informa-
mitocondrial y de cromosomas Y que muestran ción genética. Hacen falta estudios más profundos
que la población americana desciende de grupos que comparen los marcadores genéticos de restos
provenientes de Asia, del Sur de Siberia. arqueológicos en los posibles lugares de origen
Los estudios genéticos del ADN mitocon- con las evidencias encontradas en los primeros
drial muestran variaciones tan grandes entre asentamientos humanos en América lo que po-
grupo y grupo que los científicos creen que no drían llevar a confirmar o descartar estas hipótesis.
sería posible que estas diferencias se hubieran
originado partir de un grupo original relativa-
mente reciente (11000 años a.C., la antigüedad Evidencias más antiguas sobre la población
aceptada para los pobladores de Clovis y gru- de América
pos relacionados) y que la diversidad genética
tendría que haberse producido en el doble de En las últimas décadas del siglo XX y primeros
tiempo. El consenso actual entre los especialis- diez años del siglo XXI hubo un aumento de exca-
tas es que el modelo Clovis es insuficiente para vaciones enfocadas en la búsqueda asentamientos
explicar el poblamiento del continente (Dillehay del Paleoindio y del Arcaico, especialmente en
y Mañosa, 2004). América del Sur, tanto en la costa como en la
ORIGEN DE LA POBLACIÓN DE AMÉRICA 41
zona andina y en la Amazonía. De acuerdo a las Pero los hallazgos tempranos no solamente
dataciones aceptadas de excavaciones relativa- son del Sur de América. En Buttermilk Creek, un
mente recientes, el panorama del poblamiento de complejo arqueológico al Norte de Austin, Texas,
América muestra la presencia más temprana de los arqueólogos encontraron en una capa de tierra
seres humanos al extremo Sur del continente, en debajo de una excavación Clovis, herramientas
el sitio de Monte Verde, cerca de Puerto Montt, pre-Clovis de 15528 año de antigüedad, es decir,
Chile, cuya antigüedad es de 14500 años (12500 unos 2000 años anteriores a Clovis, lo que confirma
a.C.). En general, estas fechas de Monte Verde la presencia humana en América antes de Clovis
han sido aceptadas por la comunidad académica. (Gugliotta, 2013). En el sitio de Aucilla, al Este de
Entre 1978 y 1980 en Pedra Furada, Piauí, Tallahasse, Florida, se encontraron evidencias de
Brasil, se encontró un refugio de paredes altas presencia humana de hace 14500 años. En 2004,
con arte rupestre; más tarde en este mismo lugar en el sitio de Topper, Carolina del Norte, Estados
se encontró industria lítica que fue datada con Unidos, se encontraron herramientas de piedra
una antigüedad posible entre 33000 y 25000 que fueron datadas con una antigüedad posible de
años (31000 a 23000 a. C.) (Dillehay, 1988), 37000 años (35000 a. C.). En Pensilvania, hallazgos
aunque no hubo un consenso que ratificara la arqueológicos en el sitio de Meadocroft mostraron
datación. restos de hace 19000 años (17000 a.C). Ambas
En Sudamérica continuaron los hallazgos de dataciones, sin embargo, fueron cuestionadas por
poblaciones muy tempranas, y se excavaron restos el procedimiento de toma de muestras. En 2006 se
humanos de 13000 años de antigüedad; 11000 encontraron esqueletos en las cavernas de Tulum,
a.C. en Piedra Museo, Santa Cruz, Argentina. en Quitana Roo, México, con una posible anti-
En Quebrada Jaguay y Quebrada Tacahuay, en güedad de 14000 años. La tendencia actual de la
la costa peruana, se encontraron ocupaciones con ciencia sobre este tema es pensar que hubo grupos
una antigüedad de 13000 a 11000 años (11000 humanos viviendo en América hace 15000, 16000
a 9000 a. C.). o tal vez incluso 18000 años.
Recuadro 1
En 2012, científicos de la Universidad los científicos opinan que esta hipótesis merece
de Exter, Inglaterra, del Museo Nacional de mayor investigación, pues las pruebas aún no
Historia Natural de Nueva York y del Instituto son concluyentes.
Smithsoniano plantearon la teoría de la llegada En 2005 los arqueólogos encontraron en
de grupos humanos siglos antes de Clovis pro- Monte Verde algunos instrumentos líticos aún
cedentes de Europa. La hipótesis se basa en el más antiguos que los que habían sido encontrados
parecido de la tecnología de las puntas Clovis anteriormente, que fueron datados en 33000 a.C.
encontradas en Pennsilvania y el Sureste de Vir- aproximadamente. Las investigaciones continúan
ginia con puntas de proyectiles de la cultura so- y todavía la ciencia no tiene una explicación
lutrense del Paleolítico Superior. Sin embargo, aceptable para estos hallazgos.
Figura7.LíneadeltiempoconcorrespondenciasaproximadasentrelaperiodizaciónparalaHistoriaUniversalylaHistoriaAndina.
Recuadro 2
Breves definiciones: Pleistoceno y Holoceno
El Pleistoceno es una época geológica que comenzó hace dos millones y medio de años y que finalizó
aproximadamente entre 12000 y 11000 a.C se caracteriza por las glaciaciones. El Holoceno es un período
geológico que abarca los últimos 11800 años, se inicia desde la finalización de la última glaciación del período
geológico anterior, el Pleistoceno. En sus inicios, la capa de hielo se derritió y el clima se hizo más benigno. La
única especie humana que vivió en esta época es el homo sapiens, a la que pertenece la humanidad actual.
44 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
representaciones geométricas y abstractas como para las épocas más tempranas, aunque en los
espirales y círculos radiados. Dibujos y grabados últimos diez años aumentaron las excavaciones,
en rocas se encuentran tanto en las zonas altas investigaciones e hipótesis.
como en los valles y en Tierras Bajas. Aunque Las evidencias sobre las poblaciones humanas
no se tienen dataciones precisas sobre la mayor más tempranas en Bolivia se encontraron en el
parte del arte rupestre encontrado en Bolivia, sitio de Cueva Bautista de San Cristóbal, Potosí,
se considera que, por el contexto y el tipo de que fueron estudiadas por Capriles y Albarracín
representaciones, muchos de estos grabados y (2012). Estas investigaciones muestran restos
pinturas corresponderían a la época de cazadores, humanos de 10.900 años de antigüedad (c. 8.900
recolectores y pescadores. (Fig. 8). a.C.) , por lo que esta es la datación más antigua de
un ser humano en el territorio de la actual Bolivia.
Anteriormente a estos hallazgos y a su da-
tación, se consideraba que las evidencias más
antiguas de seres humanos eran los restos óseos
encontrados en San Luis, Tarija. Los análisis
realizados dieron como resultado una antigüe-
dad de 7.640 años, es decir que los restos del
llamado “Hombre de San Luis” se podrían datar
aproximadamente en 5600 a. C. (Delcourt, 2008).
(Fig. 9).
Figura8.ManosennegativoenlacuevadePajaColorada,SantaCruz,Bolivia.
Fuente: SIARB .
El periodo arcaico en territorio de la actual salares de Coipasa y Uyuni. El eje acuático del
Bolivia altiplano, con el lago Titicaca, los ríos Desagua-
dero, el lago Poopó y los salares, corresponde al
desarrollo final de ese proceso que se inició hace
Altiplano Norte millones de años. Estos paleolagos tuvieron una
fuerte influencia en el clima y en las caracterís-
Es importante señalar que en eras geológicas ticas físicas de esta región y en el origen de su
pasadas, casi toda la zona del altiplano estuvo biomasa.
ocupada por un gran paleolago que se formó en En la época inicial de la presencia humana en
el Pleistoceno y que después de la era glaciar cu- esta región, los alrededores del eje acuático fue-
brió desde la zona del Titicaca hasta los actuales ron el escenario de poblaciones que se instalaron
ORIGEN DE LA POBLACIÓN DE AMÉRICA 47
allí atraídas por la flora y fauna locales. En el En Viscachani, los materiales más empleados
lago Titicaca, cerca de Tiwanaku, y en Santiago fueron la cuarcita verdosa y el basalto negro. Las
de Huata se encontraron en 2011 talleres líticos formas de las puntas de proyectiles son, entre
a cielo abierto de la época del Arcaico (Capriles otras, la hoja de sauce y las puntas triangula-
y Albarracín, 2012) que se sumaron a los sitios res. La fase más tardía de la cultura Viscachani
de esta época encontrados en 2004 en la Isla del (Viscachani II) se caracteriza por la presencia de
Sol (Stanish y Bauer) y que estaban considerados instrumentos similares a los de la época anterior,
como los más antiguos de Bolivia. aunque de tamaño más reducido, y por la apa-
rición de puntas de lanza gruesas y muy toscas,
Viscachani y el altiplano central instrumentos en forma de hoja de laurel de una
y dos caras elaboradas en cuarcita verdosa. Se
El yacimiento lítico mejor conocido es el de Vis- fabricaron también puntas de lanza de 6 a 7 cms.
cachani, que fue encontrado a mediados del siglo de largo, además de instrumentos como lascas,
XX. Se trata de yacimientos superficiales sobre raspadores, raederas y buriles, obtenidos median-
terrazas de formaciones naturales que bordeaban te la técnica de percusión.
un antiguo lago glacial. Los talleres líticos de Vis- Recientemente se realizaron nuevos des-
cachani muestran la mayor cantidad de objetos cubrimientos en áreas cercanas a Viscachani y
trabajados en piedra, como puntas de proyectiles, más alejadas como Viacha, Quelcatani y Callapa,
puntas de lanzas, raederas y las herramientas para que llegan hasta la zona intersalar y que tienen
producirlos. La zona donde se encontraron los características similares a Viscachani (Capriles y
restos líticos trabajados es extensa y tiene 28 Km. Albarracín, 2012).
de largo por 4 Km. de ancho. Sus materiales con Cerca de Oruro, en Kala Kala, Capachos y
industria lítica tosca son choppers, lascas grandes Uspa Kollo, existen también sitios de la época
y medianas y hachas de piedra. (Fig. 11). del Arcaico. Al Oeste de Oruro y en la frontera
con Chile se encontraron sitios con industria
lítica de esta etapa y en Iroco, a orillas del río
Uru Uru, se descubrieron talleres líticos, bases
de refugios, artefactos e instrumentos de piedra,
como cuchillos y puntas de proyectiles; muchos
de ellos hechos de basalto negro y de obsidiana.
Objetos trabajados en estos mismos materiales
fueron ubicados en Pumiri. En la zona del salar
de Coipasa se encontraron también evidencias
de ocupaciones humanas.
Potosí y Lípez
toscos de forma irregular para hacer raederas, etapa Arcaica en las regiones de los valles como
raspadores, perforadores gruesos y cortos, Sacaba y Mizque en Cochabamba, en Candelaria,
así como gubias para desbastar los mangos y Quila Quila y Maragua en Chuquisaca (Capriles
puntas de las lanzas. Se puede establecer una y Albarracín, 2012) y también en Icla y Cinti.
relación (tanto de cronología como por el tipo En los Llanos de Mojos (Beni), en la región
de trabajo) entre estos grupos de cazadores amazónica, existen montículos que se distinguen
de la región de Lípez con los restos de Lau- del terreno llano que durante mucho tiempo se
ricocha (Perú) que están fechados en c. 7.580 pensó eran formaciones naturales o producidas
a.C. Entre 1984 y 2000 se encontraron más por la acción de animales e insectos. Sin embargo,
asentamientos en la zona de Lípez, en Soni- en los últimos años, Umberto Lombardo y un
quera, Alota y Quetena. En la región cerca de equipo de trabajo de la Universidad de Berna,
la mina San Cristóbal, en Cueva Bautista, uno descubrieron que en realidad se trata de montí-
de los más antiguos sitios arqueológicos de los culos artificiales formados por amontonamientos
Andes del centro-sur, como vimos, Capriles y de conchas, huesos de animales y carbón, y que
Albarracín descubrieron los restos de los asen- son los restos de asentamientos de cazadores-
tamientos humanos más tempranos en nuestro recolectores en “islas de bosque” que vivieron allí
territorio (Capriles y Albarracín, 2012). hace unos 10.400 años, a inicios del Holoceno
Cerca de Betanzos, Potosí, Rivera Casanovas (Lombardo, 2013) alimentándose de mamíferos,
y Calla identificaron en 2011 decenas de sitios peces, aves y caracoles de agua dulce. Los restos
arqueológicos del período Arcaico con artefac- acumulados formaron estos montículos que
tos líticos y arte rupestre en los que se observan se convirtieron en el hábitat natural de flora y
escenas que representan caza de camélidos y fauna local.
cérvidos y filas de estos animales a pequeña escala Al final de esta época, la experiencia desa-
(Rivera y Maldonado, 2011). En Tarija, en la zona rrollada en la recolección de alimentos, en la
alta de Tajzara, Michel López descubrió sitios observación de los ciclos vitales de los animales,
tempranos con puntas de proyectil líticos, ras- en los ciclos climáticos estacionales, el conoci-
padores y otras herramientas, así como también miento de sus indicadores, los saberes basados en
enterramientos humanos debajo de montículos la observación del cielo, las prácticas de despla-
de piedra (Michel et al., 2007) zamiento entre diferentes pisos ecológicos y la
complejización de relaciones sociales llevaron a la
Valles y Tierras Bajas aparición de la agricultura, la ganadería y nuevas
técnicas productivas, como la cerámica y el tejido.
En la zona de Yura, al Sureste de Potosí, se des- Éstas serán ya las características del siguiente
cubrieron cuatro sitios de esta época en cuevas y período, el Formativo, marcado por formas más
aleros en las rocas con pintura rupestre, además sedentarias de vida, por la construcción de aldeas
de puntas de proyectiles, raspadores bifaciales y y complejos ceremoniales, agricultura y ganade-
otros objetos líticos (Lecoq y Céspedes en Rivera, ría especializada y cosmovisión relacionada con
2005).Hay evidencias de presencia humana en la dioses ligados a estas actividades.
SEGUNDA PARTE
Período Formativo
Pilar Lima
Las primeras aldeas
(2000 a.C.-500 d. C.)
Región 6000-5000 4000 A.C. 3000 A.C. 2000 A.C. 1500-1000 A.C.
ESTE DE EUROPA Agricultura
temprana
Catal Huyük
EGIPTO PeríododelaUnificación
Fayum
MESOMÉRICA Tehuacán Domésticacióndelmaíz Períodopreclásico
Como se verá más adelante, las investiga- Las secuencias presentadas son producto del
ciones realizadas en varias partes de nuestro país desarrollo de las investigaciones arqueológicas,
permiten proponer que el proceso mencionado reconociéndose cuatro áreas principales:
se desarrolló entre el 2000 a.C. y el 400-600 d.
C. Aunque abarca un gran espacio temporal, las • La cuenca del Titicaca, que desde los años
connotaciones culturales de este período fueron 40 es el centro de importantes hallazgos del
particulares, de acuerdo a la dinámica de cada Formativo, tanto a nivel de los sitios como
región. de niveles de complejidad. En adelante
En el cuadro 1 se observa el desarrollo de equipos de investigadores bolivianos, pero
diferentes culturas del Formativo, comparando sobre todo Norteamericanos, consolidaron
temporalmente la ubicación de aquéllas regis- una secuencia cronológica basada en los
tradas en Bolivia en relación a otros desarrollos trabajos desarrollados en el sitio arqueoló-
a nivel mundial. gico de Chiripa.
• El altiplano Noreste de Oruro, donde se
registró una de las culturas más antiguas
Periodización del Formativo del Formativo de Bolivia: Wankarani. Las
investigaciones realizadas permitieron fe-
En Bolivia se reconocen dos claras áreas para el char algunos sitios y establecer diferentes
estudio del Formativo; primero, el altiplano con secuencias locales.
sus variantes regionales en la cuenca circunla- • Los valles de Cochabamba, valles del Sur
custre y el altiplano Central, y la región de los y Santa Cruz, donde se identificaron ex-
valles mesotermos, sobre todo Cochabamba. La presiones muy particulares del Formativo
secuencia de periodización presenta, en ambos que fueron la base de los desarrollos pos-
casos, variantes cronológicas que se observan en teriores. Los trabajos desarrollados en esos
el cuadro 2. espacios fueron promovidos en los últimos
surgimiento de la noción de territorialidad, pues que permitió el cultivo a gran escala en tiempos
cada grupo empezó a demarcar su territorio y sucesivos.
reconocer espacios de interacción que fueron
consolidados a partir de redes de tráfico de bie-
nes. Consecuentemente, se dio paso también a
una ideología religiosa, la cual fue consolidada
materialmente durante el siguiente período.
A nivel de producción material, la cerámica
reportada de este período corresponde a los
trabajos desarrollados en la península de Taraco,
donde se identificaron los estilos Chiripa Tem-
prano (1500-1000 a.C.) y Chiripa Medio (1000-
800 a.C.) (Hastorf et. al., 2001). Este tipo de
materiales entonces, podrían estar considerados
entre los más antiguos de la cuenca del Titicaca.
Ya en la fase del Formativo Medio (800-200
a.C.) los grupos empezaron a mostrar niveles de
centralización política y jerarquización social,
marcando el desarrollo de un nivel de complejidad
no observado hasta ese entonces. Parte de esa com-
plejidad se advierte en la construcción de arquitec-
tura pública y monumental, la cual era destinada
al ámbito ritual, implicando un sistema religioso
que lograba la comunión entre el hombre andino
y las divinidades naturales. Una prueba de ello son
los templos con patios hundidos, conocidos como Figura13.DuranteelFormativoMediosedesarrollóenlacuencadel
templetes semisubterráneos o semi-hundidos, en Titicacaunestiloescultóricoenpiedraqueesapreciadohastalaactua-
los que se aprecian pilastras con grabados zoo- lidad.Esatradiciónfuedenominada Yaya-Mama,enlasfotografíasse
morfos (sapos, lagartos, serpientes y felinos), o observanalgunosejemplosdedichasrepresentaciones.
monolitos con forma humana (antropomorfos) en Fuente: P. Lima.
posiciones particulares (Fig. 13). Los ritos realiza-
dos en los templos fueron los primeros esfuerzos Por otra parte, el Formativo Tardío (200 a.C.-
por congregar a las comunidades en base a un fin 400 d. C.) fue relacionado con el surgimiento de
común, el religioso en este caso, promoviendo Pucara, un sitio que centralizó e influyó en los asen-
también niveles de autoadscripción regional y tamientos de la cuenca del Titicaca (Stanish, 2003).
local. La construcción de templos hundidos y la Este período se caracteriza por una complejidad
representación de esculturas y artefactos de la política no observada antes, la consolidación del
denominada tradición Yaya-Mama o Pa-ajanu, sistema económico precedente y una manufactura
son los aspectos más característicos del Formativo artefactual más elaborada. El estilo decorativo de
Medio (Chavez y Mohr, 1975). la cerámica era más complejo, pues se observa la
La alfarería de este período está relacionada policromía del rojo, crema y negro, algunas veces
con el estilo Chiripa Tardío, es decir una cerámica asociado a un delineado inciso de los motivos.
con antiplástico de fibra vegetal, que presenta Los indicadores mencionados son aspectos
decoración en rojo y crema. También, se inicia la representativos, así como elementos típicos de
elaboración y utilización de trompetas cerámicas, varios grupos asentados en las márgenes del Ti-
destinadas a fines rituales. ticaca. Los principales sitios de las distintas fases
Al parecer, la economía de este tiempo estuvo del Formativo se encuentran en Chissi, Escoma,
basada en la agricultura, el pastoreo y la pesca. la península de Santiago de Huata, Tiwanaku, Tu-
Por lo mismo, se plantea que los sitios del For- matumani, Titinhuayani, Casani, Ckackachipata,
mativo Medio pudieron estar ya asociados a in- Chiripa y Pukara, éstos últimos son los sitios más
cipientes campos elevados de cultivo, t ecnología conocidos de la cuenca del Titicaca (Fig. 14).
PERIODO FORMATIVO 55
Figura14.EnlasriberasdellagoTiticacaseasentarondiferentespoblacionesdurantetodaslasfasesdelperiodoFormativo.Enelmapaseobserva
una distribución de los principales sitios registrados.
Fuente: Tantaleán y Leyva 2011.
Recuadro 3
Figura16.Unadelasestructurasqueseencontrabaalrededordeltemplete
enChiripafueexcavadaporelProyectoPACHduranteelaño2007.
Fuente: a) P. Lima y b) CAF
Hacia la formación del Estado alto valor social, la realización de alianzas y tam-
bién de conflictos. Hasta ese momento ya se había
El proceso descrito fue consolidado durante el consolidado un sistema social jerárquico y se había
Formativo Tardío. Los diferentes grupos tenían hecho evidente la existencia de élites regionales.
similar organización además de compartir ele- Durante el Formativo Medio, Pukara se
mentos culturales comunes, por ejemplo se había había consolidado en el lado Norte del Titicaca.
consolidado el cultivo a gran escala en sukakollus. Conformaba un complejo ceremonial y político
Esto fortalecía un esquema de relacionamiento y de alta relevancia durante el Formativo Medio y
también la creación de una esfera de competencia Tardío (Fig. 17), y fue el área donde se elaboraron
por la hegemonía regional. las representaciones iconográficas y arquitectóni-
Esta competencia se manifestaba en la cons- cas más relevantes de ese período (Stanish, 2003).
trucción de centros ceremoniales, la producción Este panorama hizo que el asentamiento
agrícola excedentaria, el control de redes de inter- existente en Tiwanaku pugnara también por
cambio para la obtención de productos exóticos de el control político de la cuenca.
Figura17.Vistapanorámicadel
sitioarqueológicodePukara,
ubicadoenlaprovinciadePuno
- Perú.
Fuente:EnChemin,entrePunoet
Cusco,panarcheo.e-monsite.com
58 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura18.Comoherenciadeperiodosmástempranos,elTempleteSemisubterráneodeTiwanakuesunamuestra
arquitectónica de la última fase del Formativo del Titicaca.
Fuente: Jaimes Betancourt, 2012.
En Tiwanaku, ya se había construido el Tem- embargo, que los camélidos fueron domesticados
plete Semisubterráneo (Fig. 18) y probablemente hace 4000 años en Atacama ( Dransart, 1999) y el
algunas otras estructuras del área ceremonial, lo Noroeste Argentino (Yacobaccio, 2003), lo que
que muestra la importancia del sitio como centro lleva a suponer que en ese intervalo del proceso
religioso, incluso en relación a sitios como Chiripa, surgieron las sociedades pastoriles, más o menos
que en su momento fueron los más importantes. hace 3000 años (Ibid.).
Alrededor del 400 d. C., la élite que ocupaba Esta tendencia productiva probablemente se
Tiwanaku se consolidó como una entidad política extendió por el resto de los Andes y se consolidó
regional de gran alcance. La llegada de poblacio- como la principal característica para los habitan-
nes de diferentes partes del altiplano a este centro tes del altiplano central. Esa actividad, junto a la
le dieron la hegemonía que buscaba, y dos siglos cacería de vicuñas y guanacos, probablemente
más tarde (600 d. C.) se consolidó la formación del representó la base productiva de las sociedades
Estado en la cuenca del Titicaca (Kolata, 1993). del Formativo en esta región.
Paralelamente, el proceso consolidado de
la sedentarización posibilitó la construcción de
El Formativo del altiplano de Oruro aldeas, cuyos espacios fueron reutilizados y sobre-
puestos continuamente por cerca de 2000 años.
El Altiplano Central y meridional corresponde a El proceso de reutilización del espacio dio lugar
la categoría ecológica de puna seca. Se encuentra a montículos artificiales, construidos por siglos,
ubicado en medio de los nevados de la cordillera que llegan incluso a los 15 metros de altura y que
Occidental y de los salares, es un lugar seco e ina- ahora son los testigos de la presencia cultural de
propiado para el desarrollo de la agricultura (Fig. ese tiempo.
19). Este hecho parece haber influido para que No tan elaborada como la cerámica del Ti-
las poblaciones de cazadores se especializaran en ticaca, la alfarería del Formativo en el Altiplano
la actividad pastoril, en la que se tiene a la llama Central presenta características muy particulares
(Lama glamma) como especie emblemática. y está más relacionada al ámbito utilitario. La
Datos generados en diferentes lugares de los distribución de ese material demarca un área de
Andes Centrales y de los Andes Centro-Sur indi- expansión que más adelante llevó a considerar
can que el proceso de domesticación de la llama la existencia de la llamada cultura Wankarani
se dio en lugares diferentes y en tiempos sucesi- (Fig. 20). Esta distribución comprende parte
vos. La información más conocida indica que en del Sur de La Paz y el departamento de Oruro,
la sierra peruana se domesticó la llama hace 5500 identificándose su influencia hasta los valles de
años (Wheeler, 1998); otros estudios plantean, sin Cochabamba.
PERIODO FORMATIVO 59
Figura19.ElpaisajealtiplánicodeOrurosecaracterizaporlaexistenciadenevadoseinmensos
camposdetholaypajabrava,siendounambienteaptoparaelpastoreooganaderíadecamélidos.
Fuente: P. Lima.
WANKARANI
VENEZUELA EN SURAMERICA
COLOMBIA
ECUADOR
BRASIL
PERU
La BOLIVIA
go
OCEANO PACIFICO
PA
R AG
UA
T
Y
CHILE
O
it
C
TI
ic
N
ARGENTINA URUGUAY
LA
ac
AT
a
O
N
Ü
EA
LA PAZ
C
O
PERÚ
Ü
COCHABAMBA
& WANKARANI
LAGO
URU URU
&
WILAQUE
POTOSI
ORURO
CHI
LAGO
POOPO
QUERIMITA &
LE
&
KASKA KOLLO
SALAR
DE
COIPASA
REFERENCIA
& SITIOS PRINCIPALES
RIOS
LAGOS 40 20 0 40 80
SALAR Kilometros
SALARES DE
UYUNI
Figura20.EnelmapaseobservaclaramenteladistribucióndelossitiosWankaranienel
Departamento de Oruro.
Fuente: Bermann y Estévez 1993.
60 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura22.Representacióndeunasentamientowankaraniy suanalogía
conunaviviendaurucontemporánea.Lasimilituddelasplantas,lleva
asuponerquelosactualesputukussonreminiscenciadeesetipode
arquitectura.
Fuente: Rose, 2001.
Figura21.Unelementosignificativodelosasentamientoswankarani
fuelarepresentaciónescultóricadecabezasdecamélidos.Muchas En comparación a los desarrollos de la cuenca
deestaspiezasfueronregistradasdesdeiniciosdelsigloXX,siendo del Titicaca, los sitios wankarani parecen ser menos
actualmenteexhibidasenelMuseoLópezRivasdelaciudaddeOruro. complejos, presentando niveles de organización
Fuente: P. Lima. más incipientes. Este hecho se observa, sobre todo,
en la escasa presencia de sitios de carácter adminis-
Al parecer, las poblaciones wankarani se asen- trativo. Sin embargo, las investigaciones realizadas
taban en determinados sitios y habían desarrollado en varios lugares de Oruro muestran sitios nuclea-
cierta tecnología cerámica y lítica. Arqueológica- dos de estructuras domésticas circulares, las cuales,
mente se ha registrado una tradición alfarera sin en algunos casos, también se encuentran asociadas
decoración pintada, sino ocasionalmente incisa o a estructuras de mayor tamaño, como en el sitio La
en forma de pequeñas estatuillas. Tecnológicamente Barca (Rose, 2001) (Fig. 22). Esto lleva a presumir
sobresale el acabado y tipo de engobe, que es un bru- que se trata de áreas ceremoniales, ya que también
ñido muy particular en piezas con los labios hacia el en ellas se registraron artefactos rituales.
PERIODO FORMATIVO 61
Al igual que Wankarani, algunas poblaciones • Existencia de una tradición cerámica que en
del Formativo de los valles también reocuparon sus fases más tempranas presenta incisiones
los sitios y crearon montículos artificiales donde sin pintura y formas muy particulares que la
actualmente se registran los restos materiales de caracterizan. Para las últimas fases del For-
sus actividades. Pero, por otro lado, también se mativo, dichas tradiciones se complejizan
registraron asentamientos formativos con terrazas con decoración pintada, dando paso a los
habitacionales en las laderas de los cerros, en el pie- estilos que luego serán claramente manifes-
demonte, así como en lugares planos. Gran parte de tados en el período de Desarrollos Regio-
estos sitios fueron ubicados preponderantemente al nales Tempranos.
sureste de Cochabamba, siendo Mizque y Aiquile • Elaboración de artefactos de metal y de pie-
las áreas donde se registraron los más importantes dra, los cuales son producto de un sistema
(Pereira y Brockington, 2005). Sin embargo, in- de intercambio y de acceso a recursos de
vestigaciones también realizadas en otras regiones otras regiones ecológicas.
de los valles del Sur y del Oeste de Santa Cruz
muestran una dinámica muy particular para el Los sitios más característicos en Cocha-
tratamiento de este período a nivel macroregional. bamba son Sierra Mokho, Chullpa Pata, Mayra
Las características más sobresalientes de los Pampa, Conchupata, Villa Granado, Khopi,
sitios formativos en los valles son: Yuraj Molino, Valle Ibirza y Sehuencas (Pereira
y Brockington, 2005) (Fig. 24). En esos asenta-
• Asentamientos en montículos de ocupacio- mientos está representada toda la secuencia del
nes sucesivas, áreas de plataformas y pla- Formativo de Cochabamba, desde la presencia
nicies, cuyas dataciones más tempranas se más temprana hasta lo que luego dará paso al
remontan hacia el 1300 a.C. surgimiento del estilo Tupuraya, paralelamente
• Identificación de una tradición escultórica, al desarrollo del Formativo Tardío en la cuenca
en la que predomina una especie de estatui- del Titicaca.
llas antropomorfas que principalmente son Muchos de esos asentamientos fueron estu-
representadas con ojos rasgados, caracterís- diados durante décadas y los resultados nos llevan
tica denominada “grano de café” (Fig. 23). a discutir la heterogeneidad de las poblaciones
y el grado de influencia de las mismas a escala
regional. A partir de excavaciones y dataciones
radiocarbónicas se han establecido secuencias
locales, cuyo fechado más temprano se encuen-
tra en Yuraj Molino (1300 a.C.), como parte del
Fomativo Temprano (1300-500 a.C.); luego se
identifican el Formativo Medio (500 a.C.-200
d. C.) y el Formativo Tardío (200-600 d. C.).
Aunque gran parte de los sitios se encuentra en
Cochabamba, muestras de su relacionamiento se
observan hasta los valles de Santa Cruz.
Las excavaciones y dataciones del sitio
Tambo en Santa Cruz son hitos que permiten
entender el Formativo de los valles interan-
dinos. El trabajo desarrollado por Pereira y
Brockington (2005) muestra una profundidad
temporal que llega alrededor del 2000 a.C.
Este proceso dio paso al estilo Mojocoya
Figura23.DuranteelFormativoenlosvallesfuerepresentativalaela- Monócromo, el cual es antecedente estilístico
boracióndeesculturasantropomorfas.Fueronrepresentadoshombresy del Mojocoya Tricolor que se manifiesta en el
mujeres,siendocaracterísticoeldiseñodeojosrasgados,conocidosen período de Desarrollos Regionales Tempranos
la literatura como “ojos granos de café”. y que desde los valles cruceños llega hasta
Fuente: Ibarra Grasso y Querejazu, 1986. Chuquisaca y Cochabamba.
PERIODO FORMATIVO 63
Figura24.LamayorpartedelossitiosformativosdelvallefueestudiadoenCochabamba.Enelmapaseobservaunadistribucióndelosprincipales
asentamientos
Fuente: Pereira y Brockington, 2005.
64 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
De la misma forma, los trabajos desarrolla- dos. De ahí es que, por ejemplo, se reconoce el
dos en la región Sur de Potosí por Lecoq (2001) surgimiento de la cerámica Tupuraya, Mojocoya
muestran otro tipo de asentamientos del Foma- bícromo y Omereque, expresiones tempranas de
tivo, relacionados a la existencia de aldeas con la variabilidad poblacional existente en los valles
estructuras circulares de barro o piedra, asociadas a interandinos durante ese tiempo. Como se ha
terrazas de cultivo. En la misma línea, es relevante visto, estilos como el Mojocoya parecen haberse
el trabajo desarrollado por Claudia Rivera (2011), originado en espacios de Tierras Bajas, llegando
quien establece una periodización del Formativo a consolidar desarrollos complejos en los valles
en los valles de Cinti y San Lucas. La investigadora de Chuquisaca.
establece secuencias cronológicas que identifican En adelante, esta matriz estilística marcará
la presencia de asentamientos formativos asocia- la variabilidad de los valles interandinos, lo que
dos a antiguas áreas de caza, los cuales desde una implicará también una multietnicidad mantenida
cerámica sin pintura desarrollan estilos locales que hasta los tiempos del Inca y registrada incluso en
luego serán manifestados en el período posterior. la Colonia. Lo interesante de todo el proceso es la
Otros asentamientos representativos son los regis- continuidad que se observa en el desarrollo de las
trados en los valles de Tarija, cuyo indicador más culturas de los valles desde el período Formativo,
claro es el registro de cerámica incisa sin pintura. aspecto también evidente en el área circunlacus-
En esta larga secuencia de asentamientos tre, pero poco visible en el altiplano central.
también se hace evidente el relacionamiento A partir de esta diferenciación se con-
de las poblaciones del Formativo de los valles formaron unidades socio-políticas no cen-
con las del altiplano, ya que en algunos de los tralizadas que mantenían ciertos niveles de
sitios se registraron materiales muy similares autonomía y relacionamiento constante, que
a los existentes en tierras altas. Un caso bien en la literatura académica son denominadas
documentado al respecto es el movimiento de como cacicazgos o jefaturas simples y com-
cerámica wankarani hasta los valles de Cocha- plejas. Sin embargo, los trabajos desarrollados
bamba y hacia la costa, aspecto que pudo deberse en esas áreas permiten observar que si bien no
a movimientos de intercambio (Gabelman, 2001; eran sociedades centralizadas, se trataba de
Ayala y Uribe, 2003). poblaciones con altos niveles de complejidad,
Toda esa información lleva a plantear que probablemente ligada a la movilidad y a los
desde un período tan temprano se dio un tipo intercambios constantes.
de articulación interzonal que integraba dife- Precisamente por encontrarse en áreas de
rentes nichos ecológicos. De ahí surge la idea contacto entre el contingente altiplánico y las
de un movimiento transversal que unía los valles Tierras Bajas, las expresiones materiales de esas
interandinos con la costa a través del altiplano. poblaciones presentan influencias en ambos
Probablemente, los restos altiplánicos encontra- sentidos. Esto muestra también que dichas pobla-
dos son parte de esa dinámica, consolidada en ciones fueron el eje articulador del movimiento
tiempos posteriores. interzonal o transversal que ha caracterizado a
las sociedades del pasado.
Hacia la diversidad cultural
Al igual que en la cuenca del Titicaca, aproxima- Las características más importantes
damente hacia el 400 d. C. se dio un fenómeno del Formativo
que cambió la dinámica existente en las pequeñas
aldeas formativas. Las poblaciones constituidas El Formativo es el periodo más amplio en la
muestran una tendencia a la diferenciación, escala temporal prehispánica, ligada al seden-
probablemente étnica o de autoadscripción, que tarismo y al desarrollo cultural y tecnológico
se plasma en los estilos cerámicos posteriores. en Bolivia, abarcando cerca de 2000 años. Las
La característica que marca el denominado poblaciones de este tiempo desarrollaron y sen-
Formativo Tardío de los valles es el surgimiento taron las bases culturales que llegaron hasta la
de cerámica con decoración pintada que parece época de los incas y que incluso se mantuvieron
caracterizar grupos sociales étnicamente defini- durante la Colonia.
PERIODO FORMATIVO 65
Los avances más importantes son: esta movilidad tuvo incidencia en la diferen-
ciación étnica y la multiculturalidad, aspecto
• Definición de la vocación productiva de consolidado en los valles y presente hasta los
los pueblos, que permite diferenciar en- tiempos de la Colonia.
tre agricultores, pastores, pescadores y/o • Aunque en el Formativo se habla de socie-
cazadores, actividades que pueden ayudar dades sin Estado, los fenómenos desarro-
a explicar ciertas adscripciones culturales llados sobre todo en el Formativo Tardío
que se mantienen hasta la actualidad. Estos condicionaron el devenir histórico y polí-
aspectos estuvieron íntimamente ligados tico de las sociedades que los sucedieron.
con el conocimiento del medio y la buena Como ejemplo tenemos la conflictividad
utilización de sus recursos. Por ejemplo, desarrollada en el Titicaca por la hegemo-
en la región del Titicaca las poblaciones nía política, la cual dio paso a la formación
fueron agricultoras debido al aprovecha- del Estado en Tiwanaku. Por otra parte, la
miento de las bondades del lago y la ferti- pluralidad desarrollada en los valles fue el
lidad de la tierra; en cambio hacia el Sur se antecedente de la consolidación de organi-
desarrollaron sociedades de pastores que zaciones no centralizadas, pero altamente
aprovecharon a la llama como un recurso complejas.
productivo.
• La movilidad y el intercambio son aspectos Aspectos de igual relevancia se observan du-
recurrentes en todos los espacios analizados; rante el periodo Formativo en las Tierras Bajas,
ya sea entre los grupos alrededor del Titicaca mostrando la importancia de su conocimiento e
o como entre las poblaciones de los valles o investigación en cualquier región de Bolivia. La
del altiplano sur. Los datos muestran niveles investigación de problemáticas específicas de este
de interrelación permanente que son resul- periodo ayudará a comprender los sucesos cultu-
tado de la existencia de una compleja red de rales posteriores, relacionados con la complejidad
intercambio interzonal que conectaba, desde social y política de las poblaciones prehispánicas.
períodos tan tempranos, la región de los va- Algunos de esos sucesos serán presentados en los
lles mesotermos con la costa. Por otro lado, siguientes capítulos de esta historia de Bolivia.
TERCERA PARTE
Tiwanaku
Silvia Arze
Tiwanaku
(500-1100 d.C.)
Figura25.MapaGooglequemuestralaubicacióndeTiwanakuenunáreaentrelacosta,lacordilleraylaselvaamazónica.
Fuente: http://maps.google.com.bo/maps?hl=es&tab=wl
Figura26.ElvalledeTiwanaku.AlrededordelsigloIa.C.,enlosalrededoresdellagoTiticaca,variasformacionessociopolíticashabíanalcanzadoun
desarrollocomplejo.AlgunoscentrosseencontrabanalNortedelTiticaca,comoPucara,yotrosalsur,comoChiripayTiwanaku(ensufaseinicial),
además de Lukurmata, Pajchiri, Ojje y Khonkho Wankane, entre otros.
Fuente: E. Bauer.
Chiripa (en el Formativo Temprano y Medio) Los monolitos de arenisca roja que se encuentran
y Khonkho Wankane (en el Formativo Tardío) allí pertenecen a la tradición cultural Yaya-Mama,
fueron centros ceremoniales en la misma zona tienen imágenes de relámpagos, cóndores y ser-
que tuvieron características similares a la etapa del pientes. Se conocen con los nombres de Wila
Tiwanaku Formativo. Khonkho Wankane, que no Kala, Tata Kala y Jinchun Kala y su estilo permite
derivó en una formación política de tipo estatal, relacionarlos con monolitos de Tiwanaku, como
es un ejemplo importante de las características del el llamado Barbado.
Formativo en cuanto a urbanismo, expresión de
organización social y representación en escultura
lítica que permite comprender mejor cómo pudo
haber sido Tiwanaku en sus inicios. El hecho
de que este sitio no hubiera sido reconstruido
ni renovado posteriormente a la época final del
Formativo permitió a los investigadores com-
prender mejor las características de ese momento
del tiempo. Estudios recientes realizados en la
primera década del siglo XXI hacen posible el
acceso a un mejor conocimiento de este impor-
tante centro (Janusek, 2006). Khonkho Wankane
se encuentra al Sur de Tiwanaku, al otro lado de
la serranía de Quimsachata y en las inmediaciones
del río Jach’a Jawira, afluente del Desaguadero.
Allí se encontraba un importante centro cere-
monial construido en un terreno elevado, con
un centro, dos montículos artificiales, un patio
hundido, plataformas (kalasasayas), un complejo Figura27.MonolitodeKhonkhoWankaneconcabezasdefelinos
de patios duales, además de sectores residenciales, contrapuestos en la parte superior.
separados por canales de agua y áreas mortuorias. Fuente: S. Arze.
72 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Recuadro 5
Figura28,29y30.MonolitoBennett(centroceremonialdeTiwanaku),cerámicaWari(sierraperuana)ytextildelacosta(Arica)con
elementossimilares(círculosconcéntricos)enlavestimenta,quemuestranlaideaexpresadaenelmitoytambiénelalcancegeográficodela
iconografía de Tiwanaku.
Fuentes: 28, Eric Bauer; 29, Banco de Crédito del Perú, 1990 y 30, Gisbert, Arze y Cajías, 2006.
Entre los siglos VII y VIII d. C., Tiwanaku se con- La formación del Estado
virtió en el punto central de redes de relaciones
activas establecidas con otras conformaciones Varias hipótesis surgieron a lo largo del tiempo
sociales y otros centros urbanos. Es a partir de para explicar qué fue Tiwanaku y cómo se fue
entonces que se puede hablar de Tiwanaku como desarrollando desde una etapa formativa hasta
un Estado que gravitaba cada vez con más fuerza llegar a tener las características que definieron
sobre diferentes grupos, atrayéndolos e incluyén- su época de mayor esplendor, como un Estado
dolos en su órbita durante más de medio milenio, que marcó con su presencia a toda una región
antes de su disgregación a principios del siglo XII. durante una larga etapa de la historia. Usamos la
TIWANAKU 73
palabra Estado en su sentido más general, como redes de intercambio existentes habrían originado
la institucionalización de poder, con el desarrollo estrategias basadas en el control de la producción
de jerarquías políticas y económicas. en diferentes ecologías y en la movilidad interzo-
Algunas teorías plantean que el Estado se nal y que de esta manera Tiwanaku se habría con-
desarrolló a partir de unidades sociales centrales (a vertido en un “centro industrial” con productos
las que posiblemente hoy en el contexto centroSur que llegaban hasta el núcleo, produciendo bienes
andino llamaríamos ayllus) grupos de familias con que tenían demanda en diferentes regiones; su
relaciones de parentesco, descendientes de un mis- influencia política se habría expandido a través de
mo antepasado, con tierras de propiedad común. la economía por las extensas redes de intercam-
En un proceso de larga duración, grupos sociales bio comercial. De igual manera, es posible que
locales con estas características habrían ido cre- Tiwanaku haya sido también parte del llamado
ciendo y fortaleciéndose políticamente, a tiempo “modelo de movilidad giratoria”, formado por un
que su producción económica comenzaba a tener conjunto de rutas fijas de recorrido de caravanas
excedentes. Alrededor del siglo V a.C. surgieron las que unían lugares de asentamiento en diferentes
primeras aldeas y centros ceremoniales. Diferentes pisos ecológicos (Núñez y Dillehay, 1995).
unidades comenzaron posiblemente a conectarse Albarracín considera que el antiguo princi-
por medio de alianzas familiares e intercambios, pio de las sociedades de esta región, consistente
y se habrían ido formando unidades políticas ma- en jerarquías inclusivas locales (organización en
yores, dando también origen a centros urbanos y dos “parcialidades”, cada una dividida a su vez
ceremoniales más complejos (Kolata, 1993). en entidades menores; y en la otra dirección, la
En un momento de la historia, la antigua aldea inclusión de las unidades mayores en conexión
–y luego centro urbano– de Tiwanaku se habría con otros grupos de nivel similar) habría llevado
convertido en el núcleo de una organización en al desarrollo de diferentes niveles en las jerarquías
la que confluyeron otras sociedades de toda la políticas y económicas, y que el surgimiento del
zona, iniciándose así, la formación estatal. El na- Estado de Tiwanaku podría ser explicado por
cimiento de Tiwanaku como Estado se produjo la existencia de mecanismos integradores que
posiblemente cuando las sociedades de finales del incorporaron esas jerarquías inclusivas locales en
Formativo se estabilizaron económicamente y di- estructuras políticas mayores (Albarracín, 1996).
versificaron su producción. Con el surgimiento de Sin embargo, algunas teorías sobre la forma-
nuevas especializaciones, excedentes y riqueza, las ción del Estado cuestionan la posibilidad de que
comunidades locales se habrían articulado entre sí las organizaciones sociales modulares basadas en
para reforzar estos logros, generando nuevas divi- el parentesco y con jerarquías inclusivas hubieran
siones de trabajo y una mayor complejidad social. podido derivar en una formación estatal, pues con-
Las actividades económicas posiblemente también sideran que el sistema de parentesco, con su propia
generaron nuevas estructuras de poder, al reque- lógica de organización y prácticas de solidaridad,
rir de planificación, coordinación y ejecución de es totalmente contradictorio con el proceso que
nuevas tareas, organización que recayó en deter- implica el surgimiento de un Estado, ya que paren-
minados sectores de la población, estableciéndose tesco y Estado tendrían dos tendencias opuestas,
relaciones esencialmente diferentes a las basadas organizando sociedades radicalmente diferentes
en el parentesco que se habían desarrollado en debido a que el sistema de la reciprocidad (propio
las sociedades anteriores (Kolata, 1993). Otros de los sistemas de parentesco) sería incompatible
investigadores, como Mathews (1997), resaltan con las relaciones de dominación sustentadas en el
la importancia de una organización que habría monopolio de la fuerza (Campagno, 2003).
dirigido las actividades agrícolas en el proceso del Stanish plantea que el proceso clave para la
surgimiento del Estado de Tiwanaku, idea que ya transformación de Tiwanaku de una sociedad com-
había sido planteada con anterioridad por Ponce pleja del Formativo a Estado estuvo centrado en el
Sanginés (1981), quien considera que el aparato control de la fuerza de trabajo por parte de grupos
estatal no surge automáticamente por la mera que se convirtieron en élites a través de varios
diferencia de clases, sino por una voluntad, una de- mecanismos: la intensificación de los sistemas agrí-
cisión grupal de apoderarse del poder, de dominar colas (posiblemente por medio de los sukakollos o
sobre otros. D. Browman (1981) postula que las camellones), el crecimiento de las redes comerciales
74 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
PERU
BRASIL
Ü
CUZCO
PUCARA
C
Lago
O
O
Titicaca BOLIVIA
R
D
Isla del Sol
IL
C
L
O Isla de la Luna
ER
AREQUIPA O
R
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LA PAZ
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MOQUEGUA ! !
IL
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TIWANAKU
ERL
COCHABAMBA
OMO !
A
! PIÑAMI
OC
C ID
Lago
ARICA Uru Uru
EN
TAL
OCEANO PACIFICO Lago
Poopo
CHILE
PARAGUAY
CALAMA
Recuadro 6
SzymonAugustyniak.DatingtheTiwanakuState.Chungara,RevistadeAntropologíaChilena.Volumen36,No1,2004.Páginas19-35
(nuestra traducción).
76 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
acceso a productos como el maíz, la madera y los Posiblemente, el otro nombre que reci-
zapallos; de la zona subtropical procedía la coca; bió Tiwanaku, Taypikala, traducido como la
de la Amazonía el algodón, todo tipo de plantas piedra del centro (kala, la piedra fundamental,
medicinales y tintóreas, el ají, la miel silvestre y el cimiento, y taypi, el centro, el punto de en-
plantas alucinógenas, como la willka. cuentro y unión), expresa la característica antes
Sin embargo, todos estos fueron producidos mencionada. El orden de su arquitectura, la
por agricultores, pescadores o ganaderos, enton- ubicación de sus edificaciones con una clara
ces, ¿de qué manera tuvo Tiwanaku acceso a estos orientación hacia los puntos cardinales y la
productos? ¿Qué tipo de relaciones se establecie- propia estructura urbana obedecieron también
ron entre el núcleo del altiplano y las sociedades a estos principios.
locales que producían estos bienes? La imagen Un componente importante de las acti-
mecánica de un centro que coordina a sus colonias vidades que se realizaban allí eran las fiestas y
para el aprovisionamiento de productos diversos los festejos con comida y bebida que operaban
ha quedado ya descartada por la arqueología. como fuertes actividades de atracción y que
Tiwanaku fue el punto-imán a donde diferen- servían para reforzar las relaciones con otras
tes grupos sociales llevaban productos y bienes y sociedades integradas al Estado, como muestran
los intercambiaban con otros procedentes de dife- investigaciones realizadas en el centro ceremonial
rentes ecologías, funcionando como un centro de (Vranich, 2008).
irradiación de ideología y de atracción para diver- En el escenario de este complejo ceremonial
sos grupos sociales. Y posiblemente las imágenes se realizaban cíclicamente performances, “puestas
y la iconografía emitidas desde el centro por las en escena” –ritos, ceremonias y fiestas– que no so-
élites llegaron a distintos lugares de la costa, valles lamente ponían de manifiesto una representación
y otros sitios del altiplano; es decir, alcanzaron a grupal, sino que posibilitaban la propia estructura-
todos los centros contemporáneos difundiendo ción de la sociedad, como señala Bourdieu (1977),
una cosmovisión, estructuras de pensamiento, quien considera que una sociedad se ordena a sí
capacidad de significar y una ideología colectiva. misma de acuerdo a sus representaciones.
78 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura 33. Mapa del centro ceremonial de Tiwanaku con los principales monumentos (Adoptado de Google Earth).
Fuente: Jaimes Betancourt, 2012d.
Figura 34. Perspectiva desde elTemplete Semisubterráneo. Al fondo Kalasasaya y a la izquierda pirámide de Akapana.
Fuente: G. Adriázola.
