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C o in p letas
POFSIAS
SOCIFDÄI> l. SISIN0
SELA
OU'S
Lg- Inquietud
dui
1916-
LA INQUIETUD DEL ROSAL
VIDA
Mis nervios estån locos, en
venaslas
La sangre hierve, liquido de fuego
Salta a mis labios donde finge luego
Lo de todas las verbenas.
11
Lo INACABABLE
Mas...
que fue? iJamäs se recupera!
flo
iY toda primavera que se esboza
Es un cadåver mås que adquiere Vida
Y es un capullo mis que se deshoja!
con mis veintid6s de juventucl divi
Yo tendrfa que ser una planta lozana na Mirad c6mo se rien y c6mo me senalan
Porque 10 digo asf: (Las ovejitas balan
Que arraigada en la tierra fertilisima y Sana Porque ven que una loba ha entrado en el corral
Floreciera Cien rosas de ilusi6n cristalina
Y saben que Ias lobas vienen del matorral) .
57
El Dulce
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TUS DARDOS
102
Tü ME QUIERES BLANCA Me pretendes blanca
(Dios te 10 perdone)
Me pretendes casta
(Dios te 10 perdone)
Tü me quieres alba, iMe pretendes alba!
Me quieres de espumas,
Me quieres de näcar. fluye hacia los bosqueg;
Que sea azucena Vete a Ja montafia;
Sobre todas, casta. Lfmpiate Ia boca;
De perfume tenue. Vive en las cabafias;
Corola cerrada. Toca con lag manos
La mojada;
tierra
Alimenta cuerpo
el
Ni un rayo de luna
Con rafz amarga;
Filtrado me haya. Bebe de las rocas;
Ni una margarita Duerme sobre escarcha;
Se diga mi hermana.
Renueva tejidog
Tü me quieres nfvea, Con salitre y agua;
Tü me quieres blanca, I-lablacon los påjaros
Tü me quieres alba. Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Tü que hubiste todas Te sean tornadas,
Las copas a mano, Y cuando hayas puesto
De frutos y mieles
En ellas el alma
Los labios morados. Que por las alcobas
i QUÉ D 1 R f A?
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ASP ECTO
UNA PARED
EL EXTRAfiO DESEO
Estån plenas mis ånforas del mås dulce licor,
Los pebeteros arden propiciando el amor Ser de oro, de una pieza trabajada al cincel,
Y los labios no mojo pese acaso a mi sed. Con Ojos de turquesas y rubfes por boca,
iNo sabéis que a momentos soy alguna pared Los dientes burilados sobre cristal de roca
Alargada y derecha, torpemente tenaz? Y en la frente esmeraldas imitando laurel.
Pero yo, como todos, suelo usar antifaz.
El todo de un aspecto fantåstico y cruel;
Algo como una estatua con aspecto de lcca;
Una mujer de oro, cuyo desnudo evoca
A1 Diablo contemplando telas de Rafael.
PARASITOS
Sin coraz6n, sin alma. Fria como el misterio.
Jamas pensé que Dios tuviera' alguna forma. Una muerta que nunca lograrå el cementerio.
Absoluta su Vida; y absoluta su norma. Una muerta que espera frente a Ia Eternidad.
Ojos no tuvo nunca: mira con las estrellas.
Manos no tuvo nunca: golpea con Ios mares. Cuyos Ojos de piedras, ciegos pero brillantes,
Lengua no tuvo nunca: habla con las centellas. Sean faros extrafios fijos y alucinantes
Te diré, no te asombres; Simbolos de Ia inc6gnita de Ia felicidad.
Sé que tiene paråsitos: las cosas y los hombres.
0120
Irremediablemente...
- 1920 -
ALMA DESNUDA Alma que nada sabe y todo niega
Y negando 10 bueno el bien propicia
Porque es negando como mas se entrega.
Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma que suele haber como delicia
Alma desnuda que angustiada y sola
Palpar las almas, despreciar la huella,
Va dejando sus pétalos dispersos. Y sentir en la mano una caricia.
Alma que puede ser una amapola, Alma que siempre disconforme de ella,
Que puede ser un lirio, una violeta, Como Ios vientos vaga, corre y gira;
Un pefiasco, una selva y una ola. Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.
Alma que como el viento vaga inquieta,
Y ruge cuando estå sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.
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Oh Vieja luna, descannado mundo
Que recorres el cielo en silencio profundo
VEN
Luna, ino tienes frfo?
