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Filósofo griego, fundador del estoicismo. Hijo de un rico mercader chipriota, siguió
al parecer en su juventud los pasos de su padre y, tras haber perdido gran parte
de su fortuna en un naufragio, resolvió abandonar el comercio y cultivar la filosofía.
Poco satisfecho con las doctrinas que Crates, Estilpón, Jenócrates y Polemón
enseñaban en Atenas, creó su propio sistema filosófico y fundó, aproximadamente
en el año 300, la célebre escuela estoica o del pórtico, así llamada porque impartía
sus enseñanzas bajo un pórtico decorado con pinturas de Polignoto.
El mundo, para Zenón, está penetrado en todos sus puntos de una vitalidad
natural que se manifiesta primariamente en los fenómenos biológicos, que
mantiene unidos cielo y tierra, y determina las vicisitudes de todas las cosas en su
interior. Sin confirmar si es de Zenón o no, sabemos que el punto de vista estoico
sobre el criterio de la verdad, que se debe determinar, ante todo, en lógica, se
halla en las percepciones de los sentidos aprobados por la razón. La ciencia de la
naturaleza se divide en dos principios: uno pasivo, la materia, el cuerpo; otro
activo, Dios, el alma humana. No obstante, el alma es un aire ardiente, y Dios un
principio ígneo universalmente extendido que anima cada cosa, y por su
providencia dirige todos los seres, según las leyes inmutables del orden de la
razón.
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Innovación empresarial
Nació en el seno de una familia pakistaní musulmana sunita. Crio junto a sus
padres y hermanos en su localidad natal. Su padre quería darle todas las
oportunidades que tendría un chico, ziauddin Yousafzai, poeta y profesor, dirigía y
daba clases en un colegio para niñas en su pueblo.
Los extremistas radicales, entre otras cosas, prohibieron que las niñas fueran al
colegio. Malala en enero de ese año se despidió de sus compañeras.
Adrián Hernández Urueta
Inteligente y con un gran corazón. Así coinciden en describir las personas que de
una u otra manera pertenecieron al círculo íntimo de Adrián Hernández Urueta, el
expresidente de Comcel, quien falleció a los 54 años, al parecer por un infarto, la
noche del jueves pasado en Bogotá, tras batallar por años con los efectos de sus
excesos, en medio del abandono de familiares y amigos.
Su historia personal es una de esas de superación que tantas veces hemos leído:
nació pobre en Delicias, Chihuahua, fue albañil, vendedor ambulante, mensajero,
sacó adelante sus estudios de contaduría con esfuerzo y que, con tesón y una alta
dosis de sagacidad y temperamento fuerte, logró una vertiginosa carrera que llegó
hasta las máximas cumbres de la industria de telecomunicaciones de
Latinoamérica.
“El éxito de los negocios se basa en la definición de una estrategia ganadora, que
se ejecuta en equipo con disciplina, con el objetivo de vencer al competidor
entendiendo sus debilidades”, explicaba, dejando en claro su talante competitivo,
al comparar su filosofía de trabajo con el desarrollo de un juego de fútbol
americano.
También desde 1991 hasta el 2009, cuando laboró para el grupo América Móvil y
sus filiales Telmex en México y Comcel en Colombia, país al que llegó en 2001
con una única misión: rescatar una operación deficitaria para el grupo.