La arquitectura de Tiwanaku
El Templete Semisubterráneo
El material con el que está construido es are- estela denominada Fraile. La pieza más conocida
nisca roja. En la época en la que fue edificado, el de todo Tiwanaku, la Puerta del Sol, está ubicada
Templete Semisubterráneo pudo haber estado ubi- al Noreste, aunque es posible que su ubicación
cado ahí para observar la Vía Láctea sobre el pico original hubiese sido otra, en el conjunto de
de Quimsachata (Isbell, 2008) y la salida y puesta Puma Punku.
de la luna . La construcción posterior de Akapana,
en el año 700, habría bloqueado esa perspectiva. La Puerta del Sol
En el interior del patio se encontraron varias
piezas de piedra tallada, entre las que sobresale La escultura lítica más conocida de Tiwanaku es
la estela conocida con el nombre del arqueólogo la Puerta del Sol, un enorme bloque de piedra
que la encontró en 1934, Wendell Bennett. La labrada que se dice estuvo cubierta por finas
estela Bennett o Pachamama es una pieza monu- láminas de metal, tal vez oro. Su emplazamiento
mental de 7.30 metros de altura. Esta estela lleva original fue posiblemente Puma Punku, desde
un kero (vaso ceremonial) en una mano, apoyado donde habría sido trasladada aquí, aunque no se
sabe en qué momento, ya que Puma Punku fue
en su pecho, y un cetro en la otra. En su torso y
construido con posteridad a Kalasasaya. Desde la
piernas tiene círculos, posiblemente bicolores,
época colonial, los frisos de esta estela han sido
que algunos investigadores han interpretado
objeto de innumerables intentos de interpreta-
como una representación calendárica. La estela
ción y casi todos coinciden en que se trata de un
tiene otras imágenes, llamas y plantas. Está hecha
calendario solar o solilunar. La Puerta del Sol de
de piedra andesita. Estilísticamente, corresponde
Tiwanaku muestra una imagen central del Dios
a una etapa posterior a la construcción de este de los Báculos, once cabezas radiadas y treinta
templo y posiblemente fue llevada allí en el mo- acompañantes de perfil. Isbell considera que las
mento de la remodelación de Tiwanaku. (Fig. 37) cabezas radiadas, incluyendo la imagen central,
representan los doce meses solares (Isbell, 2008),
Kalasasaya mientras que los 30 días estarían representados por
los acompañantes de perfil, que llevan máscaras y
Kalasasaya es un conjunto que ocupa casi dos hec- que se representan corriendo o arrodillados, como
táreas de superficie, con un muro de 130 metros de ya lo había señalado Posnansky, produciendo un
largo por 120 de ancho; cuenta con muros de sillar calendario solar de 360 días. El personaje central,
y grandes columnas de piedra. En otros centros el Dios de los Báculos, tiene la cabeza radiada a la
del Formativo, como Khonkho Wankane, existie- manera de rayos solares y lleva los atributos atmos-
ron también estas plataformas llamadas kalasasaya féricos del rayo y la lluvia. Está parado sobre una
(Janusek, 2006). Este templo está también orientado pirámide de tres niveles. Representaría una versión
hacia las direcciones cardinales y fue posiblemente temprana de la deidad andina que más tarde, en la
un observatorio astronómico, especialmente el época inca, se conocería como Viracocha, el Sol,
muro occidental, conocido como la “pared balco- la Luna y el Rayo/Trueno (Demarest y Menzel;
nera” que marca la posición de la puesta del sol en en Isbell, 2008).
solsticios y equinoccios. Isbell considera que proba- Una interpretación de la simbología de este
blemente la construcción de la pared balconera de monumento indica que, como parte del calendario,
Kalasasaya podría mostrar el momento de cambio esta figura central señalaría el inicio del año solar
desde un calendario basado en el movimiento de la en septiembre, con el equinoccio de primavera
luna a un calendario solar, o solilunar, representado en el hemisferio sur. Los once soles menores de
en la Puerta de Sol. la parte inferior del friso representarían los meses
Siete escalones llevan al interior de Kala- restantes del ciclo anual. Al llegar a los meses que
sasaya, construido sobre una plataforma. En el corresponden al solsticio de invierno (junio) y al de
centro del patio interior se encuentra la estela verano (diciembre), aparece en el friso el portador
llamada Ponce, orientada hacia el este y mirando de una trompeta o una phusaña, avivador de fuego.
hacia el Templete Semisubterráneo, que en la Este friso se repite en la parte central de la
parte posterior tiene la imagen del Dios de los estela Bennett (o Pachamama), en el monolito
Báculos; en la esquina Suroeste se encuentra la Ponce y en una fuente lítica redonda de basalto.
82 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura 38. a) Puerta del Sol fotografiada por la misión francesa en 1903, b) Puerta del Sol en Kalasasaya.
Fuentes: Plural - CAF- SOBOCE, 2011 y b) G. Adriázola.
del núcleo. Esto pudo haber sucedido en dife- nombres de lugares en aymara dominan la región
rentes niveles: a) en el interior de las unidades del altiplano, e incluso la de los valles, los estudios
más pequeñas que lo formaron, b) entre grupo lingüísticos, especialmente el de Alfredo Torero
y grupo y entre las élites y los grupos; c) entre (1965) y Cerrón Palomino , muestran que du-
élites estatales del núcleo y élites locales de rante el período Tiwanaku, la lengua dominante
diferentes sitios. La circulación de bienes y pro- fue la pukina. Por ejemplo, los toponímicos con
ductos en Tiwanaku expresaba esta compleja red el sufijo “waya”, “baya” o “guaya” son de origen
de relaciones sociales entre los grupos, creando pukina, lo mismo que “titi”, “coa” o “iqui” (Tore-
posiblemente una economía fuertemente es- ro, 1972). Posiblemente, la antigüedad del pukina
tructurada. antiguo es mayor que la del aymara antiguo. La
presencia de la lengua aymara sería posterior y
Etnias y lenguas su difusión se debería a diversos factores, entre
los que se destaca el hecho de haber sido un len-
Debido a la presencia de diferentes etnias, se guaje de intercambio, utilizado particularmente
consideró también la existencia de diferentes por pueblos llameros. Varios lingüistas, como
idiomas. Hoy se sabe que el pukina, hoy desapare- Torero y Cerrón Palomino y otros estudiosos
cido, fue el idioma de Tiwanaku y que se hablaba como Girault, apoyan la teoría de que el pukina,
en la costa, en todo el sector Noreste del lago o un derivado de éste, pudo ser el idioma que el
Titicaca y en los valles húmedos y subtropicales cronista mestizo Garcilaso de la Vega llamaba “la
a lo largo de la Cordillera Oriental. Si bien los lengua secreta de los incas”.
CAJAMARCA
CHICLAYO
a
ag
Rí
o Huall
o M
a
rañ
Rí
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TRUJILLO
Ucayali
BRASIL
CASMA
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TINGO MARIA
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QUEC HUA re d
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LIMA
Río A
OCEANO PACIFICO
CUZCO
AR U
BOLIVIA
La
go
Tit
ic ac
a
Tiwanaku, más allá del centro grupos. Las relaciones entre estos grupos habrían
sido fluidas y los pactos habrían estado sujetos a
La incorporación de diferentes sociedades bajo negociaciones. Unidades diferentes pudieron que-
un paraguas ideológico y ceremonial permitió dar aglutinadas por una ideología, rituales cíclicos
posiblemente también una amplia circulación de y festividades que tenían lugar o se representaban
bienes y el desarrollo de una economía diversifi- en el complejo ceremonial de Tiwanaku. Más
cada. Una variada producción artesanal de bienes adelante, estas prácticas podrían también haber
utilitarios y suntuarios llegaba a Tiwanaku posi- dado lugar a políticas económicas dirigidas por
blemente en momentos especiales del ciclo anual las élites que organizaban el culto y posiblemente
relacionados con celebraciones y otros productos también tenían control sobre los intercambios de
salían desde allí hacia otros puntos. Es posible productos desde y hacia el núcleo en el altiplano.
que cada una de estas actividades especializadas El influjo, la gravitación y la atracción que
hubiera sido realizadas por grupos diferenciados ejerció el complejo ceremonial de Tiwanaku, la
dentro de esta sociedad; y lo mismo pudo haber parafernalia ligada a este centro y las ceremonias
sucedido con otros rubros de producción espe- y festividades que allí se realizaban pudieron
cializada, como textiles o cerámica. haber atraído a numerosas sociedades que se
Los que hoy están considerados como asen- desarrollaban a corta y larga distancia, que fueron
tamientos tiwanakotas tuvieron diferencias entre acercándose cada vez más a Tiwanaku.
sí, tanto en tamaño como en funcionamiento, A diferencia de Wari, un Estado de tipo im-
mostrando la existencia de una jerarquización en perial que se desarrolló en la misma época en la
la estructura y relaciones diferenciadas con las zona de Ayacucho, Perú, y que tuvo característi-
élites del centro ceremonial. Probablemente, los cas muy similares (como veremos más adelante),
mecanismos de integración entre estos grupos y el Tiwanaku no basó su hegemonía en las armas,
Estado de Tiwanaku fueron diversos. Entre ellos ni se expandió por medio de conquistas bélicas,
podríamos citar algunos (Rivera, 2012) como: como parece mostrar la inexistencia de evidencias
(armas, proyectiles) en el territorio nuclear, en los
• el control territorial directo en las zonas sitios que controló o donde ejerció su influencia.
aledañas a la capital Este es el consenso actual entre los especialistas
• el control a través del establecimiento que estudian el tema, quienes resaltan la ausencia
de colonias en lugares distantes, como en de armas y de restos arqueológicos que muestren
Omo, hoy Perú elementos relacionados con acciones violentas
• el control indirecto establecido mediante contra posibles enemigos o grupos conquistados.
redes de intercambio de los propios grupos ¿Cómo logró Tiwanaku su sitio de su-
locales y premacía en la región centro-Sur andina y lo
• las relaciones y pactos de autoridades cen- mantuvo durante siglos? Los estudios más re-
trales con gobernadores locales, como en cientes hacen énfasis en que esto se logró por
San Pedro de Atacama, hoy Chile (Mujica, medio del consenso con otras sociedades. Sin
1996). embargo, algunos investigadores ponen en duda
la posibilidad del surgimiento de un Estado sin
Diferentes hipótesis desarrolladas durante el componentes de violencia o de coerción, tanto
último medio siglo muestran dos tendencias en en su formación como en su consolidación ¿Por
cuanto a la condición de Tiwanaku como Esta- qué individuos o grupos humanos cederían su
do. Una de ellas considera que Tiwanaku fue un autonomía para convertirse en parte (parte
Estado jerárquico, con un proyecto de expansión subordinada, además) de formas de gobierno
territorial basado en estrategias de control directo despóticas (Cohen, 1978) de grupos distantes o
o indirecto, a partir de pactos entre élites gober- ajenos? ¿Por medio de qué mecanismos podría
nantes, en una región amplia y con una economía un grupo llegar a subordinar a otro imponiendo
dirigida y regulada desde el centro. Otra tendencia su voluntad en diferentes ámbitos de la vida?
de las investigaciones muestra un modelo de orga- ¿Por qué razones o medios un grupo social
nización segmentaria que se desenvolvía bajo un determinado se convertiría en la élite estatal,
sistema ideológico y cultural común a todos los con el ejercicio de determinadas prácticas de las
TIWANAKU 87
El área nuclear
Hubo asentamientos de Tiwanaku también gran riqueza de ajuares funerarios, con vasos de
en la zona del valle hacia el sureste, en una parte oro, anillos, diademas, plumas, brazaletes, placas
de Tarija, de Chuquisaca y también de la que- y campanas, hachas de oro, cobre y estaño y co-
brada de Humahuaca (Argentina). Todos ellos llares de malaquita. El clima desértico permitió
posiblemente fueron proveedores de maíz. también la conservación de textiles (tapices,
túnicas y mantos, fajas y bolsas) con el clásico
La colonia de Omo en el valle de Moquegua sello del estilo Tiwanaku, los que eran llevados
en caravanas desde un mismo centro productivo,
Al Noroeste, en los valles del Sur del actual Perú, de acuerdo a los estudios de Oakland (1993).
cerca de Moquegua, existe un conjunto monumen-
tal ceremonial y administrativo con un templo de
adobe y con tres patios de diferentes niveles; allí Tiwanaku y Wari
se encontraron dos estelas de piedra. También
fueron hallados centenares de textiles y cerámica Posiblemente, Wari y Tiwanaku surgieron
con el estilo clásico tiwanakota. Se considera que simultáneamente como Estados, estuvieron
Omo fue una colonia controlada directamente relacionados e interactuaron. Tuvieron una
por Tiwanaku y que sus habitantes provenían del iconografía común y compartieron un sitio de
núcleo del altiplano, como se evidencia por ente- asentamientos en el valle de Moquegua, en la
rramientos encontrados en el sitio de Chen Chen. actual costa peruana.
Los dos asentamientos tiwanakotas en Mo- Wari estaba situada en el Norte y Tiwanaku
quegua, Omo y Chen Chen, fueron colonias en el sur; tuvieron sus propias áreas de expansión
administradas directamente desde la ciudad de e influencia. Posiblemente, la frontera entre los
Tiwanaku por su élite. Allí parece haberse man- dos Estados estuvo al Norte del lago Titicaca,
tenido la identidad del núcleo sin mezclarse con hasta la costa de Arequipa y Moquegua (Rowe,
tradiciones locales. Junto al asentamiento tiwa- 1956). El área de influencia de Tiwanaku estuvo
nakota en Omo, se encontraba una colonia vecina al sur, hasta el desierto de Atacama y las alturas de
del Estado de Wari, cuyo núcleo se encontraba en San Pedro de Atacama (hoy Chile), el Norte de
Ayacucho. Wari ocupó la parte superior del valle Argentina, hacia el este los valles de Cochabamba
superior de Moquegua y Tiwanaku estableció su y al Oeste en la costa, desde Arica hasta el sur.
colonia en el sector medio. Wari llegó por el Norte hasta Cajamarca, en la
costa a Moquegua, al valle de Lambayeque y al
La periferia sur, hasta la zona del Cusco, donde aparece una
de las ciudades Wari más importantes, Pikillajta,
Tiwanaku también tuvo presencia en los va- a 30 kilómetros. de la ciudad de Cusco, que siglos
lles y en la costa del Pacífico, como Azapa, en más tarde construirían los incas. Schreiber (2005)
Arica (hoy Chile). Posiblemente, estos centros afirma que Wari puede ser considerado un Impe-
estuvieron conectados por la élite gobernante rio, con administración directa sobre territorios
de Tiwanaku y los señores locales. En la zona conquistados y con construcciones para ejercer
alta del desierto de Atacama (hoy San Pedro de esas funciones.
Atacama, en Chile), se desarrolló otro centro que Sin duda, existió una relación entre los dos
probablemente tenía la modalidad de conexión Estados, como lo muestra la iconografía que
de élite a élite, consolidada por entrega de bienes, tienen en común. Al parecer, Tiwanaku tuvo un
trasladados por medio de caravanas de llamas, carácter más ceremonial, mientras que Wari co-
como señalan Berenguer (2007), Nuñez, Dillehay nocida también como Viñaque parece haber sido
y Browman (1981). No se encontraron allí res- más administrativo y residencial. Las dos ciudades
tos arquitectónicos, pero sí un gran volumen de fueron diferentes en cuanto a la construcción del
textiles y objetos de madera que se conservaron espacio, incluyendo los ámbitos construidos y el
gracias al clima del desierto. Desde allí y otros lu- tratamiento de los desechos sólidos y líquidos. Es
gares del área se llevaba al centro ceremonial del probable que formaran parte de un conjunto dual,
altiplano malaquita, cobre, minerales y turquesa. cada Estado con sus propias funciones y una mis-
En esas zonas, se han encontrado tumbas con una ma ideología, religión, cosmovisión e iconografía.
TIWANAKU 89
SIPAN
Ü
KOLKITIN PALACIO
LAMBAYEQUE
YAMOBAMBA
AREA DE
INFLUENCIA WARI
VIRACOCHAPAMPA
MOCHE
VIRU HONCOPAMPA
CAJAMARQUILLA
WARI WILLCA
PACHACAMAC
CONCHOPATA ! ! HUARI
AZANGARO JARGAMPATA
HUANCA MALENA
PIKILLACTA
SONDONDO HUARO
ICA
PACHECO
ARICA
OCEANO PACIFICO
Oasis del norte chileno
AREA DE INFLUENCIA
TIWANAKU
SAN PEDRO DE
ATACAMA
Tiwanaku se caracteriza por monumentos me- ofrendas de Conchopata, Wari. Ésta parece ser
galíticos de piedra trabajada, acompañada por una característica importante: una misma icono-
pequeñas habitaciones de adobe, mientras que grafía tallada o incisa en las esculturas líticas en
las edificaciones en Wari son de piedra rústica. Tiwanaku y pintada en objetos de Wari. Las da-
Tiwanaku tiene como centro el complejo ce- taciones corresponderían a 700 d.C (Isbell, 2008)
remonial, claramente distinguible del resto de y los temas, las formas y la expresión parecen
lo que fueron los conjuntos habitacionales. El haber aparecido y funcionado simultáneamente,
Dios de los Báculos de la Puerta del Sol aparece tanto en el altiplano del Titicaca como en la sierra
también pintado en las gigantescas vasijas de peruana. A diferencia de Tiwanaku, en Wari no
90 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
se construyeron pirámides. Los palacios, templos abstractos, dando una interpretación a varios de
y residencias domésticas fueron hechas de piedra éstos. Sin embargo, en esa época no se hicieron
irregular, con revestimiento de revoque blanco todavía estudios sistemáticos sobre los contextos
(Isbell, 2008). en los que fueron halladas las piezas.
Esta es posiblemente la imagen más em- gestando a lo largo del tiempo en las tradi-
blemática, la que se asocia inmediatamente ciones culturales de la zona del Titicaca en la
con Tiwanaku y que se repite en tallas de alto etapa del Formativo. Varios de los monolitos
relieve en textiles y en la cerámica. El perso- del complejo ceremonial corresponden a esta
naje lleva túnica, máscara y un báculo en cada fase, que coexistió con otras entidades políticas
mano. Aparece en lugares distantes del centro de la zona, como Pucara, Chiripa y otras. El
de Tiwanaku, como San Pedro de Atacama (Chi- monolito conocido como Barbado, por ejem-
le) y en Wari (Ayacucho, Perú), mostrando un plo, data de esa época, de la tradición cultural
culto generalizado. Está considerado como uno Yaya-Mama, al igual que el propio Templete
de los íconos más representativos de la cultura Semisubterráneo.
andina de todos los tiempos y posiblemente
sus antecedentes más antiguos se remontan a
Chavín de Huantar.
Figura45.DiosdelosBáculosenlaPuertadelSol,Tiwanaku.
Fuente: Plural - CAF -SOBOCE 2011.
La cerámica
Figura50.CerámicaTiwanaku.MuseodeMetalesPreciososdeLaPaz.
Fuente: Fondazione Metropolitan, 2000.
Cerámica de Pariti
Figura55.TextilTiwanaku
en Museo Nacional de
Arqueología.
Fuente: FotoT. Gisbert en
Gisbert,ArzeyCajías,2006.
96 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura56.TextilTiwanaku
encontradoenPulacayo
actualmenteenelMuseode
ArteIndígenaenSucre.
Fuente: ASUR, Sucre.
del lenguaje convencional. Para referirse a las menos numeroso, ubicado en un territorio dado
especificidades del mundo andino es preciso sin llegar a constituir un Estado. La expresión
plantearse el problema de la originalidad social “desarrollo regionales” tiene una mayor acepta-
del mismo así como sus similitudes con realida- ción entre los arqueólogos, pues hace énfasis en
des en otras partes del mundo. Señorío, queda procesos más ligados a la cultura material más
como un término relativamente más adecuado, que a la política y se aplica con mayor facilidad
que enfatiza en el poder de un señor, entendiendo al discurso arqueológico, además el término es
que el proceso andino tampoco es único en el tan amplio que podría aplicarse a otras épocas.
mundo y tiene puntos en común con el desarro- Finalmente Intermedio Tardío corresponde
llo histórico que tuvo lugar en otras partes del a una cronología arqueológica planteada en
planeta. Aquí tiene lugar un sistema de autori- horizontes culturales por Rowe en los años ’50
dades que gobernaron a un grupo social, más o pero sigue en vigencia.
Recuadro 7
Recuadro 8
Biografía
NacióenBoliviaenlaciudaddeLaPazel6demarzode1925;se NacióenArgentinaenConcordia,EntreRíos,17deenerode1917.
dedicó a la arqueología, a la historia y fue restaurador. SuestudioexplorólaposibilidaddecolonizacióndelasAméricas
Pioneroenlasinvestigacionesprincipalmentedelasruinasde por varios grupos étnicos antiguos.
Tiwanaku.SedesempeñócomojefedelInstitutoIndigenista ArribóaBoliviaen1940;asus26años,suprimerlugardedestino
Bolivianoen1952.FueposteriormenteDirectordeExcavaciones fuePotosí.Llegóbuscandolaexistenciadeunaescrituraideográfica
deTiawanaku(1957).Creóen1958el“Centrodeinvestigaciones andinaquehabíavistomencionadaentextosdeNordenskiold,
arqueológicasTiwanaku”enBolivia.FueDirectordelInstitutode TschudiyWiener.En1963creólaEscueladeAntropologíay
InvestigaciónArqueológicas(1958).En1964descubrióenTiwanaku Arqueología,laprimeraenBoliviaylaterceraenLatinoamérica
unadelasestelasmejorconservadasdeesaculturaalaqueluego con18estudiantes.Sinembargo,noselogróhomologarelnivel
seconociócomo“MonolitoPonce”.FundadordelInstitutoNacional delicenciaturadelanuevacarreraporproblemasdepersonalyde
de Arqueología (1975). financiamiento.
RestauróeltemplodeKalasasayaeiniciólasexcavacionesenelsitio Juntoasusestudiantesrealizómuchasvecestrabajodecampoobte-
delaPirámidedeAkapana.Consiguióladeclaratoriadelasruinas niendoabundantematerialarqueológico(tejidos,objetosdepiedra,
deIskanwayacomomonumentonacionaldeBolivia.En1975fundó cerámica)queincrementónotablementelacoleccióndelMuseode
el Instituto nacional de Arqueología de Bolivia. laUMSS.IbarraysusestudiantestrabajaronenMizque,Aiquile,
Entresusgalardonesseencuentran:ElPremioNacionaldeCultura Omereque,Tiwananku,IncarrakayeIncallajta.Fundótresmuseos
(1977),PergaminoalMéritodelaAlcaldíadeTiwanaku(1989), arqueológicos:eldelaCasadelaMonedadePotosí(1940),eldela
CondecoracióndelPumadeOro(1986),CondecoraciónMedallade UniversidadSanFranciscoXavier(1944),yelMuseoArqueológico
Oro(1978),HijoPredilectodeSamaipata(1974)yCondecoración delaUMSS(1951).LaUniversidadMayordeSanSimónleotorgó
PedroDomingoMurillo(1971).Finalmenteensulechodemuerte elDoctoradoHonorisCausayelEstadobolivianoelCóndordelos
recibió el Cóndor de los Andes. Andes.RetornóaBuenosAiresdondemurióel13dejuliode2000.
Murió en su ciudad natal el 18 de marzo de 2005.
Principales obras
Diversidad cultural y lenguas originarias Torero logró establecer además algo su
mamente importante: durante el apogeo de
Aunque no existe una relación mecánica entre Tiwanaku, la lengua preponderante en la
lengua y nación o grupo étnico, la diversidad y región del lago Titicaca era precisamente
distribución de las lenguas originarias da una la puquina. Esto no desecha que también se
interesante base para establecer la diversidad hablara aymara y uruquilla evidenciando una
cultural. Gracias a muchas investigaciones en- interesante diversidad lingüística en la región
tre las que sobresale la obra de Alfredo Torero del Titicaca y parece estar ausente en los actua-
(1972/1992) tenemos un panorama de la suce- les departamentos de Oruro y Potosí; es más
sión de lenguas y culturas en los Andes, lenguas en la región de Potosí en el siglo XVI aparece
que van superponiéndose en el tiempo pero solamente el aymara.
sin eliminar necesariamente a la precedente. Más moderno que los anteriores es el
Asimismo, aunque se conocen las principales aymara, uno de los tres dialectos (aymara,
lenguas también estamos conscientes de que jaqaru y cauqui) de la lengua aru. Sobre ella
hubo muchas otras que se perdieron en el se tiene la hipótesis que tuvieron su origen
tiempo. Las lenguas que sobrevivieron hasta en la costa central del Perú. El aymara fue
el periodo colonial son la uruquilla, puquina, abarcando cada vez más zonas del el altipla-
aymara y quechua en las tierras altas y valles. no boliviano siendo fuerte especialmente en
Sabemos que yampara y chuis en Chuquisaca sector occidental del lago Titicaca y hacia el
y Cochabamba tenían lenguas propias, que se Sur de la actual Bolivia. Su extensión hasta el
terminaron perdiendo, lo mismo que la lipe, ata- Cusco fue gracias al Imperio Wari ( Torero,
cameña y cunza en el altiplano seco del sur. En 1972). Y su difusión se debe en buena parte el
las Tierras Bajas el panorama es complejo con la tráfico de los caravaneros que circularon por
presencia de algunas familias lingüísticas como la región intercambiando no solamente bienes
la tacana, mataco, zamuco, pano, chapacura materiales sino culturales.
arawak y tupi - guaraní de la que se desprenden El ámbito espacial del aymara ha cam-
otras menores. Existen además otras lenguas biado en el tiempo, ganando algunas zonas
de familia lingüística aislada o que carecen de y perdiendo otras. Por ejemplo en una parte
familia lingüística conocida. de Cochabamba y Potosí se hablaba aymara
En las tierras altas y hasta donde se conoce, y su quechuización data del siglo XIX (Albo,
la lengua más antigua fue la uruquilla hablada 1980). En Chuquisaca se hablaba una lengua
por los urus aún hoy en día. Más tarde aparece particular, hoy perdida, pero hay toponimia
en el escenario andino la lengua puquina habla- puquina. De hecho, hubo muchas más lenguas
da en el altiplano y hacia los valles orientales y y dialectos hoy perdidos a favor del quechua
occidentales de la cordillera. Confirmando lo y el aymara.
afirmado se halla alguna toponimia en puquina El quechua ingresó a territorio boliviano
en Arequipa, Charazani, la actual ciudad de La inicialmente con los incas que lo promovieron
Paz y también en Chuquisaca. Gracias al cate- como parte de su política expansiva. Primero la
cismo en legua puquina del cura Francisco de hablaron las autoridades locales, los caciques y
Oré en el siglo XVII se estableció una relación su familia, pero desde el siglo XVI los españoles
entre las leguas puquina y kallawaya; Torero contribuyeron a su difusión gracias al trabajo
encuentra un 41.26% de raíces vinculadas en- minero, la constitución de haciendas y sobre
tre ambas lenguas; cuando compara el puquina todo a la evangelización. Es gracias a esta última
con otras lenguas originarias establece que el que se escribieron los vocabularios en aymara y
33.73% comparte raíces con el quechua y el quechua antiguos.
26.98% con el aymara y sólo el 3.96% con la En el altiplano Sur se encuentra una diversi-
lengua uru-chipaya. Fuera de estas lenguas de dad lingüística dependiendo del periodo. Hacia
gran difusión existieron un número de lenguas el siglo XVI en Lípez y Atacama se hablaban las
locales menos conocidas que terminaron per- lenguas lipe, cunza, atacama, uruquilla, aymara
diéndose. y quechua. Esta diversidad además está apoyada
108 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
por la alta movilidad de estas poblaciones de poner en perspectiva los procesos históricos e
llameros y urus. Entender que la lengua es un identitarios.
elemento cultural vivo es indispensable para
Recuadro 9
Las que tienen asterisco tienen hablantes tradicionales (aparte de emigrantes recientes) en ambos
lados de la frontera con alguno de los países colindantes. Limitándonos a su presencia en Bolivia, según el
censo de 2001, la lengua más hablada era el guaraní 58000 hablantes. Sólo otras siete (aquí subrayadas)
superaban los mil habitantes y las cuatro además en negrilla tenían entre 2000 y 9000. Pero, además, en
muchas partes de las Tierras Bajas las lenguas originarias actualmente más habladas son el quechua y, en
menor grado, el aymara por inmigrantes llegados de la región andina.
Una situación similar se observa en las los Llanos de Mojos registros etnohistóricos
Tierras Bajas, donde la distribución de las len- sugieren la existencia de grupos mayores, con
guas, datos históricos y arqueológicos sugieren fuerte integración política, como es el caso de
un proceso acelerado de desintegración social los mojo y los baure.
y división étnica. Este proceso parece haber Actualmente no tenemos suficiente informa-
estado acompañado por movimientos masivos ción acerca de cuál es la historia detrás de esta
de población entre regiones distantes. Alrededor distribución. Desde el punto de vista lingüístico
del Rio Beni y en las orillas de los ríos Matos se trata en su mayoría de grupos con lenguas
y Apere se asientan grupos pequeños y móviles relacionadas de raíz arawak lo que sugiere un
muy similares a los modernos pano, chapacura origen común. Sin embargo, más allá de los
y tacana. En contraste, en el área central de datos lingüísticos es interesante pensar cuál es
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 109
su relación con la desintegración de las grandes que los espacios alejados estaban poblados por
culturas agrícolas de los llanos y con la penetra- mitimaes o colonos. Los pueblos cuyo territorio
ción inca en la zona. se ubicaba al Oeste normalmente controlaban
Mucho mejor documentado está el masivo “nichos ecológicos” hacia la costa y los que se
movimiento de población en la región Sureste de ubicaban al Este, accedían más bien a los valles y
Bolivia. Desde el siglo XVI la región de Chiquitos tierras orientales hacia el interior del continente.
en el departamento de Santa Cruz está dominada Esto se aplica desde el lago Titicaca hasta los
por la incursión de grupos con lenguas de raíz Lípez.
tupi-guaraní, algunas de las cuales se movilizaron Los límites de los territorios estaban en
hacia los Llanos de Mojos en tiempos históricos, constante negociación y tensión por lo que
como es el caso de los sirionó. El chaco está una tarea de los incas fue establecer fronteras
poblado por grupos cazadores de la pampa de más claras evitando los conflictos que caracte-
la sub-familia Mataco, como por ejemplo los rizaron al periodo del Intermedio Tardío. Con
weenhayek y zamuco. la llamada “pax incaica” se permitió el acceso
a nuevos nichos ecológicos ampliándose el
Territorialidad andina sistema de mitimaes que cambió su carácter
y fue utilizado con fines rituales, políticos e
A diferencia de Mesoamérica donde hubo una incluso militares.
interrelación constante entre culturas del alti- Si el territorio incluía posesiones colectivas
plano con las cálidas y exhuberantes del Este, la en distintas ecologías de manera salpicada, existió
inmensidad del espacio en los Andes hace que de manera paralela una tendencia a ocupar el
esta frontera ecológico-cultural sea más marca- territorio nuclear del altiplano de manera dis-
da. En los Andes es más fluida la articulación de persa pero organizada en pequeños poblados o
tierras entre altiplano, valles, costa y en menor “estancias”. Entonces la gente tenía más de una
medida los llanos orientales. Las Tierras Bajas residencia que se ocupaba según los momentos
del Este del territorio boliviano, más que otras del año. Esto ocurría especialmente entre los
zonas desarrollaron procesos independientes pueblos pastores que debían llevar su ganado
que serán tratados por separado en el capítulo de una estancia a otra según la época del año.
correspondiente. Una intensa movilidad, entonces, caracterizó a
En el ámbito social y económico a lo largo los pueblos del altiplano. La movilidad de los
de los siglos se fue constituyendo un sistema de urus fue distinta, cambiando de lugar siguiendo
control del espacio que estaba vigente cuando siempre a los recursos lacustres.
llegaron los españoles, cuyas principales carac- El aporte de Therese Bouysse (1987) fue
terísticas son: la apropiación y explotación del fundamental para comprender que el eje acuáti-
territorio en forma vertical y su organización de co que cruza el altiplano de Norte a sur, fue un
manera salpicada, segmentada y jerárquica. centro organizador del espacio. Este eje o taypi
Dadas las características del espacio andino, formado por el río Azángaro, lago Titicaca, río
ya desde el Formativo optaron por una organi- Desaguadero, lago Poopó, río Lakajahuira y los
zación que incorpora tierras de diversas altitudes salares dividen el espacio en dos: al occidente el
en un solo sistema. En el Intermedio Tardío sector urcusuyu –seco, alto, masculino ¿aymara?-
las “cabeceras” de los Señoríos ubicadas en el y al oriente u masuyu– húmedo, bajo, femenino
altiplano controlaban tierras en valles, yungas y ¿puquina? Cada uno de los Señoríos del Colla-
hasta los llanos de manera discontinua o salpicada suyu se organizó a lo largo de este eje a pesar de
como han mostrado John Murra (1975) y Ramiro la ausencia de un Estado que promoviera este
Condarco (1971). orden. Todavía está en debate si esta división se
Las cabeceras o centros de poder tenían extendió hacia el Sureste.
la mayor concentración demográfica en tanto
110 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
CUSCO
CANCHIS
Ü
U
CANCHIS
CANA
M
COLLA A
AYAVIRI
CANA
La
go
S
HATUN COLLA Ti CARABUCO
U COLLA
tic
ac
a
R
U
CHUCUITO
C LUPACA PUCARANI
PACAJES
Y
U PACAJES
CAQUIAVIRI
O
S
COCHABAMBA
SORAS
PARIA
CHUY
U
O SACACA
LLA S
CO SORAS Lago
CA
Uru Uru
CHARCAS
AR
CH CORQUE
Y
Lago MACHA
CARANGAS Poopo YAMPARA
CARACARA YOTALA
O
QUILLACAS
SALAR
DE
QUILLACAS
SALAR TUNUPA
( UYUNI)
TALINA CHICHAS
LEYENDA LIPES
LIMITE SEÑORIOS
CABECERA DE SEÑORIO
LAGOS
70 35 0 70 140 210 280
SALARES
Kilómetros
SUR_AMERICA
Figura59.Mapa.DistribucióndelosSeñoríosenelterritorioandinosegúnlaorganizaciónUrco-Uma.LasnacionesdellagoTiticacasedividencadauno
en dos, en cambio al sur, solamente pertenecen ya sea a urco o a uma.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Arkush, 2009 y Platt et. al., 2006
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 111
Altiplano
Norte
Canchis x X
Collas x X
Titicaca
Circum
Pacaje x X
Lupaca x
CircumPoopó
Soras x X
Carangas x
Quillacas X
Cara Cara x
Charkas
Charcas X
Chichas x
Chuis X
Noentranenelordenamiento Yamparaes
Urco-Uma Lípes
Figura 60. Distribución de los Señoríos según sectores Urcu-Uma
Fuente: elaboración propia en base a Bouysse, 1987 y documentos de archivo.
Sacaca
Chayanta
Hanansaya Urinsaya
H ila Sulca
Hanansaya Pagre Urinsaya
o Pajil
Layme Chayantaca
Chullpa Sicoya
A. Collana A. Ayoma y A. Samca Ayllu Collana A. Jilawi Caracha
A. Sacasaca Taraoca A. Colque A. Sullkhata A. Pichu
A. Ilavi Panacachi A. Hacha
A. Chaiquina A. Cota Cota A. Hilaticani
A. Cati A. Cootacara A. Sulcaticani
A. Coparan
A. Sulcata
LUPACA (7 markas)
Hanansaya Urinsaya
Hanansaya Urinsaya
Una variante de esta organización son las La información etnohistórica que se basa
markas pues en ciertos casos, el Señorío podía en crónicas y documentos coloniales recoge
dividirse primero en markas y luego recién éstas la situación de estos Señoríos bajo el dominio
en urinsaya-hanansaya. La “marka” es un concepto inca, cuando se transformaron en provincias del
que implica la articulación de una cantidad variable Tawantinsuyu. Entonces en las interpretaciones
de asentamientos, “estancias” o “ranchos” dis- hay una constante tensión entre lo que habría
persos. Se dividían internamente en hanansaya y sido preinca y lo que habría sido producto de
urinsaya, utilizando a veces otras denominaciones reagrupaciones realizadas por los incas para su
locales, como alasaya y manqasaya, o samancha y mejor administración y gobierno. Una provincia
uravi, pero siendo el concepto el mismo. Esa fue la inca tenía territorio y autoridades bien estable-
situación por ejemplo de los lupaca y los carangas. cidas, requería que su población no fuera menor
La división en Urco/Uma y Hanan/Urin ha a 5000 unidades domésticas ni mayor a 20.000.
llevado a que se sostenga que la organización del Por ello por lo general no formaron unidades
espacio fue siempre dual. Sin embargo, en tiem- monoétnicas y en muchos casos como entre los
pos prehispánicos frecuentemente se encuentran lupaca, pacaje o carangas estaban conformados
tres segmentos. Por ejemplo, los huanca se di- por aymaras y urus y en otros, como los soras,
vidían en tres: Hanan Huanca, Hurin Huanca y estaban formados por soras, casayas y urus.
Hatun Jauja y los Charcas que estaban divididos
en Sacaca y Chayanta. Sacaca a su vez en tres: Cultura material
Hila, Pagre y Sulca.
Un elemento ordenador de este espacio es El periodo está marcado por la presencia de al-
también la jerarquía ya que siempre uno de los gunos restos materiales característicos: pucaras,
segmentos debe ser superior al otro. Urco más (construcciones defensivas de altura), chullpas
que Uma y Hanan más que Urin, pero uno no (torres funerarias) y unos tipos particulares de
puede existir sin el otro, por ello se habla de asi- cerámica y de textiles. Una ausencia importante
metría y complementariedad. Asimismo la marka, son las ciudades, pues se trata de un periodo y una
por definición es el lugar de mayor jerarquía de la región donde no se construyeron grandes urbes
cual dependían otras poblaciones menores junto optando más bien por el poblamiento disperso,
con sus autoridades. El mismo principio se ob- como ocurrió con muchas otras culturas pasto-
serva en los ayllus. Los ayllus “Collana” o “Hila” riles del mundo. Si comparamos con Mesoamé-
de donde provienen las autoridades principales se rica, en este punto se encuentran las principales
consideran de mayor jerarquía. Mientras ayllus, diferencias. Allí abundaban las grandes ciudades
como “Sulca”, son los “hermanos menores”. con sus respectivos monumentos y hay ausencia
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 113
de animales de carga que en los Andes fueron la notablemente el área cultivable y de pastoreo así
base de la movilidad que caracteriza a su cultura. como el potencial de pesca. Estas sequías provo-
caron también migraciones de pueblos del Sur
Pucaras que contribuyeron aun más a estas pugnas.
Las pucaras están presentes en los Andes del
Las pucaras eran construcciones defensivas ubica- Norte y del sur, aunque con matices según las
das en elevaciones que tenían acceso a pastizales, regiones. Al Norte y Noreste del lago, en región
agua y algunos sembradíos. Estudios arqueológi- colla, abundan estas construcciones formando
cos han establecido que durante el Intermedio Tar- agrupaciones de defensa (Arkush, 2009). Mu-
dío la población altiplánica abandonó los poblados chas de ellas –aunque no todas– eran verdaderas
de las planicies cercanas a los lagos para habitar comunidades con unas 500-600 viviendas. La
en las alturas. Este cambio de asentamientos junto mayoría de ellas fueron ocupadas entre 1300-1450
con la presencia de pucaras muestra un periodo de pudiendo haber sido construidas para defenderse
inestabilidad política y de conflictos entre grupos. del asedio inca. En cambio en la región pacaje de
Correspondería a lo que Guaman Poma llama el Caquiaviri la mayoría de los asentamientos post-
aucaruna o periodo de guerras. Varias crónicas y tiwanaku se fundaron en la planicie desprotegida
estudios posteriores dan testimonio histórico de la y no en las alturas como cabría suponer. El hecho
conflictividad de este periodo que puede atribuirse de que los asentamientos en la pampa siguieran
a la falta de tierras de cultivo y pastoreo, y por siendo la mayoría, hace pensar que las pucaras en
supuesto a la ausencia de un poder centralizador esa zona no fueron de ocupación permanente. En
(Uhle, 1892, 1920, 1935; Tschopic, 1946, Hyslop, esta región, por ejemplo, la pucara de Paucarpata se
1977; Rowe, 1982; Bouysse-Cassagne, 1987; Saig- habría construido en el siglo XIII, unos 200 años
nes, 1986; Albarracín-Jordan, 1996; Stanish 1997a ; después de la caída de Tiwanaku y fue ocupada
Nielsen, 2002). solamente por un par de generaciones ya que hacia
El elemento preponderante para la construc- 1350 había sido abandonada. Al parecer en esta
ción de pucaras, fueron las peleas por los recursos zona y en este momento aún no se construían las
que se vieron drásticamente disminuidos por el chullpas para enterrar a los difuntos, lo que indi-
cambio climático ocurrido alrededor del 1250 d. caría al Sur del Titicaca las pucaras precedieron al
C. -1310. La sequía fue tan radical que disminuyó sistema de chullpas (Pärssinen, 2009).
cimiento de casa
tumba
acantilado
muralla
área de cerámica
en la superficie
Figura63.ApuPucara,ejemplodeunsitiodefensivocolladetamañomedio.SegúnArkushteníanvistasexcelentesdeotraspucarascercanas.
Posiblementeusabanseñalescomofuegoyhumoparacomunicarse,esteejemploesdeunapucaracolladetamañomedio.
Fuente: Arkush, 2009.
114 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
En líneas generales, una pucara era una evidencia muestra un uso relacionado a ritos con
adaptación para habitar una altura, un cerro o los cerros y con la muerte. Eso debido a la aso-
serranía. Suele estar delimitada por profundas ciación de algunas de ellas con torres funerarias,
quebradas y es común que esté rodeada de uno como las observadas en la región del Río Lauca.
o varios muros perimetrales dificultando el ac-
ceso y haciendo de éste un sitio defensivo. En su Torres funerarias o chullpas
interior se encontraban viviendas generalmente
redondas –entre unas cuantas hasta centenares El otro sello del periodo (1000-1440) son las
de ellas– y a veces habitaciones rectangulares que chullpas, existiendo una relación estrecha entre el
podrían ser incorporaciones más tardías; asimis- área lingüística aymara y las chullpas. Albarracín
mo depósitos para alimentos y vituallas. También (1996) propuso que este tipo de sepulturas no
tenían callejones, recintos y sectores funerarios implicó un cambio brusco del entierro en cistas
en estos casos fueron comunidades completas, no característico de Tiwanaku, que se puede seguir
solo guarniciones para guerreros. En ocasiones una paulatina elevación de los enterramientos
contaban con terrazas y muros de contención a que sobresalieron primero apenas sobre la tierra
los bordes de las quebradas, patios y lugares de para finalmente terminar en las torres funerarias.
observación hacia el camino. Habiendo no una Esta hipótesis, sin embargo, no ha tenido total
sino varias pucaras –como se observa en la región aceptación puesto que no se trata de un problema
colla– hubo una vista excelente entre una pucara solamente constructivo sino del lugar que ocupan
y otra, pudiendo haber usado señales de humo los difuntos en la cultura.
(Stanish, 2003). Las torres funerarias representan un impor-
En la región del lago Poopó, hoy Oruro, se tante cambio de mentalidad pues implican que los
observa un patrón un tanto similar, por un lado, difuntos permanecen encima de la tierra en lugar
en tiempos paralelos a Tiwanaku el patrón de de ser enterrados en cistas. Se enfatiza entonces
ocupación estaba centrado en lugares altos donde en este periodo el culto a los ancestros, el cual
se registra población nucleada, por ende se re- parece complementarse con otro a los cerros,
gistran sitios grandes y de ocupación densa. Este montes y volcanes, los cuales eran considerados
patrón se mantuvo hasta antes de la incursión huacas importantes. Es conocido por ejemplo el
inca; pero debido a la característica productiva culto que se tenía a Tata Porco en Potosí (Platt et
de las poblaciones alrededor del Poopó también al., 2003). Esta devoción al cerro-mina encuentra
se advierte un patrón de movilidad, expresado en Lecoq también para el cerro de Potosí y una
sitios pequeños y de uso temporal. continuación a lo largo de la historia de este culto
Es importante aclarar que en Oruro los encuentra Riviere (1986) en Carangas.
sitios altos y nucleados no son siempre pucaras Aunque se sabe que no se abandonaron los
defensivas, sino más bien sitios de ocupación entierros bajo tierra, la sepultura en chullpas
permanente. Sin embargo, en un período más tar- se reservaba para las autoridades y personas
dío e incluso paralelo al inca se observan pucaras principales que colocadas en posición fetal y
defensivas y con evidencias de uso militar o de momificadas se envolvían en cestería para de-
conflicto. Se ha dicho mucho acerca de guerras positarlas en estas torres. Se les hacía ofrendas y
entre grupos locales por el territorio para explicar en ciertos momentos del año se sacaba al difunto
la construcción de las pucaras, a pesar de ello lo en procesión. En realidad el nombre “chullpa”
que se observa en esta parte del altiplano es la corresponde a la momia, pero por extensión se ha
construcción de fortalezas probablemente para la denominado así a su sepulcro. Implica evidente-
defensa de las poblaciones contra una injerencia mente un culto a los ancestros que se consideraba
mayor: ¿los incas? Ese tipo de estructuras fue- merecían estar en el espacio del aquí y ahora, es
ron documentadas en la frontera entre el actual decir en el Akapacha.
Oruro y Potosí. Un ejemplo es la fortaleza de La introducción de chullpas no ocurrió in-
Oroncota en el Pilcomayo (Alconini, 2002a) . mediatamente después del colapso de Tiwanaku,
Otro tipo de pucaras, como las existentes en la sino dos o tres siglos después y al parecer fue
región de Sajama, son de uso ritual. Presentan un fenómeno repentino en el altiplano a partir
las características típicas de construcción, pero la del siglo xiii, periodo que coincide con un ciclo
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 115
de sequías intensas. Esta tradición funeraria migraciones y aún invasiones y desde la lingüís-
implica importantes transformaciones respecto tica una presencia del puquina que luego no es
del periodo anterior en la visión del más allá y tan contundente.
del destino humano. Además del tipo de tumba Más adelante, los incas continuaron con el
otros elementos remarcan esta ruptura, por uso de torres funerarias incorporando algunas
ejemplo la ausencia de cerámica tiwanacota en modificaciones típicamente incas como por
las chullpas. En cierta medida este debate tam- ejemplo el uso de piedra labrada tipo almohadilla,
bién es una controversia entre disciplinas, pues puerta y nichos interiores de forma trapezoidal
la arqueología tiende a sostener una continuidad y un decorado exterior con diseños similares a
con Tiwanaku, mientras que desde otras disci- los textiles incas. Todo ello se puede observar en
plinas el corte se ve con mayor nitidez pues se las chullpas de la Cordillera Occidental y el río
encuentran datos en los cronistas que hablan de Lauca (Gisbert et. al., 1996).
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' CIUDADES MODERNAS
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" CHULLPAS
ZONAS COORDILLERANAS
RIOS
LAGOS
SALARES
SUR_AMERICA
Figura64.Elmapadelaschullpasenelaltiplanoandinoseñalaunaclararelaciónentreestaformadeenterramientoylastierrasaltas.Muchos
chullpares están actualmente totalmente derruidos.
Fuente: Kesseli, Rossi, Lihua y Bustamante, 1999.
116 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura65.Chullpadecolordelrio
Lauca(Oruro),ubicadadeespaldasa
laCordilleraOccidentalyorientadas
alasalidadelsol,conformandoun
santuario al aire libre.
Fuente: X. Medinacelli.
Figura66.ChullpadePumiri.( Oruro),
elaboradaconmaterialvolcánico
dandolugaraunestilolocal.Existen
decenasdeellasenunaexplanada.
Fuente: X. Medinacelli, 2010.
La pregunta de dónde surgió esta tradición donde se han recogido fechados radio carbónicos,
plantea al mismo tiempo otras interrogantes están las de Chusaqueri (Oruro) y de Kulli Kulli
como por ejemplo por qué alrededor del Cusco (Sica Sica). También Parssinen compara cronolo-
hay menos chullpas que en el altiplano boliviano gías y considera que el estilo de chullpas de piedra
y por qué los fechados de las torres adoratorias de tallada se llevó de la región del lago hacia el Norte
Toconce (Loa Superior, Chile) presentan las fechas y no a la inversa. Es el caso de las espectaculares
más tempranas (siglo X) (Pärssinen, 2009). Estas chullpas de piedra Pirapi (Pacajes) y de Sillustani
sugerencias de que el sistema chullpa pudo haber (Lupaca), ambas presentan un tallado considerado
venido del Sur se corrobora con fechados, todavía “cusqueño”; sin embargo la datación revela que
parciales. Entre las más antiguas, (s. XIII) hasta fueron construidas antes de la conquista de inca.
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 117
Figura67.Restosdechullpade
piedradefiliacióninca.Antin
Curahuara (Oruro).
Fuente: P. Lima, 2012.
Figura68.a)yb)Chullpasde
KulliKulli,destacaunamásalta
ysolitarialideraelconjunto.
Fuente:X.Medinacelli,2009.
118 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Cerámica y textiles
(Döllerer y Sanzetenea, 2011). Esta tradición se Wiracocha mandó que cada pueblo tuviera el
vincula con otra denominada Mojocoya tardío traje que debía llevar.
que corresponde también a los valles de Chu-
quisaca, Sureste de Cochabamba hasta Santa
Cruz, cuyos cuencos y trípodes la relacionarían
con la Amazonía y con el Chaco. Estas tradicio-
nes coexisten con el fenómeno Tiwanaku por
un tiempo (Tapia, 2009). Para el periodo del
Intermedio Tardío, por tanto en los valles del
sur, parece confluyeron influencias de las tierras
altas desde el altiplano orureño, desde La Paz
por la ruta del río Cotacajes, de Chuquisaca, la
Amazonía y Chaco. Esta coincidencia se observa
en la cerámica local de gran producción apoyada
en una especial calidad de la arcilla local. Así
se hallan en Santa Lucía, cerca de la ciudad de
Cochabamba, enormes vasijas para enterramien-
tos secundarios y restos de talleres de cerámica,
también cuencos con los característicos “ojos
grano de café” propios de la Amazonía.
A su vez, en la región del Chaco los fuertes Figura72.ChuspacarangasregistradaenelsitioHuancaranienlas
regionales construidos después del ocaso de inmediaciones del pueblo de Sabaya.
