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Thomas Hobbes y John Locke

En el siglo XVII, dentro del marco de una Inglaterra cambiante, cuya economía
atraviesa una transición, a una economía capitalista, y donde por consiguiente se
atraviesa por un cambio en su sistema político, es decir, de quienes ejercen el
poder, –donde después de siglos en los cuales predomino el ejercicio político de la
aristocracia y su administración, ahora el poder seria ejercido de manera
compartida con la burguesía–, se establecen las bases para salvaguardar las
libertades individuales y la propiedad privada. Es bajo el ideario que se establece
en quien residiría el poder, ya no en la voluntad del rey, sino en el parlamento, y
es en este escenario que se abre paso así al liberalismo como doctrina filosófica y
política.
Para entender un poco más este ideario es necesario que observemos a John
Locke y Thomas Hobbes, quienes opinaban que el interés propio, es y debe ser el
motor de la sociedad, ellos reverencian la propiedad privada y creían que el único
estado legitimo es el que surge como producto del libre contrato social,
asegurando así que la única razón del estado era garantizar el cumplimiento de
las leyes. Por un lado, Hobbes se reafirma en la idea de otorgar poder absoluto a
un soberano para asegurar el control de la esfera pública y por consiguiente
alcanzar la paz. Hobbes afirma que el hombre previo al estado vivía en constante
guerra, y para alcanzar la paz, mediante el contrato social enajenaban su libertad
para abandonar el estado de guerra, colocando así la legitimación del estado no
en factores metafísicos sino en la prevalencia del bien común. Posicionando así el
poder público y la autoridad del soberano como un mal necesario que se justifica
si y solo si se cumple lo pactado es decir la mantención del orden, ya que sin
seguridad no habría sentido alguno en la obediencia, haciendo legitimo revelarse.
Para Locke a diferencia de Hobbes, era necesario limitar el poder político y era
necesario dar herramientas a la sociedad civil para limitar al poder político de
posibles arbitrariedades, y además da no solo al estado la función de asegurar la
paz, sino de proteger al máximo desde la esfera pública, a la esfera privada,
garantizando así los derechos y libertades individuales. Es Locke quien establece
las bases morales de la burguesía, al posicionar a la propiedad privada como pilar
legítimo de la sociedad, en un contexto donde se han abolido los privilegios y que
a través del derecho, declara la igualdad de todos los hombres, justificando así
como natural, las desigualdades entre los hombres pertenecientes a un estado, y
por lo tanto estableciendo como justa y legitima la propiedad privada que aunque
minorista y excluyente, es característica de una economía emergente que como se
mencionó anteriormente, es capitalista.
Estos pilares idearios expuestos anteriormente dan cuenta de una finalidad o
propósito en los que concuerdan los autores anteriormente citados, es decir “la
finalidad máxima y principal de los hombres que se unen en comunidades,
sometiéndose a un gobierno, es la salvaguardia de su propiedad” es este
propósito el que da estructura, legitimidad y finalidad a las instituciones políticas.

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