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EL 0B RERO
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VAN PASANDO MUJERES Alrna rnfa, la sola; tu limpieza, escondiåa
Con orgullo sornbrfo, nadie Ia arc-ullarå;
Si en müsica divina fuera el alma zåorrni=åa,
Cada dia que pasa, mås duena de rni rnisrna, comprendiendo, no desp€l±ara ya.
Sobre mi misma cierro mi morada interior; El alma,
En medio de los seres la soledad me abisrna. Tengo suefio mujeres, tengo
Ya ni domino esclavos, ni tolero seior. Oh hurnanos, en puntillas el vaso deslizad•,
coraz6n susurra: me haga silencio el zzzåo,
Ahora van pasando mujeres a mi lado Y mi alma musita fatigada: •jcallaål...
Cuyos Ojos trascienden la divina ilusi6n.
El fåcil paso Ilevan de un cuerpo aligerado:
Se ve que poco o nada les pesa el coraz6n.
T.es Ilevo una ventaja que place a mi conciencia: Y oiré decir: iquién es esa que ahora
Los suefios que ellas tejen no los supe tejer, Pasa? Y alguna voz contestarå:
Y en manos ignorantes no perdi mi inocencia. —Allå en sus buenos tiempos,
Como nunca la tuve, no la pude perder. Hacia versos. Hace mucho ya.
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LA ARMADURA bajo cl Cielo limpio
La ronda cantarå:
—Dioses, og darnog gracias
Mujer: tü la virtuosa, y tt la cinica De como nos tratåi3.
y tt la indiferente o la perversa•
Mirémonos sin miedo y a 10s Ojos:
Desde Viejas edades,
Nos conocemos bien. Vamos a cuentas •Quién se puede quejar?
Bajo armadura andamos: si nos sobra Nos crian muy rosadas
El alma, la cortamos; si no Ilena Para el buen gavilån.
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BUENOS A1 n L' S Entonces sus durag manos
Se crispan, vacilan, tiernblan,
iA igual distancia tendidag
Buenos Aires es un hombre De los pies y la cabeza!
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soy Porque mi alma es try-la fantå;tica, viajera,
Y la envuelve una nube de locura ligera
Cuando la luna nueva sube al Cielo azulino.
Sov suave y triste si idolatro, puedo
el eielohasta mi mano euando
El de otro al alma mia enredo. gusta, si el mar abre sus fuertes pebeteros,
alguno no hallarås més blando. Arrullada en un Claro cantar de marineros
Mirar las grandes aves que pasan sin destizo.
Sé la irase que encanta y que comprende, Vela sobre mi Vida,mi grave amor inmenso:
sé callar cuando la luna asciende Cuando Ilegué a la Vida yo taia en susperso,
Enorme y roja sobre los barrancos. En el alma y la came, Ia locura enemiga,
EI capricho elegante y el deseo que hostigz.
Y si, cuando, en tu seno de fervores latinos, Y te dije humillada por estos pensamientos:
Yo escuchando dormfa, un ronco mar sonoro —iVigilame los Ojos! Cuando cambian los vientos
Te adormeci6 las noches, y miraste, en el oro EI axma femenina se trastorna y varia-
Del crepüsculo, hundirse Ios påjaros marinos.
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LA v A LACTEA
f
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En el largo crepüsculo de lag tardes serranas
Aquellos bultog pétrcog tornan forrnag humanag
Y animates: un indio, una lanza, algün potro.
Recuetdo el dulee tiempo de sierras cordobesas
Pasado eon el alma sin un solo deseo,
los nervios tirantes, Ios Ojos y el ofdo,
Vagando entre las matas de menta y de poleo, Miedosamente esperan verj de un momento a otro,
Los cielos deslumbrantes, los dias sin sorpresas.
Levantarse Ias piedras, volar el alarido.
de voluptuoso olor!
iOh, el poblado espinillo
De noehe, en Ias hamaeas, 10s grupos familiares
Itiråbamos los gruesos raeimos estelares.
Sonaba, adentro, un tango y se hablaba de amore
Volviamos, cantando, en una sola hilera, Conozco tu secreto, cuerpo mio: tü%iste
A1 caer de las tardes. Y era Ia primavera. Una imagen latente en tu rojo nmaje:
se asomaba a vernos el disco de Ia luna. Detr&s de Ias pupilas, entre la carne triste-
La imagen realizaba su callado tatzaje:
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Por donde acorna, a un cjcJO
Sug fachüdag CJ (JcJ zucJo
Me apagaron Jog tibio;; prjrnavcral'%$.
