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Se piensa popularmente hoy en día que el Buddhismo es una religión que contiene
numerosos mitos, tradiciones y prácticas místicas. Y por lo tanto cuando hablo de
psicoterapia, ustedes deben preguntarse cosas. Sin embargo el expositor anterior que
habló de la naturaleza científica del Buddhismo, les dejó en claro que el Buddhismo no
es simplemente una religión dogmática o mística.
Para clarificar este punto, deseo llevar su atención a la diferencia entre las prácticas y
creencias del Buddhismo original y las del Buddhismo moderno. Es importante no
confundir el Buddhismo moderno como se practica en diferentes culturas y sociedades,
con lo que fue enseñado y practicado por Gotama el Buddha y sus discípulos. Lo que se
practica hoy en la mayoría de las culturas Buddhistas, sean Theravada o Mahayana son
principalmente rituales y ceremonias asociadas con dogmas tradicionales o visiones del
mundo y objetos de veneración, adoptados emocionalmente. Este tipo de Buddhismo no
es distinto a cualquier otra religión con diferentes dogmas, rituales y símbolos de
adoración, que sirven a la humanidad solo para reducir temporalmente las ansiedades y
preocupaciones de la vida, aquí y después.
Distinto a esto es el Buddhismo Original, el cual era una solución práctica al problema
básico de ansiedad que subyace a todas nuestras preocupaciones diarias, problemas y
tribulaciones. Sin entender esta diferencia, no es posible examinar este aspecto
psicoterapéutico del Buddhismo. Por lo tanto, quiero enfatizar en este momento que
cuando uso la palabra ‘Buddhismo’ en esta charla, me refiero a ese Buddhismo Original
y no a ninguna forma de Buddhismo moderno practicado por ninguna cultura de hoy.
El primer punto elaborado en este Sutta es que hay dos modos extremos de vivir a ser
evitados. Uno es la búsqueda del placer sensorial, el cual se bipolariza en la búsqueda
de placer sensorial y el evitar dolor sensorial (Kamsukallikanuyoga). El otro extremo es
la auto-extinción a través de la auto-negación y el ascetismo (Attakilamatanuyoga).
Evitando estos dos extremos, el Buddha enseña un tercer modo intermedio de vivir
(Majjima patipada) llamado el Sublime Camino Óctuple (Ariya Attangika Magga).
Esta tercera vía intermedia consiste de una conciencia de la realidad, y se acompaña de
pensamientos, habla, actos, y vida en armonía con ella.
Esta enseñanza del Buddha puede ser entendida fácilmente en términos de la hipótesis
estructural de Freud. La búsqueda del placer sensorial no es nada más que la actividad
del Id. El énfasis especial en el Buddhismo está en el hecho de que la gratificación del
Id, a través de la búsqueda de placeres sensoriales no lleva ni a la salud mental ni a la
felicidad.
Este concepto no está por entero en conflicto con el pensamiento Freudiano porque
Freud reconocía que la madurez emocional se obtiene a través de la superación del
“principio de placer” por el “principio de realidad”. Algunos sicólogos modernos aún
creen que la gratificación del Id de alguna forma es necesaria para la salud mental. Esto,
claro está, no es negado completamente en el Buddhismo como veremos más adelante.
La auto-extinción a través de la auto-negación es obviamente la actividad del Super
Ego. Ser guiado completamente por el Super Ego no conduce a la salud mental de
acuerdo al Buddhismo. Esto también es aceptable para el pensamiento psicoanalítico de
acuerdo a Freud: una represión completa del Id de esta forma lleva a la utilización de
toda la energía psíquica disponible del Ego en la tarea de represión y por lo tanto deja al
Ego incapaz de lidiar con la realidad externa.
Lo primero que el estudiante aprende es que la bondad y felicidad no son opuestas entre
sí, dado que la bondad es felicidad. Para ponerlo en términos Freudianos, la búsqueda
de placer del Id no es erróneo o malo sino que el verdadero placer no es la sensación
placentera sino la felicidad interna. Esta felicidad interna se logra a través de la
relajación y la calma en vez de a través de la estimulación de los sentidos, excitación,
tensión y relajo de tensión. La felicidad se logra a través de la respuesta relajada. En
otras palabras, el estudiante es educado sobre la necesidad de buscar la meta de la calma
para así satisfacer las tres partes de la personalidad, es decir el Id, el Super Ego y el
Ego. El Id es satisfecho porque la calma es la vía a la felicidad. El Super Ego, que busca
hacer lo que es bueno y correcto, es satisfecho porque la calma es la vía para ser bueno.
El Ego es satisfecho porque la calma es la vía realista para ser feliz y bueno y por lo
tanto la calma es realista. La calma además ayuda al estudiante a estar en contacto con
la realidad sin la interferencia de los deseos e impulsos. De esta forma el Ego, que busca
ser realista, es satisfecho.
El primer sermón del Buddha, que estamos discutiendo, introduce el tema en la forma
anterior, y procede luego a discutir el problema básico de ansiedad llamado Dukkha.
Esta ansiedad, de acuerdo al Buddha, es experimentada en relación a siete situaciones
básicas:
1) nacimiento;
2) vejez;
3) enfermedad;
4) muerte;
5) encuentro con personas y circunstancias desagradables;
6) separación de personas y circunstancias placenteras;
7) frustración de deseos.
El asunto parece ser de frontera del sí mismo o frontera del Ego desde un punto de vista
Freudiano. Esto es, el grado con que una persona identifica las cosas del mundo como
pertenecientes a él/ella o como parte de él/ella. La frontera del sí mismo de la persona
anormal es mayor en circunferencia que la del normal. La frontera del sí mismo de la
persona normal es mayor en circunferencia que la del supernormal. La frontera del sí
mismo de la persona supernormal es mayor en circunferencia que la de el sublime. El
Buddha por lo tanto reconoce dos niveles por sobre el nivel normal; el supernormal
(uttari manussa) y el sublime (Ariya).
La psicología moderna, claro, parece no pensar que es posible remover esta sed o
impulso por completo. Aún así Erich Fromm apunta que la meta última de Freud era
remover el Id por completo y cita a Freud diciendo, “en lugar del Id debe estar el Ego.”
Esto parece apoyar la posición Buddhista.
El primer sermón del Buddha que estamos discutiendo comienza a explicar la técnica
con la cual esta sed es removida. Esta técnica se llama el Sublime Camino Óctuple que
discutimos anteriormente como la forma intermedia de vivir que evita los dos
extremos: la búsqueda de placeres sensoriales, y la auto-extinción a través de la “auto
negación”. Este Camino Óctuple comienza con lo que se llama Samma Ditthi, que es la
conciencia de la realidad con la comprensión de tres aspectos importantes de la vida:
1) Inestabilidad (Anicca),
2) Incomodidad o Ansiedad (Dukkha),
3) Impersonalidad (Anatta).
Esta visión se llama el Samma Ditthi o Perspectiva Armoniosa, por que está en armonía
con la realidad. Este entendimiento resulta en un estado emocional de calma, felicidad,
y amabilidad. Dicho estado emocional lleva al buen comportamiento externo, verbal y
físico, que es considerado bueno socialmente. Una vida basada en esta perspectiva y
este estado emocional y comportamiento es una vida armoniosa.
Y esta vida armoniosa debe ser mantenida y perfeccionada por medio de la Práctica
Armoniosa.