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RESUMEN
ABSTRACT
This article presents a series of composers who either had Malaga as
inspiration or used “malagueña” as musical style in some of their works.
1. Introducción.
¿Cuántos autores de música clásica han compuesto obras
centradas en Málaga, en sus barrios o lugares singulares? y ¿cuántos
han utilizado la malagueña como motivo de su música? Probablemente,
muchos más de los que piensan incluso los buenos melómanos. En el
rastreo llevado a cabo, el número supera los cincuenta. Además, un nú-
mero significativo de ellos no se ha limitado a una única composición.
Hay que señalar que nos hemos centrado en músicos cuyo tra-
bajos se citan en catálogos, diccionarios, colecciones de partituras y
grabaciones, con los conceptos expuestos en las dos primeras líneas,
dicho de otro modo, se han descartado obras que han recibido el
título de malagueñas canarias, malagueñas murcianas, rondeñas
malagueñas, etc., porque muchos expertos no se ponen de acuerdo
en las consiguientes denominaciones y el autor confiesa carecer de
conocimientos para tratar ese tema que desbordaría por completo el
espacio permitido en la revista.
Las obras compuestas tienen interpretaciones de lo más variado:
arpa, cuarteto de clarinetes, guitarra, guitarra y orquesta, piano,
piano y voz, orquesta, quinteto de viento, zarzuela, violín y piano,
etc. Incluso, de algunas de ellas se hacen adaptaciones diversas, por
ejemplo malagueñas insertas en zarzuelas, simplemente para dar
ambiente y que poco o nada tienen que ver con la trama de la obra, se
suelen versionar para voz y piano, especialmente si han tenido éxito.
Las lógicas limitaciones impuestas por la revista nos han obliga-
do a hacer una selección de autores utilizando dos criterios: incluir
algunos compositores muy conocidos, por ejemplo Albéniz y Ravel, y
en el extremo opuesto aquellos que gozan de escasa popularidad. Es
casi seguro que la selección no convenza a algunos lectores, ya que
considerarán que ni son todos los que están ni están todos los que son.
Los autores, en su mayor parte, han desarrollado su labor en
los siglos XIX y XX, en algún caso en el XXI. El mayor número son
españoles y dentro de ellos predominan los andaluces
Las noticias sobre muchos autores y sus obras no son muy abun-
dantes. La base para los datos biográficos han sido Diccionario de
la música española e hispanoamericana, The New Grove Dictionary
of Music and Musicians, Diccionario de la zarzuela: España e His-
panoamericana, Diccionario Biográfico-Bibliográfico de efemérides
de músicos españoles1, habiéndose completado la información con
datos obtenidos en otros textos y en páginas web.
Los compositores estudiados se presentan por orden alfabético,
mostrando unos datos biográficos y la obra u obras que se ajusten
a la selección del trabajo. Cuando ha sido posible se han incluido
críticas u opiniones de las obras, lo cual no siempre ha podido ser,
bien por desconocer cuando fueron estrenadas las obras bien por ser
composiciones de escasa difusión y entidad y no existir comentarios
sobre ellas, ni siquiera en las biografías de los autores.
2. Isaac Albéniz.
Nació el 29 de mayo de 1860 en Campodrón (Gerona), debutando
como pianista a los cuatro años en el Teatro Romea de Barcelona,
con la interpretación de una fantasía sobre las Vísperas Sicilianas
de Verdi. En 1876, durante dos meses, estudia en la Hochschule für
Musik de Leipzig. En el mismo año se instala en Madrid y bajo la
protección Guillermo Morphy Ferris, secretario de Alfonso XII, es in-
troducido en los círculos aristocráticos e incluso la Familia Real, que
le concedió una beca para el Conservatorio Real de Bruselas. De 1877
hasta mayo de 1881 permaneció en La Habana, volviendo a Madrid en
ese año. Durante el resto de los años ochenta vive alternativamente
entre Madrid y Barcelona. En 1890 fija su residencia en Londres y
en junio firma un contrato en exclusiva con Henry Lowenfeld que
deroga en 1893 suscribiendo otro con Francis Thomas Burdett Money
Coutts, que influyó extraordinariamente en su faceta de compositor.
A finales de 1894 se instala en París. En marzo de 1904 abre casa en
Niza simultaneando sus estancias con París. El 1 de abril de 1909,
por recomendación médica se traslada al balneario Cambo-les-Bains,
en los Pirineos occidentales donde fallece el 18 de mayo.
