Está en la página 1de 92

Aspectos de fraseología teórica española

Leonor Ruiz Gurillo

Aspectos de fraseología teórica española

Anejo nº XXIV de la Revista


CUADERNOS DE FILOLOGÍA

DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA ESPAÑOLA


(Lengua Española)

FACULTAT DE FILOLOGIA

UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
ISBN: 84-370-3327-6
Depósito legal: 1997

Artes Gráficas Soler, S. A. -La Olivereta, 28 - 46018 Valencia


Gratulatoria

Desde aquí deseo manifestar mi más profundo agradecimiento hacia mi maestro el


Dr. D. Antonio Briz Gómez que me ha animado siempre a continuar con el estudio de la
fraseología, campo éste todavía hoy poco investigado.
Igualmente, quisiera mostrar mi agradecimiento hacia aquellos profesores que de
un modo u otro me ayudaron con sus consejos “fraseológicos”: Wolfgang Fleischer,
Mario García-Page, Rosemarie Gläser, Herbert Holzinger, Vicent Salvador, Harald Thun,
Barbara Wotjak, Gerd Wotjak y Alberto Zuluaga, así como hacia los doctores que en su
día juzgaron la tesis, base principal de este trabajo: Dña. Mª Antonia Martín Zorraquino,
D. Gerd Wotjak, Dña. Mª Teresa Echenique, D. Mario García-Page y D. Vicent Salvador.
Tampoco puedo olvidar el apoyo constante y permanente de mis compañeros del
grupo de investigación Val.Es.Co. y de mis compañeros del Departamento de Filología
Española de la Universitat de València.
A mis amigos,
en el más amplio sentido de la palabra
Índice

Págs.

ABREVIATURAS.....................................................................11

INTRODUCCIÓN ....................................................................13

1. BREVE HISTORIA DE LA FRASEOLOGÍA ...........................17

2. ¿ES LA FRASEOLOGÍA UNA DISCIPLINA AUTÓNOMA? ......33

2.0. Introducción...............................................................33
2.1. La fraseología como disciplina lingüística autónoma ...34
2.2. La fraseología como rama dependiente........................37
2.2.1. La conexión con la estilística .........................37
2.2.2. La conexión con la lexicología.......................39
2.2.3. Conexiones con la lexicografía
y la paremiología ...........................................40
2.3. ¿Ocupa la fraseología una posición interdisciplinar?...40
2.4. Conclusiones ...........................................................42

3. ACERCA DEL CARÁCTER NO DISCRETO


DE LAS UNIDADES FRASEOLÓGICAS ..............................45

3.0. Introducción...............................................................45
3.1. En la periferia de la lengua.........................................47
3.1.1. Las unidades fraseológicas,
unidades de lengua ......................................47
3.1.2. De la unidad simple
a la unidad fraseológica.................................48
3.1.3. De la unidad fraseológica al sintagma libre....50
3.1.4. Hacia su estudio sistemático .........................52
3.1.5. Conclusiones.................................................54
3.2. En el núcleo de la periferia .........................................55
3.2.1. Concepciones anchas ....................................56
3.2.1.1. Algunos ejemplos..............................56
3.2.1.2. Conclusión: la concepción de la
fraseología de forma ancha................62
3.2.2. Concepciones estrechas.................................63
3.2.2.1. Algunos ejemplos..............................63
3.2.2.1.1. Polarización de las diferencias:
locuciones/unidades sintagmáticas .....67
3.2.2.2. Conclusión: la concepción de la
fraseología de forma estrecha...............69
3.3. Conclusiones: ¿concepción ancha
o concepción estrecha? ..............................................71

4. EN TORNO AL PROTOTIPO DE UNIDAD FRASEOLÓGICA ..73

4.0. Introducción ...........................................................73


4.1. Propiedades y rasgos ..................................................74
4.2. Conclusiones: el prototipo de unidad fraseológica ...... 81

5. HACIA UNA DELIMITACIÓN


DE LAS PROPIEDADES FRASEOLÓGICAS ....................... 85

5.0. Introducción ........................................................... 85


5.1. La fijación fraseológica............................................... 86
5.1.1. El proceso de fijación en la lengua ................ 86
5.1.1.1. La repetición,
mecanismo lingüístico ...................... 86
5.1.1.2. El concepto de colocación ................ 87
5.1.2. La fijación, una propiedad fraseológica ......... 89
5.2. La idiomaticidad fraseológica..................................... 91
5.2.1. El proceso de idiomaticidad en la lengua...... 91
5.2.1.1. El idioma y lo idiomático.................. 91
5.2.1.2. Lexicalización vs. Idiomaticidad ....... 96
5.2.2. La idiomaticidad fraseológica ........................ 99
5.3. El proceso de fraseologización. Conclusiones ........... 102

6. UNA CLASIFICACIÓN NO DISCRETA


DE LAS UNIDADES FRASEOLÓGICAS ESPAÑOLAS ....... 105

6. 0. Introducción ......................................................... 105


6. 1. Los sintagmas nominales fraseológicos ................... 106
6. 2. Los sintagmas verbales fraseológicos ...................... 110
6. 3. Los sintagmas prepositivos fraseológicos................. 114
6. 4. Conclusiones 121

CONCLUSIONES ................................................................ 123

BIBLIOGRAFÍA.................................................................... 125
Abreviaturas

al. alemán
esp. español
ingl. inglés
it. italiano
fr. francés
DFEM VARELA, F. ; H. KUBARTH, (1994). Diccionario fraseológico
del español moderno. Madrid, Gredos.
DRAE RAE. (1992). Diccionario de la lengua española. Madrid, Espasa
Calpe.
DUE MOLINER, M. (1983). Diccionario de uso del español. Madrid,
Gredos.
GDLE Gran diccionario de la lengua española. Barcelona,
Larousse Planeta, 1996.
OD objeto directo
OI objeto indirecto
rum. rumano
UF unidad fraseológica
UFS unidades fraseológicas
USV unidad sintagmática verbal
USVS unidades sintagmáticas verbales
Introducción

Actualmente, los estudios sobre fraseología acotan el espacio que van a estudiar y
su terminología, puesto que en general se supone que la tradición precedente puede dar
una explicación suficiente del ámbito de trabajo y de la metodología seleccionada. Esta
circunstancia, que evidencian algunos lingüistas como G. Gréciano, puede constatarse en
países como la antigua Unión Soviética, Alemania, Austria, Francia, etc., pero no en
España, donde la escasez de trabajos generales sobre fraseología española dificulta tanto
la selección del objeto de estudio como la terminología o la metodología que ha de
emplearse.
Ciertas cuestiones teóricas de la fraseología no han sido hasta el momento
suficientemente tratadas y, en concreto, el carácter no discreto que presenta la misma.
Su observación como una categoría difusa con límites poco rígidos constituye el objeto
principal de este trabajo. Asimismo, se abordarán otros problemas, como la historia de la
fraseología o su posición interdisciplinar.
El capítulo 1 constituye un esbozo de la historia de la fraseología, de las diferentes
posturas e ideas que han sostenido diversos investigadores desde distintas tradiciones
lingüísticas. La ordenación del material responde tanto a criterios cronológicos o
espaciales, como a la adscripción de un autor a una determinada metodología lingüística.
De este modo, se revisan algunas de la recopilaciones paremiológicas más destacadas
desde el s. XVI hasta nuestros días, así como las diversas corrientes lingüísticas que han
abordado el análisis de las unidades fraseológicas (UFS), desde el estructuralismo hasta
algunas de las últimas tendencias en pragmática.
En el capítulo 2 se determina si la fraseología puede ser tratada como una
disciplina autónoma o depende de alguna o algunas de las disciplinas de la lingüística o
de otras ramas, problema que tiene su importancia por los inconvenientes que entraña
estudiar lingüísticamente las unidades que la componen.
Relacionado con este aspecto, en el capítulo 3 se explican los problemas inherentes
al análisis de las combinaciones fijas de palabras. La mayor parte de los lingüistas se han
referido de uno u otro modo a las dificultades que entraña abordar las UFS sirviéndose de
las herramientas que ofrecen la lexicología o la sintaxis. Por ello, se hará referencia
asimismo a las unidades que componen la fraseología, tanto desde una concepción ancha
como desde una concepción estrecha.
Una vez establecido el dominio de la fraseología y las combinaciones que la
integran, se está en disposición de configurar su prototipo, desde la certeza de que se
trata de unidades no discretas que estructuran un espacio categoríal difuso, tarea a la
que se dedicará el capítulo 4. Para lograr el objetivo final, se expondrán las propiedades
que definen las UFS, la fijación y la idiomaticidad, y los rasgos que las determinan.
El capítulo 5 constituye un complemento de los anteriores y va encaminado a
describir qué se entiende por fijación fraseológica, por idiomaticidad fraseológica y por
fraseologización, y qué semejanzas y diferencias guardan con otros fenómenos del
lenguaje.
La comprobación empírica del prototipo se expone en el capítulo 6, donde se
aplican los principios esbozados a tres clases de sintagmas fraseológicos: los nominales,
los verbales y los prepositivos. De este modo, se observan tanto las coincidencias como
las diferencias entre ellos y se obtiene una visión del centro y de la periferia de la
fraseología concebida de forma estricta.
Todos los capítulos vienen precedidos de una cita que resume, aclara o introduce
alguno de los aspectos que se van a tratar. Puesto que la fraseología incluye no sólo
locuciones, frases proverbiales o refranes, sino también, en un sentido más amplio, citas,
rezos, etc., se empleará esta forma de preámbulo. De igual manera, cada capítulo
contiene una introducción, que anuncia los temas que se abordarán y su estructuración,
y una conclusión, que resume y recapitula lo expuesto y en ocasiones aporta nuevos
argumentos.
Nuestro trabajo no se va a ocupar de los problemas términológicos que plantea este
campo de análisis, aunque se hacen necesarias ciertas precisiones terminológicas y
conceptuales. En lo sucesivo, se emplearán principalmente los términos de fraseología,
unidad fraseológica (UF), locución y unidad sintagmática verbal (USV). El primero de
ellos denomina el ámbito al que se adscriben las unidades que conforman el objeto de
estudio y se entiende como la disciplina que estudia las unidades fraseológicas (UFS)
desde un punto de vista sincrónico o diacrónico. La denominación unidad fraseológica
hace referencia a una combinación fija de palabras que presenta algún grado de fijación y
eventualmente de idiomaticidad. La elección de dicho término, frente a otros como
expresión fija o frase hecha, se debe a diversas razones, como su afinidad con la
denominación de fraseología, su alta frecuencia de aparición en ciertos estudios
lingüísticos o su mayor adecuación a la idiosincrasia de dichas combinaciones; a nuestro
modo de ver, se trata de unidades que se comportan como un lexema, aunque presentan
la forma de una combinación de palabras, esto es, de un sintagma o de una estructura
superior. Por otra parte, téngase en cuenta que, según la definición arriba expresada, las
UFS no son esencialmente idiomáticas, sino primordialmente fijas. Esta aserción tiene
ciertas repercusiones metodológicas, puesto que las combinaciones fijas de palabras
únicamente fijas y no idiomáticas también se tratarán como UFS y, por tanto, como
unidades pertenecientes a la fraseología. De este modo, constituyen UFS combinaciones
como a la buena de Dios, tomar el pelo, contigo pan y cebolla, dime con quién andas y te
diré quién eres o buenos días. En consecuencia, el término unidad fraseológica incluye
combinaciones muy diversas que frecuentemente se conocen con las denominaciones de
modismo, locución, frase proverbial, refrán y fórmula pragmática, aunque también
puede hablarse de otros grupos.
Como se irá delimitando, centran nuestro interés las locuciones, que se entienden
como UFS que son equivalentes al lexema o al sintagma. En esta definición no se toma en
consideración si tales combinaciones presentan anomalías extrañas que transgredan las
reglas gramaticales o no. Ello indica que las combinaciones con algún tipo de anomalía,
acotadas a menudo con el término de modismo, se tratarán como locuciones. El nombre
de modismo resulta relativamente ambiguo, pues, aunque en general la tradición
gramatical lo emplea para aludir a las combinaciones que muestran anomalías léxicas,
gramaticales, etc., otros lingüistas lo usan para referirse a las combinaciones que
también se acotan con la denominación de locución. Por otra parte, conforman nuestro
objeto de estudio las combinaciones que se denominarán unidades sintagmáticas
verbales, término de Martín Mingorance (1983) y traducción del francés propuesto por
Guilbert (1975), con el que se hace referencia a ciertas combinaciones fijas verbales, como
tomar nota, poner en tratamiento o hacer uso, que presentan cierto índice de regularidad y
que se sitúan en una zona periférica de la fraseología.
CAPÍTULO 1

Breve historia de la fraseología


"¿Qué ley fonética, qué sistema semántico, qué nueva rama de la lingüística
podrá guiarnos hasta la esencia entrañable de los modismos? Leyendas desaparecidas,
supersticiones ahuyentadas, ritos, costumbres, juegos populares, oficios venidos a
menos, rivalidades entre pueblos vecinos, minúsculos sucesos memorables para una
aldea o para una familia … Toda la psicología, toda la vida íntima y social, toda la
historia no historiable de nuestros antepasados, ha ido dejando sus huellas en esas
fórmulas elípticas, que se acuñaron para dejarlas en herencia a los que vinieran
después".
(Casares, 1950=1969:241).

0. La fraseología ha sido desde siempre la tierra de nadie a la que acudían


investigadores de todas las escuelas y signos movidos por el interés que despertaban en
ellos las combinaciones fijas de palabras. Ello ha ocasionado que durante siglos las
únicas contribuciones relativas a su análisis se hallaran en las recopilaciones
lexicográficas generales y particulares, o que en los últimos cien años su estudio haya
quedado relegado habitualmente a disciplinas limítrofes a las de carácter lingüístico,
como la paremiología, por lo que suele resultar complicado discernir la filiación de los
diferentes autores. A este respecto, Pilz (1978:23) insiste en que las publicaciones sobre el
tema constituyen aportaciones aisladas que no pertenecen a una escuela o corriente.
Además, se ubican generalmente en obras paremiológicas, lingüísticas o científicas y, con
frecuencia, encontrar algunos artículos depende de la casualidad. Esta situación puede
aplicarse tanto a la bibliografía alemana, como a la francesa o la inglesa, y es única de la
fraseología, ya que no se halla un paralelismo similar en otras ramas, circunstancia que
dificulta, según el autor, las cuestiones relativas a la terminología y a la posición del
objeto de estudio.
Puede añadirse que en otras lenguas como el español el estado de las
investigaciones es paralelo al de otros idiomas, o tal vez peor, ya que habitualmente los
trabajos en ruso, en alemán, en inglés o en francés han servido como punto de partida a
las contadas contribuciones en nuestra lengua.
Tras esta necesaria aclaración, se examinará brevemente la evolución de los
trabajos sobre fraseología, intentando delimitar escuelas o, mejor dicho, influencias entre
los autores. No se llevará a cabo una revisión exhaustiva; únicamente se reseñarán
algunas de las aportaciones más destacables en diversas lenguas.

1. Ya desde antiguo el hombre de ciencia sintió curiosidad por ciertas expresiones


que empleaba cotidianamente y quiso estudiarlas y recogerlas. Esta tendencia vino
motivada por el interés que despertaban como modo peculiar de hablar de los pueblos
más que como material de estudio científico. De esta manera surgió la paremiología,
disciplina que trata de los refranes.
El humanismo fomentó esa preocupación. Erasmo de Rotterdam en el prólogo de
sus Adagia dedica un espacio al proverbio, del que considera características la
generalidad, la popularidad, la brevedad, la belleza formal, así como ser expresión
indirecta y metafórica, de contenido moral. No se plantea diferenciar entre proverbio y
refrán. Esta distinción está también ausente en sus seguidores. Así, los erasmistas
españoles confunden o identifican habitualmente dichos conceptos, como ocurrre por
ejemplo con Juan de Valdés o J. de Mal-Lara que teorizan sobre ellos. La identificación se
transmite igualmente a las colecciones de refranes o proverbios.
En español, la primera colección de refranes o sentencias se remonta al siglo XV,
aparecida en una estampa en cuyo borde inferior se lee la siguiente nota: "Iñigo López de
Mendoça a ruego del Rey Don Juan ordenó estos refranes que dizen las viejas tras el
fuego y van ordenadas por a, b, c". De este documento se conocen dos ediciones de 1512
y 1550. Su difusión incrementó el interés por la compilación de refranes y dio lugar a
otras publicaciones, como la de Dimas Capellán en 1510, la de Fernando Arací Benue en
1533 o la aparecida en 1541 de autor anónimo, titulada Refranes glosados en los quales
qualquier que con diligencia los quisiere leer hallara prouerbios y marauillosas sentencias y
generalmente a todos muy prouechosos. En 1549 aparece, según Fernández-Sevilla (1985),
la más importante colección de refranes editada en España hasta mediados del siglo XVI.
Se trata del Libro de refranes copilado por el orden del abc en el qual se contienen quatro
mil y trezientos refranes. El mas copioso que hasta oy ha salido impresso, de P. Vallés.
A principios del siglo XVII el interés por estas estructuras se ha incrementado, de
tal modo que se recogen también otras formas como frases proverbiales o sentencias
populares. Ello se ve reflejado en diccionarios generales como el Tesoro de la lengua
española, de Sebastián de Covarrubias en 1611, o en gramáticas como el Espexo general
de la gramática en Diálogos, de Ambrosio Salazar en 1614. También surgen colecciones
especializadas como los Refranes o proverbios en romance, de Hernán Núñez en 1621 o el
Vocabulario de Refranes y Frases Proverbiales y otras formas comunes en la Lengua
Kastellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia, del Maestro Gonzalo
Correas en 1627.
En el siglo XVIII la tendencia recopilatoria sigue en aumento. La Real Academia
Española confecciona entre 1726 y 1739 los seis tomos del Diccionario de la lengua
castellana en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad con
las frases y modos de hablar, los proverbios o refranes y otras cosas convenientes al uso
de la lengua.
El número de obras se multiplica en el siglo XIX. El refrán deja de ser pieza de
erudición para convertirse en elemento de investigación fundamentalmente folclórico y
popular. De este modo se entiende que sean los folcloristas quienes con mayor
entusiasmo lleven a cabo recopilaciones y estudios. Entre ellos destaca José María
Sbarbi, que en 1851 publica el Diccionario de Refranes, Adagios y Locuciones proverbiales,
con su exacta o más aproximada correspondencia en francés y viceversa, en 1874 el
Refranero general español y en 1891, la Monografía sobre los refranes, adagios y
Proverbios Castellanos y las obras o fragmentos que expresamente tratan de ellos en
nuestra lengua, obra que ya había sido premiada por la Biblioteca Nacional en el
concurso público de 1871. Existen otras recopilaciones significativas en el siglo XIX como
el Diccionario de modismos, voces populares y frases hechas, puramente castellanas, de
Ramón Caballero en 1891; el Diccionario de frases de los autores clásicos españoles, de
José Mir y Nogueras en 1899, y la colección de Mil trescientas comparaciones populares
andaluzas, realizada por F. Rodríguez Marín también en 1899.
Durante el siglo XX resultan igualmente abundantes estas recopilaciones.
Destacan la Fraseología y estilística castellana, de Julio Cejador (1921-1925); los 1000
idiomatische spanische Redensarten, mit Erklärungen und Beispielen, de Werner
Beinhauer (1939), y algo más tarde el Stilistisch-phraseologisches Wörterbuch Spanisch-
Deustch, que vinieron a sumarse a su obra sobre el español coloquial; el Refranero
general ideológico español de L. Martínez Kleiser (1953); el Diccionario de modismos de la
lengua castellana, de Ramón Caballero (1942); El porqué de los dichos, de José María
Iribarren (1956); El refranero español , de J. M. Tabanera (1959); Ciencia del lenguaje o
arte de estilo, de Martín Alonso (1970), o la Fraseología española en su contexto, de José
María Domínguez (1979)1.

2. No obstante, este interés por recoger lo idiomático no viene acompañado


frecuentemente de una preocupación por estudiarlo lingüísticamente. Se habrá de
esperar hasta 1950, año en que ve la luz la Introducción a la lexicografía moderna de Julio
Casares. En este manual se dedican algunos capítulos al estudio de las locuciones, las
frases proverbiales, los refranes, los modismos y otras estructuras. El intento del autor es
único es nuestra lengua y supone un gran avance como intento de delimitación y
clasificación de construcciones pluriverbales.
Dicho trabajo será traducido relativamente pronto al ruso, hacia 1958. Algunos
años antes, los investigadores soviéticos habían empezado a preocuparse por el análisis y
la sistematización de las UFS2. Sus esfuerzos se habían dirigido no sólo a su lengua

1La mayor parte de estos datos han sido tomados de Tristá (1985) y Fernández-Sevilla (1985), aunque se han
incorporado otros de diversa procedencia.
2En este capítulo se ha procedido a una simplificación terminológica, debido a que este aspecto no constituye en
ningún caso el objetivo aquí perseguido. Ello significa que, con el fin de facilitar la exposición, aunque se
mencionen teorías particulares, se empleará generalmente el término unidad fraseológica, haya sido o no utilizado
materna, sino también hacia otras como el francés, el inglés o el español. Algunos
congresos, como la Primera Conferencia entre Repúblicas sobre los Problemas de la
Fraseología, celebrado en Samarkanda (Turquía) en 1959, y la Conferencia sobre
Problemas de Fraseología y de Compilación de un Diccionario Fraseológico Ruso, celebrado
en Leningrado en 1961 contribuyeron de forma positiva a aumentar ese interés. El
máximo investigador de la fraseología soviética, Viktor Vladimirovich Vinogradov,
miembro de la Academia de Ciencias de la URSS, manejó, según parece, la traducción al
ruso del manual de J. Casares, así como la interesante y temprana investigación del
ginebrino Charles Bally de 1909 o el artículo de Albert Sechehaye sobre locuciones y
compuestos de 1921. Buena parte de los autores de la antigua Unión Soviética y de los
países del Este remiten a V. V. Vinogradov y, gracias a él, conocen las aportaciones de
Ch. Bally y, en algunos casos, las de J. Casares.
Puede afirmarse, sin temor al error, que Ch. Bally es el fundador de la fraseología3.
Ya desde 1905, aunque principalmente en 1909, acuña el término y le da el valor con el
que lo se emplea habitualmente. Además presenta un esbozo de clasificación, señala
algunos indicios para el reconocimiento de estas unidades y aporta interesantes
observaciones sobre la existencia de homónimos entre UFS y combinaciones libres, sobre
las comparaciones en la lengua popular, etc. V. V. Vinogradov recoge su herencia y la
transmite ya desde los años 40, pero también con posterioridad a los 60.
Los estructuralistas soviéticos sembraron la semilla que dio lugar a una verdadera
escuela de fraseología en la URSS. A. A. Potebnia, Y. Y. Sreznev'skij, F. F. Fortunatov, N.
N. Amosova, M. M. Kopylenko, Z. D. Popova, V. L. Archangel'skij, A. M. Babkin, A. I.
Molotkov, S. I. Ozegov, M. M. San'skij, I. I. Cernyseva, V. P. Zukov o V. N. Telija son
algunos de estos autores4. Estos trabajos, publicados a menudo en obras dedicadas a la
lexicología, fueron fomentando paulatinamente la idea de que la fraseología debía recibir
una atención mayor de la que se le había dedicado hasta entonces.
La fraseología como disciplina lingüística analiza los rasgos de los fraseologismos,
su función y su origen. Según Jaksche et alii (Hrsg.) (1981:2) este análisis se efectúa en
las investigaciones soviéticas desde tres puntos de vista:
1. Se examinan las propiedades internas de la unidad fraseológica: las
peculiaridades fonéticas, morfemáticas, sintagmáticas y lexemáticas de sus
componentes y las relaciones que se establecen entre ellos.
2. Se observa el papel de la UF en el contexto, entendido éste de la forma más
amplia posible. En este caso los autores se preocupan por sus funciones como
clases de palabras, por su valencia tanto sintáctica como semántica, así como
por la descripción de sus propiedades expresivas y estilísticas, por su
dependencia respecto a ciertos tipos de texto, por sus posibilidades de variación
y por las referencias que manifiestan en cuanto a la edad, la profesión o la
formación cultural de los hablantes.
3. Por último, las UFS pueden interesar por las relaciones que manifiestan con
otros subsistemas de la lengua, ante todo con el sistema léxico y con el sistema
sintáctico y, por ello, con las combinaciones no fraseológicas, es decir, libres.
Además en esta línea se discute si la fraseología es un subsistema particular de
la lengua o si, por el contrario, los fenómenos fraseológicos se reparten entre los
ya existentes.

En cuanto a un aspecto más concreto como es el de la concepción del significado


fraseológico, se cabría mencionar dos corrientes en la fraseología soviética:
1. La que siguen los autores que opinan que el significado fraseológico constituye
una categoría semántica especial, y que a raíz de este principio básico destacan

por el autor reseñado. En capítulos posteriores se introducirán los términos concretos empleados y se delimitará su
alcance. Por ello, el realce de términos en negrita sólo adquiere un mero valor simbólico.
3Aunque el término fraseología ya es empleado por Homero, no adquiere el carácter restringido y científico que
disfruta actualmente hasta Ch. Bally.
4Las referencias de estas obras, originariamente en ruso, han llegado a nosotros por medio de traducciones al
alemán o a través de las referencias aportadas por las autoras cubanas. Hoy en día resulta prácticamente
imposible conseguir aquellas primeras publicaciones rusas, desperdigadas muchas veces en revistas de escasa
tirada. Sin embargo, se ha considerado oportuno recoger estos trabajos, aun en los casos en que la información
llega a nosotros de segunda o de tercera mano.
el significado fraseológico como una síntesis semántica. Entre otros se
incluirían en esta línea N. N. Amosova, V. L. Archangel'skij y Y. A. Gvozdarev.
2. La de aquellos otros que piensan que el significado fraseológico no constituye
una categoría especial, sino que es una categoría que coincide con el significado
léxico. Estos autores niegan por tanto la complejidad semántica del significado
de las UF y prefieren determinar este significado por su función nominativa.
Entre otros cabría mencionar a V. P. Zukov, A. I. Molotkov y T. Z. Cerdantseva.
(Carneado, 1983 a:11)5.

3. Las investigaciones soviéticas fueron pronto conocidas en los países del Este de
Europa, sobre todo en la RDA. Los lingüistas empiezan a interesarse por la fijación de las
estructuras sintácticas y a evaluar la importancia del aspecto semántico del fenómeno. La
aplicación de modelos nuevos a las expresiones alemanas se efectúa durante los años 60,
de modo que se potencian clasificaciones funcionales y la distinción de grupos de UFS
según las clases de palabras por las que pueden conmutarse y según las
transformaciones que toleran.
Por lo que se refiere a la lingüística comparada, en un primer momento interesa el
análisis de los sistemas fraseológicos de dos o más lenguas, en concreto los aspectos
histórico-comparado, sincrónico-comparado y tipológico-estructural. Los años 70
constituyen un periodo importante para la investigación sincrónica. Preocupan
especialmente las UFS con alguna marca peculiar entre sus componentes, ya sea
semántica (somatismos, zoónimos, etc) o estructural (comparaciones fraseológicas,
fórmulas rimadas, etc). Durante los años 80 se insiste en estos aspectos y se perfeccionan
los análisis. En 1988 Dimitrij Dobrovol'skij publica un interesante trabajo sobre los
universales fraseológicos. En la primera parte se refiere a la clasificación de estos
universales y en la segunda aplica su tipología a los sistemas fraseológicos del alemán, el
inglés y el neerlandés. Queda patente la simbiosis entre la fraseología soviética y la de la
RDA y los logros conseguidos cuando en el prólogo declara aceptar las decisiones
adoptadas por la cátedra para el estudio de la lexicología y la estilística de la lengua
alemana en el Instituto Maurice Thorez, bajo la dirección de la profesora I. I. Cernyseva,
por el grupo de trabajo Fraseología, dirigido por A. V. Kunin, y por el Instituto de
Lingüística de la Academia de Ciencias de la URSS, además de dar las gracias a I. I.
Cernyseva y a W. Fleischer, éste último de la Academia de Ciencias de la RDA. Su trabajo,
habitualmente citado por los autores de habla alemana, sienta las bases para una
tipología de regularidades en los sistemas fraseológicos de las lenguas del mundo.
En otro orden de cosas, cabría mencionar ciertas investigaciones no
necesariamente contrastivas llevadas a cabo por estudiosos de la RDA. En 1982 se
publica en Leipzig un trabajo sobre la fraseología del alemán contemporáneo. Su autor,
Wolfgang Fleischer, miembro de la Academia de Ciencias de su país y profesor de la
Universidad Karl Marx, había orientado hasta ese momento sus investigaciones hacia la
morfología. En esta ocasión se preocupa por las singularidades de las UFS como
fenómeno lingüístico, por su clasificación, por las relaciones que mantienen con los
procesos de formación de palabras y por aspectos estilísticos y pragmático-comunicativos.
Con su manual establece un precedente que será tenido en cuenta por otros autores
alemanes, como Rosemarie Gläser, también de la Universidad de Leipzig, que encamina
su estudio hacia la fraseología inglesa. Esta autora insiste en aspectos habitualmente
abordados, como los tipos de UFS o su idiomaticidad, pero dedica una atención especial a
las fórmulas de rutina o a la función comunicativa de las UFS. Otros investigadores se
hallaban también en aquella Universidad trabajando en fraseología, como Gerhard Helbig,
que en 1979 publica un completo artículo sobre los Funktionsverbgefügen del alemán.

5En cuanto a los nombres rusos, algunos de los autores que los citan emplean la transcripción y otros la
transliteración del cirílico al alfabeto común. Aun empleando uno u otro método, las versiones no coinciden. En
este trabajo se ha optado por la transliteración, a pesar de los problemas de representación que pueden surgir en el
alfabeto común y la falta de signos en la fuente informática para representarlos, ya que es el método más usado en
las obras consultadas. Se advierte de esta circunstancia, pues algunos de los nombres mencionados por ejemplo
por Z. Carneado no coinciden con la transliteralización adoptada, por lo que han sido modificados en su forma. Por
otro lado, los nombres de autores rusos que aparecen en la bibliografía no se han variado en su representación, de
modo que en la mayor parte de casos se encontrará una transliteración, como ocurre por ejemplo con F. Cermak o
I. I. Cernyseva.
Este tipo de construcciones, muy frecuentes en alemán, sobre todo en el lenguaje
jurídico, aunque desprestigiadas por los puristas, recibieron atención desde antiguo. En
este sentido, hemos de mencionar la contribución de Hans-Jörg Busch que en 1985 lee
una Tesis Doctoral en la Universidad de Leipzig sobre algunas de estas construcciones en
español. En otro orden de cosas, Barbara Wotjak se interesa por el contexto de las UFS,
ya relacionado con la valencia gramatical (1985 y 1986), ya con su papel en diversos tipos
de textos (1992a). Gerd Wotjak, preocupado principalmente por su semántica, ha
contribuido al desarrollo de la fraseología del español con algunos de sus artículos (1983,
1984, 1985 y 1988).
En países como Checoslovaquia, Hungría o Rumania se llevan a cabo también
algunos trabajos destacables sobre el tema. Uno de los más interesantes y tal vez uno de
los primeros es el de A. V. Isacenko (1948) de la Universidad de Bratislava en
Checoslovaquia. En su artículo, publicado en francés, incorpora las clases de UFS
diferenciadas por V. V. Vinogradov y se pregunta por el lugar que ocupa la fraseología.
Por otra parte, A. Suprun publica en 1966 en Moscú un manual de la fraseología
española en ruso y en 1968 un artículo en las Actas del XII Congreso Internacional de
Lingüística y Filogía Románicas, celebrado en Bratislava, sobre la locución idiomática y el
contexto que se basa en el español y que se inscribe, por tanto, en la segunda vertiente de
trabajos relacionados con la fraseología soviética de la que hablaban H. Jaksche et alii
(Hrsg.) (1981:2). También en Bratislava, pero bastante más tarde, ven la luz en la revista
Philogica algunos trabajos de Jozef Skultéty (1978 y 1990) sobre el español, y de Ján
Taraba (1990) sobre el francés. Josef Dubsky (1966 y 1974), de la Universidad de Praga,
orienta sus artículos hacia cuestiones de lexicografía y semántica de las UFS españolas.
Ladislav Zgusta (1967 y 1971), del Instituto Oriental de la Academia de Ciencias Checa en
Praga, se interesa también por estas unidades, partiendo fundamentalmente de una
concepción morfológica de la palabra. Frantisek Cermak (1988), miembro del Instituto de
Estudios Eslavos de la Facultad de Filosofía de Praga, incorpora los logros de la
fraseología soviética y americana para intentar determinar cuáles son sus rasgos
esenciales.
Gábor O. Nagy (1973), jefe de Departamento del Instituto Lingüístico de la
Academia Húngara de Ciencias en Budapest, publica una semántica funcional en la que
dedica un capítulo a estudiar diversos problemas de fraseología. Según nuestra opinión,
su mayor logro es haber intentado abarcar los diferentes tipos de UFS, junto con el
reconocimiento de que existen otras combinaciones de palabras con cierto grado de
fijación.
En 1957, Florica Dimitrescu publica en Bucarest un artículo en francés donde se
interesa por el concepto y los límites del término locución. Un año después se imprime
en rumano su manual sobre las locuciones verbales en esa lengua.
También la influencia de la fraseología soviética se deja sentir en otros países
comunistas como Cuba. Antonia María Tristá y Zoila Carneado trabajan durante algún
tiempo en la URSS y elaboran, a partir de 1976, varios trabajos en español que tienen
como objeto principal la variedad cubana. Fue el Instituto de Literatura y Lingüística de
la Academia de Ciencias de Santiago de Cuba el que publicó diversos libros y también
varios artículos sobre el tema en la revista Anuario L/L. En estas contribuciones dichas
lingüistas, junto a Graciela Pérez y Gisela Cárdenas, se interesan por los tipos de UFS
según diversos criterios, la función de la metáfora en la formación de estas unidades, las
fuentes de las que provienen, sus variantes, la presencia de elementos somáticos entre
sus componentes, su papel en el contexto, la fraseografía y la confección de un
diccionario cubano de fraseologismos, etc. La importancia de estas publicaciones para el
español es enorme, ya que incorporan las ideas y la tipología de los soviéticos y las
aplican a nuestra lengua. A veces se trata de una simple transliteración, pero otras
consiguen análisis muy provechosos.

4. Por lo que se refiere al Oeste Europeo, Ferdinand de Saussure se interesa por


estas unidades a las que llamó locutions toutes faites. Como se mencionaba antes, dos
de sus alumnos más destacados, Ch. Bally y A. Sechehaye, investigaron también las
combinaciones fijas de palabras y su influencia se dejó sentir en la Unión Soviética. No
obstante, sus contribuciones apenas son mencionadas o reseñadas por los funcionalistas
del Oeste Europeo. En Occidente se obvia el concepto de fraseología como disciplina
independiente y se prefiere acomodar el análisis de estas unidades complejas a los útiles
funcionalistas existentes. Eugenio Coseriu les dedica una especial atención. Ya en 1964,
dentro de un trabajo referido al léxico, acuña el término discurso repetido, que recoge
las unidades de la fraseología, como opuesto a la técnica libre del discurso. Por medio
de la prueba de la conmutación es posible reducir éstas al estudio de la sintagmática, la
lexicología, la filología, las ciencias literarias y el saber idiomático. En publicaciones
posteriores ampliará dicho concepto, que ha sido retomado por buena parte de los
autores que le sucedieron.
Tanto en 1960 como en 1970 Algirdas Julien Greimas se interesa por las
locuciones, los proverbios y los dichos. Su punto de partida es lexicológico: la unidad
sintagmática léxica por excelencia es la palabra, a partir de la cual pueden formarse las
mencionadas combinaciones. Henri Frei, en 1962, investiga las unidades lingüísticas
complejas, que deben ser tratadas como cualquier otro signo lingüístico. André Martinet
(1967 y 1968) desarrolla el concepto de sintema para explicar las unidades que se sitúan
entre la palabra y el sintagma, y Bernard Pottier (1974 y 1975) potencia el estudio de las
mismas partiendo del concepto de lexía.
En cuanto a la RFA, en 1978 ve la luz un amplio trabajo de Harald Thun, orientado
hacia las lenguas románicas, pero cuyos presupuestos pueden hacerse extensivos a otras
muchas. Como discípulo de E. Coseriu, recoge los principios del funcionalismo europeo y
los aplica a las combinaciones fijas de palabras. También incorpora ciertos aportes de los
investigadores soviéticos. Además, hemos de destacar sus contribuciones de 1975,
aplicada al francés, y de 1979, orientada a la enseñanza del francés a alemanes.
También en 1978, Klaus Dieter Pilz, profesor en la Universidad de Bochum, publica
un extenso trabajo de más de 1000 páginas donde presenta un amplio estado de la
cuestión para el alemán: reseña las opiniones de varias decenas de autores
representativos de la fraseología en general y del alemán en particular, trata problemas
terminológicos, presenta una amplia clasificación de las UFS, insiste en los límites de la
fraseología, etc. En 1981 vuelve a dedicar un trabajo a la fraseología; en esta ocasión se
preocupa por la posición de la fraseología dentro del sistema lingüístico, la definición y
clasificación de sus unidades, la fraseopragmática, etc.
Del mismo modo, Florian Coulmas, interesado por la filosofía del lenguaje y por el
papel de las variables socioculturales en el habla y en la lengua, elabora algunos trabajos
sobre las fórmulas de rutina (1979 y 1981).
En 1980 se publica en Tubinga una Tesis Doctoral sobre las expresiones fijas del
español. Su autor, Alberto Zuluaga, colombiano de origen y que residía en Alemania
desde 1967, incorpora en su estudio de la fraseología española la metodología de autores
como J. Casares, E. Coseriu, A. V. Isacenko, Ch. Bally, los trabajos generativistas sobre el
tema, etc. Se refiere a la fijación y a la idiomaticidad de las UFS de nuestra lengua,
presenta una clasificación y estudia sus tipos. Su contribución es el único manual
disponible para el español hoy en día.
En Suiza, Harald Burger (1973 y 1982), de la Universidad de Zurich, trabaja, junto
a varios colaboradores como Harald Jaksche, Annelies Buhofer y Ambros Sialm, en la
fraseología del alemán. En 1982 publica un extenso manual, en el que se preocupa por
los rasgos de las UFS, su clasificación, su papel pragmático, ciertos aspectos de
fraseología contrastiva, etc. Por otra parte, gracias a una beca del Convenio Cultural entre
Suiza y la Unión Soviética, Jürg Häusermann tiene la oportunidad de viajar a Moscú y
conocer de cerca los logros obtenidos por aquellos investigadores. Como consecuencia,
publica en 1977 un estudio sobre la fraseología alemana apoyado en los resultados de la
investigación soviética.
En 1992 se publica la Tesis Doctoral de Christine Sick, leída en la Universidad de
Saarbrücken y dedicada a los fraseologismos adverbiales del inglés, que aborda
principalmente aspectos morfosintácticos, semánticos y pragmáticos.
Por último, cabe mencionar el amplio trabajo de Christine Palm (1995) que aborda
aspectos tanto teóricos como prácticos de la fraseología, referentes a su terminología, sus
rasgos semánticos, sus funciones textuales y sus aspectos psicolingüísticos. El trabajo
acaba con una reseña sobre la investigación fraseológica.

5. En Estados Unidos, la gramática generativa había desarrollado una metodología


que no pudo dar una explicación satisfactoria de las UFS. El modelo generativo no es
apropiado, en principio, para dar cuenta de forma adecuada de su estructura, ya que su
comportamiento diverge del de las combinaciones libres. Los esfuerzos de buena parte de
los autores que se interesaron por ellas fueron encaminados a integrarlas en el modelo
estándar. En principio, desde la semántica interpretativa se intentaron superar las
carencias que éste presentaba. El primero de estos intentos es el de Jerrold J. Katz y Paul
M. Postal (1963). En 1966, Uriel Weinreich, de la Universidad de Columbia, lee en el
Instituto Lingüístico de la Universidad de California en los Ángeles algunas conferencias
que examinan cuidadosamente y en detalle numerosos aspectos de las UFS que no
habían sido considerados en la breve discusión de J. J. Katz y P. M. Postal. En su trabajo,
recoge los logros de la fraseología soviética, de Ch. Bally y de J. Casares, entre otros. Su
posición dentro del generativismo es especial, así como la de Wallace L. Chafe (1968), de
la Universidad de California en Berkeley, que fue el primero que se enfrentó directamente
al modelo chomskiano y propuso su superación, puesto que era incapaz de dar
explicación de estas unidades. La semántica generativa intentó suplir de esta forma las
deficiencias evidenciadas por la gramática generativa. W. Chafe considera que la
idiomatización es una manifestación natural del cambio lingüístico y que debe romperse
el paralelismo que el generativismo había establecido entre la idiomaticidad y la
literalidad de expresiones formalmente idénticas, pero semánticamente diferentes. Por
ello, opta por una Estructura Profunda situada entre el nivel de la Semántica y de la
Estructura Superficial, lo que permite una mejor inserción de las UFS.
Algunos otros trabajos que pueden inscribirse dentro de la semántica
interpretativa, es decir, que parten del componente sintáctico y consideran el semántico
secundario, son los de Bruce Fraser (1970), miembro del Language Research Foundation,
Bruce Fraser y John R. Ross (1970), éste último del MIT, Anita Mittwoch (1971), de la
Universidad de Londres, Wayles Browne (1971), del Instituto de Lingüística de Zagreb, y
Frederick J. Newmeyer (1972) y (1974), profesor de las Universidades de Washington y
Edinburgo.
En cuanto a los defensores de la semántica generativa, se ha de mencionar, aparte
del destacable trabajo de W. Chafe, la contribución de John R. Ross (1970) o el breve
artículo de Quang Phuc Dong (1971) o, mejor dicho, de James D. McCawley, de la
Universidad de Chicago, que en esta ocasión ha ocultado su identidad bajo un
seudónimo. En este último artículo, la inserción léxica se lleva a cabo de una forma más
detallada que en otros trabajos, de modo que se permite la incorporación de las UFS
antes o después de ciertas transformaciones. Siguiendo la línea de U. Weinreich, se opta
por una base semántica de las entradas léxicas en lugar de fonética, preferida, en cambio,
por buena parte de los generativistas para la explicación de estas unidades.
Desde una posición generativista, también se pueden mencionar otros trabajos
como los de Chitra Fernando (1978), de la Universidad de Macquarie, Chitra Fernando y
Roger Flavell (1981), éste último de la Universidad de Londres, Geoffrey Nunberg (1978),
de la Universidad de California en Berkeley, James H. Rose (1978), de la Universidad
Purdue, José Luis Mendívil Giró (1990a), de la Universidad de Zaragoza, Ana Aguilar-
Amat (1990 y 1993), de la Universidad Autónoma de Barcelona, o el destacable trabajo de
Charles J. Fillmore, Paul Kay y Mary Catherine O'Connnor (1988), de la Universidad de
California en Berkeley, que incorporan las interpretaciones semántica y pragmática a la
sintáctica para dar una explicación satisfactoria de algunas de estas combinaciones.

6. Apoyándose como el generativismo en los presupuestos transformacionales de


Zellig S. Harris, y con muchas coincidencias con aquél, el léxico-gramática fundamentó
una teoría que pretendía valorar por igual el componente sintáctico y el semántico. En
concreto, el LADL (Laboratoire d'Automatique Documentaire et Linguistique), unidad nº
819 asociada al CNRS (Centre Nationale du Recherche Scientifique de Francia),
perteneciente a las Universidades de París VII y VIII, está llevando a cabo un estudio de
las expresiones fijas del francés, partiendo de una metodología general que pretende
obtener un léxico-gramática coherente del francés de base. En este proyecto están
colaborando profesores franceses, canadienses y alemanes principalmente. El fin último
es elaborar diccionarios automáticos, por lo que el estudio y reconocimiento de estas
unidades se convierte en una prioridad. En este contexto hemos de mencionar los
trabajos de Maurice Gross, miembro del LADL y profesor en la Universidad París VII,
fundamentalmente los aplicados al nombre, al verbo y al adverbio, donde recoge también
construcciones fijas. Por lo que se refiere a la delimitación y clasificación de nuestras
unidades sobresalen sus artículos de 1984, 1985 y 1988. Resaltan otros trabajos, como
los de Laurence Danlos (1981 y 1988b), de la Universidad de París VII, que se ha referido
a la morfosintaxis de las expresiones fijas y a una determinada clase de UFS, o las
contribuciones publicadas en el número 63 de Langages. Destaca principalmente el
tratamiento que han recibido las expresiones con verbe support, que se equipara a lo que
en alemán se conoce como Funktionsverbgefüge.
También otros investigadores, como Dieter Seelbach de la Universidad de Maguncia
(1990 y 1991), están trabajando en un diccionario automático bilingüe francés/alemán
que incorporará las diferentes clases de expresiones pluriverbales. Los logros serán útiles
para la didáctica relacionada con el aprendizaje de una lengua extranjera.

