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Introducción
El oficio de las tinieblas es una celebración del oficio divino de carácter triste, que se canta
en la semana santa, principalmente el día miércoles santo, llamado también el miércoles de
las tinieblas, porque durante el oficio se apagan sucesivamente 14 velas en memoria de las
tinieblas que cubrieron la tierra a la muerte del Señor. para ello se utiliza un candelabro
triangular de 15 velas. la punta de la vela, la decimoquinta, representa al cristo. según
varios autores medievales, apagar una vela después de cada salmo significa el abandono de
Jesús por parte de sus seguidores, especialmente en el huerto de los olivos. la liturgia
antigua colocaba el último cirio encendido detrás del altar para retirarlo al final, quizás al
amanecer, simbolizando así la muerte y resurrección del Señor.
RITOS INICIALES
Con las luces apagadas del templo, y encendidas los quinces velas se canta
Canto
Oremos
Rey del cielo, consolador, espíritu de verdad, que estás en todas partes y lo llenas todo,
guardián de bendición y dador de vida, ven y haz tu morada en nosotros, límpianos de toda
impureza y por tu bondad salva nuestras almas.
Asamblea: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal ten piedad de nosotros
Salmo 94
"Ustedes han visto cómo he tratado a los egipcios y que a ustedes los he llevado sobre las
alas del águila para traerlos hacia mí. 5.Ahora, pues, si ustedes me escuchan atentamente y
respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo entre todos los pueblos. Pues el mundo
es todo mío, pero los tendré a ustedes como un reino de sacerdotes, y una nación que me es
consagrada.»"
"yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el
corazón de piedra y les daré un corazón de carne, 20.para que caminen según mis
preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica, y así sean mi pueblo y yo sea su
Dios."
Salmo 21
Deje de cometer injusticias; haga lo que es recto, ponga fin a sus maldades, ¡muestre
misericordia a los pobres! Quizás entonces seguirá viviendo con prosperidad.
Salmo 37
No me abandones, Señor,
Dios mío, no te quedes lejos;
ven aprisa a socorrerme,
Señor mío, mi salvación.
Salmos, 130
Ant. Jesucristo nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre.
Salmo 147
Restauración de Jerusalén
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Salmos, 32
Te confesé mi pecado,
no te escondí mi culpa. Yo dije:
" Ante el Señor confesaré mi falta".
Y tú, tu perdonaste mi pecado,
condonaste mi deuda.
"«Vuelvan a mí con todo corazón, con ayuno, con llantos y con lamentos.» Rasguen su
corazón, y no sus vestidos, y vuelvan a Yavé su Dios, porque él es bondadoso y compasivo;
le cuesta enojarse, y grande es su misericordia; envía la desgracia, pero luego perdona."
Adoremos a nuestro Redentor, que por nosotros y por todos los hombres quiso morir y ser
sepultado para resucitar de entre los muertos, y supliquémosle, diciendo:
Señor y Maestro nuestro, que por nosotros te sometiste incluso a la muerte, enséñanos a
someternos siempre a la voluntad del Padre.
Tú que siendo nuestra vida quisiste morir en la cruz para destruir la muerte y todo su poder,
haz que contigo sepamos morir también al pecado y resucitemos contigo a vida nueva.
Rey nuestro, que como un gusano fuiste el desprecio del pueblo y la vergüenza de la gente,
haz que tu Iglesia no se acobarde ante la humillación, sino que como tú proclame en toda
circunstancia el honor del Padre.
Salvador de todos los hombres, que diste tu vida por los hermanos, enséñanos a amarnos
mutuamente con un amor semejante al tuyo.
Tú que al ser elevado en la cruz atrajiste hacia ti a todos los hombres, reúne en tu reino a
todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres Porque la muerte de Cristo nos ha hecho
agradables a Dios, nos atrevemos a orar al Padre, diciendo:
Padre nuestro…
ORACION
℟ Amén.
℣ El Señor esté con vosotros.
℟ Y con tu espíritu.
℣ La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
℟ Amén.
℣ Podéis ir en paz.
℟ Demos gracias a Dios.