Tiwanaku sugieren una antigua amenaza de Fuente:ProyectoRestauraciónIntegraldelComplejoMartínCapurata(A.B.C.,
los pueblos tupi-guaraní sobre los valles conti- 2012). Foto D. Ulloa.
guos (Saignes y Combés, 1995), siendo incluso
posible suponer que esta presión pudo haber Son pocos los tejidos que se pueden datar espe-
modificado las identidades previas, pues algu- cíficamente del periodo de los Señoríos. Algunos de
ellos se encontraron en tumbas correspondientes a
nos de ellos comparten características comunes
un área muy seca del Sur andino que permitió que
y estereotipos de las Tierras Bajas (Barragán,
se preservaran por mucho tiempo. En el vocabula-
1994). Sobre este punto, es notable la presencia
rio de Bertonio (1612) se registra una importante
de iconografías como espirales, comunes tanto
cantidad de términos en lengua aymara que hacen
a la cerámica asociada a Tierras Bajas, como a
referencia a una sofisticada producción textil pues se
la cerámica de los valles fronterizos de Tarija y
mencionan técnicas de hilado, teñido y de diseños
zonas adyacentes (estilo Yavi-Chicha) (Krapo-
que permiten constatar la importancia que tuvo la
vickas, 1965, 1983; Angelo, 2003). Este rasgo textileria entre los pueblos de lengua aymara.
común a ambos estilos cerámicos apunta a algún Una de las prendas relacionadas con el textil
tipo de relacionamiento entre pobladores del que diferenciaba una nación de otra, son los toca-
pie de monte con grupos vallunos, o incluso dos. Son también elementos diferenciadores los
con grupos de tierras altas. Lamentablemente diseños, técnicas y colores. Su permanencia más
no disponemos de fechados más definitivos adelante como señal de identidad local durante
(Rodríguez este volumen). el dominio de los incas, nos da claras pautas de
Probablemente debido a que la textilería su exquisitez (Gisbert, Arze y Cajías, 1997).
no estaba únicamente en manos de especialistas
sino también de las tejedoras de cada unidad do- Otros restos materiales
méstica, los textiles del periodo de los Señoríos
conservan la calidad que caracteriza a este arte Aunque quedan pocos restos materiales, el voca-
en los Andes. Se trata de un lenguaje panandino bulario aymara de Bertonio presenta referencias
comprendido por los pueblos como expresión acerca de diversas técnicas constructivas que
de identidad cuya antigüedad se pierde en el se reflejan en el lenguaje. Bertonio registra la
tiempo tanto así que según el mito de creación, construcciónde sepulturas, puentes, escaleras,
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 121
muros, viviendas, distintos tipos de adobes, te- y combinando por lo general el trabajo minero
chados de las casas, elaboración de cimientos, la con el agrícola y ganadero. También podemos
bóveda (putu), mojones y empedrados. conocer referencias a ciertas técnicas mineras
Por otra parte, llama la atención que siendo que provienen del Sur más extremo, como por
el territorio del surandino típicamente minero ejemplo las huayrachinas en las que se efectuaban
la metalurgia hubiera dejado pocos objetos en los procesos de tostación, oxidación, reducción y
este periodo. Por ejemplo los análisis de isótopo fusión. Este sistema de hornillos de barro utilizaba
de plomo de los artefactos de bronce excavados al viento como elemento energético para avivar
en Tiwanaku y San Pedro de Atacama indican el fuego. Este trabajo implicó también una forma
que los minerales de origen para la mayoría de de organización social que tiene que ver con los
estos artefactos estuvieron ubicados y fueron requerimientos de los mineros (una logística e
explotados en la puna y la sierra alta de Bolivia infraestructura detrás del trabajo minero) y por
(Lechtman y Macfarlane, 2005). El Sur andino supuesto el conocimiento de la comunidad mi-
es también el espacio de la minería: plata, oro, nera. Finalmente junto a la metalurgia van las
estaño y cobre se encontraban en esta región y categorías culturales y cosmovisión respecto de
aunque sus habitantes eran hábiles mineros, no minas y minerales: por ejemplo la producción de
vieron la necesidad de utilizar objetos de metal ni objetos de metal va íntimamente unido al sistema
para el transporte ni para la guerra (Lechtman); de enterramientos.
probablemente por ello se conocen solamente Puesto que el Norte de Chile, el Noroeste de
algunos objetos de metal para este periodo como Argentina y el Sur de Bolivia fueron áreas priori-
pudieron ser los lauraques, quizás también topos y tarias para estas actividades, en muchas regiones
hachas cuyo centro de interés estaba en el aspecto la expansión y presencia inca estuvieron vincula-
simbólico, por ello seguramente estuvieron como das a la explotación minera. Pero para periodos
ofrendas en los enterramientos que por lo general anteriores según algunos autores las actividades
fueron saqueados. mineras son difíciles de identificar en el registro
Respecto al bronce estañífero, Lechtman arqueológico (Van Buren y Mills, 2005).
(1984) sostiene que durante el Intermedio Tardío
las poblaciones que habitaron el altiplano boli-
viano explotaron los ricos depósitos ubicados en Valles del Norte: mollos y quirhuas
la orilla oriental del lago Titicaca siendo uno de
los depósitos de casiterita más ricos del mundo. La mayoría de los Señoríos cuyas “cabeceras”
Ellos abastecieron el estaño necesario para la se hallaban en el altiplano tenían sus territorios
producción de bronce estañífero desde Tiwanaku hasta los valles; algunos de manera continua y la
hasta los incas. mayoría de ellos discontinua. Se ha cuestionado
Comparativamente, en el Intermedio Tardío esta mirada “altiplanocéntrica” reclamando que
destaca de manera descollante la orfebrería de la habría que ver estos procesos desde el desarrollo
costa Norte en el actual Perú; no sólo en trabajos cultural de los valles. La realidad es que algunos
de oro, plata, cobre y tumbaga, sino también el de ellos tuvieron su centro político en los valles,
bronce estañífero y arsenical el cual se llegó a tal es el caso de los yamparaes y de los chichas
producir en escala industrial. Representativas en Chuquisaca y Potosí-Tarija respectivamen-
de este periodo son la metalurgia y orfebrería te. Otros pueblos de valle como chuis y cotas
Chimú. Este resultado venía de una tradición (Cochabamba) tenían una organización menos
anterior representada por la cultura Moche con estructurada y no se conoce una cabecera visible.
técnicas de granulado, cera perdida, filigrana e También algunas parcialidades de los soras eran
incrustaciones de piedras preciosas. netamente vallunas como los soras de Capinota
Durante los últimos 2,000 años, la producción y de Sipe Sipe. Todos ello, sin embargo, inte-
de metales ha sido una actividad económica clave ractuaban constantemente con las tierra altas,
en los Andes del Sur cuya tecnología está siendo tanto política, social como económicamente.
estudiada desde distintas perspectivas (Cruz y Precisamente el sistema de control vertical, tan
Vacher eds., 2008). Acerca de la tecnología indí- característico del mundo andino, es la relación
gena se conoce que se trabajaba a cielo abierto indisoluble de puna y valle. Lo propio ocurría con
122 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
los mollo que, aunque el grueso de la población alturas superiores a los 5.000 msm hasta regiones
se ubicaba en una ecología de valle seco, contro- localizadas a menos de 1.500 msm. Una impor-
laban también pisos de más altura. tante cantidad de quebradas y valles que surgen
De los desarrollos en los valles destacan en en la Cordillera Oriental configuran numerosos
primer lugar la cultura mollo temporalmente ecosistemas. Esta diversidad ecológica permitió
más tempranos que los “Señoríos” y luego los desde tiempos formativos desarrollar una econo-
quirhuas sobre los cuales todavía está planteado mía complementaria e incluso excedentaria, así
un debate. como la generación de circuitos de intercambio
tanto con la región circuntiticaca como con las
Cultura mollo (1200-1480 d. C.) tribus del piedemonte y llanos genéricamente de-
nominadas chunchos (Saignes, 1985). Al parecer
A la desintegración de Tiwanaku le sigue una se ha descartado ya la idea de una amplia difusión
serie de Desarrollos Regionales que por un de esta cultura a lo largo de la Cordillera Oriental
periodo de entre dos y tres siglos (1100/1200 y más bien se acepta que se circunscribe a los valles
-1400 d. C.) ocupó el territorio andino presen- orientales del Norte. Se pensaba que pudo haber
tando características distintas a las tiwanakotas. una relación con la zona de la sierra de Arequipa
Sin embargo uno de ellos destaca por no pre- donde se desarrolló el estilo cerámico churajón,
sentar una ruptura total, se trata de la cultura con ciertas similitudes con el mollo (Faldín, 1985;
mollo que se distingue por algunos elementos: Bustos Santelices, 1978).
cronológicamente es anterior a los llamados
Señoríos, geográficamente se ubica en los va-
lles mesotermos del Norte del departamento
de La Paz, se caracteriza por la construcción
de ciudadelas de piedras y sobre todo presenta
ciertas continuidades con Tiwanaku, incluso
como un puente entre Tiwanaku y los incas.
Meyers, por ejemplo, sostiene que la tumba del
chamán tiwanakota de Niño Khorin (Wassen,
1972), en pleno territorio kallawaya sugiere que
los mollo, eran los mediadores entre Tiwanaku
y los incas (Meyers, 2002). La posición inter-
media de Mollo entre el altiplano y las llanuras
orientales, hace de esta tradición cultural una
síntesis de conocimientos andino - amazónicos,
característica que se refleja en la cerámica que
comparte elementos del altiplano y de la selva.
El nombre de “Mollo” fue dado por Carlos
Ponce Sanjinés quien desde el año 1957 trabajó
en el sitio principal de Iskanwaya ubicado en
la hacienda Mollo en la provincia Muñecas
del departamento de La Paz. Antes que Ponce,
Nordensnkiöld (1953) había ubicado sitios en
Pelechuco y Keara y todavía Ibarra Grasso dice
haber conocido su cerámica en 1943 gracias a una
colección del Convento San Juan de Dios de La
Paz (Michel, 2006).
La región histórica donde se desarrolló la
cultura Mollo corresponde básicamente a las pro-
vincias Larecaja, Muñecas, Camacho, Saavedra y Figura73.TabletadeNiñoKhorindeusoeraritual.Llevadiseñosdeori-
Franz Tamayo del departamento de La Paz. Pre- gen tiwanakota.
senta una compleja topografía vertical que incluye Fuente: Goteborgs Etnografiska Museum, Sweden.
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 123
MAPA DE UBICACION
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ISKANWAYA
LEYENDA
RIOS PRINCIPALES
RIOS SECUNDARIOS 6 3 0 6 12 18 24
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! LOCALIDADES Kilómetros
Figura 74. Área de desarrollo de la cultura mollo en una región de valles secos.
Fuente: Capriles Flores y Revilla Herrero, 2006.
Mollo cobró importancia cuando Tiwanaku construcción de terrazas parece tuvo lugar en este
estaba en crisis, incluso se considera la posibilidad periodo, pero se incrementó notablemente pos-
de que gente de Tiwanaku hubiera migrado a esta teriormente con la presencia inca. Esta vocación
región ante la crisis de orden climático. Como agrícola y de intercambio y articulación entre
su ocaso fue anterior a la presencia europea la el altiplano y las llanuras de Beni, viene por lo
información es básicamente arqueológica resul- menos desde Tiwanaku periodo que en la región
tado de investigaciones realizadas en más de 25 presenta construcciones circulares, subterráneas
sitios de ocupación. o semi subterráneas para almacenamiento como
Estudios de algunos sitios en la región ka- las de Kallan Kallan. Este sitio fue paulatinamente
llawaya revelan que un alto porcentaje de la po- abandonado y sus estructuras refuncionalizadas de
blación que poblaba el lugar era de origen yunga modo que a fines de Tiwanaku su función principal
por lo que se ha denominado como una cultura fue funeraria y de culto, situación que continuaría
yunga - kallawaya (Saignes, 1985). Tomando en en el siguiente periodo, dando cuenta que estaba
cuenta las similitudes lingüísticas y culturales en curso un cambio ideológico y político. Final-
con grupos orientales se considera que estos mente Kallan Kallan fue totalmente abandonado
grupos descendieron de migraciones antiguas (Chávez, 2011).
de la vertiente oriental. Asimismo estos grupos Durante Tiwanaku el papel central parece
controlaron complejas redes de intercambio descansar en forma de colonias o de circuitos de
que cruzaban a lo largo del altiplano y la región intercambio. Sirvió para facilitar la adquisición
amazónica (Alconini y Kim, 2010). de material exótico tropical tan importante para
En el periodo que nos ocupa –el Intermedio Tiwanaku que también beneficiaba a poblacio-
Tardío– algunos autores hablan del “Señorío Ca- nes locales Más tarde, en el Intermedio Tardío
labaya” con dos mitades: Hatun Calabaya y Lurin se observa un incremento del número de sitios
Calabaya; sin embargo esta organización parece relacionados con actividades pastoriles y de
estar integrada a los collas del Titicaca. Un sistema altura y el énfasis de la economía pastoril. Se
importante de agricultura que se evidencia en la incrementaron los asentamientos en las zonas
124 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
altas y la cima de los cerros con sitios como: una posible expansión cultural o su relación con
Jaramillo, Chuñuna y Collacbajpacha en el valle otras regiones. Ha sido diferenciada por Arellano
de Charazani, Toqonta en el valle de Amarete y en 1985 en distintos tipos: Mollo pintado e Iskanwaya
Charazani Pata-Karilaya y Pukarani en el valle pintado con decoración plástica. Mollo pulido e Iskan-
de Curva. Estos sitios presentan conjuntos de waya pulido con decoración plástica, ennegrecida.
estructuras habitacionales y de almacenamiento Las formas comunes de esta cerámica son tazones
con estructuras construidas con pizarra tosca y dobles unidos con un puente, formas que adoptan
mortero de barro (Alconini, 2009). pitón con puente. Son también de importancia las
Las terrazas de cultivo presentes en la zona se tabletas trabajadas en piedra y metalistería.
incrementaron en el periodo inca pero no constru-
yeron grandes centros imperiales o de producción a
artesanal masiva. A juzgar por la arquitectura estos
centros no tuvieron actividades militares típicas
de otros sitios de frontera, más bien se acentua-
ron las funciones de tipo ritual provenientes del
periodo anterior con culto a los achachilas (cerros)
(Chávez, 2011).
Al arribo de los incas los kallawaya recibieron
un trato privilegiado debido a su rol de interme-
diarios. Arellano (1985) señala que la tradición inca
se habría superpuesto a la mollo, adaptando su
arquitectura habitacional y doméstica. Rasgo co-
mún en ambas, son las puertas hornacinas de forma
trapezoidal, que no se encuentran en Tiwanaku. El
trabajo arqueológico muestra el carácter violento
con que irrumpieron los incas en el valle, tal el caso
del incendio de Iskanwaya y las talas e incendios de
complejos agrícolas como Kunuraya y Pallayunga.
Aunque está demostrado que el incario se asentó
sobre veinticinco sitios pertenecientes a la cultura
mollo, quedan en duda y abiertas a la investigación
las causas que determinaron el final de esta cultura.
Características culturales
Iskanwaya
A diferencia de las ciudades tiwanakotas para suministro de agua potable como para la
o incaicas, Iskanwaya no presenta espacios evacuación de aguas servidas.
monumentales de uso militar o religioso. Los
edificios son en su mayoría viviendas unifami- Sistema económico
liares compuestos por un vestíbulo con algunas
habitaciones. Están construidas de piedra pizarra Siguiendo el patrón de otras culturas andinas,
y revocadas con barro pintado de ocre rojo. Estos Mollo tuvo su base económica en la agricultura
edificios están conectados mediante callejuelas complementada por cacería y crianza de animales
que siguen la topografía irregular del terreno. domésticos; su principal fuente de sustento fue
El manejo hidráulico se expresa en la red de el maíz, corroborado esto por los frecuentes ha-
canales en forma de “V”, construidos en piedra llazgos de granos y mazorcas entre los restos ar-
pizarra unida con mortero de barro de 15 cms. queológicos. Los andenes agrícolas más amplios,
de profundidad; estos canales se usaron tanto con gran contenido de humus y ubicados en las
cabeceras de valle, estaban destinados a la planta-
ción del maíz, mientras que los más estrechos con
contenido mínimo de humus, ubicados en zonas
más bajas, estaban destinados a la producción de
coca, cuyo uso frecuente está demostrado en las
figuras antropomorfa realizadas en cerámica.
Se tienen evidencias de que la comunidad
contaba con mamíferos como la llama y el
cobayo, además de animales silvestres que hoy
subsisten en la región, los que estaban incluidos
en su dieta y en sus ritos funerarios. Los hallazgos
de cerámica en las ruinas de Iskanwaya muestran
Figura76.CiudadeladeIskanwayaenlaladeradelosprofundosvalles un grado importante de especialización en la
secos del Norte de La Paz. población, indicador de un desarrollo económico
Fuente: Gisbert, Arze y Cajías, 1987. avanzado.
continua con grupos de lengua aymara. Ha sido principalmente. Eran excelentes navegantes, ex-
denominada por los lingüistas “uruquilla” y por pertos en elaborar balsas de totora, puentes flo-
los propios urus “puquina”. Sin embargo, los tantes e islas artificiales. De ese material también
vocabularios de lengua puquina del periodo co- hacían sombreros, ropa, cestas, redes, esteras y sus
lonial muestran que uruquilla y puquina son dos viviendas y alguna vestimenta. Cuando los incas
lenguas diferentes (Torero, 1972/1992). conquistaron la región del lago Titicaca, sacaron
No solamente su lengua era distinta también a los urus de su hábitat y los organizaron en ayllus
su economía y cultura se basaban en productos que, aunque mantenían sus propias autoridades,
lacustres: patos, parihuanas, peces, algas y totora, dependían de otra sea ésta inca o aymara.
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LOCALIDADES #
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URUS DE LA COSTA #
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COBIJA
AREAS COORDILLERANAS
RIOS
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LAGOS
Kilómetros
SALARES
SUR_AMERICA
Figura 78. Mapa de distribución de los urus en los Andes del Sur en el siglo XVI.
Fuente: Wachtel, 1978.
130 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Bajo el denominativo uru se reúne una va- únicamente al uso de los camélidos, a la caza y
riedad de grupos con nombre propio como los otras actividades relacionadas con el ganado sil-
Iruito de Jesús de Machaca, los Uchusumas del vestre pero no al pastoreo. Sobre los choquelas
Desaguadero, los Chillaguas dispersos desde el hay poca información, pero la que hay permite
Sur de Oruro hasta Aria y Azapa; los Villi-Villi de caracterizarlos como una población marginal,
Oruro, Uruquilla del Sur del Lago Poopó y los que en su peculiaridad participaba del mundo
más conocidos Chipayas de Carangas (Oruro). pastoril. Esta situación hace que los choquelas
Nathan Wachtel (2001), experto en la his- sean considerados con poderes sobrenaturales
toria de los urus, explica que a pesar de que en y guardianes de las huacas (deidades andinas). El
el periodo colonial fueron considerados como nombre “choquela” podría derivarse de “choque
una sociedad inferior, no todos los urus tenían el illa”, elemento mágico de oro. Una de las traduc-
mismo status. Algunos, como los de Yunguyo y ciones de chuquila según el cronista Cobo podría
Zepita (del Señorío Lupaca) tenían una categoría ser “resplandor de oro”, haciendo referencia al rayo,
superior; otros datos informan que las principales por lo que es muy probable fueran adoradores de
autoridades Sabaya (Carangas) eran de origen uru Illapa. Otro grupo de cazadores se encontraban
por su parte los ochosumas del Desaguadero eran en la Patagonia donde hubo grupos de cazadores
los más pobres y se alimentaban de peces y raíces nómadas que se vestían con la piel de los guana-
de totora. Huellas de esta milenaria población cos y con esta piel cubrían sus chozas.
se pueden encontrar en las deidades lacustres
que probablemente fueron originariamente uru. Canas y canchis: la complementariedad
Nos referimos a algunas deidades femeninas, por
una parte Quesintuu y Umantuu dos hermanas y Los documentos identifican a los habitantes del
mujeres-peces con quienes “pecó” Tunupa (dei- margen Sur del valle del río Vilcanota como canas
dad de la región del Titicaca e hijo del Rayo) y canchis. Se ubican al Norte del lago Titicaca, en
(Bertonio, [1612] 1984). Por otra parte, el “ídolo el Perú actual. Información importante se tiene
de Copacabana” y divinidad central del lago Ti- porque el cronista indígena Santa Cruz Pacha-
ticaca también parece ser una deidad femenina cuti Yamqui (Siglo XVII) fue originario del lugar
de origen uru. El cronista Ramos Gavilán la siendo su obra una muestra de la élite local. Am-
describe como una piedra azul vistosa con un bos Señoríos formaron una suerte de federación;
rostro humano y el cuerpo como pez, y añade: compartían no solamente la lengua aymara, según
“a éste adoraban por dios de su laguna”. Teresa explica Bertonio y se corrobora por la toponimia,
Gisbert (2004) propone que esta deidad, habría sino también la vestimenta, prácticas funerarias así
sido sustituida por la Virgen de Copacabana. como estrategias económicas y por supuesto au-
toidentificación. El cronista Cieza de León (1553)
Choquelas o lari lari: sociedades de los márgenes indica que tanto hombres como mujeres llevaban
en la cabeza unos bonetes de lana grandes muy
Desde el periodo formativo los cazadores (cho- redondos y altos. Un elemento común es también
quelas) muestran una historia larga de adapta- su cultura guerrera. Canas y canchis actuaron en
ción a las tierras más altas y áridas del altiplano, conjunto luchando contra los quirhuas ubicados
dedicados a la caza de vicuñas, guanacos y tarucas. en la frontera tropical de los Andes.
De ellos dice el cronista Matienzo ([1567] 1967) Tanto canchis como canas se ubicaban a am-
que en el siglo XVI “hay pocos, y los que hay bos lados del lago ocupando los sectores urcusuyu
no entienden sino en matar ganado bravo y en y umasuyu. Precisamente a partir de los datos
idolatrar”. Mientras, Bertonio sostiene que no de esta organización brindados por Pachacuti es
tenían una organización estable ni caciques. Con que Bouysse (1987) desarrolló la propuesta que
los incas habrían sido incorporados al Estado muestra a los Señoríos del lago Titicaca organi-
formando ayllus como se lee en un padrón de zados en estos dos suyus.
los lupacas donde se registró un ayllu Chuquila Como la mayoría de los Señoríos, con-
de cazadores. trolaban también tierras en los valles. Se sabe
Posiblemente los larilari (Bertonio) o choque- que pequeños grupos de mitimaes canas fue-
las formaron unidades monoétnicas, dedicadas ron trasladadosa diversas regiones de la actual
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 131
Bolivia, como los valles de Ambaná o sitios ri- de lengua puquina los que tuvieron un status
tuales como Copacabana. Lo mismo ocurrió con inferior. Como se trata de un pueblo de lengua
los canchis de quienes se sabe los ubicaron como aymara y economía pastoril que necesitaba
mitimaes en Copacabana y también en Italaque. moverse por el territorio para sobrevivir, es-
La relación entre estos Señoríos con los del tructuraron su territorio bajo una organización
lago Titicaca ha debido ser muy estrecha ya que segmentaria dividida en markas.
compartieron muchos elementos culturales. Un Desde la arqueología se duda de este origen
ejemplo es el trayecto mítico que siguió Tunupa pues no existen evidencias materiales sobre esta
–dios lacustre– que en su recorrido toca algunos migración y en Copiapó no existen restos de
sitios canas, como Cacha (hoy Rajchi ubicado lengua aymara ni otros indicios, sin embargo los
cerca del volcán Quimsachata) donde dice el datos del cronista Cieza recogidos en el siglo XVI
mito realizó algunos hechos extraordinarios. están ahí planteado las preguntas que por ahora
Rajchi fue un centro urbano inca o probable- no tienen otra respuesta. Lo que sí existe al Sur, es
mente un tambo en la ruta hacia el Collasuyu el sistema constructivo circular con techo embo-
(Medinacelli, 2010b). vedado típico de las construcciones de chullpas.
El estudio de Stanish en la zona lupaca
Lupaca, una sociedad llamera particularmente en el eje Juli - Pomata estable-
ce varios puntos defensivos para el Intermedio
Un debate permanente se refiere a si las uni- Tardío llamado por su equipo Periodo Altiplano.
dades que conocemos como “Señoríos” fueron En este momento constata el desarrollo de sitios
tales antes del dominio inca. Lo más probable fortificados en las cumbres de los cerros que
es que los conocidos lupaca, pueblo aymara representan un cambio radicalmente diferente
hablante, ubicado en la orilla occidental del del precedente patrón Tiwanaku y representa un
lago Titicaca (hoy Perú) cuya economía se cambio profundo en la organización política y
basaba en el pastoreo, conformó una “pro- económica. De los sitios estudiados la Pukara Juli
vincia” dentro del Tawantinsuyu. Estudios de parece fue el principal refugio de este periodo. Se
arqueología en la región permiten considerar trata deun enorme sitio fortificado que yace sobre
que antes de los incas varios grupos o Seño- el pueblo moderno de Juli. Sin embargo también
ríos locales habitaban la región, unidades que existen sitios no fortificados que se tienden a
incluso podrían remontar su existencia antes concentrar cerca de las pucaras.
de Tiwanaku (Stanish, 1997). En cuanto a su organización interna, esta se
Los lupaca ocuparon únicamente en el lado conoce bastante bien gracias a la Visita realizada
urcusuyu del lago lo que podría ser la pauta de por Garci Diez de San Miguel en 1567 pero no se
que “urcu” (zona seca y alta) era la región más puede afirmar que correspondan necesariamente
pastoril del altiplano aunque se debe recalcar al periodo de los Desarrollos Regionales. Más
que esta vocación no excluye que también se bien lo que la arqueología considera es que no
cultivaran ciertos productos (Medinacelli, 2010). hay datos suficientes que permitan afirmar que
Según el cronista Cieza de León los lupacas hubo un sistema de poder centralizado en la re-
guiados por sus capitanes Cari y Cusi llegaron gión antes de los incas (Lawrence, 1997). Lo que
desde el Sur, tan lejos como Coquimbo y Co- el estudio sostiene es que el sistema constructivo
piapo (hoy Chile); de allí en diversas oleadas (distribución espacial y diferenciación de cons-
se fueron asentado en la zona del lago. En su trucciones más complejas), la ritualidad, el tipo
afán por controlar la zona atacaron el centro de cerámica sin decorado y otros elementos no
ritual más importante –la Isla Titicaca (Isla del permiten sostener un sistema político centrali-
Sol)– que se hallaba en manos de los collas. Al zado. Sin embargo nuestras propias conclusiones
parecer luego de atacar la isla, se retiraron a la son que al existir pucaras de enormes dimensio-
orilla occidental del lago dejando establecida nes como la de Juli Pukara con varias murallas
su supremacía guerrera. De hecho luego fueron y con cientos de estructuras habitacionales y tal
aliados de los incas contra los collas. Asentados vez de almacenamiento, son en si la muestra de
en la orilla occidental del lago, convivieron un sistema de organización con autoridades con
con la población uru y tal vez con otros grupos suficiente poder. En la región, Juli aparece como
132 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
el lugar preinca más importante y pudo haber autoridades lupaca. Las autoridades étnicas tam-
sido uno de los lugares que aglutinaba poder. Por bién tuvieron sus hatos como deja ver un padrón
otra parte es indispensable tener en cuenta que “…de los mil indios ricos” de Chucuito.
una sociedad pastoril tiene un sistema político Puesto que carecer de animales limitaba las
que no busca ni la construcción de ciudades ni la posibilidades de intercambiar y también de tejer,
especialización, por tanto los restos materiales que ambas actividades importantes para obtener otros
deja son también diferentes (Medincelli, 2010b). productos, las familias se esforzaban por tener en
A partir de documentos coloniales como la propiedad algún ganado. Los padres legaban a
Visita de Garci Diez, Murra (1975) elaboró el sus hijos algún ganado y también se les regalaba
modelo de economía andina denominado “con- en algunos ritos como en el primer corte de pelo.
trol vertical”. Los lupaca estaban organizados En la misma Visita se establece que los indios ay-
en siete markas: Chucuito –que era la cabecera– maras, aún los más pobres, tenían algún ganado.
Acora, Ilave, Zepita, Yunguyo, Pomata y Juli. La cantidad de ganado marcaba el status social de
También controlaban oasis en la costa desde su dueño y permitía a las autoridades ejercer con
Lluta hasta Sama y Moquegua. Cada una de estas mayor holgura la reciprocidad con los miembros
markas se dividía en dos parcialidades: hansaya de su grupo. El ganado pastaba en amplios lugares
y urinsaya. Luego cada una de ellas en ayllus, la donde a veces podían estar revueltos los animales
mayoría de los ayllus eran de población aymara de los caciques, principales y particulares en cam-
pero algunos eran de urus. bio los pastos eran compartidos. Para su registro
Los nombres de sus autoridades étnicas Cari se desarrollaron quipus que permitían anotar lo
y Cusi, pasaron a ser el título de las siguientes que cada cual poseía y que las autoridades podían
autoridades. El primer Cari sería el que llegó de controlar estrictamente. Todavía en el periodo
Coquimbo, pasó por Carangas y se estableció colonial se encuentran datos de encargados de
registrar el ganado en quipus (Medinacelli, 2010).
en Chucuito. Otro de los Cari, estableció una
Como un pueblo dueño de mucho ganado
alianza con los incas para atacar a su vecinos los
desarrollaron finas técnicas textiles. Documentos
collas, de este modo vencen a Zapana, jefe de los
coloniales estudiados por Murra evidencian la
collas. En estos enfrentamientos están también
existencia de un importante núcleo textil en la
los quillacas que matan a gente de Hatun Colla
región de Chucuito, capital de los lupacas, donde
que controlaban Machaca. Ya bajo el dominio se realizaban tejidos de cumbi (tejido muy fino
inca se sabe que los lupaca fueron llevados al de lana de alpaca, vicuña y algunas veces de pelo
Cusco para realizar labrados en piedra. de chinchilla). Este sitio parece fue establecido
Por otra parte, es común pensar que en el por los incas tomando la experiencia textil de los
mundo andino no hubo propiedad privada y que lupaca, para ello trasladaron mitimaes de otras
los bienes, particularmente la tierra eran propie- zonas. El centro textil y también cerámico se
dad comunal. Sin embargo esta situación es dife- instaló en Millerea cerca de Huancané, siendo un
rente en lo que se refiere al ganado según se puede centro multiétnico dirigido por los lupacas. Se-
establecer en la Visita de Garci Diez (1567) que gún Gisbert, Arze y Cajias (1987) los cumbicama-
aunque se trata de una información tardía permite yos (especialistas en tejidos de cumbi) eran tanto
proyectar a la situación un par de siglos antes. de la parcialidad de anansaya como de urinsaya,
La propiedad del ganado se escalonaba desde formando una comunidad de tejedores dirigidos
los rebaños propios de las huacas pasando por los por personas de una elite estrechamente ligada
de la comunidad, los de familias privilegiadas, al conocimiento religioso ya que debían tejer los
hasta los de propiedad individual como indica símbolos de sus dioses, tanto así que en tiempos
Polo de Ondegardo [1571]. Cada una de las “mi- coloniales estuvieron presos por “hechiceros”.
tades” lupaca tenía cientos de miles de cabezas.
En una escala inferior, sabemos que por ejemplo Collas y la herencia de Tiwanaku
en la marka de Acora cada ayllu tenía su propio
ganado. Entre los hombres más ricos figura Juan Los collas como ningún otro pueblo del altipla-
Alanoca de Chucuito, de quien se decía tenia no se relacionan con el desmoronamiento de
en 1567 más de 50000 cabezas y del cual no se Tiwanaku. La dispersión que siguió a la perdida
registra tuviera relación parental alguna con las de hegemonía de Tiwanaku afectó a los collas que
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 133
se instalaron al Norte y Noreste del lago y a los Una lectura de larga duración ha permitido
valles contiguos. Una memoria común, una len- plantear que el surgimiento de lo que conocemos
gua y autoridades de gran prestigio como fueron como “Señorío Colla” es el resultado de la pre-
los Zapana, permitieron que –a pesar de los seg- sión que habría sufrido el pueblo de Tiwanaku
mentos internos– se mantengan cohesionados y en el periodo de inestabilidad alrededor del
diferenciados de los pacajes al Sur y sobre todo de 1000-1100 d. C. Los tiwanacotas se refugiaron
los lupacas a quienes consideraban advenedizos en el sector Nororiental y Noroccidental del lago
y con quienes se enfrentaban permanentemente. Titicaca, y ya desligados del Estado se conocerían
Los incas aprovecharon estas diferencias como el Señorío Colla (Bouysse, 1991).
para unir fuerza con los lupacas y conquistar a Varios elementos apoyan esta propuesta: Los
los collas. El jefe lupaca, Cari, atacó a Zapana en mitos de origen colla remiten a Tiwanaku y la
Paucarcolla y lo mató; el inca, entonces avanzó isla del sol indicando que los collas se conside-
sobre la zona con sus tropas logrando vencerlos raban herederos del conocimiento y grandeza de
a pesar de la feroz resistencia. No conformes con Tiwanak. Esta memoria se apoya en el hecho de
este dominio a la muerte del Inca, los collas se que la orilla umasuyu del lago, de dominio colla,
rebelaron nuevamente; finalmente fueron some- es donde quedó mayor presencia del puquina,
tidos y pasaron a formar parte del Tawantinsuyu. lengua dominante en Tiwanaku.
Es posible que fueran los incas quienes estable- También el hecho de que collas e incas se
cieron la división en dos sectores: Hatuncolla y consideraban con el mismo derecho a gobernar,
Paucarcolla. este “derecho” se expresa en las imágenes de un
A pesar de haber contribuido a los incas keru (vaso ceremonial) donde los gobernantes
con importantes conocimientos como sistemas colla e inca brindan una alianza, representados
de construcción, rituales y medicina, fueron ambos con la misma categoría; incluso el colla
excluidos de las festividades estatales e incluso tiene al sol como símbolo. De manera paralela
recibieron el apodo peyorativo de “poquis mill- el cronista Pachacuti presenta una invocación
ma rinri” (torpe oreja de lana), pues llevaban un donde queda explícita la misma categoría de
bonete con orejeras de lana blanca (Guamán collas e incas.
Poma, [1612] 1980).
b c
Figura79.Vestimentacolla.a)Chuco(gorro)probablementecolla,conojalesparainsertarlacaracterísticamedialunaquelosdistinguíaétnicamen-
teb)AsíseobservaenlosdibujosdeMartíndeMurúaunsacerdoteconelemblemadistintivoenoro.Enesecasoapareceenelbrazoescrito“Vila
oma”,yenlapierna“elgranpontíficedelinga”;setratadelsacerdotequeestuvoacargodelingresoalCollasuyucuandollegóDiegodeAlmagro.yc)
Prisionero colla es sacrificado; según Guaman Poma.
Fuentes: a) Museo Nacional de arqueología, b) Murúa [1599-1610] y c) Guaman Poma [1612].
134 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Probablemente por esta situación los collas es uno de los lugares donde se hablaba prepon-
no aceptaron el dominio inca y resistieron su derantemente puquina.
dominio, prueba de ello las pucaras tardias en la Por los menos en tiempos del Inca, las po-
región. Por ello los incas tuvieron que aliarse blaciones de collas de Urcusuyu eran: Caracato,
con los lupacas para conquistar a los collas. En Juliaca, Nicasio, Lamba, Cabana, Cabanilla,
castigo a su rebeldía una vez bajo el dominio Hatuncolla, Mañaso, Vilacache, Poco, Paucar-
inca, los collas estaban excluidos de los rituales colla, Capachica, Vilque Grande, Cupi, Oru-
estatales (Bouysse, 1987) aunque los propios rillo, Ñuñoa, Huancoayllu, Sangarara, Pucará,
incas consideraban a los “puquina - kolla” como Macarí y Omachirí. Y las de collas Umasuyu
la “primera generación inca”. eran: Asillo, Arapa, Ayaviri, Chichero, Cara-
Según Bouysse, “kolla” en puquina sig- buco, Cancara, Moho, Conima, Ancoraime,
nifica “esperanza” mientras que en aymara Huaycho, Huancasi, Vilque Chico, Huancané
quiere decir “medicamento”; colla también y Pusi. En el lado umasuyu hacia los valles
era el título de la máxima autoridad que por se ubican los kallawaya que eran parte de los
su carácter religioso a veces fue llamado Colla collas. También era colla el espacio sagrado
Capac, Capana o Zapana, que se identificaba de Copacabana y las islas sagradas de Titicaca
por un emblema en forma de media luna como (Isla del Sol) y Coati (Isla de la Luna) que es-
muestran Guamán Poma y Martín de Murua pacial y simbólicamente se ubican en el taypi
en sus ilustraciones. o centro. Mitimaes collas se encontraban dis-
Los collas no habrían sido un Señorío uni- persos por distintas partes del Tawantinsuyu, se
ficado a lo largo del tiempo; uno de los grupos conocen por ejemplo collas entre los carangas
que forma parte de ellos de manera indepen- (en Huachacalla) en Combaya o en Larecaja.
diente fueron por ejemplo los kallawayas. En un Controlaban tierras de valle sobre todo hacia
estudio de arqueología Arkush (2009) muestra el sector oriental de su territorio.
a sub grupos o federaciones sub regionales en La nación Colla estaba formada por collas,
el territorio colla asociados a pucaras y estilos urus y kallawayas. Tal vez anteriormente por una
cerámicos. Encuentra claramente cuatro esti- serie de agrupaciones menores, siendo los collas
los cerámicos principales: A) Collao, B) Collao la población principal y con mayor poder. La
Asillo, C) Sillustani (negro sobre rojo y blanco lengua originaria era la puquina; la lengua ayma-
sobre rojo) y D) Pucarani. Además parece haber ra se superpuso y convivió con la primera. Estos
centros de poder autónomo sobre todo en el datos son la base para que el lingüista Alfredo
lado urcusuyu. Torero y las historiadoras Therese Bouysse y
La información que se tiene del territorio Teresa Gisbert, propongan que los collas fueron
colla corresponde al periodo inca, pero en un reducto de los antiguos tiwanakotas. Los
general puede proyectarse hacia atrás. Ubica- urus por su parte, como población más antigua
dos al Norte del lago Titicaca se dividían en formaron parte de los collas manteniendo su
collas de umasuyu y collas de urcusuyu con propia lengua y modo de vida.
dos cabeceras: Hatuncolla y Paucarcolla. La A su vez la situación de los kallawaya era
importancia de la primera queda confirmada distinta, manteniendo a lo largo del tiempo rasgos
porque se consideraba una suerte de Cusco de identidad diferenciados y con un territorio
local, contaba con palacios, acllawasi (casa de ubicado hacia las estribaciones de la Cordillera
las mujeres escogidas) y otros sitios rituales. Oriental (Larecaja). No ocupaban el lugar más
Hatuncolla y Capachica de los collas, son los bajo de la sociedad, como ocurría con los urus,
únicos dos lugares en el altiplano donde en el sino diferente. En algún momento se puso en
siglo XVI se hablaba 100% puquina (Bouysse, duda la antigüedad de la tradición médica de los
1987). kallawayas porque no hay referencias coloniales
El límite entre collas y lupacas estaba en a esta actividad. Sin embargo últimamente Loza
Chucuito, cerca de Puno y entre collas y pacajes (2007) ha estudiado algunas ofrendas rituales, tan
cerca de Ancoraimes, donde los incas instalaron antiguas como Tiwanaku, que eran parte de las
mitmas chinchaysuyus. Justamente Ancoraimes actividades de curación.
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 135
Figura80.Distribucióndetiposdecerámicacollaenlosconjuntosdepucaras.Seencuentrancuatroestilossubregionalesprincipalesdecerámicaenel
IntermedioTardíoloqueseríaunamuestradequenohubounSeñoríoCollaestableyunificadoalmomentodelencuentroconlosincas.
Fuente: Arkush, 2009.
136 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Tanto kallawayas como urus hablaban cada influencia de Tiwanaku, pero no Tiwanaku
uno una lengua propia. Los primeros el idioma puro, lo que indicaría su poblamiento luego de
machchaj-juyai, lengua parecida a la puquina que su desmoronamiento.
hasta la actualidad se conserva por lo menos en Su territorio, ubicado al Sur del lago Titica-
algunos cantos y rituales en la zona kallawaya. Se ca, estaba dividido en dos sectores, uno umasuyu
hablaba también aymara, como lengua presente y otro urcusuyu; abarcaba un amplio espacio
en todo el altiplano. que incluía la antigua ciudad de Tiwanaku y la
actual ciudad de La Paz. Limitaba al Este con
Pacajes, hombres águila de doble origen la “provincia de Carabaya y Quirhuas”, al Oeste
con el lago Titicaca. Al Sudeste con los yungas
En medio de las luchas comunes en el Inter- y al Sur con Caracollo. En el centro principal,
medio Tardio, la marka de Machaca, estuvo un Caquiaviri, vivían las autoridades pacajes y
tiempo en poder de los collas; aprovechando los también allí se construyeron sus enterramien-
enfrentamientos internos, probablemente fue tos por lo que se encuentran restos de chullpas
el Inca Pachacuti (el noveno Inca 1438-1471) (torres funerarias) con algunos diseños. El resto
quien conquistó a los pacajes. de los asentamientos pacajes eran pequeños
Se puede encontrar en los pacajes una ex- sitios dispersos por el territorio, típica forma
celente muestra de cómo la desintegración de de ocupación del espacio en el altiplano. A la
Tiwanaku afectó de manera diferenciada al al- llegada de los españoles contaban entre 18000
tiplano pues en algunos casos hubo una ruptura y 20.000 unidades domésticas, es decir unos
total y en otros no la hubo. Los pacajes muestran 100.000 habitantes, que estaban divididos en
en algunos sectores continuidad con Tiwanaku, markas o pueblos.
así observa Albarracín (1996) en la cerámica que
paulatinamente fue perdiendo calidad y comple- Cuadro 4. Probables markas de Pacajes
jidad. Pero en otros sectores de los pacajes hubo a comienzos del siglo XVI
un cambio más brusco que se observa en el tipo
de enterramientos en chullpas características del Markas Pacajes
nuevo periodo. Tal vez por esta doble situación Pacaje - Urcusuyu Pacaje - Umasuyu
es que Mercado de Peñaloza ([1583] 1965)
Sicasica Ayo Ayo
sostuvo que los pacajes tenían un doble origen,
unos en el lago y otros al Sur del altiplano (Ca- Callapa Calamarca
rangas). Esta misma ruptura se observa entre Tiahuanaco Viacha
los lupacas, pueblo vecino a los pacajes, que Caquiaviri Laja
aparecen en la documentación como invasores Guaqui Huarina
que se instalaron en zonas que antes estuvieron
Caquingora Pucarani
dominadas por Tiwanaku. Otros vecinos, como
los collas, más bien fueron empujados hacia el Machaca la Achacachi
Grande y la Chica
Norte y los valles del Noreste del Titicaca.
Investigaciones arqueológicas en la región Chuquiago
pacaje, encuentran que en el periodo tiwana- Fuente: Mercado de Peñaloza ([1583] 1965).
cota la población se concentraba en el valle de
Tiwanaku y áreas aledañas al lago. Luego del Al igual que otros Señoríos que accedían
colapso de esa cultura, el número de asenta- al lago, su economía se sostenía mediante
mientos humanos experimentó un explosivo pesquerías, totora, patos, otras aves acuáticas
incremento, particularmente en ciertas áreas, y algas, también contaban con gran cantidad
como en Caquiaviri, pero estas poblaciones de camélidos tanto domésticos (llama y alpaca)
no se encontraban en sitios defensivos sino en como silvestres (vicuña y guanacu). En el alti-
plena pampa. La cerámica que se encontró en plano sembraban productos propios de la zona y
30 asentamientos del lugar muestra presencia accedían a otros mediante el “control vertical”,
de cerámica pacaje, inca-pacaje y alguna con sus mitmas o colonos, controlaban tierras en
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 137
los valles y yungas. Hubo colonias pacajes en región es que en Oruro se encontraban confe-
Larecaja donde estaban junto con los collas y deraciones de diversos pueblos, mostrando una
lupacas, también en Cochabamba, donde los organización flexible y aglutinante. Al Norte del
incas establecieron un enorme centro productor lago Poopó se ubicaron los soras y al Este y Sur
de maíz; además tenían mitmas en Chaquí, cerca los carangas y quillacas estos últimos formaron
de la actual ciudad de Potosí, entre otros. la Confederación Quillaca.
Los pacajaque; hombres-águila, hablaban El Señorío Sora plantea dos problemas: el
un aymara que fue considerado por Bertonio de las relaciones interétnicas y el de influencia
([1612] 1984) uno de los más ricos del altiplano; inca en la organización de los “Señoríos”. En lo
tenía alguna diferencia con el que hablaban los que se refiere a las relaciones interétnicas, los
lupacas. Otro signo de identidad era su traje, soras son un ejemplo interesante de relación
de modo que los hombres llevaban un bonete entre pastores, agricultores y pescadores, cada
de color amarillo que permitía distinguirlos uno de ellos con sus propios ayllus, autoridades
fácilmente y las mujeres usaban una especie y territorio.
de capucha ligeramente levantada en la parte Es posible que lo sora fuera una reorga-
delantera. nización de la administración inca pues se co-
El Señorío pacaje, incluía a urus, aymaras noce que al Sur de Cusco existía otro Señorío
y algunos de habla puquina siendo este idioma denominado también Sora, por tanto surge la
entre los pacajes menos importante que entre pregunta si los de Oruro fueron trasladados por
los collas. Sin embargo, en ciertos lugares como los incas. De hecho los soras de Oruro, tienen
en la ciudad de La Paz, se hablaba tanto puquina todas las características de ser el producto del
como aymara. Por otra parte se sabe que los urus reordenamiento inca de la región, ya que existen
estaban organizados en ayllus sin mezclarse con poblaciones de diversos lugares, que reorganiza-
otras etnicidades, hablaban su propia lengua dos en el territorio, formaron una nueva unidad
teniendo poco o ningún acceso a tierras, en que conocemos como Señorío Sora. Esto no
cambio mantuvieron el dominio del lago y sus quita que pudieron haber soras originarios del
recursos. No existen referencias concretas sobre lugar como opina Mercedes del Río (2006) que
los lari lari o choquela (cazadores) pero es muy ha estudiado con mucho detalle esta realidad
probable que formaran parte de los pacajes pues y encuentra en el sitio Sora Sora chullpas de
quedan resabios de una danza con este nombre. origen preinca.
Se considera por tanto un Señorío multiétnico. El término sora adquiere dos sentidos:
La tradición oral recogida en documentos chicha muy fuerte que según el cronista Arriaga
coloniales refiere la existencia de una autoridad era una bebida que consumían los “hechiceros”;
mítica denominada Apo Guarachi que tenía su la otra traducción es hierba acuática, abundante
“palacio” en Quillacas, al Sur del lago Poopó. en el lago Poopó.
Apo Guarachi tuvo dos hijos: Llanquetiti y Co- El Señorío Sora ocupaba una franja terri-
patiti que figurarán como mallkus de los pacajes torial que comprendía tierras de altiplano y
antes de la presencia inca. Al igual que entre los valle, desde el actual departamento de Oruro,
lupacas se administraron con doble autoridad pasando por Cochabamba hasta Ayopaya. La
siguiendo un sistema de sucesión que pasaba de parte altiplánica llegaba hasta las orillas del
hermano mayor al menor para luego regresar a lago Poopó siendo tierras en gran parte inun-
otra línea familiar, a un sobrino o al tío; pocas dables y en otros casos aptas para la ganadería
veces heredaba directamente el hijo. de camélidos. Las tierras del valle, en cambio
brindaban recursos complementarios para la
Soras y las relaciones interétnicas subsistencia. Su cabecera, Paria, estaba ubicada
en el altiplano, en una zona que controlaba el
En la región del Poopó (Oruro), se ubicaban tres ingreso a los ricos valles de Cochabamba. Esta
Señoríos cuya composición étnica presenta una cabecera fue instalada por los incas donde cons-
notable presencia uru, más importante quizás truyeron un importante tambo para vigilar el
que en el lago Titicaca. Otra diferencia con esa flujo de bienes entre altiplano y valle. En cambio
138 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
un importante centro preincaico fue Sora Sora, consideraba a los casayas indios “lustrosos, hábi-
como indicamos, donde se encuentran chullpas les, políticos, limpios y bien agestados”, además
de los antepasados fundadores del grupo cuyas de acaudalados por la cantidad de ganado que
tumbas no solo recibían el culto de la población poseían. La relación sora-casaya parece fue más
sino que servían también de mojones. A partir fluida que con los urus pues se encontraban en
del periodo colonial, la “capital” fue trasladada varios poblados junto a la laguna, casayas mez-
a Capinota. clados con soras, pero no se encuentran juntos
La variedad de identidades se hace patente casayas con urus en un mismo poblado.
entre los soras que estaban formados por: soras, Finalmente los urus poblaban mayorita-
casayas y urus. La importancia política sigue este riamente la región húmeda de Caracollo en un
mismo orden, pues los soras, a pesar de ser los sistema disperso de uso de su espacio. No que-
menos numerosos, eran el grupo dominante; dan dudas que eran originarios del lugar y que
los casayas ocupaban el segundo lugar en im- fueron conquistados por los incas tras cruentas
portancia y en número; finalmente siendo los batallas. La reformulación de su espacio y sa-
urus, los más numerosos, eran el grupo de menor carlos de la laguna, introducir a los casayas en
jerarquía política y social. Hubo también entre su territorio y ponerlos bajo el dominio de los
ellos diferencias en la actividad económica. soras, es una muestra de que la incorporación
Las diferencias entre ellos residía tanto en de los urus del lago Poopó al Tawantinsuyu no
la lengua como en su medio de subsistencia, fue pacífica.
mientras soras y casayas hablaban aymara, los
urus tenían su propia lengua, la uruquilla. Los Carangas: cultura pastoril de larga duración
soras eran agricultores, los casayas pastores y los
urus pescadores. A su vez, los soras se dividían ¿Cuál es la antigüedad de este Señorío? Estudios
en cuatro grupos: soras de Paria, de Caracollo, arqueológicos basados en la continuidad del
de Tapacarí y de Sipe sipe; los dos primeros estilo de cerámica (llamado caranga en Bolivia
formaban la parcialidad hanansaya mientras que y chilpe en Chile) proponen que los carangas
los otros formaban urinsaya. Los soras altiplá- provienen de una larga historia que se remonta
nicos (Paria y Caracollo) controlaron terrenos hasta cerca al año 300 d. C. (Michel, 2000).
hasta los lagos Uru-Uru y Poopó, en tanto que Un equipo de investigación de la Universidad
los del valle (Sipesipe y Tapacarí) ocuparon el de Pittsburg sugiere que hubo continuidad de
valle bajo cochabambino hasta Sacaba, donde modelos cerámicos que no muestran interferen-
compartían territorio con chuis, cotas y urus. cia tiwanakota. Esta continuidad también tiene
Sus autoridades étnicas podían llevar el apelativo que ver con la menor presencia que pudo tener
de “Inca”, como el conocido Inca Achacata. Bajo Tiwanaku en la zona, pues, hasta el momento
el dominio incaico, los soras desarrollaron para los estudios muestran que la huella que habría
el Estado las tareas de artesanos, plateros, yana- dejado esta cultura en Oruro es menor que en
conas del inca, mitimaes cultivadores de coca (en otras zonas.