7. La lingüística estratificacional, por otra parte, ha contribuido de igual manera al


estudio de las UFS. Adam Makkai, de origen húngaro, publica en 1972 un trabajo sobras
las UFS del inglés. En 1969 se había referido a la existencia de dos áreas de idiomaticidad
en inglés y había aludido a que la idiomaticidad puede considerarse como universal en las
lenguas. En 1978 volverá a dedicar un trabajo a esta cuestión.

8. Por lo que hace referencia a los trabajos publicados en España, se han de


reseñar otros datos aparte de los ya mencionados. El Instituto de Humanidades, fundado
en Madrid por José Ortega y Gasset en el curso académico 1948-49, ofrecía un conjunto
de conferencias de su fundador, junto con varios coloquios, donde diversos especialistas
discutían sobre un tema. Uno de esos coloquios se dedicó al modismo. En él participaron
el propio José Ortega y Gasset, Samuel Gili Gaya, Fernando Vela, Manuel Cardenal, Fitz-
Gibbons y Salvador Fernández Ramírez y, en algunas ocasiones también, Julio Casares6,
a quien aquellas discusiones le ayudaron a definir el concepto de modismo dentro de su
trabajo dedicado a la lexicografía.
Pocos años después de la publicación de J. Casares, en 1965, A. Melendo lleva a
cabo una revisión de la definición y clasificación de locución propuesta por aquél.
Asimismo, la influencia del lexicógrafo se dejará sentir en trabajos posteriores, como en
los de las autoras cubanas o en la gramática de Francisco Marcos Marín (1980) que
adopta explícitamente sus criterios, aunque critica algunos de los aspectos de su teoría.
Algún tiempo después de la publicación de A. Zuluaga, Mario García-Page, profesor
de la UNED en Madrid, escribe varios artículos sobre las UFS españolas. En un primer
momento se interesa por su carácter lúdico (1989), pero posteriormente se refiere, entre
otros aspectos, a sus peculiaridades semánticas (1990a), a sus formantes (1990b y
1991a), a las variantes fraseológicas (1996a), etc. Aparte de estos artículos, después de
1980 se han publicado otros trabajos en nuestro país sobre el tema, como las
contribuciones de Ignacio Bosque (1982), de la Universidad Complutense de Madrid; de
Leocadio Martín Mingorance (1983), de la Universidad de Córdoba; de Juan Martínez
Marín (especialmente su recopilación de artículos de 1996), de la Universidad de
Granada; de Mª Ángeles Pastor (1983 y 1989), de la Universidad de Granada; o de José
Luis Mendívil Giró (1990b, 1990c, 1993a y 1993b), de la Universidad de Zaragoza.
Merece un comentario aparte el interesante trabajo de Gloria Corpas (1997), de la
Universidad de Málaga, que, con forma de manual, intenta llenar el hueco existente en la
fraseología española. La autora incorpora los avances que ofrece la lexicografía, la
pragmática o la lingüística germánica para construir y desarrollar una clasificación que
incluye colocaciones, locuciones y enunciados fraseológicos. Especialmente para estos
últimos, Gloria Corpas resuelve problemas existentes desde siempre en la fraseología
española, como el empleo del término paremia como abarcador de refranes, frases
proverbiales y citas, o la adscripción de las fórmulas psico-sociales según la función
ilocutiva presentada. La clasificación viene acompañada de un estudio pormenorizado de
sus aspectos formales, semánticos y pragmáticos.

9. En los últimos años ha crecido el intéres por la fraseología en Europa. La


pragmática y la lingüística del texto han favorecido la aparición de algunos trabajos,

6Casares (1950=1969:205-206).
orientados hacia el estudio de las UFS en el contexto. Gertrud Gréciano, de origen
austríaco, profesora primero de la Universidad de Metz y más tarde de la Universidad de
Estrasburgo II (1983, 1984a, 1984b, 1986a, 1986a, 1986b, 1986c, 1987), ha
profundizado en la semántica de las expresiones idiomáticas, en sus rasgos definitorios y
en los aspectos lógico-semánticos y epistemológicos, así como en el valor de la prueba de
la paráfrasis en su reconocimiento. Para ello, se ha basado fundamentalmente en un
corpus escrito de obras alemanas: cartas y discursos de músicos, novelas policíacas y
escritos sobre psicología del comportamiento y ha procedido a su verificación sirviéndose
de dos grupos de informantes, compuestos de estudiantes de habla alemana y de
lingüistas de las Universidades de Zurich y Klagenfurt. Uno de los fenómenos que más le
ha interesado ha sido la remetaforización, denominada desautomatización en otros
trabajos sobre fraseología. El mismo fenómeno ha recibido también la atención de B.
Wotjak (1992a) en un trabajo dedicado al papel de los fraseologismos verbales en el
sistema y en el texto. Por otra parte, J. Strässler investiga en 1982 el papel pragmático de
las expresiones idiomáticas en inglés a partir de un corpus oral que incluye
transcripciones terapéuticas, de las reuniones de la Casa Blanca y de juicios.
La culminación de esta tendencia fue la segunda edición del Congreso de
Europhras, celebrado en Aske (Suecia) en 1990 (Palm (Hrsg.), 1991). Este Congreso,
orientado a la investigación sobre la lengua alemana, se dedica al papel de la fraseología
en diferentes tipos de textos (literarios, científicos), a la problemática de la
intertextualidad, a aspectos pragmáticos, a cuestiones de fraseología contrastiva, de
universales lingüísticos, etc. En él participan algunos de los más destacados especialistas
en el tema: H. Burger, D. Dobrovols'kij, W. Fleischer, G. Gréciano, K. D. Pilz, etc. Sin
embargo, ya antes y también después se celebran otros Congresos dignos de mención en
Mannheim (1981), Zurich (1984), Oulu (Finlandia) (1986), Klingenthal-Estrasburgo
(1988), Berlín (1990), Turku (Finlandia) (1991) o Saarbrücken (1992).
En 1981 tiene lugar en Mannheim (Matesic (Hrsg.), 1983a) un Simposio
Internacional dedicado a la fraseología de las lenguas eslavas, aunque también se
abordaron problemas generales.
En el Congreso de Zurich de 1984 (Burger; Zett, (Hrsg.), 1987) se presentan
algunos artículos encaminados al estudio del papel de los fraseologismos en el texto,
como los de Annelies Häcki-Buhofer, de la Universidad de Zurich, sobre las actividades
metafóricas en relación con los fraseologismos, o el de Jürg Häusermann, sobre la
función de las UFS como elementos que colaboran en la argumentación y en la
formulación. También se leen otros relacionados con la fraseología contrastiva.
En el Simposio Internacional celebrado en Oulu en 1986 (Korhonen (Hrsg.), 1987),
se tratan temas de fraseología contrastiva alemán-finés, aspectos de fraseodidáctica, y se
analizan las posibilidades de la fraseología como mecanismo de constitución textual o
como base del juego lingüístico, entre otras cuestiones.
Por otra parte, el Congreso de Berlín de 1990 (Korhonen (Hrsg.), 1992b) se dedica a
la fraseología y la formación de palabras. Algunas de la comunicaciones se orientan hacia
aspectos de fraseología contrastiva alemán-finés. Otras insisten en temas más generales,
como las de Jarmo Korhonen o W. Fleischer.
En 1991 se celebran en Turku unas Jornadas Internacionales donde se abordan
aspectos propios de la fraseología alemana y cuestiones contrastivas con otras lenguas,
como el francés, el ruso, el húngaro, el finés o el sueco (Korhonen (Hrsg.), 1992c).
Tres años antes, en 1988, tiene lugar la primera edición del Congreso de Europhras
(Gréciano (éd.), 1989), que se destina a cuestiones de fraseología contrastiva. En él
participan conferenciantes de Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia,
Gran Bretaña, Hungría, Portugal, RDA, RFA, Suecia, Suiza y la URSS, entre los que se
encontraban Irina Ivanovna Cernyseva, W. Fleischer, G. Gréciano, J. Korhonen, B. Wotjak
y G. Wotjak. Este Congreso retomaba los logros de encuentros anteriores y marcaba la
pauta para Europhras 90.
Dos años después de la segunda edición, en 1992, se celebra en Saarbrücken un
nuevo encuentro, que corre a cargo de Barbara Sandig (Sandig (Hrsg.), 1994). La cuarta
edición de Europhras, que debía haberse celebrado en 1994 en alguno de los países
pertenecientes al ya desaparecido bloque del Este, tuvo lugar en septiembre de 1995 en
Austria. La celebración de estos Congresos, aunque a menudo orientados hacia la
lingüística y la lengua alemanas, fomentan el desarrollo internacional de una rama o
disciplina, la fraseología, que no ha recibido la atención que merecía por parte de los
lingüistas. De este modo, está cambiando actualmente la perspectiva que se tenía de las
UFS como unidades marginales que interesaban exclusivamente al folclore y a la
paremiología.
CAPÍTULO 2

¿Es la fraseología una disciplina autónoma?

"Die Phraseologie als linguistische Disziplin untersucht die Gesetzmäßigkeiten,


die die gebundene Verknüpfbarkeit der Wörter und ihrer Bedeutungen bedingen, und
beschreibt auf dieser Grundlage die Typen der unfreien Wortverbände in ihrem jetzigen
Zustand oder in ihrer historischen Entwicklung".
(Telija, 1975:378) 7.

2. 0. Introducción

La lengua es un sistema de sistemas. Ello supone que como totalidad puede


oponerse a otros sistemas y que los sistemas o subsistemas que la componen también
establecerán oposiciones y relaciones entre sí. Especialmente interesante resulta observar
las conexiones entre el subsistema fraseológico y el subsistema léxico, ya que ambos
configuran unidades del vocabulario que pueden diferenciarse, sin embargo, por algunas
razones.
En este capítulo se observará si el objeto de estudio puede conformar una
disciplina independiente de otras, en especial de la lexicología, o si, por el contrario, debe
aparecer estrechamente relacionada con alguna de ellas. Como se mencionaba en el
capítulo anterior, el gran número de trabajos publicados en la antigua Unión Soviética,
apoyados principalmente en las investigaciones de Ch. Bally, A. Sechehaye o V. V.
Vinogradov, fomentó la consideración de que la fraseología podía ser sustentada por una
disciplina independiente del resto (punto 2. 1.). No obstante, algunos de los autores que
pueden inscribirse en la línea de la investigación soviética consideran que formaría parte
de la estilística; otros, principalmente desde el funcionalismo europeo, no parecen estar
de acuerdo con estos planteamientos y prefieren ocuparse de estas combinaciones
sirviéndose de la lexicología y, a veces de la lexicografía y la paremiología, de modo que se
reconocen ciertas interrelaciones entre la unidad simple o palabra y la combinación fija
de palabras (punto 2. 2.). Pese a ambas posiciones que, con el distanciamiento que
permite el momento actual en ningún caso deben considerase enfrentadas, sino
complementarias, puede defenderse otra postura: la interdisciplinareidad de la fraseología
(punto 2. 3.). El examen, en fin, de algunas de las tesis más relevantes llevará a tomar
partido por una de ellas (punto 2. 4.).

2. 1. La fraseología como disciplina lingüística autónoma8

Fue Bally (1909=1951) el autor que acuñó el término fraseología con el sentido
que recibe en nuestro trabajo. Este nombre será empleado por la lingüística soviética para
designar tanto el conjunto de fenómenos fraseológicos como la disciplina que los estudia.
Como se señalaba en el punto 2 del capítulo anterior al mencionar los diferentes puntos
de vista de la fraseología soviética de acuerdo con Jaksche et alii (Hrsg.) (1981:2), algunos
autores se ocuparon en sus investigaciones de determinar las relaciones que las UFS
manifestaban con otros subsistemas de la lengua, principalmente con el léxico y el
sintáctico. En este sentido, unos optaron por propugnar su independencia y otros por
hablar de interrelaciones con ciertos subsistemas.
Ya en 1967, en el Primer Congreso Internacional de Lingüística celebrado en
Bucarest, A. V. Kunin defendió que, debido a la gran riqueza de trabajos publicados en la
Unión Soviética, la fraseología ya no podía considerarse como dependiente de otras ramas

7"La fraseología, como disciplina lingüística, investiga las regularidades que ocasionan las combinaciones fijas de
palabras y sus significados, y describe, en este sentido, los tipos de combinaciones léxicas no libres en su estado
actual o en su desarrollo histórico".
8Véase nota 6.
de la lingüística, sino como independiente. También coincidieron en este juicio E. Mauer
en 1970, que opinó que el desarrollo de la investigación fraseológica en la URSS suponía
un punto culminante, o W. Eisman, que valoró en esos momentos las publicaciones sobre
fraseología en aquel país en unas 10.000 (apud Pilz, 1981).
Aparte de Kunin, Mauer o Eisman, otros autores como Potebnja o Eckert (1976)
defienden esta tesis. Este último reafirma que se trata de una disciplina independiente,
puesto que estudia un ámbito relativamente autónomo de la lengua y dispone de un
objeto independiente y de un método científico y descriptivo específico. De acuerdo con
las últimas tendencias, se situaría fuera de la soberanía de la lexicología, ya que el reflejo
de los fenómenos sociales en la fraseología se revela de forma más fuerte que en la
lexicología, especialmente en los fraseologismos comunicativos (kommunikative
Phraseologismen) (apud Pilz, 1981).
En su concepción autónoma no sólo han influido los rasgos que la separan de la
lexicología o el gran desarrollo de sus investigaciones, sino también la reducción de su
ámbito de estudio. Después de varios años, se ha pasado progresivamente de una
consideración amplia, que la consideraba como apéndice de la lexicología, a una
interpretación estricta o reducida de su volumen, que ha potenciado su independencia,
como afirman Eckert (1976) (apud Pilz, 1981) o Telija (1975).
Es decir, la reducción progresiva de su ámbito de estudio de los grupos
equivalentes a palabras, sintagmas, frases, etc., a una fraseología que presta atención en
general a las que son conmutables por palabras o sintagmas9, ha contribuido a que sea
observada como autónoma.
Si se desea determinar si la fraseología supone un sistema propio de la lengua
habrá que preguntarse, según Cernyseva (1973=1981), si puede hablarse de un
significado fraseológico, es decir, si sus unidades configuran su significado de forma
diferente a como lo hacen las unidades de la lexicología. Después de analizar diversas
posturas, la autora considera que los fraseologismos constituyen un significado que es el
resultado de la combinación de sus componentes semánticos. Tanto en la palabra como
en el fraseologismo debe existir un componente denotativo, un componente significativo y
un componente connotativo. Sin embargo, frente a las palabras, los fraseologismos
manifiestan un comportamiento diferente en cuanto a la connotación: mientras en las
primeras se produce un desplazamiento significativo debido a un cambio de los valores
denotativos, en los segundos se lleva a cabo, según el tipo de unidad resultante, o una
metaforización total o una motivación parcial a partir de la combinación libre de palabras
que sirve de base de la nueva creación.
En consecuencia, por lo que atañe a la semántica, se exige una delimitación. Lo
específico del significado fraseológico permite explicar los procesos de metaforización o
motivación, así como la polisemia, la homonimia, la sinonimia y la antonimia fraseológica.
Así pues, las unidades de la fraseología y las del léxico, como signos lingüísticos de
dos caras, se oponen de dos maneras según Cernyseva (1973=1981):
-externamente (materialmente): las primeras presentan una división de sus
miembros, las segundas una forma compacta.
-internamente (semánticamente): las primeras presentan un significado
fraseológico, las segundas, un significado léxico.

Por todo ello, según la autora, sería no sólo deseable sino también necesario
proceder a una separación y considerar la fraseología como sistema de la lengua
independiente del sistema léxico.

Otros investigadores, como A. V. Isacenko o G. Nagy, apoyándose en los logros de


la fraseología soviética, han abogado igualmente por la independencia de la disciplina.
En su trabajo, Isacenko (1948) reconoce dicha autonomía. Su objeto de estudio se
ciñe a aquellos grupos improductivos equivalentes a frases denominados clichés
frásticos (clichés-phrases). Existen en la lengua otros grupos improductivos que
manifiestan equivalencias con la palabra, por lo que pertenecen al dominio de la
lexicología. La sintaxis, por otra parte, se ocupará de los grupos productivos, de manera
que "l'incorporation de la phraséologie en tant que discipline linguistique séparée dans

9Para la aclaración de estas dos fraseologías, véase más adelante el punto 3. 2.


l'étude du système de la langue limite évidemment la sphère de compétence de la syntaxe"
(p. 31).
También Nagy (1973) habla de su independencia como disciplina lingüística frente
a la paremiología. Mientras que ésta se interesa por el contenido folclórico de los grupos
improductivos, la fraseología se ocupa exclusivamente de su forma lingüística. Bajo la
expresión de estas unidades se encuentra un contenido funcional, es decir, relativo a la
estructura semántica, que es necesario estudiar.
Por el contrario, otros autores, después de un análisis pormenorizado, consideran
que no puede hablarse de la citada autonomía. Tal es el caso de Telija (1975) que piensa
que, aunque la fraseología puede concebirse como una disciplina independiente junto a la
lexicología, no puede argumentarse, no obstante, la inserción de un nivel fraseológico,
debido a que sus unidades se dispersan en las clasificaciones del sistema léxico-
semántico. Los fraseologismos rellenan el espacio que se encuentra entre la palabra como
unidad nominativa y la oración como unidad comunicativa. Por ello, potenciar la
descripción de las combinaciones fijas de palabras como pertenecientes a un nivel
especial contradice la propiedad de que estas unidades son periféricas frente a la
organización en niveles de la lengua: "Die Beschreibung des Korpus der unfreien
Wortverbände als einer besonderen Ebene widerspricht der Eigenschaft, daß sie der
Ebeneorganisation der Sprache gegenüber peripher sind" (p. 387).
De modo similar, G. Wotjak (1983), pese a que aboga por la independencia de una
nueva y joven disciplina, la fraseología, reconoce que se halla estrechamente ligada a la
lexicología.
Profundizando en su idiosincrasia, Cermak (1988) se pregunta si la fraseología, de
la que parece defender su independencia, puede definirse gracias a un conjunto de
criterios existentes en la lengua como totalidad o ha de recurrir a criterios específicos,
únicos y adecuados a estas combinaciones. Llega a la conclusión de que los fenómenos
que definen el hecho fraseológico, aunque resultan adecuados para explicarlo, no son
exclusivos, puesto que principios como la combinabilidad, la idiomaticidad o la
defectividad10 se hallan en otros procesos lingüísticos.
En resumen, la aparente independencia de la fraseología suponía una manera de
buscar un terreno propicio para hablar de ciertas unidades que durante siglos habían
sido únicamente abordadas por la paremiología como exponentes culturales de la
idiosincrasia de un pueblo. Su estudio lingüístico sistemático requería dicha separación y
el establecimiento de unos límites frente al resto de disciplinas lingüísticas. Puede decirse
que, gracias al avance de la lexicología, fue posible abordar su análisis desde una nueva
visión, de modo que comenzará a tratarse la fraseología como disciplina independiente
que se encarga de todo lo relativo a las combinaciones fijas de palabras. Ya se considere
que forman parte de la misma unos grupos improductivos u otros, lo cierto es que se
intenta defender que su estudio debe llevarse a cabo desde un marco propio diferenciado,
donde se aborden cuestiones como sus procesos de creación, su constitución interna, su
origen, etc. No obstante, las opiniones no son uniformes y algunos se muestran a favor de
las interrelaciones entre la lexicología y la fraseología, o entre la sintaxis y la fraseología.
Ello revela, a nuestro juicio, el carácter de la fraseología como categoría frontera, situada
entre la lexicología y la sintaxis, y las dificultades de acomodar los útiles de éstas al
análisis de sus unidades11. Se observará en el punto 2. 3. cómo esta situación llevó a los
investigadores soviéticos a propugnar una solución alternativa. No obstante, antes se
examinarán determinadas propuestas que han considerado el estudio de la fraseología
bajo el alcance de otras disciplinas.

10Se abordarán estos conceptos más adelante.


11Este aspecto será desarrollado en el capítulo siguiente.
2. 2. La fraseología como rama dependiente

2. 2. 1. La conexión con la estilística

No sólo ha resultado difícil separar la fraseología de la lexicología, sino también de


otras ramas como la estilística. A menudo, situándose en la óptica de la estilística, se
privilegian las relaciones existentes entre ambas.
La estilística se encarga entre otros menesteres del estudio de los desvíos, de las
elecciones particulares de los usuarios de la lengua a partir de una norma lingüística. La
fraseología parece estar construida en su totalidad sobre desvíos e irregularidades, como
defiende buena parte de la bibliografía. Por esta razón, se hace necesario recogerlos,
abarcarlos bajo un sistema que conecta con la lingüística, la estilística, pero que
manifiesta un alto grado de independencia. Frente a las propuestas que se examinarán
después, la fraseología se entiende en este caso como un nivel de la estilística, con la
misma independencia que otros niveles integrados en ella, como la sintaxis o la
lexicología.
Según Bally (1909=1951), la estilística, que se ocupa del contenido afectivo de los
hechos de expresión y que constituye parte integrante del sistema lingüístico, acoge en su
seno a la fraseología. En este sentido, se encarga de delimitar los hechos de expresión de
las locuciones, intentando actuar como lo haría el hablante, es decir, sin tener que
recurrir a la etimología como haría el lingüista.
Años más tarde, Gläser (1986b) lleva a cabo una defensa de la fraseo-estilística,
que debe ser abordada bajo la estilística. El sistema estilístico está integrado en el
sistema lingüístico. El nivel más alto de observación, descripción y explicación de los
elementos estilísticos y su función, es el texto (text). Como categoría lingüística, el estilo
(style) se entiende como el uso que se hace de los significados expresivos, adecuado a
cada situación en todos los niveles del sistema lingüístico, con el fin de transmitir un
mensaje y producir un efecto pragmático concreto. Por ello, un texto se concibe como el
resultado de un acto comunicativo y se define como una unidad lingüística relativamente
independiente y jerárquicamente estructurada, como una macroestructura
(macrostructure) que refleja un estado complejo de hechos y una intención comunicativa
determinada.
R. Gläser afirma que los efectos estilísticos que producen las unidades
fraseológicas (phraseological units) han sido tratados hasta el momento por la léxico-
estilística, ya que no se ha sugerido ningún nivel específico para la fraseo-estilística. Pese
a ello, apoyándose en los trabajos de Kuznec y Skrebnev (1968) y Arnold (1973) opina
que la fraseología debe concebirse como una disciplina lingüística y no como un
inventario de unidades. De este modo, ocuparía un nivel intermedio entre la lexicología y
la sintaxis con grandes posibilidades de producir efectos estilísticos.
Así pues, la linguo-estilística, integrada en el sistema lingüístico como señalaba la
autora, abarcará diversos niveles que funcionan, no de forma separada, sino en conjunto:
1. Texto-estilística.
2. Sintáctico-estilística.
3. Fraseo-estilística.
4. Léxico-estilística.
5. Morfo-estilística.
6. Fono-estilística.

Limitado el dominio de la fraseología dentro de la estilística, R. Gläser considera


que dicho nivel intermedio se encargará, en primer lugar, del análisis de los efectos
comunicativos de las UFS en un texto; se ocupará, asimismo, de cómo contribuyen a la
calidad estilística de los diferentes registros, de las modificaciones ocasionales e
individuales de dichas unidades, de la invención de otras nuevas en diversos contextos
comunicativos, etc.
2. 2. 2. La conexión con la lexicología

Hasta el momento se han observado algunas de la dificultades que ha encontrado


la lingüística soviética para adjudicarle una cierta autonomía a la fraseología. El ejemplo
más evidente es el de Telija (1975). Generalmente, tanto en la ex-Unión Soviética como en
la antigua RDA, se tiende a considerar la fraseología como autónoma, mientras que en la
antigua RFA se cree que los fraseologismos son combinaciones de palabras que pueden
ser descritas de la misma forma que las palabras, es decir, como unidades del
vocabulario. Desde esta postura, la fraseología se integraría en la lexicología y ésta se
opondría en un sentido amplio a las disciplinas gramaticales como la sintaxis o la
morfología, según Fleischer (1982).
Por ello, su estudio se abordaría en clara conexión con el plano del contenido. Así,
Coseriu (1964=1986) o Pottier (1975) integran las UFS bajo la lexicología y pretenden
explicarlas con sus herramientas. De igual manera, la gramática liminar de López
(1984=1990) considera que los modismos representan una categoría gramatical del nivel
fraseológico en el dominio del componente semosintáctico, del llamado Espacio de
Integración Reducido. Esto es, dichos fraseologismos serán analizados por uno de los
componentes de la sintaxis, el semosintáctico, que hace referencia, fundamentalmente, a
una semántica lexicológica.
Por otro lado, su concepción como categoría del nivel fraseológico supone que sus
unidades rellenan el espacio reservado en el habla para todo un sintagma. Como
consecuencia, se sitúan al mismo nivel que los diptongos y los pies métricos en el interior
del componente fonosintáctico, y las palabras compuestas en el componente
morfosintáctico. Ello le permite al autor explicar la tantas veces aludida defectividad de
estas unidades.
De este modo, se les ha conseguido dar cabida de una forma aceptable, poniendo
de relieve que configuran una categoría frontera con peculiaridades diferentes a las de la
lexicología y la sintaxis.

2. 2. 3. Conexiones con la lexicografía y la paremiología

En otro orden de cosas, muchos de los trabajos que se han ocupado de la


fraseología lo han hecho desde el punto de vista de la lexicografía o la paremiología,
circunstancia que se ilustrará con un único, aunque representativo ejemplo.
En la obra de Casares (1950=1969), dedicada a la lexicografía, tienen cabida las
diferentes clases de combinaciones pluriverbales. Ahora bien, el autor opina que sólo
algunos de ellas deberán ser estudiadas por las disciplinas lingüísticas, en concreto, las
locuciones y algunas frases proverbiales. El resto de unidades, los refranes y otras
estructuras, serán abordadas por la paremiología.
El fin último perseguido por J. Casares es averiguar si la inclusión de esas clases
en el diccionario académico está justificada o no, y aclarar y proponer ciertas
abreviaturas referentes a ellas. No obstante, ello no es obstáculo para que trace todo un
proyecto de estudio pormenorizado de dichas unidades y, de esta forma, lleve a cabo un
trabajo que difícilmente han superado otros hispanistas.
En consecuencia, aunque J. Casares detalló el problema de las diferentes clases de
grupos de palabras desde la lexicografía, no se circunscribió únicamente a su ámbito. En
cierto modo, la lexicografía sirvió como mecanismo instrumental que contribuyó al
análisis de algunos de los fenómenos más sobresalientes de la fraseología.
Aunque merece un reconocimiento la ingente labor desarrollada durante siglos por
la paremiología y la lexicografía, el estudio de las combinaciones fijas no ha de quedar
relegado a los aspectos relacionados con su inclusión en los diccionarios. La referencia a
su estructura interna, a su papel funcional, a los recursos semánticos y pragmáticos
empleados para su formación, etc., se hace indispensable, por lo que el marco teórico de
la lexicografía no es suficiente para llevarlo a cabo.
2. 3. ¿Ocupa la fraseología una posición interdisciplinar?

Pese a que se pueden encontrar tanto autores partidarios de la independencia de la


fraseología como de su dependencia de otras ramas, actualmente parece observarse una
tendencia a abordar el estudio de las combinaciones fijas de palabras como un cometido
más de la lingüística, interrelacionado con la lexicología, la sintaxis, la sociolingüística, la
historia, la psicolingüística, ...
En 1944, M. H. Roberts predijo que en un futuro lo idiomático (idiom), entendido
en un sentido amplio como modo de pensar peculiar y colectivo12, se convertiría en el
objeto de una ciencia especial, the Science of Idiom, que aglutinaría las relaciones entre
el lenguaje y la literatura, entre el lenguaje y la historia, entre el lenguaje y la
antropología, etc.
Si se hace referencia a un ámbito más restringido, el de las combinaciones fijas de
palabras, Pilz (1981) es de la opinión de que si se las tratara de la misma forma que a las
palabras no se necesitaría ninguna disciplina lingüística especial. Por otro lado, al hablar
de fraseología quedan afectadas casi todas las disciplinas lingüísticas; la fraseología
representa una disciplina especial de intersección de varias de ellas: etimología,
lingüística histórica, lexicología, grafémica, morfología o morfosintaxis, semántica,
estilística, sintaxis. Incluso se puede aumentar la lista: didáctica, pragmática, … De este
modo, la fraseología incluiría diversos campos en los que se interrelacionaría con dichas
disciplinas.
De acuerdo con la opinión de V. L. Archangel´skij, que llega a nosotros reseñada
por Sabitova (1976) (apud Pilz, 1981:50), la fraseología se divide en Theorie der
Phraseme, o estudio de las combinaciones fijas de palabras con la estructura del
sintagma, y Theorie der festen Phrasen, o estudio de las combinaciones fijas de
palabras con la estructura gramatical de una oración. En ambos casos se diferencian los
siguientes campos:
1. Acentuación y entonación.
2. Formación de los fraseologismos.
3. Semántica de los fraseologismos.
4. Morfología o paradigmática.
5. Sintaxis o sintagmática.
6. Estilística fraseológica.
7. Etimología de los fraseologismos.
8. Fraseografía13.

Otro autor, M. M. Kopylenko, reseñado también por M. Sabitova (apud Pilz,


1981:50), ha insistido igualmente en la partición de la fraseología y ha diferenciado entre:
1. Fraseología sincrónica.
2. Fraseología tipológico-estructural.
3. Fraseología diacrónica.
4. Fraseología histórico-comparada.
5. Fraseografía.
6. Fraseología general.

A nuestro juicio, en ambos casos se ha acotado un espacio propio para la


fraseología que no tiene en cuenta las conexiones con otras ramas y que, a diferencia de
las propuestas que la consideran como autónoma, responde mejor a la posición periférica
de su objeto de estudio14.
Desde una postura crítica, Dobrovol'skij (1991) considera que durante muchos
años la fraseología luchó por conseguir un estatuto autónomo como disciplina lingüística
y, como consecuencia de ello, logró al final un cierto aislamiento. Hoy, en cambio, se le da
más valor a las posibilidades de desarrollo tanto hacia su interior como hacia el exterior,
es decir, tanto a su constitución inherente como a su relación con otras ramas de la

12Véase a este respecto el punto 5. 2. 1. 1.


13También Fleischer (1982:15) recoge la misma cita.
14A este respecto, véase más adelante el punto 3. 1.
lingüística y la ciencia, de modo que se observa desde una nueva perspectiva, como una
vía de desarrollo integradora. Así pues, el material fraseológico interesa actualmente no
sólo a la tipología lingüística, sino también a los universales lingüísticos, la lingüística
cognitiva, la inteligencia artifical, la pragmática, la psicolingüística, etc., etc.
Por consiguiente, la fraseología ya no se concibe como un punto aislado del
continuo lingüístico, sino como confluencia de diversas disciplinas. Ello significa, a
nuestro modo de ver, reconocer la autonomía de la fraseología para poder dar una
explicación satisfactoria de sus mecanismos, y al mismo tiempo, reconocer su capacidad
de proyección hacia el exterior como recurso ejemplificador y explicativo de un buen
número de fenómenos del lenguaje.

2. 4. Conclusiones

Se ha observado cómo los lingüistas soviéticos intentaron, a raíz del desarrollo de


la lexicología, crear una nueva rama lingüística independiente, la fraseología. Su
supervivencia como disciplina autónoma se hallaba sujeta a las exigencias del objeto de
estudio y a la posibilidad de considerar determinadas reglas como independientes. Con
todo, mantener dicha postura resultaba inviable para ciertos investigadores, que creían
que no podía hablarse de rasgos propios o exclusivos del fenómeno fraseológico porque
algunos mecanismos explicativos eran de carácter sintáctico, semántico o léxico.
Por ello, en algunos casos se relacionaba con la estilística. En este ámbito, la
fraseología encontraba un espacio propicio para dar explicación de los efectos
comunicativos causados por sus unidades en un texto y de su contribución a la calidad
estilística de los diversos registros.
Otros autores no se planteaban dicha independencia y preferían explicar sus
unidades partiendo de la lexicología con la que, evidentemente, manifiesta un buen
número de relaciones: sus unidades pueden reducirse, en general, al lexema o palabra;
establecen relaciones de sinonimia, antonimia, etc.; se conciben en bloque como las
unidades simples (Coseriu, 1964=1986) y muestran una autonomía similar a la de las
palabras, a pesar de estar formadas por varias de ellas.
Algunos investigadores soviéticos no olvidan que, frente a sus similitudes, su
comportamiento es diferente al de las unidades léxicas, aunque encuentran dificultades
para propugnar su absoluta autonomía. Por ello, a la hora de hablar de fraseología cabría
considerar no sólo su contenido léxico diferenciado de las unidades léxicas simples, sino
también aspectos relativos a su sintaxis, a su formación interna o a su etimología.
Resultan muy acertados los diversos intentos de los fraseólogos soviéticos ya que,
gracias a ellos, el estudio de las UFS adquiere una relevancia que no había tenido hasta
entonces. Sus observaciones advierten que se está operando con unidades que no son
estrictamente lexicológicas ni sintácticas, sino fraseológicas. No obstante, no es necesario,
a nuestro entender, abogar actualmente por la fraseología como disciplina opuesta o
enfrentada al resto de disciplinas lingüísticas, sino que debe concebirse como un punto
de síntesis de otros ámbitos. Así, en el estudio de sus unidades es inevitable hablar de
sintaxis, ya que se trata, ante todo de combinaciones de palabras (Zuluaga, 1980:19), en
las que a menudo se suspenden las reglas sintácticas. Tampoco cabe olvidar su
semejanza léxica con la palabra, porque, como las palabras, se reproducen en bloque
(Coseriu, 1964=1986) y manifiestan relaciones de antonimia, sinonimia, etc. Igualmente,
muestran ciertos vínculos con la morfología, ya que se trata de un proceso de creación
léxica, como ocurre con la derivación o la composición (Fleischer, 1992). Sus formantes,
además, más que verdaderas palabras deben considerarse morfemas. Por otro lado, su
papel pragmático no debe ser pasado por alto, sobre todo por lo que a su riqueza
expresiva se refiere.
Por lo tanto, a la hora de hablar de fraseología deberán abordarse cuestiones de
morfología, de sintaxis, de lexicología y semántica, de pragmática e, incluso, de
sociolingüística y psicolingüística, etc., de un modo similar a como propugnaba una parte
de la lingüística soviética, es decir, de forma integrada dentro de una disciplina
independiente. Desde esta perspectiva, no perderá su idiosincrasia frente a otras
disciplinas, a pesar de que manifiesta evidentes relaciones con algunas de ellas.
En suma, lo que constituirá su tarea principal será determinar sus mecanismos
internos como disciplina, de modo que, una vez constituida como independiente pueda
ser considerada como interdisciplinar, es decir, pueda observarse como cruce de caminos.
Ahora bien, sin dicha separación no resulta factible llevar a cabo un estudio que, durante
años, ha quedado relegado a un segundo plano. De esta manera será posible explicar las
supuestas anomalías, irregularidades, defectividades de sus unidades desde una nueva
perspectiva, no ya como suspensión de reglas propias de otras disciplinas, sino como
peculiaridades de la fraseología.
CAPÍTULO 3

Acerca del carácter no discreto


de las unidades fraseológicas

"The classes (and sub-classes) of elements should not be regarded as ‘boxes’


with clear-cut boundaries but as formations with a compact core (centre) and with a
gradual transition into a diffuse periphery which, again, gradually passes (infiltrates)
into the peripheral domain of the next category".
(Danes, 1966:11).

3. 0. Introducción

Como se mencionaba en el capítulo 1, la fraseología no ha recibido la importancia


que merece en numerosas ocasiones. Las locuciones, frases proverbiales, refranes...,
suponen un mínimo porcentaje de los estudios de lingüística, ya que la mayor parte de
los trabajos publicados sobre el tema se encuentran desperdigados en publicaciones
científicas, paremiológicas, etc. Sólo en contadas ocasiones, se les ha dedicado un mayor
espacio en trabajos monográficos. En este capítulo se intentarán analizar algunos de los
motivos que han llevado a este abandono. En concreto, se observará cómo desde Bally
(1909=1951) hasta Tossavainen (1992), pasando por lingüistas como E. Coseriu, J.
Casares, U. Weinreich, H. Thun, M. Gross, G. Wotjak ..., se ha insistido, de una u otra
manera, en las dificultades que existen para estudiar los fenómenos fraseológicos. La
mayor parte se ha referido a la irregularidad de dichas combinaciones; otros, en cambio,
han hablado de su regularidad, de otra regularidad, que poco o nada tiene que ver con
los procesos considerados normales. En este contexto se moverá el primer epígrafe, es
decir, en las relaciones que se establecen entre los hechos fraseológicos y otros fenómenos
de la lengua. La fraseología muestra la dificultad de establecer una frontera entre lo
léxico, representado por las unidades simples, y lo gramatical, representado por los
sintagmas libres (punto 3. 1.).
A continuación, el fenómeno será observado desde su interior, es decir, se
determinará qué combinaciones deben incluirse dentro del dominio fraseológico. Tanto la
frontera entre las UFS y las que no lo son, como la frontera entre los diferentes tipos de
fraseologismos constituyen límites maleables y, a menudo, confusos (punto 3. 2.).
Para situar mejor el objeto de estudio se emplearán los conceptos de centro y
periferia de la Escuela de Praga. Dichos conceptos generales permiten explicar mejor a
qué se debe el olvido en que han caído habitualmente estas unidades complejas de la
lengua.
Muchos fenómenos lingüísticos no admiten oposiciones binarias sino graduales, lo
que significa que entre los miembros de una clase se establece una progresión de
continuidad. La escuela de Praga aboga precisamente por una serie de elementos
centrales, caracterizados por su adaptación a los paradigmas teóricos, frente a otros
elementos periféricos, alejados de las pautas generales del sistema entre los que se
establece una transición o continuum.
Como afirma Danes (1966:11), las clases y subclases no deberían concebirse como
compartimentos estancos ("boxes") con fronteras claramente definidas, sino como
formaciones con una transición gradual de un centro, compacto, a un periferia, difusa, lo
que conlleva la existencia de interrelaciones entre diversas categorías. En este sentido,
Leska (1966:55) aclara que los signos lingüísticos que conforman el centro se
caracterizan por su productividad, mientras que los que se engloban en la periferia son
signos no productivos. Por lo que a las unidades complejas se refiere, Sabrsula (1966)
considera que en la periferia del sistema morfológico cabría situar a las unidades
onomatológicas complejas (unités onomatologiques complexes), que, debido a su
carácter paradigmático irregular, suponen una gran dificultad para ser incluidas en el
núcleo, formado por las combinaciones de palabras. No se establece una frontera nítida
entre los diversos grupos de unidades onomatológicas complejas, aunque es posible
diferenciar los fraseologismos (fraséologismes), que se caracterizan por no seguir un
paradigma regular, de los grupos verbo-nominales (groupements verbonominaux), que
responden a procedimientos sistemáticos y, por tanto, productivos. Estos últimos
funcionan de modo similar a las combinaciones libres. En cambio, los fraseologismos son
improductivos e irregulares desde el punto de vista paradigmático.
De este modo, la fraseología parece definirse por su nula o escasa productividad y
su falta de regularidad a nivel paradigmático. Teniendo esto en cuenta, se ha de colocar
en una zona periférica o, mejor aún, en un lugar intermedio situado entre los centros de
dos categorías, las unidades léxicas simples y los sintagmas o enunciados libres. Ello
supone que se puede hablar de una gradación o continuo con fronteras bastante difusas
de unas clases a otras. Sin embargo, tal vez lo más interesante no será mostrar cómo se
sitúan en la periferia de esos dos núcleos, sino cómo se estructuran en torno a un núcleo
propio, el de la fraseología, y cómo se conforma ese núcleo y sus clases periféricas.

3. 1. En la periferia de la lengua

Una buena parte de los lingüistas se ha referido a la fraseología de una u otra


manera como fenómeno de lengua, aunque marginal, resaltando fundamentalmente que
se trata de unidades complejas irregulares que no responden a los procesos sistemáticos
presentes en otras unidades de lengua.
Con relativa frecuencia se habla de unidades léxicas simples, palabras, y de
combinaciones libres de palabras, sintagmas. Ambas cuentan con un estatuto
determinado. Se suele reconocer, asimismo, la existencia de complejos sintagmáticos que
muestran rasgos propios de las palabras, como su reproducción en bloque, pero que a
pesar de ello conservan señales de haber sido sintagmas libres. Estas combinaciones fijas
se encuentran, a nuestro juicio, entre la palabra y el sintagma, es decir, entre lo léxico y
lo gramatical, por lo que resulta incómodo referirse a ellas.
Se examinarán a continuación algunos intentos de explicación de estas unidades:
el estructuralismo ha reconocido su estatuto de unidades de lengua (punto 3. 1. 1.), y
han intentado describirse, o desde la óptica de la palabra (punto 3. 1. 2.), o desde la
óptica del sintagma (punto 3. 1. 3.). Pese a las dificultades que manifiestan, algunos
autores han insistido en que, dada su frecuencia de uso, deben ser estudiadas, pero no
como combinaciones irregulares desde el enfoque de otras unidades lingüísticas, sino
como un fenómeno con sus propias reglas (punto 3. 1. 4.).

3. 1. 1. Las unidades fraseológicas, unidades de lengua

Saussure (1916=1986) realizó algunos comentarios muy interesantes sobre el


fenómeno fraseológico. El ginebrino habla de locuciones hechas (locutions toutes
faites), que se caracterizan por la falta de improvisación. Estas expresiones tienen su
origen en la tradición, en estados diacrónicos anteriores, por lo que sus componentes no
se combinan en el habla, sino que se encuentran previamente establecidos en la mente
del hablante. Por ello, Saussure decide incluir estos sintagmas fijados en la lengua, en
oposición a los sintagmas libres que pertenecerían al habla. Si los segundos se
construyen en el momento del habla, los primeros son elementos virtuales que se
reproducen al hablar.
De ello se puede deducir un estatuto similar tanto para las unidades léxicas
simples como para las combinaciones fijas.
Para Coseriu (1952=1978:83-84) "la distinción entre norma y sistema aparece en
primer lugar como distinción entre los tipos generales o ‘regulares’ de construcción y las
fórmulas fijas de las que habla Saussure: mientras que aquéllos pertenecen al sistema,
éstas representan realizaciones tradicionales de esquemas contenidos en el sistema
mismo, es decir que son hechos de norma".
De este modo parece definido que nuestro objeto de estudio constituye una parte
esencial de la lengua, entendida como institución social (desde F. de Saussure), o de la
norma (desde E. Coseriu)15.

