INTRODUCCION:
DESARROLLO:
En toda esta situación surgen conceptos que a veces se confunden entre sí. Estas son
las definiciones de cada procedimiento, según lo que dicen las Leyes Autonómicas que
tratan de regular la cuestión y la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente.
Suicidio asistido: forma intencionada y con conocimiento, los medios necesarios para
suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la
prescripción o el suministro de los mismos. Es el paciente, en este caso, el que
voluntariamente termina con su vida. “La muerte es dulce; pero su antesala,
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Psicología y mente [Consulta 19 de junio2021]. Disponible en: https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-
sobre-la-muerte
cruel.” (Camilo José Cela) Esta frase nos indica que lo que resulta cruel y lo que en
realidad es tenido no es la muerte en sí, sino el sufrimiento anterior a ella.
Muerte digna: se produce con todos los alivios médicos adecuados y los consuelos
humanos posibles. También se denomina ortotanasia. No es equivalente a la eutanasia,
porque no es una muerte bajo petición ni a demanda. “Lo único que nos llega con
seguridad es la muerte.” (Gabriel García Márquez) La muerte es algo inevitable que
tarde o temprano todos vamos a experimentar. El resto de cosas que pueden ocurrir no
tienen el mismo nivel de seguridad.
El papel de los médicos en ayudar a una persona a aliviar su sufrimiento puede ser
contradictorio desde el punto de vista de moral y ético ya que ellos se forman para
salvar vidas y velar en pro de la salud. Para reforzar a través de la lectura hay un dato
interesante es que, según encuestas en diferentes países, mientras hay un apoyo
mayoritario de la población para permitir la muerte médicamente asistida, la mayor
parte de los médicos se oponen y, sobre todo, la mayoría de las asociaciones médicas
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El derecho a decidir [Consulta 19 de junio2021]. Disponible en: https://www.medigraphic.com
“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien
usada produce una dulce muerte.” (Leonardo da Vinci)
En esta frase Jung refleja que angustiarse y temer a la muerte es algo normal y no algo
de lo que avergonzarse, puesto que es algo que desconocemos. No ser capaz de verlo
y de sentir la pérdida de la vida como algo dramático no es habitual.
CONCLUSIONES.
Dentro de algunos años, ¿50? Talvez ¿100?, las personas posiblemente que volteen a
ver cómo se morían en las primeras décadas del siglo XXI verán con extrañeza que un
paciente que se daba cuenta que no había marcha atrás en su enfermedad, que sabía
que lo que seguía sólo significaba más sufrimiento, que quería hacer uso de su libertad
para decidir el momento y la forma de su muerte con la única ayuda que quería para
morir acompañado y sin dolor cuando lo decidiera.
La solución a los sufrimientos de las enfermedades no debe pasar por admitir el matar o
la ayuda al suicidio de las personas enfermas. Matar nunca es una solución y aún
menos el suicidio. El reto social y médico está en el desarrollo de una Medicina
Paliativa eficaz, que admita la condición doliente del ser humano y que procure el
control del dolor y el alivio del sufrimiento. Es fundamental expresar el apoyo, mejorar el
trato y los cuidados, y mantener el compromiso de no abandonarle, tanto por parte del
médico, como por los cuidadores, los familiares, y también del entorno social.
BIBLIOGRAFIA.