Pocona), agricultores de maíz (en Cochabamba), En cambio los incas dejaron importantes
yanaconas en el templo de Copacabana y miti- huellas en el sector occidental del lago Poopó.
maes en Guarina y Achacachi. También fueron Precisamente uno de los sitios arqueológicos
llevados como mitimaes militares al territorio más impresionantes de carangas es el de las
chicha, fronterizo con los chiriguanos. chullpas decoradas del río Lauca, ubicado cerca
Por su parte los casayas, controlaban un de lo que fue la antigua cabecera. Todo indica
territorio donde hoy se encuentra la provincia que este sitio fue re-construido para conmemo-
de Saucarí (Oruro). Su centro llamado primero rar la alianza inca-caranga, en un espacio que es
Yanacachi , luego Saucari, hoy es el pueblo de en verdad un santuario al aire libre. Esta alianza
Toledo, muy cerca de la ciudad de Oruro. El se traduce en la complementación de elementos
cronista Antonio de la Calancha, sostiene que incas con carangas; siendo las chullpas de origen
los casayas fueron trasladados al Poopó por los preinca, el decorado de las mismas asemejan
incas para “instruyeran” a los urus. Calancha textiles incas; además en el lugar se construyó
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 139
una chullpa de grandes piedras talladas de denominen a Condor Vilca como uru, lo que
estilo inca imperial y con vanos trapezoidales indicaría que el status de los urus en esta zona
típicamente incas, pero las propias chullpas y no seguía el patrón de sometimiento de otras
la concepción de este espacio como un paisaje regiones.
sagrado, son carangas. Ubicados en el sector Urcusuyo del al-
Los asentamientos dispersos en carangas tiplano, los carangas ocupaban las provincias
siguen una tradición que se desarrolló hasta de Sajama, Caranga, Atahuallpa y Totora del
aproximadamente el año 1000/1200 d. C. departamento de Oruro aunque antiguamente
cuando los pobladores construyeron las pucaras su territorio era más extenso e incluía tierras en
o asentamientos defensivos en altura, que son distintos pisos ecológicos. La cabecera preinca
la expresión de un periodo de inestabilidad y era Turco cuya ubicación original se desconoce
enfrentamientos que duraron hasta cerca de debido a que en el año 1600 tuvo que trasladar-
1450 d. C., momento en que fueron conquis- se por la explosión del volcán Huayna Putina.
tados por los incas. El t erritorio y la población Turco no fue el único poblado importante pues
fueron reacomodados por los incas con fines además de éste hubo en Carangas unos seis o
administrativos formando una provincia. siete poblados principales o markas: Corque-
A la llegada de los españoles gobernaban marca, Andamarca, Chuquicota, Sabaya, Totora,
a los carangas Condor Vilca (en la parte de Orinoca y Huachacalla. Cada una de ellas se
Huachacalla, Sabaya y Turco) y Vilca Callisaya dividía en hanansaya y urinsaya; varias markas
(en la parte de Totora), por encima de todos se agrupaban formando una “parcialidad”. La
ellos estaba Chuquichambi que residía en parcialidad principal estaba presidida por Turco
Chuquicota. Es notable que los documentos y se denominaba Hatun Caranga.
Figura81.ReconstruccióndelsitiodeCaranguillasenlasfaldasdelacordilleraOccidental.Ejemplodesitiohabitacionalcarangareconstruidosobre
la base de foto satelital del Google Earth.
Fuente: Medinacelli coord., 2012; elaborado por O. Porcel.
140 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
sagradas que los carangas resaltaron mediante naturales y culturales demarcando los límites
construcciones de carácter religioso (tumbas entre una parcialidad y otra; entre un Señorío
de los antepasados) donde se realizaba una y otro pero también entre los espacios sagrados
serie de rituales. Allí confluyeron elementos y los profanos.
Recuadro 10
Mito de la Tunupa
Ramiro Molina Rivero
Las diferentes versiones del Mito de la Tunupa contemporánea se identifican claramente con un personaje
femenino, a diferencia del personaje del siglo XVI que se caracteriza por un personaje de edad y masculino.
Fueron recogidas principalmente en las localidades de Pampa Aullagas, Quillacas, Huari, Sevaruyo, Salinas
de Garci Mendoza, Aroma, Ucumasi y Challapata. La versión que sigue es una de las más completas que
incluye una serie de fragmentos existentes en las diferentes localidades estudiadas:
«Se dice que un día el viejo Asanaques se casó con la Tunupa y tuvieron varios hijos. El Asanaques era
un viejo con barba blanca y el principal mallku de la región y la Tunupa una bella y joven mujer que llevaba
doce polleras de muchos colores y doce enaguas.
El viejo Asanaques era muy celoso de la bella Tunupa ocasionándole muchos sufrimientos a la joven
mujer. Así un día, tanto sufrir, la joven Tunupa decidió irse hacia la costa. En esa ocasión la Tunupa y el Asa-
naques tuvieron una riña, en la que el Asanaques comenzó a pegarla, mientras que la Tunupa pidió auxilio
y salió a su defensa su hermana, Chullasi, que se encontraba al otro lado del lago cerca a Orinoca. Esta, para
defender a su hermana Tunupa, le lanzó con una honda, una piedra a la cabeza del Asanaques, hiriéndole
de esta forma al Mallku para siempre. Por esa razón el Mallku se encuentra inclinado hacia donde sale el
sol y la piedra que le hirió se encuentra todavía en la pampa cerca al camino, que la llaman Pacokahua.
Mientras estaba herido el Asanaques, la Tunupa aprovechó de marcharse, dejando atrás a sus hijos:
Wilacollo, Huatascollo, Huari y Sevaruyo (Cerro Gordo).
En su recorrido hacia la costa, la Tunupa se orinó en las pampas de Aguas Calientes, donde hoy en
día aún existen brotes de aguas termales. Luego, de transitar por las pampas de Condo, la Tunupa decidió
descansar en la localidad de Quillacas, donde se hizo un fogón para cocinar, formando así los cerros de
Santa Bárbara y San Juan Mallku, donde luego se ubicaría el actual pueblo de Quillacas. Al día siguiente,
dirigiéndose rumbo al Oeste, la Tunupa para cruzar el río Márquez, dejó una de sus abarcas, en lo que hoy en
día es la pequeña loma Sato. Al otro lado del río, decidió descansar un poco dejando su aposento temporal
(jaraña) en esa localidad, conocida con el nombre del cerro de Pedro Santos Willka y donde se encuentra,
al pie de dicho cerro, el pueblo de Pampa Aullagas. Rumbo al sur, cerca de Tambillo, la Tunupa excavó la
tierra para construir una Tiwaraña y beneficiarse su quinua, comida que se guardó para el resto del camino.
Continuando su trayectoria hacia el sur, en una localidad llamada Jayu Cota, excavó nuevamente la
tierra para luego verter su leche y dejarla a su hijo menor que la seguía. Este lugar es actualmente un pe-
queño salar de color rojizo. Más adelante en su camino dejó a un hijo enfermo con viruela, llamado Salviano,
nombre de un cerro que tiene muchos huecos.
Siguió su camino hasta llegar salir de Uyuni y perder de vista al Asanaques. En esta zona se encontró
con dos jóvenes muy guapos, el Cora Cora y el Achacollo (o Cerro Grande), con los que tomó amistad, y
quienes la convencieron que se quedase por esos lugares.
Muy pronto los jóvenes se enamoraron de la bella Tunupa. Su belleza atrajo la atención de conocidos
y poderosos Mallkus como el Tata Sabaya y el Aconcagua. Algunos dicen que el Mallku Sabaya mandó su
ejército para conquistar y robar a la Tunupa; en su intento fracasó. Mientras tanto los dos jóvenes preten-
dientes comenzaron a pelearse por la Tunupa hasta iniciar una guerra. Con un hondazo, el Cora Cora hirió
el corazón del Achacollo, por lo que desangró mucho. Por ello este cerro hoy en día aparece totalmente
seco. Por su parte, el cerro Achacollo también le lanzó un hondazo al Cora Cora, hiriéndolo en la vejiga y
abriéndole muchos huecos. Este cerro hasta ahora tiene vertientes de agua que salen de su interior. Así
ambos jóvenes pretendientes murieron por el amor de la Tunupa. Y desde entonces la Tunupa se quedó
para siempre en esta región.”
142 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura 82. Ruta de la Tunupa según la versión recogida por Ramiro Molina en la década de 1980.
Fuente: Molina, 2006.
(2006) c onsidera que los uruquillas eran espe- el almacenamiento. También se encuentran
cialistas en labores mineras, tarea que los di- corrales, muros y terrazas agrícolas con canales
ferencia de la tradicional actividad de los urus de irrigación.
pescadores. Su territorio llegaba hasta Salinas Frecuentemente estos sitios están asociados
de Tunupa hoy Garci Mendoza. Tenían tierras a necrópolis localizadas fuera del pueblo y ubi-
de comunidad en Sause, Cainaca y Pocpo en cadas cerca de un riachuelo. Los enterramientos
territorio de los yamparaes (Chuquisaca) asi- se caracterizan por tener inhumaciones simples
mismo en Chulla (Cochabamba) y Tuctapari o múltiples, en cistas o en pequeñas construccio-
(Porco). Su organización socioespacial era muy nes en forma de chullpa, construidas debajo de
compleja y fragmentada pues su población se los abrigos de roca, y que fueron ampliamente
movía constantemente. Tentativamente se pue- descritas por Ibarra Grasso (1965), antes de que
de suponer que se organizaba en la siguientes fueran totalmente saqueadas.
parcialidades: Hanansaya, Urus, Urinsaya, Todos estos sitios tienen muchas similitudes
Huari y Salinas de Tunupa, cada cual con sus con los asentamientos contemporáneos de las
ayllus. zonas del altiplano meridional de Bolivia o del
La información que se tiene sobre los qui- Norte de Chile y de Argentina (Hidalgo et al.
llaca proviene sobre todo de la etnohistoria, pues 1989; Lecoq, 1999).
la mirada arqueológica, centrada en Tiwanaku y En cuanto a la cerámica, el material se
el lago Titicaca ignoró frecuentemente la situa- asemeja mucho a las formas del periodo ante-
ción del Sur y más aún de los sectores de valle rior presentando grandes jarras y cántaros para
que controlaban los quillacas como fueron los preparar y guardar alimentos, cuencos, pucos y
valles interandinos de Chuquisaca. Estos trata- escudillas. La decoración que presentan es de
dos como recipientes pasivos de las influencias estilo “Yura” o “Yura Poligonal” caracterizado
de las tierras altas. por líneas negras con diseños geométricos y
Recién a fines del siglo XX y principios del tiene muchas variantes.
XXI se encuentran aportes que permiten un Un importante sistema de circulación e in-
diálogo aún incipiente con la información etno- tercambio no solamente con valles sino también
histórica. Una serie de estilos cerámicos y una en el mismo altiplano expresa la construcción
compleja red de caminos da cuenta que hubo de una identidad regional.
una fluida interacción entre las poblaciones Siendo el territorio fuente de riqueza mi-
del altiplano y la de los valles de Chuquisaca, neral se podría esperar una extendida actividad
algunos de los cuales, como el de San Lucas, minera, sin embargo esta actividad se asemeja a
eran controlados directamente por población una recolección de superficie que no requiere
quillaca (Rivera, 2006). altas técnicas y como lo plantea Pablo Cruz
(2003) en los Andes no hay ‘sitios mineros’
prehispánicos en el sentido europeo de la pa-
Norte de Potosí labra; hay minas, hay huayrachinas, pero no
existe una frontera marcada entre el mundo
El patrón de asentamiento del Período Inter- ‘técnico’ de la producción y el mundo ‘do-
medio Tardío en la región de Potosí ofrece mestico’ y también sagrado de los trabajadores
un panorama de la ocupación regional antes con sus pueblos ubicados cerca de las minas”
de la conquista inca. Según Lecoq (2003) casi (Lecoq, 2003).
todos los sitios tienden a concentrarse alrede- En relación a la ocupación pre-inca e inca
dor de la fuentes de agua y de los ríos aunque en el Sur de Potosí se puede afirmar que la
los sitios se ubican hacia las alturas en la cima conquista de la región no parece haber modi-
de los cerros desde donde se podía controlar ficado mucho la organización que prevalecía
las principales vías de acceso; se trata a veces antes de su llegada, al parecer los llamados
de pucaras defensivas que muestran los restos luego caracaras. Su integración con el Tawan-
de estructuras de piedra que pudieron ser tinsuyu ha debido ser un acto voluntario de los
viviendas rectangulares o también silos para señores étnicos.
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 145
Figura83.CerámicadelHorizonteMedioydelIntermedioTardíoenPotosí.Cerámicadeestilos:(I)YuraPoligonal,(II)YuraGeométrico,(III)Ticatica-
Puqui, (IV) Yura Foliáceo, y (V) Chaqui, sin escalas .
Fuente: Lecoq y Céspedes, 1997a.
146 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
donde tenían chacras de coca. A partir del domi- Según el estudio realizado por Lecoq en los
nio inca también tuvieron tierras en el valle de alrededores de Porco y de Potosí, se puede ejem-
Cochabamba. Ubicados en el sector umasuyu no plificar el tipo de ocupación de los caracara. Casi
accedieron a tierras en la costa como ocurría con todos los sitios tienden a concentrarse alrededor de
los Señoríos del Urcusuyu. Los charcas tenían las fuentes de agua y de los ríos buscando controlar
como vecinos a los quillacas, los caracaras y los otras zonas ecológicas. Los sitios más tardíos se
yamparas y se relacionaban de manera conflictiva desplazan en las cimas de los cerros desde las que
con los chiriguanos con quienes tuvieron algunos se podía controlar las principales vías de acceso.
enfrentamientos. En la mayoría de los casos, se trata de un
Aunque la información etnohistórica se conjunto de estructuras a veces defensivas o puca-
refiere sobre todo al periodo colonial, quizás se ras que muestran los restos de construcciones de
pueda extender hacia el periodo anterior a ellos. piedra ubicadas sobre terrazas, como viviendas de
Sabemos que en el siglo XVI la nación Charca planta rectangular. Asimismo pequeñas torres muy
estaba organizaba en dos grandes parcialidades: parecidas a los graneros o colcas de otras zonas que
Sacaca y Chayanta. Sacaca a su vez tenía tres se construyeron alineadas a lo largo de las terra-
parcialidades: Hila, Pagre y Sullca, en tanto que zas. Frecuentemente estos sitios están asociados
eran parte de Chayanta los Chullpas, Laymes, con corrales, pequeños muros de fortificación y
Carachas, Chayantacas y Sicoyas (Fig. 61). terrazas agrícolas con antiguos canales de irriga-
Los charcas hablaban aymara y hasta donde ción. También quedan restos de enterramientos
han avanzado los estudios, no se encuentra en la que suelen estar ubicados fuera de los límites del
toponimia de la zona ni en los documentos histó- pueblo; no todas son en chullpas sino que existen
ricos referencia a que hablaran alguna otra len- otras en cistas (Lecoq, 2003). Estas características
gua. Este dato tan importante debe relacionarse comparten con otros sitios de la región meridio-
con lo que ocurre en los otros Señoríos donde hay nal de los Andes. Un ejemplo de sitio es el “Río
presencia del idioma uruquilla y puquina, además Panagua” descrito por Chervin en 1908.
de otras lenguas locales. Es posible, sin embargo, En cuanto a la ocupación espacial, se pre-
que las familias de los mallkus conocieran además sentan algunos cambios en relación al periodo
el quechua, debido a la política inca de difundir anterior; de los Desarrollos Regionales tardíos,
su lengua entre las elites locales. como por ejemplo el abandono de algunos sitios
como el de Palcamayu y crecen otros sitios como
Caracaras, dueños de Potosí Jatun Talasa Huankarani con varios otros sitios
secundarios. También se intensifica el uso de
Durante el Intermedio Tardío se supone un terrazas de cultivo con canales de riego y cons-
incremento de la población reflejado en la mul- trucciones para el almacenamiento de productos
tiplicación de conjuntos habitacionales peque- así como la presencia de algunos sitios con muros.
ños y medianos. También la región sufrió una y los enterramientos en cistas y construcciones
importante modificación del paisaje gracias al con patio. En la zona de valle fueron registrados
desarrollo de la agricultura con terrazas de cultivo pocos corrales y no se encontraron áreas de
y canales de riego. Asimismo la importancia de la producción artesanal. Tampoco hay evidencia de
ganadería de camélidos continúa; hay sin embar- fiestas o rituales (Rivera, 2006).
go ausencia de registro de sitios mineros. Aunque Estudios sobre la cerámica indican que se
no hayan muestras de una sociedad estratificada y utilizaban grandes jarras y cántaros para preparar
con el poder centralizado, si se puede aseverar la y guardar alimentos, cuencos en forma de cam-
existencia de una unidad cultural en el territorio pana invertida, ollas y platos de uso doméstico.
de Potosí en forma de sociedades corporativas. Según Ibarra Grasso (1973) y Querejazu Lewis
No se observa un corte abrupto con el periodo (1986) la decoración que presenta este material
anterior como en la región del lago Titicaca. En es de estilo Yura caracterizado por líneas negras
la cerámica sobresalen los estilos Yura-Potosí con puntos o cruces. Otro material con fondo
(negro sobre naranja), Caracara (rojo, púrpura, gris caracterizado como huruquilla ha preferido
naranja y negro sobre color de la pieza) y Chaquí- llamarse Yura Sobre Gris (Céspedes y Lecoq
Condoriri (Huruquilla), (Cruz, 2008). varios años).
148 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
La presencia en esta zona, de tantos pueblos caracara incorpora una “flor blanca que florece”.
contemporáneos con el mismo patrón de asenta- Se trata de una amancaya, flor de pétalos alarga-
miento, parece reflejar una misma organización dos que asemejan a Venus también representada
socio-política y económica que controlaba los en el escudo (Platt, 2013).
recursos regionales, agricultura, minerales e Hanko Tutumpi Ayra Kanchi, “flor blanca
intercambio interregional. Este dinamismo de que brota”, fue un jefe guerrero poderoso antes
la circulación regional los hace parte de una ca- del Tawantinsuyu; este señor de los caracara
dena productiva que los ponía en contacto con intercambiaba regalos con Pachakuti Inka Yu-
otras regiones y donde el uso de la llama como panqui y más tarde su hijo Uchutuma recibió
animal de carga era un elemento clave (Núñez y a la hija del Inca Wayna Capac, llamada Payku
Dillehay, 1995). Chimpu, a cambio de su servicio militar en la
La mina de Porco, una huaca reverencia- campaña cusqueña contra Quito. Desde enton-
da por los pueblos del lugar, se encontraba en ces los charcas blancos serían conocidos con el
territorio caracara. En el periodo del Interme- título honorífico que les dio el Inca: caracara que
dio Tardío se encuentra ocupación en la zona significa “el alba”.
ciertamente ligada a la explotación en pequeña En tiempos del Inca Huayna Capac, el señor
escala de la mina. Sin embargo, como lo venimos de la nación Caracara era Tata Paria, aliado de
observando para otros sitios mineros, la pequeña Coysara y de Gualca, señores de dos naciones
cantidad de sitios encontrados en los alrededores cercanas: Charca y Sora. En alianza con los in-
de Porco y su carácter exclusivamente habitacio- cas, se dice que los caracaras barrieron a los de
nal y no minero, no corresponden al cuadro que Pilaya y Paspaya además de derrotar a los chuis,
brindan las fuentes etnohistóricas acerca de la momento en que habrían ganado los cocales de
mina de Porco (Lecoq, 2003; Van Buren, Cohen Tiraque. La categoría de Tata Paria se refleja en
y Rehren, 2008). el culto que le rindieron después de su muerte
Según la información etnohistórica, Porco pues le hicieron dos sepulturas, una en Macha y
fue célebre por haber sido entregada como bo- la otra en Curata (del Río, 2006).
tín a los españoles cuando la resistencia del Sur El territorio ocupado por los caracara
se rindió en 1536. Tata Purqu era considerado abarcaba aproximadamente la región del actual
patrón sagrado de la minería, la guerra, la fecun- Norte de Potosí; incluía lo que hoy es la ciudad
didad y la salud. Al igual que Porco, Potosí que de Potosí y se extendía por los valles del Sureste
también estaba en su territorio desempeñaba el de Cochabamba llegando hasta los ríos Grande
papel sagrado de puerta o “punku”, separando y Pilcomayo; colindaba al Norte con los charcas,
el mundo luminoso del exterior donde se multi- al Oeste con los quillacas, al Sur con los chichas
plicaban las plantas, los animales y los hombres y al Este con chuis y yamparaes. Sus principales
del mundo oscuro interior de las raíces donde recursos fueron minerales y también los hatos de
brillaba y crecía el metal (Platt, Bouysse y Harris, llamas y alpacas, con ellas se facilitaba el acceso
2006). a sus tierras distantes en otras zonas ecológicas
Esta suerte de contradicción entre los datos consiguiendo en ellas lo necesario para su sustento.
arqueológicos y los históricos obliga a hacerse Todo su territorio formaba parte del Urcu-
preguntas acerca del tipo de explotación minera suyu y se hallaba dividido en dos mitades: Macha
que se llevaba a cabo en este lugar y periodo. Cruz (hanansaya) donde se encontraba la capital y
(2008) plantea que no deberíamos esperar una Chaquí (urinsaya) que ocupaba los alrededores
separación estricta entre el mundo doméstico y de Potosí. Al mismo tiempo cada mitad se volvía
el tecnológico minero. La cuestión queda abierta. a subdividir. Las poblaciones que eran parte de
Acerca del significado del nombre de la na- este Señorío fueron Aymaya (ubicada en medio
ción, la posibilidad más cercana es que caracara de los charcas), Pocoata, Macha, Sullaga, Surumi,
signifique “el alba”, título que les había concedido Carasi, Micani, Moscarí, Chaquí, Visisa, Cayza,
el Inca y por tanto se los conocería como Hanko Tacobamba, Colo, Caquina, Picachuri, Caracara,
Charka” o Charca Blanco. La idea del alba, al Moromoro y San Marcos de Miraflores. También
igual que en el escudo de armas que solicitaron el valle de Cinti parace haber formado parte de
los charcas al rey en el periodo colonial, el de los la confederación Caracara (Fig. 87)
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 149
Al igual que los charcas, los caracara for- deración Caracara siendo su rasgo principal el
maron un grupo bastante homogéneo donde color gris de la pasta. Sin embargo los motivos
se hablaba solamente aymara. La diferenciación parecen tener variaciones locales y regionales
interna se puede plantear a nivel intermedio que podrían corresponder a los diferentes gru-
o pues la mitad Macha, estaba compuesta por pos sociales que conformaban la confederación.
pueblos con cierta unidad étnica, en tanto que Fuera de la Huruquilla, la cerámica foránea más
la mitad Chaquí era más compleja pues incor- común es la chicha dando pautas acerca de una
poraba a diversidad de grupos con sus particu- interacción en un eje Este - Oeste. Al igual que
laridades. El poblado central y más prestigioso en otras áreas, las caravanas de llamas jugaron
era Macha. un papel central en la integración regional cuyas
Es precisamente en el periodo conocido huellas y rutas se pueden seguir en los sitios de
como Desarrollos Regionales tardíos que se con- arte rupestre en lugares de descanso (Rivera
solidan las grandes confederaciones. Este periodo Casanovas, 2003).
se caracteriza por una intensa inter-relación entre El inventario de ceramios realizado por Iba-
la puna y los valles adyacentes, construyendo rra Grasso (1973) incluye jarritas con asa pitón
una identidad regional que se expresa en estilos o solamente pitón y un asa vertical, menciona
cerámicos como el Huruquilla. Este estilo tiene que ellas se usaron para beber chicha basándose
una amplia distribución que corresponde en parte en observaciones etnográficas en los valles de
con el territorio que fue ocupado por la confe- Cochabamba.
Figura86.CerámicaHuruquillaprovenientede
contextos funerarios, valle de Cinti.
Fuente:ColeccióndelMuseoCasaNacionalde
Moneda, Potosí, foto C. Rivera.
CARACARA
MACHA CHAQUI
Hanansaya Hurinsaya
Colo y
Macha Pocoata Chaquí Visisa Tacobamba Moromoro Caracara
Caquina
Picachuri
Resulta significativa la relación con los chi- mica característica de Cochabamba que lleva
riguanos, por representar “el otro”, con quien decoración geométrica en blanco, negro, café
tuvieron una relación conflictiva debido a los y naranja.
constantes intentos de los chiriguanos por in- Como a todos los pueblos de Tierras Ba-
gresar a territorio caracara y llegar a las minas jas, los chuis se conocían como indios de “arco
de plata; su interés en Porco había sido tanto re- y flecha”, denominación compartida con los
ligioso - militar como económico pues debieron yamparaes, churumatas y chichas. Se relacio-
oír de la fama de su huaca. nan también con urus, juries, yuracarés, amos,
moyomoyos, chichas y charcas. Hay indicios
sobre un idioma compartido entre los chuis y
Valles y altiplano sur los yuracarés que se encontrarán luego en el
Chapare denominado “idioma chui” (Schramm,
Chuis,cotasysipesipes:lafronteraecológicaypolítica 1990). Según fray Diego Martínez de Salazar
residente de los conventos de Pocona en el año
La población de los chuis se hallaba dispersa 1687 los yuracarés eran descendientes de los
por los valles cochabambinos desde Potopoto chuis de Mizque.
hasta Canata y Sacaba. Se trata de un pueblo El valle de Cochabamba fue conquistado por
cuya lengua estaba emparentada con la yuracaré el Inca Tupac Yupanqui (1471-1493) y luego reor-
según Schramm. No se reconoce que tuvieran ganizado para convertirlo en un inmenso centro
un centro específico aunque parece que hubo de producción agrícola del Tawantinsuyu. Con
cierta concentración en Punata y Sacaba. Esta esta finalidad Huayna Capac, hijo de Tupac Yu-
diversidad sugiere que su organización no de- panqui, pobló la zona con centenares de mitimaes
bió estar ordenada de manera lineal sino que trasladados de todas las zonas del Imperio. Luego
funcionaban sin la necesidad de un núcleo de de sometidos, los chuis pasaron a formar parte del
control central, sin embargo su importancia se ejército inca y participaron de algunas conquistas.
reconoce porque los documentos tempranos Según Schramm (2012). los soldados del Inca no
señalan a este valle como “tierra de los chuies”. solo se reclutaban a los chuis sino también a los
Desde una perspectiva histórica, la documen- cotas que estaban a cargo de varias pucaras.
tación los presenta junto con cotas y sipe sipes y Formaron junto con los charcas, caracaras y
también da indicios de una posible obediencia chichas la llamada Confederación Charka. Cuando
de los cotas hacia los chuis. llegaron los españoles, los chuis juntamente con las
Una feroz resistencia a la conquista inca su- “siete naciones” de la región resistieron su ingreso
braya su calidad guerrera y se sabe que entonces en el valle de Cochabamba. Por entonces el jefe
los chuis fueron prácticamente exterminados. de esta nación se llamaba Xaraxuri, quien también
Los que quedaron fueron sacados del valle y habría señoreado sobre los urus de la zona.
reubicados en Mizque, Pocona, Montepuco y
Pucara, sitios de frontera donde cumplirían una Chichas y la frontera con los Chiriguanos
misión defensiva en los fuertes incaicos contra
los pueblos de Tierras Bajas. Durante un largo Aunque como en la mayoría de los Señoríos
periodo los valles de Mizque y Cochabamba, existe un conflicto entre lo que el área que
fueron el punto de partida, lugar de tránsito o cubren se considera una unidad cultural y los
punto final de grandes movimientos migratorios restos arqueológicos intentaremos relacionar
(Schramm, 2012) la información histórica con la arqueológica.
Mientras los cotas se encontraban junto Los chichas formaron una agrupación social
a los chui, otro pueblo valluno, los sipe sipe, integrada por una serie de grupos corporativos
fue ubicado en tierras más altas convirtiéndose con diversas etnicidades conocidas como tales
luego en “llameros del inca”. Por su ubicación recién a partir del siglo XVI. Tienen como ele-
geográfica cotas y chuis podrían ser los pueblos mento común el papel activo que desempeñaron
que produjeron cerámica durante el periodo en la resistencia a los grupos chiriguanos. En el
Intermedio Tardío (1100 - 1470 d. C.); cerá- periodo que nos ocupa se caracteriza n por una
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 151
gran dispersión étnica aunque compartían como Limitaban con diaguitas, juries, moyomoyos,
indicador característico el material cerámico umaguacas, casabindos y chiriguanos; es por esta
definido como estilo chicha y/o Yavi. El estilo razón que se los considera como la puerta de
Yavi-Chicha se caracteriza por una cerámica entrada a los territorios chiriguanos. De hecho
de colores claros (naranja, rojo, morado,ante) el documento colonial conocido como memorial
con inclusiones blancas, cubierto de un engobe de Charcas sostiene que entre otros, los chichas
claro, anaranjado, rojo, morado y decorado con se encontraban “en las fronteras y guarniciones
complejos motivos geométricos. Ha sido repor- en las fortalezas contra los chiriguanaes”.
tada para la región de Lípez, el valle del San Juan Michel (2006) planteó la hipótesis que la
del Oro y el Altiplano de Sama. Sin embargo, la sociedad chicha se desarrolló inicialmente en
cerámica del Valle de Tarija pertenece a cánones el altiplano y valle de Tarija, constituyendo una
decorativos y tecnológicos muy diferentes y identidad particular desde el periodo Formativo
en las regiones al Norte, el estilo Yavi-Chicha habiendo encontrado yacimientos de recolecto-
no está presente en el Período de Desarrollos res y cazadores en la zona del altiplano de Sama.
Regionales Tardíos (Beierlein, 2008). Desde allí se expandieron hacia el Noroeste
Los datos etnohistóricos acerca de los límites Argentino y hacia los Lípez y las costas del
del territorio chicha son muy limitados pero de Pacífico mediante complejos sistemas de cami-
los datos obtenidos se puede rescatar la idea de nos y caravanas de llamas unidos por centros
que los caciques chichas ejercían un cierto grado poblacionales. Por su parte Krapovickas (1989)
de dominación sobre grupos chilenos, especial- cree que el centro de la tradición cultural chicha
mente en el área de Atacama (Beierlein, 2008). estaría en la región de Tupiza.
SALAR
Ü
DE
PISIGA COIPASA BOLIVIA POTOSI
CAIZA
SALAR
O P A C I F I C O
IQUIQUE DE
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TOCOPILLA VILLAZON
SAN PABLO DE LIPEZ
CALAMA
HUMAHUACA ARGENTINA
LEYENDA
ANTOFAGASTA
LOCALIDADES CHILE
Rios
salaraes
ZONAS
ZONA DE INFLUENCIA YAVI - CHICHA 50 25 0 50 100 150 200
Figura 89. Cerámica Yavi-Chicha. Contraste claro-oscuro del diseño en piezas enteras bicromas.
Fuente: Avila, 2011.
La expansión inca que se produjo, durante el Ubicados en la región denominada área Me-
reinado de Tupac Inca Yupanqui (1470), no tuvo ridional Andina que se extiende desde el altiplano
características de ser pacífica. Por el contrario, la Sur y valles mesotermos de Bolivia hacia el Nor-
reacción ante el avance del Imperio provocó con- oeste argentino, los chichas habitaron una serie
siderables conflictos que dejaron en evidencia la de valles interandinos que cortan transversalmen-
capacidad guerrera de los chichas y favoreciendo te las serranías de montaña y comunican los valles
el surgimiento de elites locales particularmente con la región de la puna altiplánica al Oeste, y
relacionadas con lo militar. Entonces la presencia Tierras Bajas del Chaco al Este. Se distinguen
inca rediseñó la estructura social. Los chichas por tener alturas entre los 2200 y 3200 m.s.n.m.
tuvieron un trato preferencial por parte de los in- presentando climas benignos y cálidos; de este
cas, quienes los nombraron Orejones Chichas; esta modo la economía chicha tuvo un importante
alianza final revestía una importancia particular: potencial agrícola. Estos valles constituyen una
garantizaba la paz en los márgenes del Imperio parte extensa de la cuenca del río San Juan del
(Rodríguez, 2011). Oro, afluente del Pilcomayo (Rodríguez, 2011).
Es posible que la política empleada por el Estudios de arqueología sugieren que las
Tawantinsuyu haya desestructurado importantes ocupaciones chichas se ubican en las gargantas de
redes de interacción a través de la imposición ríos y rutas de tránsito natural. En este sentido,
de límites territoriales y fronteras. La presencia los chichas se presentan principalmente como un
incaica asumió también un carácter de vigilante área de contacto entre distintas regiones ecológi-
en la zona, cuyo objetivo era contener la latente cas. Según Zanolli (1995) el territorio era vivido
amenaza de los habitantes del llano. como una frontera ecológica y a la vez cultural
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 153
pues limitaba también con los chiriguanos de las Pese a la ambigüedad existente en la jurisdic-
Tierras Bajas. Cuándo éstos avanzaron hacia los ción del territorio chicha, se puede establecer que
valles altos en los otros márgenes limitaban con ocuparon una región que abarcaba desde Tarija
carangas y lipez. hasta Lípez, de Este a Oeste, y desde Cotagaita
Hay quienes circunscribieron la presencia hasta Umaguaca, de Norte a Sur. Los límites
chicha exclusivamente al sureste de Bolivia (depar- estaban definidos por fronteras naturales como
tamentos de Tarija y parte de Potosí), en cambio los ríos La Quiaca y Quirhue que los separaba
otros autores consideran la existencia de una cuña de Umaguaca y el río San Juan del Oro que lo
étnica que desde Bolivia se habría extendido sobre dividió de Chuquisaca. Dentro de este territorio
territorio argentino llegando hasta la localidad se encontraban los principales poblados chichas.
de Casabindo, donde habrían estado en contacto Además especialmente desde el periodo inca se
directo con los diaguitas. La extensión de su terri- constata la existencia de territorios con ocupa-
torio comprendía las localidades de Talina, Tupiza, ciones multiétnicas los que no se pueden definir
Gran Chocaya, Santiago de Cotagaita, Calcha, fácilmente como chichas pero formaron una
Esmoraca, Vitichi y Suipacha (Rodríguez, 2011). provincia inca con este nombre.
En cuanto a la organización interna, según sugiere que su organización no debió estar orde-
la cédula de encomienda que otorgó Francisco nada de manera lineal sino que funcionaban sin
Pizarro en 1539, la provincia de los chichas la necesidad de un núcleo de control estatal. Así
estaba organizada en dos parcialidades cada se explica la complejidad de sociedades sin una
una con sus autoridades. Esta cédula muestra la estructura jerárquica y centralista.
situación aproximada de los chichas en momen- Existen diversas teorías acerca de la lengua
tos finales del Imperio incaico. Se observa a los hablada por los chichas. Según el Memorial de
mitimaes formando la parcialidad de hanansaya Charcas hablaban el aymara; por el contrario,
y Zanolli (2003) cree que éstos debieron ubi- Ibarra Grasso considera que tuvieron una lengua
carse hacia el Sur y el Este, concretamente en propia y que adoptaron el quechua con el do-
las zonas de fronteras. Aunque sobre la base minio incaico. Respecto a la toponimia, algunos
de documentos sobre encomiendas Thierry autores llaman la atención a la frecuencia de
Saignes propuso que los chichas tuvieron dos topónimos que presentan el prefijo “es” (Escaya,
parcialidades la una en Talina y la otra en Cal- Estarca, Esmoraca, entre otros).
cha, por el momento, es imposible determinar Para la década de 1570 el cura Hernán
con exactitud los espacios correspondientes a Gonzáles realizó un proceso de “extirpación” de
las parcialidades de hanansaya y urinsaya. La cierto culto clandestino ubicado en el pueblo de
movilización de estos mitimaes contempló, Caltama dependiente de la parroquia de Toro-
como primera instancia, el aspecto bélico y en palca y Caiza al Sur de Caracara sobre la frontera
menor medida el productivo. con los chichas rebeldes. Se trataba de un centro
Sin embargo, un conjunto de actividades religioso hacia el cual se dirigían las peregrinacio-
agrícolas, mineras y ganaderas dieron a esta nes de los devotos de los chichas junto a las otras
región un importante potencial económico. Los “naciones” de la provincia de Charcas. Pedían
cultivos, especialmente del maíz, constituyeron la fertilidad, salud y victoria sobre sus enemigos. El
base de su economía aunque también la práctica culto de origen preincaico se centraba en varios
de la minería fue llevada a cabo desde tiempos cerros agrupados alrededor de la mina y huaca
prehispánicos. Para los incas, la importancia del principal de Porco, la cual se encontraba junto
territorio chicha radicaba en el potencial agrícola con otras cuatro, las cuales pertenecían a otros
y la riqueza de sus minas de plata y oro, que fue- cerros y minas de la región llamadas Cuscoma,
ron explotadas por los propios chichas a favor del Chapote, Suricava y Aricava. La huaca de Porco
Estado. Cerca del río San Juan tenían minas de estaba compuesta por tres piedras que pesarían
oro labradas por orden de Huayna Capac cuyas una arroba. En la época prehispánica los altos
riquezas se trasladaban al Cusco. cerros tenían dos tipos de huaca uno en la cumbre
No se tiene certeza de que los chichas hu- y otro escondido en el interior de la montaña
bieran sido una unidad étnica unificada antes (Platt, Bouysse y Harris, 2006).
de la conquista inca. Desde el punto de vista
arqueológico, Ángelo (2003) considera a los chi- Yamparáes ¿indios de arco y flecha?
chas una sociedad conformada por una serie de
grupos étnicos definida mediante las relaciones Los restos más antiguos de cerámica yampara
de parentesco, consanguinidad, alianzas y otros relacionan a este pueblo con una amplia franja
vínculos de tipo económico. A su vez desde un cultural que llegaba hasta Cochabamba y a las
punto de vista histórico la documentación colo- estribaciones de la Cordillera Real al Este de
nial muestra una amplia diversidad étnica con Chuquisaca, evidenciando así que los yamparas
pueblos apatamas, casabindos, churumatas e in- compartían formas culturales con otros grupos
cluso lípes y atacamas ocupando espacios recono- étnicos de estos valles. La cerámica yampara
cidos como chichas, compartiendo, como vimos, temprana corresponde cronológicamente al
un estilo cerámico. Los apatamas, por ejemplo, Tiwanaku clásico y la yampara clásica al Tiwa-
parece que fueron un subgrupo de los chichas en naku tardío, el yampara tardío corresponde al pe-
tanto que los casabindos y cochinocas se los ha riodo Intermedio Tardíos (1000-1400) (Alconini,
considerado unas veces como etnia chicha y otras 2002b), pudiendo colegirse que esta formación
como atacameña y aún diaguita. Esta diversidad social tiene una larga profundidad temporal.
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 155
La formación social conocida luego como baja densidad demográfica y de origen tropical.
yampara estaba ubicada en una región de con- (Alconini, 2002).
tención a los chiriguanos, pueblo considerado Información etnohistórica deja saber que
una amenaza por los pobladores de los valles, los yamparas, juntamente con otros pueblos
amenaza que se incrementó en el periodo que de la región, no se sometieron con facilidad al
nos ocupa, pero corresponde también a un mo- dominio inca y más bien organizaron una fuerte
mento de incremento de la población. resistencia. Topa Inca Yupanqui logró dominar
Lo extraño es que en Oroncota no se en- allí la resistencia multiétnica formada por más
contró cerámica relacionada con los chirigua- de 20000 indios procedentes de Carangas, Paria,
nos. Podría deberse a que no llevaron consigo Cochabamba y Yamparáes. La estrategia quedó
estos artefactos en sus veloces incursiones pero registrada por su originalidad: el Inca logró ven-
también, y más probablemente, se debe a que las cerlos gracias a que preparó una danza de mujeres
relaciones fueron más de “aculturación” entre para distraer a los centinelas permitiendo así el
los guaraní de llanos y los yampara de valles. Ser ataque al fuerte (Cobo, [1653] 1964). Con los
un pueblo de frontera podría implicar también incas, Oroncota sirvió de refugio para la resis-
relaciones socioeconómicas con poblaciones de tencia y fue el escenario de una campaña militar
los llanos. Por ello se discute acerca del modelo que garantizó el dominio de los incas sobre los
de frontera cultural y frontera militar. En esta territorios de Tucumán y Chile (Julien, 1995).
frontera se ubicaron por lo menos dos sitios de Una vez incorporados al Tawantinsuyu
contención como son las fortalezas de Oroncota los caciques yampara reafirmaron su poder en
a orillas del Pilcomayo y Cuzcotuyo 60 Km al la región pasando a conformar una elite local
Este de la primera, donde los incas hicieron apoyada por los incas. Documentación colonial
fuertes; en Oroncota se evidenció asentamientos refiere que Aymoro, el último cacique de origen
anteriores a los incas con cerámica yampara de prehispánico, recibió los privilegios reservados
alrededor de 800-1300 d.C, pero en Cuzcotu- para los aliados de los incas: tierras, yanaconas y
yo los asentamientos preincas son más bien de símbolos de nobleza.
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TOPONIMIA QUECHUA
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FORTALEZAS
Figura91.Distribucióndetopónimosquechuas,guaraníyespañolalolargodelafronterainca-chiriguano,regióndefortalezasde
Oroncotan. Cuzcotuyo.
Fuente: Alconini, 2002a.
156 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Un panorama de las lenguas en la región indica Yampara ubicado a una legua del actual pueblo
la presencia del aymara entre varios de los pueblos de Yotala. No tuvieron una cabecera en la puna
de Chuquisaca pero existen indicios de que hubo ni tierras en el altiplano, siendo prácticamente
también otras lenguas locales hoy perdidas e incluso totalmente un Señorío de valle organizados en
quedan resabios en la toponimia local del puquina. dos mitades: la superior Yotala y la inferior Qui-
Respecto a la lengua originaria de los yamparas so- laquila. Hacia el Este de su territorio se demarca
lamente se sabe que tuvieron una lengua particular una línea fronteriza con el mundo chiriguano
de la que no se tiene mayor información. Queda por compuesta por el eje Tarabuco -Presto - Paccha.
investigar la relación de los pueblos vallunos con Bajo el dominio inca, su territorio fue reestruc-
otros de los llanos con quienes tuvieron relaciones turado y poblado por mitimaes de diversas partes
fluctuantes pues se sabe tuvieron constantes enfren- del Tawantinsuyu como los huatas (incas de sangre
tamientos pero también intercambios económicos. real), también canches, collas, chichas y gente del
El título del libro de Rossana Barragán Chinchaysuyu (Norte del Imperio). Es posible que
(1994) se pregunta si los yamparáes o yampara la conquista de la zona fuera apoyada por los quilla-
podrían considerarse indios del altiplano o si cas puesto que se encuentra importante presencia
por el contrario serían más bien de tierras cá- quillaca con una larga duración puesto que hasta
lidas distinguidos por el uso de arcos y flechas. la actualidad existen relaciones entre pobladores de
Los yamparáes más que una etnia o nación eran Chuquisaca y el Sur de Oruro. Entre los yampara
también un conglomerado de distintos pueblos también se hallaban grupos considerados de menor
ubicados en lo que hoy es el departamento de desarrollo como los churumatas y moyos; por ello
Chuquisaca y en los alrededores de la ciudad de un mapa étnico del territorio yampara muestra un
Sucre teniendo como centro principal Hatun mosaico multiétnico característico de los valles.
COTACAGES
INQUISIVI
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CORANI
COCHABAMBA
QUILLACOLLO
ARANI
POJO
CAPINOTA COMARAPA
MIZQUE
TAPACARI
. OMEREQUE
SAIPINA
PULQUINA SANTA CRUZ
Lago
Uru Uru
SACACA AIQUILE
TOROTORO
ORURO
VALLEGRANDE
PUCARA
MOJOCOYA
Lago
Poopo
PRESTO
SUCRE
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P ZUDAÑEZ
REFERENCIAS
YAMPARAEZ
. TOMINA
EXTENSION DEL
ICLA ESTILO "YAMPARA"
ALCALA
. . !
P CIUDAD CAPITAL
POTOSI
. SITIOS PRINCIPALES DEL
ESTILO "YAMPARA"
BETANZOS
0 12,5 25 50 75 100
CHUQUISACA OTROS SITIOS DEL
ESTILO "YAMPARA"
Kilómetros
La recomposición inca del territorio orde- con viviendas circulares con corrales de formas
naba hacia el Oeste del territorio a la población irregulares. A pesar de la importancia de la gana-
propiamente yampara mientras que los mitimaes dería también se registran restos materiales que
de diversas partes se ubicaron sobre todo hacia el refieren al trabajo de agricultura, probablemente
Este. De ellos las poblaciones altiplánicas estaban de quinua. También quedan chullpas de planta
hacia el Norte en tanto que churumatas y mo- cuadrangurlar y circular.
yomoyos estaban al Sur, respetando parciamente Las pucaras defensivas ubicadas en sitios
su hábitat natural. A su vez, gente yampara fue estratégicos cuentan además con una o dos
trasladada a zonas como los valles de Ambaná y murallas protectoras como en Alto Lakaya. Las
Combaya, en el departamento de La Paz (Ba- estructuras en las pucaras no son redondas sino
rragán, 1994). elípticas como si se tratara de una transición entre
Las referencias encontradas acerca de la las construcciones redondas y las cuadrangulares.
religiosidad local se refieren al periodo inca; Las viviendas se hallan aglutinadas separadas por
Gisbert, Arze y Cajías (1997) señalan la presencia estrechas calles que a veces conducen a espacios
en la región yampara de dos huacas relacionadas abiertos como en Cruz Vinto y Churupata. Las
con los incas: Mantocalla y Quiquijana. Según pucaras también cuentan con chullpas que a ve-
el cronista Cobo del siglo XVI, Mantocalla era ces llegan a varios centenares que normalmente
una huaca del Cusco ubicada en el camino del se encuentran en la periferia del núcleo. Estos
Antisuyu. Además en el Cerro de Manturcalla enterramientos y excavaciones en las viviendas
sacrificaban diez carneros para el sol y diez para dan cuenta que fueron sitios de habitación no
el trueno. Quiquijana, en cambio constituiría – ocasional sino permanente (Nielsen, 2002).
según el cronista Calancha– un altar en el que se Existen distintas versiones sobre el signifi-
sacrificaba un ídolo de plata en forma de llama. cado del nombre lípes; en quechua sería “cosa
que da resplandor” y según diccionarios del siglo
Lípes, la máxima dispersión XVI, el término se aplica también a aquello que
parece “pelado de todo” como un territorio de-
Se conoce como “altiplano de Lípez” a la región sierto. Justamente el cronista Capoche en 1585
comprendida entre el Salar de Uyuni y la frontera escribe: “En el verano se enjuagan estas aguas y
Sur de Bolivia. Se ubica en la parte occidental del se descubre la tierra que queda hecha un salitral
departamento de Potosí (hoy provincias Nor y y con los rayos del sol hace reverberación en lo
Sud Lípez) fue escenario de desarrollos locales blanco muy perjudicial a los ojos”. En aymara,
de los que no se puede afirmar que fueran una por su parte, “lipi” deriva de la técnica para cazar
unidad sociopolítica con una organización que guanacos y vicuñas, animales que abundaban en la
estructure a toda la región y con un solo sistema región. Por otra parte según el cronista Vázquez
de autoridades. Esto no quiere decir que no de Espinosa, “Hay en esta provincia además de
compartieran con los otros Señoríos una serie las minas de plata de que esta lastrada toda ella,
de rasgos culturales como por ejemplo el ente- minas de piedra lipes de donde toma el nombre la
rramiento en chullpas de la élite local. provincia y de piedra imán”.
A partir aproximadamente del 900 d. C. los Por habitar un medioambiente muy árido
grupos del altiplano de Lípez experimentaron constituye una sociedad netamente pastoril
cambios en el tamaño, emplazamiento y estruc- que se caracteriza por un poblamiento disperso
tura interna de sus asentamientos residenciales y con asentamientos humanos de varios siglos de
en correspondencia con el estado generalizado de antiguedad en las cercanías de fuentes de agua
tensiones, alrededor de 1300 d. C., se construye- y una constante movilidad. Estos asentamien-
ron poblados defensivos en toda la región. Según tos pudieron ser talleres líticos situados en las
Nielsen (2002) este proceso de aglutinamiento nacientes de aguas, paraderos o campos de caza
defensivo estuvo acompañado por la consolida- ubicados en el interior de la planicie (Arellano y
ción de formaciones políticas multicomunitarias Berberian, 1981).
y posiblemente jerarquización social. En esta En inmediaciones de los ríos protegida por
región no se ha registrado restos relacionados con un cerro, se encuentra una serie de construccio-
Tiwanaku. Más bien quedan sitios habitacionales nes dedicadas al cultivo que combinan recintos
158 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
circulares con rectangulares conocida como Puca presencia uru, caracterización que proviene
Pucara. Los sitios de sembradíos tienen forma de informaciones coloniales (Capoche y Lo-
oval y están protegidos por paredes para evitar el zano Machuca) que señalan que los lípes eran
viento. También se construyeron corrales cerca a un grupo con una población de unos 3000 a
una pucara que se encuentra en las inmediaciones. 4.000 aymaras junto a los que vivían cerca de
El sustento principal descansa en el manejo de 1.500 urus. Los pobladores de lengua aymara
los camélidos domesticados pero también la exis- estaban concentrados en los bordes Oeste y
tencia de animales silvestres. Según el cronista Norte del salar de Uyuni, en cambio al Sur
Vázquez de Espinosa (1983[1628]) estaban los urus. Es posible, sin embargo, que
estos “aymaras” fueran urus aymarizados pues
Toda esta provincia como tiene grandes despo- su sistema de producción se basaba en la caza,
blados está llena, y cubierta de ganados silvestres, pesca y recolección de r aíces, características de
como son guanacos, vicuñas, venados, vizcachas la cultura uru. A los urus locales se los conoce
y otros animales de que también se sustentan
con distintos nombres: pololos, notumas, so-
los indios.
chusas y urumitas, por lo que probablemente
no formaron una unidad. Fuera de urus y
Es probable que bajo el nombre de lípes se
aymaras, se registraron también los llamados
incluyera a diversos grupos que habitaban de ma-
condes, cochabilcas y moyomoyos, y en los
nera dispersa esta región, población que mantenía
bordes del territorio, estaban los chichas. Esta
estrechas relaciones tanto con Tarapacá y Atacama
presencia multiétnica se reproduce también en
en la puna hasta la costa del Pacífico particular-
el panorama lingüístico ya que para la zona se
mente hacia la zona actual de Iquique (Chile).
consigna además del aymara y el uruquilla, por
En algunos mapas etnohistóricos los lípes
lo menos las lenguas cunza y atacama.
aparecen como un grupo aymara con una cierta
REFERENCIAS
SALINAS PUEBLOS EN REDUCCION
DE GARCI MENDOZA
SALAR TAUCA # # LOCALIDADES PRINCIPALES
DE LOCALIDADES
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Kilómetros
Una de las figuras muestra una representa- cuando irrumpieron los europeos. También cabe
ción antropomorfa estilizada donde se observa un recalcar que el dominio inca no fue igual en todas
personaje con un gran tocado y un taparrabo con las regiones, como se podrá ver en el siguiente ca-
adornos circulares con los brazos arriba. En otra pítulo. En algunos lugares como entre carangas,
se observa tres figuras en cadena probablemente quillacas o charcas los antiguos señores étnicos
en danza ritual. pasaron a formar parte de la burocracia imperial.
