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Facultad de Medicina
Escuela de Nutrición Humana
II Ciclo
Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, 2016
Índice
Agradecimientos .................................................................................................. 2
Introducción ......................................................................................................... 3
Justificación ......................................................................................................... 6
Objetivos .............................................................................................................. 9
Hipótesis .............................................................................................................. 9
Metodología ....................................................................................................... 10
Resultados ......................................................................................................... 13
Discusión ........................................................................................................... 16
Conclusiones ..................................................................................................... 19
Bibliografía ......................................................................................................... 21
1
Agradecimientos
2
Introducción
3
pantoténico, biotina y, en algunos casos, ácido fólico.” (Van Huis, A., et al.,
2013, p. 67).
Sin embargo, estos valores nutricionales son muy variables entre los
insectos, incluso si estos pertenecen al mismo orden o a la misma especie, como es
el caso de algunos escarabajos, hormigas y abejas. El valor de cada especie
depende de muchos factores tales como la etapa metamórfica en la que se
encuentra el insecto (pupa, larva, adulto, etc.), su hábitat y su dieta. (Van Huis, A., et
al., 2013, p. 67)
En latinoamérica el país más relacionado con la cultura de consumo de
insectos como alimentos es México y es el que tiene más estudios relacionados con
los valores nutricionales de los insectos, existen análisis para escarabajos,
saltamontes y grillos, entre otros, en donde se dan algunos valores de proteínas,
lípidos, humedad y minerales. A pesar de que este es el país con estudios de
insectos más cercano a Costa Rica los datos pueden ser muy diferentes incluso
para una misma especie de insecto, como por ejemplo para el T. molitor. En Costa
Rica no existen estudios preliminares relacionados con la determinación de los
valores nutricionales de insectos comestibles y aunque podamos tomar como
referencia valores de otros países con características biogeográficas muy similares
es necesario empezar a realizar investigaciones en esta área, más aún cuando se
está dando un aumento en el interés de las personas por los beneficios que el
consumo de insectos puede aportar.
Las especies de insectos que se pretenden analizar son Zophobas atratus
morio y Archimandrita tessellata. Para Z. Atratus morio se tiene que es un
escarabajo, orden coleoptera, perteneciente a la familia tenebrionidae, la misma a la
que pertenece el escarabajo de la harina T. molitor, comúnmente se le conoce como
el escarabajo gigante debido a que pueden llegar a medir hasta 5 cm en etapa
adulta. Sufre metamorfosis completa por lo tanto tiene la siguiente secuencia de
etapas: huevo, larva, pupa, adulto, el estado más aprovechable es el de larva. Por
su parte A. tessellata es un insecto del orden blattodea perteneciente a la familia
blaberidae, es de gran tamaño llegando a medir 6,5 cm. en el caso de las hembras.
Esta especie lleva a cabo metamorfosis incompleta por lo tanto no tiene el estado de
larva ni de pupa, pasa directamente desde el huevo a una etapa anatómicamente
similar al adulto en la cual no presenta alas, es inmaduro y se le llama ninfa, esta es
la etapa que más puede aportar en cuanto a nutrientes.
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El análisis químico proximal va a permitir obtener los valores nutricionales
aproximados de estos insectos, donde se van a considerar las proteínas, los lípidos,
los carbohidratos, la humedad y las cenizas de dichas especies.
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Justificación
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● Los insectos pueden alimentarse de residuos biológicos como residuos
alimentarios o de origen humano, abono y estiércol, y pueden transformar
estos residuos en proteínas de alta calidad.
● Los insectos utilizan mucha menos agua que el ganado tradicional.
● La cría de insectos depende menos de la tierra que la actividad ganadera
convencional.
Índole sobre seguridad alimentaria:
● Los insectos proporcionan proteínas y nutrientes de alta calidad en
comparación con la carne y el pescado. Los insectos son especialmente
importantes como complemento alimenticio para los niños desnutridos porque
la mayor parte de las especies de insectos contienen niveles elevados de
ácidos grasos (comparables con el pescado). También son ricos en fibra y
micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y
cinc.
