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1. Conducta de salud
Existen muchas definiciones de conductas de salud, pero las siguientes son de las más
importantes:
Definición 1.
La conducta de salud es cualquier actividad desarrollada por una persona bajo el
supuesto de que con ello podrá prevenir una enfermedad o podrá detectar su presencia
en una etapa asintomática (Kasl & Cobb, 1996). La persona lleva a cabo conductas de
salud porque tiene una meta (mantener la salud o prevenir la aparición de la
enfermedad).
Definición 2.
La conducta de salud es una conducta desarrollada por un individuo,
independientemente de su estado de salud percibido, con el propósito de proteger,
promover o mantener su salud (Harris & Guten, 1979).
Ambas definiciones hablan de la promoción o mantenimiento de la salud como una
meta cuando se llevan a cabo las conductas de salud. Sin embargo, hay que preguntarse
si todas las conductas de salud las llevamos a cabo bajo la premisa de que queremos
alcanzar una mejor salud, prevenir la enfermedad. No siempre ocurre así; por ejemplo,
hacer ejercicio puede llevarse a cabo por placer, te sientes bien. Hay muchos factores
que explican por qué la persona se marca conductas de salud sin tener como objetivo
alcanzar la salud.
Teniendo esto en cuenta parece que es mucho más adecuado definir las conductas de
salud de una forma un poco distinta. Una definición más elaborada es la de
Matarazzo en 1984, quien diferencia entre patógenos conductuales e
inmunógenos conductuales. Los patógenos conductuales son las conductas o
factores de riesgo y los inmunógenos conductuales que serían las conductas
protectoras.
En primer lugar, habría que preguntarse cuáles son las conductas protectoras
vinculadas a la salud. Para poder realizar un estudio sobre esta cuestión, habría que
llevarlo a cabo de forma longitudinal, a largo plazo y que como VI no solamente mirar
la tasa de mortalidad a largo plazo, así que el aspecto longitudinal aquí cobra mucha
importancia.
Para comprender las conductas protectoras de la salud, se llevó a cabo un estudio: The
Alameda Seven (Belloc & Breslow, 1972; Breslow, 1983).El “Estudio del Condado de
Alameda” es un estudio epidemiológico que se inició a mediados de los años 60 y que
continúa hoy día (Belloc & Breslow, 1972; Breslow, 1983).
Se han seguido 7.000 adultos sanos (de alrededor de 20 años en el momento del
inicio). Tras quince años, se compararon las conductas de aquellos que permanecieron
sanos frente a los que habían enfermado.
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
6.Desayunar
7.No superar un sobrepeso del 10%.
Por otro lado, tenemos las conductas de riesgo para la salud. Un riesgo se puede
definir como un factor que incrementa la probabilidad de obtener un resultado
negativo. Cualquier elemento que puede aumentar la probabilidad de tener un
resultado negativo puede considerarse un riesgo.
Sin embargo, en relación a la salud, ¿todos los riesgos son conductas de riesgo?
Probablemente no. Por ejemplo, los riesgos ambientales no son conductas pero están
relacionados con la salud. Algunos ejemplos de factores de riesgo que no son conducta
son: ciertos gases en el ambiente, ruidos, virus, …
Es cierto que a lo largo del tiempo hemos evolucionado y una gran cantidad de riesgos
se han concentrado en lo que serían conductas de riesgo. Cada vez los riesgos para la
salud dejan de ser más factores de tipo ambiental, biológico, … y se van concentrando
sobre todo en conductas. No obstante, todas las conductas de riesgo no son malas ni a
todos los niveles (por ejemplo, tomar una copa de vino, tomar el sol de vez en cuando,
…).
Otra cuestión importante es que para entender bien la salud hay que comprender que
no todos los factores están igual de próximos a la conducta de salud. Existe la
diferenciación entre influencias distales e influencias proximales.
Las influencias distales pueden actuar de forma lejana sobre las conductas de salud a
través de la modificación de aspectos propios del individuo como creencias o
pensamientos. Ejemplos de influencias distales son: factores sociodemográficos, edad,
sexo, ciertos factores de personalidad de carácter más temperamental.
Hay que diferenciar entre los conceptos de mediación y moderación. Las influencias
distales actúan como variables moderadoras y las influencias proximales
como variables mediadoras.
Mediación
Moderación o interacción
Una variable puede actuar sobre otra a través
de un intermediario (variable mediadora), pero también una variable puede modificar
la magnitud de la relación entre dos variables (actuando como una variable
moderadora).