En otros la resistencia fue mayor, como entre los
chuis quienes finalmente por medio de la guerra,
Fin del periodo fueron incorporados al Imperio. En este sentido,
el cambio de periodo históricos, aunque escalo-
El fin del periodo está marcado por la irrupción nado en el tiempo, tuvo lugar a lo largo de todo
de los incas en el territorio, alrededor de la década el mundo andino incluyendo los valles.
de 1450. Es un tema de discusión la manera en La frontera étnica fue marcada con más
que los incas dominaron el extenso territorio. nitidez entre un mundo inca “civilizado” y los
Como fuera, el cambio significó la instauración “otros”, los chirguanos o los chunchos que
de un sistema no solamente estatal sino imperial mantuvieron a raya a los incas lo cual afectó a
y por tanto un proceso de estandarización de las antiguas relaciones de relación e intercam-
muchos aspectos de la sociedad, desde la orga- bio que parece tuvieron lugar, por ejemplo, en
nización en ayllus, un sistema de control y apro- la región de los chichas. Del mismo modo, la
vechamiento del espacio, tecnologías en muchos ocupación del espacio sufrió dramáticos cam-
sentidos: textil, constructivas, de cerámicas, etc. bios con la inclusión de mitimaes llevados por
Es decir una transformación de la gran diversi- los incas de un lugar a otro, con lo que el mapa
dad previa a una cierta uniformidad, aunque este social y étnico del periodo será muy distinto al
proceso fue tan complejo que no llegó a concluir de los Señoríos.
Recuadro 11
Estilo es un término que se refiere a una cierta manera de hacer las cosas, siguiendo límites y normas para
alcanzar un producto final. En arqueología el estilo se relaciona con la cerámica, los líticos, los textiles, la
arquitectura, la escultura, entre otros elementos. Como Margaret Conkey señala (1990: 8) el concepto de
estilo está intrínsecamente ligado con el reconocimiento de patrones y la centralidad de los objetos. Los
arqueólogos de fines del siglo XIX y gran parte del XX estudiaron objetos como la cerámica por dos razones
principales: para establecer cronologías y para equiparar los estilos con culturas o grupos sociales. A fines
de los años 60 del siglo pasado, cambios en los paradigmas de investigación dejaron de enfocarse en los
objetos en si para centrarse en la explicación de procesos sociales y de sistemas adaptativos. En este nuevo
contexto el estilo se entendía como un producto cultural que contenía códigos que debían ser descifrados
por los arqueólogos entendiendo su contexto social de producción y uso. Dentro de las nuevas corrientes
los estudios de estilo están centrados en entender si este es capaz de revelar grupos sociales, identidades
étnicas, unidades sociales o entidades históricas entre otros temas (Conkey, 1990: 11). Los fenómenos sociales
detrás del estilo se relacionan con procesos de interacción, ideologías, afiliaciones grupales, diferenciación
social y por supuesto identidad. Sin embargo, establecer una correlación directa entre estilo, grupos sociales
o identidades étnicas no siempre es posible ya que el estilo no necesariamente se intersecta con grupo
social o identidad. Por tanto se requiere de metodologías específicas para tratar estos temas y corroborar
si es posible establecer este tipo de relaciones.
En Bolivia, arqueólogos durante el siglo XX han usado los estilos cerámicos para caracterizar a cultu-
ras determinadas, basándose en el supuesto que estos materiales y sus atributos morfológicos, técnicos
y estilísticos expresan de forma material y visual aspectos de identidad grupal. Es decir que una sociedad
produce cerámica distintiva que puede ser usada para identificarla como en el caso de Tiwanaku y los Incas.
SEÑORÍOS Y DESARROLLOS REGIONALES 161
Es así que durante la primera mitad del siglo XX y al influjo de la escuela histórico cultural los arqueólogos
como Dick Ibarra Grasso (1973) equiparaban estilo cerámico con una cultura específica. Así es común en-
contrar términos como la cultura Lípez o Tarija inciso. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas visiones
sobre la cultura material y su relación con lo social, ya no se plantea automáticamente que el estilo refleja
identidad o etnicidad. Pese a ello, se reconoce que la cerámica es producida dentro de contextos sociales
particulares y que expresa cosmovisiones e ideologías imperantes en ciertos períodos históricos. Por tanto,
es una herramienta útil para identificar grupos sociales, pudiendo expresar, a través de sus características
técnicas y estilísticas, aspectos de identidad grupal. Estos aspectos pueden ser intencionales y muy evidentes
o muchas veces mucho más sutiles.
En Bolivia las investigaciones muestran que la gran diversidad de estilos y sus variantes en ciertos
períodos se relacionan con entidades políticas y culturales de gran dimensión, expresando elementos
estandarizados de ellas como en el caso de Tiwanaku. En otros casos, esta situación no es tan evidente y
los estilos tienden a ser más generales y pudiendo ser usados por distintos grupos sociales que comparten
tradiciones tecnológicas comunes. Este sería el caso de la cerámica de la Tradición Estampada e Incisa de
Bordes Doblados común en los valles interandinos y ceja de selva del Centro y Sur de Bolivia o la cerámica
del período Formativo en el Sur de Bolivia.
Para períodos arqueológicos tardíos en los que los documentos coloniales brindan información sobre
distintos grupos étnicos o sociales, en muchos casos se pudo correlacionar estilos cerámicos y grupos
sociales, considerando que el estilo expresa aspectos de identidad grupal. Por ejemplo, se han realizado
correlaciones entre la distribución de estilos cerámicos y los territorios que ocuparon entidades políticas
como los lupacas, los pacajes, los carangas, los chichas, los yampara o Confederaciones como los Quillaca-
Asanaque o los Qaraqara-Charka. El estilo Pacajes es bastante estandarizado, presenta dibujos de llamitas
y motivos geométricos: líneas onduladas, asteriscos, puntos y reticulados, entre otros, sobre superficies de
tonos rojizos, marrones y naranjas, asociados a formas cerámicas típicas como cuencos, jarras, cántaros y
ollas que se distribuyen en un territorio aproximado al conocido etnohistóricamente para este grupo. Sin
embargo, existen variaciones regionales (Albarracín-Jordan, 1997; Janusek, 2003). Lo mismo sucede en el
territorio Carangas donde el estilo asociado a este grupo tiene como motivo distintivo dibujos de espirales
además de líneas onduladas en negro (Lima, 2014). La confederación Quillaca-Asanaque presenta una
diversidad de estilos en su territorio que corresponden a grupos particulares (Lima, 2014).
En el caso de las confederaciones del Sur como los Qaraqara, que incluyen dentro su estructura política
a varios grupos con identidades particulares, se evidenció una mayor variabilidad. Es decir que existe una
distribución territorial específica de tres o más estilos cerámicos particulares que corresponden a uno o
varios grupos que componían esta confederación. Por ejemplo la cerámica Yura estaría relacionada con los
visijsas del Este de Potosí, mientras que la cerámica Huruquilla (de color generalmente gris) se relacionaría
con otros grupos del Centro Este de Potosí y el Suroeste de Chuquisaca. La cerámica Chaquí se relaciona-
ría con grupos del centro de Potosí, todos parte de esta confederación (Cruz, 2007; Lecoq, 1999; Rivera
Casanovas, 2004, 2014). Por otra parte, están los yampara que incluirían en su estructura política diversos
grupos sociales cuya cerámica refleja gran variabilidad dentro de un estilo generalizado como el Yampara
y sus variantes. En el caso de los chichas del Sur del país, su cerámica roja o guinda con diseños negros
es tan distintiva que ha sido denominada Chicha. Durante la presencia inca en Bolivia la mayor parte de
estos estilos se mezclaron con elementos tecnológicos y decorativos incaicos dando lugar a estilos mixtos:
Pacajes-Inca, Carangas-Inca, Quillacas-Inca o Quillacas Tardío, Huruquilla-Inca, Chicha Tardío, entre otros.
QUINTA PARTE
La impronta inca en Bolivia
Pilar Lima
La impronta inca en Bolivia
(1470-1540 d. C.)
Mito e historia del origen de los incas de mitos, uno de origen de los incas y otro de
creación de los hombres; a veces ambos se funden
En la vida de Mango Capac, que fue el primer en un solo relato, indicando que hubo un hacedor
ynca de donde empezaron a jactarse y llamarse del universo que creó el cielo y la tierra con las
hijos del Sol y a tener principio la idolatría y ado- diversas naciones de hombres que la habitaban
ración del Sol y tuvieron gran noticia del diluvio, y, entre ellos, de manera especial mandaron a sus
y dicen que en él perecieron todas las gentes y hijos como sus mensajeros. Uno de los mitos de
todas las cosas criadas, de tal manera que las aguas creación asegura que el Sol y la Luna se refugia-
subieron sobre los más altos cerros que en el
ron en sus aguas, en la oscuridad, durante los días
mundo habían, de suerte que no quedó cosa viva
del diluvio, y allí se encontraron los dioses que
excepto un hombre y una mujer que quedaron
en una caja de un tambor y que al tiempo que dieron origen al mundo.
se recogieron las aguas, el viento hechó a éstos El Inca Garcilaso, mestizo de origen cusque-
en Tiahuanaco … y que el Hacedor de todas las ño, recogió un mito que recordaban sus parientes,
cosas les mandó que allí quedasen por mitimas indicando que el dios Sol hizo salir del lago Ti-
y que allí en Tiahuanaco, el Hacedor empezó a ticaca a una pareja de hermanos esposos, Manco
hacer las gentes y las naciones que en esta tierra Capac y Mama Ocllo. Ellos tenían el encargo
hay … (Cristóbal de Molina, 1585) divino de llevar una vara de oro para establecerse
allí donde ésta se hundiese. La vara se hundió en
El lago Titicaca es considerado un lugar sagrado Cusco, donde enseñaron a tejer, sembrar maíz, a
por todas las culturas que habitaron sus orillas, adorar al Sol y otras actividades civilizadoras a la
desde los tiempos más remotos hasta el presente. gente del lugar, a quienes anunciaron su origen
Los estudiosos de las religiones concuerdan en divino. Algunos autores son más precisos indican-
que un espacio es sagrado por su directa aso- do que Manco Capac y Mama Ocllo salieron de
ciación con una o varias divinidades, un lugar la Roca Sagrada de la isla Titicaca y subrayan que
donde los seres humanos pueden comulgar con lo antes de ellos la gente vivía sin orden ni gobierno.
divino y por tanto posee un profundo significado El culto al Sol, entonces, dio origen a una religión
religioso para sus miembros. con formas más relevantes para la vida cotidiana.
Desde un punto de vista geográfico y Es importante señalar que el lago Titicaca era
político, el lago marca el centro del espacio y un centro estratégico sumamente prestigioso a
organiza el altiplano en dos sectores simbóli- nivel regional, por tanto, vincularse a este espacio
cos. Constituirse en el taypi del mundo cultural significaba para los incas la validación de su poder
andino hace que allí se manifiesten los mitos y simbólico y político.
se funden las bases de creencias religiosas. Los Ramos Gavilán (1988 [1621]), el cronista
cronistas coinciden en situar los mitos en la Isla agustino de Copacabana, relata que los habitantes
del Sol o Titicaca y en Tiwanaku, ubicado a po- del lugar mandaron a un sacerdote a Cusco para
cos kilómetros del lago. Las versiones recogidas solicitar la protección del Inca para este lugar
entre 1552 y 1653 hacen referencia a dos tipos sagrado. El Inca Yupanqui (Pachacuti) fue parte
166 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
de la primera dinastía en visitar el sitio. Cuenta en la región de Cusco durante las décadas de 1980
Ramos que cuando vio la peña sagrada, no pudo y 1990 ofrecen nuevas líneas de evidencia para
menos que adorarla como si viera a Dios en entender su origen. Luego de la caída del Imperio
persona, mandando a construir allí un centro de Wari, se produjo un cambio radical en la forma de
peregrinación. ocupación del territorio, con el consiguiente cre-
Otros mitos hablan de cuatro parejas de cimiento de la población de la cuenca de Cusco.
hermanos que salieron de la cueva de Paca- Múltiples grupos étnicos, reconocidos también
ritambo, cerca de Cusco. Ellos fueron Ayar a partir de los documentos coloniales, poblaron
Cache-Mama Guaco, Ayar Oche [Uchu]-Cura, esta próspera región. Entre ellos se encontraban
Ayar Ayca-Ragua Ocllo y Ayar Manco-Mama los pinahua y mohína, al Este; los chillque, masca
Ocllo. Algunos de los hermanos se quedaron en y tambo, al Sur; Huayllacán y Cuyo, al Noroeste,
el trayecto, quedando finalmente Manco Capac y dos poderosos grupos: Anta y Ayarmarca, al
y Mama Ocllo. En estas versiones, los personajes Oeste de Cusco (Fig. 95).
se encontraban vestidos con cumbis (finísimos Estas poblaciones interactuaron durante el
textiles) y adornados con joyas y objetos de oro. denominado período Killke, que se desarrolló en
Manco Capac y Mama Ocllo, como hijos del el Intermedio Tardío. La evidencia material regis-
Sol, aparecen entonces como los fundadores de trada es la existencia de un estilo de cerámica, al
una dinastía gobernante de origen divino, que que John Rowe (1944) denominó Killke (1000-
el mito sitúa en Tiwanaku o en la isla Titicaca, 1400 d. C.) y que es considerado el antecedente
los mismos lugares donde se sitúan los mitos de inmediato de la cerámica Inca en la región de
creación del mundo. De este modo, este mito se Cusco (Bauer, 2006) (Fig. 96). Múltiples muestras
une al de origen de la dinastía Inca. fueron registradas en las excavaciones realizadas
Los estudiosos de las religiones explican que en los sitios arqueológicos de la ciudad de Cusco,
la solarización de los supremos inicios en todas demostrando que antes de la consolidación del
las religiones conecta una teología solar con una Imperio Inca existía una considerable población
élite gobernante, justificando el dominio de una identificada por el estilo cerámico Killke.
minoría elegida. El mito del lago Titicaca y el El paisaje también fue transformado, incre-
de la cueva de Pacaritambo son versiones que mentando la producción agrícola, sobre todo de
parecen haber sido resaltadas según se tratara cultivos de maíz, uno de los más importantes en
de una u otra panaca (grupo de élite) Inca. Al la región. Este panorama ofrecía condiciones
parecer, esta vinculación del origen en el Titicaca estables para darle autonomía y poder al grupo
asociada a la deidad solar hizo de esta parte de que lograra el control regional.
los Andes uno de los lugares más importantes El acceso a esos recursos y la competencia
a nivel simbólico y mítico para los incas, como por el control territorial produjeron rivalidades
se verá más adelante. De cualquier forma, estos entre los grupos étnicos, haciendo que las pobla-
mitos de origen son parte de las explicaciones ciones entren en conflicto. Según los datos de
para entender la conformación de uno de los cronistas como Sarmiento de Gamboa (1572),
desarrollos prehispánicos más importantes de una forma de solucionar estas rivalidades para
América. unificar a los grupos fue la serie de matrimonios
En cambio para los cronistas españoles los entre miembros de las élites locales.
incas emergieron de la oscuridad, alrededor del En opinión de los investigadores, como re-
siglo XV, durante el reino del Inca Viracocha y de sultado de los conflictos, matrimonios y alianzas
su hijo Pachacuti Inca Yupanqui. Estos dos líderes étnicas, se formó una compleja jerarquía social
habrían logrado la unificación de los diferentes y política en la región de Cusco. Así también,
grupos étnicos que habitaban el valle de Cusco, la unificación y eliminación de las poblaciones
promoviendo una decisiva e histórica victoria redujo la diversidad étnica y la competencia
sobre sus tradicionales rivales, los chancas. Antes política en el transcurso de varios siglos. Puede
de la década de 1970, ésta era la explicación más decirse que la población inca es la conjunción
acertada para explicar el origen de los incas. de múltiples etnicidades, las que participaron
Sin embargo, nuevas investigaciones ar- indistintamente en su formación, dando como
queológicas (Bauer, 1992, 1998, 2006) realizadas resultado el surgimiento del Imperio Inca.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 167
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REFERENCIAS
# ZONA ARQUEOLÓGICA
CHILLQUE
5 2,5 0 5 10 15 20
! COMUNIDADES MODERNAS
Kilómetros
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ACCHA
Figura 95. Mapa de disposición de las diferentes etnias alrededor de Cusco, antes de la emergencia del Estado Inca.
Fuente: Bauer, 1996.
desarrollo nos lleva a identificar dos claras posturas. imperial, uno de los cuales –los killkes– parece
Por un lado, la visión mítica y la lingüística propo- haber asumido la hegemonía política regional.
nen el origen de los incas relacionado al Titicaca, El paso subsecuente de este proceso es la
e incluso relacionado a Tiwanaku como cultura formación del Estado en Cusco, el cual –siglos
antecesora que luego les hereda parte de su bagaje más tarde– diera lugar a la formación del Imperio
tecnológico. Por otra parte, se identifica un origen Inca. Desde esa perspectiva, podemos asumir que
más evidente y muy similar a lo observado en la la evidencia arqueológica es la que mayores ele-
cuenca del Titicaca durante el Formativo, donde mentos aporta en la resolución de la problemática
diferentes grupos de la cuenca de Cusco pelearon del origen de los incas.
por la hegemonía política. Por lo que muestran los
datos, son los killkes los que se impusieron, dando
origen a un desarrollo regional, que luego –durante La formación del Estado en Cusco hasta
su fase expansiva– se convirtió en el Imperio Inca. la conformación del Imperio
Los datos arqueológicos proporcionan in-
sumos muy relevantes para la discusión de las La formación de un Estado implica niveles de
diferentes posturas. Por un lado, en el Titicaca centralización política, jerarquización social y de-
se identifican los mayores santuarios del perio- limitación territorial. Según Brian Bauer (2006),
do Inca, pero sin evidencias muy claras de una este proceso se dio alrededor del año 1000 d. C.,
ocupación en su fase inicial. En cuanto al tema a partir de las óptimas condiciones que ofrecía
lingüístico, es más difusa la información, ya que el valle de Cusco para la producción agrícola
los topónimos de la cuenca del Titicaca y los de –principalmente de maíz– y de la realización
las cercanías de Cusco son de origen aymara, no de múltiples alianzas políticas que lograron los
quedando evidencias del llamado idioma secreto killkes con otros grupos vecinos. Esto posibilitó
de los incas. Por último, las evidencias arqueoló- un soporte político para el grupo dominante y la
gicas en la cuenca de Cusco muestran la existencia generación de excedentes económicos que luego
de una diversidad de desarrollos antes de la etapa eran redistribuidos entre las jefaturas locales.
Figura97.EnlaimagendelactualcentrourbanodeCuscofueronubicadoslosprincipalessitiosInca.Esadisposicióndibujalasiluetadeunanimal,
que muchos curiosamente plantean se trata de un puma.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 169
De la misma forma, se fue consolidando el a estos territorios, creando uno de los santuarios
crecimiento del asentamiento central en Cusco. más simbólicos e importantes de la época. Este
Prueba de ello es la documentación de cerámi- hecho precede la importancia que Tiwanaku ya
ca Killke en los contextos estratigráficos más le dio al lago Titicaca y, por otro, lado también
antiguos del Coricancha, Sacsayhuamán y San refuerza la pervivencia de una memoria histórica
Agustín. A partir de este centro se construyó y cultural que ve en este Estado prehispánico uno
un complejo urbano que fue la primera ciudad de los desarrollos culturales más importantes de
inca, además de otros centros satelitales ubicados los Andes.
en sus alrededores. Ese hecho también implicó
un sistema estructurado de control político y Recuadro 12
económico, incluyendo la consolidación de una
clase gobernante. Las guerras entre incas y chancas
En la fase de Estado, los incas desarrolla-
Durante fines del siglo XII y principios del siglo XIII,
ron todo tipo de estrategias para incorporar y
el Estado Inca empezó a expandirse en la región
administrar nuevos territorios y grupos étnicos, de Cusco, siendo uno de los eventos más notables
con el objetivo de extender su control territorial para su expansión la guerra con los chancas.
regional. El producto fue la conformación de una La etnohistoria relata de manera muy vívida
compleja jerarquía social y política que redujo el proceso bélico sostenido entre incas y chancas,
la diversidad étnica y la competencia política uno de los hitos más importantes para el surgi-
(Bauer, 2006). miento del Imperio. Hasta ese tiempo, los incas
Por otro lado, debido a las condiciones fa- todavía eran uno de los grupos regionales que
vorables mencionadas, se advierte un dramático pugnaban por el control de las etnias vecinas;
mientras que los chancas –población proveniente
incremento de la densidad poblacional en la
de la sierra- pugnaban con otros grupos por el
ciudad, así como una transformación del paisaje dominio regional.
local, gracias al incremento de áreas destinadas a Según Maria Rostworowsky (2010), las pri-
la agricultura. Esto también implicó la necesidad meras batallas fueron desarrolladas alrededor
de mano de obra destinada a los cultivos y a la de 1438, durante el gobierno de Huiracocha. El
producción de excedentes para el Estado, por lo episodio de conflicto fue originado por el ataque
cual era necesaria la inserción de otras pobla- de los chancas a la ciudad de Cusco, culminando
ciones que pudieran realizar esos trabajos. Todo con una victoria inca que obligó al ejército chanca
ello fue parte del establecimiento de una rígida a replegarse a Ichupampa.
jerarquización social local y regional. Tiempo después, una respuesta ofensiva a
la cabeza de Pachacuti, en la mítica batalla de
Naturalmente, los grupos aliados de la élite
Yahuarpampa, posibilitó la victoria definitiva. Se
contribuían a la consolidación de ese sistema sumaron los restos del ejército chanca al de los
socio-político. Sin embargo, existían otras po- incas, consolidando con este episodio el total
blaciones que mostraban su desacuerdo con la dominio del valle de Cusco, además de su poderío
centralización regional existente, convirtiéndose bélico.
en rivales de los incas. Entre ellos se encon- Maria Rostworoswki también explica que fue
traban los pinahua y los mohína, de la cuenca el botín recogido de los chancas lo que le permitió
de Lucre; los ayarmarca, de Chinchero, y los al nuevo Imperio iniciar su política de reciprocidad
chancas. El conflicto con estos últimos fue un y redistribución. Con estas estrategias lograron –
hecho sin precedentes, pues determinó un viraje además- tener la hegemonía económica y política
en la región, expandiéndose posteriormente hacia
político para los incas, insertando una lógica
diferentes partes de los Andes.
expansionista.
A partir de ese tiempo y en adelante, los incas
se preocuparon por ampliar sus límites territo-
riales. Como parte de todos esos sucesos, parece El Imperio de los incas
haber existido también una motivación por llegar
al Titicaca y a Tiwanaku, área mítica de origen Mucho se ha discutido sobre la pertinencia de
de los primeros gobernantes. Como parte de la denominar a los incas como un Estado o un
expansión de Túpac Yupanqui, el Imperio llegó Imperio, pero en los últimos años parece existir
170 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
que Atahuallpa gobernaba el Norte, a partir de cada una de las dieciséis panacas o grupos de
su centro en Quito. poder reales, de entre los cuales se elegía a los
Un segundo nivel serían los centros re- gobernantes cusqueños; los Hatun Curacas, que
gionales, pertenecientes –en algunos casos– a eran los enviados para la administración de los
los centros políticos de los pueblos anexados territorios anexados, vivían en las capitales de
al Imperio. Dichos centros fueron construidos los diferentes curacazgos, y cuyo nivel de auto-
en los diferentes momentos de la expansión ridad estaba relacionado al tipo de organización
política, entre los que se puede mencionar a política y territorial que tenía la población local
Ollantaytambo, donde se registra evidencia de anexada; los incas de privilegio que pertenecían
la influencia de la arquitectura Tiwanaku en las a las élites locales y que, sin embargo, contaban
construcciones Inca. También son relevantes con mayores beneficios a nivel social y político,
los centros de Hatun Colla, donde en el siglo entre los que se puede mencionar a los Chichas
XVI todavía se hablaba puquina, y Hatun Jau- Orejones y a los Huallpa Rocas. Otros cargos de
ja, centro reconstruido sobre las cenizas de la menor jerarquía eran los curacas eventuales, de-
capital Huanca. En el área circunlacustre, dos signados por cualquier miembro de la élite inca
sitios fueron los más importantes, Tiwanaku y para servir en tareas administrativas, así como
Copacabana; el primero era el principal centro los curacas yana, figura no muy usual en la que
religioso del Horizonte Medio, además de haber un yanacona podía fungir como administrador
sido el sitio de origen mítico de los incas. En eventual en caso de ausencia del delegado impe-
Tiwanaku establecieron un asentamiento ritual rial. Esta categoría de jerarcas constituía la élite
y administrativo que no se sobrepuso al sitio inca y se encargaba del manejo administrativo
más temprano, probablemente respetando su del Imperio.
importancia religiosa. Por su parte, Copaca-
bana era un centro ritual y multiétnico donde
se concentraban poblaciones provenientes de Recuadro 13
diferentes partes de los Andes. Sistema social imperial
Fuera del área del Titicaca, se reconoce la
importancia de varios centros, como los de In- Según Maria Rostworowsky (1988), el Imperio
callajta e Incarracay, áreas relacionadas a la pro- Inca estaba constituido por los siguientes niveles
ducción agrícola; Paria y Sevaruyo, como parte sociales:
de los centros administrativos relacionados al
Panacas reales
Capac Ñan (Camino Real), a partir de los cuales
Administradores
se propiciaron múltiples contactos interétnicos. Sacerdotes, hechiceros y adivinos
Este nivel de centralización política y pobla- Mercaderes y comerciantes
cional también centralizó los poderes locales. El Artesanos
efecto de ese hecho fue la anulación de la fuerza Hatun runas o campesinos
y decisión política e individual de las poblaciones Pescadores
anexadas al Imperio. Mitmaqunas o poblaciones trasladadas
Otro aspecto que caracterizó la política Yanaconas o servidores
Mamaconas o mujeres escogidas
imperial inca fue la emergencia o consolidación
Piñas o prisioneros de guerra
de niveles de jerarquía, ya fueran éstos locales o
externos. Durante su vigencia, como desarrollo
político se estableció una forma de administra- Esta drástica estratificación social implicó
ción que, si bien estaba centralizada simbólica- también el surgimiento de instituciones eco-
mente en el Sapa Inca, contaba con un esquema nómicas como la mit’a, las cuales cambiaron la
social y político que definía claramente la toma vida de las poblaciones sometidas al Imperio. Si
de decisiones en todo el Imperio. bien la mit’a fue una forma de trabajo comunal
En ese sentido, según Rostworowsky para las poblaciones locales, durante la égida del
(1988), se pueden reconocer cuatro niveles de Imperio se convirtió en una forma de ofrecer
mando: incas de sangre real pertenecientes a tributo en especie a los gobernantes. Se dice
172 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
que existía una mit’a de trabajo, una agraria, una ese marco. Por ejemplo, hay que mencionar una
pesquera y otra minera; de esta forma, la élite y cantidad considerable de fechados tempranos
los señores locales aprovechaban los diferentes del periodo Inca que se encuentran en áreas
recursos provenientes de todo el territorio. marginales del Imperio, tal el caso de instalacio-
De la misma manera, a través de la mit’a nes registradas en zonas de los actuales Chile y
se logró la construcción de los magníficos mo- Argentina (Stehberg, 1995). Otro aspecto que
numentos arquitectónicos Inca que ahora son marca esta diferencia temporal es la existencia
objeto de admiración. Este tipo de tributo estaba de cierta información etnohistórica que alude
destinado al trabajo de la tierra en diferentes la presencia Inca en áreas como las de Chuqui-
niveles: las tierras del Inca o del Imperio, las saca, con anterioridad a su presencia imperial
tierras privadas del Inca, las tierras de las huacas y a manera de proceso de interrelación con las
y las tierras del ayllu. Salta a la vista que no existía poblaciones locales (Sores de Ulloa, 1595). Esto
propiedad ni producción privada. nos lleva a cuestionar si la presencia imperial en
Bajo estos lineamientos políticos, sociales y los Andes se dio realmente a partir de las diferen-
económicos, los incas se expandieron por todo los tes campañas expansivas, o si existió un proceso
Andes, instaurando –durante casi un siglo– un sis- previo de interrelación con los grupos locales
tema administrativo y de control sin precedentes. para luego implementar un proceso político
único en los Andes.
Expansión imperial de los incas en los Andes Por los datos que se registran en diferentes
partes, tanto a nivel arqueológico como etnohis-
La lógica territorial expansiva de los incas se tórico, es posible pensar en un proceso previo y
desarrolló en diferentes espacios temporales. de contacto de los incas con otros grupos o con
Según los documentos coloniales y en base a otras etnias. Según la etnohistoria, la presencia
los relatos de los cronistas, se reconocen cuatro incaica en los Andes Centro Sur se habría dado
expansiones: después de 1470, con la expansión de Túpac
Yupanqui, pero los fechados de numerosos
• La primera expansión de Pachacuti entre contextos del Sur datan de tiempos anteriores,
1438-1463, en los alrededores de Cusco. problematizando ese hecho.
• Las expansiones de Pachacuti y Túpac Yu- Entonces, las preguntas que surgieron en el
panqui entre 1463-1471, que extendieron ámbito arqueológico eran si los fechados estaban
el territorio hacia el Norte. correctos o fueron alterados, o si los datos de la
• La expansión de Túpac Yupanqui entre etnohistoria fueron tergiversados por los cronistas.
1471-1493, que extendió su territorio al sur, Por otra parte, es un hecho que al estar basada la
contemplando la llegada al altiplano y todo cronología Inca en datos históricos, éstos deben
lo que corresponde a Bolivia. ser considerados relativamente.
• La expansión de Huayna Capac entre Una u otra suposición lleva a un error técnico
1493-1525, que se extendió al territorio de o de interpretación; pero una tercera alternativa,
los chachapoyas (Fig. 98). planteada como hipótesis, es la que considera un
contacto previo de los incas con otras poblaciones.
Las expansiones definieron su área territorial Ese hecho pudo permitir una “planificación” para
y poblacional, la que rebasaba el millón de habi- reconocer los territorios que eran de su interés y
tantes y que posteriormente fue homologada con hacia donde luego se expandieron. De esa forma
el territorio de los Andes. Como unidad política, también podría explicarse que no sólo utilizaron
se conocía a ese territorio como Tawanatinsuyo, la fuerza para conquistar a determinada población,
dividido en cuatro partes: Chinchasuyo, Conti- sino que una de las variables más constantes fue la
suyo, Antisuyo y Collasuyo. alianza con las élites locales. Por tanto, a pesar de
Sin embargo, a pesar de estar reconocido el no ser conclusivos con ese tema, es importante la
marco cronológico propuesto a partir de docu- consideración de diferentes etapas para un proceso
mentos coloniales para el proceso expansivo, en que cambió la vida de los diferentes pueblos en
todo los Andes surge información que sale de esta parte de América.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 173
GUACA
#
QUITO
#
Ü
TUMBEZ
#
CAJAMARCA
#
CHIQUITO
# VIEJO
??
??
PACHACAMAC
#
INKAWASI #
# CUSCO
TAMBO COLORADO
# ^
VILCAS HUAMAN IXIAMAS
HATUN COLLA # ??
#
# COPACABANA
CHUCUITO # #
CHUQUIAGO (LA PAZ)
#
INCARRACAY
INCALLACTA
??
# PARIA # # SAMAIPATA
SEVARUYO
#
? # ORONCOTA
CUZCOTUYO
#
ISCAYACHE
#
??
#
CATARPE TILCARA
#
# LA PAYA
REFERENCIAS
CHILECITO
#
# SITIO INCA
LA CONQUISTA PACHACUTI, CAPAC
YUPANQUI, TOPA INCA, AMARO TOPA, ETC
LA CONQUISTA DE TOPA INCA Y DE
OTORONGO ACHACHI, ETC. RANCHILLOS
#
LA CONQUISTA DE HUAYNA CAPAC Y LA DE
GUACANE, ETC SANTIAGO
#
LA CONQUISTA DE HUASCAR, DE GUANCA
AUQUI, MANCO INCA.
? FECHA DE CONSQUISTA DESCONOCIDA
?? POSIBLE CONQUISTA
Figura98.EnestemapasepuedendiferenciarlosdiferentesmomentosdelprocesoexpansivoInca,asícomolasprincipalescapitalesycentros
políticos del Imperio.
Fuente: Pärssinen, 1992.
174 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
rencor de los huancas parece haber conservado les permitió a los incas la derrota de los pacajes
una resistencia, plasmada en una venganza histó- en tiempos del Inca Túpac Yupanqui. Como
rica contra los incas, ya que se convirtieron en los mencionan Gisbert et. al. (1996), el Imperio se
primeros aliados de los españoles cuando éstos encontraba en guerra con los pacajes, quienes se
ingresaron al Collasuyo, contribuyendo a la caída oponían a la incursión política de su territorio.
del Imperio (ver Espinoza, 1971). Luego de varios enfrentamientos, los incas di-
Una segunda forma de entender el relacio- señaron una nueva estrategia para enfrentarlos,
namiento de los incas con las poblaciones locales rodeándolos por la parte Sur del territorio.
es el modelo de control indirecto. En este caso, el Para ello, bordearon el lado occidental del
control de dichas poblaciones se daba a través de Titicaca, bajando a tierras de los carangas, quie-
una supervisión imperial, mediada por un acuer- nes cedieron el paso a los ejércitos del Inca. Esa
do o alianza con las jefaturas locales (Fig. 100). inesperada arremetida logró el sometimiento de
Bajo este modelo se plantea también que dichas los pacajes, para luego ser anexados al Imperio.
alianzas se daban con poblaciones que denotaban Como se verá más adelante, los restos materiales
niveles consolidados de organización política. de la alianza con los carangas son las chullpas (to-
rres funerarias) de color, registradas en la región
Niveles de control político imperial del Río Lauca, cerca de la frontera del actual
Oruro con la República de Chile.
Una variante de ambos modelos es la que
Katharina Schreiber (1992) denomina control mixto,
ya que denota niveles de control directo e indirecto
al mismo tiempo (Fig. 101). Este nivel de control
parece haber sido ejercido por los incas a través de
un grupo dominante en determinada región, el cual
estaba directamente relacionado con el Imperio.
XVI reclama esas tierras a la corona española parte de los arqueólogos andinistas, quienes du-
(Barragán, 1994). rante los años 90 se enfocaron en contrastar sus
A través de las investigaciones arqueológi- datos con dicho esquema.
cas se ha establecido que la consolidación de una Sin embargo, esta forma de entender el
de sus capitales, ubicada en Quila Quila, corres- relacionamiento imperial va siendo lentamente
ponde a los tiempos del Inca y es reconocida en discutida y re-analizada a la luz de las nuevas
los documentos del siglo XVI. A pesar de ello, la investigaciones que se realizan en torno a la
presencia Inca es casi inexistente en Quila Quila, problemática inca (Alconini, 2002; Angelo, 1999;
siendo relevante sólo una ocupación Yampara Lima, 2000; Vranich et. al., 2002). Lo que está
Tardío. Ese hecho muestra que la alianza con mostrando esa nueva información es un panora-
el cacique Aymoro posibilitó el control de las ma más complejo de lo que plantean los modelos
poblaciones locales para el Imperio, posicio- procesuales, ya que cada caso muestra alternan-
nando al mismo como una autoridad regional. cias no contempladas en los esquemas descritos,
Por tanto, los yamparas se constituyeron como así como diferentes niveles de interacción con
la élite local en el Norte de Chuquisaca, so- las poblaciones.
breponiéndose a los otros grupos de la región Por otro lado, las manifestaciones materiales
(Lima, 2000). registradas en algunos sitios permiten inferir
En todos los casos descritos, se observa que estrategias de dominio o relacionamiento como
los efectos políticos que tuvo la incursión inca, formas políticas y rituales imbricadas. Ese es el
a pesar de la estrategia de control que fuera uti- caso, por ejemplo, del sitio Inca registrado en
lizada, cambiaron el panorama político y social Tiwanaku, el mismo que parece responder a un
local. Por otro lado, la forma de sistematizar los nivel de ritualidad continuado desde el Hori-
tipos de control ejercidos por el Imperio sobre zonte Medio (Vranich et. al., 2002). Lo mismo
las poblaciones locales fue estructurada a partir sucede con los asentamientos del lago Titicaca,
de modelos planteados como estrategias políticas. que si bien eran parte de un eje administrativo
Dichos modelos denotan un relacionamiento de las poblaciones locales, su función principal
vertical entre el Imperio y los grupos locales, estaba relacionada al ritual a partir de la pere-
perspectiva que resultó apropiada para la mayor grinación.
Recuadro 15
En otras partes –en cambio– se observa la actividad por la conquista, pero cuyas evidencias
injerencia del control imperial sobrepuesta a las muestran una ocupación temporal más corta.
estructuras locales, influyendo en la re-estruc- Parte de las estrategias utilizadas por Huay-
turación poblacional y territorial. Ese podría ser na Capac para consolidar la conquista de este
el caso de la organización de los quillacas, cuya territorio fueron las alianzas logradas con los
estructura confederativa no tiene un correlato jefes locales. Es así como desposó a una “señora
arqueológico, interpretándose como una re- principal” del cacicazgo de Carangui, con la que
estructuración incaica a partir del movimiento tuvo un hijo al que llamó Atahuallpa, quien a la
de poblaciones (Lima, 2008). En un caso con- muerte de Huayna Capac se convirtió en el go-
trario, se advierte la alianza que realizaron con bernador de Quito. De esta forma se oficializó la
los caciques locales de las Tierras Bajas, a través división política del Tawantinsuyo en el territorio
de matrimonios, para lograr su avanzada hacia la del Norte, con capital en Quito, y el territorio
Amazonía y el Chaco (Tyuleneva, 2010). del sur, con su centro político en Cusco.
Estas nuevas miradas del fenómeno inca con- Ambas regiones respondían a realidades
figuran un mosaico de estrategias que no pueden sociales, económicas y étnicas muy disímiles, as-
ser sistematizadas de forma tan esquemática. Por pectos patentizados en posteriores y sangrientos
tanto, tampoco son viables ahora los estudios de combates por la sucesión del mando imperial
contrastación de los modelos, ya que cada caso entre los dos hijos herederos de Huayna Capac.
presenta sus particularidades; posiblemente, Atahuallpa venció en dicho conflicto, ejecutando a
éste sea uno de los aportes más importantes al su medio hermano Huáscar, gobernante de Cusco,
tratamiento de la problemática inca en los Andes. pero antes de consolidar su triunfo fue ejecutado
por el español Francisco Pizarro, en 1533.
Expansión inca hacia el Norte
Recuadro 16
Según Meyers (1998), el proceso expansivo des-
crito se dio en tres etapas, luego de enfrentar la ¿Quienes eran los mitmas?
resistencia de los grupos locales. En una primera
etapa se anexaron los territorios de la sierra sep- Mitma o mitmaquna es un término quechua que
tentrional peruana y el nudo de Azcuay. El grupo define a grupos de población que frecuentemente
más importante que sometieron fueron los cañaris, movían los incas por largas distancias. Los incas es-
área en la que establecieron sitios donde se observa tablecían colonias de poblaciones foráneas como
una estrategia de ruptura o desplazamiento de las
arquitectura imperial y donde no se registraron
estructuras organizativas locales, con el objetivo
evidencias de carácter militar. Al parecer, manda-
de evitar rebeliones.
ron a los cañaris como mitmas a otras regiones del Los mitmas también fueron utilizados para
Tawantinsuyo, llevando también colonias foráneas colonizar nuevos territorios o para volverlos pro-
para desestructurar al grupo local. ductivos. Un caso muy conocido en Bolivia es el de
En la segunda etapa se incorporaron al Impe- los mitmas de Cochabamba, que se encargaron de
rio los territorios de alrededor de Quito, teniendo la producción agrícola para sostener a esta parte
una alta resistencia por parte de los grupos étnicos del Imperio (Wachtel, 1982).
locales y la confederación formada por el cacique
de Tomebamba y el cacique de Quito. Túpac Yu- Expansión inca hacia el Collasuyo
panqui promovió la exploración de los territorios
ubicados entre Quito y el mar, pasando por la zona El Collasuyo fue el suyo austral del Tawantinsu-
de Chimbos; luego llegaron hasta Huancavilca, yu, además de ser el mayor de sus territorios. Se
avanzando al valle de Jipijapa y a la costa de Manta. extendía al Sur de Cusco (Perú), los Andes y alti-
En una tercera etapa, Huayna Capac, entre plano de Bolivia, hasta las riberas del río Maule,
1493 y 1525, habría incorporado los territorios ubi- al Sur del actual Santiago de Chile; y desde las
cados al Norte de Quito, sometiendo a cayambes y costas del Pacífico hasta los llanos de Santiago
caranguis, quienes habrían presentado alta resisten- del Estero, en la actual Argentina. El centro
cia. En este territorio fueron identificadas muchas neurálgico de este territorio estaba situado en
fortificaciones que permiten suponer una agitada el altiplano, en torno al lago Titicaca, una de las
178 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
regiones más densamente pobladas de los Andes los grupos locales. Dichos efectos son advertidos
en tiempos prehispánicos. tanto a nivel del Imperio como de las mismas
El nombre de Collasuyo proviene de los pue- poblaciones anexadas, en una dinámica de re-
blos de habla aymara y de una serie de desarrollos troalimentación constante.
independientes que se asentaban en los que eran Una característica que cambió el patrón de
conocidos por los incas bajo el nombre genérico de asentamiento previo es que los asentamientos
collas. El territorio colla, en torno a la orilla Norte principales estaban integrados a una red que
del Titicaca, fue para los incas el más significativo contemplaba caminos, tambos y áreas adminis-
en los inicios de su gran expansión imperial hacia trativas. Por tanto, se establecieron “capitales”
esta parte de los Andes. En tiempos del Inca Pa- en diferentes partes, desde donde se expandió
chacuti, se tomó Hatun Colla, antigua capital del la actividad regional, y las que fueron ocupadas
reino colla, hecho con el cual el Imperio reforzó específicamente durante ese periodo. Las más
su dominio sobre el Collasuyo. La expansión importantes en la cuenca del Titicaca fueron
propiamente dicha fue realizada por Túpac Yu- Hatun Colla, en territorio colla, y Chucuito, en
panqui entre 1471 y 1493, según los documentos territorio lupaca.
coloniales. Sin embargo, las fechas obtenidas en la El centro panregional seguía siendo Cusco,
cuenca del Titicaca para las primeras incursiones pero en el área del Titicaca se establecieron
están entre 1450 y 1475, situando este evento centros regionales secundarios que estaban en
durante el reinado de Pachacuti (Stanish, 2003). un rango de entre 20 y 80 hectáreas, entre los
Por otra parte, antes de la llegada de los que figuraban los centros de Hatun Colla y Chu-
incas, la cuenca del Titicaca estaba viviendo un cuito, pero también Paucarcolla, Acora y Juli, en
período de conflicto debido a las batallas entre territorio lupaca del actual Perú (Stanish, 2003).
lupacas y collas. Cari, el jefe de los lupacas, había En cambio, hacia lo que hoy es Bolivia se esta-
hecho una alianza con el Inca Túpac Yupanqui, blecieron centros regionales más pequeños, los
con cuya ayuda destruyó Ayaviri y se declaró que en opinión de Stanish (2003) no rebasaban las
victorioso en esa batalla. Entonces, se estableció 11 hectáreas de extensión, ubicados en Pucarani,
una capital inca en Chucuito, donde el jefe lupa- Guaqui, Tiwanaku, Sullkamarca, Copacabana, las
ca fue nombrado cacique del Collao. Luego, se islas del Sol y de la Luna, además de Huancané
realizó la conquista de los territorios de Pacajes, (Fig. 102). Todos estos territorios correspondían
Paucarcolla, Omasuyo, Azángaro y de las islas del tanto a los pacajes como a los collas.
Sol y de la Luna, para posteriormente emprender Es interesante notar que, según las visitas de
la conquista de los valles del sur. los primeros tiempos de la Colonia, estas pobla-
El interés del Imperio en esta región de los ciones tenían miles de tributarios, ratificando su
Andes estaba centrado en la fertilidad del lago importancia como centros regionales del período
Titicaca y en la sacralidad de esta huaca natural. Inca, pero también como poblados mantenidos
Adicionalmente, el oro de Chuquiago (actual La durante la Colonia.
Paz) concitó el interés por el establecimiento de A pesar de la importancia del área del Titica-
minas. Pero, sin duda, el aspecto más llamativo ca para los incas, debemos decir que el territorio
para esta ocupación fue que era el ingreso a la del Collasuyo era un espacio más amplio, en el
zona de valles y yungas, para el aprovechamiento cual se desarrolló una serie de cambios estructu-
de maíz y de la preciada coca. De la misma forma, rales a nivel político, económico, social y, sobre
la alianza con los jefes collas y lupacas implicó un todo, territorial. El territorio fue dividido en
logro político que permitió su ingreso e interre- guamanis o provincias (compuestas por 10000
lación con otros grupos de la región. familias), las mismas que fueron la base de los
Los aspectos señalados, sin duda, fueron corregimientos en tiempos coloniales, y de las
efectos ocasionados por la incursión y el estable- provincias de la época republicana. Esta división
cimiento de nuevas políticas en los Andes durante territorial fue la que encontraron los españoles, la
el período Inca. Sin embargo, la generación de cual fue luego registrada en los documentos del
nuevos estudios arqueológicos en áreas margina- siglo XVI y reconocida hasta la actualidad como
les del Imperio nos está mostrando otros aspectos parte de las tierras de los grupos preincaicos (ver
y variantes en cuanto a su relacionamiento con Bouyssé-Cassagne, 1987).
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 179
Lago Arapa
HUANCANE
#
#VILQUECHICO
BOLIVIA
TARACO#
amis MOHO
Río R #
CONIMA
PUSI# #
Ü
JULIACA# PUERTO ACOSTA
#
HUATA# CAPACHICA
#
Isla
HATUNCOLLA# Amantani
PAUCARCOLLA
#
Isla
Lago Umayo Taquile
PUNO#
Lago Titicaca
Isla del
PLATERÍA # # Sol
Isla de
ACORA # La Luna ACHACACHI
# #
CUTIMBO#
ILAVE#
COPACABANA#
HUARINA
#
JULI# YUNGUYO#
POMATA#
Lago Huiñaymarca
PERU ZEPITA#
TIWANAKU
REFERENCIAS DESAGUADERO# #
Ilave
#
# SITIOS INCA GUAQUI
Río
ISLAS
10 5 0 10 20 30 40
Kilómetros
Figura102.AlserellagoTiticacaunespaciosagradoparalosincas,seestablecieronsitiosdegranimportanciaenlosalrededores.Enestemapase
observa la distribución de los principales sitios de este periodo.
Fuente: Stanish, 2003.
La incorporación de las poblaciones al Sur tivo de Paria posibilitó el ingreso a los valles de
del Titicaca comprendió una serie de sucesos y Cochabamba, con el traslado de una gran canti-
alianzas con las jefaturas de las poblaciones loca- dad de mitmas que se dedicaban a la producción
les. Como ya fue mencionado, la anexión de los agrícola (Wachtel, 1982), aspecto que incidió en
carangas se dio a partir de la alianza para someter su denominación como “granero del Inca”.
a los pacajes, creando la provincia Hatun Caran- La alianza con el cacique Francisco Aymoro
ga. Una vez que fueron sometidos los pacajes, se permitió el establecimiento de Hatun Yampara
procedió a la conquista de los reinos del sur, los como centro desde donde se controlaba todo el
charcas entre ellos. La indomable estirpe guerre- Norte de Chuquisaca y a sus diferentes pobla-
ra de los charcas los convirtió luego en parte de ciones (Barragán, 1994). Esta avanzada pretendía
los ejércitos del Inca para conquistar las Tierras extender los dominios del Imperio hacia el Cha-
Bajas del Chaco y de la Amazonía (Saignes, 1985). co, a partir de la construcción de fortalezas en la
Posteriormente, las tratativas realizadas con denominada frontera oriental para conquistar el
el cacique Guarachi de los quillacas posibilitó territorio de los guaraníes.
su anexión y la creación de una confederación Más al Sur de este territorio, el Imperio
multiétnica (Lima, 2008). El ingreso a esta región conquistó el occidente de la actuales provincias
permitió la posterior anexión de los chichas y la de Catamarca, Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja,
explotación de sus recursos minerales, por lo que San Juan y el extremo Noroeste de Mendoza,
allí se estableció un grupo de incas de privilegio, incorporándolas al Collasuyo. Los pueblos que
los denominados Orejones (Angelo, 1999). Hacia habitaban esa región: omaguacas, diaguitas,
el este, el establecimiento del centro administra- calchaquíes, huarpes, entre otros, intentaron
180 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
resistir, pero fueron sometidos. Es así que se ramales en todas las direcciones y hacia las áreas
establecieron las provincias de Humahuaca, con que estaban bajo la égida del Imperio. Gran parte
probable cabecera en Tilcara y habitada por mit- de esas ramificaciones han sido registradas en
mas chichas; de Chicoana o Sikuani, habitada por Bolivia y los países vecinos, siendo reconocidas
los pulares; de Quire-Quire o Kiri-Kiri, ocupada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la
por calchaquíes y yocaviles, además de un gran Humanidad (2014).
número de mitmas de Tucumán o de Tucma; y El trabajo de ingeniería de esta red vial
la más meridional conocida como Cuyo (Palma, muestra el avance tecnológico de este periodo,
1998; Williams, 2000). así como la capacidad de movilización de gente
Los sitios inca más importantes en esta re- que tenían los incas. Los datos de registro del
gión son: el Potrero de Payogasta (Salta), la Tam- Capac Ñan muestran tipos de soluciones para
bería del Inca (La Rioja), pucará de Aconquija y efectivizar la movilidad en diferentes momentos
el Shincal de Londres (Catamarca), pucará de del año y por diferentes tipos de ambientes. La
Tilcara (Jujuy) y las ruinas de Quilmes (Tucu- red está dispuesta en llanuras, crestas de cerros,
mán) (Raffino y Alvis, 1993). Según los estudios, sobre bofedales, ríos, etc., haciendo uso de re-
la mayoría de estos sitios presentaba ocupación cursos como puentes, empedrados, graderías y
preincaica, siendo organizados por los incas en descansos. De la misma forma, parte de su man-
una red de puestos de control militar. tenimiento tenía que ver con la construcción de
En territorio del actual Chile, Túpac Yupan- canales, controles de paso, señalización, aspectos
qui conquistó a los diaguitas de los valles del Nor- que permitían la ágil circulación de productos y
te. Hacia el sur, sometió a parte de las poblaciones de información por todo el Imperio (Espinoza,
Norteñas del territorio picunche (Pikun Mapu) 2004). Debido a estas características, el Capac
que habitaban el valle de Aconcagua, donde se Ñan también es conocido como la vía más directa
piensa se establecieron los límites del Imperio, para llegar a Cusco.
aunque éstos fueron luego extendidos hasta el La vía más larga contaba con una longitud
río Maule. de 5200 kilómetros, desde Quito (Ecuador) pa-
Esta nueva configuración territorial del sando por Cusco, hasta Tucumán (Argentina). A
Imperio conllevó –como en otras partes de los lo largo de esa ruta, se establecieron tambos y
Andes– una nueva jerarquización social. Pero su postas o lugares de paso para el almacenamien-
control fue posibilitado por la implantación de to de granos y otros alimentos, además de dar
una red de comunicación y circulación de bienes cobijo a los viajeros. En su recorrido también se
y productos, asociada a un sistema de centros encuentran apachetas asociadas, simbolizando la
administrativos (tambos), áreas agrícolas (qollqas y sacralidad que los antiguos habitantes le dieron
takanas) y de producción de tejidos, asentamien- al paisaje andino.
tos, fortalezas (pucaras) y santuarios de altura. Como infraestructura, presenta tres elemen-
Dicha red conformó parte del llamado Camino tos que permiten su identificación: 1) el registro
Real o Capac Ñan. de su presencia en documentos coloniales; 2)
Sin duda, a nivel constructivo, el Capac su dirección, ya que todos conectaban sitios
Ñan es la infraestructura vial más monumental prehispánicos entre sí, y 3) sus características
de los Andes, siendo una red de caminos que se constructivas (Espinoza, 2004). Así se diferen-
extendía por todo el territorio, desde Ecuador cian rutas principales y caminos transversales,
hasta Argentina, institucionalizando la vialidad en siendo las primeras las que definían el tránsito
tiempos prehispánicos para el aprovechamiento Norte-sur, y las otras las que unían los poblados
de recursos de las diferentes regiones del Tawan- más pequeños por todo el territorio. Por ejem-
tinsuyo. Cuatro eran las vías que a lo largo y a lo plo, cerca del lago Titicaca, la ruta principal se
ancho integraban todo el Imperio: Cusco a Qui- dividía en dos ramales (Urcosuyo y Umasuyo),
to, con un ramal hasta Pasto (Colombia); Cusco para retomar su curso hacia el sur; de ella se des-
a Nazca y a Tumbes (frontera Perú-Ecuador), prendían rutas transversales que se diseminaban
Cusco a Chuquiago, Cusco a Arica y Atacama, por toda la cuenca y conectaban esta región con
con ramales hasta el río Maule y a Tucumán (Fig. poblaciones de valles calientes, costa e incluso
103). A partir de esas cuatro vías se desprendían otros pueblos del altiplano.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 181
QUITO!
