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Análisis Literario de Meditaciones en Ocasiones Emergentes XVII

César Atoche, Leonel González, Kevin Gutiérrez, Evelyn Herrera y Jesenia Mendez

Escuela Profesional de Educación, Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo

HU454 - 41H: Literatura Universal II.

Daría Nelly Morillo Valle

22 de enero del 2022


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Análisis de “Meditaciones en Ocasiones Emergentes” XVII

1. Trayectoria Vital de John Donne

Poeta y predicador inglés, nacido en Londres en 1572 y fallecido en su ciudad natal en

1631. El conjunto de su producción poética, tanto en el campo de la lírica amorosa como en el de

la poesía metafísica, le configura como uno de los poetas ingleses de todos los tiempos, y un

clásico de la poesía barroca universal.

Su madre era hija del dramaturgo John Heywood (el más destacado entremesista de su

tiempo) y bisnieta de Tomas Moro.

Recibió estudios en Oxford y Cambridge, pero no llegó a obtener ningún título

académico en ninguna de estas dos prestigiosas instituciones superiores; a pesar de ello, estuvo

otros tres años cursando estudios de leyes en el Lincoln’s Inn de Londres (1591- 1594).

Conoció a sir Thomas Egerton, guardasellos del rey, quien lo nombró su ayudante

particular, cargo que desempeñó durante los cinco años siguientes.

Su primer libro de poemas, Sátiras, fue considerado como su obra más destacada. La

poesía de Donne se caracteriza por la irregularidad de la forma y una gran riqueza de imágenes

lingüísticas.

Utilizaba a menudo el llamado concepto, una elaborada metáfora que sintetizaba en sí dos

objetos o ideas aparentemente inconexos

Inspirado en parte en Ovidio, sus versos se alejan del petrarquismo en boga para dirigirse

a la mujer de carne y hueso a través de una poesía de gran intensidad emocional, que evita las

fórmulas en busca de un lenguaje más directo.


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Entregado de lleno a sus poemas y sermones, en 1621 fue nombrado deán de la catedral

de San Pablo, puesto que ocupó hasta su muerte. Dichos sermones, recopilados en un volumen

que fue publicado en 1661, justifican la fama de que gozó como predicador persuasivo y

elocuente, y están considerados como el paradigma de la oratoria sacra barroca en lengua

inglesa. Donne, fue ordenado en la iglesia anglicana y también formó parte del parlamento en

dos ocasiones. (debido a su proceso histórico, la Iglesia anglicana posee muchos elementos en

común con la Iglesia católica, ya que su separación obedeció a causas políticas más que

teológicas.)

Toda la producción literaria de John Donne (tanto sus poemas como sus ensayos y

sermones) osciló entre su admiración hacia lo medieval y las ciencias novedosas, entre el

catolicismo y el reformismo, entre el amor divino y la pasión humana, entre el vitalismo que

incita a pecar y el temor a la vida después de la muerte, y, en definitiva, entre dos temas tan

universales como el del ser humano y la divinidad. Además, dentro de su sabia utilización de los

más variados recursos de dicción, Donne supo enriquecer su poesía con numerosos elementos del

registro coloquial del lenguaje que, hasta entonces, habían permanecido excluidos de la lengua

poética. Y en lo tocante a los temas, abordó la materia amorosa dando la espalda al excesivo

sentimentalismo que, hasta la fecha, habían acuñado como rasgo propio del género los sonetistas

isabelinos.

Actualmente es venerado como santo por la Iglesia evangélica luterana en Estados

Unidos y la Iglesia anglicana. Su festividad se conmemora el 31 de marzo.

2. Producción Literaria

Poesía:
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 Poems (1633) Poems on Several Occasions (1719)

 Love Poems (1905)

 John Donne: Divine Poems, Sermons, Devotions and Prayers (1990)

 The Complete English Poems (1991).

Prosa:

 Six Sermons (1634).

 Fifty Sermons (1649).

 Paradoxes, Problemes, Essayes, Characters (1652).

 Essayes in Divinity (1651).

 Sermons Never Before Published (1661).

 John Donne's 1622 Gunpowder Plot Sermon (1606).

 Devotions Upon Emergent Occasions and Death's Duel (1623).

 Devociones para ocasiones emergentes (1623-1624), obra en prosa en la que trata

los temas de la muerte y de las relaciones humanas.

3. Análisis Literario de Forma:

Fragmento del Poema:

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?

¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?

¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?

¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.

Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
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Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un

promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro

unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por

ti.

Resumen:

Entre nuestras comunidades, la muerte suele verse con temor, John Donne, en la

"meditación XVII", se ve a sí mismo acercándose a la muerte, como se pone de manifiesto a

través de las campanas de la iglesia, que significan un funeral, dando a entender que cada muerte

disminuye el gran tejido de la humanidad. Estamos todos juntos en el mundo, y tenemos que

utilizar el sufrimiento de los demás para aprender a vivir mejor y así estar preparados para

nuestra propia muerte.