Por ejemplo, la autoeficacia general probablemente actúe sobre una conducta de salud
y posiblemente lo hará generando una serie de cambios intermedios (establecimiento
de una meta o de un plan de acción). La gente que se siente capaz y competente en
términos generales para llevar a cabo acciones concretas en el mundo es más fácil que
desarrolle una meta en comparación con alguien que no se siente competente y evita la
generación de una meta de salud como es perder peso.
En este ejemplo tenemos un factor distal (autoeficacia general) y uno proximal (meta)
que está mucho más cerca de la conducta de salud. No obstante, la autoeficacia a veces
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
VI predictora
Vb moderadora
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
para la salud ejercería cierto grado de influencia distal sobre estas últimas variables
(Armitage, 2003). Esta misma influencia distal lo haría un constructo relacionado: el
pesimismo disposicional (una tendencia a anticipar resultados negativos) (Gerend y
cols., 2004).
2. Modelos de cambio de conducta
En los modelos de cambio de conducta, existen dos categorías o tipos: modelos socio-
cognitivos y los modelos de etapas de cambio. Los modelos socio-cognitivos son
aquellos que tienen en cuenta tanto la presión grupal como que el factor cognitivo tiene
cierta influencia explicativa sobre la conducta de salud. En cambio, el objetivo de los
modelos de etapas de cambio es explicar la conducta de salud en términos de una serie
de fases, de progresión.
Dentro de los modelos socio-cognitivos se encuentran los siguientes modelos:
Este modelo trata de explicar la probabilidad de que una persona se implique en una
conducta de salud particular. Esto depende tanto de características o variables
demográficas como de otras variables, creencias (percepción de amenaza, la
evaluación conductual, señales para la acción y motivación para la salud).
La percepción de amenaza viene determinada tanto por la susceptibilidad
percibida como por la severidad percibida, que tiene que ver con el grado en el que
una persona percibe que es susceptible de estar expuesto a la aparición de un problema
de salud. Por ejemplo, en cuanto al problema de salud de sobrepeso, la persona se
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
percibe como susceptible de poder tener un problema de salud y el grado en el que ese
elemento le hace susceptible de un problema de salud es más o menos grave.
La evaluación conductual hace referencia al grado en el que percibimos ciertos
beneficios y a la vez ciertas barreras para poder llevar a cabo una acción que nos
puede llevar hacia la salud o hacia la prevención de la enfermedad. Un ejemplo de
beneficio percibido es que si hago dieta perderé peso, mientras que un ejemplo de
barrera percibida es hacer dieta en una familia numerosa teniendo que hacer distintas
comidas, es algo muy sacrificado.
Teniendo en cuenta que previamente he percibido que soy susceptible de desarrollar un
problema de salud y ese problema de salud es grave, la evaluación conductual consistirá
en averiguar en qué medida soy capaz de llevar a cabo las medidas necesarias para
prevenir ese problema teniendo en cuenta los beneficios y barreras percibidas.
Posteriormente, en este modelo se añadieron otros dos elementos que son: las señales
para la acción y la motivación para la salud. Las señales para la acción son
indicadores o disparadores que pueden tener un carácter interno o externo y que le
pueden hacer a la persona tomar conciencia de lo importante que es iniciar una
conducta saludable. Por ejemplo, haber visto un programa en la tele en el que dicen que
es muy importante la dieta o tener un peso adecuado para no desarrollar un trastorno
cardiovascular.
Por último, la motivación para la salud consiste en el grado en el que la persona en
términos generales se siente motivada para llevar a cabo la acción. Por ejemplo, el
grado en el que el mantenimiento de la salud es importante para la persona va a ser un
factor influir en la puesta en marcha de una conducta de salud.
En cuanto a sus aplicaciones, el modelo de creencias de salud ha sido utilizado para
explicar la puesta en marcha de conductas protectoras como el autoexamen
mamario (v.g. Savage & Clarke, 1996), el ejercicio físico (v.g. Saunders y cols., 1997), el
cuidado prenatal (Letherman y cols., 1990) y la adherencia a la dieta en pacientes
cardiacos (Koikkalainen y cols., 1996).
Sin embargo, no ha funcionado tan bien en la explicación de la puesta en marcha de
conductas de riesgo como las relacionadas con la dependencia física (por ejemplo, el
consumo de tabaco; Hoffman y cols., 2008), ni en comparación con la conducta
pasada como indicador (v.g. Abraham y cols., 1996), es decir, no ha demostrado ser
más capaz de explicar la implicación en las conductas de salud de las personas que la
propia conducta pasada (no hay mejor predictor de la conducta futura que la propia
conducta pasada).
