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Presentación

Ciencias de las humanidades.


Psicología mención Clínica.
Asignatura:
Historia Social Dominicana.
Tema:
La Española durante el siglo XVI
Docente:
Manuel Del Rosario.
Estudiante:
Scarlet Alexandra Cordero Isaac 2022-0168
Plataforma virtual:
Moodle.
Fecha
17 de enero del 2022.
Introducción

La historia acerca del descubriendo de América así como la colonización


de la Isla La Española, es un tema de importancia que debe ser estudiado
y analizado para entender que sucedió durante el Siglo XVI, así como
que hechos relevantes ocurrieron y cuáles fueron sus protagonistas, en el
cambio y la erradicación de una cultura y civilización que descubierta y
erradicada por otra más avanzada y civilizada, cuyo objetivo era obtener
riquezas y poseer las tierras descubiertas, las cuales fueron objeto de
maltrato y explotación.
Desde que los indios fueron atrapados para realizar trabajos forzosos,
eran puestos a trabajar en la mina y en los años de Colón fueron tratados
como si fueran un recurso material inagotable hasta que vieron que el
trabajo era demasiado para ellos llevándolos a esclavizar negros para que
realizar los trabajos pesados.
En este trabajo veremos qué fue de los negros esclavos durante el siglo
XV, que sucesos se desarrollaron y que efectos se produjeron en una
cultura que fue objeto de maltratos, explotación y por último su
erradicación, de la cual solo nos queda el legado de algunas costumbre.
La rebelión de los esclavos.

Los primeros negros llegaron en 1501 a La Española, hoy territorio


compartido por la República Dominicana y Haití, cuando el gobernador
Nicolás de Ovando solicitó permiso para que su séquito trajera consigo a
sus esclavos domésticos.
Ya en 1520 llegaron más de 2.000 esclavos que se repartieron para
trabajar las tierras, entre 150 y 400 hombres por explotación, según los
historiadores.
"Era la primera experiencia con esclavos fuera de Europa" y se decidió
traer negros ladinos, que estaban cristianizados, conocían el castellano y
se les creía más dóciles que los negros bozales, los que llegaban
directamente a América tras su captura en África.
Se instalaron con "la excusa de que había problemas con la producción
del oro y que, si se sustituía por la caña de azúcar, había que sustituir
también la mano de obra", hasta el momento fundamentalmente
indígena, por esclavos africanos "que ya conocían la producción".
Además, Isabel la Católica promulgó en 1500 una real provisión
prohibiendo esclavizar a los nativos, al considerarlos súbditos de la
Corona, lo que hacía necesaria una alternativa para cultivar la caña de
azúcar.
Los esclavos se rebelaron pronto, al año de llegar a Santo Domingo, y
"no solo por los castigos físicos, también por la negación del espacio
cultural, los trabajos forzados o la falta de alimentación".
Aun así, se daba a los esclavos "ciertos espacios de libertad: la música, la
religión", pero tras los sucesos del 26 de diciembre se les prohibió
reunirse en grupo, única manera en la que pudo surgir el germen de la
rebelión.
Leyes y castigos

Tan solo doce días después del levantamiento, el 6 de enero de 1522, se


promulgó una ley de esclavos para evitar futuras rebeliones, al tiempo
que se rastreaban las lomas a las que huyeron.
Cuando eran capturados, se les sometía a castigos ejemplarizantes, como
la amputación de pies o manos, se les colocaban "bozales para que no se
comunicaran entre ellos, algunos terminaban ahorcados".
La dependencia de la mano de obra africana en ese momento era grande,
la población era tres a uno y la demanda de azúcar iba creciendo.
Por ello, hubo algunos acuerdos para crear "avenencias con los
esclavos", uno de ellos consistente en que si el huido retornaba en un
plazo de diez días no se le daba castigo.

Las rebeliones posteriores

Esta primera rebelión creó "una conciencia libertaria en los grupos


africanos", fue precursora de insurrecciones entre 1530 y 1540, "el
periodo de mayor demanda de azúcar y en la que mayor fuerza adquiere
la industria azucarera colonial".
Tras los hechos de 1521, los españoles empezaron a llevar a los ingenios
a negros bozales, en lugar de ladinos, esperando que fueran más
sumisos, pero "fracasaron, porque el movimiento siguió".
"Los negros no se adaptaron a la colonización acá, si bien fueron
sometidos por el poder militar español, presentaron permanente
rebeldías", dijo Andújar.
La mayor rebelión de esclavos de la historia colonial de Santo Domingo
se produjo en 1796 en Boca de Nigua, en un ingenio cuyos restos siguen
en pie, y la abolición se produjo en 1822.
La Cimarronada.