15Por ello, Zuluaga (1980:21) concluye que "las unidades fraseológicas pertenecen a la norma lingüística social".
3. 1. 2. De la unidad simple a la unidad fraseológica

A pesar de haber reconocido que las UFS son signos lingüísticos, a menudo se han
encontrado dificultades para describirlas y enmarcarlas dentro de la teoría lingüística.
Así por ejemplo, Greimas (1960) considera que la unidad sintagmática léxica por
excelencia es la palabra. Tomándola como base pueden crearse nuevas unidades léxicas
complejas, como por ejemplo, pomme de terre (‘patata’) o plancher des vaches (‘pisar tierra
firme’). Estas combinaciones no libres o fijas que adquieren la categoría de palabras se
llaman modismos (idiotismes). Existen modismos de carácter arcaico, ya sea léxico o
morfosintáctico, que constituyen un grupo diferenciado. Además, entre las combinaciones
libres y las fijas existen combinaciones semi-fijas, que pueden englobarse bajo los
términos de lugar común (dictons y proverbes), y que son unidades que pertenecen a
secuencias sintagmáticas largas como proposiciones o frases, y bajo el de cliché, que
recoge unidades que se ajustan a la estructura del sintagma.
La teoría de A. I. Greimas contribuyó al estudio de los hechos fraseológicos como
fenómenos de lengua y al establecimiento de conexiones entre signos lingüísticos simples
y complejos.
Desde una perspectiva fundamentalmente morfológica, Martinet (1968a) y
(1985=1987) ha hablado de unidades superiores al monema, diferenciando entre
sintagmas, complejos formados por monemas libres (ya se trate de amalgamas -
dominorum-, de palabras analizables -donnerons- o de combinaciones más libres -sur le
banc-) y sintemas (synthèmes), complejos formados por monemas conjuntos, esto es,
combinaciones de monemas que suponen en el discurso una elección única (chaise-
longue) y que, en consecuencia, manifiestan el mismo comportamiento que los monemas.
Aunque frecuentemente existen dificultades evidentes para diferenciar entre monema
único y sintema, no obstante, la oposición entre sintema y sintagma es, al menos en la
práctica, bastante clara.
A nuestro entender, esta conclusión se debe principalmente a que A. Martinet se ha
ceñido a ejemplos muy seleccionados que no manifiestan nítidamente las interrelaciones
reales que existen entre ellos.
Por este motivo, Mahmoudian (1975) examina las características que A. Martinet
ha definido para ambos complejos y llega a la conclusión de que se muestran
insuficientes. Como consecuencia, propone partir de otra hipótesis: la generalidad de las
construcciones sintagmáticas y la restricción de las combinaciones sintemáticas. Esto
implica, según nuestra opinión, que los sintemas vendrían a ocupar una posición
intermedia entre los sintagmas y los monemas.
Tal vez todo dependa, como se está observando, de la concepción del término
palabra. Zgusta (1967), discípulo de A. Martinet, intenta distinguir entre unidades
léxicas complejas (Multiword Lexical Units (MLU) y complejos similares como frases
proverbiales (sayings), refranes (proverbs), citas (quotations), etc. Desde la tradición
greco-latina las lenguas modernas se han visto influenciadas por la concepción de la
palabra como elemento central, de forma que su observación ha constituido el grueso de
los estudios lingüísticos, ocasionando de este modo que quedaran relegadas a un plano
secundario las unidades formadas por varias palabras. En realidad, las MLU son grupos
de morfemas; los morfemas se combinan dentro de las unidades léxicas de manera
variada, dando lugar a unidades monomorfémicas, bimorfémicas, trimorfémicas,
tetramorfémicas.
De igual manera, para Pottier (1975) existen íntimas relaciones entre la lexía y el
morfema, ya que las lexías se componen de palabras y las palabras de morfemas. Su
clasificación, estrictamente morfológica, va desde la lexía simple (árbol, salió) a la textual
(quien mucho abarca poco aprieta), pasando por la compuesta (matasellos) y la compleja,
que puede ser de dos tipos: estable (a horcajadas) o variable (un recién
nacido/casado/llegado).
Es decir, el concepto de lexía recoge tanto las unidades simples, las palabras, como
las formadas por varias unidades simples16.

16Véase también la explicación que llevan a cabo Loffler-Laurian et alii (1979) de las teorías que estructuran el
En suma, algunos de los más importantes estructuralistas han dedicado atención a
las unidades complejas, observándolas básicamente desde el punto de vista de otra
unidad, la palabra, y se ha puesto de manifiesto que existe una escala entre ambas. Para
algunos de ellos, como es el caso de B. Pottier, se puede afirmar que esta escala
constituye una verdadera progresión. Por el contrario, para otros, como A. Martinet, las
interrelaciones entre ambas clases no resultan tan nítidas, ya que se trata de grupos
bastante diferenciados.

3. 1. 3. De la unidad fraseológica al sintagma libre

Han sido numerosos los autores que han establecido una oposición entre la
sintaxis libre y la sintaxis fija, entre las combinaciones libres de palabras y las fijas. El
intento más conseguido es el de E. Coseriu, que establece una separación entre técnica
del discurso y discurso repetido. No obstante, el establecimiento de esta oposición no
significa que no puedan detallarse fluctuaciones e interrelaciones entre ambos grupos,
como han manifestado Ch. Bally o A. Rey entre otros. A nuestro juicio, esta constatación
aboga por una gradación entre ambos tipos de sintaxis.
La separación puede ejemplificarse con C. de Boer o a A. Blinkenberg. Boer (1933 y
1954) insiste en la distinción esencial entre sintaxis móvil o viva (syntaxe "mobile" ou
"vivante") y sintaxis fija (syntaxe "figée" ou "locutionnelle"). Las expresiones de
sintaxis fija tienen rasgos comunes con las palabras, ya que se emplean como si se
tratara de una sola, pero al mismo tiempo están compuestas de varias de ellas, por lo que
también manifiestan ciertas coincidencias con los sintagmas. La diferenciación entre
estos tipos supone que ambos grupos de combinaciones deben ser analizados con
procedimientos diferentes.
Por otra parte, Blinkenberg (1960) establece una separación entre sintaxis libre,
sintaxis fija y léxico (syntaxe libre, syntaxe figée, lexique). Esta postura nos ayudará a
considerar que la fraseología estaría situada en ese espacio intermedio, entre la sintaxis y
el léxico.
A pesar de ello, ha sido Coseriu (1964=1986), (1973=1986) y (1978a) quien ha
logrado resumir muchas de las aportaciones anteriores por medio de la oposición técnica
libre del discurso/discurso repetido17. La técnica del discurso sirve para hablar y
contiene las unidades léxicas y gramaticales (lexemas, categoremas, morfemas), junto a
las reglas para su modificación y combinación en la oración. En cambio, el discurso
repetido abarca todo lo que puede incluirse bajo los términos expresión, giro, modismo,
frase o locución. Los elementos constitutivos de estas combinaciones no pueden ser
reemplazables o recombinables siguiendo las leyes actuales de la lengua: tienen la
característica de ser unidades no analizables. Se conciben como trozos de discurso
insertados en nuevos discursos.
Según E. Coseriu, estas unidades significan en bloque. Esto indica, a nuestro
parecer, que constituirían elementos de la distaxia (Bally, 1932=1965) o de la no-
linealidad.
Por otro lado, la denominación de discurso repetido ha sido bien acogida por un
buen número de estudiosos; se ha retomado como término matriz que engloba todo lo que
se opone a combinación libre.
A pesar de los intentos mencionados que intentan sistematizar y diferenciar estos
dos grupos de expresiones, otros autores (Bally, 1909=1951, Jespersen, 1924=1975,
Dimitrescu, 1957, Frei, 1962, Rey, 1976) se han referido de un modo más evidente, de
una u otra manera, a la imbricación que existe entre ambas clases.
Bally (1909=1951) detalló las fluctuaciones continuas entre la asociaciones libres
de palabras y otras combinaciones que presentan una escala gradual de fijación. Las

material léxico a partir del concepto de palabra, en las que se emplean diversos términos para referirse a las
unidades superiores, como los de sintagma y sintema (A. Martinet), lexema (J. Perrot) o lexía (B. Pottier).
17A este respecto, Zuluaga (1980:77) indica que "la contribución de este autor al estudio de las expresiones
fraseológicas constituye, ante todo, una síntesis de numerosos trabajos anteriores al suyo: La distinción 'técnica
del discurso'/'discurso repetido' se remonta a las distinciones de Paul 'grupo productivo'/ 'fórmula', de Bally
'combinación libre'/ 'grupo fraseológico' o 'sintagma libre'/ 'grupo aglutinado', de C. de Boer "sintaxis viva'/
'sintaxis fija' o 'locucional’, y de Isacenko 'tipos productivos'/ 'tipos no productivos'".
palabras que forman la asociación pueden ser independientes o, a fuerza de ser
empleadas conjuntamente, pueden pasar a expresar una misma idea, por lo que
adquieren un carácter unitario. No es posible establecer límites rígidos entre unas
combinaciones y otras, y tampoco es la intención de Ch. Bally, que advierte que lo
importante es caracterizar el fenómeno en general, para lo que se fundamenta en casos
prácticos18.
Las asociaciones libres parecen presentar un grado alto de productividad, mientras
que las unidades fraseológicas (unités phráseólogiques) representan una escasa o nula
productividad. Entre estos dos extremos se encuentran combinaciones semifijas, que
comparten rasgos comunes a ambas. El mismo Bally declara que la existencia de grupos
intermedios no es en principio un obstáculo.
También Dimitrescu (1957) es consciente de la dificultad que se presenta a la hora
de intentar discernir entre grupos libres de palabras y grupos con algún grado de fijación.
Por ello propone una clasificación gradual que iría de los grupos libres de palabras19 a las
locuciones (locutions) pasando por las expresiones (expressions), de modo que el nivel
menos productivo representa un mayor grado de fijación ("[capable] de se comporter
comme un seul élément lexical et grammatical" ) e idiomaticidad ("capable de désigner un
seule notion")20 y concluye que "la distinction essentielle, qualitative entre locutions et
expressions, c'est que, tandis que ces dernières représentent exclusivement des faits de
lexique, les locutions sont aussi des faits de grammaire" (p. 289).
A conclusiones similares llega Rey (1976:831-832), que insiste en los
inconvenientes para diferenciar grupos fijos y libres y afirma que "la frontière entre 'lexie'
et 'énoncé libre' n'est pas nettement tracée; la phraséologie occupe un domaine
intermédiaire, selon un continuum allant de la suite lexicalisé (...) des séquences du type
au fur et à mesure, (forme libre minimale puisqu'elle contient l'élement fur qui n'existe pas
a l'état libre) au syntagme et à l'énoncé simplement fréquent -en discours- et prévisible -
en langue- (ex. sur le chemin du retour, se jurer une amitié éternelle...)".
No debe olvidarse que, ante todo, la UF es un tipo peculiar de combinación de
palabras, ya la observemos como surgida de colocaciones que en principio fueron libres,
ya desde su constitución sincrónica como sintagmas con rasgos independientes de los no
fijos. En consecuencia, las interrelaciones que se observan entre estos grupos dependen
directamente de esta consideración. Como los autores analizados hasta el momento han
puesto de relieve, se trata de un continuum que va desde la palabra a la combinación libre
y que, inevitablemente, pasa por combinaciones fijas, combinaciones con el estatuto de
unidades simples, pero con peculiaridades propias de los sintagmas o unidades
superiores. Esa dificultad manifiesta de segmentar el continuum es lo que ha contribuido
a que dichos complejos hayan quedado a menudo en un segundo plano de la
investigación lingüística y que, cuando se les ha dedicado atención, haya sido desde el
punto de vista de uno de los extremos, desde la palabra o desde el sintagma.

3. 1. 4. Hacia su estudio sistemático

A pesar de las objeciones planteadas por unos y otros para estudiar este tipo de
combinaciones, se trata de un hecho de lengua que debe y puede ser observado
lingüísticamente. No constituyen únicamente irregularidades con respecto a otras
unidades, sino que contienen rasgos y propiedades que, aunque pueden encontrarse en
otros fenómenos, caracterizan lo fraseológico como hecho peculiar.
Así por ejemplo, Thun (1978) pone de manifiesto el carácter problemático de estas
unidades en oposición a otras combinaciones, lo que le lleva a considerar la existencia de
un continuum entre las combinaciones libres de palabras (freies Wortgefüge, FrWG) y

18Acude al instinto como método de apoyo: "C'est l'instinct qui doit guider la recherche" (Bally, 1909=1951:72). Es
frecuente en general recurrir a la intuición como recurso que es capaz de sancionar la pertenencia de grupos de
palabras a la fraseología.
19A pesar de que el término grupo de palabra parece emplearse a menudo como si se tratara de algo claramente
establecido, sin embargo es difícil de definir, pues suele responder a apreciaciones subjetivas y arbitrarias. Véase a
este respecto Phal (1960).
20Los términos fijación e idiomaticidad serán definidos con detalle más adelante.
las combinaciones fijas de palabras (fixiertes Wortgefüge, FWG). Ambas surgen de lo
que se denomina Mehrwortgefüge (MWG), o sintagma. A nuestro entender, el
establecimiento de una clase común supone la observación de los hechos desde una
perspectiva diferente, ya que ambos fenómenos se conciben sincrónicamente en el mismo
nivel. Desde el punto de vista diacrónico, una FWG tiene su origen, según H. Thun, en
una FrWG anterior, lo que corrobora sus íntimas relaciones. Por otra parte, tanto las
unidades libres como las combinaciones libres pueden presentar rasgos comunes a las
FWG, aspecto que demuestra que el supuesto aislamiento de las muy numerosas FWG no
es tan absoluto como para que no existan vínculos entre ambas.
Por otra parte, opina que la alta frecuencia de uso de estas combinaciones se debe
a que presentan un significado muy rico, mayor que el de los signos simples. En ello
coincide con otros autores.
Gréciano (1984a), en un trabajo dedicado a aspectos pragmáticos de las
expresiones idiomáticas (expressions idiomatiques) ha reconocido su carácter de signo
central, y no marginal y secundario, justificado por su frecuencia de uso y su gran
riqueza: "L' EI [expression idiomatique] ne s'explique pas par l'anomalie, par l'écart, par la
déviation ou la dérivation par rapport à une norme, à un sens lexical et littéral premier.
Vu sa constitution, sa fréquence et sa richesse, l'idiotisme ne peut pas être un signe
marginal et secondaire" (1984:109).
Desde una postura generativista, Newmeyer (1972) llega a la conclusión de que,
aunque las expresiones idiomáticas (idioms) presentan excepciones a determinadas
reglas, en general, se muestran más regularidades en el conjunto de las locuciones de
una lengua de lo que se cree. El tratamiento no-unitario, es decir, la inserción de las
locuciones en el lexicón al mismo nivel que sus homófonos literales, y su consideración
como unidades semánticas y no exclusivamente como unidades léxicas, puede resolver
muchos de los problemas planteados.
De forma diferente insiste en ello Bosque (1982). Retomando un término de Lázaro
(1978=1981), piensa que el lenguaje literal, que incluye un buen conjunto de fenómenos
entre los que se halla el del modismo, tiene sus propias reglas codificadas, tanto
sintácticas como morfológicas, semánticas o pragmáticas. Es lógico encontrar solamente
irregularidades en estas unidades si se abordan desde el punto de vista de un sistema
que se caracteriza por intentar establecer regularidades21. Su riqueza expresiva, su
frecuencia de uso, a pesar de la improductividad22 le llevan a concluir que se trata de un
subcódigo lingüístico bastante riguroso, con un esquema organizativo diferente al de las
combinaciones libres.
Asimismo, la gramática liminar ha dedicado atención a la fraseología. Como afirma
López (1984=1990:196), "la contraposición 'expresiones idiomáticas/expresiones libres'
sólo puede ser tratada correctamente si aceptamos para las primeras un estatuto
sistemático, correlativo, aunque no similar, al de las segundas". No se detallarán las
conclusiones a las que llega A. López, aunque la aparente defectividad de dichas unidades
queda superada, ya que el modelo y la estructura formal propuesta es capaz de dar
cuenta de ella. En el llamado Espacio de Integración Reducido representan una
categoría gramatical, es decir, de lengua, del nivel fraseológico en el dominio del
componente semosintáctico. Ello supone el establecimiento de una tipología desde el
modelo liminar para estas unidades que permite integrarlas en el sistema.

21No obstante, a veces la constatación del gran número de irregularidades y anormalidades que existen en una
lengua llevan a una reflexión diferente. Algunos autores han insistido en que la abundancia de anomalías no puede
considerarse como algo anormal. Resulta esclarecedor el caso de Benot (1910=1991:134), que ya era consciente de
la excepcionalidad de los fenómenos desviantes: "Poco habría que ampliar lo ya explicado si las normas generales
del hablar no experimentasen en la práctica desvíos, contrarreglas, excepciones y hasta caprichos del lenguaje en
tan gran número, que quien solamente fijase en ello su mirada podría admitir que lo normal en la lengua era la
anormalidad".
22Improductividad que está limitada por la frecuente creación analógica a partir de unidades fosilizadas
previamente.
3. 1. 5. Conclusiones

Hasta el momento ha resultado bastante útil hablar de un continuo compuesto por


dos extremos que irían de la unidad simple a la combinación fija o, visto desde otra
perspectiva, de la combinación fija al sintagma libre. Si se observa en su conjunto, el
continuo iría de la unidad simple al sintagma libre, y las combinaciones fijas de palabras
si situarían en la periferia de ambos centros. Asimismo, se ha aludido a algunas de las
dificultades que conlleva segmentar lo que manifiesta una continuidad. Por último, se
han mencionado algunos intentos de sistematización que tratan el fenómeno como otro
tipo de regularidad. De este modo, se ha preparado el camino para su observación desde
otro punto de vista, desde su interior, desde su mismo núcleo.

3. 2. En el núcleo de la periferia

La fraseología responde a procesos diferentes de las unidades simples y de las


combinaciones libres de palabras, lo que no significa en ningún caso que sea un hecho
marginal y que no pueda ser observado, sino que habrá que hacerlo desde una
perspectiva diferente. Para mostrar este hecho, se aludirá a continuación a las unidades
que integran esta clase, de forma que se dispondrá de una noción más nítida de lo que
debe entenderse por fraseología, aspecto que contribuirá a sistematizar, en el capítulo
siguiente, los rasgos y las propiedades que pueden considerarse peculiares de sus
unidades.
En primer lugar, se ha de discernir entre dos concepciones distintas del hecho
fraseológico: una concepción ancha y una concepción estrecha. Ya en 1957, S. I. Ozegov
establece la existencia de dos fraseologías, conclusión a la que llega después de haber
observado que no existía un criterio único de ordenación en la teoría soviética. La única
característica común de las estructuras que acostumbran a englobarse bajo este término
es su estabilidad o fijación (apud Tristá, 1983b:68-70).
El grupo concebido de forma estrecha reúne a las unidades que, funcionalmente,
se ajustan a los límites de la palabra o el sintagma, mientras que desde la concepción
ancha se estudian no sólo las locuciones, sino también unidades superiores como
refranes, frases proverbiales, aforismos, giros de carácter científico-terminológico, frases
hechas, ... La adopción de una de ellas se debe en gran medida al objeto de estudio. Ello
significa que un mismo autor puede haberse apoyado en una fraseología concebida de
forma amplia o de forma estricta, según las circunstancias. Por otra parte, no resulta
habitual que declaren explícitamente seguir una u otra propuesta, por lo que la
separación que se expondrá se debe a un reflexión a posteriori.
A continuación se examinarán algunos ejemplos representativos de ambas
concepciones. No se pretende elaborar un análisis exhaustivo, sino únicamente poner de
relieve ciertas ideas particulares que han sustentado dichas hipótesis.
3. 2. 1. Concepciones anchas

3. 2. 1. 1. Algunos ejemplos

Una de las concepciones anchas que más eco ha encontrado entre los estudiosos
ha sido la de E. Coseriu que, como se veía más arriba, establece una oposición entre
técnica del discurso y discurso repetido.
A nuestro juicio, el concepto de discurso repetido es excesivamente amplio,
porque incluye tanto los sintagmas fijos como pequeños textos, citas, adivinanzas,
parodias, alusiones, plagios, etc. Por otro lado, una matización extraída del análisis
general conduce a la deducción de que los segmentos fijos deberían considerarse como
formantes de la técnica del discurso, esto es, como partes ya hechas que, como las
unidades simples, son capaces de construir nuevos sintagmas u oraciones, lo que viene a
demostrar sus interrelaciones. En cuanto a la clasificación de las unidades que integran
el discurso repetido, significa una progresión que iría desde las unidades equivalentes a
oraciones o textos a las equivalentes a morfemas.
Según la propuesta de Coseriu (1973=1986), que corrige en parte lo avanzado en
1964, se diferencian cuatro grupos:
1). Las unidades equivalentes a oraciones y textos o locuciones. Se incluyen en
este grupo las frases metafóricas, los proverbios, los dichos, las sentencias, los
refranes, etc. Constituyen documentos literarios, en unos casos, y elementos
procedentes del folclore, en otros. Cuando su origen se debe al folclore, resulta
frecuente encontrar una correspondencia entre diversas lenguas. (Así por
ejemplo, la expresión alemana hier liegt der Hund begraben se equipara
exactamente con la rumana aici e cinele ingropat, que significa ‘aquí está el
busilis’). El estudio de estas unidades no pertenece a la lexicología, sino a la
filología y a las ciencias literarias.
2). Las equivalentes a sintagmas o sintagmas estereotipados. Son expresiones
conmutables entre sí (fr. se moquer du tiers comme du quart --- se moquer de tout
le monde (‘burlarse de todo el mundo’)). Serán estudiadas por la sintagmática.
3). Las equivalentes a palabras o perífrasis léxicas funcionan como lexemas. Ésta
es la razón de que sean incluidas en la lexicología. Son unidades del tipo hacer
alarde (conmutable por alardear), hacer hincapié (insistir), etc.
En la práctica se observa una confusión entre los sintagmas estereotipados y
las perífrasis léxicas, ya que los primeros son también conmutables por
palabras. E. Coseriu opta por integrar ambos grupos en una sola clase, lo que
indica, a nuestro entender, la dificultad de establecer límites rígidos.
4). Las unidades equivalentes a morfemas (it. contento come una Pasqua ---
contentissimi (‘contento como unas pascuas’ --- ‘muy contento’)) tampoco son
analizadas por la lexicología; su estudio debería encuadrarse en el saber
idiomático.

Esta concepción implica la pertenencia de las unidades del discurso repetido a


diversas disciplinas, fundamentalmente a la paremiología, la sintaxis y la lexicología.
Asimismo, Isacenko (1948) determinó las diferentes clases que formaban parte de
la fraseología y los grupos cercanos que quedarían excluidos. La fraseología se compone
de clichés frásticos (clichés-phrases), concepto que incluye proverbios, giros,
construcciones estilísticas, etc. Un grupo especial de estos clichés está constituido por los
clichés en forma de réplica (clichés-répliques) (fr. pas de quoi, sans blague!) que
suponen una respuesta al interlocutor. Únicamente los clichés, caracterizados por ser
improductivos y equivalentes a unidades superiores a la palabra, se inscriben en la
fraseología.
La lexicología, en cambio, se ocuparía de estudiar las combinaciones equivalentes a
una unidad simple. Siguiendo la propuesta de V. V. Vinogradov, diferencia tres tipos de
estas unidades23:

23Las denominaciones en español que se proponen a continuación de los términos de V. V. Vinogradov, y que A. V.
Isacenko ha retomado, proceden de un autor ruso, A. Guitlitz (apud Tristá, 1976-77:157-158).
1). Unidades fraseológicas (unités phraséologiques). Están conformadas por
palabras que se emplean con un sentido figurado y en las que el grado de
idiomaticidad no es muy elevado, pues es posible descomponerlas
semánticamente: fr. donner un coup d'oeil (‘echar un vistazo’), empoisonner
l'atmosphère (‘envenenar la atmósfera). Algunas de ellas acaban convirtiéndose
en clichés literarios.
2). Adherencias fraseológicas (groupes phraséologiques soudés). Estos grupos
de palabras se emplean con significado idiomático y es bastante habitual
encontrarlas en la mayor parte de las lenguas24: fr. manger de la vache enragée
(‘sufrir privaciones’).
3). Combinaciones fraseológicas (assemblages phraséologiques). Esta última
clase incluye unidades con significado idiomático en las que alguno de sus
componentes aparece exclusivamente en esa combinación o en un escaso
número de combinaciones: al. baß erstaunt, schier unglaublich.

Tanto los grupos pertenecientes a la fraseología (proverbios, giros, construcciones


estilísticas, clichés con forma de réplica, etc.) como los incluidos en la lexicología
(unidades fraseológicas, adherencias fraseológicas y combinaciones fraseológicas),
suponen medios sintácticos improductivos de una lengua, por lo que no son estudiados
por la sintaxis, que se ocupa exclusivamente de los recursos productivos.
Por otro lado, la concepción amplia de la fraseología propuesta por Fleischer (1982),
para la que adopta los conceptos de centro y periferia de la Escuela de Praga, será
seguida y continuada por buena parte de los autores del ámbito germánico.
En concreto, Wotjak (1983) y (1988) incorpora dicha diferenciación, por lo que no
sólo se incluyen UFS sensu strictu, sino también las unidades que se agrupan en la
periferia e incluso aquéllas otras que tan sólo en un sentido amplio pueden considerarse
fraseológicas25.
Aplicando los conceptos de centro y periferia, considera que las UFS idiomáticas se
sitúan en el centro; la periferia será ocupada por otro tipo de combinaciones fijas, como
puede observarse en el esquema que propone:

24Lo que no significa que su presencia sea absolutamente necesaria. A juicio de Zuluaga (1980:20) "es conveniente
observar que la presencia de tales unidades no es un rasgo esencial y necesario para la existencia (funcionamiento)
de la lengua sino un rasgo general que puede, seguramente, ser documentado empíricamente en cada lengua". Se
incidirá en la universalidad de los procesos fraseológicos en el capítulo 5.
25"El campo de la fraseología en este sentido abarcará además de las locuciones o expresiones idiomáticas, los
modismos y las frases o fórmulas proverbiales toda una serie de expresiones fijas, frases hechas y fórmulas
comunicativas (de texto repetido) que coinciden con las UF idiomáticas en que son unidades léxicas complejas,
compuestas de dos o más lexemas/lexías, pero que se diferencian de las primeras por el hecho de que carecen de
idiomaticidad, de un significado unitario idiomático, translaticio, metafórico, hermético o más o menos opaco que
no puede deducirse de los significados de los componentes de la UF. A las expresiones fijas o frases hechas no
idiomáticas pertenecen, por ejemplo, los estereotipos (de nominación), las fórmulas comunicativas (de salutación,
de cortesía, etc.) y metacomunicativas (de organización del discurso, elementos ilocutorios de diversa índole, etc.) y
colocaciones más o menos fijas e invariables consistentes de verbos+complemento directo o prepositivo del tipo dar
consejos, dar respuesta, poner en duda, poner en marcha, etc". (Wotjak, 1983:59).
estereotipos (de denominación)

_______________________________

fórmulas UF idiomáticas locuciones de


comunicativas de concepto enlace/conexivas
(modismos, locuciones,
expresiones idiomáticas, ...)
______________________________

(Wotjak, 1983:70).

Los refranes y frases proverbiales con forma de frase completa e independiente


quedan fuera de su ámbito y deberán ser estudiadas por la paremiología, disciplina de
carácter universal que se apoya en consideraciones folclóricas, etnológicas y
antropológicas de diversa índole. Aunque las frases proverbiales quedan excluidas, es de
destacar que aquéllas que no tengan forma de frase completa e independiente serán
estudiadas por la fraseología.
De esta manera, G. Wotjak comparte la opinión de Casares (1950=1969) que se
examinará más tarde, al excluir, en términos generales, las unidades que superan la
estructura del sintagma.
Tal vez ha sido Gläser (1986a) la autora que, siguiendo a W. Fleischer, ha
expresado de una forma más evidente y gráfica su concepción de la fraseología de forma
amplia. Considera que la expresión idiomática (Idiom) constituye el prototipo del
fraseologismo, ya que se trata de una combinación fija de palabras cuyo significado no se
puede deducir de sus sememas constitutivos, es decir, es idiomática. Por otra parte,
suponen en el inventario fraseológico la mayor parte de nominaciones y proposiciones26.
Sirviéndose básicamente de estos dos criterios, la idiomaticidad y la constitución de
nominaciones o proposiciones, consigue establecer un centro (Zentrum), conformado por
nominaciones, una zona de transición (Übergangszone), donde se sitúan las
proposiciones parciales, y una periferia (Peripherie), ocupada por las proposiciones
completas. Los fraseologismos idiomáticos tienden a ocupar el centro, mientras que las
formas no idiomáticas se sitúan en la periferia. En el centro se distingue, sin embargo,
una zona no idiomática que es ocupada por las colocaciones restringidas (restringierte
Kollokationen). En la zona periférica, los fraseologismos no idiomáticos que la ocupan
son lugares comunes (Gemeinplätze), citas (Zitate), consignas (Losungen), órdenes
(Gebote) y fórmulas pragmáticas o de rutina (Routineformeln). Junto a ellos se
incluyen también otros fraseologismos idiomáticos como los refranes (Sprichwörter) o las
frases proverbiales (geflügelte Worte). De esta forma se observa que los fraseologismos
idiomáticos representan, tanto si constituyen nominaciones como si constituyen
proposiciones, el prototipo del fraseologismo.
De forma similar, Tossavainen (1992), que sigue también a Fleischer (1982),
considera que los elementos léxicos muestran un continuum de idiomaticidad, de tal modo
que esta propiedad es determinante a la hora de hablar del lugar que ocupa cada clase en
dicha escala. La fuerte idiomaticidad de los fraseologismos ocasiona que éstos ocupen el
centro de la fraseología. En cambio, la escasa idiomaticidad sitúa a los compuestos
(Wortbildungskonstruktionen, WBK) en la periferia, junto a otras estructuras como los
estereotipos nominales (al. DDR-Delegatio o gesunder Menschenverstand). Por lo que
respecta a combinaciones como al. (den/einen) Antrag stellen (‘hacer una solicitud’) o
(den/einen) Beweis führen (‘hacer una demostración’), deben colocarse en zonas
marginales de la fraseología, más exactamente en la zona límite entre fraseología y
sintaxis, tal y como propone Fleischer (1982:135).
Asimismo, Gross (1984), (1985) y (1988) diferencia varios grupos de formas fijas,
aunque advierte que lo hace desde un punto de vista exclusivamente cualitativo, ya que
sintácticamente existe un continuumentre éstas y las libres. Se puede distinguir:

26Simplificando mucho su análisis y sus presupuestos, las nominaciones son UFS que funcionan como sintagmas,
mientras que las proposiciones conforman estructuras superiores, como la proposición o la oración.
-un grupo de frases y proverbios totalmente fijos entre los que existen diferencias,
aunque poco relevantes;
-interjecciones, algunas de las cuales muestran un cierto grado de productividad;
-expresiones de sentido figurado;
-vocabulario técnico.

Sin embargo, no resulta tan sencillo diferenciar estos grupos. Por ejemplo, sería
realmente complicado discernir entre las formas fijas intuitivamente frecuentes y las
formas que no son fijas, pero que se consideran corrientes y familiares. De igual forma, en
las zonas limítrofes de las frases fijas se hallarían todo un conjunto de expresiones donde
entra a formar parte un verbo soporte (verb support). En ningún caso, cabría hablar de
fronteras nítidas, sino de interrelaciones, de casos intermedios entre los verbos ordinarios
(formantes de frases libres), los verbos compuestos (formantes de frases fijas) y los verbos
soporte (formantes de construcciones marginales entre las frases fijas y las libres).
Lo que queda claro es que se pueden establecer grados de fijación desde
construcciones totalmente fijadas a otras bastantes libres, pasando por las semifijas. De
cualquier manera, no es posible hablar de fijación total pues, incluso en estos casos, se
pueden admitir determinadas modificaciones. En términos generales, resultan
reveladoras para nosotros las consideraciones del léxico-gramática en cuanto a la
dificultad de hablar de fronteras nítidas entre los diversos grupos.
En el ámbito hispánico, Casares (1950=1969) diferencia, por un lado, la locución,
"combinación estable de dos o más términos, que funciona como elemento oracional y
cuyo sentido unitario consabido no se justifica, sin más, como una suma del significado
normal de los componentes" (p. 170) y, por otro, todo un conjunto de expresiones entre
las que resulta bastante complejo establecer límites: frases proverbiales, refranes,
muletillas, dialogismos y modismos. Las mayores dificultades se encuentran entre
locución, frase proverbial y modismo, y entre frase proverbial y refrán.
El modismo se define como una expresión pluriverbal; recubre en parte los
conceptos de frase proverbial y locución, ya que deja fuera las locuciones denominativas y
conexivas. Por otra parte, a pesar de que la frase proverbial alude a un hecho individual y
es espontánea, y el refrán formula una verdad abstracta de forma elaborada, resulta
bastante difícil diferenciarlos en la práctica. J. Casares opta por excluir los refranes de las
disciplinas lingüísticas y dejar que se ocupe de ellos la paremiología.
Por lo que hace referencia a las frases proverbiales, que a veces se ajustan a la
estructura del sintagma y en otras ocasiones la superan, podrán ser incluidas o no en las
disciplinas lingüísticas, aunque para determinarlo Casares no establece un criterio
definitivo. En cambio, resultan esclarecedoras sus palabras puesto que, aunque sin la
sistematización necesaria, alude a un centro y a una periferia: "Entre el campo de las
locuciones (...) y el terreno propio de los refranes, queda una zona amplia, de límites
borrosos, poblada de esas fórmulas pluriverbales que los diccionarios, con criterio
indeciso, llaman indistintamente "expresiones", "giros", "frases hechas", "frases
proverbiales" o simplemente "frases" " (Casares (1950=1969:185). También más tarde,
después de haberse ocupado de la frase proverbial y del refrán afirma: " Si en vista de ello
se libera a la lexicografía de los problemas antes mencionados, la frontera que andábamos
buscando para no salirnos del terreno lexicográfico quedaría establecida entre los
refranes, por la parte de afuera, y las frases proverbiales con un pie a cada lado" (p. 203)
(Los subrayados son nuestros).
Zuluaga (1980), que declara continuar las ideas expuestas por J. Casares, junto
con las propuestas de E. Coseriu y A. V. Isacenko, opta también por una concepción
amplia que incluye, por un lado locuciones, equivalentes a sintagmas, y, por otro
enunciados, equivalentes a frases (entre los que diferencia clichés, fórmulas y dichos) y
equivalentes a textos (refranes).
Por su parte, Tristá (1988b), buena conocedora de los postulados soviéticos, decide
tomar partido por el criterio amplio. Diferencia para el español, siguiendo a J. Casares,
entre locuciones, frases proverbiales y refranes.
Asimismo, Corpas (1997) dibuja tres esferas fraseológicas que se dedican a las
colocaciones, las locuciones y los enunciados fraseológicos (que incluyen paremias y
fórmulas rutinarias). La propuesta recoge los diversos tipos de fraseologismos españoles
y arroja luz sobre la concepción ancha de la misma.
3. 2. 1. 2. Conclusión: la concepción de la fraseología de forma ancha

Será Gläser (1986b) quien nos ayude a cerrar este apartado. Según esta autora, la
concepción de la fraseología en un sentido amplio se estructura jerárquicamente desde el
centro a la periferia. El centro lo componen las UFS con función nominativa (frases que
designan fenómenos, objetos, acciones, estados, relaciones, etc, en el mundo exterior). En
la periferia, las UFS con función proposicional semejantes a proverbios, frases célebres,
citas, eslóganes, fórmulas (come again?, my foot!, you are welcome, etc.). El área de
transición o frontera entre el centro y la periferia contiene UFS que constituyen
nominaciones, pero que incluyen partes de proposiciones, por ejemplo, de proverbios,
alusiones literales, fragmentos de citas, construcciones bimembres (irreversible
binomials)27.
Adoptando los conceptos de centro y periferia como hace R. Gläser y teniendo en
cuenta las opiniones de los autores que han ejemplificado la concepción ancha de la
fraseología, a menudo escasamente coincidentes, el sistema fraseológico en un sentido
amplio se concibe como una estructura jerárquica donde, en términos generales, el centro
está formado por unidades que muestran mayor estabilidad y que son equivalentes a la
palabra o el sintagma (locuciones), y la periferia por unidades que superan esas
estructuras, entre las que se pueden encontrar refranes, vocabulario técnico,
expresiones figuradas, alusiones literales, dialogismos, fórmulas, unidades
sintagmáticas, expresiones cuasi-libres, etc. En la frontera entre centro y periferia, en
ningún caso una frontera nítida sino maleable y de límites difusos, se situarían las
combinaciones de palabras que pueden estructurarse como un sintagma o hacerlo como
una oración o texto, es decir, las frases proverbiales.
Algunos de los autores que han servido para ejemplificar esta sección, entre los que
destaca J. Casares, han insistido en que lo que se denomina frase proverbial constituye
una clase difícil de delimitar, ya que en ocasiones mantiene la estructura de un sintagma,
mientras que otras veces supera dicha estructura. En este sentido, la frase proverbial se
diferencia del refrán porque alude a un hecho individual y es espontánea. Formalmente,
un gran número de estas frases manifiestan la misma estructura que un refrán, pero
otras se asemejan bastante a una locución.
De ello se deduce que la frase proverbial es una clase puente que en ocasiones se
acerca a la locución y en otras al refrán. Desde una visión en fondo y figura, la frase
proverbial subsume sus diferencias con la locución cuando se resalta el fondo. En este
caso, se consideran frases proverbiales de tipo 1 (armar la de San Quintín). Si lo que se
resalta es la figura, la frase proverbial manifiesta equivalencias con el refrán, por lo que se
hablará de frases proverbiales de tipo 2 (contigo, pan y cebolla).
El límite entre los diversos grupos realmente no existe: se observa una continua
interrelación y, aunque es posible mencionar unidades representativas de cada grupo, un
conjunto muy numeroso conforma la nutrida frontera que separa unos y otros.

3. 2. 2. Concepciones estrechas

3. 2. 2. 1. Algunos ejemplos

Las consideraciones estrechas del fenómeno fraseológico se caracterizan por


prestar una mayor atención al grupo considerado como más representativo de la
fraseología, aquél donde se muestran equivalencias con las unidades palabra o sintagma.
No resulta extraño que haya sido la tradición anglófona fundamentalmente la que ha
optado por dicha concepción, ya que, como afirma Gläser (1986a:54), el idiom se ha

27Término de Malkiel (1959), al que corresponden otras expresiones como son sprichwörtliche Formeln (Seiler
(1922) (apud Nagy, 1973:84), Paarformeln (Gläser, 1986a) o phraseologische Wortpaare (Fleischer, 1982). Dentro
de ellos, se suele diferenciar un grupo específico, las Zwillingsformeln, en alemán, y las formules rimées
(Morawski, 1927) en francés, y que se traducirá por fórmulas rimadas adoptando la denominación del francés. Las
construcciones bimembres recubren combinaciones como ingl. bread and butter (‘el pan de cada día’), al. ab und an
(‘a veces’), esp. a troche y moche.
tomado en las investigaciones británicas, el modelo estratificacional o la gramática
transformacional como concepto de carácter superior para las UFS de todo tipo.
De este modo, puede justificarse que las concepciones estrictas privilegien el núcleo
de la fraseología como concepción amplia, esto es, que se apoyen en las combinaciones de
palabras idiomáticas que no superan la estructura del sintagma. Como se ha observado
con anterioridad, las combinaciones idiomáticas suponen para algunos autores el
prototipo de las UFS y, por ello, estos trabajos sólo acostumbran a prestarle atención a
ellas. Ya que constituyen el mayor número de nominaciones, la atención principal va
dirigida a las combinaciones fraseológicas conmutables por la palabra o el sintagma.
Desde el generativismo destacan dos propuestas dignas de mención por lo que al
establecimiento de una jerarquía gradual en sentido estrecho se refiere: la de Weinreich
(1966=1969) y la de Fraser (1970), ya que, especialmente esta última, establece una
jerarquía de fijación idiomática (Frozenness Hierarchy) capaz de clasificar las
locuciones según su grado de defectividad transformacional28.
El primero de ellos, Weinreich (1966=1969), como buen conocedor de la fraseología
soviética, lleva a cabo una detallada exposición. En primer lugar, separa las
construcciones libres (free-constructions) de las no libres, y diferencia las
construciones exclusivamente estables (merely stable and familiar expressions) de
las idiomáticas. Dentro de las propiamente idiomáticas enumera tres grupos:
1). Unidades fraseológicas (phraseological units), expresiones en las que sólo uno
de las componentes tiene sentido idiomático y, por tanto, la selección contextual
es unilateral (red hair tiene sentido idiomático pero, aunque red adquiere tal
sentido en combinación con hair, hair conserva su significado originario).
2). Expresiones idiomáticas (idioms), combinaciones que muestran todos sus
componentes con sentido idiomático (red herring (‘pista falsa’)). Algunas UFS son
expresiones idiomáticas, es decir, presentan un significado idiomático para
todos sus formantes, pero otras no.
3). Expresiones defectivas (ill-formed), combinaciones que representan un
sentido semántico y propiedades sintácticas diferentes entre la misma forma
con significado idiomático y con significado literal (en la frase they got the boy's
goat, the boy es considerado OD cuando la frase tiene sentido literal y se
considera complemento especificativo de goat cuando tiene un sentido
idiomático (get somebody's goat con sentido idiomático significa ‘fastidiar o
molestar a alguien’).

Desde el modelo generativo, no se puede dar cabida, según U. Weinreich, a las


combinaciones de palabras que, debido a sus malformaciones (ill-formed) o a la
presencia de elementos únicos no existentes en otras combinaciones libres (como es el
caso de kith, que sólo funciona en kith and kin, ‘parientes y amigos’) no cuentan con un
homófono literal. Por ello, deben comprenderse como expresiones pseudo-idiomáticas
(pseudo-idioms).
Fraser (1970), por otra parte, establece una gradación del fenómeno donde cada
nivel se caracteriza por una operación determinada y por la posibilidad de poder efectuar
las operaciones propias de los niveles inferiores:
L6-Unrestricted, es un nivel de abstracción. Supondría operaciones imposibles en
una locución, por lo que no se puede hablar de unidades idiomáticas adscritas a
este nivel superior. Viene representado por las expresiones libres.
L5-Reconstitution, operación que puede encontrarse, por ejemplo, en la
transformación nominalizadora que admiten algunas expresiones idiomáticas:
beat around the bush --- John´s beating around the bush really annoyed us.
L4-Extraction, definido por la colocación fuera de la expresión idiomática de algún
elemento propio, como el que se da en la transformación pasiva.
L3-Permutation, que aparece en aquellas expresiones idiomáticas que admiten el
intercambio de uno de sus complementos por otra forma semejante (por

28Se ha de advertir que los estudios generativistas no distinguen suficientemente entre fijación e idiomaticidad. Así
por ejemplo, dentro del fenómeno de la idiomaticidad acostumbran a ocuparse de la defectividad que, desde
nuestro punto de vista, es fundamentalmente un proceso sintáctico, más relacionado con la fijación que con la
idiomaticidad.
ejemplo, intercambio del componente de la locución que funciona como OI por
otro complemento similar con la misma función).
L2-Insertion, que se caracteriza por la introducción en la expresión de algún
componente no idiomático previsto por su estructura, como puede ser un OI en
una expresión idiomática verbal.
L1-Adjunction, nivel en el que el rasgo definitorio es la adición de algún
componente no perteneciente a la expresión (por ejemplo, el morfema posesivo -
s para ciertas combinaciones).
Lø-Completely Frozen, nivel que se caracteriza por la imposibilidad de realizar
alguna operación transformativa. A él pertenecen las expresiones defectivas o
con malformaciones.