255
Las muehaehas lefdas
De de hervor
este siglo
Se mueren de aburridas Tengo la tierra encirnu y no Ia siento,
Sin un coseehador. Llega el invierno y no me ezfria el viento.
Y hasta hay alguna artera, " Nace la luna nueva, el mar perfuma,
Juguetona mujer, " Los cuerpos bellos båfianse de espuma.
Que toma tu manera
Y ensaya tu poder. " Va junto al mar un hombre que en la boca
" Lleva una abeja libadora y loca:
Aqui descanso yo: dice Alfonsina " Zarpan los buques y en sus claras cuevas
El epitafio claro, al que se inclina. " Los hombres parten hacia tierras nuevas.
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Mundo de sitte pozos
-1934 -
Lie
Lie celeste,
-021 el
Retrocedfa, f)ccüs ho '10 pudricron.
ahuccada,
Baja a buscarlo
la pared del horizonte
e iban a echarse a danzar cl sol,
prccipitåndose cn llamas
las rocas ncgras.
entre bosqucs violåcco.g,
Me desnivclaban ya
y al tocarle la frente
abre puertas dc oro
log cfrculos de arriba
empujåndome hacia ti que calan --—tünelcs—
como hacia rafz lejana espaciog desconocidos.
de la que brotara.
Escalinatag lentag
Pero s610 .1a tarde descicndcn al agua
bcbi6, lentå, y Ilegan, desvanccidas,
la cicuta a mis pies.
dc tu boca.
Por cllas
ascenderé
un dfa
hasta internarme
CREPüSCULO måg allå del horizonte.
Paredes de agua
El mar inm6vjl, me harån cortejo
dcsprcndido de sug •mandfbulas, en la tarde
exhala un alma nueva. resplandeciente.
No ticne rondo,
buqueg hundidog,
almas, abrazadas
a gug algag,
Reclén nacfdo,
Ja cara de Dim,
pålfda,
Jo mfra,
Buqucg no Jo egcribieron,
Hombrcg no 10 dcgcifraron.
zoo
Y en mis pårpados, de pies;
anclo en tus Ojos:
una lågrima més antigua
que mi cuerpo, mar negro..
crece. Desciendo afin:
toco el coral de tus venag.
Ahora reposo
y me afirmo.
De mi coraz6n a tu coraz6n,
larga y ancha,
la criba, va...
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BANZA IRREGULAR
de Luna,
mi corazbn.
En la punta de un låtigo
Ya pot' hilo de odio,
danza una danza ya por Hilo de arnoc,
en tirabuz6n; trompo a siete colores
en la punta de un låtigo,
zumba mi corazön.
mi coraz6n.
Remolinea el låtigo,
sigue el balÖa,
En la punta de un triångulo, no descansa la vara
mi coraz6n,
ni el surtidor,
rebota por el césped
grufie zumb6n;
como balön; pero forzad la danza
un pie y otro de mi coraz6n.
10 manda
a mi coraz6n. De uno en Otro picar,do
su rebote es mayor:
Vertiginosamente, iatajadme!
sobre la vara que me alza
del chino mi coraz6n.
prestidigitador,
bola de oro y acero
gira que gira
mi Corazon.
UNO
Flor helada y desnuda
mi coraz6n,
Viaja en el tren en donde viajo. iViene
en las ramas de agua
del Tigre, por ventura?
del surtidor, Su carne firme tiene
baja y sube la moldura
a destiempo,
mi coraz6n. de los varones idos y en su boca
como qn prieto canal,
Alrededor del mundo se le sofoca
hace cord6n el bermejo caudal. , .
de baba
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CfRCULOS SIN cnfirrno
Le decia a mi
cuerpo: irenace!
A mi coraz6n: •uno te quieras parar!
Mi cuerpo queria echar rafces,
raices verdes en la carne del mar.
359
LA COLONIA 31EDIAXOCRE
Sus venenosas aguas, viboreando
hilos de sangre; y Ia hacinada cueva;
.4 Sofia Rusrro'z y Ios bloques de fåbricas mohosas,
Abre una brecha en mi pesado sueäo
echando alientos, por las chimeneas,
largo puial de luna; Ias estrellas
alucinadas, rotas, desparraman de pechos devorados; machacaban
contorsionados su obsedido llanto.
una harina de magia sobre el campo
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AUTORRETRATO BARROCO