Antes de desarrollarse la industria azucarera en República Dominicana la


existencia de esclavos era mínima en la isla, fue Fray Bartolomé de las
Casa y los padres Dominicos, que sugirieron que se trajese negros
esclavos africanos, para que se aliviara la suerte de los indios, quienes no
resistían las duras condiciones de trabajos en los ingenios y trapiches.
También los encomenderos solicitaron los padres Jerónimos la traída de
esclavos con el fin de ponerlos a trabajar en los ingenios. Los esclavos
fueron obligados a realizar una intensa labor física en los ingenios, eran
castigados de forma severa e injustificada, por lo que esta situación los
llevó a revelarse y a fugarse.
La insurrección de los negros era denominada Cimarronada y as aldeas
que formaban en las sierras de Ocoa y del Bahoruco eran llamadas
Palenques o Manieles. La primera insurrección en el nuevo mundo tuvo
lugar el 26 de diciembre de 1522, cuando unos 40 miembros de la tribu
de los Gelofes incendiaron el ingenio de Diego Colón y doña María de
Toledo llamado La Nueva Isabela, situado a orillas de río Nizao y en un
hato del Melchor de Castro, dieron muerte a 12 españoles.
Los insurrectos fueron alcanzados antes de llegar a Azua por Melchor
De Castro y un grupo de colonos, quienes los derrotaron y les causaron
seis muertos y muchos heridos. Varios de los sobrevivientes al combate
fueron ahorcados a lo largo del camino Nizao-Haina, que era la principal
zona cañera en la época y sus cadáveres fueron dejados allí para
intimidar a los demás y renunciasen a toda la idea de rebelión.
Luego para 1542-1546 hubo otra gran insurrección de miles de esclavos
negros, los esclavistas llegaron a temer que los insurrectos se apoderaran
de toda la isla. Para evitar que esto sucediera Carlos I destituyó de la
gobernación al sacerdote licenciado Alonsos de Fuen Mayor, y nombró a
cargo a un experimento militar enviado desde España Alonso López de
Serrato. A su llegada éste hizo una especie de tregua táctica para
organizar cuadrillas antiguerrilleras que una vez listos para el combate,
se dedicaron a asaltar los palenques, y a matar todos los seres humanos
que se encontraran en ellos.
Hay que recordar que los esclavos acostumbraban a ponerse los nombres
de sus amos o del lugar de procedencia o de la profesión que ejercía. Por
esta razón dos de los principales líderes cimarrones se llamaban Diego
Guzmán y Juan Vaquero y un tercero, Diego del Campo, también
conocido como Diego de Ocampo que cuando se vio perseguido muy de
cerca por las cuadrillas antiguerrilleras, pactó con los esclavistas a
cambio del perdón de si vida y dinero.
Este esclavo enseño a sus perseguidores los sitios donde se encontraban
los palenques y las tácticas de combate empleadas por los insurrectos,
con lo cual se facilitó grandemente la derrota de estos.
Diego de Ocampo fue un cimarrón fue un cimarrón -esclavo insurrecto-
que tuvo como escenario de sus correrías y destrucciones de ingenio; las
zonas de los que ahora es la República Dominicana, a comienzos de los
años 1500.
Diego de Ocampo fue un luchador negro, principal exponente del
movimiento antiesclavista en la isla de Santo domingo junto a Sebastián
Lemba, Juan de Vaquero, Diego de Guzmán, Fernando Montoro y otros.
Para mil quinientos treinta y pico; se sublevó con un gripo de esclavos
cimarrones, durando más de 10 años en pie de lucha en las montañas, de
lo que hoy es el pico de Diego de Ocampo.
Pactó con las autoridades españolas pero, al volver a rebelarse, fue
abatido por tropas españolas y ejecutado, según noticias del año 1546.
Diego Guzmán fue uno de los primero en caer abatido en 1545 y
Sebastián Lemba fue uno d ellos últimos jefes insurrectos en morir en
combate, en septiembre de 1548, cerca de San Juan de la Maguana lo
mató un esclavo a quien se le dio libertad por ese hecho. El otro fue Juan
Vaquero, abatido en 1554; sin embargo a pesar de las pérdidas
importantes en los dos siglos y medio siguientes siempre hubo
cimarrones y palenques, sobre todo en la sierra del Bahoruco y de Neiba,
pero nunca con la fuerza de las que se produjeron en los años del 1542.
La resistencia de Sebastián Lemba, líder de la cimarronada.