Desde este punto de vista, el grado de fijación es inversamente proporcional al


número de operaciones que admiten las expresiones idiomáticas: cuanto mayor sea el
número de operaciones admitidas, menor será su grado de fijación sintáctica y menores
posibilidades mostrará una expresión idiomática de acercarse al nivel ø, representado por
las que no admiten las propiedades especificadas.
Por otra parte, según B. Fraser, ninguna de las expresiones idiomáticas admite la
prueba de la topicalización (clefting), a excepción de las idiomáticas discontinuas. Por
ello, la posibilidad de topicalización es la prueba decisiva de la ausencia de idiomaticidad.
A nuestro entender, la diferencia básica entre la propuesta anteriormente analizada
y la que ahora nos ocupa, ambas dentro del generativismo, estriba en la consideración de
las combinaciones de palabras llamadas "ill-formed" como el fenómeno más propiamente
fijo e idiomático, y por ello, más propiamente fraseológico29.
Si bien el análisis de B. Fraser ha intentado superar los problemas planteados por
otros generativistas, no refleja satisfactoriamente lo que debe constituir una jerarquía
locucional ya que, en primer lugar, el análisis de las propiedades que caracterizan cada
uno de los niveles resulta bastante arbitrario. Asimismo, es palpable la confusión, en los
ejemplos concretos, entre las inserciones, las permutaciones y las extracciones, por
ejemplo. En segundo lugar, ha rechazado determinadas propiedades que también podrían
haberle ayudado a establecer una jerarquía, como la elipsis o la invariabilidad de los
componentes, por poner sólo dos casos de defectividad sintáctica y sin entrar en otras
pruebas como las de tipo semántico.
Se ha de valorar la propuesta de B. Fraser por lo que tiene de positivo que, a
nuestro juicio, es la posibilidad de trazar una jerarquía que ayude a adscribir una
determinada unidad a la fraseología. No obstante, los problemas esbozados más arriba
nos inducen a creer que la establecida por Fraser no es la única posibilidad ni la más
válida.
Según Mendívil (1990c), en muchos de los trabajos que se han ocupado de las
expresiones idiomáticas puede observarse una gradación en la evaluación y clasificación
de los corpora estudiados, aunque con frecuencia se echa en falta una segmentación y un
análisis de ese campo, basado en una jerarquización de propiedades. Para conseguir
segmentar formalmente ese continuum, e interesándose especialmente por los complejos
verbales, Mendívil (1990c:715) formula la siguiente condición:
(1) La secuencia (X, Y) forma un sintagma lexicalizado (locución verbal) si, y sólo si, X e Y
mantienen entre sí una relación de interdependencia exclusiva, de modo que sean imposibles
secuencias como (X, Z) o (W, Y).
A partir de dicha condición, establece una escala entre dos centros, el sintagma y
la unidad léxica simple, que tiene como objetivo integrar esas unidades periféricas en
categorías formales:
-A: sintagma verbal libre (Pedro come patatas).
-w: "preferencias usuales" (Los ejércitos libran la batalla).
-x: especializaciones dependientes (Pedro hacía la cama).
-y: locuciones: ambiguas (Pedro estiró la pata).
no ambiguas (Le tomó el pelo a Luis).

29En el primer trabajo generativista específico sobre las UFS (Katz y Postal, 1963), ya se establece una
diferenciación entre dos tipos básicos: expresiones idiomáticas sintácticamente bien formadas (como kick the
bucket, ‘estirar la pata’) y otras sintácticamente mal formadas (como beat about the bush, ‘andarse por las ramas’).
-z: verbalizaciones sintagmáticas (Pedro hizo mención de ti).
-B: verbo simple (dormir).

A pesar de ello, reconoce la dificultad de diferenciar tales grupos, debido


fundamentalmente al comportamiento problemático de las unidades que los conforman.
También Penadés (1996) insiste en el carácter difuso de las UFS y en sus relaciones
con otras categorías como los compuestos, con la que podría compartir una zona
periférica dedicada a unidades como dar alcance o poner en orden. Por otro lado, el centro
de la categoría estaría ocupado por expresiones con mayor fijación y su periferia por
expresiones con menor fiajción.

3. 2. 2. 1. 1. Polarización de las diferencias: locuciones/unidades


sintagmáticas

Algunos lingüistas, fundamentalmente desde el generativismo, han polarizado en


ciertos trabajos las diferencias existentes entre las clases fraseológicas, al hablar tan sólo
de expresiones idiomáticas (idioms), caracterizadas por su fijación e idiomaticidad, y
unidades sintagmáticas, nominales o verbales, caracterizadas por su fijación. Estas
últimas, a diferencia de las primeras, son analizables y, consecuentemente, su creación
se debe a procedimientos sistemáticos.
Se ha de insistir en que estas concepciones se han fundamentado en ejemplos muy
restringidos, sin acoger combinaciones problemáticas o dudosas, lo que facilita la
correlación de sus fundamentaciones teóricas. En el primer grupo se recurre en general a
ejemplos clásicos, como kick the bucket (‘estirar la pata’) que representa convenientemente
y sin lugar a dudas la clase locucional. El segundo se concibe en abstracto como un
puente entre el primero y los sintagmas libres.
Consideremos como muestra el trabajo de Rose (1978), donde se diferencian
explícitamente las expresiones que conforman una estructura semántica idiomática (kick
the bucket (‘estirar la pata’)) y las que revelan ciertas alteraciones semánticas (take a walk
(‘dar un paseo’)). Se detiene en estas últimas que descubren una estructura más
sistemática, regular, y explica algunas de las características propias de las construcciones
con verbos soporte (dummy verbs) como go, make o take30.
Martín Mingorance (1982) parece retomar la mencionada clasificación al separar
las unidades sintagmáticas verbales31 (ingl. take place, have a look, set in motion; esp.
tomar posesión, dar un lavado, entrar en acción) de las locuciones propiamente dichas. El
papel de este grupo de palabras en la lengua es, según el autor, muy importante, ya que
constituyen un puente entre la sintaxis libre y el léxico32.
Esta polarización de las diferencias que no representa, según nuestra opinión, el
carácter gradual del fenómeno fraseológico, puesto que se concibe como una oposición
binaria, cuenta, no obstante, con un modelo explicativo propuesto por Dobrovol'skij
(1991). Según dicho modelo, es posible medir el grado de regularidad del sistema
fraseológico de forma objetiva. Si se diferencian dos tipos de lengua, L1 y L2, en una
lengua L1 todos los fraseologismos se forman con ayuda de un muy limitado inventario de
componentes. En cambio, en una lengua L2 los componentes de los fraseologismos
suponen un nutrido inventario. Mientras que el conjunto de componentes de la L1 es
regular, la fraseologización (Phraseologisierung)33 se basa en principios combinatorios
y estructurales por lo que el resultado es también sistemático y regular), en la lengua L2,
por el contrario, el conjunto de componentes se organiza de forma irregular (la creación
de los frasemas representa un proceso único, por lo que no se pueden observar indicios

30También Dubsky (1966), por ejemplo, establece una diferenciación similar a la de Rose (1978).
31Adopta para el español un término acuñado para el francés por Guilbert (1975:249). Este autor diferencia entre
unidades sintagmáticas nominales (pájaro mosca) y unidades sintagmáticas verbales (tener en cuenta). En ambos
casos se trata de una forma de composición sintagmática o sináptica. Benveniste (1966=1977) define la sinapsia
como un tipo especial de composición en la que varios lexemas se unen en un sintagma con el fin de dar nombre a
un nuevo objeto o concepto.
32Retoma con ello la propuesta de Blinkenberg (1960) a la que se ha hecho referencia con anterioridad.
33Sobre este concepto, véase el punto 5. 3.
de regularidad). A pesar de que puede darse una explicación teórica de los fenómenos
fraseológicos, estos modelos suponen una idealización, ya que las lenguas naturales
muestran ambos procedimientos. Algunas lenguas tienden hacia la regularidad (L1), y
otras hacia la irregularidad (L2).
De todo ello se podría deducir que el modelo L2 vendría representada por las
locuciones, entendiendo la fraseología en sentido estrecho, mientras que los procesos
sistemáticos que muestra L1 se acercarían a la idea de unidad sintagmática. La
consideración del carácter mixto de la fraseología de las lenguas, por otra parte, es una
muestra de las relaciones entre grupos de palabras fijos y libres y de la dificultad de
segmentar el continuo fraseológico.

3. 2. 2. 2. Conclusión: la concepción de la fraseología de forma estrecha

Como ocurrió con el apartado anterior, también Gläser (1986b) nos ayudará a
concluir esta sección. Según la autora, la concepción estrecha de la fraseología se apoya
en la idiomaticidad, la fijación y la conmutación. Se consideran, en este caso, las
combinaciones de palabras tenidas como más representativas de las UFS, es decir, las
expresiones idiomáticas (idioms) que incluyen los grupos equivalentes a nombres,
adjetivos, verbos y adverbios cuyo significado complejo no se deriva del significado de sus
constituyentes. En este sentido, la UF se define como grupo de palabras lexicalizado que
muestra una estabilidad sintáctica y semántica, que ha adquirido un significado
trasladado (es decir, idiomático) y que crea un efecto expresivo en un texto. No obstante,
idiomaticidad y expresividad son en realidad opcionales en la fraseología, ya que pueden
estar ausentes en otras UF, como clichés (an eloquent silence (‘un silencio elocuente’)),
frases con combinaciones léxicas que originan terminología (distilled water (‘agua
destilada’)), etc.
Adoptando los conceptos de centro y periferia como se hizo para las concepciones
anchas, y utilizando de las opiniones de R. Gläser, se puede afirmar que la progresión de
continuidad en las concepciones estrechas viene establecida fundamentalmente por la
fijación y la idiomaticidad: a mayor idiomaticidad suele corresponder una mayor fijación y
también un mayor acercamiento al núcleo (aunque ésta no es una ley absoluta). Las
unidades caracterizadas por grados de idiomaticidad o fijación menores conforman la
periferia y se interrelacionan con las colocaciones libres, situadas en zonas marginales.
Empleando la prueba de la conmutación, se ha de añadir que se hace referencia a
aquellas combinaciones conmutables por palabras o sintagmas.
Así pues, en el núcleo se encuentran locuciones o frases proverbiales de tipo 1
(es decir, frases que son conmutables por palabras o sintagmas como armar la de San
Quintín). El grado más alto de idiomaticidad entre estas unidades viene representado por
las combinaciones con palabras diacríticas, que muestran un perfecta fosilización de
estados arcaicos de la misma lengua histórica, de otras lenguas históricas, etc. (a troche y
moche, a la topa tolondro) (Zuluaga, 1980:18-19) o por aquéllas que presentan anomalías
estructurales ("ill-formed", Weinreich, 1966=1969:68), (Zuluaga, 1980:137), esto es,
casos de concordancia irregular, orden sintáctico anómalo, etc. (a la buena de Dios, de
armas tomar)34. A continuación se determina una escala que va de las locuciones con un
grado alto de idiomaticidad y fijación a las que se caracterizan únicamente por su
estabilidad o fijación, con un grupo especial constituido por combinaciones mixtas, por
ejemplo, con algunos miembros idiomáticos y otros no idiomáticos (quedarse para vestir
santos) o con miembros intercambiables o movibles (importar un pito, importar un bledo).
Así pues, en la frontera entre las combinaciones libres y las fraseológicas se sitúan
las unidades sintagmáticas ya sean nominales (martillo pilón) ya verbales (poner a
prueba)35. A pesar de la oposición de algunos autores como E. Coseriu o A. Zuluaga, debe

34Se expondrá más adelante con mayor detalle qué se entiende por palabra diacrítica y por anomalía estructural.
Por el momento, únicamente se apuntará que en algunos casos ambos recursos se superponen: una locución como
en volandas presenta los dos, ya que el componente volandas puede considerarse diacrítico y, además, no parece
existir ninguna razón sincrónica para que se halle en plural femenino.
35En la lingüística germánica han recibido un especial atención los denominados Funktionsverbgefüge (FVG),
que son combinaciones fijas de palabras de base verbal, pero que responden a procesos sistemáticos de creación,
por lo que deben diferenciarse de otras UFS. Véanse, entre otros, Herrlitz (1973), Rothkegel (1973), Thun (1978) y
considerarse como fenómeno fraseológico aunque constituyen procedimientos
sistemáticos de creación. En el continuum, estarían situadas entre la fraseología y la
sintaxis, como afirma Fleischer (1982), o dicho de otro modo, entre la sintaxis fija y la
sintaxis libre.
Tanto si se concibe la fraseología de forma ancha como de forma estrecha, deben
incluirse en ella, aunque en una zona periférica. Nuestra decisión viene justificada
porque, por un lado, constituyen procedimientos a menudo sistemáticos, esto es,
productivos, pero, por otro, conforman construcciones bastante estables, con funciones
diferentes de las unidades simples por las que frecuentemente pueden conmutarse, y
suponen una reestructuración de los valores sintácticos y semánticos de sus
componentes. Así, poner en poner a prueba se convierte en un soporte de los rasgos
morfológicos verbales, y el componente nominal recoge los rasgos léxico-semánticos de la
combinación. Estas construcciones tienen un papel fundamental en los procesos de
lexicalización, ya que suponen un puente de unión entre las combinaciones libres y las
fraseológicas. Asimismo, representan a menudo el germen de la creación de nuevas UFS.
Por otro lado, en el margen cabría disponer las combinaciones frecuentes, es
decir, los sintagmas que no manifiestan fijación sino tan sólo una afinidad entre sus
componentes. Estas construcciones se sitúan también en las zonas más marginales de la
fraseología, conforman su periferia y, por tanto, también la periferia de la categoría
sintagma.

3. 3. Conclusiones: ¿concepción ancha o concepción estrecha?

Se ha observado cómo buena parte de la bibliografía insistía, de uno u otro modo,


en la dificultad de estudiar unidades que no son sintagmas ni lexemas simples, aunque
muestran coincidencias con ambos. Por otra parte, aun reconociendo la idiosincrasia de
tales unidades periféricas, resultaba complejo segmentar el continuum fraseológico. Por
ello, partiendo de los conceptos praguenses de centro y periferia, y teniendo en cuenta
que puede hablarse de una fraseología en sentido ancho o en sentido estrecho, podía
decidirse la inclusión de ciertas unidades en esta clase. Estos problemas revelan, a
nuestro juicio, el carácter gradual de los fenómenos fraseológicos que no pueden
observarse, en consecuencia, como unidades discretas.
La diferencia entre las clases de unidades discretas y las no discretas estriba
básicamente en que la pertenencia de un miembro a una clase puede ser cuantificable, es
decir, es posible establecer una progresión de continuidad que dé cabida a todos los
miembros de esa clase abierta. En general, las categorías lingüísticas son complejas
(caracterizadas por más de una propiedad o rasgo) y asimétricas (cada unidad de la clase
no debe definirise por todas las propiedades o rasgos, sino únicamente por algunos de
ellos).
Por lo que a la fraseología se refiere, parece estar estructurada como un continuum
difícil de segmentar. El comportamiento de sus miembros no es homogéneo y fluctúan en
un espacio de fronteras poco precisas. Desde una concepción ancha de la fraseología, se
ha determinado cómo resulta complejo establecer fronteras entre locución y frase
proverbial y entre frase proverbial y refrán, principalmente porque las frases proverbiales
se conciben como clase intermedia, a veces equivalentes a palabras o sintagmas, como las
locuciones, a veces equivalentes a unidades superiores, oraciones o textos, como el
refrán. Por otra parte, desde una concepción estrecha, no resulta sencillo delimitar la
frontera entre locución y unidad sintagmática verbal o nominal y se opta por referirse a
una escala gradual que vaya de las locuciones a las expresiones libres. Si se acude a
ejemplos concretos se observará que estas unidades se definen por varias propiedades o
rasgos, pero no siempre por todos ellos, esto es, pueden adscribirse a dicha categoría,
aunque lo hacen de forma diferente. Por ejemplo, tomar el pelo es idiomática pero
presenta un grado de fijación menor que el mostrado por otras unidades, ya que admite la
pasiva, la nominalización o la pregunta. En cambio, pagar el pato manifiesta un mayor
acercamiento al centro, ya que no admite las mencionadas pruebas y tampoco otras como
la variabilidad de número o de determinante.

Helbig (1979).
Todo ello revela el carácter no discreto de las UFS, su carácter cuantificable dentro
del grupo, su posición variable. Ya se conciba la fraseología de forma amplia, ya de forma
estricta, se hallarán problemas a la hora de establecer la pertenencia de una determinada
unidad compleja a la clase. Y si se tiene en cuenta su carácter progresivo, también
resultará difícil asignarle a cada unidad un lugar dentro de la categoría.
Resulta más acertado para nuestros propósitos partir de una concepción estrecha
que tenga en cuenta, fundamentalmente, las locuciones, las frases proverbiales del tipo
1 y las unidades sintagmáticas, es decir, aquellas estructuras complejas que son
equivalentes a la palabra o el sintagma, pero no a unidades superiores. Esta concepción
permitirá no sólo configurar un prototipo para dichas unidades, sino también observar las
interrelaciones que manifiestan con otras combinaciones de palabras, de modo que se
pueda observar, por ejemplo, los diversos vínculos que establecen las locuciones verbales
y las unidades sintagmáticas verbales, sin exceder por ello el ámbito de la fraseología, o
las relaciones de los compuestos, las colocaciones nominales y las locuciones nominales.
CAPÍTULO 4

En torno al prototipo de unidad fraseológica

"Las unidades del 'discurso repetido' son, como las citas explícitas, trozos de
discurso ya hecho introducidos como tales en nuevos discursos. Ellas pueden ser, en
parte, 'adaptables' (…). Pero, por otra parte, en cuanto 'citas' pueden contener
elementos 'incomprensibles' desde el punto de vista de la técnica actual (así, fr. 'au fur
et à mesure') o estar construidas según reglas ya sin vigencia (cf. fr. sans coup férir) y,
en este sentido, son restos de estados de lengua superados, una superviviencia de la
diacronía en la sincronía".
(Coseriu, 1964=1986:113-114).

4. 0. Introducción

Como se expuso en el capítulo anterior, puede observarse la fraseología como una


categoría no discreta que viene definida por rasgos graduales. En este contexto, la visión
en centro y periferia permite dicha estructuración gradual. Ahora bien, no basta con
considerar que las UFS son unidades que responden a más de una propiedad y que todas
las unidades no se caracterizan por todas las propiedades de la clase, sino que habrá que
determinar cuáles son esas propiedades y cómo influyen en las distintas combinaciones.
Para conseguir este objetivo, resulta adecuado apoyarse en la versión estándar de la
lingüística cognitiva36, por medio de la cual se puede establecer, en primer lugar, un
prototipo de UF y, en segundo lugar, el acercamiento o alejamiento al núcleo de otros
complejos.

4. 1. Propiedades y rasgos

Es habitual recurrir a la defectividad o irregularidad de una UF para definirla. A


nuestro juicio, éste es un planteamiento erróneo, ya que de este modo se observa la
fraseología como un conjunto de irregularidades, de desvíos, etc., al margen de los
procedimientos lingüísticos. Nuestra intención es invertir el punto de vista y considerar
que las generalmente llamadas irregularidades de las UFS suponen sus auténticas
particularidades.
Como matriz se emplean dos propiedades esenciales que definen el fenómeno
fraseológico, las de fijación e idiomaticidad. Dichas propiedades, que se conciben como
graduales, generan todo un conjunto de rasgos que contribuyen a identificar una unidad
como fraseológica. Por ejemplo, la aparición de rasgos sintácticos, como el de la no
conmutabilidadd de los componentes léxicos de la UF o la invariabilidad de sus
componentes, pueden ayudar a determinar su grado de fijación. La falta de motivación o
el carácter metafórico de ciertas expresiones indican el nivel de idiomaticidad. Así, ciertos
rasgos colaboran en la fijación de las combinaciones, mientras que otros facilitan la
idiomaticidad.
En este sentido, la UF prototípica será aquella que presente determinadas
propiedades en relación con otras unidades de la clase. En cualquier caso, se habrá de
considerar la idiosincrasia de la UF: una locución verbal podrá o no admitir que su verbo

36El objetivo es establecer un centro y una periferia para las UFS, de modo similar a como ha propuesto la Escuela
de Praga y a como se ha observado en algunos de los autores reseñados. El acercamiento más idóneo parece el de
la lingüística cognitiva por su grado de formalización. Véase a este respecto Kleiber (1990). No obstante, no se
descartan otras propuestas, como la visión gestáltica de la gramática liminar en fondo y figura (López, 1989), que
hasta el momento ha resultado muy útil para explicar la posición de las frases proverbiales, o la adoptada por el
praguense Neustupny (1966), que recoge la diferenciación propuesta del lógico T. Kubinski en centro (centre),
frontera (boundary), periferia (periphery) y margen (margin), diferenciación que supone una exacta división entre
ellos. Sin embargo, la lingüística, como explica J. V. Neustupny, necesita de una concepción gradual que refleje su
complejidad. Así pues, cabría señalar un núcleo y un margen, donde se distinguen elementos periféricos y
liminares, de transición, con escalas graduales entre ellos. Al fin y al cabo, las diversas propuestas no se
diferencian tanto unas de otras en cuanto al objetivo perseguido: manifestar el carácter no discreto de las
categorías lingüísticas.
aparezca en pasiva y, en consecuencia, reflejará un menor o mayor grado de fijación, pero
la misma prueba será irrelevante para una locución adverbial. Salvada dicha condición,
los miembros de esta categoría no discreta podrán manifestar ciertos rasgos, pero no
otros.
Seguidamente, se esquematizarán y clasificarán las propiedades y los rasgos con
los que se ha intentado caracterizar a las UFS en los diferentes estudios y trabajos. Se ha
de tener en cuenta que se ha actuado desde diferentes posturas y con objetivos muy
diversos, aunque la coincidencia en el recuento ha permitido la generalización. Por otra
parte, es innegable que los rasgos a los que se aludirá suelen funcionar de forma
conjunta en la práctica, lo que significa que se ha procedido a una separación a veces
artificial. Además, la esquematización que se presenta conlleva a menudo una reducción
de los matices, una simplificación. Considerando lo anterior, se procede a una
diferenciación de los rasgos según varios niveles: fonético-fonológico, morfológico,
sintáctico, léxico-semántico y pragmático37.

-Nivel fonético-fonológico.

-Separación en la escritura de sus elementos. Las UFS suelen estar compuestas de


varias unidades simples, algunas con independencia fuera de ese complejo, otras
dependientes de él: tirar piedras contra su propio tejado, a pie juntillas.
(Bally, 1909=1951; Casares, 1950=1969; Dimitrescu, 1957; Laporte, 1988; Taraba, 1990).

-Reducción fonética. (Bally; 1909=1951; Benveniste, 1966=1977): peut-être: --- p't-être, o


posibles vacilaciones gráficas, que manifiestan los continuos cambios a los que se
hallan sujetas: en seguida --- enseguida.
(Lorenzo, 1971; M García-Page, 1991a).

-Rasgos fonéticos peculiares:


-Aliteración: de rompe y rasga.
-Rima consonante: a troche y moche.
-Figura paronomástica: el oro y el moro.
-Rima asonante: a tontas y a locas.
-Disposición rítmica: ida y vuelta.
-Gradación silábica: común y corriente.
-Repetición de fonemas y/o de palabras: por arte de birlibirloque, paso a paso la
vida se abre paso.
-Fórmulas apofónicas: ni fu ni fa,
etc.
(Morawski, 1927, 1929; Zuluaga, 1980).

-Nivel morfológico.

-Presencia de palabras diacríticas (Zuluaga, 1980:18-19)38 o de anomalías


estructurales ("ill-formed", Weinreich, 1966=1969:68) con casos de concordancia

37Debido al carácter gradual del fenómeno fraseológico, la aplicación de determinadas pruebas podrá revelarse en
alguno casos factible e, incluso, podrá dar lugar a nuevas estructuras que recuerden a las anteriores, por medio de
lo que se conoce como desautomatización (Zuluaga 1980, 96) o remotivación (Gréciano 1983, Wotjak 1992a),
esto es, la conversión de la estructura fija en una combinación libre que se refiere de diversas maneras a la
fraseológica. En otros casos, dichas pruebas pueden ocasionar la desambiguación de la estructura en beneficio de
su homófona literal.
38Las palabras diacríticas cuya función es constituir y distinguir signos, pueden provenir de estados arcaicos de
la misma lengua histórica (en calzas prietas), de otras lenguas históricas (dar en el quid), de otras lenguas
funcionales actuales de la misma lengua histórica (tener sus bemoles), de apócopes, onomatopeyas o formaciones
meramente fónicas requeridas por juegos de rima y/o de ritmo (que patatín que patatán) y de realizaciones
virtuales, posibles en el sistema léxico actual, pero que se consideran elementos únicos desde el punto de vista de
las realizaciones normales (moliente en corriente y moliente, polvorosa en poner pies en polvorosa) (Zuluaga,
1980:102-103). Otros autores se han referido a ellas, como García-Page (1990b) y (1991a), que las ha denominado
palabras idiomáticas. En este trabajo se ha optado por el término de A. Zuluaga porque no produce ambigüedad.
irregular, orden sintáctico anómalo, etc.: a troche y moche, por fas o por nefas, salirse
por la tangente; a la topa tolondro. A ojos vistas, de armas tomar.
(Bally, 1909=1951; Casares, 1950=1969; Dimitrescu, 1957; Greimas, 1960; Frei, 1962; Coseriu,
1964=1986; Weinreich, 1966=1969; Zgusta, 1967; Fraser, 1970; Zgusta, 1971; Zukov, 1975=1981; Thun,
1978; Tristá, 1979-80; Zuluaga; 1980; Fleischer, 1982; Bosque, 1982; García-Page, 1990b, 1991a; Sick ,
1992).

-Relaciones con la derivación y composición (Bally, 1909=1951): a partir de la


estructura de bon air surge un adjetivo, débonnaireté. Este proceso certifica la
constitución de la locución como unidad. Por otra parte, el fenómeno de la
composición aparece estrechamente relacionado con los procesos fraseológicos.
(Casares, 1950=1069; Benveniste, 1966=1977; Weinreich, 1966=1969; Pottier, 1975; Zgusta, 1967;
Martinet, 1968b; Cernyseva, 1973=1981; Thun, 1978; Zuluaga, 1980; Lyons, 1980; Fleischer, 1982, 1992;
Tossavainen, 1992).

-Nivel sintáctico.

1). Fijación, entendida exclusivamente como complejidad y estabilidad de forma.


Tiene carácter gradual, ya que determinadas expresiones presentan una mayor
estabilidad que otras.
(Bally, 1909=1951, 1932=1965; Casares, 1950=1969; Greimas, 1960; Melendo, 1965; Dubsky, 1966;
Martinet, 1968b; Thun, 1978; Fernando, 1978; Zuluaga, 1980; Fleischer, 1982; Burger, 1982; Carneado,
1983; Gross, 1984; Morera Pérez, 1988; Martínez Marín, 1989, 1991; Taraba, 1990; Corpas, 1997).
Ello conlleva improductividad o escasa productividad de los esquemas sintácticos.
(Bally, 1909=1951, 1932=1965; Casares, 1950=1969; Rey, 1976; Zuluaga, 1980; Bosque, 1982; Fleischer,
1982).

2). Fijación, entendida adicionalmente como defectividad combinatoria y


sintáctica, que se manifiesta principalmente en los siguientes rasgos39:

-Componentes léxicos invariables.


(Zgusta, 1968, 1971; Martinet, 1968b; Chafe, 1968; Bernard, 1974; Thun, 1978; Björkman, 1978; Helbig,
1979; Zuluaga, 1980; Gaatone, 1981; Fleischer, 1982; Martín Mingorance, 1983; Gross, 1984; Gläser, 1986b;
B. Wotjak, 1986; Aguilar-Amat, 1990, 1993; Mendívil , 1990a).
Puede mostrarse, dependiendo de las peculiaridades de la UF en cuestión, como:
-Invariabilidad de número: por si las moscas --- *por si la mosca. (Fijación de
plural).
-Invariabilidad de género: caballo de Troya --- *yegua de Troya. (Fijación de
masculino).
-Invariabilidad de determinante: Guillermo tomó el pelo a Lidia --- *Guillermo tomó
un pelo a Lidia. (Fijación de determinante definido) 40.
-Invariabilidad de persona: el qué dirán --- *el qué dirás. (Fijación de tercera
persona del plural).
-Invariabilidad de tiempo verbal: el que a buen árbol se arrima buena sombra le
cobija --- *el que a buen árbol se arrimó buena sombra le cobijó. (Fijación de
presente).

39Como podrá observarse, la mayor parte de estos rasgos, siempre que ha sido posible, han sido formulados de
forma negativa, puesto que la inversión de los indicios considerados tradicionalmente como anormalidades de los
fenómenos fraseológicos ofrece una visión diametralmente opuesta: dichos rasgos constituyen las verdaderas
particularidades de la fraseología frente a la sintaxis libre.
40Al hablar de invariabilidad de determinante se hace alusión a todas sus posibilidades: artículo (determinado,
indeterminado), posesivo, determinante cero, etc. Considerar como rasgo la invariabilidad de determinante en lugar
de la ausencia de determinante, término que algunos lingüistas han empleado, soluciona ciertos problemas.
Muchas estructuras sintácticas manifiestan ausencia de determinante, pero ello no indica que se hallen fijadas.
Busco criado es una construcción libre que, de acuerdo con la combinabilidad sintáctica, puede presentar o no un
determinante: busco criado que atienda las necesidades de mi hogar, busco al criado que trabajó para mí el año
pasado. En cambio, tener acceso, presenta invariabilidad de determinante, ya que no son posibles *tuve el acceso
que me prometiste o *tuve un acceso realmente emocionante. Sintagmas prepositivos como en definitiva o por si las
moscas tampoco permiten la variación de su determinante. Desde este punto de vista se trata, en consecuencia, de
la imposibilidad de intercambiar el determinante, sea éste ø o cualquier otro.
-Componentes léxicos no conmutables. Imposibilidad de conmutar, de forma libre, uno
de los formantes de la UF por otra unidad léxica equivalente): pagar el pato --- *pagar
la carne.
(Bally, 1909=1951; Jespersen, 1924=1975; Casares, 1950=1969; Sabrsula, 1966; Zgusta, 1967, 1971;
Nagy, 1973; Helbig, 1979; Zuluaga, 1980; Gross, 1984; Gläser, 1986b; Wotjak, 1986; Mendívil, 1990a; Sick,
1992).

-Componentes no permutables. Invariabilidad del orden, por lo que resulta imposible la


topicalización, entre otros fenómenos. buscarle tres pies al gato --- * al gato, le buscas
tres pies; a mí, plin --- * plin, a mí.
(Bally, 1909=1951; Casares, 1950=1969; Dimitrescu, 1957; Fraser, 1970; Thun, 1978; Zukov,
1975=1981; Björkman; 1978; Helbig, 1979; Zuluaga, 1980; Martín Mingorance, 1983; Gläser, 1986b; Mendívil,
1990a; Sick,1992).

-Relacionada con la propiedad anterior, se debe hablar de la imposibilidad de


extracción de sus componentes.
(Katz y Postal, 1963; Fraser, 1970; Zukov, 1975=1981; Björkman, 1978; Helbig, 1979; Zuluaga, 1980;
Gaatone, 1981; Fleischer, 1982; Ruwet, 1983; Gross, 1984; Aguilar-Amat, 1990, 1993; Mendívil , 1990a).
La extracción puede mostrarse, por ejemplo , como:
.Pronominalización: ser santo de su devoción --- *serlo de su devoción.
.Relativización: dar en el clavo --- *el clavo en el que has dado me pertenece.
.Pregunta: ponerle el cascabel al gato --- *¿Qué le puso al gato? El cascabel.

-Componentes léxicos no separables. Imposibilidad de inserción de un complemento


extraño a la UF o supresión (elipsis) de un componente. Tampoco resulta factible la
modificación de un componente por medio de un complemento extraño a la
estructura fija (modificación adjetival, adverbial, etc.): no dejar piedra sobre piedra ---
*no dejar encima piedra sobre piedra, *no dejar piedra; estirar la pata --- *estirar la pata
coja, tomar el pelo --- *tomar el pelo liso.
(Bally, 1909=1951; Dimitrescu, 1957; Zgusta, 1967, 1971; Martinet, 1968b; Fraser, 1970; Bernard, 1974;
Björkman, 1978; Thun, 1978; Helbig, 1979; Zuluaga, 1980; Gaatone, 1981; Fleischer, 1982; Martín
Mingorance, 1983; Gross, 1984; Gläser, 1986b; Danlos, 1988; Aguilar-Amat, 1990, 1993; Mendívil , 1990a;
Sick, 1992).

-Fijación transformativa. Imposibilidad de admisión de diversas transformaciones. Las


más importantes son:
-Pasiva: Pedro estiró la pata --- *la pata fue estirada por Pedro.
(Katz y Postal, 1963; Weinreich, 1966=1969; Chafe, 1968; Bernard, 1974; Thun, 1978; Björkman,
1978; Helbig, 1979; Zuluaga, 1980; Gaatone, 1981; Fleischer, 1982; Martín Mingorance, 1983; Gross,
1984; Gläser, 1986b; Aguilar-Amat, 1990).
-Nominalización: carta blanca --- *la blancura de la carta.
(Zuluaga, 1980; Weinreich, 1966=1969; Chafe, 1968; Fraser, 1970; Fleischer, 1982; Gläser, 1986b).
-Imposibilidad de referencia a otras estructuras profundas: sin ton ni son --- *actuó
sin ton y actuó sin son.
(Weinreich, 1966=1969; Zuluaga, 1980).

-Nivel léxico-semántico.

-Significan y se reproducen en bloque (Coseriu, 1964=1986). Con ello se indica que la


UF se concibe como una unidad léxica. De este modo, la conmutación sólo es posible
en conjunto. Resulta bastante aceptable la conmutación de las combinaciones
fraseológicas por unidades simples, aunque esto no significa que sea posible en todos
los casos, ni que la unidad por la que se conmuta represente todos los valores
(expresivos, apelativos, etc.) del compuesto fraseológico: poner entre la espada y la
pared --- acorralar.
(Bally, 1909=1951; Casares, 1950=1969; Bar-Hillel, 1955=1964; Dimitrescu, 1957; Dubois, 1960;
Greimas, 1960, 1966; Frei, 1962; Coseriu, 1964=1986, 1973=1986; Zgusta, 1967, 1971; Benveniste,
1966=1977, 1967=1977; Bernard, 1974; Thun, 1978; Fernando, 1978; Helbig, 1979; Lyons, 1980; Zuluaga,
1980; Lipshitz, 1981; Burger, 1982; Fleischer, 1982; Martín Mingorance, 1983; Carneado, 1983a; Tristá,
1983a; G. Wotjak, 1988; Urrutia, 1988; Skytte, 1988; García-Page, 1990a; Mendívil, 1990a).

-No composicionalidad semántica o idiomaticidad. El sentido total de la combinación


de palabras no se obtiene a partir del sentido de los significados de sus componentes
tomados de forma aislada, o teniendo en cuenta la suma de esos significados: el
significado de la UF tomar el pelo, "engañar, burlarse de alguien", no se deduce de la
suma de sus componentes; "tomar+el+pelo". Por otro lado, una buena parte de las
expresiones idiomáticas presenta un homófono literal de sentido recto: dar
calabazas, lavarse las manos, recoger el guante.
(Bally, 1909=1951, 1932=1965; Dimitrescu, 1957; Casares, 1950=1969; Greimas, 1960; Dubois, 1960;
Frei, 1962; Katz y Postal, 1963; Melendo, 1965; Dubsky, 1966; Zgusta, 1967, 1971; Chafe, 1968; Rey, 1976;
Allén, 1976; Fernando, 1978; Thun, 1978; Zuluaga, 1980; Lyons, 1980; Burger, 1982; Fleischer, 1982; G.
Wotjak, 1983, 1985,1988; Tristá, 1983a, 1983b; Carneado, 1983a; Martín Mingorance, 1983; Gréciano,
1984a; Tristá, Carneado y Pérez, 1986; Gläser, 1986a, 1986b; Martínez Marín, 1989, 1991; B. Wotjak, 1989,
1992a; Taraba, 1990; Mendívil, 1990a; Sick, 1992; Corpas, 1997).

-Motivación. Es posible determinar el origen histórico de ciertas UFS. La motivación


parece depender de la comprensión de la imagen que emana del significado recto de
su homófono literal. Por ello, las combinaciones sin homófono literal no suelen ser
motivadas, o mejor dicho, se ha perdido la posibilidad de recuperar la imagen que la
originó. De ello se deduce que cuanto mayor sea su idiomaticidad, menor resultará su
motivación. Éste es un proceso efectuado a posteriori que poco o nada tiene que ver
con la funcionalidad actual de las UFS. Por otra parte, la falta de motivación no
implica que una expresión no motivada no pueda recuperar parte de su motivación
perdida en un determinado texto, con efectos connotativos y lúdicos: salirse del carril,
pisarle los talones (a alguien), cerrar los ojos.
(Casares, 1950=1969; Weinreich, 1966=1969; Rey, 1976; Thun, 1978; Zuluaga, 1980, 1983, 1987; Burger,
1982; Carneado, 1983a; Tristá, 1983a, 1983b; Gréciano, 1983; García-Page, 1989, 1991b; Skultéty, 1990; B.
Wotjak, 1992a).

-Tropología. La aparición de figuras retóricas está directamente relacionada con la


idiomaticidad. Probablemente, una UF idiomática manifestará alguno de estos
recursos:
-Metáfora. Muchas UFS tienen su origen en una metáfora que, a menudo, ha
ocasionado el alejamiento de la expresión figurada y de la literal: llover a
cántaros, dar el pasaporte, tirar la toalla.
(Casares, 1950=1969; Weinreich, 1966=1969; Nagy, 1973; Lyons, 1980; Zuluaga, 1980; Bosque,
1982; Carneado, 1983a; Tristá, 1983a; G. Wotjak, 1983; Gläser, 1986b).
-Hipérbole. Es otro de los procedimientos más usados en la creación de UFS: echar
la casa por la ventana, ahogarse en un vaso de agua.
(Zuluaga, 1980; Sandru, 1982; Carneado, 1983a; Tristá, 1983a; Cárdenas y Pérez González, 1986).
-Metonimia o sinécdoque. No resultan tan frecuentes como la metáfora y la
hipérbole, aunque pueden haber intervenido en la formación de algunos
fraseologismos: dar gato por liebre.
(Lyons, 1980; Gläser, 1986b; González Ollé, 1991; Skultéty, 1990; Taraba, 1990).

-Nivel pragmático.

-Se aprenden de memoria. El hablante las aprende y las guarda en su cerebro como un
todo, lo que facilita tremendamente su identificación como unidades. Además, el
usuario es capaz de emplear o reconocer expresiones que son compartidas por la
colectividad más allá de su competencia individual (Lyons, 1981; Gross, 1984). Esto
viene corroborado por la posibilidad de elisión (o lo que se conoce como aposiopesis),
sobre todo de refranes y construcciones bimembres donde, a diferencia de lo que
ocurre con otras combinaciones en las que la elisión o supresión no es posible, el
componente elidido subyace en la estructura profunda: a buen entendedor..., cría
cuervos...
(Morawski, 1927; Casares, 1950=1969; Malkiel, 1968; Pottier, 1975; Zuluaga, 1980; Fernández Sevilla,
1983; García-Page, 1990c).

-Frecuencia de uso. Las UFS representan un alto porcentaje de las expresiones que
existen en una lengua. Es precisamente la frecuencia de uso la que actúa como
elemento fijador. Si existe una combinación homófona literal, se suele hablar de un
empleo más abundante de la expresión fraseológica que de la literal. Asimismo, la
aparición en contextos diferentes facilita la desambiguación.
(Jespersen, 1924=1975; Casares, 1950=1969; Dimitrescu, 1957; Greimas, 1960; Chafe, 1968;
Benveniste, 1970; Zgusta, 1971; Thun, 1978; Lyons, 1980; Pilz, 1981; Bosque, 1982; Carneado, 1983a; Tristá,
1983a; Gross, 1984, 1988; Gréciano, 1984a; García-Page, 1990c, 1991a; Mendívil, 1990a; Corpas, 1997).

-Iconicidad. Las UFS potencian las funciones del lenguaje, fundamentalmente la


expresiva y la apelativa. Ello facilita, entre otras cosas, la atracción del receptor. Así
por ejemplo, el empleo de determinada locución en lugar de su equivalente simple
imprime una mayor fuerza ilocutiva o perlocutiva al texto. No hay duda de la gran
fuerza, principalmente expresiva, que manifiestan locuciones adverbiales como a la
buena de Dios o a trancas y barrancas o de la fijación de valores ilocutivos que
presentan fórmulas como ya te apañarás (amenaza) o ¡palabra de honor! (promesa).
(Bally, 1909=1951; Greimas, 1960; Zuluaga, 1980; Carneado, 1983a; Tristá, 1983a; Gläser, 1984; Skytte,
1988; G. Wotjak, 1988, 1989; Martínez Marín, 1989, 1991; B. Wotjak, 1989, 1992a; Skultéty, 1990; Taraba,
1990; González Ollé, 1991; Sick, 1992; Corpas, 1997).

-Valores sociolingüísticos. Las UFS están institucionalizadas sociolingüísticamente. De


este modo, algunas de ellas se adscriben a determinadas variantes diastráticas o
diafásicas. Así por ejemplo, pertenecen al registro coloquial unidades elativas como la
mar de, como loco o de maravilla.
(Beinhauer, 1929=1978; Casares, 1950=1969; Fernando, 1978; Zuluaga, 1980; Fleischer, 1982; Carneado,
1983a, 1985; Tristá, 1983a, 1983b; Gläser, 1986a; Sick, 1992).

4. 2. Conclusiones: el prototipo de unidad fraseológica

Una vez definidas las propiedades fraseológicas y acotados los rasgos que las
determinan, resulta posible dibujar el propotipo de UF, partiendo de una concepción
estrecha de la fraseología. El mayor o menor acercamiento al núcleo vendrá determinado
por la presencia de los rasgos mencionados que, en conjunto, condicionan las
propiedades de fijación e idiomaticidad. Asimismo, se ha de tener presente que también
los rasgos son graduales. En este sentido, a menudo no es posible afirmar rotundamente
que una locución verbal, por ejemplo, no admite la prueba de la pasiva, sino que presenta
grados de extrañeza o de agramaticalidad diversos. Por otra parte, la locución y la frase
proverbial del tipo 1 son estructuralmente idénticas. La única diferencia destacable entre
ellas se debe a su origen, literario por ejemplo, en el caso de las frases proverbiales41. Por
ello, en cuanto al prototipo, elaborado desde una concepción estrecha de la fraseología,
deben recibir el mismo tratamiento. El mayor o menor acercamiento al núcleo de estas
unidades vendrá determinado por la presencia de los rasgos mencionados que, en
conjunto, condicionan las propiedades de fijación e idiomaticidad.
La locución prototípica presentará ambas propiedades. La fijación se manifestará
en su nivel más alto. La locución reflejará una estructura estable y con pocas
posibilidades de variación. Mostrará defectividad combinatoria o sintáctica, esto es, no se
podrán practicar en ella cambios que repercutan en su estructura, como la conmutación,
la permutación, la extracción de sus componentes, etc., especialmente si se trata de una
locución verbal, la clase funcional más versátil. En cuanto a la idiomaticidad, será
prácticamente total, es decir, la locución prototípica mantendrá un significado no
composicional. La semiidiomaticidad, del mismo modo que la motivación y la existencia
de homófonos literales, se reserva para casos con un índice de prototipicidad menor. De
igual manera, la locución prototípica será aquélla que, además de manifestar las
propiedades mencionadas, cuente entre sus componentes con alguna palabra diacrítica o
cierta anomalía estructural que actúe como índice de su fijación y de su idiomaticidad.
Por otro lado, la presencia de uno de estos elementos en una locución constituye, en
general, una prueba de su antigüedad.
Por ello, el grupo nuclear de la fraseología estará formado por las llamadas
locuciones con palabras diacríticas o anomalías estructurales que manifiestan fijación e
idiomaticidad total42: a la bartola, de bruces, a mansalva, a pie juntillas, a la topa

41Aunque en la exposición inmediata aparecerán juntos ambos términos, en lo sucesivo se optará por hablar
únicamente de locución entendiendo que ambas se hallan incluidas, ya que no presentan diferencias sustanciales.
42De este modo se llama la atención sobre el hecho de que pueden hallarse locuciones con palabras diacríticas, por
ejemplo, que presentan una fijación y/o idiomaticidad parcial. Esta circunstancia se presenta fundamentalmente
tolondro, a ojos vistas, a trancas y barrancas, a troche y moche, agua de borrajas, salir de
naja, tomar las de villadiego, ...
Los restantes complejos que se han dado en incluir en la fraseología concebida de
forma estricta, como son las locuciones meramente fijas, semiidiomáticas, idiomáticas,
unidades sintagmáticas o combinaciones frecuentes, representan índices de
prototipicidad menores. Por lo común, se caracterizan por su fijación, si bien a menudo
parcial, como demuestra que puedan presentar, por ejemplo, variación numérica o
genérica entre sus componentes o huecos funcionales. La idiomaticidad no será tampoco
absoluta. Podría hablarse de varios índices de idiomaticidad, así como de grados
diferentes de motivación, de presencia de diversos recursos tropológicos, etc.
En suma, teniendo en cuenta el núcleo formado por las locuciones totalmente fijas
e idiomáticas con palabras diacríticas o con anomalías estructurales podría establecerse
una escala gradual que iría de las locuciones con un grado alto de idiomaticidad a
aquéllas otras caracterizadas exclusivamente por su fijación, pasando por las
combinaciones semifijas. En la zona fronteriza entre las UFS y las combinaciones libres
se encontrarían tanto las unidades sintagmáticas, que muestran cierto índice de fijación,
a pesar de no presentar idiomaticidad y de estar sujetas a procedimientos de formación
regulares, como las combinaciones de palabras simplemente frecuentes con una escasa
estabilidad que no repercute, por lo común, en su estructura sintáctica.
Como se ha venido defendiendo, el fenómeno fraseológico presenta un carácter
gradual. Por este motivo, se ha de tomar con cautela cualquier segmentación que se
proponga de la escala. No obstante, ello no impide que puedan mencionarse ciertos
grupos graduales, como los que a continuación se proponen del centro a la periferia:
-Locuciones totalmente fijas e idiomáticas con palabras diacríticas y/o anomalías
estructurales.
-Locuciones idiomáticas.
-Locuciones semiidiomáticas.
-Locuciones meramente fijas.
-Locuciones semifijas (se incluyen, por ejemplo, los esquemas fraseológicos43 y
las combinaciones con miembros movibles o con casillas vacías).
-Unidades sintagmáticas.
-Combinaciones frecuentes.