COLOMBIA
ECUADOR
! HATUN CAÑAR (INGAPIRCA)
!TOMEBAMBA (CUENCA)
TUMBES
!
SECHURA
!
Ü
!CAJAMARCA
CHIQUITOY VIEJO !
LIMA ! !JAUJA
PACHACAMAC ! PERU
INCAWASI
!
TAMBO COLORADO ! !
(PUKA TAMPU) ! CUSCO
VILCAS HUAMAN
TRINIDAD
Lago APOLO !
!
Titicaca ! PELECHUCO
PUERTO ACOSTA
BOLIVIA
HATUN COLLA! ! ORO
CHALA
! EL CHORO
CHUCUITO! TAKESI
MACHA!
ANDAMARCA! !SUCRE
SEVARUYO
! POTOSI
!
!
PORCO
PICA!
OCEANO PACIFICO
SAN CRISTOBAL
! !VICHAYA
OLLAGUE
!CHURQUI
TUPIZA ! TARIJA
ABRA DEL INCA !
! !SAIRE
CALAHOYO
!QUETENA
CATARPE !
SAN PEDRO DE ATACAMA!
Ü
!TILCARA
CHILE
!SALTA
!LA PAYA
ARGENTINA
COPIAPO
! !
PUCARA DE ANDAGALA
REFERENCIAS
!CHILECITO
! POBLACIONES INCAICAS
CAPAC ÑAN SUD AMERICA
RAMALES DE CONEXION
RUTA PRINCIPAL EN LA SIERRA
RUTA PRINCIPAL EN LA COSTA
CAPAC ÑAN BOLIVIA
!RANCHILLOS
RAMALES DE CONEXION A LOS YUNGAS
!
RUTA PRINCIPAL EN OCCIDENTE MENDOZA 150 75 0 150 300 450 600
!
RAMALES DE CONEXION AL ORIENTE SANTIAGO Kilómetros
Figura103.LaredvialdelCápaqÑanfueunadelasinfraestructurasmásmonumentalesdelmundoantiguoenlosAndes.Setratabaderamalesde
caminosconstruidosalolargodetodoelImperio,comunicandoelcentropolíticodeCuscoconsusdiferentesterritorios.
Fuente: Hyslop, 1992; Estévez, s/f.
182 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Esos caminos, que se encuentran en todo el territorio le ofrecía. Por otro lado, fue también
territorio andino, fueron mejorados con infraes- esta región la que posibilitó que el Imperio
tructura imperial a partir de rutas pre-existentes, tuviera contacto o llegara a las Tierras Bajas,
lo cual denota la movilidad de las poblaciones por tanto, su importancia dentro de la política
mucho antes de la presencia de los incas. En imperial fue muy grande.
ese ámbito, podría decirse que el Imperio úni- Ya se mencionaron los cambios a nivel social,
camente institucionalizó la dinámica existente, con una jerarquización muy estricta que tuvieron
con el objetivo de organizar el movimiento de que aceptar las élites de los pueblos sometidos. Otro
los productos. aspecto determinante fue la nueva concepción de
El efecto de la correcta administración del territorialidad que impusieron los incas, interdigi-
sistema económico-social descrito fue el lograr tando un movimiento Norte-Sur a partir del Capac
que el Imperio tenga la producción necesaria para Ñan, contrapuesto al movimiento transversal que
la redistribución. Dicha producción provenía de hasta ese tiempo habían desarrollado los pueblos
la agricultura, la ganadería, la pesca, la artesanía de esta parte de América. Pero, sin duda, el aspecto
y la caza, generándose espacios y poblaciones más relevante de este influjo fue el movimiento de
especializadas que mantenían la provisión de esos bienes y servicios; el aprovechamiento de los recur-
productos, tanto para el consumo de la élite como sos de estas regiones contribuyó en la consolidación
para la manutención de sus ejércitos. Todos esos del sistema imperial en sus últimos tiempos.
aspectos representaron una nueva dinámica para Como parte de los cambios que los incas rea-
las poblaciones del Collasuyo y del resto de los lizaron con las poblaciones locales se estableció la
Andes; algunos de esos cambios registrados en movilización de pueblos enteros a determinados
lo que actualmente es el territorio boliviano son territorios; en algunos casos, para el aprovecha-
descritos a continuación. miento de los recursos y la guerra y, en otros,
para propósitos ceremoniales. Fue precisamente
el Inca Huayna Capac quien impuso una movi-
Recuadro 17
lización de mitmas sin precedentes en los Andes
La conquista de las Tierras Bajas Centro Sur, la cual condicionaba su presencia a
¿Hasta donde llegaron los incas? los cambios territoriales y aprovechamiento de
recursos delineados por el Imperio.
Como dato sin referencia, se debe mencionar que Aunque no existe un mapa de mitmas en
en el actual territorio brasilero existen dos caminos Bolivia, se sabe que existieron poblaciones tras-
que parecen corresponder a la época Inca. Uno plantadas en Copacabana, Chuquiago, el lago
parte del Noreste, desde Quito llegando al actual Poopó, hacia Norte del actual Potosí y en Porco
Estado de Roraima. El más conocido es el llamado para aprovechar la explotación minera. De la
camino de Peabiru, que conecta las costas del misma forma, muchas áreas de Yungas fueron
océano Atlántico, en el actual Estado de Sao Paulo,
re-pobladas con mitmas, así como Pocona y
con la ciudad del Cusco.
Samaipata en los valles orientales. Esas poblacio-
Esta información lleva a cuestionar el verda-
dero ámbito de interacción de los incas, siempre nes trasplantadas eran formadas por habitantes
restringido a los Andes. Al parecer, los contactos de tierras altas (carangas, quillacas, pacajes, cotas,
con poblaciones de Tierras Bajas tuvieron mayor etc.), provenientes de la costa y de territorios del
alcance del que la historia y la misma arqueología Norte del Imperio, como los chuis y los cañaris.
han podido corroborar. En función de esta nueva situación, como en
todo el Imperio, el tipo de presencia de los incas es-
taba relacionado con el tipo de actividades que desa-
La impronta inca en Bolivia rrollaban o con el tipo de recursos que aprovechaban
en las diferentes regiones de los Andes. Es así que
El contexto descrito para la presencia de los su denominada impronta puede ser caracterizada a
incas en los Andes se dio también para su expan- partir de la construcción de sitios monumentales y
sión hacia los Andes Centro Sur. La misma lógi- de la realización de alianzas con los grupos locales,
ca fue empleada en cuanto al aprovechamiento aspectos que marcaron diferentes niveles de impor-
de los diferentes recursos que esta parte del tancia política y ritual para el Imperio.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 183
Para analizar esos niveles es preciso demar- Complejo ritual en el lago Titicaca
car algunas de las formas en las que los incas
desarrollaron su influjo en diferentes partes de los Un complejo ritual de gran envergadura para los
Andes Centro Sur. En orden secuencial y de im- incas fue el lago Titicaca, conformado por Copa-
portancia, se puede mencionar el establecimiento cabana, la Isla del Sol y la Isla de la Luna, donde
de un área ritual y religiosa en el lago Titicaca; se erigieron los principales templos y palacios de
el aprovechamiento de las minas de oro del valle esta parte de los Andes (Fig. 104). Este complejo
de Chuquiago y de Porco; la consolidación del estaba relacionado a las rutas de peregrinación
control de la movilidad a través del Capac Ñan y purificación que hacían los incas hacia la Roca
y de los caminos secundarios vinculados a la red Sagrada, lugar de su origen mítico.
principal, con el consiguiente establecimiento El cronista agustino de Copacabana, Ramos
de tambos y áreas administrativas; el aprove- Gavilán (1988 [1621]), escribió que el Titicaca era
chamiento de la producción agrícola en el valle un lugar sagrado, mencionando que fue Túpac
de Cochabamba, con la creación de áreas de Yupanqui quien le devolvió a la Roca Sagrada su
almacenaje que mantenían a los ejércitos del antigua categoría, convirtiéndola en un centro
Inca; el dominio de la población Uru y el aprove- de peregrinación.
chamiento de los recursos acuáticos; así como la Al parecer, Copacabana fue un lugar cen-
expansión imperial hacia las tierras bajas a partir tral, pues concentraba a poblaciones de mitmas
del establecimiento de fortalezas que demarcaron provenientes de alrededor de 40 naciones de los
una frontera entre el mundo andino y el de la Andes y de todos los confines del Imperio. Ramos
Amazonía y el Chaco. Gavilán escribía que para 1589:
Toda esta dinámica, desarrollada en alre-
dedor de un siglo, cambió estructural y diame- aquí el Inca transplantó (tomándolos de su lugar
tralmente la vida de las poblaciones locales. Las de nacimiento) Anacuscos, Hurincuscos, Ingas,
connotaciones materiales y sociales de estos Chinchaisuyos, Quitos, Pastos, Chachapoyas,
cambios se plasmaron de distintas formas y en di- Cañares, Cayambis, Latas, Caxamarcas, Gua-
machucos, Guaylas, Yauyos, Ancaras, Quichuas,
ferentes sitios de este periodo, así como los tipos
Mayos, Guancas, Andesuyos, Condesuyos, Chan-
de relacionamiento con las poblaciones locales cas, Aymaras, Ianaguaras, Chumbivilcas, Padre-
implicaron diferentes niveles. Esta diversidad de chilques, Collaguas, Hubinas, Canches, Canas,
matices hace que el fenómeno Inca en Bolivia sea Quivarguaros, Lupacas, Capancos, Pucopucos,
estudiado de manera particular en cada caso, en Pacajes, Iungas, Carangas, Quillacas, Chichas,
contraposición a los modelos propuestos teóri- Soras, Copayapos, Colliyungas, Guánucos y
camente, como se verá en adelante. Huruquillas. (1988 [1621]:60)
Figura104.ElIñacuyo,ubicado
en la Isla de la Luna, era el
templodelasñustasovírgenes.
Durantelaépocadelosincas
fueunodelossantuariosmás
importantes del Titicaca;
actualmenteseobservaparte
delaestructuraenbuenestado
deconservación,yaquelapo-
blaciónlocalcontinúahaciendo
ritos allí.
Fuente: P. Lima.
184 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
En tiempos de los Incas Pacachutec y Túpac trucción de una ideología que tiene repercusiones
Yupanqui, esta región fue transformada en una hasta la actualidad. La peregrinación sagrada
huaca o centro espiritual de adoración panandina, hacia el lago, cubierta por el velo del sincretismo
de igual importancia que el Korincancha en Cus- católico, se reproduce cada año en la fiesta de la
co y Pachacámac en la costa, los mayores centros Candelaria (2 de febrero), en Semana Santa y
de culto prehispánico de los Andes. en el aniversario de Copacabana (6 de agosto),
Esa dinámica hizo que se construyeran san- con los miles de fieles que peregrinan hasta el
tuarios en medio de una impresionante red de ca- santuario prehispánico.
minos, que convergían en la península de Yampu- Las excavaciones arqueológicas realizadas
pata, considerada la entrada ritual al lago Titicaca. en el área sagrada de la Isla del Sol, y siguiendo
Pero para entrar en este espacio, conceptualizado las descripciones realizadas en 1653 por Bernabé
sagrado, se debía pasar por un muro ubicado en Cobo, mostraron datos muy interesantes. Aun-
el actual Yunguyo, que dividía el espacio profano que ya no se aprecian los ornamentos de la Roca
del sagrado. En el muelle que aún hoy se observa Sagrada, la deposición existente cerca del altar
a la entrada del lago, los fieles tomaban balsas de principal permitió registrar una especie de canales
totora hacia la Isla del Sol, pasando –según los re- elaborados en piedra que –al parecer– eran los
latos de los cronistas coloniales– sólo las personas receptáculos de la chicha que se ofrecía en el san-
purificadas, ya que entrar en las aguas del Titicaca tuario (Stanish, 2003). Esta misma importancia fue
implicaba el ingreso a un espacio sagrado (Ramos atribuida a la Chinkana o laberinto Inca, construida
Gavilán, 1988 [1621]). en las inmediaciones de la Roca Sagrada, lugar
La sagrada ruta presentaba puertas o punkus donde se lograba la purificación de los fieles. Al
de purificación, descritas por los cronistas de fi- parecer, la construcción laberíntica de la estructura
nes del siglo XVI. Ramos Gavilán (Ibid.) menciona y sus múltiples puertas propiciaban estados de
que antes de llegar al adoratorio principal de la introspección en los individuos, permitiendo una
Roca Sagrada, se tenía que pasar por tres puertas, comunión entre las divinidades y ellos.
en cada una de las cuales existía un sacerdote que Todo ese ámbito de ritualidad y religiosidad
imponía penitencias de acuerdo a las culpas: parece haber sido la razón por la que en Copa-
cabana viviera un sacerdote, el cual gobernaba
Antes de llegar a este adoratorio, se había de el Collasuyu; a la llegada de los españoles éste
pasar por tres puertas, que distaban las unas de era Chalco Yupanqui. Así también en esta zona
las otras poco más de veinte pasos; la primera se residía la corte inca, registrándose la presencia de
llamaba Pumapuncu, que suena lo mismo que varias panacas, razón por la que tal vez también
puerta del León, porque había allí un León de existían mitmas de todo el Imperio. ¿Habría sido
piedra, que decían guardaba la entrada, y en ésta
Copacabana una muestra de lo que fue el Impe-
antes de pasar, se hacía una expiación de pecados,
confesándolos al sacerdote que allí residía… La rio? La cita textual de Ramos Gavilán es muy
segunda puerta tenía por nombre Kentipunco, ilustrativa al respecto:
por estar matizada toda de plumas de tominejos,
a quien ellos llaman Kenti… De la tercera puerta El Inga Guaynacapac, fue el que más nombre dio
era el nombre, Pillcopuncu, que fuera puerta de a la isla Titicaca y a las demás convecinas porque
esperanza, estaba adornada con plumas verdes se aventajó a su padre, y así por señalarse de dos
de un pájaro muy estimado que se trae de los hijas que tuvo en el Cusco, la una dellas mandó
Chunchos llamado Pillco… (Ramos Gavilán traer a esta isla y la puso en una de las casas de las
1988 [1621]: 48-49). Vírgenes dedicadas al Sol y que como prefecta y
mayor cuidase de las demás. Cuando los españoles
Toda esta mística registrada en el siglo XVI habían ya entrado en la tierra, uno de los hijos de
Guaynacapac que estaba en el Cusco, llamado Pau-
fue constituida en tiempos de los incas, mos-
llo Topa Inga, vino a este asiento de Copacabana
trando la veneración de un elemento natural y en busca de su hermana y al modo y usanza de los
la institucionalización de una tradición ritual sin Ingas (sacándola del recogimiento) se casó con ella
precedentes en esta parte de los Andes. Ya sea y tuvo algunos hijos y esta es causa de que muchos
como un elemento natural o un lugar consagrado indios de Copacabana se aventajan en la nobleza
culturalmente, el lago Titicaca inspiró la cons- a los demás… (Ramos Gavilán 1988 [1621]: 185).
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 185
Por tanto, se observa que la importancia ritual embargo, en el denominado periodo de Desa-
de Copacabana también pasó al nivel político, ya rrollos Regionales (1200-1400 d. C.), luego de
que en la época de persecución de Paullu Inka, la caída de Tiwanaku, se empieza a observar un
la Isla del Sol fue su lugar de refugio. Al parecer, panorama multiétnico:
toda esa relación mítica de origen y posterior ri-
tualización de las islas del Titicaca fue muy bien Entidades Pacajes, Lupacas, Chinchas, Canas
aprovechada por el Imperio para su consolidación y Canchas habrían de asentarse en zonas como
política y social en esta región de los Andes. Achumani, Aruntaya, Mallasilla, Chicani, Ham-
paturi, Apaña, Miraflores y Ovejuyo, dejando
como evidencia torres funerarias elaboradas en
Recuadro 18 adobe y piedra… un símbolo de poder étnico…
(Aranda y Lémuz. 2010: 61)
La ritualidad de Copacabana
en diferentes periodos Como es posible observar, ni la presencia
de Tiwanaku marcó la identidad local, la cual
Para algunos autores, Copacabana probablemente estuvo siempre ligada a una multietnicidad que
deriva de los vocablos aymaras kupak (“azul la- se distingue ya en el periodo de Desarrollos
custre que refleja como turquesa”), y k’awa (lugar
Regionales. Este aspecto se hizo más evidente
o canal), significando “canal abierto de color tur-
en el periodo de ocupación Inca, el que se carac-
quesa”. Esa denominación parece cobrar sentido
si consideramos que en tiempos de Tiwanaku, ese terizó por el desplazamiento y asentamiento de
era el santuario de un ídolo de piedra de color mitmas de diferentes Señoríos, impuestos por la
turquesa. administración imperial (Fig. 105). En esa época
Con la llegada del cristianismo, el ídolo tur- existía un manejo dual del espacio en La Paz, a
quesa de la huaca fue reemplazado por la imagen cuya cabeza, Anan y Urin, estaban los caciques
de la Virgen de la Candelaria, tallada como una Quirquincho y Otorongo (Torres, 2004). En
imagen indígena por Tito Yupanqui, durante la versión de Aranda y Lémuz:
época colonial. Esta sacralidad, rodeada de un
paisaje de belleza escénica, fue consolidada con La incursión Inca en el entonces denominado
una de las tradiciones más famosas del Titicaca: valle de Chuquiapo, habría de caracterizarse por el
las rutas de peregrinación y purificación hacia la desplazamiento y asentamiento de mitimaes de di-
Roca Sagrada. ferentes Señoríos impuestos por la administración
incaica… La fuerte resistencia que se presentó al
avance incaico en la región determinó el traslado
Las minas de Chuquiago y de Porco de grupos étnicos lupacas (provenientes del área
circunlacustre), pacajes (nativos del Sur del lago
La actual La Paz era parte de un valle muy Titicaca), canchas (oriundos del altiplano), cañaris
rico en oro, por lo cual se denominó Chuquiago (originarios de la región del Cañar en Ecuador),
Marka. Durante el período prehispánico, este canas (procedentes del Norte del lago Titicaca),
próspero valle fue el asentamiento de poblados chinchaysuyos (naturales del Norte peruano) entre
correspondientes a Tiwanaku, a los desarrollos otros… (Aranda y Lémuz, 2010: 61).
aymaras y posteriormente a los incas. Es por ello
que varios lugares de la actual ciudad presen- El motivo de esta dinámica fue el aprove-
taron y aún presentan evidencias arqueológicas chamiento del recurso aurífero del río Cho-
que comprueban este hecho (Aranda y Lémuz, queyapu, recurso probablemente utilizado
2010). desde tiempos de Tiwanaku, el cual motivó la
En un trabajo arqueológico reciente, se presencia imperial en la región. Son los docu-
sistematizaron los diferentes periodos de asenta- mentos del siglo XVI los que relatan acerca del
miento desde el Formativo (1500 a.C.-400 d. C.) desarrollo de la actividad minera en La Paz, pero
hasta la época Inca (1471-1500 d:C.) (Ibid.), cons- se registran también algunos restos arqueoló-
tatando alrededor de 3000 años de poblamiento gicos que denotan la importancia del valle para
de este valle. En los periodos más tempranos, la los incas, como los asentamientos registrados
dinámica prehispánica parece corresponder a lo en la actual zona de San Sebastián y de Inca
que ocurría a nivel de la cuenca del Titicaca. Sin Llojeta (Fig. 106).
186 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
BOSQUE DE
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SAN SEBASTIAN
AYLLU CHINCHASUYO SANTA BARBARA
SAN SEBASTIAN
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DE NUESTRA î SANTA BARBARA PAMPAHASI
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LA PAZ
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SAN FRANCISCO
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AYLLU NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ CALLAPA
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Kilómetros
0,8 1,2 1,6
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Figura 105. Población multiétnica en el valle de La Paz, registros del siglo XVI.
Fuente: Arze, 1994.
Este último sitio es donde a mediados del Durante ese tiempo, los caciques indígenas
siglo XX se registraron artefactos de élite. Los dependían del Inca, quien había conquistado
importantes hallazgos realizados dan cuenta estas tierras, haciendo que el asiento aurífero de
del establecimiento de grupos sociales de alta Chuquiabo perteneciera a la momia de Huayna
jerarquía, los cuales probablemente eran parte Capac. La noticia más antigua que se tiene sobre
del aparato de control de la actividad minera en esos hechos data de 1535, pues Sancho de la Hoz
tiempos de los incas. menciona:
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 187
Figura106.RecientestrabajosarqueológicosdesarrolladosenelvalledeLaPazhandemostradoladensidaddeocupaciónqueexistióenestaciudad
entiemposprehispánicos.Elmapaqueseobservamuestragranpartedelossitiosregistrados,losmismosquecorrespondenadiferentesperiodos.
Fuente: Aranda y Lémuz, 2010.
188 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
las ricas minas de oro de aquella provincia del explotación de oro. Casos concretos son las
Collao están más allá del lago (en un lugar) que minas Chichas y las de Porco, las que según
se llama Chuquiabo. Están las minas en la caja Pedro Sánchez de la Hoz, secretario de Fran-
de un río… hechas a modo de cuevas a cuya boca cisco Pizarro, fueron las que más se explotaron
entran a escarbar la tierra… (tomado de Torres,
durante este periodo. Según las investigaciones
2004: 1).
históricas, en Porco estaban ubicadas las minas
Desde 1534, Francisco Pizarro se adjudicó de plata, al igual que un importante centro ritual
las minas y continuó su explotación en tiempos que atraía peregrinos de los Andes del Sur (Van
coloniales. Sin embargo, se sabe que para 1548, Buren, 2003). Al parecer, el mineral existente y
año de fundación de la ciudad de La Paz, las vetas todo el contexto natural de la huaca gozaban de
de oro estaban completamente agotadas y las una importante significación espiritual para los
bocaminas abandonadas (Torres, 2004). indígenas prehispánicos.
Al parecer, las razones para elegir el sitio de La conquista de la región por parte de los
fundación de la actual La Paz fueron la provisión incas estuvo motivada fundamentalmente por los
de agua y leña, y su posición en el límite étnico abundantes recursos minerales. Las investigacio-
y punto de encuentro entre cuatro de los corre- nes arqueológicas han corroborado el desarrollo
gimientos indios: Larecaja, Sica Sica, Omasuyos de la actividad minera imperial, la que –según
y Pacajes. Su ubicación geográfica y ecológica cronistas españoles– produjo buena parte de la
también fue relevante, pues el valle se encontraba plata que se utilizó para decorar el Templo del
cerca del altiplano y del lago Titicaca, y en la ruta Sol en Cusco (Van Buren, s/f ). Los restos regis-
del camino principal Urcosuyo del Capac Ñan, trados en Porco muestran una infraestructura
que era paso obligado para ir desde Lima hasta centralizada, con instalaciones para la vivienda,
Potosí. Al mismo tiempo, este espacio posibilita- el almacenamiento, la administración, la minería
ba el contacto con el mundo amazónico a través y procesamiento de minerales (Ibid.). También
de los Yungas, aspectos que también explican la en función de datos históricos, se plantea que en
multietnicidad antes mencionada. Porco existían trabajadores de la mit’a, reclutados
En Churubamba se encontraba un poblado en forma rotativa de entre los grupos conquista-
indígena, el que al parecer correspondía a una dos, además de yanakunas.
élite local gobernada por el cacique Quirquincho.
Sobre este poblado se fundó el barrio de San Recuadro 19
Sebastián, con pobladores originarios y mitmas
collas traídos por los incas, muchos de los cuales Minería en tiempos del Inca
eran forasteros que trabajaban en los obrajes de
La producción de metales en tiempos del Inca se
telas de los jesuitas. Los resabios de población caracterizó principalmente por el uso del cobre,
quechua, resto de la dominación inca, fueron la reducción del mercurio y la aleación del bronce.
reducidos en la –hoy desaparecida– parroquia Se dice que gracias a la extracción del oro y las
de Santa Bárbara (Ibid.). aleaciones hechas con plata y cobre se obtuvo un
Entonces, la nueva ciudad fue estructurada producto muy similar al platino.
en una lógica dual india-española. El centro Como el Imperio dedicó mucho tiempo y
criollo fue establecido en torno a la Plaza Mayor esfuerzo a la extracción de minerales, se cons-
(hoy plaza Murillo), habitado por los criollos, truyeron estructuras subterráneas, desarrollando
elaborados trabajos de ingeniería. Sin embargo,
españoles y mestizos. En cambio, la periferia
en muchos casos, los minerales se extraían de la
estuvo limitada por los ríos Choqueyapu y Me- superficie o de los ríos.
javira, área habitada por los indios, al otro lado Los registros coloniales mencionan que para
de la actual avenida Mariscal Santa Cruz, donde excavar la tierra, los obreros usaron cuernos de
se encontraba la iglesia de San Francisco. Este ciervo, y que para sacar el mineral usaron cuernos
panorama poblacional es el que se observaba a cosidos en forma de sacos. Toda esta tecnología
mediados de 1500 en el valle de La Paz. denota niveles de especialización, mostrando la
Similar situación parece haberse dado en complejidad de la actividad y el afán imperial por
su desarrollo.
otras regiones de los Andes Centro Sur por la
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 189
Cada sitio construido por los incas parece Todos los complejos agrícolas fueron com-
haber sido re-ocupado por poblaciones relacio- plementados por elaborados sistemas hidráulicos
nadas con el procesamiento de metales, siendo y áreas de almacenaje. Los primeros estaban
muy variada la tecnología que se utilizaba para constituidos por canales y bocatomas, que per-
el beneficio y refinado de los minerales. Tanto el mitieron la irrigación y el cultivo; en cambio, las
registro histórico como el arqueológico indican áreas de almacenaje estaban relacionadas a una
que la explotación de los depósitos de plata era cantidad ingente de silos o qollcas asociadas a las
descentralizada y se realizaba en pequeña escala áreas agrícolas. Evidencias de estos sistemas fueron
(Van Buren, s/f ). Parte de la tecnología empleada registradas en diferentes regiones de los Andes.
consistió en el uso de huayrachinas u hornos de Aunque en muchos sitios se observó el cre-
viento, que servían para fundir el mineral de plata. cimiento de producción agrícola en el último
Dicha tecnología fue utilizada también durante período prehispánico, el amplio valle de Cocha-
la época Colonial, teniéndose incluso registros bamba fue –en Bolivia– el área más importante.
contemporáneos de su uso. Su importancia radicaba en que era la zona de
mayor producción de maíz, considerado éste un
Aprovechamiento de la producción agrícola recurso de primera necesidad para la elaboración
de chicha, además de ser un producto de tipo sun-
Ya se ha mencionado que los incas tuvieron mu- tuario que otorgaba prestigio, por lo que también
cha incidencia en el fomento de la actividad agrí- era cultivado con fines burocráticos, militares y
cola. Eso se debió a que ese tipo de producción, ceremoniales. El maíz estaba relacionado a los
como se observó en Tiwanaku, pudo mantener ritos y fiestas que desarrollaban los incas en honor
al Imperio y a sus ejércitos. al dios Sol, a quien le hacían libaciones en vasos
En ese sentido, se puede decir que, en ese rituales de cerámica con esta sagrada bebida.
tiempo, eran tres las formas más comunes para Con ese fin, una gran cantidad de población
el desarrollo de la agricultura: la construcción fue movilizada al valle (Wachtel, 1982) en calidad
de andenes o takanas, la reutilización de came- de mitmas agricultores, poblaciones foráneas que
llones o suka kollus y el uso de qochas o lagunas constituyeron una adecuada fuerza de trabajo.
artificiales. Sobre todo en los dos primeros casos, Esas poblaciones provenían de diferentes partes
se demandaba de la movilización de grandes del altiplano y, con el tiempo, se sincretizaron a
cantidades de mano de obra, aspecto que fue la población local.
asegurado por la política imperial. Los centros agrícolas estaban distribuidos en
Los andenes son también conocidos como gran parte del valle de Cochabamba, consistien-
terrazas agrícolas o takanas; permitían aprovechar do en inmensos campos de terrazas, asociados a
mejor el agua, tanto en lluvia como en regadío, áreas de almacenaje que mantenían a la élite y a
haciéndola circular a través de los canales que los ejércitos del Inca. Entre los más famosos se
comunicaban sus diversos niveles. Este sistema encuentran los sitios de Cotapachi y Colcapirhua,
era adecuado, sobre todo, a los lugares escarpa- áreas donde se almacenaba toda la producción
dos, por lo que sus restos son registrados en las para luego redistribuirla. La evidencia arqueoló-
laderas de cerros. gica permitió el registro de más de 2000 silos en
En cambio, la tecnología de los sukakollus es un solo sitio, lo cual da una idea de la magnitud
propia de las riberas del lago Titicaca, habiendo de la producción agrícola en la región.
sido utilizados durante el periodo Tiwanaku. Son En función de la documentación etnohistó-
montículos de tierra que permitían almacenar y rica, se sabe que esa producción era llevada a los
aprovechar mejor el agua en áreas de frecuentes silos para luego ser transportada, por los llameros
inundaciones a causa de las lluvias. Se componen del Inca, desde Sipe Sipe hasta Cusco (Wachtel,
de un gran número de surcos simétricos que re- 1982), es decir que el maíz del valle era consu-
colectan el agua y la conducen entre sus canales, mido por la élite imperial. Esto a pesar de que
permitiendo la fertilización de la deposición adya- la producción de áreas adyacentes servía para el
cente. Esta forma de cultivo fue complementada sustento de los ejércitos imperiales, apostados en
con la construcción de qochas o lagunas artificiales, las inmediaciones con el objetivo de avanzar por
utilizadas para cultivar y dar de beber al ganado. los valles hacia el Chaco y la Amazonía.
190 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Tal vez debido a ello, la construcción de Inca- es el eje acuático, el lago Titicaca y el lago Poopó,
llajta muestra la importancia que tenía el valle de el que define la red. La entrada del Capac Ñan en
Cochabamba para los incas. Ya se ha mencionado territorio boliviano se da a partir de Desaguadero,
que con la incursión de Huayna Capac el valle por el lado Uma, y por el Norte del Titicaca hacia
cobró mayor relevancia, por lo cual en esa región el sector Urco. Los caminos corren en dirección
fue construido uno de los centros administrativos Norte-Sur hasta encontrase en las márgenes del
más importantes del Imperio. Las fuentes colo- lago Poopó, donde también divergen para luego
niales mencionan la presencia del palacio de este unirse y llegar al Sur de Bolivia, ingresando a
Inca en Incallajta, aspecto que fue corroborado territorio de la actual Argentina (ver Fig. 103).
por las excavaciones arqueológicas. Paralelamente, se observan caminos trans-
En la parte central del sitio fue registrada una versales que son parte de la red, los cuales co-
estructura de doble planta que contaba con un munican los diferentes ambientes ecológicos.
espeso revoque blanco, identificándose como el Por ejemplo, del camino Uma se desprenden
palacio de Huayna Capac. Asociados a este rasgo, ramales que derivan a la costa y hacia la región
se registraron una plaza central, varias kallankas de los salares. De la variable Urco se desprenden
y un ushnu, que denotan la presencia imperial ramales hacia la región de los valles, tanto al
(Muñoz, 2012). Norte de Bolivia como hacia el este.
Todo ese movimiento estaba relacionado
El Capac Ñan en Bolivia con la circulación de bienes y productos, tanto
de orden doméstico como de orden suntuario. Es
También se ha mencionado de la importancia que por ello que el Capac Ñan es entendido como una
tenía el Capac Ñan para los incas y la moviliza- red y no sólo como un camino real, establecido
ción de poblaciones, información y producción. sobre las antiguas rutas de los llameros, los que
Parte de esa red de caminos fue registrada en desde tiempos tan tempranos como el Formativo
Bolivia, patentizando la presencia imperial en circulaban los productos a través de los Andes.
este territorio. Como se dijo, esta red permitía Debido a su importancia, el Imperio invirtió
el aprovechamiento de productos como la coca, una gran fuerza de trabajo en su construcción. Se
metales preciosos, piedras y productos exóticos, puede decir que gran parte de la monumentalidad
y sus registros muestran que estaba dispersa a lo arquitectónica observada en Cusco es posible de
largo de todo el país, definiéndose principalmen- ser apreciada en la elaboración de algunos de los
te dos áreas: el sector Uma y Urco del territorio. caminos en Bolivia (Fig. 107). De la misma forma,
El Cápaq Ñan empieza en Cusco, presentan- la construcción de estas vías estaba r elacionada
do varias bifurcaciones que luego se extienden a a un sistema de ingeniería muy elaborado,
manera de red por todo los Andes. En esta parte, consistente en la construcción de imponentes
Figura107.RamaldelCapaqÑanregistradoen
laregióndeHuachacalla-Sabaya.Estecamino
comunicabaelterritoriodelosCarangasconla
región de los salares.
Fuente: P. Lima.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 191
imperial; se dice que el Inca visitaba los tambos imperiales (hatun curacas), élites locales, funciona-
y ese era el lugar en el que tomaba posición rios encargados de la administración económica
para dirigirse a la población. Su arquitectura y sirvientes. Adicionalmente, debido a la natu-
generalmente corresponde a un estilo arqui- raleza de los tambos, se observa una población
tectónico local, pero –en relación al grado de itinerante que era movilizada por los caminos
importancia que tenía– se observan algunos y que se refugiaba momentáneamente en esos
rasgos sobresalientes. Entre ellos, podemos sitios. Una imagen congelada de esa dinámica
citar su asociación a torres funerarias de estilo mostraría a los tambos como un pueblo grande,
cuzqueño, como las encontradas en el territorio diverso y con mucha actividad.
de los carangas. En algunas de las estructuras, Un análisis regional de estos sitios muestra
también se pueden registrar restos de enlucidos que una gran mayoría de los mismos se ubican
de color, como se observa en Incallacta, sitio en áreas de frontera de los grupos locales. Este
administrativo de central importancia. En Boli- hecho –en algunas regiones– parece haber de-
via, los tambos más relevantes se encuentran en marcado una concentración de poblaciones y
Paria, Incallacta, Incarracay, Sevaruyo, Opoco, de contactos multiculturales, propiciando un
entre otros (Fig. 109). fenómeno intercultural y de globalización, en
A manera de balance, puede decirse que la desmedro de las identidades étnicas locales. Tal
red regional de caminos cambió el patrón de caso parece observarse en la región de Quillacas
manejo del espacio para adecuarse a la adminis- (Lima, 2008).
tración incaica, observándose una clara relación Los tambos tenían gran importancia para
entre los caminos, tambos, áreas agrícolas y el Imperio, ya que eran parte de la avanzada
de almacenaje para abastecer los sitios admi- política hacia el sur, lo que explica la inversión
nistrativos. Del mismo modo, dichos sitios se en edificación de infraestructura administrativa.
asocian a cerros o huacas, dejando claro que los En relación a los datos de fines del siglo XVI,
aspectos rituales, económicos y administrativos las negociaciones con los grupos locales para
formaban un todo indisoluble. Otro aspecto que el establecimiento de esos sitios parece haber
cabe resaltar es la articulación con la población sido muy compleja. Los documentos mencionan
conquistada, como se evidencia en los restos ma- niveles de alianza de los jefes locales con los
teriales típicamente Inca o en los restos que son incas; pero lo que se observa es una evidente
producto del sincretismo entre el estilo imperial política de desestructuración, manifestada en la
y los estilos locales. implantación de tambos en zonas que teórica-
A la pregunta de quiénes habitaban esos mente eran multiétnicas, así como en la emer-
sitios, se puede indicar que hubo población de gencia y difusión de elementos globalizantes u
distinta jerarquía, compuesta por dignatarios homogeneizadores.
b
a
Figura109.a)yb)Laskallankaseranlasestructurasadministrativasmásimportantesdeuntambo.Variasdeellastodavíaseencuentranenpie,yson
registradas a lo largo del Capac Ñan en diferentes partes de Bolivia.
Fuente: a) P. Lima y b) A. Muñoz.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 193
Es muy difícil saber cuál fue la reacción de las La conquista de otros territorios
poblaciones locales frente a esos cambios, aunque
puede inferirse que tuvo diferentes expresiones. Una vez establecido el Imperio y sus estrategias
Sin embargo, el proceso mencionado parece haber de control en los Andes y los valles mesotermos,
sido lento y, en algún momento, pudo ocasionar se inició una campaña militar esforzada en es-
una crisis interna, sobre todo a nivel socio-cultural. tablecer control político y económico en otras
La masificación de los símbolos de la presencia regiones. Esas regiones eran parte de las Tierras
imperial parece marcar el surgimiento de nuevas Bajas de la Amazonía y el Chaco, zonas muy ricas
identidades sociales y/o políticas, debilitando los en recursos como madera, alucinógenos, plumas,
niveles de autoadscripción étnica. Este es un as- productos exóticos y psicotrópicos. La conquista
pecto que merece ser profundizado en el análisis o expansión hacia la Amazonía y el Chaco fue
del impacto que ocasionó la presencia del Imperio uno de los últimos eventos desarrollados por los
en los Andes Centro Sur. incas en esta parte de los Andes.
En relación a ese tema, un ejemplo son las En este ámbito es que como parte de las
alianzas políticas logradas con las élites locales de políticas de avance se construyeron fortalezas
algunos grupos, como los carangas, que tuvieron para albergar a los ejércitos incaicos, compues-
como resultado la construcción o edificación de tos por pobladores andinos. Ese hecho posi-
diferentes símbolos, tales como las chullpas de bilitó la demarcación de una frontera entre el
color del Río Lauca (Fig. 110). Estos elementos mundo andino y el de la Amazonía y el Chaco,
no sólo muestran una alianza política, sino tam- consolidada a partir del establecimiento de ese
bién la pervivencia de una costumbre y tradición tipo de sitios.
mortuoria que fue conservada por los incas y que En ese mismo sentido, debe decirse que el
se mantiene hasta la actualidad. concepto de frontera fue mal entendido, tanto
Por lo observado, los incas lograron una por la etnohistoria como por la arqueología.
incursión sutil, pero políticamente respaldada Desde una lógica positivista, se entiende como
por las jefaturas locales en sus territorios. Los un espacio de conflicto constante y donde las
centros administrativos parecen haber centrali- variables de interrelación son anuladas por ac-
zado los poderes locales, siendo los sitios desde ciones bélicas o de sometimiento. Sin embargo,
donde se implementó toda la estrategia para la denominada frontera de los incas, a más de
debilitar social y políticamente a las poblaciones. contar con esas características, también mostraba
Por tanto, es posible confirmar la generación de una dinámica cultural y poblacional que permitía
sistemas de control, políticamente sustentados la circulación de bienes y la interacción de las
en toda la región. poblaciones en conflicto.
Figura110.Unodeloselementosmás
significativosdelapresenciaIncaen
Boliviafuelaconstruccióndetorres
funerariasdecolor.Esasestructurasfueron
registradasenlaregióndelRíoLauca,
comomuestradelaalianzaqueelImperio
realizó con los Carangas.
Fuente: P. Lima.
194 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Es así que se estableció una organización en Chuquisaca; Samaipata (Fig. 111) y Saipina,
distinta en estas zonas, con niveles de control hacia Santa Cruz; La Yunga, en Cochabamba, y
diferenciados. Éstos tenían que ver con las también varios sitios de Ixiamas, en el Norte de
alianzas que en muchos casos los incas lograron La Paz. Sin embargo, sitios como Las Piedras,
con algunos grupos para permitir el paso de sus en Riberalta (Beni), muestran que los incas ya
ejércitos, lo cual no necesariamente se plasmó en habían logrado una gran avanzada por el Norte,
el sometimiento de dicho grupo. Un caso visible probablemente a partir de su incursión en Mojos
de ese hecho es la relación de los incas con los por territorio kallawaya (Fig. 112).
tacanas para acceder a las llanuras de Mojos; se De la misma forma, este hecho sacó a la luz la
estableció una interacción socio-política que, a existencia de un conglomerado poblacional hasta
la postre, se manifestó en una influencia cultu- ese entonces mimetizado en su propia dinámica,
ral quechua sobre este pueblo amazónico (ver el cual había desarrollado características y patro-
Tyuleneva, 2010). nes culturales particulares, pero también com-
Por otra parte, también se advierte que en plejos. Estas poblaciones, consideradas “salvajes”
algunas áreas, el control fue reforzado con la por los documentos coloniales, desarrollaron una
presencia de mitmas, como en Oronkota, para dinámica muy interesante en ese último período.
posibilitar el mantenimiento de la dinámica Son muy conocidas, por ejemplo, las in-
fronteriza (Alconini, 2002). Pero, como en todos vasiones desarrolladas por los chiriguanos en
los casos de la presencia inca en los Andes, el es- los Andes, quienes nunca fueron sometidos y
tablecimiento de esta red de puestos fronterizos pelearon hasta tiempos coloniales. Otro caso
también respondió a particularidades de cada uno registrado por los documentos son las alianzas
de los casos. Dado que el tema fue escasamente logradas entre los capitanes incas y el cacique
estudiado, el análisis de la organización de zonas Grigotá, quienes sellaron el pacto con la entrega
de frontera en Bolivia aún está incompleto. de mujeres a los jerarcas andinos.
Sin embargo, a partir de los datos etnohistó- Para lograr este impacto sobre los grupos
ricos, se conoce que los conflictos y la avanzada locales, los incas tuvieron que movilizar una gran
hacia las Tierras Bajas por territorio de Charcas cantidad de poblaciones, las que generalmente
(cara caras, yamparas, chichas) motivaron la estaban constituidas por mitmas destinados a la
conformación de los ejércitos expansivos. Este guerra y que conformaban sus ejércitos. Todo
hecho derivó en el establecimiento de una fron- ello nos muestra que la presencia del Imperio
tera étnica entre los Andes y las Tierras Bajas, tuvo diferentes matices en las diferentes regiones,
denotando un relacionamiento de conflicto que haciendo uso de las potencialidades materiales
tuvo sus repercusiones hasta el período colonial y humanas disponibles, ya que cambiaron y re-
(Saignes, 1985). estructuraron la dinámica existente para lograr
Los principales sitios registrados en esa un fenómeno político y social no igualado hasta
frontera son Oronkota, Cusco Tuyo e Incahuasi, ahora.
Figura111.Unsitiomonu-
mentaleslarocaesculpidade
Samaipata,ocupadotambién
porlosincas.Porsumonu-
mentalidadfuedenominado
comoPatrimonioCulturalde
laHumanidadporlaUNESCOy
representaunodelosejemplos
másimpresionantesdelarte
rupestre prehispánico.
Fuente: R. Alcázar.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 195
LAS PIEDRAS ?
#
Ü
IXIAMAS
# MACAHUA
#
MAIJE #CAIGENE
TUMUPASA## #
SAN BUENAVENTURA
LA YUNGA SAMAIPATA
# #
#
PULQUINA
#INCAHAUSI
CUZCOTUYO #
#
ORONCOTA
Figura112.Ensuprocesodeconquistadelastierrasbajas,losincasestablecieronsitiosdeavanzada.DebidoaquelaColoniasesobrepusoaeste
evento,lossitiosmencionadosahoranosmuestranlafronteradelImperio,tantohacialaAmazoníacomohaciaelChaco.
Fuente: P. Lima y C. Jaimes.
de una re-estructuración que implicó el estable- la de los aztecas o los romanos, este desarrollo
cimiento de un “tributo” y la organización de puede ser considerado imperial (Bauer, 1992;
las poblaciones en la mit’a para la producción, la D’Altroy, 1992; Julien, 1982; Pärsinnen, 1992;
edificación de arquitectura pública o el servicio Pease, 1978, 1982; Presta, 1995; Rostworowsky,
a la élite gobernante. 1988; Saignes, 1985, 1990; Schreiber, 1992;
De la misma forma, la anexión de deter- Stanish, 1997). Esto está relacionado –como ya
minado territorio no era un caso fortuito, pues se dijo- sobre todo a su afán de expansión terri-
implicaba la construcción de un centro regio- torial y política, aspecto no observado en ningún
nal, la vinculación de una red de caminos a la desarrollo precedente en los Andes.
principal (Capac Ñan) y la obtención de algún El proceso expansivo en todo el Imperio
recurso que pudiera fortalecer los intereses del implicó cambios radicales para los grupos locales,
Imperio. Esos recursos eran de tipo productivo pero también se invirtió en la creación o rehabilita-
o poblacional; en el primer caso, relacionados ción de un sistema de caminos, la construcción de
a la agricultura, minería o ganadería y, en el tambos y el reasentamiento de colonias (mitmas)
segundo, como parte de la gente que fortalecía hacia diferentes partes del Tawantinsuyo, dando la
los ejércitos imperiales o que era enviada a otros opción de detentar poder a las autoridades locales
territorios como mitmas. administrando y controlando la movilidad para
El resto de la población, dependiendo del su beneficio. Su sistema organizativo y la cons-
tipo de alianza que habían logrado los jefes loca- trucción de la infraestructura pública utilizaron
les, estaba destinada a pagar al Imperio con mano la fuerza de trabajo, basándose en un sistema de-
de obra y, excepcionalmente, con excedentes de cimal, como indica Julien (1982). Un aspecto que
producción. Todas las poblaciones dedicadas a lo diferencia de Imperios como el Azteca u otros
la agricultura debían abastecer a los ejércitos en el mundo es el hecho de que la extracción de
imperiales; por su parte, los especialistas a nivel riqueza también utilizó la fuerza de trabajo y no
de textilería, metalistería, orfebrería, manufactura el tributo en especie (Murra, 1975).
de cerámica y construcción de obras públicas A nivel tecnológico, su presencia es la síntesis
contribuían con su mano de obra. Por último, del conocimiento de los grupos precedentes, por
una población más restringida, como la de las lo cual está marcada por elementos representa-
ñustas (princesas incas) o los niños, era dedicada tivos que fueron registrados arqueológicamente
a actividades sacerdotales o al sacrificio, a pesar en muchas partes de su territorio. Entre ellos, es
de que salían de la contabilización de sus lugares relevante la arquitectura de este periodo, que si
de origen, pues estas personas eran trasladadas a bien denota un patrón muy particular, estaba ba-
los santuarios principales. sada en la tradición arquitectónica de Tiwanaku,
Un fenómeno similar no se había dado denotando su influencia. Los elementos más
antes, y los pobladores andinos estaban en un representativos son estructuras como kallankas,
proceso de asimilación y/o reacción hacia esa ushnus y torres funerarias, construidas en piedra,
nueva situación socio-política. Luego de casi un con formas y técnicas particularizadas de acuerdo
siglo en este estado, había disconformidad en las a las regiones. Dicha infraestructura es registrada
poblaciones locales, ocasionadas en algún sentido en diferentes partes de los Andes, sobre todo
por tensiones internas vinculadas al acceso al asociada a centros administrativos.
poder. En esta situación se encontraba gran parte A ello se debe añadir la infraestructura agrí-
de los Andes cuando irrumpió la Colonia, que cola, basada especialmente en la construcción de
cambió –en parte– el panorama, pero aumentó inmensos campos de terrazas y silos, que eran
grandemente dichas tensiones. lugares de producción y almacenaje. Este tipo de
construcción implicaba trabajos de ingeniería,
hidráulica y conocimiento de los ciclos de la na-
El aporte tecnológico turaleza. Una de sus características fue el estable-
cimiento de un sistema de riegos asociado, al igual
Los incas tuvieron el desarrollo más complejo que que el funcionamiento a secano de este sistema.
existió en los Andes; para muchos investigadores, Las terrazas o takanas, sistema más utilizado
haciendo una analogía con civilizaciones como en ese período, consideraban la fertilidad del
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 197
suelo, el drenaje del agua y prevenían la erosión, la arquitectura, la tecnología empleada para la
para lo cual fueron construidas utilizando rocas producción de esos artefactos fue una herencia
grandes que eran colocadas en la base para ni- de culturas precedentes, pues los incas rescataron
velar el terreno. Con una capa de piedras más las mejores tecnologías de los Andes como parte
pequeñas se generaban conductos reguladores de su acervo cultural. La elaboración de los mis-
de agua que evitaban que la tierra fértil, donde mos correspondía a especialistas, localizados en
se sembraba, se escurra entre las rocas; para darle diferentes partes de los Andes.
mayor seguridad, se levantaban paredes de piedra. La elaboración de cerámica también fue
Estas paredes pueden conformar altas y extensas una herencia de Tiwanaku, localizándose sus
plataformas, como las observadas en muchas principales ceramistas en las márgenes del lago
partes de los Andes. Titicaca, considerados los “olleros del inca”,
Por su conformación y arquitectura, las te- como menciona John Murra (1982). Luego de
rrazas agrícolas definen un paisaje nuevo, donde un periodo donde resaltaba el negro/ rojo en las
se cultivaban alimentos tan esenciales como el vasijas, vuelve la policromía en la elaboración de
maíz, uno de los principales productos agrícolas finos artefactos, los cuales eran un símbolo del
de la época. Debido a su funcionalidad, esas anti- prestigio de los incas y de los señores locales.
guas construcciones aún se utilizan para cultivar Las formas más típicas y rituales de la ce-
alimentos tradicionales, a los cuales se sumaron rámica Inca fueron los aríbalos, los kerus (vasos
nuevos productos, como el haba, el trigo, las ceremoniales) y los platos playos con decoración
arvejas y la cebada, introducidos con la llegada geométrica polícroma, producción sumamente
de los españoles y que actualmente se incluyen estandarizada. Los colores más usados fueron
en las tradiciones culinarias en esta vasta región. diferentes tonos de marrón y sepia, además de
rojo, negro, blanco, naranja y morado, los que
producían una gama relativamente variada de
Recuadro 20 combinaciones. Se aprecia en esta alfarería la
predilección por los diseños geométricos, pre-
Arquitectura inca
dominando rombos, barras, círculos, bandas y
El principal material utilizado en la arquitectura triángulos. Este tipo de artefactos se encontra-
Inca fue la piedra. En las construcciones más ron en los Andes, presentando manifestaciones
simples era colocada sin tallar, más no así en las particulares de acuerdo a las diferentes regiones
estructuras complejas e importantes. (Fig. 113).