Tono:

Meditativo (capacidad de mantener la calma)

Efectos sonoros:

Puntuación (Donne, utiliza repetidamente una gran cantidad de puntos y comas, dos

puntos y puntos suspensivos.

Rima y ritmo:

No hay métrica yámbica, ni esquema de rima porque el poema está escrito en forma de

prosa.
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Tema:

La meditación 17 de John Donne transmite principalmente la idea de que toda la

humanidad está conectada entre sí. Por lo tanto, cuando una persona muere afecta a todos los

miembros de la población; un punto de vista que lleva al significado general de la obra en su

conjunto de que, "ningún hombre es una isla entera por sí mismo; cada hombre es una pieza del

continente, una parte del todo".

4. Análisis Literario de Fondo:

Quizás la prosa más famosa de Donne, “Meditación 17”, es la fuente de al menos dos

citas populares: “Ningún hombre es una isla” y (no sus palabras exactas) “No preguntes por

quién doblan las campanas; te cobrará.» En sus meditaciones, Donne trató de examinar algún

aspecto de la vida diaria, generalmente un rito religioso regular, y explicar su significado para él

y, por extensión, para todos los cristianos o la humanidad en general.

En esta meditación de dos párrafos, Donne medita sobre el sonido de la campana de una

iglesia que significa un funeral y lo relaciona con su propia enfermedad actual. Se pregunta si la

persona es consciente de que le ha sonado la campana. (Obviamente, si alguien está muerto, no

lo sabe y es demasiado tarde para meditar sobre ello.) Donne luego aplica la idea a sí mismo,

usando la campana para tomar conciencia de su propia enfermedad espiritual, y a todos los

demás al señalando que la iglesia es un establecimiento universal. Toda acción humana afecta al

resto de la humanidad de alguna manera. La universalidad de la iglesia proviene de Dios, quien

está a cargo de todas las “traslaciones” de la existencia terrena a la espiritual que ocurren al

morir. Aunque Dios usa varios medios para lograr este cambio, Dios es, no obstante, el autor y la

causa de cada muerte. Donne también compara este toque de muerte con la campana de la iglesia
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que llama a la congregación a adorar, ya que ambas campanas se aplican a todos y dirigen su

atención a asuntos más espirituales que materiales.

Donne usa una imagen interesante cuando considera que Dios es el “autor” de cada

persona y de cada muerte: “toda la humanidad es de un autor y es un volumen; cuando un

hombre muere, no se arranca un capítulo del libro, sino que se traduce a un idioma mejor; y cada

capítulo debe ser traducido así «. Ya sea que un hombre muera de anciano, en batalla, de

enfermedad o accidente, o incluso a través de las acciones del estado que imparte su idea de

justicia, Dios en cierto sentido ha decidido los términos de cada muerte. Como autor universal,

Dios unirá estas diversas páginas «traducidas», cada hombre un capítulo, en un volumen que está

abierto a todos. En la nueva “biblioteca” universal de la humanidad, “todos los libros estarán

abiertos unos a otros”. Sin embargo, todas estas imágenes ocupan solo una oración, y Donne

vuelve en la siguiente oración al significado de la campana.

Donne también relata cómo las diversas órdenes religiosas no estaban de acuerdo sobre a

qué grupo se le debería dar el privilegio de tocar la primera campana llamando a todos a la

oración; se tomó la decisión de permitir que la orden que se levantaba primero en la mañana

hiciera sonar esa campana. Una vez más, Donne conecta esto con la sentencia de muerte y se

insta a sí mismo y a sus lectores a tener en cuenta su inminencia al decidir qué hacer cada día.

Después de todo, la campana realmente suena para la persona que tiene oídos para escucharla.

Al comienzo del segundo párrafo, Donne vuelve a su idea de que «ningún hombre es una

isla», lo que indica que todos están conectados con todos los demás seres humanos de alguna

manera. Así como los terrones de tierra y arena son parte del continente europeo, también cada

hombre es parte de toda la raza humana; la remoción de un terrón disminuye el continente, y la

remoción de una vida humana disminuye a la humanidad. Dado que cada muerte disminuye de
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alguna manera al resto de la humanidad, cuando las campanas doblan para un funeral, doblan en

cierto sentido para todos.

Donne concluye afirmando que su meditación no es un esfuerzo por «tomar prestada la

miseria», ya que todos tienen suficiente miseria para su vida. Sin embargo, sí sostiene que la

aflicción es un tesoro porque hace que los hombres crezcan y maduren; por lo tanto, heredamos

sabiduría al percibir el sufrimiento de otro. Aunque un hombre no pueda hacer uso de esa

sabiduría por sí mismo mientras sufre y muere, aquellos que la observan pueden prepararse

mejor para su propio destino.