Índole social:
● Los miembros más pobres de la sociedad, como las mujeres y las personas
sin tierra de las zonas urbanas y rurales pueden encargarse de recoger los
insectos directamente del medio, de cultivarlos, procesarlos y venderlos.
● La recolección y la cría de insectos pueden generar oportunidades
empresariales en las economías desarrolladas, en fase de transición y en
desarrollo.
● Los insectos pueden procesarse para servir como alimento humano y animal
con relativa facilidad.
Estos son solo algunas de las razones para que los insectos sean vistos de
manera profesional y científica como una fuente importante de alimento e incluso
que ayude a combatir el hambre presente en nuestro planeta, ya que según la
experta en nutrición del Banco Mundial, Andrea Spray ‘’ Con mil millones de
personas que padecen de hambre crónica, y con la población mundial que, según
cálculos, llegará a los 9 mil millones de personas hacia el 2050, se estima que la
producción de alimentos deberá duplicarse’’ (Schaefer, 2015), colocando a la cría y
ingesta de insectos como una posible solución a esta necesidad mundial, sin obviar
las repercusiones económicas que tendría, las cuales ‘’ según estimaciones de la
consultora New Nutrition Business, moverá unos 65 millones de euros en 2020.’’
(elEconomista, 2015), colocando a esta industria del consumo de insectos en una
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posición atractiva tanto como respuesta necesidades de índole social como
económico.
Por último, la FAO estima que ‘’ los insectos forman parte de la dieta
tradicional de cerca de 2 mil millones de personas en todo el mundo.’’ (Schaefer,
2015), siendo así que en todo el mundo se consumen 1900 especies de insectos
comestibles, una cifra que ha aumentado gracias a los distintos estudios que
benefician el conocimiento de nuevas especies con potencial alimenticio. (Halloran y
Vantomme, 2013).
Según la disponibilidad actual de datos, Halloran y Vantomme (2013),
clasifican a los insectos consumidos en mayor medida de la siguiente forma:
1. Los escarabajos (coleópteros) (31%)
2. Las orugas (lepidópteros) (18%)
3. Las abejas, avispas y hormigas (himenópteros) (14%)
4. Los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros) (13%)
5. Las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches
(hemípteros) (10%)
6. Las termitas (isópteros) (3%)
7. Las libélulas (odonatos) (3%)
8. Las moscas (dípteros) (2%)
9. Y otros órdenes (5%)
Es de esta manera, y gracias al breve análisis mencionado anteriormente,
que los estudios sobre insectos son de suma importancia para el desarrollo de la
industria alimentaria que utiliza estos animales como fuente de alimentación o
producción. Ya que cualquier paso que nos acerque a una mejor comprensión de la
naturaleza, composición química, valor nutricional, entre otros sobre las especies de
insectos, contribuye a potencializar su utilización como alimento así como lo
menciona Andrea Spray:
aún hay mucho por hacer para recoger evidencias sobre el valor de los
insectos como fuente de comida…Simplemente documentar la manera en
que se cría a los insectos, cómo se procesan y comen en diferentes culturas
de América Latina y el Caribe, y evaluar su impacto en nutrición y seguridad
alimentaria ya sería una gran contribución. (Schaefer, 2015)
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Objetivos
Objetivo general:
● Analizar la composición química de las especies de insectos: Zophobas
atratus morio y Archimandrita tessellata, mediante un análisis químico
proximal.
Objetivos específicos:
● Determinar los valores proximales de proteínas, lípidos, carbohidratos,
humedad y cenizas, presentes en las especies de insectos: Zophobas atratus
morio y Archimandrita tessellata.