Los constructores de la época desarrollaron Paralelamente, se registra material domésti-
técnicas para levantar muros enormes, verdaderos co, el mismo que no presenta decoración y que
mosaicos formados por bloques de piedra tallada responde a las características tecnológicas de las
que encajaban perfectamente, sin que entre ellos
diferentes regiones anexadas al Imperio. A este tipo
pudiera pasar un alfiler. Muchas veces, esos blo-
de materiales se los define como estilo Inca local,
ques eran tan grandes que resulta difícil imaginar
su colocación, estando las mejores muestras de cuya característica es el uso de un profuso engobe
esa habilidad en Cusco. Se sabe que los mejores de color rojo.
talladores de piedra eran collas, provenientes del Por último, también se advierte un sin-
altiplano, posiblemente como parte de la herencia cretismo tecnológico entre el estilo cerámico
que dejó Tiwanaku en esas poblaciones. imperial y los estilos locales. Su característica
Es por ello que se dice que la arquitectura es la conservación de las formas emblemáticas
Inca fue influenciada técnicamente por Tiwanaku, como el aríbalo o el plato playo, pero el decorado
y el lugar donde se hace evidente ese hecho es en presenta un estilo local. Este tipo de artefactos
Ollantaytambo - Cusco.
es registrado, sobre todo, en las áreas marginales
del Imperio, siendo uno de los indicadores para
Las expresiones materiales registradas en establecer el tipo de relación de las poblaciones
los sitios arqueológicos son los restos de trabajo locales con los incas. Como ejemplo, podemos
en cerámica, líticos, textiles y metalurgia, en los mencionar los estilos Inca Pacajes, Inca Carangas
cuales se lograron grandes avances tecnológicos e Inca Quillacas, registrados en el altiplano de La
y artísticos. Como se observa en lo referente a Paz y Oruro (Fig. 114).
198 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura114.Elsincretismode
lacerámicaIncaconlosestilos
yformaslocalesprodujoun
tipo especial de alfarería.
Enlafotografíaseobservan
fragmentosdecerámicaInca
Quillacas,representandotecno-
logíaIncaydecoracióndelestilo
Quillacas de Oruro.
Fuente: H. Catacora.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 199
Figura115.Eltrabajoenpiedratambiénfueunodeloselementos
tecnológicosrelevantesdelperíodoInca.Unamuestradeelloesesta
hacha lítica procedente de Cala Cala - Oruro.
Fuente: P. Lima.
Figura117.TextilIncacondiseñosde
tokapus,procedentedelaIsladelSol.
Algunosdeestossímbolosdelaheráldica
andinasonregistradostambiénenlas
torresfunerariasdecolordeOruro.
Fuente: Bandelier, 1910.
LA IMPRONTA INCA EN BOLIVIA 201
A ello se deben sumar las prendas elabo- o yupanas. Los cronistas españoles narran que
radas con plumas de aves exóticas, que mani- en este sistema se guardaban fragmentos de la
fiestan un gusto estético por el color y por los historia de los incas, relatando nacimientos,
recursos de otros ambientes ecológicos. Esta guerras, conquistas, nombres de los nobles y
técnica de manufactura se utilizó en mantas, tiempos de tales eventos.
unkus, abanicos y sombrillas, mostrando la Los registros arqueológicos realizados en
relación de los incas con las poblaciones de los Andes dan cuenta de innumerables arte-
origen selvático para la adquisición de esa factos que prueban el avance de la tecnología
materia prima. incaica. Algunos de esos aspectos también son
Por otra parte, conceptos y cálculos ma- corroborados en los documentos de la Colonia
temáticos fueron aplicados principalmente temprana, donde se describen con detalle al-
en actividades económicas. Los sistemas de gunas tradiciones prehispánicas. Sin embargo,
registro y cálculo más conocidos eran los las viejas tradiciones fueron cortadas con los
quipus y los yupanas. Los quipus eran sistemas españoles, denotando un nuevo periodo en el
nemotécnicos que consistían en tiras anudadas; que la estética y la tecnología fueron reempla-
sólo se anudaban los resultados de las opera- zadas por la funcionalidad de los artefactos y
ciones realizadas anteriormente en los ábacos de las construcciones.
Recuadro 21
Curiosidad tecnológica
de Valverde, quien a través de un intérprete ha- Cuando estaba preso, es muy conocido el
bló con el emperador, compartiendo chicha en hecho de que Atahuallpa ofreció llenar dos ha-
un vaso keru. bitaciones de plata y una de oro a cambio de su
En esa oportunidad, se ordenó que el Inca liberación. La codicia de los españoles hizo que
aceptara el cristianismo como religión verdadera, aceptaran y de inmediato se mandó la orden a
sometiéndose a la autoridad del rey Carlos I de todo el Imperio para enviar la mayor cantidad
España y al papa Clemente VII (Dejo Bendezú, de oro y plata hacia Cajamarca. A pesar de ha-
1993). La indignación del Inca y el desagravio del ber cumplido su parte, el Inca fue sentenciado
cura fueron el detonante para que se iniciara la a muerte por los cargos de idolatría, fratricidio,
masacre de los súbditos quechuas, a manos de la poligamia e incesto. Su última concesión fue
artillería y los fusiles españoles. La matanza fue ser bautizado como cristiano con el nombre de
sangrienta, ya que miles de sirvientes imperiales Francisco, para luego ser ahorcado. Su ejecución
murieron en esa oportunidad. se realizó el 25 de julio de 1533, enterrándose en
Atahuallpa fue apresado en un palacio de la iglesia de Cajamarca. Se cree que Francisco
Cajamarca. Los relatos de los cronistas cuentan Pizarro lloró la muerte del soberano.
que lloraba mucho, comía y dormía poco (Poma La noticia de la desaparición del Inca tuvo
de Ayala, 1988); pero tuvo fuerzas para organizar varias repercusiones; entre ellas el que muchas
dos ejércitos, uno bajo el mando de Chalcuchí- etnias dominadas se sublevaran e intentaran re-
mac, para que fuese a Cajamarca a liberarlo, cuperar su independencia. Por su parte, los parti-
y el otro bajo el mando de Quisquis, para que darios de Huáscar (como Manco Inca) se unieron
tomase Cusco y eliminara cualquier vestigio de a los españoles para derrotar a Chalcuchimac, a
Huáscar. La versión tradicional menciona que Quisquis y a los demás partidarios de Atahuallpa.
el Inca habría mantenido algunos privilegios en Con estos acontecimientos un nuevo orden
prisión, como seguir administrando el Imperio, se estableció en los Andes, con los consiguientes
aprender a leer y escribir y a hablar castellano. cambios económicos, sociales y políticos; temas
Se cuenta también que mantuvo una relación que serán abordados en el siguiente tomo de esta
amistosa con Francisco Pizarro. Historia de Bolivia.
SEXTA PARTE
Arqueología y etnohistoria
de las Tierras Bajas de Bolivia
Carla Jaimes Betancourt / Heiko Prümers
Isabelle Combès / Mariela Rodríguez
Arqueología y etnohistoria
de las Tierras Bajas de Bolivia
Recuadro 22
Arqueología Amazónica
Carla Jaimes Betancourt
Existen muchas razones por las cuales el pasado de la región amazónica fue y es todavía menospreciado.
Posiblemente las descripciones etnográficas del siglo pasado son las directas responsables para que las
sociedades de los Andes sean vistas como “civilizadas” y las sociedades de las Tierras Bajas como “barbaras”.
Entre 1940 y 1947, Julian Steward editó un compendio de seis volúmenes de los pueblos indígenas
de Sud América (Handbook of South American Indians), que fue publicado por el Instituto Smithsonian. En
esta obra se clasificaron las áreas culturales de acuerdo a su medio ambiente y potencial agrícola. De esa
manera, el área de la cultura andina fue clasificada dentro de los tipos 3 y tipo 4, áreas con potencial agrícola
ilimitado o con potencial agrícola en crecimiento, mientras que las áreas culturales de bosque tropical y
selva correspondían al tipo 1 y 2, es decir, áreas sin potencial agrícola o con un limitado potencial agrícola.
Esta clasificación determinaba al mismo tiempo el desarrollo cultural de sus habitantes. Así, se postuló que
las sociedades del área andina tenían el más alto desarrollo cultural de América del Sur, mientras que en la
Amazonía se tenían, por un lado, “tribus marginales” de cazadores recolectores y, por otro, sociedades de
floresta tropical. Estas sociedades estaban caracterizadas por tener una limitada agricultura de autocon-
sumo, que si bien permitía el establecimiento de una población más densa y permanente, se encontraban
limitadas por un ambiente improductivo, en el que era imposible la producción de excedentes que conlleve
a una especialización y división del trabajo, estratificación social y organización política centralizada.
Las claras diferencias que presentaban las poblaciones de distintas áreas geográficas influyeron en gran
medida en la lectura de los datos arqueológicos. A mediados del siglo pasado, la arqueóloga Norteamericana
Betty Meggers (1954) proponía que el medio ambiente era una condicionante importante de la cultura ya
que, según ella, el nivel de desarrollo cultural dependía del potencial agrícola del medio ambiente ocupado.
Aunque algunos sitios arqueológicos de importante antigüedad eran encontrados en la región Amazónica,
Meggers (1979, 1996, 1997) trataba de explicarlos mediante teorías medio ambientales o difusionistas. Por
ejemplo, ella creía que las innovaciones tecnológicas y culturales como la cerámica, la agricultura o la com-
plejidad social, habrían llegado a la Amazonía procedentes de los Andes o Mesoamérica. También postuló
que las culturas asentadas en la Amazonía, como por ejemplo la cultura Marajo, en la boca del Amazonas,
se habría deteriorado debido a que el medio ambiente tropical no ofrecía los recursos suficientes para
mantener grandes poblaciones, lo que limitaba y degradaba sus condiciones sociales.
Continúaenlasiguientepágina
210 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
No obstante, estas teorías no podían explicar las evidencias arqueológicas que de manera más fre-
cuente se iban encontrando en la Amazonía ni tampoco servían para objetar los escritos de los primeros
europeos que ingresaron al Amazonas a mediados del siglo XVI e inicios del siglo XVII. Escritos como el
del padre Carvajal (1542), quien acompañó en su expedición a Francisco de Orellana, hacen referencia a
grandes aldeas, algunas ocupadas por miles de personas, integradas en amplias redes interregionales de
comercio y confederaciones políticas regionales. Tales referencias desaparecen de los escritos históricos a
inicios del siglo XVIII, posiblemente porque en los primeros cien años de contacto las poblaciones queda-
ron diezmadas por las epidemias, la guerra y la esclavitud. Sería imposible negar el impacto que tuvo la
colonización europea en la densidad demográfica y los modos de vida de los pueblos que habitaron todo
el continente Americano.
Retomando nuevamente la explicación sobre las posturas teóricas que influyeron la historia de la
arqueología amazónica, se debe aclarar que la mayoría de los antropólogos estaban convencidos de que
no era la agricultura sino el medio ambiente en general, lo que influía a las poblaciones. En este sentido, las
diferencias en el grado de fertilidad de los suelos y el clima determinan el grado de productividad agrícola,
que al mismo tiempo influye en el tamaño de población, la organización política y el desarrollo tecnológico
de la cultura.
Un fuerte oponente de estas teorías fue Donald Lathrap (1970). Este arqueólogo Norteamericano
propuso que los grupos amazónicos habían tenido un desarrollo autóctono y que su medio ambiente era
el adecuado para la agricultura intensiva de raíces, como por ejemplo la yuca (Manihot esculenta) domes-
ticada en las llanuras inundables entre los 5000 a 3000 a.C. Lathrap creía además que el aprovechamiento
de recursos alimenticios de los ríos amazónicos habría permitido el asentamiento de densas poblaciones,
las cuales poseían una notable complejidad social, una sofisticada industria alfarera y una red intercambio
de bienes de prestigio a larga distancia.
1. Pedra Pintada
2. Minas
3. Taperinha
4. Marajo
5. Xingú
6. Proyecto Amazonia Central
7. Dourado
8. Periquitos
9. Monte Castelo
10. Geoglifos del Acre
Figura 118. Mapa de la cuenca Amazónica con las áreas y sitios mencionados.
Fuente: C. Jaimes Betancourt.
LOS LLANOS DE MOJOS 211
Los hallazgos arqueológicos no se dejaron esperar (Fig. 118). Efectivamente, en el sitio de Caverna da
Pedra Pintada, en el Bajo Amazonas, Estado de Pará, Brasil, se encontró instrumentos líticos datados alrededor
de 9000 años a.C. pertenecientes a grupos dedicados a la caza, pesca y recolección de frutas. (Roosevelt
et al. 2002). Cabe señalar que éste no es un hallazgo aislado y que en diferentes áreas de la Amazonía de
Brasil, Colombia y Venezuela se tienen registros de diversas ocupaciones en torno al 7000 a. C. También
cerca de Bolivia se tienen noticias de sitios arqueológicos muy importantes, como los encontrados en los
estados de Mato Grosso y Rondonia, cerca del río Guaporé. En los sitios denominados Dourado y Periquitos,
diferentes artefactos líticos fueron fechados entre 12000 y 9000 a. C. (Miller, 1987; Meggers y Miller, 2003).
En la Amazonía también se llevaron a cabo importantes innovaciones tecnológicas que incluyen la
temprana producción de cerámica. En sitios de conchales ubicados en la desembocadura del río Amazo-
nas, se identificó en los años sesenta una cerámica muy temprana denominada Mina, la cual fue fechada
alrededor de 3500 a. C. También en el bajo Amazonas, en el sitio de Taperinha, se produjo el hallazgo de la
cerámica más antigua de todo el hemisferio Sur, datada alrededor de 5000 a. C. (Roosevelt, 1991, 1995), y
en la cuenca del Alto Madeira, frontera con Bolivia, se tienen evidencias arqueológicas de pueblos seden-
tarios, que alrededor de 3500 a. C. domesticaron la yuca (Manihot esculenta) y una palma de gran tamaño,
conocida en Bolivia con el nombre de tembé (Bactris gasipaes) (Neves, 2011).
Además, en los últimos años se han investigado sitios arqueológicos tan extensos que corroboran la
alta densidad demográfica en tiempos prehispánicos, como por ejemplo en la Isla Marajo, en la boca del
río Amazonas, donde se documentaron largas ocupaciones en montículos artificiales con áreas públicas
y cerámica exquisitamente decorada entre el 400 y 1350 d. C. (Roosevelt, 1991; Shaan, 2004, 2008). En la
cuenca del Alto Xingú, se tienen claras evidencias de grandes pueblos conectados por caminos radiales
que florecieron alrededor de 1200 d. C. (Heckenberger et al., 2003, 2008). En la Amazonía Central, en el área
de confluencia entre los ríos Negro y Solimões, el proyecto PAC ha investigado enormes asentamientos
asociados a suelos fértiles, conocidos como “terras pretas” (Neves et al., 2003, 2004, 2006) (Fig. 119) y en el
Acre, antiguo territorio de Bolivia, la acelerada deforestación ha hecho visible zanjas circulares, cuadradas
y trapezoidales, denominadas “geoglifos”, cuya construcción habría empezado a principios de nuestra era
(Shaan et al., 2010; Saunaluoma et al., 2012) (Fig. 120).
Continúaenlasiguientepágina
212 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Las nuevas corrientes teóricas ya no ven al medio ambiente amazónico como una limitante; por
el contrario, se da importancia a la abundancia de sus recursos naturales en los ríos, lagos y selvas y se
analizan los procesos culturales de manejo ambiental (Neves, 2011). Una nueva línea teórica, denominada
“ecología histórica” (Balée & Erickson, 2006), postula que las sociedades prehispánicas, lejos de adaptarse
al ambiente amazónico, transformaron su entorno y modificaron las condiciones naturales de los lugares
en las que vivían.
Geografía
Recuadro 23
Al principio de las investigaciones, Nordenskiöld poco se van afinando y consolidando las fronteras
(1913) distinguió tres áreas: los terraplenes con- (Jaimes Betancourt, 2013).
centrados alrededor de Baures, los montículos Actualmente se reconoce la existencia de por
de diferentes tamaños y formas esparcidos cerca lo menos siete áreas culturales (Fig. 123), aunque
del río Mamoré y río Ibare, y las obras de drenaje para la mayoría de ellas los datos arqueológicos
entre San Borja y San Ignacio. En los años sesen- son sumamente escasos. Además, estas áreas
ta, gracias a la disponibilidad de fotos aéreas y la no siempre colindan una con la otra y entre las
posibilidad de realizar sobrevuelos en la región, mismas existen regiones sin ninguna información
Denevan (1966) propuso cinco áreas: los grandes arqueológica. Los datos más completos son del
montículos al Sureste de los Llanos de Mojos, los Sureste y Noreste de los Llanos de Mojos. En
canales y campos elevados de cultivo al Suroeste, la región Sureste se concentran las lomas altas
largas plataformas de cultivo alrededor de Santa o monumentales y en el Noreste los sitios aso-
Ana del Yacuma y lago Rogaguado, y pequeños ciados con zanjas. Del lado Oeste del Mamoré,
montículos circulares de cultivo entre las dos solamente la región del Iruyáñez ofrece datos
últimas zonas mencionadas. El mapa de Denevan sustanciales y, por ende, será la tercera región
sirvió de base para futuras investigaciones, y poco a considerada en la presentación que sigue.
Figura123.ÁreasculturalesdelosLlanosdeMojos:ILaslomasaltasdelsureste,IIZanjas,diquesytrampasdepescadoenBaures
yelIténez,IIIAsentamientosycamellonesLagoRogaguadoyríoIruyañez,IVZanjasalsurdeSantaAnadeYacuma;VLomasdel
Apere Central; VI El centro-sur San Ignacio; VII Asentamientos en San Borja.
Fuente: H. Prümers
LOS LLANOS DE MOJOS 217
Las lomas altas del Sureste de los Llanos de Mojos dadas entre paleo-canales, lo que ha dado como
resultado una topografía con relieve que mejora
La mayoría de las “lomas”, como se conocen lo- las condiciones de drenaje. La combinación de
calmente a los montículos cubiertos por monte, todos estos aspectos permite que los suelos en
guarda restos de unos mil años de ocupación esta área tengan un mejor potencial agrícola
en su interior. Recién cuando son liberados (Lombardo et al., 2012, 2013). Tales condiciones
de la vegetación se puede reconocer que estos han permitido un asentamiento largo, estable y
montículos son los restos, lavados por las lluvias seguro en la región, de lo cual dan testimonio las
tropicales, de plataformas y pirámides truncas de aproximadamente 400 lomas que probablemente
tierra maciza. Algunos de estos edificios cubren existen en el Sureste de los Llanos de Mojos.
varias hectáreas y las pirámides truncas más altas Cada una de estas lomas tiene que ser vista
superan los 20 m de altura. como un poblado, en cuyo centro estaban las
Por mucho tiempo se pensó que los anti- construcciones de tierra maciza. El tamaño de
guos habitantes de estas lomas construyeron las las lomas difiere considerablemente y es de
plataformas para protegerse de las inundaciones suponer que esto sea el reflejo de diferencias de
periódicas, comunes en los Llanos de Mojos. Sin poder y de funciones sociopolíticas. En algunos
embargo, las lomas altas se encuentran en una casos esto parece más que evidente. La Loma
región que no se inunda ni en años con lluvias Cotoca, por ejemplo, ubicada unos 4 km al Este
excepcionales, y faltan por completo en las re- del pueblo Perotó, controla un área de aproxi-
giones con mayor riesgo de inundación, como la madamente 500 km². La plataforma en el centro
del río Iruyáñez. Por esto hemos postulado, ya del sitio cubre más de 10 hectáreas y sobre la
años atrás, que la lógica tenía que invertirse. Las misma se levanta una pirámide trunca de unos
lomas no fueron construidas como respuesta al 20 m de altura. De este centro con arquitectura
peligro de posibles inundaciones, sino porque monumental irradian canales y calzadas en to-
este peligro en los lugares donde fueron erigidas das las direcciones conectándolo con los sitios
no existió nunca. En años recientes se ha demos- menores, que supuestamente dependían de él.
trado la razón por la cual el área de la distribución Otro ejemplo de un probable centro regional
de las lomas altas es más elevada. Durante el con una configuración casi idéntica es el sitio La
Holoceno medio (ca. 2000 a. C.), una avulsión Loma (Fig. 124), cuyo centro con arquitectura
del río Grande formó albardones de hasta 3 m monumental abarca 19 hectáreas. El sitio está
con relación a la sabana. Además, el río Grande rodeado por tres calzadas, la del medio encierra
depositó finos sedimentos en las llanuras inun- 75 hectáreas y la externa 300 hectáreas.
Figura124.ElsitioLaLomacuenta
con3terraplenespoligonales
concéntricosyunfosoanchoal
interiordelaprimeracalzada.El
terraplénexternoencierra300
hectáreas.
Fuente;Gráfico:KAAK;Imagendebase:
Google Earth.
218 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Estas inmensas áreas probablemente tu- es la más alta (Montículo 1). Sobre esta última, que
vieron múltiples usos, lo que dio lugar tanto a alcanza siete metros de altura, se encuentran tres
viviendas como a huertas, plazas y cementerios. plataformas bajas dispuestas en forma de “U” que
De este sitio también irradian calzadas y canales delimitan una plaza abierta hacia el Noroeste. El
que lo conectan con su entorno. eje de este conjunto arquitectónico muestra una
Recientemente se tiene la certeza que los desviación aproximada de 30º hacia el Oeste con
centros de estos sitios responden a una arquitec- respecto a los ejes cardinales. Esta orientación se
tura. Los planos detallados de algunos de estos repite no solamente en las otras construcciones del
montículos permiten ver la estructura planificada sitio, sino también en otros sitios y, como se verá
de los sitios, que se expresa en el ordenamiento a continuación con más detalle, en las tumbas. Sin
de los cuerpos arquitectónicos, en patrones re- duda, esta disposición está relacionada con alguna
petidos y en una orientación idéntica de edificios noción de la cosmovisión de los antiguos habitan-
en sitios diferentes. tes, de la cual, lamentablemente, no sabemos nada.
Las características mencionadas se pueden A una distancia de aproximadamente 120 metros,
apreciar de forma ejemplar en el plano de la Loma el centro del montículo está rodeado por un te-
Salvatierra (Fig. 125). El centro del sitio está ubi- rraplén poligonal, el cual podría haber cumplido
cado en la ribera izquierda de un río desecado y el una función defensiva, marcando el límite de lo
área central está conformada por una terraza artifi- que era el pueblo propiamente dicho. Podemos
cial de 2 hectáreas de superficie que se eleva aproxi- imaginarnos que todo su espacio interior era
madamente 1,5 metros sobre la planicie. Sobre esta aprovechado, probablemente, tanto para viviendas
terraza se elevan varias plataformas, la del Noreste como para huertas.
Figura125.PlanodelaLomaSalvatierraydel
áreaadyacentehaciaelsur.Elcentrodelsitio
estáconformadoporunaterrazaartificialsobre
lacualseconstruyeronlasplataformasmacizas
(mounds 1 y 2).
Fuente: H. Prümers.
LOS LLANOS DE MOJOS 219
Al Sur del sitio se extiende una pampa gran- la Loma Velarde, que desde hace más de 100
de y dentro de la misma se encuentran canales, años descansa en el Museo Etnográfico de
pozos circulares y un terraplén que corta el paso Estocolmo. El museo negó el permiso en 2010
del agua desde el Sur. Todas estas obras de tierra argumentando que el material se encontraba
parecen destinadas al manejo del agua captada todavía embalado desde el último traslado
en la pampa. El canal que corre del pozo circular del museo, hace 25 años (Jaimes Betancourt,
asociado al terraplén en dirección al montículo 2012b).
podría haber servido para suministrar agua al Todavía se desconoce la razón por la cual
sitio durante la estación seca. fueron abandonados estos pueblos unos cien
Sobre la gente que construyó estos pue- años antes de la llegada de los españoles. Sin
blos, sus gustos culinarios, enfermedades, embargo, cuando llegaron los jesuitas a la re-
artes, ritos funerarios y otros detalles más, gión a finales del siglo XVII, habían dejado de
tenemos datos de varias excavaciones. Los existir y ningún montículo o loma se menciona
primeros resultaron de los estudios pioneros en las crónicas.
del barón Erland Nordenskiöld, quien en 1913 A lo largo de los mil años de su ocupación,
efectuó excavaciones en tres lomas ubicadas en las lomas han sido modificadas constantemente
el antiguo camino entre Trinidad y Santa Cruz y así también cambiaron los gustos y costumbres
de la Sierra (Velarde, Hernmarck, Masicito). de sus moradores. Un reflejo de esto son los
A estos se añadieron algunos datos de excava- cambios que se observan en la cerámica, que
ciones limitadas hechas en diferentes lomas ha servido para proponer una cronología de 5
cerca de Trinidad por Víctor Bustos Santelices fases (Fig. 126). Los cambios, sin embargo, se
(1976b) y, posteriormente, la Misión Argen- dieron de forma constante pero no abrupta, y
tina de la Universidad de la Plata, compuesta se mantuvo la misma tradición artesanal (Jaimes
por Bernardo Dougherty y Horacio Calandra Betancourt, 2004, 2012a, c). El único cambio
(1981-82, 1984). Los datos más completos, significante, cuyas causas se sigue investigando,
sin embargo, provienen de las excavaciones parece haber ocurrido entre el 1000 y 1200 d. C.
del Proyecto PABAM en las lomas Mendoza En este tiempo suceden varias transformaciones
y Salvatierra, ambas ubicadas unos 50 km al simultáneas. Por ejemplo, se encuentran los
Este de Trinidad, cerca del pueblo de Casarabe primeros casos de entierros de niños en urnas,
(Prümers, 2009, 2012). algunos utensilios muy frecuentes en las fases
La pregunta más importante gira en tor- anteriores dejan de ser utilizados y en la dieta
no a la cronología de estos sitios. Todos los se nota una disminución en el consumo del
fechados de radiocarbono disponibles indican maíz. Además, aparece una cerámica finamente
que los sitios tuvieron una ocupación estable pintada (Fig. 127), cuyo uso posiblemente era
durante 1000 años, iniciada por el 400 d. C. y restringido a eventos especiales. Cabe recalcar
desaparecida alrededor del 1400 d. C. (Doug- que sucedieron similares transformaciones en
herty & Calandra, 1981-82, 1984; Prümers, varios sitios de la cuenca Amazónica, asociados
2013). Es importante resaltar el hecho de que todos ellos a lo que se conoce como la Tradición
varias lomas compartían la misma secuencia Polícroma.
ocupacional, es decir que fueron ocupadas al Se postula que este fenómeno, netamente
mismo tiempo (Jaimes Betancourt, 2012a, c), lo amazónico, comienza en el siglo IV en la boca
que significa que esta área estuvo densamente del Amazonas, en el siglo IX en la Amazonía
poblada. El único caso de una ocupación ante- Central, a mediados del siglo XII en el río
rior a la construcción de la loma podría ser la Silomões y, hasta el siglo XIII, se habría ex-
fase Velarde Inferior, aunque las evidencias no pandido hacia el alto Amazonas. Todavía no se
son del todo concluyentes. Lamentablemente, puede precisar si este cambio indica un proceso
Nordenskiöld no dejó ningún mapa lo suficien- de expansión demográfica y colonización de
temente preciso para poder ubicar la Loma nuevas áreas o quizá sólo la intensificación de
Velarde y reestudiarla. Igualmente frustrante relaciones de intercambio y comercio entre estas
resultó un intento de revisar la colección de áreas (Neves, 2006).
220 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura127.CerámicafinamentepintadacorrespondientealaFase4delaLomaSalvatierra.MuseoetnoarqueológicoKennethLee,Trinidad.
Fuente: C. Jaimes Betancourt.
En la Amazonía, como en el resto de las de madera. Quizás las casas eran como las que
Tierras Bajas, la mayor parte de la cultura mate- describe en el año 1676 el padre del Castillo,
rial fue y está hecha de materiales perecederos. aunque su texto no aclara a cuál región de los
La mala preservación del material orgánico en Llanos de Mojos se refiere:
la Amazonía limita a la arqueología conocer un
gran porcentaje de las características culturales Así mismo saben hacer sus casas con harta curio-
de los antiguos habitantes, ya que todos los arte- sidad, las redondas según lo capaz de la materia.
factos hechos de madera, cestería, cuero, plumas, Pero son estas redondas donde duermen, más
algodón, cortezas y frutos desaparecen con el capaces y mejores que las del Perú, donde los
paso de los años. indios caben con desahogo, seis ú ocho hama-
Un claro ejemplo son los restos de sus casas. cas en cada una y á veces más. Fórmase estas
A pesar de que se excavaron áreas relativamente con un pié derecho no con pequeño artificio
descansando sobre él todas las maderas, que
amplias de 5 x 10 m, los huecos de postes docu-
no me admiró poco cuando lo ví y no sabía el
mentados constituyen evidencias aisladas que no
modo; despues la cubren con paja larga de un
permiten reconstruir la planta de una casa, lo que estado de mejor parecer que el icho y con esta
significa que las viviendas eran bastante grandes. curiosidad. Cocinan en casas cuadradas sin
Además, podemos suponer que tenían paredes embarrar y aquí guardan sus comidas y en las
de bahareque revestidas con barro porque en las redondas sus arreos y ropa, pero todo sin llave ni
excavaciones se han encontrado fragmentos la- puerta, las paredes son de caña, embarradas las
drillados del revoque. Algunos de los fragmentos redondas, las maderas menos los orcones y pies
del revoque aún conservaban impresiones de las derechos de las gruesas de Guayaquil (Castillo,
ramas que habían formado parte de la armadura 1906 [1676]:319).
222 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Los análisis arqueobotánicos (Bruno, 2010; hombres superaron los 170 cm). Sin embargo,
Dickau et al., 2012) y de isótopos en los huesos su esperanza de vida era baja. Más de la mitad
humanos revelaron que la dieta de los habitantes había muerto antes de alcanzar los 20 años de
de la Loma Salvatierra estaba basada en plan- edad y el 20% no sobrevivían el primer año
tas, especialmente maíz (Prümers et al., 2012). de vida. Tal mortalidad de preadultos podría
El consumo de carne era reducido, y aunque parecer muy alta, sin embargo, es acorde con
eran cazadores oportunistas, pues cazaban todo los datos que la ONU (Organización de las
tipo de animales, los análisis arqueozoológicos Naciones Unidas) publica para sociedades no
revelaron una preferencia por la carne de cier- urbanas pre-industrializadas (com. personal
vo, que llegó a constituir más del 80% de la Martin Trautmann).
carne consumida (Driesch & Hutterer, 2012: Los cambios culturales, que ya se mencio-
347). Los huesos de los ciervos eran utilizados naron arriba, se reflejan también en el patrón
con preferencia en la fabricación de puntas de funerario. Los entierros más antiguos siempre
flecha, agujas, adornos y otros utensilios (Fig. están orientados conforme al eje central de las
128) (Kühlem, 2012). Muy estimada era también plataformas, o sea el eje del cuerpo está desviado
la carne del pato negro o pato criollo (Cairina del eje Norte-Sur por unos 30° hacia el oeste.
moschata), y hay indicios para suponer que cria- Después prevalecen los entierros orientados
ron esta ave. en un ángulo de 90º respecto a los entierros
Del estudio de los restos óseos se sabe precedentes, y al final de la ocupación los niños
también que los individuos estaban bien ali- son enterrados en urnas y muchos de los adultos
mentados y eran bastante altos (algunos de los sentados.
Figura128.ArtefactosdehuesoencontradosenlaLomaSalvatierra.ActualmentedepositadosenelMuseodeEtnografíayFolklore,LaPaz.
Fuente: H. Prümers.
LOS LLANOS DE MOJOS 223
de las terras pretas tan estudiadas actualmente La ubicación de los asentamientos en las islas
(ver recuadro 23). La segunda cita nos informa de bosque, así como la red de terraplenes y canales
sobre la cohesión social de los grupos que, no que las comunica, resalta perfectamente en el mapa
obstante de vivir en diferentes islas, conforma- que hemos elaborado de la región, en el cual se
ban una entidad mayor, que correspondería a lo han omitido muchos detalles (Fig. 132). El trabajo
que los españoles del tiempo hubieran llamado invertido en construcción y mantenimiento de este
una „nación“ y nosotros hoy en día un grupo sistema complejo, que conecta asentamientos por
étnico. Nos informa, además, de la red de terra- distancias de 50 km y más, debe haber sido enorme.
plenes construida por los Baure para mantener Igual de laborioso debió haber sido excavar los fosos
el contacto dentro de su sociedad y que ellos con los cuales intentaban protegerse contra sus
carecían de canoas. enemigos. De estos fosos, Eder dice lo siguiente:
Figura132.MapadedistribucióndelasobrasdetierraenlaregióndeBaures(rojo:zanjas;amarillo:„trampasdepescado“;marrón:
terraplenes). El área delineada en negro es la mapeada por LIDAR (ver fig. 133).
Fuente: H. Prümers.
226 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Habiendo aterrorizado los Guarayo toda la La descripción es bien clara en resaltar que las
región, consiguieron que los Baure se com- zanjas son obras defensivas, y por eso pasaremos
prometieran a entregarles anualmente cierto por alto las otras funciones que se han postulado
número de muchachos y muchachas: pero ni para ellas. Además, la cita de Eder aclara que
siquiera así estaban a salvo de sus frecuentes e
los fosos rodeaban islas de monte enteras y que
inesperados asaltos. Así pues, para solucionar sus
problemas de otra forma, decidieron rodear sus
excavarlos era tan laborioso que a veces no eran
islas con fosos (que subsisten hasta hoy y que completados. Sin embargo, algunos arqueólogos
demuestran la gran población que por enton- han relacionado esta descripción con las zanjas
ces debía haber). Conocí islas [de monte] cuya circulares que se encuentran en el centro de la ma-
circunferencia llegaba a tres millas [equivale, yoría de las islas de monte, que deben ser interpre-
aproximadamente, a 5.4 km] y que estaban ro- tadas como defensas adicionales para los poblados
deadas de dos o tres fosos. Estos son tan anchos propiamente dichos. Los sistemas de fosos, de los
y profundos, que se pueden comparar con los de cuales estas zanjas circulares constituyen sólo una
Europa. Iban amontonando la tierra excavando parte diminuta, se están reconociendo recién. En
en las espaldas del foso, formando una pared de
una área de 200 km2, cerca del pueblo de Bella
declive muy abrupto y de difícil subida para el
hombre. De esta forma hicieron más difíciles
Vista, que se mapeó con LIDAR (Escáner Láser
al enemigo sus asaltos. De todas formas, estos Aerotransportado), una tecnología que permite
proseguían, bien porque los que salían afuera "eliminar" en el relieve del terreno la vegetación,
de los fosos eran víctimas de emboscadas, bien se han detectado unos 20 sitios con zanjas. Casi
porque no podían excavar tales fosos por todas todos están compuestos por varias zanjas y los
partes, dejando siempre algún resquicio por el sitios grandes, con fosos que encierran más de 200
que se introducían sin ser apercibidos (Eder, hectáreas, tienen por lo menos dos zanjas circula-
1985 [ca. 1772]: 106). res pequeñas como partes del complejo (Fig. 133).
Figura133.ZanjasprehispánicasdelaregióndeBellaVistavisiblesenelmodelodigitaldelterrenoelaboradoenbase
al mapeo con LIDAR.
Fuente: H. Prümers.
LOS LLANOS DE MOJOS 227
Con esta evidencia se ha adelantado una par- cos y en la documentación de las obras de tierra
te de la historia de la investigación en la región, (Erickson, 2000a, b; 2006, 2008, 2010).
que igualmente comenzó con los trabajos del Las primeras excavaciones de mayor escala
barón Erland Nordenskiöld. En sus viajes por el en la región fueron las que hicimos en el interior
río Guaporé, entre 1914 y 1915, Nordenskiöld de una zanja circular al Norte del pueblo de Bella
constató la presencia de sitios rodeados por zanjas Vista (Prümers, 2010; 2014; Prümers / Jaimes
en todas las alturas de la ribera. Recolectó mate- Betancourt / Machicado, 2009). En este sitio,
rial arqueológico de superficie en diferentes luga- conocido como la Granja del Padre, se excavaron
res, que ha sido estudiado recién unos cien años unos 600 m2 (Fig. 134) sin encontrar ni un hueco
más tarde (Jaimes Betancourt, 2012b). Después de poste. Con esto no queremos decir que en el
hicieron estudios en sitios situados en la banda lugar no vivía gente, ya que una capa de color ne-
brasileña del Guaporé la antropóloga austriaca gruzco llena de restos culturales que se extendía
Etta Becker-Donner (1956a, b) y el arqueólogo por toda el área excavada prueba lo contrario, sin
Eurico Miller (1983), y en la provincia Iténez embargo, queremos llamar la atención al hecho
los argentinos Dougherty y Calandra (1984: de que las casas, por lo menos de esta ocupación
187-190; 1984-85; 1985). De estos trabajos, el que data entre 1200 - 1400 d. C., probablemente
de Miller es el más puntual, ya que llevó a una estaban construidas de adobe. Dentro del área de
periodización del material. A partir del año 1995, excavación se hallaron también unos 16 entierros
el arqueólogo norteamericano Clark Erickson en vasijas. En la mayoría de los casos el cuerpo
ha efectuado prospecciones arqueológicas en la había sido depositado en una vasija grande. Para
región de Baures. Sus estudios se enfocaban en poder hacer entrar el cuerpo en la vasija tuvieron
la documentación de las transformaciones del que sacar la base y cubrir la abertura con frag-
entorno natural por los habitantes prehispáni- mentos grandes de otras vasijas (Fig. 135).
Figura 134. Vista del sitio BV-2 (Granja del Padre), durante la excavación.
Fuente: H. Prümers.
228 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura136.VasijasfinamentedecoradasdeBaures(a),BV-2(b,c,g,h),BV-3(e)yJasiaquiri(d,f)pertenecientesalperíodotardíodeocupación(1200-
1400 d. C.). Actualmente depositadas en la Iglesia de Bella Vista y en la Alcaldía de Baures, Beni.
Fuente: C. Jaimes Betancourt.
LOS LLANOS DE MOJOS 229
los trabajos de rescate había el entierro extendido la región. No sólo porque es el único sitio de su
de una mujer (Fig. 137). La cabeza ya había sido género que se conoce, sino también porque entre su
removida o destruida, y de una vasija que había ocupación y las ocupaciones tardías que se conocían
sido depositada como ofrenda se había conservado hasta ahora existe un lapso, de aproximadamente
solo la base. No obstante estas perturbaciones, se 1000 años, del cual no sabemos absolutamente nada.
pudieron documentar in situ cuatro torteras que
habían sido depositadas a la altura de los pies. Para Camellones y asentamientos prehispánicos
la ocupación a la cual pertenece este contexto tene- al Oeste del Mamoré (Iruyáñez)
mos dos fechados de radiocarbono entre 350-550
d. C., lo que significa que es unos 1000 años más En los Llanos de Mojos, al Oeste del Mamoré,
antigua que la ocupación cuyos restos se había se han estudiado principalmente camellones o
excavado en la Granja del Padre y en Jasiaquiri. campos drenados (Fig. 139). Los camellones
Se sobreentiende que la cerámica de esta nueva son grandes plataformas de tierra, de tamaños
cultura es bien diferente de todo lo que se conocía y alturas variables, que fueron construidas para
hasta ahora de la región. Entre las formas dominan sembrar. A lo largo del río Iruyáñez estas obras
cuencos con bordes anchos que están decoradas tienen entre 5 y 20 metros de ancho, 300 metros
con gruesas líneas incisas rellenadas de una arci- de largo y 0,5 a 1,0 metros de altura (Denevan,
lla blanca, con motivos de zig-zag (Fig. 138 d), 1966; 2000; Erickson, 2006; Walker, 2004).
triángulos con hachurado vertical (Fig. 138 b, g) Los estudios de Walker (1999, 2000, 2004,
y grecas (Fig. 138 c, e) (Jaimes Betancourt, 2014). 2012) y Lombardo (2010) han demostrado que
los camellones en la región del Iruyáñez están
situados en los albardones de los ríos, es decir,
en las partes más altas que el entorno geográfico
ofrece. Los camellones cubren casi el 6,4% de
la superficie estudiada, que es un valor muy alto
si se considera que en la actualidad se cultiva
solamente un 3,5% de la superficie. El trabajo
invertido en la construcción de estas obras de
tierra ha sido aún mayor que el necesario para
levantar las lomas altas del Sureste de los Llanos
de Mojos (Lombardo et al., 2013). Aunque por
el momento no se sabe exactamente cuántos de
los campos drenados que actualmente se pueden
apreciar hayan funcionado al mismo tiempo ni
cuándo fueron construidos o cuán largo ha sido
su tiempo de uso, podemos estar seguros de que
su importancia para la economía de sus construc-
tores fue fundamental.
La literatura sobre los camellones es larga y
existen posturas divergentes en cuanto a su funcio-
namiento . Sin embargo, tenemos que resaltar que
la mayoría de los estudios llegaron a la conclusión
de que funcionaron como en muchas otras partes
de la Amazonía: para drenar y, de esta forma, crear
Figura137.Entierroextendidodisturbadoencontradoenelcorte3de superficies aptas para la agricultura. Esta función
Jasiaquiri.
era tan obvia para Denevan (1966, 2001) que con-
Fuente: C. Jaimes Betancourt.
tinuamente utiliza en sus obras el término drained
fields. Los campos drenados son útiles sólo bajo
El hallazgo fortuito de Jasiaquiri demuestra condiciones ambientales determinadas que toda-
plenamente los vacíos que todavía existen en vía requieren ser investigadas mediante estudios
nuestro conocimiento del pasado prehispánico de paleoclimaticos y paleoecológicos en la región.
230 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Figura 138. Vasijas de Jasiaquiri pertenecientes al período temprano de ocupación (350-550 d. C.).
Fuente: C. Jaimes Betancourt.
También se debe aclarar que los camellones no prehispánica de la región sin estos datos sería un
aparecen en el Sureste, en la región de los montí- esfuerzo vano.
culos altos, ni tampoco en el Noreste, en la región A menudo las investigaciones arqueológi-
de Baures e Iténez. Esto significa que la población cas en los Llanos de Mojos se han enfocado en
prehispánica de la mitad este de los Llanos de Mojos cuantificar las obras de tierra y calcular el trabajo
ha sabido sobrevivir perfectamente sin ellos. invertido en su construcción, y se ha descuidado
La investigación arqueológica al Oeste del lo más importante: la gente que hubo detrás de
Mamoré se ha concentrado tanto en los came- todo esto. Si se lee cuidadosamente las crónicas,
llones que de los sitios habitacionales asociados se verá que los relatos evocan a pueblos de gen-
se sabe muy poco. En toda la región del Iruyáñez te muy sociable, que cultivaba la hospitalidad
sólo dos sitios habitacionales han sido muestrea- y les gustaba estar con sus familiares y amigos
dos y fechados entre 400-650 d. C. (San Juan) y compartiendo festejos, bailes y bebida…. como
1270-1500 d. C. (El Cerro) (Walker, 1999, 2000, lo demuestran las quejas constantes de los misio-
2012). Carecemos de datos sobre el patrón de neros. La reconstrucción de la vida cotidiana de
asentamiento, el tamaño de los sitios y el desa- los pueblos que habitaron los Llanos de Mojos
rrollo que ellos habrían tenido a lo largo de los es una de las tareas que le espera a la arqueología
siglos. Intentar una reconstrucción de la historia boliviana.
II. Los Llanos de Grigotá
Heiko Prümers
Figura141.VistadelcrucedelascallesCurucusisyTiluchisenpleno
sitio„Grigotá“.Unodeloscortesdeexcavacióndelaño1998estaba
Figura140.RestosdemurosdepiedraincaenelsitioLaFortaleza, ubicadoenlaveredaalaalturadelaspersonasparadasenlacalle.
ubicadosobreunpromontoriodelcerroParabanocito,alSurdeElTorno. Fuente: H. Prümers.
Fuente: H. Prümers.
Figura143.VistadelsitioPa-5(Pailón)durantelaexcavación.Enelcentrodeláreadeexcavaciónsedistinguepartesdellechodecerámicasobreel
cual descansaba la mujer encontrada en la tumba 2.
Fuente: H. Prümers.
Figura144.Vistadelatumba3delsitioPa-5(Pailón)durantelaexcavación.Enellasehallaronlosrestosdeunhombreadulto.Delosfragmentosde
cerámica se reconstruyeron dos vasijas grandes con base cónica, una de las cuales se ilustra en la figura 145.
Fuente: H. Prümers.
236 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Otros sitios
A1 medio camino entre el Pantanal al Este y el río nes”. Por ejemplo, encontramos en las fuentes
Grande o Guapay al oeste, la primera ciudad de muchos nombres que llevan el sufijo coci, antigua
Santa Cruz de la Sierra no se fundó en un lugar marca del plural, probablemente en el idioma
virgen y vacío de gente, todo lo contrario: su ubica- gorgotoqui: tamacoci, panecoci, jamarecoci,
ción exacta, según una relación de 1561,“en lugar etc. Este hecho no significa necesariamente que
cómodo de grandes labranzas y comidas frutales los grupos así nombrados hablaban el gorgoto-
y pesquerías y casas”, se debió en gran medida al qui, sino más bien que fueron llamados así por
impresionante número de indígenas que vivían en gorgotoqui-hablantes. Lo mismo puede decirse
sus alrededores. La misma fuente habla de “muchos de los también numerosos gentilicios terminados
indios con diferentes nombres y lenguas, grandes en ono, marca arawak (chane) del plural. Esto sig-
labradores, de 80.000 fuegos [hogares]” a 40 leguas nifica que, según los guías e intérpretes, pueden
a la redonda o de “muchas provincias y ayllus de existir dos, tres o hasta más nombres diferentes
naturales” (Relación de los casos… 2008 [1561]: 69). para designar un solo grupo humano. Sabemos,
Poco menos de dos meses después de la fundación, por ejemplo, que los tapuy-miri (así llamados
el 20 de abril de 1561, un gran número de naturales, por guaraní-hablantes) son los mismos que los
estimado en algunas partes en 60.000, fue distri- españoles llegaron a llamar chiquitos, y los mismos
buido en encomienda a los pobladores españoles, también que se autodenominan como tovasicoci.
en una interminable lista de nombres extraños de Sin embargo, en muchos casos las fuentes no
“principales” (jefes), “generaciones” (naciones, gru- aclaran estos problemas, y corremos el riesgo
pos étnicos) y “parcialidades” (sub-grupos, aldeas): de contabilizar varios grupos donde existió uno.
Haquihmoracoçi, Caparxoro, Maraibo, Aaturay, Otro problema es la existencia de numerosos
Macaraecoçi, Chabocoçi, etc. Sin contar las repe- nombres “genéricos” que pudieron aplicarse a
ticiones ni los casos poco claros, esta lista arroja diferentes grupos, en diferentes épocas y di-
un total de 268 aldeas o grupos repartidos entre ferentes lugares: timbú por ejemplo, término
los fundadores de Santa Cruz. Sin duda alguna: la guaraní que podía aplicarse a cualquier grupo
ciudad de Chaves fue antes también la de los Tuçi, humano que tenía costumbre de horadarse el
Morotoco y demás caciques indígenas de la región. labio; nambikua y variantes, del guaraní nambi:
Estos personajes y sus grupos no son nada “oreja”, que se aplicaba a los diferentes grupos
fáciles de rastrear en las fuentes de la época. Los que los españoles llamaron “orejones”, sin que
españoles conocieron sus nombres mediante sus estos diversos grupos tengan ninguna relación
guías, baqueanos e intérpretes indígenas, y a su entre sí. Entre los nombres genéricos se deben
vez los interpretaron (y los escribieron) como contemplar términos como “cario”, “guaraní” o
pudieron. Esto significa que rara vez (casi nunca) “chiriguanaes” por ejemplo, que fueron aplica-
son nombres “propios” o “auto-denominacio- dos, a veces al mismo tiempo y por los mismos
cronistas, a cualquier grupo guaraní-hablante.
Esto no implica, ni mucho menos, que estos
1 Estas páginas son una versión resumida de un libro
publicado en 2010 (Combès, 2010), al cual remito para diferentes grupos se conocían o que constituían
mayores informaciones. “parcialidades” de una “misma nación”.