5. La Crítica Literaria De John Donne:

La producción poética de John Donne desafía las nociones típicas del decoro y uso

excesivo de metáforas al estilo Petrarca, se caracteriza principalmente por introducir conceptos

novedosos con toques satíricos y cínicos. Por esta particularidad, es considerado un maestro de la

vanidad metafísica, una metáfora extendida que combina dos ideas (significados) para

convertirlas en una sola, usando frecuentemente imágenes, razón por la cual ha recibido

numerosas críticas principalmente a finales del siglo XVII y durante el XVIII. Por otro lado, sus

obras liricas muestran una gran predisposición para experimentar con la métrica, que estaba

estructurada con ritmos cambiantes e inconstantes que se acercaban mucho al habla casual.

Debido a ello, Ben Jonson, un dramaturgo del Renacimiento, de mentalidad clásica, opinaba que

“Donne, por no tener el acento, merecía ser colgado”, esto significaría que sus obras no seguían

los convencionalismos existentes de la época y que contradecían a los poetas isabelinos, algo

característico del periodo Barroco europeo.


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Donne explora tópicos que son inminentes en la psique del hombre como la soledad, lo

relativo del tiempo, el vitalismo que incita a pecar y el temor a la vida después de la muerte, y lo

más importante, entre dos temas tan universales como el del ser humano y la divinidad. El

escritor y predicador tiene una gran influencia sobre otros poetas, como Herbert, Marvell,

Crashaw, Vaughn, y Herrick, lo que haría suponer que su arte era verdaderamente apreciado, no

obstante, dicha admiración fue durante sus primeros días de fama. Después de treinta años de su

muerte, durante la restauración de sus manuscritos fue poco leído, siendo catalogado de inepto y

crudo.

En 1693, John Dryden, un poeta por excelencia de la restauración inglesa, además de ser

un influyente dramaturgo y crítico literario, en su obra «Discurso sobre el original y el progreso

de la sátira» ataca la carencia de naturalidad en la poesía de Donne, “Afecta en la metafísica, no

sólo en sus sátiras, sino en sus versos amorosos, donde sólo debe reinar la naturaleza; y deja

perplejas las mentes del bello sexo con bellas especulaciones filosóficas, cuando debería ocupar

sus corazones y entretenerlos con las dulzuras del amor”

Dryden usa la palabra “metafísica” no para referirse a un estilo poético en concreto, sino

más bien para tildar las creaciones de Donne como poco intelectuales. Posteriormente, el término

se le relaciona con el tipo de poesía que los críticos encontraron insignificante e indigno de

atención.

En 1781, Donne recibe desfavorables críticas, de parte de Samuel Johnson, una de las

figuras literarias más importantes de Inglaterra, su opinión influyo para bien o para mal, la

reputación de Donne, en su escrito «Vidas de los poetas ingleses más eminentes» designa no solo

a Donne sino a todo el grupo de poetas que siguieron su estilo: “Acerca de principios del siglo

XVII apareció una raza de escritores que puede denominarse los poetas metafísicos”
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A pesar de ello, Johnson reconoció su admiración por la erudición de Donne,

considerándolo "un hombre de conocimientos muy extensos y variados". El crítico consideraba

que el arte era incrustado en las realidades y experiencias de la vida, de este modo, aprueba la

poesía moral y filosófica de Donne, en especial su poema «Los Aniversarios», donde encuentra

seriedad moral combinada con un profundo pensamiento y expresión lucida. En cuanto a sus

apreciaciones, estas han sido tomadas como fuente de referencia en todos los intentos posteriores

por explicar la estética de John Donne.

A raíz de las definiciones de Samuel Johnson sobre la metafísica dentro de la lírica, los

poetas románticos, continúan con esta visión de la poesía de Donne como despreciada como

cruda y poco natural. A estos juicios se suma la visión victoriana que desde su moral ve la poesía

de Donne como obscena y lujuriosa. Sin embargo, no todas las críticas fueron negativas, y hubo

quién pudo valorar la riqueza de sus producciones en general, Taylor Coleridge, poeta y filósofo

inglés, fundador del Romanticismo en Inglaterra, explica en su texto «Biographia Literaria» la

función sintetizadora del ingenio de Donne, y lo expresa de la siguiente manera:

“La viveza de las descripciones o declamaciones en Donne, es tan tanto y tan a menudo

derivado de la fuerza y el fervor del descriptor, como de las reflexiones, formas o incidentes que

constituyen su tema y materiales”

Su crítica contenía las palabras “vigor", "poder" y "fuerza" que parecen denotar su talento

para "intelectualizar las emociones". También encontró admirable «Canción: Amor más dulce,

yo no me voy» porque Donne no intentó presionarlo en un molde convencional, dando una

opinión desde su posición de lector entusiasta "por la dulzura y ternura de expresión, castigada

por una consideración y una fe religiosa, es casi perfecta". No hay duda que, Coleridge encontró

en la poesía de Donne un rico alimento para sus teorías generales, sobre la intercomunicación del
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poeta y el lector y el crecimiento de la poética, encontró, no sólo estimulantes las presunciones

intelectuales de Donne, sino también suspicaz perceptible a sus trasfondos de lirismo y ternura.

