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Taller de máscaras en Venecia


Una máscara o careta es una pieza normalmente adornada que oculta total o
parcialmente el rostro. Las máscaras se han utilizado desde la antigüedad con
propósitos ceremoniales y prácticos.

La palabra «máscara» tiene origen en el masque francés o maschera en italiano o


másquera del español. Los posibles antepasados en latín (no clásico) son mascus,
masca = «fantasma», y el 'maskharah' árabe = «bufón», «hombre con una máscara».
Otro posible origen sería la combinación de las palabras "más" y "cara", haciendo
referencia a las caras que se añaden al portar una máscara.

Se trata de una simplificación ornamental. Lo visible se reduce a los elementos


básicos que transforman un rostro en máscara. Y la máscara es a su vez una
representación, cargada de intenciones y simbolismos, convertidos en arquetipos que
son parte del inconsciente colectivo e individual y representan los temores y
aspiraciones de una civilización

Aunque a la máscara también se le llama “careta” es importante aclarar que esta se


usa exclusivamente para cubrir el rostro y disimular los rasgos de la cara. En
algunos países hispanoamericanos se les nombra careta de soldador a unas máscaras
hechas de plástico negro, con una ventanilla de vidrio oscuro o sombreado, que
cubre parcialmente la cara de la persona que suelda objetos metálicos con Soldadura
De arco eléctrico, para evitar los efectos nocivos de la luz radiante que se
produce durante el proceso del arco.

Índice
1 Historia
2 Usos ceremoniales
3 Entretenimiento
4 Para mantener el anonimato
5 Protectoras
6 Punitivas
7 Otros tipos
8 Véase también
9 Referencias
10 Enlaces externos
Historia

Actor griego, con máscara cómica. (Bronce s. III a. C.)

Máscara trágica romana


Los etnólogos sitúan el nacimiento de la máscara en el momento en que se produce la
auto conciencia –conciencia de uno mismo-. Su uso se remonta a la más lejana
antigüedad, encontrándose entre los egipcios, griegos y romanos. Los griegos las
empleaban en las fiestas dionisiacas; los demás en representaciones escénicas.

En la Edad Antigua, las máscaras los hombres estaba estrechamente vinculado con los
animales y con su mundo circundante, usaban las máscaras para relacionarse con
ellos; conoce el miedo a las fuerzas por las que se encuentra amenazado: una
tempestad, un animal salvaje o espíritus, por lo que considera necesarios símbolos
y escudos protectores. Este sentimiento recae en todo el entorno y en que a todos
los seres se les concede fuerzas sobrenaturales y sobre ellos se proyectan
contenidos inconscientes; en consecuencia, se “personificaran” para influir en las
fuerzas demoníacas.

Entre los griegos y romanos, las máscaras eran una especie de casco que cubría
enteramente la cabeza y además de las facciones del rostro, tenía pelo, orejas y
barba habiendo sido los griegos los primeros en usarlas en sus teatros a fin de que
los actores pudieran semejarse físicamente al personaje que representaban.

En Grecia, la máscara no solo va a infundir temor, sino, también, alegría de vivir.


Las fiestas rituales van a dejar paso a las representaciones teatrales; marcando
así, una distancia entre ella misma y quien la porta.

Durante el Renacimiento tuvieron un auge inesperado con la comedia dell’arte


italiana, siendo las máscaras notablemente burlescas para estas comedias de
improvisación con un repertorio fijo de personajes y esquemas básicos argumentales
—por lo tanto arque típicos—: arlequines, pierrots y colombinas, entre otros, que
podían decir impunemente la verdad. Con todo, el mayor empleo de la máscara tenía
efecto en el siglo XVI, en Italia y, sobre todo, en Venecia, durante el Carnaval.

Las primeras máscaras se hicieron de corteza de árbol, luego fueron de cuero


forrado de tela y por último las hacían de marfil o de madera para que tuvieran más
consistencia y texturas más reales. Desde el siglo XVI al XVIII las damas adoptaron
las máscaras con el nombre de antifaces para resguardarse del sol.1

Usos ceremoniales

Máscara de Costa de Marfil


Las máscaras se usan en funciones rituales, sociales y religiosas, donde los
participantes las usan para representar las figuras espirituales o legendarias. En
algunas culturas también se cree que el usar una máscara permitirá que el portador
tome las cualidades de la representación de esa máscara; es decir, una máscara de
leopardo inducirá al portador a convertirse o actuar como leopardo.

Permiten a su vez una unión entre la divinidad, los vivos y los muertos; entre sus
antepasados y él mismo; es decir, que la máscara recoge este conflicto del hombre
con la muerte. El cambio de identidad en el usuario de esa máscara, es vital,
porque si el espíritu representado, no reside en la imagen de la máscara, el ritual
en el que se use, será poco eficaz, y las plegarias, ofrendas y peticiones, no
tendrán significado ni sentido. Pueden funcionar para contactar poderes
espirituales de protección contra las fuerzas desconocidas del universo y el
triunfo de la vida.

La persona que usa la máscara también está en una asociación directa con el
espíritu, por lo que corre el riesgo de ser afectado por él. Así como el creador,
el portador debe seguir ciertos procedimientos para protegerse, así como manifestar
su respeto. De alguna manera es un actor en colaboración o cooperación con la
máscara. Sin su actuación, sus posturas, los pasos de la danza y la sucesión de
esta, la máscara quedaría sin la fuerza vital completa.

Las máscaras pueden funcionar para contactar poderes espirituales de protección


contra las fuerzas desconocidas del universo y el triunfo de la vida. En otras
ocasiones, invocación a las fuerzas de la guerra.

Cheroqui
Artículo principal: Máscaras mexicanas
En México y Centroamérica, la mayoría de las ciudades tienen nombre cristiano y
nombre indígena, por ejemplos, Tianguistenco, Santiago Tianguistenco, o Santa María
Axixitla. Todos los santos cristianos tienen un día específico en el año dedicado a
ellos, y cada ciudad típicamente tiene un festival durante ese día, implicando la
combinación de las tradiciones cristiana e indígena. Estos festivales incluyen con
frecuencia los desfiles y teatro callejero donde actúan una historia. Las máscaras
y los trajes de estos festivales se convierten en artículos de colección. Una
máscara utilizada en tales festivales se denomina como máscara «danzada». Estas
máscaras pintadas hechas a mano, se fabrican típicamente con madera y pueden
utilizar cuerdas, cuernos o dientes animales, o caucho de los neumáticos como
ornamentos.

Artículo principal: Máscaras africanas


En África, especialmente centrados en el oeste de África, las máscaras también
desempeñan un papel importante en las ceremonias tradicionales y danzas de teatro.
Todas las máscaras africanas caen en una de cuatro categorías: espíritus del
antepasado, héroes mitológicos, la combinación del antepasado y el héroe, y los
espíritus animales.

En Borneo, las tribus dajao vienen realizando hasta nuestros días el ritual de la
máscara en el que atrapan al espíritu del arroz.

Su uso es presente también en ritos de regeneración y culto a los muertos, porque


también de ellos, de su posible regreso, protege la presencia de la máscara (desde
Etruria, Italia hasta Teotihuacán, México).

También aparecen en ritos de iniciación; curar o producir enfermedades, expulsión


de males, protección contra el infortunio y el dolor, protección de cosechas y
llamar a su abundancia.

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