238 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
NUEVA ASUNCION
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Kilómetros
LAGUNAS
SERRANIA
Finalmente, debemos contar también con los Los españoles quinientistas solían identificar a
autores de nuestras fuentes, es decir, los españoles. los grupos que encontraban a partir de su len-
Ellos estaban interesados en los servicios que les po- gua, por esta razón, términos como “guaraní”
dían prestar los indígenas (comida, etc.) o en buscar (encontrado en las islas del Paraná), “cario” (en
las riquezas de las tierras fabulosas que perseguían. Asunción) y “chiriguanaes” (en el piedemonte
Las costumbres de los “naturales” poco interesa- andino) acabaron siendo sinónimos. Esto no
ban si no tenían un impacto inmediato sobre los impedía la identificación de varias “parcialidades”
españoles: de esta manera, podemos saber que los guaraní-hablantes por un nombre propio: “los
tovasicoci utilizan flechas envenenadas… pero nada guatucos”, “los temeonos”, etc., lo mismo que
en las fuentes nos informa sobre sus creencias por ocurría con “los chanes”. Lo que nos presentan
ejemplo, u otros aspectos de su cultura. las fuentes son núcleos chanes diferentes, dis-
Nuestro conocimiento sobre los indígenas que persos a lo largo y ancho de una extensa zona
vivían en la primera Santa Cruz es entonces limita- que iba desde el Pantanal hasta el río Guapay, y
do. Los párrafos que siguen sólo pretender esbozar que al Sur abarcaba parte del Chaco boreal y la
un panorama general a partir de los datos existentes. “cordillera Chiriguana”. Algunos tenían nombres
propios: en Santa Cruz misma, por ejemplo, los
tipionos y ariticoci eran respectivamente la gente
Santa Cruz y treinta leguas en contorno de una aldea y de una parcialidad “chane”; los
payzunos, çimeonos o tamacocis eran también,
La ciudad de Santa Cruz fue erigida, según los muy probablemente, chane-hablantes. Fue de
testimonios, en tierra de los quibaracocis, chanes, hecho un chane quien explicó a Irala que “así
gorgotoquis y/o paroquis. Estos datos no son con- se nombraban en los dichos chanes cada pueblo
tradictorios entre sí, pues todo muestra que varios su nombre aunque todo era una generación”, o
grupos diferentes moraban en esta zona. Entre ellos también: “aunque son chanes todos se llaman
los más citados (y probablemente los más nume- cada casa de su nombre” (Irala, 2008 [1543]).
rosos) son sin duda los chanes y los gorgotoquis. Los chanes y sus vecinos eran todos “gente
“Chane” significa “hombre, gente, persona” labradora”, tenían “grandes pueblos y muchas
en las lenguas arawak de la rama mojo-baure. gentes y mantenimiento” (Cáceres, 1941 [1544]),
SANTA CRUZ INDÍGENA 239
ésta era una característica muy bienvenida para los Algunas veces hallé en un solo pueblo tres y
colonos españoles. Los gorgotoquis de la región cuatro diferencias de lenguas tan distinta la una
respondían también a esta descripción. Schmidel de la otra que no se parecían en nada, pues demás
habla de ellos como de una gran nación, como de la guarayú [guaraní itatín] y gorgotoqui que
no ha visto otra en todo su viaje a través del Gran son las generales de aquella gobernación, hay la
Chaco, como que su gran número infundió incluso chane, pane, paisano, xarace, yuracase, touaçicoçi,
miedo a los españoles. Indica que “los hombres con otras (Anello Oliva, 1895 [1631]).
llevan en los labios una piedra azul redonda, tan
ancha como ficha de tablero; y sus defensas o las Un ejemplo de aldea multilingüe podría ser
armas son dardos y flechas, a más paveses hechos el de Bitapana, aldea o grupo entregado en en-
de antas o rodela. (También) las mujeres tienen comienda a Hernando Salazar y Anton Cabrera.
hecho en el labio un pequeño agujerito y tienen Sabemos, en efecto, que Bitapan tenía tres jefes:
una piedra verde o gris hecha de cristal que meten Paubo, Boalla y Allati. En la misma lista de en-
en ese agujerito; llevan ellas, estas mujeres, un comiendas, Paubo aparece como el nombre de
tipoy que está hecho de algodón; es tan grande un jefe panecoci y Allati como un jefe capayxoro.
como una camisa pero no tiene mangas (…) no Todo parece mostrar que varios grupos convivían
hacen otra cosa que coser y proveer la casa, quedan en esta “parcialidad”.
en la casa y el hombre debe ir al campo labrantío En términos de idioma, no se menciona el
para procurar el alimento que ahí se necesita en chiquito como una lengua “general”; es verdad
la casa” (Schmidel, 2008 [1567]). Otros describen que los tovasicocis, es decir los chiquitos stricto
la “provincia gorgotoqui” como “la mayor y más sensu, vivían bastante más al Norte. Sin embar-
poblada que en aquellas partes habían visto” (Cal- go, varios de los grupos y aldeas de Santa Cruz
vete de Estrella, 1963 [1571]). pueden razonablemente ser identificados como
Las fuentes mencionan al menos una veintena chiquito-hablantes. Es el caso, por ejemplo,
de grupos étnicos en las cercanías de la primera de los jamarecoci, y de las aldeas nombradas
Santa Cruz, como se podrá apreciar en la figura Borocoçi, Totarcoci, Coricoci, Quimorecoci,
147. El número total de grupos era incluso proba- Tavicoci, Totaycoci y Turubococi, sus nombres
blemente mayor, si tomamos en cuenta el altísimo o bien recuerdan a los de grupos chiquitanos
número de aldeas o “parcialidades” citadas; en la del siglo XVIII o bien están construidos a partir
mayoría de los casos, sin embargo, son pocos los de un radical chiquitano. En todo caso, lo que
datos que tenemos sobre cada uno. No podemos puede apuntarse con bastante claridad es que “los
saber con exactitud si un nombre sólo se refería a chiquitos” no están, en esta época, identificados
un asentamiento particular o a un grupo mayor. por los españoles como una “generación” mayor
Los idiomas hablados en la región reflejan que engloba a diferentes “parcialidades”, como
esta diversidad. Las lenguas principales y más lo son por ejemplo los chanes.
difundidas, que debían aprender los misioneros, La lengua gorgotoqui, tan difundida en
eran tres: el chane, el chiriguano (guaraní), y el esta época, ha desaparecido completamente hoy.
gorgotoqui. Pero existen muchas más. En 1601 Algunos investigadores piensan que podría tratarse
el padre Diego Martínez cuenta: de la misma lengua chiquitana, o de un dialecto de
ella (Tomichá, 2006: 640). Sin embargo, la cuestión
Fuera de la lengua gorgotoqui que aprendí, en está lejos de ser clara. Sabemos en efecto, que el
la cual confesaba y predicaba, aprendí la lengua gorgotoqui tenía algo de semejanza con el chiquito,
chane un poco, en la cual confesaba y catequizaba. pero se trataban de dos idiomas diferentes. Anello
También traduje toda la doctrina en la lengua Oliva también distingue, como vimos, las lenguas
capayxoro y en la lengua payono (Crónica anónima tovasicoci y gorgotoqui. Otra hipótesis es que los
1944, [c. 1600]: 500-501). gorgotoquis hayan sido miembros de la familia lin-
güística otuqui-bororó: la grafía borogotoqui podría
En la misma época, el padre Anello Oliva referirse a los bororós. Los grupos de esta familia
apuntaba que “son innumerables las lenguas lingüística estaban muy presentes en el siglo XVIII
diferentes” que se hablan en la provincia de al Sur del Pantanal (bañados de Otuquis) y en el
Santa Cruz: Mato Grosso, pero fueron señalados también, hasta
240 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
el siglo XIX, muy cerca de la vieja Santa Cruz, en Otra familia lingüística presente al Sur de la
las salinas de Chiquitos. Sólo diré que, a favor de ciudad es la guaycurú, con el grupo de los “ma-
esta sugerencia, Branislava Susnik (1978) señala yaes” (mbayá) chaqueños, una fracción de ellos
que “el prefijo ‘gor-’ [de gor-gotoqui] parece co- fue encomendada al mismo Ñuflo de Chaves
rresponder al ‘kur-’ en algunos apelativos tribales (Repartimiento… 2008 [1561]). Finalmente, no
de origen otuqui”. Lo más probable es que ambas mencionada con este nombre en las fuentes qui-
hipótesis, chiquitana y otuqui, sean acertadas: el nientistas pero sí identificable bajo la etiqueta
gorgotoqui parece haber sido una lengua original- de “capayxoro” o “caparxoro”, está presente la
mente otuqui, pero fuertemente “chiquitanizada” lengua zamuca en la zona. Con estos diferentes
(Combès, 2012). idiomas seguramente no se cierra la lista ni
mucho menos, pero las otras lenguas de la re-
Cuadro 5. Familias lingüísticas en las Tierras Bajas gión, aisladas o pertenecientes a alguna de las
familias ya mencionadas, no son identificables
Principales grupos étnicos en las fuentes. Muchas desaparecieron desde
de Santa Cruz la Vieja entonces y, probablemente, nunca sabremos
cuáles fueron.
Las fuentes no siempre precisan si un nombre
se refiere a una simple aldea, un sub-grupo (lo
que los españoles llamaban “parcialidades”) o
a un grupo mayor (“generación”). En el cuadro Una región bisagra
siguiente, sólo tomamos en cuenta a estas “ge-
neraciones”. Intentamos reagruparlas por familia
lingüística, pero los datos no siempre están claros. A medio camino entre Andes y Pantanal, la
Así, con el signo “+”, se indica una pertenencia lin- ciudad de Santa Cruz se ubicaba “en frontera
güística confirmada; con “+/-”, una identificación de dos provincias de chiriguanaes” (Suárez de
probable, y con “?”, una hipótesis tentativa. Figueroa, 1965 [1586]): al Este de la ciudad,
Grupo lingüístico Grupo los chiriguanaes de Itatín y, al oeste, los de la
“cordillera”. Según las fuentes, los itatines se
ARAWAK + Chane
ubican a 25 ó 30 leguas “al levante”. Al Oeste y
+/- çimiono Suroeste de la ciudad se ubicaban los chirigua-
payzuno quivaracoci
quibichicoci
naes de Vitupue y Condorillo, y los tamacocis;
al Norte, los chiquitos, “gente muy belicosa y
? vrciquci
de guerra”, que utilizan flechas envenenadas; y
etones
al Sur “está la provincia de morotocos”, también
GUARANÍ +/- xariono/goligoli “gente belicosa” a causa de quienes no se trajina
CHIQUITO +/- paroqui jamarecoci más el camino que llevó a Irala, en 1548, hasta
? quibichicoci tarapecoci los gorgotoquis.
ZAMUCO +/- capayxoro De hecho, los grupos indígenas de la primera
GUAYCURÚ + Mayaes Santa Cruz no pueden entenderse como núcleos
aislados. Las fuentes evidencian intensos contac-
OTUQUI-CHIQUITO ? gorgotoqui
tos entre los grupos de la región y sus vecinos,
Sin datos panecociporronomoriono contacos que tejían como una inmensa telaraña
machacara
entre el Pantanal y el río Guapay, o entre la
Chiquitania y el Chaco boreal.
En cuanto al idioma guaraní, se trata ante
Una primera red de contactos la constituye
todo, como lo subraya Anello Oliva ([1631]
el comercio (o el robo, el trueque, etc.) del metal
1895), del “guarayú”, es decir del idioma de
los chiriguanaes itatines. El idioma parece ser andino a través de las Tierras Bajas. Oro y plata
“general” en la provincia, mucho más que en la se conseguían principalmente de la gente llamada
ciudad misma de Santa Cruz, donde el padrón de “los candires” y “los caracaras”, es decir, los incas
encomiendas, por ejemplo, no arroja demasiados y sus yanaconas de los centros de Samaipata en los
nombres identificables como guaraníes. valles y de las minas de Saypurú en la “cordillera
SANTA CRUZ INDÍGENA 241
l legados a esta tierra en busca del metal, y segun- guaraní-hablantes, que tenían “tributarios”, como
do el grupo, bastante belicoso, de los tapuy-miri, los yuracares o los jores, y “esclavos”, como los
es decir de los chiquitos. chanes. Pero fue también, en el período inme-
El occidente de la ciudad parece haber sido diatamente prehispánico, lugar de asentamiento
muy poco poblado hasta llegar al río Guapay de pueblos andinos (los “candires” y “carcaraes”
o Grande. De manera interesante, Schmidel de las crónicas), particularmente en Samaipata (a
menciona a los tamacocis del río Guapay inme- escasas leguas del “asiento de Vitupue”) y pro-
diatamente después de los gorgotoquis, cuando bablemente también en Saypurú, entre los ríos
una considerable distancia (unas 50 leguas) los Guapay al Norte y Parapetí al Sur. Mal llamado
separan. No se trata de una negligencia del mer- “el fuerte”, el complejo de Samaipata era más
cenario alemán, pues otras fuentes confirman que bien un centro a la vez religioso y administrativo
toda la tierra entre Santa Cruz al Este y el río incaico, quizás incluso con rango de capital pro-
Grande al Oeste era “un desierto de 55 leguas”, vincial, aunque probablemente edificado sobre
sin agua y, por ende, sin gente. asentamientos preincaicos (Meyers, 1999; 2005;
En la región misma del río Guapay, el grupo Meyers y Ulbert, 1997).
más importante era el de los tamacocis, con su En términos lingüísticos, son varios los
jefe Grigotá, muy probablemente chane-hablan- grupos (con sus respectivas familias, lenguas
tes (Sanabria, 1949; Combès e Hirtzel, 2007). particulares y dialectos) que se pueden identificar
En el margen izquierdo del río, los “llanos de en toda la macro-región: arawak, con al menos
Grigotá” estaban ubicados entre la “provincia de dos familias distintas, la llamada “mojo-baure”,
chiriguanaes” del cacique Vitupue y, más al oeste, que incluye a la lengua chane y la paresi, presente
la tierra donde vivían grupos jores y yuracares. principalmente en el Pantanal; guaycurú al Sur,
Junto con los tamacocís, estos últimos eran “tri- con los mbayás chaqueños; guaraní, familia re-
butarios” de los chiriguanaes, a quienes propor- presentada sobre todo por los dos conjuntos de
cionaban particularmente palma de “la provincia “chiriguanaes” itatín y de la cordillera; chiquito o
del Çiriti” para la fabricación de flechas. . chiquitano, con los tovasicosi, al Noreste de Santa
Como lo indica el nombre dado por los Cruz; probablemente otuqui-bororó, particular-
españoles, la “cordillera Chiriguana”, que se mente en la región del Pantanal. Sin embargo,
extendía a lo largo de los últimos estribos andi- en muchos casos, no tenemos información sobre
nos, era una región dominada por estos grupos los idiomas hablados por los diferentes grupos.
Cuadro 6. Principales grupos étnicos del entorno de Santa Cruz
Grupo lingüístico Puerto de los Xarayes OestedeXarayes Oeste de Pto Chaco Guapay Cordillera
Reyes de los Reyes Chiriguana
ARAWAK + chane xarayes siberis chane chane chane chane
perobazanes layonos morococi
+/- quivaracoci payzuno çimiono, tamacocisabaionosxo-
payzuno boyonos
? cayguarare etones queliaquiano
toyanas
GUARANÍ ++ guarany guaraníes de chiriguanaesitatines, guarany itatines chiriguanaes chiriguanaes
las montañas guarayu chane
(guaranizados)
+/- xariono/goligoli
tacuanbucu
? jores
siriosi, sivicosis
CHIQUITO ++ tovasicoci
+/- jamarecoci
? tarapecoci tarapecoci
GUAYCURÚ ++ guaycurúmayaes
Sin datos sacocis,xaques(ore- arencoçies porrono yuracares comiches
jones) guatos arienes mayágonos copores
arrianicosies siberis
ortueses moriono
payono
SANTA CRUZ INDÍGENA 243
vienen “filtradas” por diferentes intermediarios superioridad de valores de los incas frente a otros
chiriguanos y chanés asentados en los márgenes grupos y sitúan a los chiriguanos en el estrato
chaqueños, y que fueron los que mantuvieron más bajo de la jerarquía como indican algunos
contacto directo primero con los incas y después cronistas (Poma de Ayala, [c. 1615]; Garcilaso,
con los españoles. [c.1609] 1943).
A pesar de estas limitaciones y desafíos,
durante las dos últimas décadas los chacólogos
han venido realizado significativos avances que Registros materiales y escritos para
han permitido indagar desde una especificidad una etnohistoria chaqueña
regional cada vez mejor precisada la evolución
de los indígenas (incluidos aquellos asentados en Al indagar en la complejidad del poblamiento
las zonas más alejadas) en términos de composi- étnico del Chaco, el panorama general que nos
ción étnica, fusiones, divisiones, mediaciones y ofrecen las fuentes materiales y escritas deja
contactos, especialmente al prestar atención al
grandes lagunas para la época prehispánica. En
impacto misional sobre las diferentes colectivida-
efecto, es tal la fragmentación social y étnica
des. En un esfuerzo interdisciplinario conjunto,
de los diferentes grupos a lo largo del tiempo
se ha empezado a considerar las identidades del
que la profusión de etnónimos en la documen-
Chaco como fenómenos cambiantes en el tiem-
tación ha generado gran confusión entre los
po, resultado de complejos procesos históricos
autores, quienes a menudo han buscado signos
transcurridos en un espacio donde convergieron
de equivalencia del presente con el pasado para
diversas corrientes culturales de regiones vecinas.
explicar las identidades actuales, negándoles así
historicidad (Combés, 2009b). A esto se suma la
poca precisión con la que usualmente se manejan
El Chaco como espacio geográfico y cultural conceptos, como “grupo étnico”, y se los asocia a
secas a una organización socio-política, cuando
El confinamiento del Chaco y la débil influencia
en realidad no sabemos a ciencia cierta a qué nos
política que Charcas ejercía sobre éste, pueden
remiten (Barragán, 1994).
corroborarse en las fuentes coloniales tempranas,
La escacez de investigación de la arqueología
que hacen referencia a su situación de margina-
chaqueña en nuestro país, hace que necesaria-
lidad e impenetrabilidad, asociada a menudo al
mente acudamos a los estudios realizados en el
extremo salvajismo de sus moradores. Si bien la
Chaco argentino, que presentan mayores avances,
situación en la frontera se tornó especialmente
sobre todo en relación a dataciones y hallazgos
violenta poco después de la conquista del Perú,
de urnas funerarias. A pesar de que los datos no
se tienen noticias sobre las tensiones entre incas
y chiriguanos al menos desde tiempos de Túpac son definitivos, los mismos han permitido con-
Yupanqui (1417-93), cuando éste intentó fallida- jeturar la presencia de una cultura prehistórica
mente ampliar sus dominios desde el Collasuyo; “netamente chaqueña” influenciada por los gru-
asimismo, es también sabido que al menos desde pos calchaquíes provenientes del Oeste (Boman,
el siglo XV un ancho arco fronterizo neutral 1908; Nordenskiöld, [1903]; Lima, comunicación
que no pertenecía a nadie, podía ser transitado, personal).
separando los dominios territoriales del Tawan- Ante los grandes vacíos derivados de la
tinsuyu de la Cordillera Chiriguana (Pifarré, 1989). ausencia de información escrita y estudios
La “barrera chiriguana”, entonces, habría arqueológicos pormenorizados, los autores se
impedido en gran medida la penetración incaica refuerzan con ayuda de filólogos y lingüistas,
en el Chaco de manera formal, y así contribuir a que han clasificado a los grupos “típicamente
forjar en el imaginario cusqueño la representa- chaqueños” en distintas “familias lingüístias”:
ción de una tierra lejana y agreste. Esta noción Mataco, Guaycurú, Lule-Vilela, Lengua-Maskoi,
puede encontrarse en las obras de varios cro- Zamuco, Arawak y Tupí-Guaraní (este último
nistas y aparece evidentemente filtrada por un también hablado en Argentina y Paraguay, aun-
paradigma civilizador incaico, donde el mítico que el mayor número de hablantes se encuentra
Antisuyo y su gente reproducen la convicción de en Bolivia).
248 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
Cuadro 7. Lenguas mencionadas en el Chaco Boreal para el siglo XVIII (Lozano, [1733] 1941)
Aun cuando la mayoría de estas categoriza- designar a los qaraqara, cuyo territorio albergaba
ciones han sido formuladas a partir de fuentes las minas de Potosí (Julien, 1997; Combès, 1995).
históricas bastante más tardías, no pasa desaper- Cuando en 1540 los conquistadores del Paraguay
cibido el hecho de que en el Chaco nos encontra- se adentraron en territorio de Charcas y entraron
mos ante una pluralidad de troncos lingüísticos; en contacto con sus semejantes provenientes de
algunos de ellos vinculados a los grupos del Sur, la sierra andina comprendieron que las ricas tie-
como es el caso de la lengua Lule-Vilela; otros, rras soñadas ya habían sido alcanzadas por otros
más bien, a los grupos amazónicos de lengua españoles, en consecuencia desplazaron geográfi-
arawak del Norte. Los chiriguanos vendrían a camente su objetivo conquistador hacia el Norte,
ser parientes lingüísticos de los grupos guaraní en la actual Amazonía boliviana ( Tyuleneva, 2004;
del Brasil, lo que sugiere que en el Chaco con- Combès, 2006).
vergieron lenguas de regiones vecinas. Es posible pensar que el desplazamiento geo-
gráfico de las míticas riquezas incaicas al Norte
amazónico haya dado lugar a una nueva versión
MigracionesguaraníesylabúsquedadeCandire del mito del Paitití, esta vez asociado a la tierra
de los “candires”. El padre Giannecchini, de he-
Desde que el adelantado Juan Díaz de Solís cho, sostiene que el término Candire, presente
se adentrara por primera vez en el continente en los testimonios de los cronistas, se referiría a
sudamericano siguiendo el curso del Río de la un héroe guaraní identificado también como la
Plata entre 1515 y 1516, los españoles recogie- tierra de oro en una dimensión incaica, y que la
ron noticia de la existencia de oro y plata tierra presencia del dios civilizador Tamoi en las tierras
adentro (Relación anónima [c. 1545] 2005, citada nororientales de los guarayos (contiguas a Mojos,
en Combès). A partir de entonces, los europeos en la actual Amazonia boliviana) es seguramente
procedentes de la costa atlántica, al igual que la prueba del nexo entre el mito de Candire con
aquellos provenientes del Pacífico por el oeste, el del Paitití. Al respecto, Combès ha sugerido
se lanzan a la aventura colonizadora internándose que la inserción de Candire en un complejo de
en el territorio de Charcas, todos en busca de las creencias religiosas sólo podría ser evidenciada
codiciadas fuentes de metal. entre los chiriguano itatín (antepasados de los
Desde el frente colonizador andino, las guarayos) (Combès, 2006).
fuentes tempranas señalan que el objetivo era Esta suerte de fusión mítica con destellos
alcanzar el mítico Paitití. Los documentos para- religiosos fue engendrada durante los prime-
guayos del siglo XVI, por su parte, hablan de la ros años de conquista y no tenía otro objetivo
tierra de los “candires” vinculada a los incas y de que reafirmar la virtual presencia de metales
los “carcaraes” dueños del metal”, que parecería en alguna parte, tal vez al oeste, lo que a su vez
EL CHACO 249
correspondencia entre el estilo cerámico corru- que irrumpieron en los llanos sometiendo a los
gado y la evidencia lingüística e histórica de los “naturales”. Ciertamente Matienzo no dramati-
asentamientos tupi-guaraní del siglo XVI en un zaba al considerar a los chiriguanos una amenaza
arco que se extiende desde la cuenca amazónica a los intereses de expansión coloniales al Río de
hasta el Pilcomayo, así como una tradición de las La Plata, puesto que a partir del segundo tercio
Tierras Bajas en algunos complejos funerarios. del siglo XVI su poder en la cordillera había con-
Aunque por el momento la evidencia está lejos seguido afianzarse y fortalecerse, favorecido en
de ser concluyente, la cronología radiocarbónica buena medida por las entradas de conquista de
permite conjeturar que la difusión de este estilo las que tomaron parte en calidad de aliados los
cerámico se habría producido de forma paralela españoles (Combés, 2012).
a la expansión de la lengua guaraní en los valles Por lo menos hasta el siglo XVII, la imagen
interandinos al menos un milenio antes de lo perversa proyectada sobre los chiriguanos parece
que las fuentes históricas señalan (Pärssinem y haber tenido un sentido más bien genérico he-
Siiriäinen, 2003). redado de los incas para los “salvajes bárbaros”
La llegada de los portugueses y españoles de las Tierras Bajas del Antisuyo (en un primer
provenientes de la costa atlántica no hizo más momento el término incluía indistintamente
que intensificar la migración de varios miles a “chiriguanos”, “chunchos”, etc.). Sobre este
de guaraníes que tenían objetivos y recorridos punto es preciso insistir que no todos los “chiri-
distintos, y vieron en los conquistadores un po- guanaes” de las crónicas andinas corresponden
deroso aliado para atravesar territorios hostiles necesariamente a los “chiriguanaes” llegados al
y alcanzar las riquezas codiciadas, a lo mejor Chaco, puesto que las fuentes paraguayas señalan
atraídos por los enclaves mineros contiguos a unánimemente que el término “Chiriguanaes”
Samaipata (Combés, 2012). Díaz de Guzmán viene del Perú, pues en el Paraguay eran conoci-
señala que miles de guaraníes en busca de metales dos como guaraníes (Rasquin, citado en Combés).
habrían acompañado al conquistador Alejo Gar- El término chiriguano en el Chaco, por lo tanto,
cía en calidad de aliados entre 1522 y 1526, hasta no es más que un sinónimo de “guaraní hablante”,
llegar a las serranías andinas e intentar sacar el lo que explicaría que grupos como los chirigua-
mayor provecho del viaje y obtener riquezas en nos itatines, ubicados más al Norte, a menudo
asaltos o intercambiándolas a los españoles por fueran incluidos en esta categoría (Langer, 2010;
armas o esclavos. Olivetto, 2010; Combés, 2012).
Podemos concluir, en resumen, que desde la En relación a su condición de “advenedizos”,
perspectiva indígena todo parece indicar que la es muy posible que los antepasados de los chiri-
migración fue la solución política al estado de cri- guanos, o al menos de algunos de ellos, hayan sido
sis que vivían los diferentes grupos tupi-guaraníes los guaraní cario del litoral atlántico, que fueron
envueltos en permanentes contiendas bélicas, “tupinizados” por sus vecinos del litoral atlántico;
y aunque no lleguemos a conocer la verdadera esta hipótesis parecería alinearse con la evidencia
magnitud y alcances de estos desplazamientos, los de cerámica corrugada brasileña asociada a estos
aspectos fundamentales que establecieron estos movimientos poblacionales y su aparición en las
itinerarios del Candire se circunscriben, por un vertientes andinas (Pärssinem y Siiriäinen, 2003).
lado, en un abastecimiento de metal (esto incluye Son necesarios, desde luego, más estudios inter-
armas y herramientas), ya sea por el intercambio disciplinarios que apoyen esta hipótesis.
pacífico o por la fuerza y, por el otro, la búsqueda Los cronistas señalan que estos “Chirigua-
de refugio en un viaje sin retorno. naes oriundos de la cordillera” se adentraron en
el Chaco y el pie de monte andino provenientes
del este y haciéndoles guerra en su travesía a los
Los “bárbaros” chiriguanos de la periferia indios de los llanos, a quienes llegaron a esclavizar
noroccidental e incluso a guaranizar (Crónica Anónima, 1944
[c. 1600], citada en Combés). Apoyado en Rui
Son “advenedizos” señalaba el oidor Juan de Díaz de Guzmán, el padre Lozano señala que los
Matienzo de los chiriguanos, enfatizando de este “chiriguanás” fueron indios de la nación guaraní
modo su condición de forasteros usurpadores que acompañaron a Alejo García en su travesía
EL CHACO 251
de Brasil al Perú, a cuyos confines llegaron antes trascendido. Los fuertes construidos en el Sureste
de la conquista para establecerse entre Tarija, andino por los Señoríos regionales después del
Paspaya, Pilaya, Tomina, Mizque y Santa Cruz de ocaso de Tiwanaku sugieren la antigua amena-
la Sierra, donde se multiplicaron sujetando a las za de los pueblos tupi-guaraní sobre los valles
naciones circunvecinas. Estas informaciones pa- contiguos (Saignes y Combés, 1995), incluso es
recerían sugerir un progresivo y lento proceso de posible suponer que la presión chiriguana sobre
mestizaje que acompaña al avance tupi-guaraní los grupos vallunos pudo haber modificado las
sobre el Chaco, el cual continuó e, incluso, se identidades previas, pues algunos de ellos com-
intensificó a partir de la expedición de García; parten características comunes y estereotipos de
de hecho, para el siglo XVI chiriguanos y chané las Tierras Bajas (Barragán, 1994).
ya eran considerados una sola etnia. No cabe duda de que la irrupción incaica en
el Collasuyo marcó un punto de inflexión en las
Al llegar al piedemonte, los recién llegados ha- relaciones con las Tierras Bajas. Aun cuando es
brían empezado a dominar a los indígenas de la difícil precisar el alcance de los enfrentamientos
zona, chanés de lengua arawak en su mayoría, en la frontera en el siglo XV, lo cierto es que ante
convirtiéndolos en esclavos, tributarios o víctimas la imposibilidad de desarrollar una estrategia de
del rito caníbal. Esta era, en todo caso, la situación
movilización para internarse en la cordillera la
general que se conocía en la segunda mitad del
siglo XVI. Muchos cronistas indican además que táctica imperial adoptada por el Tawantinsuyo se
los chiriguanaes enrolaron a estos «naturales» en haya volcado más bien en la defensa: emplazar
sus propias tropas (Combés, 2012). fortalezas en puntos estratégicos de la frontera
a manera de cerco, que servían para repeler
Para la segunda mitad del siglo XVI los ataques enemigos y como núcleos de apoyo
diferentes asentamientos chiriguanos estaban al avance conquistador cusqueño (Pärssinem,
fundamentalmente esparcidos sobre las planicies 1992:119).
orientales andinas que ingresan al Chaco por ¿Qué explica la tenaz resistencia chiriguana
la parte del Perú, conocidas por los españoles al avance incaico sobre su territorio? ¿Por qué
como “cordillera Chiriguana”. Como espacio no se sujetaron con la misma rapidez que los
histórico, la Chiriguanía se ha caracterizado por grupos de las alturas? Este tipo de interrogantes
los permanentes altercados entre los diferentes han sido explicadas por los autores en términos
grupos de origen tupi-guaraní (ava) y otros gru- de organización política (ya sea por influencia
pos asentados en el Chaco (tobas, chanés), con tupi-guaraní o arawak) como un mecanismo que
triunfo de los chiriguanos sobre los otros debido, explica la marcada noción de independencia de
en gran medida, a la afinidad lingüística y cultural los diferentes grupos ava frente a grupos externos
común a todos los grupos. (Saignes; Combès, 2005). Si bien no es nuestra
En contraste a esta semejanza lingüística intención detenernos a explicar el componente
y cultural, la autonomía política de cada grupo político como una estrategia indígena de auto-
ava a menudo creaba conflictos entre los dife- nomía, no deja de ser evidente el contraste entre
rentes conjuntos. Si bien en tiempos de guerra sociedades centralizadas, como las del altiplano,
decenas aldeas podían confederarse en contra frente a sociedades de Tierras Bajas, carentes de
de un enemigo común, bastaba el más mínimo grandes asentamientos humanos, muy autónomas
inconveniente para reavivar antiguas rivalidades entre sí y con un sistema de alianzas sumamente
y luchas. De hecho, si los españoles fracasaron inestables que resultaba disfuncional a los inte-
en sus intentos de hacerles guerra fue en gran reses del Tawantinsuyu. Si Tupac Yupanqui no
medida porque no entendieron los alcances de su tuvo éxito en penetrar la cordillera (y por ende
sistema político y su táctica de alianzas siempre el interior del Chaco), es factible pensar que
oscilantes. la estrategia implementada por Huayna Capac
Con seguridad en algún momento los chi- (1493-1525), de cercar parcialmente la frontera,
riguanos intentaron adentrarse al Oeste de la se haya debido a la poca garantía que la conquista
cordillera, atraídos por las noticias que los indios eminentemente militar de estos grupos tan dis-
del Chaco les proporcionaron acerca de una pares ofrecía al bienestar del Imperio, al menos
tierra abundante en metales y cuya fama habría en un mediano plazo.
252 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
haber “endurecido” las relaciones entre el nientes del piedemonte (chanés que comerciaban
Imperio y los chiriguanos de las Tierras Bajas. con el metal)- y una suerte de área de simbiosis
Esto, al menos, es lo que se desprende de las socio-cultural (Saignes, 1986) en cuyo seno se
informaciones etnohistóricas, que descubren produjeron intercambios de distinta índole mar-
una interacción predominantemente hostil cados por ciclos de violencia. Subiendo en una
entre incas y los habitantes del piedemonte curva que va del Pilcomayo hasta el río Grande,
con la intermitente invasión de los “salvajes pasando por Samaipata, el dominio incaico se ma-
y bárbaros” a los confines imperiales (Gar- terializó en la fortificación de una frontera; más
cilaso, [1609]). Aunque virtualmente nada se precisamente, en la edificación de asentamientos
sabe sobre estas poblaciones enfrentadas, los multiétnicos de colonización fronteriza someti-
estudios arqueológicos realizados en los valles dos a la amenaza de las intermitentes incursiones
fronterizos de Chuquisaca (Nordenskiöld, 1917; de los pueblos tupi-guaraníes provenientes del
Pärssinem, 1992; Alconini, 2002; Pärssinem y este (Combès y Saignes, 1995).
Siiriäinen, 2003) han reportado la presencia Naturalmente, los mecanismos de control
de recintos destinados a actividades militares y dominación empleados por los incas para
en los complejos fronterizos de Oroncota y mantener el “equilibrio” en un espacio donde
Cuzcotuyo, que parecería confirmar lo que las confluían diversa gente y ambientes variaron
fuentes históricas indican. Los mismos estudios localmente. Al Sureste, en los valles sureños
son los que también han reportado la presencia de Tarija y Chuquisaca contiguos al Pilcoma-
de alfarería “chiriguana” en recintos vecinos de yo, los incas establecieron una alianza política
carácter festivo y ceremonial, lo que sugiere que con grupos vallunos locales, como yamparas,
las fortalezas actuaron no sólo como guarnicio- churumatas o chichas, quienes permitieron la
nes fronterizas de defensa sino también como presencia de las mitimaes sobre sus dominios
núcleos de intercambio entre el Imperio y los (Malpass y Alconini, 2010). Más al Norte, hacia
grupos del piedemonte, quienes incluso parecen la cuenca del río Grande, al Suroeste de Santa
haber tomado parte en ceremonias de carácter Cruz de la Sierra (en pleno territorio chirigua-
ritual patrocinadas por los mismos cusqueños no), se ha confirmado la presencia de los incas
como una forma de diplomacia incaica (Alco- y sus probables mitimaes labradores del metal
nini, 2002). que explotaban las minas de Saypurú junto a
El establecimiento del denominado “arco sus vasallos chané de los llanos.
fronterizo” al Este del Collasuyo tiene mucho En la región de los valles de Cinti y Tarija,
que ver con la presencia incaica en los valles. la anexión incaica habría tenido un efecto multi-
Es en esta trama de reconfiguración espacial y plicador de las hostilidades con los tupi-guaraní
social que la frontera imperial con el Chaco ad- (Pärssinem, 1996). Aunque este sector de la
quiere características peculiares respecto a otras frontera ha sido calificado como genéricamente
regiones del Tawantinsuyu, puesto que los incas militar, restos en las fortalezas de Oroncota y
confrontaron a grupos semi nómadas con una Cuzcotuyo dejan ver una compleja interacción
“personalidad” guerrera que contribuyó a una social, con los incas haciendo esfuerzos para
frontera altamente volátil con continuos ciclos de incorporar a los grupos chiriguanos a través de
alianzas seguidos de conflictos, así como su tenaz intermediarios fronterizos locales, yamparas
resistencia a ser incorporados como tributarios y chichas, que se desempeñaron como activos
del Inca (Alconini, 2002). Se puede decir que la agentes en la ejecución de la agenda imperial.
frontera incaica con el Chaco fue una de las más Los arqueólogos han propuesto que al Su-
disputadas entre las sociedades centralizadas de reste la frontera tomó la forma de un cerco militar
las tierras altas y las poblaciones sin estado de tenue: un contorno incaico parcialmente milita-
Tierras Bajas (Combès y Saignes, 1995). rizado, compuesto de un cordón de instalaciones
Este espacio de transición ecológica y sim- que, a su vez, sirvió como punto de avanzada a
bólica resultó socialmente en una frontera donde la expansión imperial (Pärssinen, 1992). Como
convergieron poblaciones de las tierras altas los ataques chiriguanos tomaban la forma de
-mitimaes trasplantados por el Inca y expertos incursiones relámpago y saqueos intermitentes,
metalúrgicos, vallunos oriundos y grupos prove- con seguridad en algún momento debió haberse
EL CHACO 255
abierto la posibilidad de negociar ciertos privile- No fue sino hasta poco antes de la entrada
gios con los cusqueños, en un juego de alianzas de Ayolas en Charcas, que atraídos por la fama de
sumamente versátiles que devinieron períodos las minas de Saypurú grupos tupi-guaraníes que
de relativa paz y encuentros de acercamiento con iban llegando a la cordillera tomaron suficien-
los incas. El objetivo de las fortalezas fue precisa- tes fuerzas para combatir a Guacané y su gente
mente asegurar la dominación en los confines del hasta expulsarlos definitivamente y afianzar su
Imperio e intentar avanzar sobre los chiriguanos poder sometiendo a los antiguos vasallos chané.
utilizando mecanismos parcialmente pacíficos, Sobre este punto, Isabelle Combès cree que sí
para convertirse así en núcleos de intercambio hubo elementos que motivaron a los adelantados
entre los diferentes conjuntos sociales. paraguayos (acompañados de miles de guaraníes
Más al Norte, siguiendo la cadena fronteriza aliados) a internarse en Charcas. Todos estos
hasta llegar a los alrededores de Santa Cruz de ingresos se basaron en el conocimiento de una
la Sierra, en plena cordillera Chiriguana, histo- presencia andina en la región vinculada a los me-
riadores y arqueólogos han venido discutiendo tales (Combès, 2012). Esto negaría la tradicional
un capítulo olvidado de la historia incaica: la imagen de una frontera inca oriental exclusiva-
presencia imperial en las minas de Saypurú, al Sur mente dirigida a la guerra (Combès, 2012).
de Samaipata, que es mencionada por cronistas, La presencia incaica en Samaipata está
como Diego de Alcaya y Rui de Guzmán. Por ampliamente comprobada y los arqueólogos
largo tiempo las informaciones de estos cronis- concuerdan que la fortificación fue un centro
tas fueron pasadas por alto entre los diferentes administrativo provincial más que una guarnición
autores que dejaron de lado el tema, entre otras guerrera (Pärssinen, 1992). El área minera de Sa-
cosas, al no haberse encontrado la presencia de ypurú habría sido administrada desde Samaipata
metales en la cordillera Chiriguana. y poblada por expertos metalúrgicos andinos que
Aunque los datos etnohistóricos son ende- sellaron su poder con los chané, comerciantes del
bles y aislados, algunos autores, como Combès, metal (Pärssinem y Siiriainen, 2003; Combès,
opinan que sin duda hubo una presencia incaica 2010). De ser cierto este postulado, los incas
en la región de Saypurú, probablemente rela- habrían utilizado medios pacíficos de alianza con
cionada a la explotación o comercialización de los chané eventualmente basados en el trueque,
metales (Combès, 2009a). Recientes prospeccio- para asegurar de este modo el avance imperial en
nes arqueológicas parecen apuntalar a lo mismo, la cordillera Chiriguana. Recientes prospecciones
aunque en todo caso son necesarios más estudios arqueológicas llevadas a cabo en los alrededores
interdisciplinarios que evalúen el impacto que el de Charagua (localidad contigua a Saypurú) re-
estado Incaico ejerció sobre los sistemas políticos gistraron cerámicas incas y restos de actividades
sometidos en la cordillera y los medios a través de metalúrgicas (Cruz 2010, citado en Combès) lo
los cuales se incorporó en el estado a entidades que parecería confirmar la presencia incaica en
políticas de Tierras Bajas. el Chaco relacionada a la fundición y comercio
Apoyándose en los testimonios de Alcaya y de metales.
Rui Díaz de Guzmán, algunos autores indican Podemos decir, a partir del análisis de estos
que durante el reinado de Huayna Capac los incas dos casos, que la frontera incaica con en el Chaco
se dedicaron a levantar las principales fortalezas operó como un espacio de “amortiguación” entre
a lo largo de la frontera con la cordillera. El Inca las sociedades andinas y las sociedades de Tierras
Guacané se habría establecido en Samaipata lo- Bajas, y también como un espacio de colonización
grando someter al jefe chané-tomacoci Grigotá y multiétnico donde se dieron relaciones de diversa
a sus vasallos Goligoli, Tendi y Vitupue (Pifarré, índole entre los diferentes grupos favorecidas
1989; Combés, 2012). Posteriormente Guacané –con seguridad– por experiencias previas de
habría descubierto el cerro de Saypurú, ubicado contactos. Las nuevas investigaciones sugieren
más al Sur, donde su hermano Condori empezó que la frontera Sureste del Tawantinsuyo actuó
a labrar oro y plata con ayuda de algunos indios como un espacio multiétnico parcialmente mili-
chané labradores de los llanos y comerciantes tarizado, donde los diferentes actores coexistían
del metal, así como andinos de las tierras altas, implementando diversas fórmulas. Mitimaes an-
posiblemente mitimaes caracara. dinos actuando como agentes del poder estatal
256 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
o mineros que enseñaban las artes metalúrgicas economías complementarias basadas en la agri-
a indios chanes comerciantes; grupos vallu- cultura, el aprovechamiento de plantas silvestres,
nos locales que intervenían a nombre de sus la caza y la pesca.
comunidades pero también como portavoces de A inicios de nuestra era, se confirma en el
los incas, e incluso bárbaros que llegaron a tomar registro arqueológico de las Tierras Bajas que
parte de celebraciones religiosas imperiales. La sociedades sedentarias sufren cambios sociales y
complejidad de estas relaciones puede ser vista políticos importantes. Posiblemente un aumen-
como una forma de frontera al Sur del Tawan- to demográfico origina que las aldeas de varias
tinsuyu, donde coexistieron diversos mecanismos poblaciones adquieran en algunos casos una es-
políticos que, en definitiva, hacían de los “bárba- tructura casi urbana. Diferentes grupos culturales
ros” chiriguanos parte del Imperio. construyeron grandes edificios, plazas, caminos
y fortificaciones a lo largo de 1000 años. A estas
obras se suman las construcciones dedicadas a la
Consideraciones finales intensificación agrícola, que influyen de manera
decisiva en la modificación del paisaje a gran
Los estudios arqueológicos y etnohistóricos de escala.
las Tierras Bajas de Bolivia nos revelan paisajes de Evidencias arqueológicas de estas sociedades
bosques, selvas y llanuras habitados por grandes fueron encontradas hasta ahora únicamente en
poblaciones multiétnicas y plurilingües. Desde los Llanos de Mojos, pero cruzando las fronteras
tiempos milenarios estos grupos se diferenciaron de Bolivia, hacia al Norte (Acre), al Este (Rondo-
económicamente y desarrollaron una especiali- nia y Mato Groso) y al Sur (Chaco Argentino),
zación adaptativa de acuerdo al medio ecológico observamos que similares obras prehispánicas
y geográfico que ocuparon. están siendo actualmente estudiadas. Tales ha-
En algunas regiones se comenzó temprana- llazgos nos demuestran que en Pando, Santa
mente a domesticar algunas especies de plantas, Cruz y Tarija, cientos de sitios arqueológicos,
en otras se aprovecharon los recursos naturales correspondientes a diferentes períodos de tiempo
que brindaban los ríos o las planicies aluviales. y culturas prehispánicas, están todavía esperando
Con el pasar de los años, se implementaron contar su historia.
LÍNEA DEL TIEMPO
Línea del tiempo
A.C / 0 / D.C
AÑOS 11.000 - 8.000 8000 - 7000 6000-5000 4000 - 3000 2000 1500 1200 - 800 a. C 200 a.C.-400/500 d.C. 400/500-700 900 - 1000 (900/1000-1430 d.C.) (1430-1535 d.C.)
1000
CARACTERISTICA FORMATIVO TEMPRANO FORMATIVO MEDIO FORMATIVO TARDÍO Señoríos y Desarrollos locales
Cazadores, recolectores y pescadores Estado Tiwanaku (Intermedio tardío)
Especialistas. Aldeas Asentamientosurbanos Desarrollos Regionales Imperio Inca (Horizonte tardío)
Agricultores, pastores y movilidad caravanera y complejos rituales. (Horizonte Medio)
Refugios y Sedentarización. Primerosasentamientos Aldeas y complejos Competencia por la Descentralización política y territorial. Estado de conflicto
campamentos Aparición de la alfarería permanentes ceremoniales hegemonía política ESTADO TIWANAKU por el territorio.
estacionales Primeros textiles. Escultura lítica regional y Desarrollos Regionales Construcción de pucaras y de torres funerarias (chullpas)
Trashumancia Tradición Yaya Mama
en lago Titicaca).
ALTIPLANO Domesticación de Domesticación de la papa (5000 a.C) Domesticación de la Aparición de tem- Inicio de urbanismo. Especiali- GRUPOS: Especialización y estandari-
camélidos (7000) quinua (4000 a.C) pletes semisubterrá- zación tecnológica. Complejidad Canas y Canchis. zación tecnológica. Establec-
Industrias líticas neos (kalasasayas) religiosa y ritual Pacajes, Charcas, Cara- imiento de un complejo ritual
Centralización política y jerarquización social Cara, Lípez, Soras(¿?) en el Titicaca y en el Río Lauca.
Lenguas: Puquina, aymara y Consolidación de la red de
uruquilla Conexiones entre caminos Capac Ñan
altiplanom valles, costa y tierras bajas.
R Red de caminos
Control del agua y la tierra; sukakollos y
takanas
VALLES ORIENTALES Cazadores recolectores y pescadores. Agricultores y pastores, pescadores y cazadores. Aldeas y talleres de Diversificación de Continuidad del proceso Intercacción conTiwanaku en Cochabamba Hegemonía política, esta-
Sedentarización. cerámica estilos cerámicos. de diversificación estilís- DESARROLLOS LOCALES EN VALLES blecimiento de fortalezas en
I
Aparición de la alfarería. Tupuraya, Sauces, tica y étnica. diversos y en constante movimiento y frontera
Relación con Wankarani. elación con Chiripa Mojocoya, Parroquia, contacto, tanto con el Altiplano como con Establecimiento de un com-
Tarija Inciso, Khumuni las tierras bajas plejo agrícola en Cochabamba,
Yungas y Zongo
Ó
Cerámica: Sierra Mokho rosado, Mojocoya Mono- Cultura
cromo, Gray Ware, Jatun Khasa bicolor Mollo
Continúaenlasiguientepágina
Cazadores, recolectores y pescadores.
VALLES Domesticación zapal- Aparición de la alfarería Aldeas Presencia Tiwan- Alto Ramírez, Cultura Expansión Inca a la costa
OCCIDENTALES Y lo (4500), algodón y textiles akuenMoquegua, Arica
COSTA (2500), pacay. Omo (Perú), San
Pedro de Atacama
Relación conWankarani (Chile)
Chinchorro
Momificación (3000 Establecimiento de sitios adminis-
a.C). Industrias trativos y de redes del Qapaq Ñan en
líticas. Arte rupestre diferentes partes de la costa. Aprove-
chamiento de recursos marinos
Cazadores, recolectores y pescadores y Agricultores, pescadores y cazadores. Sedentarización. Aparición de Desarrollos locales tempranos Desarrollos locales Migraciones guaraníes al Chaco
sociedades itenerantes la alfarería. tardíos
Grupos de la Chiquitanía: Cichicosies,
Comoiones,Quibichicoyes,Simionos,
Veripones, Basoros, Batasis, Cupies,
Quidagones, Curucanes, Tanipicas,
Xamanucas, Taucas, Otukeas/Otuke,
covarecas, curiminacas Carabecas/
Parabecas
TIERRAS BAJAS Asociados a Montículos de Primeras evidencias de Terra Preta. Pueblos sedentarios Sitios habitacionales, Pueblos sedentarios. Inicios de la contruc- Arquitectura monu- Tanipicas, Punasicas, Quimonecas,
Megafauna conchas de caracol casas con planta ción de montículosy áreas públicas. Difer- mental en los Llanos Quitemos, Napecas, Cibacas,
e industria circular. encias de jerarquía social. Implementación de Mojos. Uso Cucicas, Tubasicas, Yurucaricas,
lítica de técnicas para la agricultura intensiva del intensivodeplataformas Cucarates, Ororobedas, Panonos,
maiz. Casas con paredes de bahareque. elevadas de cultivo, Chamaros, Tomoenos, Guapas,
canales y reservorios. Purasís, Tubasicas, Curave, Chaco,
Gorgotoqui, Tamacoci, Covarecas y
Curiminacas .
Samaipata
Ixiamas
Expansión terriorial de los Incas
hacia las tierras bajas, creación
de una frontera étnica y cultural.
Decaimiento de las culturas de
montículos monumentales del área
de Casarabe, Beni. Continúan
Consumo de caracoles los pueblos fortificados en el Itenez
de agua dulce y caza hasta el Siglo XVII.
de venados, ciervo
Sitio: Dourado de pantanos, peces y Sitio Monte Castelo, río Guaporé. Producción de cerámica decorada, industria lítica, domesticación de Yuca Sitios: Pailón A. (Santa Cruz). Monticulos
y Periquitos. aves. Sitios: Isla (Estado de Rondonia. Brasil) (Manihot esculenta) y tembé (Bactris gasipaes). del área de Casarabe, (Prov. Cercado, Beni), Construcción de
Rio Guaporé y del Tesoro, SM2 y Sitio: Monte Castelo, rio Guaporé. (Estado de Rodonia, Brasil) Jasiaquiri temrpano (Provincia Itenez, Beni). pueblos fortificados,
Mad- SM3 ubicadas al sur San Juan, (Provincia Yacuma, Beni). intercomunicados por
era (Estado y al este de Trinidad terraplenes. Confor-
de Rodonia (Beni). mación de redes de
y Matogrso, intercambio. Uso espe-
Brasil) cializado de cerámicas
finamente decoradas.
Sitios: Montículos
monumentales de
Sitio: Grigotá, (Santa Casarabe, (Prov. Cer-
Cruz). cado, Beni). Bella
Vista, Jasiaquiri tardío,
(Prov. Itenez, Beni).
El Cerro, (Prov. Yacuma,
Beni).
Pailón B, (Santa Cruz),
Chané en el Chaco
Samaipata
260 DE LOS ORÍGENES A LA CONSTRUCCIÓN DE LOS ESTADOS PRESHISPÁNICOS / TOMO I
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