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
Este modelo trata de explicar cómo se pasa de la actitud hacia la conducta efectiva y
esto lo plantea a través de una variable fundamental que es la intención de conducta
(variable intermedia). Por ejemplo, explicar cómo pasar de la actitud de “dejar de
fumar es adecuado” a la conducta efectiva “dejar de fumar”. Además, explica que la
intención de conducta iba a ser el producto de la actitud hacia la conducta,
La actitud hacia la conducta depende tanto de las expectativas de resultado
(expectativas positivas y negativas que tiene la persona; por ejemplo, dejar de fumar va
a hacer que mis pulmones estén limpios o si dejo de fumar voy a engordar) como del
valor de resultado (por ejemplo, dejar de fumar va a suponer una limpieza de
pulmones y eso es algo muy importante para mí).
La norma subjetiva va a depender de las creencias normativas (grado en el que
existe una presión del grupo social más inmediato (nuestros iguales) o más alejado (la
sociedad en general), en relación a la conducta) y grado en el que tenemos motivación
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
suficiente para cumplir esa conducta o resistir (depende de cada caso). Es decir, la
norma subjetiva va a depender del grado en el que esa persona se ajusta o tiene
presente esa norma subjetiva del grupo social más o menos inmediato, y el grado en el
que está motivada para ajustarse a dicha norma.
Por último, se encuentra el control conductual percibido que depende de los
factores de control internos y externos percibidos (es decir, grado en el que la
persona se percibe con capacidad para llevar a cabo las acciones necesarias para poder
implementar la conducta).
Según este modelo, estos tres aspectos iban a estar asociados a una intención de
conducta, la cual acabaría produciendo la conducta efectiva. Además, dentro de este
modelo, de forma distal, nos encontramos otros factores como variables
demográficas, personalidad y experiencia.
Por otro lado, en cuanto a sus aplicaciones, este modelo ha sido utilizado de forma
bastante exitosa en la explicación de conductas protectoras como en conductas de
riesgo. Algunas conductas protectoras explicadas son: intención y práctica efectiva de
actividad física por parte de niños (Hagger y cols., 2001), intención de consumo de
frutas y vegetales en adolescentes (Murnaghan y cols, 2010), intención de practicar
ejercicio físico en personas con enfermedades crónicas, uso de oportunidades para la
detección de cáncer de mama y de cuello de útero (Rutter, 2000). Las conductas de
riesgo fundamentalmente explicadas son el consumo de cigarrillos (Godin y cols.,
1992; Norman y cols., 1999) y las relaciones sexuales sin protección (Sheeran y cols.,
1999; MacKellar y cols., 2007).
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
Intenciones de implementación
Este modelo explica mucho mejor la intención de conducta que la propia
conducta. Esto parece que se debe a que este modelo no explica muy bien la
capacidad de los individuos para generar planes que pasen de la meta generada a
la conducta concreta.
Este aspecto lo vamos a tener que encontrar en otro tipo de modelos. Además,
respecto a las intenciones de meta e intenciones de implementación, una
de las razones por las que la gente no traslada sus intenciones en acciones es
porque no hacen planes adecuados sobre cómo, cuándo y dónde
implementarán la acción.
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
Como en cualquier
momento se puede
retroceder a otra
etapa, en términos
gráficos se puede
representar como un
círculo. Por ello, a
este modelo también
se le denomina
modelo de espiral.
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
el grado en el que se da un equilibrio entre las barreras y los beneficios percibidos por
el individuo.
En cuanto a sus aplicaciones, se ha intentado utilizar tanto en conductas
protectoras como la práctica de ejercicio físico en mujeres australianas sedentarias
(Cox y cols., 2003), como en conductas de riesgo como el consumo de cigarrillos
(Segan y cols., 2002).
El problema es que el balance decisional, el indicador propio de este modelo para
explicar la conducta resulta que no funcionó. Sin embargo, la herramienta derivada u
orientada al cambio en el balance decisional, la entrevista motivacional, funciona bien
pero lo que ocurre es que no se ajusta muy bien a todas estas etapas que se plantean en
el modelo. Es decir, en este modelo se va viendo si el balance decisional que se debería
estar dando en cada etapa predice bien la conducta o no, pero resulta que no lo predice
muy bien.
Por lo tanto, respecto a las limitaciones de este modelo podemos decir lo siguiente:
1.- Escasa evidencia favorable a la diferenciación cualitativa entre la etapa
de preparación y de contemplación, o en términos de las actitudes e
intenciones de los individuos supuestamente en tales etapas.