● Comparar los valores proximales de proteínas, lípidos, carbohidratos,
humedad y cenizas de las especies de insectos: Zophobas atratus morio y
Archimandrita tessellata, con otras especies de insectos utilizadas como
alimento para el consumo humano en Costa Rica.
Hipótesis
Las especies de insectos: Zophobas atratus morio y Archimandrita tessellata,
presentan valores proximales de proteínas, lípidos, carbohidratos, humedad y
cenizas, más altos, que otras especias utilizadas como alimento para el consumo
humano.
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Metodología
La presente investigación es de tipo descriptiva, ya que se busca “describir
fenómenos, situaciones, contextos y sucesos; esto es, detallar cómo son y se
manifiestan” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 92), con lo cual
buscaremos describir los distintos compuestos químicos presentes en las especies
de insectos: Zophobas atratus morio y Archimandrita tessellata, mediante un análisis
químico proximal y una recopilación bibliográfica, para conocer sus aportes
nutricionales comparándolos con otras especies utilizadas como alimento para el
consumo humano.
Este análisis consta de distintas pruebas químicas para la determinación de
proteínas, lípidos, carbohidratos, cenizas y humedad, realizadas en laboratorio, para
conocer estos valores en las especies de insectos mencionadas anteriormente.
La preparación de las muestras antes del análisis químico se llevó a cabo en
el Museo de Insectos de la Universidad de Costa Rica. Se tomó una cantidad de
insectos criados en granjas, de los cuales una porción se congeló en un refrigerador
durante dos días y luego se procesaron para formar una masa de insectos la cual
fue pesada en una balanza analítica. Otra porción de insectos fue escaldado
durante 5 minutos para sacrificarlos, seguidamente se mantuvieron en un horno
durante 24 horas para su deshidratación, luego se maceraron en un mortero para
obtener harina de insectos, finalmente se pesaron en balanza analítica. Las
cantidades medidas en balanza se llevaron al laboratorio para hacer los respectivos
análisis químicos
La realización de las pruebas químicas fue dada por la M.sc. Guiselle Lutz,
profesora de química y trabajadora del Laboratorio de Química Bioorgánica, de la
Escuela de Química y el Programa en Fuentes Alternativas de Energía, de la
Universidad de Costa Rica. Los métodos utilizados para la determinación de los
valores anteriormente mencionados son:
● Proteínas: utilizando la prueba Kjeldahl aplicando el factor 6,25 para la
relación N/proteína.
Esta prueba determina los nitrógenos presentes en los polímeros de una
proteína, los cuales están relacionados 1:1, sin embargo existen polímeros
que presentan más de un nitrógeno, es por esto que se utiliza el factor 6,25
para considerar estas variaciones.
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● Lípidos: por extracción en Soxhlet con mezcla éter etílico:hexano (1:1)
durante 8 horas.
A partir de estos se determinó el perfil lipídico por medio de la cromatografía
de gases.
● Cenizas: por calcinación en mufla a 550 °C durante 4 horas.
● Humedad: se determinó por calentamiento en estufa a 50 °C durante 96
horas.
● Carbohidratos: por diferencia del total 100% respecto a las otras pruebas.
Respecto a las muestras necesarias para realizar estas pruebas fueron las
siguientes, indistintamente de la especie de insecto ya que fueron las mismas
cantidades en peso.
● Proteína: 2 gramos deshidratados (muestra seca), sin embargo, cada análisis
se realizó por triplicado para obtener datos más confiables, por lo cual el total
neto de muestra a utilizar fue de 6 gramos deshidratados.
● Lípidos, Humedad y Cenizas: 30 gramos licuados (muestra húmeda), estos
se utilizaron en estas pruebas, ya que posteriormente aplicada una, la
muestra podía ser utilizada para otra prueba o determinación. Sin embargo,
cada análisis se realizó por triplicado para obtener datos más confiables, por
lo cual el total neto de muestra a utilizar fue de 90 gramos licuados.
