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Susana Botero Díaz

Reflexión sobre la ponencia de la ponente Paloma Arrabal titulada:


“El acceso a la justicia como manifestación de una legislación procesal racional”

Elegí esta ponencia por la calidad de trabajo realizado por la doctora Paloma Arrabal, ponente
de España que participó en este congreso. Fue una ponencia donde se trató el análisis
realizado por la doctora respecto a un artículo publicado en 1999 cuyo autor fue el maestro
Michele Taruffo, titulado “Racionalidad y crisis de la ley procesal”, artículo donde el maestro
trataba el tema del sistema procesal ideal según su perspectiva, en el cual identificaba las
disfunciones, las cuales como manifiesta a lo largo de la ponencia la doctora Arrabal si bien son
planteamientos de 1999 siguen siendo disfunciones actuales sobre las que se debe trabajar de
manera comprometida, también los motivos de las disfunciones del sistema procesal y como el
maestro Taruffo consideraba que se debía mejorar sobre el tema.
La razón principal por la que seleccione esta ponencia fue por la manera en que todo este
trabajo se puede aplicar al contexto colombiano, ya que como cualquier sistema procesal
tenemos grandes dificultades por mejorar, las cuales se desarrollan dentro de la ponencia de la
doctora Arrabal, de la cual hablaremos en esta reflexión.
Michele Taruffo planteaba en el artículo titulado “Racionalidad y crisis de la ley procesal” que el
“ideal óptimo” respecto a la ley procesal es que la ley procesal sea racional, un aspecto que
desglosa dentro del trabajo llevándolo a 2 sentidos principales: 1.La coherencia; 2. El sentido
de la funcionalidad instrumental.

Taruffo plantea entonces que la ley procesal debe ser “ordenada, unitaria, completa y simple,
en un nivel apreciable”. Dado este planteamiento se habla entonces de un sistema procesal en
donde se busca la actuación de la ley en un caso particular, la formulación de decisiones justas
y la efectiva tutela de los derechos de los sujetos interesados dentro del proceso. Para llegar a
estos ideales el maestro Taruffo señala unas líneas maestras para un modelo procesal racional,
que aplican de manera directa en nuestro caso colombiano, al hablar de un sistema procesal
que no sea encerrado en sí mismo, sino que tenga una relación directa con otros
ordenamientos jurídicos ajenos, y también la relación de nuestra doctrina procesal con otras
áreas disciplinares. Esto al ubicarlo en Colombia muestra algunas de nuestras fallas, al no
tener una relación tan cercana en materia de derecho comparado en nuestra doctrina, ya que
se suele copiar textual lo mencionado en otro país sin analizarlo de acuerdo a nuestro caso
especial como Colombia y sin la ayuda del otro país para lograr ese ejercicio, y en materia de la
relación con las otras áreas interdisciplinarias tales como la sociología, el análisis del lenguaje,
etc; es un tema que apenas estamos adecuando en nuestra doctrina, ya que era una necesidad
acudir a expertos en ciertos campos que nos ayuden a resolver dudas que surjan respecto al
objeto de conflicto del proceso, porque el juez no puede conocer de todas las áreas y necesita
del apoyo de personas que lo puedan ayudar a comprenderlo para emitir el fallo adecuado.