El líder de la cimarronera fue el esclavo Sebastián Lemba Calembo,


conocido por los historiadores como el más aguerrido de los caudillos
cimarrones de la isla de la Española. A pesar de los olvidos oficiales a
sus gestas, sus descendientes de piel oscura lo recuerdan por sus luchas
por la libertad de los esclavos.
El gran líder cimarrón probablemente nació en el Congo, actual Zaire.
Muy joven fue capturado en un enfrentamiento tribal y vendido como
esclavo a los portugueses, quienes a su vez lo vendieron a los españoles.
Llegó encadenado a Santo Domingo hacia 1525. Trabajó como esclavo
durante 7 años, al cabo de los cuales se rebeló y huyó a las montañas de
la isla.
En la profunda manigua organizó grupos cimarrones y se mantuvo
activo contra los colonizadores españoles, dueños de ingenios y
haciendas, y contra las autoridades coloniales durante 15 años.
El caudillo cimarrón llegó a juntar más de 400 hombres que le obedecían
ciegamente. Su ejército de transterrados solo se movía de noche
devastando los predios de Sosa, Higüey, San Juan de la Maguana y
Azua. En esta última villa, al sigilo de la noche, asaltaron el ingenio
Cepicepi, propiedad de Diego Caballero, mientras los nueve españoles
que ahí estaban dormían plácidamente en unos bohíos.
El capitán Tristán de Leguizamón pudo finalmente entrar en el maniel -o
casa o comunidad del cimarrón- de Lemba en el Baoruco Viejo. Pero el
caudillo no se encontraba en el maniel, sin embargo, el capitán español
se llevó consigo las mujeres, los víveres y todas las armas que encontró
en él. Cuando Leguizamón se retiró a Azua, Lemba entró a San Juan y la
saqueó, tomando todo el hierro de los ingenios para fabricar armas.
Luego volvió nuevamente al maniel y prosiguió sus correrías.
Así, Sebastián Lemba se convierte en el hombre más buscado por los
españoles, y también más respetado y temido. Las lomas de San Juan y
el Bahoruco Viejo fueron los lugares de su resistencia. El ataque a los
ingenios se multiplicó, las quemas a la caña sembrada también. Los
europeos ven su economía amenazada... las expediciones contra el
capitán negro fallan, una tras otra.
Finalmente, el aguerrido Sebastián Lemba muere en un sangriento
combate en septiembre de 1548, en la loma de la Paciencia, cerca de San
Juan de la Maguana, a manos de otros negros cimarrones al servicio de
la Audiencia de Santo Domingo. Una bala que atravesó su corazón acabó
con el jefe cimarrón ante el asombro de sus compañeros.
La cabeza del caudillo cimarrón fue llevada a Santo Domingo y colgada
de un gancho en una puerta del amurallado de Santo Domingo que daba
a la llamada Sabana del Rey, junto al fuerte de San Gil, según unos
historiadores, o en la esquina de la calle Mercedes con Palo Hincado,
según otros. Esta puerta fue conocida por mucho tiempo como “Puerta
de Lemba”. Según las autoridades "Así temerán lanzar nuevas
rebeliones", creyendo haber terminado la resistencia cimarrona...
Los oidores Grajeda y Zorita llegaron a decir que Lemba era
extremadamente diestro y muy entendido en las cosas de la guerra, en
tanto que Juan de Castellanos, en versos propios de un negrero, se
expresó de él en los siguientes términos:
El negro Lemba fue principalmente,
que juntó negros más de cuatrocientos
acaudillándolos varonilmente;
fue negro de perversos pensamientos,
atrevido, sagaz, fuerte, valiente,
y en su rebelión de muchos años
la tierra padeció notables daños.
La semilla que sembró Sebastián Lemba brotó por todos los rincones de
la República Dominicana. Las rebeliones y los rebeldes cimarrones
siguieron atacando por los caminos... siguieron con la necesidad de
seguir peleando y así conquistar la libertad "para mantener viva la llama
y poder vivir libres: como el viento, el agua y el sol, sin trabajos
forzados, ni latigazos...".
Conclusión

Al fin y al cabo los negros esclavos, cansados de las abominaciones, las


explotaciones y maltratos que sufrían se alzaron para luchar por sus
derechos como seres humanos y por sobrevivir a la tiranía de esos
tiempos a pesar de que no todos se unieron al movimiento.
Eso hizo que nacieran los líderes que decidieron alzarse en buscar de su
libertad para ellos, sus familias, su gente… para ir en contra del sistema
que los abolían y los hacían sufrir.
Sebastián Lemba tiene la gloria de ser el primer esclavo negro en iniciar
la lucha contra la esclavitud en el continente americano. Luego le sigue
Diego Ocampo que fue uno de los principales exponentes del
movimiento antiesclavista junto con Sebastián Lemba.
Este hecho fue trascendental y radical para los negros y africanos, ya que
creo una consciencia libertaria y eso ayudó para que impulsara décadas
después la libertad para los haitianos ya que tenían este idealismo
implementado en alguna parte de sus mentes.

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