Ya conociendo las muestras necesarias para el análisis proximal de los
insectos, nos dispusimos a hacer la selección y tratamiento de los insectos para
prepararlos y enviarlos para su posterior análisis. Durante la selección y peso de las
muestras en estado vivo, sin tratamiento alguno se obtuvieron los siguientes datos:
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a tessellata gramos gramos gramos gramos
(estado
adulto)
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Resultados
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Ácido graso % m/m Zophobas atratus morio Archimandrita tessellata
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se estudian más a fondo se puede encontrar algunos aminoácidos esenciales y
aminoácidos no esenciales. Por su parte, el porcentaje de cenizas indica la cantidad
de minerales presentes en las muestras, tales como calcio, hierro, fósforo, entre
otros. Los carbohidratos pueden ser entendidos como los azúcares que presentan
estos insectos, los cuales, en este caso, son los componentes que están libres de
nitrógeno debido a los métodos de análisis utilizados.
El (cuadro 4) presenta una comparación entre las dos especies de insectos
analizados y otras dos especies de insectos que se consumen y producen
comúnmente en nuestro país, sería Tenebrio molitor un tipo de escarabajo de la
familia tenebrionidae y un tipo de grillo llamado Acheta domesticus. La comparación
se realiza con base en la composición química de las especies en base seca
tomados datos de humedad, lípidos, proteínas, cenizas y carbohidratos.
Cuadro 4. Comparación de los valores nutricionales de algunas especies de
insectos en base seca.
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Discusión
Como primer paso se realizó una búsqueda bibliográfica para encontrar datos
de otros análisis químicos o de valor nutricional de las especies de insectos
estudiadas: Zophobas atratus morio y Archimandrita tessellata. Sin embargo, solo
se lograron recabar datos del Zophobas atratus morio, por lo cual a continuación se
presenta una tabla comparativa entre los datos recabados en esta investigación,
gracias a el análisis proximal realizado por la M.sc. Guiselle Lutz, y otras dos
fuentes consultadas.
Cuadro 5. Comparación de análisis de Zophobas atratus morio
Fibra - - 17
16
estas variaciones, ya que los demás ácidos grasos presentan distintas
concentraciones, pero no en una proporción tan alta como en el Ácido esteárico.
Continuando con la discusión de los resultados, como se puede apreciar en
el (cuadro 1) el porcentaje de humedad para Z. atratus morio es de 55,1 % mientras
que para A. tessellata es del 50,00 %, lo cual significa que este último presenta más
materia seca. El motivo por el cual se puede dar este resultado está relacionado con
la etapa metamórfica en la que se encuentran los insectos, para el caso de Z.
atratus morio se trabajó con larvas mientras que para A. tessellata se trabajó con
adultos y con ninfas, estos últimos pueden presentar un exoesqueleto más grueso y
denso que el de las larvas de escarabajo.
Para la base húmeda se obtuvo que en los lípidos de igual manera el valor es
mayor en A. tessellata con un 27,1 % que en el de Z. atratus morio 18, 3 %, esto
muestra que la presencia de grasa también es mayor en la primera especie, sin
embargo si vemos el (cuadro 3) es evidente que la grasa que contiene el
cucarachón es teóricamente más saludable que la que presenta la larva del
escarabajo, debido a que esta última presenta más ácidos grasos insaturados, con
un 58,8 % del total de lípidos y con un 37,2 % de ácidos grasos saturados. Mientras
que para la larva de escarabajo el porcentaje de ácidos grasos insaturados es de
48,3 % y el de saturados es de 44,9 %. En ambos casos los porcentajes (cuadro 3)
no cierran en 100 %, esto se debe a que hay otros componentes que no fueron
detectados por la cromatografía de gases como es el caso del colesterol.
En el (cuadro 2) aparece el perfil lipídico de cada una de las especies
analizadas, en este se pueden ver los diferentes ácidos grasos que los componen.