En cuanto a la crítica moderna, fue el primero en escuchar a Donne en una época donde había

sido ignorado.

El renacimiento y la valoración de su poesía fue recién a principios del siglo XX, hubo un

creciente intereses por los llamados poéticos metafísicos, como consecuencia, aparecen diversos

trabajos críticos sobre este grupo y su estilo. Por ejemplo, la colección de ensayos críticos

editada por Theodore Spencer titulado «Una guirnalda para John Donne»

En 1912, T.S. Eliot, la figura más importante de la poesía en lengua inglesa y critica del

siglo pasado, lo rescata como un poeta que pudo combinar sentimiento e intelecto en una forma

que luego se perdió en la literatura inglesa. Para Eliot, en Donne hay “directo aprehensión

sensorial del pensamiento, o una recreación del pensamiento en sentimiento. Un pensamiento

para Donne fue una experiencia; modificó su sensibilidad”. Debido a estas intervenciones hubo

una ampliación de audiencia que dan reconocimiento a la figura del prosista, aunque es

entendible que el estilo y la cosmovisión de aquella época son diferentes a las actuales,

establecen una distancia entre el poeta y los lectores contemporáneos.

Su producción literaria más famosa y aclamada «Devociones en ocasiones emergentes»

recibió respuestas mixtas por partes de los críticos, a pesar de ello, es un libro que ha continuado

en la memoria cosmopolita y no se pierde en el olvido. Tal es el caso de a descripción

proporcionada por Mary Arshagouni:

“La obra más madura y quizás más compleja de Donne: un poema en prosa notable y

sostenido que no solo expresa emociones internas conflictivas y poderosas, sino que también
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proporciona conscientemente a sus lectores un modelo conmovedor de las experiencias de los

elegidos de Dios al confrontar el curso inexorable de la pecaminosidad humana que caracteriza la

vida en la tierra”

No cabe duda que, John Donne supo plasmar aquellas inusuales metáforas, con gracia y

originalidad, y tanto su poesía amorosa como la de carácter metafísico, lo posiciona como un

clásico de la poesía barroca universal.

6. Conclusiones:

 Jhon Donne, es uno de los grandes poetas metafísicos ingleses y predicadores

religiosos. Su estilo se destaca por primicias abruptas y distintas paradojas. Sus frecuentes ritmos

de lenguaje dramático o habitual, su sintaxis tensa y su dura elocuencia, fueron tanto una

reacción contra la suavidad de la poesía isabelina convencional como una adaptación al inglés de

las técnicas barrocas y manieristas europeas.

Su carrera temprana estuvo marcada por la poesía que contenía un inmenso conocimiento

de la sociedad inglesa y se enfrentó a ese conocimiento con duras críticas.

 El poema "Meditación XVII de Devotions Upon Emergent Occasions", es una

obra reflexiva que habla de temas fúnebres y de las relaciones humanas. Cabe destacar que el

poema fue escrito cuando el poeta convalecía una grave enfermedad, es por ello que presenta

particulares características relacionadas con la Dios y la muerte. Para muchos críticos, la obra de

Donne, es Una lección que trasciende los siglos y que nunca perderá vigencia ni singularidad.
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Referencias

John Donne. (2019, mayo 31). EcuRed, . Consultado el 05:55, enero 18, 2022

en https://www.ecured.cu/index.php?title=John_Donne&oldid=3391650.

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de John Donne». En Biografías y Vidas. La

enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/donne.htm [fecha de acceso: 17 de enero

de 2022].

A. Farronán. (1998). Vida y Obra de Jhon Donne. Biblioteca Central De Marruecos.

Chiacchio, C. (2007) Rostros de la humanidad: La poesía de John Donne, 106-111. En Memoria

Académica. Disponible en:

https://memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.4584/pr.4584.pdf

Granqvist, R. (1975) The reputation of John Donne 1779-1873. The University of Uppsala.

Stockholm: Almqvist & Wiksell International.

Sasagawa, H. Too Good for Mere Wit: How Coleridge Read Donne’s Poetry. Recuperado de:

https://www.jstage.jst.go.jp/article/eer/39and40/0/39and40_51/_pdf/-char/ja

Victor, M. (2000). Biografía de John Donne. Producción Literaria, Website:

Buscabiografias.com

Zapata, R (2003). Crítica Literaria de la Obra de Jhon Donne. UNMS

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