En otra de las líneas maestras del maestro Taruffo se manifiesta “la necesidad de reformular los
valores fundamentales y los principios generales que se consideran válidos para el proceso civil
y penal en los ordenamientos avanzados en este momento histórico y para un previsible
futuro”. Esta línea muestra una tarea ardua que se debe realizar en nuestro sistema procesal
colombiano, en donde se está a merced de los cambios sociales y políticos que suceden de
manera apresurada y sin previo aviso, donde la legislación no puede quedarse en el pasado y
ser obsoleta, sino que debe redactarse y plantearse vislumbrando el futuro.
Respecto al tema anterior se tienen las alteraciones que sufre el sistema procesal en donde
hay una afectación del mismo, la primera de ellas siendo “la violenta aceleración de las
transformaciones socio‑económicas”, una problemática donde se manifiestan las dificultades
que le genera al legislador adecuar la ley a los aspectos actuales de una manera coherente,
porque en el afán de estar actualizando la ley se generan vacíos legales o lagunas y normativa
desactualizada. Esto es un caso que se puede apreciar de manera constante en nuestro
ordenamiento, donde por ejemplo la Corte Constitucional le ordena mediante una
jurisprudencia al Congreso que legisle y regule un tema específico y este se toma un largo
tiempo en materializarlo, lo cual genera que los sujetos objeto de ese pronunciamiento de la
Corte no puedan materializar su derecho en el plano real (Ej: Derecho a morir dignamente en
Colombia, sentencia de la Corte Constitucional de 1997, aspecto sobre el cual todavía no se ha
pronunciado, sino que fue el Ministerio de Salud en el 2015 emitiera resoluciones sobre como
morir dignamente por orden de la Corte Constitucional).
Luego se habla de otra problemática como es “la creciente influencia (...) de estímulos
«corporativos» de diversa naturaleza ”, esta siendo un obstáculo en la correcta manifestación
de una legislación procesal racional, en donde como consecuencia de este actuar se da una
afectación al acceso de justicia.
Luego la doctora Arrabal expone cuáles eran las causas de la perturbación de la racionalidad
de un sistema procesal racional según lo instaurado por Taruffo en su trabajo, que se
subdividen en dos:
●Que afectan la coherencia; del cual se extrae 1.La producción de estatutos jurídicos
privilegiados, los cuales rompen con la necesidad planteada por Taruffo de que la ley procesal
sea única y ordenada, ya que se genera una sub fragmentación al generar este tipo de
estatutos, donde no se les trata a todos de la misma forma. Se genera una tutela ineficiente
para los colectivos vulnerables que son sujetos de un tratamiento desigual.
2. La creación de normativa incompleta, que como se mencionó anteriormente genera muchas
dificultades en su aplicación y materialización.
3. Elaboración de legislación compleja y confusa, que hace que las personas vulnerables con
menos entendimiento del tema, no logren entender por completo el proceso y se les dificulte
aún más su desarrollo.
●Que afectan su funcionalidad; se da una lentitud en la justicia, lo cual se traduce en una
justicia que deja de serlo, debido a que por esa demora en la resolución del conflicto como lo
manifiesta la doctora Arrabal en este proceso “ se haya desdibujado el origen del conflicto o
agravado aún más este conflicto”. Esto en Colombia diría que es uno de los problemas
principales de nuestro sistema de justicia, donde procesos laborales que se encuentran en
juzgados de pequeñas causas laborales se les demore hasta 2 años para tener la audiencia,
esto puede causar grandes problemas tanto para el empleador demandado como para el
empleado demandante o viceversa. Esto genera una percepción negativa de los ciudadanos
frente al proceso judicial, y como es expresado por la doctora Arrabal “desconfían del proceso y
lo dejan de ver como un mecanismo útil para la resolución de los conflictos”. Por esto se deben
buscar medios para mejorar nuestro sistema y evitar estos problemas, como se menciona en la
ponencia “la justicia se debe dotar de más medios materiales y personales”.
La doctora Arrabal termina la ponencia expresando esa relación directa entre el modelo de
justicia racional con el marco de ejecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU,
principalmente con el objetivo 16 de “Paz, justicia e instituciones sólidas”, aunque aclara y
muestra como no solo tiene relación con este objetivo sino con la mayoría de los objetivos
planteados por la ONU, ya que el sistema procesal de un ordenamiento jurídico es el reflejo de
su modelo social y político, por esto las capacidades y debilidades que tengan las instituciones
judiciales de un país pueden reducir o generar aún más desigualdades sociales de las
existentes, que es el punto más tratado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Concluyo mencionando que si bien es cierto se saben cuales son las falencias de nuestro
sistema procesal se debe tomar en serio el tema y tratarlo de manera eficaz y rápida, ya que
las problemáticas que presenta generan unos daños demasiado gravosos a las poblaciones
vulnerables, que se ven materializadas en su violación al derecho de acceso a la justicia, el
cual se ve diezmado al no contar estas personas con los recursos para poder contratar un
abogado y deben acudir a uno de oficio, el cual lleva muchos procesos y no siempre puede
estar tan pendiente como es debido de ese proceso, y por la dilación del mismo proceso se
generan unas grandes problemáticas tanto en materia económica como en otros aspectos para
esta población y no se cumple con lo esperado de un proceso que es como lo menciona el
maestro Taruffo “la actuación de la ley en el caso particular, la formulación de decisiones justas
y la efectiva tutela de los derechos de los sujetos interesados”, y finalizo con la apreciación de
la doctora Arrabal al expresar que “es necesario alcanzar un equilibrio en el que la legislación
común garantice un acceso real de todos al sistema de justicia y proteja las particularidades de
los colectivos vulnerables, sin que ello signifique la creación de estatutos jurídicos privilegiados
y diferenciados”.

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