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I VÍSPERAS DE LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA

LECTURAS DE LA SANTA EUCARISTÍA


DEL 7 DE SEPTIEMBRE DE 2021

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20

Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre:


-« ¿Dónde estás?»
Él contestó:
-«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.»
El Señor le replicó:
-«¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?»
Adán respondió:
-«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí.»
El Señor dijo a la mujer:
-«¿Qué es lo que has hecho?»
Ella respondió:
-«La serpiente me engañó, y comí.»
El Señor Dios dijo a la serpiente:
-«Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el
vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te
herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.»
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

Lc 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55 (R.: 49)


R. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador. R.

Porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mi: su nombre es santo. R.

Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los
soberbios de corazón. R.

Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos
los despide vacíos. R.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia


—como lo había prometido a nuestros padres— en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. R.
SEGUNDA LECTURA

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 1, 12-14

Después de subir Jesús al cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos,
que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Llegados a casa, subieron a la sala, donde se
alojaban: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el
Celotes y Judas el de Santiago.
Todos ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, entre ellas María, la madre de
Jesús, y con sus hermanos.
Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre


de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
-«No les queda vino.»
Jesús le contestó:
-«Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes:
-«Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones
de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
-«Llenad las tinajas de agua.»
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó:
-«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde
venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo:
-«Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están
bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta
ahora.»
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su
gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor.

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