Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. ¡Pero nunca te detengas!".Madre Teresa de Calculta
Olokun, el dueño de los mares
Este es el santo de mayor estabilidad en la religión Yorubá,
representa las ¾ partes del mundo, sus riquezas son totalmente infinitas. Dicen las escrituras religiosas que su templo es de plata por fuera y de marfil por dentro. Es considerada la divinidad más grande, por encima de cualquiera de los máximos jefes de la Tierra y tiene una gran relación con la prosperidad. Es el encargado de proveer cuantiosas riquezas materiales a los humanos en la Tierra. Se le rinde culto en una parte del Estado de Lagos y en Ilé Ifé, ambas ciudades importantes de Nigeria,
Olokun es una divinidad tan poderosa como Ogún, Shangó y
Sapuana. Su color favorito es el negro, sin embargo bajo a la Tierra vestido de blanco. En las escrituras de Ifá, en el odu Baba Ejiogbe se cuenta una historia que narra cuando Otura Niko (Otura Ejiogbe) necesitaba pasar el mar para llegar a otra tierra y no tenía las posibilidades, así que fue a verse con Orunmila. Este le hizo un osode donde le vio el odu Baba Ejiogbe y le dijo que tenia que sacrificarle un novillo blanco a Olokun y darle muchos adimuses. Otura Niko estuvo días trabajando hasta que pudo encontrar las posibilidades de obtener lo que Orunmila le había marcado para hacerse su ebó. En su momento Otura Niko fue a la orilla del mar con las ofrendas solicitadas para su ebó, le dio de comer a Olokun, y al terminar quedó muy asombrado ante la manifestación de gran poder de Olokun cuando vio que el mar se abrió permitiendo que él lo atravesara y así cumplir su deseo.
Los océanos pertenecen a Olokun y allí se encuentran las
grandes riquezas del planeta: petróleo, gas, oro, minerales preciosos, peces, vida marina y un sin fin de recursos importantes; es por ello que en los patakíes se le considera el orisha más próspero.
El anterior patakí nos certifica la relación entre el odu Baba
Ejiogbe y la deidad Olokun, además nos muestra la fortaleza que nos da la ceremonia de dar un novillo blanco a esta deidad.
Existe una ceremonia para recibir a esta deidad, pero lo que
es poco conocido es que la persona recibe también a un conjunto de deidades que viven con el.
Componentes y deidades que conforman el fundamento de Olokun
Asú: Arena.
Efe: Representa las espiritualidades de Olokun y se encarna
en el manatí Esta deidad refrena y equilibra a los otros espíritus o poderes de Olokun, comanda la cabeza de Olokun. Aye Shaluga: Se representar con conchas marinas. Olosá y Oloná: Orishas de las lagunas.
Ikokó: Representa el Osun de Olokun.
Osará: Diosa de los lagos subterráneos.
Boromu: Dios de las corrientes marinas.
Somunganga: Representa la vida.
Akaro: Representa la muerte.
Borisia: Dios de los tornados marinos y corrientes de aire.
Jembó: Dios de la espuma del mar.
Orisha Ajé: Orisha que proporciona estabilidad y firmeza.
Aagna Ekun: Representa la prosperidad de los Océanos.
Añagui Olokun: Es el eshu que acompaño a Olokun en su viaje a la Tierra.
Eggun de Olokun: Vive en un obi pintado de blanco, azul y
negro. Lo blanco representa la espuma de mar, lo azul representa la superficie y lo negro representa las grandes profundidades.
Osayin de Olokun: Vive en una tinaja pintada de verde y
blanco. Tiene como función el control de Oloná y Olosá que son los hijos encadenados que tubo Olokun con Oshún. Eri Olokun: Nieto de Olokun y custodio de esta deidad. Vive en un güirito que va colgado en la tinaja.
Cuando todos los Orishas echaron suerte sobre las
diferentes partes de la tierra, unos obtuvieron grandes territorios otros pequeños con diferentes poderes y atributos, Olokun por la traición que le hizo a Orunmila en la bajada de Orunmila a la tierra por el Odu Ogunda Meyi, le toco vivir en Aije Eko (La Atlántida). Había una montaña llamada Adura, donde ya vivían una pareja (hombre y mujer) que se llamaban Ikeni e Ivakon, ellos engendraron una sola hija que se llamó Ajaramá Alesú, y siendo muy joven murieron sus padres. Olokun se enamoró de ella y la hizo su mujer con la que tuvo muchos hijos, los cuales colocó en Aije Eko. Cuando los seres humanos comenzaron a llegar a Aije Eko, Olokun hizo inaccesible su dominio y los hundió en las profundidades del mar. Era tanta la riqueza de Olokun que no había rey sobre la Tierra que haya poseído, ni poseerá jamás, cosas semejantes.
En el reino de Olokun, crecían toda clase de animales, sobre
todo gansos, patos y cisnes, toda clase de legumbre, frutas y viandas, y es por eso el origen del awuán de Olokun (limpieza que se hace alrededor de una cesta con legumbre, frutas y carnes, ofrecida al orisha) . En rememoración de sus grandes riquezas, y para rendirle tributo a sus dominios debemos realizar este awuán, de esta manera obtendremos un poco de él. Los sacerdotes de Ifá, al recibir a esta deidad, son los únicos en obtener el secreto de Olokun. Por esta razón consideramos a esta deidad como una de las más importantes en el panteón Yoruba, y particularmente en nuestra casa religiosa donde anualmente rendimos un tributo especial