Pese a ello, no se debe olvidar el carácter problemático de las unidades que


componen la fraseología, por lo que resultaría difícil adscribir una determinada unidad a
uno de los grupos. De hecho, cabría analizar cada combinación pormenorizadamente.
Parece bastante claro que la locución prototípica será relativamente fácil de determinar,
así como las clases periféricas, las unidades sintagmáticas y las combinaciones
frecuentes. Sin embargo, la zona de transición es amplia: en ella se sitúan las locuciones
con homófonos literales, con diversos grados de motivación, con una fijación manifestada
en cada caso por unos u otros de los rasgos mencionados. En el capítulo 6, desde una
concepción estrecha de la fraseología, se dibujará el prototipo de UF para diferentes tipos
de sintagmas fraseológicos: nominales, verbales y prepositivos, de manera que se
observará su validez para la mayor parte de locuciones.

en aquéllas que proceden de otra lengua funcional de la misma lengua histórica, es decir, en combinaciones como
meter un gol, echar balones fuera, casarse de penalti, construcciones que tienen, generalmente, un homófono literal
y manifiestan cierta motivación.
43Siguiendo la propuesta de Zuluaga (1980, 111), un esquema fraseológico es una estructura sintáctica rígida
"cuyo 'relleno' o realización en el hablar está sometido a limitaciones de la libertad de combinación, sólo
'explicables' mediante el concepto de fijación fraseológica".
CAPÍTULO 5

Hacia una delimitación de las propiedades fraseológicas

"Les locutions composées ne sont qu'une conséquence de la manière dont nous


formulons nos pensées; comme celles-ci s'expriment non par des mots isolés, mais par
des groupes de mots, certains de ces groupes, à force d'être répétés, sont devenus
l'expression constante de certaines idées, et dès lors les groupes tendent de plus en
plus vers l'unité, autrement dit ils équivalent peu à peu à des mots simples".
(Bally, 1905:100-101).

5. 0. Introducción

Hasta el momento se han ido desgrananado aquí y allá opiniones diversas y hasta
cierto punto enfrentadas relativas a los conceptos de fijación e idiomaticidad. Ambos
fenómenos han sido definidos como propiedades de la fraseología que permiten
identificarla de forma específica frente a otros procesos lingüísticos, y que desencadenan
un buen número de rasgos, como la defectividad transformacional de las UFS, su
reproducción en bloque o su escasa motivación. Se ha defendido, por otra parte, el
carácter no discreto de estas combinaciones, lo que permite concebirlas como camino de
fronteras difusas, de límites maleables y movibles.
El carácter difuso de las UFS se halla estrechamente relacionado con otros
fenómenos generales del lenguaje, puesto que tanto la fijación como la idiomaticidad son
procesos naturales que pueden localizarse en un buen número de mecanismos
lingüísticos. Por ello, este capítulo se dedicará a la delimitación y definición de las
propiedades identificadoras del fenómeno fraseológico frente a las similitudes y
diferencias que las relacionan con otros mecanismos.
En el punto 5. 1. se hará referencia a la propiedad de la fijación. A fin de
comprenderla (punto 5. 1. 2.), resulta obligado detenerse en recursos como la repetición
(punto 5. 1. 1. 1.) o el concepto de colocación en la lengua (punto 5. 1. 1. 2.). La
idiomaticidad ocupará la segunda parte del capítulo. Este concepto conecta con
denominaciones como el idioma, lo idiomático o la lexicalización. La delimitación de
procesos generales como éstos y del fenómeno fraseológico propiamente dicho conformará
el contenido del punto 5. 2. 1. Ello contribuirá a definir lo que se entiende por
idiomaticidad fraseológica (punto 5. 2. 2.). Aunque se tratará de caracterizar la fijación
y la idiomaticidad por separado debe quedar claro que la subdivisión propuesta, una vez
más, responde a una reflexión básicamente metalingüística. En consecuencia, una
meditación final sobre ambas puede contribuir al discernimiento del fenómeno estudiado
(punto 5. 3.).

5. 1. La fijación fraseológica

5. 1. 1. El proceso de fijación en la lengua

La fijación es un recurso general de la lengua. El delimitar este procedimiento


general usado por los hablantes del más concreto y específico que se denomina fijación
fraseológica constituye ahora nuestro objetivo. En este sentido, resulta necesario hacer
alusión a dos mecanismos íntimamente imbricados con dicha propiedad: la repetición y el
fenómeno de la colocación.

5. 1. 1. 1. La repetición, mecanismo lingüístico

La repetición es un mecanismo fundamental en la constitución y desarrollo de la


cultura humana y, en concreto, de los sistemas lingüísticos. Por un lado, la transmisión
oral de padres a hijos de leyendas, mitos, etc., es decir, la repetición de textos, cumple
una función destacada en el desarrollo de la cultura. Asimismo, se halla implícita en el
aprendizaje, tanto de la lengua materna como de una segunda lengua. Repetimos
fonemas extraños a nuestro sistema fonológico para memorizarlos, repetimos palabras
con el objetivo de asimilarlas. La repetición de estructuras lingüísticas, por otra parte,
desempeña un importante papel en la lengua. La repetición de un mismo fonema o de
varios de ellos conforman recursos retóricos como la rima o la aliteración, procedimientos
reconocidos como tales en la construcción textual. La repetición de estructuras
sintácticas sustenta recursos retóricos como el paralelismo o el quiasmo.
Repetición de fonemas, repetición de sílabas, repetición de palabras, repetición de
segmentos textuales, repetición de estructuras narrativas, ... suponen mecanismos lícitos
en las lenguas naturales, encaminados a la producción de efectos textuales, de juegos
retóricos, de resultados expresivos.
Veamos un ejemplo: la reduplicación léxica en español, que se entiende como "la
repetición voluntaria de un constituyente dentro de su misma unidad sintáctica, hecha
con el fin de producir una modificación deliberada del significado de la estructura simple"
(Escandell, 1991:72), ocasiona secuencias construidas por medio de la yuxtaposición (Me
dieron café-café), a través de la coordinación (Estuvimos allí días y días) o por medio de la
anteposición con repetición (Entender entiendo, pero no hablo), que se usan con fines
expresivos específicos44.
La repetición ha de entenderse, en consecuencia, como un procedimiento general
del lenguaje. ¿Qué relaciones presenta con el de la fijación fraseológica? Como defiende
Zuluaga (1980:26), "la repetición es un fenómeno mucho más general que la fijación
fraseológica". En este sentido, cuando se emplea el término de UFS se hace referencia a
combinaciones fijas de palabras, esto es, a sintagmas u oraciones en los que no existe, a
priori, posibilidad de variación ni de modificación. Dichas combinaciones, a fuerza de ser
repetidas a lo largo de los años con el mismo orden, con idénticos procedimientos
gramaticales, con iguales componentes léxicos, han cristalizado como expresiones fijas en
el sistema lingüístico. A. Zuluaga denomina reproducción a este tipo de repetición
mediante el que se constituyen las UFS.
No obstante, dicho concepto no se aplica por igual a todas las UFS. Así, se puede
emplearlo sin ningún tipo de inconveniente para las combinaciones prototípicas. Ahora
bien, los llamados esquemas fraseológicos o los fraseologismos ocasionales no respetan
la reproducción absoluta, sino que se sustentan en la repetición sintáctica o en la
construcción analógica45. Asimismo, este concepto no sólo afecta a las UFS propiamente
dichas, sino también a otras combinacioens de palabras que limitan con aquéllas: las
combinaciones frecuentes o colocaciones.

5. 1. 1. 2. El concepto de colocación

Las lenguas desarrollan ciertas combinaciones sintagmáticas que no pueden


llamarse fijas, pero tampoco asociaciones libres. En la mayoría de los casos se establece
entre sus componentes una relación de solidaridad léxica (Coseriu, 1967=1986) en la
que un término determina a otro, ya sea mediante afinidad, selección o implicación. Así,
guiñar exige ojo, o rubio exige pelo o cabello. Las combinaciones guiñar un ojo o cabello
rubio no pueden considerarse UFS en sentido estricto, porque responden a
procedimientos diferentes, aunque, sin embargo, representan una frecuencia de aparición
conjunta similar a la de aquéllas. Para estas combinaciones frecuentes, como también
para otras donde la determinación no existe o es menor, como elefante africano o buque

44Véase también García-Medall (1992). Sobre procedimientos expresivos en francés resulta especialmente
interesante consultar Frei (1929=1982:277 y ss.).
45Por ello, han sido incluidos en algunos trabajos como mecanismos de repetición, sin tener generalmente en
cuenta su valor fraseológico. (Véanse entre otros González Ollé, 1979 y García-Medall, 1992).
escuela, se empleará el término colocación, traducción del acuñado por Firth
(1957=1969), collocation46.
La frecuencia de aparición conjunta de los componentes de la combinación
desencadena una relación significativa compleja, en la que, generalmente, uno de los
términos especifica al otro. Es decir, en colocaciones como elefante africano o buque
escuela es el segundo componente, llamado colocativo, el que especifica o delimita el
significado del primer componente o base. Según Aguilar-Amat (1993), constituyen
combinaciónes preferentes con un significado composicional deducible del significado de
sus miembros, frente a lo que ocurre con algunas de las combinaciones fijas, las
idiomáticas, cuyo significado no es a priori composicional.
Ahora bien, las diferencias entre unas combinaciones y otras, entre colocaciones y
UFS estrictas no resultan en la práctica rígidamente establecidas. Una vez más cabría
hablar de una relación gradual entre las combinaciones libres, las colocaciones y las UFS.
Si se observa en ellas el fenómeno de la fijación, tanto las colocaciones como las UFS se
reproducen, es decir, se repiten con la misma forma. Se trata, por consiguiente, de
combinaciones estables. Pese a ello, no se pueden aplicar a las colocaciones los mismos
principios, mencionados en el capítulo 4; en concreto los referentes a la idiomaticidad:
una colocación es un procedimiento regular de creación, por lo que no se muestran
generalmente irregularidades léxicas o gramaticales.
Han sido precisamente los métodos automáticos los que más han profundizado en
la diferenciación entre ambos mecanismos. Un método automático debe predecir la
aparición de secuencias multilexicales entre cuyos miembros se pueden establecer
relaciones diversas. Por ello, se hace necesario discernir entre secuencias regulares e
irregulares, con el objeto de no producir agramaticalidades. En este sentido, Aguilar-Amat
(1993) intenta comprobar si ciertas estructuras Nombre+Adjetivo son colocaciones o
idiomatismos. Si el adjetivo se revela como independiente del nombre, se tratará de una
colocación. Si no es así, de un idiomatismo. Para conseguirlo, aplica las pruebas de la
elisión del nombre, de la pronominalización y del intercambio del adjetivo por una oración
de relativo, de manera que diferencia entre dos estructuras como ángulo recto y números
rojos:

Tenemos un ángulo recto y dos que no lo son.


Un ángulo que no es recto.
ángulo recto=colocación.

*Estoy en números rojos y en otros que no lo son.


*Unos números que no son rojos.
números rojos=idiomatismo.

Como se señalaba al comienzo, la determinación tanto en los idiomatismos, en las


UFS, como en las colocaciones obliga a sostener la existencia de una relación similar a la
de la solidaridad léxica. Parafraseando a Coseriu (1967=1986) y retomando la propuesta
de García-Page (1990a y 1991a), se puede afirmar que las solidaridades léxicas y las UFS
se basan en una particular relación de dependencia. En ambas actúan un conjunto de
restricciones de selección que constriñen su combinabilidad. Uno de los tipos de
solidaridad, la implicación léxica, se halla tanto en colocaciones (alazán se dice
únicamente de caballo, caballo alazán,) como en UFS (como una tapia sólo puede
aplicarse a sordo). En un tipo de UFS, en aquéllas con palabras diacríticas, la relación se
incrementa en ciertos casos, en concreto en las locuciones con estructura binominal,
donde la implicación ya no es en un único sentido, es decir, ya no es una solidaridad

46Como advierte Aguilar-Amat (1993) la traducción al castellano del término inglés collocation suele desatar
polémica. A veces se prefiere conlocación, otras coocurrencia o co-ocurrencia. Según parece, estos dos últimos
hacen referencia a una construcción de mayor independencia sintáctica. En consecuencia, se preferirá el término
colocación para aludir a relaciones sintagmáticas frecuentes o preferentes.
En otro orden de cosas, Thun (1978) da el nombre de bevorzugte Analysen a ciertas estructuras similares en
diversas lenguas que manifiestan una herencia cultural, social, etc., común, como it. lavarsi i dienti, esp. lavarse
los dientes, rum. a se spala pe dinti, al. sich die Zähne putzen. Como el mismo autor declara, este concepto tiene
bastante relación con el de collocation de J. R. Firth.
léxica, sino que constituye una implicación recíproca: trochea-y moche/mochea
troche y- (García-Page, 1990a:223).
En suma, existen amplias coincidencias entre sintagmas frecuentes y otros más
estables, fijos. Su estabilidad, la frecuencia de aparición conjunta de sus formantes, se
opone a la regularidad léxica (significado composicional) y gramatical (ausencia de
defectividad) de los primeros frente a los segundos. Desde una posición no discreta,
ambos fenómenos, las colocaciones y otras UFS, quedan englobados bajo una misma
categoría.

5. 1. 2. La fijación, una propiedad fraseológica

La fijación es una propiedad fundamentalmente sintáctica. En el capítulo anterior,


se aludió a ella desde dos posicionamientos diferentes:
1. Fijación, entendida exclusivamente como complejidad y estabilidad de forma.
2. Fijación, entendida adicionalmente como defectividad combinatoria y sintáctica.

Dicha separación viene justificada por puntos de vista también distintos. Si se


parte del hablante, la fijación se concibe como estabilidad, como reproducción de ciertos
segmentos en el momento del habla. Si el enfoque es lingüístico, debe entenderse como la
ausencia de regularidad en determinados combinaciones de la lengua. Esta doble visión
se halla sustentada a su vez por la propuesta de Zuluaga (1980:99): "Según el saber
lingüístico del hablante, la fijación se entiende como la propiedad que tienen ciertas
expresiones de ser reproducidas en el hablar como combinaciones previamente hechas,
tal como las estructuras prefabricadas en arquitectura. Desde el punto de vista de la
lingüística, (...) dicha propiedad puede ser definida como suspensión de alguna regla de la
combinación de los elementos del discurso"47.
Las estructuras del discurso repetido funcionan y significan en bloque (Coseriu,
1964=1986:114). En ellas, las posibilidades de variación son generalmente mínimas o
escasas. En este sentido, constituyen unidades con forma de sintagma y con función de
lexema que son aprendidas de memoria (par coeur, Gross, 1984:172), de manera que el
hablante las concibe como si de unidades léxicas mínimas se tratara. Se reproducen por
tradición siempre de la misma manera, esto es, son productos diacrónicos que han
pervivido en el estado sincrónico actual de la lengua. Su manifestación como un todo, por
otro lado, viene corroborada por la total ausencia o escasez de modelos sintácticos
analógicos (Fleischer, 1982). Su concepción como productos acabados, como bloques
sintagmáticos, incide de forma evidente en su discriminación frente a otras creaciones
más libres.
En consecuencia, resulta difícil encontrar una justificación o explicación de sus
rasgos sintácticos o semánticos. No hay razón que justifique, por ejemplo, la estructura
sintáctica de la locución adverbial a pie juntillas, o que explique semánticamente la
locución verbal caérsele el alma a los pies (a alguien). Como afirma Zuluaga (1980:99), los
componentes de una estructura fija carecen de valor opositivo. No se encuentra realmente
un plural en buenas tardes o un singular en tomar el pelo, puesto que no son posibles
estructuras como *buena tarde o *tomar los pelos que se opongan a aquéllas. Por tanto,
no tiene sentido hablar de una oposición singular/plural para las UFS. Son, simplemente,
estructuras reproducidas que no constituyen, en general, esquemas sintácticos
productivos. Por ello, deben concebirse como resultados últimos de un proceso
diacrónico, como estructuras pluriverbales complejas que funcionan como un todo.

47No siempre el término elegido es el de fijación: otras veces se prefiere el de estabilidad, el de congelación o el de
petrificación. Así, por ejemplo W. Fleischer, aunque habla de fijación, emplea en ocasiones los términos de
estabilidad (Stabilität -Fleischer, 1982-) o de congelación (como adjetivo, eingefroren -Fleischer, 1992-). Lyons
(1977=1980) prefiere el de petrificación, que toma de G. Leech. Detengámonos un momento en dicho concepto. La
petrificación se entiende como solidificación y como contracción. La solidificación depende directamente de la
frecuencia con que se utilice un lexema sintáctico y del valor fijado o no fijado que adquiera en la mente de los
hablantes. La contracción depende de la restricción de sentido y denotación de los lexemas simples que forman
parte de un lexema, ya sea compuesto o sintáctico. También la institucionalización de un lexema sintáctico
contribuye a su establecimiento como unidad autónoma. Así pues, la solidificación parece equivaler a la fijación y
la contracción a la idiomaticidad.
La fijación constituye una propiedad diferencial de la fraseología. Como matriz,
actúa a través de un serie de rasgos (defectividad, reproducción en bloque, aprendizaje de
memoria) en la constitución de complejos fijos de palabras, que se enfrentan a otros
complejos precisamente por ese carácter. Asimismo, es un fenómeno de reproducción
lingüística que se halla íntimamente ligada a otra propiedad, la idiomaticidad.

5. 2. La idiomaticidad fraseológica

5. 2. 1. El proceso de idiomaticidad en la lengua

La diferenciación de la propiedad específicamente fraseológica de la idiomaticidad


de otros procedimientos que se engloban bajo los conceptos de idioma, idiotismo, lo
idiomático, por un lado, y de lexicalización, por otro, se hace necesaria antes de
referirse a su relación con la fraseología.

5. 2. 1 .1. El idioma y lo idiomático

Valorar qué relaciones existen entre lo peculiar de una lengua dada y los
resultados concretos de esas peculiaridades, en primer lugar, y el papel que lo
fraseológico desempeña en este proceso, en segundo, va a constituir el objetivo de esta
sección.
La palabra griega  era utilizada en la antigüedad para referirse a la manera
concreta de expresión de algunos autores literarios, así como para formas literarias
específicas. El resultado particular de la expresión lingüística era designado por medio del
término , que con el tiempo se emplearía también para referirse a estructuras
familiares o vulgares, a ciertas formas de expresión incultas y a formaciones peculiares de
una lengua. La palabra latina idioma recogerá los sentidos del griego  y se
referirá, en consecuencia, tanto a la forma de expresión como a los resultados concretos
de esa forma de expresión. Se encuentran derivados de la latina tanto en lenguas
románicas como en otras de diverso origen (inglés, alemán, ruso, etc.). Según Thun
(1978:8), tras el análisis de la terminología surgida en dichas lenguas, se puede decir que
no se detecta entre ellos una diferencia clara entre la forma de expresión
(Ausdrucksweise) y el resultado de esa forma de expresión (Produkt der
Ausdrucksweise) que a menudo recubre una misma designación48. La dificultad que
entraña esta separación repercute en nuestra delimitación, ya que el segundo concepto
puede incluir las combinaciones fijas de palabras resultantes de ese modo de hablar, así
como otros productos que le dan a una lengua un carácter propio. Por otra parte, la
expresión de un idiotismo recibe denominaciones propias en cada lengua: italianismo,
galicismo, anglicismo49.
En español, idioma tiene dos acepciones, según el DRAE (1992): ‘1. Lengua de un
pueblo o nación, o común a varios./ 2. Modo particular de hablar de algunos o en
algunas ocasiones. En IDIOMA de la corte; en IDIOMA de palacio’. El resultado concreto de
las peculiaridades de un idioma es lo que se conoce como idiotismo: ‘Giro o expresión
contrarios a las reglas generales de la gramática, pero propios de una lengua. v. gr. a ojos
vistas’. En nuestra lengua, dicho producto se denomina hispanismo50.

48El término alemán Ausdrucksweise también podría traducirse como modo de hablar. Aunque se considera más
acertado el primero, a lo largo de la exposición ambos se usarán como sinónimos.
49Para un desarrollo pormenorizado del concepto idioma y su familia léxica, véase Thun (1978:2-16).
50Según el DRAE, hispanismo tiene cuatro acepciones: ‘1. Giro o modo de hablar propio y privativo de la lengua
española./ 2. Vocablo o giro de esta lengua empleado en otra./ 3. Empleo de vocablos o giros españoles en distinto
idioma./ 4. Afición al estudio de las lenguas, literaturas o cultura hispánicas’. La primera de ellas hace referencia a
la forma de expresión, mientras que la segunda y la tercera, entre las que realmente no existe una diferencia
sustancial, aluden al resultado de esa forma de expresión.
Otro término se une a los de idiotismo e hispanismo: es el de modismo, que circula en español, según Casares
(1950=1969) desde la segunda mitad del siglo XVIII. Recubre un concepto poco claro y no se corresponde con una
figura linguística, aunque viene definido por lo que se entiende por idiotismo. Surge de la expresión modo de hablar
y, según nuestro lexicógrafo, "es una expresión compleja de carácter estable en la que entran por lo menos dos
De estas definiciones se deduce que lo idiomático constituye un modo de hablar
que da lugar a términos o expresiones reconocidas como propias de una lengua. Entre
ellas, las UFS ocupan un lugar privilegiado, ya que se construyen en algunos casos sobre
reglas no reconocidas como tales en la sincronía actual de una lengua. Ahora bien, todo
lo idiomático en una lengua no es fraseológico o, lo que es lo mismo, las singularidades de
una lengua están presentes no sólo en combinaciones fijas de palabras, como son las
UFS, sino también en otras unidades o complejos, por ejemplo en construcciones
expresivas, en formas elegantes o literarias, etc. Por ello conforma una exigencia
importante la definición de las propiedades del fenómeno fraseológico, la fijación y la
idiomaticidad, y su diferenciación frente a otros fenómenos lingüísticos.
La aparición de peculiaridades en todos los sistemas lingüísticos, la presencia de
idiotismos, tanto en el sentido de un modo de hablar como de su resultado, ha llevado a
proponer su carácter universal. Algunos autores, como Isacenko (1948) o Weinreich
(1966=1969), han declarado que existen estructuras fraseológicas en todas las lenguas
del mundo. En este sentido, Makkai (1969:49) admite como universal lingüístico la
existencia de la idiomaticidad (Idiomaticity) en todas las lenguas, a excepción de algunos
ejemplos aislados, como en ciertos idiomas americanos. La idiomaticidad se estructura en
dos áreas, de acuerdo con el siguiente esquema:

Sememic SECOND
Stratum [Semon Sememe] IDIOMATICITY
| AREA
|
Lexemic [Lexon Lexeme] FIRST
Stratum IDIOMATICITY
AREA

La primera área de idiomaticidad, que se sitúa en el estrato lexémico, está


constituida por los lexemas polilexónicos (Polylexonic Lexemes) y se compone de
Phrasal Verb Idioms (put up with (‘aguantar, soportar’), put something up for (‘anunciar’)),
Tournuture Idioms (to bite the dust (‘morder el polvo’)), Irreversible Binomial Idioms
(bread and butter (‘el pan de cada día’), touch and go (‘estar en el aire’)), Pseudo-Idioms
(cranberry (‘arándano’)), Post-Idioms (refer (‘remitir’), relate (‘relatar/relacionar’),
preoccupation (‘preocupación’)), y Phrasal Compounds (The White House (‘La Casa
Blanca’))51.
La segunda área de idiomaticidad se sitúa en el estrato superior de los seis con que
cuenta una lengua natural, según la teoría estratificacional de M. Lamb, es decir, en el
estrato semémico. Se corresponde con lo que L. Hjemlslev denomina sustancia del
contenido y en él se describe de forma detallada el significado extra-lingüístico de una
palabra junto con todas sus propiedades.
A nuestro juicio, este segundo estrato, tal y conforme aparece formulado, guarda
evidentes relaciones con lo que se entiende por idiotismo como modo de hablar peculiar.
Así pues, no se refiere a mecanismos fraseológicos o a términos concretos, sino a
propiedades semánticas generales de las lenguas.
En 1978 A. Makkai vuelve a ocuparse de la idiomaticidad como universal del
lenguaje. Este fenómeno hace referencia a un significado trasladado y se presenta en el
lenguaje humano desde que éste existe como diferenciado de los sistemas de
comunicación animales. No menciona dos áreas de idiomaticidad como había ocurrido

palabras" (p. 212). Por tanto, es una expresión pluriverbal, de modo que buena parte de las expresiones
pluriverbales, es decir, de las locuciones y las frases proverbiales, son modismos. La definición dada en el DRAE
(1992) no aclara mucho: ‘expresión fija, privativa de una lengua, cuyo significado no se deduce de las palabras que
la forman, v. gr. a troche y moche/. 2. idiotismo, expresión o sintagma privativo de una lengua, contrario a las
reglas gramaticales, v. gr., a ojos vistas’. Puede afirmarse que idiotismo y modismo coinciden parcialmente en su
concepción. La aparición del segundo término no soluciona los problemas existentes. Así pues, mientras idiotismo
hace referencia tanto al modo de hablar, entendido de forma general, como a los resultados de ese modo de hablar,
el modismo, a nuestro entender, recubre únicamente el producto del modo de hablar, las formas concretas propias
de una lengua, sin tener en cuenta si dichas expresiones son agramaticlaes o no y, en principio, sin atender a si
esos resultados pueden considerarse fraseológicos o no.
51Por consiguiente, en esta área se incluyen tanto secuencias propiamente fraseológicas como otras que no
responderían estrictamente a nuestra definición, como los Pseudo-Idioms.
antes, aunque determina con mayor claridad los dos tipos de expresiones idiomáticas
(Idioms) existentes:
-Las léxicas (Lexemic Idioms), ligadas a la estructura superficial, se caracterizan
universalmente por ser una parte del discurso: hot potato (‘patata caliente’)
(función nominal), to and fro (‘de aquí para allá’) (función adverbial).
-Las sémicas (Sememic Idioms), generadas a través de la estructura profunda, se
caracterizan universalmente por constituir formas superiores a la cláusula:
don't count your chickens before the're hatched (‘no hagas las cuentas de la
lechera’).
Diferencia también un grupo intermedio, conformado por las expresiones
idiomáticas verbales expandidas (Expanded Verbal Idioms) que pueden constituir
tanto una parte del discurso como una estructura oracional: kick the bucket (‘estirar la
pata’)52.
También Dobrovol'skij (1988) coincide en afirmar que los universales lingüísticos,
en concreto los fraseológicos, pueden detectarse en todas las lenguas. En primer lugar, se
ve en la necesidad de separar dos tipos de universales fraseológicos:
1. Los externos, referentes al nivel cognitivo-gnoseológico, que se incluyen entre los
universales semántico-conceptuales y que detallan las categorías de
pensamiento universales referentes a la fraseología: espacio, tiempo, cantidad,
proceso y ciertos conceptos abstractos como propiedades, emociones y acciones
humanas. El inventario de estas categorías es universal o casi universal, porque
se apoya en el reflejo de la realidad. La fraseología, pese a ello, se reparte de
forma desigual sobre dichos ámbitos referenciales. Así, actúa especialmente
sobre el antropocentrismo o la evaluación negativa.
2. Los internos, referentes al nivel lingüístico, que se cuentan entre los universales
léxico-semánticos y donde se distinguen dos grupos:
2. a. Universales léxico-fraseológicos. En ellos intervienen los procesos
lexicológicos, como la polisemia, la homonimia, la antonimia.
2. b. Universales fraseológicos propiamente dichos, que comprenden las
regularidades internas del sistema fraseológico Estos universales no han
sido muy estudiados, por lo que tienen un carácter hipótetico.
De la experimentación de sus hipótesis de trabajo en tres lenguas germánicas
(inglés, alemán y neerlandés), deduce que los universales fraseológicos pueden hallarse
presentes en todas las lenguas del mundo, aunque la comprobación de esta tesis exigiría
un estudio empírico en cada una de ellas.
D. Dobrovol'skij, a diferencia de A. Makkai, se ha centrado de forma más exclusiva
en uno de los resultados del modo de hablar: la fraseología. Desde nuestra perspectiva,
su tesis resulta más clarificadora de la universalidad del fenómeno fraseológico. Teniendo
en cuenta ambas posturas, deduce que lo idiomático es universal en las lenguas. Puede
concebirse tanto como modo de hablar o como resultado concreto, específico de un modo
de hablar. Uno de esos resultados, la fraseología, presenta ese carácter. Por otra parte,
cabría considerarlos productos secundarios porque, como advierte D. Dobrovol'skij, los
constituyentes fraseológicos se extraen del conjunto léxico de una lengua como partes ya
acabadas. Configuran signos lingüísticos de la nominación secundaria, propia de los
lexemas no simples, es decir, de la formación de palabras y de la fraseología. Además, se
especializan en la denominación de objetos o en la predicación, aportando en este último
caso valores estilísticos.

52A. Makkai, como otros muchos autores americanos, parte del concepto de Idiom de Hockett (1956:222): "An
Idiom is a grammatical form-single morpheme or composite form-the meaning of which is not deducible from its
structure. By this definition, every morphem is an idiom, since a morpheme has no grammatically relevant
structure, but so are vast numbers of composite forms". Así, cualquier morfema es una estructura idiomática a no
ser que se halle formando parte de otra más amplia. Como se ve, su concepto es excesivamente amplio: recubre
tanto la idiomaticidad que se defiende en nuestro trabajo, que afecta sólo a combinaciones fijas de palabras, como
la que atañe a combinaciones de morfemas y a morfemas simples. A nuestro entender, el logro de A. Makkai
consiste en haber conseguido separar lo propiamente idiomático de una lengua, el modo de hablar, de los procesos
lingüísticos que originan unidades, el resultado de ese modo de hablar. No obstante, se echan en falta ciertas
precisiones en cuanto a las combinaciones fraseológicas resultantes de ese modo de hablar, como la enunciación de
sus rasgos propios y las cualidades que los oponen a otros productos idiomáticos, incluso en formulaciones como
la de 1978.
Recapitulando, tanto el modo de hablar como el resultado del modo de hablar
particular, lo que se ha englobado bajo el concepto de idiotismo, ha preocupado a lo
largo de la historia más por sus connotaciones culturales y sociales que por su
repercusión lingüística. No obstante, no nos interesan todas las acepciones del mismo,
sino tan sólo uno de sus sentidos, ya que todo lo idiomático no es fraseológico. La
fraseología reúne únicamente combinaciones fijas de palabras y deja al margen maneras
peculiares de expresarse y unidades que no cumplan dicha propiedad sintáctica.

5. 2. 1. 2. Lexicalización vs. Idiomaticidad

Se incluye en el apartado dedicado a la idiomaticidad el estudio de diferentes


problemas de lexicalización, muy relacionados con la naturaleza de las UFS,
principalmente porque constituye un procedimiento básicamente léxico, esto es, un
recurso de constitución de nuevos lexemas que conlleva comúnmente cambios de
significado. Nótese, sin embargo, que también guarda evidentes relaciones con la
fijación53.
Según el DRAE (1992), lexicalizar tiene dos acepciones: ‘1. Ling. Convertir en uso
léxico general el que antes era figurado Ú. m. c. prnl./ 2. Ling. Hacer que un sintagma
llegue a funcionar como una unidad léxica. Ú. M. C. prnl. Así, CON CAJAS
DESTEMPLADAS ha llegado a ser permutable con adverbios como ásperamente,
airadamente o destempladamente’.
De esta forma se comprende que las UFS se conciban como unidades léxicas, del
mismo modo que las simples, derivadas o compuestas. Debido a lo ambiguo que resulta
el concepto y a su aplicación al objeto de estudio, se entenderá en nuestro trabajo como
la pérdida de propiedades fundamentalmente gramaticales en beneficio de la fusión de
varios elementos en una sola palabra, en una sola unidad simple tanto léxica, como
gráfica, etc.54.
A este respecto, Lipka (1977) diferencia y relaciona los conceptos de lexicalización e
idiomaticidad. La lexicalización es un fenómeno presente en los lexemas complejos que,
debido a su uso frecuente, tienden a convertirse en unidades léxicas simples, con
pérdida, por consiguiente, de su carácter sintagmático. Este proceso es tanto diacrónica
como sincrónicamente un fenómeno gradual. En un extremo se hallan ciertas
formaciones nominales y adjetivas esporádicas que todavía no se han lexicalizado (ingl.
the writter of the letter, presidential adress). En el otro, unidades inanalizables que ya no
constituyen de por sí un sintagma y que han sufrido una especialización significativa por
medio de la adición o la pérdida de rasgos (ingl. rattlesnake (‘serpiente de cascabel’),
wheelchair (‘silla de ruedas’)). Entre ellas existe un continuum más o menos amplio de
lexemas complejos lexicalizados.
Según Lipka, es evidente que existen concordancias entre la idiomaticidad y la
lexicalización. Ahora bien, ambos no pueden usarse como sinónimos, puesto que la
idiomaticidad afecta a veces sólo a una parte del lexema complejo. La opinión de otros
autores que creen que debe aceptarse entre ambos conceptos una relación causal,
contribuye, a juicio del autor, a clarificar sus interrelaciones. Por ello afirma que "die
Idiomatisierung ist in der Regel eine Folge der Lexikalisierung" (Lipka, 1977:155). Es
decir, la lexicalización, además de una pérdida del carácter sintagmático del
conglomerado, conlleva una especialización significativa, una cierta idiomaticidad.

53Como se desarrollará seguidamente, la lexicalización implica fusión de varias unidades en una sola. Ello significa
que el conglomerado resultante se concibe como una unidad léxica que se reproduce como algo terminado, como
algo fijado. La referencia a este problema desde el punto de vista de la idiomaticidad viene justificado por la
especialización significativa que a menudo sufren tanto las lexicalizaciones como las combinaciones idiomáticas.
54Por ello, se relaciona claramente con el concepto de aglutinación de Bally (1932=1965), ejemplificado en casos
como aujourd'hui o peut-être. La aglutinación equivale a los fenómenos de la no-linealidad de la lengua, es decir, a
los fenómenos de la distaxia (distaxie). La no-linealidad se encuentra cuando un significante contiene varios
significados o cuando las partes de un mismo signo aparecen separadas. Así, la aglutinación se manifiesta como
una discordancia entre significante y significado y es un fenómeno general. Uno de los tipos de aglutinación
aparece en las locuciones donde "la répartition d'un signifié unique sur plusieurs faux signifiants qui n'ont un sens
que dans leur ensemble" (Bally, 1932=1965:146). Tout à coup equivale a soudain.
A veces lexicalización e idiomaticidad se superponen, otras discurren por caminos
paralelos. Nuestra concepción restringida de lexicalización se opone a otras más amplias
del fenómeno. Por ello, sólo en un sentido amplio, sólo teniendo en cuenta esa relación
causal, puede concebirse el fenómeno fraseológico como incluido en el de la lexicalización.
Así lo entiende Mendívil (1990a) que considera que, entre los diversos fenómenos de
lexicalización de las relaciones verbo-nominales, el de la locución constituye el más
alejado del sintagma y el más cercano a la unidad léxica, debido a que comparte
propiedades de ambas categorías y no puede asignarse a una de ellas con total rigor.
Desde este punto de vista, la locución es una estructura sintagmática en proceso de
lexicalización. También habla de ello Bosque (1982:104), para quien constituyen
unidades lexicalizadas aquéllas que no responden a las leyes del idioma. En este sentido,
la lexicalización recubre tanto unidades simples y colocaciones como modismos o
refranes.
No obstante, no nos interesa sobremanera este concepto amplio de lexicalización,
que se ocuparía de todas aquellas construcciones que no cumplen las leyes del idioma, es
decir, de todas las construcciones idiomáticas, ya sean éstas unidades sintácticas, léxicas
o de otro tipo. El concepto de lexicalización se restringe bastante en nuestro trabajo y
alude, únicamente, al resultado de la fusión en una sola palabra de dos o más unidades
léxicas, sabiendo que esa fusión conlleva a menudo transformaciones en el significado de
los componentes55.
Si se entiende la lexicalización como la pérdida de caracteres gramaticales en
beneficio de la fusión o amalgamiento, se comprenderá por qué autores como W. Fleischer
o I. Bosque hablan de lexicalización al referirse a las UFS: dichos sintagmas fijos
constituyen un estado intermedio hacia procesos de lexicalización más consolidados,
como la derivación (mesón, pañuelo, ventanilla) o la composición (paraguas, salvavidas),
ya que mantienen su complejidad sintagmática. Ahora bien, los resultados de la
lexicalización deben separarse de los mecanismos idiomáticos, presentes en buena parte
de las UFS. Como advierte Zuluaga (1980:125), casos de lexicalización en la formación de
palabras, concretamente en la composición, podrán interpretarse como combinaciones
idiomáticas, ya que son formas léxicas cuyo sentido no se deduce a partir de sus
componentes.
Esto ocurre, por ejemplo, con cortapisa en dos de sus acepciones (‘condición o
restricción con que se concede o se posee una cosa. / Obstáculo, dificultad’, DRAE),
aunque se trata de una sola palabra. Y aquí nos interesan, única y exclusivamente, las
combinaciones de dos o más palabras. Las UFS representan un estado intermedio en el
proceso de lexicalización. La consecuencia última es la fusión de un sintagma fijo en una
sola unidad léxica y su comportamiento como tal. Pero mientras esto no suceda se deberá
mantener el concepto de UF.
Esa doble dualidad de las UFS, situadas entre el sintagma y la unidad léxica
simple, hace necesaria esta distinción, esta separación. Con todo, no resulta apropiado
establecer límites rígidos entre las unidades de la fraseología y otras unidades, sobre todo
si se tienen en cuenta ciertos ejemplos: ¿es una combinación fija de dos o más palabras
enseguida, que puede encontrarse escrita como en seguida y enseguida? ¿Constituyen
ejemplos de lexicalización total estructuras que se observan como locucionales, pero que
G. Correas escribía en 1627 como aderechas, atuertas, atontas i alocas o debalde? ¿Puede
estudiarse apenas como unidad simple lexicalizada o todavía se ha de tratar como una
UF? En consecuencia, se habrá de considerar que la relación entre las UFS y las
unidades plenamente lexicalizadas es gradual.

55A este respecto, Fleischer (1982) menciona tres criterios para caracterizar los fraseologismos: la estabilidad, la
idiomaticidad y la lexicalización. La idiomaticidad y la estabilidad contribuyen a hacer el fraseologismo equivalente
a la palabra, llevan a su lexicalización, esto es, a su almacenamiento en el lexicón como un todo. La lexicalización
supone que dicha construcción sintáctica ya no reproduce un modelo estructural productivo, sino que es
reproducida como una unidad léxica terminada. Por ello las UFS situadas en el centro manifestarán, según W.
Fleischer, las tres características mencionadas.
5. 2. 2. La idiomaticidad fraseológica

Una vez definida la idiomaticidad como fenómeno general del lenguaje, puede
acotarse el espacio destinado a la idiomaticidad como propiedad fraseológica56.
Del mismo modo que la fijación se revela como una propiedad fundamentalmente
sintáctica, la idiomaticidad se concibe como un fenómeno básicamente semántico. Un
buen número de autores se ha referido a ella y ha elaborado definiciones desde los más
diversos posicionamientos teóricos: funcionalismo, generativismo, lingüística
estratificacional, léxico-gramática. No obstante, en esencia, todas las definiciones
coinciden: una expresión idiomática es aquélla cuyo significado no se puede deducir del
significado de sus partes, tomadas por separado o en conjunto57.
Pongamos un ejemplo: el significado de echar raíces no es el resultado de la suma
de sus miembros tomados por separado “echar+raíces”, ni tampoco de sus componentes
en conjunto. En consecuencia, el significado de la locución verbal echar raíces,
‘establecerse en un lugar’, debe buscarse en recursos tropológicos, como la sinécdoque o
la metáfora58. Repárese en que dicha expresión también tiene un significado literal, que
es igual a la suma de sus componentes: “echar+raíces”. La gran mayoría de las UFS
poseen un homófono literal, es decir, una expresión formalmente idéntica con un
significado no figurado59. Ahora bien, la frecuencia de uso es bastante escasa por lo que
a la homófona literal se refiere, y en muchas ocasiones su empleo se justifica por razones
retóricas diversas (juegos de palabras, doble sentido, etc.). Como contrapartida, la
homófona idiomática disfruta, en general, de un uso relativamente frecuente.
Normalmente, su significado idiomático es el resultado de un proceso histórico en
el que el significado literal y el figurado fueron alejándose progresivamente. Como
consecuencia de ello, hoy en día se encuentran un gran porcentaje de expresiones
idiomáticas no motivadas60. En cambio, desde un punto de vista sincrónico, la
motivación siempre es el resultado de una reflexión a posteriori: ciertos fraseologismos
evocan claramente su significado literal, otros lo insinúan y algunos sólo guardan una
mínima relación con su sentido originario.
Por otro lado, cuando la expresión no tiene un homófono literal, puede afirmarse
que su idiomaticidad es total, del mismo modo que su falta de motivación. A mayor
idiomaticidad corresponde una menor motivación: la expresión pierde su transparencia.
Por ello, las expresiones con palabras diacríticas o con anomalías estructurales, sin
homófonos literales, presentan el mayor índice de idiomaticidad y el menor de motivación.
En cuanto a la motivación, Zuluaga (1980:126-128) opina que las expresiones
idiomáticas gozan de una doble arbitrariedad:

56En este sentido, Korhonen (1992a:2) propone el empleo del término Idiom única y exclusivamente para un uso
fraseológico, y los de Idiomatisierung, Idiomatizität o construcciones idiomáticas (idiomatische
Konstruktionen) para la formación de palabras.
57Por ello, "los componentes de la unidad idiomática, aunque presentan estructura material propia de significantes
lingüísticos autónomos, no funcionan como verdaderos signos sino como figuras, para decirlo con un término de
Hjelmslev (...); así las palabras componentes de la unidad idiomática tirios y troyanos (= "todos"-los miembros de un
grupo humano dividio en bandos-) funcionan en ella como las sílabas li-tro o los fonemas /l/, /i/, /t/, /r/, /o/ en
el lexema litro". (Zuluaga, 1980:124).
58El principio de Frege dice que el significado de una secuencia compleja se sigue del significado léxico de sus
partes individuales. Sin embargo, aunque nos hallamos ante secuencias complejas, no existe esta correspondencia
en las UFS. (véase Coulmas, 1979). La metáfora en concreto se convierte en uno de los recursos fundamentales en
la constitución de su sentido. Los componentes de una UF aparecen metaforizados en conjunto, ya que no puede
hablarse de una correspondencia entre el significado de las partes tomadas aisladamente y del total.
59En general, los generativistas definen el idiom de acuerdo con la presuposición de que siempre existe
isomorfismo entre la organización sintáctica de la expresión idiomática y su análisis semántico, ya que se ha
llevado a cabo una selección contextual entre los componentes del idiom, de los sentidos idiomáticos, que ha
convertido la expresión en otra estructura formada por otras unidades semánticas, antes de ser codificada en
sonidos. Esto quiere decir que todos los idioms son literalizables, es decir, que cuentan siempre con una expresión
homófona literal. No obstante, muchas expresiones no tienen un homófono literal, especialmente si en ellas se
encuentra alguna palabra diacrítica o cierta anomalía estructural, como ocurre con a troche y moche o a la topa
tolondro.
60Téngase en cuenta que siempre se puede hablar de grados, tanto por lo que se refiere a la idiomaticidad como
por lo que afecta a la motivación.
1. Como en todo signo lingüístico, la relación entre significante y significado no
viene motivada de forma natural.
2. Frente a otros signos, como los derivados y los compuestos, no presentan la
motivación relativa propia de éstos: los compuestos y derivados evocan los
términos de los que se componen, vienen motivados desde el punto de vista
lingüístico. En cambio, la no composicionalidad de las expresiones idiomáticas,
su falta de conexión entre el significado de la expresión en conjunto y la de sus
miembros, les niega también la motivación secundaria.