2.- Validez cuestionable de las cinco etapas como categorías discretas:
¿mejor una variable continua de “preparación para el cambio”? Que las
etapas planteadas se tengan que interpretar como categorías discretas no parece que
sea buena idea. Por este motivo, algunos autores plantean que sería mejor hablar de
una variable continua de “preparación para el cambio”. Por eso, en lugar de entender el
balance decisional como algo ligado a una etapa concreta que predice una conducta,
mejor hablar de balance decisional en un momento concreto del sujeto.
3.- Consideración insuficiente de los aspectos sociales de la conducta de
salud.
4.- Intervenciones basadas en TTM escasamente avaladas (Briddle y cols.,
2005).
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enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
7. Estrés y enfermedad
Es uno de los elementos más importantes que explican cómo nuestra actividad mental
puede producir cambios no ligados a la propia conducta. Quizás es el factor que explica
cómo sin llevar a cabo determinado tipo de conductas, se pueden producir ciertos
daños en la salud de una manera muy directa. Sin embargo, no explica todo por lo que
no hay que caer en ese reduccionismo, sino que el estrés tiene un papel moderado en la
explicación de la enfermedad.
El estrés puede actuar por dos vías: directa (cambios en la actividad fisiológica del
organismo que al final producen daños al sistema) e indirecta (generador de cambios
conductuales: consumo de sustancias, mala alimentación, déficit de sueño, conducción
peligrosa, … que también puede producir daños en la salud). En este tema, nos
centraremos en la vía o forma directa.
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
Recuperación y restauración
Se entiende la carga alostática como la acumulación producida en el organismo
(respuestas de daño en el sistema, estructuras, órganos, …) cuando no se supera el
estado de alostasis y no se retorna a la línea base. Esto puede darse en diversas
situaciones y los dos responsables del estrés crónico son: estresores crónicos o
estresores externos permanentes y cogniciones perseverativas. Esto no permite
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
Otro resultado negativo que ocurre como consecuencia del estrés son los efectos
cardiovasculares. Resulta que ambos ejes o sistemas participan en la oclusión
arterial que puede desencaderan en diversas patologías cardiovasculares (por ejemplo,
ictus, ataques al corazón, …).
Por un lado, cuando se liberan catecolaminas, se produce una vasoconstricción para
aumentar la presión arterial que puede estar sujeta a desgarros arteriales si se mantiene
en el tiempo. Por otro lado, las catecolaminas favorecen la viscosidad plaquetaria, que
aumenta la formación de trombocitos o trombos (coágulos que se pueden producir en
un determinado momento).
Sin embargo, si nos centramos en la acción del sistema HHS, nos encontramos con que
los corticoides reclutan energía y eso lo hace a través de la generación de ácidos grasos
saturados. Si esos ácidos no se consumen, entonces se transforman en colesterol que al
final son los responsables de la formación de placas de ateroma.
Si juntamos la vasoconstricción, las placas de ateroma y la formación de coágulos,
entonces se da la oclusión arterial.
Por último, respecto a otros resultados negativos del estrés se encuentran los déficits
cognitivos. En el funcionamiento cognitivo participa el hipocampo, cuya estructura
probablemente sea la que tenga la mayor acumulación de receptores para el cortisol
existentes en el cuerpo. El cortisol actúa sobre el hipocampo inhibiéndolo y
permitiendo que sea la amígdala la que lleve cabo el procesamiento de la información
del medio en condiciones de estrés para que quede fijada como una información
emocionalmente negativa y, por tanto, en el futuro sirva para anticipar futuros riesgos y
peligros. Esto a largo plazo está ligado a una menor actividad del hipocampo y de un
peor procesamiento cognitivo de información compleja. Incluso, se ha visto que a la
larga la presencia de cortisol en esa zona es tóxica ya que produce muerte neuronal.
Además, personas con alto niveles de cortisol en sangre mantenido en el tiempo tienen
un hipocampo más pequeño, más reducido.
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Tema 2. Factores implicados y modelos explicativos de la salud “física” y de la
enfermedad. Parte 1.- Permanencia (o no) en el estado de salud
Se ha visto que a largo plazo los sistemas sobreexpuestos al estrés tienden a liberar
progresivamente menos cortisol, ya que el sistema intenta autoregularse, (se da un
hipocortisolismo). Esto nos lleva a la existencia de personas que han sufrido eventos
traumáticos significativos en la infancia y actualmente son adultos donde sus niveles de
cortisol basal son más bajos.
Además, teniendo en cuenta la capacidad antiinflamatoria del cortisol, la progresiva
menor liberación de cortisol a lo largo de la vida en estas personas va a reducir su
capacidad para responder a la actividad proinflamatoria propias de las catecolaminas y
tienen mayor probabilidad de desarrollar diversos trastornos como artritis reumatoide,
fibromialgia, …
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