Además de ser un gran compositor Albéniz fue un solista excep-
cional que recorrió toda Europa en giras de conciertos, en tal número
que resulta imposible exponer aquí2.
Isaac Albéniz escribió cuatro obras que se acomodan a lo aquí
exigido. Cronológicamente la primera es la Rapsodia española para
dos pianos, Op. 70, fue compuesta en 1886. Se trata de un conjunto
de temas populares entre ellos, compases 272 a 386, un Andantino
ma non troppo, que es la malagueña de Juan Breva. Fue publicada
2 La sucinta biografía que damos está extraída de ROMERO, J., Albéniz, Disco-
grafía recomendada. Obra completa comentada, Editorial Península, Barcelona,
2002, pp. 29-60 y pp. 467-483.
4. Portada del libreto de Las mocitas del barrio, con texto de Casero y Larrubiera y
música de Federico Chueca (Biblioteca Nacional, Sala Cervantes, Sig. T/4208(17))
6. Óscar de la Cinna.
8. Roberto Gerhard.
23 Las notas biográficas han sido obtenidas de DUQUE, C., Robert Gerhard, la
canción recuperada. Notas al programa, Aula de (re)estrenos 91, Fundación
March, Madrid, 2014, pag. 20 y GRACÍA LABORDA, J.M., En torno a la Se-
gunda Escuela de Viena, Madrid, Editorial Alpuerto, 2005, pp. 47-79.
24 CASARES, E., Gerhard Ottenwaeld, R. en DMEH, Tomo V, pp. 579-585, HOMS,
J., Robert Gerhard y su obra, Universidad de Oviedo, Servicio de Publicaciones,
26 DUQUE, C., Id., pag 20. Las notas a pie de página que acompañan al texto son
(1) Roberto Gerhard, cuaderno de notas, Cambridge University Library, Gerhard
9.116. (2) Roberto Gerhard, cuaderno de notas, Cambridge University Library,
Gerhard 9.117. En respuesta a la consulta realizada a Duque a través de J.L.
Meirás, aquel supone que, a la vista de la partitura autógrafa de Cambridge,
la letra de Gerhard corresponde a la década de los 40. Apunta también que
podía tratarse de un encargo de Conchita Badía, que colaboró estrechamente
con Gerhard.
27 SÁNCHEZ DE ANDRÉS, L., op. cit., pag. 353.
28 DUQUE, C., op. cit., pag 29.
Sus obras de piano (no escribió más que para este instrumen-
to) son de gran sencillez técnica; pero su exquisito buen gusto
y su irreprochable línea melódica, tienen tal atractivo que
ya la quisieran para sí esos músicos atiborrados de ciencia
para los cuales es libro cerrado herméticamente todo lo que
se relaciona con la fantasía, la inspiración y el genio. Sus
obras han quedado en pianolas y gramófonos y despiden,
como el primer día, la fragancia de lo bello, lo distinguido
y lo ingenuo al mismo tiempo que acusan un fuerte sabor
andaluz completamente alejado del chocarrero género que
exporta la plebe profesional y lejos del extranjerismo que
en nuestra música andaluza ha introducido la hora actual39.
55 Musicografía, nº 22, Febrero 1935, pag. 17. Esta crítica se repitió en Las Pro-
vincias.
56 SOPEÑA IBAÑEZ, F. Historia Crítica del Conservatorio. Madrid. Ministerio
de Educación y Ciencia, Dirección General de Bellas Artes. 1967, pag. 250.
57 Ritmo. Septiembre 1959, pag. 18. Boletín de la Sociedad General de Autores de
España, Septiembre, 1959, pag. 15.
63 Nadie se muere hasta que Dios quiere: pasillo filosófico fúnebre en un acto.Le-
tra del Sr. Dn. Narciso Serra; música del maestro C. Oudrid, N 4 Malagueña,
reducción por F. Lahoz. Madrid (Calle del Correo, 4). C. Martín, 1860.
64 La escueta biografía se ha compuesto utilizando: TRANCHEFORT, F-R. Mau-
rice Ravel en Guide de la musique de piano et de clavecín. Fayard. 1987, pp.
598-599; PAROUTY, M. Maurice Ravel en Guía de la música sinfónica. (Dtor.
TRANCHEFORT; F-R) Madrid. Alianza Editorial. 1989. pp. 930-931.
Agradecimientos.