A pesar de la falta de motivación, en la realidad lingüística se encuentran


expresiones parcialmente motivadas y que, por tanto, no resultan totalmente
arbitrarias61. En otros casos, la motivación se extrae principalmente de los valores
contextuales que adquiere la UF en el texto y de las relaciones que establece con su
homófona literal: el emisor juega con ella, le adjudica nuevos valores y posibilita, de esta
forma, su motivación parcial, una nueva motivación.
Así pues, una UF idiomática es una combinación fija de palabras que disfruta de
un significado no composicional, ocasionado por recursos como la metáfora, la hipérbole,
etc., y de una motivación graduable que depende tanto de las relaciones internas que
establezca con el significado originario de sus componentes, como de las conexiones
externas contextuales. La aparición de la idiomaticidad en unidades lingüísticas no es
exclusiva de la fraseología; también en otras unidades se puede hablar de motivación o de
recursos tropológicos. Ahora bien, la idiomaticidad fraseológica debe considerarse única
de la fraseología, puesto que sus unidades manifiestan un carácter sintagmático
complejo.

5. 3. El proceso de fraseologización. Conclusiones

No ha resultado fácil llegar hasta aquí sin mencionar las implicaciones mutuas
entre las propiedades que se considera definitorias del fenómeno fraseológico. Aunque
practicar una separación metodológica no siempre resulta provechoso, ha sido útil hasta
el momento examinar ambas por separado, definirlas y acotarlas frente a otros recursos
generales. Ahora ha llegado el momento de probar la evidente imbricación entre ellas.
Si se parte de la idea de que "toda expresión idiomática es fija" (Zuluaga,
1980:124), la idiomaticidad presupone la fijación, lo que significa que una UF con
significado no composicional será al mismo tiempo fija o, lo que es lo mismo, presentará
estabilidad formal y, posiblemente, alguno de los defectos transformacionales ya
mencionados. Dicho de otro modo, una expresión con un alto grado de idiomaticidad
también presentará un grado elevado de fijación.
De esta manera se comprende que otros autores puedan afirmar que "en las
unidades sintagmáticas verbales la especialización semántica trae consigo una serie de
restricciones en su estructura y comportamiento sintáctico" (Martín Mingorance,
1983:217), o que pueda deducirse de las palabras de G. Wotjak (1983) que las
peculiaridades semánticas influyen en la suspensión de las reglas gramaticales en
combinaciones a priori libres.
Detengámonos en algunos ejemplos. Una locución adverbial idiomática como a pie
juntillas (con dos acepciones significativas, ‘1. Con los pies juntos./ 2. Firmemente, con
gran porfía y terquedad’, DRAE) presenta una palabra diacrítica, juntillas, y anomalías
estructurales como la falta de concordancia entre sus componentes en género y en
número62. Estos índices, por otra parte, anuncian de forma indirecta su evidente

61"Siempre y cuando se pueda disipar el carácter llamado cerrado, opaco, hermético y translaticio, típico de las UF
idiomáticas y se pueda buscar una motivación acertada al significado metafórico, translaticio de estas UF,
descifrando lo que quiere denominarse con la metáfora utilizada a partir de los significados extrafraseológicos de
los componentes de la UF idiomática, estaremos frente a un grado menor de idiomaticidad". (G. Wotjak, 1983:60).
Por otra parte, Gréciano (1983) insiste en que la expresión idiomática representa la clave para el funcionamiento de
la remetaforización (rémetaphorisation), esto es, la expresión idiomática no motivada puede recuperar en el texto
parte de sus valores metafóricos de una forma total o parcial.
62La anomalía estructural es prueba de su irregularidad sintáctica y, como consecuencia de ello, de su fijación,
que se manifiesta en rasgos como componentes léxicos no conmutables (*a pie recto), no separables (pues no
idiomaticidad; por ejemplo, constituye una expresión no motivada puesto que no existe la
posibilidad de mencionar un compañero homófono literal y, en consecuencia, la falta de
motivación es patente. Es decir, en este caso la anomalía estructural es un rasgo evidente
de su fijación, pero contribuye inevitablemente a su idiomaticidad, debido a que la unidad
presenta ausencia de homófono literal y falta de motivación. Ambas propiedades
desencadenan en unidades prototípicas como ésta una simbiosis sorprendente63.
Pagar los platos rotos es una locución verbal con homofóno literal. Su significado
idiomático puede evocarse en parte a través del significado regular. Carece de anomalías
estructurales o de palabras diacríticas que funcionen como índices de su fijación e
idiomaticidad. Ahora bien, su significado locucional comporta restricciones gramaticales
que repercuten en su fijación, como la invariabilidad de número, pues no admite más que
el plural de su componente nominal (pagar el plato roto es un sintagma libre), la
invariabilidad de determinante que se presenta como artículo determinado (la aparición
de otro determinante destruye el sentido idiomático de la expresión, pagar unos platos
rotos) o la conmutación de sus componentes (*pagar las vajillas rotas), aunque sí se
permiten otras variaciones, como la posible permutación de sus formantes en ciertos
contextos (si sigues actuando así, los platos rotos te tocará pagar) o la separación de sus
componentes por medio de la modificación (pagar caro los platos rotos). De este modo, es
la idiomaticidad la que influye en su forma fija, proceso que en ningún caso está presente
en la homófona literal, de comportamiento sintáctico regular.
Así pues, las expresiones idiomáticas, que pueden presentar diferentes grados de
esta propiedad, son básicamente fijas. A una mayor idiomaticidad corresponde
habitualmente una mayor fijación.
Ahora bien, si se observa dicha correspondencia desde el enfoque opuesto, esto es,
desde la fijación, la correlación no se cumple: la fijación no siempre implica idiomaticidad.
Hay expresiones de estructura y comportamiento fijo, pero que no son idiomáticas; en
concreto o en breve, por ejemplo, constituyen conglomerados adverbiales fijos de escasa o
nula idiomaticidad. Una prueba de la ausencia de idiomaticidad es su conmutación por
adverbios en -mente formados a partir del mismo lexema: concretamente, brevemente.
De todo ello puede concluirse que la fijación es la propiedad que vertebra el
concepto de UF: las expresiones fraseológicas son principalmente complejos
sintagmáticos fijos, lo que indica cierta estabilidad, escasa o nula productividad de sus
esquemas sintácticos y/o defectividad transformacional. A menudo, la fijación se
acompaña de la propiedad léxico-semántica conocida como idiomaticidad. En otras
ocasiones dicha propiedad está ausente. Por otro lado, estos conceptos, recordémoslo,
son términos matrices de todo un conjunto de rasgos enumerados anteriormente (véase
punto 4. 1.) y que repercuten en el funcionamiento de las UFS como pertenecientes a una
categoría no discreta, la fraseología. Principalmente, la manifestación de un grado mayor
o menor de fijación e idiomaticiad indicará su lugar en el continuum fraseológico.
Teniendo todo ello en cuenta, puede definirse la fraseologización como el proceso
por medio del cual, gracias a la fijación en algún grado y en ocasiones a la idiomaticidad,
parcial o total, se constituye una unidad fraseológica 64.

admite, por ejemplo, la modificación de uno de sus componentes, *a pie corto juntillas) o la invariabilidad de
determinante (*a los pies juntillas). A pesar de estas evidencias, se observa con frecuencia una tendencia analógica
a la regularidad. Por ello no es extraño que en medios de comunicación, orales fundamentalmente, se emplee la
variante regularizada de aquélla a pies juntillas, o que el mismo diccionario admita las variantes a pie juntillo y a
pies juntillas. Entre otros, Zukov (1975=1981) ha hablado de la influencia normalizadora del sistema lingüístico
sobre los complejos fraseológicos.
63Es evidente, no obstante, que no siempre la presencia de palabras diacríticas conlleva un alto índice de fijación.
Cuando se trata de componentes pertenecientes a otras lenguas funcionales, las fluctuaciones pueden ser varias.
Así, en la expresión idiomática actual meter un gol (a alguien) es cierto que la especialización semántica, ‘vencer a
alguien en una discusión o en el mundo de los negocios’ (DFEM), conlleva restricciones sintácticas, como podría ser
la invariabilidad de determinante, ya que no admite, por ejemplo, un artículo determinado. Pese a ello, su carácter
de creación reciente todavía no consolidada permite variaciones como podría ser la modificación: Le ha metido un
buen gol. Le han metido los goles que se merecía. Por consiguiente, su fijación es menor que la que presentan otras
unidades como a pie juntillas.
64Otros autores han empleado también el término fraseologización (Phraseologisierung) (Cernyseva,
1973=1981:37; Dobrovol'skij, 1991:32; Fleischer, 1992), u otros cercanos como Phraseologizität (Telija, 1975), con
un sentido en general similar a como se utiliza en este trabajo.
CAPÍTULO 6

Una clasificación no discreta


de las unidades fraseológicas españolas65

"In Anbetracht der heterogenen Zusammensetzung des phraseologischen


Bestandes als Teil des Lexikons ist es sinnvoll und zweckmäßig, zwischen einem
zentralen und einem peripheren Bereich der Phraseologie zu unterscheiden".
(Gläser, 1986a:45) 66

6. 0. Introducción

Con el fin de ilustrar la teoría mostrada, se expondrá a continuación una


propuesta de clasificación de las UFS del español. Se partirá de un criterio formal que
soslaye los posibles inconvenientes de adscripción categorial de una unidad y se aplicará
a tres clases de sintagmas fraseológicos: nominales (punto 6. 1.), verbales (punto 6. 2.) y
prepositivos (punto 6. 3.), de los que se determinará tanto su centro como su periferia. La
elección de un criterio formal fundamenta la clasificación sobre unidades de estructura
similar, lo que permite observar con mayor nitidez tanto las diferencias internas como las
que se derivan de su relación con otras clases de sintagmas.
Si se atiende a sus rasgos fraseológicos, las dificultades que se encuentran son
diversas: las hay fijas e idiomáticas; otras muestran algún grado de fijación (manifestado
por medio de rasgos como la no conmutabilidad o invariabilidad de sus componentes) y
nula idiomaticidad; ciertas combinaciones presentan palabras diacríticas o anomalías
estructurales que han intervenido en su formación y aparecen como fijas e idiomáticas;
en fin, algunas estructuras parecen más libres que fraseológicas, ya que no se hallan
sujetas a restricciones sintácticas. Así las cosas, se dibujarán ciertos grados de
fraseologización, escalones de un camino continuo de combinaciones ubicadas entre el
sintagma y el lexema, y se mencionarán algunas unidades que podrían ser de uno u otro
modo representativas de ese conjunto abierto.

6. 1. Los sintagmas nominales fraseológicos

Los sintagmas nominales fraseológicos vienen representados por unidades como


mesa electoral, agua de borrajas, camino real o talón de Aquiles. Todas ellas manifiestan
algún grado de fijación y en algún caso de idiomaticidad, así como determinados rasgos
que llevan a considerarlas como UFS. No obstante, el lugar que ocuparían en la escala
fraseológica es dispar.
La fraseología se relaciona estrechamente con el procedimiento de la composición.
La dificultad de diferenciar entre ambas se halla presente en buena parte de los trabajos
monográficos dedicados a la fraseología. En este sentido, las fronteras entre locuciones
nominales y compuestos se rozan de tal modo que resulta complejo desgajar ambas
categorías. Dichas dificultades se deben a un conjunto de coincidencias:
-Ambas son unidades de formación secundaria.
-Tanto los compuestos como las locuciones nominales se especializan en la
designación de conceptos u objetos, es decir, desempeñan una función
denominativa.
-Algunos compuestos, como buena parte de las locuciones nominales, pueden
presentar idiomaticidad.

65 Parte de este capítulo se publicará en la recopilación de artículos de fraseología, editada por G. Wotjak (1998).
66"Teniendo en cuenta la composición heterogénea del material fraseológico como parte del vocabulario, resulta
oportuno y razonable diferenciar una zona central y una zona periférica de la fraseología".
-Por ello, también algunos compuestos pueden mostrar diferentes índices de
motivación.

Frente a tales coincidencias, la diferencia más importante es, a nuestro juicio, de


índole formal:
-Los elementos integrantes de los compuestos manifiestan unidad gráfica, mientras
que los de las locuciones acostumbran a aparecer separados en la escritura,
manteniendo de este modo su independencia formal.

Como ya se ha apuntado anteriormente, tanto los productos de la formación de


palabras, y en concreto la composición, como las UFS, son unidades de formación
secundaria, puesto que están confeccionados tomando como base signos simples
existentes de antemano en las lenguas. El concepto ha sido desarrollado ampliamente en
la tradición germánica, aunque su origen haya que buscarlo tal vez en la soviética. Ya fue
introducido por Cernyseva (1973=1981) para el alemán (sekundäre Bildung) y retomado
con posterioridad por otros autores (entre otros W. Fleischer, B. Wotjak, G. Wotjak y D.
Dobrovols´kij). Esta idea se relaciona estrechamente con otro criterio: tales signos se
especializan en denominar, de modo que se convierten en signos de denominación
secundaria. Según la autora rusa (Cernyseva, 1989), la nominación se emplea para
expresar sentimientos humanos y estados de ánimo psíquicos y físicos. En este sentido,
para B. Wotjak (1989:459) los fraseolexemas (Phraseolexeme), o UFS equivalentes a
lexemas, manifiestan, como otras unidades léxicas, el carácter de signos lingüísticos y
cumplen una función nominativa, es decir, denominan como medio lingüístico codificado
un referente o una clase de ellos y, por lo tanto, representan una imagen de los objetos o
de las circunstancias.
Pese al carácter de signos de formación secundaria que presentan compuestos y
UFS, existen diferencias entre ambos en cuanto a la estructuración de su significado
léxico. Según apunta Cernyseva (1973=1981) y luego reproduce G. Gréciano en varios de
sus trabajos, la diferencia formal entre ellos, esto es, que se trate de signos compactos o
de unidades que pueden desglosarse, segmentarse, ocasiona también una diferencia
semántica. Si se interpreta el significado de estos signos como la combinación de sus
componentes semánticos debe existir, tanto en la palabra, resultado de la composición,
como en el fraseologismo un componente denotativo, un componente significativo y un
componente connotativo. La connotación es un parte obligatoria del significado de cada
uno de los signos de formación secundaria, aunque en ambos casos se concreta de
manera diferente. Mientras en el compuesto se produce un desplazamiento significativo
debido a un cambio de referente, en la UF se lleva a cabo una metaforización total o una
motivación parcial operada en una combinación libre de palabras, que puede ser diferente
según el tipo de fraseologismo67. Lo específico del significado fraseológico representa la
clave para la explicación de sus diversas peculiaridades semánticas, como pueden ser la
idiomaticidad, la motivación, la homonimia, la sinonimia y la antonimia fraseológicas. Por
otra parte, según I. I. Cernyseva, los compuestos no manifiestan, en general,
idiomaticidad ni motivación frente a los fraseologismos, aunque evidencian en la práctica
ciertos grados de motivación y de idiomaticidad. Por ello, tales criterios no bastan por sí
mismos para diferenciar la composición y la fraseologización.
En consecuencia, los rasgos aludidos, la formación secundaria de estos signos, sus
posibilidades de convertirse en procedimientos de denominación en las lenguas, la
idiomaticidad, la motivación, etc., no resultan suficientes para deslindar dos categorías
que se tocan por muchos de sus lados. A nuestro entender, tanto los compuestos como
las UFS pueden manifestar rasgos como la motivación o la idiomaticidad. La diferencia
básica entre ellos es de carácter gráfico, hecho que a priori no repercute en su
constitución interna. Prueba de ello es la existencia de compuestos sintagmáticos o
sinápticos. El término sinapsia fue empleado por Benveniste y retomado posteriormente

67Con todo, la fraseologización frente a los procedimientos de formación de palabras, como ponen de relieve la
mayor parte de los lingüistas, tiene la facultad de manifestar cualidades estilísticas, es decir, de presentar una
connotación. Esta doble posibilidad de los signos de nominación secundaria fraseológicos, es decir, la denotación o
pura designación y la connotación referida a efectos estilísticos, expresivos, etc., llevó a Carneado (1983a) a
proponer para el español una diferencia entre fraseologismos con función identificadora y fraseologismos con
función predicativa.
por Guilbert (1975). La sinapsia es un tipo de composición especial donde los lexemas
aparecen ligados por procedimientos distintos, formando en su totalidad una designación
específica. Constituye un recurso de creatividad léxica con incidencia en ciertos lenguajes
de la comunicación lingüistica, que responde a una necesidad de definición, de
clasificación, de nomenclatura de nuevos objetos y conceptos. En la medida en que estas
unidades sintagmáticas se convierten en partes constituyentes de una nomenclatura, su
difusión en el léxico viene determinada por su función, puesto que se transforman en
términos de uso obligatorio en un dominio particular. Pueden ser tanto nominales (diario
de navegación, leche condensada, gobierno parlamentario) como verbales (poner a prueba,
tomar en consideración, hacer uso). La tradición anglófona ha denominado a estas
combinaciones colocaciones (Firth, 1957=1969).
Los problemas planteados en torno a la diferenciación entre compuestos,
colocaciones y locuciones nominales se resuelven desde una consideración no discreta de
la categoría fraseológica que acoge tanto a las colocaciones como a las locuciones. Los
compuestos gráficos, por otro lado, forman parte de otra categoría, la de la unidad léxica,
de la que queda al margen la fraseología por incluir combinaciones sintácticas de dos o
más palabras. Así pues, los compuestos podrán presentar rasgos idénticos a los de las
colocaciones o las locuciones, como idiomaticidad o motivación, pese a pertenecer a otro
dominio. Asimismo, podrán acercarse a las zonas limítrofes de la fraseología o
encontrarse alejados de la misma.
En cuanto a las combinaciones fraseológicas, cabría mencionar, en primer lugar,
las colocaciones nominales, esto es, las combinaciones frecuentes de palabras que
ofrecen como resultado un sintagma nominal. El procedimiento de creación de las
mismas es regular, lo que ocasiona cadenas sintagmáticas basadas en un lexema
idéntico, como por ejemplo agua bendita, agua de azahar, agua de coco, agua de colonia,
agua de mesa, agua de nieve, agua dura, agua blanda, agua potable; o reloj de pulsera,
reloj de péndulo, reloj de pesas, reloj de sol, reloj despertador, reloj digital, reloj eléctrico,
reloj magistral. En ambos casos se trata de tipos de agua o de relojes: la base mantiene su
significado, aunque se ve especificado por el colocativo, que constituye un adjetivo (agua
bendita) o un sintagma prepositivo, normalmente encabezado por de (agua de coco).
Tales construcciones han de considerarse periféricas, puesto que, aunque
manifiestan cierta cohesión entre sus formantes y presentan rasgos como la no
conmutación de sus formantes en algunas ocasiones (se dice rebanada de pan, pero no
rebanada de chocolate), no evidencian ningún grado de idiomaticidad, lo que implica que
el significado de sus formantes es recto, del mismo modo que el de la mayor parte de los
compuestos: sacapuntas, paraguas, guardamuebles.
No obstante, otras construcciones formalmente idénticas, como agua de borrajas,
caballo de batalla, mano dura, manos sucias, mesa redonda, talón de Aquiles habrán de
considerarse locuciones nominales. Dichas UFS, a diferencia de las anteriores, son
idiomáticas en algún grado, tal y como ocurre con compuestos como correveidile o
pelagatos. Así por ejemplo, caballo de batalla significa ‘punto conflictivo’ y manos sucias,
‘retribuciones que se perciben en un empleo de forma ilegal’ (GDLE). El grado de
idiomaticidad que presentan las acerca al núcleo de la fraseología, así como su mayor
nivel de fijación: para estas UFS es imposible llevar a cabo la conmutación de sus
formantes, puesto que esta modificación supondría también la modificación de su
significado. Tan sólo se permiten ciertas sustituciones previamente fijadas como agua de
borrajas/ cerrajas, pero no otras libres.
Algunas de estas unidades constituyen el prototipo de UF para el sintagma
nominal fraseológico: son aquellas locuciones nominales totalmente fijas e idiomáticas
con palabras diacríticas y/o anomalías estructurales. Esta anomalía constituye un índice
de su fijación e idiomaticidad, como ocurre con agua de borrajas/cerrajas o Alma Mater.
En el primer caso, se trata de dos palabras que aluden a sendas plantas, pero que
resultan de baja frecuencia como independientes; en el segundo, las palabras diacríticas
provienen de otra lengua histórica, el latín.
Por otra parte, sería conveniente dedicar un nivel intermedio entre las colocaciones
y las locuciones a aquellas combinaciones que, aunque mantienen el significado recto de
sus formantes, presentan el colocativo en uso trasladado, como dinero negro, lista negra o
punto negro. En las tres UFS, es el adjetivo negro el que presenta una acepción figurada
en combinación con estos sustantivos que mantienen su significado literal, lo que las
convierte en construcciones diferentes a colocaciones similares, pero también a
locuciones idiomáticas. Cabría hablar en estos casos de locuciones nominales mixtas, es
decir, con una parte meramente fija y otra idiomática68.
En definitiva, es la propiedad complementaria de la idiomaticidad, la que permite
discernir entre colocaciones y locuciones nominales. Las colocaciones nominales
(rebanada de pan) constituyen UFS periféricas que han sido creadas empleando
procedimientos regulares, propios de la sintaxis libre. Sin embargo, la cohesión que
manifiestan sus formantes permite hablar de combinaciones fraseológicas. En un nivel
intermedio se sitúan las UFS que presentan una parte fija (la base) y otra idiomática (el
colocativo) (dinero negro). Por otro lado, las locuciones nominales (manos sucias) son UFS
nucleares que evidencian algún grado de idiomaticidad y grados mayores de fijación, lo
que imposibilita la sustitución de sus formantes sin que la unidad pierda sus cualidades.
Algunas de ellas han de considerarse como prototípicas, debido a su alto grado de fijación
e idiomaticidad y a la presencia de palabras diacríticas y/o anomalías estructurales (agua
de borrajas)69.

6. 2. Los sintagmas verbales fraseológicos

Los sintagmas verbales fraseológicos vienen representados por unidades como ser
un lince, cortar el bacalao, dar gato por liebre, soltar la mosca, perder el tiempo, vivir como
un rey, hacer uso o salir de naja. Estos sintagmas representan UFS de distinta
complejidad que se sitúan en diversos lugares de la escala fraseológica que va del centro a
la periferia. Algunos de ellos pueden ser considerados, gracias a las propiedades de
fijación e idiomaticidad y a los rasgos que manifiestan, como unidades prototípicas de la
fraseología. Otros, en cambio, representan grados de fijación escasos y nula
idiomaticidad, por lo que habrán de adscribirse a la periferia.
Si se hace referencia a esta última, cabría mencionar, en primer lugar, las
colocaciones verbales como estallar una guerra, zarpar un barco o zanjar una polémica.
En ellas sus componentes manifiestan una alta coaparición conjunta que en algunas
ocasiones se debe a razones semánticas como la solidaridad léxica: guiñar un ojo. En
otros casos las posibilidades de combinación se hallan muy determinadas, como conciliar
el sueño o acariciar una idea, o se limitan a un mismo campo semántico: zanjar un
desacuerdo/una polémica/una discusión (Corpas, 1997).
En un segundo nivel, se encontrarían las llamadas unidades sintagmáticas
verbales70 (USVS). Debido a su configuración, manifiestan una mayor cohesión entre
sus formantes que las del grupo anterior. Son UFS que se caracterizan formalmente por
las estructuras V+SN o V+SPrep: hacer uso, tomar un baño, ponerse en tratamiento.
Funcionalmente, constituyen conglomerados donde el componente verbal ha perdido sus
valores léxicos y soporta los morfológicos del conjunto. El componente nominal, en
cambio, representa los valores léxicos de toda la unidad. Por ello, la mayor parte de estas
USVS pueden ser conmutadas por un lexema simple procedente de la misma base que su
componente nominal: hacer uso=“usar”; tomar un baño=“bañarse”; ponerse en
tratamiento=“tratarse”. En este sentido, el componente verbal constituye un verbo
soporte; las lenguas disponen de un conjunto de verbos desemantizados que pueden ser
aptos en determinados contextos para desempeñar estas funciones, como esp. hacer,
tomar, poner o dar. Ello origina la creación de una serie de cadenas sintácticas que llevan
a considerar el resultado sintagmático como altamente regular.

68 Para estas locuciones nominales mixtas, Zuluaga (1980:152) recoge ejemplos como pintor de brocha gorda, frase
de cajón, victoria pírrica o tiro al blanco.
69 Al margen de estos grupos habría que situar otras UFS formalmente idénticas como el cuento de nunca acabar,
que no constituyen colocaciones ni locuciones, sino enunciados de valor espefíco (Corpas, 1997:137), es decir, UFS
con forma de enunciado que presentan autonomía textual, pero que, a diferencia de los refranes, no conservan un
valor de verdad general.
70 Las unidades sintagmáticas verbales han sido estudiadas en español por Martín Mingorance (1983), Busch
(1985), Pastor (1990) o Mendívil (1990c). En otras lenguas cuentan con una larga tradición de estudio, como en
alemán, donde han sido denominadas Funktionsverbgefüge (Rothkegel, 1973; Herrlitz, 1973; Helbig, 1979) o en
francés, donde se emplea, entre otros, el nombre de phrases à verbe support (Guilbert, 1975; Björkman, 1978;
Lipshitz, 1981; Danlos, 1988).
En cuanto a su grado de fraseologización, se trata por lo común de unidades no
idiomáticas y en las que no resulta relevante, por consiguiente, la aplicación de rasgos
como la motivación o el uso de tropología en su formación. Por otra parte, su fijación es
diferente según la unidad considerada. Así, algunas de ellas presentan componentes
léxicos invariables, mientras que otras permiten ciertas modificaciones, como la
variabilidad de determinante o de número. Son unidades como tomar un baño o hacer
una foto (tomar el/los baño(s), hacer la(s) foto(s)) frente a lo que ocurre con otras USVS que
sí presentan este rasgo fraseológico: hacer uso, tomar nota, poner en conocimiento, entrar
en escena. Por lo general, la invariabilidad de determinante coincide con la presencia del
determinante ø. En cuanto a la posibilidad de conmutar sus componentes, son las
mismas unidades las que permiten esta variación en algunos casos: hacer/tomar una foto,
siendo imposible para las unidades que presentan el rasgo fraseológico anterior de
componentes invariables. Otro rasgo relevante para la consideración de las USVS como
UFS es el de componentes léxicos no separables. Tan sólo algunas de ellas admiten la
separación de sus formantes, por ejemplo, por medio de la modificación, pero únicamente
en casos previamente establecidos como tomar muy buena nota o hacer buen uso. Por
último, la transformación pasiva resulta cuanto menos extraña para aquellas USVS que
podrían admitirla: ?Buena nota ha sido tomada de todo por las autoridades, aunque sí
resulta posible la pasiva refleja: se ha tomado buena nota de todo.
Todas estas unidades tienen un carácter periférico en la fraseología. Presentan
regularidades junto a ciertas restricciones. Suponen una transición desde las
colocaciones hasta las locuciones nucleares. Ahora bien, resultaría imposible segmentar
este continuum en compartimentos estancos, por lo que la propuesta anterior debe
comprenderse exclusivamente como un intento de integrar ciertas unidades con respecto
al prototipo fraseológico.
Los sintagmas verbales fraseológicos que permiten ciertas alteraciones se situarían
en el límite entre la periferia y el núcleo. Aunque las variaciones se encuentran
previamente fijadas, puesto que la propiedad de la fijación actúa como reguladora de tales
alteraciones, la existencia de variantes sobre una misma invariante crea una cadena
paradigmática de la que el usuario selecciona la unidad más adecuada en cada caso, ya
que éstas manifiestan el mismo significado denotativo, pero pueden suponer cambios
connotativos. Estas UFS no presentan el rasgo de componentes léxicos no conmutables,
puesto que precisamente admiten la posibilidad de variar, por lo general, el núcleo del
SN: dar en el clavo / blanco / busilis / diana; no importar un pimiento / pito / leche /
carajo. Pese a las posibilidades de variación, éstas vienen limitadas por la fijación, puesto
que no se admite cualquier tipo de conmutación: *no importar un tomate 71.
Un primer estrato del núcleo fraseológico lo rellenan las locuciones verbales
meramente fijas como hacerse el loco o correr mundo. Se ha de recordar que muchos
investigadores excluyen del dominio de la fraseología las expresiones exclusivamente fijas
que no presentan idiomaticidad. Sin embargo, en la propuesta descrita se inscriben en la
fraseología, aunque en la frontera con su zona nuclear. Estas locuciones son unidades
con un grado de cohesión alto y que permiten alguna variación de sus formantes, como la
de género (hacerse la loca), pero no otras como la de determinante (*hacerse un loco,
*correr el mundo); no admiten la permutación de sus componentes (*hacerse el
perturbado, *correr la tierra), su permutación (?el loco se ha hecho esta mañana Pedro), su
extracción (*el loco que se ha hecho) o su separación (*hacerse el gran loco, *correr el ancho
mundo).
En un segundo escalón se habrán de situar las locuciones que contienen una parte
fija y otra idiomática como vivir del aire, vivir del cuento o vivir como un rey. Constituyen
UFS con un grado de fijación elevado, pero que presentan la peculiaridad de que sólo una
parte es idiomática. En cuanto a su fijación, son combinaciones con rasgos fraseológicos
como invariabilidad de componentes (*vivir de los cuentos) o la no conmutación de sus
componentes (*vivir del viento). Por lo que a su idiomaticidad se refiere, es el sintagma
prepositivo en los ejemplos el que adquiere un significado trasladado gracias a recursos
como la metáfora (vivir del aire: ‘vivir sin recursos conocidos y seguros’ [DRAE]).

71 Sobre las variantes fraseológicas en español, véase especialmente Zuluaga (1980), Carneado (1985) y García-
Page (1996a).
Se incluyen en este nivel un buen número de las locuciones formadas con ser como
ser un lince, ser un fiera, ser un diablo, ser un tigre, etc., cuyo formante verbal conserva su
significado y cuyo formante nominal presenta un uso trasladado que alude a alguna
propiedad atribuida a ese referente.
Un espacio aparte quedaría reservado para las locuciones como perder el tiempo,
perder la cabeza, perder la chaveta que, por un lado, manifiestan ciertas cadenas
sintácticas y un grado alto de cohesión entre sus formantes, y por otro conforman
expresiones idiomáticas con un nivel alto de motivación: estas unidades se construyen
por medio de un metáfora ontológica (Lakoff y Johnson, 1980=1991) que tiene como base
la consideración de un proceso como una entidad física.
Las locuciones verbales semiidiomáticas están muy relacionadas con estas últimas.
Por lo general, constituyen unidades con un nivel alto de fijación, aunque con grados
altos de motivación que evidencian su escasa idiomaticidad. Son locuciones como cortar
el bacalao, soltar la mosca, echar raíces, ver las estrellas, hacérsele la boca agua (a
alguien), caérsele el alma a los pies (a alguien). Algunas de ellas, como las tres últimas,
son tremendamente plásticas. La intervención de recursos como la metáfora y la
hipérbole en el proceso de creación contribuyen a su motivación. Así por ejemplo, echar
raíces alude a una metáfora que tiene su origen en la evolución de las plantas y que en
sentido figurado se aplica a los seres humanos que se establecen en un lugar.
Las locuciones con un alto grado de idiomaticidad constituyen un nivel muy
próximo al prototipo. Estas unidades presentan un grado escaso de motivación, lo que las
diferencia de las pertenecientes al nivel anterior: hacerse el sueco, dorar la píldora.
Resulta poco probable establecer el lazo con su creación a partir de los elementos
formantes de la combinación, tal y como se conoce en el momento actual. Su grado de
fijación es igualmente elevado: invariabilidad de sus componentes (*dorar las píldoras),
componentes léxicos no conmutables (*dorar la cápsula), no permutables (* la píldora la
están dorando), no extraíbles (*la píldora que doraste no ha servido de nada),
imposibilidad de transformación pasiva (*la píldora fue dorada) o de nominalización (*el
dorar de la píldora).
El prototipo lo ejemplifican los sintagmas verbales fraseológicos que presentan
fijación e idiomaticidad total y contienen alguna palabra diacrítica y/o anomalía
estructural72, como tomar las de villadiego o salir de naja. La primera de ellas presenta
una anomalía estructural que tiene que ver con la aparición en femenino plural de uno de
sus formantes sin razón aparente; la segunda, contiene una palabra diacrítica que
proviene del caló. Tanto en el primer ejemplo en el segundo, se trata de locuciones
idiomáticas, aunque el formante verbal conserva parte de sus semas de movimiento que
se reflejan en el significado locucional, principalmente en el segundo caso: ‘marcharse
precipitadamente’ (DRAE). En consecuencia, son unidades idiomáticas, aunque revelan
algún índice de motivación. Ello implica que los ejemplos ofrecidos para el prototipo de
los sintagmas verbales fraseológicos no ilustran debidamente la teoría propuesta, frente a
lo que ocurre con las otras dos clases de sintagmas analizados.
Por consiguiente, el núcleo para los sintagmas verbales fraseológicos viene
rellenado por locuciones con palabras diacríticas y/o anomalías estructurales y que
presentan un grado de fijación e idiomaticidad alto (tomar las de villadiego). Las
locuciones totalmente idiomáticas (dorar la píldora), semiidiomáticas (echar raíces),
escasamente idiomáticas (perder el tiempo), con una parte meramente fija y otra
idiomática (vivir del cuento) y las locuciones fijas (correr mundo) conforman asimismo el
núcleo de la categoría. En un espacio intermedio se sitúan las locuciones con variantes
(no importar un pimiento/un bledo) y en la zona periférica las unidades sintagmáticas
verbales (hacer uso, tomar un baño) y otras colocaciones (guiñar un ojo).

72 No obstante, se ha de señalar una vez más que la presencia de una palabra diacrítica o una anomalía
estructural no es garantía del carácter prototípico de la locución, puesto que estas UFS pueden exhibir un grado
parcial de idiomaticidad, como dar en el quid o dar en el busilis. Este hecho manifiesta que las anomalías léxicas o
estructurales constituyen un rasgo no excluyente y de naturaleza transversal que puede encontrarse reflejado en
diversas clases de la categoría.
6. 3. Los sintagmas prepositivos fraseológicos

Los sintagmas prepositivos fraseológicos vienen representados por unidades como


en concreto, de golpe, a duras penas, a flor de piel, a trancas y barrancas o a la buena de
Dios.
La peculiar estructura de estas locuciones, la del sintagma prepositivo, deja a priori
sin efecto algunos de los rasgos antes detallados, como el de componentes no extraíbles,
la invariabilidad de persona y de tiempo o los rasgos que aluden a la fijación
transformativa, como la posibilidad de aparición en pasiva o de nominalización. En
cuanto al resto de rasgos sintácticos se ha de destacar que:
-El rasgo de componentes no permutables sólo es pertinente cuando el fraseologismo
presenta la estructura Prep C Conj Prep C73, pero no para todas sus unidades: al
fin y al cabo admite permutación según el diccionario, al cabo y al fin, pero no a
bombo y platillo, *a platillo y bombo. No repercute en locuciones con constantes
iguales, como sin más ni más.
-El rasgo de componentes léxicos no conmutables tiene una gran influencia en la
fijación de las unidades que la admiten: de pequeño permite la conmutación de su
constante por mayor, de mayor, o al comienzo la sustitución de su núcleo por
principio, al principio. En cambio, por lo menos, sobre todo o a la virulé no admiten
la sustitución de su constante por un sinónimo.
-En cuanto al rasgo de componentes léxicos no separables, algunas unidades
permiten por ejemplo la modificación de uno de sus formantes: de cuidado se
intensifica con un adyacente en su variante de mucho cuidado; en forma admite en
buena forma y de mal gusto puede encontrarse en el contexto como de muy mal
gusto.
-Por lo que al rasgo de componentes léxicos invariables se refiere, se ha observado que
los sintagmas prepositivos pueden presentar invariabilidad de género, de número o
de determinante:
-La invariabilidad de género no afecta más que a aquellos formantes que
presentan como palabras independientes dicha posibilidad, de tal modo que no
es pertinente para en fin o a lo mejor, pero sí lo es para a las tantas o en
definitiva, siendo imposible en ambos casos la variación.
-La invariabilidad de número queda sin efecto igualmente para aquellos complejos
cuyos componentes no contemplen esta variación, como de lejos, desde luego o
para empezar. En cambio, afecta de un modo especial a la constante de ciertas
locuciones: por supuesto, a la carrera, de todas maneras o a medias no admiten
cambios numéricos; a la primera de cambio puede aparecer en plural, a las
primeras de cambio, del mismo modo que para postres puede hacerlo en
singular, para postre.
-La invariabilidad de determinante se mantiene en algunos complejos, pero no en
otros; es lo que ocurre con a la vez o de improviso frente a en ese sentido o a mi
juicio, que admiten ciertas variaciones: en este sentido, a su juicio, etc.

Según lo anterior, cuatro rasgos determinan la fijación de la mayor parte de los


sintagmas prepositivos fraseológicos; son los de componentes no conmutables,
componentes no separables, invariabilidad de determinante e invariabilidad de número.
No obstante, otros rasgos intervendrán en los sintagmas que admitan dichas pruebas. La
presencia de unos rasgos frente a su ausencia revelará un grado mayor o menor de
fijación. La influencia de todos ellos dará lugar a una unidad con un grado alto de
fijación. Si son sólo algunos los que se hallan presentes, la unidad será parcialmente fija.
Esta hipótesis se entiende desde la concepción de que las unidades más fijadas son
aquéllas que no permiten variaciones, ya se trate de variaciones libres, ya de variaciones
previamente establecidas.