Los ácidos grasos C18:0, C18:1 (omega-9) y C18:2 (omega-6) presentan dobles
enlaces en sus estructuras lo que los hace más beneficiosos para el ser humano,
esto por la manera en que se agrupan muchos del mismo tipo, con base en esto se
evidencia que la especie A. tessellata es la que presenta ácidos grasos más
saludables con un 67, 2 %, mientras que Z. atratus morio tiene 61,2 % de ácidos
grasos saludables, sobresale el valor para el omega-6 el cual está presente en un
41,3 % en A. tessellata y en un 19,1 % en Z. atratus morio en relación con sus
respectivos lípidos.
Por su parte los porcentajes de proteínas muestran un valor mayor en las
larvas de escarabajo con un 19,1 %, que en los cucarachones que presentan un
16,9 % de proteína. Factores como la dieta, el hábitat y principalmente la manera
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como convierten la energía, como la almacenan y cómo la utilizan puede determinar
estos porcentajes de proteína.
En este mismo cuadro se observan los porcentajes de cenizas y
carbohidratos, por un lado, la larva de escarabajo presenta un 1,9% de cenizas y un
5,6% de carbohidratos, mientras que el cucarachón presenta un 3,8% de cenizas y
un 2,2% de carbohidratos, cabe recordar que el porcentaje de carbohidratos se
obtuvo por diferencia del 100% de los resultados. Gracias a la obtención de estos
datos se conoce que el cucarachón presenta un mayor porcentaje de cenizas con
respecto a la larva de escarabajo, sin embargo, es esta última la que presenta una
mayor concentración de carbohidratos, en una proporción relativamente elevada con
respecto a la A. tesellata.
Como penúltimo punto a mencionar, están los datos del cuadro 4, es cual
hace una comparación de los distintos valores o compuestos químicos de 4
especies de insectos, las especies estudiadas en este documento: Zophobas atratus
morio y Archimandrita tessellata, y otras dos especies de utilización común como
alimento para el ser humano: Tenebrio molitor y Acheta domesticus. Observando los
datos de la tabla de comparaciones se puede deducir que tanto la larva de
escarabajo como el cucarachón presentan mayor porcentaje de lípidos que las otras
dos especies, siendo el cucarachón el que presenta una mayor cantidad de lípidos
con 54,2%. Respecto a el porcentaje de proteínas en base seca, el Zophobas morio
presenta la mayor cantidad de proteínas, siendo esta de 42,5%, y la Archimandrita
tessellata en segundo lugar con 33,8%. Luego, respecto a cenizas, es el cucarachón
el que presenta un mayor porcentaje con un 7,6%, y el Tenebrio molitor con el
menor porcentaje, siendo este de 1,00%.
Por último, está el punto de los porcentajes de humedad, en el cual
comparando los datos en base húmeda del cucarachon y la larva de escarabajo, y
comparándolos con los datos en base seca del Tenebrio molitor y el Acheta
domesticus, son estos últimas dos especies de insectos las que poseen un mayor
porcentaje de humedad, estando el primer lugar el Acheta domesticus con un 69,2%
y posteriormente el Tenebrio molitor con un 58,02%.
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Conclusiones
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domesticus, presentaron una mayor humedad con respecto a las especies
estudiadas.
● La mayor razón por la cual se decidió realizar este análisis a estas dos
especies, es por la escasa información referente a la composición química y
valor nutricional de estos insectos. Por lo cual hacemos un llamado a que
este tipo de investigación, y en especial de estos dos especies de insectos,
se realicen con una mayor frecuencia, para obtener datos más precisos y que
generen un conocimiento científico más fiable, además de realizar análisis
tomando en cuenta factores como el sustrato o alimento que se les aplique a
los insectos, para conocer las posibilidades de potenciar algún o algunos de
sus componentes químicos que puedan ser utilizados por el hombre para
solventar sus carencias de una alimentación saludable.
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