73El procedimiento de formalización seguido para estos sintagmas se inspira en el léxico-gramática propugnado
fundamentalmente por M. Gross. El símbolo C representa una constante, que puede ser un sustantivo o cualquier
otro elemento sustantivado. De este modo, se recoge la gran diversidad categorial de los componentes que rellenan
el núcleo del sintagma nominal regido por preposición.
En cuanto a los aspectos léxico-semánticos, la conmutación de uno de estos
sintagmas por un adverbio en
-mente o por otro adverbio podrá revelar una proximidad menor de la unidad al núcleo
prototípico. La posible conmutación depende directamente del contexto de uso, lo que
influye más aún, si cabe, en su valor lingüístico, debido a que posibles alteraciones de
discurso podrían repercutir en la configuración de lengua de tales unidades. De este
modo, a la vez conmuta por simultáneamente; de momento, sin embargo, no siempre es
conmutable por momentáneamente. Si la locución no puede ser conmutada, ya en el
discurso, ya en la lengua, se entenderá como un signo de la transformación que ha
sufrido el conglomerado para constituirse en UF o, dicho de otro modo, ante un índice de
su fraseologización: en cualquier caso o de todas maneras se han convertido en el
discurso en conectores pragmáticos, por lo que la supuesta conmutación por un adverbio
en -mente o por otro adverbio que manifieste su equivalencia con complementos
circunstanciales ha quedado sin efecto74.
También los rasgos de idiomaticidad y de motivación, junto a la posible metáfora, la
hipérbole, etc., que haya intervenido en su formación, facilitan su consideración como
UFS. Dos unidades formalmente idénticas, en plata y en pie son diametralmente
diferentes en cuanto a su configuración significativa. En la primera de ellas la metáfora
ha actuado para dar lugar a una expresión idiomática. Aunque la segunda es
parcialmente idiomática, conserva parte de su motivación, mientras la primera ha
anulado las referencias a su origen. Así pues, se entiende que una unidad será más
idiomática cuanto menos motivado esté su significado.
Una vez examinados de forma sucinta los rasgos que contribuyen a la fijación y la
idiomaticidad de una combinación de palabras, se puede dibujar algunos de los estratos
que constituyen la categoría fraseológica. Un grado alto de fijación y a su vez de
idiomaticidad permitirán la adscripción de una unidad al núcleo. Un grado menor de
fijación, esto es, la respuesta negativa de las pruebas fraseológicas detalladas, indicará
que la unidad se acerca al sintagma libre.
En primer lugar, cabe mencionar la existencia de algunos sintagmas que no
constituyen UFS en ningún sentido, sino combinaciones frecuentes que revelan libertad
sintáctica: por la mañana, por la tarde, por la noche, pueden aparecer en plural cuando se
habla de un hecho repetido o continuado, o mantenerse en singular; constituyen, por lo
general, modos adverbiales de expresión de un contenido que podría tener un referente
simple. Por otra parte, no son idiomáticas. Éstas u otras combinaciones podrían llegar a
solidificarse como locuciones, pero en el momento actual no pueden ser contempladas
como tales, por lo que se habrán de situar en una zona marginal.
En cuanto a la periferia, ciertas combinaciones de palabras responden a procesos
sistemáticos de creación, lo que las aleja de las restricciones propias de las UFS. Por
ejemplo, se permite la conmutación de sus componentes, dando lugar, bajo ciertas
circunstancias, a cadenas sintácticas. También se admiten en ocasiones otros
determinantes o variaciones de número.
En primer lugar, la mayor parte de los esquemas fraseológicos constituyen
estructuras regulares que admiten, por ejemplo, la conmutación de sus componentes (de
uno en uno, de dos en dos), aunque siempre dentro de un mismo esquema sintáctico. Esto
significa que la fijación viene marcada no tanto por la admisión de pruebas sintácticas
como por la solidificación de un esquema que puede ser reproducido con otros formantes.
Así, el esquema C a C se reproduce siempre de igual manera y lleva incorporado un
conjunto de restricciones como la repetición de la constante y su aparición en singular y
sin artículo: cara a cara, día a día, sorbito a sorbito. A veces se permiten ciertas
alteraciones en la constante dentro de la fijación: existen las combinaciones poco a poco,
poquito a poquito o poquito a poco, pero es imposible *poco a poquito.
También la gradación es evidente dentro de un mismo esquema. El análisis formal
practicado ha permitido vislumbrar ciertas diferencias entre diversos rellenos de la misma
estructura. Así por ejemplo, algunas de las secuencias que completan el esquema de C a
C manifiestan, cuando la constante no se repite, un mayor grado de idiomaticidad: de la
noche a la mañana, de uvas a peras, de cabo a rabo, de pe a pa. Tomemos esta última: se

74Sobre el análisis de estas y otras locuciones véase Pons y Ruiz (1995).


trata de una unidad totalmente idiomática; sus formantes han sido creados
aprovechando procedimientos lúdicos y se han convertido en palabras diacríticas. Su
fraseologización es mucho mayor que la de las otras unidades de su grupo: palabras
diacríticas, idiomaticidad, ausencia de motivación,… En el extremo opuesto se situarían
las locuciones cuya constante se repite, como de sol a sol, que presenta un grado bajo de
idiomaticidad, o de parte a parte, con un grado de idiomaticidad menor.
En segundo lugar, al hablar de periferia conviene dedicar un espacio a las
creaciones locucionales analógicas. Se trata de unidades que se han originado tomando
como modelo un fraseologismo ya existente. De él, la nueva unidad adquiere su forma,
sus restricciones sintácticas y también sus rasgos semánticos o pragmáticos. De este
modo, una locución a priori irregular se convierte en molde regular a partir del cual
pueden surgir otras unidades75.
Una de las creaciones más regulares la ejemplifican locuciones como a gritos, a
hombros, a trozos, a ratos, a sacos, a plazos, a ráfagas, a trompicones, a naranjazos, a
tortazos. Todas ellas vienen encabezadas por a, y su constante aparece necesariamente en
plural76. Son construcciones no idiomáticas e indican una significación cuantitativa. Se
emplean como adverbios modales.
Con la estructura a todo C, se crean unidades como a toda prisa, a toda velocidad,
a toda pastilla, a toda paleta, a todo meter, a toda caña, a toda hostia, a toda leche77. En
ellas la constante aparece necesariamente en singular. Dichas estructuras, que indican
por lo general velocidad, suelen aportar un valor intensificador.
Asimismo, pueden considerarse creaciones locucionales analógicas secuencias
como hasta el gorro, hasta el pirri, hasta más arriba, hasta el culo, hasta la polla, etc.
Organizadas en torno a la preposición hasta, funcionan como intensificadoras. Muchas
veces son unidades de creación individual que surgen aprovechando el modelo ya
existente y que se emplean con el fin de enfatizar el enunciado o la enunciación.
Por último, ciertas unidades exhiben regularidades que tienen que ver con la
posibilidad de intercambiar uno de sus componentes que se concibe, en consecuencia,
como cuasi-libre. Son las llamadas locuciones con casillas vacías. En general, estos
intercambios se restringen a la sustitución de un modificador por otro y se deben a
razones contextuales. No obstante, no son totalmente libres, ya que se aceptan ciertas
variaciones, pero no otras: a mi juicio o por mi parte permiten la variabilidad de
determinante, aunque sólo posesivo (a su juicio, a nuestro juicio, *a este juicio; por tu
parte, por vuestra parte, *por esa parte); en este sentido acepta únicamente una variación
sobre el demostrativo (en ese sentido); en mi caso admite tanto un posesivo como un
demostrativo (en tu caso, en nuestro caso, en su caso, en este caso, en ese caso). Si la
casilla se rellena con un determinante ø o con un artículo, la construcción exige un
adyacente (a juicio de, por parte de, en el sentido de, en el caso de) 78.
Como se ha venido defendiendo para otros sintagmas, las locuciones con variantes
constituyen la conexión entre la zona periférica y la nuclear, con independencia, a priori,
del grado de fijación e idiomaticidad que muestren. Pese a la aparente regularidad que

75Algunos autores han mencionado, de una u otra manera, esta posibilidad, como Benot (1910=1990), Bally
(1905), Coseriu (1964=1986) o Cuervo (1867-1872=1955). El primero de ellos reconocía que "expresiones
anormales, una vez admitidas, establecen bases de nuevas anormalidades que obligan á otras clasificaciones de las
palabras y á construcciones de naturaleza especial que, como es consiguiente, no se ajustan á las primitivas, por
constituir ya verdaderas reglas organizadoras de tales construcciones" (Benot 1910=1991, 134).
76No obstante, también pueden encontrarse con un sufijo aumentativo en singular, combinación que recuerda a la
estructura con casillas vacías descrita por Zuluaga (1980) a -azo limpio: a tortazo limpio.
77Es de destacar que esta estructura ya había sido descrita por Fernández Ramírez (1951=1986) como una
fórmula. Según el autor, todo se emplea en la conversación como término secundario para crear fórmulas
todo+sustantivo: toda clase (orden, género, etc.) de + sustantivo singular o plural. Con nombres de cosas
numerables, pero sobre todo con nombres abstractos, se utilizan diversos giros preposicionales. "Entonces expresa
el grupo un grado de intensidad máxima en la acción verbal del predicado que rige estas locuciones" (Fernández
Ramírez 1951=1986, 438). De esta manera, surgen fórmulas con la preposición a, como a todo trapo, a todo lujo, o
con otras, como con todo brío, de toda confianza.
78De este modo, quedan incluidas en la fraseología ciertos fraseologismos ocasionales que constituyen a veces
creaciones personales, problema que ha preocupado a lingüistas como Fleischer (1982) y (1992) o Cernyseva
(1984), o determinadas formaciones analógicas que, como indica Burger (1991), no han sido estudiadas
tradicionalmente por la fraseología, pese a que conforman estructuras fraseológicas.
manifiesta la existencia de variantes, éstas se hallan previamente fijadas, por lo que el
usuario sólo dispone de libertad para seleccionar la más adecuada en cada caso. La
prueba de la evidente conexión entre las clases periféricas y el presente grupo está en que
algunas de las creaciones locucionales analógicas podrían considerarse variantes, como
por ejemplo a toda prisa y a toda velocidad o hasta el gorro y hasta el pirri. De igual
manera, otras construcciones aceptan, por ejemplo, la variación morfológica de su
constante: a la marcha/a la marcheta; o su modificación: de buen grado/de muy buen
grado, de cuidado/de mucho cuidado.
Las combinaciones meramente fijas forman un segundo estrato. Tomemos algunas
de las locuciones adverbiales: en concreto, en general, en público, en parte o en privado
constituyen locuciones fijas fácilmente conmutables por adverbios en -mente equivalentes
(concretamente, generalmente, públicamente, parcialmente, privadamente), que muestran
restricciones como la invariabilidad de determinante (en el público es un sintagma libre;
*en este público una transformación imposible para la construcción fija) o de número (*en
públicos). La posibilidad de ser conmutadas indica que no han adquirido el grado de
fraseologización de las locuciones no conmutables; sus restricciones, que se trata de
unidades no libres.
En otras locuciones interviene, junto a la fijación, la propiedad de la idiomaticidad.
Los grados de fijación e idiomaticidad pueden ser diversos, por lo que estas dos
propiedades se combinan entre sí, dando lugar a expresiones totalmente fijas e
idiomáticas, parcialmente fijas e idiomáticas, totalmente fijas y parcialmente idiomáticas,
… Constituye un esfuerzo inútil, al menos para los sintagmas prepositivos fraseológicos,
establecer niveles en el continuum atendiendo a la asociación de las propiedades de
fijación e idiomaticidad. Se indica únicamente que algunas unidades pueden mostrar
diversos grados de tales propiedades, de manera que podría constituirse una progresión
desde las locuciones meramente fijas a las totalmente fijas e idiomáticas79.
Los sintagmas prepositivos que presentan conjuntamente los rasgos antes
mencionados (componentes no conmutables, no separables, invariabilidad de
determinante y de número y, eventualmente, invariabilidad de género y componentes no
permutables) y que además son idiomáticos en un grado alto, se encuentran muy
próximos al prototipo. Sus restricciones impiden las variaciones propias de la sintaxis
libre y la idiomaticidad contribuye de forma directa a la pérdida de motivación e
indirectamente a su asentamiento como expresión fija. Así, unidades como a lo mejor, por
lo menos, a menudo80, etc., se encuentran muy próximas al núcleo.
De estas locuciones al prototipo sólo media un rasgo: que la construcción fija e
idiomática presente alguna anomalía estructural y/o léxica, como manifiestan a la virulé,
en un plis plas, a rajatabla, etc. Tales anomalías actúan en este nivel como índices de la
fijación y de la idiomaticidad. De la fijación, porque las restricciones son mayores en la
unidad, como demuestra a la virulé, que no permite ni la variación de determinante (*a su
virulé) ni de género (*al virulé) ni de número (*a las virulés), y tampoco la conmutación de
sus componentes (*a la manzana81) o su separación (*a la buena virulé). De la
idiomaticidad, porque las anomalías impiden la existencia de un homofóno literal libre
que recuerde cómo fue creado82.
Por lo tanto, el núcleo de los sintagmas prepositivos fraseológicos viene
representado por locuciones totalmente fijas e idiomáticas con palabras diacríticas y/o
anomalías estructurales (a la virulé). Otros estratos del núcleo son completados por las

79Recuérdese que un grado alto de fijación no garantiza un nivel similar de idiomaticidad; aunque a mano, al
hombro, a bombo y platillo o en blanco son construcciones con un nivel alto de fijación, las dos primeras son
parcialmente idiomáticas, mientras que las dos últimas expresan un grado mayor de idiomaticidad.
80 En ellas, un hablante nativo podría vislumbrar un cierto grado de motivación que no suele remitir a su origen
real, sino al que de forma intuitiva puede suponerse.
81En este caso resulta totalmente inadmisible, puesto que dicho componente, dicha palabra diacrítica, no dispone
en la lengua de un posible sinónimo.
82Téngase en cuenta que las unidades fijas e idiomáticas con anomalías estructurales o palabras diacríticas
constituyen el núcleo, ya que la aparición de una anomalía no es garantía por sí misma de su adscripción nuclear.
Por ejemplo, algunas unidades presentan anomalías, pero no son idiomáticas, como a malas; otras son
parcialmente idiomáticas, como de rechupete; determinadas locuciones sólo muestran idiomaticidad en uno o
alguno de sus componentes, como para más inri.
locuciones totalmente idiomáticas (a menudo), fijas e idiomáticas en diversos grados (a
mano) y las meramente fijas (en público). La zona de transición entre el núcleo y la
periferia la rellenan las locuciones con variantes (de (muy) buen grado) que constituyen
un espacio muy próximo a las unidades periféricas: las locuciones con casillas vacías (a
mi (tu, su, etc.) juicio), las creaciones locucionales analógicas (a gritos, a golpes) y los
esquemas fraseológicos (día a día, cara a cara).

6. 4. Conclusiones

Desde una posición estrecha de la fraseología, resulta posible trazar una zona
nuclear y una zona periférica para las UFS, si bien entre unos estratos y otros los límites
resultan en extremo difusos. Las clases periféricas revelan en general gran creatividad y
viveza; las nucleares, debido a su mayor fijación, permiten escasas variaciones. El
continuum podría quedar como sigue, del centro a la periferia:
Para los sintagmas nominales fraseológicos:
-Locuciones totalmente fijas e idiomáticas con palabras diacríticas y/o anomalías
estructurales: agua de borrajas.
-Locuciones idiomáticas en diversos grados: caballo de batalla.
-Locuciones mixtas: dinero negro.
-Colocaciones: agua de colonia.

Para los sintagmas verbales fraseológicos:


-Locuciones con palabras diacríticas y/o anomalías estructurales con un grado alto
de fijación e idiomaticidad: tomar las de villadiego.
-Locuciones totalmente fijas e idiomáticas: dorar la píldora.
-Locuciones semiidiomáticas: echar raíces.
-Locuciones escasamente idiomáticas: perder el tiempo.
-Locuciones mixtas: vivir del cuento.
-Locuciones meramente fijas: correr mundo.
-Locuciones con variantes: no importar un pimiento/un bledo.
-Unidades sintagmáticas verbales: hacer uso, tomar un baño.
-Otras colocaciones: guiñar un ojo.

Para los sintagmas prepositivos fraseológicos:


-Locuciones totalmente fijas e idiomáticas con palabras diacríticas y/o anomalías
estructurales: a la virulé.
-Locuciones totalmente fijas e idiomáticas: a menudo.
-Locuciones parcialmente fijas e idiomáticas, en diversos grados: a mano.
-Locuciones meramente fijas: en público.
-Locuciones con variantes: de (muy) buen grado.
-Locuciones con casillas vacías: a mi (tu, su, etc.) juicio.
-Creaciones locucionales analógicas: a gritos, a golpes.
-Esquemas fraseológicos: cara a cara.

En suma, se trata de una progresión que va desde la irregularidad a la regularidad,


de la improductividad a la productividad, de la fraseología a la sintaxis, pero, ante todo,
constituye una diferenciación artificial que responde a un continuum de difícil
segmentación.
Por otra parte, la clasificación presentada intenta explicar algunos de los
problemas planteados por ciertos investigadores (como la existencia de fraseologismos
ocasionales o de locuciones con variantes), a la vez que permite observar como
fraseológicas un gran conjunto de unidades que, desde una concepción discreta, habrían
quedado excluidas.
Conclusiones

Tras la consideración interdisciplinar de la fraseología, se ha observado que las


unidades que la componen son diversas, ya que no se acomodan a los mismos rasgos.
Las UFS constituyen una categoría que se sitúa entre el lexema y el sintagma, por lo que
cabría considerar que se trata de una categoría gradual. A ello hay que añadir que la
fraseología como tal puede entenderse de forma amplia o de forma estricta, dando cabida
a un conjunto de unidades diferente en cada caso. La elección de una u otra postura
responde, en general, al objeto de estudio y a los fines planteados. De acuerdo con todo
ello, parece más apropiado para los propósitos de este trabajo apoyarse en una
concepción estrecha que abarque fundamentalmente locuciones, frases proverbiales y
unidades sintagmáticas.
En vista de esta decisión, resulta conveniente poder diseñar cómo se configura
dicha categoría situada en la periferia del sintagma y del lexema, y qué criterios
establecen la pertenencia o no de ciertos conglomerados a la misma. Por ello, se ha
establecido que existen dos propiedades fraseológicas fundamentales, la fijación y la
idiomaticidad, que vienen definidas de uno u otro modo por un conjunto de rasgos como
la invariabilidad de determinante, la no permutación de los componentes léxicos de una
unidad, la metáfora o la motivación, y que determinan el grado de fraseologización de una
combinación de palabras.
Tales propiedades y rasgos constituyen la base para establecer el prototipo de la
fraseología concebida de forma estrecha, que estaría formado por las locuciones
totalmente fijas e idiomáticas con palabras diacríticas y/o anomalías estructurales (agua
de borrajas, tomar las de villadiego, a la virulé). En torno a él girarían diversas clases
nucleares, como las locuciones totalmente fijas e idiomáticas (caballo de batalla, dorar la
píldora, a menudo), semiidiomáticas (echar raíces), mixtas (dinero negro, vivir del cuento),
etc. En una zona de transición se localizan las locuciones con variantes (no importar un
pimiento/bledo, de (muy) buen grado). Asimismo, es posible diferenciar algunos grupos
periféricos, como las creaciones locucionales analógicas (a gritos), los esquemas
fraseológicos (de la noche a la mañana), las unidades sintagmáticas verbales (ponerse de
acuerdo) o las colocaciones (agua de colonia, guiñar un ojo).
Con ello queda perfilado el carácter no discreto de la fraseología en sentido estricto
y su prototipo para los sintagmas nominales, verbales y prepositivos del español.
Bibliograf’a
AGENO, F. (1960). "Premesa a un repertorio di frasi proverbiali". Romance Philology, XIII, 3, pp. 242-264.
AGUILAR-AMAT, A. (1993). "En torno a la combinatoria del léxico: Los conceptos de colocación e
idiomatismo". IX Congreso de Lenguajes Naturales y Lenguajes Formales, Barcelona, PPU.
AGUILAR-AMAT, A. (1990). "Caracterización sintáctica de los idiomatismos y propuestas de 'Parser' para un
sistema de traducción automática". Actas de la SEL (XX Aniversario), (Tenerife, 2-6 de abril de 1990). Madrid,
Gredos, pp. 824-833.
AGUILAR-AMAT, A. (1993). "En torno a la combinatoria del léxico: Los conceptos de colocación e
idiomatismo". IX Congreso de Lenguajes Naturales y Lenguajes Formales, Barcelona, PPU.
ALARCOS, E. (1994). Gramática de la lengua española. Madrid, Espasa Calpe.
ALCINA, J. ; J. M. BLECUA, (1975). Gramática española. Barcelona, Ariel.
ALLÉN, S. (1976). "On phraseology in lexicology". Cahiers de lexicologie, 29, II, pp. 83-90.
ALONSO, M. (1970). Ciencia del lenguaje y arte de estilo. Madrid.
ALVAR , M. (1981). "De nuevo sobre los compuestos de verbo más sustantivo". Actas del II Simposio Internacional
de Lengua Española. Gran Canaria, Excmo. Cabildo Insular, pp. 83-97.
ANSCOMBRE, J. C. (1982). "Un essai de caractérisation de certaines locutions verbales". Recherches linguistiques,
X, pp. 5-37.
ARNGART, O. (1979). "Adverbial Phrases with Thing". Neuphilologische Mitteilungen, LXXX, pp. 46-47.
ARNGART, O. (1981). "The Word Thing in Adverbial Phrases". Neuphilologische Mitteilungen, LXXII, 4, pp. 368-
369.
ARNOLD, I. V. (1973), Stilistika sovremennogo anglijskogo jazyka. Leningrad.
ARROYO SOTO, V. M. (1971). "Modismos verbales regionales". El habla popular en la literatura costarricense. San
José, Publicaciones de la Universidad de Costa Rica, pp. 285-299.
BÁEZ, V. (1996). "Las formas en -mente en una teoría fenomenológica integrada del acto de hablar, la expresión
y el esquema oracional". En WOTJAK, G. (ed.) (1996), pp. 1-40.
BALLY, Ch. (1905). Précis de stylistique. (Esquisse d'une méthode fondée sur l'étude du français moderne). Genève.
BALLY, Ch. (1909=1951). Traité de stylistique française. Paris; Genève, Klincksieck; Georg.
BALLY, Ch. (1932=1965). Linguistique générale et linguistique française. Berne, Editions Francke.
BAR-HILLEL, Y. (1955=1964). "Idioms". Language and Information. Selected Essays on their Theory and Application.
London, Addison-Wesley Publishing Company, pp. 47-55.
BARANOV, A.; D. DOBROVOL'SKIJ, (1991). "Kognitive Modellierung in der Phraseologie: zum Problem der
aktuellen Bedeutung". Beiträge zur Erforschung der deutschen Sprache, 10, pp. 112-123.
BÁRDOSI, V. (1990). "Guide bibliographique de phraséologie française avec index thématique. 1900-1990".
Lingvisticae Investigationes, XIV, 2, pp. 349-402.
BARRIOS, M. (1991). Repertorio de modismos andaluces. Cádiz, Universidad.
BARZ, I. (1986). "Probleme der phraseologischen Modifikation". DaF, 6, pp. 321-326.
BEINHAUER, W. (1929=1978). El español coloquial. Madrid, Gredos.
BEINHAUER, W. (1973). El humorismo en el español hablado (improvisadas creaciones espontáneas). Madrid, Gredos.
BEINHAUER, W. (1978). Stilistisch-phraseologisches Wörterbuch Spanisch-Deutsch. München.
BELLO, A. (1847=1988). Gramática de la lengua castellana. Madrid, Arco-Libros.
BENOT, E. (1910=1991). "Frases hechas". Arte de hablar. Gramática filosófica de la lengua castellana. Barcelona,
Anthropós. (Edición facsímil, Introducción de Ramón Sarmiento), pp. 134-136.
BENVENISTE, E. (1970). "L'appareil formel de l'énonciation". Langages, 17, mars 1970, pp.12-18.
BENVENISTE, E. (l967=1977). "Fundamentos sintácticos de la composición nominal". Problemas de linguística
general. México, S. XXI. pp. 147-163.
BENVENISTE, E. (1966=1977). "Formas nuevas de la composición nominal". Problemas de lingüística general.
México, S. XXI, pp.164-177.
BERNARD, G. (1974). "Les locutions verbales". La linguistique, 10/2, pp.7-17.
BERTINI, G. (1960). "Aspetti culturali del 'refrán'". Studia Philologica. Madrid, Gredos, pp. 247-262.
BJÖRKMAN, S. (1978). Le type avoir besoin. Étude sur la coalescence verbo-nominale en français. Uppsala, Borgstöms
tryckeri.
BLINKENBERG, A. (1960). Le problème de la transitivité en français moderne. Copenhague, Bianco Lunos
Bogtrykkeri.
BLOOMFIELD, L. (1933=1964). Lenguaje. Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
BOER, C. de. (1922). Essais de syntaxe du français moderne. Groninga, P. Noordoff.
BOER, C. de. (1933). Introduction à l'étude de la syntaxe du français. (Principes et applications). Paris, Librairie E.
Droz.
BOER, C. de. (1947). Syntaxe du français moderne. Leiden, Universitaire Pers Leiden.
BOSQUE, I. (1978). "Perpectivas de una lingüística no discreta", En BOSQUE, I. et alii, Metodología y Gramática
Generativa. Madrid, SGEL.
BOSQUE, I. (1980). "Modismos de polaridad negativa". Sobre la negación. Madrid, Cátedra, pp. 121-133.
BOSQUE, I. (1982). "Más allá de la lexicalización". BRAE, LXII, 225, pp. 103-158.
BOSQUE, I. (1989), Las categorías gramaticales. Madrid, Síntesis.
BRIZ, A. (1991). "El proceso de sustantivación en el sintagma artículo+adjetivo", En KREMER, D. (éd.), Actes du
XVIIIº Congrès International de Linguistique et de Philologie Romanes, (Université de Trèves, 1986). Tübingen, Max
Niemeyer Verlag, pp. 81-90.
BRIZ, A. (1989). Sustantivación y lexicalización en español (la incidencia del artículo). València, Universitat.
BRIZ, A. (1996). El español coloquial: situación y uso. Madrid, Arco Libros.
BRIZ, A. (Coord. ) (Grupo Val. Es. Co.). (1995). La conversación coloquial. Materiales para su estudio. València,
Universitat. Anejo XVI de Cuadernos de Filología.
BRIZ, A.; J. R. GÓMEZ MOLINA; M. J. MARTÍNEZ ALCALDE y Grupo Val. Es. Co. (1997). Pragmática y
gramática del español hablado. (Actas del II Simposio sobre análisis del discurso oral. Valencia, 14-22 de noviembre de
1995). Zaragoza, Pórtico.
BROWNE, W. (1971). "Verbs and Unespecified NP Deletion". Linguistic Inquiry, 2, pp. 259-260.
BÜHLER, K. (1965=1979). "Estructura del habla humana: elementos y composiciones". Teoría del lenguaje.
Madrid, Alianza.
BUKEVICIUTE, E. (1981). "Arbeiten zur litauischen Phraseographie". Sprachwissenschaftliche Informationen, 2, pp.
113-117.
BURGER, H. (1973). Idiomatik des Deutschen. Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
BURGER, H. (1983). "Neue Aspekte der Semantik und Pragmatik phraseologischer Wortverbindungen". En
MATESIC, J. (Hrsg.), Phraseologie und ihre Aufgaben, (Beiträge zum 1. Internationalen Phraseologie-Symposium
vom 12. bis 14. Oktober 1981 in Mannheim), Heidelberg, Julius Groos Verlag, pp. 24-34.
BURGER, H. (1991). "Phraseologie und Intertextualität". En PALM, Ch. (Hrsg.), (1991). EUROPHRAS 90, pp. 13-
27.
BURGER, H. ; A. BUHOFER; A. SIALM, (1982). Handbuch der Phraseologie. Berlin, Walter de Gruyter.
BURIDANT, C. (1989). "L'approche diachronique en phraséologie: quelques aspects de l'ancien et du moyen
français". en GRÉCIANO, G. (éd. ). (1989). pp. 31-42.
BUSCH, H.-J. (1985). Die Bestimmung der Leistungen und der Bedeutung ausgewählter 'Funktionsverbgefüge' mit den
Verben DAR, HACER, TENER, PONER EN, ENTRAR EN und ESTAR EN im Spanischen. Leipzig, (Dissertation
[Tesis Doctoral]).
CANELLADA, M. J. (1983). "Para una tipología del refrán". Homenaje a José Manuel Blecua. Madrid, pp. 123-134.
CANTERA ORTIZ, J. (1983). "Refranes y locuciones del español y el francés en torno al bazo, el hígado, el
corazón y los riñones". Cuadernos de Investigación Filológica, IX, 1-2, pp. 47-62
CARBONERO, P. (1979). "Léxico autónomo procedente de combinatoria léxica". Estudios paraguayos, VII, 1, 177-
185.
CÁRDENAS, G.; G. PÉREZ GONZÁLEZ, (1986). "Algunas hipérboles en el habla coloquial cubana". Anuario L/L,
17, pp. 5-25.
CARNEADO, Z. (1983a). "Algunas consideraciones sobre el caudal fraseológico del español hablado en Cuba".
En CARNEADO, Z.; A. Mª TRISTÁ, (1983), pp. 7-38.
CARNEADO, Z. (1983b). "Consideraciones sobre la fraseografía". En CARNEADO, Z.; A. Mª TRISTÁ, (1983),
pp. 39-46.
CARNEADO, Z. (1985). "Notas sobre las variantes fraseológicas". Anuario L/L, 16, pp. 269-277.
CARNEADO, Z.; A. Mª TRISTÁ, (1983). Estudios de fraseología. Academia de Ciencias de Cuba. Instituto de
Literatura y Lingüística.
CASARES, J. (1950=1969). Introducción a la lexicografía moderna. Madrid, Revista de Filología Española, anejo LII.
CEJADOR, J. (1921-1925). Fraseología y estilística castellana. Madrid.
CERMAK, F. (1988). "On the Substance of Idioms". Folia Linguistica, 22, 3-4, pp. 413-438.
CERNYSEVA, I. (1973=1981). "Das phraseologische System und seine semantischen Kategorien (an deutschen
Material)". En JAKSCHE, H.; A. SIALM; H. BURGER, (Hrsg.), Reader zur sowjetischen Phraseologie. Berlin,
Walter de Gruyter, pp. 29-49.
CERNYSEVA, I. (1984). "Aktuelle Probleme der deutschen Phraseologie". DaF, 21, 1, pp. 17-22.
CERNYSEVA, I. (1987). "Strukturelle Mehrgliedrigkeit sprachlicher Zeichen als kognitives Problem". En
BURGER, H.; ZETT, R. (Hrsg.), Aktuelle Probleme der Phraseologie, (Symposium 27.-29. 9. 1984 in Zürich), Bern,
Peter Lang, pp. 29-40.
CERNYSEVA, I. (1989). "Strukturtypologische Phraseologieforschung in der sowjetischen Germanistik". En
GRÉCIANO, G. (éd. ). (1989). pp. 43-49.
CHAFE, W. L. (1967). "Language as symbolization". Language, 43. 1, pp. 57-91.
CHAFE, W. L. (1968). "Idiomaticity as an Anomaly in the Chomskyan Paradigm". Foundations of Language, 4, pp.
109-127.
CHAFE, W. L. (1971=1976). "El estudio de la conversión en locuciones". Significado y estructura de la lengua.
Barcelona, Planeta, pp. 54-63.
CHETRIT, J. (1978, 1979). "Les composés nominaux à joncteur 'à'". Cahiers de lexicologie, XXII, 1, pp. 65-81; XXIII,
2, pp. 53-70; XV, 1, pp. 91-105,
CLAY, C. ; E. MARTINELL (1988). Fraseología español/inglés. (Denominaciones relativas al cuerpo humano).
Barcelona, PPU.
CONCA, M. (1987). Paremiologia. València, Universitat, Biblioteca Lingüística Catalana.
CONENNA, M. (1988). "Sur le lexique-grammaire comparé des proverbes". Langages, 90, pp. 99-116.
CORBIN, D. (1976). "Le statut des exceptions dans le lexique". Langue Française, 30, pp. 90-110.
CORPAS, G. (1997). Manual de fraseología española. Madrid, Gredos.
CORREAS, G. (1627=1984). Arte kastellana. Santiago de Compostela, Universidad.
CORREAS, G. (1627=1992). Vocabulario de refranes y frases proverbiales y otras fórmulas comunes de la lengua
castellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia. Madrid, Visor.
COSERIU, E. (1964=1986). "Introducción al estudio estructural del léxico". Principios de semántica estructural.
Madrid, Gredos.
COSERIU, E. (1967=1986). "Las solidaridades léxicas". Principios de semántica estructural. Madrid, Gredos.
COSERIU, E. (1978a). "El estudio funcional del vocabulario (compendio de lexemática)". Gramática, semántica,
universales. Madrid, Gredos.
COSERIU, E. (1978b). "La formación de palabras desde el punto de vista del contenido. (A propósito del tipo
coupe-papier)". Gramática, semántica, universales. Madrid, Gredos.
COSERIU, E. (1990). "Semántica estructural y semántica 'cognitiva'". Homenaje a Francisco Marsá. Barcelona,
Universitat. pp. 239-282.
COULMAS, F. (1981). "Introduction: Conversational Routine". En COULMAS, F. (ed.). pp. 1- 17.
COULMAS, F. (1979). "On the Sociolinguistics Relevance of Routine Formulae". Journal of Pragmatics, 3, pp. 239-
266.
COULMAS, F. (ed.). (1981). Conversational Routine. Explorations in Standarized Communication Situations and
Prepatterned Speech. The Hague, Mouton.
COWIE, A. P. (1994). "Phraseology". En ASHER, R. E. (ed.). The Encyclopaedia of Language and Linguistics, 6.
Oxford and New York, Pergamon Press, pp. 3168-3171.
COWIE, A. P. (1981). "The Treatment of Collocations and Idioms in Learner's Dictionaries". Applied Linguistics, 2,
3,, pp. 223-235.
CRAM, A. (1983). "The Linguistic Status of the Proverb". Cahiers de lexicologie, 43, 2, pp. 53-71.
CUERVO, R. J. (1867-1872=1955). Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo.
DANES, F. (1966). "The Relation Of Centre And Periphery As A Language Universal". TCLP, II: Le problème du
centre et de la périphérie du système de la langue, pp. 9-21.
DANLOS, L. (1981). "La morphosyntaxe des expressions figées". Langages, 63, pp. 53-74.
DANLOS, L. (1988a). "Introduction: lexique-grammaire des expresssions figés". Langages, 90, 5-6.
DANLOS, L. (1988b). "Les phrases à verbe support être Prép". Langages, 90, pp. 23-37.
DE MIGUEL, J. C. (1991). "Miel sobre hojuelas: semántica y dramática de las expresiones fraseológicas en el
teatro breve del barroco español". Miscel.lània Homenatge Enrique García Díez. Valéncia, Universitat, pp. 79-91.
DE MIGUEL, J. C. (1992). "Notas para una gramática paremiológica de los entremeses del barroco español".
Lingua e stile, XVII, 1, pp. 47-75.
DÍAZ GARCÍA, N. (1983). "Acerca del análisis sintáctico-semántico de frases idiomáticas". Linguistische
Arbeitsberichte, 40, pp. 81-88.
DÍEZ DE REVENGA, P. (1986). "Análisis de las lexías complejas en documentos medievales murcianos". ELUA,
3, pp. 193-208.
DIMITRESCU, F. (1957). "Le concept de locution". Mélanges linguistiques, publiées à l'occasion du VII Congrès
Inernational de Linguistes à Oslo. Bucarest, Éditions de l'Académie de la République Populaire Roumaine, pp.
269-289.
DOBROVOL'SKIJ, D. (1988). Phraseologie als Objekt der Universalienlinguistik. Leipzig, VEB.
DOBROVOL'SKIJ, D. (1989). "Formal gebundene phraseologische Konstituenten: Klassifikationsgrundlagen und
typologischen Analyse". Beiträge zur Erforschung der deutschen Sprache, 9, pp. 57-78.
DOBROVOL'SKIJ, D. (1991). "Strukturtypologie Analyse der Phraseologie: theoretische Prämisen und
praktische Konsequenzen". En PALM, Ch. (Hrsg.), (1991). pp. 29-42.
DOMÍNGUEZ, J. M. (1975). Fraseología española en su contexto. München, Max Hueber Verlag.
DOMÍNGUEZ, P. ; M. MORERA; G. ORTEGA. (1988). El español idiomático (frases y modismos del español).
Barcelona, Ariel.
DOWNING, Á. (1991). "La 'metáfora gramatical' de M. A. K. Halliday y su motivación funcional en el texto".
RSEL, 21/1, pp. 109-123.
DUBOIS, J. (1960). "Les notions d'unité sémantique complexe et de neutralisation dans le lexique". Cahiers de
lexicologie, II, 62-66.
DUBSKY, J. (1966). "A propósito de una clasificación lexicográfica". Philologica Pragensia, IX, pp. 5-9.
DUBSKY, J. (1974). "Estructuración semántica de modismos". Ibero-Americana Pragensia, Año VIII, Universidad
Carolina de Praga, 51-58.
DUHME, M. (1990). 'It's all greek to me-kontrastive Phraseologieforschung Deutsch-Englisch im Bereich der
Phraseographie". Neuphilologische Mitteilungen, XCI, 1, pp. 9-22.
ECKERT, R. (1976). Aktuelle Probleme der Phraseologie. Leipzig, Karl-Marx Universität.
ECKERT, R. (1981). "Neueste sowjetische Monographien zur russischen und slawischen Phraseologie".
Sprachwissenschaftliche Informationen, 2, pp. 85-102.
ECKERT, R. ; K. GÜNTHER, (1992). Die Phraseologie der russischen Sprache. Leipzig, Langenscheidt.
EISMANN, W. (1979). "Phraseologie und Russischunterricht in der Sowjetunion". Die Neueren Sprachen, 78, 6,
pp. 555-572.
ENGELEN, B. (1968). "Zum System der Funktionsverbgefüge". Wirkendes Wort, 18, 5, pp. 289-303.
ESCANDELL, M. V. (1991). "Sobre las reduplicaciones léxicas". LEA, XIII, pp. 71-86.
ESPINET, E. (1991). Diccionario general de frases, dichos y refranes. Barcelona, Mitre.
FEÍN, D. (1940-42). "Frases figuradas". Boletín de Filología, 3, pp. 343-351.
FERNÁNDEZ RAMÍREZ, S. (1951=1986). Gramática española. Madrid, Arco-Libros.
FERNÁNDEZ-SEVILLA, J. (1983). "Presentadores de refranes en el texo de La Celestina". En LÁZARO
CARRETER, F. (ed.), Serta Philologica. Madrid, Cátedra. pp. 209-218.
FERNÁNDEZ-SEVILLA, J. (1985). "Paremiología y lexicografía: algunas precisones terminológicas y
conceptuales". Homenaje a Alvar. Madrid, Gredos.
FERNANDO, C. (1978). "Towards a definition of Idiom". Studies in Language, 2.3, pp.313-343.
FERNANDO, C. ; R. FLAVELL (1981). On Idiom. Critical Views and Perspepctives. Exeter Linguistic Studies,
University of Exeter.
FILLMORE, Ch.; P. KAY; M. O'CONNOR. (1988). "Regularity and Idiomaticity in Grammatical Constructions:
The Case of let alone". Language, 64, 3, pp. 501-538.
FIRTH, J. R. (1957=1969). Papers in linguistics 1934-1957. New York, Oxford University Press.
FLEISCHER, W. (1981). "Zur pragmatischen Potenz der Phraseologismen". Linguistische Studien, 80, pp. 76-88.
FLEISCHER, W. (1982). Phraseologie der deutschen Gegenwartssprache. Leipzig, VEB.
FLEISCHER, W. (1992). "Konvergenz und Divergenz von Wortbildung und Phraseologisierung". En
KORHONEN, J. (Hrsg.), (1992). pp. 53-65.
FRANOLIC, B. (1971). "L'adaptation des mots composés et des locutions d'origine française en croate".
Linguistics, 69, pp. 33-43.
FRASER, B. (1970). "Idioms within a Transformational Grammar". Foundations of Language, 6, pp. 22-42.
FRASER, B. ; J. R. ROSS (1970). "Idioms and Unspecified NP Deletion". Linguistic Inquiry, I, 1, pp. 264-265.
FREI, H. (1929=1982). "Le besoin d'expressivité". Grammaire des fautes. Genève-Paris, Slatkine Reprints, pp.233-
290.
FREI, H. (1962). "L'unité linguistique complexe". Lingua, XI, 128-140.
FREI, H. (1967). "Matrices syntaxiques". En JUILLAND, A. (ed.), Word, (Linguistic Studies presented to André
Martinet). pp. 180-186.
FREI, H. (1968). "Matrices composées (à propos du rapport de coordination)". Lingua, 21, pp. 154-161.
GAATONE, D. (1976). "Locutions prépositives et groupes prépositionnels (observations sur la syntaxe de
certains groupes prépositionnels)". Linguistics, 167, pp. 15-34.
GAATONE, D. (1981). "Les 'locutions verbales': Pour quoi faire?". Revue Romane, 16, 1-2, pp. 49-73.
GARCÍA DE DIEGO, V. (1973). Lecciones de lingüística española. Madrid, Gredos.
GARCÍA RAMOS, J. (1985). "El lenguaje actual de los maleantes españoles". Policía, I y II, Madrid, Dirección
General de la Policía.
GARCÍA-MEDALL, J. (1992). "Sobre repeticiones léxicas y sintaxis prepositiva". ELUA, 8, pp. 67-83.
GARCÍA-PAGE, M. (1989). "Sobre los procesos de deslexicalización en las expresiones fijas". EA, 52, pp. 59-79.
GARCÍA-PAGE, M. (1990a). "Sobre implicaciones lingüísticas, solidaridad léxica y expresión fija". Estudios
humanísticos. Filología, 12, pp. 215-227.
GARCÍA-PAGE, M. (1990b). "Léxico y sintaxis locucionales: algunas consideraciones sobre las palabras
'idiomGrésilláticas' ". Estudios humanísticos. Filología, 12, pp. 279-290.
GARCÍA-PAGE, M. (1990c). "Frases elativas". Actas de la SEL (XX Aniversario), (Tenerife, 2-6 de abril de 1990).
Madrid, Gredos, pp. 485-496.
GARCÍA-PAGE, M. (1990d). "Los nombres de colores y el sustantivo 'color'. Morfología y sintaxis". Thesaurus,
XLV, pp. 3-27.
GARCÍA-PAGE, M. (1991a). "Locuciones adverbiales con palabras 'idiomáticas'". REL, 21, 2, pp. 231-264.
GARCÍA-PAGE, M. (1991b). "A propósito de la 'Ruptura de un sistema formado por una frase hecha'". Notas y
estudios filológicos, VI, pp. 73-101.
GARCÍA-PAGE, M. (1992). "Lengua y estilo del Refranero: repetición y (re)creación". Anuario de letras, XXX, pp.
89-131.
GARCÍA-PAGE, M. (1993). "El 'modismo' en la enseñanza del español". Analecta Malacitana, 16, 2, pp. 348-363.
GARCÍA-PAGE, M. (1995). "Fraseologismos oracionales". Contextos, XIII/25-26, pp. 79-92.
GARCÍA-PAGE, M. (1996a), "Sobre las variantes fraseológicas en español". Revista Canadiense de Estudios
Hispánicos, XX, 3, pp. 477-490.
GARCÍA-PAGE, M. (1996b), "Más sobre la comparativa fraseológica en español". LEA, XVIII/1, pp. 49-77.
GARDINER, A. H. (1932=1951). Langage et acte de langage. Lille, Presses Universitaires de Lille.
GARRIDO MORAGA, A. M. (1989). "Fraseología y enseñanza". Boletín de la Asociación Europea de profesores de
Español, XIX-XX, 36-37, pp.67-73.
GARRIDO MORAGA, A. M. (1990). "De nuevo sobre fraseología en los diccionarios". RILCE, IV, pp 7-18.
GELLA, J. (1977). "Datos para una teoría de los dichos". Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, XXXIII,
pp. 119-128.
GILI GAYA, S. (1961=1985). Curso superior de sintaxis española. Barcelona, Vox
GIRY-SCHNEIDER, J. (1987). Les prédicats nominaux en français. (Les phrases simples à verbe support). Genève- Paris,
Librairie Droz.
GLÄSER, R. (1984). "The Translation Aspect of Phraseological Units in English and German". Papers and Studies
in Contrastive Linguistics, 18, pp. 123-134.
GLÄSER, R. (1986a). Phraseologie der englischen Sprache. Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
GLÄSER, R. (1986b). "A plea for phraseo-stylistics". En J. FISIAK (Hom.), Trends in Linguistics, 32: Linguistics
across Historical and Geographical Boundaries, 1: Linguistics Theory and Historical Linguistics. Mouton, De Gruyter.
pp. 41-52.
GÓMEZ TORREGO, L. (1992). "Locuciones innecesarias". El buen uso de las palabras. Madrid, Arco Libros. pp.
109-112.
GONZÁLEZ OLLÉ, F. (1981). "La negación expresiva mediante la oposición sintagmática de género gramatical:
El tipo sin dineros ni dineras y sus variantes". En COSERIU, E. (Hom.), Logos Semantikos. Madrid, Gredos. pp.
216-237.
GORCY, G. ; R. MARTÍN; J. MAUCOURT; R. VIENNEY, (1970). "Le traitement des 'groupes binaires'". Cahiers de
lexicologie, XVII, 2, pp. 15-46.
GRADY, M. (1971). "An English Idiom: Subject-Object_Object-Actor". Linguistics, 73, pp. 44-45.
Gran diccionario de la lengua española. Barcelona, Larousse Planeta, 1996.
GRÉCIANO, G. (1983). Signification et dénotation en allemand. La sémantique des expressions idiomatiques. Paris,
Klincksieck.
GRÉCIANO, G. (1984a). "L'irreductibilité de l'expression idiomatique vivante à sa paraphrase: indice de la
pluralité de ses dimensions sémantiques et de l'appel à une étude pragmatique de son contenu". Recherches
linguistiques, X, pp. 107-122.
GRÉCIANO, G. (1984b). "Ins Bockshorn jagen. À propos de la délimitation de l'idiome". Verbum, VII, 1, pp. 63-79.
GRÉCIANO, G. (1984c). "Pour un apprentissage des unités phraséologiques". Nouveaux cahiers d'allemand, 2, pp.
95-113.
GRÉCIANO, G. (1986a). "Les inférences de l'idiome". Travaux de Linguistique et de Littérature, 24, 1, pp. 139-153.
GRÉCIANO, G. (1986b). "Actualités phraséologiques". Verbum, IX, 3, pp. 319-340.
GRÉCIANO, G. (1986c). "Déterminants et idiomes". Recherches linguistiques, XI, pp. 73-83.
GRÉCIANO, G. (1987a). "Das Idiom als Superzeichen. Pragmatische Erkenntnisse un ihre Konsequenzen". En
BURGER, H.; ZETT, R. (Hrsg.), Aktuelle Probleme der Phraseologie, (Symposium 27.-29. 9. 1984 in Zürich), Bern,
Peter Lang, pp. 41-57.
GRÉCIANO, G. (1987b). "Idiom und sprachspielerische Textkonstitution". En KORHONEN, J. (Hrsg. ). (1987).
pp. 193-206.
GRÉCIANO, G. (éd.). (1989). EUROPHRAS 88. Phraséologie contrastive. Actes du Colloque International.,
(Klingenthal-Strasbourg, 12-16 mai 1988), Strasbourg. Université des Sciences Humaines. Département
d´Études Allemandes.
GREIMAS, A. J. (1960). "Idiotismes, proverbes, dictons". Cahiers de lexicologie, II, pp. 41-61.
GREIMAS, A. J. (1966). "Esquisse d'une morphologie du français (en vue de sa description mécanographique)".
Linguistics, 22, pp. 34-59.
GREIMAS, A. J. (1970a). "Les proverbes et les dictons". Du sens. Essais sémiotiques. Paris, Éditions du Seuil.
GREIMAS, A. J. (1970b). "Pour une théorie du récit mytique". Communications, 8.
GRIMES, J. E. (1988). "Information dependencies in lexical subentries". En EVENS, M. W., (ed.). Relational Models
of the Lexicon. New York, Cambridge University Press. pp. 167-181.
GROSS, G. (1988). "Degré de figement de noms composés". Langages, 90, pp. 57-72.
GROSS, M. (1976). "Sur quelques groupes nominaux complexes". En CHEVALIER, J. C.; M. GROSS, (eds.),
Méthodes en grammaire française. Paris, Klincksieck.
GROSS, M. (1981). "Les bases empiriques de la notion de prédicat sémantique". Langages, 63, pp.7-52.
GROSS, M. (1984). "Une classification des phrases "figées" du français". En ATTAL, P.; C. MULLER, (eds.), De la
Syntaxe à la Pragmatique, (Actes du Colloque de Rennes, Université d'Haute-Bretagne). Amsterdam, John
Benjamins Publishing Company, pp. 141-180.
GROSS, M. (1985). "Sur les déterminants dans les expressions figées". Langages, 79, pp. 89-117.
GROSS, M. (1986a). "Lexique-grammaire et adverbes: deux exemples". Revue québécoise de linguistique, 15, 2, pp.
209-311.
GROSS, M. (1986b). Grammaire transformationnelle du français. 3-Syntaxe de l'adverbe. Paris, ASSTRIL.
GROSS, M. (1986c). "Les nominalisations d'expressions figées". Langue Française, 69, pp. 64-84.
GROSS, M. (1988). "Les limites de la phrase figée". Langages, 90, pp. 7-22.
GUILBERT, L. (1974). "Grammaire générative et néologie lexicale". Langages, 36, pp. 34-44.
GUILBERT, L. (1975). La créativité lexicale. Paris, Larousse.
GUIRAUD, P. (1962). Les locutions françaises. Paris, Presses Universitaires de France.
GUITLITZ, A. (1974). Curso de lexicología de la lengua española contemporánea. Moscú, Vishaya Shkola.
GUMPEL, L. (1974). "The Structure of Idioms: a Phenomenological Approach". Semiotica, 12, 1, pp. 1-40.
GÜNTER, K. (1981). "Die sowjetische Forschung zur Phrasembildung im Russischen". Sprachwissenschaftliche
Informationen, 2, pp. 103-111.
HÄCKI, A. (1987). "Alltägliche Verstehens- und Erklärungsstrategien bei Phraseolgismen". En BURGER, H.;
ZETT, R. (Hrsg.), Aktuelle Probleme der Phraseologie, (Symposium 27.-29. 9. 1984 in Zürich), Bern, Peter Lang,
pp. 59-77.
HÄUSERMANN, J. (1977). Phraseologie. Hauptprobleme der deutschen Phraseologie auf der Basis sowjetischer
Forschungsergebnisse. Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
HÄUSERMANN, J. (1987). "Phraseologismen und Sprichwörter als Formulierungshilfe in der argumentativen
Rede". En BURGER, H.; ZETT, R. (Hrsg.), Aktuelle Probleme der Phraseologie, (Symposium 27.-29. 9. 1984 in
Zürich), Bern, Peter Lang, pp. 79-95.
HELBIG, G. (1979). "Probleme der Beschreibung von Funktionsverbgefügen im Deutschen". DaF, 5, pp. 273-285.
HELLER, D. (1973). "Idiomatik". Lexikon der germanistischen Linguistik. Tübingen, Max Niemeyer Verlag. pp. 175-
183.
HERNANDO CUADRADO, L. A. (1990). "Sobre las unidades fraseológicas en español". Actas de la SEL, (XX
Aniversario), (Tenerife, 2-6 de abril de 1990). Madrid, Gredos, pp. 537-547.
HERRERO, M. (1943). "Nota a Cervantes: corriente y moliente". RFE, XXVII, pp. 93-94.
HERRLITZ, W. (1973). Funktionsverbgefüge vom Typ 'in Erfahrung bringen'. Ein Beitrag zur generativ-
transformationellen Grammatik des Deutschen. Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
HERVEY, S. G. J. ; J. W. MULDER, (1973). "Pseudo-Composites and Pseudo-Words: Sufficient and Necessary
Criteria for Morphological Analysis". La linguistique, 9, 1, pp. 41-70.
HJELMSLEV, L. (1943=1984). Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Madrid, Gredos.
HOCKETT, C. F. (1958). "Las palabras". Curso de lingüística moderna. Buenos Aires, Eudeba. pp. 168-177.
HOCKETT, C. F. (1956). "Idiom Formation". For Roman Jakobson. The Hague, Mouton. pp. 222-229.
HOLZINGER, H. (1993a). "Probleme der kontrastiven Phraseologie deutsch-spanisch am Beispiel somatischer
Phraseologismen". Revista de Filología Alemana, 1, pp. 155-167.
HOLZINGER, H. (1993b). "Phraseologismen im Fremdsprachenunterricht". Revista del Departamento de Filología
Moderna, 4, pp. 7-22.
HOLZINGER, H. (1994). "Phraseologismen im Deutschunterricht fur Spanischsprechende". DaF aus spanischer
Sicht. Primeres Jornades sobre l'Ensenyament de l'Alemany en Contextos Hispànics: Perspectives Metodològiques,
Barcelona, UAB. pp. 98-112.
HUNDT, Ch. (1992). Untersuchungen zur portugiesischen Phraseologie auf der Basis von Wörterbucheintragungen,
Monographien, Pressetexten und belletristischen Texten. Leipzig, (Dissertation [Tesis Doctoral]).
IRIBARREN, J. M. (1956). El por qué de los dichos. (Sentido, origen y anécdota de los dichos, modismos y frases
proverbiales de España). Madrid, Aguilar.
ISACENKO, A. V. (1948). "Morphologie, syntaxe et phraséologie". Cahiers Ferdinand de Saussure, 7, pp. 17-32.
JAÉN, V. (1987). Verbos españoles. Salamanca, Publicaciones del Colegio de España.
JAKOBSON, R. (1957=1975). "Los conmutadores, las categorías verbales y el verbo ruso". Ensayos de lingüística
general. Barcelona, Seix Barral. pp. 302-332.
JAKSCHE, H.; A. SIALM; H. BURGER, (Hrsg.), (1981). Reader zur sowjetischen Phraseologie. Berlin, Walter de
Gruyter.
JESPERSEN, O. (1924=1975). La filosofía de la gramática. Barcelona, Anagrama.
JIMÉNEZ JULIÁ, T. (1981). "A propósito de la gramática funcional de Simon C. Dik". Verba, 8.
KARCEVSKIJ, S. (1936=1964). "Sur la nature de l'adverbe". En VACHEK, J. A. (ed.). Prague School Reader in
Linguistics. Bloomington, Indiana University Press. pp. 360-365.
KATZ, J. J. (1973). "Compositionality, Idiomaticity and Lexical Substitution". En ANDERSON, R. ; R.
KIPARSKY, (ed.), A Festschrift for Morris Halle. New York, Rinehart and Winston, Inc.
KATZ, J. J. ; P. M. POSTAL, (1963). "Semantic Interpretation of Idioms and Sentences Containing them". M. I. T.
Research Laboratory of Electronics. Quaterly Progress, Report 70, pp. 275-282.
KLEIBER, G. (1990). La sémantique du prototype (catégories et sens lexical). Paris, PUF.
KOPYLENKO, M. M. (1973). Socetaemost' leksem v russkom jazyke. Possobie dlja studentov. Moskva.
KORHONEN, J. (Hrsg.), (1987). Beiträge zur allgemeinen und germanistischen Phraseologieforschung.
(Internationales Symposium in Oulu 13.-15. Juni 1986), Oulu, Universität.
KORHONEN, J. (Hrsg.), (1992a). Phraseologie und Wortbildung-Aspekte der Lexikonerweiterung, (finnisch-deutsche
sprachwissenschaftliche Konferenz, 5.-6. Dezember 1990 in Berlin), Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
KORHONEN, J. (1992b). "Idiome als Lexikoneinheiten. Eine Auswahl von Beschreibungsproblemen". En
KORHONEN, J. (Hrsg.), Phraseologie und Wortbildung-Aspekte der Lexikonerweiterung, (finnisch-deutsche
sprachwissenschaftliche Konferenz, 5.-6. Dezember 1990 in Berlin), Tübingen, Max Niemeyer Verlag, pp. 1-20.
KORHONEN, J. (Hrsg. ). (1992c). Untersuchungen zur Phraseologie des Deutschen und anderer Sprachen:
einzelsprachspezifisch-kontrastiv-vergleichend. (internationale Tagung in Turku 6.-7. 9. 1991). Frankfurt, Peter
Lang.
KUNIN, A. V. (1970). Anglijskaja frazeologija. Teoreticeskij kurs. Moskva.
KUZNEC, M. D.; J. M. SKREBNEV. Stilistik der englischen Sprache. Leipzig, VEB.
LABELLE, J. (1988). "Lexiques-grammaires comparés: formes verbales figées en français de Québec". Langages,
90, pp. 73-97.
LAKOFF, G. (1987). Women, Fire and Dangerous Things. (What Categories Reveal about the Mind). Chicago and
London, The University of Chicago Press.
LAKOFF, G.; M. JOHNSON, (1980=1991). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid, Cátedra.
LAMIROY, B. (1991). "Principios metodológicos". Léxico y gramática del español. (Estructuras verbales de espacio y
tiempo). Barcelona, Anthropos. pp. 11-37.
LAPESA, R. (1981). "'Alma' y 'ánima' en el Diccionario Histórico de la Lengua Española: su fraseología". En
COSERIU, E. (Hom.). Logos Semantikos. Madrid, Gredos. pp. 223-228.
LAPORTE, E. (1988). "La reconnaissance des expressions figées lors de l'analyse automatique". Langages, 90,
pp.117-126.
LÁZARO CARRETER, F. (1978=1981a). "Literatura y folklore: los refranes". Estudios de lingüística. Barcelona,
Crítica. pp. 207-217.
LÁZARO CARRETER, F. (1978=1981b). "La lengua de los refranes. ¿Espontaneidad o artificio?". Estudios de
lingüística. Barcelona, Crítica. pp. 219-232.
LÁZARO CARRETER, F. (1981). Estudios de lingüística. Barcelona, Crítica.
LENZ, R. (1920=1935). La oración y sus partes. Madrid, CSIC.
LESKA, O. (1966). "'Le centre' et 'la périphérie' des différents niveaux de la structure linguistique". TCLP, II: Le
problème du centre et de la périphérie du système de la langue, pp. 52-57.
LIPKA, L. (1977). "Lexikalisierung, Idiomatisierung und Hypostasierung als Probleme einer synchronischen
Wortbildungslehre". En BREKLE, H. E.; D. KASTOVSKY, (eds.), Perspectiven der Wortbildungsforschung. Bonn,
Bouvier Verlag Herbert Grundmann. pp. 155-164.
LIPSHITZ, E. (1978). "Réflexions sur la synonimie lexicale", Cahiers de lexicologie, 32, 1, pp. 103-117.
LIPSHITZ, E. (1981). "La nature sémanto-structurelle des phraséologismes analytiques verbaux". Cahiers de
lexicologie, I, 38, pp. 35-44.
LOFFLER-LAURIAN, A. M. ; L. PINHEIRO LOBATO; M. L. TUKIA, (1979). "Pour un étude contrastive des
lexies complexes: cas particulier des lexies à chiffres en français, portugais et finnois". Cahiers de lexicologie, 34,
1, pp. 61-75.
LÓPEZ GARCÍA, Á. (1984=1990). "La estructura formal del modismo". Nuevos estudios de lingüística. Murcia,
Universidad. pp. 193-205.
LÓPEZ GARCÍA, Á. (1989). Fundamentos de lingüística perceptiva. Madrid, Gredos.
LYONS, J. (1977=1980). Semántica. Barcelona, Teide.
MAHMOUDIAN, M. (1975). "À propos de syntagme et synthème". La linguistique, 11, 1, pp. 51-73.
MAKKAI, A. (1969). "The two Idiomaticity Areas in English and their Membership: a Stratificational View".
Linguistics, 50, pp. 44-58.
MAKKAI, A. (1972). Idiom Structure in English. Mouton, The Hague.
MAKKAI, A. (1978). "Idiomaticity as a Language Universal". Universal of Human Language, III, pp. 401-448.
MALKIEL, Y. (1959). "Studies in Irreversible Binomials". Lingua, 8, pp. 113-160.
MARCOS, F. (1980). Curso de gramática española. Madrid, Cincel.
MARINER, S. (1968). "El femenino de indeterminación". Actas del XI Congreso Internacional de Lingüística y
Filología Románicas. Madrid, pp.1297-1313.
MARTÍN MINGORANCE, L. (1983). "Las unidades sintagmáticas verbales en inglés y en español. Metodología
de análisis". Actas del I Congreso Nacional de Lingüística Aplicada. Tendencias actuales en las aplicaciones de la
lingüística, Madrid, SGEL. pp. 211-220.
MARTÍN ZORRAQUINO, Mª. A. (1986). "Sobre algunas expresiones fijas con nombres de animal en el español
coloquial moderno". Estudios en homenaje al Dr. Antonio Beltrán Martínez. Zaragoza, Universidad de Zaragoza.
pp.1259-1263.
MARTINET, A. (1962=1971). El lenguaje desde el punto de vista funcional. Madrid, Gredos.
MARTINET, A. (1967). "Syntagme et synthème". La linguistique, 2, pp. 1-14.
MARTINET, A. (1968a). "Mot et synthème". Lingua, XXI, pp. 294-302.
MARTINET, A. (1968b). "Composition, dérivation et monèmes". Estudios de sintaxis funcional. Madrid, Gredos.
MARTINET, A. (1985=1987). Sintaxis general. Madrid, Gredos.
MARTÍNEZ DE SOUSA, J. (1987). "Locuciones". Dudas y errores del lenguaje. Madrid, Paraninfo. pp. 163-193.
MARTÍNEZ MARÍN, J. (1989). "Las expresiones fijas de verbo pronominal en español: el tipo
'verbo+complemento prepositivo'". En LLORENTE, A. (Hom.), PHILOLOGICA. Salamanca, Universidad. pp.
179-193.
MARTÍNEZ MARÍN, J. (1990). "Las expresiones fijas del español y la relación de antonimia". Actas del Congreso
de la SGEL (XX Aniversario), (Tenerife, 2-6 de abril de 1990). Madrid, SGEL. pp. 622-629.
MARTÍNEZ MARÍN, J. (1991). "Las expresiones fijas verbales en el habla culta de Caracas". En HERNÁNDEZ,
C.; G. P. GRANDA; C. HOYOS; V. FERNÁNDEZ; D. DIETRICK; I. CABALLERA, (eds.), El español de América
(Actas del III Congreso Internacional de El Español de América, Valladolid, 3 al 9 de Julio de 1989).
Valladolid, Junta de Castilla y León. pp. 807-813.
MARTÍNEZ MARÍN, J. (1996). Estudios de fraseología española. Málaga, Ágora.
MATESIC, J. (Hrsg.) (1983a), Phraseologie und ihre Aufgaben, (Beiträge zum 1. Internationalen Phraseologie-
Symposium vom 12. bis 14. Oktober 1981 in Mannheim), Heidelberg, Julius Groos Verlag.
MATESIC, J. (1983b). "Zum Stand der geleisteten Forschungsarbeit der Mannheimer Forschungsgruppe". En
MATESIC, J. (Hrsg.), (1993).
MATESIC, J. (1983c). "Zum Terminus und zur Definition der 'phraseologischen Einheit'". en MATESIC, J.
(Hrsg.) (1983). pp. 110-116.
MAUER, E. (1970). Grundlagen der russischen Phraseologie. Leipzig.
McCARTHY, M. (1990). Language Teaching. Oxford, Oxford University Press.
McCARTHY, M. (1991). Discourse Analysis for Teachers of English. CUP.
MELENDO, A. (1965). "De las locuciones en español". Les langues néolatines, año 59, fascículo 11, mayo-junio
1965, nº173, pp. 1-31.
MÉNDEZ GARCÍA, E. (1990). "Naturaleza gramatical de que en algunas locuciones conjuntivas". Actas de la
SGEL, (XX Aniversario), (Tenerife, 2-6 de abril de 1990). Madrid, Gredos. pp. 668-680.
MENDÍVIL, J. L. (1990a). "El concepto de 'locución verbal' y su tratamiento léxico". Cuadernos de Investigación.
Filología, XVI, 1 y 2, pp. 5-30.
MENDÍVIL, J. L.(1990b). "On the formal structure of idioms". Lynx, 2, pp. 97-110.
MENDÍVIL, J. L.(1990c). "Consideraciones sobre el carácter no discreto de las expresiones idiomáticas". En
MARTÍN VIDE, C. (ed.), VI Congreso de Lenguajes Naturales y Lenguajes Formales, Universitat de Barcelona, pp.
711-735.
MENDÍVIL, J. L. (1993). "Reanálisis, complementos no argumentales y caso abstracto". En MARTÍN VIDE, C.
(ed.), Actas del IX Congreso de Lenguajes Naturales y Lenguajes Formales, Barcelona, PPU. pp. 347-354.
MILITZ, H. M. (1972). "Zur gegenwärtigen Problematik der Phaseologie". Beiträge zur romanischen Philologie, XI,
1, pp. 95-117.
MIR Y NOGUERA, S. J. (1908). "Frase". Prontuario de Hispanismo y Barbarismo. Madrid, pp. 847-852.
MITTWOCH, A. (1971). "Idioms and Unspecified NP Deletion". Linguistic Inquiry, II, 2, pp. 255-259.
MLACEK, J. (1983). "Zur Frage des Verständnisses der Grenzen der Phraseologie". En MATESIC, J. (Hrsg.),
(1983). pp. 133-146.
MOLINER, M. (1983). Diccionario de uso del español. Madrid, Gredos.
MONTES, J. J. (1961). "Reseña a 'La estructura de los giros españoles formados por verbo
transitivo+preposición+sustantivo' de V. V. Vinogradov". Thesaurus, XVI, p. 504.
MOORTGAT, M. (1987). "Compositionality and the Syntax of Words". En GROENENDIJK, J. ; D. DE JONGH;
M. STOKHOF (eds.), Foundations of Pragmatics and Lexical Semantics. Dordrecht, Foris Publications. pp. 41-62.
MORAWSKI, J. (1927). "Les formules rimées de la langue espagnole". RFE, XIV, pp. 113-133.
MORAWSKI, J. (1929). "Les formules apofhoniques en espagnol et en roman". RFE, XVI, 4, pp. 337-365.
MORERA, M. (1988). Estructura semántica del sistema preposicional del español moderno y sus campos de usos. Puerto
del Rosario, Servicio de Publicaciones del Excmo. Cabildo Insular de Publicaciones de Fuerteventura.
MOSKAL'SKAJA, O. (1975). "Fixed Word Combinations of Serial Formation as Objects of Grammar". Linguistics,
143, pp. 49-60.
MÜLLER, R. (1992). "Phraseologismen als ein möglicher Messfaktor des Fachlichkeitsgrades von Fachtexten -
dargestellt am Kommunikationsbereich der Humanmedizin im Englischen". En GLÄSER, R. (Hrsg.), Aktuelle
Probleme der anglistischen Fachtextanalyse. Frankfurt am Main, Peter Lang. pp. 119-130.
NAGY, G. (1973). "Probleme der Phraseologie". Abriß einer funktionellen Semantik. Paris-The Hague, Mouton. pp.
70-91.
NAGY, W. (1978). "Some Non-Idiom Larger-Than-Word Units In The Lexicon". Papers from the Parassesion on the
Lexicon, CLS, pp. 289-300.
NAVARRO TOMÁS, T. (1974). "Locuciones adverbiales". Manual de entonación española. Madrid, Guadarrama.
pp. 80-82.
NEGREANU, A. (1975). "Idiomaties françaises et roumaines". Cahiers de lexicologie, 27, 2, pp. 117-128.
NEUSTUPNY, J. (1966). "On The Analysis Of Linguistic Vagueness". TCLP, II: Le problème du centre et de la
périphérie du système de la langue, pp. 39-51.
NEWMEYER, F. J. (1972). "The Insertion of Idioms". Papers from de Eight Regional Meeting, CLS, pp. 294-302.
NEWMEYER, F. J. (1974). "The Regularity of Idiom Behavior". Lingua. 34, pp. 327-342.
NUNBERG, G. (1978). "The Syntax of Idioms". The Pragmatics of Reference. Bloomington, Indiana University
Club. pp. 117-135.
OZEGOV, S. I. (1957), "Sobre la estructura de la fraseología". Colección de artículos de fraseología, 2, Moscú (en
ruso).
PALM, Ch. (Hrsg.) (1991), EUROPHRAS 90. Akten der internationalen Tagung zur germanistischen
Phraseologieforschung, (Aske/Schweden 12.-15. Juni 1990), Uppsala, Almqvist and Wiksel International.
PALM, Ch. (1995). Phraseologie. Eine Einführung. Tübingen, Gunter Narr Verlag.
PASTOR, Mª. Á. (1989). "Aproximación lexemática al estudio de las lexías complejas de base verbal". Homenaje al
profesor Antonio Gallego Morell. Granada.
PASTOR, Mª. Á. (1990). Indagaciones lexemáticas: a propósito del campo léxico "asir". Granada, Universidad.
PAWLEY, A. ; F. H. SYDER, (1983), "Two puzzles for linguistic theory: nativelike selection and nativelike
fluency". En RICHARDS, C.; R. W. SCHMIDT, (eds.), Applied Linguistics and Language Study. New York,
Longman. pp. 191-226.
PEIRA, P. (1988). "Notas sobre la lengua de los refranes". En ZAMORA VICENTE, A. , (Hom. ), Historia de la
lengua. El español contemporáneo, I. Madrid, Castalia. pp. 481-489.
PENADÉS, I. (1996), “Las expresiones fijas desde los conceptos centro y periferia de los lingüistas praguenses”.
En CASAS, M. (ed.), I Jornadas de lingüística. Cádiz, Universidad.
PENADÉS, I. (e. p.) “Aproximación pragmática a las unidades fraseológicas”. Homenaje al profesor Roldán.
PERROT, J. (1968). "Le lexique". Le langage. Paris, Gallimard, La Pléiade. pp. 283-299.
PERUZZI, E. (1954). "A Locutional Contamination". Word, 10, 1, pp. 35-42.
PHAL, A. (1964). "Les groupes de mots et les problèmes qu'ils posent dans la préédition de textes scientifiques
destinés à l'analyse mécanographique". Cahiers de lexicologie, IV, 1, pp. 45-60.
PHUC DONG, Q. (J. D. MACCAWLEY), (1971). "The Applicability of Transformation to Idioms". Papers from de
Seventh Regional Meeting, CLS, Chicago, University of Chicago. pp. 198-205.
PIAGENTINI, J. A. (1981). "La création des synthèmes publicitaires et leur intégration dans le langage courant".
La linguistique, 17, 1, pp. 49-73.
PILZ, K. D. (1978). Phraseologie. Versuch einer interdisziplinären Abgrenzung, Begriffsbestimmung und
Systematisierung unter besonderer Berücksichtigung der deutschen Gegenwartssprache. Göppingen, Verlag Alfred
Kümmerle.
PILZ, K. D. (1981). Phraseologie. Redensartenforschung. Stuttgart, Metzler.
PILZ, K. D. (1991). "Phraseologie in der (regionalen) Tageszeitung". En PALM, Ch. (Hrsg.) (1991). pp. 181-193.
PINA, V. (1990). "El modismo: perfil y carta de naturaleza". En RODRÍGUEZ, F. (ed.), Estudios de Filología
Inglesa. Homenaje a Jesús Marcos Pérez. Alicante, Dpto. de Filología Inglesa. pp. 145-156.
PINTORI OLIVOTTO, A. (1990). Modismos, locuciones y expresiones idiomáticas: un estudio contrastivo italiano-
castellano. Universidad Autónoma de Barcelona. (Tesis Doctoral).
PIOT, M. (1988). "Conjonctions de subordination et figement". Langages, 90, pp. 39-56.
POLÁK, V. (1949-51). "La périphrase verbale des langues de l'Europe occidentale". Lingua, II, pp. 64-73.
POLENZ, P. von, (1963). "Funktionsverben im heutigen Deustch. Sprache in der rationalisierten Welt".
Wirkendes Wort, Beiheft 5, Düsseldorf.
PONS, S; L. RUIZ (1995) "Escalas morfológicas o escalas argumentativas", EA, 64-65, pp. 53-74.
POPELA, J. (1966). "The Functional Structure Of Linguistic Units And The System of Language". TCLP, II: Le
problème du centre et de la périphérie du système de la langue, pp. 71-80.
POTTIER, B. (1970). "Structures syntaxiques et unités sémantiques". Travaux de linguistique et de littérature, VIII,
1, pp. 241-245.
POTTIER, B. (1974=1976). Lingüística general. Madrid, Gredos.
POTTIER, B. (1975). Gramática del español. Madrid, Alcalá.
RAE. (1931). Gramática de la lengua española. Madrid, Espasa-Calpe.
RAE. (1973=1986). Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid, Espasa- Calpe.
RAE. (1992). Diccionario de la lengua española. Madrid, Espasa Calpe.
RAYMOND, A. (1989). "Essai d'études des présupositions pragmatiques des expressions idiomatiques
allemandes". En GRÉCIANO, G. (éd. ). (1989). pp. 31- 42.
RENZI, L. (1991). "Espressioni idiomatiche e verbi supporto". Grande grammatica di consultazione, I. Bologna, Il
Mulino.
REY, A. (1973). "La phraséologie et son image dans les dictionnaires de l'âge classique". Travaux de Linguistique
et Littérature, XI, 1, pp. 97-107.
REY, A. (1976). "Structure sémantique des locutions françaises". Actas del XIII Congreso Internacional de
Lingüística y Filología Románicas, (Québec, 1971), Presses de l'Université Laval. pp. 831-842.
REZEAU, P. (1990). "Pour un étude des variantes géographiques et de la phraséologie du français". Cahiers de
lexicologie, 56-57, 1-2, pp. 131-139.
RIFFATERRE, M. (1971-1976). "Función del cliché en la prosa literaria". Ensayos de estilística estructural.
Barcelona, Seix Barral. pp. 193-217.
ROBERTS, M. H. (1944). "The Science of Idiom". Publications of the Modern Language Association of America, 59, pp.
291-306.
ROJO, G. (1983). Aspectos básicos de sintaxis funcional. Málaga, Ágora.
ROSE, J. H. (1978). "Types of Idioms". Linguistics, 203, pp. 55-62.
ROSS, J. R. (1970). "Two Types of Idioms". Linguistic Inquiry, I, 1, pp. 144.
ROTHKEGEL, A. (1973). Feste Syntagmen. (Grundlagen, Strukturbeschreibung und automatische Analyse). Tübingen,
Max Niemeyer Verlag.
RUIZ, L. (1994), "Algunas consideraciones sobre las estrategias de aprendizaje de la fraseología del español
como lengua extranjera". En SÁNCHEZ LOBATO, J.; I. SANTOS, (ed.), Problemas y métodos en la enseñanza del
español como lengua extranjera, (Actas del IV Congreso Internacional de ASELE, Madrid, 7-9 de octubre de 1993).
Madrid, SGEL, pp. 141-151.
RUIZ, L. (1995a). El español coloquial y su fraseología: los sintagmas prepositivos fraseológicos y su incidencia funcional.
Valencia, Universidad (Tesis Doctoral, inédita).
RUIZ, L. (1995b), "En torno a las unidades fraseológicas de Cien años de soledad de G. García Márquez". En RUIZ
J. M.; P. SHEERIN; E. GONZÁLEZ-CASCOS (ed.), XI Congreso Nacional de Lingüística Aplicada ( Valladolid, 27-
31 de abril de 1993). Valladolid, Universidad, 1995, pp. 703-713.
RUIZ, L. (1996a), "Sobre la fraseología coloquial: corpus e investigación". Actas del I Congreso Internacional de
AESLA: el Español: Lengua Internacional, 1492-1992 (Granada, 23-26 de septiembre de 1992), pp. 493-498.
RUIZ, L. (1996b), "Análisis de un corpus fraseológico de Cien Años de Soledad: sus locuciones adverbiales",
Panorama de la Investigació Lingüística a l'Estat Espanyol, (I Congrés de Lingüística General, Valencia, 15-17 de
febrero de 1994), València, Universitat, pp. 62-70.
RUIZ, L. (1997), Las locuciones elativas en el registro coloquial". En BRIZ, A.; J. R. GÓMEZ MOLINA; M. J.
MARTÍNEZ ALCALDE y Grupo Val. Es. Co. (1997), pp. 369-374.
RUIZ, L. (1998), La fraseología del español coloquial. Barcelona, Ariel.
RUIZ, L. (e. p.1) "La creación de locuciones en la construcción textual de la conversación coloquial: su valor
pragmático", Congresso Internazionale di Linguistica e Filologia Romanza, (Palermo, 18-24 de septiembre de 1995).
RUIZ, L. (e. p.2), "Una clasificación no discreta de las unidades fraseológicas del español". En: WOTJAK, G.
(ed.), Fraseología y fraseografía del español actual. Vervuert.
RUIZ, L.; V. CARNEADO; A. Mª. TRISTÁ, (1993), "La fraseología cubana en la computación". Anuario de
Linguïstica Hispánica, IX, pp. 359-365.
RUWET, N. (1983). "De bon usage des expressions idiomatiques dans l'argumentation en syntaxe générative".
Recherches linguistiques, XI, pp. 5-84.
SABITOVA, M. (1976). Untersuchungen zur Struktur und Semantik prhaseologischer Lexemverbindungen in der
deutschen Gegenwartssprache. Leipzig, (Dissertation (Tesis Doctoral)).
SABRSULA, J. (1966). "Un problème de la périphérie du système morphologique: à propos des formations
prémorphologiques". TCLP, II: Le problème du centre et de la périphérie du système de la langue, pp. 183-192.
SADOCK, J. M. (1972). "Speech Act Idioms". Papers from de Eight Regional Meeting, CLS, pp. 329-339.
SALILLAS, R. (1896). El delincuente español. El lenguaje. (Estudio filológico, psicológico y sociológico). Madrid,
Victoriano Suárez, librero.
SALVÁ, V. (1830=1988). Gramática de la lengua castellana. Madrid, Arco-Libros.
SALVADOR, V. (1993). "Fraseologia, metàfora i contacte de llengües". Mètode, 4.
SALVADOR, V. (1995). "De la fraseologia a la lingüística aplicada". Caplletra, 18, pp. 11-29
SALVADOR, V. ; J. V. CALATAYUD, (1994), "Fraseología y modelos cognitivistas en lingüística aplicada: por
un contrastivismo funcional". (en prensa).
SAN'SKIJ, N. M. (1963). Frazeologuii sovremennogo russkogo yazika. Moskva.
SÁNCHEZ MÁRQUEZ, M. J. (1977). Guía gramatical del español. Buenos Aires, Ediar.
SÁNCHEZ Y ESCRIBANO, E. (1936). "Dialogismos paremiológicos castellanos". RFE, XXIII, pp.275-291.
SANDIG, B. (Hrsg.) (1994), Europhras 92. Tendenzen der Phraseologieforschung. Bochum, Universität Dr. N.
Brockmeyer.
SANDRU, T. (1982). "Observaciones sobre el español coloquial: construcciones de valor superlativo". Revue
Roumaine de Linguistique, 27, 4, (Volume publiée à l'occasion du XIIIº Congrès International des Linguistes,
Tokyo), pp. 293-299.
SAUSSURE, F. de, (1916=1986). Curso de lingüística general. Buenos Aires, Losada.
SCHENK, A. (1986). "Idioms in the Rosetta Machine Translation System", Proceedings of Coling'86. Bonn,
University.
SCHMID, A. (1984). Ein Beitrag zur Phraseologie des Französischen. Syntaktisch-semantische Untersuchung zu mettre
in festen Verbindungen. Innsbruck, AMOE.
SCHMIDT, V. (1968). Die Streckformen des deutschen Verbums. Substantivisch-verbale Wortverbindungen in
plublizistischen Texten der Jahre 1948 bis 1967. Halle.
SECO, M. (1972). Gramática esencial del español. Madrid, Aguilar.
SECO, R. (1930=1982). Manual de gramática española. Madrid, Aguilar.
SEELBACH, D. (1990). "Some Remarks on Developing Multi-word Dictionaries (French-German)". Lynx, 2, pp.
45-71.
SEELBACH, D. (1991). "Zum Entwicklung von bilingualen Mehrwortlexika Frz-Dtsch: Stützverbkonstruktionen
und adverbiale Ausdrücke". En RIEGER; SCHÄDER, (Hrsg.), Lexikon und Lexikographie. Hildesheim, pp. 179-
207.
SEIDL, J. (1978). English Idioms and How to Use Them. Oxford, Oxford University Press.
SEILER, F. (1922), Deustche Sprichwörterkunde. München.
SICK, Ch. (1992). Adverbiale Phraseologismen des Englischen. Tübingen, Gunter Narr Verlag.
SIMONIN, V. (1989). "Histoire de la classification des phraséologismes dans les pays de l'actuelle Yougoslavie:
motivations et réalisations". En GRÉCIANO, G. (éd.). (1989). pp. 431-440.
SKELTON, R. B. (1971). "La locución adverbial "de en balde" y la fusión fonética". BRAE, LI, pp. 459-473.
SKULTÉTY, J. (1978). "El reino animal en las comparaciones fraseológicas (basándose en la lengua española).
Philologica, XXIX, pp. 97-107.
SKULTÉTY, J. (1990). "Algunas consideraciones sobre la fraseología en el español de América". Philologica, XL,
pp. 79-107.
SKYTTE, G. (1988). "Italienisch: Phraseologie". En HOLTUS, G.; M. METZELIN; C. SCHMITT, Lexikon der
Romanistischen Linguistik. Tübingen, Max Niemeyer Verlag. pp. 75-83.
SPENCE, N. (1969). "Composé nominal, locution et syntagme libre". La linguistique, 2, pp. 5-26.
STEDJE, A. (1987). "Sprecherstrategien im Spiegel der Phraseologie". En KORHONEN, J. (Hrsg.). (1987), pp. 91-
109.
STEFFENS, D. (1989). "Untersuchung zur Phraseologie der deutschen Gegenwartssprache unter
lexikographischem Aspekt". Beiträge zur Erforschung der deutschen Sprache, 9, pp. 57-78.
STERNKOPF, J. (1991). "Paarformel vs. verbaler Phraseologismus". Beiträge zur Erforschung der deutschen Sprache,
10, pp. 124-132.
STERNKOPF, J. (1992). "Bedeutungsschichten in phraseologischen Einheiten". DaF, 29, 2, pp. 95-99.
STRÄSSLER, J. (1982). Idioms in English. A Pragmatic Analysis. Tübingen, Gunter Narr Verlag.
SUPRUN, A. (1970). "La locución idiomática y el contexto (basándose en el idioma español)". Actelé celui de -al
XII- Lea Congres International de Linguistica si Filologil Romanica, (Bucarest, 1968), Editura Acadeimei, Republicii
Socialiste. pp. 919-924.
TARABA, J. (1990). "Fonction distinctive des mots-outils dans les locutions idiomatiques françaises". Philologica,
XL, pp. 125-148.
TEJERA, M. J. (1988). "La frase proverbial, un problema de clasificación". Noticias Culturales, 35, pp. 31-32.
TELIJA, V. N. (1975). "Die Phraseologismen der Sprache. Der Gegenstand der Phraseologie". En ZIKMUND, H.;
G. FEUDEL, (Hrsg.), Allgemeine Sprachwissenschaft, II. München, Salzburg, Wilhem Fink Verlag. pp. 374-429.
THIELEMANN, W. (1996). "El adverbio: pragmática-gramática-léxico: campo conflictivo". En WOTJAK, G. (ed. )
(1996), pp. 59-91.
THUN, H. (1975). "Quelques relations systématiques entre groupements de mots figés". Cahiers de lexicologie, II,
27, pp. 52-71.
THUN, H. (1978). Probleme der Phraseologie (Untersuchungen zur wiederholten Rede mit Beispielen aus dem
Französischen, Italienischen, Spanischen und Rümanischen). Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
THUN, H. (1979). "Der Nutzen einer Klassifikation der fixierten Wortgefüge für den Französischunterricht". Die
Neueren Sprachen, 78, 6, pp. 498-512.
THUN, H. (1981). "Faire école". Logos Semantikos (Studia Linguistica in honorem Eugenio Coseriu (1921- 1981).
Berlín- New York, Walter de Gruyter; Madrid, Gredos.
TOSSAVAINEN, L. (1992). "Zur Rolle der Phraseologismen bei der Nomination". Neuphilologische Mitteilungen,
XCIII, 1, pp. 75-85.
TRISTÁ, A. Mª. (1976-77). "La fraseología como disciplina lingüística". Anuario L/L, 7-8, pp. 155-161.
TRISTÁ, A. Mª. (1979-80). "Estructura interna de las unidades fraseológicas". Anuario L/L, X-XI, pp. 93-104.
TRISTÁ, A. Mª. (1983a). "La metáfora: sus grados de revelación en las unidades fraseológicas". En CARNEADO,
Z.; A. Mª TRISTÁ, (1983), pp. 47-65.
TRISTÁ, A. Mª. (1983b). "Fuentes de las unidades fraseológicas: sus modos de formación". En CARNEADO, Z.;
A. Mª TRISTÁ, (1983), pp. 67-90.
TRISTÁ, A. Mª. (1985). "Fundamentos para una diccionario cubano de fraseologismos". Anuario L/L, XVI, pp.
249-255.
TRISTÁ, A. Mª. (1987). Fraseología en la obra de Raúl Roa. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales.
TRISTÁ, A. Mª. ; Z. CARNEADO; G. PÉREZ, (1986). "Elementos somáticos en la unidades fraseológicas".
Anuario L/L, XVII, pp. 55-68.
TRNKA, B. et alii. (1972=1980). El círculo de Praga. Barcelona, Anagrama.
URRUTIA, H. (1988). "Locuciones verbales en el español de Chile". LEA, X, 2, pp. 249-253.
VACHEK, J. (1966). "On The Integration of the Peripherial Elements Into The System of Language". TCLP, II: Le
problème du centre et de la périphérie du système de la langue, pp. 23-37.
VAN WYK, E. B. (1968). "Notes on Word Autonomy". Lingua, 21, pp. 543-557.
VARELA, F.; H. KUBARTH, (1994). Diccionario fraseológico del español moderno. Madrid, Gredos.
VERA LUJÁN, A. (1990). "Sobre la condición no-discreta de las unidades lingüísticas". Las construcciones
pronominales pasivas e impersonales en español. Murcia, Universidad. pp. 58-68.
WAGNER, M. L. (1933). "Über die Unterlagen der romanischen Phraseologie (im Anschluß an des Petronius
"Satyricon"). Volkstum und Kultur der Romanen, VI, pp. 1-26.
WALBE, U. (1992). "Phraseologische Einheiten und Intertextualität im journalistischen Text". en GLÄSER, R.
(Hrsg. ), Aktuelle Probleme der anglistischen Fachtextanalyse. Frankfurt am Main, Peter Lang. pp. 131-137.
WEINREICH, U. (1966=1969). "Problems in the Analysis of Idioms". En PUHVEL, J. (ed.), Substance and Structure
of Language. Berkeley and Los Angeles, University of California Press. pp. 23-81.
WELLER, F. R. (1979). " 'Idiomatizität' als didaktisches Problem des Fremdsprachenunterrichts- erläutert am
Beispiel des Französischen". Die Neueren Sprachen, 78, 6, pp. 530-554.
WELTE, W. (1990). Englische Phraseologie und Idiomatik: ein Arbeitsbuch mit umfassender Bibliographie. Frankfurt am
Main, Peter Lang.
WIDLAK, S. (1968). "Le fonctionnement de l'euphemisme et la théorie du champ linguistique: domaine roman".
Actas del XI Congreso Internacional de Lingüística y Filología Románicas. Madrid, pp. 1031-1052.
WIERZBICKA, A. (1991). "Fixed expressions". Cross-Cultural Pragmatics. The Semantics of Human Interaction.
Berlin-New York, Mouton de Gruyter. pp. 245-247.
WOOD, F. T. (1967). English Prepositional Idioms. London, Macmillan.
WOOD, F. T. ; R. J. HILL, (1969=1979). Dictionary of English Colloquial Idioms. London, Macmillan.
WOTJAK, B. (1985). "Zu Inhalts- und Ausdrucksstruktur ausgewählter somatischer Phraseolexeme (1), (2)". DaF,
4, pp. 216-223; 5, pp. 270-277.
WOTJAK, B. (1986). "Zur einer integrativen Mehrebenenbeschreibung von Phraseologismen". DaF, 6, pp.326-
331.
WOTJAK, B. (1989). "Ansatz eines modular-intergrativen Beschreibungsmodells für verbale Phraseolexeme
(PL)". En GRÉCIANO, G. (éd. ). (1989). pp. 459-467.
WOTJAK, B. (1992a). Verbale Phraseolexeme in System und Text. Tübingen, Max Niemeyer Verlag.
WOTJAK, B. (1992b). "Probleme einer konfrontativen Phraseologieforschung am Beispiel verbaler
Phraseolexeme (PL)". En KORHONEN, J. (Hrsg. ). (1992c). pp. 39-60.
WOTJAK, G. (1983). "En torno a la traducción de unidades fraseológicas (con ejemplos tomados del español y el
alemán)". Linguistische Arbeitsberichte, 40, pp. 56-80.
WOTJAK, G. (1984). "No hay que estarse con los brazos cruzados. Algunas observaciones acerca del significado
de expresiones idiomáticas verbales del español actual". Linguistische Arbeitsberichte, 45, pp. 75-84.
WOTJAK, G. (1985). "Algunas observaciones acerca del significado de expresiones idiomáticas verbales en el
español actual". Anuario de Lingüística Hispánica, I, pp. 213-225.
WOTJAK, G. (1988). "Uso y abuso de las unidades fraseológicas". En ZAMORA VICENTE, A. , (Hom. ), Historia
de la lengua. El español contemporáneo, I.
WOTJAK, G. (1989). "Übereinzelsprachliches und Einzelsprachspezifisches bei Phraseolexemen". En
GRÉCIANO, G. (éd.). (1989), pp. 469-483.
WOTJAK, G. (1996). "Circunstantes y modificadores del significado verbal". En WOTJAK, G., (ed.) (1996), pp.
93-114.
WOTJAK, G. , (ed.) (1996), En torno al adverbio español y los circunstantes. (Simposio celebrado en Leipzig, verano
de 1994). Tübingen, Gunter Narr Verlag.
WOTJAK, G. (de.) (1998), Fraseología y fraseografía del español actual. Vervuert.
ZAMORA, F. J. (1993). "Expresiones fraseológicas en una variedad del español estándar". Anuario de Lingüística
Hispánica, IX, pp. 347-357.
ZAMORA, F. J. (1993). "Expresiones fraseológicas en una variedad del español estándar". Anuario de Lingüística
Hispánica, IX, pp. 347-357.
ZGUSTA, L. (1971). Manual of lexicography. The Hague, Mouton.
ZGUSTA, L. (1967). "Multiword Lexical Units". En JUILLAND, A. , (ed.), Word, Linguistics Studies Presented to
André Martinet. pp. 578-587.
ZIERER, E. (1975). "Algunos casos particulares de expresiones adverbiales y modales en los idiomas alemán y
español". Beiträge zur Romanischen Philologie, XIV, 2, pp. 315-317.
ZUKOV, V. P. (1975=1981). "Die Methode der "phraseologischen Applikation" und die Klassifikation des
phraseologischen Sprachmaterials. Zur Frage der systemhaften Beziehungen zwischen Lexik und
Phraseologie". En JAKSCHE, H.; A. SIALM; H. BURGER, (Hrsg.), Reader zur sowjetischen Phraseologie. Berlin,
Walter de Gruyter. pp. 75-90.
ZULUAGA, A. (1975a). "Estudios generativo-transformativistas de las expresiones idiomáticas". Thesaurus, XXX,
1, pp. 1-48.
ZULUAGA, A.(1975b). "La fijación fraseológica". Thesaurus, XXX, pp.225-248.
ZULUAGA, A. (1977). "Pragmatisch Fixierte Ausdrücke". Linguistische Arbeiten, (Semantik und Pragmatik), 2,
(Akten des 11. Linguistischen Kolloquiums, Aachen, 1976), pp. 319-329.
ZULUAGA, A. (1980). Introduccción al estudio de las expresiones fijas. Tübingen,
ZULUAGA, A. (1983). "Empleo de locuciones y refranes en 'La consagración de la primavera', de Alejo
Carpentier". Aspekte der Hispania im 19. und 20. Jahrhundert, (Akten des Deutschen Hispanistenverbandes),
Hamburg, Helmut Buske Verlag, pp. 97-112.
ZULUAGA, A. (1987). "Reproducción de unidades fraseológicas en la narrativa hispanoamericana". Actas del I
Congreso Internacional sobre el Español de América, (San Juan de Puerto Rico, 1982), Academia Puertorriqueña de
la Lengua. pp. 1117-1128.
ZULUAGA, A. (1992). "Spanisch: Phraseologie". en HOLTUS, G. ; M. METZELTIN; Ch. SCHMITT, (Hrsg.),
Lexikon der Romanistischen Linguistik. Tübingen, Max Niemeyer Verlag, pp. 125-131.

También podría gustarte